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El objetivo de la meditación

16 julio, 2012Artículos0 comentarios

El objetivo central de la meditación es contestar a la pregunta básica «¿Quién soy?».

Extracto del libro «Ayurveda y Meditación» escrito por la Lic. Rosana Molho y el Dr. Jorge Luis
Berra, publicado en la revista Uno Mismo (junio 2012)

La paz del silencio

La meditación trae conciencia, armonía y orden natural de la vida. Despierta la inteligencia


para hacer la existencia feliz, pacífica y creativa. Bajo estas líneas, dos expertos nos explican de
qué manera esta práctica puede transformar nuestra cotidianeidad. Además, nos ofrecen
sugerencias para empezar ya mismo.

El objetivo central de la meditación es contestar a la pregunta básica «¿Quién soy?». A esta


pregunta la meditación da una respuesta que surge desde la experiencia de nuestro interior.
Esto significa que la respuesta no es de tipo intelectual, al estilo de una reflexión relacionada
con un tema específico. Tampoco da una respuesta unívoca como una ley general, que se
desprendería de las ciencias, o un dogma religioso. Más bien como respuesta otorga una ex-
periencia única para cada individuo, donde su historia personal, y familiar, su biotipo, sus
antecedentes genéticos, sus tendencias actuales, sus deseos etc. formarán un crisol que irá
tejiendo un camino único, que lo acerca a la vivencia de integración personal, y universal.

Un gran maestro contemporáneo, lo ha expresado de esta forma: «El hombre nace llorando
porque no sabe quién es. En su llanto repite ‘Quién Soy’; si su vida tuvo sentido partirá con una
sonrisa, diciendo: ‘Soy Uno con el Universo'». Meditar no implica un acto extraordinario
limitado a ciertas personas con un gran desarrollo espiritual. Meditar es un momento de
encuentro con las profundidades del ser que somos, nada tan sencillo como tan auténtico y
verdadero.

Algunas corrientes filosóficas asemejan la meditación a la respiración, un acto fisiológico, im-


prescindible y natural, pero al mismo tiempo pasible de ser mejorado su funcionamiento, a
través de un aprendizaje bien conducido. La práctica consciente y correcta de la respiración,
aumenta nuestro sentido de bienestar, y la salud física y emocional.
Esta analogía es sumamente útil, y significativa. Nos muestra que por un lado, meditamos de
manera espontánea sin tener conciencia de ello. Se produce en general, como un acto
involuntario en momentos tocantes de nuestras vidas. Y además esta misma analogía nos dice
también, que podemos aprender a meditar de manera consciente e incrementar los beneficios
que derivan de un aprendizaje adecuado de una técnica, y de la práctica regular y consciente.

El estado meditativo

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