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Accionante:

Afirmó el apoderado judicial del accionante, señor CARLOS ALBERTO CANTILLO


VILLAZON que laboró al servicio de CONSORCIO MAR mediante contrato a término
indefinido, desde el 19 de febrero de 2018, hasta el 30 de enero de 2020, fecha en la cual le
terminaron el contrato de trabajo sin justa causa.

Manifestó que para el momento del despido, contaba con 67 años de edad, teniendo
actualmente 68 años de edad y cuenta con 1.110 semanas cotizadas en la AFP PORVENIR
S.A. Con lo cual considera que es sujeto de especial protección constitucional por su
condición de prepensionado.

Lo anterior implicada que el despido debía ser autorizado por el Ministerio del Trabajo.
Concluye que por estas razones, la entidad accionada le viene vulnerando los derechos
fundamentales que aduce conculcados

Accionada:

CONSORCIO MAR Y, rindió informe. Puso de presente que el accionante laboró para
dicha entidad entre los días 19 de febrero de 2018, hasta el 30 de enero de 2020,
desempeñando el cargo de oficial con un contrato de trabajo a término indefinido. Señala
que el despido del tutelante es legal, ya que se dio por la terminación de la obra para la cual
había sido contratado, aunado al hecho que para el momento de la terminación del contrato,
no se encontraba incapacitado, ni contaba con dictamen de pérdida de capacidad laboral y
mucho menos tenía recomendaciones médicas para trabajar. Aunado a lo anterior,
considera que no ostenta la condición de prepensionado, por cuanto para el momento del
despido contaba con 67 años de edad, lo que impedía considerarlo como tal. Por lo anterior,
concluye que, en el presente caso, no se cumple con los requisitos de procedibilidad
consagrados en la subsidiaridad, y al haber pasado mas de 300 días después del despido
para interponer la tutela, considera que tampoco cumple con el requisito de la inmediatez,
lo que trae como consecuencia la improcedencia del presente amparo constitucional.

Por su parte, SACIR CONSTRUCCION COLOMBIA S.A.S., CONCAY S.A., y


STRABAG S.A.S., en calidad de empresas miembros del CONSORCIO MAR 1,
manifestaron adherirse a la respuesta emitida por ésta última.

a tutela se tiene en estos casos de reintegro como mecanismo transitorio cuando se da la


existencia de un perjuicio irremediable y se insiste, de las pruebas arrimadas por el
accionante resultan insuficientes para concluir que se encuentra en una situación especial de
debilidad manifiesta o de estabilidad reforzada. Ahora, si el señor CANTILLO
VILLAMARINestá inconforme y considera que su despido fue injusto, tendrá otros
mecanismos judiciales para salir en defensa de sus derechos ante el juez ordinario laboral,
pero no es la acción de tutela el mecanismo adecuado en esta oportunidad para hacerlo, por
cuanto la acción de tutela tiene un carácter subsidiario, no es un medio alternativo o
facultativo, ni adicional o complementario a aquellos mecanismos judiciales ordinariamente
establecidos para la defensa de los derechos fundamentales y laborales que considere
transgredidos o amenazados, como tampoco es el último recurso judicial del accionante y
no puede olvidarse que corresponde a éste asumir la carga de la prueba del perjuicio
irremediable3 en el evento de que se use la tutela como mecanismo subsidiario.

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