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Weber

Características del estado moderno


1) Un orden administrativo y jurídico sujeto a cambios mediante legislación
2) Un aparato administrativo que maneja los asuntos oficiales según
regulación legislativa.
3) Autoridad legal sobre todas las personas y sobre la mayor parte de los
actos que tienen lugar en el territorio de su jurisdicción.
4) Legitimación para el uso de la fuerza, dentro de su área, si la coacción está
autorizada o prescrita por el gobierno legalmente constituido.
Orden legal, burocracia, jurisdicción compulsiva y monopolización del
uso legítimo de la fuerza
La dominación se apoya en la creencia en su legitimidad. La autoridad puede
ser carismática o legal.
El orden jurídico se legitima en el derecho natural. Las leyes se consideran
legítimas si derivan de u contrato real entre individuos libres, o se ajusta al
concepto ideal de un orden razonable consensuado. Esta teoría se apoya en el
supuesto de un individuo libre respecto de la adquisición y disposición de
bienes.
Este derecho natural fue atacado durante el siglo XIX y sus axiomas cayeron
en el descrédito. Correlativamente se produce un avance del positivismo del
derecho.
La intención de Weber era mostrar lo que ocurre en la comunidad como
resultado de los valores o normas en las que el pueblo cree.
En el estado moderno se atribuye legitimidad a un ordenamiento legal siempre
que sus leyes tengan carácter de estatuto. De esto se infiere:
1) Cualquier norma puede estatuirse como ley reclamando y anticipando su
obediencia.
2) El derecho constituye un sistema de reglas abstractas. La administración de
justicia consiste en la aplicación de esas reglas a los casos particulares. La
administración gubernamental también está atada por reglas de derecho y
se la maneja según principios de formulación gral. Por lo menos aceptados.
3) Quienes ocupan posiciones de autoridad no son soberanos sino superiores
que temporariamente ejercen un cargo y , en consecuencia, su autoridad es
limitada.
4) Las personas que obedecen lo hacen en carácter de ciudadanos y
obedecen la ley y no al funcionario que la impone. La dominación legal es
resultado de una evolución tendiente a la racionalidad jurídica.

El imperio del derecho se identifica con el control del gobierno por los
representantes del pueblo, y consecuentemente con la democracia.
A partir de estas elucidaciones Weber analiza la burocracia:
Distingue varios niveles de análisis:
1) Causas históricas y técnicas del proceso de burocratización.
2) Impacto del imperio del derecho sobre el funcionamiento de las
organizaciones burocráticas.
3) Posición ocupacional y orientación personal típica de los funcionarios, como
estamento.
4) Principales atributos y consecuencias de la burocracia en el mundo
moderno.

Principios que rigen la organización burocrática cuando impera el


derecho:
1) Los asuntos oficiales se manejan a través de una actitud regular continua.
2) Se manejan según reglas estipuladas, caracterizados por tres atributos
correlativos:
a) El deber de los funcionarios de determina de modo impersonal.
b) Se concede a cada uno la autoridad necesaria para que cumpla con su
función.
c) Se limitan y especifican las ocasiones en que puede apelar a la
coacción.
3) La responsabilidad y autoridad de cada funcionario se inscribe en una
jerarquía.
4) Los funcionarios no son dueños de los recursos que necesitan para el
cumplimiento de sus funciones. Se diferencian claramente asuntos oficiales
y negocios privados.
5) Los cargos no son propiedad privada de sus titulares.
6) Los asuntos oficiales se tramitan por medio de documentos escritos.
Cada uno de estos apunta a (1) la continuidad de los asuntos oficiales, (2) la
delimitación de la autoridad mediante reglas estipuladas, (3) la supervisión de
las funciones, (4 y 5) la separación del cargo y quien lo ocupa, y (6) la base
documental de los asuntos oficiales. Todo esto permite un ejercicio de la
autoridad que consiste en la aplicación de normas estatuidas, y este ejercicio
es el que caracteriza este sistema de dominación legal.
Bajo esa dominación legal la posición del funcionario se caracteriza por:
1) Es personalmente libre y se lo designa por contrato.
2) Ejerce la autoridad delegada según reglas impersonales y su lealtad es
respecto de sus deberes oficiales.
3) Nombramiento y ubicación de su trabajo dependen de sus aptitudes
técnicas.
4) Su trabajo administrativo es su ocupación exclusiva.
5) Se remunera con un salario regular y perspectivas de ascenso regulares, a
través de una carrera de toda la vida.
Atributos de la burocracia
1) Requiere de un experto rigurosamente profesional, que pueda tomar
distancia de todo atisbo de emocionalidad. De este modo el sistema se
torna calculable y esto es congruente con el capitalismo. La orientación
hacia reglas impersonales favorece una confiabilidad uniforme y la
calculabilidad de su funcionamiento.
2) Concentración de los medios de administración. Los medios de producción,
administración y erudición fueron parte integrante de la comunidad
individual pero se fueron separando de ella según el avance del proceso de
concentración. Su resultado es la distinción que aparece en la burocracia
moderna entre negocios y vida de familia, el cargo público y su titular, los
centros de investigación y el estudioso individual.
3) Tiene un efecto nivelador de las diferencias sociales y económicas.
Reemplaza a los políticos vocacionales por empleados y funcionarios
pagos. La autoridad se ejerce según reglas y todos los sujetos a esa
autoridad son jurídicamente iguales. La burocracia requiere de expertos Los
diplomas y certificados reemplazan al privilegio como criterio de selección.
El cultivo del espíritu es reemplazado por la educación científica y la pericia
técnica.
4) Se instrumenta un sistema prácticamente indestructible de relaciones de
autoridad. La población gobernada por una burocracia no puede prescindir
de ella ya que los asuntos públicos dependen de la preparación práctica, la
especialización personal y la coordinación eficiente de la administración que
sostiene la actividad diversificada e ininterrumpida que requiere el estado
moderno.
Esta forma de administración es planteada como permanente e indispensable.
C. LA LUCHA POR EL PODER BAJO LA DOMINACIÓN LEGAL
Todo sistema de dominación sufre cambios cuando se modifican las creencias
en su legitimidad y las prácticas de su organización administrativa.
En este sentido los cambios de creencias ocurren en el curso de la lucha por el
poder de controlar el aparato burocrático pero no pueden destruirlo.
CREENCIAS CAMBIANTES EN LA LEGITIMIDAD
Su tesis parece ser que el orden legal moderno se apoya en una teoría formal y
sustancial del derecho natural y, por ende, en un conjnto de creencias más o
menos incompatibles acerca de la legitimidad. En teoría todos las personas son
iguales ante la ley pero en realidad se han estatuido leyes especiales que se
aplican a grupos ocupacionales determinados.
Con la diferenciación ocupacional varios grupos económicos que constituidos
en grupos de presión procuraron obtener garantías jurídicas especiales. Esos
cambios dan primacía a consideraciones sustanciales por sobre el formalismo
legal.
Ciertos ideólogos del derecho opusieron los postulados éticos al formalismo de
la ley. Sostienen que los estatutos no alcanzan a abarcar la realidad
multitudinaria de la vida por lo que la interpretación judicial es inevitable.
Además la consideran deseable en tanto permite interpretar a la luz de
apreciaciones sustanciales.
La burocracia se desarrollo con el apoyo de movimientos democráticos que
reclamaban la igualdad ente la ley y garantías jurídicas contra la arbitrariedad
de las decisiones. La ganancia en igualdad formal fue equívoca desde el punto
de vista democrático ya que los funcionarios pueden convertirse en casta
privilegiada en función de pruebas y diplomas.
Las mismas medidas que aseguran a una burocracia contra los abusos de
autoridad y las usurpaciones de privilegio pueden dar origen a nuevos
privilegios estamentales protegidos por prácticas monopólicas.
La legitimidad se ha ido desplazando de una creencia religiosa o racional en
“las leyes de la naturaleza, y del dios de la naturaleza” a una creencia
positivista en la utilidad de las propiedades formales del derecho, y desde ese
punto han vuelto a un interés creciente en los objetivos morales y políticos que
pueden alcanzarse con la legislación.
Existe entre el interés en el procedimiento formal y la demanda sustancial de
justicia, una tensión paralela a la que existía en la dominación tradicional entre
las normas sagradas y la arbitrariedad del patriarca, o, en el liderazgo
carismático, entre la fe incondicional en el caudillo y la demanda de milagros.
BUROCRATIZACIÓN Y LIDERAZGO POLÍTICO
Bajo la autoridad carismática, el caudillo combate contra las fuerzas de la
despersonalizaciön. Busca afirmar su magia personal en medio del cuerpo a
cuerpo burocrático por intereses corporativos institucionales. La victoria
confiere mayor autoridad personal y el caudillo puede exigir obediencia
personal directa.
Bajo la dominación legal la lucha y el liderazgo son diferentes. En tanto la
autoridad encarna en el imperio del derecho, el triunfo se manifiesta en la
influencia sobre las ordenaciones obligatorias que se estatuyen. El político
deberá disputar el iderazgo en las elecciones, la legislación y contra la
burocracia que tiene el ejercicio diario de la autoridad. Se debe asegurar de un
control inmediato y efectivo de la administración. La burocracia intenta usurpar
el proceso de decisión política según su tendencia a convertir todos los
problemas de la política en problemas de administración.
CONDICIONES DEL LIDERAZGO POLÍTICO EN LA SOCIEDAD MODERNA
Weber, tomando como modelo el estado prusiano, nos plantea una
institucionalización de la previsibilidad a partir de la despersonalización del
poder. Este se halla diversificado en los distintos estamentos burocráticos que
conforman el aparato estatal en lo que hace a lo permanente.
En relación a lo variable este es detentado por los políticos que se encuentran
acotados por el juego de la democracia liberal que tanto puede otorgar como
quitar el poder en tanto sus designaciones están sometidas a plazos que deben
ser cumplidos y cuya caducidad está prefijada.
De esta manera se conforman dos grupos que podemos intentar diferenciar.
Uno que acumula cierto poder que encuentra su apoyo en el manejo de
saberes técnicos. Tiende a manifestarse como intento de establecer una
tecnocracia.
Otro que sustenta su poder en los procesos de acumulación de poder mediante
la política.
Ambos encuentran su límite en el otro. El político está habilitado para la toma
de decisiones pero encuentra en el técnico el límite mientras que este último
conoce las soluciones apropiadas según su saber profesional pero no puede
tomar la decisión que queda en manos del político. En los casos ideales la
conjunción de ambos determinaría la mejor solución posible respecto de las
medidas a tomar.
Sin embargo, en muchos casos, los profesionales del aparato estatal deciden
cual es la medida supuestamente apropiada y el político queda relegado al
papel de la cara visible de la resolución. En otros es el político el que decide y
el técnico tiene como única función la implementación de la decisión.
Según Weber la burocratización del Estado es congruente con el sistema
democrático en tanto despersonaliza los lugares y funciones del aparato estatal
al ser ocupados los lugares de la administración por profesionales. La
exclusión consecuente de los elementos emocionales vuelve previsible el
accionar del aparato al tiempo que el sometimiento compartido a la norma
funciona como contención del abuso posible del poder de quienes
ocasionalmente ocupen funciones.
En la concepción weberiana cobra importancia la dimensión política en tanto a
diferencia del modelo marxista no presupone la dimensión económica como la
única posible de determinación respecto de lo superestructural en lo que queda
comprendido el estado mismo. Más aún, no habría una superestructura
determinada sino una serie de factores que darían cuenta de una
multideterminación recíproca.
El estado no sería la reproducción de las relaciones de explotación bajo una
cubierta de aparente democracia sino que sería el intento de dominio legal en
que las diferencias quedan circunscriptas a la esfera de lo privado. Al mismo
tiempo, y en consecuencia, el ejercicio del dominio está centralizado y apoyado
en el ejercicio del derecho que encuentra su forma en las leyes que se aplican,
en principio, por igual a todos los participantes del Estado instituido. Es en este
sentido que las personas en el estado moderno son iguales, es decir en su
posición ante la ley. Esa legalidad se establece como resultante de los distintos
juegos de fuerza que se suscitan en la interioridad de la estructura social y no
sólo como mera expresión de las relaciones de explotación que se
corresponden con el sistema capitalista.
Sin embargo Weber muestra como paradojalmente la burocracia misma se
torna un elemento de poder y produce una diferencia a pesar de la intención
democratizante de su institución.

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