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Dejarla ser

- Desde su primer añito, cuando su papá le enseñaba a lavarse el pitito, el renegaba de este, él
decía que no tenía pene, evitaba el orinar para no tener que verse, esto le trajo problemas de que
se hacía encima por no ir al baño

- Comenzó con la curiosidad así que le preguntaba a su mamá ¿qué es lo que ella tenía si no era
un pene? A lo que su mamá le respondía que una vagina, Manuel (Luana) iba al jardín y hablaba
con sus compañeras y se ponía mal al darse cuenta que todas eran iguales menos ella, Gabriela
por mientras estaba preocupada que esta situación le trajera problemas con las mamás de sus
compañeras.

- Después de un tiempo comenzó a decir que su pene era nena y que así estaba contenta por lo
que la mamá tenía que hablarle cada día para decirle que su pene era para orinar y tenía que
usarlo, también oculto en su casa las tijeras y objetos cortantes para evitar que se lastimara, a este
punto ya estaba bastante desesperada sin saber qué hacer, cada vez que ella conocía nuevos
detalles sobre ser niña se deprimía más.

- Por las noches Manuel (Luana) se vestía con su disfraz de princesa, Gabriela lo encontraba a la
madrugada cambiándose para dormir tranquilo o por la mañana con la su vestido dormido, al poco
tiempo su mamá le enseño a hacer pis sentada para no ver su pene y empezó a querer que le
comprara una bombacha en lugar de calzoncillos.

- Gabriela llevo a Luana un día a la tarde para comprarle varios conjuntos de bombachas y además
de ropa de niña, cuando una vendedora trato de convencerla a toda costa que ella debía usar ropa
de hombrecito no vestidos, cuando su mamá se enojó solo le probo el vestido y se fueron con la
vendedora mirándola como si estuviera loca (según Gabriela).

- Valeria la hacía sentir cómoda y después de visitarla quería salir a la calle con su vestido hasta su
casa a lo que Gabriela accedió, los vecinos la miraban raro y le preguntaban si lo llevaban a una
fiesta de disfraces o porque de la nada vestía a uno de los mellizos de niña, su padre se molestaba
por esto y no quería meterse en nada de esa situación.

- Gabriela hablo con dos madres de sus amiguitos para que entendieran la situación, una de las
mamás, Carolina entendió todo y los apoyo incondicionalmente, le regalo además una muñeca de
trapo que Luana amaba y su hijo seguía jugando con Luana como si nada, pero la mamá del otro
niño le decía que lo que tenía su hijo podía ser contagioso y que lo mejor sería que lo sacara del
jardín y se mudaran al campo, su hijo le hacia bullying en la escuela.

- Después que Carolina y su familia se mudaron, Luana comenzó a llevar su muñeca favorita a la
escuela aunque a la entrada debía dejarla ya que “o se podía entrar con juguetes al jardín” no le
importaba que nadie la viera con su muñeca ya que ella casi pedía a gritos que la aceptaran.

- Desde Octubre comenzaron a planear un acto en el jardín donde los niños serian monos y las
niñas actuarían como bailarinas, a Gabriela le toco con dolor romperla las ilusiones a Lana para
decirle que debía actuar como un mono y que ella no podía ser una bailarina como sus
compañeras.

- En la modista a la cual habían acudido todas las mamás para que los vestuarios fueran iguales
Lana rompió en llanto y exigía poder usar el traje de bailarina como las demás nenas, después de
hablar con la señorita esta no le dio respuesta alguna, solo que si lloraba ellos lo contendrían
(hablando de el cómo varón).

- Valeria le dio la idea de hacerle hacer un traje como el de las niñas pero ninguna madre quiso
revelarle en verdad como era la ropa ya que ella tenía “dos nenes”, al final la mamá de Luana la
nena con la que se identificaba tanto que quería tener hasta su nombre, le crearon un tutu de
bailarina a su medida como recompensa sí bailaba en el acto.

- El día de la función Luana, bailo con los demás niños como mono sin llorar y sonriendo como si
nada pero trato de irse lo más rápido posible para llegar a la casa y ponerse su disfraz de bailarina,
esto sirvió para que Gabriela viera cuán grande era el deseo de Lulú, consiguió entonces un libro
llamado “el sueño de la bailarina” para que pudiera ver que había otras niñas como ellas.

- En noviembre en el jardín la directora, la psicopedagoga y la maestra le pidieron a Valeria un


informe para saber cómo tratar con Lulú el próximo año, la escuela se mostró mucho más flexible
en cambiar formas y maneras que habían estado instaladas desde hacía mucho en la institución.

- Días después se acercaron a la institución Valeria Pavan y Marcelo Sunthein, fiscalizador de la


comunidad homosexual en Argentina (CHA) para hablar con los directivos y algunos padres para
garantizar los derechos y la salud psíquica de Luana.

-En septiembre el doctor Adrián Helien, médico psiquiatra del departamento de transexuales del
hospital Durand, acepto el comenzar a tratarlos a todos como familia y a aconsejarlos, así su padre
poco a poco comenzó a tratar mejor a Lulú y a comprender mejor a su hija, hasta que salió el
tema como su padre lo escondía ante las personas para que “no la miraran raro” a lo que el
psiquiatra le pregunto si “protegía a su hija o a el mismo” desde ese momento el ya nunca m{as
asistió.

- Su padre desde ese punto comenzó a empeorar a nivel personal, comenzó a tomar más alcohol y
cada vez más seguido, después de eso comenzó a golpearla con almohadones para descargar su
ira y se comenzó a ir de la casa cada vez por más tiempo hasta que termino por irse por completo
dejándole a Gabriela varias deudas a su nombre, aun así gracias al apoyo de su familia y de los
psiquiatras ella logro poner la denuncia por abandono y establecer la cuota alimentaria para
ambos.

- En febrero había demasiadas peleas entre ambos hermanos ya que Lulú quería obligar a su
hermanito a que se vistiera de princesa y fuera una niña como ella, a lo que su hermanito se
negaba, no le molestaba el disfrazarse por un rato pero eventualmente no quería vestirse así todo
el tiempo, pintaba con colores claros los juguetes de su hermano y luego con pinta uñas ya que se
sentía sola por lo que Gabriela le mostro documentales de nenas con pene como ella.
- En febrero se realizó una reunión con los padres de niños de grados más chiquitos para que se
supiera como iba a ser el trato con ella de ahora en adelante, esa reunión transcurrió sin
problemas y muchos padres se acercaron a Gabriela para darle su apoyo pero no se habló con los
padres de la salita de 5 (los compañeros de Lulú) e incluso se le prohibió hablar del tema con las
madres a la salida, se lo silencio.

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