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Como ya hemos visto, los distintos tipos de aguas naturales tienen distintas
calidades según su procedencia y el ambiente en el que se encuentre. Esta
calidad entonces, determinará la capacidad de aprovechamiento de la
misma, y el tratamiento que deberán aplicarse a fin de convertirlas en agua
para el consumo. Es decir, que cumplan con los requisitos de potabilidad
referidos a las condiciones físicas, químicas y biológicas que las hacen
adecuadas para la bebida, la preparación de alimentos y la higiene personal.
Tratamiento
Aguas meteóricas
Estas aguas son aptas para su consumo sin tratamiento previo debido a su
pureza primitiva, pero la calidad final dependerá de los sistemas de
almacenamiento y distribución empleado. El hecho de que el agua pueda
acumularse en cisternas conlleva al inconveniente de que esta pueda
contaminarse con aguas subterráneas contaminadas o por pozos
absorbentes próximos, siendo aconsejable su desinfección antes de ser
entregada al consumo. A pesar de la buena calidad de estas aguas, la
dificultad que se presenta es que depende de la cantidad de precipitaciones
y de la capacidad de captación de la misma. Por esto solo sirve para
abastecer a una cantidad muy pequeña de la población.
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Aguas Superficiales:
Aguas Marinas:
A pesar de que las aguas marinas son las más abundantes, ya que ocupan
el 97% de la superficie terrestre, estas no se pueden aprovechar por su
excesiva salinidad.
Aguas Dulces:
Si bien estas aguas no son aprovechables en forma directa, es decir, no son
aptas para consumo, entonces es necesaria la aplicación de tratamientos
sobre ellas para poder ser consumidas por el hombre y los animales.
Debido a su caudal este tipo de aguas se puede aprovechar para abastecer
a una gran proporción de la población, a diferencia de las meteóricas.
Además, el proceso del tratamiento es relativamente económico y sencillo.
Convirtiendo a este tipo de aguas las elegidas para el consumo doméstico e
industrial. Los principales tratamientos que se le hacen a estas aguas están
destinados a corregir los defectos más importantes de las mismas, que son
la turbidez y la contaminación microbiológica.
Tratamiento de la turbidez
Coagulantes:
Existen dos grupos de coagulantes:
✓ Polielectrolitos (o ayudantes de coagulación)
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✓ Coagulantes metálicos
Ambos grupos actúan como polímeros además de la carga eléctrica que
poseen.
En los primeros los polímeros ya están formados cuando se agregan al agua.
En los segundos la polimerización se inicia cuando el coagulante entra en
contacto con el agua, luego de esto continúa la etapa de adsorción por los
coloides presentes en la fase acuosa.
Es necesario aclarar que la velocidad de sedimentación de las partículas no
depende en forma exclusiva de los coagulantes usados sino del peso de las
partículas que se trata de sedimentar.
Coagulantes polielectrolitos
Un polímero es una sustancia definida por una cantidad de unidades básicas
denominadas monómeros, unidas por enlaces covalentes que se repiten
sucesivamente. Su grado de polimerización está dado por el número de
monómeros que conforman su cadena polimérica.
El tipo de polímeros que se pueden formar depende de la naturaleza de los
grupos funcionales que lo componen. Cuando estos grupos contienen
cadenas poliméricas con múltiples grupos funcionales electrolíticos o
activos se denominan poliectrolitos.
Los que se utilizan en plantas de tratamiento son compuestos de alto peso
molecular, que se aplican en muy pequeñas concentraciones,
compensando de esta manera su alto precio.
Estos coagulantes se utilizan de tres modos diferentes:
Coagulantes Metálicos:
Dentro de los coagulantes metálicos podemos encontrar tres tipos: sales de
Aluminio, sales de Hierro y de otros componentes.
Coagulación con sales de Aluminio
Entre las sales de aluminio más conocidas tenemos el Sulfato de Aluminio,
el Aluminio Amoniacal y el Cloruro de Polialuminio. Estas sales forman
flóculos ligeramente pesados.
De todas estas sales antes mencionadas, la más utilizada en las plantas de
tratamiento de agua, por su bajo costo y manejo relativamente sencillo, es
el Sulfato de Aluminio (AL₂ (SO₄)₃ .18 H₂O), conocido comercialmente como
Alumbre.
Comercialmente lo encontramos como un polvo color marfil, que suele
convertirse en terrones relativamente duro con el almacenaje. La reacción
entre el Alumbre y las partículas está influenciada por muchos factores, por
eso es imposible predecir la cantidad de este que reaccionará. En
consecuencia, la dosis y condiciones típicas adecuadas para la coagulación
deben establecerse empíricamente para cada tipo de agua y de coagulante.
Se ha demostrado para este compuesto que el margen de pH para la
coagulación está comprendido entre 6 y 7,8.
El Cloruro de Polialuminio tiene el beneficio de producir una mejor
formación de flóculos, una generación de estos con poca o casi sin
necesidad de utilización de polielectrolitos. Además, trabaja en un rango
mayor de pH. Como desventaja, presenta un elevado costo.
Adición de coagulantes:
El proceso de coagulación-floculación se realiza en tres pasos:
1- Adición de coagulantes
2- Dispersión de los coagulantes (mezcla rápida)
3- Aglutinación de partículas (mezcla lenta)
1-Adición de coagulantes:
Los coagulantes metálicos siempre deben colocarse en solución, nunca en
suspensión o, aún peor, en polvo, sin que las partículas del compuesto
hayan tenido tiempo de disolverse. Ya que cuando esto sucede se produce
una importante disminución de la efectividad en el proceso.
Los polielectrolitos pueden venir en polvo o líquido. Por lo general suelen
ser más efectivos cuando se aplican en suspensiones diluidas. La
preparación de dichas suspensiones suele no se sencilla sobre todo cuando
se utilizan compuestos en polvo.
Para ambos casos se requiere de un equipo especial que puede consistir en
un tanque grande con su agitador o de un sistema de dosificación continua.
Tanto para el caso de polielectrolitos en polvo o líquido ambos se aplican
en bajas concentraciones.
Sedimentación:
Durante el proceso de sedimentación ocurre que los sólidos en suspensión
que se encuentran en un fluido son separados del mismo, debido al efecto
de la gravedad.
Entonces, los flóculos formados en la etapa de coagulación, se separan en
este proceso de sedimentación o decantación que puede considerarse
como la última fase de la coagulación. Esta etapa puede llevarse a cabo en
los decantadores convencionales o en los de flujo vertical.
Filtración
El objetivo básico del proceso de filtración es separar las partículas más
pequeñas que han quedado en suspensión luego de los procesos
anteriormente descriptos, y la eliminación de microorganismos.
La remoción de partículas dentro de los filtros no se da únicamente por el
simple efecto físico del cernido, sino que también existen fuerzas
electroquímicas que pueden retener en mayor o menor medida ciertas
partículas.
Hay distintos tipos de filtración: Con baja carga superficial (filtros lentos) o
con carga superficial (filtros rápidos), en medios porosos (pastas, arcillas,
papel de filtro) en medio granulares (arena, granate, antracita o
combinados), con flujo ascendente, con flujo descendentes y mixtos. Por
otro lado, el filtro puede funcionar por presión o por gravedad dependiendo
de la carga hidráulica que exista sobre el lecho filtrante.
Los tipos de filtros más utilizados son los filtros rápidos de arena de flujo
descendente. La limpieza se realiza periódicamente con agua filtrada a
través de la inversión de flujo descargando por la parte superior el agua de
lavado. Otro método de lavado es rapar las partes superficiales, lavarlas por
separado y volviendo a colocar luego en el filtro. El primero se utiliza en
filtros rápidos y el segundo solo en filtros lentos.
Los lavados se hacen periódicamente debido a que la acumulación de
material impide el paso de los fluidos impidiendo así su correcta filtración.
La mayoría de estos filtros rápidos de arena se encuentran alojados en
recipientes de hormigón y están diseñados de manera que el flujo
ascendente del agua de lavado eleva el sedimento separado del filtro y lo
arrastra hasta el punto de eliminación.
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Desinfección
Eficiencia bacteriológica durante los procesos de clarificación:
Los procesos de coagulación, sedimentación y filtración eliminan, en mayor
o menor medida, la mayoría de las bacterias, virus y protozoos que
pudieran estar presentes en el agua. Por lo cual, estos procesos pueden ser
considerados como pasos preparatorios para la desinfección pues cumplen
con la función de disminuir la carga microbiológica logrando mayor
eficiencia de este último.
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Las condiciones que debe tener un desinfectante ideal para ser usado en
una planta de purificación son:
a- Debe ser capaz de destruir microorganismos causantes de
enfermedades.
b- Debe actuar a la temperatura del lugar y en un tiempo adecuado.
c- No debe hacer el agua toxica, peligrosa para la salud o de sabor
desagradable.
d- Debe ser de obtención fácil, manejo sencillo y bajo costo.
e- Su concentración en agua debe poder determinar rápidamente.
f- Debe dejar un efecto residual para proteger el agua de posteriores
contaminaciones.
2- Temperatura
Los microorganismos solo pueden vivir en determinadas temperaturas,
generalmente entre 5°C y 80°C, dependiendo del tipo y especie.
La temperatura influye en la rapidez en con la que una sustancia puede
reaccionar.
Entonces se entiende que la misma afecte el proceso de desinfección.
En términos generales, cuanto más alta es la temperatura del agua, más
rápida y eficiente resulta el proceso de desinfección.
3-pH
Al igual que la temperatura, los microorganismos viven a determinados y
diferentes pH y son, en general, muy susceptibles a cambios en los
potenciales muy altos o muy bajos.
En igual forma, la actividad de los desinfectantes químicos depende del pH
del agua. Generalmente cada desinfectante presenta un rango de pH en el
cual tiene su máxima efectividad, lo cual constituye su característica. A
partir de este punto la eficiencia decrece para una misma dosis, un mismo
tiempo de contacto y una misma temperatura.
Desinfectantes Químicos:
Estos desinfectantes son los más utilizados en las plantas de tratamiento.
Y dentro de ellos, los Halógenos (en particular el Cloro) son los de elección.
pH > 8
HClO ⇌ OCl + H+
pH < 7
sustancias químicas
(Fe++, Mn++, NO 2, H2S), con los cuales produce distintos
compuestos clorados que
forman el cloro combinado no utilizable o demanda. Este no posee
poder desinfectante.
Ozono:
El ozono es una forma alotrópica del oxígeno elemental, que en lugar de
dos moléculas de Oxígeno tiene tres. Es un gas de olor característico, actúa
como agente oxidante y se ha usado en plantas potabilizadoras en algunos
países. El ozono se produce haciendo pasar aire seco entre los electrodos
de un generador.
Proceso de Potabilización
Aguas Subterráneas
Freáticas o Telúricas
La utilización de estas como aguas para consumo no es conveniente debido
a las frecuentes contaminaciones que sufren, ya sea de procedencia
superficial o de descarga de pozos negros en la napa freática. Por este
motivo solo se utilizan los casos en que solo exista como única fuente
acuática en la zona.
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Profundas
Estas, en general, pueden ser aprovechadas directamente debido a su
calidad. Sin embargo, algunas pueden presentar sales ferrosas, exceso de
dureza, sólidos disueltos o elementos tóxicos como arsénico y otros, que
debe ser tratado antes de su consumo.