Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tras unos comienzos dubitativos y llenos de pruebas, el Impresionismo como tal nace en una
exposición celebrada en los salones del fotógrafo Nadar. Era una muestra en la que
participaban un total de treinta y nueve pintores, conscientes ya de formar un grupo y de
tener unos objetivos iguales que defender. En esta exposición se encontraba una obra de
Monet llamada Impresión, Sol naciente que, burlonamente citada por un crítico dio nombre al
grupo. Pone toda su atención en captar la realidad, el instante, la impresión. Es una pintura de
aire libre, que se resuelve ante el motivo en cuestión. Dado que las condiciones lumínicas de
los paisajes cambian a cada segundo, requiere una pincelada rápida y directa, que permita
resolver una obra en pocos minutos. Es lo más parecido a la fotografía instantánea hecha
pintura. Interesa esa luz del amanecer, el reflejo de la luz en un edificio en la caída del sol, la
luz reflejada sobre el río a medio día. Esa es la razón por la que las obras impresionistas dieron
la sensación, a final del siglo XIX, de ser obras inacabadas, imperfectas, y por tanto, fueron
despreciadas Acabada la época del desarrollo del Impresionismo, y gracias a las nuevas
tecnologías de impresión (especialmente influyente fue la fotografía y el descubrimiento de la
cuatricromía, que conseguía infinidad de colores con la mezcla de los colores primarios), surge
el Neoimpresionismo o puntillismo, llevado a cabo fundamentalmente por dos autores,
Georges Seurat y Paul Signac. Aprenden la lección impresionista y la aplican de un modo más
científico, más controlado, mucho menos espontáneo y fresco. La pincelada se hace corta,
racional y estudiada. Fuera de estos dos movimientos quedan tres autores, de obligada
mención, como son Vincent Van Gogh, Paul Gaugain y Henri de Toulouse-Lautrec. Se les dio el
término histórico-artístico de Postimpresionistas en una exposición celebrada en Londres en
1910, pues, aunque su trabajo no es en absoluto semejante, les une el hecho de haber
comenzado su trabajo con el Impresionismo ya afianzado y comienzan su andadura pictórica
con un nuevo modo de hacer, en los tres casos de manera muy personal e innovadora y de con
una visión más subjetiva y manipulada del mundo. Van Gogh transforma la pincelada
impresionista en una con más carga y muy ordenada, dando nuevas soluciones formales y
cromáticas. Gaugain fue un artista que reivindicó lo bidimensional y lo decorativo. Su época en
Taití, donde vivió los últimos años de su vida, es la más famosa. Ese destino brindó a Gaugain
los paisajes y los colores que buscaba. Toulouse-Lautrec fue un gran ilustrador y se le
considera el precursor del cartel publicitario.
Expresionismo 1905/1913. Estilo surgido en Alemania que trata de dar al espectador una
visión de los sentimientos del artista. Forma, color y textura están al servicio de esa
transmisión de los estados de ánimo del autor. Supone el inicio de la pintura abstracta en
sentido estricto ya que se desvincula por fin del referente. Es una pintura subjetiva que
deforma y exagera. Sus grandes influencias fueron autores consagrados como Goya, el Greco,
y otros más recientes como el belga James Ensor y el noruego Edvard Munch. Los dos grandes
grupos de artistas del movimiento fueron los llamados “Die Brücke” (el puente) en Dresde
formado principalmente por Ernst Kirchner y Emil Nolde y “Der blazer Reiter” (el jinete azul)
compuesto por Vasily Kandinsky, Franz Marc, Paul Klee en Munich, ambos con objetivos y
rasgos comunes aunque con alguna diferencia estilística que les dividía.
Dadaísmo 1915/1922. El más radical y agresivo de los -istmos de principios de siglo nació en
Zürich (Suiza) obra de Tristan Tzara. Fue una vanguardia anarquista que se mostró
rotundamente en contra de cualquier norma social, moral o estética. Contundente, destructor
y provocador, basado en lo absurdo, lo elemental, lo casual y lo azaroso (la misma palabra
dadá que designó el movimiento se escogió de modo arbitrario en un diccionario). Su objetivo
principal era cuestionar unos criterios artísticos fuertemente afianzados y aceptados en la
época. El ejemplo máximo de Dadá fue el artista francés Marcel Duchamp que, a través de los
denominados ready-mades (objetos industriales sin valor, elevados a la categoría de obra de
arte por el simple hecho de exponerlos en un museo bajo una firma y una fecha) trató de
ridiculizar la veneración pasiva y poco crítica del público burgués. Gracias al movimiento
dadaísta, el Arte abrió sus fronteras y aceptó otros modos de expresión artística, lo que fue su
mayor aportación. Era el nacimiento de lo que hoy denominamos arte conceptual. Además de
Duchamp, los componentes de este grupo fueron Hans Arp, Francis Picabia, M. Ernst y el
fotógrafo Man Ray.
Surrealismo 1924/1939. Comienza con un manifiesto escrito esta vez por el poeta André
Breton. El término lo acuña el escritor G. Apollinaire. Se desarrolla, como se puede deducir por
las fechas, en un periodo inestable de entreguerras en el que los intelectuales tratan de
comprender la profundidad psíquica del hombre, los sueños, lo inconsciente. Los escritos y
teorías del psicoanálisis de Sigmun Freud aportó base científica e ideológica, y las obras de
Füsli y Blake la influencia artística. Podemos hablar de dos tipos de Surrealismo pictórico y dos
grandes grupos de pintores surrealistas. Por un lado, los pertenecientes al Surrealismo
figurativo, entre los que se encontraban Max Ernst, René Magritte, Dalí y Chagall, quienes
exploraron el surrealismo desde una óptica de realismo formal, pues, a pesar de sus
deformidades y transformaciones, nunca abandonaron la referencia real de los objetos. Por
otro lado, el Surrealismo abstracto contaba con Yves Tanguy, Miró, Klee y Hans Arp. Parte
fundamental esta tendencia fue la escultura. Giacometti, Henry Moore, Alex Calder, M. Ernst y
Man Ray.
Constructivismo 1913/1920. Esta nueva vanguardia comparte origen y fechas con la anterior,
por lo que su desarrollo es paralelo y ambas se vigilarán de reojo en su evolución. El
constructivismo, con alta carga política e ideológica propia de la revolución rusa, pretende la
unión entre las artes, pintura, escultura y arquitectura, por lo que comparte objetivo con una
del las escuelas más famosas de la Historia del Arte, la Bauhaus. Este hecho no es casual, pues
varios constructivistas fueron profesores o impartieron seminarios en algún momento en dicha
escuela alemana. Sus autores principales fueron Vladimir Tatlin, El Lissitzky, Antón Pevsner y
Naum Gabo. Prueba de lo completo de este movimiento es su manifestación cinéfila obra de
Eisenstein, quien tiene en la cinta de “El acorazado Potemkin” un gran ejemplo.
La Bauhaus
La Bauhaus es una escuela de arte, arquitectura y diseño. Fue fundada por el arquitecto,
urbanista y diseñador de origen germano Walter Gropius en Weimar (Alemania) en 1919.
De acuerdo con la página web Cultura Alemana (2007), en documento en línea, la palabra
bauhaus proviene de Bau = edificio y Haus = casa. En otras palabras, dignifica "casa de la
arquitectura".
El mundo acababa de pasar por la Primera Guerra Mundial (conocida como la Gran Guerra). Se
respiraba un aire de temor ante la amenaza del régimen comunista ruso. Por un lado, se
difundían medios que apoyaban el sistema establecido por Marx y Engels y se presenciaban
fuertes roces ideológicos entre los individuos izquierdistas y derechistas. Este acontecimiento
influyó en la historia de la Bauhaus como se puede observar a continuación.
Historia
Cuando Gropius fue nombrado como el encargado de la escuela de arte en Weimar, tomó la
decisión de combinar la Academia de Bellas Artes con la Escuela de Artes y Oficios para
"unificar sus actividades y eliminar las diferencias entre artistas y artesanos", como señala la
Enciclopedia Hispánica Platinum (2003). La escuela fue bautizada como la Staatliches Bauhaus
que significa "Casa de la Construcción Estatal".
En 1923, se celebró la primera exposición de la Bauhaus y los alumnos presentaron todo tipo
de maquetas de viviendas. En esa misma fecha, se construyó una casa familiar, de forma
cuadrada, con varias habitaciones pequeñas agrupadas alrededor de una mayor. Fue bautizada
como la Casa Sommerfeld y fue el primer gran proyecto de la casa de estudios. Esta magnífica
obra fue alabada por diversos críticos. Sin embargo, los conservadores tildaban a la escuela
como "socialista" y generó todo tipo de protestas en su contra. Adicionalmente, reinaba en el
país una crisis en el ámbito político. Esto obligó a Gropius a cerrar la escuela en abril de 1925.
La luz volvió a brillar para la Bauhaus cuando abrió sus puertas en Dessau, meses después de
su clausura en Weimar. En este caso, fueron los alumnos y el propio Gropius quienes
diseñaron el edificio. Rojas Alvarado (2006), en documento en línea, describe la nueva obra
como "…muy revolucionario y modernista, el cual contaba con tres edificios en forma de "L"
cada uno".
En esta nueva sede, la enciclopedia en línea Wikipedia (2007), señala que se llevaron a cabo
grandes fiestas en la Escuela "…generalmente temáticas (fiesta blanca, fiesta del metal, fiesta
de los cometas) y casi siempre de disfraces, en cuya organización y diseño se trabajaba
durante semanas." Tenían como objetivo promover la relación entre la Bauhaus y los
ciudadanos (ya que en aquel entonces todavía existían enemigos de la institución) y respaldar
el trabajo en equipo y de cooperación para dejar de lado aquellos problemas que surgían en
ella, gracias a la relación entre trabajo y vida privada.
Ya para 1928, el renombrado arquitecto alemán dejó la dirección a manos del suizo Hannes
Meyer. Junto con Gropius, varios profesores también abandonado la Escuela. El nuevo director
le dio al diseño un giro más realista. Se inclinaba hacia la tecnología y materiales y despreciaba
la estética. Debido a su ideología marxista, fue suplantado por Ludwing Miës van der Rohe en
1930. El alcalde de Dessau fue quien le propuso a que tomara el mando. Además, el hecho
haber tenido contacto anteriormente con la Escuela, fue otro punto a su favor para convertirse
en el encargado de regirla.
Cuando los nazis llegaron a Dessau 1932 y dejaron de ayudar financieramente a la famosa
institución, se trasladaron a Berlín hasta que fue ordenada su clausura el 11 de abril de 1933
por las autoridades alemanas nazis. Su cierre se debía a que la Bauhaus era una institución
privada considerara socialista, internacionalista y judía odiada por el gobierno
nacionalsocialista.
Tanto Miës van der Rohe como los profesores y alumnos, perseguidos por el régimen recién
electo, huyeron del país y se instalaron en Estados Unidos. Allí, Gropius fue nombrado profesor
de la Universidad Harvard, mientras que Lazlo Moholy-Nagy -un profesor de la antigua
Bauhaus- estableció el Instituto de Diseño de Chicago, conocida como la New Bauhaus
(basándose en los principios de la Escuela cerrada por los nazis) y Van der Rohe influyó en la
arquitectura de dicha ciudad. La Bauhaus se mantuvo "activa" hasta la Guerra Fría.
Primera parte: Durante seis meses, el aprendiz se adaptaba a los talleres de la Bauhaus y
descubría sus preferencias gracias a la convivencia con los artistas formaban parte de ella.
Trabajaba con piedra, madera, metal, barro, vidrio, colorantes y tejidos, mientras se le
enseñaba dibujo y modelado. En este tiempo, se aplicaba un curso obligatorio denominado
Vorkurs, donde se investigaba los principales componentes del idioma visual en textura, color,
forma, contorno y materiales. Esto llegó a conocerse más tarde como "Método Bauhaus".
Segunda parte: Entraba a los talleres y recibía una instrucción práctica y formal por tres años.
Más adelante, pasaba su examen de artista. A través de esto, se elegían a los estudiantes más
destacados.
Tercera parte: Los que fueron seleccionados recibían cursos prácticos en las fábricas y salían
bajo el título de arquitecto.
Pintura, escultura, diseño de muebles, carpintería, trabajo en hierro y cristal, tejido, alfarería,
grafismo artístico, pintura mural, escenificación, danza, teatro, tipografía y la arquitectura eran
los distintos tópicos que se impartían en la institución.
Esta Escuela tuvo diversos profesores. Todos eran de distintas profesiones: pintores,
escultores, arquitectos, urbanistas, tipógrafos, grabadores, tejedores y artesanos. Algunos de
ellos fueron: Johannes Itten (quien realizó el curso preparatorio y el centro del proyecto
pedagógico), Lyonel Feininger, Georg Muche, Paul Klee, Josef Albers, Hinnerk Scheper, Lazlo
Moholy-Nagy, Herbert Bayer, Gerhard Marcks, Oskar Schlemmer, Lothar Schreyer, Wassily
Kandinsky, Joost Schmidt, Marcel Breuer, Vassily Kandinsky, Gunta Stölz-Stadler, Theo Van
Doesburg, Gyorgy Kepes, Anni Albers, Ludwig Hilberseimer, Ludwig Miës van der Rohe y el
propio Walter Gropius.
Características de la Bauhaus
Este movimiento estaba influenciado por diferentes corrientes como el Constructivismo ruso,
Suprematismo, Expresionismo y Neoplasticismo. Rubio (s/f), en documento en línea, describe
las características de este movimiento: "El estilo de la Bauhaus se caracterizó por la ausencia
de ornamentación en los diseños, incluso en las fachadas, así como por la armonía entre la
función y los medios artísticos y técnicos de elaboración."
En 1925 se alzó una serie de edificaciones de forma rectangular, con base en hormigón y cristal
-la cual fue diseñada por el primer director de la Escuela-. Ya para aquel entonces, se inclinó
más hacia el funcionalismo. La expresión de la belleza y conveniencia de los materiales básicos
sin adorno se volvieron cada vez más frecuentes en el estilo de este movimiento.
Torres (2007) explica que en cuanto a la tipografía, es funcional-constructiva y la gran mayoría
de las veces se aplicó la sans serif. Se manejó el círculo, el cuadrado y el triángulo y se
utilizaron los 3 colores primarios como base. Las direcciones horizontales y verticales surgen
con mucha frecuencia. Los textos se diferencian de forma tipográfica. Se resaltan palabras con
colores de fondo o una fotografía impresa en un color no realista. Se colocan textos breves en
un ángulo de 90º, algo totalmente nuevo.
Han sido diversos artistas que han formado parte de la Bauhaus. Según el portal ArteHistoria
(s.f.), los máximos representantes son Gropius y Miës van der Rohe.
Walter Gropius llevó a cabo varios proyectos, incluyendo su obra maestra: El edificio de la
Bauhaus en Dessau, el cual tenía una "planta asimétrica, con pabellones situados a diferentes
alturas y predominio de ventanas horizontales, uno de los puntos de referencia de la
arquitectura racionalista", como describe la Enciclopedia Hispánica Platimun, op. cit. Esta obra
comenzó en 1925 y fue inaugurado en diciembre de 1926.
Otras obras que realizó fue la reconstrucción del Teatro Municipal de Jena junto con Meyer, la
edificación de la Academia de Filosofía de la Universidad de Erlangen, la Urbanización cercana
a Karlsruhe, la Casa Sommerfeld en Berlín, el Monumento Memoria Víctimas Golpe Estado de
Kapp, la Casa Auerbach en Jena, las Casas de los Maestros de la Bauhaus en Dessau, la Colonia
Törten, la Oficina de Empleo, entre otros.
En cuanto a Ludwing Miës van der Rohe, en 1929 -un año antes de tomar el cargo en la
Escuela- había edificado su máxima obra: El Pabellón Nacional de Alemania en la Exposición
Internacional de Barcelona. Había sido elegido por el Gobierno Alemán para llevar a cabo el
proyecto. Se trataba de un salón protocolar con base en vidrio, travertino y distintos tipos de
mármol con el fin de alojar la recepción oficial dirigida por el rey Alfonso XIII junto a las
autoridades germanas.
Otras de sus obras son: la Casa Tugendhat en Brno (actual República Checa), el Proyecto Club
de golf en Krefeld (Alemania), el Proyecto Casa Gericke en Berlín, el Apartamento para Soltero,
la Casa Lemcke, el edificio administrativo para la industria de la seda, la Casa Hermann Lange,
la Silla de Barcelona y mucho más. Además, participó en la Exposición Berlinesa de Edificios
celebrada en la capital alemana.
Conclusión