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¿Alguna vez se han preguntado por qué a la gente mala siempre le va bien?

En la biblia hay un personaje que se hacia esta pregunta, su nombre es Asaf quien era
Levita y célebre músico del tiempo de David; uno de los directores de la música del
templo y profeta.
Salmos 73:16-17 NTV
Traté de entender por qué los malvados prosperan, ¡pero qué tarea tan difícil!
Entonces entré en tu santuario, oh Dios, y por fin entendí el destino de los
perversos.

Veamos algunas cosas que pasan por nuestra cabeza al respecto de como vemos a estas
personas que a nuestros ojos no son justas.
Salmos 73 NTV
3 porque envidiaba a los orgullosos cuando los veía prosperar a pesar de su maldad.
4 Pareciera que viven sin problemas;
tienen el cuerpo tan sano y fuerte.
5 No tienen dificultades como otras personas;
no están llenos de problemas como los demás.
6 Lucen su orgullo como un collar de piedras preciosas
y se visten de crueldad.
7 ¡Estos gordos ricachones tienen todo
lo que su corazón desea!

Y a veces nos cuestionamos de la forma en que actuamos


13 ¿Conservé puro mi corazón en vano?
¿Me mantuve en inocencia sin ninguna razón?
14 En todo el día no consigo más que problemas;
cada mañana me trae dolor.
16 Traté de entender por qué los malvados prosperan,
¡pero qué tarea tan difícil!

Luego entra en la presencia de Dios y experimenta una tranquilidad y paz y se da cuenta


de muchas cosas

17 Entonces entré en tu santuario, oh Dios,


y por fin entendí el destino de los perversos.
19 Al instante, quedan destruidos,
totalmente consumidos por los terrores.
21 Entonces me di cuenta de que mi corazón se llenó de amargura,
y yo estaba destrozado por dentro.

25 ¿A quién tengo en el cielo sino a ti?


Te deseo más que cualquier cosa en la tierra.
26 Puede fallarme la salud y debilitarse mi espíritu,
pero Dios sigue siendo la fuerza de mi corazón;
él es mío para siempre.
27 Los que lo abandonen, perecerán,
porque tú destruyes a los que se alejan de ti.
28 En cuanto a mí, ¡qué bueno es estar cerca de Dios!
Hice al Señor Soberano mi refugio,
y a todos les contaré las maravillas que haces.
Al final nos damos cuenta que las cosas de este mundo, los placeres de la vida no se
comparan con estar en la presencia d Dios

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