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UNA VIDA BALANCEADA

PAZ EN MEDIO DE LA TORMENTA


JUAN 14:1
Introducción: Las tormentas nos causan miedo, en su momento angustia, pero tal como una
tormenta como fenómeno natural pasa, así una tormenta en nuestra vida pasa, quizás deja
estragos pero al final nos ayudará a ir creciendo en las diferentes áreas de nuestra vida.

I. COMPRENDIENDO EL PROPOSITO

Tenemos una fe débil y es por ello que Dios trae tormentas a nuestra vida para hacernos
fuertes, valiente y podamos ser instrumentos de él. Las dificultades, las tormentas en nuestra
vida son una muestra de su amor transformador, si escogemos otra puerta, sufriremos
perdidas al darnos cuenta de que todo lo que vivimos es temporal. Él desea ser nuestra roca
firme, quitarnos el miedo, y darnos esa paz que sobrepasa todo entendimiento.

II. LA PAZ DE DIOS VS LA PAZ DEL MUNDO

¿Qué escogerías la paz de Dios o la paz del mundo? Nuestra respuesta quizás sea la paz de
Dios, pero cuando hacemos la comparación vemos que en la mayor parte de veces escogemos
la paz del mundo, quizás hasta corramos hacia ella.

El mundo nos ofrece de su paz, y utiliza como sinónimo la palabra “felicidad”, esta felicidad
está relacionada a circunstancias, no es malo ser felices, pero esta felicidad que el mundo
ofrece es superficial, se basa en circunstancias momentáneas y no llena el corazón, el mundo
te da descanso, unas buenas vacaciones, el pensamiento de que tú te lo mereces, bendiciones
superficiales, porque todo ello lo obtienes del mundo, esa felicidad depende de eventos que
pasan a nuestro alrededor, trabaja con las emociones y no en el alma, es condicional. Si todo
va bien tengo paz y se disfraza con el entretenimiento.

Ahora Jesús nos ofrece algo sobrenatural, no terrenal, sino proveniente de lo celestial, es lo
contrario a la paz del mundo, la palabra del Señor nos dice en Isaías 26:3 “Tú guardaras en
completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado”. Esa paz de
Dios la experimentamos en la intimidad, rogándole a Dios y el Espíritu Santo, la oración, la
Palabra podemos encontrar esa paz, perseverar en Él, confiar en Él y creer. Él nos ha puesto en
una barca, él nos ve, el ora, él está con nosotros y vendrá por nosotros y nos dice “no tengas
miedo, recibe mi paz”.

III. ACTITUD DE FE

Sin duda en los diferentes momentos de nuestra vida hemos visto como Dios obra, hemos
visto su gloria, pero nuestra humanidad hace que se nos olvide todo en el momento de pasar
una tormenta. Dudamos de que Dios este cerca, dudamos de su respuesta ante nuestras
oraciones e incluso llegamos a dudar de su fidelidad, llegamos a sentir miedo, nos
aterrorizamos.

Pero es importante tener en cuenta que en un mismo corazón no puede habitar la fe y el


miedo juntos, nuestro Dios permite que nos sintamos incapaces, desesperados, insuficientes
para elevar nuestros ojos hacia él y ver a Jesús, y todo ello con un paso de fe.

Su gracia transformadora, es una gracia que


Incomoda porque nos santifica y refina,
Pero de cualquier forma es Su Gracia

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