Asia Pacífico J Clin Nutr (2001) 10 (Supl.

): S13-S18 T13

Artículo original

Sección 2

Nutrición en transición: el cambiante desafío nutricional

mundial

Barry M Popkin Doctor

Departamento de Nutrición, Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, Chapel Hill, Carolina del Norte, EE. UU.

El rápido cambio en la etapa de la nutrición hacia un patrón de enfermedad degenerativa se está acelerando en el
mundo en desarrollo. Datos de China, como lo muestra la Encuesta de Salud y Nutrición de China, entre 1989 y
1993, son ilustrativos de estos cambios. Por ejemplo, un aumento del 22,8% al 66,6% en la proporción de adultos que consumen una dieta rica en grasas, cambios rápidos en la estructura de la dieta a medida que cambian los ingresos e importantes relaciones de precios

son ejemplos que se presentan. Parece reflejar un cambio básico en las preferencias alimentarias, inducido principalmente por cambios en los ingresos, los precios y la disponibilidad de alimentos, pero también por la industria alimentaria moderna y los medios de

comunicación. Además, el notable cambio en la estructura de ocupaciones en los países de menores ingresos del trabajo agrícola al empleo en la industria y los servicios implica una reducción en el gasto energético. Una consecuencia de la transición nutricional ha sido

una disminución de la desnutrición acompañada de un rápido aumento de la obesidad. Existen marcadas diferencias entre los patrones de alimentación urbanos y rurales, particularmente en lo que respecta al consumo de alimentos preparados fuera de casa. Otras

cuestiones consideradas son la hipótesis de los orígenes fetales, según la cual las eficiencias metabólicas que sirvieron bien en condiciones de desnutrición fetal se vuelven desadaptativas con la sobrenutrición, lo que lleva al desarrollo de perfiles de lípidos anormales,

alteración del metabolismo de la glucosa e insulina y obesidad. Además, la obesidad y la actividad están estrechamente relacionadas con la diabetes de inicio en la edad adulta. El cambio hacia una dieta más rica en grasas y carnes y más baja en carbohidratos y fibra, junto

con el cambio hacia una actividad física menos onerosa, conlleva efectos nutricionales y de salud no deseados. También está claro que las causas de la obesidad deben considerarse ambientales y no personales o genéticas. Otras cuestiones consideradas son la hipótesis

de los orígenes fetales, según la cual las eficiencias metabólicas que sirvieron bien en condiciones de desnutrición fetal se vuelven desadaptativas con la sobrenutrición, lo que lleva al desarrollo de perfiles de lípidos anormales, alteración del metabolismo de la glucosa e

insulina y obesidad. Además, la obesidad y la actividad están estrechamente relacionadas con la diabetes de inicio en la edad adulta. El cambio hacia una dieta más rica en grasas y carnes y más baja en carbohidratos y fibra, junto con el cambio hacia una actividad física

menos onerosa, conlleva efectos nutricionales y de salud no deseados. También está claro que las causas de la obesidad deben considerarse ambientales y no personales o genéticas. Otras cuestiones consideradas son la hipótesis de los orígenes fetales, según la cual las

eficiencias metabólicas que sirvieron bien en condiciones de desnutrición fetal se vuelven desadaptativas con la sobrenutrición, lo que lleva al desarrollo de perfiles de lípidos anormales, alteración del metabolismo de la glucosa e insulina y obesidad. Además, la obesidad y

la actividad están estrechamente relacionadas con la diabetes de inicio en la edad adulta. El cambio hacia una dieta más rica en grasas y carnes y más baja en carbohidratos y fibra, junto con el cambio hacia una actividad física menos onerosa, conlleva efectos

nutricionales y de salud no deseados. También está claro que las causas de la obesidad deben considerarse ambientales y no personales o genéticas. que conduce al desarrollo de perfiles lipídicos anormales, alteración del metabolismo de la glucosa e insulina y obesidad.

Además, la obesidad y la actividad están estrechamente relacionadas con la diabetes de inicio en la edad adulta. El cambio hacia una dieta más rica en grasas y carnes y más baja en carbohidratos y fibra, junto con el cambio hacia una actividad física menos onerosa,

conlleva efectos nutricionales y de salud no deseados. También está claro que las causas de la obesidad deben considerarse ambientales y no personales o genéticas. que conduce al desarrollo de perfiles lipídicos anormales, alteración del metabolismo de la glucosa e insulina y obesidad. Además, la obesidad y la actividad están estrechamente rela

Palabras clave: tendencias alimentarias, transición nutricional, obesidad.

Introducción presenta una descripción general de los patrones de cambio en las dietas
Los científicos han reconocido desde hace mucho tiempo la importancia de las de los países de bajos ingresos. Utiliza datos de encuestas a nivel
transiciones demográficas y epidemiológicas en los países de ingresos más nacional en varios países que han experimentado cambios económicos
altos y, más recientemente, han comprendido que se están produciendo rápidos para presentar un breve estudio de caso de un problema
conjuntos similares de cambios de base amplia en los países de ingresos más emergente de importancia internacional, a saber, el rápido cambio en la
bajos. Lo que no se ha reconocido es que se están produciendo cambios estructura de la dieta en los países de bajos ingresos y los problemas
simultáneos en la nutrición. Los patrones de ingesta dietética están cambiando coexistentes de desnutrición y sobrenutrición.
rápidamente, al igual que los patrones de desnutrición y obesidad. En otro El artículo explora varios temas relacionados con: (i) una visión general
lugar, hemos proporcionado un marco heurístico para esta transición amplia de los cambios dinámicos en las dietas que incluyen grandes aumentos
nutricional y hemos examinado la naturaleza dinámica de los cambios en la en el consumo de grasas vegetales en la dieta cuando los países y las personas
dieta y la composición corporal en países de bajos ingresos.1-4 El concepto de que viven en países que se sienten consumidores bajos en grasas tienen los
transición nutricional utilizado aquí se centra en las dos dimensiones de los recursos que les permiten que puedan permitirse el lujo de grasas en la dieta;
grandes cambios en la dieta, a saber, la estructura y la composición general, (ii) información que muestre que las dietas a base de plantas no son
así como el tamaño y la composición corporal. Por "sociedades en transición", necesariamente preferidas ya que las personas tienen más ingresos o debido a
nos referimos a aquellas sociedades que anteriormente eran de bajos ingresos que el suministro de alimentos se ha expandido en respuesta a la demanda de
y que ahora enfrentan mejoras significativas en los ingresos con cambios los consumidores; (iii) información que muestra que existe un marcado
concomitantes en las enfermedades y los patrones dietéticos. China y los aumento en la diversidad de la dieta al mismo tiempo que aumentan los
países del sudeste asiático y Oriente Medio ciertamente encajan en este perfil. ingresos y que la dieta campesina simple basada en plantas no es tan atractiva
Además, la mayoría de los países de América Latina y muchas sociedades del como se suponía hasta ahora; y (iv) investigaciones que apuntan hacia algún
Caribe y África del Norte pueden denominarse en transición. tipo de deseo innato por la grasa.

La dieta humana y el estado nutricional han experimentado una

secuencia de cambios importantes entre cada fase característica, definida
Dirección de Correspondencia: Dr. BM Popkin, Universidad de
como patrones amplios de uso de alimentos y la correspondiente Carolina del Norte en Chapel Hill, University Square, CB # 8120,
enfermedad relacionada con la nutrición. Durante los últimos tres siglos, 123 W Franklin Street, Chapel Hill, NC 27516-3997, EE. UU.
el ritmo del cambio dietético parece haberse acelerado, en diversos Tel .: 1 919 966 1732; Fax: 1919966 9159
grados, en diferentes regiones del mundo. El presente articulo Correo electrónico: Popkin@unc.edu
T14
Métodos
El programa de investigación de transición nutricional utiliza
grandes encuestas representativas a nivel nacional y
encuestas a nivel nacional. La recopilación de datos en China
siguió los procedimientos de consentimiento informado
establecidos por la Junta de Revisión Institucional de la
Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill (UNC-CH) y las
Juntas de Revisión Institucional de la Academia China de
Medicina Preventiva. Se informó a las familias sobre el
estudio, sus costos y beneficios y se les pidió que
cooperaran. La recopilación de datos dietéticos se llevó a
cabo durante un período de 3 días. Cada mañana y cada
noche, se midieron y pesaron todos los alimentos en el
hogar y se entrevistó a cada individuo para permitirnos
medir la ingesta individual con gran precisión. Además, cada
uno de estos conjuntos de datos contiene medidas de
ingresos o gastos del hogar, que proporcionan una base
para controlar la situación económica. En otra parte,5,6
La Encuesta de Salud y Nutrición de China (CHNS) es una
encuesta longitudinal en curso que cubre ocho provincias de
China: Guangxi, Guizhou, Henan, Hubei, Hunan, Jiangsu,
Liaoning y Shangdong. Aunque esta encuesta no es
representativa a nivel nacional, estas provincias se
seleccionaron para proporcionar una variabilidad significativa
en la geografía, el desarrollo económico y los indicadores de
salud, de modo que puedan considerarse representativas en
general de todas las provincias del país. Se utilizó un
procedimiento de muestreo aleatorio por conglomerados de
múltiples etapas para extraer la muestra de cada provincia. Se
recopilaron datos de todos los miembros del hogar. Los equipos
entrenados midieron el peso usando básculas portátiles
calibradas de resorte, con las personas vestidas con ropa liviana
y sin zapatos. En este artículo se utilizan datos de CHNS 1989,
1991 y 1993.7
Los datos del balance de alimentos, de la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se utilizan aquí para
presentar comparaciones internacionales sobre patrones dietéticos. Los datos
del balance de alimentos proporcionan información sobre el suministro de
energía alimentaria per cápita promedio de un país, lo que indica la cantidad
de alimentos disponibles para el consumo humano en el país. Ésta es una
medida de la producción de alimentos, que tiene en cuenta las importaciones
menos las exportaciones, las pérdidas de piensos, el desperdicio y las tasas de
extracción de la molienda. Ignora la pérdida de alimentos a nivel minorista y
doméstico y es una aproximación de la ingesta promedio. En general, esto es
aproximadamente un 10-14% por encima de los alimentos reales disponibles
para la ingesta en el hogar, pero la estructura general de la dieta es
notablemente similar a la observada con los datos del balance alimentario.
El análisis estadístico de los datos del balance alimentario para el
período 1962-1990 se basa en la combinación de datos sobre la
disponibilidad de alimentos, expresados en porcentaje de energía diaria
de macronutrientes, con las estimaciones oficiales del producto nacional
bruto (PNB), según lo establecido por el Banco Mundial. .8,9 El ingreso
nacional total (estimado a partir del PNB) se divide por el tamaño
promedio del hogar para crear una medida del ingreso nacional per
cápita. Se utilizaron análisis de regresión para relacionar los datos
dietéticos (la proporción de energía procedente de grasas vegetales y
animales, carbohidratos, edulcorantes calóricos y proteínas) de aquellos
países para los que se disponía de conjuntos completos de datos en 1962
y 1990 con el logaritmo del PNB per cápita. En ambos casos, el PNB per
cápita se expresó en dólares estadounidenses de 1993 para permitir una
BM Popkin
comparación más fácil de los resultados. Esta investigación utilizó todos
los países para los que ambos conjuntos de datos estaban disponibles.
Estos eran 98 en 1962 y 133 en 1990. Cuando se realizó un análisis similar
utilizando muestras alternativas que consistían en países con conjuntos
completos de datos tanto en 1962 como en 1990, los resultados fueron
idénticos.
Resultados y discusión
Transición nutricional en China
En la mayoría de los países de Asia oriental y sudoriental se están
produciendo cambios drásticos en los patrones de consumo de alimentos
y actividad física. China, con la economía de más rápido crecimiento del
mundo, se encuentra todavía en las etapas relativamente tempranas de
la transición nutricional. Como se demuestra a continuación, los países
con economías emergentes, como China, experimentan la transición
nutricional mucho antes y con un nivel de PNB mucho más bajo de lo que
se podría haber esperado de la experiencia anterior de las sociedades de
EE. UU. Y Europa occidental.
El cambio dietético en China ha sido extremadamente rápido.
Durante la última década, China ha alcanzado un alto grado de seguridad
alimentaria y ha experimentado cambios marcados en la adecuación y
estructura de la dieta.5 Lo más notable es que la dieta tradicional china
baja en grasas parece ser más un reflejo de la pobreza que una
preocupación por la buena nutrición y la salud. Los datos de la figura 1
presentan información sobre la proporción de adultos que consumen
dietas altas en grasas. La clásica dieta china baja en grasas parece
haberse perdido en el cambio de patrón de alimentación que ha
acompañado a la revolución económica en China. Los encuestados de
altos ingresos tenían más probabilidades de consumir una dieta que
derivaba más del 30% de la energía de las grasas. En 1993, las
poblaciones urbanas de ingresos más altos tenían muchas más
probabilidades de consumir una dieta que derivaba más del 30% de la
energía de las grasas que los hogares rurales y de ingresos más bajos. La
proporción de encuestados de altos ingresos que consumían una dieta
relativamente alta en grasas aumentó del 22,8% al 66,6% entre 1989 y
1993. Es importante agregar que una minúscula proporción de la dieta
china proviene de alimentos importados y también de alimentos
consumidos fuera de casa. Estos cambios parecen ser cambios básicos en
las preferencias alimentarias inducidos principalmente por cambios en
los ingresos, los precios y la disponibilidad de alimentos, más que por la
industria alimentaria moderna y los medios de comunicación.
Al mismo tiempo, por el lado de la actividad, también ha habido
un rápido cambio en Asia hacia un sector mucho más de servicios.
Figura 1. Proporciones de adultos chinos en áreas urbanas de 20 a 45
años que obtienen más del 30% de la energía a partir de grasas, por
ingreso familiar en 1989 () y 1993 (). Datos de Popkin.2
 Cambiando la nutrición global
economía y hacia un mayor uso de las nuevas tecnologías en las
ocupaciones actuales. Uno de los cambios más inexorables con la
modernización y la industrialización es la reducción del uso de
energía humana para producir manufacturas y bienes y servicios
más intensivos en capital. El resultado es obviamente un cambio
marcado en los patrones de actividad en el trabajo, una tendencia
particularmente asociada con el cambio hacia una producción cada
vez más intensiva en capital y un trabajo industrial, de servicios y
comercial cada vez más sedentario. Este cambio dentro de la
ocupación en el gasto energético no se puede demostrar fácilmente
con datos nacionales. Requiere información a nivel individual.
Desafortunadamente, pocos estudios longitudinales intentan medir
la actividad física y el gasto energético. En cada encuesta se ha
recopilado una medida bastante simple de la actividad general de 16
000 chinos como parte del CHNS. La Figura 2 presenta cambios en la
proporción de adultos chinos urbanos involucrados en niveles bajos
de actividad física en el trabajo. En otros lugares, lo hemos
relacionado con aumentos significativos en el índice de masa
corporal (IMC) y la obesidad.10
La distribución sectorial de la fuerza laboral hacia la industria y
los servicios se ha acelerado en todo el mundo. La Figura 3 presenta
datos sobre este patrón para los países de menores ingresos.
Muestra para todos los países de ingresos más bajos un movimiento
pronunciado desde la agricultura hacia el empleo en las
manufacturas y los servicios. Como se ha demostrado a menudo, el
trabajo agrícola más intensivo en mano de obra también requiere la
mayor cantidad de gasto energético.
Figura 2. Niveles de actividad de los adultos chinos urbanos de 20 a 45 años en
sus ocupaciones en 1989 () y 1993 ). Datos de China
(Encuesta de Salud y Nutrición.
Figura 3. Cambios en la distribución
de ocupaciones para los países de
ingresos más bajos de 1972 a 1993.
(), industria de servicios; (),
fabricación; (), agricultura. Datos de
Popkin y Doak.25
S15
Aumenta la obesidad
Una consecuencia de la transición nutricional ha sido la disminución de la
desnutrición acompañada de un rápido aumento de la obesidad. En
todos los grupos de edad, hay evidencia de un rápido aumento de la
obesidad y también una serie de resultados de salud relacionados con el
exceso de dieta y la composición corporal, como la intolerancia a la
glucosa y la diabetes. Monteiroet al.11,12 han documentado este
alejamiento de la desnutrición con mayor claridad en Brasil. En Asia, la
obesidad era una condición desconocida hace 15 años entre las
economías de ingresos más bajos y en transición. Este ya no es el caso.
La Figura 4 presenta patrones de obesidad entre adultos asiáticos.
En otra investigación inédita, hemos encontrado que la
prevalencia del sobrepeso está emergiendo en un momento en que
la desnutrición, medida por un IMC bajo, también continúa siendo
un problema entre niños y adultos (BM Popkin et al., Unubl. datos,
1999). Investigación de Doaket al.13 muestra que una proporción
importante de hogares en Brasil, China y la Federación de Rusia
contienen tanto personas con sobrepeso como con bajo peso. La
prevalencia de hogares con miembros coexistentes con sobrepeso y
bajo peso observada en esos países puede explicarse por cambios
dramáticos en la dieta y la actividad física asociados con la etapa de
transición nutricional de cada país. La proporción de hogares con
bajo peso / sobrepeso en los tres países es consistente con la
transición nutricional: la proporción es más alta en Brasil (11%), que
está experimentando una transición rápida, y más baja en la
Federación de Rusia (6,4%), que ya había experimentado la
transición completa. En 1993, China se encontraba en las primeras
etapas de transición y, por lo tanto, estaba experimentando más
transición que la Federación de Rusia, pero menos que Brasil. La
proporción de hogares con peso insuficiente o con sobrepeso en la
encuesta de China fue del 8,7%, nivel intermedio entre Brasil y la
Federación de Rusia. Además, esta investigación muestra que entre
el 23% y el 57% de los hogares con un miembro desnutrido también
tienen una persona con sobrepeso.
Cambios rápidos en las dietas y los patrones de actividad.
Los rápidos cambios en los ingresos, los niveles educativos, las proporciones
de personas que residen en un área urbana y la reducción del costo de las
principales fuentes de densidad energética son algunas de las explicaciones de
los rápidos cambios en la ingesta dietética. Los cambios tecnológicos también
son muy importantes para los cambios en los patrones de actividad. En otra
parte, hemos explorado algunos de estos factores con más profundidad.4,7,14
T16 BM Popkin
La evidencia parece apuntar a una asociación más pronunciada entre
la urbanización y los cambios en la dieta, la actividad y la composición
corporal. Las personas que viven en áreas urbanas consumen dietas que
son claramente diferentes de las de sus contrapartes rurales. Los
habitantes de las ciudades han liderado el movimiento desde el patrón
de la hambruna al patrón de la hambruna en retroceso y el aumento de
las enfermedades degenerativas. En comparación con las dietas rurales,
las dietas urbanas muestran tendencias hacia el consumo de granos
superiores (por ejemplo, arroz o trigo, en lugar de maíz o mijo), más
granos molidos y pulidos (por ejemplo, arroz, trigo), alimentos con mayor
contenido de grasa, más productos de origen animal, más azúcar y más
alimentos preparados fuera de casa o procesados.
Nuestro modelo de regresión muestra el impacto potencial de la
urbanización en la estructura de la dieta. El modelo se desarrolló
utilizando los balances alimentarios de la FAO.8 y datos de indicadores
económicos del Banco Mundial correspondientes a 1990.9 La regresión
que relaciona el PNB per cápita con los resultados de energía de cada
fuente de alimentos incluye como covariable la proporción de residentes
que residen en áreas urbanas y una interacción entre la proporción
urbana y el PNB per cápita. Con el fin de aclarar el impacto de los
cambios en la urbanización, los resultados de esas regresiones se
utilizaron para predecir (simular) la estructura de la dieta con la
proporción de residentes urbanos en todo el mundo en 25 o
Figura 5. Relación entre la proporción de energía de cada fuente de
alimentos y el producto nacional bruto (PNB) per cápita con la proporción
de la población residente en áreas urbanas situada en el 25%, 1990.
(), grasas vegetales; ( ), grasas animales; (), carbohidratos; (),
edulcorantes; (), proteínas animales; (), proteínas vegetales. Datos de
Drewnowski y Popkin.4
75%. Como se muestra en las Figuras 5 y 6 para mayores tasas de
urbanización, la simulación desarrollada a partir de nuestro modelo
predice un aumento sustancial en el consumo de edulcorantes y grasas.
La clara implicación es que un cambio del 25% al 75% de la población
urbana en los países de ingresos muy bajos estaría asociado con un 4%
adicional de energía total proveniente de las grasas y un 12% adicional de
energía proveniente de los edulcorantes.15
Cuando se realiza un análisis a nivel de país, queda claro que estos
contrastes entre los patrones de alimentación urbanos y rurales son más
marcados en los países de ingresos más bajos que en los de ingresos más
altos. En los países de ingresos más altos, la penetración del mercado en las
zonas rurales es común y existen sistemas nacionales integrados de
distribución de alimentos. Sin embargo, los países de ingresos más altos
muestran importantes diferencias urbano-rurales en los patrones de
alimentación, especialmente en el consumo de alimentos preparados fuera de
casa y la capacidad de respuesta a la información y las influencias de los
medios de comunicación. Incluso en los países de ingresos más altos, las
grandes diferencias entre los mercados de alimentos y trabajo urbanos y
suburbanos, en combinación con otros factores relacionados con la residencia,
dan como resultado patrones distintos del estado nutricional y dietético.
Los factores clave responsables de las diferencias urbano-rurales en la
ingesta alimentaria y las diferencias resultantes en el estado nutricional
incluyen mejores sistemas de transporte y comercialización en las
Figura 4. La prevalencia de la
obesidad en los países asiáticos
por género, 1990-1995. (), índice
de masa corporal (IMC)≥ 30 kg / m
2; (),IMC 25-29 kg / m2. Datos de
Popkin y Doak.25
Figura 6. Relación entre la proporción de energía de cada fuente de
alimentos y el producto nacional bruto (PNB) per cápita con la proporción
de la población que reside en áreas urbanas colocada en 75%, 1990.
(), grasas vegetales; ( ), grasas animales; (), carbohidratos; (),
edulcorantes; (), proteínas animales; (), proteínas vegetales. Datos de
Drewnowski y Popkin.4
 Cambiando la nutrición global
áreas, que brindan mayor disponibilidad de alimentos durante períodos de
escasez estacional, mayor penetración de las actividades de mercadeo del
sector de alimentos procesados comerciales en los mercados urbanos más
densos, mayor heterogeneidad de las poblaciones urbanas con respecto a los
patrones dietéticos, diferentes patrones ocupacionales, caracterizados en
áreas urbanas por la menor compatibilidad de los trabajos con la preparación
de alimentos en el hogar y el cuidado de niños y ancianos, las diferentes
estructuras del hogar relacionadas con una amplia gama de factores
económicos y sociales y diferentes patrones de uso de los servicios de salud y
enfermedades. (Para una revisión más detallada de los aspectos dietéticos de
la urbanización, consulte Popkin y Bisgrove.dieciséis)
Los precios importan. Los precios de los alimentos juegan un papel importante
en la selección de alimentos, pero a menudo los profesionales de la salud y la
nutrición los ignoran. Se examinaron los datos alimentarios longitudinales
recopilados como parte del CHNS en 1989-1993 de una muestra de 5625 adultos de
20 a 45 años. Se utilizaron los promedios de tres días del consumo de grupos de
alimentos y la ingesta de nutrientes. Se estimaron las elasticidades de los precios
generales para seis grupos de alimentos y tres macronutrientes. Los resultados
muestran efectos de precios muy grandes y significativos. Si se deben considerar los
efectos conjuntos de la transición nutricional, entonces existen claras
compensaciones entre qué alimentos gravar y cuáles subsidiar. Lo más importante es
el efecto de los precios en la reducción de la ingesta de grasas de los ricos, pero sin
afectar negativamente la ingesta de proteínas de los pobres. Se ha demostrado que
los aumentos en el precio de la carne de cerdo, los huevos y los aceites comestibles
reducen la ingesta de grasas.17 Solo los aumentos en los precios de la carne de cerdo
conducen a una reducción de la ingesta de proteínas. La Figura 7 presenta los efectos
del aumento de precios de alimentos específicos sobre el consumo de grasa de cada
uno de estos alimentos. Muestra la mayor sensibilidad al precio de
Figura 7. Efecto del precio de los alimentos de varios grupos de alimentos sobre la
ingesta de grasas por parte de hombres y mujeres chinos pobres () y ricos () de entre
20 y 45 años. Datos de Guoet al.17
Figura 8. Obesidad por cuartil de
ingresos en Brasil de 1975 a 1997.
Datos de Monteiro et al.26
T17
los pobres y el efecto que tendría un cambio en el precio del aceite vegetal
comestible sobre el consumo de grasas. En otro lugar, mostramos que el
aumento de los precios del aceite comestible aumentaría la ingesta de
proteínas, porque los adultos chinos reemplazan el aceite comestible con otros
alimentos que contienen proteínas.17
Las relaciones de ingresos están cambiando. En otra parte, exploramos en
profundidad las formas en que los cambios en los ingresos están afectando la
ingesta alimentaria y la obesidad en China y Brasil, respectivamente.12,14
La Figura 8 muestra que, en las áreas urbanas, a medida que
aumentan los ingresos, la proporción de mujeres brasileñas con
sobrepeso ahora está disminuyendo. Además, ahora hay
proporcionalmente más mujeres brasileñas urbanas pobres con
sobrepeso que mujeres de ingresos medios y altos.
Los medios de comunicación son componentes desconocidos de la
transición. Se sabe muy poco sobre los efectos de la rápida difusión de
información por los medios de comunicación en el mundo en desarrollo.
Sin embargo, lo que está claro es que la propiedad de televisores se ha
disparado en el mundo en desarrollo durante los últimos 15 años. Por
ejemplo, en 1997, el 89% de los hogares cubiertos por televisores
propiedad de CHNS, más del doble de la proporción en 1989. Además, la
programación en China ahora incluye una amplia gama de programas
internacionales que llegan a través de Hong Kong, mientras que en la
década de 1980 no -uno en China estuvo expuesto a programas de
televisión extranjeros.
Insultos fetales e infantiles
Pregonero et al. en la Universidad de Southampton18-20 han llevado a la
corriente principal la noción de programación metabólica (es decir, que
las agresiones tempranas que operan en un período crítico del desarrollo
dan como resultado cambios a largo plazo en la estructura o función de
un organismo). Los efectos son particularmente evidentes en el conjunto
de condiciones hormonales denominadas síndrome X (obesidad,
hiperlipidemia, diabetes de inicio en la edad adulta, hipertensión y
enfermedad coronaria). En el caso de la obesidad, la hipótesis es que el
retraso del crecimiento fetal da como resultado cambios metabólicos
adaptativos en circunstancias de estrés nutricional.en el útero. Se puede
argumentar de manera similar el retraso en el crecimiento posnatal que
se manifiesta como retraso en el crecimiento. A medida que el niño crece,
las eficiencias metabólicas que sirvieron bien en condiciones de
desnutrición se vuelven desadaptativas con la sobrenutrición, lo que lleva
al desarrollo de perfiles de lípidos anormales, alteración del metabolismo
de la glucosa e insulina y obesidad.
Durante los últimos años, muchas investigaciones han demostrado
que, para que la programación se exprese, está claro que
T18 BM Popkin
las condiciones posteriores deben proporcionar los tipos de riesgos más
altos asociados con estas enfermedades hormonales (consulte un
conjunto de artículos resumidos recientes en un libro encargado por los
Institutos Nacionales de Salud).21 Es decir, los resultados parecen mostrar
que la programación mejora las condiciones vinculadas con un mayor
crecimiento de recuperación, mayor obesidad y menor actividad. Existe
controversia sobre los vínculos; de hecho, algunos argumentan que es el
crecimiento de recuperación y no la programación lo que puede ser el
culpable, pero esto no está muy claro hasta la fecha.22
Diabetes de inicio en la edad adulta
La literatura clínica y epidemiológica relacionada destaca la importancia de los
factores señalados como fundamentales para la transición nutricional, a saber,
los cambios en la dieta, la reducción de la actividad física y la obesidad, que
también son determinantes críticos de la diabetes de inicio en la edad adulta.
23,24 La dieta es el determinante menos conocido de la diabetes. La literatura ha
demostrado claramente que, en términos de mecanismos y epidemiología, la
obesidad y la actividad están estrechamente relacionadas con la diabetes de
inicio en la edad adulta. Varias revisiones exponen el caso de estos factores.
Zimmetet al.23,24 han sido particularmente serios en la exploración de estos
temas a nivel de población en una serie de sociedades en transición y de bajos
ingresos.
Resumen
La transición nutricional aborda una amplia gama de cambios
socioeconómicos y demográficos que traen cambios rápidos en la dieta y
los niveles de actividad física en la mayoría de las regiones del mundo.
Los cambios se están produciendo con mayor rapidez en los países de
ingresos más bajos, como lo demuestran los cambios en la distribución
de la población, los patrones de ingresos y ocupación. Los cambios en la
dieta, más específicamente el cambio hacia una dieta con mayor
contenido de grasas y carne y menos carbohidratos y fibra, también son
un cambio hacia dietas más diversas y placenteras. Los patrones de
actividad también representan un alejamiento de las actividades
onerosas intensivas en mano de obra. Por lo tanto, estos cambios en la
dieta y la actividad física son deseables de muchas maneras. Sin
embargo, llevan consigo muchos efectos nutricionales y de salud no
deseados. Esta paradoja y complejidad dificulta la comprensión de cómo
actuar para detener los aspectos negativos de la transición nutricional.
También está claro que debemos ver las causas de la obesidad como
ambientales en lugar de personales o genéticas.
Agradecimientos. La financiación para la recopilación y el análisis de datos fue
proporcionada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) (1RO1HD30880 y
HD38700). Frances Dancy ayudó en asuntos administrativos y Tom Swasey
proporcionó apoyo gráfico (Carolina Population Center, Universidad de
Carolina del Norte, Chapel Hill, NC, EE. UU.).
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