Primero que nada, es necesario definir el concepto de democracia
participativa: la cual es una expresión que se suele utilizar para referirse a las formas de democracia donde los ciudadanos tienen una mayor participación en la toma de decisiones política, mediante los derechos otorgados tradicionalmente por los mecanismos de la democracia representativa— el sistema democrático con mayor implementación en el mundo.
El término implica una participación ciudadana que forma un intermedio
entre la democracia representativa (donde el poder político procede del pueblo, pero es ejercido por los representantes elegidos mediante el voto) y la democracia directa (donde el poder político se ejerce por los ciudadanos sin la mediación de delegados). La democracia participativa es un sistema de organización política que otorga a los ciudadanos una mayor, más activa y más directa capacidad de intervención e influencia en la toma de decisiones de carácter público.
Es por ello que la democracia participativa asume como uno de sus
objetivos que el ciudadano no limite su papel dentro del sistema democrático al ejercicio del sufragio, como ocurre en la democracia representativa, sino que asuma un rol protagónico, activo y propositivo dentro de la política, tanto a nivel comunitario, como regional y nacional.
De esta manera, uno de los retos de la democracia participativa es crear
una sociedad integrada por ciudadanos activos, organizados y preparados para asumir un papel dinámico en la escena política; individuos a quienes, desde la propia escuela, se les eduque para participar en este sistema político. Básicamente, se persigue que el ciudadano se involucre en las decisiones que le afectan, proponiendo iniciativas, promoviendo asambleas y debates, pronunciándose a favor o en contra de una u otra medida, así como vigilando y verificando su implementación.
Continuando con ese razonamiento, llegamos al concepto de la
democracia “participativa y protagónica” que se practica en Venezuela de acuerdo a la Constitución Nacional del 1999: conceptualizada como una nueva forma de democracia, esta busca una participación masiva por parte del pueblo con el objetivo de que, a través de la expresión popular, este sea capaz de fortalecer sus derechos y llevar al estado a una transformación social.
Este movimiento busca el protagonismo del pueblo en el ámbito
político— que la conversación política nacional involucre de forma directa a los ciudadanos y produzca resultados que los favorezcan por encima de cualquier otro interés.
Una encapsulación perfecta de cómo la democracia participativa y
protagónica se aplicó en Venezuela se encuentra en el Referéndum constitucional de 1999, al cual fueron convocados los venezolanos en función de aprobar o no la nueva Carta Magna impulsada por el gobierno del presidente Hugo Chávez. El resultado, donde esta fue aprobada por 71,78% de los votantes, permitió la promulgación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela a finales de 1999, la cual sigue vigente hasta el día de hoy. 2. Democracia participativa y protagónica en la Constitución Nacional
El proyecto de la Asamblea Constituyente con esta nueva constitución
tuvo entre sus objetivos reconocer y proteger los derechos humanos de todos los venezolanos— incluyendo el derecho a la educación hasta el nivel terciario, a la salud, a un ambiente limpio, a la preservación de las culturas minoritarias con un enfoque a garantizar los derechos a los pueblos y comunidades indígenas, entre muchos otros. Uno de los aspectos más importantes de la Constitución Bolivariana se encuentra en los derechos a la participación otorgados a los ciudadanos en el ámbito político, donde se declaró una serie de derechos destinados a promover esa participación.
En el Capítulo IV (De los Derechos Políticos y del Referendo Popular)
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Sección Primera: de los Derechos Políticos, se establecen los siguientes artículos con respecto a la participación democrática:
Artículo 62.º: Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de
participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas. La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica. Artículo 63.º: El sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas. La ley garantizará el principio de la personalización del sufragio y la representación proporcional. Artículo 67.º: Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de asociarse con fines políticos, mediante métodos democráticos de organización, funcionamiento y dirección. Sus organismos de dirección y sus candidatos o candidatas a cargos de elección popular serán seleccionados o seleccionadas en elecciones internas con la participación de sus integrantes. Artículo 68.º: Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a manifestar, pacíficamente y sin armas, sin otros requisitos que los que establezca la ley. Artículo 70.º: Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político: la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la revocación del mandato, las iniciativas legislativas, constitucionales y constituyentes, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y ciudadanas cuyas decisiones serán de carácter vinculante, entre otros; y en lo social y económico: las instancias de atención ciudadana, la autogestión, la cogestión, las cooperativas en todas sus formas incluyendo las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás formas asociativas guiadas por los valores de la mutua cooperación y la solidaridad.
3. Objetivos de la instrumentación del Sistema Nacional de Misiones en
Venezuela
El Sistema Nacional de Misiones, oficialmente denominado como el
Sistema Nacional de Misiones, Grandes Misiones y Micro-Misiones, son una serie de más de treinta programas sociales implementados durante el gobierno de Hugo Chávez y que siguen siendo vigentes hasta hoy en día. Estas misiones comprenden una variedad de programas ideados para mejorar la calidad de vida de los venezolanos, incluyendo programas para luchar contra la pobreza, programas de educación, consultas médicas gratuitas, entre otros. Utilizando los fondos obtenidos a partir del aumento en los precios del petróleo a principios de la década de los 2000, Chávez creó las “Misiones Bolivarianas” en el 2003, las cuales inicialmente fueron proyectos de corto plazo diseñados para aliviar los problemas socioeconómicos del país. Tras su éxito político, Chávez aumentó la escala de las misiones y las convirtió en una de las prioridades más grandes para su gobierno.
En conjunto, todas las misiones sociales están orientadas a reducir la
pobreza y la desigualdad, dos problemas relacionados que plagaron a Venezuela durante gobiernos anteriores. Las misiones se pueden subdividir en tres grandes grupos, los cuales buscan cumplir distintos objetivos específicos:
I. Las misiones educativas, que van desde darle aprendizaje a
personas sin conocimientos, dar educación básica (Misión Robinson I), dar Educación Media (Misión Ribas) y dar a los beneficiados estudios universitarios (Misión Sucre). Una misión educativa puede depender de las demás. II. Las de aspectos alimentarios y servicios básicos, que van desde la dotación de zonas de pobreza de ambulatorios eficaces y otros servicios médicos asistenciales (Misión Barrio Adentro), el embellecimiento de lugares públicos (Plan Bolívar 2000, una de las misiones concluidas), la construcción de viviendas para cubrir el histórico déficit habitacional del país (Misión Hábitat y Gran Misión Vivienda Venezuela), hasta una mejor distribución y almacenamiento de alimentos a precios más accesibles por medio de mercados y supermercados (Misión Mercal) III. Y las misiones misceláneas, que incluyen la mejora de las condiciones de las etnias minoritarias y marginadas, representadas en los indígenas (Misión Guaicaipuro), agilización del trámite de los documentos de identidad del ciudadano común (Misión Identidad) y la promoción de las actividades agrarias para reducir la excesiva urbanización del país (Gran Misión AgroVenezuela).
4. Impacto del Sistema Nacional de Misiones en Venezuela
Más de la mitad de los ciudadanos en el país han conseguido tener
acceso a las misiones, las cuales han ayudado a las familias a superar la pobreza y en algunos casos incluso han salvado sus vidas. Las misiones sociales se han convertido en uno de los aspectos más importantes del país en la época moderna.
Es a través de estos programas que se está proporcionando ayuda y
oportunidades a sectores históricamente marginados, incluyendo zonas urbanas pobres y rurales, pueblos indígenas, madres solteras, personas con discapacidades, trabajadores del sector informal, entre otros. Las misiones han ido progresivamente ampliando su alcance en objetivos sociales, políticos, institucionales y culturales a medida que se ha ampliado su ejecución con el tiempo.
Se podría decir que las misiones han transformado completamente el
mapa social del país, ya que gracias a la ejecución de estos proyectos sociales han permitido a la nación pagar la inmensa deuda social acumulada tras décadas de negligencia gubernamental, necesarias para enfrentar a la miseria y consolidar una sociedad regida por la igualdad para todos sus ciudadanos. 5. ¿Cuál de todas las Misiones ha sido la más efectiva? ¿Y cómo se puede mejorar?
Cuando se habla sobre las misiones más importantes, generalmente se
mencionan tres programas: la Misión Robinson (alfabetización del pueblo venezolano), la Misión Barrio Adentro (cobertura médica gratuita) y la Misión Mercal (alimentos a precios subsidiados).
Las tres han producido resultados impresionantes y han generado
cambios positivos en la vida de los ciudadanos venezolanos— la Misión Robinson permitió al país alcanzar un 96% de alfabetización entre sus ciudadanos, la Misión Barrio Adentro ha expandido la cobertura médica en sitios de bajo recurso y lugares previamente inaccesibles, y la Misión Mercal ha constituido un gran recurso alimenticio para el pueblo venezolano.
Pero, en términos de números y significado, se podría decir que la
Misión Barrio Adentro ha sido la misión bolivariana más importante: desde el 2003 hasta el día de hoy, la Misión Barrio Adentro ha ofrecido servicios de salud en las zonas más necesitadas del país, ha ampliado el servicio médico a través de la construcción de ambulatorios, centros de diagnóstico y salas de rehabilitación integral y ha renovado las instalaciones de hospitales clave ubicados en las principales ciudades del país. Cabe destacar algunos datos resaltantes de la Misión Barrio Adentro:
La inversión que ha hecho el Estado venezolano para atender a la salud
del pueblo rebasa los 120.000 millones de dólares. A través del programa se han realizado más de 1.975 millones de consultas. La Misión Barrio Adentro además ha ejecutado 2.385.839 intervenciones quirúrgicas y 720.908.097 exámenes médicos totalmente gratuitos. Con el despliegue de la misión, se ha salvado la vida de 1.779.015 venezolanos.
Es innegable el impacto que ha tenido la Misión Barrio Adentro desde
que inició, pero sería incorrecto decir que ha sido un programa perfectamente manejado a lo largo de su historia. Si bien las cifras pintan una linda imagen, hay que considerar los problemas que han surgido a base de la administración problemática de sus objetivos y su pérdida de enfoque a través de los años.
Existen áreas donde la Misión Barrio Adentro no ha sido capaz de cubrir
las necesidades o que incluso ha representado un retroceso con respecto a las estadísticas pasadas: la tasa de mortalidad materna ha incrementado a niveles preocupantes, la tasa de mortalidad infantil ha permanecido estancada en un porcentaje incómodo y todavía no se ha alcanzado la “cobertura óptima” (el 95% o mayor) en la vacunación de la población. Esto se le añade a la falta de organización en los Centros de Diagnóstico Integral, que se ven fácilmente abrumados a la hora de manejar concentraciones altas de pacientes, eventos que resultan en demoras exageradas en el tratamiento.
Una de las formas en las que se podría mejorar y potenciar la efectividad
de la Misión Barrio Adentro se encuentra en enfrentar los problemas de organización en sus instalaciones: es necesario realizar una auditoría exhaustiva donde se analice exactamente como ha sido la calidad de servicio, la eficacia de los tratamientos en las áreas con menor porcentaje de éxito (como las tasas de mortalidad y la vacunación) y la eficiencia del trabajo por parte del personal para encontrar las causas de la demora del servicio. Para manejar los estos problemas de efectividad, es necesario contar con una mayor cantidad de personal capacitado para realizar los tratamientos necesarios y con instalaciones de mayor escala que permitan diversificar las áreas de servicio médico:
La primera se podría solucionar a través de la integración de médicos
venezolanos recién egresados— así empiezan sus procesos de formación profesional en los CDI poniéndose en contacto con el pueblo y obtienen experiencia valiosa para su carrera, y se capacitan para ofrecer esa atención médica que resulta tan importante en las áreas necesitadas. La segunda se podría solucionar a través de una expansión de los programas III y IV de la Misión Barrio Adentro, una que se extienda y renueve más allá de las ciudades del país— que mejore las condiciones de los CDI encontrados en las zonas más distantes, honrando la propuesta original de la Misión Barrio Adentro encontrada en sus programas I y II: el proveer calidad en servicios de salud en los lugares más necesitados del país.
Así, se pueden generar las condiciones suficientes para enfrentar la
situación imperfecta de la Misión Barrio Adentro y hacer cumplir sus objetivos en su totalidad. BIBLIOGRAFÍA:
BERLÍN VALENZUELA, Francisco (1997); “Diccionario de Términos
Parlamentarios”. VARIOS AUTORES (1999); “Constitución de La República Bolivariana de Venezuela”. LEAL JÉREZ, Morelva (2007); “La salud revolucionaria: El caso Barrio Adentro”. LÓPEZ MAYA, Margarita; LANDER, Luis (2008); “Representación o participación?”. ALVARADO, Eliécer (2009); “Siete recomendaciones, de un crítico, para la Rectificación en Barrio Adentro”. Recuperado de: https://www.aporrea.org/misiones/a87915.html (2014); “El Sistema Nacional de Misiones Sociales en Venezuela Bolivariana”. Recuperado de: http://cosal.es/el-sistema-nacional-de- misiones-sociales-en-venezuela-bolivariana/ PÉREZ PORTO, Julián; MERINO, María (2017); “Definición de democracia directa”. Recuperado de: https://definicion.de/democracia- directa/