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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Defensa


Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana
UNEFA – Núcleo Nueva Esparta – Juan griego
5to Semestre Administración y Gestión Municipal

Ensayo perteneciente a la cátedra

Legislación Fiscal
y
Mercantil

Docente: Abg. Ibis Ramirez Realizado por:


Genderson Gómez
C.I. 27.280.133
Desde el inicio de los tiempos el ser humano ha trastocado diferentes épocas durante las
cuales ha tenido que defender todos y cada uno de los derechos que como persona le son
inherentes. Durante estos procesos se han observado diferentes atrocidades a nivel mundial, las
cuales han dejado una huella y marcan a su vez la necesidad que tuvo la sociedad de tener que
regirse por fundamentos o leyes establecidas que dicten distintos parámetros. El ser humano por
su condición, goza o debería gozar de múltiples derechos, como es el derecho a la educación, al
trabajo o principalmente el derecho a la vida, pero también hay una serie de normas o derechos
que regulan acciones con la intención de mantener una convivencia social plena, tal es el caso del
Derecho Positivo, el cual no es más que un conjunto de normas jurídicas establecidas por un
órgano legislativo y recopiladas en una Constitución Nacional o código de normas, este derecho a
diferencia del natural o inherente, obedece a un pacto social y jurídico el cual es establecido por
las mismas comunidades para su regulación y ejercicio de paz, puesto que las leyes son escritas y
aprobadas soberanamente. Este tipo de leyes regulan la conducta ciudadana, la actuación de los
cuerpos del Estado y las libertades privadas, es decir, crean el marco de convivencia, de justicia y
de resolución de problemas necesarios para la vida en sociedad. El derecho positivo se clasifica
principalmente en dos ramas las cuales son, Derecho Público y Derecho Privado, esta división data
desde tiempos de la antigua roma y se fundamenta en la distinción entre los asuntos de la vida
privada de las personas, y los asuntos de la vida pública del Estado. El derecho público ordena las
relaciones de subordinación entre el Estado (representado por la Administración Pública) y los
particulares, así como entre los distintos organismos que componen al Poder Público. Este
derecho se rige por dos principios en particular, el primero es el principio de legalidad, el cual
establece que toda acción de los poderes públicos debe estar inscrita necesariamente en el orden
jurídico vigente, es decir, debe contar con seguridad jurídica, conforme a su jurisdicción y
naturaleza, en pocas palabras, el Estado no puede violar las leyes. El segundo principio es el
Imperio, el cual establece que toda relación entre el Estado y los particulares se ejerce desde una
situación de desigualdad en la que el primero tiene el dominio, por lo que estará ejerciendo una
potestad pública, es decir, el Estado es la autoridad. Por otra parte el derecho privado se dedica a
la regulación de las distintas actividades y relaciones entre los ciudadanos particulares, partiendo
de una situación de igualdad jurídica entre ellos. Esta rama del derecho se rige por dos principios
los cuales son, Igualdad ante la ley, la cual estipula que en los actos privados los sujetos de
derecho se someten al mismo marco jurídico y se encuentran en un punto de igualdad ante la ley,
es decir, ninguno escapa a los designios de ésta ni puede exigir del otro nada sin un acuerdo de
voluntades. El segundo principio es el de Autonomía de la voluntad, este hace referencia a que las
interacciones entre las personas, en la búsqueda de sus propios intereses, se llevan a cabo de
propia y libre voluntad, sin presencia de coacciones, engaños, violencia u obligación.
Una de las ramas que se desprenden del derecho público es el Derecho Fiscal, este se encarga de
regular las normas jurídicas que permiten al estado ejercer su poder tributario con el propósito de
obtener de los particulares un sufragio en el gasto público, en otras palabras el derecho fiscal es
todo aquello relativo a los ingresos del estado provenientes de las contribuciones y las relaciones
entre el propio Estado y los particulares, con motivo de su nacimiento, cumplimiento o
incumplimiento a los procesos oficiosos o contenciosos que pueden surgir y a las sanciones
establecidas por su violación. El tributo es entendido como un tipo de aportación que todos los
ciudadanos deben pagar al Estado para que este los redistribuya de manera equitativa o de
acuerdo a las necesidades del momento. Exceptuando algunos casos, los tributos se pagan
mediante prestaciones monetarias y se pueden agrupar en tres categorías, impuestos,
contribuciones y tasas. Los impuestos son pagos que se realizan porque se demuestra la capacidad
de hacer frente al pago para financiar con ello la administración pública, las contribuciones
especiales son tributos cuyo hecho imponible consiste en la obtención por el obligado tributario
de un beneficio o aumento de valor de sus bienes como consecuencia de la realización de obras
públicas o servicios públicos, por ultimo las tasas, que son contribuciones económicas que hacen
los usuarios de un servicio prestado por el estado en sus distintos niveles, bien sea estatal o local.
El origen de los tributos se remonta a la era primitiva, cuando los hombres entregaban ofrendas a
los dioses a cambio de algunos beneficios, posteriormente con la llegada de la civilización griega se
manejaba el término de la progresividad en el pago de los impuestos por medio del cual se
ajustaban los tributos de acuerdo a las capacidades de pago de las personas, igualmente en
América, culturas indígenas como la Inca, Azteca y Chibcha, pagaban los tributos de manera justa
por medio de un sistema de aportes bien organizado. En la época del Imperio Romano, el
Emperador Constantino extiende los impuestos a todas las ciudades incorporadas “para hacer
grande a Roma”, según sus propias palabras, en Europa, durante la Edad Media, los tributos los
cancelaban los pobladores en especies a los señores feudales, con los vegetales o animales que
crecían en las pequeñas parcelas que les eran asignadas, y a la Iglesia Católica en la forma
conocida como “diezmos y primicias” de carácter obligatorio. Los impuestos modernos, como los
conocemos hoy, se instauraron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Dentro de los
tributos que se crearon en este período, destacaron: el impuesto sobre la renta al exportador, al
importador, al vendedor y los impuestos a la producción, entre otros, es decir, el ser humano a
través del tiempo ha mantenido el sistema de los impuestos en sus distintas épocas, aunque en
algunos casos era por enriquecimiento del que tenía el poder, en otros era con la intención de
mantener una sociedad justa donde cada acción tiene una reacción. Llevando este último a la
actualidad se puede ajustar a lo que serían las fuentes del derecho tributario, las cuales hacen
referencia a todas las reglas que integran el marco normativo, que imponen conductas positivas o
negativas a los integrantes de un estado, es decir, a aquello de donde el Derecho surge o se inicia.
Por ejemplo, el Código Orgánico Tributario venezolano, constituyen las fuentes del derecho
tributario en, disposiciones constitucionales, tratados internacionales, leyes y actos con fuerza de
ley, contratos relativos a la estabilidad jurídica de regímenes de tributos nacionales, estatales y
municipales y reglamentaciones y demás disposiciones de carácter general establecidas por los
órganos administrativos. Se puede decir entonces que, la ley es un mandato dictado por una
autoridad competente, que exige o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de la
sociedad en su conjunto.

En opinión personal, todo descrito de acuerdo a lo que estipula la ley suena como una
utopía ya que simplemente en la sociedad actual muy pocos países pueden presumir de contar
con una administración pública limpia, ni mucho menos con leyes tributarias bien aplicadas. La
recomendación, al menos de carácter local, es al llamado a hacer valer cada una de las normativas
jurídicas establecidas para el debido cumplimiento de las mismas, al menos con una buena
aplicación en el tema de la fiscalización tributaria se daría un gran paso.

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