Limpieza: la limpieza de las botellas vacías es probablemente el paso más
importante en el embotellado. Una limpieza adecuada es la única manera de asegurar la higiene y seguridad del agua que se está embotellando. Primero pasa por una máquina de limpieza donde se realiza con los mejores materiales, resistentes al óxido y a la corrosión. Llenado: llenar. Este proceso es bastante sencillo: las botellas son tomadas por las pinzas, al tiempo que las boquillas situadas encima de éstas vierten el agua en las mismas. Saturación: este proceso deberá incluir una unidad de saturación a la embotelladora de agua que extraiga el aire del agua y la carbonate con un dispositivo que inyecte directamente el CO2 en el líquido. Taponado: es el paso final del embotellado de agua. Las botellas se mueven de una embotelladora a una máquina de taponado que pone un tapón en cada una de ellas y sella en una atmósfera protegida. Después del tapado, está preparada para la comercialización y venta a nivel local o a gran escala.