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Dnu )drure

3. Israel: el problema del Estado nacional


y el conflicto'del Oriente Próximo
en Historia Universal. Volúmen 36 - Ed. Siglo XXI - Bs.As. 2002

El Estado de Israel se proclamó el 15 de mayo de 1948. En esta


fecha se suele situar el comienzo del conflicto del Oriente P6ximo.
También es habitual que la opinión pública hable de una lucha que
dura ya más de treinta años y pretenda entendet los aconteci'
mientos del Próximo Oriente por la cronologla de las guerras en-
tre los Estados árabes e Israel de L948/49, L956, 1967 y 197).
Pero esta forma de valorar la cuestión, que parte del acto de crea-
ción del Estado de Israel, lleva a entende¡ el conflicto'á¡abe-israell
como si se tratase de un conflicto enffe Estados nacionales, entre
adversarios iguales, el cual podrla solucionarse mediante un com-
promiso te¡ritorial o incluso mediante el elemento remediadot del
tiempo. Esta esperanza, lo mismo que la analogla de la rivalidad
ent¡e Estados nacionales, oculta necesariamente el carácter espe-
cial de las disputas entre árabes y judlos en torno al antiguo pro
tectorado británioo de Palestina, disputas que datan de antes de
la creación del Estado judlo en mayo de 1948. Este hecho no
supuso realmente más que un cambio de forma en un conflicto
cuyas condiciones se fijaron ya antes de la fundación del Estado y
t'
cuyas repercusiones se dejarán sentir más aUá del presente

I. CONDICIONES DE LA CREACION DEL ESTADO NACIONAL JUDIO EN


PALESTINA

El conflisto de Palestina empezó hace más de ochenta años, cuan'


do se planteó la reivindicación sionista, es decir, nacionaljudla, de
Palestina y se emprendió una colonización organizada del pals pot
inmigrantes judíos. Los sionistas pretendían creat alll un Estado
qo. odebe ser tan judlo como Inglaterra es inglesa>', según pala'
bras del después presidente de Israel y antes presidente durante
lffeiu-
muchos años de la Organización Sionista Mundial, Chaim
mann.
Sin detene¡nos en la legitimidad de seme¡'ante pretensión, mo'
tivada entonces por la discriminación, represión y persecución de
los judlos en Europa oriental, sobre todo en la fase final del si'
glo xrx, parece conveniente, a fin de comprender mejor el conflicto

r45
del Próximo Oriente, ocr¡pr¡rse de las especiales condiciones
y con' -¡u adquisición serfa p¡eqd¡4_¡gcrg!4. Esta rcglamentación, que
nacional en Pales- todavla mantiene su validez jurfdica en el actual Estado de Israel,
;r;;;i* de Ia creación de semeiante Estado
ii"". g=i-pt"p¿tito de c¡ear tal Estado era ya peculiat' porque en la no debe confundirse con una medida de socialización encaminada
a estatalizar la tierra, Se trata más bien de una nacionalización en
."Uf"aOt i"¿fa que debla alcanzar su independencia nacional
estatal' Más
á-il;;.Ilab, en el lugar de la pretendida fundaciónsoberanla el sentido originario de la palabra, en tanto en cuanto que estag
il; ;i pals de Palestiná en dbnde debla erigirse la na- tierras sólo pueden ser reclamadas y coloniaadas po¡ un grupo na-
ya Habitado por hombres de ora cional de la población, el judlo. El agrónomo y sociólogo Ab¡aham
.mrf-l,iil. estab" habitado.
que no Granovsky (G¡anott), corresponsable de la polltica de asentamien-
i;*"r,'otra cultura y otra filiación religiosa, atributosjudla que tos en la primera fase de la colonización, puso de manifiesto que la
;üítt t;tp"tder y sL contraponían a la ¡acionalidad
los árabes que propiedad privada de la tierra impücaba, por tanto, <<grandes pe-
i. p*i.t¿r, establécet en el pals. Por.consiguiente, un obstá- ligros para toda la colonización, desde el punlo de aista zacional,
;i"'i; .; Palestina iban a constituir desde un principio
judlo en virtud de puesto que Israel no tiene ninguna seguridad de que el suelo
;;il; ü p;;;.nsión sionista de crear un Estado
permanezca en manos judlas y no se vuelva a vender a no judlos,..
su mera presencia flsica en el lugar.
Eso queda excluido de una colonización en suelo nacional> 3, Pero,
El proyecto sionista de establecer la sobe¡anla judla en -Pales' los árabes, estas normas de nacionalización tienen carácte¡
tin. ."r"ÉiO también la relación de los judlos asentados ya allí con (en
..rp..ro a los árabes mayoritarios. La consecuencia de la preten- esrc

sión de creat en .rt. p"it un Estado nacional


judlo serla que la
;bl.;¿. árabe existente quedarla en minorla' Ninguno de los
el lugar, y mucho menos una mayorla arrai'
it"pot .tt"¡l.cidos en la
el- pals,. como la población
;;á; Atd. hacla muchos iiglot .n voluntariamente lestinos primero compradas, luego conquistadas en <guerra de
;;Á ¡; Palestina, podla someterse a semejante independencia> de L948/49 y más tarde confiscadas por el Estado
Y cuando, como en Palestina, la población in- de Israel. De las manifestaciones del destacado sionista y antiguo
;;t*t".
-rigran,. menos'aútt
directo¡ del fondo de tierras, el xr¡,, Menájem Usshiskin, se de-
como ptemisa de la creación de
tenla que apropiarse,
,r.rl mavorla. de-las coniiciones materiales para la fundación del duce que también las tieras crmpradas en la época del mandato
nrirJo-'t..i""al judfo. Se trataba, sobre todo, del suelo, del ter¡i' británico, esto és, antes de L947, pot las instituciones sionistírs
iorio en el que se levantarla el Estado nacional' Pata consagrat en Palestina se consideraban rl¡icamente como un medio para la
;;;; t;il cómo posterior te¡rito¡io israelf, habfa eue gcun¡tlo
i"-"Ji"iá.*t" .on judlot. Pues sólo la colonización con hombres
pudiera
;J;;;; ;.¿ional iarantizaba que e-l suelo de Palestina de na'
iÁftor*rrr. en unlerritorio israell habitado por personas
judla podría
incautación de la
.i"i"fiá.J i"¿la. Si no se logtara, la nacionalidad
i"r.iááí..t el poder estatal en sus manos'-pero- este poder.se

sionista habla adquirido solamente I 734 000 dunam, o el ó,6 por


lipio, .ottái.ion"t para la ceación de un Estado nacional iu'
l.r ciento del suelo palestino ó.
Ao á palestina. Pero áe este modo se determinaba ya la forma en
que iba a transcutrir el conflicto: habla que vincular al suelo co Todavla hoy siguen vigentes en el Estado de Israel leyes que
prohlben la enajenación, transferencia o labranza por no judlos de
lonos judlos, en vez de Ia población campesina átabe, los fellagas,
y, al mis-á tiempo, había que impedir-que ese suelo pudiera las tie¡ras que jurfdicaoente pertenecen al rr¡- o son (tierras esta-
,ár .ornpt.do de nu.vo por los árabes. Esto se consiguió, sobre tales¡, Además de los estatutos del Fondo Nacional, existe una
iodo, h".i.ttdo que la organización sionista P?:? l^ compra de <Ley constitucional sobre la propiedad del suelo*, una <Ley sobre
tierrás, el fs-renXelgrngh Letsrel ($lJ, er-9b+!er4s{p!e!4!Len- la propiedad del suelo en Israel> y una <Ley de administración
te a lás-jsfu-ps__@de el momento de territodal de Is¡ael> del 19 y 15 de julio de 19ó0, respecrivamcote.

t46 147
de la superficie del Por tanto, a fin de evitar que las consecuencias del trabajo asa-
Estas leves se aplican a casi el 92 por ciento
las fronteras ante- l¿riado en la agriciltua, que harfa volver a los á¡abes al terruño,
;il. ;'jecir iá ooo r..' de los 20?'255 según
tuviese[ efectos negativos en el proceso de creación del Estado
guerra de junio de 1967
-riotát " la nacional, el departamento de colonización de la organización sio
p"t" qrr""o. grupo de la población, d:finido como predominan'
con nista determinó que se prohibiera por principio el trabajo asalaria-
,., *itÉ*. l. itoiri.¿u¿ del suelo no bastaba' sin embargo' do en las tierras del xx¡.. Más tarde, en el Estado de Israel, esta
Para que el suelo
i"'proii¡i.iOn rn.r*.rrt. formal de t¡ansferirla'judlo que to- condición para el cultivo de las tierras del ru¡, y del denominado
;f.;ri"" se convirtiera en territorio nacional todohubo suelo estatal se convirtió en una norma casi constitucional, aunque
""r";;t";;i¿.t.-H"¡" que establecer sobre una vincula-
esta no¡ma se rompe una y otra vez por la presión económica en
cü; ;;;; los colonos j'-t¿tot v la tietra' El pionero teó¡ico de orden a la obtención de beneficios.
il;pt"d;; ti*it,, del suelo, el sociólogo v. economista Franz En la primera fase preestatal de la colonización los colonos sio
Oppenheimer, propuso
^e[ós
g rufrtiz ; la <colonización con campesinos
la tierra y el derecho estatal de pro' nistas tuvieron que recurrir al trabajo personal que les permitla
.',r'J ,-j.i"r.n mismos
y organizarse de la manera más eficaz en fo¡mas colectivas. l'os hjh-
<<Theodor Herzl
IJ¿rl'i'i-r'rot-t*Áoti.t escribe 1o iiguiente: h4lf v los moshauim, que trabajan en forma colectiva, renun-
¡.r'ea decidierón, a instigacióri mla, con-
5i-1"ó*"'rráiiri"-J. ciand6-7-Ia pr-liópi il privada o a la plena disposición de sus
."i.r"i Tier¡a Santa con la única arma con que puede ga-narse
tietas, tienen un gran sentido lrolltico de posesión de la tiera
;;ñ;;.-;;;i¿",-; atado>e' Este era' pues' el profundo -algunos
todo un medio prescindiendo incluso de las ideas'socialistas de de sús
;ild;'-;"tr;;o'Jel trabajo agrlcola: era sobreagraria que atara miembros,, y tanto en el pasado como en'el presentJse'han visto'
;;ft;" ie adquirir tierraé. Pues una actividad constiuirla un estimulados mediante iréditos y offos servicios.
; il;ii;l-J" o.tt" asegurándoles el sustento
puramente formal'
.o,t,,"'*- Jo" la reclamación Resumiendo las condiciones de creación del Éstado nacional ju-
verdadero lazo en
de la o*p"tioo de tierras en.Palestina' Adolf dfo en una Palestina poblada por árabes, dada la inexistencia
ó;-.ó;;ie una conclusión hasta 1948 de un poder estatal judlo, fueron necesarias medidas
;dl;. t.:. del principio ie'la colonización agraria económicas que en realidad tuvieron escasa importancia económica
il:? ;td";'í;'iñ; ilo .ondu'to' de la p-olítica sionista del
ffi;,Hl.,"Ji];"d" ú 1eó7: <En toda la
ocop'das
'on"'qot tólo el.enpueblo que la cultiva
ya que su función fue más bien la de crear un Estado: .o-pra
de tierras y cultivo de las mismas a fin de vincular al judlo dl
iiri*ri-t. p"". trnifittto
pot."-ptt'*tnteme¡tt la. tierra y el-que
de' suelo en su calidad de futuro ciudadano del Estado nacional,
¡ealmente es el que
propietatio de la tierra el que la nacio'
i limitat su movilidad e impedir la welta de los árabes como jorna.
;t.h;;.¿r.r. Ño es
leros. De ahl el predominio de las formas colectivas de asenta-
;;il;il" ;i qr. r" ttt¡"it'r.''Por eso' aa gtan."b:i :1t:"-*:'
arralga' miento en las posesiones sionistas de Palestina,
lograrse cuando los judlos estén efectivamente
rJio É"¿t¿ -
en el suelo>>
rr' .Jt En el ánbitsja¿tatuisL la diversificación de la economla de
--dos la tierra tampoco Palestina, junto con las diferencias nacionales como condición de
f *)p.- la prohibición de vendet y el cultivo de la
N . t=Y"r;'ü;o;i"- ';'. o..trrfir.r el sueío con vistas a cteación de un
Jr''4' t
,,.üt¡')'^.> il E
ffi tado
;:ff iudlo mie:
{r" ¡.'*¡;;;',!rq"i'-'1 :g ^:*:l'*":H, :::1T'::",iTl;
;#*,ryrd###
ítly"'[ffi'--'ffi
ut*
.*", ,;
,,' Q."/ ba¡ata tt. La
consecuencia fue que los obreros judlos pasaron a
constituir la mano de obra cualificada y los árabes la no cualifi-
cada. Asl pues, el me¡cado de üabajo se desanolló de tal mane¡a
que el elemento social fue inseparable del nacional, Los conflictos
nacionales provocaron conflictos sociales, y viceversa,
Fueron sobre todo las organizaciones obre¡as sionistas, los lla.

L49
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esa nacionaliza' Palestina ró. A ello se suma ouo factor que hace obligatoria la
mados sionistas de izquierda, los que impulsaron ocupación de tieras en Israel: pese a la c¡eación del Estado israef,
qrr. abiertamente con su ideo
alJr-á. ft economfa, ,e contadecla
el Estado judlo, con su minorla árabe de un 17 por 100, aproxima-
i"g?"-t*i.fm. Esa'cónradicción es subrayada por un destacado pri' damente, carece de fronteras fijas, de un teritorio definido, en
,.ii.."nr"o," del sionismo obrero que recuerda cómo tras la una región que tiene un carácter marcadamente árabe. La minoda
;;;;;;; -";dial, tuvo qo. opúttt-" los demáe:Jl$it*-1: árabe de Israel forma parte de una mayorla regional que señala
ior-pir.. de la Commonwealth el socialismo sionista'o-3Juvl,q"l i claramente el carácter minoritario de Israel como Estado judlo en
disátir con mis amigos sobte el socialismo iudlo (en. Palestrna)' i este entorno, Esto hace que dicha minoría sea cada vez más opri.
ilve que defendet el hecho de que no se aceptase.a tTs": TlT I mida en Israel, opresión que se raduce di¡ectamente en. discrimi
.i'ii=ri"Ju*, l¿ Histadrut; de que vigilásemos las Plantaciones i nación, puesto que un Estado nacional como Israel no sólo acentúa
fruteras para evitar que los ttabajadores ¡lrabes encontttt:lT:: I su carácter judlo como razón de ser en la conciencia de sus ciu-
baio; de-que echásemos gasolina en los tomates lfrab€s; o: 1": Í dadanos, sino que también debe garantizarlo con una polltica sio-
las muieres judlas y destruyésemos los huevos árabes I nista práctica, es decir, con medidas legales y administrativas con
"rá.ár.-*-.
que hablan comprado; de que saludásemos alboroz"o:t t.:""::
':t \ ,4f¡retas.
nacionales iudlos que enviaba Hankin [un comptadot 9t -t.t1111',1 , (.y Los privilegios constitucionales de los inmigrantes judlos y de
sionistasl a Beirut para comprar la úerra,de los terratenienles.al V .. la población judla como tal significan de por sl una disciminación
sentes y-expulsar de ella a los fellages árabcs;
de que estuvlese de los ciudadanos árabes de Israel y suponen un rechazo estruc-
t*iirii. *.pr* miles de dunam a los Ánbes' pero prohibido tural del principio de igualdad ante la ley de los ciudadanos, tal
ildeñ;ff-¿uiirs. i"ao a u¡ árabe"' No era nada fácil ex'
pücar todo esto>
' Er," oro".* de colonizsción, qu@
¡^-ffio de la població-,-r s'!l*!ggIl&-
otto ha adquirido
Este
6 ios árabes palestinos serla
pos!
i" l.m.nt", disde un punto de vista moral, aunqu! aceptable
¡rrio.-"o^" hectro históricarnente consumado, siempre s9e fos cial dé la <Tev de Rgtorno>, válida solamente para los judlos,'y se
iri..*á"r--f,"¡iaan sido indemnizados por los daños y perjuicioe r€duce asf jurldica
con'
,rrf.ldo, y con su aceptación hubiesen reconocido al menos las suscepuble de sef rmpugnada", Iampoco servrria de nada mejorar'
;;;;.i.'t á. tt-tr. iniusticia como un nuevo stdtil q'¿o' Pues si ra¡-dffilaci3n árabe de Israel .orr r.rp."-
il-;;;";-hil¿;ñ"ú.g.o a un fin o seinte*umpen.v 1o 4' to a su situación social originaria, ya que no podrla resistir la
..nr* ¡ plesente o no ,I continú¿n en el futuro' todo lo demÁs comparación con la superior posición de los ciudadanos judlos o
puede juzgarse desde la perspectiva del statu qao' con los medios a ellos destinados. Al contario: cuanto mejor sea
' la situación relativa de la población árabe, tanto más estará en
En i laso de Israel o de la ocupación sionista no puede -ha'
de semejante coqglusifn de.la evolución
his- condiciones de reconocer, por su educación y formación, la dife-
¡f.t.",-tio
"-¡argo,á h fort..iótt del Estado nacional judlo' Israel
;;;i;;'d; "on¿t¡ó tencia absoluta que la separa por principio de los judlos en el
i" p"á" fi¡t"rsé del conflicto originario de su nacimiento, por las Estado sionista.
,*on., siguientes: Israel no se considera el Estado de sus ciuda' Pero no se uata sólo de esto. La lucha de ambas nacionalidades
d;;;;?;it, el Estado de los judlos v árabes.que viven en él' denmo del Estado de Israel y en toda Palestina prosigue también
rino 3f-Bri"¿o judfo, el Estado de los judlos,
del pueblo judlo' potque la mayorla dominante de los judlos en el entorno árabe,
que en su inmensa mayorla no vive en el pafs' Los sionistas' prescindiendo del postulado ideológico del <<retorno> sionista y de
los conflictos que de él se derivan, no puede dejar de temer que
incluso los más moderados, siempre persiguieroo el objetivo
<de
el aumento de la población fuabe, en virtud de su tasa de natali-
.r*Uf.."t una colonización judla masiva con una tendencia inma' dad más elevada, pase a convertirla biológicamente, de forma na-
i"tá-" ft ampliación>, afirma el antiguo dfuector cientlfico del tutal, en mayorla, en conffa de lo que se ha propuesto o se pro
á.p*r.tt."r" áe phnificación económica de la Agencia Judla de
150
L'L
que todavla hoy sigue privilegiando e los judlos, por ejemplo, con
pone pollticamente, es decir, programáticamente, el sionismo fren' l¿ mencionada <Ley de Retorno> y con otras medidas encubiertas,
;.-; ñ;-;;t.s de'Palestiná. Esó sucede sobre viventodo en aquellas y discriminando de este modo a los árabes.
en colonias
p"*r á.i n""do en las que los árabes de Israel principio.secrc' Para contrarrestar la posibilidad de que los árabes superen en
1i.1.¿r" y ff^baiar- la tieria. En un informe en un núme¡o a los judlos en Galilea, con todas sus consecuencias poll.
;;,'J;á.g"d. del ministerio del Intetior en el de norte del país'
la población
ticas, las autoridades israelles, junto con la ejecutiva de la orga-
iri..i fonig, afirma que <el crecimiento na$ral mientras que
nización sionista, Agencia Judla, se ven obligadas:a a proseguir la
a.rú" ¿. Iirael asciende al 5,9 por ciento anual, ocupación de tieras pr¡ra asegu¡sr el Estado judlo en el llamado
Este problema se plan'
.i á. f. ¡"¿f. sólo llega al 1,5 por ciento' parte ¡orte
la
núcleo de Israel, Con la confiscació¡ de las <tierras árabes>, esto
tea en té;minos muy preocupantes especialment-e 9l es, de las tierras que son propiedad privada de los árabes, se
á.i p¡r, donde vive on. gt^n parte de. la Población árabe' En la pretende sobre todo dividir las zonas homogéneas de colonización
-."r"¿-.'*ii"J de L975, la-población árabe ascendla-a unas 250000 árabe mediante la instalación de asentamientos judlos, Esta <judai-
;.?;;;;.-; il poutaci¿n iuÁía a 289 000' Del estudio por distritos zación> de Galilea, como se llama en Is¡ael a la ocupación interior
i.-á.rpti,ri¿. qu. en Gaiilea occidental la población árabe supone de tierras, refuerza la conciencia de los árabes de Is¡ael en el sen-
.i oii"t .i."io de la población total' En el distritosigue de Yisrael tido de que no son ciudadanos del Estado, sino más bien foras-
ár.i*¿. tt 48 por cientó de b población total"'.Si 1978 la tasa teros en su propia tierra, La resistencia de la población átabe a
á. .r..i-i.nto, la ptoporción de los á¡abes supondrá en más
estas confiscaciones llevó el 30 de marzo de 1976 a huelgas gene-
á;i-;;;;i;n. á. ft población del distrito>2'' El hecho de que
ralizadas y boicots que las auto¡idades israelíes reprimieron san-
üioufá.lOn átabe viva áffi en colonias aisladas y constituvaporque
mayo grientamente, La fecha, conocida desde entonces como el <Dla
iias region"les representa una amenaza pata el Estado iudlo del Suelo>, marcó un hito para los árabes de Israel, que hasta ese
pertenecen
los árabes poseen todavla la tierra, aunque,esas zonas momento reivindicaban el reconocimiento pleno como ciudadanos
!üeitz, director del de-
;il;ñ;;¿ ;1 Estado de Israel' Ra'anan
Mundial'
israelfes: desde entonces se conciben sobre todo como palestinos,
l.ti.Á.ii" ¿. colonización de la Organización Sionista
La continuación del confücto en su forma originaria como ocu-
ñ;;;-i;;.".tón sobre el hecho de que, por consiguiente' (existe pación de tie¡ras se agudízó tras la guena de junio de L967. La
;-;.;etd*" peligro de que Galilea no forme parte integrante conquista del ¡esto de Palestina, es decir, la orilla occidental (Cis,
22.
del país> jordania), enfrentd al Estado de Israel con zonas donde las co
Para los planificadores no existe, pues, ninguna^ diferencia enue lonias árabes tenían un carácter homogéoeo. .Aunque los co¡res-
U Cuiil.t itttell y las zonas ocupadas en 1967' Asl, por ejemplo' pondientes gobiernos israelles aseguraron públicamente que, en
;.
;;t;J; -Z^lÁií,
inauguró una nueva iolonia judla en Galilea central' caso de una solución paclfíca, devolve¡lan las zonas y sólo las
ñ;d. en las proximidades de la ,aldea árabe de Dir retend¡fan como garantla, se inició inmediatamente Ia ocupación
ñ;; ."Á."á"t" de las fuetzas armadas del sector norte sub' de las tieras, Desde el punto de vista de la estrategia de asenta-
íivá'v importancia de este asentamiento <al compararlo con una mientos, la acción estuvo centrada en las zonas habitadas por
2!'
avanzadilla de Primera llnea> los árabes a fin de aislar topográficamente a la población pales-
Sobre todo desde que se habla de la oeación de un Estado tina de los Estados á¡abes, Ese mu¡o de asentamientos judlos de
p"t.r,i* en la orilla óccidental de la Jordania ocupada por Istael tipo agrfcola fue int¡oducido y pracricado masivamente hasta t977
iesde 1967, y en la ftania de Gaza, existe en Istael el temor a por el partido laborista en la cuenca del Jordán y en la zona de
que 1o, átuÉ.t d. Galilea, aunque oficialmente ciudadanos israelles' Gaza, Su sentido más profundo es impedir la creación de un Es-
pu.¿"" pedir su fusión con ese Estado palestino' Por otro lado, tado palestino independiente que podtía convertirse en un Estado
ir pf.n. equiparación de los árabes dentro de Istael supondría soberano si los dist¡itos esencialmente árabes del eje norte-sur de
que , cad"'itraelí, cualquiera que fueta- su origen, se le gatanti' la margen occidental, a lo largo de las ciudades de Yenin, Nablus,
iafia la participación ilimitada en la vida estatal' Pero semeiante Jerusalén, Belén y Hebrón, no estuvie¡an rodeados de asentamien-
concepci6n dei ciudadano israell, en vez de la actual diferencia- tos judíos.
F^"tado
ción Énre judlos y no judíos, uansformarla a Israel, de un Si la polltica de asentamientos de los partidos laboristas sionis-
exclrrrivamÉnte iu'¿io v sionista, en un Estado binacional' Israel tas de izquierda iba, po¡ tanto, encaminada 6 impedir, mediante
no serfa ya un iistado de los judlos, sino el Estado de sus ciuda- este aislamiento de los árabes, una soberanla palestina en la mar-
.lanos, con todas las consecuencias para el orden estatal y iurldico,
L5t
152
gen occidental y en la franja de Gaza-y a dejar ohierta todavla la los is¡aelles donde están. Sólo cuando se pretende continuar el
ioJt. d. la administ¡ación jordana (<Plan Allóo), elparte
sionismo de proceso sionista hay que justificar su pasado> 2ó.
derechas, lepresentado por el gobierno de Beguin, de que Dado que Israel necesita la ayuda de Occidente, sobre todo
del Jordán y en Ia ftania de
l.; zona; ocupadas .tt i967 al oestejudlo financiera, y que con la anexión abierta de la margen occidental
Gaza también pertenecen al pueblo por ¡azones de legitima- como provincias isr¿elles de <Samaria> y <Judea>, asl como del
ción blblicohistórica y, por consiguiente' son inalienables' Esta <distrito de Gaza>, chocarlan con la ¡esistencia occidental, que
pr.i.nti¿n sionista, qúe se remite a un derecho imaginario y di' socavada las bases de su existencia, se encontró otra fór-
uitro ,obt. la tieria,-tiene necesariamente que restar importancia mula pata reivindicar la colonización como condición material de
a las ¡azones conüetas que llevaton a la inmigración masiva de la soberanla judla: el <plan de autonomla> de los acuerdos de
i"¿tot .o Palestina, y especialmente a la persecución
y al extet- Camp David de 1978. Tal como la entienden los israelles, la auto
i"i"i" ¿. las comunidadis judlas europeas por el nacionalsocia- nomla supone la continuación de la ocupación sionista de tierras,
en la medida en que se debe privar a la población árabe del acceso
lismo.Decal¿alalegitimaciónsionistaoalareivindicaciónideo' al suelo. Las personas pueden ser <autónomas>, es decir libres
i¿gi.. ¿" Palestina, ;stas personas no.-pueden ser consideradas de la intervención israell en su forma actual de régimen militar,
.o-Áo f"gitiuos que, junto ótt ottot judlos, representan en Israel
pero no las comarcas en que viven, En sus tie¡ras debe seguir
on" o.r.u. nacionalidad independiente' Para los sionistas catece siendo posible el asentamiento de judlos. Esto significa el derecho
¿"-l.p"ti"*ia, e incluso de sentido, basarse en el derechoque
a la
de disposición israell sobte el suelo. La presencia del ejército
oiti.o.i. de una n¿cionaliilail iad'eo-israell, hebrea, se ha
israell, sobre todo para la protección de los asentamientos, debe
constituido mientras tatfio en el pals. Los sionistas se ¡emiten más sef garantizada, Io mismo que el acceso a las reservas de agua en
bien al <derecho histórico> de un pteblo iadlo, polfticamente la margen occidental. La importancia del agua está lntimamente
i"Ltoti"t¡f", a la tierta, a Erez Istael' Esta postura ideológica ligada a las correspondientes zonas de colonización. El acceso al
llega en sus consecuencias históricas hasta el extremo de aceptar agua pooe llmites al c¡ecimiento de la población árabe, y me
p*i¡f. autodest¡ucción de los israelles iudlos en aras del diante el permiso para utilizarla, concedido por las autoridades
""1
pii"ail"-ti""ista. Asl Io ha expresado nada menos que Menájem correspondientes, se fomenta la expaosión de los asentamientos ju-
il.guitt, En una conferencia que pronunció .e¡. el kibbutz de Ein dlos. Además, la agricultura israelí en el núcleo central depende
sobre el lecono
H;il;;.th respondió " ,rn. pi.gonta del público <<Tenga en una proporción considerable de las reservas de agua de la mar-
;idento de h existencia del pueblo palestino: cuidado'
gen occidental,
amigo mlo: si usted recoooce a Palestina destruye su derecho a
Lo que queda de la interpretación israelf del concepto de auto
;#-; ii" Hakhoresh' Porque si está aqul Palestina y no Ercz
nomla es una especie de autonomla cultural y una limitación o
isá, ;,*.;t "tt.¿ es un conquistador y no un consffuctor del supresión de la adminisración militar israelf, pero no la retirada
pals pertenece
palr.
-¿i És usted un inuuso. Si está aqul Palestina,.el de las üopas de la margen occidental y de la franja de Gaza. El
pt ¡fo que vivla aquí antes de que usted viniera' Solamente
resultado serla un bdntastán palestino, w homeland árabe en el
; ;;-;di Erez Istaet, tiene ustld derecho a vivir en Ein que el Estado israell, sin necesidad de una anexión tal como la
Hakho¡esh y Degania. Si éste no es su pals, el
pals de sus ante- entiende el de¡echo inteinacional, no reconocerla siquiera el de¡e-
Jr Ha
¿.-t"t hijos, ¿qué, hace usted entonces aqul? han cho de la población a un rato igual. Esto se aplicarla sobre todo a
;;;t ellos afirman' Les
i;ñ;.'.ti" f.tt de ótto puebto, como las prestaciones sociales, al derecho de participación en los sub-
sidios y otras formas de previsión. Semejante interpretación del
25'
exlúsado y les han quitado su tietta>
Ls sionistas necesitan un <derec-ho histórico¡>, ideológicamente <plan de autonomla> irla en contra de la intención de poner fin a
funiamentado , del pueblo iudío a la tierra. una nacionaliilad iaileo- la oeupación israell: Israel se reservarla los ter¡itorios importantes
israell qrre no se apoye en el sionismo sino simplemente en su para continuar la ocupación sionista de las tierras, pero abandona-
.*ist.ncia y rompa asl con el sionismo, carece de todo derecho rla aquéllas hacia los que está obligado en vitrud de la ocupación,
r"¡* l. báse de Ia legitimación sionista, como expuso eiemplar- tal como se define en el derecho internacional, La situación de los
que prác' palestinos empeorarla aún más, comparada con la de los ciudadanos
mente Beguin. Pero para los judlos-israelles no sionistas,
ticamente se convierten con estas premisas en antisionistas, resulta árabes que viven y son discriminados en Israel, y de este modo
se legnliz¿¡16 jurldicamentc.
entonces superflua la cuestión de <con qué derecho se encuentran

L54 155
de junio en la Knesset una ley que presentaba la anexión de la
Pero también es objeto de controvetsia en Israel el concepto de patte árabe como una <<¡eunificación> metamente administ¡ativa
autonomía entendido como concesión a Egipto' Esto puede ilus- de Jerusalén oriental y occidental 2t. El entonces ministro israell
,.urr. aon la espectacular <ley de Jerusalén>, presentada en el de Asuntos Exteriores, Abba Eban, reaccionó ante la oNu, cuando
verano de 1980 po¡ el pattido Tehiya (renacimiento), de ideologla se le reprochó la anexión, diciendo que las medidas legales que se
ultrasionista. La intención de su diputada Geula Cohen era rom- le imputaban en relación con Jerusalén solamente eran decisiones
p.r lm n.gociaciones de paz con Egipto, especialmente sobre la <administrativas y municipales>> 26. Pero en realidad se trataba de
i<autonomli de los palestlnos' En una paz árabe-israell y en cual' una ley parlamentaria (de carácter nacional) y no de una decisión
quier devolución de las zonas ocupadas, el Tehiya no sólo ve rma de la adminisüación municipal de Jerusalén, que por entonces sólo
i^rnu a la seguridad y existencia de Israel sino también una podla representar oficialmente a la población judla. Que con esta
*aición ideológiá al sionismo. Al presentar a modo de protesta ley promulgada el 27 de junio por la Knesset, se pretendía la
en forma de léy de anexión israell la cuestión de Jetusalén, que anexión oficial es algo que se desprende también del hecho de
debTa aplazatse y seguir siendo tabrl en los acuerdos de Camp que ya el 28 de junio el Derecho y la administración civil israelíes
David y en las .tegoii"ciones egipcio-is¡aelles sobre la autonomla se hicieran extensivos a <<todor> Jerusalén, incluidos la ciudad vieja,
de los palestinot, &bido a su explosividad, reconocida por ambas el aeropuerto de Kalandia, el batrio de Sheikh Jarrah y otras
partes ; por los Estados Unidos, esperaba alcanzar sus objetivos zonas, Pa¡a efectuar materialmente esta anexión formal se modi-
;i;*i";.r; a saber, torpedear la iniciativa de paz planteada por Sa-el ficó también el carácter demográfico y urbano de la parte orien-
il; ;; consecúenciás' Para ello contaba, no sin razón, con tal aneúonada mediante una amplia colonización de la ciudad,
,rnpíio .onr.nso que era de esperar dada la ideologla sio,nista 'le Por eso Abba Eban presentó la ley de 27 de junio de L967
los'partidos del góbierno y de casi todos-los.partidos de la oposi- como meramente (administ¡ativa y municipal>, a fin de reduci¡
.iOn t.pt"t"ntadós en la tnesset, induido el mayor grupo de la la espetada oposición internacional a los hechos consumados uni.
oposición, el partido laborista, lateralnente por parte de Is¡ael. La diputada Cohen pretendla
El consenso sionista fue petfectamente entendido por los diputa- exactamente lo connario con su petición, en el verano de 1980,
dos radicales de derechas: al planteat la cuestión ideológica fun- de declarar en una ley con rango constitucional a Jerusalén <capi-
damental del <derecho histórico> de los judlos al cento de Erez tal eterna> de Israel, De esta manefa se superaban las trabas para
Israel, es decir Jerusalén, lugar polltico sagrado que representa el otras a$exiones oficiales, trabas que, si no cuentan con la apro.
núcleo de la reivindicación <histórica>, el bloque de la oposición bación occidental activa, sl cuentan con su consentimiento pasivo,
sionista de izquierdas, con excepción de algunos diputados del Los Estados occidentales, cuyas embajadas se encuentran en la
MAIAM y del áiputado Jossi Sarid, no fue capaz de hace¡ f¡en' parte occidental, esto es judla, de Jerusalén y que con ello reco.
te a este desaflo ideológico de su ¡azón de ser y votó en contra noclan la pertenencia de la parte occidental al Estado de Israel,
de una política más realista' Con ello, la diputada Geula Cohen retiraron su personal a la llanura costera, espécialmente a Tel
ha puesto en matcha, por purismo ideológico, un mecanismo auto Aviv, después de que se declarase públicamente israell todo Jeru.
mátlco de cuya aplicación se hablan abstenido hasta ahora otros sálen. De esta manera, gracias a la iniciativa de Geula Cohen, la
responsables del Estado judlo por consideración a los protectores Knesset y el gobierno de Beguin han conseguido que hoy dla no
occident"les de Israel' Del contenido material de la ley se deduce sólo se vuelva a plantear la cuestión del carácter jurldico de la
que su carácter provocadot iba dirigido tanto contra el gobierno ciudad oriental conquistada en L967, sino también la situación de
sionista de derechas de Beguin, del que se hablan separado Geula la parte occidental como parte integrante del Estado israell,
Cohen y sus partidarios a consecuencia de los acuerdos de Camp Originariamente, según el plan de partición de la o¡.ru de \947,
David, tras folmar parte del pattido He¡ut (libertad) de Beguin, Jerusalén no debla pertenecer ni a la parte judla de Pales-
como conma Sadat y Occidente, a fin de inmunizar la conciencia tina ni a la parte árabe. Jerusalén debla ser internaciona-
aislacionista de Israel contra cualquier cesión teritorial' Pues la lizado en su conjunto y considerado jurldicamente como cor-
intención de consolidar legalmente la anexión de todo Jetusalén pus separattm. Sin embargo, en conversaciones sectetas, los
como <<capital eterna> del Estado de Is¡ael mediante una petición ditigentes sionistas y posteriormente el gobierno israell y el
formal eta realmente suPerflua' emir de Transjordania y posterior rey de Jordania, Abdullah, se
Tras la guena de junio de 1967 y con la conquista de la parte pusieron de acuerdo en repartirse la ciudad, lo mismo que el resto
o¡iental joidana y po¡ tanto árabe de la ciudad se aprobó el 27
157
156
de Palestina. Por eso, durante la primera fase de la guerra pales- mercialmente son de un máximo valor nacional> x, Asl pues, esta
tina de L948/49, Israel introduio d.e notu ptopio medid^s p^t^ política se dirigla sobre todo contra el <(propietario privado [ju-
hacer fracasar la posible internacionalización de la parte judía, al dlol de tierras al que lo único que le importaba era la rentabilidad
oeste de la ciudad. El 20 de diciembre de 1948 fueron traslada- de la empresa y quien no solía emplear a ttabajadores judlos sino
dos a Jerusalén diversos organismos gubernamentales. El 11 de a no judíos, debido a su baratura 3t.
diciembte de 1949, uas nuevás medidas en su polltica de hechos Como ya se ha mencionado, las instituciones sionistas de Pa-
consumados, se decidió declara¡ a Jerusalén sede del gobierno. Para lestina impusieron una economla dividida por grupos étnicos. En
el reconocimiento exterior de esta decisión era problemático el el ¿ímbito no colectivo fue posible privilegiar al grupo propio me-
traslado del ministerio de Asuntos Exte¡iores de Tel Aviv a Jeru- diante prestaciones especiales a los trabajadores judlos, Estas pres"
salén el 12 de julio de L95), debido a que el ministro responsable, taciones especiales resultaban necesarias porque los salarios árabes
Moshe Sharett, temla un boicot a su ministerio pot parte de los eran demasiado bajos para E rantizar las necesitades vitales de lós
embajadores. Los Estados Unidos aplicaron efectivamente tal boi' inmigrantes judlos. Los obre¡os árabes tenlan asegurada la super-
cot entre l9fi y L955. El hecho de que hasta la <<ley de Jerusalén> vivencia gracias a las comunidades de aldea, todavla intactas, El
de Geula Cohen, de 1980, se olvidase el carácter juddico de todo ttabajo asalariado de la ciudad representaba por tanto para ellos
Jerusalén como corpas separatatt, internacionalmente reconocido una ganancia adicional. Las instituciones sionistas aportaron medios
en su origen mediante el establecimiento de las embajadas occi' <<para complementar los salarios de los tabajadores judlos allí don.
dentales en la parte judla, se debió a la polltica seguida por los de, por razones de competencia, se ven obligados a aceptar sala-
partidos del sionismo laborista basta L977: crear situaciones de rios por debajo del mlnimo vitab r. De este modo los salarios
hecho sin darles publicidad mediante su declatación oficial y evitar de los <obreros judlos... podlan ser desde un principio mucho
asl una oposición internaciond que pudiera perjudicar a Israel. más altos que los de los árabes, incluso cusndo se tataba del mis.
Geula Cohen parecla poner fin a esta práctica, mo trabajo> 3'. Con salarios iguales, los obreros judlos no po&fan
haber satisfecho sus necesidades vitales en la Palestina bajo man-
dato y se hubieran visto obligados a emigrar de nuevo.
II, SOBRE LA ECONOMIA DE LA OCUPACION DE TIERMS Este aumento ficticio de los costes de reproducción de la comu-
nidad judla (iisbnt), en comparación con los de la comunidad
El proceso de formación del Estado nacional judío se llevó a cabo á¡abe de Palestina, tenla que ser importado a tltulo de donación
sobre todo con medios económicos hasta los combates de L947/48,
de capital y la importación de capital a tltulo de donación ha
que conducirlan a la fundación del Estado de Israel. El primer constituido hasta hoy un rasgo especlfico de la economla israelf.
plano lo ocupó la compra de tierras por terratenientes locales, ad' Todos los esfuerzos posteriores de los gobiernos israelles en ms-
quisición que exigió un considerable esfuetzo financiero de la Agen' teria de polltica económica han tendido a reducir la constante de-
pendencia del pals respecto del exterior y los consiguientes acha-
cia Judla. Como no era posible una conquista militar dada la
ques y deformacíones internos de la economla. Generalizando, se
conelación de fuerzas existente, la expansión de la empresa colo
puede defender la tesis de que la estructurá sionista de Israel, es
nizadota dependla *del montante de los fondos disponibles> ". Es'
tos medios, conseguidos en su mayor parte a través de donaciones, decir el m¡rm institucional y económico que permite la inmigra-
no podían utilizarse, debido a la necesidad de adquitir tierras, ción judla, evita la emigración, crea puestos de trabajo para los
judfos y coloniza la tierra con judlos, se mantendrá con la afluen-
con vistas a una rentabilidad económica. El suelo no se adquirió
principalmente para sacarle provecho, sino para disponer de él cia de capital extranjero en forma de donativos financieros, Esto
más tarde como tenitorio estatal. Esta intención política impedía impide utilizar los fondos de acuerdo con una racionalidad capi-
aplicar el principio de rentabilidad y beneficio, si no se querla per' talista orientada al beneficio. No se trata de inversiones, sino de
mitir la rea¡abización del suelo a través del trabajo asalariado y con medios necesatios para la creación del Estado nacional. Lo mismo
ello poner en peligro la meta síonista de crear un Estado. El des- puede decirse de los gastos militares. Pues si se juzga el conflicto
tacado planificador de la colonización Arthur Ruppin aclaró en un de Oriente Próximo sobre todo como consecuencia y ampliación
congreso sionista que <<las empresas más rentables para el comer' de la lucha por Palestina, resulta que los gastos de armamento han
ciante de Palestina... suelen ser las menos rentables para nuestra de imputarse al capltulo de los costos relacionados con el manteni-
misión nacional; y, viceve¡sa, muchas empresas no rentables ce miento de la esuuctura sionista del Estado de Israel.

158 L59
L¡ necesidad de estas donaciones de capital fue también una bierno intentó inuoducir una polltica económica más orientada a
de las razones de la orientación prooccidental de Istael poco des- la rentabilidad y la productividad. El descenso de la inmigración,
pués de la fundación del Estado. En la guerra de 1948-49, Israel estlmulo de la coyuntura israell a través del motor económico glo-
luchó todavla con ayuda soviética, Hasta 1950, la dirección del bal de la construcción de viviendas, induio al gobierno a frenat la
Estado se esforzó por adoptar una postura de <no alienamiento> economla mediante medidas deflacionatias. Con estas medidas se
en la agudizada (guerra frla> entre el Este y el Oeste. Pero el desencadenó, sin embargo, una recesión. Además, el intento de
hecho de que Israel dependiera para su existencia de las dona- buscar una ¡entabilidad con vistas a la exportación tuvo conse-
ciones de capital hacla inevitable la orientación prooccidental del cuencias pollticas que forzosamente chocaron con la idea sionista
pals sobre la base de los principios sionistas' El antiguo,góberna- del Estado. Sobre todo la emigración de obreros cualificados a
dor del Banco Central Israelí, David Horowitz, describla la situa' Occidente tomó proporciones amenazadoras, En el tercer trimes-
ción de la economla israell, conducente a una nueva aproximación tre de L9ó6, el paro afectaba al 9 por ciento de la población ac'
a Occidente, de la siguiente manera: <<Nos encQnüábamos en una tiva; once mil universitarios abandonaron el pals !8.
situación económica desesperada. Nos hallábamos a las puertas E¡ L967, año de la guerra de junio, todavía no se vela el fin
de una posible bancarrota. Las reservas de divisas se habían ago- de la crisis económica. El antiguo ministro de Come¡cio e Indus-
tado prácticamente. Todo barco era importante, pues las reselvas tria, Pinhas Sapir, advertla en enero de t967 <<que 14 recesión
de pan del pals (1950-51) apenas alcanzaban pata una semana>3n' puede durar todavla dos años o más¡> ". Las especulaciones sobre
El ántiguo directot del ministerio de Asuntos Exteriotes, Chaim si fueton la tecesión y el paro los que lleva¡on al gobierno a la de'
Yahiel, aclaró que <el paso del no alineamiento al alineamiento cisión de desencadenar la guetra son diflciles dc confirmar en la
con los Estados Unidos en 1950 estuvo determinado primordial- práctica, Pero es indudable que la situación económica facilitó
mente por el temor a que se limitasen seriamente las ayudas, y notablemente la decisión de llamar a los reservistas. Así pues, para
especialmente las del gobierno americano y las de los judlos ame- la relación entre el desencadenamiento de la guera y la situación
ricanos, a los que no les gustaba el neutralismo> ". económica es indudable que la recesión de mediados de la dé-
Las donaciones de capital podlan resultar, sin embargo, un cada de 1960 y el paro consiguiente favorecieton considerable-
arma de dos filos: sin duda contribuyeron a inuoducír y man' mente el estallido de la guerra. Lo contratio ocurrió, por ejemplo,
tener una estructura sionista; pero al mismo tiempo la dependen' antes de la guerra de octubre de 1973, Entonces Israel atravesaba
cia de Occidente y especi4lmente de los Estados Unidos eta tan pof una coyuntura de boom económico, de suerte que la nueva
completa que los americanos pudieron'obligar a Israel en 195657, movilización que debetla haberse efectuado en tales circunstancias
bajo la amenaza de rescindir su ayuda, a desalojar la penlnsula de chocó con las condiciones económicas porque los ttabajadores te'
Sinaf ocupada por el Estado judlo y anexionada seg¡ln palabras nlan que abandonar la producción. Además hay que tener en cuen'
de Ben Gurion dutante la agresión de Inglaterra, Francia e Israel ta que la movilización genetal significa siempre en Israel una deci'
{, puesto que
contra Egipto en Suez y el Sinal. La dependencia financiera de sión previa al desencadenamiento del conflicto militar
Occidente puede obligar, por tanto, a Israel a renunciar a otfos los daños provocados por semejante movilización producen ya gas'
objetivos sionistas. tos similares a los de los conflictos militares,
Los medios de que Israel disponla o dispone eran enormes en T¡as la guerra de junio de L967, el mercado interior israell se
relación con la productividad del pals. Desde 1950 hasta L97) amplió con más de un millón de consumidores árabes, Bajo la
Israel recibió de los Estados Unidos 18 000 millones de dólares bajo presidencia de Levl Eshkol, el gobierno sionista de izquierdas llevó
distintas formas. En 1978 la cuart¿ parte de toda la ayuda exteriot a cabo una política de privatización de las empresas estatales. La
americana fue para Israel, Desde l95l a L977, Israel recibió de afluencia de capitales y la reforzada inmigración del extranjero
las comunidades judlas del mundo 4100 millones de dólares. Hasta estimularon enormemente la economla. Pero el capital invertido
1978, el déficit de la balanza de pagos del Estado judlo ascendla tenla sobre totlo carácter especulativo. El sectot de la consüucción,
a 12 500 millones de dólares y figuraba como el mayor del mundo dominado por encatgos militares improductivos de fortificaciones
per cápita *. como, por ejemplo, la llnea Bar-Lev en el canal de Suez, sirvió de
El volumen de las donaciones de capital determina t¿mbién el plataforma de lanzamiento a una capa de capitalistas que hasta
ritmo de la economíá israell. Cuando a mediados de la década de entonces eran desconocidos en el pals. El boom de la consrucción
1960 se acercaban a su fin los pagos de la RFA a Israel ", el go- fue acompañado de una demanda de mano de obra que Ee satisfizo

160 1ó1
principalmente gracias a los tabajadores árabes peor pagados de sionista que constituye la base de esa polltica. Pues, sin una ga-
las zonas ocupadas. Hoy en dla, los trabajadores del sector de la tantla del puesto de uabajo, sin una renuncia a los beneficios a
construcción y de la agricultura (circunstancia esta última que latgo plazo por parte de las empresas establecidas en las üamadas
constituye un sacrilegio para los sionistas) son casi exclusivamen- regiones de desarrollo y unos servicios sociales relativamente altos
te árabes. Actualmente la economla israell depende de los tabaja- no podla mantenerse una economla correspondiente al nivel de vida
dores árabes hasta el punto de que, especialmente en las llamadas europeo. La recesión de L965-67 y la consiguiente emigración pu-
ramas estructurales israelles, apenas se vislumbra una salida. sieron ya en entredicho el sistema polltico-económico de la crea-
La privatización de las empresas estatales o de la parricipación ción del Estado nacional para un Israel sionista, un pals de in.
estatal y pública en las fábricas y empresas no produjo consecuen- migración ideológica.
cias pollticas hasta diez años después, en mayo de L977, En esas La <nueva polltica económica> del gobierno parte de una in-
fechas el partido laborista fue sustituido por el bloque sionista- -
flación superior al 100 por ciento y de una redistribución
burgués, el Likud. Aunque Menájem Beguin prgsidla el Likud, no "noálbeneficiarios son los pro
revolucionaria de la riqueza social cuyos
debió su victoria a sus ideas sionistas extremistas. El voto estuvo pietados del capital destinado a la inversión. Esto lleva a qu. lo,
dirigido más bien a la sustitución de los par¡idos laboristas que ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más iobres,
a la elección de Beguin. La campaña electoral del Likud, dirigida La-s.ramas exportadoras, esto es, los iectores de la econoña que
por Ezer \(/aizman, habla atacado principalmente la decadencia de debido a su productividad pueden comperir en el mercado mun-
la economla y la administración. Las cuestiones de <polltica ex- dial, seguirán siendo preferidas, por lo que respecra a los oéditos,
tetior> hablan sido secr¡ndarias, La mayorfa de los votos que per- a los sectores que sólo pueden sobrevivir económicamente con lá
dió el bloque laborista fueron a parar al nuevo partido de Yigal subvención y la intervención del Estado. En pocas palabras: esto
Yadin, el oesn (Movimiento Democrático para el Cambio). Por lo significa que ahora se ven sensiblemente afectadas- las empresas
tanto, Beguin accedió al poder más por la ruina económica e que existen a base de subvenciones y cuya función es la oculación
institucional interna, ruina que cdstalizó en escándalos de corru¡> de tierras, sobre todo en la agricultura.
ción y nepotismo, y gracias a la nueva formación polltica del oesu, Esto no significa, sin embargo, que el campo buqués sionista
que por su programa del Gran Israel. esté dispuesto a renunciar a la ocupación e*p"nsiua de iierras, devo
El bloque sionista burgués iptenta desde entoilces, sobre todo radora de medios. El gobierno seguirá destinando fondos a la
desde diciembre de 1979, abandonar progresivamente la econo ocupación de tierras,
mla polltica de la ocupación de tienas o la creación del Estado _especialmente en las zonas ocupadas, e in-
cluso los aumentará, Estos fondos no se encubrirán en el'futuro
nacional en aras de la competitividad de la economla israell en el con otras partidas, socialmente más at¡activas, del presupuesto na-
mercado mundial, naturalmente sin renunciar a la ocupación de cional, sino que se mostrarán con mayor claridad que antes, La
tierras, En contraste con la polltica de los partidos laboristas, los orientación sionista de la polltica de Israel no se diferenciará de
fondos destinados a la ocupación de tie¡ras no se guarda en se la llnea anterior por la nueva polltica económica burguesa. La no
cfeto, sobfe todo en los servicios económicos del Estado, sino que 'vedad reside tanto en los privilegios económicos d-e las
esferas
se habla de ellos abiertamente, El ahono debe basarse sob¡e todo productivas como en la financiación abieta de los proyectos
en la supresión de las subvenciones a los aümentos básicos y a tolf.
ticos de ocupación de tiemas, rales como los nuevos asátamieitos,
la agricultura, hasta ahora privilegiada'¡. Mediante una polltica de l¡ necesaria infraestructura para ellos, etc, En relación con la in-
dinero escaso debe conseguirse que cie¡ren las fábricas menos tención sionista, apenas se vislumbra cambio alguno, puesto gue
cohpetitivas; mediante despidos en la Administración deben re- el <compromiso sionista del gobierno del Likuá es tód¿vla ;ég
duci¡se los gastos del Estado. La consecuencia es el cierre de em. fuerte que su creencia en un empresariado libre>.2, pero, en tér-
presas, sobte todo en aquellas regiones que se desarollaron en el minos generales, se pone más de manifiesto la costosa <misión
cent¡o de Israel para asegurar el asentamiento de los nuevos inmi- sionista> a3 de Is¡ael, El gobierno corre así dos riesgos: a la latga
grantes y por tanto no tenlan por qué ser productivas en un prin no puede escapársele a la población que tendrá que renunciar a
cipio. La contradicción de estas medidas radica en que el gobierno su nivel de vida material si se mantiene la rigurosa polltica de
pretende por un lado sustituir el modelo parcialmente dirigista del austeridad, pero al mismo tiempo el Estado sigue poniendo los
sionismo laborista por una tendencia muy fuerte hacia el capita- medios para alcanzat las metas sionistas, y especialmente pafa
lismo competitivo, sin reconocer ¡xlr ot¡o lado la motivación llevar a cabo la polltica de asentamientos; por otro lado, Israel

L62
L6t
se expone c d^ vez más a la presión extranjera, sobre todo occi- tinos no puüeron recupe¡arse de esta der¡ota militar hasta la fase
dental, porque la polltica de asentamientos es contraria a rn paz de la ceación del Estado judlo. La desmoralización causada por
amplia y por taoto también se ven amenazados los intereses occi- la denota que les infligieron sobre todo las uopas coloniales bri-
dentales en el Oriente Próximo. El apoyo incondicional a la poll- t¿ínicas se tradujo pollticnmente en los años t947-49 en el hecho
tica ísraell por Occidente tiene hoy dla unos llmites, puesto que de que las agrupaciones sionistas de combate y el posterior ejér-
ha cambiado la relación entre Occidente y los Estados árabes. El cito israelí se enfrentaron casi exclusivamente a topas de los
conflicto tradicional enue Occidente y los átabes era en última Estados árabes du¡ante el conflicto armado acaecido antes de la
instancia la razón decisiva del apoyo a Israel por parte del mundo fundación del Estado, Los desorganizados palestinos, por el con-
occidental s. hario, apenas representaban entonces un adversario digno de ser
tomado en serio,
En lo esencial, la reacción de los palestinos fue la pasividad,
III. DEL CONFLICTO DE PALESTINA AL CONFLICTO DEL ORIENTE PRO- que halló su expresión en el movimiento de huida dJ notablei
XIMO y representantes de la burguesla comercial. Este movimiento de
huida, ioiciado ya e¡ L947, no puede compara¡se con la expulsión
El conflicto de Palestina es el meollo, aunque no siempre el mo masiva de los palestinos llevada q cabo por los israelles á*ante
tivo inmediato, de las hostilidades y la guerra entre Israel y los los combates de 1948.
Estados árabes. En el conflicto general árabe-istaell se ttata de una En relación con la creación del Estado nacional sionista, la dis-
prolongación regional del conflicto local de Palestina. Esto no sig' cusión de la huida o expuls!ón de Ios palestinos crüece de impor-
nifica que todo el conjunto del conflicto árabe-israell, en forma de tancia. Io decisivo es más bien el hecho innegable de que Israel
tensiones y guerras interestatales, no haya sido y sea también no estaba en absoluto dispuesto a readmitir a los refugiados, a
expresión de conflictos y rivalidades entre palses árabes. La com' fin de poder crear de esta manera un Estado nacional ¡riato ráU-
petencia entre los palses árabes, sobre todo pr el papel dirigente tivamente homogéneo en Palestina. Si la población ára6e de pa-
en los movimientos de unificación árabe en los momentos de su lestina se hubiese quedado en su mayorla denbo del pals, no se
fase culminante en las décadas de 1950 y 19ó0, y las tensiones en' habrla podido imponer esa creación del Estado, por esia tazón, el
tre regímenes árabes derivadas de las diferentes concepciones so primer presidente del Estado de Israel, Chaim !üeitzmann, caliiicó
ciales y alianzas extrarregionales con superpotencias pueden set la huida o expulsión de los ¿lrabes palestinos de <maravillosa facili-
fácilmente distinguidas de la postura correspondiente ante la cues' dad para los objetivos de Israel>.7. por consiguiente, todos los
tión palestina y vinculadas a la legitimación árabe en general. En gobiernos israelles han rechazado categóricamente la vuelta de los
este sentido, la cuestión de Palestina, o sea el apoyo de los Estadoe refugiados en interés de un Estado nacional judlo homogéneo,
árabes a los palestinos no ha perdido jamás del todo su carácter
Pero no sólo el rechazo de la welta parece algo intencionado.
originariamente táctico, Los distintos cambios de frente a lo largo
También está documentado que se efectuaron exfukiones preme
de más de J0 años revelan esta relación insuumental.
L¿ función de Israel para los reglmenes árabes no anula, em' di¡alqs y planlficadas en masa. El historiador israell y biógrafo
pero, el potencial conflictivo que encierra realmente la cuestión oficial de_Ben Qurion, Michael BatZohar ha descubierto, po, Ji.--
plo, que la población árabe de las ciudades de Lidda y-ñamlá no
de Palestina. Existirla aunque !o la instrumentalizasen los regf'
menes árabes, huyó ante la conquista israell de estos lugares. Durante una sesión
La creación del Estado nacional judfo tenla necesariamente que que se ocupó de la cuestión de cómo se debla proceder con sque-
ir unida a la paulatina expulsión de los árabes palestinos, Esto lo llos habitantes, Ben Gurion, que estaba presente, se reservó su
tenla bien claro la población árabe palestina desde los comienzos opinjón. Fuera, después de la sesión, a la pregunta de yigal Allon
de la colonización sionista's. Su resistenci¿ a los pfoyectos slonis- en el sentido de qué iba a suceder coo aqué[os árabes, Ben Gurion
tas se materializó en un principio en congresos, resoluciones y ac- dijo que se les debla expulsar.E. Lo mismo se puede decir de
ciones de protesta, y más tarde en la violencia armada. De 1936 Nazaret. La población tampoco habla abandonado sus casas des-
a L939,1a oposición árabe a la ocupación sionista de tierras y al pués de l¿ conquista de la ciudad por las uopas israelles. Mordehai
protectorado británico que la permitla se plasmó en una lucha l,Iakleq ayudante del comandante Moshe Carmel, comunicó al
armada que fue sangrientamente reprimida {. Los árabes pales- biógraf1 que, a su llegada a Nazaret, Ben Gurion se indignó a la

t64 t65
vista de tanto árabe y exclamó: (¿Por qué tantos árabes? ¿Por el ámbito vital al que estaban acostumbrados, tenla que verse d!
qué no los habéis expulsado?>s, ficultada tan pronto como esos países modernizasen su agricultura,
La cuestión de los refugiados se convirtió en el conflicto central Una agricultura basada en el cultivo intensivo, como la que se
ent¡e Israel y los árabes. En los campamentos y viviendas provi- introdujo en Oriente Próximo a través de la reforma agraúa y la
sionales establecidos en las líneas del armisticio de 1948-49, los mecanización en sentido progresista, disminula las ya escasas opor-
palestinos manifestaban su voluntad de volver. Esta voluntad no tunidades de integración de los refugiados. Es cierro que la refor-
era solamente expresión de una obstinada afirmación nacional, tal ma agraria condujo a una nivelación de los ingresos agrícolas, pero
como corresponde a la conciencia palestina y a la interpretación pasó por alto totalmente los intereses de los refugiados, puesto
general, La obstinación nacional que se manifestaba en la reivin- que la <<mecanización de la agricultura, acelerada cada vez más tras
dicación del retorno habría desaparecido pronto si la cuestión de la reforma agraria, liberaba continuamente mano de obra agrl-
los refugiados hubiera sido solamente una cuestión nacional y no cola> t2. A otro reparto del suelo se oponla, por un lado, la escasa
también, y sobre todo, una cuestión social, tn problema social que productividad, resultado de una división en parcelas todavla más
otros Estados árabes no podlan solucionar debido a las relaciones pequeñas. Por otro lado, es diflcil imaginar que los propietarios
sociales existentes en ellos, y, a decir verdad, tampoco podlan so tradicionales de las tierras en unos regímenes conservadores hu-
lucionar aunque tuviesen la voluntad y la disposición polltica y bieran renunciado por voluntad propia a la base económica de su
subjetiva de hacerlo. poder, Lo que quedó de la estrategia integradora fue una oferta
Al enjuiciar la controvertida cuestión de los refugiados hay que de puestos de trabajo en la industria. Semejante perspectiva de
tener en cuenta que en la inmensa mayorla de los casos los refu- integración de los refugiados palestinos excedla, sin embargo, to
giados árabes de Palestina de 1948 eran campesinos que con la talménte de las posibilidades que tenía entonces la región, Habrfa
conquista y ocupación sionista hablan perdido sus tierras y, con requerido una uansformación revolucionaria cuyas proporciones
ellas, la base de su existencia. La estructura social de las zonas hab¡lan rebasado con mucho las de la cuestión global de Pales-
árabes que rodean a Israel apenas se diferencian del entorno so tina,
cial del que procedlan estas personas. Un estudio basado en datos El estudio, cuyas conclusiones son todavla válidas, analizaba
de la década de 1960 pone de manifiesto que <la estructura ocu- detalladamente todas las opciones, incluidos los <presupuestos ecc
pacional de los refugiados presentaba una gran analogla con la nómicos globales> en el sentido de un proceso regional de forma-
estructura ocupacional de la población de las zonas que los ace ción de capital 53, hecho posible por los elevados ingresos del pe-
gían, pues la esüuctura de la población alll aser.tada también se tróleo durante los últimos años. Pero hay que tener en cuenta que,
caracterizaba por una elevada proporción de personas dedicadas a segrin los cálculos que se hicieron en 1959, el <gasto de capital ne
la agricultura... Esto se observaba sobre todo en la agricultura, cesario para la creación de un puesto de trabajo ascendla a 11 000
que no estaba en condiciones de acoger al gran número de agri- DM>, es decir que se necesitarlan ó 500 millones de ou para 1a in-
cultores existentes'entre los refugiados, puesto que ya existfa un corporación de los refugiados palestinos t.. Fero esta base de cál-
excedente de esta mano de obra y sólo se disponla de tiera cul- culo no tenla en cuenta las implicaciones infrsestructurales y poll
tiv¿ble en proporciones limitadas> e, La integración de los refu- ticas de la consiguiente industrialización, proceso en el que deberla
giados como campesinos habrla requerido al menos una redistri- incluirse a la población no palestina de esas zonas. Gordon Clapp,
bución del suelo en los palses árabes vecinos de Israel. Las ¡rocas presidente de la comisión de observación económica de la oxu
tierras cultivables estaban ya repartidas, y el suelo es un medio para el Oriente Medio, advi¡tió por tanto, en un informe relativo
de producción que no se puede incrementar a voluntad. La estruc- a las posibilidades de integración de los refugiados: <La región,
tura social existente tampoco habrla podido absorber a los refu- los pueblos y los gobiernos no están preparados para un amplio
giados aunque se hubieran hecho esfue¡zos subjetivos por absor. desarrollo del sistema fluvial regional o de las grandes zonas no
berlos. Tan sólo una profunda revolución social habrla podido cultivadas. Insistir en ello sería una locura y una frusffación y, por
compensa¡ el <equilibrio de población>> 5t roto por la corriente lo tanto, supondría aplazar a un futuro todavla más lejano la
de refugiados palestinos en relación con las condiciongs de repro cuestión ranscendental del crecimiento económicop 55.
ducción social. Pero a ello se oponlan las estructr:iás políticas La consecuencia fue que <,los costos pollticos y económicos de
de los palses árabes. Además, hay que tener en cuenta que la la pérdida de tier¡as se transfirieron ahora por medios militares a
integración social de los refugiados en la agricultura, es decir en los Estados árabes y a la o¡¡u> só. Fue, pues, sobre todo la .lis,en-

166 t67
sión social de la cuestión de los refugiados la que mantuvo la mi- este modo, los <<actos de tepresalia> israelles cada vez se dirigieron
seria en los campamentos y la que agudizó la cuestión nacional a más contra Jordania y Egipto. El resultado fue que estos Estados
lo largo de los años. Entre las filas de los refugiados palestinos se vieron inmersos en la década de 1950 en el conflicto de Pales-
que en un principio querlan sencillamente volver a sus campos y
tina más de lo que ellos habrían querido. El conflicto de Palestina
a sus casas, surgió paulatinamente un movimiento nacional cuya se transformó, por tanto, en el conflicto de Oriente Próximo o
meta consiste hoy en la creación de un Estadó nacional palestino. átabe-israell.
El paso del elemento social al nacional se refleja en los combates
Los Estados árabes, y sobre todo Jotdania y Egipto, que con-
lib¡ados desde 1949 a lo largo de la sangrienta llnea de a¡misticio
trolaban las partes del antiguo protectorado de Palestina que no
del Estado de Israel, pollticamente consolidado. Para imponerse
habla conquistado Israel e¡ 1948-49, se dieron cuenta del peligro,
como Estado nacional judlo en Palestina, Israel tenla que marcar
Por eso intentaron no dejatse arrastrar por los refugiados pales-
a fuego su frontera dentro de la anterior estructura social de toda
Palestina. Asl pues, los árabes volvieron a encontrarse en sus al- tinos a un conflicto armado con Israel, militarmente superior. Jor-
deas del lado jordano de la llnea de demarcación, mienuas que dania, por ejemplo, se esforzó por perseguir los ataques de los
su base vital, sus campos y bosques quedaron del lado is¡aell. Más
<infiltrados> palestinos y por colaborar con las autoridades israe-
de 100 aldeas han perdido asl su <base de subsistencia> 57. <Esto lles 6t, El observador de la o¡¡u responsable de ese sector, Hutchin-
hizo que muchos árabes de las aldeas de lo margen occidental se son, infotma que las cárceles de <rNablus, Hebrón y Ammán esta-
halTaran en una situación económica peor que la de los refugiados, ban llenas de presos, muchos de los cuales sólo hablan sido en-
los cuales reciblan ayuda de la oxu> tt. ¿Qné cosa más natural, en carcelados por ser sospechosos de infiltación> ó2.
esas condiciones, que los palestinos afectados intentasen pasar al Hasta la primera mitad de 1955, Egipto tomó también medidas
lado israell de la hueva frontera a fin de recuper¿¡r por la noche sus para retener a los palestinos detás de la frontera. Para ello se
pertenencias abandonadas, recoger la fruta o incluso labrar sus emplearon, no pocas veces, métodos brutales. Frente a las publi
campos? Diariamente la prensa informaba de los intentos de los caciones oficiales israelíes y a la imagen supuestamente cierta de
aldeanos árabes por volver a sus campos, <de los que hablan sido que Egipto animó y organizó a los palestinos en esa fase decisiva
separados por la llnea de armisticio y que ahora estaban en sa- del conflicto, están las investigaciones del arabista israell y des-
zón>. Al ser rechazados, empezaron los combates habituales, con tacado petiodista de televisión Ehud Ya'ati. Sobre la base de los
muertos por ambas partes ". Nada menos que Dayan, como jefe documentos egipcios y jordanos capturados en L956 y L967, afitma
del Estado Mayor en 1956, expuso este aspecto de la ocupación que las autoridades egipcias hicieron todo lo posible hasta media-
de tierras a costa de los palestinos en un discurso fúnebre pro dos de 1955 o hasta el ataque israell a Gaza el 28 de febrero de
nunciado con motivo de la muerte de un miembro de w kibbúz L955 pata impedir que los palestinos cruzat^n la frontera y en-
de las proximidades de Gaza: <No condenemos hoy a los asesinos. tfasen en Israel t'. Se tomaron medidas represivas que excedieron
¿Qué sabemos oosotros del implacable odio que nos tienen? Desde incluso a las represalias israelles, como, por ejemplo, la o¡den de
hace ocho años tienen que vivir en los campamentos de refugiados abrir fuego contta cualquier <<infilrado> que se mos*ase a la vista,
de la franja de Gaza, mienffas que nosotros, ¿nte sus mismos ojos, el encarcelamiento preventivo de sospechosos y su concenffación
h¿cemos nuesffa la tierra donde vivieron ellos y sus antepasados,., en campos especiales de prisioneros, asl como el reasentamiento de
Hagamos hoy borrón y cuenta nueva, Somos una generación de sospechosos o de personas sospechosas de colaborar con los <tin-
colonos que no puede plantar un árbol ni construir una casa sin filtrados> y su traslado lejos de la llnea de armisticio r.
casco y sin fusil> e, Por tanto, la guera de Palestina se prosiguió como una pe-
La violencia reinante en las llneas de armisticio ttazadas en queña guerra fronteriza. Sin embargo, en esta guerra fronteriza
torno a Israel hacla inevitable que la violencia armada del Estado estuvo siempre en germen su extensión a un conflicto armado más
sionista, apücada como <represalia> por la transgresión de la fron- amplio. Las tensiones existentes en la frontera sólo necesitaban
tera, se contagiara a los Estados árabes, sobre todo teniendo en vincula¡se a otros conflictos regionales o globales para culminar en
cuenta que la <represalia> miütar de Israel se desar¡ollaba en su una gran guerra de Oriente Próximo.
territorio. Para no tener que reconocer a los palestinos, Israel par. En octub¡e-noviembre de 1956,1a sangrienta guerra fronteriza
tfa del principio de que de cada acción violenta que se ejerciese llevó a la agresión de Inglaterra, Francia e Israel contra Egipto.
desde teritorio á¡abe e¡an responsables los Estados árabes. De
El hecho de que pudiera llegarse a esta situación presuponla, sin
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169
embargo, la existencia de ese elemento global de conflicto, que de Palestina no era posible poner fin al conflicto árabe-israell, El
se sumó a la guera fronteriza árabe-israell: la intención de'Frán- pasado no ha podido ser desplazado ni enterrado, al no haber sido
cia e Inglaterra de asestar asl un golpe mo¡tal al nacionalismo superado políticamente,
árabe con el derrocamiento de Nasser. Con ello, Inglatema crela
poder anular la nacionalización del canal de Suez Jedarada por
Nasser cuatro meses antes y volvef a constituirse asl en potencia
hegemónica <<al este de Suez>. Francia esperaba poder sofocar la IV. ISRAEL Y LA IMPORTANCIA POLITICA A NIVEL Mt'NDIAL DEL CON-
guerra de liberación argelina con la calda de Nasser. Semejantes FLICTO DEL ONIENTE PROXIMO
ideas sólo podlan nacer de las fantaslas coloniales acerca de una
confabulación; pues ni Nasser era la causa del movimiento antiim- Desde su inicio sistemático a principios de este siglo, y debido a la
perialista existente en la región de Asia anterior, aunque fuese su ocupación de tierras y al consiguiente antagonismo con la pobla-
sfmbolo, ni la resistencia argelina se iniciaba y desarrollaba en El ción árabe, la creación del Estado nacional judlo dependió de la
Cairo, aunque el gobierno argelino en el exilio residiese allí. protección de potencias no regionales, es decir, europeas, El in-
La guerra de junio de 1967 se desencadenó también en la fron- terés de Gran Bretaña, como potencia protectora, por la coloniza-
tera y por tanto debido al conflicto de Palestina. Los ataques ar- ción sionista se debió también a ¡azones principalmente estraté-
mados de los comandos de al-Fatah, realizados desde teiritorio gicas. Las grandes arrerias del imperio b¡itánico pasaban por el
sirio y jordano, indujeron a Israel a llevar a cabo amplias <accio O¡iente Próximo. El centro de esas vlas de comunicación, áe las
nes de represalia>. El araque a la población jordana de Samua, <rutas imperiales> t7 británicas, era el canal de Suez. ya antes de
situada en la margen occidental, en noviembre de 19ó6, puede 1914 y durante la primera guerra mundial, los británicos, que de
conside¡arse como el preludio de la guerra de junio, acaecida poco minaban de hecho Egipto desde 1882, planearon establecer una
después. El empleo masivo de armamenro por Israel provocó dis- zona de amortiguación en el flanco nordeste de esas atterias de
turbios en la margen occidental palestina. La polémica interna tráfico. Cuando resultó evidente que el imperio otomano estaba s
árabe, sobre todo enne Egipto y Jordania, conuibuyó a la crisis punto de descomponerse, Inglatena se esforzó, en un tratado
de mayo de 1967, cuando se acusó a Nasser de ocnitame tras las secreto con Francia, por dividir el Oriente árabe en esferas de in.
ttopas de paz de la oNu estacionadas en el Sinal 6. tereses. La zona del posterior mandato británico de Palestina debla
desempeñar,. en la estraregia británica del Oriente, la función de
En la frontera siria fueron también las acciones armadas de los
palestinos las que llevaron a la agudización del conflicto entre un centro estratégico y de üáfico. Lord Kitchener habla afirmado
Israel y Siria, arasuado desde 1949, por el control de las llamadas mucho antes de la primera guera mundial, siendo un joven fun-
zonas desmilitatizadas, que por lo demás no hablan dejado de cionario colonial, que <.lGran Bretaña tenla que apropiarse de la
provocar tensiones entre ambos palses. para los palestinos, estos tier¡a entre Acre y Akaba>, a fin de estabilizar su posición esua-
tégica en Oriente tr. Una vez que Inglatena se hubo asegurado
conflictos y los relativos a la desviación del agua del Jordán re-
Palestina a través del mandato de la Sociedad de Naciones, trans-
presentaban la oportunidad de volve¡ a poner en juegó su causa formó la antigua aldea de pescadores de Haifa en un importante
como parte del conflicto árabe-israell. Los combares fronterizos se puerto para ba¡cos de gran tonelaje, Un oleoducto iba desde los
redoblaron después de que Israel amenazase con un ultimátum a
campos pemollferos iraquíes hasta Haifa, donde también se cons-
Siria s, Antes, en el mes de abril, hablan sido destruidos un g¡an
truyó una refinerla. El aeropuerto de Lod asumió una función de
número de aviones sirios en un combate aéreo sobre Damasco. De bisagra enue Asia y Africa.
aqul a la guerra árabe-israell de junio de Lg67 no habla más que
Arrtes de la guera mundial, los británicos pensaron ya en erigir
un pequeño ¡raso.
en Palestina, fomentando la colonización judla, una bátera flsic¡
esta gue$a, que llevó a la desuucción de los ejércitos árabes, conua la posible amenaza del canal po! parte de Turqula y el
-De
salieron vencedores, paradójicamente, los palestinos, si no miütar imperio alemán aliado de ella, asl como contra los aliadoi dvales,
al menos políticamente. Con la conquista del resto de palestina Francia y Rusia s. Pe¡o al mismo tiempo existlan también planes
el mundo volvió a tomar conciencia de la vieja cuestión palestina, que eran conffarios a esas intenciones y tendlan al apoyo del mo
encubierta por el concepto generalizador del <conflicto dei Orienté vimiento nacional árabe por Inglatera, en la medida en que los in
Ptóximo>. Se hizo así evidente que sin una solución del problema tereses árabes coincidlan con los b¡itánicos. Esta identidad de in-

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171
tereses con el nacionalismo árabe sólo se dio, sin embargo, hasta
embargo, esta protección sólo se dio mienffas se mantuvo intacta
la conquista de las zonas árabes del imperio otomano, pero no des- la posición de Inglaterra como potencia hegemónica en el Oriente
pués.
Próximo. Ben Gurion reconoció ya durante la segunda guerra mun-
La resolución británica contraria a los inte¡eses árabes se tomó dial que Gran Bretaña tenla que perder su importancia después
ya durante la guerra, cuando los representantes diplomáticos de In-
de la guetra y supuso que los Estados Unidos asumirían el papel
glaterra y Francia, Sykes y Picot, firmaron un tratado secreto. En
de Inglatera. Desde ese momento fueron los Estados Unidos los
el matado de Sykes-Picot, entre otras cosas, la región del posterior que actuaron como potencia protectofa oficiosa.
mandato británico de Palestina fue separada dé la zona en la que
los árabes plantearlan sus reivindicaciones sobre la base de las
A los intereses estratégicos y geográficos de la vieja potencia
promesas británicas anteriores y la aplicación del principio de la
comercial en el Oriente Próximo se sumó otro
-Inglaterra-
elemento antes de la primera guerra mundial y sobre todo des-
autodeterminación para la población local. Este acuerdo imperia.
pués de ella: el petróleo se convirtió cada vez más en una im-
üsta permitió a los británicos prometer a los sionistas lo que sería
portante fuente de energla. Las favorables condiciones de extrac-
el contenido de la declaración de Balfour de noviembre de 1917,
a saber, el apoyo a la consüucción de un <.hogar nacional>> para ción y uansporte haclan que el peuóleo del Oriente Próximo
el pueblo judío en Palestina, Los ingleses suponían con razón que fuese muy barato y los beneficios muy aftos. Semejante polltica
la declaración de intenciones a los sionistas desencadenaría una de precios era posible sobre todo gracias a la presencia militar
ola de indignación, sobre todo entre los árabes de Palestina, y y política de Ias potencias occidentales en el O¡iente Próximo.
por eso aplazaton todo 1,o posible su publicación, aunque en la Se podla obligar a los gobernantes tradicionales del lugar a en-
declaración de Balfour se establecía que sólo se tratarla de un tregar sus materias primas en condiciones favorables 72, La pre-
<<hogar nacional>> para los judíos en Palestina, preservando los sencia occidental en el O¡iente Próximo consolidó, por tanto,'los
derechos religiosos y culturales de la población no judía. Aunque gobiernos uadicionales de estos palses frente al movimiento na-
esta .formulación permitla deducir que los derechos de árabes, cional revolucionario que no sólo exigla la independencia nacional,
designados como <<comunidades no judías>, la inmensa mayorla del sino también la plena disposición de las riquezas minerales de
pals, no serlan respetados, para los sionistas estaba claro que el sus palses, es decir la nacionalización de los yacimientos de peró
término <<hogar> era sinónimo de Estado judlo. Sin embargo, era leo. Estas aspiraciones fueron reprimidas por todos los medios,
poco oportuno mencionar semejante intención en aquella fase del como lo demuesna el ejemplo iranl en la década de 1950, Los
desartollo. esfuetzos del presidente del gobierno iranl Mosadeq, revolucio-
Los sionistas y la empresa de colonización planeada po! ellos nario nacionalista, por nacionalizar el petróleo en 19.53 conclu-
dependieron, pues, desde un principio, de la protección y la yeron con un golpe de la cr¡, y Ia forzada vuelta del sha del exilio.
benevolencia de Gran Bretaña. También después, y a pesar de las Pero a partir de mediados de la década de 1950, los palses árabes
luchas conra el mandato británico de 1944 a 1947, Ben Gurion consiguieron librarse de la presencia occidental en sus ter¡ito
se esfo¡zó por mantener la presencia británica en el Oriente P¡ó- ¡ios. La evacuación de la zona del canal de Suez por Inglatena
ximo ?0. Por esta razón las tropas israelles se comportaron con dis- y la nacionalización del canal de Suez por Nasser fueron en 195ó
creción frente a la legión uansjordana probritánica en la guerra de la respuesta indirecta a la costumbre de Occidente de considerar
Palestina de 1948-49. La protección británica esperada para el fu- el Oriente Próximo como su finca particular.
turo era de interés mutuo para ambos Estados, Incluso la obsta- Poco después, en 1958, se produio la calda de la monarqula
culización a la creación de un Estado de Palestina en una parte hachemita en lrak. Las convulsiones que sufrió el Oriente Pró-
del pals, tal como exigla la resolución de la oNu de noviembre ximo en las décadas de 1950 y L960 hicieron finalmente que
de 1947, se remontaba a un acuerdo secreto que Ben Gurion ha- Occidente perdiera sus bases militares y con ellas también el
bla concertado con el emir Abdullah 7t. control directo de las materias primas y las vlas de comunicación
Aunque existlan concepciones distintas enffe Gran Bretaña y los de la región. El científico árabe-ame¡icano Charles Issawi, espe-
sionistas en algunos detalles importantes, como por ejemplo en la cialista en petróleo, afirma que <hacia mediados de la década
cuestión de la inmigración y la compra de tierras, sobre todo des- de 1960, era evidente que se iba socavando paulatinamente el
pués de la rebelión palestina de L9)G1939,1os dirigentes sionistas doble pilar en el que se apoyaba el poderlo militar y polltico
estaban seguros de la benevolencia de su potencia protectora. Sin y
angloamericano en Oriente Medio en el norte de Africa, asl

172
173
como el control de la ptoducción de las compañfas [peuolerasJ ciales, circunstancia que podrla eliminarse mediante el reconoci-
americanas y británicas> 7¡. m.iento mutuo, con lo que llegaríamos de nuevo al núcleo del con-
Con estos cambios se perfilaba también la tendencia a una me flícto, arín sin resolver ?E. Con las acciones armadas de mediados
dificación de la actitud occidental frente a Israel. A pesar de toda de la década de 19ó0 se puso en marcha, por tanro, la espiral de
la ambivalencia frente a la empresa sionista, Israel era para Occi- la escalada que, con sus efectos secundarios para los palses ára-
dente un aliado más seguro que los Estados árabes cuyos regl- bes, llevó a la guerra de junio de 1967. Pero prescindiendo de
menes no representaban evidentemente los intereses de la pobla- esto, y de la polémica en torno al proyecto de Israel de desviar
ción y cuya estabilidad estaba siempre, po¡ tanto, en peligro. El las aguas del Jordán, la guerra se desencadenó principalmente
antagonismo que enfrentaba y enfrenta a Israel con los árabes debido porque los intereses de los reglmenes nacionalistas árabes cho
a la ocupación sionista de tieras en Palestina hace que la pros- caban cada vez más con los de Occidente, En Irak se vela ame-
peridad o la ruina del Estado judlo dependa de la ayuda exte- nazado el monopolio de la Irak Petroleum Company por las me-
rior y por consiguiente es algo que pueden instrumentalizar estas didas de progresiva nacionalización. El gobierno baasista de iz-
potencias extranjeras, quierdas cortó la Trans Arabian Pipeline (rlpr) en Siria. El pafs
El propio Israel ha elevado el antagonismo entreOccidente y se hallaba a punto de colisionar con Occidente, y sobre todo con
el nacionalismo árabe a principio de su seguridad nacional, cam- los Estados Unidos. El gobierno israell responsabihzó a los sirios
biando su protección poi .lgotror <favores>- prestados a Occiden- de los actos de sabotaje palestinos. El jefe del Estado Mayor,
te?i. Especialmente en la década de 1950, Israel emprendió accio- Rabin, amenazó el 14 de abril de 1967 con una intervención mili-
nes militares que, aunque desencadenadas por las violaciones tar israell.
palestinas de la fronter¿, consiguieron, en cuanto <represalias>, El hecho de que indiquemos los distintos elementos del proceso
un efecto polltico que, como e:rp¡esaron también dos estudiosos que condujo al estallido de la guerra de junío de 19ó7 no sign!
israelles, tenlan también una <función latente> ?5 en relación con fica que Israel actuase directamente por órdenes occidentales cuan-
el conflicto árabe-occidental. Asf, por ejemplo, el ataque israell do el 5 de junio marchó militarmente contra los Estados árabes
a Gaza del 28 de febrero de L955 fue dirigido conua el intento unidos. Pero la indicación debe dejar bien claro que la acción
de aproximación egipciosirio, a fin de frusrar el proyecto de militar israell coincidla plenamente con los intereses occidentales.
alíanzas occidentales en el mundo árabe tal como se reflejaban Esto resulta evidente si se la compara con la gueffa de octubre
en el pacto de Bagdad?ó. Algo parecido ocurrió con el ataque a de L97): en esta ocasión, el gobierno de Estados Unidos hizo
las posiciones sirias del lago de Genezaret el 1l de diciembre llegar a Is¡ael la advertencia de que el início de operaciones mi-
de 1955, Enue otras cosas, tuvo la función de señalar a Francia litares por parte de Israel no contarla con la ayuda americana ?e,
que Israel estaba dispuesto a establecer con esta potencia cole Se confirma asl, aunque a la inversa, un viejo principio del con-
nial una alíanza antiártabe. El punto culminante de esta colabo- flicto del Oriente Próximo, principio formulado por el director
ración fue el ataque a Egipto en octubre de L956, efectuado junto del important€ periódico israelf Ha'arez, Gershom Shoken, en la
con Inglaterra, Más tarde Dayan explicaría que <los franceses bus- década de L950: pam Occidente resulta muy cómodo que se man-
caban aliados en su lucha contra los árabes>, La Francia colonial tenga la conelación de fuerzas pollticas del Oriente Próximo en
(querla impedir la extensión de la esfera de influencia de Nas- beneficio suyo mediante el fortalecimiento de Israel. (En este sen-
ser, Nos dieron armas para combatirlo> 3. tido se ha atribuido a Israel el papel de perro guardirín. No hay
Desde mediados de la década de 1960 los ledayin palestinos que temer que adopte una postura agresiva contra los Estados
empezaron a rcalizar acciones militares conffa Israel. En las accie árabes mientras esta postura sea conffaria a los intereses de Amé-
nes armadas de los palestinos, asl como en el caso de la guerra rica y de Gran Bretaña. Sin embargo, si las potencias occidentales
israelí, se tr¿ta de una aplicación de la fuerza indiferenciadá, una hicieran la vista gorda por uno u otro motivo, podrlan estaf segu-
aplicación de la violencia que no hace ninguna disti¡ción entre ras de que Israel castigarla a los Estados vecinos cuya falta de
combatientes y no combatientes, entre militares y civiles. Esto respeto a Occidente ha rebasado los llmites permisibles> e,
se relaciona sobre todo con el carácter esencialmente colonial del Desde la guerra de ocrubre de L9T se ha modificado la rela-
conflicto, el cual impide el reconocímiento del enemigo como ción de antagonismo histórico entre Occidente y los palses árabes,
adversario y, por tanto, como sujeto del derecho internacional. siempre que éstos no sean aliados de la Unión Soviética en el
La violencia asl aplicada no tiene pues fmites personales ni espa- conflicto global Este-Oeste. Con la plena independencia nacional

t74 t75
y el consiguiente control de su territorio, los Estados ¡írabes ad- tina. Estos son los primeros presupuestos para una solución del
quirieron también el cootrol directo de sus materias primas y de conflicto, presupuestos que requieren además el abandono de la
las vlas de comunicación de su zona. Por eso pudieron decidir estructura sionista de Israel, tal como se ha plasmado en sus
también los precios de sus materias primas, es decir del petróleo, leyes e instituciones. De este modo se reconocerla también que
y elevarlos oportunamente. Ya no existla el peligro inmediato de ha nacido en Israel una nacionalidad hebrea, judeo-israell, que
un régimen radical, porque se habla producido la retirada miütar no cumple ninguna función propulsora para el pueblo judío en
de Occidente de la región, retirada forzada sobre todo polftica. toda Palestina, sino que existe por sl y de por s7 ianto con la
mente. En la llamada <cisis del peuóleo> de L973 se fijó un nacionalidad árabe-palestina en la zona comprendida entre el mar
precio que supuso la definitiva revisión de la ¡elación de sumi- Mediterráneo y el rlo Jordán. Serla ésta una solución binacional
sión del Oriente Próxímo bajo hegemonla occidental. No fue casual del conflicto de Palestina, solución que, indudablemente, no pue-
que en las horas más diflciles de Israel, en la guerra de octubre, de ¡ealizarse de la noche a la mañana y que, además, exigirla
cuando el Estado judlo petdió en los primeros dlas de la guerra t¡ansformaciones sociales. Sin embargo, como punto de partida
el mito de su invencibilidad militar, el <1ó de octubre de 1973 de un proceso evolutivo, es la única posibilidad real de acaba¡
acordasen por primera vez en la historia seis minist¡os de la con el conflicto en beneficio de los hombres que allí viven.
opEp, en Kuwait, eleva¡ colectiva y unilateralmente el precio del
petróleo de 2,89 a 5,Ll dólares el barril>8t.
En este aumento de precios y en la posterior polltica de precios V. LA NACIONALIDAD JUDEO.ISRAELI:
se expresaba una nueva relación entre los palses occidentales y RECONOCIMIENTO
los productores de peróleo, relación que debla plasmarse a su
vez en las relaciones de Occidente con Israel. Pues al desaparecet La perspectiva de una comunidad binacional judeo-israell y árabe-
el antagonismo enre los palses occidentales y los árabes causante palestina en una Palestina global parte, a nivel conceptual, de la
del aumento de precios tenla que debilitarse y, en ciertas ci¡cuns- realidad polltica de que en ese pals viven dos pueblos, Esta
tancias, desaparecer por completo el apoyo occidental en el que realidad no puede sin embargo ser políticamente eÍicaz hasta que
se basa la existeocia de Israel como Estado sionista. Al menos, ambas partes la reconozcan conscientemente y la defiendan pro-
Occidente estaba ahora interesado en terminar paclficamente el gramáticamente. Pa¡a la nación judeo-israell, que ha crecido mien-
conflicto árabe-israell. A diferencia de situaciones anteriores, ahora uas tanto en el pals, esto significa respetar los derechos indivi-
habla que evitar que la violencia resultante de la cuestión pales- duales y colectivos de los árabes palestinos y ron pet, no sólo
tina aún sin solucionar se extendiese y abarcase a toda la región, ideológicamente, sino también en la práctica, con el sionismo,
tegión en la que no sólo se encuentran las mayores reservas de anulando todas las medidas legales y pollticas que privilegian a
energla del mundo, susceptibles todavfa de explotación rentable, los judlos y discriminan a los árabes y suprimiendo las institu-
sino a la que afluyen también en grandes proporciones capitales ciones co*espondientes, La nación árabe Palestina, por su parte,
occidentales. f,os esfuetzos intensificados desde 1973 por poner tiene que reconocer que, aunque a través de un proceso de colo
fin de una vez por todas al conflicto del Oriente Próximo, inicia- nización y usurpación, se ha constituido mientras tanto una na-
dos con la retirada de las ropas egípcio-israelles después de la cionalidad judeo-israell independiente. Los derechos colectivos de
guerra de octubre, hasta la <iniciativa de Sadat> de noviembre esta última en el pals hallarían asl una nueva legitimación basada
de 1977,los acuerdos de Camp David y el ratado de paz egipcio en su mera existencia; y esto se harla no a caasa del sionismo,
istaell de 1979, persiguen este fin. Pero en la medida en que es sino a pesar de é1,
preciso suprimir el carácter internacional del conflicto, se choca ¿Cómo pueden justificarse la perspectiva histórica del conflicto
con el quid de la cuestión: el problema palestino, o mejor dicho que hemos expuesto y la salida binacional? A esta visión de la
los efectos, repercusiones y condiciones de la ocupación sionista grr:t1iól palestina se llega si se abandonan el programa y la rea-
de tierras o de su continuación. lidad de unas reivindicaciones nacionales excliyenteq tjes como
Se ciera asl el clrculo en el que confluyen los diversos com- las del programa sionista, cualquiera que sea su'tendencia polltica.
ponentes del conflicto global: no podrá ser resuelto mientras Este programa significa el mantenimiento de grado o por fuerza de
Israel no renuncie a continuar con la ocupación de tienas y no las estructuras coloniales en toda Palestina, es decir tanto.en el
conceda a los palestinos el derecho a la independencia en Pales- Estado de Israel como en las zonas ocupadas en l9ó7. De la es-

t76 177
tn¡ctufa colonial tal como viene dada por la forma sionista
de deoisraell. Asl pues, la actitud de los palestinos no estará deter-
Estado, como¡condición para el **t.ni.¡.rrto de
un Estado na- minada por la igualdad potencial que podría compartir con la po
cional.de carácter judlo Israel-, ,. d.riva f. amrirri"..iái-y
blación judeoisraell, sino por el proceso perrnanente de la ocupa-
represión de los palestinos y, en consecuencia, también
tante amenaza flsica a la población judía en el pals. En
l" .orrr_ ción sionista de rierras. El reconocimiento de la nación judeo-israill
la medida por los palestinos significarla la anticipación a unos ¡esultados his-
en que por el lado sionista se aceptan, p^r^
la meta na- tóricos cuyos beneficiarios no se han decidido pollticamente por á
cional^, la resistencia palestina y ta loÁa itil "f"^n^,
¿r..p.ra p.opi. o no han reconocido la disposición a terminar con el proceio de
del carácter colonial del conflicto, se mantiene latente el
¿óminio usurpación. Además, el ¡econocimiento anticipado por parte de
completo de un grupo étnico por otro. Hasta aiora
los p"t.rti*, los palestinos de la nacionalidad judeo-israell como entidadsustitúi.
son la única vlctima colectiva de la colonización
sionista, p..o lu, da por el sionismo viene dificultado por la conciencia de una injus-
consecuencias de la colonización también podrían
volverse .on,r. lo, ticia sufrida en la propia carne y conrinuada. Es cierto que el cám-
ju'lfos que viven en Palestina, La reprobac'ión
áe hs reivindicaciones bio de conciencia no va necesariamente unido al cambio de las con-
r.charo je
nacionales mutuamente excluyentes conduce ,"*liér,
diciones sociales que lo producen; la norma suele ser el desajuste.
las reivindicaciones de hegemonla ¿ra¡.s. p"er-ia l;;;il;;; "l Pero la moral polltica que se remite a la injusticia sufrida perderá
relaciones en vi¡tud de una vuelta
,al statu
jio-int"rior.l p.o...o su base legítima cuando desaparezca la prolongación material de
sionista de colonización llevarra a la creación di-u¡ Estado xacii- Ia injusticia histórica, la estructura sionista de Israel. Los pasos que
n¿l órabe en toda Palestina y, con ello, la ,,eg"ción de
lo, d.re.iros se dieran en este sentido significarlan una reducción del conflicto.
nacionales de la población jude_o-israeil en il pals. grt. p.rrl..-
Preverlos sería realizar una ruptura con la lógica del conflicto im-
tiva tendrla a su vez carácier de expulsión .ol'.ctiua e impti.aita puesta por el sionismo y preparar el temeno para un posible reco-
posiblemente una lucha total.
nocimiento de una nación judeoisraell separada del sionismo.
A la vista de estas reivindicaciones mutuamente excluyentes,
alternativa de la binacionalidad en ,"d; p;Éti;; la . Este pfoceso de des-sionización de Israel podrla acelerarse y
toma en consi- facilitarse con el reconocimiento anticipado de una nación judeá
deración tanto la realidad histórica ;;; i. ;;a del conflicto, israell por los palestinos. De este modo los propios palestinós ára-
en*la medida en que supone la superación
¿ ;;;"r. bes participarían en el proceso de separación enre la nacionalidad
En el mismo rsraer apenas existen actualmente defensores judeoisraell y el sionismo. Esto significa algo muy distinto
de a reco
;l"n'n".',:ifi ."tT'lT:ii jff '#,'i:',:01'.:,*t*X"'",',:lj:'li nocer al Estado de Israel con su constitución sionista, El reco
nocimiento de la nacionalidad judeo-israell contribuirla a anular
sustirución del sionismo por el Estado
¡"á¡"-iri".il, n...;;.i;;;;
esto, todavía no ha calado.en la concián.i"
esa,,confusión con la que la política israell ha logrado hasta ahora
.oiüi"., a pesar de utilizar el miedo traumático de los judlos a ,tn -nrrevo exte¡minio
;-o {ebido a- que la ¡ealidad ,o.i.l ¡in..¡on.J empuja en esta como motor de la empresa sionista.
dirección en virrud de la integració; ;;"ró;;;;
á. *¡o, pueblos,
que ya coexisten, Las reticencias.de los pal.stino, El ¡econocimiento de los derechos colectivos de la nacionalidad
p^ta aceptat judeo-israell dentro de Palestina se diferencia cualitativamente
del
esta.perspectiva son, en.ca3bio,.de otro
iipo. 1"." empezar, no proyecto palestino de un Estado demou,ática laico en el que
puedgn admitir la peculiaridad i. unu de-
nuli*aliáad judeo-israell berlan ser, reconocidos por igual los cisdanos, judlos y müsulma-
en el pals, ya, que, por.culpa aet ,io"i.rno
conflicto, que le vienen dadai de l'á.- U, fo¡mas del nes que viven en é1, Al hacer hincapié en una igualdai que pr.._
fi
"n,.Á""o, *Co"Aia"J Ira.._
israell no l-ra sido capaz de d..prenders.'há;;h";,
cinde de la confesión religiosa se elude la cuesti-ór nacioial iomo
de las es*uc- problema realmente dominante. Los judlos, como todos los
turas sionistas dominantes en su comunidad a demás
fin á. ,..orro..i-rJ ciudadanos potenciales de un Estado unitario de palestina, se re-
a los.palestinos, como grupo,con lo, mtÁos-J.r..¡o,
colectivos e individuales. y b"jo l. t.g.Át"1"
y valores conocen asl únicamente en sus derechos individuales, pero no en
palestinos no pueden reconocerse a priori
áj sionismo, los sus de¡echos colectivos y nacionales. Se elude por tanio-la cuestión
ni como tegitimos-su¡e- nacional po¡que, al hacer hincapié en los derichos individuales y
tos de derechos individuales y mucho t.*",
."i."i"os. La conse- en la garantla de la libertad religiosa no se tiene en cuenta una
cuencia es que la persistencia del conflicto
,ünirt., y pales- postura expresa ante la cuestión de la cultura, la lengua y la iden-
"r,ir.
tinos no ha. permitido que_ se haga ,"did;J-i;;;sible
distinción tidad de cada grupo como contenidos político,s que, lo, ianto, de-
entre génesis sionista y ualidez nó sionista a. u"" comunidad ju_ ben ser ¡econocidos constitucionalmant., L" democracia es una for-

L78
t79
bido aprovechar hasta ahora pata su plopia legitimación, Pero la
ma de gobiemo Íornal, abstructa, que no toma en consideración
exigencia de que los palestinos reconozcan a Israel como Estado
las peculiaridades y diferencias. Abstrae¡ las peculiaridades nacio-
sionista es tan absurda como las prevenciones palestinas al recone
nales existentes que dominan el confücto, haciendo hincapié en
nocimiento de Israel como un atreglo con el sionismo y como una
una religión despolitizada como confesión, significa eludir la cues-
negación de la subjetividad palestina. Mientras que exigir el reco-
tión decisiva del carácter nacional de semejante Estado democrá-
nocimiento is¡aell-sionista por parte de los palestinos significatía
tico laico. justificar no sólo la pasada iniusticia de la usurpación por el sionismo
Por eso es tan decisivo el alcance del carácter nacional de tal
a costa suya, sino también la continuación del proceso de creación
comunidad, porque la democ¡acia formal significa siempre ga
del Estado nacional judlo contra ellos mismos, el reconocimiento
bietno de la mayoría. De esta manera el proyecto polltico de un
palestino de los resultados de la ocupación sionista de tierras en
Estado democrático laico, aunque no querido, ¡eactivaría impll
forma de un Estado de Israel todauta sionista no tiene que signi-
citamente la demografía y, con ella, la polltica de población, con-
ficar necesariamente el reconocimiento del sionismo. Más bien pue-
virtiéndolas en medios de control de los colectivos nacionales. Se
llega asl, naturalmente desde otro punto de pattida y con otra le-
de beneficiarse asl a la parte políticamente enuemezclada que
podrla salir rctorzada del proceso como nacionalidad judeo-israell
gitimación, a una nueva politización de la demografía, del senti-
miento nacional mayoritario de árabes y judlos, con lo que se no sionista. Las iniciativas palestinas en este sentido no harlan
sino acelerar ese proceso de entremezclamiento como des-sioniza-
inicia¡la un nuevo ciclo de represión nacional. Por consiguiente,
ción de Israel.
como se establece en el proyecto de Estado democrático laico, no
es necesaria la despolitización de la región, sino más bien la des- Pero sobre esta base tendencia a la des-sionización- no
existe la menor disposición -laistaelísionista a dejarse reconocer por
politización de la nación mediante el reconocimiento expreso de
los derechos colectivos de las nacionalidades. En una comunidad los palestinos. El mantenimiento de la confusión entre el sionismo
binacional se tratarla de separar las esfetas de dominio de la na' como estuctura polltica de dominio del Estado judío y la naciona-
cionalidad, de impedir la creación de un Estado nacional unitario lidad judeo-istaelí derivada de él beneficia de hecho al sionismo, en
de carácter exclusivamente judlo o árabe. la medida en que a la población judeo-istaell no se le oftece nin-
guna alternativa al conflicto y a sus formas antagónicas. De esta
El reconocimiento de la nacionalidad judeo-istaell por parte de
manera no puede escapar al proceso de formación del Estado na-
los árabes palestinos serla de una necesidad nacida de la lógica del
conflicto que contribuirTa a deslindar la autonomla de una identi- cional en condiciones coloniales como única forma de autoconser-
vación.
dad judeo-israell de la lealtad al sionismo. Los palestinos salvo
pequeños grupos, no comprenden todavla esta importancia del re- El reconocimiento de los derechos colectivos, es decir nacionales,
conocimiento. Un giro hacia este reconocimiento podtía conuibuir
del pueblo judlo-israell puede justifícatse legltimamente mediante
incluso a terminar con la panlízación polltica e ideológica existen-
el resahado y no mediante la géxesis del proceso de colonización
te en el proceso de autodefinición de los palestinos.y a neutralizar
y de su continuación. Asl ocure también con la importancia de la
binacionalidad, en contla de lo que afirman los minimalistas sio-
una aparente contradicción elevada a cuestión decisiva: pequeño
Estado en la margen occidental y en la franja de Gaza o toda Pa- nistas históricos como Martin Buber, Jehuda L. Magnes y ouos
lestina, contradicción comprensible, pero en esencia nacionalista. cuya idea binacional debe consideratse como parte integrante del
proceso de colonización y del sionismo, porque su binacionalidad
En la confrontación de esas concepciones alternativas territorial-
fltente cv ntificadoras se elude la cuestión pollticamente cualitatiua se refiere al ptoceso, todaaía por rcalizar, de la creación de la
de las condiciones decisivas para una coexistencia que no sea ex- nación judla en Palestina y, por tanto, parte del pueblo judlo, es
cluyente en el aspecto nacional y social. Asl pues, se vuelve al decir sobre todo de los judlos luera de Palestina y de los árabes
fraccionamiento territorialmente minimalista o maximalista del residentes en PalestinaE2,
campo palestino, Ese binacionalismo, debido a su propia asinetúa nacional, re-
presentaba asl un elemento del movimiento sionista, sobre todo
No es de extrañar que la conciencia palestina desarrollada en
porque tenla que imponerse a través de un proceso de colonización,
oposición al sionismo no pueda escapar a la lógica del sionismo
querido o no querido, en contra de los árabes palestinos. La bina-
en la cuestión del reconocimiento. La cuestión del reconocimiento
de la nacionalidad judeoisraell se sigue conlundiendo, pues, con cionalidad perseguida pbt esos grupos y personalidades era, por
el ¡econocimiento del sionismo; confusión que el sionismo ha sa- tanto, parte del proceso de colonización, aunque con el programa

181
180
minimalista se pretendiera evitar sufri¡¡ientos huñanos y conse-
a N0do! .!.ñmlañb¡ bdllar
I t! !b cuenci¿¡s pollticas imprevisibles,
Cmptr dc
La binacionaüdad aqul esbozad. se remite en cambio al tesal-
rvd¡ & l¡ tado, a la nación judeoistaell en Israel o en u¡a Palestina global
y no a la eiecución de sus condiciones de c¡eación y conservación.
Mrr Modlbrúno
'b. El resultado de la disolución de la constitución sionista de lstael
sería una nacionalidad judeeisraell y órabe-palestina aut&tona.
Esta es la irnportancia de la binacionalidad en el sentido de un
reconocimiento post tesltm del st¿tu quo, de la nación judeo-
israell sin sionismo,
La supresión de la estructura sionists significa históricamente le
negación de la negación de la existencia judeoi¡raelf y árabe-pales-
tina en una Palestina global. Negación de la negación en tanto en
cuanto la estnrctura sionista del Estado de Israel significa delimi-
tación y discriminación de los árabcs palestinos. y estos ríltimos,
en su ¡eacción a su expulsión, en lugar de di¡igir o(clusivamente
sus ataques contra la est¡uctura eio¡ista de luael, pucden caer cn
la confusión creada entre estructura sioni¡ta y existencia judeoic"
raelf dominada por la primera y no distinguir enne ambae. L¡
aclaración y solución real del conflicto no será posible hasta que
los judlos israelles no deseen teórica y prácticamente la ruptura
con el sionismo en cuafito ideolqfa y estructura material y h¡ste
que los árabes palestinos no estén dispuestos a reconocer la exis-
tencia colectiv¡ de la nación judeo-israelf en P¡le¡tin¡. Eso sig-
nifica pata anbas partes reconciüarse con la hiEtoria.

V¡. APENDICE CRONOU)GICO

¡ -;ldtu ffir- ill


I b.d¡eF .;.;
! tdlo ddr. ' ::: Al conienzo propiamente did¡o de la colonización sioriist¿, del asen
tamiento judlo programático y sistemático para l¿ definitiva cea-
bü*uú i:i:l
rjilit eBhdrnm -;l ARABIA SAUDI
;4':.:i L lrd d hú "4s ción del Estado, debe situarse en el año 1907, cuando en el oct¿oo
.b¡aóü lltq
4imrúúÉ
e b ñb
i:Pi
isli coflgreso sionista de La Haya se deiidió la c¡eación de la Olicina
drh.@ 1!¡
Palestina en Jafa. L¡ dirección de la oficina fue encomendada a
iiffi ffi*ffi i I PMt@ Artbar ktppin.
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eb-hdb''
¡u¡h¡
ú l. mu$
¿
i
Tlns el trutado franco-británico de Sykes-Picot de 1916, que pre-
ú l..olrc¡. !:! vela el reparto del lmperio otomano (Turqul¿) en esferas de i¡tere.
ses, Palestina debla ser internacionaüzad¡.
La declaración de Bafiour del 2 de nooiembre de 1917, efectuada
por el minisno británico de Asuntoe Exteriores I¡rd Balfour ante
Mapa 6. IÁ situación enlre el canal de Suez y el rlo lorilán tras la Lord Rothschild, en su calidad de representante sionista, fue una
fírma del tratado de paz egipcio-israelí el 26 de matzo ale 1979,
declaración de simpatla del'gobiemo británico que sirvió casi de
base jurídica a la empresa sionista en el sentido de la exigencia de
Theodor He¿l de la ceación de un Estado judlo.

t82 18'
En 1917-18 se efectúa la conquista militat de Palestina, una
parte del imperio otomano, por las üopas britrínicas. Desde 1920 Entte el 12 de enero y el 20 de julio de L949 se firma un armis-
el pals se halla bajo administración británica. En el mismo año ticio con los Estados árabes que participan en la guerra.
se funda el sindicato sionista Histadrut. En L926 la empresa colo
El 24 d.e abril de 1950 Transjotdania se anexiona el resto de la
nizadon sufre un duro golpe a causa de la crisis económica. La zona no conquistada por Israel (nargen occidental) del Estado de
emigración supera en número a la inmigración. Palestina previsto en la resolución de división. El 25 de mayo
El año 1929 marca uno de los hitos del conflícto de Palestina: Estados Unidos, Inglaterra y Francia garantizan el statu qao terú-
pot un lado, se lleva a cabo la lundación de la Agencia ludia sio' torial del <<O¡iente Próximo> (declaracióx túpattita). El 12 de
nista (en hebreo sokbnar) como entidad pública con el objeto de
julio de 1950, Egipto declara cerrado el canal de Suez para los
establecer el bogar nacional iuilío sobre la base de los artlculos 4, barcos y mercanclas israelles,
6 y 11 de la constitución del mandato. Por otro lado, y como reac' La aeción de rcpresalia israell contra la aldea jordana de Kibia
ción, se produce una rebelión árabe en Palestina, en el curso de la el L5 de octubre de L953, en la que murieron 60 personas, es un
cual es aniquilada la comunidad judla presionista de Hebrón' ejemplo de la continuación de la guerra de Palestina como conflicto
Con el establecimiento del Tercer Reich, con la subida al poder fronterizo entre Israel y los Estados árabes.
de los nazis en Alemania en 193), se inicía también una inmigra- Las desavenencias provocadas pot la actitud israell contra los
ción no sionista de judíos a Palestina. El exterminio de millones de á¡abes enue el ministro de Asuntos Exteriores Moshe Sharett y el
judfos europeos durante la segunda guetra mundial hace que la jefe del gobierno Ben Gurion caracterizan a esta fase de la poll
mayorla de los judlos pongan sus esperanzas en un Estado judlo tica israell en relación con los conflictos frontetizos. El 25 de enero
soberano. de 1954 Sharett pasa también a ser jefe de gobierno. Ben Gurion
En 1936-39 la población árabe de Palestina se opone al mandato se retira provisionalmente de la polltica oficial.
británico y a la polltica sionista de ocupación de tierras con una El 23 de iulio de 1952, oÍíciales jóvenes derrocan en Egipto el
rebelión armada que es reprimida sangrientamente. régimen feudal del rey Faruk, Los <oficiales libres> toman el poder.
En 1937 el plax Peel ptopone la división de Palestina en un En diciembre de L954, el coronel Nasser asume la presidencia del
Estado judlo y otro árabe. El 17 de mayo de 1939 el gobierno Consejo de la Revolución.
británico publica un libro blanco que contierie limitaciones a la En lebrero de 1955 se fi¡ma un pacto militar occidental para
inmigración judla y a la adquisición sionista de tietras. el Oriente Próximo (P¿cto de Bagdad). El 28 de lebrero se lleva
a cabo una <acción de represalia> israell contra Gaza, adminístrada
En la resolución de Biltmore de mayo de 1942 (denominada asl
por la conferencia sionista ex*aordinaria celeb¡ada en el hotel por Egipto, Pocos dlas antes Ben Gurion habla vuelto a ocupar el
neoyorquino de Biltmore), Ia Otganízación Sionista Mundial rompe
ministerio de Defensa.
la. alia¡za uadicional con Gran Bretaña y declara abiertamente la Egipto firma con Checoslovaquia un t¡atado de abastecimiento
intención de ctear un Estado judlo en Palestina. Ben Gurion (1921' de armas después de haberle negado Occidente armas a Nasser
1935, secretario general de la Histadrut; L935-t948, presidente de debido a su polltica de neutralidad. El uatado se da a conocer el
la Agencia Judía) busca ahora la colaboración con los Estados 27 de septiembre de 1955.
Unidos. El 26 de ialio de 19J4 Nasser proclama la nacionalización del
El 29 de nooiembre de 7947, la asamblea de la ONU acuerda la canal de Saez,
dhtisióx ile Palestina en un Estado judlo y oro árabe' Vuelven a En vísperas de la guetra de Sinal/Suez, fue*as de seguridad
estallar asl, en Palestina, los combates entre judlos sionistas y israelles fusilan el 28 de octubre de 195ó a 49 habitantes de la
rírabes palestinos, interrumpidos desde 1939. aldea árabe de Klar Kassem, en Israel. Esto sigue determinando
las relaciones enre judlos y árabes denuo de Istael, El 29 de
El 9 de abril de 1948, las otganizaciones de combate sionistas
octubre de 1956, Israel inicia la gaena de Saez con su ataque a
destruyen la aldea árabe de Dir Yassin, cerca de Jerusalén, y exter-
Egipto. Por presiones americanas, Israel desaloja la penlnsula del
minan a su población. Dfu Yassin figura como el comienzo de la
Sinal el 7 de marzo de 1957.
huid¿ o expulsión de los árabes de Palestina.
En junio de 1963 Ben Gurion abandona el cargo de presidente
Al término del mandato de Palestina (el 15 de mayo de 1948) del gobierno. Le sucede Leuí Esbkol.
se proclana el Estado de Israel' el 14 de mayo. Cnn ello empieza
La primera conlerencia cumbre de jefes de Estado y monarcas
oficialmente la primera guerra de Palestina.
árabes se teúne en Alejandrla en eTteto de 1964. El motivo es,

184
185
denta del gobietno al fallccido Eshkol, abandonó el gobierno como
entre otras cosas, el conflicto entre Israel y Siria por la dewiación consecuencia de supuestas <negligencias> en la guerra de octubre.
de las aguas del Jordán. En octabre de 1974, se celebra en Rabat una cumbre árabe. En
En máyo de 1964, el Congteso Nacional Palestino crea la Or' ella $e reconoce a La OII como única reptesentación legítima del
ganización paru la Libercción de Palestina (OLP). Las primeras pueblo palcstino. El ll de noviembre, Yasir Arafat habla ante la
acciones .ilitat"t organizadas de los palesúnos contra Israel corren Asamblea General de las Naciones Unidas.
a cargo de la Organización de combate al-Fatah en eneto de 1965. EI D de abril de 7975 estalla e¡ el Líbano la guerra civil uas
Como organización política secreta, al-Fat¿h habl¿ sido fundada e¡ la matanza de Ain Roumaneh, en Beirut, donde mutieron va¡ios
1956 por Yasir Arafat en Gaza. viajetos libaneses y palestinos de un autobús a manos de falan'
En 1965 Israel sufre su c¡l¡js económica más gxave h¿sta el gistas libaneses derechistas.
momento, crisis que no se supera hasta l¡ guerra de iunio de 1967. El gobierno israell expropia er G¿liled tierras árabes. La pobla'
En feb¡ero de 1966 el ala izquierda del Baas, al mando del gene ción tírabe de Israel se manifiesta contra las expropiaciones en una
ral Yedid, se hace con el poder en Siria. Acto seguido aumentan las haelga geterul el 30 de marzo de 1976. Las autoridades israelles
tensiones con Occidente. emplean el ejército; el dla del saelo constituye un hito en la con'
El 13 de nouiembrc de 7966, Israel emprende una ampüa <ac' ciencia palestina entre los árabes de Israel.
ción de represalia> contra la aldea de Samua, situada en Jordania, El 1 de iunio de 1976 interviene el eiército sirio contra pales'
desencadenando asl manifestaciones palestinas contra el régimen tinos y progresistac en los combates del Llbano'
hachemita en la margen occidental. En las eleccioner anticipadas celebtadas en Israel el 17 de mayo
El 5 de ianio de 1967 Israel ataca militarmente a los Estados de 1977 se hace cargo del gobierno el bloque sionista de detechas
árabes adyacentes. El atague fue precedido de un complicado mon' Likud. Menáiem Begain es elegido ¡rresidente del gobierno. Por
taje en ei que intervinieron factores confüctivos internacionales, primeta vez desde el comienzo del proceso sionista de colonización,
inie¡árabes y lrabes-israelles. El motivo de los ataques istaelles fue cl siooismo laborista se h¡lla en la oposición.
sobre todo .l egipcio de la vla marltim¡ a Eilat el 23 de Con su espectacular aisita a lerasalén, Sada¡ intenta abrir el
mayo de 19ó7. "i"tr. 77 de nouiembre de 7977 una brecha para llegar a una paz entre
Én la bat¿lla de Kanmeh, en la orilla oriental del Jordán, libra' Israel y los árabes. La visita y las consiguientes convetsaciones
da el 28 de m¿rzo de 1968 erttre ledafin y tropas israelles, los pa' conducen a los acuerdos de Camp Dauld, organizados conjuntamen'
lestinos adquieren concienci¿ militar, sobre todo con el fondo de te con los Estados Unidos, en los que se decide sobre todo con'
la dermta átabe de la guerra de junio. ceder autoxomla a la wblación palestina de la margen occidental
El doble gobierno establecido mientras tanto entre ledayix pa- y de la franja de Gaza. Israel entiende por (autonomla> el man'
lestinos y monarqula hachemita en lordania se incüna sangrient* tene¡ abierta la cuestión de la soberanfa y la ultetior colonización
."nt. .n favor de la monarqula en septientbre de 1970. Tras la con judfos de estos territorios, lo que, a largo plazo, tiene que
muerte de Nasser, ocurrida el mismo mes' en Egipto se impone lleva¡ una definitiva superioridad numérica sobre los palestinos alf
Sadat y ¡c convierte en presidente. residentes y, en última instancia, a la anexión pot parte de Isracl'
Tras el armisticio del 7 de octubre de 1970 en el can¡l de Suez, Egipto, por el contrario, guiere llegar, a uavés de una lenta tran'
donde se libraron combates desde abril de 1969, aunque de carác' sición, a la aatodeterminaciór palestirra.
ter local, en feb¡ero de 1971 se discute la iniciativa dd delegado Esta contradicción fundamental pone en peligro el tratado de
de la oNu, larring, que ftacasa, paz egipcio-israell de marzo de t979, puesto que mientras no se
El 6 de octubre de 197J empieza la cuarta guerra del Oriente resuelva la cuestión palestina Egipto petmanecerá aislado y será
Próximo, seguida en el terreno polltico de la conferencia de Gi¡e' diflcil proseguir las negociaciones de paz entabladas a iniciativa de
bra del 21 de diciembre. Sadat.
La aproximación egipcioisraelf a instancias de los Estsdos Uni'
dos se inicia con la firma del llamado trutado de separacióx de
tropas del 78 de enero de 1974. Si¡ia firma también un ratado
similar con Is¡ael.
El 3 de iudo de 7974, Rabin forme un nuevo gobierno israelf.
Golda Meir, gue en febrero de 1969 habla sucedido como presi'
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