Está en la página 1de 21

Modelos de enseñanza y modelos de comunicación

en las clases de ciencias naturales

Laura Levin *
Araceli Marcela Ramos *
Agustín Adúriz-Bravo **

Artículo recibido: 26-06-2006 y aprobado: 5-08-2008

Teaching models and models of


communication in science classes

R esumen: El objetivo de la Abstract: The aim of this study


investigación relatada en este trabajo fue analizar si el was to analyse whether science teachers’ style is
estilo de enseñanza al que dice adherir el profesorado expressed in the different communication schemes
de ciencias naturales se expresa en las diversas formas established in their classes. Classroom observation was
de comunicación que se establecen en sus clases. El focused on linguistic interactions established between
foco de la observación de clases estuvo principalmen- teacher and students. Teaching and communication
te en las interacciones lingüísticas entre profesor/a were characterized by means of several theoretical
y estudiantes. La enseñanza y la comunicación se models, which are discussed here. From the classro-
tipificaron con diversos modelos teóricos, que aquí se om observation analysis, it was possible to draw the
revisan. A partir del análisis de las clases observadas following statements: 1. the constructivist teaching
se robustecen las siguientes precisiones: a) el modelo model requires, at least in some periods of the time,
“didáctico” constructivista necesita en algún momento the effective use of dialogic communication inside
del despliegue efectivo de una comunicación dialógica the classroom; 2Therefore, the declarative ‘adherence’
en el aula; b) por tanto, “adherir” declarativamente al to constructivism while ‘closing’ communication mo-
constructivismo mientras se generan modos de comu- dels are generated in the classroom reveals implicit
nicación clausurantes en clase deja al descubierto mo- models of transmission or conditioning; 3. However, it
delos implícitos de transmisión o de condicionamiento; is possible to observe that, in Argentinean classrooms
c) sin embargo, en las aulas argentinas se observan there are hybrid types of practice in which language
tipos híbridos de práctica en donde el lenguaje asume plays different roles.
muchos papeles.
Key words: Teaching models, communication models,
Palabras clave: Modelos de enseñanza, modelos de classroom interaction, school scientific language,
comunicación, interacción en el aula, lenguaje científico constructivism, and classroom observation.
escolar, constructivismo, observación de clases.

u1

*
Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental, BBE. lale@bg.fcen.uba.ar
**
Universidad de Buenos Aires, UBA. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, FCEyN.
andurizbravo@yahoo.com.ar.

N.º 23 t Primer semestre de 2008 t pp. 31-51 31


T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

Introducción nes de convergencia o de contradicción


Hoy en día, uno de los problemas funda- que se establecen entre las formas de
mentales de la innovación en educación enseñar y las formas de gestionar la co-
es encontrar formas de comprometer a municación en clases reales de ciencias
las aulas para crear y mantener condi- naturales. Para el análisis de nuestro
ciones en las que pueda prosperar un corpus de datos, recuperaremos dos
diálogo abarcador, democrático y abierto tipologías muy genéricas: una de mo-
durante la enseñanza (Sarramona, 1988; delos comunicativos y otra de modelos
Burbules, 1999; Mortimer y Scott, 2003; “didácticos” (de enseñanza). También
Rice, 2005; Sagastizábal, 2006). De allí queremos examinar más detalladamen-
la importancia que ha cobrado, en el te algunas de las características de la
campo de la investigación educativa, el comunicación didáctica que se genera
estudio de las formas y estilos que asu- en las clases de ciencias, para lo cual
me la comunicación al enseñar (Contre- recurriremos a diversas aportaciones
ras, 1990; Sierra, 2000). El problema de teóricas provenientes de la pedagogía,
la comunicación significativa (dialógica) de la didáctica de las ciencias naturales y
de contenidos disciplinares en las aulas de los nuevos estudios sobre el lenguaje
de ciencias naturales también viene en el aula.
siendo identificado como una línea de
trabajo central para la didáctica de las Marcos teóricos
ciencias (Lemke, 1997, 2002; Sanmartí, En esta sección presentaremos dos mar-
2002, 2003; Márquez et al., 2003, 2006; cos teóricos clásicos, “instalados” en
Mortimer y Scott, 2003; Izquierdo et al., forma relativamente amplia dentro de
2004, 2007; Izquierdo, 2005; Marbà y la comunidad académica iberoamericana
Márquez, 2006; Marbà et al., 2006; Scott de investigación educacional, que fueron
et al., 2006; Scott y Ametller, 2007). diseñados para clasificar los procesos de
José Contreras (1990) define el pro- comunicación y de enseñanza mediante
ceso de enseñanza como un proceso de analogías o tipificaciones taxonómicas y
comunicación humana que reúne cinco “modelizadoras” (es decir, de representa-
características: es intencional, forzado, ción teórica). Por cierto, entendemos que
jerárquico, grupal e institucionalizado. estos marcos no son los únicos posibles
En resumen, la enseñanza se diseña para el análisis, pero, funcionando a
siguiendo finalidades claramente defi- modo de “lentes conceptuales” muy po-
nidas, se da en un contexto normativo tentes, a nosotros nos permiten encon-
en el seno de un sistema de relaciones trar cruces significativos en el estudio
sociales, esta mediada por un lenguaje etnográfico de nuestras aulas de ciencias
que, entre otras muchas cosas, comunica naturales (Galagovsky et al., 1998).
contenidos disciplinares específicos, y se El primer marco teórico proviene de la
desarrolla constreñida por el marco de pedagogía, y caracteriza la comunicación
sistemas altamente formalizados crea- “didáctica” (esto es, aquella dirigida
dos para el efecto. intencionalmente a la enseñanza) con
En este trabajo nos interesa realizar tres metáforas, según el grado de par-
un primer acercamiento a las relacio- ticipación de los actores (profesorado

32
Modelos de enseñanza y modelos de comunicación en las clases de ciencias naturales

y estudiantado) en la co-construcción 2. El modelo orquestal. Para este mo-


del discurso de aula. El segundo marco delo, la comunicación es un proceso
proviene de la didáctica de las ciencias social donde todos participan de al-
de línea francesa, y tipifica las “formas guna forma más o menos limitada. La
de enseñar” según la imagen de aprendi- analogía es una orquesta donde todos
zaje y de estudiante que el profesorado tocan la misma partitura, no ya un
sustenta para organizar su práctica (por intérprete (profesor/a) y su audito-
ello, esta clasificación “sintoniza” con rio (estudiantes), como en el modelo
fuentes psicológicas y cognitivas). anterior. Lo que ocurre alrededor es
En el caso de este segundo marco de también parte del proceso. La comu-
análisis, hablamos de modelos didácticos nicación se establece no sólo a través
(es decir, modelos de enseñanza) sabien- de la palabra, sino también a través
do que esta expresión es problemática de los gestos. Sigue habiendo un di-
por su multiplicidad de sentidos (Adúriz- rector de orquesta (profesor/a), y los
Bravo, 2001; Galagovsky y Adúriz-Bravo, mensajes (contenidos) son bastante
2001). La decisión ha sido respetar aquí unívocos por su naturaleza externa,
la nomenclatura original postulada por normativa e institucionalizada.
Jean-Pierre Astolfi (entrecomillándola, 3. El modelo sistémico, que entiende
para señalar su problematicidad), pero la comunicación como un sistema
en la subsección correspondiente hare- complejo de elementos interactuan-
mos un breve paréntesis para discutir tes, y analiza esos elementos y las
algunas dificultades que tiene esta no- múltiples y diversas relaciones que
menclatura1. se establecen entre ellos. El factor
crítico en la comunicación no es,
Los modelos comunicativos como en el modelo anterior, el emisor
El pedagogo español José Contreras (músico) o la naturaleza del mensaje
Domingo (1990) plantea tres modelos (partitura), sino más bien la capaci-
generales apoyados en sendas analogías dad de los sucesivos receptores para
para conceptualizar el proceso de comu- decodificar y dar sentido a lo que los
nicación didáctica en la escuela: emisores dicen o hacen. Deben exis-
1. El modelo telegráfico, que entiende tir un código lingüístico y un acervo
la comunicación como un proceso cultural compartidos. Emisores y
de transmisión lineal y unidireccio- receptores intercambian mensajes
nal de información entre un emisor por distintos canales (verbal, gráfico,
(profesor/a) y unos receptores (estu- gestual) y con distintos códigos, no
diantes). Todo lo que acontece alre- siempre convergentes. Los mensajes
dedor no importa para el proceso, y tienen un contenido informativo y un
son solo “ruidos” que interfieren con contenido relacional, esto es, dicen
la comunicación eficaz del mensaje. sobre la relación que se establece en-
tre los comunicantes (este es, para el
psicoterapeuta y semiólogo austriaco
1 Agradecemos a un evaluador anónimo de nuestro
Paul Watzlawick, uno de los axiomas
artículo por sus sugerencias en la línea de añadir
esta discusión, que consideramos valiosa para los de la comunicación: Watzlawick et
lectores.

33
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

ál., 1981). El mensaje que recibe el 2. El mensaje. Además del conocimien-


receptor es creación tanto del emisor to académico (currículo formal),
como de él mismo: los mensajes son el profesor/a pone en juego otros
entonces elaboraciones complejas. mensajes: sobre las formas de par-
Profesor/a y estudiantes participan- ticipación adecuadas (relaciones
do en la comunicación son simultá- sociales), sobre las actividades que
neamente emisores y receptores. tienen que realizar los estudiantes
El modelo sistémico tiene en cuenta con los contenidos de la enseñanza.
para el análisis que, debido al carácter Resulta por ello imposible separar
equívoco de la comunicación humana, qué se enseña de cómo se enseña.
los interlocutores necesitan desplegar 3. Las reglas de participación. Las cla-
procedimientos de reconocimiento de ses son ambientes comunicativos
la comprensión correcta, llamados con diferenciados con reglas propias
el nombre genérico de realimentación. acerca de cómo y cuándo participar,
El uso de códigos que son no solo que además están afectados por la
lingüísticos, sino también de relación escuela y el sistema educativo, y por
social, debe dominarse para tomar parte el marco más general de la sociedad
eficientemente en la comunicación. El y la cultura de un pueblo.
dominio de esos códigos se adquiere A estos tres elementos genéricos de
participando de los sistemas culturales la comunicación en el aula para la en-
donde ellos tienen vigencia. En este señanza de los contenidos curriculares,
sentido, las ciencias naturales, como sis- hay que añadir los constreñimientos
tema cultural, poseen códigos propios y específicos que las ciencias naturales
el acceso a ellos debe plantearse desde la como acervo cultural imponen. En este
educación formal (Lemke, 1997, 2002). sentido, hay especificidades propias de
El medio escolar supone un contexto la comunicación científica que han de
diferenciado con sus propios códigos, ser tenidas en cuenta en la labor del
con su cultura peculiar, que es necesario profesorado de ciencias (Izquierdo et
conocer para participar adecuadamente ál., 2004, 2007; Izquierdo, 2005; Marbà
en él. Existe además una comunicación y Márquez, 2006).
mediada, en la cual los objetos y las Nicholas Burbules (1999), en un texto
instituciones sociales comunican. La ya clásico, plantea la idea de la enseñan-
escuela como institución comunica, y za como diálogo, entendiendo el diálo-
aquello que se comunica en la educación go como una forma de comunicación
y en la enseñanza variará de acuerdo al pedagógica. El diálogo es una relación
modelo educativo que ella sustente. En comunicativa “simbiótica” entre pares,
la comunicación didáctica se ponen en que exige un compromiso cognitivo y
juego muchos elementos; nos interesa también emocional. En sus planteos
señalar los siguientes, siguiendo a Con- teóricos, este autor distingue entre
treras (1990): preguntas auténticas o divergentes y
1. Las fuentes de información (emisores, preguntas aparentes o convergentes. Las
textos, materiales, etc.), reguladas preguntas auténticas quedan fundamen-
por el profesor/a. talmente abiertas, ya que su respuesta

34
Modelos de enseñanza y modelos de comunicación en las clases de ciencias naturales

no está preestablecida; las aparentes Diversas instituciones sociales pro-


(pseudopreguntas), en cambio, delimitan penden a reforzar ciertas formas de
artificialmente lo que puede valer como pensar y a desalentar otras; por ejemplo,
una respuesta satisfactoria, se dirigen a los sistemas sociales de poder y de pri-
una respuesta específica. vilegio tienden a reforzar las asimetrías
Las pseudopreguntas comunican en el diálogo viciando la reciprocidad y el
mensajes implícitos sobre las respues- respeto que este exige. Las experiencias
tas deseables (fijadas por el saber del de castigo o intimidación se dirigen a
profesor/a), y apelan a la ingenuidad silenciar “determinadas voces, en ám-
de los estudiantes. En este marco rara bitos incluso aparentemente abiertos”
vez ellos cuestionan el sentido de la (Burbules, 1999: 203). Si la educación
comunicación o introducen preguntas muestra las respuestas correctas, se
que salven el abismo entre su marco de suprime la preferencia por discusiones
referencia y el de los profesores (Gala- más interesadas en la indagación, la
govsky et ál., 1998). Este escenario de construcción y los puntos de vista diver-
enseñanza-ficción (Cañal y Porlán, 1987) gentes, estrategias que están en la base
no es solo responsabilidad del profeso- de la didáctica de las ciencias actual.
rado, sino que las distintas influencias Este estilo comunicativo antidialógico,
institucionales, como las presiones por o autoritario (Mortimer y Scott, 2003),
cubrir los contenidos y las evaluaciones tiene una incidencia negativa en la ca-
(basadas en pruebas) del rendimiento lidad de la educación científica, pues
de los estudiantes, del profesorado y entra en abierta contradicción con la
de la escuelas, ponen a la clase en esta propia naturaleza de la ciencia (Jiménez
situación. Aleixandre, 1996; Duschl, 1998).
Burbules (1999) sostiene también que El currículo de ciencias tradicional
el éxito del diálogo didáctico debería no reconoce la necesidad del desarrollo
evaluarse por la naturaleza del intercam- de aptitudes comunicativas (Sanmartí,
bio comunicativo que se desenvuelve 2003); incluso, en ciertas situaciones,
en la relación dialógica, no sólo por sus poner de manifiesto virtudes comuni-
resultados. A la inversa, el fracaso en la cativas puede resultar inseguro, porque
comunicación didáctica viene dado por entra en contradicción con el modelo de
aquello que interrumpe abruptamente ciencia detentado, que es en cierto sen-
la discusión, que determina de antema- tido a-retórico en tanto que apodíctico o
no ciertas áreas de indagación o que “autoevidente” (Izquierdo, 2005; Marbà
acalla o ahoga ciertos puntos de vista. et ál., 2006).
La situación escolar es muchas veces El currículo se centra en cubrir el
antidialógica, al igual que gran parte contenido; las metas educativas se eva-
de nuestra sociedad. Para que exista un lúan mediante pruebas en las cuales los
auténtico juego dialógico debe existir resultados que no pueden “medirse” son
participación, compromiso y reciproci- relegados a una posición subordinada.
dad entre los participantes (Mortimer y Existe una concepción que centra el pa-
Scott, 2003; Scott et ál., 2006). En este pel del profesor/a en el manejo (control)
contexto, virtudes como la tolerancia o del aula; el mantenimiento de las condi-
la paciencia son indispensables. ciones de orden y disciplina se convierte

35
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

en un fin en sí mismo. Esta concepción en modelos: Develaki, 2007) pertene-


técnica de la didáctica tiende a orientar ciente a la didáctica de las ciencias
los comentarios de profesorado y estu- naturales como disciplina científica
diantes hacia un habla de control. Cuan- (ver Izquierdo y Adúriz-Bravo, 2003).
do los estudiantes introducen preguntas En este segundo sentido, el modelo
o se apartan del tema, los docentes que de cambio conceptual o el modelo de
adhieren a este modelo ven en ello una ciencia escolar serían modelos didác-
prueba de que han perdido el control e ticos muy conocidos.
inician acciones para restituir el orden. 3. Por último, y de forma cada vez
más frecuente, se emplea el término
Los modelos “didácticos” ‘modelo didáctico’ para referir a un
Como se adelantó, la expresión de modelo teórico de las ciencias natura-
‘modelo didáctico’ tiene múltiples sig- les cuando se lo ha transpuesto para
nificados (ver una discusión en Adúriz- el aula, o a una re-representación
Bravo, 2001); este hecho puede tornar analógica de ese modelo que auxilia
problemático su uso en el campo de la en la enseñanza (ver Galagovsky y
didáctica de las ciencias naturales. A los Adúriz-Bravo, 2001). En este sentido,
fines de la discusión que sigue, conviene los modelos científicos escolares y los
distinguir al menos tres sentidos clara- modelos analógicos serían modelos
mente divergentes de tal expresión: didácticos.
1. A veces se llama ‘modelo didáctico’, Es importante señalar que, en estos
desde un punto de vista que recupera tres casos discutidos, la elección de la
la etimología de la palabra (en griego palabra ‘modelo’ para referirse respec-
clásico, didaskein es ‘enseñar’), a un tivamente a una forma de dar clases,
modelo de enseñanza, es decir, a la a un postulado disciplinar novedoso
configuración praxiológica “ideal” propuesto por investigadores o a un con-
(teórica) de un profesor-tipo que tenido de enseñanza y sus análogos no
planifica y ejecuta su acción de aula es arbitraria ni trivial. En las tres expre-
desde una determinada mirada pa- siones arriba reseñadas se quiere indicar
radigmática (conductista, construc- una cierta forma “fuerte” de concebir las
tivista, etc.) y, por tanto, homogénea. entidades bajo estudio. No se trata sólo
La didáctica francesa, posicionada de conductas, ideas o contenidos, sino
“desde el punto de vista del proceso de estructuraciones simbólicas de todos
de enseñanza-aprendizaje” (Porlán y ellos que cumplen con los dos requisitos
Rivero, 2001: 221; la traducción es actualmente aceptados para que algo sea
nuestra), recupera este primer sentido considerado un “modelo”2:
de la terminología de modèle didacti- 1. de alguna manera “capturan” lo
que, como es el caso del texto de As- esencial y nuclear de esas entidades,
tolfi que utilizaremos como insumo
principal para nuestro análisis.
2. Otras veces, se reserva la expresión 2 Seguimos aquí la vasta literatura reciente acerca de
de ‘modelo didáctico’ para designar los modelos teóricos que circula dentro de nuestra
disciplina (ver Adúriz-Bravo, 2001; Izquierdo y
–de forma abreviada– un modelo teó-
Adúriz-Bravo, 2003; Erduran y Duschl, 2004; Gallego
rico (en el sentido de la visión basada Badillo, 2004; Develaki, 2007).

36
Modelos de enseñanza y modelos de comunicación en las clases de ciencias naturales

es decir, son reconstrucciones teó- a todo se producen, resulta natural


ricas; y una sanción, puesto que su aparición
2. de alguna manera “guían” la inter- sería responsabilidad del estudiante,
vención sobre la realidad proveyendo quien no habría adoptado la actitud
de reglas paradigmáticas para la esperada. Este modelo didáctico pue-
acción. de ser adecuado frente a un público
Ahora bien, según cómo el profesor/a motivado e informado, que posee
conciba desde el punto de vista teórico estructuras intelectuales similares
la enseñanza de su área específica de a las del profesor/a (más allá de
conocimiento, lleva adelante una manera la asimetría de sus conocimientos
particular de gestionar su trabajo en el disciplinarios), que dispone de ele-
aula, que llamaremos, según la primera mentos de conocimiento en el campo
de las acepciones discutidas más arriba, de aprendizaje en cuestión, y que
modelo “didáctico”. Esta gestión “modé- aprovecha la exposición sistemática
lica” del aula, naturalmente, incluye el para organizar y reestructurar la
establecimiento de modos y estilos de información previa (Ausubel et ál.,
comunicación. Astolfi (1997) diferencia 1983).
tres modelos “didácticos” principales: 2. El modelo de condicionamiento, desde
1. El modelo de transmisión. El conoci- la perspectiva conductista. Se consi-
miento sería un contenido de ense- dera al estudiante como un agente
ñanza que se imprimiría en la cabeza pasivo; se ignoran los procesos que
de los estudiantes (el “contenedor”) ocurren al interior de la mente (ana-
como en una cera blanda (analogía de logía de la caja negra). El aprendizaje
la tábula rasa). Aquí la enseñanza se resulta de una serie de condiciona-
vale de un esquema de comunicación mientos, se produce por asociación
vertical emisor-receptor (análogo entre estímulos y respuestas y por el
al modelo telegráfico), derivado de posterior refuerzo de las conductas
la teoría de la información. En este correctas. Se juzga el comportamien-
modelo el estudiante es un sujeto to observable al final del aprendizaje
pasivo, del cual se espera que ponga (a modo de “salida”, o output, de la
atención, sea regular en el trabajo y caja negra). Se trata de una “peda-
en el esfuerzo y dé pruebas de volun- gogía del éxito”, puesto que trata de
tad para no quedarse atrás. Se trata encontrar los medios eficaces para
de una “pedagogía de ideas claras”: evitar el error. Los contenidos se divi-
bastará con que el profesor explique den en pequeñas unidades, cada una
claramente, comenzando desde el de las cuales se apoya sobre la ante-
principio, avanzando progresivamen- rior (estructuración del currículo por
te y citando buenos ejemplos, para objetivos). Si a pesar de ello el error
que el conocimiento se transmita persiste, no es ya responsabilidad del
y se inscriba en la memoria de los estudiante sino del profesor, o más
estudiantes. bien del programa. El error se des-
En este primer modelo, el fracaso y conoce como fuente de aprendizaje.
el error deben ser evitados. Si pese Este modelo, a pesar de sus limita-

37
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

ciones, suele aplicarse para construir tivista dialógica. Las formas de enseñar
la evaluación, entendiéndola como se miran desde la tipología de modelos
momento de recogida sistemática de “didácticos” de Astolfi; los esquemas
información sobre los logros. de comunicación, desde la tipología de
3. El modelo constructivista. Esta pers- modelos comunicativos de Contreras.
pectiva considera al estudiante como Además, se hace un análisis de los regis-
un agente activo que construye sig- tros de comunicación de aula con las ca-
nificados en respuesta a la situación tegorías teóricas discutidas más arriba.
educativa. Reconoce la existencia de Desde la teoría, existe una fuerte
la mente y sus procesos. Niega que correlación entre modelos “didácticos”
el estudiante absorba pasivamente y modelos comunicativos: la enseñanza
la información suministrada por transmisiva se expresa en una comunica-
el profesor/a o depositada en los ción mayormente telegráfica que tiende
textos. El error ya no es considerado a minimizar los ruidos, y la enseñanza
una deficiencia del estudiante ni una constructivista requiere de una comuni-
falla del profesorado. No se castiga cación sistémica en donde se ponga el
ni evita, se busca como fuente de acento en dar sentido a lo que se hace,
aprendizaje y de reflexión dentro dice y piensa. Sin embargo, estos mode-
de un sistema que privilegia la me- los teóricos “puros” no se encuentran
tacognición. El modelo constructi- como tales en el profesorado de cien-
vista requiere el establecimiento de cias naturales. La práctica profesional
formas de comunicación dialógicas de un profesor excede los mandatos de
interactivas (Mortimer y Scott, 2003) su propia teoría implícita, y esta ade-
en al menos algunos momentos de la más no es homogénea (Porlán y Rivero,
enseñanza. En el caso específico de la 1998, 2001). Por tanto, partimos de la
enseñanza de las ciencias naturales, hipótesis de que en las aulas de cien-
el modelo constructivista pone al “ha- cias naturales pueden darse formas de
blar y escribir ciencias” como uno de enseñanza y de comunicación híbridas y
los pilares de una genuina actividad entrecruzamientos entre los elementos
científica escolar (Izquierdo et ál., característicos de cada modelo teórico.
2004). Nuestro objetivo es ver si la voluntad
de un profesor/a de ciencias naturales
Objetivo e hipótesis de partida de adherir a una forma de enseñanza
El objetivo del presente trabajo fue queda respaldada por su capacidad de
analizar de qué manera las formas de establecer esquemas de comunicación
enseñar a las que dicen adherir algunos coherentes con ella en momentos espe-
profesores/as de ciencias naturales y cíficos de sus clases.
aquellas que efectivamente se ponen
en juego en sus prácticas se relacionan Metodología empleada
con los esquemas de comunicación que Los datos para nuestro análisis fueron
ellos son capaces de establecer en sus principalmente obtenidos por medio de
aulas, y cómo estos apoyan u obturan la observaciones de clase. Se observaron
posibilidad de una enseñanza construc- cinco profesoras de ciencias naturales

38
Modelos de enseñanza y modelos de comunicación en las clases de ciencias naturales

con diversidad de formaciones iniciales no serán analizados aquí. Se realizaron


y de experiencias profesionales. El foco además entrevistas informales después
de la observación estuvo principalmente de las clases a profesoras y estudiantes,
en las interacciones entre profesorado y a fin de comentar el desarrollo de las
estudiantes dentro del aula en clases de mismas, y entrevistas a las autoridades
ciencias naturales. para obtener más datos sobre las insti-
Si bien se registraron también fuera tuciones. Estos datos, al igual que los
del contexto de las clases algunos otros anteriores, sirvieron para reforzar nues-
elementos que podrían resultar rele- tras interpretaciones y “triangularlas”,
vantes para la investigación (condición pero no son objeto de discusión en este
socioeconómica de los estudiantes, trabajo3. Para resumir las condiciones
características edilicias de los estable- de contexto de nuestra investigación, la
cimientos educativos, cartelería con tabla 1 expone algunas de las caracterís-
mensajes, clima institucional, documen- ticas de la muestra estudiada.
tación, producciones escritas, etc.), ellos

Clase Institución y características Profesora Asignatura y nivel


C1 I1: secundario público P1 Biología de 3er año (15-16 años)
C2 I1 P1 Biología de 2º año (14-15 años)
C3 I2: secundario privado confesional P2 Biología de 4º año (16-17 años)
C4 I2 P2 Biología de 4º año

C5 I3: secundario privado laico P3 Biología de 3er año

C6 I3 P3 Biología de 1er año (13-14 años)


I4: secundario dependiente de la
C7 P4 Biología de 3er año
universidad
Taller de introducción a las ciencias
C8 I4 P5
naturales, 1er año
Educación para la salud, 5° año
C9 I5: secundario privado confesional P3
(17-18 años)

Tabla 1. Muestra de clases observadas.

Resultados y discusión guía de trabajos prácticos. En la clase


Caso 1 C2 trabajaron en el aula sobre una guía
Las observaciones C1 y C2 se realizaron de investigación acerca de la estructura
en la misma institución (ver tabla 1), en celular; la guía había sido elaborada
dos clases dictadas por la misma profe- previamente fuera de clase utilizando
sora (P1), con dos grupos de estudiantes distintos textos.
diferentes. Durante la clase C1, en el
laboratorio, los estudiantes realizaron
3 El análisis empírico completo, incluyendo aquellos
observaciones de distintos tipos celu-
elementos que aquí no se discuten, se puede con-
lares al microscopio, basándose en una sultar en Levin et ál. (2004).

39
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

Analizando lo observado en el aula gentes que se dirigen a una respuesta


desde el punto de vista del modelo “di- específica y por tanto, delimitan artifi-
dáctico”, la profesora P1 se inscribiría cialmente lo que puede valer como un
sin grandes problemas en el modelo diálogo satisfactorio (Burbules, 1990). Se
de transmisión: en este modelo el estu- privilegia, además, la respuesta correcta
diante es considerado un sujeto pasivo, (P1: ¡Ésa es la observación correcta!). El
del cual se espera que ponga atención. error, como no es visto como una fuente
Para esta profesora, el fracaso y el error de aprendizaje, es sancionado fuerte-
deberían ser evitados: esto se evidencia mente. Por ejemplo:
en las reiteradas veces en que ella utiliza
E: Profe, ¿está bien?
las frases “ya te lo dije”, “ya les enseñé”
P1: Así no era. ¡Usted haga lo que quiera,
y otras por el estilo. La falta de toleran-
que yo después me llevo el práctico [para
cia que muestran estos intercambios
corregirlo]!
condiciona la posibilidad de un diálogo
genuino cercano al del modelo sistémi- Según Burbules (1990), experiencias
co; ese diálogo, según Burbules (1999), de castigo o intimidación como la ante-
exigiría, además del compromiso cogni- rior llegan a silenciar las voces de quie-
tivo, un compromiso emocional (interés, nes tienen menos poder en ámbitos que
confianza, respeto, aprecio, tolerancia, aparentan ser abiertos, como la escuela.
apertura, disposición a escuchar). Otro ejemplo de intimidación es:
En el modelo de transmisión, el P1: ¡Hay gente que no viene más al la-
estudiante absorbe pasivamente la in- boratorio!
formación comunicada por la profesora E: ¿Quién?
y por los materiales escritos; no hay [La profesora no responde.]
genuina construcción de conocimiento.
Esto se evidencia en ambas clases, pero Dentro de este modelo didáctico, la
particularmente en la clase C2, donde profesora trabaja con los estudiantes
los estudiantes “recitan” la información que “responden” y no cometen errores,
extraída de los libros. Por ejemplo: de acuerdo con lo que Perkins (1995)
llama la teoría del rendimiento, que
Profesora (P1): Bueno, falta la última privilegia la capacidad: se piensa que el
pregunta. A ver [nombrando a un es- aprendizaje depende fundamentalmente
tudiante]: ¿qué color, forma, tamaño, de la inteligencia de las personas y no de
tienen las células? su esfuerzo. Esta concepción beneficia
Estudiante (E): Las células son como glo- a unos pocos estudiantes y perjudica al
bos que presentan grandes variedades. resto. La actitud de la profesora hacia
P1: No, está mal. quienes ella ve como más dotados les
E: ¡Lo copiamos del libro! infunde confianza en sí mismos, y apren-
Aquí el aprendizaje se desarrolla en den más porque se espera más de ellos.
su mayoría dentro de un esquema de co- Los “menos dotados”, mientras tanto,
municación unidireccional desde el emi- quedan relegados de los intercambios
sor hacia el receptor, según el modelo comunicativos.
telegráfico de Contreras (1990). En este Según Alicia Camilloni (1998), cuan-
modelo aparecen sólo preguntas conver- do un profesor califica a un estudiante

40
Modelos de enseñanza y modelos de comunicación en las clases de ciencias naturales

es frecuente que recurra a apreciaciones un trabajo práctico (titulado “Reco-


personales. En este caso, por ejemplo: nocimiento de sustancias orgánicas”)
basándose en una guía. Al día siguiente
P1: [A un estudiante.] No se pinta todo el
(clase C4), en el aula, a fin de analizar
campo, no haga como [otro estudiante,
la experiencia discutieron las preguntas
señalado con el dedo, que, angustiado,
incluidas en esa misma guía.
pintó todo el campo]. ¡Así no!
Consideramos que esta profesora, al
En este ejemplo aparece el efecto de igual que P1, se inscribe en un modelo
halo, que se manifiesta en la predisposi- “didáctico” de transmisión. En coheren-
ción a calificar positivamente las nuevas cia con esto, el esquema de comuni-
realizaciones de los buenos estudiantes cación que ella deja prosperar en sus
o a la inversa con los tenidos como ma- clases responde fuertemente al modelo
los. Este efecto actúa como un prejuicio telegráfico. Se supone que el estudiante
que impide una consideración más ob- sólo ha de recibir la información; se de-
jetiva y justa del rendimiento. manda su participación mayormente a
David Perkins (1995) postula el través de preguntas convergentes:
modelo de la búsqueda trivial, según el
P2: Voy a hacer una pregunta. ¿Quién
cual el aprendizaje consiste en la mera
me responde levantando la mano por la
acumulación de hechos y rutinas este-
positiva? Tengo un tubo de ensayo con
reotipadas. Este tipo de aprendizaje se
solución de almidón. ¿Qué sucede si es-
evidenciaría en la clase C2, donde se ve
cupo en el tubo, y luego agrego reactivo
un uso excesivo de términos y definicio-
de Fehling? Levanten la mano y contesten
nes científicas vaciadas de contenido:
correctamente. [El énfasis es nuestro.]
este fenómeno es lo que se denominó
E: Se degrada con la amilasa salival.
nominalización didáctica (Galagovsky
P2: ¿Qué pasa con el Fehling si el almidón
et ál., 1998). Pero si el estudiante no
se degradó parcialmente con la amilasa
tiene la posibilidad de aplicar el nuevo
salival? [Silencio, nadie contesta.] Bueno,
conocimiento para lograr objetivos es-
quiero que me contesten correctamente.
pecíficos, a menudo aprende hechos que
[El énfasis es nuestro.] Lo piensan para
sólo se pueden recordar en contextos
mañana.
limitados, y que, en toda otra situación
quedan inertes. Los estudios muestran Cuando hay diversidad de respues-
que la información que es meramente tas, la profesora generalmente presta
memorizada permanece inerte aunque atención a las correctas, ampliándolas,
sea relevante en situaciones nuevas acotando algo y exclamando frecuente-
(Bransford y Vye, 1989). mente: “¡bien!”, “¡correcto!”, “¡perfecto!”.
Las respuestas incorrectas son desoídas
Caso 2 o aparece alguna recriminación. Esto
Las observaciones C3 y C4 se realizaron sabotea el establecimiento de una cons-
en una segunda institución, en dos cla- trucción colectiva de significados.
ses impartidas por la misma profesora A diferencia de lo que vimos en
(P2) y con el mismo grupo de estudiantes las clases de P1, donde las fallas en el
(ver tabla 1). Durante la clase C3, los diálogo parecían deberse a una falta de
estudiantes realizaron en el laboratorio compromiso emocional (sobre todo al

41
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

desinterés), en este caso la falla en la de la existencia de un posible modelo


comunicación aparece más fuertemente didáctico híbrido:
ligada a la concepción de la tarea del
P2: ¿Qué uso se les ocurre que pueden
profesor centrada en el control: la “dis-
tener en la vida cotidiana los reactivos
ciplina” (buena conducta) se convierte
que se utilizan para identificar sustan-
en un fin en sí mismo (Galagovsky et ál.,
cias orgánicas?
1998; Burbules, 1999), avalado desde la
institución. Como nos refiere la profe- Caso 3
sora P2 en la entrevista posterior: “La Las observaciones C5 y C6 se reali-
institución se ocupa de la disciplina, que zaron en una tercera institución, en
es rigurosa. Las autoridades circulan por dos clases de biología dictadas por la
la escuela y hay un control estricto de lo misma profesora (P3) con dos grupos
que sucede en la misma. Los directores de estudiantes diferentes (ver tabla 1).
entran frecuentemente a la clase para En la primera clase (C5), luego de la
ejercer el control personalmente”. proyección de un video sobre el tema
La educación no es solo lo que ocurre de los neurotransmisores, explicado y
en el aula; las prescripciones curricu- evaluado en clases previas, la profesora
lares, los modos de organización de la entregó un artículo periodístico sobre
escuela, las condiciones físicas y materia- el cual los estudiantes debían realizar
les también influyen sobre el currículo. un trabajo escrito que incluía ponerle el
Y todas estas variables constituyen las título más adecuado y hacer un cuadro
conexiones del aula con las estructuras sinóptico o mapa conceptual a partir del
sociales. Cualquier intento de actuación mismo. Los estudiantes trabajaban con
del profesorado tiene que vérselas con autonomía resolviendo en cada grupo las
todos estos aspectos (Apple, 1979). La consignas. La profesora circulaba por los
profesora P2 se muestra conforme con grupos, los estudiantes preguntaban con
la alta injerencia institucional y en algún libertad; el diálogo era fluido y el clima
momento acota que, de este modo, “no distendido.
tengo que ocuparme de la disciplina y En la segunda clase (C6), los estudian-
sé que voy a poder terminar con el tema tes trabajaron sobre un cartel que reunía
planificado”. las ideas previas que habían surgido
El currículo de ciencias puesto en sobre el tema de célula en clases ante-
marcha por la profesora P2 se centra riores, a partir de la consigna de “anotar
en cubrir el contenido, que se evalúa las cosas que conocían sobre la célula”.
mediante pruebas escritas (Burbules, El trabajo de la clase era “ampliar la
1999). La prueba se utiliza como medio información sobre las células”. A partir
de control: del cartel, la profesora fue leyendo y tra-
P2: ¡Silencio! Hablamos sobre la prueba bajando “las cosas que ‘1er Año’ conoce
que van a dar ustedes. A mí no me inte- sobre la célula”.
resa la prueba, yo vengo y la tomo. Por otro lado, se observó a la misma
profesora P3 en otra clase (C9) en una
Aunque en la clase predominan las institución diferente, en la asignatura de
preguntas convergentes, aparece tam- educación para la salud. En esta clase se
bién alguna pregunta divergente, señal

42
Modelos de enseñanza y modelos de comunicación en las clases de ciencias naturales

realizó una puesta en común sobre la en- municativa. Ella hace uso de numerosos
fermedad de Chagas-Mazza (tripanoso- recursos que invitan a los estudiantes al
miasis americana). Se trató de una clase diálogo; entre estos recursos apareció
de cierre luego de la información teórica frecuentemente el humor:
brindada por la profesora. La actividad
P3: Levanten la mano [aquellos] a los que
en grupos por parte de los estudiantes
les suene [a] chino.
incluía: encuestas a personas que hubie-
P3: Otro tema, próximamente en la
ran vivido en alguna provincia del inte-
misma sala.
rior de la Argentina, la proyección de la
película argentina Casas de Fuego (sobre Sin embargo, a veces se cae en la ironía
la vida del médico Salvador Mazza, estu- y se evidencia la asimetría de poder
dioso de la enfermedad) y la elaboración (Galagovsky et ál., 1998):
de un trabajo escrito, en grupos, en el P3: Aquí largaron con las palabras del
cual se ligaban escenas de la película con [juego del] ahorcado.
los contenidos teóricos y con lo relevado
en las encuestas. Sentándose en ronda, Como adelantamos, la profesora P3
cada estudiante, voluntariamente y por toma en todo momento lo que los estu-
turno, compartió con el grupo y con la diantes dicen, dando lugar a que todos
profesora sus vivencias, sentimientos y se expresen, permitiendo la elaboración
dudas generados por el tema. La discu- de mensajes complejos producto de
sión giró sobre la falta de difusión, en los todos los actores que participan de la
medios de comunicación, de los alcances situación comunicativa:
de la enfermedad, que no es tomada en E: [Mostrando una foto.] La célula, ¿es lo
cuenta como una problemática sanitaria rosa o lo celeste?
general en nuestro país. P3: La célula es la totalidad. ¡Bien lo que
Estas tres observaciones nos llevan preguntás, Laura!
a tipificar que en las clases de esta E: Y en los no-vivos... ¿no hay células?
profesora se establece un esquema de P3: ¿Quién pregunta? ¿Qué hay?, ¿qué
comunicación explicable con el mo- llega a haber?, ¿cuál es la organización
delo sistémico (Contreras, 1990). La más compleja?
profesora P3 está atenta a la capacidad [Otros estudiantes tratan de contes-
de los estudiantes para decodificar lo tar.]
que ella va diciendo o haciendo; a su P3: Paren, dejen pensar a quien le acabo
vez, se dota de sentido colectivo a las de preguntar. [Al estudiante.] Olvidate
intervenciones de los estudiantes. Los que estoy yo, decí lo que pensás.
mensajes se intercambian mediante
distintos recursos semióticos (habla, Todos los que participan en la clase
gesto, imagen fija y móvil, texto) y con son simultáneamente emisores y re-
distintos códigos; no siempre el uso de ceptores; se hace uso frecuente de la
los lenguajes es convergente (Márquez realimentación para reconocer la com-
et ál., 2003, 2007). El uso de códigos de prensión correcta:
relación social muestra el dominio que P3: Para hacer esa comida, ¿qué nece-
la profesora P3 tiene de la situación co- sita?

43
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

E: Agua, sal, tierra, tallos, luz... puedan aprender a hablar, escribir y


P3: Agua, sal... ¿Conocés la partes de la pensar acerca de los modelos científi-
planta? cos (Izquierdo y Adúriz-Bravo, 2003;
E: Tallo, sépalo, pétalo. Izquierdo et ál., 2004). Según Lemke
P3: De las partes de la planta, ¿hay algu- (1997, 2002), capacitar a los estudian-
na que no reciba luz? tes en el uso del lenguaje especializado
E: La raíz. de la ciencia es esencial para alcanzar
P3: Una célula de la raíz, ¿es una célula los fines de la educación científica,
vegetal? Todo eso lo vamos a ir revisan- preparándolos para usar la ciencia en
do en varias clases. aquellos actos que directamente afecten
sus propios intereses. Esta profesora, a
En estas clases apareció un fuerte
través de actividades como la redacción
compromiso emocional de la profesora
de monografías y el análisis de artículos
P3 transmitido a sus estudiantes. Los
periodísticos, permite que los estudian-
diálogos transcritos denotan interés,
tes aprendan a hablar y escribir en for-
confianza, respeto, tolerancia y dispo-
ma más rica y compleja sobre asuntos
sición a escuchar; se establece entonces
sociocientíficos, trabajando las ideas
lo que Burbules (1999) considera una
previas que ellos traen y discutiendo los
genuina comunicación pedagógica, de
modelos del sentido común sobre esos
carácter dialógico e interactivo (Morti-
temas. En clase se analiza la manera en
mer y Scott, 2003).
que se habla de ellos desde el sentido
Las preguntas auténticas (que quedan
común y desde la ciencia.
fundamentalmente abiertas, ya que la
La profesora P3 hizo hincapié en la
profesora no preestablece la respuesta)
comprensión de los términos científi-
son las que más aparecen en los diálogos
cos que la clase utilizaba, dándoles un
que observamos:
sentido, evitando el uso excesivo de los
E: Me contaron que los enfermos del [mal mismos (“Levanten la mano a los que
de] Chagas deben tomar mucha leche. les suene chino”, “Aquí largaron con
P3: ¡Cuántas cosa raras que me conta- las palabras del ahorcado”). También
ron! [Se refiere también al comentario enfatizó el carácter de la ciencia como
previo de otra estudiante sobre que, actividad humana en la discusión que se
para evaluar si su sobrino era portador suscitó en la clase acerca de la película
de la enfermedad, lo hacían picar por Casas de fuego, reflexionando sobre las
vinchucas sanas.] Es otra cosa que tengo trabas que las sociedades científicas
que averiguar para la próxima. ponen a sus miembros cuando ellos se
Otra E: Los chagásicos toman muchos enfrentan al poder hegemónico.
antibióticos. Capaz que por eso toman Todos estos recursos contribuyen
mucha leche. a una construcción activa del conoci-
P3: Tenés razón, para recomponer la miento por parte de los estudiantes
flora intestinal. ¡Muy bien, señora! ¡Cómo (Bransford y Vye, 1989). Decimos por
razona! ello que el modelo “didáctico” en el que
La profesora P3 permanentemente da se inscribe la profesora es constructi-
oportunidades para que los estudiantes vista: considera al estudiante como un

44
Modelos de enseñanza y modelos de comunicación en las clases de ciencias naturales

agente activo que construye significados En esta observación, la profesora


científicos escolares en respuesta a la P4 pareció inscribirse con bastante
situación educativa. En ningún momento coherencia en un modelo conductista
la profesora P3 trabaja con el supuesto (Astolfi, 1997), tal vez elegido por ella
de que sus estudiantes no operan con la porque se adaptaba mejor a los objetivos
información suministrada por ella mis- de refuerzo de su clase, que eran integrar
ma o por los libros. No se castiga o evita y repasar los conocimientos acerca de te-
el error, sino que se busca usarlo como mas tratados en clases anteriores. Desde
fuente de aprendizaje (Astolfi, 1997). una perspectiva conductista, el estudian-
te aprende mediante una serie de con-
Casos 4 y 5 dicionamientos: los diálogos muestran
Las observaciones C7 y C8 se realizaron que la profesora busca todo el tiempo
en una cuarta institución (ver tabla 1), la asociación entre estímulo, respuesta
en dos clases dictadas por distintas y refuerzo de las conductas deseadas. Se
profesoras y con distintos grupos de infiere la búsqueda de una pedagogía del
estudiantes. La clase C7 consistió en la éxito, puesto que la profesora trata de
proyección de un video que integraba los encontrar los medios para evitar el error
conocimientos de mitosis y meiosis. En privilegiando las respuestas correctas
primera instancia la profesora P4 hizo (“¡Exactamente!!!”) y desconociendo las
un pequeño repaso del proceso de mito- incorrectas. El modelo conductista sue-
sis con el objetivo de discutir y resaltar le aplicarse para afianzar y evaluar los
distintos aspectos sobre el proceso, que logros alcanzados en el aprendizaje de
aparecían en el video. Para terminar la un tema; esto puede explicar por qué la
clase, esquematizaron en conjunto el profesora lo eligió para su clase.
proceso de meiosis, resaltaron las dife- Las preguntas son predominante-
rencias con la mitosis y ubicaron ambos mente aparentes (pseudopreguntas):
procesos en las células y órganos donde
se producen en distintos organismos. P4: Previo a la división celular mitótica,
La estructura de la clase fue un ¿qué ocurre con los cromosomas?
diálogo guiado por la profesora, cuyo E: Se duplican.
objetivo parecía ser el de integrar los P4: Por lo tanto son cromosomas...
conocimientos adquiridos. Los estudian- E: ... bivalentes...
tes contestaban generalmente en forma P4: ... porque tienen el doble de infor-
correcta a las preguntas de la profesora, mación genética.
y aunque algunas veces ella tomaba la P4: [Señalando una etapa de la meiosis.]
respuesta incorrecta, en general remar- Por lo que observan, ¿de qué etapa se
caba la respuesta correcta, que usaba trata?
como base para una nueva pregunta. E: Metafase.
Cada tanto estimulaba a los estudiantes Otros Es: Profase.
a sostener la secuencia dialógica, con P4: Algunos dijeron metafase; todavía
frases como: “No se distraigan”, “No no nos mostraron los cromosomas en
abandones”, “Perdés la ilación de lo que la placa ecuatorial. ¿Qué ocurre en la
hablamos”. profase?

45
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

E: Puede haber intercambio de infor- go el despliegue de estrategias de cariz


mación. constructivista.
P4: En esto nos detenemos. Puede haber En una segunda clase (C8), dada por
entrecruzamiento de material genético, otra profesora (P5), que observamos en
que nos explica.... esta misma institución, se trabajó con
E: ... la variación... mezclas heterogéneas y homogéneas,
P4: ... la variación que encontramos en como parte del estudio de la compo-
las gametas. Puede haber entrecruza- sición química de un río que surcaba
miento de cromosomas porque como una ciudad ficticia que los estudiantes
dijimos se ocupan... habían creado. A lo largo de todo el
E: ... de un mismo carácter. año la clase trabaja sobre esta ciudad
situándose en distintos roles: científicos,
Algunos profesores, cuando hacen
legisladores, pobladores, etc. Se comen-
preguntas a sus estudiantes, tienden a
zó con el sistema urbano, analizando el
ajustarse al clásico modelo de iniciación-
agua en él. Durante la clase observada
respuesta-evaluación (IRE). Esto se ve
los estudiantes trabajaron con mezclas
muy claro en el diálogo anterior, en la
heterogéneas y homogéneas del río,
secuencia “nos explica (I)... la variación
construyeron en grupos modelos de
(R)... en las gametas (E)”, que muestra
soluciones con masillas de distintos
un intento de co-construcción dialógica
colores, que representaban los distintos
forzada. Las pseudopreguntas sirven
átomos.
para mantener una tosca apariencia de
La profesora P5 inició el nuevo tema
un aula orientada hacia la discusión,
pidiendo ejemplos de mezclas homogé-
pero denotan el deseo de la profesora
neas, y luego entre todos acordaron una
P4 de mantener un verdadero control de
definición sobre ambos tipos de mezclas
la comunicación. En este marco rara vez
y discutieron los factores que influyen
los estudiantes cuestionan el sentido de
en la solubilidad. Los estudiantes tra-
lo que se dice o introducen preguntas
bajaron solos y la profesora circulaba
que salven el abismo entre su marco
entre las mesadas; los estudiantes con-
de referencia y el de la ciencia escolar
sultaban distendidamente y se los veía
presentada por la profesora; se produ-
comprometidos con la tarea. Había un
ce entonces un severo vaciamiento de
ambiente amable y participativo.
significaciones científicas (Galagovsky
Decidimos considerar que la profeso-
et ál., 1998).
ra P5, al igual que la profesora P3, sos-
Por otra parte, las pseudopreguntas
tiene una práctica que se inscribe en su
le sirven a la profesora P4 para guiar a
mayoría en un modelo constructivista:
los estudiantes en los sucesivos pasos
toma el error como fuente de aprendi-
de un razonamiento complejo (Burbu-
zaje, usa preguntas abiertas, considera
les, 1999), y en este sentido encuentran
esencial la participación cognitiva y lin-
su utilidad como “andamios”, desde la
güística de los estudiantes. El modelo de
perspectiva vigotskiana. Este sería un
comunicación que parece establecerse
caso interesante en el cual una comuni-
es sistémico durante buena parte del
cación relativamente lineal (en modelo
tiempo de tarea. Esto se ve en:
orquesta restringido) permite sin embar-

46
Modelos de enseñanza y modelos de comunicación en las clases de ciencias naturales

1. El uso de modelos y analogías (P5 usa Conclusión


una analogía para que los estudiantes Este trabajo representa un acercamiento
entiendan el modelo de solución). modesto al análisis de la comunicación
2. El establecimiento de puentes entre en el aula de ciencias naturales y su
el lenguaje coloquial y científico: relación con las formas de enseñanza
declaradas y efectuadas. Dentro del
P5: Vamos a hacer otros modelos pero
recorte que implican nuestras obser-
no con masilla, para que no se saturen.
vaciones, a partir del análisis de las
En lenguaje cotidiano “saturarse” quiere
clases observadas surgen las siguientes
decir estar harto, cansado. Pero las so-
apreciaciones:
luciones no se cansan.
1. En las clases observadas en las cuales
3. La aplicación de los contenidos cien- se reconocen muchos elementos del
tíficos en contextos cotidianos, que modelo constructivista de enseñan-
apunta a una enseñanza de las cien- za (C5, C6, C8 y C9), el esquema de
cias ligada a la comprensión: comunicación que se establece en el
P5: En la cocina hacemos mezclas homo- aula se ajusta gran parte del tiempo
géneas ¿Cuáles? a un modelo de tipo sistémico. En
Es: Jugo, agua con azúcar, agua con este sentido, las profesoras (P3 y P5)
sal... que adhieren genuinamente (y no
sólo desde la declaración) al cons-
Perkins (1995: 40) propone una tructivismo son capaces de generar
enseñanza basada en la retención, la espacios de comunicación dialógica
comprensión y el uso activo del cono- que permitan la construcción, nego-
cimiento, ya que “las investigaciones ciación y el compartir de significados.
indican que los alumnos aprenden más En estas clases, aparece un fuerte
cuando organizan los hechos, los rela- compromiso emocional por parte de
cionan con el conocimiento anterior, uti- las profesoras, que sus estudiantes
lizan asociaciones visuales, se examinan se apropiaban provechosamente. Las
a sí mismos y elaboran y extrapolan lo preguntas auténticas, de indagación
que están leyendo o escuchando”. Brans- (Duschl, 1998), eran las que más apa-
ford y Vye (1989), por su parte, sostienen recían en los diálogos que se estable-
que el conocimiento debe ser construido cían entre profesoras y estudiantes.
activamente por los estudiantes, pues si 2. En las clases observadas en las cua-
ellos no tienen la posibilidad de usar la les las profesoras, contrariando sus
nueva información para lograr objetivos propios dichos, recreaban modelos
específicos, a menudo sólo recuerdan de enseñanza por transmisión o por
los contenidos científicos en contextos condicionamiento (clases C1, C2, C3,
restringidos, y estos no soportan la C4 y C7), la comunicación seguía un
aplicación ni la transferencia. Todo ello esquema lineal de emisor a receptor
se manifiesta hasta cierto punto en el (Astolfi, 1997), representable me-
uso del diálogo genuino que hace esta diante el modelo telegráfico (Contre-
profesora. ras, 1990). También emergía a veces
un modelo orquestal bastante res-

47
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

trictivo, con secuencias IRE: en estas • Discutir las teorías de sentido


clases aparecían casi únicamente pre- común sobre ciertos temas y rela-
guntas convergentes que se dirigían cionarlos con la manera en que se
a una respuesta específica, típicas de habla de ellos desde la ciencia.
los modelos de enseñanza tradicio- • Tender puentes entre el lenguaje
nales. Las pseudopreguntas usadas coloquial y el científico.
comunican mensajes implícitos con • Preparar a los estudiantes para
las respuestas deseables por el do- usar la ciencia en la fundamenta-
cente; se apoyan en la ingenuidad ción de situaciones cotidianas.
comunicativa de los alumnos, que • Enfatizar el carácter de la ciencia
no desenmascaran el vaciamiento del como actividad humana.
lenguaje científico. En estas clases, Otro punto de importancia es que,
los estudiantes rara vez cuestionaron cuando se dan en el profesorado de
el significado de lo que se estaba ciencias concepciones teóricas inhomo-
enunciando o introdujeron partici- géneas de la tarea de enseñar (Porlán
paciones para salvar el abismo entre y Rivero, 1998, 2001), la adherencia a
su marco de referencia y el de las determinados modelos de enseñanza
profesoras. La preocupación por el puede depender fuertemente de facto-
control de la situación empobreció res contextuales, algunos de los cuales
el diálogo. señalamos en el análisis de datos: la
3. Algunas profesoras que manifiestan finalidad de la clase, el ethos y el clima
adherir a un modelo constructivista institucional, el apoyo de los directivos,
no reconocen en el error una fuente los materiales de aula que se están tra-
de aprendizajes científicos. Si el error bajando.
es negado o ignorado, el diálogo ne- En nuestra opinión, el establecimien-
cesariamente se empobrece, ya que to de un esquema más sistémico para
la libertad que tienen los estudiantes la comunicación dentro de un aula de
para plantear sus dudas es limitada, y ciencias naturales con enfoque genui-
el diálogo se limita a secuencias más namente constructivista favorecería
o menos establecidas. El acercamien- una reconstrucción racional y razonada
to de las profesoras P3 y P5 al modelo (Izquierdo et al., 2004) del conocimiento
constructivista, que intentó tomar el científico por parte de los estudiantes.
error como fuente de aprendizaje sin Permitiría que los estudiantes piensen
castigarlo ni evitarlo, permitió que el mundo natural valiéndose del cono-
se estableciera un diálogo abierto en cimiento teórico que aprenden, lo que
el que los estudiantes participaron constituye el núcleo del llamado modelo
con más libertad, con mayor grado cognitivo de ciencia escolar (Izquierdo
de compromiso, mayor motivación et ál., 1999; Izquierdo y Adúriz-Bravo,
y más creatividad. 2003). En este sentido, usos de la co-
4. Acordamos con Lemke (1997) en que municación más obturadores o clausu-
un diálogo didáctico abierto permitió rantes, tales como el habla de control,
a las profesoras P3 y P5 desarrollar las pseudopreguntas con selección de
oportunidades para: las respuestas “esperadas”, la nomi-

48
Modelos de enseñanza y modelos de comunicación en las clases de ciencias naturales

nalización que “vacía” contenidos, o la trategias didácticas propuestas por el


ironía usada como elemento de poder, constructivismo.
no vehiculan adecuadamente las es-

Referencias
Adúriz-Bravo, A. (2001). Integración de Contreras, J. (1990). Enseñanza, currícu-
la epistemología en la formación del lum y profesorado. Madrid: Akal.
profesorado de ciencias. Tesis docto- Develaki, M. (2007). The model-based view
ral. Bellaterra: UAB. [En línea.] of scientific theories and the structu-
Apple, M. (1979). Ideology and curriculum. ring of school science programmes.
Londres: Routledge & Kegan Paul. Science & Education, 16(7), 725-749.
Astolfi, J.-P. (1997). Aprender en la escue- Duschl, R. (1998). La valoración de argu-
la. Santiago de Chile: Dolmen. mentaciones y explicaciones: Promo-
Ausubel, D., Novak, J. y Hanesian, H. ver estrategias de retroalimentación.
(1983). Psicología educacional: un Enseñanza de las Ciencias, 16(1),
punto de vista cognoscitivo. México: 3-20.
Trillas. Erduran, S. y Duschl, R. (2004). Interdis-
Bransford, J. y Vye, N. (1989). A pers- ciplinary characterizations of models
pective on cognitive research and and the nature of chemical knowledge
its implications for instruction. En in the classroom. Studies in Science
Resnick, L. y Klopfer, L. (eds.). Toward Education, 40, 111-144.
the thinking curriculum: Current cog- Galagovsky, L. y Adúriz-Bravo, A. (2001).
nitive research, 173-205. Alexandria: Modelos y analogías en la enseñanza
Association for Supervision and Cu- de las ciencias naturales: El concep-
rriculum Development. to de modelo didáctico analógico.
Burbules, N. (1999). El diálogo en la en- Enseñanza de las Ciencias, 19(2),
señanza: teórica y práctica. Buenos 231-242.
Aires: Amorrortu. Galagovsky, L., Bonan, L. y Adúriz-Bravo,
Camilloni, A. (1998). Las apreciaciones A. (1998). Problemas con el lenguaje
personales del profesor. Publicación científico en la escuela. Un análisis
interna de la Cátedra de Didáctica I desde la observación de clases de
de la Facultad de Filosofía y Letras. ciencias naturales. Enseñanza de las
Buenos Aires: Universidad de Buenos ciencias, 16(2), 315-321.
Aires. Gallego Badillo, R. (2004). Un concepto
Cañal, P. y Porlán, R. (1987). Una experien- epistemológico de modelo para la
cia de aprendizaje por investigación didáctica de las ciencias experimenta-
directa del medio en la formación de les. Revista Electrónica de Enseñanza
maestros. Revista de Educación, 284, de las Ciencias, 3(3). [En línea.]
273-294.

49
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

Izquierdo, M. (2005). Las estructuras retó- Marbà, A. y Márquez, C. (2006). Learning


ricas de los libros de texto. Tarbiya, to read biology (and reading to learn
36, 11-34. biology). Paper presentado en la
Izquierdo, M. y Adúriz-Bravo, A. (2003). ERIDOB (European Researchers in Di-
Epistemological foundations of school dactics of Biology) 2006 International
science. Science & Education, 12(1), Conference, Londres, Reino Unido.
27-43. Marbà, A., Márquez, C. y Prat, À. (2006). La
Izquierdo, M. y Aliberas, J., con la cola- lectura en el proceso de aprendizaje
boración de Adúriz-Bravo, A. (2004). de los modelos científicos. En Quin-
Pensar, actuar i parlar a la classe de tanilla, M. y Adúriz-Bravo, A. (eds.).
ciències: Per un ensenyament racional Enseñar ciencias en el nuevo milenio:
i raonable. Bellaterra: Servei de Publi- Retos y propuestas. Santiago de Chile:
cacions de la UAB. Ediciones de la PUC.
Izquierdo, M., Espinet, M., García, M. P., Márquez, C., Izquierdo, M. y Espinet, M.
Pujol, R.M. y Sanmartí, N. (1999). Ca- (2003). Comunicación multimodal en
racterización y fundamentación de la clase de ciencias: el ciclo del agua.
la ciencia escolar. Enseñanza de las Enseñanza de las Ciencias, 21(3),
Ciencias, número extra, 79-91. 371-386.
Izquierdo, M., Marzábal, A., Márquez, C. Márquez, C.; Izquierdo, M. y Espinet, M.
y Gouvea, G. (2007). Experimental (2006). Multimodal science teachers’
stories in science textbooks. Paper discourse in modelling the water
presentado en la 7th ESERA (Euro- cycle. Science Education, 90(2), 202-
pean Science Education Research 226.
Association) International Conference, Mortimer, E. y Scott, P. (2003). Meaning
Malmö, Suecia. making in secondary science classro-
Jiménez Aleixandre, M. P. (1996). Dubidar oms. Buckingham: Open University
para aprender. Vigo: Edicións Xerais Press.
de Galicia. Perkins, D. (1995). La escuela inteligente.
Lemke, J. (1997). Aprender a hablar cien- Barcelona: Gedisa.
cia. Barcelona: Paidós. Porlán, R. y Rivero, A. (1998). El cono-
Lemke, J. (2002). Enseñar todos los lengua- cimiento de los profesores. Sevilla:
jes de la ciencia: Palabras, símbolos, Díada.
imágenes y acciones En Benlloch, M. Porlán, R. y Rivero, A. (2001). Nature et
(ed.). La educación en ciencias: Ideas organisation du savoir professionnel
para mejorar su práctica, 159-186. enseignant «souhaitable». Aster, 32,
Barcelona: Paidós. 221-251.
Levin, L., Ramos, A. M. y Adúriz-Bravo, Rice, S. (2005). Teaching and learning
A. (2004). Relaciones entre el mo- through story and dialogue. Educa-
delo didáctico al que adhieren los tional Theory, 43(1), 85-97.
profesores de ciencias naturales y el Sagastizábal, M. Á. (coord.) (2006).
modelo comunicativo que establecen Aprender y enseñar en contextos
en sus aulas. Paper presentado en el complejos. Buenos Aires: Novedades
I Congreso de Educación en Ciencia y Educativas.
Tecnología, San Fernando del Valle de
Catamarca, Argentina.
50
Modelos de enseñanza y modelos de comunicación en las clases de ciencias naturales

Sanmartí, N. (2002). Didáctica de las Scott, P., Mortimer, E. y Aguiar, O. (2006).


ciencias en la educación secundaria The tension between authoritative
obligatoria. Madrid: Síntesis. and dialogic discourse: A fundamen-
Sanmartí, N. (coord.) (2003). Aprendre tal characteristic of meaning making
ciències tot aprenent a escriure cièn- interactions in high school science
cia. Barcelona: Edicions 62. lessons. Science Education, 90(4),
605-631.
Sarramona, J. (ed.) (1988). Comunicación
y educación. Barcelona: CEAC. Sierra, F. (2000). Introducción a la teoría
de la comunicación educativa. Sevilla:
Scott, P. y Ametller, J. (2007). Teaching
MAD.
science in a meaningful way: Striking
a balance between ‘opening up’ and Watzlawick, P., Beavin, J. H. y Jackson, D.
‘closing down’ classroom talk. School D. (1981). Teoría de la comunicación
Science Review, 88(324), 77-83. humana. Interacciones, patologías y
paradojas. Barcelona: Herder. (Edición
original en inglés de 1967).

51

También podría gustarte