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Universidad pedagógica nacional

Seminario de filosofía política

Cristian Camilo Díaz Becerra

Sobre el Capitaloceno

El siguiente escrito vava a analizar la postura que Donna Haraway toma en


su ensayo ANTROPOCENO, CAPITALOCENO, PLANTACIONOCENO,
CHTHULUCENO: GENERANDO RELACIONES DE PARENTESCO. Se va a
reconstruir la parte argumentativa principal para entrever las problemáticas
consecuencias nefastas que encierran las narrativas y conceptos frente al
problema ecológico. Los efectos que ocurren en el planeta tierra por el mal uso de
la tecnología, por las malas decisiones políticas, por la ideología imperante en la
cultura de consumo, por la búsqueda de recursos naturales para competir en el
mercado, en efecto, tantas variables que se reúnen en un concepto que nos
determina a no poder ser lo que antes fuimos: el concepto de Antropoceno nos
condena a no recuperar lo que el mismo define; todos los ecosistemas que le
anteceden no van a existir de nuevo.

En este trabajo de Haraway, el Antropoceno toma una parte importante de


la discusión no solo científico, sino feminista, en tanto, que la relación parental
reconfigurada para un nuevo cambio de época geológica, como la que propone
ella: la Chthuluceno. De esta manera, si se analiza las problemáticas principales
del argumento de Haraway, se puede entrever no solo las narrativas y conceptos
científicos que justifican el ecologisidio, sino alternativas que a corto plazo,
sabiendo que este escrito se publicó en 2015, se distorsionan y repercuten menos
en las decisiones políticas y, por lo tanto, tecnológicas, culturales, económicas y
ecológicas.
Se puede observar en lo más concreto, en la vida práctica, como por
ejemplo el actual gobierno de Estados Unidos rechaza el cambio climático y sus
efectos, en otras palabras, “el abaratamiento de la naturaleza ya no puede
sostener por mucho más tiempo la extracción y la producción en el/del mundo
contemporáneo porque la mayoría de las reservas de la tierra han sido drenadas,
quemadas, agotadas, envenenadas, exterminadas y, de diversas formas,
extenuadas” (p. 17); todo esto no es cierto y, de esta manera, el país debe
aumentar su producción. El año pasado, Estados Unido se posicionó como el
primer país en producir y exportar más petróleo a partir de la tecnología
denominada fracking, además incrementó su producción de gas, lo que ayudó a
que se ahorrará y obtuviera excedentes de dinero.

En otro extremo, están los asiáticos y su representante más férreo, los


chinos, que, aunque sean lo que más producen energía con energías renovadas
(eólicas, solar, etc.) son los que más producen efectos de invernadero, puesto que
llegaron tarde a la época de industrialización y en este momento tienen inmensas
cantidades de minas de carbón que tienen que explotar para no perder
competitividad frente a sus adversarios. La manera de conseguir energía para la
gran población china requiere de planificar plantas nucleares, hidroeléctricas y
ciudades a gran escala; se posiciona para pelear en el mercado internacional con
la tecnología más avanzada.

Pero no hay que ir tan lejos, hay que recordar el caso del parque nacional
Yasuní del Ecuador. En el gobierno de Rafael Correa, se propuso explotar una
reserva de petróleo, ya que se necesitan de esos recursos; sin embargo, se pidió
a las entidades globales un subsidio a cambio de no explotar este patrimonio
natural: la respuesta fue que no tenían ese dinero, que esa reserva se iba
modificar por el cambio geológico de época de la de Holoceno a la de
Antropoceno. Un lugar que pertenece a la época geológica del Holoceno, y que
en el Antropoceno no tendría lugar, ya que “el Holoceno fue un largo periodo en el
que las áreas de refugio en las cuales diversos organismodiversos organismos
podían sobrevivir ante condiciones desfavorables, aún existían y eran incluso
abundantes, pudiendo sostener una repoblación cultural y biológica rica y diversa”
(p. 17). Como diría Haraway: “la indignación merecedora de un nombre tal como
Antropoceno sea la de la destrucción de espacios y tiempos de refugios para las
personas y otros seres” (Ibíd). De tal manera, estos refugios donde los recursos se
extraen van a tener una modificación irreversible. “Lo que viene después no será
como lo que vino antes” (Ibíd). Lo mismo sucede en Brasil, con la llegada de
Bolsonaro y su impulso al crecimiento económico al utilizar las tecnologías para la
explotación natural, en concreto, para deforestar gran parte del amazonasde las
amazonas.

El punto de inflexión del Holoceno al Antropoceno es que se puede eliminar


la mayor parte de los refugios ya sea por deforestación, desertización,
envenenamiento de las fuentes hídricas, extinción de seres bióticos y abióticos
que permiten la vida, etc. Para la autora el antropocenoAntropoceno es lo mismo
que el Plantacionoceno y Capitaloceno, todos derivan en lo mismo: “para la
acumulación de capital y de ganancias -el rápido desplazamiento y reformulación
de germoplasma, genomas, cortés y todas las formas de pedazos de organismos
y plantas, animales y personas, desarraigados- es una operación que los define en
su conjunto. El Plantacionoceno prosigue con creciente ferocidad en la producción
global de carne industrializada, en el agronegocio de la monoculturamono cultura,
y en la sustitución de bosques multiespecies, que sostiene tanto a los humanos
como a los no humanos, por inmensas plantaciones que producen, por ejemplo,
aceite de palma” (p. 18).

Por otro lado, el Antropoceno y sus sinónimos no es una nueva época


geológica; en efecto, es un evento-limite, comparándolo con el del K-Pg entre el
Cretáceo y el Paleoceno, es decir, a la extinción masiva de especies. De este
modo, el Antropoceno resulta siendo un concepto con la narrativa científica que
justifica el sistema capitalista. “El cambio climático no existe, es un cambio de
época; tenemos que adaptarnos y esforzarnos para potenciar la economía
multinacional para poder invertir en la tecnología adecuada que mitigue los efectos
en nuestras naciones”, se dice de alguna manera en los medios masivos.
Ahora bien, la propuesta de la autora para que “el Antropoceno sea tan
corto y leve como sea posible y cultivar, unos con los otros, en todos los sentidos
imaginables, épocas por venir en las cuales se puedan reconstruir los refugios” (p.
17), es la de Chthuluceno, dentro de la cual las personas son una parte dentro que
está en juego. Su chtónicos tiene muchos parientes queque, con hechos
científicos, ciencia ficción, especulación feminista, entramados de fábulas,
permiten dinamizar de fuerza y poder para reconstruir los refugios, para “una
parcial y sólida recuperación y recomposición biológica-cultural-política-
tecnológica” (p. 20). Este evento límite del Antropoceno significa una irreversible
destrucción que tendrá consecuencia para las siguientes generaciones, o como
diría Haraway, para los parientes.

Esta consigna final del último párrafo “¡hagan parientes, no bebés!” (p. 23),
es modificar el concepto pariente para que no tenga que ver con sus ancestros y
genealogía, sino que todos los seres de la tierra tienen un parentesco, son un
ensamblaje, todos somos compuestos, “todos los seres comparten una carne
común, paralelamente, semióticamente y genealógicamente” (p. 22). De esta
manera, la postura del feminismo sería deshacer los lazos entre genealogía y
parentesco, y de parentesco y especie, en tanto que la una y la otra reducen el
concepto de “parentesco” propuesto por Haraway. Por otra parte, al referirse
sobre los bebés es para cambiar el paradigma de familia y su reproductibilidad: ser
pariente por el ensamblaje compuesto junto con los “terranos” (terréanos” (trabajo
de mamiferosmamíferos, colaboradores, con-poiesis, bióticos y abióticos,
convertimos en, componer con). Esto en el caso de la desfamiliarizacios; por otro
lado, la reproductibilidad, las tasas de natalidad, deberán reducirse y buscar la
manera de poblar naciones sin incrementar la población, ya que esto afecta al
parentesco, puesto que no solo depende de la reproducción del ser humano, sino
de la recomposición de los refugios que permitan la supervivencia de los seres de
la tierra, incluyendo al ser humano.

 La propuesta de la autoraautora, aunque es una narrativa (teoría) que es “lo


suficientemente amplia para reunir las complejidades y mantener su límite
abierto y ávido de sorprendentes nuevas y viejas conexiones” o
“narrativamente es importante pensar cuáles figuras figuran figuras, cuáles
sistemas sistematizan sistemas” (p. 19); se observa que es una posibilidad
que cada vez se está desvaneciendo en las decisiones políticas, pero que
poblaciones determinadas se oponen y luchan por la eco justicia. Así como
el sistema de esclavitud explotaba al ser humano para obtener un beneficio,
la construcción de la máquina explota la naturaleza para un beneficio; solo
se cambió de instrumento, pero siempre para obtener beneficio de lo que la
tierra provee gratuitamente: acaso el parentesco puede eliminar el
beneficio, el parentesco puede, acaso, arrebatar el derecho de propiedad,
de libertad.

Bibliografía:

Recuperado de https://www.google.com/url?
sa=t&source=web&rct=j&url=http://revistaleca.org/journal/index.php/RLECA/article/
download/53/48&ved=2ahUKEwijt9TgkozoAhUReKwKHf2gDssQFjAAegQIBxAB&
usg=AOvVaw1pRgTmoHXgvR3d4HZDocaw

A mejorar, ortografía,

Es clara su forma de manejar y explicar los conceptos utilizados por la autora en


sus textos, maneja coherencian su forma de escribir ya que hay una conexión en
lo que está tratando de esclarecer, se entiende la intencion de la autora al prponer
estos cuidados, manera en que el companero pone esto desde su manera de
comprenderlo y aterrirarlo a ejemplos tan actuales de paises hermano da entrada
a más que una lectura es pensar en las acciones y en que parte estamos.

Nota: 4.5

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