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Hector Lujan Peralta y Mario Zapata Tejerina La Educacion Superior en El Peru
Hector Lujan Peralta y Mario Zapata Tejerina La Educacion Superior en El Peru
CRESALC
C E N T R O REGIONAL P A R A LA E D U C A -
ClON SUPERIOR EN AMERICA LATI-
N A Y EL CARIBE REGIONAL CENTER
FOR HIGHER EDUCATION IN LATIN
AMERICA A N D T H E CARIBBEAN
CENTRE REGIONAL POUR L’ENCEIG-
N E M E N T SUPERIEUR EN AMERIQUE
LATINE ET LES CARAIBEC.
LA EDUCACION SUPERIOREN PERUJ
Héctor Lujan Peralta
Mario Zapata Tejerina
CRESALC-UNESCO
Caracas, Febrero 1988
Las opiniones miudas en el presente trabajo ron Iu de sus autores y no se corresponden necesarumentc
con el punto dr visu de la UNFSCO
h b l i c d o en las Oficinas del Centro Regionai para la Eduucion Supenor en Amenca Lirtina v el Gnk
(CRESALC-UNESCO)
Apartado Posul62090. Caracas, 1060-A,Venezuela
ISBN.980-604841-X
INDICE
Página
rr
PRESENTACION ...................................................................... 5
INTRODUCCION .................................................................... 7
*
DESARROLLO HISTORICO
La Univmidad Colonial ............................................................... 11
Período Inkd:Pm’odo D O ~ ~ I I...~ ...C
....O
.................................... 13
universidad seglar .................................................................. 14
La Univeroidad del Siglo M I .................................................... 15
El Siglo XVIII ......................................................................... 17
La Universidad Republicana del Siglo XIX ....................................... 19
La Universidad del Si0 XX ......................................................... 21
El Proceso CurntitaOvo de la Educación Superior
en los os 25 Años ................................................................ 27
ORGANIZACION DEL SISTEMA D E EDUCACION SUPEMOR
GRADOS Y TITULOS QUE CONFIERE
Subsistema de Escuelv e Institutosde
Educación Superior no Univmi& ............................................... M
Escuelas e Institutos Superiores ................................................... 30
Institutor superiores Pcdpgógicos ................................................ 30
Otras Instituciones ................................................................... 31
Subsistema Univmiurio ............................................................... 31
FORMAS D E GOBIERNO E N LA EDUCACION SUPERIOR
Gobierno en el Subsistema de Educación Superior no Univmitario ....... 3ó
Gobierno en el Subsisuma Universitario .......................................... 37
EL ACCESO A LA EDUCACION SUPERIOR
SITUACION ACTUAL D E LA EDUCACION SUPERIOR
Matrícula ................................................................................... 42
Distribución por Sector y por Tipo de InrtiniUón .......................... 42
Distribución por Región ............................................................ U
Dumbución por Arca del Conocimiento y Duración de las Carrera .. 14
DUtribuUón según Sexo ............................................................ 47
Rendimiento en la Educación Superior ............................................ 47
3
Pcrsod Docente ........................................................................ 49
Magnitud y Distribución por Sector de Genión
y Tipo de Instituciones ............................................................. 49
Dedicación .............................................................................. 50
cvren Docente ...................................................................... 50
OrgrnizPción Gmnd ............................................................... 52
Financiamiento de la Educación Superior ......................................... 53 h
Aspectos Legales ...................................................................... 53
El Guu,Público en Educación Superior ....................................... 55
Distribución de los Aportes del E d o por Grupos de Instituciones .. 57 1
PñESEMACION
Esprramo.t qiu la pubiuación de esie irabajo y SII dfución permilirán a los in-
zmligadores y a los responsables de i a s políluac de educación superior,coniur con un
material importunie no sólo para el conocimitnto del caso peruano $no tumbin como
rlrmenio comparaiiiin de la siiimción rtP esie niiiel edtuaiiiin con la dp otros paises dr
la repón.
Antonio Pavuali
CRESALC-UNESCO
Diciembre 1987
5
IIVTRDDUCCION
7
a) Institutos y Escuelas Superiores;
b) Institutos Superiores Pedagógicos; y
c) Otro tipo de Instituciones de Educación Superior.
8
parables a las que se describen en los informes respectivos de los paises hermanos
de Latinoamérica y el Caribe. C o n este propósito, parte importante de la infor-
mación presentada tuvo que recolectarse y prepararse específicamente para este
informe.
9
DESARROLLO HISTORICO
L a Universidad Colonial
La historia de la universidad en el Perú comienza el mismo año en que el
conquistador Don Francisco Pizarro, en busca de lugar apropiado para fundar la
capital de lo que se llamó Nueva Castilla y que posteriormente constituyó el Vi-
rreynato del Perú, fundó el pueblo de Jauja en 1533, reservando en ella sitio para
la universidad. Al considerar, posteriormente, la ubicación de Jauja c o m o incon-
veniente’parala ciudad capital, se escoge nueva ubicación para esta capital, fun-
dándose la ciudad de Lima el 18 de enero de 1535, ocasión en la cual también se
señala el lugar que ocuparía la universidad.’
Las guerras iniciales con los indios y entre españoles impidieron concretar
el proyecto de la universidad. Sin embargo, la preocupación por contar con una
universidad se mantuvo, principalmente en las congregaciones religiosas. Es así
c o m o en el Convento del Rosario de los Dominicos, en Lima, se encontraba ya
en funcionamiento para 1549, un Estudio General. Este hecho está probado con
la carta por la que, en dicho año, el Príncipe Consorte D o n Maximiliano aproba-
ba la donación de u n pedazo de calle que el Cabildo de la nueva ciudad de Lima
había hecho en favor del Convento de los Dominicos, con el fin de habilitar espa-
cio para dicho Estudio General,’ y con el acta de la Reunión del Capítulo de los
Dominicos realizado en el Cuzco en 1548.’
1. E n julio de 1ó47 el Rector de la Universidad de Lima remitió ai Rey de Espatia, una relación histórica de
esta Universidad, preparada por fray Antonio de la Calancha. en la que se Ice el párrafo siguiente:“ D o n
Francisco Pizarro, entonces solo Gobernador de lo que se limaba la Nueva Castilla, escogiendo para
ciudad principal y cabeza de este reino d pueblo de Jauja. en la sierra, cuarenta y cuatro leguu, este oes-
te. de lo que hoy es la ciudad de Lima, xíialó dií,en conformidad con los poderesque trajo del Empera-
dor Carlos Quinto, sitio y casa para Universidad el úio 1533 y, por ser con condición que, si pareciere
más conveniente a las dos Magestades y Reyno, escoger otro país para la tal ciudad,cabeza del Reyno,...
fundó ata ciudad en 18 de enero de 1535, como todo consta por auto de don Francisco Pizarro,su fecha
ese mismo día, mes y año, que está en el libro primero de este cabildo,rcílaló sitios para iglesia y lugares
públicos, siendode los principales el de la Universidad;esto n o mvoefectopor entonces, ya por las con-
tinuas guerras con los indios, ya por las dteracionesde traidoresy guerras civiles”. Original en el Archi-
. vo de Indias. en el 70-1-1 7.T o m a d o de Universidad Naciond Mayor de San Marcos. “IV Centenariode
la Fundación de la Universidad Real Pontificia y de su vigorosa continuidad histórica”. 282 páginas,
Lima. 1950.
2. E n la Real Cédula firmadaen Cigales p o r D o n Muimiliano, se lee lo siguiente: “Para que el Presidente
e Oidores del Perú provean lo que vieren p o r conveniente,sobre que el monasteriode Santo Domingo,
b de la ciudad de Los Reyes, pide que se le confirme cierta donación. El Rey-Presidentes e Oidores del
Perú de la nuestra Audiencia Real de las provincias del Perú...e visto por esa dicha ciudad y C&ildo de
elir la necesidad que había de mír sitio,les hizo donación de un pedazo de calle e dello les hizo escri~ra
de donación, como nos constó p o r un traslado de ella, de que hizo presentación. suplicindome,atento
a lo susodicho,e a que sin el dicho pedazo de calle. no se podía compadcscer el dicho monasterio, ma-
yormente habiéndose de hacer un Colegio y Estudio General en dicho convento, por la gran necesidad
que había en esos Reynos, fuese servido de l a hacer merced de confirmar e aprobar la dicha dona-
ción...”Original en el Archivo General de Indias,Libro 6 d e Reales Cédulas.Legajo titulado Lima 566, ,
folio 172.Tomado de Eguiguren. Luis Antonio. Historiade la Universidad.Tomo 1. La Universidad en
11
L a universidad de Lima fue finalmente fundada por Carlos V, por Real Cé-
dula del 12 de m a y o de 1551, en la que se da, al Colegio que funcionaba en el Mo-
nasterio de Santo D o m i n g o de los Reyes, la categoría de “...Estudio General, el
cual tenga y goce de todos los privilegios, franquezas y excenciones que tiene y
goza el Estudio de la dicha ciudad Salamanca...”‘
Se dió así existencia legal al Estudio General que ya funcionaba, desde
1549. L a Cédula Real reconoce esta situación al hacerse eco de sus referencias
cuando señala que en la Ciudad de los Reyes “está hecho y fundado un rnonaste-
rio de su Horden en el que ay buen aparejo para se hazer estudio general...‘
El dos de enero de 1553, en solemne ceremonia realizada en el Convento
del Rosario de los Dominicos de la ciudad de Lima, se leyó el texto de la Cédula
Real de fundación, reconociéndola sin vicio ni sospecha, mandándose cumplir y
guardar en nombre del Emperador. Se reconoció así el funcionamiento legal de
la Universidad, que de hecho se encontraba en funciones desde 1549.6
el Siglo XVI.Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Publicación del Cuarto Centenano. 1 .O52
páginas.Lima 1951.
3. E n las A c u s y Ordenaciones de la Reunión del Gpítulode br Dominicos, r e d i d a en el Convento del
CUZCO, el 1 o de Julio de 1548, sc lec: “_..E n el título de las instituciones, instituyen lo primero, en el
’
Convento de Lima, un Estudio Generaien la forma que hoy se ve, aunque no con tanto número de úte-
dras. y lenores c o m o aora, hoy tiene dos Rcgcnur primero y segundo:cuatro cidras deTeología. mes
de Escolittiu,y una Escritural.otra de lengua general del Perú,que llaman Quechua, un maestro de Es-
tudiantes y tres lectores de Artes...”Mclende. Juan.TeforosVerdaderos de las Indias.G p . IV. Libro
11. Páf.121. Ciudoen:Eguigurm.LuUAntonio.Op.cit.
4. E n el ihro N’6 de Reales Cédulas, en el Legajo Lima 566,ioiio 182 vuelto, se encuentra La Real Provi-
sión del 12 de mayo de 1551, por la cual Carlos V crea la Universidad de Lims. en la cual se lee: “Don
Carlos e D o ñ a Juana su Madre. Por cuanto fray Thomv de San Marón, de la Orden de Santo Domingo.
Provincial de la dicha Horden en las Provincias del Perú, nos ha hecho relación que en la ciudad de los
Reyes, de las dichas Provincias, esu hecho y fundado un monasterio de su Horden, en el cual ay buen
aparejo para se hazer un Estudio General, el cud sería m u y provechoso en aquellas tierras, parque los
hilos de los vecinos de ella serían doctrinados y enseñados y cobrarían habilidad...tenemos por bien y
’
es nuestra merced e voluntad que en el dicho monasterio de Santo Domingo de la dicha ciudad de Los
Reyes por el tiempo que nuestra voluntad fuercen el entretanto que da horden c o m o está en otra parte
donde más convenga en la dicha ciudad pueda haber y haya el dicho Estudio General, el cual tenga y
goce de todos los privilegios,franquezas y excenciones que tiene y goza el Estudio de la dicha ciudad de
Salananca,con tanto que, en lo que toca a Ir jurisdicción,se quede y esté c o m o ahora esrí y que la Uni-
versidad del dicho Estudio...D a d o en la Villa de Valladolid a XII días del mes de mayo de 1 MDLl años.
La Reina. Refrendada de Samano. Señalada del Marquez, Gutiemez Velísquez, Gregorio Lopez. San-
doval, Hernan Perez. Riva de Neira. Briviesca”. Tomado de Eguiguren, Luis Antonio. O p . cit.
5. Eguiguren consideraque el senalamientoen la Real Cédula de fundación de la Universidad de Lima, que
en el Monasterio de Santo Domingo “ay buen aparejo parase hazer un Estudio General” sólo puede ha-
cer referencia a todas las facilidadesya disponibles en aquel entonces, para el desarrollo de la actividad
docente, incluyendo el factor humano, lo que sólo se explica si se acepta que ya estaba funcionandoel
Estudio General.Eguiguren, Luis Antonio. O p . cit.
6. “La Audiencia Gobernadora en posesión de la Real Cédula de fundación,resolvió darle cumphmiento.
El dos de enero de 1553 en el salón Capitular del Convento del Rosario,presentes el Presidentede la A u -
diencia Licenciado Andrés Cianu. el Licenciado.....los oficiales redes y otros cabllleros de lustre;es-
tando auvudos los claustros con los doseles de las grandes fiestas,a campana taiida, según uso y cos-
tumbres, se anunció un gran acontecimiento. Los vistentes reconocieron la Cédula sin vicio ni sospe-
cha, la besaron, i poniéndola sobre su cabeza autoridades y prelados, se mandó guardar y cumplir a
nombre del Emperador”. Tomado de Eguiguren, Luis Alberto. “Alma Mater”pag. 98.Lima 1939.
12
La Universidad nació así sólo 16 años después de ia fundación de Lima.
Las primeras disciplinas enseñadas fueron Teología, Escritura, Gramática, Len-
gua General y Artes. Su funcionamiento se ha mantenido hasta el presente, sin
interrupciones.
D o n Antonio León Pinelo, el Cronista M a y o r de Indias, recomendado por
la Cámara de Indias ante Felipe IV,c o m o “versado en todas las cosas historiales
c tocantes a las colonias y enterado de los hechos más minuciosos de los países co-
lo ni ale^",^ considera a la Universidad de Lima, hoy Universidad de San Marcos,
c o m o la m á s antigua de América.’
Atendiendo al pedido del Rey de EspaRa, S.S. el Papa Pío V dio, el 25 de
julio de 1571, la Bula confirmatoria de la creación de la Universidad de Lima.
Inicialmente la Universidad de Lima fue la única institución de educación
superior del Perú, por lo que la historia de la universidad peruana se confunde en
su primer siglo, con la historia de la Universidad de San Marcos, nombre que
pronto tomaría aquella institución.
13
sos anuales asignados por el Virrey. Pronto la universidad adquiere la fisonomía
de un centro cultural de gran actividad; se agrega la cátedra de Lengua indígena
o Quechua. Al lado de los catedráticos religiosos se destacan también catedráticos
seglares notables. Sin embargo, el Rectorado, cuyo período era de un aiio, fue
mantenido exclusivamente en poder de los Dominicos.
Sólo 14 años después de su fundación, la Universidad incorpora las cáte-
dras de Leyes, de Cánones y de Medicina. Desde la universidad se empieza una
lucha en favor de los indios, concitando la animosidad d e los encomenderos.
4
Entre 1569 y 1571, el Estudio General es escenario de la lucha entre los
doctores laicos y los religiosos por el control de la universidad. Los graduados en
España: médicos y abogados, así c o m o los del Estudio General, gravitarían en el
destino de la universidad, junto a los burócratas de la Real Audiencia y miembros
de otras congregaciones religiosas, para liberarla del enclaustramiento egoista que
desconocía la capacidad y preparación de algunos seglares para asumir las cáte-
dras universitarias.
Universidad Seglar
Resolviendo el conflicto planteado entre catedráticos religiosos y seglares,
la Real Audiencia provee el 1 1 de m a y o de 1571, autorizando a los doctores cate-
dráticos de la universidad para que celebren Claustro, en cuya reunión deberían
elegir, libremente, al Rector laico. Aquella decisión, que tuvo el sentido de refor-
ma, abrió las puertas de la universidad a todas las inteligencias aptas para el culto
de la cultura. El primer Rector laico elegido fue el doctor Pedro Fernández Va-
lenzuela, quien inició en 1571, veinte años después de la fundación de la universi-
dad, su período seglar.
Por mandato del Virrey Toledo, la universidad redactó en 1571 sus Cons-
tituciones y Ordenanzas (Estatutos). E n ellas se disponía que el Rector fuera lego
y que desempeñaría el cargo por un año. Establecían igualmente la forma c o m o
debería otorgarse los grados; los requisitos para optar grados a los titulados de
otras universidades;y otras manifestaciones de la vida de maestros y estudiantes.
C o n el advenimiento de los seglares a la dirección de la universidad, ésta
desempeiió un rol menos restringido, con una obra más fecunda aún dentro del
territorio limitado del saber de entonces. Para ello el Virrey Toledo le asignó una
renta anual definitiva de 13.000 pesos de oro.
E n 1574 el Ayuntamiento de Lima compra un local para que sea sede de la
universidad, con el fin de evitar el permanente entredicho con los dominicos por
el uso del Convento. E n su nuevo local, los catedráticos bajo la presidencia del
Rector Juan de Herrera, proceden a sortear el nombre del patrón de la universi-
dad, habiendo salido el evangelista San Marcos. Veintitrés años después de su
fundación, la universidad se identifica así con su actual nombre.
14
La adquisición del local propio produjo un cambio en la atmósfera de los
estudios. Desligada totalmente de los dominicos, las demás órdenes religiosas ya
no encontraban obstáculos para incorporarse a la universidad.Se amplió el núme-
ro de cátedras que llegaron a totalizar 17, entre las cuales estaban las de Prima de
Teología, de Sagrada Escritura, de Santo T o m á s y de Vespera de Teología; de
Prima y Vespera de Cánones, de Gramática, de Derecho, de Lengua Quechua,
de Leyes, de Filosofía y de Medicina. Muchos médicos importantes estuvieron
vinculados a la universidad. El décimo y el décimo primer Rector, segundo y ter-
cero entre los seglares, fueron médicos. D e los cinco doctores que autorizan las
primeras constituciones de la universidad, tres eran maestros médicos que consi-
deraron la forma c o m o se debía encarar el estudio de la medicina, cuya cátedra
se crea en la temprana fecha del 3 de setiembre de 1573. Posteriormente se crea
dentro de la cátedra de A m e s una de Filosofía Médica, que podrían considerarse
c o m o disciplinas pre-médicas. E n 1580 se redactan nuevas constituciones, que
posteriormente se publican, junto con las antiguas, en 1602.
Si bien es cierto que la universidad del Siglo XVI fue dogmática, inspirada
por preocupaciones confesionales, sobre todo en sus primeros decenios de vida,
utilizada c o m o medio de formar minorías dirigentes incondicionales a los desig-
nios de la política de España, y que las ciencias ocuparon un lugar relativamente
secundario en sus preocupaciones, es también cierro que en medio de es= defi-
ciencias se alzaron tempranamente en ella voccs en defensa del indio, que ella
constituyó la luz estimulante del estudio, que sin ella n o se hubieran fundado
otros centros ¿e estudios superiores en América.
15
La flamante universidad encuentra primero la opoticidn de San Marcos para SE
instalación,y luego genera el resentimiento y enconada rivalidad del seminario de
San Antonio Abad, gestores de la solicitud inicial, subsistiendo sólo hasta el ex-
trañamiento de la Compañía de Jesús,ocurrido en 1767. L a insistencia del Cabil-
do Eclesiástico ante el Papa y el Rey,para la creación de la universidad antoniana.
culmina con el Breve de erección AetemaeSapirnrix del Papa Inocencio XII. del
l’, de rnar7.o de 1692. que otorga al Obispo del Cuzco “la facultad de conccdcr *
grados de bachilleres, licenciados. maestros > ductorcs en Filowfía id;
Teología a aquellos colegiales o a otros alumnos del Colegio de Sar. Ante-
nio.... . Por Real Cédula del primero de julio del mismo año, se ordend a! \‘I
’ 7 9 , .
rrey de Lima que hiciera efectiva la ejecución del citado Breve, lo que tuve' la~,i;
mediante provisión del Virrey Conde de la Moncloa, del 19 de julio de 1696,qiic
autoriza la fundación de la Universidad de San Antonio Abad. Durante su primer
siglo el claustro antoniano contó con las facultadesdc Teología y Filosofía.
Por otro lado, aun cuando siempre dominada por preocupaciones teolíir;-
cas, la Universidad de San Marcos continúa su vida cultural con más 1iberr.J
afanes por el estudio. Sobre el arco de ingreso de su edificio d e cal >. ladrilici. sc
leía “Ven’urem... iustiriam er sl-irnriarn doc-enic”. (Enseñami la verdad. la jucti-
cia y la ciencia). E n la segunda mitad del siglo se agrega a la universidad la cátedra
de Matemática. que se había fundado antes fuera de filla.y la de Método de Med-
cina.
16
ciembre de 1680 el Rey Carlos 11 aprobó la creación de esta universidad,por Real
Cédula que dos años m á s tarde sería confirmada mediante la Bula de breve C o n -
firmación respectiva.
Las primeras constituciones de esta universidad establecen c o m o su patrón
a San Cristóbal, denominando en consecuencia a la universidad c o m o de San
Cristóbal de Huarnanga. Será recién en 1703 que el Virrey C o n d e de la Moncloa
señala “...por lo que toca al gobierno superior, m a n d o corra la fundación de la
Real Universidad de H u a m a n g a...’”’ iniciando su funcionamiento en 1709,con
las facultades de Teología y Artes.
El Siglo XVIII
Durante el siglo XVIII la universidad colonial se anquilosó, manteniéndose
bajo la influencia del ergotismo escolástico tomista, caracterizado por el desarro-
llo de una enseñanza dogmática de corte aristotéiico-teológico,vinculada al sisce-
ma político, religioso y cultural implantado por España en sus colonias america-
nas. El Perú de esa época colonial fue, sin embargo, centro de gran actividad inte-
lectual. Cieza de León, Bias Valera, el Padre Acosta, constituyen algunos de sus
exponentes, que representan grandes hitos del pensamiento relacionado con las
vicisitudes de pueblos en formación. Hacia la segunda mitad del siglo, la ciencia
recibe m á s atención y difusión. Las obras “Observaciones Niuticd’, “El N u e v o
Beneficio de los Metales”, “Aritmética Especulativa” de Peralta Barnuevo; o las
de Eusebio Llano Zapata, “Naturaleza y Origen de los Cometas”, “Verdadero
Modo de Conservar la Salud”, “Memorias Histórico-físicas Crítico Apologéticas
de América Meridional”, obra esta comparable a la de Raymondi, son sólo algu-
nos ejemplos al respecto.
E n 1770, por decisión del Virrey Amar, se creó el Colegio de San Carlos,
por fusión de los Colegios Real de San Martín y Real de San Felipe y San Marcos.
El Convictorio de San Carlos, c o m o se le conoció, ejerció notable influencia en
la universidad, nutriendo su vida cultural, constituyéndose en el laboratorio de
las ideas liberales que posteriormente servirían de germen para la Revolución de
la Independencia, terminando por fusionarsecon la Universidad de San Marcos.
U n ejemplo de las inquietudes renovadoras que se daban en la Universidad
de San Marcos es d o n Pablo de Olavide y Jáuregui. catedrático inquieto e inno-
vador cuya devoción a la libertad de pensamiento lo llevara a trabar amistad con
Voltaire y otros inteIectuales franceses que trazaban nuevos rumbos filosóficos.
17
Formó parte de la asociación secreta creada por Miranda en París, para trabajar
por la Independencia de América. Conoció y difundió la obra de los reformistas
de su época, c o m o Montesquieu, Brayle, Rousseau, el propio Voltaire y los enci-
clopedistas.
José Baquíjano y Carrillo, Hipólito Unanue, Vicente Morales Duárez, en-
tre otros, constituyeron dentro de la Universidad de San Marcos u n movimiento
de inconformes de tendencia progresista, que difundia el pensamiento de los enci-
clopedistas, preparando el camino de la libertad. Funda así el periódico “EL
Mercurio Peruano” que aparece el 2 de enero de 1791, con aprobación de la uni-
versidad y que se convierte en divulgador de la ciencia europea, dirigiendo sus
observaciones hacia la realidad peruana. Pese a que la universidad era todavía do-
minada por la filosofía escolástica, El Mercurio hace conocer las teorías de N e w -
ton, de Kepler, de Leibnitz, de Wolf, de Locke y de los enciclopedistas.
Fue innegable la influencia que ejercieron sobre la Universidad San Mar-
quina el grupo de catedráticos liderados por Baquíjano y Carrillo, catedrático que
proclamara en u n discurso en San Marcos, ante el propio Virrey, el descontento
de los criollos por el orden colonial. D o n Toribio Rodríguez de Mendoza publi-
có en El Mercurio, el 17 de noviembre de 1791, u n estudio valiente en defensa de
la reforma de los estudios univeyitarios. E n 1793 las autoridades universitarias
ceden ante las nuevas corrientes y aceptan u n nuevo plan de estudios en el que se
incorporan poposiciones sobre Descartes, Leibnitz y Newton; sobre Derecho
Natural y de Gentes, sobre Psicología y Física, etc., desconociendo el aristotelis-
m o medieval y la causa sobrenatural de los fenómenos de la naturaleza, según lo
habían sostenido las concepciones teológicas y escolásticas. E n las postrimerías
del siglo XVIIl se desencadenó, sin embargo, una persecusión contra la ciencia
y las ideas venidas de ultramar y de Estados Unidos.
18
San Carlos y San Fernando represenraron la insurrección ideológica y polí-
tica. N o estuvo equivocado el Virrey Abascal cuando señaló que hasta las piedras
eran rebeldes en el Convictorio de San Carlos. Muchos serían los episodios revo-
lucionarios por la Independencia en que intervienen estos colegios, secundando
la obra del libemdor don Joséde San Martín.
Las inquietudes emancipadoras de fines de siglo no eran exclusivas de San
Marcos. L a Universidad San Antonio Abad, en Cuzco, fue también campo pro-
picio para que subrepticiamente se propagara el ideal revolucionario separatista.]‘
Conocedora de esta situación la Real Audiencia del Cuzco manda, en 1798, sus-
pender la facultad de esta universidad para conferir grados en Leyes, Cánones y
Medicina, c o m o represalia por el activismo antoniano.
14. El revelador informe que sobre la situación de San Antonio Abad elevan en 1815, a nombre de la Au-
diencia Red del Cuzco,los doctores Zcrnadcs,BurolomC Bedoya y Pardo, dice: “En esta capital hay
un Seminario que bien sea por descuido de sus inmediatos superioreso porque los alumnos ven en su
primer Jefe una conducta contraria a esta obligación política y religiosa,descubren unas ideas poco fa-
vonbles a este propósito, cuyas semillas cuando Lleguen a ser pastores, se desarroüarin de un modo
m u y perjudicial”. T o m a d o de Eguiguren, Luis Antonio. Diccionario Histórico Cronológico de la
U n i v m i d í d R e d y PontificiadeSanMarcos.Lima. 1940.T.1. píg. 225.
15. Fajardo Eyuguirre, Ramón: Valores Tradicionales de la Universidad de Huunanga. En: La Universi-
d a d N a c i o d S a n Cristóbd de Huunanga 1677-1959.A y w u c h o 1959.Ed.F.GonzüezV.
19
macahua, se expide la Real Cédula del 28 de marzo de 1816 que deja en suspenso
la facultad de la Universidad de San Antonio Abad para conferir grados, corno
prevención contra toda forma de agitación política. La prohibición, que práctica-
mente significó el receso de la universidad, quedó vigente hasta que en 1825 Bo-
lívar la suspende en “. ..Interin se pone en ejercicio el colegio de ciencias y artes
que se ha mandado fundar, al que quedará desde luego reunida la dicha Universi-
dad”,I6 con lo que se inicia la secularización del claustro antoniano.
E n 1821, poniendo en evidencia su devoción por la cultura, el General José
de San Martín fundó la Biblioteca Nacional y, posteriormente, el 6 de junio de
1822, la Escuela Normal de Lima, disponiendo que a ella concurra cada maestro
acornpaiiado de dos discípulos, con el fin d e adquirir prácticas y familiarizarse
con el sistema de Lancaster, basado en la enseñanza mutua, disponiendo además,
la generalización del sistema lancasteriano en las escuelas.
Posteriormente, el General Simón Bolívar, preocupado al igual que San
Martín en afianzar su obra emancipadora con el desarrollo de la cultura, crea en
el norte del país, el 10 de m a y o de 1824, la Universidad de Trujillo, con las cáte-
dras de Filosofía, de Humanidades, de Ciencias Eclesiásticas, Exactas y Natura-
‘ les, y de Derecho Público y Patrio, la misma que inicia sus actividades en 1831,
reabre la Universidad de San Antonio Abad del Cuzco en 1825, c o m o se indiió
antes;y crea la Universidad San Agustín en Arequipa, al sur del país, el 1 1 de no-
viembre de 1828, con las áreas de Derecho, Historia, Filosofía y Literatura.
El Reglamento de Instrucción Pública promulgado en 1855 por el gobierno
de don R a m ó n Castilla, significó una auténtica reforma universitaria en el país,
exigiendo que cada universidad elaborara nuevos reglamentos propios, acomoda-
dos a los postulados contenidos en él, en sustitución de las vetustas constitucio-
nes coloniales que aún seguian vigentes. Castilla trató d e centralizar y darle cierto
ordenamiento jurídico a la vida universitaria nacional,” integrándola en un todo
orgánico, dándole un sentido n e m e n t e profesionalista, lo cual motivó fuerces
reacciones en contra de las universidades San Antonio Abad y de San Marcos. La
oposición del claustro antoniano y su notable declinación académica llevaría al
gobierno del país a secularizar dicha universidad en 1863, separándola definitiva-
mente del Seminario.
El Reglamento de Instrucción Pública disponía, entre otros aspectos del
ordenamiento universityio nacional, la integración de los antiguos colegios de
San Carlos y de Medicina a la Universidad de San Marcos, la que quedaba consti-
tuida p o r cinco Facultades: Teología, Jurisprudencia, Medicina, Filosofía y Le-
tras, y Matemática y Ciencias Naturales.San Carlos abordó, con carácter exclusi-
vo, la enseñanza de las Facultades de Letras, Ciencias y Derecho. Más tarde, en
el Eobierno de Manuel Pardo (1876) se fundó la Facultad de Ciencias Políticas y
16. “Soldc¡Cuzco”. N’30dd23-VII-1825.
17. Badrc,Jorge.Histori.deIiRepúbliudelPerú.LimaEd.Peruaminca 1964.T.111.
PO
Administrativas y, posteriormente, la de Ciencias Económicas. Por esta época ya
San Marcos comprende que debe trabajar por su autonomía y por la libertad de
cátedra, c o m o se aprecia en la Memoria del Rector del año 1873.
21
de haber ciudadanos Desde la universidad se impuisa el concepto de
que la educación debía convenirse en la piedra angular de los problemas naciona-
les.
La Facultad de Ciencias Políticas de San Marcos desempeáó u n rol impor-
unte en la obra nacional, estimulando el estudio de los problemas económicos
nacionaies y defendiendo a la clase trabajadora del país. Algunas leyes sobre el
trabajo fueron obra de sus catedráticos.
E n 1917 se crea, por Decreto Supremo, la Universidad Católica del Perú
c o m o la primera universidad privada existente en el país.
E n 1918 se promulga la Ley Orgínica de Enseñanza que le da a San Marcos
la categoría de Universidad Mayor con seis facultades y cuatro escuelas, asocian-
do a ella, con autonomía, a las escuelas de construcciones civiles y de minas, con
el nombre de Escuela de Ingenieros y la Escuela Superior de Agricultura, con el
nombre de Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria. Crea además, dentro
de esta Universidad Mayor, la Escuela Superior de Ciencias Pedagógicas, destina-
da a formar profesores y directores de colegios de enseñanza secundaria y de es-
cuelas normales.
Las Universidades San Agustín, San Antonio Abad y de Trujiilo son consi-
deradas universidades menores que sólo pueden tener tres facultades: de Filoso-
fía, Historia y Letras; de Ciencias Físicas y Naturaies; y de Jurispnidencia y
Ciencias Políticas.
Se establece la representación de los alumnos en el Consejo Universituio,
constituida por dos delegados que deben ser, sin embargo, doctores o titulados.
El Rector es elegido por una Asamblea de delegados de las facultades, en la que
no participan alumnos. L o s catedráticos de las universidades son a dedicación
puciai, por horas;si bien hay autonomía económica y administrativa, lo autono-
m í a académica está m u y limitada por la especificación, en la Ley, de las asignrtu-
ras que deben dictarse en cada facultad o escuela. Se pueden crear universidades
particulares sin autorización del Estado pero sus grados y títulos carecen de valor
oficial.
Entre 1918 y 1983, año de promulgación de la última Ley Universitaria, la
educación superior en el Perú ha sufrido una marcada inestabilidad legal que se
ha caracterizado, principalmente, por la casi alternancia de dispositivos legaies
normativos dados p o r gobiernos democráticos y por gobiernos dictacoriales, que
han totalizado 9 leyes principales,con u n promedio de vigencia de sólo 8 &OS.
~~ ~
18. UnivenidrdMarordeSuiMPrcos.Op.cit
22
A través de estos dispositivos legales, se puede advertir la conceptualiza-
ción de la universidad que tuvieron los gobiernos que se han sucedido en el país.
Los fines y objetivos, organización académica y administrativa, deberes y dere-
chos de los docentes y discentes, y régimen económico de la universidad reflejan
m u y claramente posturas conceptuales, con frecuencia m u y cambiantes, acerca de
la universidad. Conceptudizaciones que corresponden a una etapa crucid de la
actividad académica del país, que se inicia con los movimientos estudiantiles de
la Reforma Universitaria de 1919 y que se extienden en el curso de las décadas
subsiguientes, Jcanzándose progresivamente las conquistas de la autonomía uni-
versitaria, la libertad de cátedra y el cogobierno estudiantil.
E n el Estatuto Universitario de 1928, se reconoce a las universidades autonomía
pedagógica, administrativa y económica; se admite por primera vez la presencia
estudiantil directa en los órganos de gobierno de la universidad, a través de u n re-
presentante; se reconoce a San Marcos c o m o Universidad Nacional en tanto que
las tres restantes son consideradas c o m o universidades regionales con posibilidad
de tener sólo dos facultades e institutos; se establece el Consejo Nacional de En-
señanza Universitaria, con funciones de coordinación, integrado por cuatro dele-
gados nombrados por el Gobierno y un delegado de cada universidad oficial o es-
tatal; se dispone que sólo podrán fundarse universidades particulares cuando
cuenten con autorización del Consejo Nacional de Enseñanza, las que serán no
profesionales.
E n 1931, como consecuencia de la agitación estudiantil que imperaba en la
Universidad de San Marcos, se amplía la participación del alumnado en el cogo-
bierno de esta universidad, a un tercio del total de los integrantes del Consejo
Universitario. U n año después, sin embargo, ante los graves disturbios ocurridos
en esta universidad y la acusación, por el Gobierno, de sus conexiones con la in-
surrección de la Marina de Guerra del país, se dispone la clausura de la Universi-
dad de San Marcos.
i
El Estatuto Universitario,dado por Ley del año 1935, suprime la represen-
tación estudiantil en los órganos de gobierno de las universidades. San Marcos,
reconocida c o m o Universidad Mayor, cuenta con cinco facultades: Derecho y
Ciencias Políticas, Ciencias Médicas con tres escuelas, de Medicina, de Odonto-
logía y de Farmacia, un Instituto de Altos Estudios Médicos, y una sección de
Obstetricia y Enfermería; Ciencias Biológicas, Física y Matemáticas, Letras, y
Ciencias Económicas; el Instituto Superior de Cultura; el de Biología, y Patolo-
. gía Andina, y otros institutos de investigación. Las universidades San Agustín,
San Antonio Abad y de Tmjillo son consideradas universidades menores, bajo
la supervisión de San Marcos, con el fin de uniformar la enseñanza universitaria
y los métodos disciplinarios, y sólo podrán contar con tres facultades: de Letras,
de Ciencias Biológicas. Física y Matemáticas y de Derecho. Los planes de estu-
dios de estas universidades deben ser similares a los de San Marcos. La Universi-
dad Católica del Perú es también colocada bajo la supervisión de San Marcos,
23
tanto en lo referente a sus planes de estudio cuanto a los procesos de admisión de
nuevos estudiantes. Finalmente se establece que en todas las universidades será
requisito para el otorgamiento del bachillerato y del doctorado la presentación de
trabajos de investigación.
L a Ley Orgánica de Educación de 1941, que norma también la ensenan2.a
superior, mantiene a San Marcos c o m o Universidad Nacional M a y o r y c o m o
universidades regionales con sólo tres facultades, a las tres universidades restan-
tes. Se separan de San Marcos a las Escuelas de Ingenieros y de Agricultura y Ve-
terinaria, así c o m o a la Facultad de Teología, que quedan con total autonomía.
Se reconoce plenamente la autonomía académica, administrativa y económica dc
las universidades. Sin embargo, en la Universidad Católica, única universidad
particular existente para esa época, los planes de estudio y el ingreso de estudian-
tes se mantienen bajo la supervisión de San Marcos y los exámenes de grado se
rinden ante jurado presidido por u n delegado del Ministerio de Educación.
El Estatuto Universitario de 1946 es el primer instrumento legal no regla-
rnentista que rige a la universidad peruana. Reconoce el mismo nivel y los mis-
m o s derechos a las cuatro universidades nacionales, con autonomía académica,
administrativa y económica en cada una de ellas, restableciendo el cogobierno cs-
tudiantil en la proporción del tercio. Por primera vez se establece el régimen dc'
estudios flexibles, aun cuando sólo para una parte del currículum de estudios. Sc
establece la carrera docente universitaria y la necesidad de la renovación pcribdica
del nombramiento de profesores y catedráticos. Asimismo, por primera vcz. sc'
establece la presencia de docentes a tiempo completo, aun cuando sólo en 1.i m;i
xima categona de la carrera docente, que corresponde a la de catedrático. Las au-
toridades universitarias deben ser a tiempo completo.
Los colegios de enseñanza secundaria fueron federados a la universidad iic
su respectiva zona, con el propósito de coordinar mejor el tránsito entre la ensr-
ñanza secundaria y la superior.
Al año de asumir el gobierno del país la dictadura del ochenio. que sc iniciO
en 1948, se suprimió el cogobierno estudiantil en las universidades, se derogó el
Estatuto Universitario de 1946 y se restableció el de 1941. L a ley respectiva reco-
noce, por primera vez, a la Universidad Católica del Perú el mismo nivel y atri-
buciones que corresponden a las universidades nacionales.
En 1955 la Escuela Nacional de Ingenieros es transformada en Universi-
dad, creándose además la Universidad Nacional San Luis Gonzaga en el Depar-
tamento de ica.
L a Ley Universitaria de 1960 es el primer instrumento legal que establece
con claridad la triple función universitaria de enseñar, realizar investigación cien-
tífica y proyectarse a la comunidad a través de acciones de extensión cultural.
Restablece el cogobierno estudiantil en la proporción del tercio del total de sus
24
integrantes, en los diversos órganos de gobierno de la universidad. Crea los de-
partamentos académicos, pudiendo ser alternativa a las cátedras. E n la carrera do-
cente suprime la categoría de catedrático y establece cinco categorías docentes,
. con renovación periódica de sus nombramientos: Ayudante, Jefe de Prácticas,
Profesor Auxiliar, Profesor Asociado y Profesor Principal.Por primera vez se es-
tablece la preocupación que deben tener las universidades para que sus profesores
sean a tiempo completo y, en lo posible, a dedicación exclusiva. Se enfatiza en la
necesidad de que la universidad realice investigación científica, creándose un
Consejo de Investigación en cada universidad, y escuelas de altos estudios en las
universidades que tengan los recursos para establecerlas.Por primera vez, se esta-
blece la gratuidad de la ensenanza universitaria. Se crea la Universidad Nacional
Agraria en base a la antigua Escuela Nacional de Agricultura. Se establece el C o n -
sejo Interuniversitario,constituido por todos los Rectores de las Universidades
del país, c o m o órgano de coordinación de la labor universitaria.
Entre 1960 y 1965, se produce una expansión notable en el número d e uni-
versidades del país, creándose 18 nuevas universidades, incluyendo la reapertura
de la Universidad San Cristóbal de Huamanga. D e estas nuevas universidades i i
son públicas, de las cuales dos se fusionan en 1970, y siete son privadas, con lo
cual se triplicó, en sólo seis años, el número de universidades pre-existentes.
Entre 1966 y 1971 se produce una segunda expansión en el número d e uni-
versidades aunque m á s débil que la anterior, creándose 4 universidades públicas
y dos privadas.
En 1969, luego de establecerse la dictadura militar que gobernó el país de
1968 a 1980, se promulgó la Ley Orgánica de la Universidad Peruana, que signifi-
có un cambio radical en la concepción de la universidad en el Perú. Se establece
el Sistema de la Universidad Peruana c o m o la agrupación formal d e todas las uni-
versidades del país y de los órganos de dirección y coordinación correspondien-
tes, transfiriéndose al sistema parte de la autonomía académica, administrativa y
económica que habían tenido las universidades.Se dotó además el Sistema de A u -
tonomía Normativa, entendida c o m o la facultad de promulgar el Estatuto de la
Universidad Peruana en base a esta ley, que fue bastante general, el mismo que
normaría el funcionamiento de todas las instituciones del sistema. El máximo or-
' ganismo del sistema denominado Consejo Nacional de la Universidad Peruana
(CONUP)y, posteriormente, Comisión Nacional Interuniversitaria ( C O N A I ) ,
estaba integrado por los rectores de las siete universidades más antiguas del país,
rectores representantes de las diversas regiones universitarias del país y de las uni-
versidades privadas. Sus funciones eran las de planificar a nivel nacional el desa-
rrollo de la universidad peruana y de coordinar las acciones interinstitucionales,
supervisando el funcionamiento de las universidades integrantes del sistema. Su
responsabilidad se ve aún más fortalecida si se tiene en cuenta que era encargado
de distribuir el presupuesto asignado por el Estado al sistema, entre las universi-
dades públicas y las privadas que recibían subsidio estatal. Su opinión favorable
25
era requisito indispensable para dictar leyes que creaban nuevas universidades.
Para el mejor cumplimiento de sus fines, el Consejo es dotado de tres Direccio-
nes: de Planificación Universitaria, de Evaluación de Universidades y del Fondo
Nacional de la Universidad Peruana, esta última encargada de la administración
presupuestal.
26
E n 1983 se promulgó la Ley Universitaria vigente, que devuelve a las uni-
versidades su total autonomía, que fuera parcialmente restringida en “beneficio”
del sistema; regresa al régimen de facultades en la organización de las universida-
des; resta fuerza a los departamentos académicos; y restablece el cogobierno estu-
diantil en la proporción del tercio. La descripción de la organizacgn unjversitaria
en función de las normas establecidas en esta ley se analizará posteriormente.
E n las últimas dos décadas se ha dado, paralelamente al desarrollo de la
universidad, un notable proceso de incremento en el número de instituciones de
educación superior no universitaria. La Ley General de Educación, promulgada
en 1972, crea las Escuelas Superiores de Educación Profesional (ESEP),c o m o la
modaiidad de educación superior no universitaria, en la cual se pretendió reunir
a la mayoría de instituciones que, a ese nivel, ofrecían educación superior, con la
excepción de las escuelas de los institutos militares y policiales. Se inició así una
proliferación acelerada de este tipo de escuelas, con la finaiidad de disminuir la
presión, en constante aumento, que se venía produciendo para ingresar a las uni-
versidades. Si bien la Ley señalaba que la formación impartida en las ESEP era
terminal, el ingreso a la universidad requería el paso previo por estas escuelas.
Los costos excesivos que demandaba implementar este proyecto tan ambicioso,
con suficientes ESEP para atender a toda la población de educandos que deseaba
seguir estudios universitarios o que, por el contrario, sólo aspiraba a lograr una
formación profesional en un período corto d e tiempo, así c o m o las limitaciones
de otro orden, principalmente personal docente calificado, impidieron su pleno
funcionamiento.
C o n el advenimiento del gobierno democrático, en 1980, se preparó y pro-
mulgó en 1982, la Ley General de Educación N 23.384, en actual vigencia, que
transforma a las ESEP en Escuelas e Institutos Superiores, y a las Escuelas Nor-
males en Institutos Superiores Pedagógicos, manteniendo la condición de escue-
las superiores de régimen especial para la Escuela Nacional de Bellas Artes, la
Escuela Nacional de Música y otras escuelas del Estado destinadas a la forma-
ción de personal especial y funcionarios públicos.
27
de diversa naturaleza (16públicas y 6 privadas) que incluyen escuelas de Oficiales
y escuelas superiores de los institutos militares y policiales, centros de formación
eclesiástica, etc. cuyo detalle se presenta más adelante.
28
A u n cuando en términos relativos el crecimiento de la matrícula en las uni-
versidades no fue el mayor -sólo alcanzó al 1.039% en 25 años- en términos de
cifras absolutas fue altamente significativo (de 30.247 alumnos a 344.468). C o m o
se verá posteriormente, este incremento tan acentuado ha repercutido negativa-
mente en diversos aspectos de la caracterización de la universidad actual, princi-
palmente en lo relacionado al cuerpo docente, a las facilidades relativas a infraes-
. tructura física, y al financiamiento por alumno.
E n el cuadro No6, que presenta la distribución de la matrícula d e la educa-
ción superior por tipo de institución, se puede apreciar un proceso constante >-
acentuado de incremento en la participación de los institutos y escuelas superio-
res, que partiendo de cero, alcanzan el 15.66% de la matrícula total de la educa-
ción superior para 1984, y un proceso inverso a nivel de inskutos superiores pe-
dagógicos, en sus diversas denominaciones que, partiendo del 19.70% de la ma-
trícula total en 1960, han disminuido su participación a sólo el 5.49% en 1984.
Las universidades, por otro lado, han mantenido una participación más estable
con dos etapas claramente apreciables e inversas. Entre 1960 y 1970, se produce
un crecimiento del 80.30% al 83.81% de la matrícula total, para luego descender
gradualmente, hasta alcanzar sólo el 78.85% de la matrícula total de la educación
superior, en 1984.
InstitutosSuperioresPedagógicos
Los Institutos Superiores Pedagógicos realizan, al igual que las universida-
des, la formación del profesorado requerido para los tres primeros niveles de la
educación en el país, bajo la supervisión y coordinación de la Dirección de Edu-
cación Superior del Ministerio de Educación.
Sus objetivos son:
formar profesionales de la educación con una sólida base humanística, ,
científica y tecnológica;
contribuir en la formación continua del profesorado en servicio, atendien-
do prioritariamente al mejoramiento de la calidad del personal docente de
su zona de influencia;
impulsar la investigación educacional, así c o m o la generación y experimen-
tación de innovaciones tecnológicas;y
contribuir a la promoción cultural y desarrollo de la comunidad.
Su cum’culum de estudios se caracteriza por ser integral,
- coherente, flexi-
ble y diversificado. Se rige por el sistema de créditos. La investigación y experi-
mentación son características permanentes del régimen académico de la forma-
ción del profesorado. El Ministerio de Educación autoriza la experimentación de
innovaciones convenientes para el desarrollo educativo, antes de su generaliza-
ción.
Acceden a los Institutos Superiores Pedagógicos los egresados de la secun-
daria, previo proceso de selección. Concluidos los estudios, estos institutos otor-
gan, a nombre de la Nación, el título profesional de Profesor, con especificación
del nivel o modalidad educativos y, según los casos, la especialidad o mención co-
rrespondientes. Es requisito para optar al título la sustentación y aprobación de
-
un trabajo de investigación o de un proyecto de desarrollo educacional.
Otras Instituciones
E n este grupo de instituciones se incluye a la Academia Diplomática del
Perú, Escuelas de Oficiales y Escuelas Superiores de los Institutos Militares y Po-
liciales, Escuela de Administración Pública (ESAP), Escuela de Salud Pública,
Escuela Nacional de Bellas Artes, Escuela Nacional de Música, Escuela Superior
de Administración de Negocios (ESAN),Facultad de Teología Pontificia y Civil
¿e Lima,Seminarios diocesanos y centros de formación de religiosos reconocidos
por la Conferencia Episcopal Peruana; todos regidos por sus propios dispositivos
legales normativos.
Subsistema Universitario
El subsistema universitario de la educación superior está constituido por el
conjunto de universidades públicas y privadas existentes en el país.
Las universidades son instituciones de educación superior integradas por
profesores, estudiantes y graduados. Se dedican al estudio, la investigación, la
educación y la difusión del saber y la cultura, y a su extensión y proyección socia-
31
les. Tienen autonomía académica, económica, normativa y administrativa,dentro
de la ley (Art.10 de la Ley Universitariavigente).
19. La Lcy Universitaria del año 1969 en SU mículo 4“ señala:“Son funciones de la Universidad Peruana
para el cumplimienn,de sus fines:a) promover, organizar,estimular y realizar investigacióncientifica,
humanistiu y tecnológica,orientándola de preferencia a los problemas nacionales y en coordinación
con el Consejo Nacional de investigación;b) impartir ensefianza de las disciplinas del conocimiento en
sus múltiples aspectos. para formar profesionales, investigadores,profesores y técnicos,de acuerdo a
las necesidadesdel desarrollo nacional, estimulando el interés y las motivaciones del educando;c) desa-
rrollar en los estudiantes los valom Cticos, el sentimiento nacional, el sentido de la responsabilidad y
la voluntad de servicio a la comunidad, indispensablesal ejercicio de sus propias actividades y a su in-
tervenciónen la Vida del país, afirmando los f u m s de la dignidad de la persona humana;d) mender su
acción académica. con carácter de proyección social y de promoción integral de la comunidad, a quie-
nes no siguen progrmas porfesioadesupecificos”.Considera &cola0 la primera función-lade in-
vestigación,porque de ella se nutren Lasotras dos funcionespara su mejor cumplimientoodescmpeno.
32
co y administrativo;y administrar sus bienes y rentas, elaborar su presupuesto y
aplicar sus fondos con la responsabilidad que impone la Ley.
L a Ley prohibe a las universidades la creación de filiales o anexos;sin e m -
bargo, excepcionalmente puede crear nuevas Facultades, dentro del ámbito de-
partamental,20de acuerdo a las necesidades de la región, en concordancia con los
planes de desarrollo nacional. N o hay impedimento para establecer centros de in-
L vestigación, experimentación, aplicación y servicios fuera de su sede, para el me-
jor cumplimiento de sus fines.
Todas las universidades tienen los mismos derechos y obligaciones, con las
peculiaridades establecidas por la ley y las propias de su condición jurídica.
El recinto de las universidades es inviolable. Las fuerzas policiales sólo
pueden ingresar en él por mandato judicial y a petición expresa del Rector, de la
que dará cuenta inmediata al Consejo Universitario, salvo el caso de flagrante de-
lito o peligro inminente de su perpetración. Los locales universitarios sólo son
utilizados para el cumplimiento de sus propios fines y dependen exclusivamente
de la respectiva autoridad universitaria. Incurren en las responsabilidades de ley
quienes causen daños a los locales o instalaciones universitarias, perturben o im-
pidan su uso normal o los ocupen ilícitamente, de manera parcial o total.
Las universidades son públicas o privadas, segiln se creen por iniciativa del
Estado o de particulares. Las primeras son personas jurídicas de derecho público
interno y las segundas son personas jurídicas de derecho privado sin fines de lu-
cro. Para su creación se requiere, en ambos casos, la dación de la Ley correspon-
diente.
34
E n las dos últimas décadas se ha producido un exagerado incremento en el
número de instituciones universitarias, generalmente por razones políticas, ges-
tionadas p o r representantes de las diferentes regiones del país (Senadores y Dipu-
tados) que han obtenido la ley de creación en el Congreso Nacional, en la mayo-
ría de casos, con la opinión contraria de los representantes del Sistema Universi-
tario Nacional. La mayoría de las universidades de reciente creación son de régi-
m e n privado.
Este crecimiento inorgánico de universidades, sumado al excesivo número
de alumnos matriculados en la mayoría de ellas, son causales importantes para la
llamada “crisis universitaria” que se caracteriza por la falta de profesorado idó-
neo, deficiencia en áreas físicas, equipamiento y material de ensefianza.
Por razones macroadministrativis y de coordinación, las universidades se
agrupan en seis regiones (cuadro N’ 2), en cada una de las cuales se organiza un
Consejo Regional integrado por los Rectores de las universidades respectivas,
con la capacidad de formular su respectivo reglamento de organización y funcio-
nes. Eligen su presidente entre los rectores de las universidades que lo integran,
por un período de dos aíios y con criterio rotativo que permita la participación
de todas las universidades de la región. Su sede será la de la universidad de la cual
procede el presidente. El Reglamento General de la Coordinación Interuniversi-
taria establece la jurisdicción de cada Consejo Regional Interuniversitario.
Las atribuciones del Consejo Regional Interuniversitario son: propiciar la
coordinación de los planes y programas de investigación y de proyección social
de las universidades para asegurar el desarrollo regional;elevar u n informe anual
sobre la realidad universitaria de la región; opinar sobre aspectos sustantivos de
la realidad local y regional, proporcionando criterios orientadores para las deci-
siones de los gobiernos locales y regionales;propiciar la celebración de convenios
de colaboración mutua entre las universidades de la región; pronunciarse en los
casos de creación, supresión o fusión de universidades del ámbito regional, antes
de su aprobación por la Asamblea Nacional de Rectores; fomentar y organizar
eventos culturales, científicos, de investigación y de deporte universitario en el
ámbito regional.
Es importante relevar, c o m o se ha mencionado anteriormente, que si bien
el número de universidades aumentó en los últimos 27 años en 500%, también es
cierto que, en este mismo período, la creación de universidades de régimen priva-
do es m u c h o más alarmante. Mientras que las universidades públicas crecen de 8
a 27, en el período de referencia que nos ocupa, las privadas lo hacen de i a 19,
lo que significa que el indicador U.Privadas/ U. Públicas, pasa de una razón de
118 a una de 19/27(algo más de 213). Si se tiene en cuenta que, en la mayoría de
los caos, las universidades privadas funcionan con mayor cantidad de aiumnos
que las universidades públicas, se espera, en un futuro cercano, que la cobertura
de la educación superior universitaria en el país se computa en proporciones si-
mhes,entre la iniciativa pública y la privada.
35
La matrícula universika se distribuía, hasta 1984, en 25 universidades pú-
blicas y 10 privadas, pues las demás universidades se encontraban en proceso de
organización por ser recientemente creadas. E n dicho año se registra una matrí-
cula cercana a los 350 mil alumnos, de los cuales i 10 mil pertenecen a universida-
des privadas, es decir aproximadamente la tercera parte del alumnado universita-
rio nacciond. Si se tiene en cuenta que dos universidades nacionaies captaron en
conjunto para dicho año,aproximadamente 80.000 estudiantes (Universidad Na-
cional Mayor de San Marcos con cerca de 50 mil y la Universidad Nacional Fede-
rico Villarreal con más de 26 mil estudiantes), las restantes 23 universidades pú-
blicas registran una matricula sólo 40% superior a la que se dio en las ,íOuniversi-
dades privadas. Se puede también mencionar que en el mismo año, para el mismo
grupo de universidades, concursaron para obtener vacante de ingreso algo más de
300 mil postulantes, de los cuales ingresaron 78.000. Si se analiza la relación pos-
tulantes/ingresantes para las universidades públicas y privadas, se puede obtener
los siguientes resultados: en universidades públicas postulan 225.000 e ingresan
50.000, es decir el 22%; en tanto que para las universidades privadas postulan
75.000 e ingresan 28.000, es decir el 37%.
37
bién puede hacerlo a solicitud de más de la mitad de los miembros del Consejo
Universitario o de m á s de la mitad de los miembros de la Asamblea Universitaria.
El Consejo Universitario es el órgano de dirección superior, de promoción
y de ejecución de la universidad.Está integrado por el Rector; el o los Vice-Recto-
res; los Decanos de las facultades y, en su caso, el.de la Escuela de Post-grado;
por los representantes de los estudiantes,cuyo número es el de un tercio del total
de los miembros del Consejo; y por u n representante de los graduados.
Son atribuciones del Consejo Universitario aprobar, a propuesta del Rec-
tor, el plan anual de funcionamiento y desarrollo de la universidad;dictar el Re-
glamento General de la universidad, el Reglamento de Elecciones y otros regla-
mentos internos especiales;aprobar el Presupuesto General de la universidad, au-
torizar los actos y contratos que ataiien a la universidad y resolver tpdo lo perti-
nente a su economía; proponer a la Asamblea Universitaria i? creación, fusión,
supresión o reorganización de facultades, escuelas o secciones de postgrado, de-
partamentos académicos, escuelas e institutos;ratificar los planes de estudio o de
trabajo propuestos por las facultades, departamentos, escuelas y demás unidades
académicas; conferir grados académicos y títulos profesionales aprobados por las
facultades, así c o m o otorgar distinciones honoríficas, reconocer y revalidar los
estudios, grados y títulos de universidades extranjeras,cuando la universidad está
autorizada para hacerlo; aprobar anualmente el número de vacantes para el con-
curso de admisión; nombrar, contratar, promover y ratificar a los profesores y
personal administrativo de la universidad;z'declarar en receso temporal a la uni-
versidad o a cualquiera de sus unidades académicas, cuando las circunstancias lo
requieran, con cargo de informar a la Asamblea Universitaria;ejercer en instancia
revisora el poder disciplinario sobre docentes, estudiantesy personal administra-
tivo y de servicios; y conocer y resolver todos los demás asuntos que no están
encomendados específicamente a otras autoridades universitarias.
El Rector es el Personero y Representante Legal de la universidad, es elegi-
do para un período de cinco años y n o puede ser reelegido para el período inme-
diato siguiente. Para ser elegido se requiere ser ciudadano en ejercicio, profesor
principal con n o menos de doce aiios en la docencia universitaria, de los cuales
cinco deben serlo en la categoría, y tener el grado de doctor o el más alto título
profesional, cuando en el país n o se otorga aquel grado académico en su especiali-
dad.
El Rector preside el Consejo Universitario y la Asamblea Universitaria y
hace cumplir sus acuerdos; dirige la actividad académica de la universidad y su
21. L o s nombramientos y contratos de docentes se hacen para los ganadores de los concursospúblicos de
méritos y oposición,de acuerdo a los reglamentosespeciales de cada universidad. Lu promociones y
ratificaciones de docentes M efectúan para los que han cumplido los requisitos de grados accdimicos,
tiempode servicios en la categoría, producción académica y científica,etc. de acuerdo a la Ley Univer-
simia y a los Esmtutosde udauniversichd.
38
gestión administrativa, económica y financiera; presenta al Consejo Universita-
rio, para su aprobación, el plan anual de funcionamiento y de desarrollo de la
universidad, y a la Asamblea Universitaria, su memoria anual; refrenda los diplo-
mas de grados académicos y títulos profesionales, y de distinciones universitarias
conferidas p o r el Consejo Universitario; expide las cédulas de cesantía, jubilación
y montepío del personal docente y administrativo de la universidad;21y las fun-
ciones que le otorga la Ley y los Estatutos, c o m o representante legal de la institu-
ción.
La universidad tiene uno o dos V i c e - R e c w m , cuyas funciones secundan a
las del Rector y cuyos requisitos de elección son los mismos que se exigen para
el cargo de Rector. Similarmente, son elegidos para un período de cinco años y
no pueden ser reelegidos para el período inmediato siguiente.
El gobierno de la facultad corresponde al Consejo de Facultad y al Decano,
de acuerdo con las atribuciones establecidas en el Estatuto de cada universidad.
El Consejo de Facultad está integrado por el Decano, quien lo preside, por
representantes de los profesores y de los estudiantes, elegidos por los profesores
y los estudiantes de la facultad, respectivamente;y por un representante de los
graduados en calidad de supernumerario. Los profesores eligen no más ¿e doce
representantes. L a mitad de ellos son profesores principales. EL estatuto de la uni-
versidad establece La proporción de las otras categorías. El número de estudiantes
es igual a un tercio del total de integrantes del Consejo.
El Decano representa a la Facultad ante el Consejo Universitario y la
Asamblea Universitaria. Es elegido por el Consejo de la Facultad e ‘.re profesores
principales de ella, con más de diez años de antigüedad en la docencia, de los cua-
les tres deben serio en la categoría; debe tener el grado de doctor o el más alto
título profesional cuando en el país no se otorgue dicho grado en su especialidad.
El Decano es elegido para un período de tres años y puede ser reelegido
por una sola vez para el período inmediato siguiente,requiriéndose en este caso
el voto de los dos tercios de los miembros del Consejo de la Facultad.
Para la instalación y funcionamiento de la Asamblea Universitaria, el C o n -
sejo Universitario y el Consejo de Facultad, el quórum es de la mitad más uno
de sus miembros. E n ninguna circunstancia la proporción de los estudiantes pue-
de sobrepasar a la tercera parte de los miembros de ellos. L a inasistencia de los
estudiantes n o invalida la instalación ni el funcionamientode dichos órganos.
Las universidades tienen órganos de inspección y control para cautelar el
cumplimiento del Estatuto y los Reglamentos.
22. Resolución que reconoce el derecho a percibir una pensión mensual p e m i n m r e !e compensación a 10s
. uiosdeEcMcioprcsudosalEsudo.
39
El gobierno de las universidades de régimen privado presenta variaciones
m u y significativas, pues además de introducir en su gobierno otras entidades,
c o m o la organización de fundadores de la universidad, deja en libertad, para de-
terminar en sus propios estatutos, la proporción de la participación de Los esta-
mentos universitarios:profesores, alumnos, egresados,etc. E n efecto, el Art. 42
de la Ley Universiraria se limita a establecer que: “en el gobierno de las universi-
dades privadas participan, obligatoriamente, los profesores, los estudiantes y los
graduados, así c o m o la entidad fundadora, si se encuentra en actividad, en la pro-
porción que determinen sus respectivos Estatutos”.
EL ACCESO A LA EDUCACION SUPERIOR
L a matrícula universitaria del país creció de aproximadamente 110.000
alumnos en 1970 a más de 300.000 en 1984. Este notable incremento responde a
la política de democratización de la educación que se acentúa a partir de la década
del 60, generando presiones cada vez mayores sobre la universidad, c o m o conse-
chencia del rápido crecimiento de la población que terminó los estudios secunda-
, rios, así c o m o del significativo aumento en la proporción de esta población que
desea seguir estudios universitarios. Esta tendencia se refuerza con el hecho de
que, p o r norma constitucional del país, la educación impartida por el Estado es
gratuita en todos sus niveles. Como resultado de estas presiones, aproximada-
mente u n tercio de La población que termina la secundaria es admitida en las uni-
versidades.
De acuerdo a las estadísticas registradas por UNESCO,la proporción dc
estudiantes universitarios, en relación a la población total del país, se compara fa-
vorablemente aun con las que se dan en algunos países desarrollados. Esta pro-
porción pasó de 938 alumnos de educación superior por cada 100.000 hab’itantes,
en 1970, a la de 1.957 para el año 1982. Para este mismo aiio, y siempre por cada
100.000 habitantes, se registran, con carácter comparativo, las respectivas cifras
para los siguientes paises: 1.369 en México, 1.905 en Italia, 1.962 en Austria y
2.029 en Japón.*’& da así, una sobre oferta de graduados en las universidades,
pero con un nivel de preparación generalmente bajo.
L a presión de ingreso a la universidad, generadora de la expansión en el en-
rolamiento universitario, ha determinado a su vez, el notable incremento en el
número de universidades del país, tanto públicas c o m o privadas, del que se ha
tratado en otra parre del presente informe, y una disminución de los niveles aca-
démicos requeridos para la admisión.
Frente a la creciente presión de ingreso a las universidades, las modalidades
de educación superior n o universitaria y las de formación de mandos medios n o
han despertado mayor interés en el estudiantado del país, por lo que n o constitu-
-
23. UNESCO StaRFEPLYurbook,1984.
yen verdadera alternativa a la universidad. Por esta razón y también con el fin de
disminuir la presión de ingreso a la universidad, en el año 1972 se modificó el sis-
tema de educación del país, introduciéndose entre la educación secundaria y la
universitaria un nivel intermedio de educación superior, obligatorio para los que
deseaban seguir estudios universitarios. Este nive1,constituido por las Escuelas
Superiores de Educación Profesional (ESEP),fue sin embargo un nivel de estu-
dios terminal porque en él se obtenían títulos en carreras cortas de nivel superior.
Como ya se indicó anteriormente, las ESEP no tuvieron el éxito que se
previó en su creación, siendo sustituidas en 1982 por los institutos y escuelas su-
periores, restableciéndose la educación secundaria tradicional c o m o requisito de
ingreso a la universidad. La educación superior no universitaria impartida en los
nuevos institutos y escuelas superiores tampoco ha disminuido el interés por se-
guir estudios universitarios.
Son requisitos de admisión a la universidad: haber aprobado el nivel de
educación secundaria y ser seleccionado en el proceso de admisión correspon-
diente. Cada universidad establece ep su estatuto la modalidad de selección de
los postulantes, sea a través de un concurso o de un examen de admisión. E n am-
bos casos se trata de pruebas de evaluación de conocimientos y de aptitud acadf- .
mica; seleccionándose,en el primer caso, a los concursantes que ocupan los pri-
meros lugares en el orden de mérito resultante, hasta completar el número d e va-
cantes establecido. En el caso del procedimiento de exaden de admisión, es re-
quisito para ser admitido no sólo alcanzar vacante, sino también aprobar el exa-
m e n de evaluación. Cada universidad debe establecer, con la anticipación necesa-
ria, el número de vacantes de admisión para cada una de sus facultades. Estas ci-
fras son inmodificables después de aprobadas y publicadas. La admisión se pro-
duce una o dos veces al año, durante las vacaciones dadas entre períodos lectivos
semestrales sucesivos.
Están exonerados del procedimiento ordinario de admisión a las universi-
dades:
a) los titulados o graduados en otros centros de educación superior;
b) quienes hayan aprobado en dichos centros por lo menos cuatro petíodos
lectivos semestrales completos o dos anuales o 72 créditos, en cuyo caso la
admisión se da por el procedimiento de traslado de matrícula;y
c) los dos primeros alumnos de los centros de educación de nivel secundario
ubicados en la región a la que pertenece la universidad.
En los dos primeros casos, los postulantes son evaluados individualmente
con el fin de seleccionar a los que llenarán las vacantes establecidas para estos ca-
sos, y de convalidar los estudios realizados en atención a la correspondencia de
los “syllabi” respectivos. El número de vacantes ocupado por los postulantes del
41
tercer grupo es & d dd total establecido, quedando la diferencia para ser
llenada por los postulantes no sujetos a excepción.
Como los procesos de admisión no son simultáneos en todas las universi-
dades del país, los estudiantes pueden postular en más de una universidad, siendo
frecuentes los casos de candidatos que inclusive se desplazan a distintas ciudades
del país con este propósito. El número de postulantes múltiples se puede estimar
en un 10% del total. El total anual de postulantes para ingresar a las universidades
no reflejaasí, sino de manera aproximada y por exceso, la verdadera demanda de
ingreso a estas casas de estudio.
E n el gráfico No3 se ilustra la evolución registrada en relación al número
de postulantes que se presentan anualmente a las universidades del país, y al nú-
mero de vacantes de admisión establecido para los mismos períodos. Como pue-
de apreciarse, existe un déficit de vacantes para atender la demanda, aun teniendo
en consideración los casos de postulación múltiple a distintas universidades, refe-
ridos anteriormente. Este déficit produce un efecto acumulativo c o m o conse-
cuencia de la insistencia de los mismos postulantes, que al no tener éxito en opor-
tunidades anteriores,se presentan en los sucesivos procesos de admisión.
C o n el fin de mejorar sus probabilidades de éxito,'es frecuente que los pos-
tulantes se preparen haciendo una revisión y estudio de las materias que se inclu-
yen en las pruebas de evaluación de conocimientos. C o n este propósito, han pro-
liferado las academias privadas de preparación. A su vez, con el propósito de m e -
jorar sus procesos de admisión y de ayudar a los postulantes, algunas universida-
des han establecido sus propios centros de estudios preuniversitarios,c o m o alter-
nativa a las academias antes mencionadas. Los estudios realizados en estos cen-
tros permiten, a su vez, la selección de postulantes para cubrir parte de la cuota
anual de admisión de la universidad correspondiente.
El procedimiento de admisión para los centros de educación superior n o
universitaria es similar al de las universidades. Se debe señalar, sin embargo,que
el número de postulantes a los institutos y escuelas superiores es, en la mayoría
de casos, m u y cercano al número de vacantes de admisión establecido, no regis-
trándose mayor déficit en estos casos.
42
restante (142.678) lo hacían en las 97 instituciones del sector privado (cuadro iV
5), estando esta distribución del alumnado m u y próxima a las proporciones que
se dan en el número de instituciones públicas y privadas (cuadro W 3). E n el mis-
m o cuadro iV 5 se aprecia que en los últimos 25 años, la participación del sector
privado en la educación superior ha ido en constante incremento, pasando del
10.36% en 1960, a1 32,7070 en 1984.
Tanto en el sector público c o m o en el privado la matrícula se concentra
predominantemente en las universidades. Para el mismo año 1984, el 78.85% del
estudiantado de educación superior estaba matriculado en este tipo de institucio-
nes (344.468 alumnos), siguiendo en orden descendente la matrícula en los insti-
tutos y escuelas superiores, con el 15.66% (68.422 alumnos) y en los institutos
superiores pedagógicos, con el 5.49% (23.992 alumnos). El cuadro No 6 ilustra
esta situación. E n el mismo cuadro se aprecia,para el período 1960-1985,un in-
cremento significativo de la participación de institutos y escuelas superiores en la
educación superior, con desmedro principalmente de los institutos superiores pe-
dagógicos y ligeramente de las universidades.
E n el año 1984, la mayor participación relativa del sector público en la edu-
cación superior se da a nivel de los institutos superiores pedagógicos, con el
95.22% del total de su matrícula, frente al 4.78% que es cubierta por el sector
privado. Siguen, en orden descendente, las universidades, en las cuales el sector
público registra el 68.19% de la matrícula, en comparación con el 31.81% para
el sector privado. La menor participación del sector público, 53.02%, se da en los
institutos y escuelas superiores, en los cules el sector privado captó el 46.98% de
su matrícula total (cuadro iV 7).
Sólo una institución de educación superior, la Cuatricentenaria Universi-
dad Nacional Mayor de San Marcos, exhibe para el año 1984 una matrícula que
supera los 40.000 alumnos (49.197). La siguen cuatro universidades con una po-
blación estudiantil matriculada que está entre 20.000 y 40.000 alumnos; dos de
ellas son públicas, la Universidad Federico Villarreal en Lima, con 26.098 alum-
nos,y la Universidad San Antonio Abad en Cuzco, con 20.306 estudiantes; las
dos restantes, ubicadas en el sector privado y en la ciudad de Lima, son la Uni-
versidad Particular San Martín de Porres con 35.439 alumnos y la Universidad
Particular inca Garcilazo de la Vega, con 24.252 alumnos. El cuadro W 8 presen-
ta la distribución de las instituciones de educación superior por maíio de su ma-
trícula y sector de gestión. En el cuadro i V 9 se presenta la misma distribución
pero por tipo de institución. Del total de 263 instituciones de educación superior,
sólo 1 1 tienen una matrícula superior a 10.000 alumnos, en cambio, 112 institu-
ciones (59.6%) cuentan con una matricula menor a los 500 alumnos. La casi tota-
lidad de estas instituciones con matrícula reducida corresponden a institutos su-
periores pedagógicos (57.1%) y a institutos y escuelas superiores (34.8%). De las
nuevas universidades que se encuentran en este.grupo, ocho lo están p o r no haber
iniciado todavía su funcionamiento para 1984, y, en consecuencia, no contaban
aún con alumnos. El tamaiio de la matrícula en las universidades está predomi-
nante mente entre 5.000 y 10.000 alumnos.
44
alumnos), debido a la existencia de un número importante de institutos superio-
res pedagógicos en el sector público (79 instituciones) que forman maestros, en
carreras de cuatro años de duración, principalmente para la educación primaria.
Las Ciencias Económicas y Sociales ocupan el segundo lugar, con el 17.52% de
la matrícula (16.191 alumnos), seguida por Ingeniería, Arquitectura y Tecnolo-
gías, con el 14.35% (13.257 estudiantes), Ciencias del Agro y del Mar, con
4.45% (4.116alumnos), Ciencias de la Salud, con el 3.06% (2.826 alumnos), Hu-
manidades, Letras y Artes, con el 0.28% (260 alumnos) y finalmente, Ciencias
Básicas, con sólo el 0.20% (187 alumnos).
El cuadro No12 presenta el detalle de la matrícula por carreras, dentro de
cada área de conocimiento, para 1984. E n él, es posible apreciar que el área de
Ciencias Básicas está casi totalmente formada p o r carreras largas (98.8% de la
matrícula total en el área), predominando en estas carreras la Biología (39.94%),
la Química (19.38%) y la Estadística (15.52%). Es de destacar la mayor preferen-
cia por la carrera de Estadística frente a la de Matemática y de la Física, lo que
se explica por las mayores oportunidades en el mercado de trabajo del país que
tiene dicha carrera.
En el área de Ingeniería, Arquitectura y Tecnologías, el 84.59% de la ma-
trícula corresponde a carreras largas (72.764alumnos), de los cuales, la Ingeniería
Industrial ocupa el primer lugar con el 18.56% de la matricula en este tipo de ca-
rreras, seguida por Ingeniería Civil (16.56%), Ingeniería Química (1 1.33%), Ar-
quitectura y Urbanismo (7.73%), Ingeniería de Minas (6.41%), Ingeniería Mecá-
nica (6.05%), e Ingeniería Mecánica y Eléctrica (5.52%). Las restantes 15 carreras
largas en esta área captan porcentajes menores de la matrícula. El 15.41% de la
matrícula en el área, correspondiente a carreras cortas, la que está distribuida en-
tre Electrónica (28.34%), Mecánica de Producción (19.68%), Mecánica Automo-
triz (19.22%), Electricidad (16.60%), Construcción Civil (8.21Yo)y cinco carre-
ras con matrículas menores.
La matrícula en el área de Ciencias del Agro y del Mar está distribuida en
un 84.03% en carreras largas (21.665 alumnos) y 15.97% en carreras cortas
(4.116 alumnos). La carrera predominante en el primer grupo es Agronomía, con
el 37.80% del total en este tipo de carreras, seguida por Zootecnia (15.65%), Me-
dicina Veterinaria (13.95%), Ingeniería Pesquera (13.1 i%), Ingeniería de Indus-
trias Alimentarias (6.43%), Ingeniería Agrícola (5.59%) y seis carreras con maaí-
culas menores. Sólo se ofrecen tres carreras cortas en esta área: producción Agrí-
cola, que capta el 50.97% de la matrícula, Producción Pecuaria, con el 43.80%
y la recientemente creada de Forestales, con sólo el 5.23%.
Las carreras largas en Ciencias de la Salud comprenden el 92.39% (34.328
alumnos) del total de la matrícula en esta área, correspondiendo el 7.61% (2.826
alumnos) a las carreras COMS. Entre las primeras, se destaca Medicina Humana,
45
con el (34.93%) de su total, seguida por Enfermería (23.55%), Obstetricia
(ii.i4Y0), Odontología (íí.03°/~),Farmacia y Bioquímica (i1.070),Tecnología
Médica (5.55%). Bromatología, Nutrición y Dietética acusan falta de preferen-
cia. En las carreras COMS es notoriamente preferida la de Enfermería (57.89%),
seguida por Técnica en Laboratorio Clínico (18.33%) y otras dos carreras de me-
nor demanda.
En el área de Educación se presenta la mayor proporción de la matrícula en
carreras cortas (42.68%, lo que equivale a 23.432 alumnos) correspondiendo a las
carreras largas el 57.32% (31.476 alumnos) del total de la matrícula en el área. En
las carreras largas se forman principalmente maestros para educación secundaria,
a través de la carrera de Educación (82.12% del total de la matrícula en este tipo
de carreras), uí c o m o especialidades diversas, como Educación Inicial (7.38%),
Educación en Tecnoíogía (5.44%), Educación Física (4.47%) y otras dos especia-
lidades con menor matrícula (Educación Especial y Educación Artística). En las
carreras COrtáS, la mayor matrícula se da en Educación Primaria (50.41%), segui-
da de Educación Inicial (1 8.61Yo),Formación Artística (15.02%), Educación Se-
cundaria (14.i5Y0)y dos áreas con matrícula reducida (Educación en Tecnología
y Educación Física).
E n el área de Ciencias Económicas y Sociales las carreras largas son signifi-
cativamente predominantes, en la matrícula, sobre las carreras cortas (90.63% y
9.37%, lo que corresponde a 156.580 y 16.191 alumnos respectivamente). En las
carreras largas, la de Contabilidad es la que ocupa el primer lugar, con el
(26.75%) de la matrícula, seguida por Economía (16.93%), Derecho (16.50%),
Administración (14.€LO%), Psicología (6.i2?'0), Trabajo Social (4.47%), Sociolo-
gía (3.67%) y siete carreras adicionales con matrículas menores. Entre las carreras
cortas, sólo sobresale Contabilidad (67.44%) y en menor grado, Secretariado
Ejecutivo (23.28%).
El área con menor matrícula es Humanidades, Letras y Artes, en la cual el
96.25% de los inscritos corresponde a carreras largas (6.679 alumnos), entre las
que se destaca Periodismo (35.57%), seguida por Historia (17.1i%;), Traducción
e Interpretación (13.10y0), Literatura (10.11%). Filosofía (6.87%) y otras cinco
carreras con escasa matrícula. Las carreras cortas comprenden sólo el 3.75% de
la matrícula del área y están todas relacionadas con diversos tipos de diseño, sien-
do la de mayor preferencia Diseño Publicitario.
Se desconoce la orientación profesional del i i .23% de la matrícula en edu-
cación superior a nivel nacional (49.048 alumnos), de cuyo total sólo 12.06% co-
rresponde a carreras largas, estando la mayoría de este porcentaje relacionada con
alumnos que no han definido su carrera por estar cursando el ciclo de Estudios
Generales, existente en algunas universidades. El restante 87.94% corresponde a
carreras Cortas, de institutos y escuelas superiores privadas, en las cuales no se
dispone de información estadística para este propósito.
46
Distribución Según Sexo
47
La baja proporción de graduados que es tradicional en las universidades del
país está relacionada, principalmente, con uno o más de los siguientes factores,
cuya importancia varía según la universidad de que se trate. Primero, el rápido
crecimiento de la matrícula en muchas universidades, particularmente en las de
reciente creación, en las cuales la proporción de graduados es naturalmente baja
en relación a la matrícula total de cada año. Segundo, la ausencia de normas es-
trictas de selección interna, que demanden de los estudiantes,ya sea un progreso
aceptable hacia la culminación de sus estudios o su separación de la universidad
en forma oportuna y rápida. Este hecho posibilita que los estudiantes repitan los i
1
cursos una y otra vez hasta que los aprueben, alargando su permanencia en la uni-
1
versidad, con frecuencia al doble o más del tiempo normalmente requerido para
su gradución, con lo que se aumenta artificialmente la matrícula institucional.
i
Tercero, la deserción estudiantil en proporciones variables pero generalmente sig-
niticativa y por razones diversas. Finalmente, cuarto, el nivel de preparación aca-
I
démica con el que llegan los estudiantes a la universidad, frecuentemente inade-
cuado o m u y insuficiente, pese a los sistemas de selección establecidos para la ad-
misión, lo que genera una limitante, a veces insalvable, para el normal progreso
en sus estudios universitarios.
40
Personal Docente
Magnitud y Distribución por Sector de Gestión y Tipo de Instituciones
E n el cuadro No17 se presenta la serie histórica del personal docente del
sistema de educación superior para el período 1960-1984, clasificado por sector
de gestión y tipo de instituciones. El crecimiento de la plana docente en la educa-
ción superior del país fue permanente y acentuado en los últimos 25 años, ha-
biéndose incrementado, entre 1960 y 1984,en 612% (de 4.028 a 24.654 docentes).
Este incremento fue mucho más acelerado en el sector privado de la educación
superior (1.508%: de 440 a 6.633)que en el público (502%: de 3.586 a 18.021 i.
Sin embargo, del total de 24.654 docentes que prestaban servicios en la educación
superior para 1984, el 73.1% (18.021 docentes)pertenecía al sector público y sólo
el 26.9% (6.633 docentes) J privado.
Comparando el total de docentes por tipo de instituciones, se aprecia el
predominio del cuerpo docente universitario, que para 196C representó el 88%
(3.544docentes) del total, y para 1984 el 78.2% (19.269 docentes). Para este año,
el 15.4% (3.795 docentes) correspondió a institutos y escuelas superiores y el
6.4% (1.590 docentes) a institutos superiores pedagógicos. E n el sector público,
el cuerpo docente universitario bajó del 88.5% del total de docentes d e educación
superior en 1960, al 78.6% en 1984, correspondiendo,para este mismo año, el
12.8% a institutos y escuelas superiores y el 8.6% a institutos superiores pedagó-
gicos. E n el sector privado, el cuerpo docente universitario representó en 1960
el 81.8% del total respectivo y para 1984 esta proporción bajó al 77.0%, corres-
pondiendo para este año, el 22.5% a institutos y escuelas superiores privadas ?
sólo el O.5% a institutos superiores pedagógicos privados.
El crecimiento del profesorado a nivel universitario entre 1960 y 1984 fue
de 446% en el sector público (de 3.176 docentes en 1960, a 14.165 en 1984) y de
1.387% en el privado (de 368 doce tes en 1960, a 5.104 en 1984). E n general, se
‘t
puede señalar que este crecimiento ha estado relacionado con el aumento explosi-
vo de la matrícula universitaria y con la creación de nuevas universidades. Si se
tiene en cuenta que para 1984 existían ocho universidades ya creadas pero sin fun-
cionamiento, es de esperarse que el incremento del cuerpo docente universitario
mantendrá su ritmo de expansión, siempre con mayor incidencia en elsector pri-
vado, al cual pertenecen seis de las ocho universidades antes referidas.
Este proceso acelerado determinó y seguirá determinando la necesidad de
incorporar, en forma masiva, al cuerpo docente de la educación superior, particu-
larmente al universitario, a personal joven, en la mayoría de los casos sin la expe-
riencia ni el nivel académico requerido, en una suene de improvisación que se
trata de corregir a través de programas de capacitación de docentes, después d e
su ingreso a las instituciones de educación superior.
49
Dedicación
Según el régimen de dedicación, el personal docente de las universidades
puede clasificarse en tres grupos:
Profesores a tiempo completo, cuando dedican a la universidad 40 horas
semanales de trabajo, desarrollando actividades de investigación, enseñanza, ex-
tensión, capacitación y administración. Pueden ejercer actividades remuneradas
en otras instituciones, en las horas n o comprometidas con la universidad, pero no
a tiempo completo.
Profesores a dedicación exclusiva, cuando prestan a la universidad la misma
dedicación de 40 horas semanales de trabajo y en las mismas actividades que las
indicadas para el grupo anterior, con el compromiso adicional de tener c o m o úni-
ca actividad ordinaria remunerada la que prestan a la universidad.
Profesores a tiempo parcial, cuando dedican a las tareas académicas, prefe-
rentemente de docencia, un tiempo menor que el de la jornada legal de trabajo,
siendo remunerados en forma proporcional al número de horas semanales de tra-
bajo que prestan a la universidad. Los reglamentos de las universidades establecen
los límites en el número de horas que los profesores de este grupo pueden dedicar
a la institución. E n la mayoría de los casos este tiempo fluctúa entre 8 y 20 horas,
con un promedio de 15 horas semanales.
E n las universidades públicas la mayoría de los profesores son a tiempo
completo o dedicación exclusiva (62.75%). En las universidades privadas la situa-
ción es inversa, siendo reducida la proporción de profesores a tiempo completo
y m u y pequeña la de dedicación exclusiva (en conjunto sólo llega al 22.36%). E n
el cuadro No18 se presenta la información correspondiente.
E n las instituciones de educación superior no universitaria sólo existen dos
tipos de dedicación docente: a tiempo completo y a tiempo parcial. A u n cuando
no hay información estadística centralizada a este respecto, se puede señalar que
en las instituciones públicas predominan los docentes a tiempo completo y que
en las privadas esta proporción es menor al 10%.
Carrera Docente
Las sucesivas leyes que han normado a las universidades han considerado
lo pertinente a la carrera docente universitaria. La Ley Universitaria vigente esta-
blece las categorías, los requisitos y procedimientos de acceso a la carrera docente
y los procedimientos de ascenso en ella; normas que son comunes para las univer-
sidades públicas y privadas.
Los docentes universitarios son de tres categorías:ordinarios, extraordina-
rios y contratados.
50
Para el ejercicio de la docencia ordinaria en la universidad, es obligatorio
poseer grado académico de Maestro o título profesional, conferidos p o r las uni-
versidades del país o revalidados según ley. Los demás requisitos son señalados
en los estatutos de cada universidad. Los profesores ordinarios son de las catego-
rías siguientes: Principal, Asociado y Auxiliar. Los Jefes de Práctica y Ayudantes
realizan una actividad preliminar a la carrera docente. El tiempo en que se ejerce
la función de Jefe de Práctica se computa c o m o tiempo de servicio en la docencia.
51
Los profesores visitantes son los designados para asumir alguna función
académica dentro de la universidad, sin pago o retribución alguna, que no sea el
reconocimiento institucional.
Los profesores contratados son los que prestan servicios a la universidad,
a plazo determinado, no mayor de tres años, en las condiciones que fija el respec-
tivo contrato. Al término del plazo máximo de tres años, el contrato puede ser
renovado p o r una sola vez y por el mismo plazo máximo, previa evaluación del
profesor. Vencido el primer o segundo término, el profesor puede concursar para
su admisión en la carrera docente, en condición de profesor ordinario.
El personal docente de los centros de educación superior no universitaria
de los tipos escuelas e institutos superiores e institutos superiores pedagógicos,
ingresa por concurso público. La carrera docente tiene las siguientes categorías:
nivel 4 o inicial en la docencia superior n o universitaria dependiente del Ministe-
reio de Educación; nivel 5, nivel 6, nivel 7 y nivel 8. El ascenso de categoría re-
quiere UJImínimo de cuatro años en el nivel anterior.
Las escuelas de educación superior n o universitaria consideradas dentro del
grupo “otros”, tienen sus propias normas y categorías para la carrera docente.
E n el cuadro W 20 se presenta la distribución del personal docente d e las
universidades del país, por categorías, para el año 1984. El 55.6% (10.711) de 10s
docentes están en la categoría de profesores ordinarios, siendo seguida esta cate-
goría por la de profesores contratados, con el 24.9% (4.798)y por la de forma-
ción o jefes de práctica, con 19.2% (3.697). Los profesores extraordinarios repre-
sentan sólo el 0.3% (63). Si se tiene en cuenta que muchas universidades adoptan
la modalidad del contrato de docentes con el propósito de formar su personal do-
cente -aproximadamente el 50% de los docentes contratados lo son por esta ra-
zón- se puede apreciar la alta proporción de docentes en formación que exhibe
la universidad peruana, consecuencia del proceso expansivo m u y rápido que se
viene dando en el subsistema universitario del país, así c o m o de la grm movili-
dad en la función docente universitaria por causas relacionadas con los bajos nive-
les de remuneración, razones éstas que determinan la incorporación maslva de
nuevos docentes.
Organización Gremial
A partir de la recomendación del Primer Seminario Inter-universitariode
Rectores (1967)para el establecimiento de Asociaciones de Docentes en las Uni-
versidades, se han venido constituyendo este tipo de asociaciones gremiales en la
mayoría de universidades del país, cuya función básica es la de defensa del bienes-
tar y de 1s reivindicaciones gremiales de los docentes universitarios. L a Ley
Universitaria reconoce este derecho de asociación.
Las Asociaciones de docentes, que en algunas universidades toman el n o m -
bre de sindiatos de docentes, se han agrupado a SU vez en la Federación Nacio-
52
nal de Docentes Universitarios, a la cual estan afiliadas la mayoría de Asociacio-
nes. H a sido frecuente que las asociaciones de docentes y, especialmente,la Fede-
ración Nacional de Docentes Universitarios, experimenten un proceso gradual de
politización, que distorsiona, en muchos casos, sus acciones de tipo netamente
reivindicativo.
L a ley del profesorado reconoce a los docentes de los centros de educación
superior no universitaria el derecho a la libre sindicalización y asociación, seña-
lándose que el reconocimiento oficial de los sindicatos y asociaciones se hace de
acuerdo a la ley.
Financiamiento de la Educación Superior
Aspectos Legales
L a Constitución Política de la República señala que el derecho a la educa-
ción y a la cultura es inherente a la persona humana; agrega en su artículo 25 que
la educación impartida por el Estado es gratuita en todos sus niveles, con sujeción
a las normas de ley; y en su artículo 39, señala que en cada ejecución presupuesta1
se destina para educación no menos del 20% de los recursos ordinarios del G o -
bierno Central.
Recogiendo el precepto constitucional, la Ley General de Educación esta-
blece la gratuidad de la educación proporcionada por el Estado, en todos los ni-
veles y modalidades, condicionada por el aprovechamiento del educando y c o m -
plementada para los educandos que carecen de medios económicos, con servicios
de salud, alimentación y provisión de útiles escolares. Se indica que estos complc-
rnentos se realizan en forma progresiva. L a misma ley señala que los servicios
educativos en el país se financian con aportes del Estado, la comunidad y ios par-
ticulares, contraponiendo al derecho universal a la educación, el deber, también
universal, de contribuir al fomento y sostenimiento de los centros y programas
educativos. Agrega que la política del Estado sobre becas, créditos y estímulos
educativos en el país o en el extranjero se aplica de acuerdo con el principio de
una distribución amplia y,diversificada. El Fondo Nacional de Crédito Educativo
financia las becas, créditos u otros estímulos educativos que otorga el Estado. El
Ministerio de Educación es el órgano del Estado que acuerda con organizaciones
nacionales e internacionales, las ayudas destinadas a incrementar el Fondo Nacio-
nal de Crédito Educativo.
A su vez, la Ley Universitaria establecetensu a~tícdp78,que la enseñanza
en las universidades públicas es gratuita y que el pago de pensiones en las univer-
sidades privadas se hace por el sistema de escalas, que toman en consideración los
diversos niveles socio-económicos de la población estudiantil matriculada u otras
formas de ayuda o promoción social. Las universidades privadas que reciben sub-
sidios del Estado deben dedicar una parte de ellos a becas y préstamos para estu-
diantes.
5s
El beneficio de la gratuidad de la enseñanza cubre,por una vez, estudios
académicos o profesionales requeridos para cada grado académico o título profe-
sional, con una tolerancia adicional de dos ciclos semestrales o uno anual. Cada
universidad determina en sus Estanitos,la suspensión temporal de la gratuidad
por el período de estudios siguiente al período en que se registre deficiente rendi-
miento académico, asi c o m o las condiciones de su recuperación.
Al ocuparse del Régimen Económico, la Ley Universitaria setiala que la co-
munidad nacional sostiene económicamente a las universidades y que éstas co-
rresponden a su esfuerzo con la calidad de sus servicios. Agrega que todas las uni-
versidades tienen derecho a la contribución pública de acuerdo con sus méritos
y necesidades,y que es responsabilidad del Estado proporcionárselas con magni-
tud adecuada para mantener y promover los niveles aicanzados por la educación
universitaria. Establece que son recursos económicos de las universidades:
a) las asignaciones provenientes del Tesoro Público;
b) los ingresos por concepto de leyes especiales; y
c) los ingresos propios.
E n los artículos 80 al 83 se crean los siguientes entes de apoyo al financia-
miento universitario:
El Fondo de Ayuda del profesional a las Universidades, constituido con la
contribución anual obligatoria de sus respectivos graduados en un porcen-
taje de sus ingresos anuales;
El Fondo de Desarrollo y Promoción Universitaria en cada universidad
pública, constituido con las donaciones hechas a su favor por personas na-
turales y jurídicas,y con el aporte que el Poder Ejecutivo hace en el ejerci-
cio presupuestal inmediato siguiente, equivalente al SO% de lo recibido
c o m o donación, en el año anterior, por cada universidad y hasta por una
suma que n o exceda el 25% de su presupuesto;
L a Corporación Financiera Universitaria, con la findidad de obtener re-
cursos destinados d financiunicnto de los programas de inversión, de be-
cas y bienestar estudiantil,de becas para docentes, de investigación y de ex-
tensión y proyección social. El Estado participa en el capital de la Corpora-
ción con aportes anuales de hasta el 50% de su monto. La Corporación
está autorizada para realizar las opcilciones de crédito para el cumplimien-
to de su finalidad. Como aún no se han aprobado los reglamentos corres-
pondientes 21 funcionamiento de estos entes, todavía no se encuentran ope-
rando.
Las universidades públicas están suietas al Sistema Nacional de Control. así
c o m o las universidades privadas que reciben subsidio del Estado, en cuanto a la
asignación que reciben de éste.
54
L a s universidades están exoneradas de todo tributo fiscal o municipal y go-
zan de franquicia postal y telegráfica.
55
la universitaria, y b) los niveles nada satisfactorios de financiamiento para las ins-
tituciones de educación superior, tanto públicas c o m o privadas. Ambos factores
constituyen los principales agentes causales de la depresión significativa en la cali-
dad de los estudios universitarios en la mayoría de universidades del país.
Entre 1960 y 1985 el aporte estatal por alumno, en soles constantes, pre-
senta dos períodos de comportamiento opuesto. Entre 1960 y 1967 el gasto por
alumno se incrementó permanentemente desde 5.777 soles hasta 16.943 soles
(293%). A partir de 1968 se inicia un período inverso, de marcado deterioro, Ile-
gando en 1985 a un gasto por alumno de sólo 2.332 soles (13.7% del gasto de
1967).
El énfasis en la política futura de educación superior deberá dirigirse .a m e -
jorar su calidad, lo que requerirá de incrementos significativos en su financia-
miento, aun si se estabiliza el número de estudiantes en las cifras actuales.
56
Distribución de los Aportes del Estado por Grupos de Instituciones
El notable predominio del gasto público en universidades frente al subsis-
tema de educación superior, que es tradicional en el país, puede ilustrarse con la
distribución .del presupuesto del año 1984 en el que el gasto en educación supe-
rior no universitaria sólo comprometió el 6% (equivdente a 45.336.000 soles
constantes de 1960)del total anual asignado por el Estado para el sistema de edu-
cación superior.Este hecho está relacionado con la marcada preferencia del alum-
nado por la educación universitaria frente a la superior no universitaria. Así, para
el año 1984, el 77.3% (234.882 alumnos) de la matrícula de la educación superior
estatal estaba en las universidades públicas y sólo el 22.7% (69.122 aiumnos) en
las escuelas e institutos superiores dependientes del Ministerio de Educación. Re-
lacionando estos datos con la distribución del gasto público de 1984 para los dos
subsistemas de la educación superior, se obtiene el gasto por alumno en este año,
que fue de 665 soles constantes de 1960 para la educación superior no universita-
ria y de 2.990 soles del mismo tipo para la educación universitaria (cuadro N’22).
57
sonal docente c o m o al administrativo, y que varió entre 56.31 YO y 68.15% del to
tai presupuesd, c o m o consecuencia, principalmente, de las fluctuaciones de las
remuneraciones de los docentes dentro de un rango que en el período de análisis
siempre fue bajo. L e siguen en orden descendente, las partidas de transferencias
y de bienes corrientes. L a primera guarda relación con la de remuneraciones,
pues algunos de sus conceptos están referidos al monto de dichas remuneracio-
nes, c o m o es el caso de la seguridad social. E n esta partida se encuentran además
las asignaciones destinadas a becas y diversos subsidios para alumnos y docentes.
La partida correspondiente a pensiones, que hasta 1976 estaba incluida en
“Transferencias”, viene incrementándose en los últimos años, c o m o consecuen-
cia de que un crecido número de docentes han pasado a la situación de cesantes
o jubilados, motivados principalmente por los bajos niveles de remuneración.
C o n menor incidencia está la partida de servicios, as¡ c o m o las de obras y de bie-
nes de capital (equipamiento). La poca incidencia de esta partida en los presu-
puestos universitarios es demostrativa de la baja inversión en renovación o a m -
pliación de equipamiento de las universidades, c o m o consecuencia de las restric-
ciones financie& a las que se ha hecho repetida referencia. Estas limitaciones re-
percuten aun en los gastos operativos, lo que se puede apreciar al constatar la baja
proporción del gasto destinado a bienes corrientes, dentro del cual se encuen-
tran, entre otros, reactivos para laboratorios, libros y revistas para bibliotecas y,
en general, todo el material de enseñanza.
Servicios Estudiantiles
Programas de Asistencia Estudiantily de Orientación
EL artículo 24 de la Constitución Política del Estado señala que correspon-
de al Estado dirigir y supervisar la educación, con el fin de asegurar su calidad y
eficiencia y otorgar a todos igualdad de oportunidades. C o n el propósito de ga-
rantizar la iguaidad de oportunidades antes indicadas, la propia Constitución, así
c o m o la Ley General de Educación y la Ley Universitaria, establecen la gratui-
dad de la ensetianza en las instituciones públicas correspondientes. La Ley Gene-
ral de Educación agrega que esta gratuidad se complementa, cuando sea necesa-
rio, con servicios de salud, alimentación y provisión de útiles escolares, y estable-
ce una política de becas y crédito educativo. Pardelamente, la Ley Universitaria
agrega a la gratuidad de la enseñanza, la obligación de las universidades de ofrecer
a sus miembros, dentro de sus posibilidades, programas’y servicios de salud, bie-
nestar y recreación; así c o m o la atención preferente de las necesidades en libros
y materiales de estudio, de profesores y estudiantes, mediante procedimientos y
condiciones que faciliten su uso o adquisición (artículo 750).
La preocupación de las universidades por brindar servicios asistenciales y
de bienestar a sus estudiantes es, sin embargo, antigua en el país y está recogida
en las diversas leyes que han normado su actividad. Así, ya en la Ley Universita-
58
ria del año 1918 se seíiaiaba,entre las responsabilidadesdel Consejo Universitario,
las siguientes:
otorgar becas para aiumnos pobres;
establecer y administrar Casas de Estudiantes (residencias estudiantiles);
crear y administrar el servicio de inspección médica para alumnos;
otorgar bolsas de viaje para estudiantes que lo arneriten, a fin de que pue-
dan perfeccionar y especializar sus conocimientosen el extranjero;
organizar y fomentar la educación física, estableciendo gimnasios y campos
deportivos, y estimulando la organización de sociedades deportivas estu-
diantiles;
fomentar la organización de asociaciones estudiantiles con fines de cultura,
recreo, asistencia mutua y otros objetivos dignos de protección.
La Ley Universitaria del Uio 1928 agrega a las responsabilidades, antes in-
dicadas, del Consejo Universitario, las siguientes:
. establecer un servicio especial para facilitar ocupaciones adecuadas a los
alumnos y recién graduados;
. conceder préstamos gratuitos de honor, reembolsables después de termina-
da la carrera, a los alumnos distinguidos que carezcan de recursos para con-
tinuar sus estudios;
- establecer el servicio de orientaciónvoucionai;
. establecer y administr& consultorios médicos gratuitos para alumnos po-
bres;
- fomentarla formación de cooperotivps de consumo en beneficio de alum-
nos y catedráticos.
ks kya universitarias de-1935 y 1911 rnamknm bs berviQoI antes ocár-
lados.E n la Ley Universitaria del aiio 1% sc reconoce además, en forma especí-
fica,el derecho de los alumnos a formar Asociaciones de Estudiantes p o r faculta-
des,intcg.ndoeras~enhFsdrnaón ’ &ERIuiipnctr de la Univeni-
dad. La misma ley scñda la obligación de la universidad de cuidar la salud física,
mental y espiritualde sus alumnos, para lo cual y en armonía con el régimen tuto-
rial, debían organizar el Servicio de Asisuncin Mídica,que comprendía el funcio-
namiento de clíniao y wdtorios gratuitos y el defrrrnrgrpuo ei cuminisvo
a precios de oosto. La ley rgr%rbn que h Universibd debí organizar la oficina
de e~~diíintes, que tendría a su cargo cl funcionamicnm de la Casa de Estudian-
tes, el Comedor de Estudllntes. h b isa de trrbyo y bs cooperativas e imitu-
ciones neceEvios para atender al bienestar m a t e 4 y espiritual de sus asociados.
59
Finalmente, esta ley señalaba que la universidildpn colaboración con el Estado y
la Sociedad, debía organizar el Seguro Social Obligatorio de Estudiantes y Maes-
tros. Este último mandato no llegó a materializarse por las dificultades de finan-
ciamiento que se encontró en los intentos iniciales por organizar el servicio. Sin
embargo, algunas universidades establecieron posteriomente, como alternativa,
el seguro obligatorio de salud, financiado principalmente por las propias univer-
sidades y complementado por los alumnos.
E n la Ley Universitaria de 1960 se señala la obligación del Estado de crear
becas en las universidades públicas, consistentes en subvenciones periódicas sufi-
cientes para atender las necesidades vitales de los estudiantes de modesta condi-
ción económica. La distribución de las becas entre las universidades del país era
hecha por el Consejo Interuniversitario. Los estudiantes beneficiados estaban
obligados a prestar sus servicios al Estado, por lo menos por dos años, después
de concluidos sus estudios. Se agregaba que las universidades debían establecer
departamentos centrales de estudiantes, encargados de administrar los servicios
psicopedagógicos,asistenciales, económicos y de cultura física.
60
universidades, y servicio de transpone cuyos costos son cubiertos íntegramente
por las mismas instiniciones.
61
podido extenderse a la totalidad de universidades por limitaciones en su capital
operativo. Entre sus planes de expansión destaca la creación de la editorial uni-
versitaria, para facilitar a los docentes universitarios la publicación de libros y
otras obras relacionadas con la educación superior.
E n la adecuación de las universidades a la Ley Universitaria en vigencia, la
mayoría de universidades han mantenido los servicios antes descritos con una or-
ganización administrativa centralizada, dependiente del Vice-RectoradoAdminis-
trativo. La magnitud de los servicios prestados compromete recursos presupues-
tales importantes, de tal manera que se puede señalar que, en promedio, este pro-
grama es el segundo por la magnitud del gasto, después del de docencia, y antes
que los de investigación, extensión, etc. Este hecho ha motivado algunos cuestio-
nunientos, en el sentido de eliminar estos servicios, ya que la prestación socioe-
conómica, tanto a través de becas integrales, c o m o de comedores y servicios de
salud, ddería ser asumida por otros organismos sectoriales del Estado, liberando
los recursos presupuestales que las universidades tienen comprometidos en ellos,
para ser aplicados íntegramente a las diversas tareas académicas propias de la uni-
versidad. E n el cuadro W 25 se presenta un listado de los principales servicios y
actividades de bienestar estudiantil que se dan en las Universidades. Asimismo, el
cuadro W 26 presenta las becas y crédito educativo otorgados por el Instituto
Nacional de Becas y Crédito Educativo (INABEC)para realizar estudios de pre-
grado y postgrado en universidades del país y del extranjero.
Los estudiantes universitarios tienen además el beneficio de la mitad de la
tanfa en los transportes de servicio público y en los espectáculos deportivos y
culturales.
El Movimiento Estudiantil
La participación del estudiantado en el gobierno de la universidad ha teni-
do caracteristicas diferentes en las sucesivas leyes que han normado a.la universi-
dad peruana en el presente siglo, alternándose los períodos de participación ple-
na, generalmente en la proporción del tercio de los integrantes de los órganos de
gobierno, con períodos en los que se suprimió o minimizó esta participación.Los
*mentas esgrimidos para esta reducción o supresión,se pueden resumir prin-
c i p h e n í e en la afirmación de que el movimiento estudiantii ha respondido m a -
yormente a intereses extra-universitariosy está fuertempte influenciado por ten-
dencias pol'tico-partidistas que interfieren con el normal desarrollo de las activi-
dades académicas propias de las universidades, antes que motivado por la propia
problemática de la vida institucional y p o r los auténticos intereses de los esnidian-
tes. Consecuentemente su panicipación en el gobierno de la universidad ha sido
utilizada sobre todo para dar mayor fuerza a sus acciones, frecuentemente carac-
terizadas por la violencia, en procura de sus objetivos extra-universitarios. La
toma de locales institucionales, los paros y huelgas, así c o m o las marchas d e j e -
62
ras de protesta, acompañadas de manifestaciones de violencia, que han caracteri-
zado a la mayoría de universidades del país, traduciéndoseen una disminución de
su actividad académica, con notable pérdida de sus niveles de eficiencia y de su
prestigio, han sido invocadas también para limitar la representación estudiantil.
Existen críticos importantes que han cuestionado el movimiento estudiantil
universitario, identificándolo c o m o uno de los principales factores responsables
de la disminución de los niveles académicos, al oponerse a toda medida tendiente
a mejorar los procedimientos de selección, tanto de admisión a la universidad,
c o m o los internos que se dan en el proceso de los estudios universitarios, oposi-
ción que llega en algunas universidades incluso a cuestionar a los profesores exi-
gentes en el rendimiento académico de sus alumnos.
El movimiento estudiantil es coordinado no sólo a través de su representa-
ción ante los órganos de gobierno universitario, sino también a través de sus pro-
pios organismos, que agrupan a los estudiantes de cada facultad en sus respectivos
Centros de Estudiantes; reuniéndose a su vez todos los centros de cada universi-
dad en una federación de estudiantes. A nivel nacional, las federaciones de estu-
diantes de las universidades del país se asocian en la Federación Nacional de Estu-
diantes Universitarios del Perú. Los centros de estudiantes y las federaciones uni-
versitarias cuentan con las facilidades de funcionamiento que les proporcionan las
respectivas universidades, que incluyen locales, mobiliario,equipo, presupuesto
operativo, etc.
25. Esta ley señala en su primer artículo que la universidad es la uociación de maestros, alumnos y gridua-
dos para estudiar, investigar y propagar todo lo relativo al conocimiento humano, con el propósitode
que la colectividad alcance mayor provecho apirinul y mated.
63
vestigación (ley de 1935); o cuando se senala que una de las actividades de los
profesores a tiempo completo será la investigación (ley de 1946).
Si bien en la universidad colonial se aprecian algunos casos concretos e im-
portantes de actividad científica, con desarrollo de’ investigación propia, éstos
fueron casos aislados dentro de u n modelo universitario que fue, predominante-
mente, contrario a los métodos experimentales y que no dio a la creación científi-
ca y técnica la misma importancia que se concedió a las humanidades y las letras.
Ciencia e investigación estuvieron también ausentes del modelo de univer-
sidad adoptado en los albores de la república, el que fue basado más bien en el
modelo napoleónico profesionalizante. E n aquél modelo, la casi toalidad de los
catedráticos era a tiempo parcial, prestando a la universidad sólo el tiempo nece-
sario para el dictado de sus clases.
La denuncia del atraso científico de la universidad latinoamericana conteni-
da en el Manifiesto de Córdoba (1918)empieza a ejercer influencia en la universi-
dad peruana sólo muchos años después. Si bien desde la ley de 1918 se señala ya
c o m o una función del Consejo Universitario “estimular y facilitar la labor cientí-
fica y los estudios de investigación de los catedráticos, especialmente sobre mate-
rias de interés nacional”, es recién en la ley del ano 1946, que se puede apreciar
el propósito del legislador de apoyar la investigación c o m o una actividad impor-
tante en la universidad, cuando la~considerac o m o una de sus tres funciones bási-
cas; y cuando a su vez establece la presencia de catedráticos a tiempo completo,
la creación de institutos de investigación dentro de las facultados; y la clasifica-
ción de los alumnos en tres categorías: a) interesados en adquirir cultura general;
b) interesados en especializarse en todo o en parte de una ciencia, arte o profe-
sión;y c) interesados en investigar.
Pero es a partir de la ley de 1960 que se impulsa en forma significativa la
actividad de investigación en las universidades. E n ella se señala con precisión que
uno de los fines de la universidad es “promover, organizar y estimular la investi-
gación científica, humanístka y tecnológica, tanto en los problemas universales
c o m o en los que ataíien a la realidad nacional”. Esta ley dedica un ríNio a la in-
vestigación, en el que se señala que en cada facultad se organizará un consejo
de investigación y que a nivel de la universidad se creará un instituto general de
investigación, que coordinará la labor de los consejos de investigación de las fa-
cultades; precisando, finalmente, que “las escuelas de altos estudios que se esta-
blezcan darán preferencia a la investigación de los fenómenos y problemas de su
respectiva región geográfica o área de influencia”. Es a partir de esta Ley, en la
que se manda que las universidades deben procurar que sus profesores sean a
tiempo completo y, en lo posible, a dedicación exclusiva,z6que las &idi&s
26. Hsrta la promulgación de la Ley del atio 1960.los docentes a tiempo completo en Isr universidadesdel
pis. no excedían al 10% de su toul,y no existían docentes a dedicación exclusiva.
64
del país empiezan a incrementar significativamente el número de sus docentes con
estas dedicaciones, reservando parte importante de su tiempo a la realización de
actividades de investigación. Para 1960 las universidades contaban en conjunto
con 3.544 docentes, de los cuales sólo el 10% eran a tiempo completo y dedica-
ción exclusiva. Para 1984 estas cifras se habían elevado a 19.269y 52% respecti-
vamente.
Con el incremento del número de profesores a tiempo completo y dedica-
ción exclusiva, se inician también programas importantes de capacitación de los
docentes universitarios, principalmente en algunas universidades de Lima, para
luego irse extendiendo esta política a universidades del resto del país. Los estu-
dios de postgrado realizados por las nuevas generaciones de docentes, en diversas
universidades del mundo, dentro de los programas de capacitación, estimularon
el interés por desarrollar programas de investigación científica y tecnológica, en
función de su triple repercusión:
a) c o m o garantía del alto nivel académico que deben tener las universidades,
cuando es desarrollada con la seriedad y profundidad requerida,creando el
ambiente intelectual necesario para la formación científica, humanística y
de capacitación profesional;
b) en la contribución que la universidad puede hacer al desarrollo del país, a
través de la generación o adaptación de tecnologías, del estudio de la reali-
dad y probiemápica nacional y de la búsqueda de las soluciones que concu-
rran a superar dicha problemática;y
c) en la formación y entrenamiento de los investigadores necesarios para tra-
bajar en los diversos centros de investigación estatales y particulares del
país.
Los programas de perfeccionamiento docente han ido conduciendo gra-
dualmente a las universidades peruanas a reunir los grupos de científicos y tecnó-
logos más homogéneos e importantes que tiene el país, pese a las importantes
pérdidas de personal altamente calificado que han experimentado en los tres úiti-
mos quinquenios, c o m o consecuencia de los problemas económicos que viene
afrontando el país y que han repercutido, m u y desfavorablemente, en los niveles
de remuneración de la docencia universitaria nacional.
Asimismo,pese a las notables deficiencias que muestra la infraestructura fí-
sica que poseen la mayoría de universidades del país, algunas de ellas constituyen
las instituciones mejor dotadas, en equipamiento e instalaciones, para desarrollar
investigación científica y tecnológica. Finalmente, las universidades que cuentan
con escuelas de graduados, poseen también este importante catalizador para im-
pulsar el desarrollo de programas de investigación científica y tecnológica.
Las universidades reunen así las mejores capacidades para desarrollar in-
vestigación científica y tecnológica, las que gradualmente vienen incorporándose,
65
c o m o contribuyentes importantes al desarrolo del país. E n este esfuerzo destacan
algunas universidades públicas que han alcanzado un nivel de desarrollo relativa-
mente satisfactorio y dos universidades privadas cuyos campos de acción están
vinculados a la ciencia y tecnología.
Desafortunadamente, pese al reconocimiento generalizado de la irnportan-
cia que tiene la investigación científica y tecnológica para elevar el nivel académi-
co de las universidades y para el desarrollo de la nación, las universidades del país
no cuentan hasta el presente con los recursos necesarios en presupuesto e infraes-
tructura para desarrollar programas importantes que por su magnitud y estabili-
dad, se constituyan en agentes impulsadores del desarrollo nacional, limitándose
el presupuesto que les asigna el Estado mayormente a financiar las acciones de en-
señanza.
E n el cuadro IV 27 se presentan los recursos asignados directamente por el
Estado, para investigación científica y tecnológica entre 1971 y 1985,a las univer-
sidades públicas en conjunto, en comparación con los asignados a los diversos
institutos de investigación estatales, m a y o m e n t e localizados en los diversos mi-
nisterios públicos, en forma conjunta y desagregando los más significativos.
C o m o puede apreciarse en dicho cuadro, la política estatal ha estado orientada
principalmente a crear y apoyar a organismos de investigación en cada uno de los
sectores de la gestión pública. Esta política ha llevado a una proliferación de insti-
tutos de investigación no universitarios, cuyo financiamiento se ha realizado en
detrimento de la financiación de los centros de investigación universitarios, los
que, en conjunto, han captado recursos estatales que por lo general, no alcanzan
al 10% del total asignado para apoyar las actividades de investigación científica y
tecnológica en el país, con tendencia declinante.
Como fuentes adicionales de financiamiento de la investigación universita-
ria, se puede mencionar: a) los aportes de diversos organismos nacionales, c o m o
corporaciones depanamentales de desarrollo, fundaciones, entidades regionales
de fomento de la investigación, etc.; b) los aportes de organismos internacionales;
c) contratos para desarrollar tecnologías específicas, establecidos con algunas e m -
presas, tanto públicas c o m o privadas, los que desafortunadamente se ven limita-
dos ante la falta de interés que muestra la mayoría de dichas empresas para apo-
yar la investigación científica y tecnológica nacional, prefiriendo en cambio la
importación de tecnologías; d) recursos propios generadps por las universidades,
por la prestación de servicios. C o m o consecuencia de las diversas modalidades de
financiamiento de la investigación que se desarrolla en las universidades, es m u y
difícil conocer las cifras exactas que ellas invierten en esta actividad.
La investigación científica y tecnológica desarrollada en diversas universi-
dades del país se ha caracterizado por la falta de coordinación interinstitucional,
no sólo entre universidades, sino también con los otros Organismos de investiga-
ción n o universitarios existentes en el país, lo que redunda en aspectos negativos
de duplicidad innecesaria y de menor eficiencia en la utilización de los pocos re-
cursos disponibles. Si bien la autonomía universitaria constituye un aparente obs-
táculo para lograr esta coordinación, existe el convencimiento,en las universida-
des, de la necesidad de superar este inconveniente. Conscientes de esta necesidad
y de la urgencia de apoyar el desarrollo de la investigación en el país, el Primer
Seminario de Rectores del Consejo Interuniversitario del Perú, realizado en 1967,
acordó entre sus diversas recomendaciones gestionar; ante los Poderes del Esta-
do, “la creación de un organismo nacional de investigación con el fin de promo-
ver, coordinar y orientar la investigación nacionai”.*’Acogiendo esta recomenda-
ción, el Gobierno creó el Consejo Nacional de Investigación en noviembre de
1968, el que, después de 13 años de funcionamiento, es transformado, en junio
de 1981,en el actual Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC).
El C O N C Y T E C , pese a sus reducidos presupuestos, viene impulsando
una política que puede resumirse en las siguientes acciones: a) apoyar la forma-
ción de investigadores en los campos de ciencia y tecnología, mediante la asigna-
ción de becas para estudios de postgrado (40en 1984). tanto en universidades na-
cionales c o m o de otros países; b) apoyar los programas de investigación de las
universidades, mediante el financiamiento de proyectos específicos (114 en 1984),
los que se podrían considerar todavía c o m o de pequeña magnitud; c) promover
la coordinación de la investigación científica y tecnológica desarrollada en el país,
para lo cual se están determinando las prioridades de investigación y desarrollo
entre áreas competitivas en ciencia y tecnología; d) organizar investigación inter-
disciplinaria en áreas prioritarias, habiéndose establecido hasta el presente, 24
áreas en las cuales pueden constituirse programas nacionales de ciencia y tecnolo-
gía mediante la cooperación interinstitucional.
La cooperación interuniversitaria con fines de investigación es todavía es-
porádica antes que generalizada. Se da principalmente en los campos de la agri-
cultura, la ingeniería, la salud y en algunas ciencias básicas. La cooperación entre
instituciones estatales n o universitarias y las universidades, principalmente a tra-
vés del financiamiento de proyectos de investigación realizados en éstas, es tam-
bién escasa. Se está logrando sin embargo, un mayor grado de integración de es-
fuerzos entre los centros de investigación estatales y las universidades, en el cam-
po de la investigación agrícola.
E n 1968 se estableció el Instituto de InvestigacióeTecnológicaIndustrial y
de Normas Técnicas (ITINTEC), con financiamiento establecido en su misma
ley de creación, a través de un impuesto del 2% de las utilidades netas de las em-
presas industriales que operan en el país. U n a de las funciones de este instituto
27. Acuerdos del Primer Seminario de Rectores del Consejo Interuniversitario del Perú.46 pág. Lima
1967.
28. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. “Ciencia y Tecnología en el Perú”.Documento Prelimi-
nar de Trabajo. Diciembre 1984.
67
es apoyar la investigación necesaria para generar la tecnología que requiere la in-
dustria, que se realiza en los diversos centros de investigación, públicos y priva-
dos, que existen en el país, incluyendo las universidades. Inicialmente este orga-
nismo constituyó una buena fuente de financiamiento para el desarrollo de pro-
yectos de investigación científica y tecnológica en las universidades. Desafortuna-
damente, sus recursos inestables, vinculados a las utilidades aleatorias que pueden
obtener las empresas industriales, y la tendencia a utilizar cada vez una mayor
proporción de estos recursos para establecer su propie infraestructura de investi-
gación y atender a los gastos operativos de la misma, han determinado que esta
institución pierda importancia c o m o promotora de la investigación desarrollada
en las universidades.
Las mejores posibilidades de obtener financiamiento para proyectos de in-
vestigación aplicada o tecnológica,Ja cada vez mayor vinculación de los docentes
universitarios con la realidad y problemática del país, y la influencia que han ejer-
cido algunas universidades, particularmente la Universidad Nacional Agraria La
Molina, han constituido factores determinantes para incrementar el interés de las
universidades del país en programar su investigación en función de problemas
nacionales, particularmente los de sus sistemas productivos. Es así noteble la es-
trecha vinculación de universidades c o m o L a Molina y la Facultad de Medicina
Veterinaria de San Marcos con el medio rural, mediante estaciones experimenta-
les y de investigación propias, distribuidas en todo el territorio del país, en las
cuales se genera tecnología importante para el progreso de las actividades produc-
tivas del sector rural. Esta tendencia no significa, sin embargo, que se esté descui-
dando la investigación básica, aun cuando ella está, en la mayona de casos, rela-
cionada a los programas de investigación aplicada que se están desarrollando. Por
ejemplo, en el caso de la investigación agrícola, se conducen proyectos de investi-
gación básica en áreas de fisiología vegetal, genética, colecciones y bancos de ger-
moplasma, etc.
Debido a la falta de hábitos de publicación de los resultados de la investiga-
ción y a las escasas facilidades que existen para este propósito, es m u y difícil ha-
cer evaluaciones sobre calidad, eficiencia y aportes resultantes de la investigación
desarrollada en las universidades. E n un estudio realizado el año 1985, en relación
a la investigación que desarrollan las universidades del país, se encontró que en
las 28 instituciones que contestaron las encuestas, proporcionando la información
solicitada, se habíarconcluido para el bienio 1981-83,3.420 proyectos de investi-
gación de diversa magnitud y naturaleza, de los cuales se habíanpublicado menos
.del 28% (943 proyectos), correspondiendo el 16.08% a publicaciones rediizadas
en las revistas universitarias, que son de circulación m u y restringida. Los datos
en relación a este estudio se presentan en los cuadros 28 y 29. Ellos muestran que
la mayoría de la investigación concluida en el bienio 1981-83 y de la que estaba
en ejecución en 1984, correspondía a investigación tecnológica (63.45% y
63.74%. respectivamente), sin descuidar por ello la investigación básica (36.55%
68
y 36.26%, respectivamente); era realizada principalmente en forma de pequeños
proyectos monodisciplinarios con la participación de uno o dos investigadores
(68.27% y 57.99%, respectivamente), con una duración por proyecto menor a un
aiio (56.55% y 50.73%, respectivamente), y con un costo unitario menor ai equi-
valente de 2.000 dólares americanos (84.88% y 8O%, respectivamente). Sólo el
15.47% y el 15.65%, respectivamente, tuvieron una duración mayor a dos años;
el 9.36% y el 10.61%, respectivamente, fueron multidisciplinarios y el 3.37% y
2.4170, respectivamente,contaron con un financiamiento superior a los 10.000
dólares cada uno. Finalmente, sólo el 10.65% y el 12.07%, respectivamente, fue-
ron financiados con recursos externos a los de la universidad.
La Investigación y la Enseñanza
E n el documento final producido por el “Primer Seminario de Rectores del
Consejo Interuniversitariodel Perú’’, realizado en el año 1967, se señala que “las
universidades en el Perú no han estado en condiciones de prestar la debida aten-
ción” a la actividad de investigación; se reconoce sin embargo, que “docencia e
investigación constituyen una unidad indisoluble en el quehacer universitario”;
por lo que se recomienda que “la Universidad debe impulsar la investigación en
todas las disciplinas, los grados y niveles de su actividad”.
69
L a formación de investigadores científicos es principal objetivo de la ense-
ñanza de postgrado, la que tiene dos etapas bien definidas en el Perú. Hasta fines
de la década del 50 se ofrecía en el país, doctorado en las áreas de medicina, cien-
cias, ciencias sociales, derecho y letras, siendo prerrequisito para acceder a él te-
ner el grado de bachiller yío, según las áreas, el título profesional correspondien-
te. Los estudios duraban por lo general un año, debiéndose sustentar y aprobar,
ante jurado especial, una tesis de investigación para obtener el grado. E n la ley
de 1946 se señala que para la presentación de la tesis doctoral se requiere, c o m o
mínimo, el plazo de dos arios posteriores a la finalización de los correspondientes
estudios.
70
gramas de postgrado, y se encarga a la Asamblea Nacional de Rectores la super-
visión en el cumplimiento de estos requisitos.
Para 1985 existen en el país 249 programas de postgrado formalmente re-
gistrados por las universidades. De ellos 38 (15.3%) son a nivel de Doctorado; 86
(34.5%) a nivel de Maestría y 125 (50.2%) a nivel de segunda especialización. El
66% de los programas de postgrado son ofrecidos por universidades públicas, las
que tienen el 71% de los programas doctorales, el 60% de los de maestría y el
68% de los correspondientes a segunda especialización. El 87% de los programas
de doctorado, el 95% de los de maestría y el 80% de los de segunda especializa-
ción se concentran en universidades de Lima.Lbs datos correspondientes se pre-
sentan en los cuadros 30 y 31. En este último se puede apreciar que 21 programas
se ofrecen en Ciencias Básicas (8.4%), 18 en Ciencias Agrarias y del Mar (7.2%),
100 en Ciencias de la Salud (40.2%), 31 en Ciencias Económicas y Sociales
(12.5%). 5 en Derecho (2.0%), 47 en Educación (18.9%), 11 en Humanidades,
Letras y Artes (4.4%) y 16 en Ingeniería, Arquitectura y Tecnología (6.4%).
A nivel de educación superior no universitaria, existen pocos programas de
estudios de postgrado. El único programa de maestría ofrecido por una institu-
ción no universitaria, aun cuando con categoría de tal, es la Maestría en Adminis-
tración ofrecido por la Escuela Superior de Administración de Negocios
(ESAN).Estudios de especialización no conducentes a grado académico son de-
sarrollados con regularidad en el Centro de Altos Estudios Militares (CAEM),
en las Escuelas Superiores de los Institutos Militares e Institutos Policiales, en el
Instituto Peruano de Administración para Ejecutivos (IPAE)y en la Escuela Su-
perior de Administración Pública (ESAP).E n forma esporádica, se ofrecen tam-
bién algunos cursos en diversos hospitales y centros de investigación.
71
L a Estadística de la Educación Superior
L a Estadística de la educación superior ha seguido similar evolución a la es-
tadística de nivel nacional. A su vez ésta se ha desarrollado respondiendo a las ne-
cesidades de analizar, avizorar, predecir, planear, decidir e implementar progra-
mas de interés nacional. Por otro lado, el desarrollo de la estadística ha marchado
paralelamente con la evolución de la informática, de la computación y de la cien-
cia de la decisiones, que corresponden a los últimos años de la época conternporá-
nea.
Por interés histórico, en el caso específico del Perú, la evolución de las acti-
vidades estadísticas comprende tres partes: la primera corresponde a las activida-
des estadístias desarrolladas en la época del Incanato, destacándose el uso de los
Quipusm c o m o elementos para registrar cuantitativamente los fenómenos demo-
gráficos, sociales y econ6micos del imperio incaico. La segunda parte abarca las
actividades estadísticas desarrolladas en la Colonia (1535-1821), resalrando el le-
vantamiento de los censos durante esa época, los que estuvieron normados por la
Corona y la Iglesia y orientados básicamente al servicio del Estado para fines tri-
butarios y de conocimiento del potencial de m a n o de obra utilizable, así c o m o de
los ingresos por impuestos; el primer censo fue realizado en 1548 por Pedro de .
la Gasca. L a parte final corresponde al desarrollo de actividades estadísticas en el
período republicano (1821 en adelante), que se caracteriza por la oficialización de
los servicios de estadística en su organización y funcionamiento, destacándose el
establecimiento de la Dirección Nacional de Estadística y Censos en 1958. Cua-
tro años más tarde esta dirección se integra al Instituto Nacional de Planificación
(INP), creado en 1962, orientándose las estadísticas nacionales a servir de base
para los planes de desarrollo nacional. E n 1969 se constituye la Oficina Nacional
de Estadística y Censos (ONEC)c o m o órgano multisectonal, dependiente del
Primer Ministro, encargado de programar, dirigir y ejecutar las actividades esta-
dísticas y de censos en el país, debiendo coordinar con el INP y ejercer control
técnico sobre las entidades públicas que realicen funciones estadísticas. E n 1975,
se crea el Sistema Estadístico Nacional (SEN)con la finalidad de asegurar que las
actividades estadísticas oficiales se desarrollen en forma integrada, coordinada,
racionalizada y bajo una normatividad común.
EL Decreto Ley No21372 que escablccc el sistema, Lo integra de Ir siguiente
manera:
72
b) las oficinas sectoriales de estadística, entre las que se encuentra la corres-
pondiente al Ministerio de Educación, por donde se canaliza la infonna-
ción de educación superior no universitaria;
73
N o existe entidad ni órgano encargado de la integración de la información esta-
dística de la educación superior, m u c h o menos de la respectiva coordinación para
usar sistemas y programas integrados, salvo el que realiza, c o m o hemos dicho ‘m-
teriormente, el sistema Estadístico Nacional, para fines de programación global
o macro-administrativa.
Del diagnóstico de los Servicios Estadísticos en la Universidad Peruana,
realizado p o r la Comisión Nacional Interuniversitaria (CONAI)con datos co-
rrespondientes a 33 universidades existentes en 1980,se obtiene lo siguiente:
1) de las 33 universidades en funcionamiento, 31 tienen oficina de Estadística
y sólo 2 carecen de ella y corresponden a universidades de régimen priva-
do ;
2) estas oficinas de estadística, aun cuando cumplen funciones similares, tie-
nen diferentes denominaciones, tales como: División de Estadística, Area
de Estadística, Unidad de Estadística, Departamento de Estadística, Sec-
ción Estadistica y Oficina de Estadística;
74
datos y procesar información a través de programas que se puedan integrar a nivel
nacional. C o n esta información la Oficina Central de Estadística Universitaria
viene produciendo un boletín informativo, de periodicidad semestral, con infor-
mación sobre postulantes, ingresantes, matriculados, egresados, graduados y ti-
tulados, postgrado y segunda especialización, así c o m o personal docente y no
docente, por universidad y programas académicos (facultad), con sus repectivas
tendencias y relaciones funcionales. También se publica bianualmente el boletín
estadístico con información más completa y detallada, para un período mayor de
tiempo, aunque con alguna información parcial estimada, por carecer oportuna-
mente de la información registrada. El Ministerio de Educación Pública, a través
de la Dirección de Educación Superior, publica a su vez irregularmente un bole-
tín informativo,con datos no sistematizados ni homologados y con alto grado de
omisión que no permiten elaborar estadísticas derivadas, con algún grado estima-
bledc verqcidad, sobre la educación superior no universitaria.
75
Planta Física y Equipamiento
C o n la creación del sistema universitario en 1969, su organismo de direc-
ción y coordinación, el Consejo Nacional de la Universidad Peruana, estableció
entre sus direcciones generales la Planificación, una de cuyas funciones fue la de
efectuar un diagnóstico a nivel nacional de la infraestructura disponible por las
universidades del país, a partir del cual se planificaría el desarrollo del sistema y
de cada uno de sus componentes. Por diversas razones, el diagnóstico no llegó a
concluirse y la información recopilada quedó obsoleta sin haberse elaborado tam-
poco el plan integral de desarrollo del sistema de la universidad peruana.
E n 1985 se realizó un estudio a nivel nacional de las características que,
para 1983, presentaban las universidades del país. A u n cuando sólo participaron
20 universidades públicas y ocho privadas del total de 35 que para dicho aho se
encontraban funcionando, la información recogida puede considerarse c o m o su-
ficientemente representativa de la situación general, en planta física y equipa-
miento, a nivel de las universidades del país, c o m o para presentarla en este infor-
me.
En cuanto a la planta física, los datos que se presentan en el cuadro No32
señalan un área total techada de 722.954 m 2 distribuida en las 28 universidades
participantes en el estudio, cuya matrícula para 1984, fue de 277.747 alumnos
(cuadro I V 13), lo que da una relación de sólo 2.60 mzde área techada por alum-
no. Estc indicador evidencia un notable déficit en la capacidad instalada de las
universidades del país. Si se consideran separadamente las universidades públicas
y las privadas, el área techada total para las 20 universidades del primer grupo,
fue de 600.488 m2,que referida a su matrícula total (205.048alumnos para 1984),
da una cifra de 2.93 m 2por alumno, frente a 1.68 m 2de área techada por alumno
registrada para las ocho universidades privadas que participaron en el estudio
(122.466m2de área techada y 72.699 alumnos matriculados).
En relación al estado de conservación de la planta física 450.928 m 2
(62.37%) fue considerada en buen estado; 174.744 mz(24.17%) en estado acepta-
ble o regular; y 97.282 m 2 (13.46%) en mal estado, por lo que era necesario su
rernplazo. Comparando esta situación entre universidades públicas y privadas,
fue noorio el mejor estado de conservación de la planta física en las universidades
privadas (89.47%, 8.65% y 1.88% para bueno, aceptable y malo, respectivainen-
te), frente a las públicas (56.84%, 27.34% y 15.82%, respectivamente).
E n cuanto al uso de las áreas techadas, se encontró que el 30.46% estaba
constituido por aulas de clase, el 16.04% por laboratorios, el 7.29% p o r bibliote-
cas y el 46.21% por oficinas y ambientes de trabajo de profesores, áreas adminis-
trativas, de bienestar y de servicios. Analizando esta distribución en universida-
des públicas y privadas, se observa que la proporción de área techada dedicada
para aulas, es mucho mayor en las universidades privadas (43.54%) que en las pú-
76
blicas (27.79%); en tanto que las dedicadas a laboratorios de enseñanza e investi-
gación y a otros, categoría ésta que incluyó a oficinas y ambientes de trabajo
para profesores y áreas de bienestar, son mayores en las universidades públicas
(16.96% y 47.94% respectivamente) que en las privadas (11.48% y 37.70% res-
pectivamente). Este último hecho podría estar relacionado con la notable mayor
proporción de profesores a tiempo completo y a dedicación exclusiva -que re-
quieren de un ambiente propio de trabajo- que tienen las universidades públicas,
y la mayor atención en infraestructurade bienestar que es también propia de estás
instituciones. L a proporción de área techada dedicada a bibliotecas es relativa-
mente similar en ambos tipos de universidades (7.31% en las públicas y 7.28%
en las privadas).
77
20 universidades públicas participantes describieron los equipos de sus laborato-
rios c o m o predominantemente antiguos, con menor proporción de equipo inter-
medio y escaso equipo moderno. Igualmente, 12 universidades públicas señala-
ron un predominio del equipo elemental sobre el intermedio y el sofisticado, co-
rrespondiendo a esta última clase de equipo porcentajes m u y bajos, con raras ex-
cepciones en las que el equipo sofisticado llegó al 20% y un solo caso en el que
llega al 25%. Situación similar se da en las universidades privadas aun cuando en
éstas, el número de laboratorios es por lo general m u y inferior al registrado para
las universidades públicas. E n general, se puede señalar que en relación al equipa-
miento de laboratorios de enseñanza e investigación, existe también un notable
déficit en las universidades del país. La información relacionada con las caracte-
rísticas del equipamiento de laboratorios se presenta en el cuadro W 33.
N o hay información completa referente al equipamiento de las institucio-
nes de educación superior no universitaria. E n programas ejecutados en las últi-
mas dos décadas por el Ministerio de Educación, se ha mejorado notablemente el
equipamiento de 22 Institutos Superiores Tecnológicos (IST)principalmente en
las áreas de mecánica de producción (15 IST),electricidad (10 IST), mecánica au-
tomotriz (9 IST),tecnología de laboratorios clínicos (7 IST), producción agrícola
(5 IST),producción pecuaria, metalurgia y construcción civil (4 IST, en cada es-
pecialidad), electrónica (3 IST)y química industrial (2 IST).
78
demás hstinitos científicos e intelectuales del país y con las universidades extran-
jeras para establecer en todas ellas la coordinación útil al propósito y fines de su
existencia”.
IA partir de la Ley del año 1946, se reconoce a las cuatro universidades pú-
blicas y a las dos escuelas superiores con nivel universitario, plena autonomía e
igual nivel. Al suprimirse la función coordinadora que venía desempeñando San
Marcos, la Ley del año 1960 busca una metodología alterna de coordinación inte-
rinstitucional, creando el Consejo Interuniversitario, constituido por los Recto-
res de las nueve universidades que para ese año existían en el país (ocho públicas
y una privada), con la función de tratar los problemas que ataiien en común a las
universidades, formulando las recomendaciones correspondientes y procurando
la coordinación interinstitucional en sus acciones de enseñanza, investigación y
extensión.
30. Acuerdos del Primer Seminario de Rectores del Consejo Inreruniversirariodel Peni.46 piginrs. Lima
1967.
79
d) las transferenciaspresupuestales recibidas por las universidades, se consoii-
den en una sola transferencia que directamente se asigne al Consejo Interu-
niversitario, para su redistribución institucional, de acuerdo a los criterios
que se hayan establecido previamente.
B.-Sobre Organización y Gobierno de la Universidad Peruana, la asigna-
ción al Consejo Interuniversitario,respetando la autonomía de cada universidad.
de las facultades necesarias para cumplir las siguientes funciones que incumben en
c o m ú n a todas las universidades del país:
a) señalar los requisitos mínimos para optar los grados universitarios y los tí-
tulos profesionales;
b) determinar los criterios de distribución de los fondos de la universidad pe-
ruana que provienen del presupuesto nacional a través de transferencias del
Gobierno Central;
C.- Sobre la planificación universitaria, que satisfaga, entre otras, las si-
guientes características:
a) debe estar integrada al proceso de planificación de los distintos niveles de
educación, y, en consecuencia, al proceso de planificación nacional, tanto
recibiendo las misiones que la comunidad nacional le solicite, cuanto po-
niendo sus propios puntos de vista para el desarrollo;
80
ciones y de una actitud consciente de su necesidad y consecuente con ella,
en cada uno de sus miembros;
81
nal. Dentro de esta atribución le corresponde decidir sobre la creación o
supresión de programas académicos en las universidades, así c o m o elevar
proyectos de unificación de universidades con fines de integración regio-
nal”.”
“Coordinar con el Consejo Nacional de Investigación, las decisiones que
afecten a la universidad peruana y asignar responsabilidades en este campo
a las Universidades”.
“Formular el presupuesto del sistema de la universidad peruana en forma
racional y en función de la planificación del sistema y de los programas a
desarrollar por cada universidad, y elevarlo al Ministerio de Educación en
su calidad de órgano central del sector”.
“Dictaminar sobre la creación y supresión de universidades, de acuerdo a
los estudios realizados teniendo en cuenta los informes presentados por los
respectivos consejos regionales universitarios”.
“Promover la cooperación académica entre las universidades, con el objeto
de aunar esfuerzos y evitar duplicaciones innecesarias”.
“Establecer un sistema de Evaluación y categorización de las universida-
des, con el fin de lograr el incremento de la eficiencia de estas institucio-
nes”.
“Autorizar, con el voto de los tres cuartos de sus miembros legales, proce-
sos experimentales en una o más universidades, tendientes al perfecciona-
miento de los sistemas académico, administrativo o de gobierno”.
Los Consejos regionales tenían funciones de coordinación a nivel regional.
Se establecieron cinco regiones: Norte, Centro, Sur, Oriente y Lima Metropoli-
tana.
Desafortunadamente, muchos de los aspectos positivos que contenía esta
ley, para la adecuada coordinación interuniversitaria y para fomentar la copera-
ción intersectorial, no fueron adecuadamente utilizados. L a coordinación nacio-
nal se burocratizó demasiado, incurriéndose en algunos excesos de autoritarismo
sobre las universidades, propiciado a veces por los propios problemas internos
que surgieron en eiias, cuyo número había aumentado significativamente, c o m -
plicando aGn más las acciones de coordinación interistitucional. Esta problemá-
ticqaunada a la gradual identificación del modelo propiciado por esta ley con ten-
dencias conservadoras y con la dictadura militar, generó una tenaz oposición en
3 1. Como ya se ha indicado,en ara ley se suprimen las facultadesy se crean en sustituciónlas Direcciones
de Programas Académicos, como dminisrradores de los curnicula de estudios denominados Progra-
mas Académicos.
82
muchas universidades, particulamente del alumnado, por lo que,establecido el
gobierno democrático en 1980, se cambió la ley, corrigiéndose los elementos de
exceso, suprimiéndose muchas de las atribuciones de dirección y de coordinación
interinstitucional que tenía el Consejo Nacional, sustituido en la nueva ley por la
Asamblea Nacional de Rectores.
Las universidades que hasta el año 1968 habían mostrado una tendencia in-
tegracionista y de mutua cooperación, c o m o lo demuestran las conclusiones y re-
comendaciones del Seminario de Rectores antes señalado, se tornan aislacionistas,
.v
probablemente c o m o consecuencia de las notables diferencias en el nivel de desa-
rrollo alcanzado, sobre todo entre el numeroso grupo de nuevas instituciones y
las m á s antiguas.
El propósito de la ley de 1969, de lograr la integración regional de las uni-
versidades, a través de los consejos regionales, no se logró,porque estos consejos
nunca llegaron a funcionar plenamente c o m o un sistema de coordinación y plani-
ficación conjunta que buscara una mayor complementación en las acciones de las
diferentes universidades de cada región para promover un uso más racional y efi-
ciente de los recursos y una respuesta más adecuada a las necesidades de la región.
Fue así frecuente la creación de programas académicos que sólo repetían, con des-
ventaja, los ya existentes en otras universidades de la región. N o se planificó a ni-
vel regional, ni se procuró corregir los vicios existentes. Por lo general, eJ celo
institucional aisló a las universidades entre sí, ya que casi siempre existió poca
disposición a reconocer un mayor grado de desarrollo, en cualquier aspecto, en
otra institución, y, por consiguiente, aceptar su asesoramiento.
El fracaso de los consejos regionales y la situación en la que se desenvolvió
el Consejo Nacional, aunados a la interferencia del Gobierno Central, que siguió
creando universidades pese a la opinión discrepante del sistema universitario, ge-
neró la desarticulación del sistema y propició su desarrollo carente de una planifi-
cación ligada a las posibilidades estatales de financiamiento y a las necesidades na-
cionales y regionales del país. El fracaso del sistema se hace evidente a través de
algunos síntomas, entre los cuales deben destacarse los siguientes:
el número excesivo de universidades actualmente existentes, la mayoría de
las cuaies está abrumada por u n cúmulo de limitaciones o deficiencias, difí-
ciles de superar dada la falta de proporcionalidad entre los recursos dispo-
nibles y el número de insutdciones p o r atender;
el elevado número de programas académicos similares, que lleva a una
competencia inconveniente entre instituciones ubicadas en una misma re-
gión;
83
cado ocupacional, lo que ha generado desocupación de los recursos huma-
nos así formados.
Pese a esta situación, se han logrado avances importantes en los siguientes
puntos:
se han armonizado los currícula de estudios, lográndose u n alto grado de
homogeneidad en los correspondientes a carreras similaresofrecidas por las
distintas universidades;
se han uniformizado los requisitos de traslado de estudiantes entre univer-
sidades, simplificándose notablemente el establecimiento de equivalencias
en el proceso correspondiente;
se han establecido requisitos comunes a las distintas universidades del país,
para el ingreso a la docencia y ascenso en el escalafón correspondiente;
se han esrablecido políticas institucionalescoincidentes de investigación,en
apoyo del desarrollo nacional y regional;
se han establecido políticas institucionales similares de administración de
personal, homologándose dentro de escalafones similares al personal ad-
ministrativo de las distintas universidades públicas del país.
Como resultado de la relación bilateral y directa que se da entre algunas
universidades, se han venido produciendo también acciones de cooperación intc-
rinstitucional, principalmente en relación con los programas de enseñanza e in-
vestigación que conducen. E n el primer caso se dan convenios entre universida-
des, para que unas puedan utilizar facilidades (docentes, laboratorios,plantas pi-
lotos, etc.) de las otras, con fines de mejorar los niveles de enseñanza en algunas
áreas, principalmente de ciencias puras y tecnologías. Otro ejemplo al respecto.
que se ha dado en pocos casos, lo constituye la integración de recursos disponi-
bles para establecer conjuntamente, entre dos o m á s universidades del país, pro-
gramas de postgrado en u n área determinada.
En el caso de la integración de esfuerzos para desarrollar programas de in-
vestigación, se pueden senalar c o m o ejemplos a seguir, el programa de investiga-
ción en cultivos andinos conducido conjuntamente, desde hace varios anos, por
tres universidades del sur del país; la coordinación de acciones e intercambio de
información entre universidades que vienen trabajando en el aprovechamiento de
la energía solar y en biotecnología. Es además c o m ú n que alumnos de algunas
universidades desarrollen sus proyectos de investigación, que deben conducir
c o m o tesis de grado, utilizando las facilidades, e incluso el asesoramiento de do-
centes, de otras universidades.
Por otro lado, debe señalarse que n o existe mayor vinculación entre el sub-
sistema universitario y el constituido poi las escuelas e institutos de educación su-
84
perior no universitaria, la mayoría de los cuales está bajo la dirección O coordina-
ción del Ministerio de Educación. N o se da así la coordinación necesaria para es-
tablecer una continuidad de estudios entre escuelas e institutos que ofrecen carre-
ras cortas y las correspondientes carreras ofrecidasp o r las universidades.
Mecanismos de Coordinación Interinstitucional Establecidos en la Nueva Ley
universitaria
La Ley Universitaria vigente señala c o m o fines de la Asamblea Nacional de
Rectores el estudio, la coordinación y la orientación general de las actividades
universitarias en el país. Sin embargo, en el caso de la creación de nuevas univer-
sidades, la Asamblea sólo informa, ya no es requisito su opinión favorable. Entre
sus funciones están:
coordinar la creación de carreras, títulos profesionales y de segunda espe-
cialidad a ofrecerse por las universidades, proporcionando la información
previa e indispensable;
concordar en lo referente a los requisitos mínimos exigibles para el otorga-
miento de grados y títulos universitarios y a la unificación de sus denomi-
naciones, sin perjuicio del derecho privativo de cada universidad a estable-
cer los currícula y requisitos adicionales propios;
elevar al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo los proyectos de los presu-
puestos anuales de las universidades públicas y los pedidos de ayuda de las
privadas, con la información correspondiente a cada uno, y formular su
propio proyecto de presupuesto;
publicar un informe anual sobre la realidad universitaria del país y sobre
criterios generales de política universitaria.
La Secretaría Ejecutiva, a su vez, c o m o órgano
- administrativo de ejecución
de la coordinación interuniversitaria, tiene a su cargo la recopilación de estatutos
de las universidades, el patrón de grados y títulos en base a los datos remitidos
por ellas y acopia la información sobre estadística y funcionamiento.
Convenios Interinstitucionales
N o existen estudios ni registros permanentes a nivel nacional, en relación
a la cooperación interinstitucional que se da en las universidades, lo que a su vez
es una muestra más del fracaso de los organismos de coordinación de la universi-
dad peruana. E n un estudio realizado el año 1985, se solicitó información a las
universidades en relación al número de convenios de cooperación interinstitucio-
nal que tenían en ejecución o que habían concluido en 1983,su naturaleza y tipo,
así c o m o las características de su financiamiento. Desdonunadamente, no se di-
ferenció en este estudio los convenios establecidos entre las universidades, de
85
aquellos celebrados entre universidades e instituciones no universitarias, así c o m o
tampoco se recabó información acerca de la duración de los convenios.
El número total de convenios existentes en las 27 universidades que contes-
taron la encuesta (18 públicas y 9 privadas) fue de 346,de los cuales 140 (40.5%)
fueron exclusiva o mayoritariamente de investigación;80 (23.1%) de desarrollo,
aun cuando en ellos pudieron existir elementos de investigación y servicios pero
orientados al desarrolo nacional o regional; y 126 (36.4%) de servicios prestados
por las universidades. .
L a cooperación internacional se tradujo en 103 convenios (29.85ó)celebra-
dos con universidades, fundaciones y organismos en general, de otros países o
con entidades internacionales diversas. El número de convenios firmados con en-
tidades nacionales fue de 243 (70.2%), entre los cuales se encuentran los firmados
con otras universidades. A juzgar por el nivel de financiamiento involucrado, en
la mayoría de los casos se trató de pequeños convenios o contratos con financia-
miento no superior al equivalente de US $10.000(74.9%), en tanto que los con-
venios con financiamiento superior a U.S.$100.000sólo llegaron al 4% del total.
Del análisis de la información recogida en el estudio antes referido, que se
presenta en el cuadro No34, se deduce que un número reducido de universidades
(5 públicas y 2 privadas, que equiyalen al 26% del total de las instituciones que
respondieron la encuesta) estuvo relacionado con el 60% del total de convenios
existentes en 1983;el 71% de los convenios se dieron con universidades públicas;
y, sólo seis universidades (3 públicas y 3 privadas) captaron convenios de mayor
alcance a juzgar por el monto de su financiamiento (más de 100.000dólares).
PERSPECTIVASFUTURAS .
El Decreto Legislativo N 177 del 12 de junio de 1981 que establece la Ley
Orgánica del Sistema Nacional de Planificación,considera en su estructura la Pla-
nificación Universitaria e integra al Consejo Consultivo Nacional de Planificción
a u n representante de las universidades.
Entre los fines del ente coordinador de las universidades del país, se en-
cuentra el estudio, la coordinación y la orientación general de las actividades uni-
versitarias, con miras a propiciar su fortalecimiento económico y su desarrollo en
general. En relación a este propósito, la presidencia de la Comisión Nacional In-
teruniversitaria, hoy Asamblea Nacional de Rectores, estructuró u n plan de tra-
bajo a mediano plazo, que comprende el estudip y ejecución de las acciones si-
guientes:
Acciones de Proyección lnterinstitucional sobre Planificación y Desarrollo.
Realizar el Diagnóstico Situacionalde las universidades delpaís
Objetivos:
a) Reformular las acciones de política universitaria tendientes a impulsar el
desarrollo universitario por las vías de racionalizar recursos disponibles y
planificar acciones.
86
b) Revisar los métodos y técnicas para elaborar planes de desarrollo universi-
tario globaies y específicos.
Objetivos:
a) Revisar las necesidades de Cooperación Técnica Intemaciond tendiente a
mejorar la capacidad instituciond para resolver su propia problemática así
c o m o dar apoyo en la solución de los problemas regionales y nacionales.
87
b) Coordinar los requerimientos de acuerdo a un Plan de DesarroUo Institu-
cionai.
88
Creación del Centro Nacional de Investigación J' Administración Universitaria
Objetivos:
a) Incentivar la creatividad y el perfeccionamiento de los recursos humanos
administrativos de las diferentes universidades.
b) Crear, proponer y aplicar métodos de trabajo y de productividad de los re-
cursos humanos administrativos.
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Apartado Postal 62090,Caracas 1060,Venezuela
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