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“2015 

‐ Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres” 

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección General de Publicaciones

(S-3781/15)

PROYECTO DE LEY

El Senado y Cámara de Diputados,…

MODIFICACIONES AL CÓDIGO AERONÁUTICO. SEGURIDAD


INTERIOR. ACCIONES DE IDENTIFICACIÓN, INTERCEPTACIÓN,
PERSUASIÓN E INUTILIZACIÓN DE AERONAVES.

ARTÍCULO 1°: Modifícase el artículo 24 de la ley 17.285 (Código


Aeronáutico), el que quedará redactado de la siguiente forma:

"Artículo 24: Una aeronave pública o privada, nacional o extranjera,


podrá ser pasible del uso de medidas disuasorias por parte de la
autoridad aeronáutica en los siguientes casos:

a) Si realizará vuelos dentro del espacio aéreo argentino violando las


prescripciones nacionales, convenciones o actas internacionales
relativas a la circulación aérea.

b) Si fuese sorprendido arrojando elementos dentro del territorio


nacional en infracción a la normativa vigente en la materia.

c) Si invadiendo el espacio aéreo argentino, no respetase los


corredores establecidos por el Control de Tráfico Aéreo y la
obligatoriedad de aterrizar en aeropuerto habilitado.

d) Si se requiriese la verificación de los certificados y documentación


de la aeronave.

e) Si se requiriese la verificación de la carga o portación de


equipamiento ilegal.

f) Si se requiriese la averiguación de posibles ilícitos.

Ante tales supuestos la autoridad aeronáutica podrá:

1º Verificar de existencia de un plano de vuelo del avión.

2º Realizar reconocimiento visual a la distancia para verificar la


matrícula.

3º Tomar contacto radial con la aeronave en la frecuencia internacional


de emergencia.
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4º Realizar señales visuales al vuelo ilegal, al que ya se considerará


sospechoso.

5º Efectuar las medidas de intervención, intimándolo a cambiar su ruta.

6º Dar una orden de aterrizaje.

7º Disparar como advertencia, en forma paralela al vuelo, con balas


trazadoras para que sean visibles los proyectiles.

8º Agotados todos los medios coercitivos legalmente previstos en la


normativa nacional e internacional, la aeronave será clasificada como
hostil, quedando sujeta a medidas de destrucción o derribo, luego de
la autorización del Presidente de la República o la autoridad por él
delegada.

En caso de instrumentarse las medidas precedentemente descriptas


deberá dejarse constancia de ellas como registro legal para posterior
análisis.

Quedan exceptuados los aviones militares extranjeros, los que no


podrán ser objeto de medidas de destrucción o derribo, pero sí de las
restantes medidas disuasorias enunciadas”.

ARTÍCULO 2°: El Poder Ejecutivo Nacional pondrá en funcionamiento


un nuevo Plan Nacional de Protección Aérea de las Fronteras del
Territorio de la República Argentina, a los fines de la presente ley, que
tendrá como Autoridad de Aplicación al Ministerio de Defensa de la
Nación.

ARTÍCULO 3°: El Poder Ejecutivo Nacional diseñará en un plazo de


CIENTO OCHENTA (180) días corridos a partir de la promulgación de
la presente ley, el “Plan Nacional de Protección Aérea de las Fronteras
del Territorio de la República Argentina”, para garantizar la
inviolabilidad del ciento por cien (100%) del espacio aéreo
correspondiente a la jurisdicción nacional. A tal efecto, se lo faculta
para resolver las cuestiones específicas que genere la puesta en
marcha de dicho plan y para dictar las normas aclaratorias,
interpretativas o complementarias que se requieran para su
implementación.

ARTÍCULO 4°:El Poder Ejecutivo Nacional dispondrá medidas


específicas para la Protección Aérea de las Fronteras del Territorio de
la República Argentina y deberá además articular la interrelación y la
colaboración activa entra las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de
Seguridad Nacionales para los casos particulares de la violación ilegal
de nuestra frontera aérea, en especial en lo que hace a la lucha contra
el ingreso al territorio nacional de drogas, armas, explosivos y divisas.
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ARTÍCULO 5°: Mediante el Plan Nacional de Protección Aérea de las


Frontera del Territorio de la República Argentina se deberá instalar a lo
largo de todas las fronteras nacionales y dentro de los
VEINTICUATRO (24) meses de promulgada la presente ley, la
cantidad necesaria de radares tridimensionales (3D) fijos y de gran
alcance, con el grado de superposición suficiente para evitar que
queden zonas libres de cobertura a partir de un nivel mínimo de 450
metros de altura.

ARTÍCULO 6°: Mediante el Plan Nacional de Protección Aérea de las


Fronteras del Territorio de la República Argentina, se proveerá a la
Fuerza Aérea Argentina de las aeronaves de intercepción suficientes y
con el armamento y la tecnología necesarios para brindar una
respuesta inmediata y eficaz para combatir cualquier intento de
penetración aérea no autorizada a través de todas las fronteras
nacionales.

ARTÍCULO 7°: A partir de la promulgación de la presente ley y ante la


penetración aérea de las fronteras nacionales por parte de aeronaves
públicas o privadas, nacionales o extranjeras, no identificadas ni
autorizadas, las aeronaves de intercepción de la Fuerza Aérea
destinadas a defender el espacio aéreo nacional como así también a
ejecutar el Plan Nacional de Protección Aérea de las Fronteras del
Territorio de la República Argentina, deberán seguir los siguientes
pasos:

1. Reconocimiento visual de la aeronave irregular y de su matrícula.

2. Verificación de datos en el Centro de Control de Vuelos sobre el


territorio nacional.

3. Determinada la irregularidad del vuelo, se intentará la toma de


contacto radial con el mismo mediante la frecuencia internacional de
emergencia para intimarlo a su identificación, al cambio de su ruta y se
le ordenará el aterrizaje en el aeródromo que se le indique dentro del
territorio nacional.

4. De no haber respuesta radial, se considerar al vuelo como


sospechoso y se le realizarán señales visuales tendientes a lograr su
aterrizaje.

5. Ante signos de desobediencia por parte de la aeronave sospechosa,


se le deberán efectuar disparos de advertencia con munición
trazadora.

6. En caso de que la aeronave sospechosa persistiera en la


desobediencia, se la declarará hostil y se le efectuarán disparos de
derribo para su destrucción.
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7. En cualquier momento del proceso, si la aeronave sospechosa


demostrase hostilidad hacia el interceptor, este último podrá hacer
fuego defensivo sin importar en qué etapa del proceso de intercepción
se encontrase.

8. En ningún caso se permitirá a las aeronaves irregulares,


sospechosas u hostiles escapar hacia territorio extranjero.

9. Si en algún momento del proceso de intercepción, desde la


aeronave irregular, sospechosa u hostil se arrojase algún objeto hacia
tierra, el interceptor debería dar inmediato aviso de la localización más
exacta posible del cuerpo arrojado para que las fuerzas de seguridad
en tierra puedan dar con él.

10. Todo el procedimiento de intercepción deberá ser grabado en


audio y video para que el material que de ese modo se registre pueda
servir como prueba llegado el caso.

ARTÍCULO 8°:El Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina


tendrá un plazo de NOVENTA (90) días corridos a partir de la
promulgación de la presente ley, para la elaboración y su posterior
elevación al Ministerio de Defensa de la totalidad de las
especificaciones operativas y técnicas del Plan Nacional de Protección
Aérea de las Fronteras del Territorio de la República Argentina.

ARTÍCULO 9°: Desígnase a la Fuerza Aérea Argentina, en su calidad


de responsable de la defensa, vigilancia y control integral del espacio
aéreo, Organismo Ejecutor del Plan Nacional de Protección Aérea de
las Fronteras del Territorio de la República Argentina, facultando al
mismo a consumar la totalidad de las tareas que demande la ejecución
de la presente ley, en el marco de las responsabilidades que le son
propias.

ARTÍCULO 10:Se instruye a la Autoridad de Aplicación a declarar


"Secreto Militar" de acuerdo a los términos del Decreto Nº 9390/63, a
partir de la publicación de la presente ley, a las especificaciones
técnicas y operativas que considere pertinente reservar. Quedan sin
efecto todas las disposiciones contenidas en las leyes 23.554 y 24.059
y en el Decreto 1407/04, que se contrapongan a lo dispuesto en el
articulado de la presente ley.

ARTÍCULO 11: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Ángel Rozas. –
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FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

El presente proyecto de ley responde a uno de los desafíos más


cruciales que debe afrontar la sociedad argentina y que exige adoptar
una serie de acciones integradas para su abordaje. Se trata de
encarar una lucha integral contra el narcotráfico, un verdadero flagelo
que azota a nuestro país con un crecimiento exponencial en los
últimos años, tal como lo ha reafirmado la Corte Suprema de Justicia
de la Nación, en la Acordada CSJN N°28/2015 del 27 de octubre
pasado, en la que se crea la Comisión Judicial para la lucha contra el
narcotráfico.

Enfrentar el problema del narcotráfico es un reclamo que ha sido


reiterado por el máximo tribunal constitucional, demandando la
instrumentación de políticas de estado coordinadas, con objetivos
claros, permanente en el tiempo y con medidas efectivas.

El narcotráfico o “tráfico de estupefacientes”, es un proceso complejo


que abarca distintas fases y no puede sintetizarse en simples
definiciones o conceptos que, amén de las dificultades teóricas para
encuadrarlo adecuadamente, también abarca condiciones macro-
sociales y aún culturales que congloban al contexto del país en que se
produce o detecta, a su ubicación geográfica y el marco político
vigente, como así también el estado actual de los países linderos y
limítrofes en torno a la misma problemática.

Por ello, dentro de las múltiples facetas que puede presentar el


comercio de drogas o una operación de narcotráfico, es prioritario
reconocer aquellos aspectos puntuales que hacen a este fenómeno
como hecho delictivo a apreciar y valorar por el orden jurídico en
general, y en especial por el derecho penal.

Conceptualmente se admite hoy en día, en términos generales, que el


narcotráfico se ha transformado en los últimos tiempos en una de las
mayores plagas que atacan a la humanidad en su totalidad, por incidir
no solamente en la salud de quienes consumen esta clase de
sustancias adictivas, sino por la proyección sobre los ámbitos sociales,
familiares, laborales y económicos en su totalidad, porque el
narcotráfico se instala y avanza corrompiendo las bases mismas de
una sociedad que se siente indefensa e impotente para actuar.

La Argentina ocupa hoy el tercer puesto entre los países más


mencionados como lugar de origen de la cocaína cuando se realiza
una incautación de ese estupefaciente, según el Informe Anual de la
Oficina de las Naciones Unidas de 2013 contra la Droga y el Delito
(ONUDD) .Sobre 177.000 incautaciones producidas en 129 países
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entre 1997 y 2012, cien de las seiscientos cincuenta toneladas


anuales de cocaína producidas en el mundo salen de nuestro país.

Aunque el gobierno nacional niegue el problema, por ignorancia o


irresponsabilidad, o por falta de convicción para combatir el tráfico
ilícito de drogas y su cadena de complicidades, resulta evidente la
necesidad y la urgencia de poner en marcha nuevas herramientas y
políticas públicas para asumir la lucha contra el narcotráfico.

Es por ello que resulta transcendental para la defensa de nuestra


integralidad territorial, generar el marco jurídico necesario para el
control de aeronaves que negándose a identificarse, violen la frontera
aérea de nuestro país. La falta de radarización y el vacío legal
existente relativo a vuelos ilícitos u hostiles puede ser hoy
aprovechada tanto por amenazas estatales como no estatales.

En este sentido, vale destacar que la mayor parte de la droga que se


encuentra en nuestro territorio ingresa a través de nuestras porosas
fronteras. En nuestro país, no se han encontrado plantaciones
considerables de marihuana ni opiáceos. Tampoco es posible cultivar
plantas de coca plausibles de ser utilizadas en la producción de
clorhidrato de cocaína. Sin embargo, de acuerdo a un informe de las
Naciones Unidas, la Argentina es el primer país de América Latina en
consumo de cocaína y el segundo de todo el continente, detrás de
Estados Unidos.

El reciente descubrimiento de operaciones de importantes "carteles de


la droga" en nuestro país, tal como es el caso del Cartel de Sinaloa, El
Cartel de la Cordillera y el Cartel Peruano, confirman este crecimiento
del narcotráfico en nuestro territorio.

Durante el operativo "Pulqui" realizado por la Fuerza Aérea Argentina,


entre el 10 de Junio y el 15 de Septiembre de 2004, se detectaron 358
vuelos ilegales. Esto equivale a decir que en promedio, más de 120
vuelos vulneran nuestras fronteras cada mes. Vale destacar que
durante este ejercicio, los radares no operaron la totalidad horaria de
cada día, lo cual torna dicha estadística aún más alarmante.

Estas aeronaves, en general monomotores livianos, que atraviesan el


espacio aéreo poseen una capacidad de carga de entre 250 y 500 Kg.
Esto significaría que más de 60.000 Kg. por mes podrían estar
ingresando a territorio de la República.

La facultad de la Fuerza Aérea Argentina para defender la soberanía


nacional en el aire y la generación de un marco jurídico que la avale,
no resulta novedad en nuestro ordenamiento jurídico. Vale recordar
que durante la Cumbre de las Américas, celebrada en la ciudad de
Mar del Plata en Noviembre 2005, la sanción del decreto 1345/2005
que dispone la creación de la Fuerza de Tareas Conjunta 15 (FT 15)
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dispone para ella la aprobación de reglas de empeñamiento para la


Fuerza Aérea Argentina orientadas a garantizar la seguridad defensiva
aérea y por ende el posible derribo de aeronaves hostiles.

En virtud del artículo 2 de la Ley de Defensa Nacional, N 23.554,que


dicta: "La Defensa Nacional es la integración y la acción coordinada de
todas las fuerzas de la Nación para la solución de aquellos conflictos
que requieran el empleo de las Fuerzas Armadas, en forma disuasiva
o efectiva, para enfrentar las agresiones de origen externo. Tiene por
finalidad garantizar de modo permanente la soberanía e
independencia de la Nación Argentina, su integridad territorial y
capacidad de autodeterminación; proteger la vida y la libertad de sus
habitantes.." , y del artículo 5 que dicta: "La Defensa Nacional abarca
los espacios continentales, Islas Malvinas, Georgias del Sur y
Sandwich del Sur y demás espacios insulares, marítimos y aéreos de
la República Argentina, así como el Sector Antártico Argentino, con los
alcances asignados por las normas internacionales y los tratados
suscriptos o a suscribir por la Nación esto sin perjuicio de lo dispuesto
por el artículo 28 de la presente Ley en cuanto a las atribuciones de
que dispone el Presidente de la Nación para establecer teatros de
operaciones para casos de la guerra o conflicto armado." se establece
como lógica autoridad de aplicación de la presente norma a la Fuerza
Aérea Argentina.

El marco legislativo actual en nuestro país al respecto es insuficiente.


Los contados casos en los que pilotos de la Fuerza Aérea Argentina
se han encontrado con vuelos irregulares, se han visto impedidos de
obligar a la aeronave a aterrizar, precisamente a causa de la
existencia de este vacío legal, que es conocido y aprovechado por
quienes pilotean aeronaves de origen irregular.

También urge la necesidad de inversión para la adquisición de radares


que permitan detectar vuelos ilegales sea cual fuere su modalidad,
altura y ruta, que circulen la geografía nacional.

En tal sentido, resulta imperioso adquirir radares fijos y aeronaves


modernas que transporten en vuelo radares móviles que permitan la
detección y monitoreo de agentes hostiles, atendiendo las condiciones
de velocidad, altura de vuelo, rutas y otras características

Otra cuestión que demuestra cabalmente la necesidad de contar con


el marco legal correspondiente lo constituye el creciente uso de
aviones no tripulados. En este caso, se dificulta su detección y
determinación como aeronaves civiles o estatales, lo que, de continuar
esta situación, dejaría un vacío legal que puede ser aprovechado por
agentes estatales y no estatales.

Vale recordar también, las numerosas ocasiones en las que aeronaves


en apariencia civil desarrollaron tareas relativas a la defensa. El
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ejemplo más cabal y más cercano fue el escuadrón Fénix de nuestro


país en el conflicto por las Islas Malvinas. Este escuadrón estaba
formado por pilotos y aeronaves Lear jet, originalmente civiles, tuvo
por misión realizar incursiones en cercanías de la flota británica con el
objetivo de hacer creer a los británicos que se trataba de un ataque
con aviones de la Fuerza Aérea Argentina.

Se hace necesaria una aclaración. Tomando como modelo la


legislación del vecino Estado del Brasil, será necesario agotar las 7
etapas de disuasión (reconocimiento, confirmación, contacto por radio
en frecuencia de emergencia internacional, señales visuales, pedido
de rectificar ruta, pedido de aterrizaje y tiros de advertencia con
munición trazadora) previas al potencial derribo de una aeronave
considerada hostil.

El respeto a estas medidas, permitirán evitar errores y brindara a las


autoridades y a quien ejecute operacionalmente el derribo, el
adecuado marco legal de acuerdo a la legislación nacional e
internacional vigente.

En nuestra iniciativa se designa a la Fuerza Aérea Argentina, en su


calidad de responsable de la defensa, vigilancia y control integral del
espacio aéreo, como Organismo Ejecutor del Plan Nacional de
Protección Aérea de las Fronteras del Territorio de la República
Argentina, facultando al mismo a consumar la totalidad de las tareas
que correspondan, en el marco de las responsabilidades que le son
propias.

Por todo lo expuesto, y por las razones que daremos oportunamente


en las comisiones y el recinto en oportunidad de su tratamiento,
solicitamos la aprobación del presente proyecto de ley.

Ángel Rozas. –
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