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Cualquier fotógrafo, profesional o aficionado tiene una serie de

responsabilidades para con el público y con sus fotos. Hoy te hablaremos de las
responsabilidades que adquiere un fotógrafo aficionado cuando tiene una
cámara entre las manos. Otro día te contaremos las de un fotógrafo profesional,
por si estás pensando lanzarte a la piscina ;). Por ahora, ve tomando nota de
estas.

Ante todo, eres una persona humana que debe respetar los derechos de las
personas que se pongan delante de tu cámara. Desde sus derechos de imagen,
que veremos más adelante, hasta el hecho de no fotografiar a personas en un
estado en el que tú jamás querrías verte fotografiado o intervenir si la persona
que aparece en la escena corre algún tipo de peligro. Hay límites que no se
deberían cruzar, ¿tienes claro dónde están los tuyos? Si no es el caso, tal vez
deberías hacer una pausa para reflexionar sobre ellos ;)

Tener una cámara en las manos y sentir pasión por la fotografía no da derecho a
disparar a costa de todo. Ante todo, debes respetar las personas y el entorno. Si
vas a fotografiar animales, procura no molestarlos ni interferir en sus hábitos ni
hábitat. A la hora de fotografiar en la naturaleza, no arranques flores ni plantas,
y menos aún en espacios protegidos. Deja todo como estaba, sin papeles ni
ningún otro tipo de basura.

Si entras en un lugar religioso o de culto, por mucho que no comulgues con esa
religión, respeta sus costumbres, es su casa. Si quieres fotografiarla debes
acatar sus normas y deseos con el máximo respeto.

A la hora de fotografiar personas, respeta si quieren o no salir en la foto, puedes


pedir permiso amablemente o con una sonrisa, pero si alguien se molesta o te
dice que no, está en su derecho, respétalo ;). Esto es aún más delicado cuando
se trata de niños, no deberías tomar fotos de niños en lugares públicos sin
consentimiento de los padres.

Siempre y cuando quieras publicar tus imágenes, deberás contar con el permiso
por escrito de cualquier persona que aparezca en ellas y sea fácilmente
reconocible. Este permiso escrito es el contrato de cesión de derechos de
imagen. En este artículo encontrarás información más detallada y el enlace a un
modelo de contrato.

Por muy evidente que suene esto, es realmente asombrosa la cantidad de gente
que publica fotos como suyas cuando no lo son. Un fotógrafo no puede publicar
una imagen que no sea suya y decir que lo es, nunca.

En el caso de querer compartir una imagen de otro autor se deben dar dos
condiciones:
 Que no esté protegida bajo derechos de autor (©)
 Mencionar siempre el nombre del autor

Fotografía de Pexels bajo licencia CreativeCommons


Estas fotografiando a unas personas que amablemente han aceptado posar para
ti, por mucho que estés aprendiendo, no puedes pasarte tres horas realizando
ajustes, para tus “modelos” es desesperante. Disparar rápido es una forma de
agradecer su gesto y el no pedirles diez veces “una más, por favor”, también ;).

Distinto es que quedes con un amigo, un familiar o un/a aspirante a modelo que
se preste a que hagas prácticas. Lo sabrá de antemano e irá con la mochila
repleta de paciencia.

Si vas a publicar tus fotos en un medio fotográfico, presentarlas a concursos,


compartirlas en foros de fotógrafos o similares, debes cuidarlas. Con esto nos
referimos a que mimes la composición, la exposición, el enfoque. Analiza tu
fotografía antes de compartirla, como fotógrafo tienes la responsabilidad de
realizar una autocrítica y un análisis objetivo de tu imagen.

No vale todo, por mucho que a ti te guste hacer fotos ;) Uno se puede
equivocar, incluso puede creer que está bien, pero lo que no vale es no pararse
a mirar la fotografía y ver si está aceptable o si al menos aporta algo de interés,
antes de compartirla. Estás creando una reputación, una imagen pública,
mímala desde el principio ;).

Aceptar las críticas es muy saludable y una buena forma de avanzar. Hablo de
las críticas constructivas. Es sano y recomendable analizarlas y aceptarlas, pues
es el camino para seguir aprendiendo y mejorando. Lo que no es sano es
centrarse sólo en las alabanzas de tus seres queridos, los “me gusta” de las
redes sociales y los comentarios positivos de personas que no tienen ni idea de
fotografía, porque sólo te ayudarán a mantenerte en el punto donde estás y no
te dejarán avanzar.

Aquí tienes algunos consejos para no romper a llorar ante una crítica negativa ;)
Incluso cuando pidas a alguien de tu entorno que se preste a una sesión de
práctica, debes procurar crear un clima de confianza en el que tu modelo se
sienta cómodo.

Tal vez te exaspere al principio no dar con la tecla de la exposición correcta, o


fallar una y otra vez en el enfoque, pero recuerda que la persona que tienes
delante te está haciendo un favor, si no quieres que salga huyendo, no le hagas
pagar tus frustraciones ;) Mejor tómatelo como un juego y procura que se
divierta. ¡Y tú también!

Además de no publicar el trabajo de otros, otra de las responsabilidades de


cualquier fotógrafo, aficionado o profesional, es la de no plagiar el trabajo de
otros autores.

Cuando admiras a alguien es muy fácil que su trabajo te inspire y mires a través
de sus ojos, que tiendas a realizar fotografías en un estilo parecido, pero debes
distinguir muy bien entre la inspiración y el plagio.

Si es para mirarla tú solamente, para ver si eres capaz de hacer una foto similar,
pues todavía, pero si la vas a publicar, piénsatelo dos veces porque se llama
plagio. Además, una cosa es ver si eres capaz de reproducirla y otra es verla.
Porque fotografiar no es sólo disparar, sino ver donde otros no ven. Ese
fotógrafo ha visto la foto, tú sólo la estás reproduciendo. Un tema para
reflexionar, ¿verdad?

La última responsabilidad es casi la más importante. Si no disparas y dejas que


tu cámara muera en un armario, dejas de ser fotógrafo y el resto de
responsabilidades dejan de tener sentido.

Al comprar una cámara, sea réflex, Evil o compacta, adquieres un compromiso


con ella y es el de darle uso. No defraudes a tu compañera de afición. ¡Te está
esperando!
Fotografía de stokpic bajo licencia CreativeCommons

Y hasta aquí las responsabilidades de un fotógrafo aficionado, que no son pocas


;). ¿Estás de acuerdo? ¿Crees que podrías añadir alguna más? ¿Alguna no te
convence? Este es un buen ejercicio que puedes comenzar a realizar. Reflexiona
sobre ellas y sobre la opinión que tienes respecto a cada una. Y si te apetece,
puedes dejarnos tus comentarios en el blog. ¡Siempre son bienvenidos!

Tu responsabilidad número 10 te espera ;) ¡Vamos!

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