Está en la página 1de 14

Emile Durkheim

Durkheim describe al hecho social : como toda manera de hacer, pensar y actuar, fijada o no,
susceptible de ejercer una coacción exterior sobre el individuo.

moral cívica:es el conjunto de reglas morales y jurídicas que están para sancionar la relación del
individuo con el grupo político. Esta determina las relaciones de los individuos con esta
autoridad soberana a la que están sometidos.Los principales deberes de la moral cívica son,
evidentemente, los que los ciudadanos tienen hacia el Estado, y, recíprocamente, los que el
Estado tiene hacia los individuos.

Sociedad política: : es una sociedad formada por la reunión de un número más o menos
considerable de grupos sociales secundarios, sometidos a una misma autoridad, que no
depende de ninguna autoridad superior regularmente constituida.
La autoridad soberana que no está sometida a ninguna otra autoridad. Otra es la existencia de
grupos secundarios. Su núcleo es la autoridad soberana, engloba todas las relaciones y el
estado está dentro, este es el grupo de funcionarios
“el grupo profesional como poder moral capaz de contener los egoísmos individuales […], ya
que así como a la sociedad le interesa la formación de grupos para regular actividades
colectivas, al individuo también le interesa pertenecer a estos grupos, sentirse parte de algo y
seguir reglas.” Durkhein.

Las sociedades políticas se caracterizan en parte por la existencia de grupos (sociedades


domesticas). La importancia de estos grupos es que son la condición fundamental de toda
organización social más elevada. Es decir que las sociedades políticas estarían formadas por la
unión de un número más o menos considerable de grupos sociales secundarios.
Para el autor, el estado es un grupo de funcionarios “sui generis”, en el seno del cual se
elaboran ciertas representaciones y voliciones que valen para toda la colectividad (seria la
población); estas representaciones se distinguen de otras representaciones colectivas por su
más alto grado de conciencia y de reflexión; se encarga del pensamiento social y para dirigir la
conducta colectiva
La sociedad política tiene dos elementos:
Autoridad, está establece la diferencia entre los gobernantes y gobernados, es una autoridad
que fno está sometida a ninguna otra superior.
Otra categoría es el grupo secundario

patriotismo : como el conjunto de ideas y sentimientos que unen al individuo con un Estado
determinado. Lo que liga al individuo con el estado es el patriotismo un ideal nacional que
encierra deberes y derechos mutuos. Permite esta correspondencia, unir al individuo con el
estado.

En resumen: una sociedad política es una sociedad formada por la reunión de un número más
o omenos considerable de grupos secundarios, sometidos a una autoridad superior (El Estado)
que se encarga de constituir las reglas para dirigir el pensamiento social y la conducta
colectiva. Cuando el estado piensa y decide, no hay que decir que es la sociedad la que piensa
y decide a través de él, sino que él piensa y decide por ella; en cierto sentido, el estado sería el
centro organizador de los subgrupos mismos. El estado, es el órgano mismo del pensamiento
social, orienta el pensamiento hacia un fin práctico y no hacia un fin especulativo; el estado se
encarga de dirigir la conducta colectiva, pero su función esencial es pensar. El estado sería un
grupo de funcionarios “sui generis” que están encargados de representar la autoridad. No es lo
mismo que una sociedad política, grupo complejo cuyo órgano eminente es el estado. La moral
cívica es el conjunto de reglas sancionadas que determinan como deben ser las relaciones que
mantiene el individuo con el grupo político; es decir que la moral cívica se produce justamente
entre la relación de gobernados y gobernantes, los gobernantes o funcionarios, son los
encargados de conformar una conciencia política.

WEBER “ nos encontramos dominados”

Poder: significa la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación


social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad.
Por la violencia (monopolio legitimo de la violencia)

Dominación probabilidad de encontrar obediencia en una relación social. Por acuerdo.


Relacionado directamente con la obediencia. A un mandato especifico

No es lo mismo ejercer el poder que dominar.

Dominación tradicional: relación padre e hijo.

Dominacion racional_ se obedece en base a un estatuto. Por ejemplo la ley escrita

Carismatiaca: a un líder en virtud de sus dotes sobrenaturales

Acción social; es un hecho repetitivo y lo que lo motiva es satisfacer necesidades, lo que lo


hace social es que tiene un motivo y está orientada a la acción de los otros agentes sociales .
Accion cuyo sentido mentado esta orientado hacia la acción de otros.

Hay cuatro tipos de acción social.

1. Acción social con arreglo a fines: los agentes sociales fundamentan su acción para los
medios fines.
2. Acción social con arreglos a valores: En esta acción también se sigue un fin y un plan
para alcanzarlo. Pero está orientada por un valor que va más allá de los fines y este
predomina por encima.
3. Acción social tradicional: todo hábito que se repite casi mecánicamente y la
motivación se encuentra en la tradición.
4. Acción social afectiva: en esta prevalece el afecto emoción por sobre cualquier otra
circunstancia. Weber dirá que es la menos racional de todas.

El Estado racional: Estado: comunidad humana en el interior de un territorio que reclama


para sí (y con éxito) el monopolio de la coacción física. Es la única fuente del derecho de
coacción.

Sociológicamente el Estado moderno solo puede definirse a partir de un medio específico que
le es propio COACCIÓN FÍSICA.

El estado como asociación de dominio institucional con el monopolio del poder legítimo

burocracia profesional: Dominacion legal burocratica, la cual predomina en asociaciones


burocráticas, todo orden social necesita de un orden administrativo, EN LA BUROCRACIA LA
JERARQUIA ESTA DAD X EL MONOPOLIO DEL SABER
BUROCRACIA, como una forma de organización humana, basada en las normas impersonales y
la racionalidad, que garantiza la máxima eficiencia posible en el logro de sus objetivos.
Descansa en el calculo.
¿Cómo hacen los poderes políticamente dominantes para permanecer en su dominio? Ya sea
carismática, tradicional, o legal.

Cualquier empresa de dominación requiere:

1. Actitud de obediencia respecto a portadores del poder legítimo.

2. Disposición de elementos materiales para el empleo físico de la coacción

-Cuerpo administrativo personal.

-Medios de administración (al igual que una empresa)

El cuerpo administrativo está ligado al detentador (tomador) del poder por los dos medios que
apelan al interés personal.

• Retribución material (sueldos-preventas)

• Honor social (honor de nobleza-privilegio de clase-huonor de funcionario)

El cuerpo administrativo está separado de los medios de administración

EN EL ESTADO MODERNO EL VERDADERO DOMINIO ESTA EN EL MANEJO DIARIO DE LA


ADMINISTRACIÓN QUE SE ENCUENTRA EN MANOS DE LA BUROCRÁCIA CIVIL, MILITAR.

El estado moderno es una empresa al igual que una fábrica ¿por qué?

La separación de los medios de trabajo es común tanto en la empresa política militar estatal
moderna como a la economía capitalista privada

El progreso hacia lo burocrático (estado que administra conforme a un derecho estatuido y


reglamentos racionales) está en la conexión íntima con el desarrollo capitalista moderno.

Empresa capitalista:

Descansa en el cálculo: tanto necesita una justicia y una administración cuyo funcionamiento
pueda calcularse racionalmente.

DERECHO RACIONAL. De ahí que la burocracia moderna y el abogado moderno sean


inseparables. A partir de la edad media se forman bajo influencia del procedimiento formalista
litigioso germánico la racionalización del proceso.
Señala Weber que el estadio del derecho de los juristas "profesionales"
especializados sólo en occidente fue alcanzado en plenitud. La sociología jurídica de
Weber tiene como un tema fundamental el explicar el desarrollo del derecho
occidental hasta esa etapa de la racionalidad jurídica especializada.

“El futuro es de la burocratización”

La burocratización se caracteriza frente a otras formas históricas de vida racional moderna por
su inevitabilidad.
La cualidad que refuerza su carácter de inevitable es la ESPECIALIZACION y PREPARACIÓN
PROFESIONAL RACIONAL.

Todas las burocracias de la tierra siguen el mismo camino donde el funcionario profesional
domina, su poder es inquebrantable.
GRAMSCI

Estado ampliado: La sociedad política es el ámbito de lo público, lo político-jurídico, la coerción;


la sociedad civil el de lo privado. “En ocasionas identifica Estado con sociedad política, y en
otras considera al Estado como sociedad política más sociedad civil (hegemonía revestida de
coerción)”

“Define al Estado como sociedad política más sociedad civil, o sea hegemonía acorazada de
coerción
Gramsci dice que para que allá hegemonía debe haber consentimiento es decir, una visión del
mundo que se ha impuesto por la clase dominante. El estado, cuando quiere iniciar una acción
poco popular crea preventivamente, la opinión pública adecuada, esto es, organiza y centraliza
ciertos elementos de la sociedad civil. La opinión pública es el contenido político de la voluntad
política pública que podría ser discordante, por eso es que existe la lucha por el monopolio de
los órganos de la opinión pública, periódicos, partidos, parlamento.

El Estado es aquí, entendido en su sentido orgánico y más amplio como el conjunto formado
por la sociedad política y la sociedad civil. Es en el Cuaderno 6, (sociedad integral)
El bloque histórico está formado por la sociedad civil; donde se encuentran la familia, el
sistema educacional, organización política, etc. Estos son todos los aparatos ideológicos que
forman el consenso, para crearlo estas tienen como objetivo llevar a todas las clases
subalternas a la dirigencia de la clase dominante como lo hacen por los aparatos ideológicos.

La sociedad civil tiene la función de elaborar la conciencia de mundo y deben llevar a la clase
subalterna a esta concepción, a través de:

1. En forma de filosofía (es decir como idea acabada de mundo).


2. En sentido común (concepción de elementos que están habituados).
3. En forma de religión (concepción teórica de reconocer autoridad)
4. Folklore (tradición)

En la sociedad política; se encuentran las organizaciones jurídicas, militares, burocracia. Su


función es establecer límites de lo posible y de lo no posible mediante la coerción.

Todo esto conforma el Estado ampliado por esto es la suma de la sociedad política y civil. Con
sus mecanismos de consenso y de coerción. Siempre existe una tensión entre el consenso y la
coerción. Es una suma de sociedad civil y sociedad política por eso es que el Estado somos
todos.
El Estado capitalista como co-constitutivo de las relaciones sociales de producción
capitalista y arena privilegiada de la lucha de clases.

El estado es el gran ámbito de constitución de las clases dirigentes que alcanzan en él unidad
histórica. En cambio las clases subalternas no están unificadas sino dispersas, y no pueden
unificarse por completo mientras no puedan convertirse en estado. A través del derecho el
estado se hace homogéneo al grupo dominante y tiende a crear un conformismo social útil a la
línea de desarrollo del grupo dirigente

Para alcanzar el acatamiento espontaneo a la ideología dominante, se requiere la construcción


de un conformismo social que acepte la injusticia como natural.

Las leyes imponen a toda la sociedad normas de conducta ligadas a la razón de ser y el
desarrollo de la clase dominante. La función máxima del derecho es esta, presuponen que
todos los ciudadanos deben aceptar libremente el conformismo señalado por el derecho, en
cuanto que todos pueden convertirse en clase dirigente

Gramsci caracteriza el momento de la hegemonía como una suerte de etapa superior en el


desarrollo de una fuerza social.

La hegemonía está concebida como la construcción que permite el paso a una esfera de
dirección intelectual y moral, hasta el punto de que la clase pase del particularismo al
universalismo y dirija así a otros grupos sociales.

La supremacía de un grupo social se manifiesta de dos maneras, como dominio y como


dirección intelectual y moral. Un grupo social es dominante de los grupos adversarios que
tiende a liquidar o a someter con la fuerza armada y es dirigente de los grupos afines y aliados.

Por lo tanto la hegemonía se expresa como predominio en el campo intelectual y moral,


diferente del dominio en el que se encarna el momento de la coerción

Sustentos institucionales de la hegemonía órganos concretos de producción


hegemónica:

La escuela como función educativa positiva y los tribunales como función educativa represiva y
negativa, son las actividades más importantes en tal sentido. Como así otras más que forman
el aparato de la hegemonía política y cultural de las clase dominantes.

El estado tiene y pide consenso, pero también educa este consenso con las asociaciones
políticas y sindicales, que son organismos privados dejados a la iniciativa privada de la clase
dirigente. Apareciendo así la construcción cotidiana del consentimiento otorgado al orden
social imperante

THERBORN

Estado capitalista y la contradicción general entre la centralización de los recursos de la


clase dominante y la totalización de las clases sociales en el Estado:
El Estado lleva a cabo la centralización de los recursos de la clase dominante, aunque el grado
de esta centralización varía de acuerdo al Estado.
El Estado es algo más que un poder centralizado y externo al que se enfrentan las clases
dominadas, porque en otro sentido también éstas están incluidas en él. Los miembros de todas
las clases sociales son ciudadanos del Estado, es a través de este que se efectúan
intervenciones intermediarias entre las diferentes clases y entre las personas concretas
pertenecientes a las diferentes clases.
El Estado nunca es un mediador pasivo y neutral. Su esencial carácter de clase está
determinado por el carácter de clase inscrito en los aparatos materiales de promulgación,
aplicación, judicación e imposición de leyes; y por los mecanismos de reproducción de la clase
dominante, que delimitan el radio de la intervención del Estado
Desde los intereses de la clase dominante, la mediación del Estado en las relaciones
entre la clase dominante y las clases dominadas debe lograr que estas últmas se sometan
al orden social establecido y contribuyan a su funcionamiento. El aparato del Estado
dispone de dos mecanismos para el cumplimiento de estas tareas. Primero el Estado
lleva a cabo la centralización de los recursos de la clase dominante, aunque el grado de
esta centralización varía de acuerdo al Estado. El Estado es algo más que un poder
centralizado y externo al que se enfrentan las clases dominadas, porque en otro sendo
también éstas están incluidas en él. Los miembros de todas las clases sociales son
ciudadanos del Estado, es a través de este que se efectúan intervenciones intermediarias
entre las diferentes clases y entre las personas concretas pertenecientes a las diferentes
clases

La sumisión y la colaboración se consiguen, por tanto, mediante la centralización y la


totalización que efectúa el Estado y se refleja en una serie de procesos.
La centralización supone mancomunar los recursos de dominación, entraña también el
establecimiento de una cierta distancia entre dominación y ejecución; por su parte, la
totalización exige al mismo tiempo la dominación global sobre los dominados y la inclusión de
éstos en su ejecución.

Medios Efectos primarios


Sumisión Sumisión mas Colaboración
colaboración
Centralización Represión Desplazamiento Extracción
(canalización)
Totalización Cooptación Judicatura Apoyo

Represión:
Los aparatos represivos son los guardianes del orden social prevaleciente, el puño de hierro
que golpea cuando el funcionamiento de los procesos de reproducción experimenta alguna
anomalía y cuando las clases dominantes se rebelan.
El aparato represivo del Estado interviene también en las funciones rutinarias de control de las
clases dominadas. Dentro del normal ejercicio del dominio de clase, la represión aparece en
cuatro aspectos: prohibición de la oposición, restricción dentro del sistema, hostigamiento y
terror y vigilancia.
Desplazamiento (canalización):
La centralización estatal de la clase dominante puede posicionar la condensación de las
contradicciones de la formación social, la puesta en evidencia de la opresión y la explotación y
unificación de las clases dominadas. Pero es poco frecuente, en cambio la intervención del
Estado hace que sea posible desplazar canalizar las contradicciones, encubrir la explotación
privada y enfrentar a las diferentes clases. El éxito de una clase dominante depende de que
sepa desplazar y encontrar canales seguros para las contradicciones en medio de los cuales
ejerce su dominio. Existen varios procesos de desplazamientos. El primero es el aislamiento
de las reivindicaciones y conflictos. Hace referencia a que el Estado y dirigentes muchas veces
se lo piensa como que no son responsables de la explotación inmediata de clase.
Otro mecanismo es el de la extroversión de las frustraciones agresivas. Como las matanzas de
judíos, las guerras exteriores, la caza de agentes extranjeros ha servido para distraer la
atención de los conflictos de clases y agrupar a los dominados detrás de sus dominadores.
Otro medio de impedir la explosión de las iras o previsiones que se van acumulando es la
canalización preventiva. La importancia de esa política se basa, en el hecho de que las
implicaciones para la reproducción de una determinada medida vienen determinadas a
menudo por su contenido intrínseco (interior). Otra posibilidad es la creación de alternativas
intrasistémicas. Las contradicciones del sistema pueden ser transformadas y canalizadas como
contradicciones solubles (accesibles, sencillas) alternativas dentro del sistema siempre que se
disponga de formas alternativas de mismo Estado (es decir, de la misma dominación de clase).
El desplazamiento supone que se mantiene la sumisión pero además guía las energías
populares al servicio de la reproducción ampliada del sistema, canalizándolas a través de los
procesos políticos, económicos e ideológicos existentes
Judicatura:
El aparato judicial del Estado media en las relaciones entre dominadores y dominados
proporcionando instituciones de apelación de las cuales pueden presentarse para su
resolución los conflictos entre los individuos o grupos de las diferentes clases.
En los Estados capitalistas las leyes se hacen mediante la legislación y la jurisprudencia. Estas
leyes tienen carácter universal y abstracto, no se refieren específicamente a ninguna clase
social, aun cuando su contenido está condicionado, de manera más o menos rígida, por las
relaciones capitalistas de producción.
Apoyo:
El apoyo estatal a las clases dominadas supone la mediación de la dominación de clase por lo
menos en tres áreas. En primer lugar, fortalece la conexión entre dominadores y dominados,
aumentando la colaboración de éstos al sistema de explotación y al de la dominación política.
En segundo lugar, la judicatura vincula a las clases dominadas con el sistema global de
dominación al oponerse a las particularidades y arbitrariedades de los miembros de la clase
gobernante en tercer lugar, media entre los miembros individuales de las clases dominadas,
resolviendo sus conflictos y problemas.
El apoyo estatal a las clases explotadas implica totalización en el sentido de que el Estado
tiene una visión totalizante de lo que el sistema global de explotación y dominación requiere
para su eficaz mantenimiento y expansión, es decir, superando así los criterios estrechos de
determinados individuos y grupos de la clase dominante. Pero también implica totalización
desde otro punto de vista.

Hirsch

Con respecto a Hirsch es importante que puedas reconstruir la argumentación del


autor en la que sostene el carácter histórico del Estado, por lo que es una forma social
en la que se expresan las relaciones de dominación capitalistas. Retomar la separación
aparente entre polítca y economía, para entender cómo es que el Estado se nos
presenta como un aparato externo que concentra la fuerza coercitva, y para entender
que en realidad el Estado es la compactación material de una relación de fuerzas
sociales. También retomar la idea de selectvidad del Estado en relación a las polítcas
que aplica a cada grupo social. Recuperar las distntas formas de opresión -racista, de
género, religiosas, culturales- que se entrelazan con la explotación capitalista. También
cómo se cristalizan en las instuciones estatales los confictos sociales, y 'nalmente
cómo es necesario superar la forma polítca Estado para superar la sociedad capitalista
La estructura que denominamos “Estado” surgió con la sociedad burguesa capitalista. Del
Estado como forma de dominación se puede hablar recién cuando se conforma un aparato de
poder autónomo y centralizado, separado de la sociedad y la economía, y con esto se
diferencia “política” y “economía” como esferas funcionales de la sociedad. La sociedad
capitalista se caracteriza por sostener materialmente y desarrollarse en base a la producción
privada, el trabajo asalariado y el intercambio de mercancías.

Pero los seres humanos están sometidos a interrelaciones, a las cuales ni pueden elegir
libremente ni modificar sin más mediante la acción individual directa. Ellos son en primer
término trabajadores, asalariados, empresarios, campesinos o comerciantes.

La comunidad política no se establece, consiente, o mediante acuerdos inmediatos. Por el


contrario, son los conflictos, disputas y luchas es su característica principal. mutuas Esto
imposibilita que sus miembros estén en condiciones de arribar a decisiones libres, concientes y
planificado respecto a sí mismos, sus relaciones y su desarrollo común. Las relaciones sociales
de los seres humanos deben adoptar la forma de relaciones cosificadas, es decir la propia
existencia social se confronta a los seres humanos como cosa, como “fetiche” difícilmente
aprehensible, que oculta lo que lo origina y alienta.

Las dos formas sociales básicas, en las que se objetiva la interrelación social en el
capitalismo, son el valor, que se expresa en el dinero, y la forma política, que se expresa en
la existencia de un Estado separado de la sociedad
La modalidad capitalista de socialización se caracteriza por la separación de los productores
inmediatos (obreros y obreras) de los medios de producción, por la producción privada, el
trabajo asalariado y el intercambio de mercancías. Esto implica que la explotación del
trabajo vivo o la apropiación del plusproducto no tienen lugar mediante el uso directo de la
fuerza, sino a través de un intercambio de mercancías en apariencia equivalente, incluyendo
la “mercancía” fuerza de trabajo. El mercado libre, la competencia y la libertad de los
asalariados para vender su fuerza de trabajo son concedidas solo cuando las luchas
competitivas no se dirimen (solucionan) con las armas y la fuerza de trabajo no se recluta en
forma coercitiva

Esto no significa que la violencia desaparezca de la sociedad: lo contrario, sigue actuando de


modo “silencioso”. Ejemplo: obligando a los seres humanos a la venta “voluntaria” de su
fuerza de trabajo, y por haber sido concentrado

Esta concentración de la fuerza coercitiva en una forma separada de todos los individuos y
clases sociales constituye la separación entre “economía” y “política”, entre “Estado” y
“sociedad”, característica del capitalismo
. Por eso acierta Max Weber al afirmar que el Estado moderno se caracteriza principalmente
no por sus actividades, sino ante todo por su “monopolio de legítima violencia física”. Esto
por supuesto no significa que fuera del Estado no se ejerza la violencia, sino sólo que el Estado
se impone normalmente como última instancia coercitiva, al castigar por ejemplo el delito. Se
observa entonces que el “monopolio estatal de la violencia”, no es otra cosa que una
específica forma histórica de las relaciones sociales de explotación y opresión. El modo, sin
embargo, en que se ejerce la violencia y en que se llevan a cabo las luchas sociales ha sido
significativamente modificado, racionalizado, tornado previsible y así en cierto modo
seguramente también “civilizado”.
“El Estado no es una superestructura, que podría ser explicada en referencia a la base
económica. Como el valor, el dinero etcétera, que representan una forma histórica específica
de relaciones sociales” (HOLLOWAY, 1991, p. 229). La forma económica y política caracterizan
la manera en la que la sociedad capitalista obtiene su capacidad de cohesión, sustentabilidad
y desarrollo a pesar de sus contradicciones antagónicas y a través de ellas El Estado es la
configuración, ilusoria y de igual modo real, que adopta la comunidad política bajo las
condiciones sociales dominantes.

Ahora es posible señalar con mayor precisión lo que significa “forma”, “contradicción” y
“regulación” en las condiciones capitalistas de socialización. La conexión de la reproducción
material, cohesionada por la forma del valor (dinero, capital) y la ley del valor (mercado), es
producción y realización de plusvalor y, como tal, caracterizada por sus crisis. Y esto en un
doble sentido: el proceso de acumulación de capital, que a su vez es lucha de clases, lucha
por la producción y apropiación del plusvalor, está permanentemente sometido a la
posibilidad de estancamientos y colapsos

“Mercado” y “Estado” entonces no sólo se oponen, sino que están relacionadas entre sí de
manera indisoluble. El Estado tiene que intervenir en el accionar del mercado y con esto
siempre tiende, en última instancia, a suprimirlo. Al mismo tiempo, sigue dependiendo
fundamentalmente de que el proceso de revaloración capitalista regulado a través del
mercado permanezca.

Tanto la forma política de la sociedad capitalista como la económica se caracterizan por


complejas contradicciones. La “singularización” del Estado, la separación de política y
economía, si bien es indispensable para que la sociedad capitalista se mantenga, pero no lo
garantiza de antemano. “Política” y “economía” no conforman una interrelación funcional que
se autorregula sin fisuras. La “singularización” del Estado, la separación del “Estado” y la
“sociedad” se produce en luchas políticas y sociales y resulta cuestionada constantemente
por ellas, cuando se establecen, por ejemplo, estrechos entrelazamientos entre el Estado y
grupos de capitales en particular y, las actividades estatales están dirigidas por sus intereses
“privados”.

En este sentido es el “interés del Estado en sí mismo” (o más preciso: el interés propio de sus
funcionarios burocráticos y políticos) lo que lo convierte en garante de las relaciones de
producción capitalistas, en gran parte independiente de influencias directas. El Estado es por lo
tanto siempre “Estado intervencionista”, pero sin que pueda fundirse realmente con la
sociedad. “Estado” y “sociedad” no sólo están separados, sino mismo tiempo ligado, y estai
separación ligazón se produce a través de permanentes conflictos sociales. . La explotación de
la fuerza de trabajo para la producción de plusvalor está vinculada a la competencia entre los
capitales y a la existencia de asalariados(as) como libres sujetos de mercado y ciudadanos
libres. La existencia como sujeto de derecho, la libertad ciudadana y la igualdad entonces no
son, de ninguna manera, una ilusión ideológica, sino que tienen una base material en el
contexto de la socialización capitalista. Simultáneamente los aspectos de libertad e igualdad
quedan encuadrados en las relaciones estructurales de desigualdad social y de clases, en las
que encuentran sus límites. Los hombres y mujeres entonces pertenecen a clases y son al
mismo tiempo ciudadanos(as) y partes contractuales, formalmente libres e iguales.

Recordemos: en la sociedad capitalista el Estado Es más bien una relación social entre
individuos, grupos y clases, la “compactación material de una relación de fuerzas sociales”.
Esta relación, en el sistema de las instituciones, organizaciones y aparatos políticos, adquiere
una configuración concreta, acuñada por propios mecanismos burocráticos y políticos. El
hecho de que el Estado sea un entramado de relaciones sociales y de clases contradictorias se
expresa en la diversidad de sus componentes. No es una unidad organizativa cerrada, sino que
se disgrega permanentemente en instancias relativamente autónomas que compiten entre sí,
hasta se combaten con frecuencia, y que cada una establece sus propias relaciones sociales y
de clase

p. ej. a los campesinos en forma del Ministerio de Agricultura ó a los asalariados en la forma
del Ministerio de Trabajo ó de las Oficinas de Asistencia Social) y que integran los intereses de
ellas en los mecanismos estatales de decisión según reglas y formas de procesamiento
propias. Los distintos aparatos estatales representan relaciones con todas las clases y todos los
grupos, pero lo hacen de manera altamente diferenciada, “selectiva” en cuanto a la Esto
presupone una considerable capacidad de adaptación por parte del aparato estatal respecto a
las modificaciones de las contradicciones y conflictos sociales, pero, al mismo tiempo,
cuestiona permanentemente su unidad efectividad de imponer intereses.

Pues el Estado es, inclusive en su forma parlamentaria-democrática, “Estado de clases”. Pero


no es “instrumento” de una clase. Su “singularización” y su autonomía relativa frente a las
fuerzas sociales en lucha hacen posible que se convierta en ámbito de mediación de las
conciliaciones y equilibrios sociales sin los que ninguna sociedad capitalista podría perdurar:
es recién dentro de y a través de su aparato donde puede conformarse algo así como una
política común de las clases y fracciones de clases dominantes, pero que al mismo tiempo
rivalizan y se combaten entre sí; esta política común al mismo tiempo presta el marco
institucional para una pacificación tanto represiva como ideológica y material de las clases
domina- das y explotadas. Sin esto la dominación burguesa de clases como “unidad de
coerción y consenso” (Gramsci) no tendría base ni tampoco continuidad
Hasta ahí partimos de la presunción simplificadora de que en la sociedad capitalista existiría
sólo un conflicto social básico, el que se da entre “trabajo asalariado” y “capital”. En realidad
existe toda una serie de otras contradicciones sociales en las relaciones de dominación,
explotación y subordinación: tales como sexuales o de género, religiosas, culturales,
regionales. Estas no pueden ser “derivadas” simplemente de la relación capitalista de clases, ni
tampoco desaparecerían con ella. De hecho se trata en la mayor parte de contradicciones más
antiguas que la sociedad capitalista misma. Esto rige también para la relación social con la
naturaleza, que como relación de dominación y explotación se remonta a una época anterior,
lejos del advenimiento de la sociedad burguesa constituyendo a su vez una base de su origen.

. Es imposible entender al nacionalismo y el racismo moderno sin comprender el Estado


capitalista. La situación de las mujeres bajo las condiciones feudal-patriarcales es diferente a
las que se dan bajo las burgués-capitalistas, aunque su discriminación se mantenga a través de
la historia. El surgimiento de la sociedad capitalista, del trabajo asalariado, de la libertad
ciudadana, la democracia y el Estado han originado un “patriarcado capitalista”, en el cual se
modificaron no sólo los contenidos y mecanismos de la opresión, sino también las condiciones
de la liberación. Precisamente la división capitalista entre “Estado” y “sociedad” ha generado
la contraposición entre “lo público” y “lo privado”, que hoy está considerada con razón como
uno de los mecanismos decisivos para la opresión de género;

Astarita
En el capitalismo los trabajadores son “libres” de ser explotados por el capital o… morirse de
hambre. La coacción está dada aquí por las relaciones sociales de producción, asentadas en la
propiedad privada del capital. ¿Significa esto que la violencia ha desaparecido? En absoluto. El
Estado es la institución que, respaldada en armas y aparatos represivos (aunque no solo en
ellos), se constituye en el garante último de la propiedad de la clase capitalista.

pital y el trabajo. De aquí se desprende que, si con el término “imperialismo” se


entiende una forma internacional de extracción del excedente basada en la coerción
extraeconómica, colonial o semicolonial; o la explotación de unos países por otros, el
mismo no sería aplicable a la realidad actual. De la misma manera, el término tampoco
sería adecuado si se busca denotar un sistema mundial en el que fuesen inevitables las
guerras entre las potencias por nuevos repartos colonialistas del mundo. ¿Significa esto
que la noción de imperialismo ha perdido sentido, como afirman muchos “globalistas”?

Pensamos que no, que el término conserva vigencia en la medida en que mantiene una
carga crítica de la mundialización capitalista y del despliegue militar que conlleva, y si
se lo adecua a la realidad del capitalismo mundializado.

La respuesta que podemos dar a este interrogante es que hoy se trata de garantizar las
condiciones jurídicas, políticas y sociales para que la mundialización del capital, o sea, la
subsunción bajo su mando de los recursos y las fuerzas productivas planetarias, se lleve hasta
las últimas consecuencias. Esto es, si la ley del valor permite la obtención sistemática de
plusvalías extraordinarias, entonces está en el interés del capital “en general”, y en particular
de sus fracciones más internacionalizadas y poderosas, que la competencia opere de la forma
más abierta y segura. La burguesía, dueña de estos capitales altamente concentrados, necesita
que el planeta se conforme como un campo de maniobra en el que se despliegue a plenitud la
dialéctica de los capitales en proceso de valorización. Para esto, reclama seguridad jurídica

Es desde esta perspectiva entonces que puede comprenderse y debe mantenerse, en


nuestra opinión, la noción de imperialismo. Podemos definir al imperialismo como la
política -y el aparato militar e institucional que la acompaña- destinada a garantizar “los
derechos universales del capital”. Las instituciones internacionales (FMI, BM, BIS,
OMC, OCDE, Consejo de Seguridad de la ONU), las alianzas militares -en primer lugar
la OTAN- y los Estados más poderosos, conforman esta estructura que se corresponde
con el capital globalizado. A ella se pliegan las burguesías de los países
subdesarrollados que logran insertarse, con mayor o menor éxito, en la globalización.
Este “primer corte” en la noción del imperialismo debe articularse con la determinación
nacional y geopolítica. Esto significa que en este despliegue cada capital, y su Estado
de referencia, buscan posicionarse de la mejor manera frente a la competencia. De ahí
que, si bien comparten intereses estratégicos, cada capital intente obtener las mejores
condiciones -políticas, diplomáticas- para avanzar en la explotación del trabajo. Pero en
este marco se despliegan tensiones geopolíticas y choques de intereses de las potencias
entre sí, y de éstas frente a los gobiernos y Estados más débiles, a favor de “sus”
capitales. Los dos aspectos de la globalización, internacional y nacional, se expresan
entonces en la dinámica del imperialismo hoy.

El imperialismo se puede concebir así como un producto genuino de las tendencias profundas
del capitalismo mundializado: tendencia a la centralización y concentración de los capitales; a
la subsunción real y creciente de la mano de obra bajo su mando; a la mercantilización de
todos los valores de uso y su producción bajo condiciones capitalistas; a la competencia
mediante el cambio permanente de las fuerzas productivas, que provoca crisis de acumulación
por caída de la tasa de ganancia. Esto exige que los Estados más poderosos actúen como
“policías del mundo” en defensa de los derechos a la explotación del trabajo. Esto es tanto más
necesario en la medida en que la polarización entre las clases, el disciplinamiento por medio
del mercado, la competencia y las diferencias de ingresos se exacerban y provocan un
aumento de las tensiones sociales a nivel mundial. Se trata entonces de un mundo en que la
polarización entre el capital y el trabajo se profundiza, en que las leyes de la acumulación -y de
las crisis- operan de manera más abierta y que, por lo tanto demanda una respuesta de las
fuerzas del trabajo sustentada en la solidaridad internacional”

El imperialismo, fase superior del capitalismo , uno de los escritos más emblemáticos de
Vladimir Lenin (1916)

Este trabajo surgido en medio de la Gran Guerra, que la izquierda marxista había tildado
de imperialista, fue además un medio de polemizar con líderes de la II Internacional,
dominada por los socialdemócratas, particularmente con su figura de mayor relieve,
Karl Kautsky. A él está dirigida la afirmación en el texto de que “lo característico del
imperialismo no es justamente el capital industrial, sino el capital financiero. No es un
fenómeno casual que, en Francia precisamente, el desarrollo particularmente rápido del
capital financiero, coincidió con un debilitamiento del capital”.

ABC del imperialismo


Según Lenin el imperialismo se caracteriza por los siguientes rasgos clave: 1) El
elevado desarrollo de la producción capitalista se ha concentrado en unos pocos grandes
monopolios y este fenómeno puede observarse en todos los países. Unas pocas
empresas controlan cada sector (telefonía, transportes, etcétera) frente a los rasgos
iniciales del capitalismo (donde en cada sector compiten muchos pequeños
productores).

2) El nuevo papel de los bancos y la fusión de éstos con el capital industrial llevan a la
formación del capital financiero y al poder de la oligarquía financiera. Los bancos ya no
son pequeños prestamistas. Los volúmenes de capital en liza son tan grandes que su
actividad se vuelve imprescindible para la producción. Aún más, la información y la
capacidad de incidencia que tienen los bancos los convierten en un centro decisivo (y
decisorio) para la economía de cada país.

3) La exportación de capital adquiere una gran importancia respecto a la exportación de


mercancías, característica de la fase precedente. “Esto facilita la penetración y el
expolio de las grandes potencias contra los países menos desarrollados.” 4) La
formación de asociaciones de capitalistas internacionales que se reparten el mundo, y la
terminación del reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más
importantes. En la época del librecambio, en el siglo XIX, las burguesías de los distintos
países buscaban nuevos países para obtener más materias primas y nuevos mercados
donde colocar sus mercancías. Dicho proceso ha terminado. El mundo se ha repartido
territorialmente de forma completa y concreta. Esto obliga a cualquier potencia a
desplazar o someter a otros países (o a otras potencias) si pretende obtener más materias
primas o ampliar su mercado. Y si no lo hace las que sí lo hagan se acabarán haciendo
más poderosas.

5) Con todo ello se formará lo que se conoce como una cadena imperialista. Es decir,
una jerarquía entre las distintas potencias cuyos eslabones de alianza y dependencia (o
sometimiento) se establecen según la fuerza (política y militar) y según el capital que
poseen. Para poder competir y desarrollarse, cada potencia se ve sometida al papel que
ocupa en dicha cadena. Dadas estas condiciones, el sistema político que prevalece es un
sistema imperialista, propio de aquellas potencias que se colocan a la cabeza para
dominar al resto de países a costa de someterlos de una u otra manera.

Lenin se ocupó de la Argentina como modelo de país “dependiente”. Lo analizó así:


“Para esta época son típicos no sólo los dos grupos fundamentales de países: los que
poseen colonias y los países coloniales, sino también las formas variadas de países
dependientes políticamente independientes, desde un punto de vista formal, pero, en
realidad, envueltos por las redes de la dependencia financiera y diplomática. Una de
estas formas, la semicolonia, la hemos indicado ya antes. Modelo de esta otra forma es,
por ejemplo, la Argentina”.

1822 baring broheres priera deuda globalización

UNIDAD 3

Giareto

La historia de América Latina en general es, sin lugar a dudas, una


historia de luchas territoriales: pueblos y comunidades construyendo formas
de territorialidad que les permitan producir y reproducir la vida
misma. Sin embargo, hace 500 años se abre un capítulo singular de esta
historicidad, cuando la lógica del capital es impuesta a sangre y fuego
subsumiendo comunidades y territorios a la ley del valor. Porque si la
acumulación de capital implica, en palabras de Marx (2003), la conquista,
el sojuzgamiento, el homicidio motivado por el robo, es decir, la violencia,
en América Latina este despojo se redobla por el papel que juega en
la configuración del mercado mundial: proveer de oro y plata, de frutos
y otras riquezas, antes y ahora. Entonces la invención de América Latina
como territorio integrado al mundo capitalista, es el punto originario y
traumático de nuestra historia, una historia en la que el despojo no se reduce
a un momento violento del pasado, sino que una y otra vez transmuta
en múltiples formas violentas de apropiación, subordinación y destrucción
de territorios.
De allí que, en el curso de la historia, los conquistadores han estimado
conveniente dar a su derecho inicial, que se desprendía de la fuerza bruta,
cierta estabilidad social mediante leyes impuestas por ellos mismos
(Marx, 2003). Esa fuerza bruta, ese uso directo de la violencia física es
lo que caracteriza al dominio burgués bajo su forma estatal.
En nuestra región del norte de la Patagonia, este punto traumático
fue oficialmente denominado como la “Campaña al Desierto” o lo que
hoy se denomina como “Conquista del Desierto” aludiendo a la interpretación
instalada en el sentido común como el conjunto de campañas militares cuyos resultados son
presentados como parte de una historia universal
de triunfo de la “civilización” sobre el “mundo salvaje”.
En estos últimos años, el conflicto sigue vinculado al Estado. Hay algunas
tendencias que dicen: “No, pero está Benetton”, está bien, Benetton está,
Chevron está, pero quien hoy le abre la puerta es el Estado… Quien está
hoy en el Lof Winkul Mapu, es Parques Nacionales, es el Estado. ¿Quién
está denunciando ahí? Hoy el principal es el Estado porque sigue con este
genocidio, pero de diferente manera. (Activista mapuche, 26/4/18)
Entonces, lejos de reducir “el” territorio a “un” territorio delimitado
arbitraria y violentamente por el Estado, nos encontramos con una diversidad
de territorios, o más bien, con lo territorial como arena de lucha.
Porque asumir el territorio como una totalidad no implica reducirlo ni instrumentalizarlo
a un territorio, sino más bien comprenderlo como una totalidad
compleja caracterizada por la multiescalaridad y la
multidimensionalidad. En pocas palabras, abordar al territorio como uno
es ignorar la conflictividad

También podría gustarte