ARTICULO 846. <USUFRUCTO DE MUEBLES>. El usufructuario de cosa mueble
tiene el derecho de servirse de ella según su naturaleza y destino; y al fin del usufructo no es obligado a restituirla sino en el estado en que se halle respondiendo solamente de aquellas pérdidas o deterioros que provengan de su dolo o culpa.
En el presente caso podemos establecer que estamos en presencia de dicho criterio:
- El criterio de la EXPEDICIÓN: La oferta y la aceptación se entienden conocidas
cuando cada uno utiliza el medio seleccionado para ponerlas en conocimiento del otro.
Justificación: En el presente caso, es pertinente establecer que la oferta y la
demanda se desarrolla con base a la ejecución del contrato, es decir, con el derecho que tiene el usufructuario de utilizar la cosa mueble.
ARTICULO 851. <ARRENDAMIENTO DE LA COSA FRUCTUARIA>. El
usufructuario es obligado a respetar los arriendos de la cosa fructuaria, contratados por el propietario antes de constituirse el usufructo por acto entre vivos, o de fallecer la persona que lo ha constituido por testamento. Pero sucede en la percepción de la renta o pensión desde que principia el usufructo.
En el presente caso podemos establecer que estamos en presencia de dichos criterios:
- El criterio de la MANIFESTACIÓN: La oferta y la aceptación se entienden
comunicadas a la otra parte cuando se manifiesta la voluntad en el respectivo escrito, independientemente del momento en que la otra parte conozca su contenido.
Justificación: Como podemos establecer en el presente caso, el escrito por el cual se
puede evidenciar la oferta y aceptación es el testamento, así, la voluntad de la parte podrá verse verificada sin importar el momento en el que se muestre el mismo.
- El criterio de la INFORMACIÓN o COGNICIÓN: Se entienden comunicadas.
Tanto oferta como aceptación se entienden comunicadas cuando sus destinatarios se enteran realmente de su contenido.
Justificación: En el presente caso podemos establecer que dicho criterio se cumple
en la medida en que, la oferta y la demanda se encuentran consignadas específicamente en el testamento, por lo que, hasta que los destinatarios no conozcan el contenido del mismo, tampoco podrán comprender la cabida de aceptación y oferta.