Está en la página 1de 7

Templo

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Para otros usos de este término, véase Templo (SUD).

Fachada del Partenón, en la Acrópolis de Atenas.


El término templo (del latín templum) designa un edificio sagrado. En su origen,
designaba la zona del cielo que el augur utilizaba para contemplar qué aves la
atravesaban y en qué sentido, estableciendo así los augurios.1 Muchas religiones,
si no todas, poseen edificaciones que se consideran sagradas y que son utilizadas
como lugares de culto por sus partidarios y devotos.

Índice
1 El templo sumerio-acadio
2 El templo egipcio
2.1 El templo egipcio del Imperio Nuevo
3 El palacio minoico
4 El templo griego
4.1 Arcaísmo
4.1.1 Órdenes arquitectónicos
4.1.2 Planta del templo
4.2 Clasicismo
4.3 Helenismo
5 El templo etrusco
5.1 Esquema del templo etrusco
6 El templo romano
7 El templo cristiano
8 El templo en la Biblia (judaísmo)
9 El templo mormón
10 El templo budista
11 El templo germánico
12 El templo hinduista
13 El templo maya
14 Véase también
15 Referencias
16 Bibliografía
17 Enlaces externos
El templo sumerio-acadio
Véanse también: Sumeria, Imperio Acadio y Zigurat.
Debemos distinguir entre "templos altos" y "templos bajos". En los santuarios más
antiguos, los primeros eran construidos a modo de una terraza artificialmente
elevada, sobre la que se levantan los templos de ladrillo. Más tarde adquieren la
forma de torres y se les llamará zigurat. Los primeros que ordenan construirlos son
los reyes de la III dinastía de Ur, Urnammu y Shulgi. Se llega a la cima mediante
escalinatas y rampas. El templo parece haber sido considerado como una puerta que
quizás conduciría al cielo.

La terraza junto al templo alto era llamada gi-gun-na en sumerio o gegunnum en


acadio. El templo de la cima, habitualmente consagrado al dios de la ciudad, se
edificaba tan alto para preservarlo de la amenaza del robo y profanación por los
enemigos.

El rasgo distintivo del templo sumerio es la naos en ángulo, de forma que al


penetrar en ella no se podía ver la imagen del dios hasta haber dado un giro. Al
lado del templo había un patio bastante grande. En el periodo acadio el templo se
volverá más austero.

El templo egipcio
Artículos principales: Templo egipcio y Arquitectura del Antiguo Egipto.
Patio del templo de Luxor (Egipto).

Templo de Isis, en File.


Los primeros templos monumentales construidos en piedra fueron los de la
civilización del Antiguo Egipto, durante el Imperio Antiguo (2700-2200 a. C.),
destacando por su magnificencia el conjunto de templos del Imperio Nuevo en Luxor y
Karnak.

En la religión egipcia el templo es la imagen terrestre de la morada celestial, y


las estatuas que representaban a los dioses eran consideradas depositarias del Ka
del dios, y su situación dentro del templo, la naos. Estos templos, más que lugares
de culto, eran considerados moradas del espíritu de la divinidad y por este motivo,
solo el faraón y los sacerdotes podían entrar en las zonas «privadas» del recinto
sagrado, permaneciendo la nobleza en los patios aledaños y el pueblo ante los
pilonos.

Los templos conmemorativos se erigían en la ribera oriental del Nilo. Los templos
funerarios en la occidental, vinculados a los complejos de las pirámides o a las
necrópolis reales.

La religión egipcia tenía un carácter mistérico de gran complejidad, y los rituales


necesitaban de sacerdotes jerarquizados. El clero tuvo gran poder e influencia en
diversos periodos. En una primera época, los Imakhus tenían funciones civiles y
religiosas, no había distinción. En los templos había un Sumo sacerdote (como el
Sumo sacerdote de Amón) que era el delegado del faraón para realizar el culto;
también había profetas y un clero inferior, encargado de las tareas auxiliares.
Durante el periodo tardío de Egipto también existía un influyente clero femenino,
destacando Nitocris, la sacerdotisa del dios Amón.

El templo egipcio del Imperio Nuevo


En el templo del Imperio Nuevo, todos los elementos tienen su significado, como la
Avenida de las esfinges (dromos), la entrada entre pilonos, con obeliscos rematados
en un piramidión, que simbolizaban los rayos del Sol. Después un patio y una amplia
sala hipóstila que precede al pronaos y a la naos, que van siendo cada vez más
pequeñas y oscuras: los capiteles se van plegando, y las columnas también merman en
altura. El templo se complementaba con una serie de salas que servían de
residencia, escuelas, talleres y almacenes, que se anexaban al templo. Otra parte
del mismo es el lago sagrado, que se encuentra junto a la naos, en el que se sacaba
al dios en una barca sagrada durante las fiestas, que era cuando el pueblo egipcio
aprovechaba para venerarlo.

El palacio minoico
Véase también: Minoico

El palacio de Cnosos.
El palacio minoico es centro político, religioso, económico, almacén central,
centro social, residencia real, etc. Estos complejos se situaban en lugares altos
cercanos a la costa, sobre una colina, por lo que son espacios llenos de
desniveles, con rampas y escaleras, pues siguen la topografía del terreno. El
palacio, con su estructura laberíntica y densa, constituye un ordenado microcosmos.
Alrededor del patio central se encuentran espacios arquitectónicos de múltiples
usos.

Existen muros maestros compartidos a partir de los cuales se construyen otros muros
perpendiculares, causando un efecto “peine”, muy característico de los palacios
minoicos. Se dividen así habitaciones diferentes. Algunas estancias minoicas siguen
el esquema de los espacios del mégaron de Micenas. Habrá zonas destinadas a
almacenamiento o actividades públicas, y otras destinadas a vivienda. La
arquitectura minoica es fluida y no tiene un eje central. No se trata de ciudades
axiales, como serán las micénicas, sino de espacios asimétricos, llenos de
intersecciones y circulación espiral. La arquitectura minoica es adintelada. Las
columnas se caracterizan por el fuste rojo que se va estrechando hacia la base,
coronado por un capitel almohadillado. Es una arquitectura muy decorativa.

El templo griego
Véase también: Templo griego
La civilización de la antigua Grecia erigió los templos más bellos y armoniosos,
modelo reproducido por los arquitectos del Imperio romano y periódicamente
utilizado como canon y referente en la arquitectura religiosa y profana
occidental.2

Arcaísmo
Véase también: Época Arcaica
La planta del templo, derivada del mégaron micénico, es el gran aporte de la época
arcaica. Es interesante tener en cuenta que no se trata de un espacio para los
fieles, que realizan las ceremonias fuera del templo, sino para la estatua del
dios.

Para entender su estructura, en su construcción se comienza utilizando materiales


pobres, como el adobe o la madera. Las primeras columnas eran troncos de árboles
tallados verticalmente con un hacha: las estrías son recuerdos de esos precedentes.
Los troncos se apoyaban en una base de piedra que los protegía de la humedad. Hacia
el año 600 a. C. esos materiales son sustituidos por piedra y mármol, aunque se
mantiene la forma exterior del templo.

Todas las partes del templo griego -—decorado en su totalidad con vivos colores— se
ordenan según estrictas leyes de simetría y proporción. Así, para que el templo no
parezca deformado en la lejanía se aumenta sutilmente el tamaño de las columnas de
los extremos, que de lo contrario parecerían más estrechas.

Órdenes arquitectónicos
Artículo principal: Órdenes clásicos
Pronto se configuran los dos órdenes principales: dórico y jónico, entendiendo por
«orden» el sistema de proporciones matemáticas que domina la arquitectura. Desde el
principio, el orden dórico, con sus formas poderosas, se asocia a la solemnidad. En
cambio, el orden jónico, nacido en la costa de Asia Menor, aporta una mayor
fantasía y elegancia.

Planta del templo


La estructura básica se organiza en torno a la cella o naos —sala donde se guarda
la estatua del dios—, que se sitúa entre un espacio anterior o pronaos, y otro
posterior, llamado opistodomo. Una excepción es el llamado templo in antis, que
solo posee la cella y un pórtico de entrada.

El número y disposición de la columnas sirve para diferenciar los diversos tipos de


templos. Serán perípteros si las columnas rodean todo el perímetro exterior;
próstilos, si solo aparecen en la fachada; o anfipróstilos, cuando se sitúan en los
dos lados cortos del templo. Por último, según el número de columnas de la fachada
se puede hablar de templo dístilo (dos), tetrástilo (cuatro), hexástilo (seis),
octástilo (ocho), etc.

Clasicismo
Véase también: Siglo de Pericles
La arquitectura del período arcaico había servido para establecer los órdenes
dórico y jónico y para diseñar, de manera casi definitiva, la planta del templo
griego.
Reconstrucción del Templo de Zeus en Olimpia.
El período clásico supone, en sus inicios, la culminación de esa herencia, con
obras como el Templo de Afea en Egina o el Templo de Zeus en Olimpia. A mediados
del s. V a. C. se realiza, bajo el gobierno de Pericles, un ambicioso programa de
construcción de edificios religiosos. Estos son erigidos en la parte más elevada,
la acrópolis de Atenas, y suponen la consagración de los órdenes dórico y jónico.

Al mismo tiempo, se crea un nuevo orden de columnas: el corintio. Es interesante


hacer notar que, según la tradición griega, su inventor no es un arquitecto, sino
el escultor Calímaco. Se explica así que el orden corintio ofrezca un sentido más
decorativo y estilizado. El origen es muy curioso: Calímaco había encontrado en el
suelo una cesta sobre hojas de acanto; inspirándose en ese hallazgo, idea la forma
del capitel corintio.

Progresivamente se fue introduciendo la columna corintia, consagrada en el Templo


de Apolo, en Bassae. En los siglos IV y III a. C. se generalizará el empleo del
orden corintio. Es, por último, la época en que surge una tipología que ya tenía
precedentes en la arquitectura griega: el tholos, edificio de planta circular. El
período clásico alberga excelentes ejemplos en los santuarios de Delfos, Epidauro y
Olimpia.

Helenismo
Véase también: Período Helenístico
Las formas arquitectónicas de épocas precedentes quedaron anticuadas ante la
voluntad de crear nuevas y más grandiosas concepciones del espacio. Comienza así el
predominio de la verticalidad.

En las regiones más orientales, el arte se sirve de influencias más exóticas donde
normalmente se impone el orden jónico, como en el Templo de Apolo en Dídyma. Otro
centro religioso importante fue el Templo de Asklepios en Kos, isla situada cerca
de la costa sur de Asia Menor.

Por lo general, los órdenes clásicos —dórico, jónico y corintio— se liberan de las
normas rígidas con columnas más alargadas; los triglifos se multiplican y los
capiteles tienen diseños novedosos. Es frecuente que se combinen los órdenes en un
mismo edificio, lo que produce efectos decorativos.

El templo etrusco
Artículo principal: Templo etrusco
Véanse también: Etruscos y Arquitectura etrusca.
A diferencia del pensamiento griego, inclinado a elevar edificios públicos, el
etrusco es más individualista; en consecuencia, no existe la prioridad de levantar
templos. La religión determina, con sus supersticiones, el urbanismo etrusco: cada
edificio se consagra con un ritual y la ciudad queda dividida en zonas de mala o
buena suerte. La peor es la occidental, donde están las tumbas y donde habitan los
espíritus y dioses malignos.

Llegan los órdenes griegos y se aplica la columna toscana, con un capitel cercano
al dórico, pero fuste sin estrías y con basa. Según el tratadista romano Vitruvio,
el templo etrusco, que impera sobre todo a finales del s. VI a. C., era muy
sencillo. Su mejor ejemplo es el Templo de Júpiter Capitolino, en Roma.

Esquema del templo etrusco


Dado que apenas se han conservado restos, se acepta la descripción del tratadista y
arquitecto Vitruvio (s. I a. C.).

Para evitar la humedad, el templo está levantado sobre una plataforma. Ofrece un
pórtico de entrada, con dos hileras de columnas toscanas, basa, fuste liso y más
esbelto que el dórico. Tiene mucha importancia el tejado a dos aguas, que no crea
un frontón, como en Grecia; aparece rematado por numerosas esculturas.

Posteriormente, en un periodo clásico los templos conservan la forma instaurada en


el arcaísmo. Al sur, destaca el Templo de Belvedere, en Orvieto, y el llamado Ara
de la Reina, el más grandioso de toda la arquitectura etrusca.

Durante la época helenística, el mayor contacto de Roma con Grecia beneficia a las
ciudades de Etruria. Se introducen las columnas corintias y el frontón. Por
supuesto, se trata de elementos aislados, ya que nunca se elabora un sistema de
proporciones matemáticas de la arquitectura ni se copian el orden dórico o el orden
jónico de los griegos.

El templo romano
Artículo principal: Templo romano
Véanse también: Antigua Roma y Arquitectura romana.

Maison Carrée, templo típico de época romana, en la ciudad de Nimes (Francia).


Por lo general se emplea travertino, material que sustituye a la toba de los
etruscos y que será abandonado en época imperial. Como revestimiento del núcleo de
hormigón —opus caementium— se usan piedras irregulares —opus incertum— y, más
tarde, ladrillos —opus latericum— o piedras labradas piramidalmente que forman una
especie de red, el opus reticulatum.

Se estructura el templo romano, con la planta heredada de los etruscos, y un alzado


con columnas, capiteles, etc., de influencia griega, como el Templo de Portunnus o
el original Templo de Hércules Olivario, de planta circular. Esta arquitectura
religiosa culmina en el santuario de la Fortuna Primigenia, en Praeneste. En
arquitectura civil, se realiza el Tabularium, de la época de Sila, y el primer
foro, el de Julio César, con plazas porticadas y un templo a la diosa Venus.

El templo cristiano
Artículo principal: Iglesia
Véase también: Cristianismo

Dibujo teórico del Templo de Salomón.


Las iglesias cristianas usan los dos significados de la palabra "templo" que se
encuentran en la Biblia, considerando que el cuerpo físico es "un templo" sagrado y
por eso se debe cuidar. En términos cristianos el cuerpo de una persona es una
alegoría del templo, por considerarse también sagrado (1Corintios 3:16).

El otro uso de la palabra "templo" tiene que ver con un edificio especial, tal como
el Templo de Jerusalén, que es "la Casa del Señor", donde sus fieles reciben normas
y consejos religiosos relacionados con la espiritualidad.

En los textos cristianos, el templo aparece como un medio de congregación, y no es


de primera importancia dentro de los aspectos de fe. Jesús, en algunos pasajes, le
resta importancia a la presencia del templo cuando sus apóstoles le mostraban su
belleza; en otros pasajes pelea contra mercaderes y cambistas aposentados en el
atrio.

El catolicismo, al institucionalizarse, adoptó la forma de basílica romana,


edificio de uso civil, no religioso, como modelo para sus grandes templos, por ser
el espacio cubierto más adecuado para celebrar sus rituales y prácticas públicas.

Actualmente los templos cristianos en todo el mundo son planeados, diseñados y


construidos por especialistas en la materia, siendo edificios importantes por sus
dimensiones, su función urbana y el impacto urbano y ambiental que los edificios de
gran tamaño traen consigo.
El templo en la Biblia (judaísmo)
En el Antiguo Testamento se indica que debe haber un solo templo, para un solo
Dios. Este templo es el Templo de Jerusalén, destruido dos veces, en donde se
guardaba el Arca de la Alianza y moraba Dios. Las sinagogas hebreas son también
centros de enseñanza de la Torá (véase Antiguo Testamento) y de oración.

El templo mormón

Templo mormón de San Diego.


Para la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el templo es una
edificación dedicada a ser la casa de Dios y se reserva para formas especiales de
adoración. (véase Templo (SUD))

El templo budista

Santuario (Hondō) del templo Ichijō-ji en Kasai, Japón


El templo budista representa la tierra pura o el entorno puro de un Buda. Está
diseñado para inspirar paz interior y exterior.3 En sus diferentes manifestaciones
regionales está compuesto por los edificios de la estupa, el wat y la pagoda. Los
templos budistas de Japón son, junto a los santuarios sintoístas, los edificios más
importantes y numerosos de ese país.

El templo germánico

Primer templo construido a Odín en los últimos 1000 años


En la religión Odinista-Ásatrú, los lugares sagrados, son por lo general lugares
naturales. La espiritualidad Odinista-Ásatrú encuentra estos lugares como los más
adecuados para encontrar una comunión entre los Dioses y los seres humanos.

Todos los lugares deben consagrarse antes de celebrar cualquier ceremonia. De ser
ya lugar sagrado se debe orar a los Lanvættir o Divinidades tutelares del lugar.
Los lugares apropiados para celebrar cualquier ceremonia son los siguientes:

Hörg: un montículo de piedras o lugares megalíticos.


Stafgardr: Su significado es recinto. Se considera Gardr a aquellos espacios
cercados por bastones de madera de avellano.
Hof: un edificio, habitación o cualquier espacio construido. En la antigüedad se
refería a una granja comunitaria.
Vé: Se considera a bosques sagrados, ríos, lagos y santuarios naturales.
La Comunidad Odinista de España-Ásatrú construyó el primer templo en honor a Odín
en el mundo entero.,4 después de más de 1000 años de prohibición. El templo está
situado en la localidad de Navas de Jorquera, España.

El templo hinduista
Artículo principal: Templo hinduista

Angkor Wat en Camboya, es el templo hindú más grande del mundo.


Los templos hinduistas son conocidos por muchos nombres diferentes, que varían por
región e idioma, como alayam,5 ambalam, degul, déul, deva mandiraya, devalaya,
devasthana, gudi, kavu, koil, kovil, mandir, mandira y raúl, .

Los templos hindúes característicos son reverenciados como morada de una divinidad
con una rica historia. Un edificio bien proporcionado está en armonía con el
Universo y puede traer orden a la comunidad.6 Hay evidencia de uso de suelo sagrado
desde la Edad del Bronce y en la Civilización del Valle del Indo. Los templos
hinduistas se han construido en varios países alrededor del mundo, incluyendo
Camboya, Nepal, Mauricio, Indonesia, Bangladés, Gran Bretaña, Estados Unidos,
Australia, Sudáfrica, Malasia, Sri Lanka y Canadá.
El templo maya

Panorámica del Templo de las Inscripciones en Palenque, México.


Véase también: Arquitectura maya
Véase también
Templum
Referencias
Grassi, Ernesto (2003). El poder de la fantasía: observaciones sobre la historia
del pensamiento occidental. Anthropos Editorial. ISBN 9788476586495. Consultado el
12 de enero de 2018.
Janson, H. W.; Janson, A. F. (7 de abril de 1988). Historia del arte para jóvenes.
Ediciones AKAL. ISBN 9788476002681. Consultado el 12 de enero de 2018.
«New York Buddhist Temple for World Peace» (en inglés). Kadampanewyork.org. 1 de
agosto de 1997. Archivado desde el original el 11 de junio de 2012. Consultado el
20 de junio de 2012.
«Minorías religiosas en Castilla la Mancha». Icaria Editorial. 1 de febrero de
2009. Consultado el 19 de enero de 2015.
G.Venkataramana Reddy, Alayam: The Hindu Temple; An Epitome of Hindu Culture;
Adhyaksha (ed.); Sri Ramakrishna Math; ISBN 978-81-7823-542-4; p. 1.
Emily Cole (2006). La gramática de la arquitectura. Lisma. pp. 46-53. ISBN 84-
95677-34-2.
Bibliografía
Banti, L.: Etruscan cities and their culture, Los Angeles, 1973
Bleeker, Jeuco: Geo Widengren, Historia religionum
Marín Sánchez, Rafael: La construcción griega y romana
Sansom, George: A Short Cultural History, Appleton-Century Crofts Inc., New York;
1962.
Enlaces externos

También podría gustarte