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Tecnológico Nacional de México Campus Nuevo Laredo

Departamento de Ciencias de la Tierra

Carrera: Ingeniería Civil

Materia: Diseño estructural de cimentaciones

Unidad 1. Introducción y definiciones

Nombre: Luis Armando Gonzalez Gallegos

No. Control: 16100059

Fecha:06/Sep./2020
Selección del tipo de cimentación.

Se denomina cimentación al conjunto de elementos estructurales de una


edificación cuya misión es transmitir sus cargas o elementos apoyados en ella al
suelo, distribuyéndolas de modo que no superen su presión admisible ni
produzcan cargas zonales.

Debido a que la resistencia del suelo es, generalmente, menos que la de los
muros o pilares que soporta, el área de contacto entre el suelo y la cimentación
debe ser proporcionalmente más grande que los elementos soportados, excepto
en suelos rocosos muy coherentes.

Siempre que sea posible, es preferible que los cimientos estén solicitados por
cargas centradas, ya que las excéntricas pueden provocar empujes diferenciales.

Se buscará siempre que el terreno de apoyo sea resistente y, si esto no


fuese posible, habrá que buscar soluciones alternativas. En muchos casos, los
cimientos no solo transmiten compresiones sino que, mediante esfuerzos de
adherencia y rozamiento, llegan a soportar cargas de tracción y horizontales,
anclando el edificio al terreno, si fuese necesario.

Al comenzar con los trabajos en una obra, se inician los movimientos de


tierra para dar lugar a la construcción de los cimientos que sostendrán el edificio.
Para ello se realiza el replanteo y se ejecutan los cimientos de acuerdo al cálculo
estructural y al proyecto elaborado, considerando todas las variables que inciden,
como por ejemplo el tipo de terreno o las cargas propias de la construcción.

Por lo general, las tensiones admisibles del terreno son inferiores a las de los
materiales de la estructura, de modo que los cimientos deben transmitir las
acciones del edificio dentro de ciertos límites para que la estructura permanezca
estable sin modificaciones.
Función de los Cimientos

Los cimientos tienen la función de transmitir en forma repartida las cargas del
edificio al terreno donde se asienta. La estructura proporciona esfuerzos, de
tracción o comprensión hasta las bases, y se deben distribuir en forma pareja para
que no originen tensiones mayores de la que puede soportar. Por esta razón, el
coeficiente de seguridad que se aplica debe considerar probables diferencias en la
predeterminación de su capacidad portante. Como los cimientos están solicitados
a esfuerzos de tracción y también de compresión, efectos de adherencia al uso y
de fricción; es conveniente que estén solicitados por una carga centrada. Las
cimentaciones superficiales reparten la fuerza que le transmite la estructura a
través de sus elementos de apoyo sobre una superficie de terreno bastante
grande que admite esas cargas.

Se considera cimentación superficial cuando tienen entre 0,50 m. y 4 m. de


profundidad, y cuando las tensiones admisibles de las diferentes capas del terreno
que se hallan hasta esa cota permiten apoyar el edificio de forma directa sin
provocar asientos excesivos de la estructura que puedan afectar la funcionalidad
de la estructura; de no ser así, se harán cimentaciones profundas. Debe
considerarse como posible que, en un mismo terreno, se encuentren diferentes
tipos de cimentaciones para una misma edificación. Esto puede provocar asientos
diferenciales peligrosos, aunque los valores de los asientos totales den como
admisibles.

Criterios básicos de elección del tipo de cimentación

El tipo de cimentación se selecciona en función el tipo de terreno, del tipo de


estructura y de la interacción con los edificios próximos. El terreno influye por su
capacidad portante, por su deformabilidad, por la existencia de nivel freático, por
su excavabilidad o alterabilidad, entre otros. En el tipo de estructura son
determinantes las cargas, las tolerancias a los asientos y la presencia de sótanos.
Son muy susceptibles aquellos edificios cercanos antiguos con cimentación
somera o cuando las cargas van a ser muy diferentes entre los edificios próximos.
La cimentación por zapatas constituye la solución tradicional por economía y
facilidad de ejecución. Es una buena solución cuando la resistencia del terreno es
de media a alta, sin estratos blandos interpuestos. Es la cimentación ideal si el
terreno presenta una cohesión suficiente para mantener verticales las
excavaciones, no existe afluencia de agua y el nivel de apoyo se encuentra a
menos de 1,5 m, si bien se puede rellenar la diferencia con un hormigón pobre en
el caso de mayores profundidades. En edificios ligeros y muros de carga se
utilizaban zapatas de hormigón en masa, si bien hoy día se realizan con hormigón
armado. Cada pilar asienta de forma independiente sobre cada zapata. Como
inconveniente cabe citar la escasa resistencia a giros y a desplazamientos
horizontales, que pueden resolverse con riostras, zapatas combinadas o vigas de
cimentación.

La cimentación por losa se utiliza en terrenos menos resistentes o


heterogéneos, especialmente para tensiones admisibles menores a 0,15 N/mm2.
Es económica si la superficie de la cimentación supera la mitad de la extensión
que ocupa el edificio. Una ventaja adicional es que anula o reduce los asientos
diferenciales. Asimismo se aconseja cuando el edificio presenta un sótano bajo el
nivel freático, combinado con muros pantalla. La facilidad constructiva sugiere
losas de canto constante, salvo en edificios con zonas cargadas de forma
diferente para garantizar la compatibilidad de las deformaciones.

Se recurre a la cimentación por pilotaje cuando no existe firme a una


profundidad alcanzable mediante zapatas o pozos, normalmente más de 5 m. Los
pilotes reducen los asientos de la estructura, cuando la permeabilidad u otras
condiciones del terreno impiden la ejecución de cimentaciones superficiales,
existen cargas muy fuertes o concentradas o bien se pretende evitar la influencia
sobre cimentaciones adyacentes.
Conclusiones.

Es esencial saber que tipos de cimentaciones existen y a la par saber que


tipos de suelo y que tipo de capacidades de carga pueden resistir o como saber
mejorarlos para satisfacer las necesidades del proyecto a desarrollar, ya que, si se
utiliza una cimentación que no es adecuada o que no cumple con estándares de
calidad de obra y los parámetros de seguridad y ética, debe ser económico y de
gran calidad anteponiendo siempre la eficiencia y seguridad de esta. Como ya se
mencionó en la información presentada con anterioridad, la importancia de que
una cimentación sea la adecuada es porque la misma es la que resistirá toda la
carga de la superestructura y descargara todas estas fuerzas hacia el suelo, es
por esto mismo que las mecánicas de suelos presentan un papel primordial
durante las cimentaciones. Hay muchos puntos que deben de monitorearse y
prestarles atención durante el proceso constructivo tales como:

 Seguir los planos arquitectónicos.


 Seguir las reglas de construcción.
 Asegurarse de sondear y clasificar el tipo de suelo de trabajo y así cuidar el
nivel freático en caso de tenerlo evitando así asentamientos, fallas e incluso
el colapso de la estructura.
 Cuidar el nivel topográfico y de los estratos.
 Realizar la memoria de cálculo.
 A pesar de no ser el supervisor, revisar las normas de seguridad e higiene y
llevarlas a cabo al pie de la letra.

Dependiendo del plano y el tipo de proyecto a satisfacer se determinará el


tipo de zapatas a construir y diseñar. Ya sean superficiales, directas, profundas o
indirectas. Losas de cimentación o Vigas de cimentación también dependiendo de
lo que se vaya a hacer ya que si es una casa o un edificio variaran las cargas y
momentos que los cimientos deberán resistir.

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