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Enrique Gracia Fuster

Gonzalo Musitu Ochoa

Psicología social
de la familia
2 LA (IN)DEFINICIÓN DE LA FAMILIA (. •

Antes de ser uno mismo, se es «hijo» o «hija» de X o Y, se nace en el


seno de una «Familia». Antes de ser socialmente cualquier otra cosa, se es
identificado por un «apellido». En todas partes, las primeras palabras
• que el niño aprende «marná»— son las voces, cargadas de sen•
tido, que designan a sus padres y a sus madres; después vienen los demás
— vocablos del parentesco... Así, el mundo se divide entre los «Suyos» y los
«Otros». Pero esos Otros viven también en el seno de una familia de la
cual son miembros, Son lo mismo que éste, identificables por los suyos en
términos de parentesco. Cómo no concluir, entonces, que la familia no
necesita explicación, que es, como el lenguaje, un atributo de la condi-
ción humana. Sobre todo cómo no extrapolar a partir de la propia expe-
riencia y deducir que la faMilia debe ser la misma para todos, en todas las
sociedades (Francoite Zonabeod, 1988, pág. 18).

A Oesar del conocimiento «familiar» que «creemos» tener—después


..de todo, ¿acaso no ha nacido y crecido cada uno de nosotros en el seno de
una faniilin a la cual nos unen los más profundos sentimientos?—, pocas
instituciones han planteado problemas tan complejos y diversos desde los
inicios de la reflexión sociológica y de la investigación etnológica (Cluu• •
de Lévi-Strauss, 1988, pág. 12).

Introducción

Uno de los primeros y más complejos problemas a los que tenemos que en-
frentarnos en el estudio de la familia es su definición. Como afirma Usan Tolo-
sana (1976), la palabra «familia» es una.compleja unidad significante; tan pron-
to como la pronunciamos nos vemos enredados en la maraña de un problema

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lingüístico. La complejidad de la institución familiar con sus múltiples dimen- de esta pareja se crea la familia nuclear. Esta unidad comparte una residencia
siones de análisis refuerza esa ambigüedad e imprecisión. Una maraña de signi- común y su estructura está determinada por vínculos de afecto, identidad co-
ficados e interpretaciones tan profundamente espesa que nos disuade de cual- mún y apoyo mutuo. Esta forma de concebir la familia, que es parte del «senti-
quier pretensión de descubrir convergencias o posibles afinidades en la definición do común» y en consecuencia algo que se da por supuesto, puede ser, sin em-
entre tanta multiplicidad y diversidad. Probablemente el, desarrollo de esta ta- bargo, el reflejo de las creencias tradicionales respecto de cómo se configuran
rea sería estéril, porque én el caso de que lográsemos una definición de consen- las relaciones sexuales, emocionales y parentales. Naturalmente, este sistema de
so, insistimos, una tarea por utópica, inviable, lo que conseguiríamos sería añadir creencias puede que no sea en absoluto una ayuda para revelar cómo diferentes
una más a la tan poblada selva y complicar aún más, si cabe, el complicado mapa personas organizan en realidad sus vidas. Sin embargo, es clara la idea de que la
de la conceptualización. Ya ptiede intuirse que ése no va a ser el objetivo de este familia nuclear retiene en su significado una potencia tal que todas las otras for-
capítulo, sino más bien el de mostrar la complejidad, dificultades e imposibilida- mas de familia posibles tienden a definirse con referencia a ella. Una gran ma-
des en la definición de «la familia», o «familias», según se mire. yoría asume que la forma nuclear es la más dominante en la sociedad contem-
Pero el problema o problemas de la definición no es sólo una cuestión de se- poránea. Como resultado de este supuesto, la tendencia a definir otras formas
mántica o de clarificar conceptos. La opción por la que se opte tiene repercusio- como «inusuales», «desviantes» e incluso «patológicas» es significativamente
ríes importantes, por ejemplo en la concepción de los roles sociales y de género mayor. El «discurso de la familia» dispone de un gran poder para significar lo
o incluso en la política social. Reher (1996), un hiStoriador de la familia, consi- que es normal y lo que es inaceptable (rones y otros, 1995; Bernardas, 1997).
dera que'definir la familia no es una cuestión sencilla y ha sido fuente continua La dificultad con el concepto de «la familia» estriba en que normalmente
de controversia pura los historiadores de la familia. Así, la unidad conyugal, el asumimos la preeminencia de la familia nuclear y expresamos la creencia de que
grupo doméstico corresidente, la red extensa de parentesco, y el desarrollo de comprendemos su significado, pero el análisis más superficial revela una gran
los grupos de parentesco a lo largo del tiempo son todos manifestaciones de la diversidad de formas de familia que poco o nada tienen que ver coi) el concep-
familia, en la medida en que representan aspectos diferentes y complementarios to mayoritariamente compartido. Lograr una definición «aceptable» se hace
de una institución que tenía y tiene capacidad para exigir lazos de lealtad y au- más difícil cuanto mejor se conocen las variaciones históricas y culturales, así
toridad. También Glassner (1988) ha subrayado la complejidad y las dificultades como también la realidad contemporánea de formas familiares alternativas o
que entraña la definición de familia en los siguientes términos:7; acuerdos de vida domésticos. Algunos consideran que este «obstructor» sólo
• puede superarse refiriéndose a «familias» más que a «la familia» (Berger y Ber-
Cuando se afirma que la familia constituye la célula biísica'de la sociedad, a la ger, 1983), Asumir esta nueva categoría suiondría estimular y apoyar una acep-
cual da cohesión y estabilidad, ¿se ha dicho todo? En realidad, el enunciado de tal tación de la diversidad y una renuncia a adscribir superioridad moral a una for-
postulado contribuye sobre todo, con más o menos elegancia, a eludir el problema. ma de familia sobre otra u otras. Pensar en estos términos supondría aceptar en
El entorno social y su representación, los límites demográficos, las condiciones de un mismo espacio semántico y moral a las familias adoptivas, las familias mo-
la producción, pero también la dinámica de lás condiciones de alianza y el marco noparentales, las familias homosexuales, las familias cobabitantes, las familias
político son en grados diversos lo que determinan su naturaleza, su lugar y su im- reconstituidas, etc., siempre y cuando, obviamente, haya hijos. Si no, hablare-
portancia... en el conjunto de los procesos sociales. As( definida, la institución fa- mos de matrimonio, acuerdos de convivencia o simplemente parejas. Sin em-
miliar es una realidad positiva que se inscribe en el curso de la historia y se modifi- bargo, con ello no se resolverían todos los problemas, puesto que la utilización
ca con el paso del tiempo (pág. 104). del término «familia» en todos estos contextos diferentes lleva implícita una
equivalencia semántica que perfectamente puede que no se justifique e incluso
Qué es una familia nos puede parecer obvio. Es parre del estereotipo espe- que no se desee.or las personas implicadas. Esta situación potencial nos lleva
rar que en nuestra sociedad la compañía, la actividad sexual, el cuidado y apo- ala pregunta siguiente: ¿qué es lo opuesto a «la familia»? Por ejemplo, algunas
yo mutuo, la educación y cuidado de los hijos sea parte esencial de la familia nu- parejas homosexuales puede que rechacen activamente la connotación de fami-
clear, la más predominante, por otra parte, en el mundo occidental. Este lia porque han tomado la decisión de vivir fuera de sus confines tradicional-
concepto hace referencia a la familia como una pequeña unidad que se confi- mente definidos. En otras palabras, la forma en la que algunits personas deciden
gura a partir de las relaciones entre un hombre y una mujer legalmente unidos vivir sus vidas es una resistencia directa a «la familia» y por extensión a las re-
por la institución del matrimonió como marido y mujer. Cuando un niño nace laciones y roles de padre-madre-hijo/a. Incluso, el uso del término «familias»

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puede que continúe subrayando inadvertidamente la primacía moral e ideoló- evolución. Al igual que los darsviniscas, que establecían diversas etapas del de-
gica de «la familia», puesto que todas las formas divergentes 'y diferentes se si- sarrollo biológico en las especies animales que culminaban con el Homo sa-
guen definiendo en términos de su relación a una supuesta norma. La utiliza- piens, los científicos sociales como Bachofen, Engels, Maine, Morgan y Wester-
ción permanente del término «la familia» niega efectivamente cualquier marck proponían modelos evolucionistas de los orígenes de la familia suponiendo
realidad o validez a otras formas de relaciones. • que ésta había pasado por una serie de etapas evolutivas hasta lograr su forma
No es nuestro propósito en este capítulo el proporcionar ó promover el uso actual «superior».
de términos alternativos tales como «unidades domésticas», «Unidades familia- En el origen de la hipótesis evolucionista se encontraba la idea de que la fa-
res» o «acuerdos de vida» u otras categorías con similar significado, sino alertar milia correspondía a un estado arcaico y, por así decirlo, presocial de la sociedad,
de las connotaciones inherentes y constricciones que habittialmente evoca el y, por tanto, que estaba condenada a disolverse a medida que las sociedades se
término «la familia». En este sentido, Gittins (1985) hace t'in distinción que desarrollasen y diversificasen. Aunque esta idea es inadecuada para explicar los
podría ser de utilidad para reflexionar sobre la utilización de determinados tér-. transformaciones de la familia a través de la historia, contribuye, sin embargo, al
Minas. Considera que las personas definen sus acuerdos domésticos de muchas análisis de las relaciones entre el grupo doméstico y la sociedad circundante,
formas diferentes, algunas de las cuales podrían ser consideradas como «fami- Bachofen (1861), en su obra Derecho materno, suponía que los seres huma-
lias» por aquellas personas que viven de acuerdo con ella. Sin embargo, «la fa- nos vivieron en sus orígenes una etapa de promiscuidad sexual, de comercio se-
milia» la consideran como un objeto ideológico, un estereotipo producido y po- xual sin trabas, es decir, cada mujer pertenecía igualmente a todos los hombres
tenciado con la finalidad de ejercer ciertos tipos de control social. Las políticas y cada hombre a todas las mujeres. De aquí que el parentesco sólo podía com-
institucionales, las leyes y el bienestar se construyen y promulgan a partir de es- probarse por línea materna, lo que generó la absoluta preponderancia de las
ta forma estereotipada y no tanto porque es la norma, sino para que sea la nor- mujeres —matriarcado o ginecocracia—. Morgan (1878/1970), en su.bra La
ma. Podríamos incluso ir más lejos e identificar «la familia» como parte de un sociedad primitiva, establece a su vez una serie de etapas que servirán de base a
discurso de control, es decir, como parte de un modo de hablar sobre relacio- Engels para escribir su libro sobre El origen de la familia. Las etapas q'tie pro-
nes sociales que permite definir los roles que las personas desempeñarán y las pone son las siguientes:
estructuras de poder que se crearán dentro de ellas. Definir, por ejemplo, a per-
sonas como «padre», «madre» e «hijo/a» más que como «mujer adulta», «varón 1. Un estadio de promiscuidad sexual trabas caracterizado por In ausen-
adulto» o «niño» o «niña», tiene profundas connotaciones de obligatoriedad y cia total de regulaciones conyugales.
compromiso, y también de definición de sus relaciones asimétricas, que perfec- 2. Lafamilia consanguínea. Es la primera etapa de la familia en la que reina
tamente podríais no considerarse como algo que se da por supuesto (Mundo y todavía la promiscuidad sexual entre hermanos y hermanas, pero en la que pa-
Sapsford, 1995; Dallos, 1995). dres e hijos quedan excluidos del comercio sexual recíproco. Es la primera ma-
nifestación del tabú del incesto, que en este caso se refiere exclusivamente a pa-
dres e hijos, y supone el inicio de una vida social totalmente humana.
Origen y universalidad de la familia '3. La familia panalúa, en la que la prohibición del comercio sexual recí- •
proco se extiende a los hermanos y hermanas. De esta manera se amplía la ex-
Para Richard Genes (1995) las discusiones más recientes sobre el origen de tensión del tabú del incesto. En esta fase aparece el matrimonio por grupos.
la familia giran en torno a dos teorías rivales: una se basa en el argumento de la 4. La familia sindiásmica, en la que el hombre vive con una sola mujer, aun-
«promiscuidad original» y la otra en que la familia es una institución universal que la poligamia y la infidelidad ocasionales sean un derecho para el hombre.
presente en todas las sociedades humanas. En cualquier caso, como señala Ge- Esta forma de matrimonio la hallamos en el origen del matrimonio monogdmico
lles, no existen datos precisos que puedan dirimir la disputa, y los argumentos del mundo moderno. En esta fase el vínculo conyugal se disuelve con suma fa-
en defensa de las diversas posiciones se basan en especulaciones, en la utiliza- cilidad, pasando lés hijos a pertenecer a la madre,
ción de fósiles, en estudios de primates no humanos, o en sociedades cazadoras 5. La familia monogdmica. Este tipo de familia nace de la familia sindiás-
y recolectoras contemporáneas. mica. Se funda en el poder del hombre, un poder de origen económico subya-
El origen de la familia fue objetarle interés de los científicos sociales a me- cente en el control masculino de la propiedad privada, y el objetivo es procrear
diados del siglo pasado dentro del clima intelectuabcreado por la teoría de la hijos de una paternidad cierta con fines hereditarios.

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Ahora bien, tanto la teoría de Bachofen como la de Morgan y Engels fueron mica básica), sii que parece existir un amplío acuerdo en considerar este rasgo
•a elaboradas en el siglo pasado, en un•momento en que estaban surgiendo las como uno de lós factores determinantes en el origen de la familia. Si bien es
ciencias sociales y, en consecuencia, estos científicos no disponían de muchos cierto, corno haiseñalado Masset, que las tareas reservadas al hombre y la mujer •
de los datos y hechos, más o menos precisos, de que podemos disponer en la ac- no son necesariamente las mismas en todos los grupos humanos, sí que es cier-
tualidad, Se entiende entonces que sus incursiones en el iiMbito especulativo al
to que en todod los mamíferos y sociedades humanas conocidas históricamente
plantear las fases evolutivas fueran inevitables antela carencia de datos y recur- el cuidado de lis niños pequeños ha sido siempre una tarea desempeñada por
sos. Una de las críticas más serias qtie se han hecho a sus teorías es que hayan las mujeres. Lol impedimentos en la movilidad que supone esta tarea, junto con
considerado la evolución de una institución social como la familia de modo uni- la necesidad de realizar otras actividades como la caza (una actividad demasia-
lateral, asumiendo que todos los pueblos de la tierra siguen el orden de las eta- do peligrosa para llevar niños pequeños a ella) o el mantenimiento del fuego,
pas que• proponen. En el momento actual sabemos desde una óptica científica
que no es posible hacer algunas afirmaciones que se desprenden de esta con- permite entender cómo surgió la división sexual del trabajo. Así, la imagen tí-
pica de las sociedades cazadoras-recolectoras es la de la división sexual del tra-
cepción unilineal de la evolución de la familia, particularmente la idea de-que la bajo en la caza por una parte y, por otra, la recolección y mantenimiento del
familia monagámica propia de la cultura occidental constituya una etapa cul- fuego.
minante del desarrollo, y que, por tanto, otras formas de estructura familiar También en este sentido, etólogos como Kon rad Lorenz o Ireniius Eibl-Ei-
Presentes en otras sociedades del mundo no sean más que formas rezagadas, en besfeldt consideran que la vida familiar y social se encuentran determinadas en
veíde contemplarlas corno modelos alternativos de organización social, según gran medida por la adaptación filogenérica. Así, el desarrollo de asociaciones
una idea de progreso y retraso característica del siglo lex y que la historia y la an-
familiares en los más diversos grupos de animales, incluyendo la especie huma-
tropología social han cuestionado seriamente en los últimos años.
na, estaría determinado por la necesidad del cuidado de la prole.
Con respecto a la «promiscuidad de la familia», autores como Claude Mas-
set consideran que es un argumento muy débil porque «¿por qué razón la or- El lento desarrollo de la prole, que requiere de muchos años de cuidados, im-
ganización familiar del hombre prehistórico habría sido necesariamente más puso al hombre la necesidad de formar parejas estables. Esta costumbre sólo se ob-
simple que la de los gorilas o los macacos?» (Masset, 1988, pág. 85). Además, serva entre los primates en casos excepcionales... Por consiguiente, podemos dedu:
con respecto a la tendencia de reconstruir las sociedades desaparecidas para ex- cir que las características de la pareja humana son una adquisición filogenética
plicar el origen de las relaciones familiares Masset añade que «en este campo es relativamente reciente. El número de compañeras con las qUe »a hombre se une va-
posible, sino decir cualquier cosa, al menos edificar fácilmente una construc- ría según los pueblos. De todos modos, siempre se trata de asociaciones reglamen-
ción tambaleante que otros investigadores disfrutarán demoliendo. Esta activi- tadas, sólidas y duraderas en las que se advierte tina tendencia a la monogamia (Lo •
dad se parece más a un juego que a la ciencia» (pág. 86). Una vez establecidas renz, 1988, pág. 206).
estas limitaciones a la imaginación y buscando un terreno más firme, Claude
Masset ha identificado como uno de los rasgos más antiguos de los sistemas fa- No obstante, estos planteamientos en la explicación del origen de la familia
miliares de la especie humana el intercambio de jóvenes adultos de uno y otro han recibido también numerosas críticas. En este sentido, Frangoise Zcinabend
sexo, es decir, el intercambio de genitores, hecho que se encontraría ligado a la (1988) considera que:
prohibición del incesto en todas las sociedades humanas. Este rasgo de los gru-
pos familiares humanos lo compartiríamos con los mamíferos sociales que viven ...las razones biológicas no pueden, por st solas, explicar la existencia de la institu-
en grupos pequeños, quienes, como los chimpancés o los leones, tienen In cos- ción; ni la paternidad ni la maternidad se reducen u papeles biológicos; se encuen-
tumbre de intercambiar genitores, una costumbre que además tiene la ventaja tran socialmente determinadas, lo mismo que el amor paterno o materno... hule-
pendientemeMe de cómo decida la sociedad señalar la constitución de una familia
adicional de enriquecer el pool genético.
—solemnidad del matrimonio, reparto de tareas, regulación de las relaciones se-
Otra característica esencial de la familia humana destacada por este autor, xuales, procreación de hijos—, ninguna de estas modalidades surge de un condi.
que ya no se encuentra en las sociedades de monos, es la división sexual del tra- cionamiento natural (Zonabcnd, 1988, púg. 77).
bajo. Dejando al margen la función social o significación del reparto de tareas
entre hombres y mujeres (la distribución de tareas como el cimiento más sólido Respecto de la universalidad, Kathlcen Cough, en su trabajo El wi.len de la
del grupo familiar o una función social que hace de la familia la célula econó- familia (1971), revisa la estructure familiar de tribus que viven actualmente de

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la caza y la recolección y que, dado su nivel de desarrollo tecnológico (el más ba- nuclear es un acuerdo social y no una forma universal y determinada biológica-
jo existente), tendrían, según el esquema evolucionista unilineal, algún tipo de mente. La instancia más comúnmente citada es la de los Nayar, una casta guerrera
matrimonio por grupos. Sin embargo, todos los pueblos cazadores y recolecto- de la India. Fox (1967) constata que en esta comunidad los roles del compañero/a
res viven en familias conyugales, no en ordenamientos sexuales comunitarios, y sexual, padre/madre biológico y padre/madre social no son desempeñados por só-
el apareamiento es individualizado. Concluirá que la monogamia es universal. lo dos personas como sucede en la familia nuclear, debido a que los hombres na-
Por otra parte, Lévi-Strauss- en «La familia» (1956/1974) concluye que los yares están permanentemente comprometidos en cuestiones bélicas y se ausentan
tipos de organización de la familia conyugal que parecen más lejanos no son los con frecuencia y durante largo tiempo del hogar. Como resultado, el sexo no se re-
que aparecen en las sociedades que podrían considerarse como más arcaicas, laciona con el matrimonio y ninguno de ellos tiene necesariamente algo que ver
sino en formas de desarrollo social relativamente recientes y extremadamente con la unidad doméstica familiar. Los hombres m'yates, en consecuencia, no tie-
elaboradas, como, por ejemplo, los Nayar de la costa Malabar de la India, entre nen derecho4articulares de vinculación con sus mujeres e hijos y, por esta razón,
los que la familia conyugal no tiene prácticamente existencia, o los Todas, tam- la familia nuclear no está institucionalizada como una unidad de consumo, legal,
bién de la India, entre los cuales ha surgido, más o menos recientemente, una for- productiva, residencial p de socialización. La investigación intercultural no apoya
ma de matrimonio por grupos. de esta manera la ambigua noción de «la familia» como una norma Universal.
Murdock (1968), a partir de un estudio intercultural de doscientas cin- Sin embargo, no tenemos que buscar fuera ejemplos tan exóticos para des-
cuenta sociedades, concluye que la familia nuclear es una agrupación humana cubrir variaciones de la familia nuclear fundamentada biológicamente. Un mo-
universal. Desde entonces se habla de universalidad de ln familia: la familia se- delo que cada• vez tiene maybr protagonismo en las sociedades industriales oc-
ría una institución presente en toda sociedad humana. Sin embargo, la defini- cidentales son los emparejamientos de convivencia que están sustituyendo a la
ción que dio Murdock de la familia no es aplicable a todos los tipos de grupos monogamia y, también, las familias monoparentales en las que un vínculo con-
que han surgido en torno a la procreación o a su aceptación social. Considera yugal olien sé ha roto, o bien nunca se ha iniciado. En España el número de fa-
que la familia es un grupo social caracterizado por la residencia común, la coo- milias con hDps dependientes encabezado por un solo padre era en 1981 un
peración económica y la reproducción. Ese grupo incluye adultos de ambos se- 5,66% y en Inglaterra, sólo por establecer una comparación, era del 6,50%, y
xos, de los cuales al menos dos mantienen relaciones sexuales socialmente apro- en ocho de cada diez de estas familias la madre era la cabeza de familia (Dallos
badas, y uno o más hijos, propios o adoptados, de los adultos que cohabitan y Sapsford, 1995; Alberdí, 1995). El incremento de las madres divorciadas que
sexualmente. Esta definición permite salvar el obstáculo constituido por la exis- viven solas constituye parte de este surgimiento, pero también se constatan au-
tencia de sociedades no monogámicas, poliándricas o poligínicas, pero no con- mentos significativos en estos últimos años en la proporción de familias enca-
templa todas las formas Je aprobación social del sexo y la procreación. Así, por bezadas por madres que nunca han contraído matrimonio.
ejemplo, entre los banano de Nueva Guinea, la mujer obtiene su primer hijo de Finalmente, para autores como Sprey (1988b) la presumida inmutabilidad
un amigo del marido, y sólo después el esposo tiene acceso sexual a la mujer. de las familias implícita en los planteamientos biológicos y funcionales es sólo ca-
A pesar de la existencia de formas de vínculos polígamas, Murdock conside- racterística de una «pop-sociobiología» y de una versión del pensamiento fun-
ra que cada una se puede reducir a una forma nuclear, principalmente, porque cionalista una tanto pasada de moda. Para Richar'd Gelles, la cuestión o el deba-
son funcionales para la supervivencia de la sociedad. Aunque su investigación ini• te de la universalidad á la familia ha disminuirlo notablemente de interés, en
no los cimientos del ideal cristiano occidental de tuitomnotrinioniu-familia en la parte debido al declive en la utilización del funcionalismo estructural, que era el
medida en que constató que sesenta y cinco de las doscientas cincuenta sociedades principal sostén de la cuestión de los universales familiares (véase el capítulo 5).
permitían libertad completa en las cuestiones sexuales y sólo el 54% desaprobaban
explícitamente la unión sexual premarítal, la cuestión de la supervivencia perma-
necía como el objetivo primordial. Argüía que las relaciones sexuales, la reproduc- Cambidy diversidad de las familias
ción y el apoyo al niiío se ejecutan mejor si se fusionan en una institución única.
En oposición a estos argumentos, otros antropólogos han constatado la pre- Venimos constatando cómo el concepto de familia es complejo y difícil de
sencia de sociedades donde o bien no existen los vínculos conyugales o, más co- delímítár y lo es más si añadimos ahora la multiplicidad de formas y funciones
múnmente, el padre está ausente y participa poco de la educación del hijo. El des- familiares que varían en función de las épocas históricas, de unas culturas a
cubrimiento de tales formas ha llevado a algunos a argumentar que la familia otras, e incluso en grupos y colectivos dentro de una misma cultura.

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Si en el proceso de transformación de las sociedades contemporáneas no ha merosas, lo cual no se ajusta en absoluto a la realidad. En épocas pasadas, el
habido una convergencia en un único modelo de familia, tal como las teorías'so- matrimonio a una edad elevada, la mortalidad infantil, la mortalidad de las mu-
ciológicas de la familia de los años sesenta habían postulado, ello indica que la jeres en los partos, las penurias económicas y el hambre reducían la fecundidad
familia está ligada a los procesos de transformación de la cultura contemporá- femenina hasta el punto que durante mucho tiempo la población antigua aumen-
nea, Si en el presente podemos hablar al mismo tiempc:'de una cultura global taba muy poco, 'asegurando a duras penas su reproducción. También se tiene la
junto a una gran diversidad de formas culturales, la familia participa tanto de idea de que la forma nuclear se convirtió en tal porque correlacionaba con las
esta multiplicidad de sentidos como de la relativa homogeneización de com- necesidades funcionales de una economía industrial. Este argumento se expre-
portamientos. La familia ha dejado de ser el punto de referencia estable de un sa con la mayor:claridad en el trabajo de Parsons (1959), que sostenía que las
mundo definido por la movilidad geográfica y social de los individuos y partici- características láborales de las sociedades industriales eran incompatibles con
pa de la misma fragmentación y fluidez que la sociedad contemporánea. La fa- la estructura de la familia extensa y que la familia nuclear era la estnictura ideal
milia en nuestros días, dice Bestard (1992), ni es el centro de las relaciones per- (véase el capítulo 5). Parsons apuntaba que cuando se reduce la familia a un pe-
sonales ni está en la periferia de las relaciones públicas. Porque la familia como queño grupo coh un único proveedor material, que es también cabeza de fami-
parte de los diferentes procesos históricos no es ni un receptor pasivo de los lia, se evitan los:conflictos entre los miembros familiares que trabajan en dife-
cambios sociales ni el elemento inmutable de un mundo en constante transfor- rentes ocupaciónes. El sistema nuclear evita que los elementos competitivos
mación.
del trabajo asallriado industrial socaven la solidaridad familiar. Igualmente,
La familia en la sociedad actual viene definida por la diversidad y también existe un «ajusté» funcional entre la forma nuclear y las necesidades de indus-
p.or la cohesión y la solidaridad. El individuo tiene, en mayor medida que en el
trialización. Las' pequeñas unidades son geográfica y económicamente móviles
pa'sado, capacidad de elección en cuanto a sus formas de vida y de convivencia. y, de esta maneja, son capaces de responder mejor a las demandas cambiantes
También han cambiado las relaciones personales que configuran la familia. Ca- de una economía industrial. Además, las personas no tienen que escoger entre
da vez se exige en ellas un mayor compromiso emocional y una mayor sinceri- su lealtad al par'éntesco y los criterios más impersonales solicitados por su ocu-
dad (Alberdi, 1995).
pación. Parsonsi concluía que la familia nuclear era una respuesta adaptativa a
las economías industriales y que esto era lo común en todas las sociedades mo-
Familia nuclear y familia extensa: el discurso ideológiso-- dernas, 1 •
. Las ideas dé.Parsons fueron, no obstante, motivo de críticas considerables.
El discurso ideológico en el pasado y en el momento stetual gira en torno a Asimismo, el trabajo de Laslett y el grupo de Cambridge sobre la historia de la
dos tipos simplificados de familia supuestamente idealizados que forman parte población ha cuestionado la idea de que la industrialización provocó una dis-
dell imaginería popular y de algunos científicos sociales: por urna parte, la gran minución en el tamaño medio de la familia: En un estudio cuantitativo utilizan-
familia extensa de antaño, y, por otra, la familia reducida contemporánea, o fa- do listas de habitantes de 150 comunidades inglesas desde cl siglo xvt al xtx,
milia nuclear. Para Segalen éste es un contraste maniqueo entre lo que era bue-
Laslett y Wall (1972) constataron que cl promedio del tamaño familiar perma-
no y lo que es malo. Así, los «buenos» valores familiares corrásponden a la gran
necía casi constante en aproximadamente 4,75 personas. Desde finales de la
familia extensa de antaño: por ejemplo, la presencia de abueloá asegura la con- Edad Media, la fdrma predominante de hogar parece haber sido una familia nu-
tinuidad familiar, facilita los cuidados y la educación de los hijds. Sin embargo, clear más loi sirvientes e incluso en las familias rurales modestas se constata que
la pareja contemporánea, en la que los esposos Trabajan, no puede conocer la tenían una mujer sirviente. Su trabajo también sugiere que la movilidad geo.
verdadera vida familiar, los hijos son confiados a la guardería, a la escuela, a la gráfica era muy común y que los niños eran enviados o bien a trabajar en el ser-
calle, lo que crea la delincuencia juvenil, drogodependencias, etc., y todo, por- vicio doméstico o bien a aprender otros oficios en otros hogares. Además, como
que dicen que la transmisión familiar ya no existe. Esta dicotomía de lo bueno consecuencia do la elevada mortalidad, pocos niños iban a tener la•probabiliditcl
y lo malo no resiste un examen riguroso, porque si las familias troncales o ex- de que sus padres estuvieran vivos cuando fueran a contraer matrimonio. De es-
tensas no eran más que configuraciones particulares y relativamente raras de ta manera, sugieren Laslett y su equipo, en la sociedad preindustrial la familia
grupo doméstico, tendrían que existir otras formas más habituales (1992).
nuclear era la predominítnte, fue capaz de adapt;trse con relativa facilidael a la
En la imaginería popular sc tiene la idea de que en el pasado las mujeres te- industrialización y dicha adaptación no tuvo como efecto la reducción del ta-
nían gran cantidad de hijos y,.en consecuencia, que las familias eran muy nu- maño y la simplificación de la estructura de las familias.

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1,1
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La insistencia de Parsons en la primacía de la familia nuclear aislada en el do, la mayor esperanza de vida, las menores tasas de mortalidad infantil, los ma-
período industrial también se ha cuestionado a partir de estudios sobre estruc- yores niveles de educación y la mayor incorporación de la mujer al mundo la-
turas de parentesco de la revolución 'postindustrial, Por ejemplo, en el estudio boral han significado que la mujer no se defina exclusivamente por.su rol en la
de Anderson (1971) sobre la estructura del hogar y la familia en Preston (Ingla- familia y que se posponga el matrimonio y In maternidad. Por el col:tracio, una
terra) en los alios eh:emula del siglo mi:, se eunsima que en la medida en que esperanza de vida menor, una mayor mortalidad infantil, menor educación,
kciudad evolucionaba hacia un centro industrial algodonero, se incrementaba una economía buida en la agricultura ha significado para muchas mujeres en ji
corresidencia y el tamaño familiar debido a que los ingresos eran mis sustan- el tercer mundo que sus vidas se definan en términos de matrimonio y de cui-
ciosos si ambos padres trabajaban. El cuidado de los hijos traxesponsabilidad dadoras de-los hijos, puesto que cualquier otra opción tiene enormes dificulta- i
dalos abuelos que vivían dentro del mismo hogar, De esta manera, más que una des (Naciones Unidas, 1991). '
conversión hacia una familia nuclear,. lo que este trabajo sugiere es que la con- Rapoport y Rapoport (1982) identifican cinco fuentes de diversidad en las
versión es hacia la estructura de la familia extensa. IgualMente, de la investiga- familias:
ción de Young y Willinott se observa que las comunidades urbanas de clase tra-
bajidora continuaban dependiendo de las redes de parentesco extensas y Organización interna: la diversidad sería el resultado de diversos patron'es del
constituían tina base importante de la solidaridad de la comunidad (Young trabajo doméstico o del trabajo fuera del hogar y, por tanto, de la naturale-
y Willmott,.1962). za y extensión del trabajo no remunerado en el hogar.
Si consideramos esta evidencia histórica y contemporánea, está claro que Cultura: variaciones en las conductas, creencias y prácticas como resultado de
no podernos admitir la existencia de un modelo simple de cambio desde las fa- afiliaciones culturales, étnicas; políticas o religiosas.
milias extensas a las nucleares con el surgimiento de la industrialización. Pare- Clase social: diferencias en la disponibilidad de recursos materiales y sociales.
ce más-obvio concluir que la continuidad dela unidad nuclear como un agru- Periodo histórico: resultado de las experiencias particulares que tienen las per-
pamiento doméstico clave es tan trascendente como el cambio y la fractura. Por sonas nacidas en un período histórico determinado.
otra parte, Elliot (1986) previene contra la aceptación de la Ubicuidad de la for- Ciclo vital: cambios como resultado de los sucesos que tienen lugar a lo largo
ma familiar nuclear, porque al hacerlo así se ignora o soslaya la presencia de del ciclo vital (tener hijos, si los hijos son bebés o adolescentes).
acuerdos domésticos alternativos tanto del pasado como del presente. Además,
el argumento de la omnipresencia o de la ubicuidad encubre, en sentido am- La familia, en sus aspectos demográficos, legales e interpersonales, se ha
plio, cambios' fundamentales en la relación de la familia con las condiciones transformado de manera importante durante este siglo. Estos cambios deben
económicas y sociales que han alterado indudablemente su posición en la so- examinarse a la luz del pasado y del contexto mundial. El agrupamiento fami-
ciedad,. Estos cambios, por ejemplo, podrían ser: un cambio en su rol de una. liar no se encuentra tal vez. ya en el centro del proceso de producción en mu-
producción doméstica y agraria a una producción industrial, transformándose chas partes del inundo, pero sigue existiendo como unidad de consumo, como
de esta manera en una unidad de consumo; la emergencia de instituciones or- lugar de vida en tornán, y como sistema de reproducción. Sigue siendo tanto
ganizadas del Estado de educación y bienestar social que la han «absuelto» de fuente de los apoyos como de los desacuerdos más íntimos y más universales
ser la única responsable del cuidado de los hijos, e incluso con las que debe co- (liestard, 1992). El ideal de familia nuclear cerrada se ha desmoronado; sin em-
existir; y también, el desarrollo de métodos efectivos-de control de nacimiento. bargo, esto no ha supuesto una pérdida del rol de la familia y del parentesco' en
el mundo contemporáneo,
Las relaciones de parentesco, lejos de dejar de existir, parece que toman
Las claves de la diversidad familiar
nuevas fuerzas y se convierten en un valor sólido a partir de esta incertidumbre
La diversidad de la vida familiar ha sido y es, en todo el mundo, considera- (Iglesias de Ussel, 1997; Reher, 1997). Los divorcios, las familias monoparenta-
ble, y no parece que exista una norma estándar de las formas familiares ni una les, las familias reconstituidas, la inestabilidad de la pareja coexisten,- con redes
familia contemporánea prototípica. Como ha señalado Smith (1995), las dife- de parentesco y líneas de filiación, como si estos lazos se reforzaran a medida
rencias demográficas, económicas y las condiciones del hogar entre las distintas que el núcleo conyugal se hace inestable.
naciones del mundo tienen con frecuencia efectos importantes en el desarrollo la forma más sencilla de ilustrar los Cambios en la's estructuras familiares es
y formación de la familia. Así, por ejemplo, en los países del mundo desarrolla- haciendo referencia a los índicesde natalidad.Por ejemplo, Smith .(1986) indi-

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48 j Psicología social de la familia


La (in)definición de la familia 1 49
ca que en 1860 en Inglaterra el matrimonio promedio tenía siete hijos; en 1980
con su grupo de parentesco que reside en la localidad. También es común en la
el promedio era de dos. En España, por ejemplo, los datos de que disponemos
sociedad contemporánea la familia uniparental donde un hombre o, más fre-
muestran que en 1940 el promedio del tamaño familiar era de 4,22 y en 1981 de
4 cuentemente, una mujer, se responsabiliza ella sola de las tareas de la educación
?. 3,51 (Del Campo, 1992). Respecto de la natalidad por 1.000 habitantes se cons-
tata una disminución,en la mayor parte de los países de-la CEE. de los hijos. Esta tarea puede de nuevo desarrollarse en aislamiento, o en la ca-
sa de otros parientes (frecuentemente los padres), o en aislamiento técnico, pe-
NATALIDAD POR 1.000 HABITANTES ro en contacto con los recursos de una red de parentesco. Pensamos que acep-
( tar, o mejor, dar por supuesto que la forma nuclear es el centro de la estructura
1980 • 1997 de la sociedad contemporánea es complicado y tendencioso por las instancias
'.• que también pueblan nuestra geografía, corno la cohabitación, parejas de he-
Bélgica 12,6 .11,4 cho, adopción, acogida, separación, divorcio, nuevo matrimonio, parejas re:
( Dinamarca 11,2 12,8 constituidas. Una diversidad que lejos de complicar el panor'ama familiar lo en-
Alemania 11,1 9,9 riquece y le da sentido, además, claro está, de hacerlo inteligible.
Grecia 15,4 •
9,7
España 15,3 Así, nos encontramos con que algunas son personas que han emergido de
( 9,1
Francia 14,9 una familia nuclear y que todavía no han formado otra y posiblemente nunca la
12,4
Irlanda 21,8
( 14,2 formen; algunas són huellas de una familia nuclear en el pasado. El concepto de
Italia 11,3 9,2 «la familia» sinlinbargo, también implica un ciclo: crecemos en unq familia, la
Luxemburgo 11,4 13,1 dejamos, formamos otra en la cual los hijos crecen, la abandonan y forman otra,
Holanda 12,8 12,2 y así sucesivamente.
Austria 12,0 10,4
Portugal 16,2 Aquí hemos introducido dos conceptos que revelan por qué una definición
11,4
Finlandia 13,2 de familia universalmente compartida es muy difícil de lograr. En primer lugar,
11,5
Suecia 11,7 10,2 es importante distinguir entre «el hogar» y «la familia». Ball.(1974) define el
Reino unido 13,4 12,3 hogar como una categoría espacial donde un grupo de personas, o una persona,
tEterustai. 19981 están vinculadas a un lugar particular. Por otra parte, las familias se perciben
generalmente ¿orno grupos de personas que están vinculadas por lazos de san-
Puede observarse que ha habido una clara tendencia hacia la disminución gre y, para algunos, todavía una gran mayoría, de matrimonio (en un estudio de
del tamaño familiar y del hogar en la mayor parte de los países occidentales. Los Cruz Cantero [1995] la mayoría de las personas encuestudas piensan que los hi-
hijos ya no son un elemento esencial en la supervivencia económica de la fami- jos son ln principal razón para tornar la decisión de casarse y un 50% considera
lia, probablemente corno consecuencia del desarrollo industrial y de los siste- que quienes quieran tener hijos deberían hacerlo; no obstante, un 54% consi-
mas de protección del dobierno. La disminución de los niveles de mortalidad de dera que tener hijos no es la principal razón del matrimonio). Sin embargo, ho-
los hijos también ha cc) ntribuido a que las proporciones de nacimiento sean in- gar y familia no' tienen los mismos límites o extensión. Las familias forman, nor-
feriores a las de antaño. malmente, hogares, pero, como bien sabemos, esto no siempre es así, ati`nclue es
En relación con el incremento de la esperanza de vida se constata, por lo más común. Los padres se pueden.sepat'ar; pueden enviar a los hijos a una es-
ejemplo, que las parejas todavía viven cuando los hijos abandonan el hogar, lo cuela privada; y también un grupo dé parentesco puede localizarse en varios ho-
que supone que cada vez sea mayor la proporción de parejas sin hijos que aho- gares y puede vivir bajo el mismo techo, y puede también que no se consideren
ra son «reliquias» de familias nucleares, y no familias nucleares en proceso de a sí mismos, enitodas las circunstancias, como una familia. Los parientes mayo-
formación. La estructura de parentesco también se altera; hasta este siglo era res que viven cbn una familia nuclear puede que no se consideren a sí mismos
excepcional el niño que llegaba a su estado adulto con uno o varios abuelos vi- como parte de 'esa familia y puede, o puede que no, que sean considerados así
vos; ahora, los bisabuelos son frecuentes en el mapa familiar. Son frecuentes las por la familia nuclear en la que viven. Si no se consideran como parte de la fa-
( milia, ¿es la familia entonces nuclear o extensa?
familias que son técnicamente nucleares -esto es, viven en una unidad de pa-
dres e hijos- pero incluso son más comunes las que interactúan extensamente Otro factor notable que afecta al cambio familiar ha sido el número de ma-
trimonios y divórcios. En Europa el porcentaje más alto de divorcios, al menos
50 1 Psicología social de la familia La (in)definiclón de la familia 1 51

hasta 1989, corresponden a Dinamarca e Inglaterra, y España, Greda e Italia al 65,2%. Y no porque la tasa de natalidad de Islandia sea particularmente ba-
tienen los índices más bajos (Social Trend:, 1994). Creernos que esta, informa. ja. En 1997 el índice de natalidad en ese país era de 2,07 hijos por mujer, frente
ción tiene que interpretarse junco con el creciente número de segundos matri- al 1,41 correspondiente a la Europa comunitaria de ahora y al 2,06% de Esta-
monios. De esta manera se constata que la uniparentalidad es con frecuencia un dos Unidos. Tanto la tasa estadounidense como la comunitaria están por deba-
esratus de tránsito. 131 matrimonio goza todavía de una gran aceptación: en Es. jo de la que asegura el relevo generacional, que es de 2,1.
pata, por ejemplo, el porcentaje de hombres casados al !nenas una vez entre los En España las cifras se sitúan muy por debajo de la media europea, aunque
15 y los 75 años fue de 93,39 en 1975 y de 93,35 en 1991, y en las mujeres por el crecen a un ritmo'semelante al del resto de los países miembros de la Unión Eu-
mismo período fue de 86,27 en 1976 y de 86,23 cn 1991 (Alberdi, 1995, pág. 57) ropea. Sólo un 3,9% de los nacimientos españoles se produjeron fuera del ma-
y, en Inglaterra, el 85% de la población está o ha estado casada en algún mo- trimonio en 1980, y un 11,1% en 1996. En la muy católica Irlanda el po«enta-
mento de su vida, aunque la evidencia empírica sugiere que en los grupos de je ha pasado del 5% al 24,8%, mientras que en Italia ha evolucionado del 6%
edad más jóvenes en todos los países de la CEE la proporción de matrimonios al 15%.
ha disminuido. Si esto se debe a una preferencia por la cohabitación o simple- En el informe.sobre la situación de la familia en España dirigido por Inés
mente se trata de una dilación, es lo que hay que estudiar (Smith, 1986). Alberdi (1995), se 'insiste en que interrogarse respecto al presente y futuro de la
Los últimos Jatos demográficos ofrecidos por Eurostat (1998) muestran familia en Europa equivale e hacer una reflexión acerca de las transformaciones
que el matrimonio ha disminuido sustancialmente. Así, en 1980 el 9,6% de los que ésta ha experimentado en los últimos años, transformaciones y cambios que
nuevos europeos comunitarios nacían fuera del matrimonio. En 1996 ese por- este informe resume de la siguiente forma:
centaje se elevó al 24,3%, En esas mismas fechas los índices eran del 18,4% y el
32,4% respectivamente en Estados Unidos. El descenso de la fecundidad de la nupcialidad, por un lado, y el aumento de
r
las ruffitiarasAatrimoniales y de las parejas de hecho, por otro, han hecho surgir
HIJOS FUERA DEL MATRIMONIO EN LA CEE (%) nuevostipoíitle familias: familias constituidas de forma tardía respectd a décadas
anteriores, a menor tamaño, donde se combinan diferentes estados civiles, donde
1980 1997 se plantean renovaciones en el vínculo entre la filiación biológica y el rol social.
Aparecen las denominaciones de cohabitantes (para referirse a familias formadas
13élgica 4,1 15,0* por parejas no unidas en matrimonio), de familias monoparcntales (uno de los pro-
Dinamarca 33,2 46,3*
genitores, habitualmente la mujer con su descendencia), o de familias reconstituidas
Alemania 11,9 18,0
1,5 (uno de los progenitores más su nueva pareja, con o sin su descendencia) (pág. 15).
Grecia 3,3
España 3,9 11;14
Francia 11,4 39,0 Todo lo anterior lleva a que los autores de este informe, al igual que lo han
Irlanda 5,0 26;5 hecho innumerables estudiosos de la familia, se pregunten si es pertinente ha-
Italia 4,3 8i3 blar de «la familia» o si sería más prudente hacerlo sobre «las familias», una
Luxemburgo 6,0 16.1 8
idea que venimos sugiriendo desde el principio de este capítulo.
Holanda 4,1 18;6
Austria 17,8 28;8 Para Katja Boh (1989) no existen indicios de que la evolución de los patro-
Portugal 9,2 18'7* nes familiares en la sociedades europeas lleven aun modelo de familia europeo
Finlandia 13,1 3615 característico. Por el contrario, lo que sí puede observarse es el surgimiento de
Suecia 39,3 5319' diversos patrones familiares que se han convertido en legítimos y practicados
Reino Unido 11,5 36;7 por las personas en función de sus necesidades y condiciones de vida. Y preci-
' Duco> Je 1996.1arosint. 19911). samente porque esas'condiciones de vida y las fuerzas sociales que influyen en
ellas son tan diferentes en los diversos países europeos, esta autora se inclina a

Y en algunos países se han disparado de forma geométrica'en los. últimos creer que el desarrollo de los patrones familiares no seguirá una misma direc-
tiempos. Es el caso, por ejemplo, de Islandia, donde en 1980 nacieron fuera del ción, sino que llevará a una mayor diversificación de los patrones familiares en
matrimonio un 39,7% de los niños, en 1996 eran ya un 60,7% y'en 1997 llegan Europa. Sin embargo, concluye Boh, puede encontrarse al menos una tendencia

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52 1 Psicología social de la familia


La (in)defínición de la familia 1 53
uniforme y común en lit evolución de los patrones de la vida familiar en Europa,
importancia considerable: «El grupo familiar se constituye como agregado de
y es la convergencia.hacia la diversidad y un mayor reconocimiento de esa diver-
ocio y consumo, de plataforma de ubicación social, de núcleo de relación social,
sidad. En este mismo sentido se pronuncia Del Campo (1992) al afirmar que:
de palanca para la constitución del patrimonio, de cauce para hallar empleo, de
punto de apoyo y de recurso de amparo en caso de crisis y de. unídad de presta-
Es erróneo creer que existe un modelo único de familia, que es el que se trans-
ción de cuidados asistenciales y de salud» (pág. 130).
forma u consecuencia de la actuación de factores exógenos tan notorios como la ac-
tividad profesional de las mujeres, la secularización, o la introducción y liberaliza- Para la mayoría de la población, la cualidad esencial de la vida familiar es
ción del divorcio. No es así, sino que en nuestras sociedades se dan siempre, con un acuerdo o compromiso emocional. Las «buenas familias» se supone que
grados de vigencia diferent¿s, diversos modelos matrimoniales, cada uno de los cua- proporcionan intimidad (proximidad, relaciones satisfactorias), promueven la
les posee su propia lógica interna. La comprensión de ellos y de sus respectivas 16- .educación de los hijos y la escolarización, potencian el bienestar material de sus
gieus nos permite apreciar la coherencia y el sentido de comportamientos y de acti- miembros, su salud física y mental y su autoestima (Dones y otros, 1995; Alber-
tudes que, u menudo, se descalifican o ensalzan exageradamente, con criterios di, 1995).
ideológicos más que científicos (pág. 16), Por otra parte, de) análisis de las diferentes formas de vida familiar se infie-
re que existen algunas tareas fundamentales a las que se enfrentan las personas
También Burguilre y otros (1988) se expresan en parecidos términos cuan- que viven en cualquier agrupación: el cuidado del niño, la regulación de la se-
do afirman que nada demuestra que la evolución hacia un modelo familiar úni- xualidad, el establecimiento de un sentimiento de identidad 'y los límites, mo-
co pueda continuar en las próximas décadas. La condición de la mujer y la evo- delos de intimidad como una pareja y como alguna forma de unidad familiar,
lución de las tasas de fecundidad no van en la misma dirección. Como ha negociando roles en términos de divisiones, de obligaciones y tomas de deci-
señalado Cheal (1991), cambios rápidos en un área, como la incorporación de siones y definiendo algunas reglas sobre los Modelos de obligaciones o deberes
la mujer al mundo laboral, no implican necesariamente cambios en otras áreas, mutuos. Lo que define una familia, entonces, puede considerarse que es la ne-
como la división de las tareas domésticas. Pero también un mismo evento, pa- gociación y la complementa riedad de estas tareas. Esto sugiere una concepción
radójicamente, puede tener consecuencias tanto «positivas» como «negativas». de la dinámica de la vida familiar como un proceso. Esto es, son los intentos
Así, por ejemplo, el mayor énfasis en el bienestar individuaty en la autonomía continuos de solucionar esas tareas que personifican o expresan la vida familiar
personal es un factor igualmente considerado Por los matriboilios como por más que la forma particular —nuclear, uniparental, recímstítuida, extensa, co-
quienes solicitan cl divorcio (Liljestróm, '1986). Como 'afirmli' Del Campo muna, etc.— lo que emerge como un intento de solución. Las soluciones que las
'(1992): «Cualquier modelo matrimonial es también un modelo de divorcio, y personas pueden y se les permite intentar se construyen culturalmente, pero tal
mira explicarlos hay que referirse siempre a ambos términos» (pág. 17). modelo dinámico nos libera de la trampa de tratar de definir cualquier forma de
vida familiar como «la familia».

Funciones de «las familias»


El declive de «la familia»: los pesimistas
Unís Finque( (1998) dirá que: «La familia es un grupo humano cuya razón
de ser es la procreación, la crianza y la socialización de los hijos. En tanto que Además del discurso ideológico en contra de la familia, se han escuchado a
familia elemental, o sea, como un grupo reducido de parientes de primer grado lo largo de la historia expresiones cargadas de pesimismo, donde la connota-
(padres e hijos), se encuentra en casi todas las sociedades» (pág. 24). Y en cuan- ción ahora es, por una parte, la desaparición de la familia como consecuencia de
to a su relevancia considera que: «La importancia de la familia en el mundo ac- la pérdida de funciones asumidas, como ya hemos dicho anteriormente, por el
tual radica en que de ella depende la fijación de las aspiraciones, valores y mo- Estado Providencia y, por otra, por un desgarro aparente que se refleja en sus
tivaciones de los individuos y en que, por otra parte, resulta responsable en múltiples formas. •
gran medida de su estabilidad emocional, tanto en la infancia corito en la vida Recientemente, Richard Gelles (1995) ha llevado a cabo una interesante re-
adulta» (pág. 36). Este autor, sin pretender establecer un catálogo exhaustivo copilación de voces proféticas que o bien anunciaban el final de la familia o
de las funciones de la familia, señala algunas de las actividades que resultan de bien realizaban predicciones negativas o fatalistas sobre su crisis o continuo de-
clive. Y no comienza, como se podría esperar, con opiniones recientes que
51 1 Plicologla ;Iodo( do la familia La (in)dofInlolón do la (milla 1 55

anuncien la supuesta crisis contemporánea de la familia, sino!nada más ni nada pondría fecha a la desaparición de la familia. En 1990 no quedaría ni una sola
menos que con Platón. Y es que, como sostiene Genes, la historia de las pre- familia.
dicciones (negativas) sobre el futuro de la familia cuenta con un largo pasado. Por otra parte, al observar el incremento en las proporciones de divorcio,
Así, por ejemplo, Pistón pensaba que cl sistema familiar en Grecia era de- de la cohabitaciónsin matrimonio y la uniparentalidad, políticos y moralistas,
masiado débil para ser responsable de la educación de sus hijos. También a uno por lo general conservadores, aunque no necesariamente, han identificado una
de los padres de la sociología, Augusto Cocote, le preocupaba que la desorgani- serie de amenazas a lo que se considera la familia normal. Posiblemente, las más
zación social y la anarquía creada por la revolución francesa destruyeran la fa- contundentes sean la interferencia del Estado en las pasadas décadas y el cre-
milia corno Institución social. Pata protegerse de las presiones de los tiempos, ciente número de madres que, cada vez más, están asumiendo un empleo, lo
Comtc proponía que la familia debía retener una estructura monógama y pa- que ha supuesto poner el cerrojo a la fecundidad.
triarcal. Otro «padre», esta vez del conductismo, John Watson, predecía que el
matrimonio ya no existiría pata el año 1977..Entrc los culpables de la extinción, El caso de la familia normal exige que se discuta profundamente, porque está
el automóvil y la irresponsabilidad de los jóvenes con dinero cd el bolsillo para amenazada desde tres frentes. En primer lugar, se encuentran los grupos kininistas,
que son profundamente hostiles a la familia, fundamentalmente n1 rol de los padres;
gastilr. En el año 1929, esta vez un filósofo, Bertrand Russell, comentarla que la
en segundo lugar, la expansión del Estado moderno ha supuesto que la responsabili-
familia en todo el mundo occidental se había convertido en una sombra de lo
dad de la familia con los hijos, niños y jóvenes se haya transformado por la influencia
que era. Un declive atribuible en parte a factores económicos (estamos en los
del Estado y por los equipos profesionales de doctores y maestros cuya autonomía e
años de la gran depresión) y en parte a factores sociales (la familia no sc ajusta-
independencia de In familia cl Estado aprueba. Además, el tejido de incentivos y el
ba bien a la vida urbana). conjunto de penalizaciones por los impuestos y los sistemas de beneficio están clara-
• También el sociólogo William Ogburn, en un informe paró un comité pre- mente enfocados contra la familia normal. En tercer lugar, el desarrollo de las mo-
sidencial en los años treinta, concluiría que la familia había pell.dido gran parte dernas tecnologías como las nuevas técnicas de fertilización de embriones amenazan,
de sus funciones económicas y que, por tanto, los vínculos que fa mantenía eran a menos que se controlen, con dislocar las relaciones tradicionales en la familia (An-
bastante débiles. Para Pitrim Sorokin (1937), la familia se estaba convirtiendo . dama y Dawson, 1986, pág. 11).

en plaza de aparcamiento nocturna. Según este sociólogo, la unión sagrada en-
tre marido y mujer había comenzado a degenerar tanto que prcinto la principal En la actualidad esa visión pesimista estaría representada por David Pope-
función sociocultural de la familia sería proveer de un espacio para que las per- noe (1993), que, al comparar los cambios en las familias norteamericanas con
j/
sonas se encontraran por la noche para practicar el sexo. Descle!el ámbito de las los cambios que han tenido lugar en Suecia, concluye que la institución de la
ciencias políticas, Barrington Moore (1958) predecía que la fa.milia no podría familia se encuentra cada vez más debilitada. Para esté autor, la familia corno
soportar las fuerzas de los cambios sociales y tecnológicos, deteriorándose su institución social está perdiendo su poder y sus funciones sociales y, cada vez
capacidad para desempeñar sus funciones sociales y psicológicas. No obstante, más, su importancia e influencia. Popenoe se basa en el supuesto de que la fa-
proponía una solución para aislar a la familia de las fuerzas del cambio social: milia es principalmente un instrumento social para el cuidado de los niños. Por
afirmar la. autoridad paternal sobre los hijos. Urie Bronfenbrcnner también se tanto, el incremento en la cohabitación, el incremento de nacimientos fuera del
mostraría pesimista sobre la familia moderna, principalmente por un problema: matrimonio, el número cada vez mayor de madres trabajadoras, y el incremen-
no había nadie en casa. to en el número de niños que desde temprana edad son cuidados en guarderías
El creciente número de familias monoparentales y de madres trabajadoras u otros centros son las tendencias que han debilitado a la familia y la están ame-
daba lugar a que demasiados niños y adolescentes fueran criados y educados nazando de muerte.
por la televisión y por sus iguales, lo que crearía problemas tanto para el indivi-
duo como para la sociedad. Un historiador, Christopher Lasch (1977), para
quien la familia debería ser un paraíso en un mundo sin copión, observará un La familia en plena-forma: los optimistas
lento declive de la familia en los últimos cien años y cada vez más acentuado. '
• Los signos: crecientes tasas de div.orcio, declive de las tasas de natalidad, el También hay 1.1,n conjunto importante de autores, además de los ya comen-
cambio de cstatus de las mujeres y lo que el denominaría la revolución en el ám- tados en el apartado de funciones de la familia, que perfectamente podríamos
bito de la moral. Finalmente, otro sociólogo, Amitai Etzioni (1977) también incluirlos aquí, para quienes los cambios que se pueden observar en las familias

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56 J Psicología social de la ramilla


La (in)definición de la familia 1 57
son signos de adaptación y desarrollo. Por ejemplo, Alice Rossi (1978) argu-
mentaba que el denominado «declive» de la familia era más uha cuestión de se- La familia actual es entonces, sí algo, una versión fortalecida de sus prede-
mántica y lenguaje que de estadístieas. Y es que lo que hace stños se definía co- cesoras, y a la pregunta de si el desarrollo de las instituciones ha liberado a la fa-
mo desviante ahora se etiqueta como variación o diversidad. Para esta aurora, milia de su rol en la educación, salud, gobierno, economía, religión y recrea-
los cambios que han ocurrido y que continuarán ocurriendo cola familia son ción, Fletcher considera que sí, pero en el sentido de que ahora está más
signos de una cualidad saludable y experimental de la familia al adaptarse a las comprometida en satisfacer con más detalle, sofisticación y refinamiento las ne-
condiciones de la sociedad moderna y de otras instituciones sociales. También cesidades de sus miembros, y también en el sentido de que está más íntima-
para Edward Kain (1990), la idea del declive de la familia es un mito. Un mito mente vinculada con las instituciones de la sociedad en general; las funciones de
basado en el deseo de volver a algún tipo idealizado de la familia en el pasado. la familia se han incrementado en detalle y en importancia (Fletcher, 1966). La
Hay que decir que esta percepción ha cambiado sustancialmente con el idea subyacente es que la familia moderna ofrece oportunidades para una ma-
tiempo, en muchos casos por una percepción radicalmente distinta que podría- yor proximidad e intimidad que en las sociedades preindustriales, Una función
mos resumir con las palabras de Fernando Savater: clave de la familia, entonces, de acuerdo con este acercamiento, es su habilidad
para proporcionar un lugar para el apoyo emocional y para las relaciones.com-
El grito provocador de André Gide —«;Familias, os odiol»— que tanto eco tu- plementarias y satisfactorias. Así, el declive ha dejado de ser tal para convertir-
vo en aquellos años sesenta propensos a las comunas y el vagabundeo, parece haber se en el momento actual en un verdadero recurso.
sido sustituido hoy por un suspiro discretamente murmurado: «Familias, os echa- Irene Thery (1997) considera que la familia contemporánea no es ya tina
mos de menos..» (Fernando Savater, 1997, 59). institución, es una red relacional:

Una opinión similar ha expresado Lluís Flaquer (1998), que observa un cre- La familia no es lo que era porque su función ha cambiado radicalmente. Así,
ciente prestigio de la familia en nuestra sociedad, prestigio generado, según este en una obra reciente el sociólogo Frangois de Singly, traduciendo bastante bien la
autor, por la mayor necesidad psicológica que tenemos de ella y por su menor opinión más extendida, resume: «Sí, la familia ha cambiado. No es sólo que su mar-
importancia institucional. Para este autor, la familia ha perdido consistencia ins-' co institucional se haya hecho añicos, sino que su función básica se ha modificado
titucional, pero ha ganado intensidad psicológica y emocional. «La pérdida de igualmente. Durante mucho tiempo su papel fundamental ha sido la transmisión del
peso de la familia en la organización social ha acompañado su importancia cada patrimonio, económico y moral, de una generación a la siguiente. Hoy la familia
tiende a privilegiar la construcción de la identidad personal, lo mismo en las rela-
vez mayor como fuente de identificación emocional. A medida que se ve privada
ciones conyugales que en las existentes entre padres e hijos». • •
de entidad como institución, más la valoramos. Uno de los principios que rigen Desde esta perspectiva, la familia en cuanto grupo se puede considerar como el
la ciencia económica es que lo que valoramos es justamente la escasez y no la producto de la individualización democrática y no como lo opuesto a ella. De acuer-
•• 'abundancia. En el plano de los afectos sucede exactamente lo mismo. Si en los do con un movimiento de creciente psicologización y sentimentulización del fenó-
años sesenta la familia sobraba, ahora falta» (Flaquer, 1998, pág. 199). meno familiar, la idea que hoy domina es la de intersubjetividad. Ésta es la razón de
También Fletcher (1966) y Shorter (1977), en la línea de los argumentos an- ser de la familia, lo mismo que cl amor cs su principio de funcionamiento (Thery,
teriores, han tratado de demostrar que en el siglo xx la familia no está en decli- 1997, págs. 35-36).
ve, sino que más bien es una institución recompensante que satisface las nece-
sidades de la economía y de la autorrealización y autonomía del individuo. Se podría decir, desde el bando de los optimistas, que si bien los cambios en
Ambos autores describen la familia preindustrial y victoriana en términos total- las formas familiares están aconteciendo de manera muy rápida en este final de
mente negativos. Para Fletcher, el trabajo incesante, la falta de facilidades re- siglo —hay más divorcio, más cohabitación sin matrimonio, más padres/madres
creativas o educativas y las pobres condiciones del hogar hicieron de la vida fa- solteros/as, etc., y, en consecuencia, proporcionalmente menos familias «con-
miliar preindustrial un estado de problemas y aventuras apenis tolerable. vencionales» y la legislación para facilitar el divorcio y el tratamiento de las pa-
Igualmente, Shorter afirma que la industrialización liberó a la familia de su for- rejas cohabitantes como casadas ha contribuido probablemente a esta situación—
ma habitual de comportarse en la que sus necesidades eran secundarias a la's de no hay, sin embargo, una evidencia clara que sugiera que sc esté evitando el ma-
la comunidad. La industrialización permitió que resurgieran las emociones na- trimonio y la edúcación de los hijos, o que el ideal de una pareja felizmente ca-
turales y la libertad individual, sada con hijos no se encuentre entre las expectativas más añoradas de un gran
sector de la población. Por ejemplo, el testimonio de la regularidad con la que
58 1 Psicologla social de la familia La (in)deflnición de la familia l 59

las personas divorciadas se vuelven a casar y el número de parejas estables co- hijo, tía y sobrino, que cumplen las funciones necesarias para asegurar la su-
habitantes que consideran que sus relaciones tienen la misma fuerza de un ma- pervivencia del grupo familiar, como la reproducción, la socialización de los ni-
trimonio, y el hecho de que la nupcialidad desciende por circunstancias socio- ños y la gratificación emocional (Whinch, 1979). Una definición que con. fre-
económicas y no por carencia de voluntarios, corno puede constatarse en las . cucncia es una forma de establecer a la familia nuclear heterosexual como la
numerosas encuestas sobre la juventud, son sugerentes indicadores, En este norma.
—Otras definiciones aceptan que pueda existir un adulto soltero corno ca- fi
sentido, según el trabajo de Cruz Cantero (1995), el 68% de lt¡ población opina
que la institución del matrimonio es socialmente importante Y un 81% le con- beza del hogar, pero con el reqiiisito de la presencia de un niño o adulto de-
cede un significado particular. Esta tendencia dota, según Iglesias de Ussel pendiente (Popenoe, 1993).
(1998), de gran relevancia a las orientaciones familiares de lós ciudadanos de —Otros estudiosos recomiendan la necesidad de explorar las' raíces de las
hoy, en una sociedad con libertad efectiva de elección u opción vital porque el variaciones en la familia en una multitud de identidades étnicas, raciales y cul-
matrimonio ha dejado de ser una necesidad social. turales (Thomas y Wilcox, 1987; Cheal, 1991).
• —Para otros, todavía no hemos podido comprender las variaciones en la es-
Son tantas las voces que por optimismo o pesimismo han vislumbrado la úl-
tima crisis de la familia que, de entrada, hay que destacar su asombrosa capaci- tructura, función e interacción de las familias porque éstas siempre han sido
compara das cojael modelo de familia nuclear de raza blanca y clase inedia (Gu-
dad para adaptarse y sobrevivir. Y, corno ha señalado Julio Iglesias de Ussel
(1998), no parece que sus evidentes y profundas transformaciones hayan causa- brium y Holstein, 1990; Stacey, 1990, 1993; Thome, 1992).
—Una posición similar a la anterior es aquella según la cual las familias que
do su decadencia, sino más bien su éxito al ajustarse a las nuevas y diferentes
condiciones culturales, sociales y económicas de las que forma parte. no coinciden con la familia nuclear estándar tienden a ser consideradas como
«desviantes» (Hutter, 1981; Cheal', 1991; Smith, 1993; Burgess, 1995).
Es difícil sintetizar los intensos cambios de la familia española en las dos últi- —También'se ha sugerido que la familia se define por las experiencias indi-
mas décadas. Pero tal vez convenga subrayar que los datos disponibles permiten viduales-in lorluna estructura particular y que, por lo tanto, ninguna forma
sostener que, Pese a la intensidad Je sus transformaciones y del contexto donde se familiar es siernpte la adecuada para todo tipo de personas (Gubrium y Hols-
inserta, la familia goza de buena salud. Más aún que en el pasado es un escenario tein, 1990).
muy vivo de solidaridades e instrumento extraordinariamente importante para la —Para algunOs, los cambios que están produciéndose en las familias en el
cohesión social (Iglesias de Usad, 1998, pág. 317). mundo occidetttat, como el incremento de los divorcios o la cohabitación, se-
ñalan el debilitamiento o incluso la muerte del matrimonio y la familia (Bellah
y otros, 1985; Cheal, 1991; Popenoe, 1988, 1993).
El problema de «la» definición
Finalmente, otros autores argumentan que el retrato de la familia como un
Llegados a este punto y después de haber examinado en las páginas previas todo unificado y armonioso oculta desigualdades internas y relaciones de coer-
las diferentes «realidades» de la familia, creemos que la búsqueda de una defi- ción búadas en jerarquías de género y edad que dan al hombre adulto una ma-
nición compartida de la familia tampoco parece que pueda facilitar nuestra yor autoridad y poder que puede ser perjudicial para las mujeres y los niños
comprensión de la complejidad y diversidad de la vida familiar, tanto intra co- (Cheal, 1991; Smith, 1987; Balswich y Balswich, 1995).
mo interculturalmente y tampoco creemos, después de los análisis previos, que Son numerosos los autores que defienden que no existe una definición úni-
exista una remota posibilidad de que eso sea posible. Prueba de ello es, como ca y correcta de la familia (por ejemplo, Sprey, 1988a, 1990; Doherty y otros,
ha señalado Smith (1995), la controversia que rodea al debate sobre la defini- 1993; Ingoldsby y Smith, 1995; Bernardes, 1997). Más bien, lo que existe son
. ción de «la familia». Esta autora ha identificado diferentes tipbb de definiciones numerosas 'definiciones formuladas desde una perspectiva teórica en particular.
de la familia que implican criterios a veces radicalmente opuestos, y que resu- Corno ha señalado Smith (1995), es la teoría la que da fortha a nuestras defini-
mimos a continuación: ciones y expectativas de la vida familiar, Para esta autora, la forma en que res-
pondemos a la pregunta «(qué es la familia?» depende en parte de cómo pen-
—Algunos autores definen a la familiit como un grupo de personas relacio- samos acerca de las familias, sus semejanzas y sus díferendas. De igual modo, lo
nadas que ocupan posiciones diferenciadas, tales corno marido y mujer, padre e que conocemos acerca de las familias se basa también en las teorías que guían

". -
60 1 Psicología social de la familia La (in)definición de la familia 61

nuestra investigación, puesto que es la teoría la que determina los aspectos qüe está llevando a numerosos científicos sociales a preocuparse por la redefinición
estudiarnos.
de sus unidades de análisis, de forma que sean apropiadas a las condiciones
En este sentido, Stacey (1993)'considera que no es posible una definición contemporáneas» (pág. 125).
positivista de la familia. Para esta autora, los estudios antropológicos e históri- Como ha señalado Cheal, el problema de redefinir estas unidades de análi-
cos demuestran que la familia no es una institución, sino un constructo simbó- sis' es que, incluso cuando un término común como «familia» se utiliza como la
lico e ideológico con su propia historia y referentes políticos. El concepto de fa- principal unidad de análisis, ese término se utiliza para significar cosas diferen-
milia se ha empleado tradicionalmente para significar principalmente una tes. Por otra parte, también se ha cuestionado si la familia debe ser la unidad
unidad doméstica, heterosexual, conyugal y nuclear, idealmente con una figura básica de análisis e incluso se ha cuestionado, por parte de autores como Ber-
primaria encargada de obteíter los recursos económicos (el hombre) y la mujer nardes, (1997) no sólo sí realmente sabemos lo que es una familia sino incluso
ocupando un rol doméstico y del cuidado de los hijos. Para Stacey, esta defini- si existe esa cosa llamada familia.
ción unitaria y normativa de la organización doméstica legítima omite, olvida y Según Cheal, la solución más radical a las dificultades que plantea definir lo
margina otras posibililides vinculadas a la diversidad racial, de clase, género que se quiere significar por «familia» es abandonar este término en su uso con
y sexual y ha exacerbado numerosas desigualdades. Una definición que, según propósitos teóricos. Un representante de esta posición es John Scanzoni y sus
esta autora, ha encontrado en la retórica de los valores familiares el señuelo o colaboradores quienes recomiendan que el concepto «la familia» no debería
tapadera para prejuicios ciertamente con menos'reputación. volver a ser utilizado por los científicos sociales debido a que es demasiado con-
Desde posiciones feministas la familia se ha identificado con Frecuencia co- creto, es decir, deMasiado específico tanto históricamente como culturalmente.
mo un constructo ideológico (Barrétt, 1980), es decir, cómo un conjunto de En su lugar estos 'autores recomiendan utilizar el concepto de orden superior de
ideas creadas y mantenidas por grupos sociales particulares; a cuyos intereses «relaciones primarias», bajo el cual pueden subsumirse diversas clases de víncu-
sirve (Cheal, 1991). La ftimilia sería, por lo tonto, el resultado de un proceso los convencionalmente definidos como relaciones familiares. No obstante, Che-
histórico de construcción social de la realidad. al considera que la posición recomendada por Scanzoni y otros (1989) presen-
También desde la tradición feminista se ha planteado que si se quiere com- ta importantes déficits, puesto que es cuestionable que sea posible o deseable
prender realmente la vida familiar se debería «desconstruin> o descomponer el evitar la influencia de la cultura en la teoría social mediante d uso de palabras
concepto de familia. Como señala Cheal (1991), ello implida disolver el con- , o frases esotérieds. Es más, según este autor, ese intento puede servir para en-
cepto de unidad familiar para estudiar en su lugar estructuSsIbyncentes tales mascarar la naturaleza de los influencias culturales, dificultando el análisis y el
como el sistema de sexo/género. Es más, de acuerdo con`la revisión de Cheal, debate de cuestiones teóricas.
algunos planteamientos feministas argumentan que la razón por la que se con- Es precisamente en ese contexto donde puede caracterizarse la visión pos-
tinúa pensando en «la familia» como una unidad social activa es debido al aura positivista de la fhtnilia como un elemento del conocimiento cotidiano del mun-
de santidad que rodea a la familia en las sociedades capitalistas (Wearing, do social que puede ser objeto de investigación por las ciencias sociales (Cheal,
1984). Incluso, en relación con lo anterior, se ha defendido que el concepto de 1991). Según Cheal, desde esta orientación la familia es un sistema de creencias
• familia es una «ilusión socialmente necesaria». Puesto que el concepto de fami-
cargadas moralMente que representan intereses económicos y políticos en las
lia es de hecho la base para Jos estudios científicos de la familia, esta posición relaciones sociales concretas. Representan este acercamiento planteamientos
amenazaría el verdadero corazón de una ciencia social de la familia (Cheal, como el de Beechey (1985), para quien la familia es un constructo mental pro-
1991).
ducto de una ideología fnmilista, o el de Bernardes (1985, 1997), que propone
Para David Cheal el reconocimiento de esa diversidad plantea un impor- una nueva generación de estudios de lit familia que desplace a «la familia» de su
tante reto a la teoría social, al menos en su versión positivista «esto es debido a estatus como una realidad que se da por supuesta. También Cheal (1988) en es-
que en cualquier campo de estudio científico debe existir algún tipo de acuer- te contexto afirma que no existe una forma universal de «la familia» y que «la
do acerca de cuáles son los objetos de investigación, de forma que puedan in- familia» es un término utilizado por los actores sociales para etiquetar aquellos
cluirse en un discurso teórico común, y de forma que puedan generarse obser- vínculos que se cree que involucran relaciones íntimas duraderas (Cheal, 1991).
vaciones comparables con el propósito de la verificación repetida de hipótesis. Centrándose también en el uso del lenguaje en la construcción social de la fa-
Esta preocupación lleva a la definición de las unidades de análisis. En el mo- milia, Gubrium y Holstein (1990) consideran que el término «familia» es parte
mento presente, el creciente reconocimiento de la diversidad de la vida familiar de un discurso particular para describir las" relaciones humanas dentro o fuera

16
62 Í Psicología social de la familia

cid hogar. El discurso familiar sería para estos autores mi mudo de comunica- 3 EL DESARROLLO TEÓRICO EN EL ESTUDIO
ción que asigna significados tanto a las relaciones interpersonales como a las ac- DE LA FAMILIA
titudes que los actores tienen la intención de adoptar hacia loi otros, así como
al curso de acción que se proponen tomar.
Harris (1983) considera «la familia» como una «clase» de grupos, una cla-
se que se referiría a todos los grupos formados por extensión de las relaciones
elementales de la familia nuclear, como, por ejemplo, las relaciones entre espo-
sos, entre padres e hijos o entre hermanos.
Esta confusión o división acerca de cómo debe definirse la familia o, en
otros términos, esta inestabilidad de la principal. categoría analítica existe, de
acuerdo con Chen!, porque se ha tratado de modificar ciertos significados con- '
vencionales del término «familia» con la esperanza de que se facilitaría la des-
capción de prácticas sociales nuevas y emergentes. Una inestabilidad que no
tiene por qué tener efectos negativos, sino que incluso puede ser recomendable,
puesto que permite el desplazamiento entre diferentes usos de los conceptos en Es imposible incluir sólo magnitudes observables en toda teoría. Más
diferentes juegos del lenguaje. bien es In teoría la que decide lo que se puede observar (Albert einstein
Después de examinar las dificultades que plantea la definición de la fami- a Heisenbcrg).
ha, compartimos la idea de que no existe una única definición, o que la diversi-
dad de la vida familiar no puede reducirse en una única definición. Más bien és- Moraleja: las buenas teorías son útiles. Lns malas teorías se desvane-
tas dependen del marco teórico y de los planteamientos epistemológicos que cen y, en general, no merece la pena el esfuerzo de probar que una teoría
es mala o falsa (Wesley R. Burr, 1995, pág. 75). •
asume el investigador, así como del contexto sociocultural en el que se encuen-
tra. De esta forma, en los siguientes apártados examinaremos el contexto socio-
cultural y los planteamientos epistemológicos en los que se enmarcan los desa-
rrollos teóricos en el ámbito de la familia y, posteriormente, se examinarán las Naturaleza y funciones de las teorías sobre la familia
definiciones que las diversas alternativas teóricas al estudio de la familia asumen
implícita o explícitamente. El diccionario de la lengua española de la Real Academia, además de las de-
finiciones más clásicas de la palabra «teoría» (1. Conocimiento especulativo con-
siderado con independencia de toda aplicación; 2. Serie de las leyes que sirven
para relacionar determinado orden de fenómenos; 3. Hipótesis cuyas consecuen-
cias si aplican a toda una ciencia), nos ofrece una cuarta acepción, según la cual
«teoría» también puede referirse a una «Procesión religiosa entre los antiguos
griegos». En efecto, la raíz de la palabra «teoría» procede del griego (01cop(ct) y
»significa «contemplar», «mirar a». Además, en tiempos pasados, esta palabra
también podía significar «mirar con admiración y asombró a una deidad» (Sprey,
1988). No sin cierta ironía, Jetse Sprey nos sugiere que esa deidad parece haber
sido reemplazada por las pantallas de ordenador, mientras que la contemplación
se encuentra reglamentada por metodologías que, de diversas formas, tratan de
habilitar a sus productos como '«causales» y/o «científicos» (pág. 875). Para este
autor, lo que no ha cambiado desde entonces es el hecho de que la actividad de
teorizar continúa siendo una empresa humana en la que las preguntas y respues-
tas se conciben dentro de un tiempo y en un escenario sociocultural único.

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64 j Psicología social de la familia


El desarrollo teórico en el estudio de la familia 1 65,
Una posición que, precisamente, serviría como criterio organizador del úl- 1. Acumulación: Las teorías nos ayudan a acumular y organizar los hallaz-
-.9 timo handbook
editado sobre el estado de las teorías y métodos de investigación gos de la investigación. Las teorías nos dicen cómo seleccionar y organizar los
en el ámbito de estudio de la familia, Este trabajo, editado por Boss y otros resultados de la investigación en agrupamientos significativos.
(1993), se
diseñaría explícitamente desde el punto de vista de que las teorías de 2. Precisión: Las.teorías nos permiten articular y especificar más cuidadosa-
la familia son creaciones de investigadores que utilizan, unas lentes conceptua- mente las ideas que lo que permite el lenguaje cotidiano. Al pensar teóricamen-
les particulares que están formadas o modeladas por su contexto sociocultural. te nos forzamos a clarificar lo que los conceptos y relaciones realmente significan
Ello implica que Ja descripción que se nos presenta en este.
handbook del esta- y lo que incluyen y excluyen. Esta precisión facilita además la comunicación en-
tus plisado y presente de este área de investigación refleja también las perspecti- tre, investigadores familiarizados con ese lenguaje.
vas, valores y sesgos de los editores. Existe así un compromiso con una visión 3. Guía: Las teorías orientan a los investigadores a desarrollar y comprobar
contextual de este área de investigación. Una visión que no asume, pues, la mar- hipótesis. Las teorías también dirigen nuestra mirada hacia nuevas clases de evi-
cha irievitable del progreso científico, sino la interrelación entre estudiosos de la dencia en apoyo de una teoría, aunque también resulta relativamente fácil crear
familia, las familias que estudian y el contexto sociocultural que rodea a ambos. evidencia en apoyo de una teoría que nos agrada. Las teorías, por lo canto, pro-
En este sentido, David Cheal (1991) ha subrayado que los cambios en la teoría mueven el espíritu crítico, en el sentido de dirigir los esfuerzos no sólo a apoyar
sobre la familia con frecuencia son una respuesta a los cambios que tienen lugar las teorías, sino también para refutarlas.
en la vida familiar, lo que explicaría en parte la diversidad de los acercamientos 4. Conectiuidad: Las teorías demuestran cómo las ideas están conectadas
explorados por los investigadores; así como la gran diversidad de definiciones y unas con otras y con otras teorías. Esto permite identificar lo que dos o más teo-
redefiniciones de la familia. No resulta extraño, pues, que en medio de esta flo-
rías tienen en común o cómo pueden conectarse o combinarse utilizando ele-
reciente confusión no pueda identificarse una línea clara y definida de desarro- mentos de cada una,
llo teórico, porque según Cheal ni deberíamos esperar encontrarla ni sería de- . 5. Interpretación: Las teorías ayudan a entender cómo operan los fenóme-
seable que la hubiera,
• nos que esa teoría trata. En la interpretación son relevantes dos fenómenos. Por
También Klein y White (1996), en una reciente revisión de las teorías sobre , une parte, facilita la descripción, en el sentido de que proporciona una imagen
la familia, nos recuerdan que las teorías son creaciones humanas que dependen plausible de las estructuras o procesos que podernos aceptar como razonables
de la forma en que interpretamos o damos sentido a nuestras experiencias. En dados los supuestos de la teoría, Por otra parte, las teorías evocan o promueven
este sentido, una teoría también implica una visión limitada que se basa en un «historias» acerca de cómo funcionan las cosas.
vocabulario, ideas e interpretaciones particulares de la vida familiar. jetse Sprey 6. Predicción: Las teorías también señalan hacia lo que púede ocurrir en el
asume este punto de vista y mantiene que teorizar es una actividad diseñada pa- Futuro, aunque también son útiles para entender lo que ha ocurrido en el pasa-
ra explicar nuestro mundo. Una actividad donde «las cuestiones planteadas re-
do o está ocurriendo en el momento presente. Ello no significa que una teoría
flejan los intereses, aspiraciones y expectativas tanto de quienes preguntan co-
deba predecir el futuro, sino que no debería ser irrelevante al futuro. Si sabe-
mo de quienes responden» (1990, pág. 15). Para este autor, las teorías ofrecen a mos lo que una teoría predice, ello puede contribuir a la función señalada ante-
sus consumidores comprensión, previsión y, quizás, un grado de poder. Con el riormente de guía. Para Klein y White, se espera que una teoría se mantenga en
9 objetivo de expresar la idea de que la teoría es una construcción.' humana, en lu- el futuro en la medida en que sus predicciones se confirmen.
gar de un conjunto de ideas sin un origen obvio, Doherty y otros definen la reo- 7. Explicación: Las teorías proporcionan respuestas a preguntas como «por
ría tanto como un 'proceso como un producto: «Teorizar es 'el Proceso de for-
qué» y «cómo». En general, se considera que la explicación es la función más
mular y organizar sistemáticamente ideas para comprender un fenómeno
importante de una teoría. Sin teorías no podríamos determinar por qué y cómo
particular. Una teoría es el conjunto de ideas in terconeeradas que emerge de ese ocurren las cosas en la forma en que lo hacen.
proceso» (Doherty y otros, 1993, pág. 20). Un proceso que, para Adams y Stein-
metz (1993), trata de responder a las preguntas de cómo, por qué y bajo qué
Para Suzanna Smith (1995), si las teorías se definen como conjuntos de
condiciones, y que, por tanto, hace de la explicación su característica principal.
ideas interconecradasque enmarcan al inundo de cierta forma y guían la forma
Es precisamente ésa función explicativa la que consideran David Klein y ja- en que observamos y explicamos los fenómenos, de la misma manera, las teorías
mes White (1996) como la función más importante de las teorías. Para estos au- de la familia estructuran la forma en que pensamos acerca de la familia, lo que
tores pueden identificarse las siguientes funciones de las teorías:
observamos, cómo interpretamos ese conocimiento y la forma en que utilizamos
r.

66 1 Psicología social de la familia El desarrollo teórico en el estudio de la familia l 67

la información en decisiones que afectan a la vida familiar. Las teorías, por lo Más de treinta años después del trabajo de Harold Christensen, Dohcrty y
tanto, tienen un profundo efecto en lo que conocemos acerca de las familias. En otros (1993), en el capítulo introductorio del último de los handbooks publica-
este sentido, David Cheal (1991) ha subrayado que los acercamientos teóricos do en el siglo xx, coinciden básicamente con el análisis de Christensen, aunque,
involucran también juicios de valor sobre el propósito y apliCaciones del cono- como hemos visto, dando un mayor énfasis a las fuerzas sociales y culturales
cimiento científico. De acuerdo con Doherty y otros (1993), a este plantea- que configuraron el desarrollo teórico en el ámbito de la familia. En su revisión,
miento también subyace la creencia de que la ciencia social de la familia debe- Doherty y otros, a partir de un análisis histórico y sociocultural, basándose en
ría hacer más para reflejar, examinar y criticar su cultura y sg tiempo. Debería el trabajo de historiadores sociales y culturales, establecen cinco períodos: el
buscar oportunidades para dar forma al discurso público y profesional acerca primero de ellos se correspondería con la denominada era progresista y de la re-
del bienestar de las familias y de los menores, de los hombres y de las mujeres. forma social, período donde surgiría este área de estudio; el segundo período,
Debería ser especialmente sensible a las cualidades únicas y ambiente único que comprendería los años veinte y treinta, se caracterizaría por un giro indivi-
de las familias que no discurren por la corriente principal deluna sociedad plu- dualista y es el período en el que el estudio de la familia se centraría fundamen-
ralista. Y debería trabajar tanto por la aplicación del conocimiento como lo ha- talmente en los aspectos interaccionales y psicosociales de la vida familiar con
ce por la generación del mismo. Una opinión que comparte J;etse Sprey (1990), el trabajo de Burgess (1926); el tercer período se correspondería con el período
que percibe un nuevo estadio en el que la teorización comienza a percibirse no de posguerra, al que Doherty y otros denominan la era de la normalidad, que
sólo como una actividad explicativa, sino también como . una actividad crítica duraría hasta los años sesenta; el siguiente período correspondería a los años se-
y/o emancipatoria (véase el capítulo 6). - senta y setenta, donde se rompería el consenso de posguerra. Finalmente, tanto
Doherty y otros como otros autores coinciden en señalar a los años ochenta
como el momento en que se produce una inflexión en el estudio de,la familia
Breve historia del desarrollo teórico en el estudio-de la familia como restitado1-de nuevas tendencias culturales, históri6s y académicas,
abriéndose unkueva era en el estudio de la familia que se caracteriza por el
Harold Christ'ensen (1964), en el capítulo introductorio del que sería el pri- pluralismo. Para'Doherty y otros, estos cambios e-influencias serán los que con-
mer handbook sobre el matrimonio y la familia, dividía la historia de este cam- figuren las características y tendencias en el estudio de la fainilia en la década
po de investigación en cuatro estadios de desarrollo. El primero, al que deno- que cierra el siglo xx.
minaría' como período de «preinvestigación», comprendía el período anterior a A continuación, y a partir de los trabajos de Christensen (1960, Thomas y
1850 y se caracterizaba por creencias tradicionales y especulaciones filosóficas. Wilcox (1987), Doherty y otros (1993) y Klcin y Whitc (1996) se realiza un aná-
El segundo período comprendía la segunda mitad del siglo XIX y se caracteriza- lisis más detallado de la evolución teórica en el estudio de la familia, examinan-
ba por una investigación «de biblioteca» que examinaba las tendencias históri- do los principales hitos y contribuciones a este desarrollo, en cuatro períodos:
cas y evolutivas de la familia. Christensen denominaría a este periodo como dar- a) era progresista y'cle la reforma social; b) el estudio de la familia como ciencia
winismo social,. puesto que consideraba que lo que se intentaba probar era la emergente (años'veinte-cuarenta); c) construcción teórica sistemática (años cin-
superioridad de las estructuras familiares del mundo occidental industrializado cuent&-setenta); y d) phiralismo (años ochenta hasta el momento actual).
sobre las familias «primitivas» no occidentales. El tercer estadio de desarrollo
comprendía la primera mitad del siglo xx, período durante el cual, según Chris-
Era progresista y de la reforma social: segunda mitad siglo xix-1920
tensen, el estudio de la familia se convertiría en una ciencia emergente. De
acuerdo con Christensen, el principal foco de atención de los investigadores en Para Doherty y otros (1993) la ciencia contemporánea de la familia nace en
este período sería la familia entendida como un grupo pequeño en interacción. Estados Unidos durante la era progresista, que Howard (1981) sitúa entre 1880
El cuarto estadio, que comprenderla el período posterior a 1950, lo denomina- y 1920, durante el mismo período en que nace la sociología como disciplina, Es-
ría construcción teórica sistemática, un período donde los investigadores co- ta era se caracterizabÁ-por una fuerte preocupación por una reforma social que
nienzarían a prestar una mayor atención a lis bases conceptuales de este área de respondiera a los problemas creados por la industrialización y la urbanización.
estudio, así como a la identificación de los marcos conceptuales que guiaban la De acuerdo con la revisión de Thomas y Wilcox (1987), uno de los aspec-
investigación para ordenar un creciente y cada vez más diverso cuerpo de in- tos más importantes en el estudio de la familia a finales del siglo xrx fue el sur-
vestigación empírica sobre la familia. gimiento de la creencia en la necesidad de resolver problemas sociales, muchOs
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68 1 Psicología social de la familia El desarrollo teórico en el estudio do la familia 1 69

de los cuales estaban íntimamente relacionados con la familia. En esta época sistemas de vnlores.en conflicto,.uno que enfatizaba las imágenes idealizadas de
pueden identificarse dos visiones opuestas de la familia: la de los reformadores la familia y otro basado en las demandas de un Estarlo moderno y democrátiCo.
sociales (algunos de los cuales se deriominarían más tarde trabajadores sociales) Como ha señalado Thomns y Wilcox, la preocupación por los problemas so-
y la de los profesionales, que más tarde serían conocidos como sociólogos. De ciales también se manifestarla en un emergente campo de estudio, la psicología
acuerdo con Thomas y Wilcox, estas dos perspectivas.sle la familia llevaron a social, donde serían particularmente relevantes los trabajos de William James,
metodologías diferentes, así como a acercamientos teóricos distintos en el estu- Charles Cooley y Thomas y Znaniecki (Martinchtle, 1960). Así, sería Cooley quien
dio de la familia. En términos de Howard (1981), para los sociólogos la meta de tomaría las ideas de James acerca del selfy las aplicaría a la sociedad, caracteri-
su profesión sería el conocimiento social científico desarrollado a partir de la zando a los grupos primarios (la familia, los grupos de iguales, etc.) como los
investigación empírica de los•fenómenos sociales y libre de escrúpulos morales, principales agentes de socialización. Como subrayan estos autoras, desde esta
mientras que para los trabajadores sociales ser científico significaba modelar su perspectiva, la reforma de la familia no resolvería necesariamente los problemas
profesión a partir de la medicina, especialmente en su metodología de diagnós- sociales, dada la importancia de otros agentes de socialización. Es también en es-
tico, la prescripción de tratamiento a partir della diagnosis, y la observación y te período cuando se produce la publicación de la obra de Thomas y Znaniecki
seguimiento de los resultados del tratamiento. (1918-1920), con el que comenzaría el interés por los procesos internos y subjeti-
Los reformadores sociales consideraban a la familia como un elemento.fun- vos en las familias, centrándose la preocupación de los investigadores en la inte-
(lamental para la salud de la sociedad, Una institución frágil amenazada por di- racción familiar, en lugar del estudio cle las relaciones externas de la familia con
versos problemas sociales y que necesitaba de protección ante las condiciones instituciones más amplias de la sociedad. Una perspectiva más microscópica y
sociales imperantes. El incremento del número de divorcios se consideraba co- psicosociológica a la que daría un empuje definitivo Erncsr Burgess.
mo una de las grandes amenazas a la supervivencia de la familia, y los rápidos
cambios sociales, los efectos negativos de la industrialización y de la urbaniza-
ción se consideraban,corno causas de la desorganización familiar. Para los so- El estudio de la familia como ciencia emergente: años veinte-cuarenta
ciólogos, por el contrario, la familia representaba una institución adaptable que De acuerdo con Howard (1981), en este período se produce un cambio de
había evolucionado a lo largo de siglos, y los problemas sociales eran un signo énfasis en los temas clave en el estudio de la familia, trasladándose el acento
de que los roles familiares necesitaban cambiar. desde el análisis de la familia en el contexto de una comunidad a la interacción
Los sociólogos mantenían una percepción distinta deelá fittn.ilia, influidos entre los miembros de la familia. No cabe duda de que el hito más importante
por el darwinismo social, Así, los primeros sociólogos norteamericanos, entre que se produce en este período será la publicación en el aiio 1926 del artículo
los que se incluyen William Sumner, Lester Ward y Pranklin Giddins, desarro- clásico de Ernest Burgess «The family asa unity of interactiiig personalities»,
llarían sus posiciones teóricas influidos por los trabajos de•Darwin y Spencer y trabajo que inaugurará el estudio moderno de las relaciones familiares (en el ca-
más tarde por la obra de Comte. Aunque sus conclusiones variarán, estos so- pítulo 1 ya se ha analizado ampliamente la relevancia e impacto de este trabajo,
ciólogos compartían, en términos de Howard (1981), «una fe común en la así como la influencia de su autor en el desarrollo de la perspectiva psicosocio•
adaptabilidad de la familia como institución a las nuevas condiciones sociales» lógica en el estudio de la familia).
(pág. 41). Esta adaptabilidad sería parte de la evolución social y, en este senti- Como sostienen Doherty y otros (1993), aunque los primeros interaccionis-
do, en general para los sociólogos, algunos de los problemas denunciados en la tas simbólicos, como George Herbert Mead y William .Isaac Thomas, adopta-
época se considerarían como aspectos inevitables del cambio social y, por tan- ron una visión del individuo o de la familia en la sociedad, los fundadores de la
to, no pensaban que la industrialización y la urban1;zacIón dañarían a la familia sociología de la familia se centrarían pdocipalmen te en los aspectos in teraccio-
u otras instituciones sociales. nales y psicosociales de la vida familiar (por ejemplo, el ajuste familiar y mari-
Durante la era progresista, según Klein y White (1996), la idea de que las tal, o la satisfacción en las relaciones familiares). En este período, de acuerdo
familias podían adaptarse a entornos cambiantes comenzaría a ser popular. con Christensen (1964), la familia, entendida como un grupo pequeño en inte-
También aparece durante este período el énfasis por el interior psicosocial de racción, se convertiría en el principal foco de atención de los investigadores:
las familias y la posibilidad de desarrollar programas educativos para la mejora una perspectiva que dominaría este ámbito de estudio hasta la mitad de los años
de la socialización de los niños. Si las familias se encontraban a veces en difi- cincuenta. Es decir, un objeto de estudio que sería definido por Burgess y otros
J cultades o desorganizadas, era debido a que se encontraban atrapadas entre dos autodenominados psicólogos sociales.

18
70 I Psicologfa social de la familia El desarrollo teórico en ef estudio de la familia r 71

Tainbién durante este período el estudio de la familia encolntrará su legiti- fluencia de la familia en el desarrollo de la personalidad. illugel se interesaba en,
midad institucional. Así, la temprana sensibilidad por el tema de la familia ma- particular por la forma en que las personas adquirían su capacidad para odiar o
nifestada por los sociólogos, se formalizaría en 1924 cuando la Asociación Ame. amar a través de las interacciones familiares tempranas. Este trabajo, aunque tu-
ricana de Sociología creó su Sección de Familia. En el mismo dio Ernest W. vo un escaso impacto en su día, ha sido posteriormente reivindicado como una
Groves comenzaría a impartir en la Universidad de Boston cursos sobre la vida contribución fundamental al movimiento de la terapia de familia y al mareo
familiar y el matrimonio. En 1938 se funda el National CouncilOn Family Ma- conceptual de los procesos familiares. La segunda línea de influencia freudiana
tions (que hasta 1947 se denominaba Conference en lugar deCouncil) como sería la investigación sobre tópicos relevantes a la familia desarrollada por psi-
una organización profesional, una organización que editará lá Principal revista .quiatras. y psicólogos con formación analítica. Aquí destacaría, alrededor de los
interdisciplinar dedicada a la investigación de la faMilia (Nye, 1988), el Journal años treinta, el trabajo de David Levy sobre la rivalidad entre hermanos y la so-
of Mordaga and the Family (el título de los primeros volúmenes era Living, que breprotección y el rechazo maternal, así como el trabajo de Percival Symonds,
sería modificado en 1941 por Marriage and Family Living y en 1964 adoptaría cuyo artículo publicado en 1937 establecería el modelo de dos dimensiones de
el dita° actual). la interacción padres-hijos (afecto-hostilidad en una dimensión y dominante-su-
Thomas y Wilcox (1987) han subrayado también el impacto que tuvo la de- aliso en la otra) 1ue ha dominado el pensamiento en este. terreno desde enton-
presión cconómica mundial de los años treinta en el estudio de la familia. Según ces. Una tercera nea de influencia puede encontrarse en la incorporación de la
estos autores, una gran depresión económica, emparedada entre dos guerras teoría psicoanalítica a los modelos psicosociales desarrollados por algunos so-
inundiales, cuestionaba la visión evolucionista de la sociedad (¿cómo podían las ciólogos y psi¿ólogos sociales. Broderick destaca en este sentido el trabajo de
sociedades estar evolucionando y producir semejantes desastres mundiales?) y, CliffordKirkpatrick«Statistical analysis of the psychoanal i ti c theory of mate se-
por extensión,'de la familia (éestaba la familia evolucionando hacia formas más lection» (1937), que quizás sea al primer intento de comprobar empíricamente
adaptables o era una institución frágil y en peligro de extinción?). De esta for- hipótesis sobre aspectos de la familia derivadas del trabajo de Freud.
ma, algunos investigadores y teóricos comenzarían a desarrollar una visión de la Finalmente, aunque resulta infrecuente encontrar el pensamiento freudia-
familia similar a las de los primeros reformadores sociales, según la cual la fa- no en la literatura actual sobre la familia, vale la pena recordar que en 1955 Tal-
milia aparecería como una institución sitiada o asediada. No obstante, Thomas con Farsons escogería los estadios freudianos 'del desarrollo psicoscxual como
y Wilcox insisten en que la noción dominante de una familia en declive y deca- el marco de referencia a partir del cual desarrollar su versión del desarrollo fa-
dencia se desarrollaría y mantendría por algunos científicos sociales sobre una millar.
base empírica y teórica Inadecuada.
Finalmente, cabe mencionar durante este período las influencias europeas Construcción teórica sistemática: años cincuenta-setenta
en el estudio de la familia al otro lado del océano, en particular, J'os trabajos de
Piaget y Freud. A continuación destacaremos la influencia del psicoanálisis, una De acuerdo con Christensen (1964), la construcción teórica sistemática en,
influencia que . Carlfred Broderick (1988), en su revisión del campo de estudio el ámbito de la familia no comenzaría hasta los años cineuenta, una percepción
de la familia en los años treinta, considera particularmente relevante. que parece contar con un consenso generalizado. Como han señalado Klein y
White (1996), aunque los conceptos y orientaciones de carácter preliminar co-
menzaban a cobrar forma durante la primera mitad del siglo junto con un cre-
La influencia del psicoanálisis .• ciente impulso de la investigación empírica, todavía carecían de explicaciones
Como ha señalado Broderick, los estudiosos de la familia no vivían aislados formalizadas que cumplieran los requisitos dalas teorías proposicionales. Sin

dejar de reconocer el creciente interés sobre la familia que se produce antes de
• del clima intelectual de su época y, en este sentido, el trabajo de Sigmund Freud
y de sus discípulos Alfred Adiar y Carl Jung también ejercería su influencia en 1950 en numerosas disciplinas (sociología, antropología, economía, trabajo so-
los años iniciales de investigatión y reflexión teórica sobre la familia. cial), Klein y Whitekonsideran que la conclusión de Christensen con respecto
De acuerdo con Broderick, la influencia del psicoanálisis en el ámbito de aI comienzo de la construcción teórica sistemática es básicamente correcta. Es- r.
estudio de la familia puede analizarse a través de tres áreas distintas..La prime- tos autores se apoyan en una revisión de la International Bibliography oí Re-
ra es la publicación en 1921 del libro de Finge' The psycho-analitic study of the search in Marriage and ¡he Family, 1900-1964 (Aldous y Hill, 1967). Así, tic las
family, un trabajo en el que se utiliza el análisis de casos para examinar la in- cuatro mil entradas que recoge esta publicación antes de 1950 sólo siete conda-
1

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72 j Psicología social de la familia El desarrollo teórico en el estudio de la familia l 73

nen el término «teoría» u otro afín en su título, mientras que de las 12.000 entra- fenómeno multidisciplinar. Quizás el primero de estos intentos de identificar
das que se recogen en el período 1950-1964, 93 entradas contienen estos térmi- los acercamientos conceptuales que guiaban el estudio de la familia fue el lle-
nos. Por otra parte, resulta llamativci, en comparación con las cifras anteriores, vado a cabo pcir Híll en 1951. En su revisión Hill identificó seis 'narcos con-
que en un período de dos años, desde 1991 hasta 1993, 264 entradas de las 7.600 ceptuales: interacción simbólica, situacional, estructural funcional, economía
recogidas en un inventario posterior se refieran a la teoría.,(Touliatos, 1994). doméstica y un acercamiento que integraba la teoría del aprendizaje con la
La vitalidad del desarrollo teórico también se pone de manifiesto si consi- perspectiva.deli desarrollo. Posteriormente, en su evaluación crítica del desa-
deramos la larga lista de trabajos que trataron de dar cuenta de los desarrollos rrollo de la investigación en esta área de estudio, Reuben Hill (1955) obser-
y logros en la teorización sobre la familia durante este período. Para Thomas y varía un estacIr de confusión entre la multitud de resultados publicados que
Wilcox (1987), esta labor recopilatoria desarrollaría una tradición de intros- proponía reducir codificando los resultados de las investigaciones, identifi-
pección y reevaluación, y demostraría la importancia que habían adquirido los cando los mareos conceptuales subyacentes utilizados por los investigadores
marcos conceptuales, resultados empíricos, generalizaciones, variables, propo- y generando un marco conceptual multidisciplinar que se centrara directa-
siciones y, finalmente, una visión de la teoría como un conjunto interrelaciona- mente sobre lafamilia. Un proyecto en el que se involucrará personalmente
do de proposiciones. (Hill y otros, 1957) y que culminará con el trabajo publicado junto con Han-
De acuerdo con las revisiones de autores como Thomas y Wilcox (1987) o sen (Hill y Harisen, 1960), donde propondrían como procedimiento la orde-
Klein y White (1996), la evolución del desarrollo-de la teoría en el ámbito de la nación de conceptos dentro de los acercamientos teóricos en términos de sus ni-
familia en este período puede subdividirse en dos estadios: el primero com- veles de generalidad y abstraCción.
prendería desde 1950 hasta 1966 y se caracterizaría por el desarrollo de marcos Ya en los años sesenta se produce un hito particularmente importante co-
conceptuales, y el segundo comprendería desde el año 1967 hasta 1979 y se ca- mo es la publicación del primer bandbook sobre la familia y el matrimonio: el
racterizaría por la construcción teórica formal. Handbook of uiarrioge and ¡be family, editado por Hnrold Christensen (1964).
Los marcos conceptuales identificados en este bandbook eran los siguientes:
1950-1966: marcos conceptuales funcionalismo estructural, los acerc'amientos interaccional y situacional, la teo-
ría del desarrollo familiar y el acercamiento institucional. No obstante, Brocle-
Para Klein y White (1996), el tema más prominente en la rteeirización sobre rick (1971), en su revisión de la teoría e investigación desarrollados durante la
la familia durante los años cincuenta y principios de sesenta 60 ffie el énfasis en década de los sesenta considerará únicamente al interaccionismo simbólico y
la identificáción de marcos conceptuales y teorías. De acuerdo con estos autores: le teoría del desarrollo como los marcos teóricos que todavía continuaban sien-
do fundamentales en el estudio de la familia. De acuerdo con 'nomas y Wilcox
A medida que la investigación sobre la vida familiar se acumulaba, un ''Amero (1987), el funcionalismo estructural y el acercamiento institucional se encon-
creciente de investigadores trataba de dar explicaciones u sus hallazgos. Estos ex- traban en claro declive, mientras que la teoría de sistemas y la teoría del inter-
plicaciones eran, sin embargo, con frecuencia de carácter muy reducido y resultaba
difícil establecer la forma en que encajaban o se relacionaban diversos estudios. El cambio estaban emergiendo como aproximaciones teóricas relevantes. En cual-.
intento de identificar marcos teóricos constituía una búsqueda de los principios quier caso, de acuerdo con Thomas y Wilcox (1987), en este período puede
subyacentes que podrían ayudar en la construcción de teorías generales para este observarse un acuerdo general en la literatura científica acerca del rol central de
campo de estudio. No se trataba de asumir que una teoría de esas aracterísticas ya las proposiciones (entendidas como generalizaciones empíricas surgidas de la
existiera o que incluso una única teoría integradora fuera práctica, más bien la idea investigación).en la teoría.
consistía en comparar los supuestos y conceptos utilizados en el cuerpo fragmenta-
do de trabajos existentes para así ser capaces de construir teorías de la familia de
forma más coordinada (pág. 52). 1967-1979: construcción teórica formal
Este énfasis en las proposiciones daría lugar a un cambio de tono en el te-
También durante los años cincuenta comenzarán a producirse los prime- rreno de la teoría de la familia que Klein y White (19%) sitúan después de la
ros intentos (sor identificar y clarificar las orientaciones conceptuales utiliza- publicación del trabajo de Reuben Hill en 1966 con motivo de la recepción del
das por los estudiosos de la familia. Una tendencia que, de acuerdo con Tho- premio Burgess a su contribución al estudio de la familia. Un cambio que se ca•
Mas y Wilcox (1987), será el resultado del estudio de la familia como un racterizará por el interés hacia la utilización de métodos deductivos e inducli-

19
74 I Psicologla social de la familia El desarrollo teórico en el estudio de la familia 175

vos para generar teorías. En este trabajo, Hill propondría, además de la codifi- Como han señalado Dolierty y otros (1993), en la planificación de estos vo-
cación de los resultados de la investigación, la construcción de proposiciones y lúmenes existía el sentimiento de que a la teoría de la familia le esperaban ex-
su interrelación en conjuntos de proposiciones (de menor y mayor orden) para traordinarias posibilidades si se aplicaban los nuevos métodos de construcción
producir así teorías. Una propuesta que vería sus primeros frutos, por ejemplo, teórica al creciente cuerpo de investigación empírica sobre la familia. La meta
en la teoría proposicional de la estabilidad familiar propuesta por Nye y otros del primer volumen era desarrollar teorías específicas sobre diversos tópicos de
(1969), la teoría proposicional de la edad de matrimonio de Bartz y Nye (1970) , investigación tales como el ajuste marital, las relaciones intergeneracionales, la
o el volumen publicado por Goode y otros (1971), donde se recogen cientos de resolución de problemas familiares ola selección de pareja. Se trataba de al-
proposiciones relevantes a distintos tópicos de la familia. canzar este objetivo mediante la utilización de métodos inductivos a partir de
Este recorrido hacia la construcción teórica formal también recibiría un los cuales extraer generalizaciones de la literatura de investigación, definir tér-
fuerte impulso con el trabajo presentado por Reuben Hill en 1971.n los semi- minos conceptualmente y desarrollar proposiciones teóricas para su organiza-. r
narios celebrados por el National Council on Family Relations. En este trabajo, ción jerárquica. La meta del segundo volumen era identificar las teorías gene-
Hill (1971) ofrecía una lista con cinco estrategias para el desarrollo sistemático rales u orientaciones teóricas existentes para integrarlas posteriormente con las
de la teoría y la investigación en el ámbito de la familia. Las estrategias que pro- teorías más específicas del primer volumen. Un objetivo que se resistiría a los
ponía Hill eran.las siguientes: autores. Como reconocerían los editores, la metodología de construcción teóri-
.•• ca, la falta de una terminología adecuada, la complejidad de los modelos del
1. Buscar teorías generales que, aunque hubieran sido desarrolladas para primer volumen y los problemas para establecer un puente entre las proposi-
otros propósitos, se hayan aplicado al ámbito.familiar y cuyos constructor estén ciones de miCro y macronivel no permitían lograr los objetivos planteados. Se
incorporados alas teorías de la familia de forma explícita o implícita (como, por abandonaba así el intento de elaborar un capitulo final donde se formulara una
ejemplo, la teoría general de sistemas). teoríaynarql utilizando inductivamente las teorías específicas de rango medio
2. Localizar, codificar y sistematizar teorías parciales de la familia. del pirfnerrvolumen. Una vez replanteados los objetivos para el segundo volu-
3. Encontrar-teorías desarrolladas en otros contextos de las que puedan men, sulogro, más modesto, fue identificar los principales supuestos, concep-
derivarse explicaciones de la conducta familiar (por ejemplo, la teoría de la di- tos e ideas en las teorías generales y mostrar su ielévancia para el estudio de la
sonancia, o la teoría de la equidad). familia, integrando siempre que fuera posible las ideas y resultados cid primer
4. Localizar, codificar y sistematizar proposiciones y resultados de investi- volumen. Finalmente, el segundo volumen recogería cinco perspectivas teóricas
gación que comprendan desde simples ejercicios de recogida de datos a análisis tradicionales de carácter general: la teoría <Id intercambio, cl interaccionismo
metatcóricos de construcción teórica. simbólico, las teorías de sistemas, la teoría del conflicto y la fenomenología. Co-
5. Integrar, interrelacionar y sistematizar toda la información recogida des- mo concluyen Domas y Wilcox, este proyecto tuvo éxito en términos de gene-
de el paso I al 4. rar teorías de rango medio definidas como un conjunto interrclacionado de
proposiciones-en veintidós áreas de estudio de la familia, pero fracasaría en su
El trabajo de Reuben Hill, junto con el volumen publicado por Wesley Burr intento de crear formulaciones teóricas generales de forma inductiva.
(1973) donde propondría la construcción teórica como una empresa acumula- Poco más tarde, en su revisión de los desarrollos producidos en la década de
tiva y donde la conclusión lógica sería la necesidad de la unificación teórica en los setenta, Holman y Burr (1930) concluirían que una teoría general de la fami-
el campo de la familia (una meta que ya defendía Reuben,Hill en los años se- lia era no sólo imposible, sino también indeseable. Éste era uno de los primeros
senta), en su llamamiento a los investigadores para-el desarrollo de un marco síntomas de que el estudio de la familia comenzaría a buscar nuevas direcciones
teórico general que pudiera ser entendido y utilizado por las numerosas disci- a partir de los dos ochenta, donde la búsqueda de la unidad teórica dejaba de
plinas que trabajan en cl estudio de la familia, constituirían el punto de partida ser un objetivó importante para investigadord.y teóricos de la familia.
para lo que se convertiría en una impresionante aventura multidisciplinar con
el objetivo de buscar la unidad teórica en el estudio de la familia. Un proyecto
Pluralismo: años ochenta-hasta el presente
que se iniciaría en 1972 y que después de siete años de trabajo culminaría con
la publicación en 1979 de los dos volúmenes de Contemporary tbcories about • De acuerdo con Klein y White (1996), el pluralismo que caracteriza este pe-
the family, editados por Wesley Burr, Reuben Híll, Ivan Nye e Ira Reiss. ríodo puede interpretarse de diversas formas: como una continuación del ere-

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76 1 Psicología social de la familia


El desarrollo teórico en el estudio de la familia 1 77
cimiento cuantitativo de las contribuciones a la teoría e investigación de la fa- terpretarse como una respuesta —en el área del conocimiento— a las transfor- •
milia, como un indicador de intereses cada vez más especializados y fragmenta- 'naciones que han ocurrido en la estructura de la sociedad» (Sgritta, 1989, pág. 90).
:1 dos, o como un mayor respeto y tolerancia por las diversas filosofías, teorías y Como ha señalado Chest (1991), los cambios en la vida cotidiana y en las for-
métodos de construcción teórica, así como de estrategias de investigación. Pa- mas familiares expresan un nuevo pluralismo social que ha tenido una profun-
•• ra estos autores, la continua proliferación de teorías, Ja'rombinación ecléctica da influencia también en la teoría sobre la familia al cuestionarse las imágenes
de elementos procedentes de diversas teorías y las variaciones•y transformacio- establecidas de la vida familiar. En particular, la tendencia dominante de buscar
nes dentro de teorías existentes son elementos característicos del momento pre- la integración teórica a partir de un tipo específico de familia moderna.
sente en este área de investigación. Asimismo, continúa siendo una característica
Como observa Cheal (1991), en este período dejan de escucharse con la fre-
común la teorización centrada específicamente en tópicos o aspectos concretos, cuencia con que se solía reivindicar ideas como «inventarios de proposiciones»,
caracterizándose la literatura científica por incontables miniteorías, teorías de
«construcción teórica», o «convergencia teórica». Y comienzan-a escucharse
rangó medio y intuidos de procesos causales.
con mayor frecuencia reflexiones críticas como las que nos proporciona Carl-
Por otra parte, una tendencia destacada por numerosos autores ha sido el
fred Broderick (1993), uno de los autores que contribuiría al primer volumen
vigoroso cuestionamiento de las bases filosóficas de este área de investigación, de Comtemporary tbeories abata the family, al criticar el modelo de trabajo que
que se ha traducido en un alejamiento de los elementos característicos de una
se había seguido, Para este autor este modelo era «positivista, (esto es, todas bis
filosofía de la ciencia positivista y un acercamiento a filosofías interpretativas y
conclusiones tenían sus raíces en la evidencia procedente de la investigación),
críticas. Quizás el más influyente de estos trabajos sea el de Thomas y Wilcox,
lineal (esto es, las causas se representaban en una dirección, desde las variables
donde se asume una perspectiva pospositivista según la cual el conocimiento en
independientes hacia las variables dependientes), estático (esto es, las relacio-
las ciencias sociales no sólo es socialmente construido, sino también tentativo e
nes entre las variables se encontraban congeladas en el tiempo) y determinista
incompleto. Jetse Sprey (1988) también mantendrá que en el ámbito de la fa-
(se asumía que si era posible medir todas las variables independientes perti-
milia no podrá obtenerse una teoría general o un metavocabulario debido a la
nentes sin errores de medida o de muestreo, entonces sería posible dar cuenta
complejidad inherente de la realidad social y a los intereses especiales de aque- de toda la varianza en la variable dependiente)» (pág. 17).
llos involucrados en interpretar la realidad.
A continuación trataremos de caracterizar este período examinando los
No significa lo anterior que estas posturas más críticas se- convirtieran súbi- contenidos y orientación de los dos últimos handbooks. aparecidos sobre la fa-
tamente en la tendencia mayoritaria en este campo de investlaeión. Algo que a
milia y el matrimonio, así como las tendencias en este campo de estudio en la
finales de los años ochenta dejaba claro Jetse Sprey (1988) bn el slguiénte retra- década que cierra el siglo xx.
to de las tendencias mayoritarias en el estudio de la familia:

En primer lugar existe un amplio segmento que, en diítersos'grados, todavía Handbook of Marriage and the Family, Sussman y Steinmetz (1987)
opera dentro de un marco de referencia claramente positivista. Aquí podemos cons-
• Este handbook, cuyo proceso de desarrollo comenzaría en 1977 y se prolon-
tatar, entre otras cosas, una clara distinción entre ideas y realidad, teoría y hecho,
subjetividad y objetividad, análisis cuantitativos y cualitativos, y descubrimiento garía durante nueve años, es de carácter claramente interdisciplinar. Este hand-
versus verificación. Además, existe todavía ampliamente extendida la fe en el po- book sería, en palabras de sus editores, Marvin Sussman y Suzanne Steinmetz, el
tencial de las técnicas estadísticas y de medida para establecer puentes entre tan primer compendio, después del haudbook editado por Christensen (1964), de
problemáticas brechas. La meta última de la teorización es la explicación al modo carácter comprensivo que presentaba el «estado del arte» en una amplia varie-
del modelo de las ciencias físicas y que debería conducir a.predicciones válidas y, dad de tópicos. Resulta significativo, como indicador del desarrollo teórico en
cuando sea posible técnicamente, al control. Comprensiblemente, la mayor parte de este área de estudio, que los editores consideraran innecesario la presentación y
la investigación teóricamente orientada publicada en esta categoría es claramente
inductiva (pág. 878). discusión pormenorizada de la evolución de las teorías de la familia, conside-
rando los volúmenes editados por Burr y otros en 1979 como la referencia básica
en este sentido. Finalmente, de los treinta capítulos de este handbook se dedica-
POr su parte, Sgritta, a finales de los años ochenta ofrecía la siguiente refle-
rían dos capítulos a las teorías, uno de ellos (Thomas y Wilcox, 1987) dedicado
xión acerca del desarrollo de este área de estudio en esta década: «Los estudios a la evolución histórica <le las teoría s de la familia y e timilixar las alternativas
e investig:u•ión sobre la (monis! llevados a cabo en la última década pueden in-
epistemológicas a los acercamientos positivistas dominantes, y otro (Osmond,

1;1 2o
78 1 Psicologia social de la familia El desarrollo teórico en el estudio de la familia 1 79

1937) dedicado a analizar las teorías crítico-radicales como alternativas a las ceo- bre teorías y métodos que captaran el espíritu de los estudios sobre la familia
•rías tradicionales utilizadas en la explicación de la conducta marital y familiar. en el siglo xx y, tan o más importante, ayudar a preparar a investigadores, pro-
Este handhook dedicaba numerosos capítulos a nuevos tópicos, reflejando fesionales y educadores para el próximo siglo», y que culminaría con su publi-
las grandes diferencias existentes entre la visión de la familia en los anos sesen- cación en 1993.
ta y en los años ochenta. Así, por ejemplo, cinco capítulos estaban dedicados a Los propios editores identifican cuatro facetas que diferencian este trabajo
la evolución de las estructuras familiares: formas familiares experimentales, per- de sus predecesores.
sonas no casadas, familias voluntariamente sin hijos, familias monoparentales, En primer lugar, este volumen enfatiza no sólo las teorías de las familias, si-
.segundos matrimonios y familias reconstituidas, etc. Tópicos q ue, como seña- no también los métodos de investigación y las.relaciones entre los dos, con el
lan Sussman y Steinmetz, se discutían habitualmente en los años sesenta en el objetivo de mostrar•que teoría y método se encuentran inextricablemente en-
contexto social de la conducta anormal o aberrante. Y es que, como destaca trelazados y que es mejor estudiarlos en tándem. En segundo lugar, una faceta
Cheal, será a partir de los años setenta cuando comience a ser: aceptable, e in- única de este trabajo es su acercamiento sociohistórico. Se presenta la historia
cluso respetable, explorar, tanto personalmente como en la investigación de del desarrollo de la teoría familiar desde sus semillas más tempranas en la reli-
campo y en publicaciones, alternativas a la monogamia, la fidelidad sexual y el gión y la filosofía, pasando por el período de construcción teórica y la metodo-
matrimonio, un entusiasmo que se prolongará en los años ochenta. Asimismo, logía a mediados del siglo xx y finalizando con los modelos emergentes de finales
los cinco capítulos dedicados a cuestiones como el poderlia violencia, el divor- de siglo. De esta forma, cada teoría y método se sitúa en el contexto sociohistó-
cio, el mundo laboral y los roles sexuales representaban el reconocimiento de la rico que influyó eri su formulación, y se subraya la idea de que la teoría y los mé-
legitimidad de estas áreas de investigación y su importancia para comprender todos en el, estudio de la familia no se construyen en un vacío, sino que están in-
mejor las dinámicas familiares. Finalmente, tópicos tratados en este volumen fluenciadas por creencias y valores culturales, así como por eventos sociales,
como la etnicidad, la estratificación social, la religión, la sexualidad, u otros as- económicos, tecnológicos y políticos. En tercer lugar, otra faceta diferenciado-
pectos relacionados con las leyes, la política social ola educación demuestran la ra de este soukebook es la contribución de diversos profesionales y estudiosos
voluntad de este volumen de reflejar el continuo crecimiento y la diversidad de la familia parl analizar las implicaciones prácticas ce las teorías para el ma-
dentro de esta área de estudio. nejo de problemas y la mejora de la calidad de vida de las familias contemporá-
Para Dohcrty y otros (1993), el volumen editado por Sussman y Steinmetz neas. Finalmeqte, a todos los colaboradores se les Solicitó que incluyeran en sus
demostraba el crecimiento del escepticismo acerca de la viabilidad de la agenda capítulos sobré lás teorías una discusión de cómo las teorías tenían en cuenta las
positivista de construcción teórica en el ámbito de la familia, y la,mayor presencia •diferencias en ecfáci, etnicidad, raza y género, con el objetivo de enfatizar las di-
de posturas pospositivistas que se reflejaban en: a) la aplicación a la familia de mensiones multiculturales tanto del objeto de estudio (las familias) como de es-
teorías con base fenomenológica; b) teorías críticas que enfatizan los elementos te campo de investigación,
• sociales y políticos de las teorías tradicionales de la familia; c) teorías feministas; Las teorías' que se recoge''. en este sourcebook son las siguientes: interaccio-
y d) teorías que se centran en aspectos relacionados con la raza y la etnicidad. nismo simbólico,, funcionalismo estructural, teoría del desarrollo familiar, con-
tribuciones teóricas de la psicología del desarrollo, teoría de sistemas, teoría del
conflicto social, teorías del intercambio y de los recursos, teoría ecológica, pers-
Sourcebook of family theories arad methods, Boss y otros (1993) pectiva del curso vital, teorías emergentes de la terapia familiar, teoría socio-
cognitiva-conductual, teoría de la comunicación, teorías feministas, teorías apli-
El Sourcebook of forxily fheorics and methods, editado por Pauline Boss,
Dolieriy, Ralph Lalkossa, Walter Schumm y Suzanne Steinmetz en cadas a la comprensión de aspectos relacionados con la raza y la etnicidad,
1993, es heredero de los anteriores, y ofrece un nuevo enfoque situando tanto fenomenología, etnometodología y teoría del discurso, y la perspectiva biosocial
las teorías como los métodos en su contexto histórico y sociocultural. Precisa- en el estudio de la familia.
mente, estos autores en lugar del término habitual bandbook, decidieron utili-
zar en el título el término source (fuente), puesto que su objetivo era identifi- Tendencias para la década de los noventa W".
car las raíces o fuentes personales y sociales tanto de las orientaciones teóricas
como de las estrategiasMetodológicas en el estudio de la familia. Una empre- De acuerdo con Doherty y otros (1993), los años ochenta supusieron el fin
sa que comenzaría en 1986 con el objetivo declarado de «preparar un libro so- de una era en el estudio de la familia. Los años noventa abren un nuevo perío-


• , • •
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80 1 Psicología social de la.familia
El desarrolla teórico en el estudio de la familia 1 81
•.
do en el estudio de la familia que se encuentra influido por las siguientes ca- mo los análisis cualitativos y el acercamiento hermenéutico comienzan a atraer
racterísticas:
• más interés del que despertaron hace una década.
9
6. Movimiento hacia acercamientos más constructivistas y contextuales. Co:
1. El impacto de las teorías y perspectivas feministas y de grupos minori-
mo parte de las: tendencias pospositiyistas más amplias en ciencias sociales, el
tarios.Desde estas perspectivas se hace un llamamiento en favor de un nue- constructivismo es un acercamiento ala generación del conocimiento que man-
vo paradigma en el estudio de la familia que sea capaz de reconocer la diver- tiene que el conocedor y el objeto de conocimiento no pueden separarse y que
sidad de las experiencias familiares, especialmente en los grupos marginales el conocimientó del mundo sólo es posible en el lenguaje y los símbolos cons-
y oprimidos, así como de la necesidad de reconocer los valores personales y truidos por el observador. De esta forma, cualquier afirmación de «verdad» es
culturales del investigador.. De acuerdo con Doherty y otros, las críticas fe- una afirmación Incerea del observador, así como acerca de lo que es observado,
ministas, las consideraciones realizadas desde una perspectiva teórica crítica
En términos de!Sprey (1990), las verdades, más que descubrirlas, las negocia-
por Osmond (1987), juntó con el análisis histórico y crítico de Thomas y Wil- mos. El constructivismo parte de la premisa de que toda realidad es la cons-
cox (1987), han minado la confianza en el método tradicional de construir trucción de aqtiello que se intenta descubrir e investigar (Gergen, 1994; Watz-
sobre el pasado para refinar tanto las teorías como los métodos de investi- lawick, 1984). ¡El elemento contextual de las teorías se refiere al pr.ocesc;
gación.
autoconscienteide examinar el contexto histórico-cultural en el que se ha gene-
2. El cambio de las formas familiares.
El incremento del número de divor- rado una teoría; no con el propósito de eliminar la influencia de la cultura y los
cios, la mayor incorporación de la mujer al mundo laboral; el incremento de las valores en la teoría, sino con el propósito de comprender mejor el conjunto de
familias monoparentales, el incremento de la cohabitación corno forma de con- lentes conceptúales de la teoría y sus inevitables limitaciones.
vivencia de las parejas, familias homosexuales, etc., representan'un cambio dra- 7. Mayor preocupación por cuestiones éticas, valores y religión. Aunque la
mático de las formas familiares y el declive de la familia tradiCional, sin que és- familia es uno de los primeros agentes de transmisión de valores, ética y tradi-
ta sea reemplazada por un nuevo tipo «ideal» de familia. Tradicionalmente, el ciones religiosas, los estudiosos de la familia han ignorado en buena medida es-
estudio de la familia se ha concentrado en familias nucleares, de raza blanca y tos aspectos tanto en la investigación como en las teorías de la familia. Doherty
clase media. Con los cambios experimentados desaparece el consenso general y otros observan, no obstante, un cambio a partir de los aiiol ochenta, desta-
acerca de lo que constituye una familia. cando las investigaciones llevadas a cabo sobre los dilemas éticos en la investi-
3. Tendencia hacia una mayor inclusividad profesional. El estudio de la fa-
gación cualitativa o la.importancia de comprender la interrelación entre los va-
•1 milia deja de ser un área de investigación con predominio de sociólogos para in-

lores de las familias y los de los investigadores, sobre la relación entre familia y
cluir a otras disciplinas: psicología, trabajo social, antropología,biólogos socia- religión, o la familia Como una unidad moral, que constituyen un indicadnr de
les, etc., lo que implica una mayor riqueza de perspectivas teóricas. la mayor importancia que están adquiriendo estos temas.
4. Tendencia hacia una mayor diversidad teórica y metodológica. También
8. Tendencia a romper la dicotomía entre las esferas pública y privada de la
puede observarse un incremento en la mezcla de teorías y métodos que tradi- vida familiar y entre la ciencia social de la familia y la intervención familiar. De
cionalmente se han asociado con una u otra teoría y parece que existe un cre- acuerdo con Doherty y otros, puede observarse en este campo de investigación
ciente consenso acerca de que un acercamiento excluyente en la utilización de una revisión de la ruptura heredada entre el interior psicosocial de la familia y
metodologías, cuantitativo versus cualitativo, es artificial y 'imitador. Finalmen-
las relaciones de la familia con la comunidad y la sociedad más amplia. Tam-
te, de acuerdo con estos autores existen todavía diversas teorías, como las teo- bién, según Thomas y Wilcox (1987), como resultado del declive de los acerca-
rías radicales o la investigación con homosexuales, que todavía no han sido ca- mientos tradicionales objetivistas y libres de valores surgen de nuevo importan-
4:1
paces de influir en la corriente principal de estudio de la familia. Por otra parte, tes cuestiones acerca de las relaciones entre teoría e investigación que han dado
todavía queda por ver en qué medida el movimiento cultural denominado pos- lugar a un examen de las implicaciones prácticas, en términos de intervención
modernismo influirá en el estudio de la familia, social, política pública y cambio social.
5. Mayor preocupación por el lenguaje y el significado.
Asimismo, parece ob- 9. Un mayor reconocimiento de los investigadores de la familia de los límites
servarse una revitalización del interaccionismo simbólico y de la fenomenología contextuales de la teoría familiar y del conocimiento basado en la investigación.
corno un reflejo del énfasis cultural posmoderno más amplio sobre la palabra Finalmente, aunque los científicos sociales han reconocido siempre la naturale-
escrita y hablada. También en este sentido, los métodos interpretativos tales co- za tentativa e incompleta del conocimiento científico, puede observarse un Mil-

21
82 1 Psicología social de la familia El desarrollo teórico en el estudio de la familia 1 83

yor énfasis en las dimensiones contextuales y culturales de esos límites, es decir, mo señalan Thomas y Wilcox (1987), gran parte del pensamiento social norte-
la naturaleza gil torreflexiva e histórica de la investigación social, frente al énfa- americano, con su indudable influencia en el estudio de la familia, se ha carac-
sis tradicional en los límites de la precisión científica y la posibilidad de que ha- terizado por una visión nominalista que sitúa la realidad social en el individuo
llazgos futuros modifiquen las teorías actuales. Son característicos de esta nue- y que tiende a ¿educir la estructura social al individuo y a las interacciones en-
va tendencia las críticas de Osmond (1987) al movimiento de construcción tre las personas. yn pensamiento que además se caracterizaría por un nomina-
teórica que caracterizó los años setenta', planteando que la teoría de la familia lismo voluntaristaique localizaría la realidad social en la intencionalidad del actor
no se puede acumular (en el sentido que lo puede hacer la teoría bioquímica), social (un indivjduo autónomo, libre en sus decisiones, propositivo y dirigido a
puesto que no puede trascender sus propios límites históricos (Doherty y otros, metas), y °que sd dncontrnría en sintonía con una cultura dominante individua-
1993). lista y pragmátla. Parri Klein y Jurich (1993), una visión reduccionista, por tan-
to, plantea que la realidad puede ser mejor comprendida cuando se descompo-
ne en sus partes constituyentes. En este sentido, la organización y la interacción
Paradigmas en el estudio de la familia social en el nivel institucional podría reducirse a las propiedades de los grupos
sociales involucrados en la interacción, puesto que no tendría propiedades úni-
Como se ha señalado anteriormente, a partir de la década de los ochenta, cas propias. De la misma forma, la interacción en el grupo puede reducirse a las
cuando se produce un giro en este área de investigación, los teóiicos también propiedades dejos individuos involucrados en el grupo.
comenzarán a plantearse los fundamentos ontológicos y ePistemológicos de es- Por otra parte, de acuerdo con el análisis de Thomas y Wilcox, el realismo
te campo de investigación. Aunque no resulta habitual que los teóricos discu- social rechaza la visión nominalista de la realidad social y afirma que existen ea-
tan abiertamente sus posiciones epistemológicas y ontológicas, los trabajos de racterístioas der'unidades colectivas que no pueden ser totalmente definidas ni
Osmond (1987), Thomas y Wilcox (1987), Sprey (1988, 1990), Thomas y Rog- explicadls en términos de las propiedades de los individuos que las compren-
haar (1990), Cheal (1991) y Klein y Jurich (1993) son, sin duda, los que más han den. En congfilencia con el realismo social, desde una perspectiva holista, se
contribuido a clarificar y resaltar la importancia de identificar las distintas vi- considera que la realidad puede ser mejor comprendida a 'partir de las interre-
siones, ontológicas y episternológicas, relevantes para entender el desarrollo te- laciones entre las partes constituyentes de instituciones o grupos sociales. Des-
órico y de la investigación en el estudio de la familia. de esta perspectiva el todo es mayor que la suma de sus partes, y la interacción
social se caracteriza por propiedades que emergen a través de la interacción en
el nivel grupal o institucional, y que son independientes de las propiedades in-
Reduccionismo/notninalismo frente a holismo/realismo dividuales de los individuos (Klein y Jurich, 1993).
Para Klein y Jurich (1993) pueden distinguirse dos visiones ontológicas al- Tanto Thomas y Wilcox. como Klein y Jurich coinciden en que existe un
creciente interés en utilizar acercamientos holísticos en el estudio de la familia.
• ternativas que han sido relevantes para el desarrollo de las ciencias conductua-
les y sociales: el reduccionismo y el holismo, una distinción que puede conside- Un claro ejemplo de ello sería el hecho de que la teoría de sistemas se ha con-
rarse subsidiaria de la distinción ontológica tradicional entre nominalismo y vertido en uno de los principales acercamientos teóricos en el estudio de la fa-
realismo, distinción preferick por Thomas y Wilcox (1987). Una distinción que milia. Una teoría desde la que se enfatiza que la interacción familiar (el todo) es
en ciencias sociales trata la cuestión de sí los niveles estructurales superiores mayor que la suma de las conductas individuales de sus miembros (las partes),
(los todos)-son más o menos reales que los niveles inferiores (las partes). Los ni- y que parece haber desplazado a otra perspectiva holista en el estudio de la fa-
veles superiores podrían ser facetas de la organización de grupos sociales, insti- milia: el funcionalismo-estructural (véase el capítulo 5). Como señalan Klein y
tuciones y sociedades, mientras que los niveles inferiores se refieren a las con- Jurich (1993), es importante reconocer estas distinciones ontológicas, o distin-
ductas de personas (Klein y Jurich, 1993). De acuerdo con Lewis y Smith tas formas de definir la realidad, puesto que diferentes visiones implican que los
(1980), el nominalismo situaría la realidad social en las propiedades de los in- investigadores formulen diferentes cuestiones teóricas: «Por ejemplo, los rc-
dividuos y sus interrelaciones. El supuesto nominalista mantiene, pues, que el duccionistas no se preguntarían acerca de las cualidades emergentes de la inte-
individuo es la realidad primaria en la vida social humana. Las organizaciones, racción familiar; puesto que se piensa que estas cualidades no existen. Más en
desde los grupos pequeños a la sociedad, son algo creador los individuos y, general, consistentemente con sus definiciones de la realidad, los reduccionis-
por tanto, la sociedad es una extensión de los individuos (Osmond, 1987). Co- tas se centran en microniveles de análisis, mientras que investigadores holistas

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84 1 Psicología social de la familia
El desarrollo teórico en el estudio de la familia 1 85

atienden a niveles macro o grupales. Para la comprensión de nuestra conducta, nocimiento sólido y firme se basa en la observación científica; b) una idea es sig-
desde un punto de vista holista es necesario atender a la interrelación dinámica
nificativa sólo si puede ser verificada; y c) la ciencia progresa induciendo leyes
entre nosotros y el entorno dentro del cual operamos» (pág. 53). Además, como a partir de la observación y la experimentación. Corno ha señalado David Che-
señalan Thomas y Wilcox, las cuestiones ontológicas son en realidad previas o al (1991), el estudio contemporáneo de la familia surgió con la creencia de que •
propedéuticas a las cuestiones epistemológicas. . los procedimientos científicos producirían técnicas efectivas para el control y la
mejora de las relaciones familiares. Ello requería cl desarrollo de la capacidad
Positivismo frente a pospositivismo de predecir los resultados de los procesos familiares a través del estudio objeti-
vo de la conducta. Es decir, una idea positivista de la investigación social que
De acuerdo con Mary Osmond (1987), la distinción o «ismo» más básico en requería para el déscubrimiento de las leyes generales que regulan el compor-
las interpretaciones de la realidad social se refiere a la verdadera naturaleza de tamiento social humano de un observador científico, objetivo y libre de la in-
los fénómenos objeto de estudio, es decir, su naturaleza objetiva o subjetiva. Es-
fluencia de valores o prejuicios sobre el objeto de estudio. Uno. idea que sería
to es, ¿es la realidad que se estudia externa al individuo, objetiva, algo dado que dominante en el estudio de la familia hasta los años ochenta y que todavía man-
se impone al individuo desde fuera? o, por el contrario, ¿es la realidad un pro- tiene su influencia.
ducto de la conciencia individual, subjetiva, una creación de la conciencia indi-
La idea de que los hallazgos científicos no pierden su relevancia con el tiempo
vidual? Éste sería un primer elemento diferenciados- entre los planteamientos y que constituyen la base para descubrimientos posteriores es particularmente im-
epistemológicos positivistas y pdspositivistas, una diferencia de planteamien-
portante, puesto que, a partir de esta idea, un objetivo de los científicos sociales de
tos que podría resumirse con distintas respuestas a preguntas Como: ¿el cono-
la familia sería la elaboración de inventarios de proposiciones para reflejar el co-
cimiento de la realidad social se descubre o se construye? o, pbrafraseando a Ri- nocimiento acumulado, lo que permitiría derivar proposiciones más abstractas
chard Rorty (1995), ¿es el saber la representación precisa de lo que hay fuera de que merecieran la consideración de leyes generales. Dos de los inventarios más
la mente?
populares que se elaborarían en la década de los setenta (Goode y otros, 1971;
La ciencia social positivista, también denominada concepción heredada, la. Burr y otros, 1979) reflejan el punto álgido de la influencia positivista.
definen nomas y Wilcox como una ciencia social que debe derivar sus méto- Por otra parte, aunque no hay una definición universalmente aceptada de
dos de las ciencias naturales, con la meta de formular leyes objetivas y genera- «pospositivismo» como una filosofía de la ciencia (Suppe, 1989), el elemento
les de la conducta social, leyes que además. son independientls deJos valores y
central de una perspectiva pospositivista es que la teoría precede a la observa-
de las aplicaciones prácticas.
ción, que no hay hechos sin teorías y que las teorías son construidas socialmen-
Kenneth Gergen (1994) ha resumido en tres los supuestos centrales de la te. La validación de las teorías no se produce, por lo tanto, apelando a una «ver-
concepción heredada:
dad» totalmente objetiva, sino al consenso social entre científicos, utilizando
métodos que de acuerdo con ese consenso se considera que permiten obtener
1. La principal función de la ciencia es construir leyes o principios genera-
información fiable y válida. Desde este punto de vista, la objetividad se en-
les que gobiernan las relaciones entre clases de fenómenos observables.
2. Las leyes o principios generales que comprenden el conocimiento cien- cuentra inherentemente limitada por 'el contexto social de la ciencia, y la «ver-
dad» científica se refiere al acuerdo intersubjetivo entre científicos en un mo-
tífico deberían ser consistentes con los hechos empíricos. La investigación cien-
mento particular de la historió (Doherty y otros, 1993). Desde este punto de
tífica se preocupa'por establecer una base objetiva para la teoría sistemática.
vista, las teorías proporcionan la estructura a través de la cual comprendemos
3. A través de la observación científica continuada de las proposiciones
lo que hay. Los datos son, así, cl resultado del trabajo con una perspectiva teó-
teóricas y sus deducciones, puede progresar la comprensión científica. El co- rica en particular (Gergen, 1994).
nocimiento científico es acumulativo. Es el último de estos tres supuestos el que Según la revisión de Thomas y Wilcox (1987), las primeras críticas a lo que
ha sido cuestionado con mayor intensidad desde la filosofía de la ciencia (Kuhn,
estos autores han denominado como la concepción heredada en la teorización
1962).
de la familia (esto es, acercamientos caracterizados por la perspectiva positivis-
ta) comenzaron en el seminario sobre construcción teórica y metodología de in-
Para Klein y Jurich (1993), el positivismo en el campo de investigación de vestigación del Nacional Council on Family Relations con el trabajo de Thomas
la familia también puede describirse por las siguientes características: a) el co- y otros (1980), la propuesta de Osmond (1981) de acercamientos alternativos a

22
86 1 Psicología social de la familia El desarrollo teórico en el estudio de la familia j 87

las teorías positivistas de la familia, así como las reflexiones de Harris y Berlin En el ámbito de la familia, la contienda parece alimentarse, por 1111 lado, por la
(1982) acerca de las teorías sobre la familia que crecieron durante la década de percepción de que las viejas formas de estudio y pensamiento no funcionan para tra-
los setenta. En 1987, en su capítulo del handbook editado por Sussman y Stein- tar aspectos de la vida familiar real en la sociedad contemporánea. A aquellos que
rnetz, 'Montas y Wilcox• consideraban que cl campo de la familia ya se encon- se considera que suscriben la «vieja» filosofía se les acusa de ser insensibles a los lí-
mites de su estilo de trabajo o, incluso en términos menos generosos, de vender sus
traba preparado para reevaluar parte de la herencia positivista subyacente a su
almas a-un sistema científico corrupto. Por su parte, los estudiosos de la vieja es-
concepción de la teoría. Estos autores finalizarían prediciendo un futuro pos- cuela reaccionan 11cfensivainente aduciendo que son incomprendidos o, más cínica-
positivista en el estudio de la familia. mente, que los ,críticos son irracionales (Klein y Jurich, 1993, pág. 33). '
Si la perspectiva pospositivista ha penetrado entre los filósofos gut estu-
dian las ciencias naturales, parece que esta perspectiva tenga incluso más senti- Para Cheal (11,,994), una de las metas de los planteamientos pospositivistas es
do en cl área de las ciencias sociales, como plantean Thomas y Roghaar (1990): obtener una mejor comprensión de los supuestos culturales presentes en los di-

ferentes acercamientos teóricos y sus efectos en los modelos teóricos. Sc nece-
;i Si las ciencias físicas, después del trabajo de Planck, Einstéin, Maxwell y }leí- sitaría así un análisis de los orígenes de los acercamientos teóricos a la vida fa-
• scnbcrg... concluyeron que era imposible para los físicos describir la .realidad física miliar en contextos' sociales y en períodos históricos particulares. Es más,
independientemente de sus propios sistemas conceptuales y terSi;icos que utilizaban
deberíamos preguntarnos qué papel juegan las teorías de la familia en,la socie-.
para construir su visión de la realidad, entonces resultaría mucho más fácil para los
científicos sociales comenzar a evaluar seriamente los supuestos subyacentes a la na- dad que las produce. El estudio de la familia nace cuando comienza a Pensarse
turaleza de cualquier ciencia del mundo social (pág. 138). • 1 la vida familiar en términos de problemas, cuando existe una preocupación so-
cial por los. problemas que afectan a las familias y, por lo tanto, cuando se in-
Como ha 'señalado Alexander (1982), los científicos sociales no sólo descri- tenta conocer el porqué de esos problemas y sus posibles soluciones. Solucio-
ben, sino que también evalúan la conducta humana, es decir, las ciencias socia- nes que se espera que los científiCos sociales sean capaces de proponer.
les también tienen un componente valorativo. Si se consideran, por ejemplo, . Autores como Burr (1995) o Klein y White (1996), identifican tres paradig-
términos como «estabilidad marital», «conflicto padres-hijos;) o «cohesión fa- mas o filosofías de la ciencia en el estudio de la familiá que-se sitúan general-
miliar», éstos involucran o implican valores acerca de lo que 'es bueno, malo o ' mente en el contexto de la polémica entre posiciones positivistas, por un lado,
(*mormal» para las familias. Desde cica perspectiva, los argumentos en las cien- y pospositivistas, por otro, que sería donde se integrarían los paradigmas inter-
cias sociales no se dirimen o solucionan apelando a los «datos», existe siempre pretativo y crítico (véase el capítulo 6). Klein y White han resumido las carac-
un importante componente de valoración subjetiva y colectiva de cuestiones no terísticas principales de estas tres posiciones epistemológicas cn la tabla de la
empíricas como las anteriores. Esto no implica, sin embargo, que una perspec- página siguiente.
tiva pospositivista implique el abandono de la investigación empírica y la bús-
queda del conocimiento.
•Para Klein y Jurich (1993), puede observarse el empuje de una minoría de ¿Un futuro pospositivista?
estudiosos de la familia que retan o cuestionan los supuestos filosóficos que sus
colegas presumiblemente aceptan sin más (es decir, la concepción heredada). En el primero de los handbooks sobre familia y matrimonio, el editado por
Este cuestionamiento ha recibido diversos nombres (teoría crítica, pospositi- Harold Christensen en 1964, se proponía que: «La actitud de la ciencia es la de
vismo, posmodernismo, nueva epistemología, anticientificismo humanista, la búsqueda de la verdad libre de valores: el método es el análisis objetivo de los
etc.). Por supuesto, este cuestionamiento no se ha limitado al estudio de la fa-. datos empíricos y la meta es1a de alcanzar una teoría predictiva» (pág. 11). Es
¡nata ni ha surgido en los últimos años, es un movimiento generalizado en todas decir, una agenda claramente positivista. Veinte años más tarde, en el handbook
las ciencias sociales (véase Echeverría, 1995). De acuerdo ton Klein y Jurich, lo que se publicaría en lEdécada de los ochenta, Thomas y Wilcox (1987) anun-
que ocurre es que las voces que solicitan este cambio suenán más alto y están ciaban que el futuro del estudio de la familia se movería, aunque no sin dificul- '*
más organizadas que en generaciones previas. En cualquier caso, lo que inva- tad, hacia una perspectiva pospositivista, donde el conocimiento científico se
riablemente plantea esta reevaluación (independientemente del lugar y el tiem- considere cada vez más como construido antes que como descubierto, y donde
po) es el cuestionamiento de la vieja filosofía de la ciencia: . se utilice el consenso' como criterio de conocimiento científico.

*,,,•••irt.VZ . j.
88 1 Psicología social de la familia
El desarrollo teórico en el estudio de la familia 1 89
TRES FILOSOFÍAS DE LA CIENCIA APLICADAS AL ESTUDIO DE LA FAMILIA
(KLEIN Y WHITE, 1996) ducido moviinientbs en esa dirección, como lo indica el planteamiento mismo
Positivista
de este trabajo. Nó obstante, el trabajo, tanto teórico como empírico, que se de-
Visión del conocimiento: sarrolla en el estudio de la familia dista todavía Mucho de poder caracterizarse
existen verdades objetivas, procesos o realidades acerca de la
familia que se pueden descubrir. en su conjunto como pospositivista. Doherty y otros observan en este sentido
Valores: el estudio de la familia puede y debe ser, que, por ejemplo, la investigación que se publica en revistas de referencia en es-
si no libre de valores, al menos neutral.
Criterios para evaluar teorías de la familia: las buenas teorías deberían construirse te campo de estudio, como el Dumal ofMarriage and the Family o el Journal of
racionalmente (por ejemplo, internamente consistentes, simples, coherentes, claras, Family Issues, parece representar un acercamiento positivista, «objetivo» y «li-
explícitas, generales, abstractas), Las buenas teorías también deberían ser empíricamente
bre de valores» al'estudio científico de la familia. Por otra fiarte, estos autores
relevantes (verificables, que se ajusten bien a los datos).
Metas: explicación y predicción. señalan que la reciente revitalización de los métodos cualitativos de investiga-
Estilo académico: ción en el estudio !de la familia representa en parte una tendencia pospositivis-
analítico, causal, deductivo o inductivo, determinista o probabilístico,
factual, lógico, materialisio, mecnnieista, observacional, planificado, preciso, cuantitativo, ta que acepta la subjetividad del investigador y la importancia de la información
estructural, etc.
contextual. Segúri estos autores, las principales incursiones del pensamiento
Interpretativa pospositivista en este campo de estudio parecen encontrarse en los acerca-
Visión del conocimiento: mientos feministal, en estudiosos de las minorías étnicas o en los teóricos que
la verdad es subjetiva y todo conocimiento acerca de las familias.se
crea por actores que están interpretando en una conversación con los demás. reflexionan acerca del estado de las teorías y los métodos, como es el caso de
Valores: Doherty y otros, qiue, en cualquier caso, consideran que «todavía es demasiado
el estudio científico de la familia no se encuentra libre de valores y los científicos
deberían ser conscientes y abiertos a sus propios valores. pronto para evalwir el éxito que esta agenda pospositivista, constructivisrá, con-
Criierior para avaluar teorías de la familia:
las buenas teorías deberían tener cuitlidade's textualista tendrá len sustituir, cambiar, transformar o mezclarse con el acerca-
literarias (por ejemplo, elegancia, Imaginación, poder narrativo). Las buenas teorías también
deberían basarse en miento positivistaJa la investigación de la familia. Estos cambios dependerán,
datos procedentes de las experiencias de los miembros•de la familia.
Metas: comprensión. como así ha sido históricamente, de los individuos y grupos que controlan las
Estilo académico: artístico, evocativo, existencial, hermenéutico, humanístico, intuitivo, ayudas a la investilgación y las revistas académicas, así como factores culturales
metafórico, fenomenológico, posmoderno, procesual, autorreflexivo, sensible, especulativo, e históricos más amplios, ajenos a este campo de investigación» (pág. 18).
espontáneo, simbólico, etc.
También JetseilSprey (1988) considera que, en general, el campo de la fami-
Crítica lia todavía opera en gran medida dentro de un marco de referencia claramente

Visión del conocimiento: positivista, aunque le resulte irónico que los científicos sociales comenzaran a
la verdad se impone por aquellos que tienen el ppder de dar forma
al conocimiento. abrazar el positiviimo al mismo tiempo que se alcanzaba un consenso generali-
Valores: las teorías sobre la familia están cargadas de valores. Todos los valores zado entre los filósofos de la ciencia de que el positivismo era inadecuado para
se deberían
exponer y retar para crear oportunidades para el cambio.
• el análisis de las teorías científicas (Suppe, 1977). En este sentido, Thomas y
Criterios para evaluar teorías de la familia:1as
buenas teorías contextualizan !os problemas y • Wilcox'rambién subrayan que «...paradójicamente, en un momento en que la fi-
permiten el pluralismo. Las buenas teorías también son emancipadoras, prescriben cambios,
muestran la posición ética de los teóricos y se ajustan bien a Iris experiencias, personales de
losofía de la ciencia se separaba de una visión objetivista de la teoría, la teoría
los teóricos. de la familia se movía en otra dirección. La filosofía de la ciencia estaba révi-
Metas: emancipación o empowerment
de las personas y grupos sociales oprimidos. sando su concepción básica de la naturaleza de la teoría mientras que la teoría
Estilo académico:
constructivista, dialéctico, feminista, liberal o radical, macroscópico, de la familia estaba construyendo sus cimientos teóricos sobre los escombros
pluralista, posmoderno, procesual, relativista, etc.
desechados por la filosofía de la ciencia» (1987, pág. 96).

El siguiente handbook.,
Problemas y paradojas en los acercamientos pospositivistas
editado ya en la década de los noventa, constituye
sin duda una buena referencia para comprobar si las Para Doherty y otros (1993) existen un conjunto de problemas y paradojas
previsiones de Thomas y
Wilcox apuntaban en la dirección correcta. La respuesta que podemos encon- en los acercamientos contextuales y pospositivistas que están emergiendo en es-
trar examinando el handbook te área de estudio. A continuación resumimos las notas de cautela manifestadas
editado por 'losa y otros cs que sf, que se han pro-
por estos autores:

9Z-
90 1 Psicologla social de la ternilla El desarrollo teórico en el estudio de la familia 91

1. El énfasis en el lenguaje, el significado y el constructivismo puede impe- una ciencia de la familia como disciplina independiente), lo qué daría corno re-
dir ver las fuerzas sociales «objetivas» que afectan a las familias. Por ejemplo, sultado una serie de rivalidades improductivas y un empobrecimiento de los
los estructuras sociales de discriminación no pueden reducirse a constructor discursos Profesional y académico. La otra posibilidad, que Doherty y otros
creados socialmente. Estos autores piensan que estas estructuras tienen una reo. comparten con autores como Thomas y Roghaar (1999), consiste en abandonar
!Wad independiente y una influencia que va más allá de los procesos de cons- dicotomías improductivas entre el «descubrimiento» positivista y la «construc-
trucción social de aquellas per$011:12 que se encuentran en situaciones de margi- ción» pospositivista corno modos de generar conocimiento. Para Thomas y
nación, Roghaar (1990), el zeiivist pospositivista apoya de hecho la posición de que la
• 2. Un acercamiento del tipo «todo vale» puede amenazar la integridad de investigación en ciencias sociales probablemente contendrá elementos tanto de
este campo de investigación. El abandono de criterios claros ck evaluación de las «descubrimiento» (hallazgos acerca del mundo que no conocíamos antes) como
teorías y metodologías de investigación puede dar lugar a urr eclecticismo fútil de «construcciones sáciales» (reconociendo la influencia de nuestro contexto).
y a una falta de análisis riguroso. Es decir, dos modos 'de conocer complementarios. En este sentido, Doherty y
3. El énfasis sobre el pluralismo y diversidad de las familias puede apartar otros consideran que existe entre los estudiosos de la familia, así como entre
nuestra mirada de los aspectos comunes de las familias. La valoración, por en- otros científicos sociales, un deseo de adoptar los principios del pospositivismo,
cima de todo, del pluralismo, podría llegar a tribalizar (en el sentido de tribu) pero sin abandonar valores académicos tradicionales y metodologías de investi-
el estudio de la familia. gación que han permitido el progreso de este área de estudio.
4. El énfasis en el reconocimiento del propio coril¿ito y valores podría lle- No obstante, como señalan estos autores, puesto que el positivismo tradi-
gar a ser una forma de evitar el análisis crítico y el diálogo. El reconocimiento cional y un pospositivismo más orientado al contexto no son compatibles como
de los propios valores y contexto es el comienzo, no un fin en sí mismo, Filosofías de la ciencia, los teóricos-e investigadores todavía tendrán que optar
5. El escepticismo acerca de las «grandes ideas» puede llevar al rechazo au- por untriosiCión u otra. Es decir, en términos de filosofía de la ciencia no se
tomático de teorías potencialmente relevantes. Esto podría traducirse en la puede ser-poltivista y pospositivista al mismo tiempo (Suppe, 1977). La suge-
preocupación poda crítica y una actitud reticente a Producir o aceptar nuevas ' renda de Doherty y otros es que, en la práctica, sí que es posible, en el contex-
ideas. to de una filosofía de la ciencia pospositivista, utilizar toda la gama completo de
6. Ilxiste el peligro de que un renovado entusiasmo por los métodos cuali- herramientas teóricas y metodológicus desarrolladas por los científicos socia-
tativos sc convierta en una nueva ortodoxia que reduzca la utilidad de los avan- les. Si esta síntesis entre teorías y métodos nuevos y vicios fuera posible, no se-
ces en métodos experimentales y procedimientos estadísticos cuantitativos. ría necesario rechazar el trabajo desarrollado por nuestros predecesores en el
7. Finalmente, si las ciencias sociales deberían ser emancipatorios, como siglo xx, sino que nos permitiría contextualizar y construir sobre esas contri-
defienden los teóricos críticos,'¿qué principios éticos deberían guiar a los in- buciones con upa filosofía de la ciencia y una sensibilidad cultural de final de
vestigadores al interpretar los datos y al generar teorías? ¿Hay que abandonar siglo. De esta forma, los estudiosos de la familia, el mismo tiempo que asumen
los valores académicos tradicionales? que el estudio dela familia descontextualizado y libre de valores no es potible
o deseable; también asumen, que será posible mantener los vínculos con nues-
tra ciencia social.
Positivismo y pospositivismo: ¿puntos de encuentro? En sintonía, con lo anterior, y como han observado Collier y otros (1996),
Es posible que en los próximos años las tendencias pospositivistas lleguen también encontramos algunos defensores de enfoques pospositivistab o pasmo-
a pefietrar y enriquecer este área de estudio o,, por el contrario, continúe pro- demos en psicología social que piensan que es posible la convivencia Y.le los pro-
duciéndose una escisión entre los paradigmas positivistas y pospositivistas. Pa- cedimientos empíricos tradicionales y los nuevos enfoques posmodernos (Herré
ra Doherty y otros, estas dos posibilidades tienen importantes consecuencias. y otros, 1985; Potter y Wetherell, 1987; Gergen, 1994), No obstante, para dio,
Por una parte; si se abandona la búsqueda de un consenso acerca de lo que sería necesario revisar los objetivos de estos procedimientos, que ya no serían la
constituye una teoría y metodología «óptima», el campo de estudio de la fami- búsqueda de leyes universales que explíquenla conducta humana, sino unos ob-
lia podría continuar dividiéndose alrededor de dicotomías innecesarias (macro jetivos éticos superiores: De acuerdo con Collier y otros, estos nuevos enfoques
y microinvestigación, investigación feminista y no feminista, métodos cualitati- no sólo pueden ofrecer nuevas formas de teoría e investigación, sino también
vos y cuantitativos, el estudio de la familia como un campo multidisciplinar o nuevas metas que ayuden y contribuyan al cambio social (véase el capítulo 6).

• •:
92 1 Psicología social de la familia
El desarrollo teórico en el estudio pie la familia l 93
Alternativas teóricas en el estudio de la familia
ca puede redefinírse como un ejemplo del pluralismo cultural en la vida social
contemporánea.
Al margen de estas controversias, una característica indiscutible del pano- Consideradas como un tipa de actividad cultural, las ciencias Sociales, y sus
rama teórico en el ámbito dele familia es el de su pluralidad, la coexistencia de
teorías, se convierten en un elemento en la sociedad y son, por lo tanto, un pro-
numerosos marcos conceptuales que se han empleado. y continúan empleándo-
ducto de la organización social al igual que otras instituciones sociales. Inde-
se en el estudio y reflexión sobre la familia, Como señalado David Cheal pendientemente de lo científico que sea el conocimiento, se encuentra irievita-
(1991), cualquier conclusión con respecto al estado de la teoría en el ámbito de blemente afectado por las condiciones bajo el que se produce. Una idea que
la familia debe realizarse teniendo presente la gran diversidad de este terreno,
Javier Echeverría ha expresado en los siguientes términos: «La ciencia actual es
una situación que este autor ha definido como compleja, inestable, aunque no
una forma de cultura de alta pregnancia en la sociedad, que a su vez está pro-,
aleatoria. Lo importante es, en cualquier caso, reconocer explícitamente la exis-
fundamente influida por ésta. Por consiguiente, los aspectos teóricos y meta-
tencia de modelos teóricos alternativos o contradictorios.
teóricos de la ciencia no son los únicos, ni acaso tampoco los fundamentales,
Un primer elemento de reflexión que se plantea ante esa diversidad teórica para la filosofía de la ciencia, contrariamente a los postulados de la concepción
es si constituye un síntoma saludable o, por el contrario, la ausencia' de una lí- heredada en filosofía de la ciencia» (Echeverría, 1995, pilg, 41), Como he seña-
nea clara y definida de desarrollo teórico es un síntoma de crisis o de desorien-
lado este autor, «.;,la ciencia adquiere su auténtico sentido por sus fines, y no
tación en este campo de investigación. Dos conclusiones distintas que se co-
por sus orígenes. Ni la base empírica nila base sociológica iniciales bastan para
rresponden con dos posiciones en la interpretación del conocimiento.
explicar la ciencia. En tanto acción humana intencional, la ciencia trata de con.-
Como ha señalado Cheal (1991), la primera de estas interpretaciones, aso-
tribúir a mejorar:el mundo; y no sólo el mundo físico, sino también el mundo
ciada al positivismo, concibe el conocimiento como un conjunto de proposicio-
social y el mundo' histórico» (pág, 46).
nes que conduce a una preocupación por los métodos de razonamiento a partir
Como dirá Wesley Burr, un histórico del desarrollo teórico de la familia, y
de los cuales se producen esas proposiciones, así como con los métodos para
manteniendo posturas ya lejanas de las que mantuviera como primer editor de
proporcionar las pruebas que validen esas proposiciones. El segundo acerca-
Conlemporary theories abata the family (Burr y otros, 1979): «Puesto que las•
miento, asociado, según Cheal, con el marxismo y la sociología del conocí:
teorías son herraMientas analíticas que los científicos utilizan para explicar y
miento, concibe el conocimiento como el resultado subjetivo de las estructuras
comprender, y son "ciertas" para el grupo de científicos que las consideran co-
sociales, lo que conduce a la preocupación por los determinalite,ssociales de las
mo ciertas, no resulta, por lo tanto, demasiado útil arguMentar, debatir, o si-
ideas y la ideología. Según este autor, estas dos posiciones dében-Otenderse en
quiera molestarsi en investigar acerca de si las teorías son verdaderas o falsas...
el contexto más amplio de la organización social del conocimiento. Conoci-
Sí la verdad última u objetiva de las teorías no debería exigir nuestra atención o
: miento que este autor considera como una clase especial de actividad cultural:
preocupación, qué es entonces lo que importa? Lo importante es si las teorías
«El conocimiento sería aquella parte de la cultura que trata con la significación
ayudan a los teóricos, investigadores y profesionales a conseguir sus metas, Por
intersubjetiva competente o, en otros términos, con el discurso competente»
lo tanto, resulta Más provechoso evaluar las teorías en términos de su utilidad y
(pág. xi). Es decir, distintos discursos expresarían conocimientos diferentes. Es-
de.su valor práctico» (pág. 75).
tas consideraciones son relevantes para entender la diversidad teórica en el ám-
bito de la familia. Para Cheal, los teóricos de la familia se encuentran actual-
mente más divididos que en ningún otro momento anterior. Esta diversidad Clasificación de teorías
teórica se ha definido con frecuencia como síntoma de «crisis» en este ámbito
En un estudilo llevado a cabo por David Klein (1994), se solicitó a más de
de investigación, puesto que impide la integración universal del conocimiento
cien estudiosos de la familia que ordenaran once teorías alternativas de acuer-
social científico. Un sentimiento de crisis que se ve además alimentado, como
do con sus prefeviencias. Así, y en orden descendente, el interaccionismo sim-
señala Sprey (1988), por la creencia errónea de que los marcos conceptuales
bólico aparecía en primer lugar, seguido en un segundo lugar compartido por la
existentes están en competición, a la manera de los paradigmas de Kuhn, y que
teoría de sistema y ja teoría del desarrollo y, a continuación, por las teorías del
corno tales sólo pueden desarrollarse reemplazando en lugar de incorporar
intercambio, del !conflicto y ecológica. No obstante, Klein subraya que, en ge-
ideas «rivales». Sin embargo, de acuerdo con los planteamientos de Cheal, si es-
neral, los particiOnte s en este estudio no demostraron desagrado por apenas
te conocimiento se considera como una forma de cultura, esa diversidad teóri-
ninguna teoría y que incluso mostraban una disposición favorable hacia varias

•• •5 25
94 1 Psicologla social de la familia

teorías. Además, se lombraron docenas de otras teorías con las que se simpati- 4 LA FAMILIA COMO INTERACCIÓN
zaba, aunque rara vez coincidían en su denominación. Una conclusión que ex-
trae Klein de estos resultados es que cualquier esquema o clasificación de las
teorías difícilmente sería aceptado unánimemente por todos.
Por ejemplo, David Cheal (1991) propone una división de las teorías sobre
la familia en dos categorías: teorías del consenso y teorías del conflicto (que no
se refiere a la teoría del conflicto). Esta división reflejaría las distinciones que
pueden establecerse entre teorías conservadoras y mainstream y otras teorías al- tj
1.
• •
ternativas como las crítico-radicales (Osmond, 1987). Esta división reflejaría,
asimismo, la polarización de opiniones que ha caracterizado al - estudio de la fa-
milia en las últimas dos décadas. Por su parte, Suzanna Smith (1995) establece
cuatro categorías diferenciadoras que agrupan las teorías de acuerdo con los te-
Mas principales de las mismas: «estructura y función» incluiría las teorías don-
dese enfatiza la composición familiar, los roles y las funciones de la familia en la
sociedad, «sistema» hace referencia a las teorías que enfatizan la estabilidad y la ti La sociedad es meramente un nombre para un conjunto de indivi-
interacción 'familiar; «individualismo e interacción» haría referencia a la centra- ,dúos conectados por medio de la interacción (Gcorg Simmel).
lidad del concepto de individualismo y autonomía en las interacciones sociales,
La familia es una unidad de personalidades en interacción (Ernest
y finalmente, «diferencia y diversidad» se refiere a teorías que enfatizan la im-
W. Burgess).
portancia de comprender las diferencias dentro y entre las familias basadas en
condiciones socioestructu mies como el género, la clase social, la raza y la etnici-
dad. Autores cuino hose y otros (1993) organizan las teorías u partir de un crite-
introducción
rio estrictamente cronológico. Wesley Burr (1995) prefiere utilizar como criterio
organii.ador el planteamiento epistemológico de la diversas teorías, identifican-
En este capítulo iniciamos nuestro recorrido por el terreno, diverso y plural,
do Tres grupos de teorías: positivistas, interpretativas y críticas/emancipadoras.
de las teorías sobre la familia, prestando atención en primer lugar a aquellas que
Jinalmente, Klein y Whitc (1996) optan por utilizar tres dimensiones como cri-
han representado la tradición más microsociológica e interaccional en el estudio
terio organizador de las teorías: nivel de análisis (individual, relacional, familia,
de la familia. Esta tradición en el estudio de la familia representa una de las po-
institución), dimensión temporal (estático, dinámico) y fuente de cambio (en-
siciones dentro del debate cerca de cuáles deben ser las preocupaciones pri-
dógena o exógena).
mordiales de la teoría social, un debate que Giddens y Turner plantean en los si-
Nosotros, para examinar las diferentes alternativas teóricas en el estudio de
guientes términ.os: «Algunos sostienen que debe consistir en un microanálisis dcl
la familia;proponemos tres grandes categorías organizativas que tratan de au-
comportamiento y de la interacción en contextos situados, mientras que otros se
nar tanto el criterio temático como el epistemológico: la familia como interac-
pronuncian por métodos más comprehensivos que se ocupen de estructuras
ción (interaccionismo simbólico —Escuela de Iowa—, teoría [lel intercambio,
emergentes» (Giddens y Turner, 1990, pág. 17). La otra posición dentro de este
teoría del conflicto). Esta categoría trata de reflejar la tradición!más microsocial
debate, es decir, los acercamientos. teóricos que entienden la familia como una
c interaccionista en el estudio de la familia. La familia como sistema (funciona-
estructura emergente, la tradición holista en el estudio de la familia, será objeto
lismo estructural, teoría del desarrollo, teoría de sistemas, modelos ecológicos).
de atención en el próximo capítulo. También así, al tratar separadamente ambos
Esta categoría trata de integrar la tradición más holista en el estudio de la fami-
conjuntos de teorías, volvemos a situarnos dentro del debate entre «quienes de-
lia. Finalmente, la categoría «la familia como construcción social» (fenomeno-
fienden la reconciliación del microanálisis y el macroanálisis, mientras que, en
logía, etnoinetodología, teoría critica y enfoques feministas), trata de recoger la
opinión de otros, tales síntesis son contraproducentes y, en el mejor de los casos,
aportaciones que se producen a partir de los años ochenta, cuando comienza a
prematuras» (Giddens y Turne; 1990, ptil. 17). No obstante, el estado de la reo-
tener lugar un cambio de orientación en'este campo de estudio, y reflejaría la
rización en el ámbito de la familia parece coincidir con el diagnóstico de Turner
tradición más pospositivista.

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•4
96 1 Psicología social de la familia
La familia como Interacción 1 97
•.1 según el cual «los intentos de superar la escisión que media entre la interacción
individual y las estructuras emergentes son prematuros. Ambos niveles ,son introspectiva se nutre de las miradas de los partenalres de las.acciones recípro-
" i igualmente "reales", pero, de momento, cada uno de ellos requiere de sus pro- cas, lo mismo que nuestra mirada contribuye a forjar las identidades de dichos
pios conceptos, proposiciones y modelos» (Giddens y Turner, 1990, pág. 19). partenaires.. Simmel esboza una visión sociológica del yo profundo que sienta
La tradición más microsociológica e interaccional en la teoría social encuentra un decidido precedente de la teoría del interaccionismo simbólico de George
quizás en la figura de Georg Simmel su más claro precedente. Su preocupación Herbert Mead» (pág. 157).
por los aspectos microsociológicos de la vida social los resume Nisbet (1959) de la Y es que, parafraseando a Amalio Blanco (1995), en esa empresa común --en
: siguiente forma: «No desdeñó los elementos pequeños e íntimos de las asociacio- la que parecen haber puesto todo su empeño los científicos sociales— que es la
3 nes humanas, y nunca perdió de vista la primacía de los seres humanos, del indivi- búsqueda de la relación entre el individuo y la sociedad, entre lo psicológico y
•• duo concreto, en su análisis de las instituciones», y del interés de Simmel por la in- lo sociológico, en la búsqueda de un mecanismo, de un concepto de intersec-
teracción dan buena prueba afirmaciones como las siguientes: «La sociedad.., sólo ción capaz de articular esos aparentemente irreconciliables niveles, Simmel al
es la síntesis o el término general para la totalidad de esas interacciones específi- igual que Mead, propondrá el concepto de interacción. Para Blanco, en•Mead
cas» o «La sociedad es idéntica a la suma total de esas relaciones» (Simmel, 1907), «lo que resulta novedoso es la manera en que establece la relación entre los tres
Georg Simmel rechazaba así la posición balista o realista representada por elementos de su hipótesis central (sociedad-interacción-pelsona), el estilo de
Durkheim, según la cual la sociedad es una entidad real, un objeto o un orga- relación que proclama entre ellos y las vías por las que hace discurrir dicha re-
nismo. Para Simmel, la sociedad no constituía una unidad colectiva o corpora- lación. Es ahí donde el norteamericano comienza a distanciarse resueltamente
tiva distinta de los individuos sobre los que ejerce una influencia. Pero, de de los idealistas alemanes, en su teoría de la formación social del self, en su in-
acuerdo con Ritzer (1993), Simmel se sentía también incómodo con la concep- quebrantable convicción de la persona como fruto de la interacción» (p'áp,. 191).
ción nominalista según la cual la sociedad no es nada más que un conjunto de Esta relación entre el pensamiento (le Simmel y Mead también la ha destacado
individuos' aislados. Simmel adoptaría una postura intermedia ,concibiendo la Ritzer (1993): «Sirnatel tenía una concepción sobre la capacidad de las personas
sociedad como un conjunto de interacciones, Para Simmel la sociedad era me- para enfrentarse a'sí mismas mentalmente, para apartarse de sus propias accio-
ramente un nombre para un conjunto de individuos conectados por medio de nes, que es muy parecida a la de George Herbert Mead y los interaccionistas
la interacción. Las estructuras supraindividuales como el. Estada, la ciudad ola simbólicos» (pág. 307).
familia serían cristalizaciones de esa interacción. Simmel representa, pues, una Las formas de interacción que para Simmel constituyen la base de la vida
visión de la sociedad entendida, en terminal de Rodríguez Ibáñez (1989), «co- social siempre implican armonía y conflicto, atracción y repulsión. De acuerdo
mo simple expresión de un juego de interacciones entre personas» (pág. 204). con Donald Levin'e (1971), para Simmel «el mundo puede entenderse mejor en
La esencia de la vida social es, por tanto, la interacción. Lo.> individuos y los términos de conflicto y de contrastes entre categorías opuestas». Simmel
grupos generan la interacción con el objetivo de lograr o alcanzar sus metas y (1904), en su «Soáología del conflicto», consideraba que el conflicto es una ca-
objetivos. Las personas y los grupos que se encuentran en interacción elaboran racterística de la estructura de los grupos y enfatizaba, además, el rol positivo
ciertos patrones o formas culturales para facilitar esas metas. Un ejemplo de la del conflicto en el logro de una mayor unidad en el grupo. Según Simmel, un
creación de esos patrones de interacción sería la familia. grupo completamtente armonioso no podría existir, puesto que permanecería
Como ha señalado José Rodríguez Ibáñez (1989), «Simmel está interesado enteramente estático. Es más, el conflicto también sirve para definir y consoli-
en descubrir las pautas formales de la sociedad. Pero ocurre que éstas se mani- darla unidad de las grupos involucrados, tanto internamente como entre ellos.
fiestan en el curso de lo que él llama "acciones recíprocas". La sociedad es crea- Según Farrington 'y Chertok (1993), la concepción de Simmel de la realidad so-
ción de formas; sin embargo, tales formas sólo se concretan mediante procesos cial puede consiárarse corno esencialmente «dualista», en el sentido de que
específicos, microsociales, de socialización» (pág. 153). Según Rodríguez Ibá- tanto las tendencias hacia el orden como las tendencias hacia el conflicto son
ñez, con el principio de las acciones recíprocas Simmel alude «al hecho de que inevitables y comlonentes críticos de la existencia social. Porotos pat•te, en la
el sentido de la identidad individual se construye forzosamente a través del pa- interacción que laf personas desarrollan con el objetivo de lograr o alcanzar sus
ralelo sentimiento de pertenencia a diveráos grupos. Uno se sabe uno mismo en metas y objetivos encontrará Munné (1996) una de las primeras formulaciones
tanto en cuanto uno se ve tamizado o reflejado por la imagen que se posee (o se del enfoque utilinkista en ciencias sociales.
cree poseer ante los integrantes de los círculos inmediatos). La propia mirada Como se desprende de este breve recorrido por algunas de las ideas repre-
sentativas del penisawdento de Simmel, no resulta extraño que su influencia se
98 1 Psicología social de la familia La familia como interacción l 99

haya hecho notar, corno ha señalado George Ritzer (1993), en teorías como la tervendrían en el desarrollo de la orientación teórica de la Escuela de Chicago
teoría del conflicto, el interaccionismo simbólico o la teoría'del intercambio, (Rock, 1979; Joas, 1990; Ritzer, 1993). Park, junto con Ernest Burgess, utiliza-
precisamente las teorías que se examinarán, en la medida en que se han utiliza- rían y diseminarían las ideas de Simmel en su huroducción a la ciencia de la so-
do en el estudio de la familia, a lo largo de este capítulo. Como subraya Ritzer ciedad, publicada en 1921, que, como ha señalado Ritzer (1993), sería el primer
(1993) en su análisis de la obra de este autor, Georg Simmel es el microsociólo- manual verdaderamente importante de sociología. Unos pocos años después de
go mejor conocido de los que jugaron un papel significativo en el desarrollo de la publicación de este manual, Erncst Burgess publica un ensayo, hoy clásico, •
la investigación sobre pequeños grupos, del interaccionismo simbólico y de la con el que no sólo se vincula definitivamente el estudio de la familia al interac-
teoría del intercambio. cionismo simbólico, sino que además dirigirá el interés de los investigadores de
Recientemente, Lluís Flaquer (1998) ha diagnosticado que «la familia con- la familia al terreno de lo psicosocial.
temporánea se mantiene gracias a la densidad de su interacción psicológica» Como ya se ha señalado en el capítulo 1, el clásico artículo de Ernest Bur-
(pág. 193), un hecho que Flag= ve apoyado con la afirmación que Erncst Bur- gess publicado en 1926 «La fainilia corno unar.inidad de personalidades en in-
gess realizara en los años veinte en el sentido de que la familia era una unidad teracción», inaugura la aplicación formal del interaccionismo al estudio de la fa- f.
de personalidades en interacción. Una interacción que, a la luz de las propues- milia. Un trabajo que pronto encontraría eco en otros investigadores. Por
tas teóricas que analizaremos a continuación, podría calificarse, según como se ejemplo, Leonard Cottrell (1933) partiendo del trabajo de Burgess, publicaría
mire (teóricamente), corno una interacción simbólica (interaccionismo simbóli- un artículo, «Roles and marital adjustrnent», en el que se centraría en la trans-
co), conflictiva (teoría del conflicto) o interesada (teoría' del intercambio). misión lntergéñeracional de las expectativas de rol en la familia y el reto que
plantea para cada nueva pareja negociar las diferencias que surgen con respec-
to a las expectativas
,• de rol. Estol dos autores también llevarían a cabo un im-
Interaccionismo simbólico portani de investigación, Predican success or fallare in nrarriage
(Burgessy— Clitrell, 1939). Como vemos, estos trabajos, junto e otros que apa-
• En 1937, Herbert Blumer acuñaría el término que daría nombre a una de recieron también durante los años treinta, como los trabajos de Terman o Ber-
las perspectivas teóricas psicosociológicas más importantes, una perspectiva nard, iniciarían una psicosociología de la familia centrada principalmente en los
que será también, histórica y actualmente, uno de los principales enfoques teó- predictores del éxito en la vida matrimonial y familiar. Corno han señalado Do-
ricos en el estUdio de la familia: el interaccionismo simbólico. Las ideas que ca- herty y otros (1993), aunque los interaccionistas simbólicos tempranos como
racterizan á esta perspectiva teórica nacen, sin embargo, unas décadas antes. Su Mead o Thomas proponían una visión del individuo o de la familia en sociedad,
génesis hay que buscarla en los fundadores del pragmatismo:norteamericano, durante los años treinta los fundadores de la sociología de la familia como Bur- fi.
como Charles S. Pi erce, William James, John Dewey y George'Herbert Mead, y gess, Cottrell, Terman o Bernard se •centraron principalmente en los aspectos
en la obra de Charles Horton Cooley y de William Isaac Thonias. El interaccio- interaccionales o psicosociológicos de la vida familiar.
nismo simbólico incorporará así conceptos de James (1890) cómo el self social, Entre los primeros estudiosos de la familia desde la perspectiva del inte-
la noción de Cooley (1902) del self especular (el sí mismo cono una imagen cn raccionismo simbólico destaca también Willard Walter, una figura quizás me-
espejo), el concepto de definición de la situación de Thomas (Thomas y Tho- nos conocida y con un impacto inicial en este área de investigación menos lla-
mas, 1928) o las ideas de Mead (1934) de rol-raking o las clistidciones entre el yo mativo, aunque tainbiéti relevante. El acercamiento de Willard Waller al
y el mí como partes diferenciadas del self. estudio de la familia se caracterizó por el uso de métodos cualitativos, cen-
Como ha señalado George Ritzer (1995), el interaccionismo simbólico sería trándose en el conflicto familiar, en el divorcio y .en los procesos dinámicos de
el producto más importante de la que se ha denominado Esjuela de Chicago. negociación o «regateo» entre los miembros de la familia (Waller, 1937, 1938).
En la Universidad de Chicago, donde Mead enseñaba filosofitl; Albion B. Small Como han señalado LaRossa y Reitzes (1993), Waller fue uno de los pocos in-
estableció en 1892 el primer departamento de sociología de lo¿ Estados Unidos, vestigadores en los initios del estudio sobre la familia que Prestó una conside-
al que pronto se unirían figuras como la de Thomas, Robert 13ark o Ernest W. rable atención al conflicto y al poder en la familia, aunque el impacto de su tra-
Burgess. 5~11 había estudiado en Alemania con Georg Simuiél, al igual que su bajo sería reducido (entre otras cosas, moría prematuramente a los 45 años).
sucesor en la dirección del departamento, Robert Park. De esta forma las ideas En este sentido, LaRossa y Reitzes (1993) han especulado sobre la posibilidad
de Simmel, particularmente su interés por la acción e interacción, también in- de que si sus ideas se hubieran tomado más seriamente, los estudiosos de la fa-
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100 1 Pslcologia social de la familia La familia como InteraccIón 1 101

milla hubieran «descubierto» problemas como la violencia familiar mucho más (1996), «el objetivo de Blumer (1969) es hacer "inteligible la sociedad moder-
pronto. na", mientras que el de Kuhn (1964) es hacer "predicciones generales sobre la
No obstante, el trabajo de Walter sí que tendría una influencia, aunque in- conducta social": Esto lleva a que aquél tienda hacia una ciencia de dimensión
directa, en este área de investigación. Después de la muerte :de Waller, Reuben humanista y carácter ideográfico, y éste en cambio hacia una ciencia más posi-
Hill, un investigador que compartía la orientación interaccionista simbólica de tivista y un carácter nomotético» (pág. 279). En este sentido, Martindale (1979)
Walter, publicaría una segunda edición revisada del libro de este último, publi- ha argumentado 'que mientras que la variedad fenomenológica del interaccio-
cado inicialmente en 1938, The family: A dinamic interpretation (Walter y Hill, nismo simbólico se corresponde con una filosofía interpretativa (véase el capí-
1951). En esta nueva edición, sin embargo, Hill Cambiaría la orientación del li- tulo 6), la teoría del interaccionismo simbólico, y más en particular sus enfo-
bro desde una perspectiva del conflicto y orientada a los procesos en el original, ques más estructuralistas, pueden considerarse, de hecho, positivistas.
hacia otra perspectiva basada en los roles. Hill también defendería el uso de los Frederíc Munné (1996) considera, no obstante, que, independientemente
métodos cuantitativos en detrimento de los cualitativos. Para Hill los roles fa- de las diferencias entre estas dos escuelas, pueden identilicaise unos puntos de
miliares se definen en términos de las expectativ!as que los otros miembros de la coincidencia que'configuran un núcleo fundamental de principios más o ménos
familia confieren a un rol determinado, y el ajuste o éxito de la familia tiene lu- compartidos por los interaccionistas simbólicos, principios que Munné resume
gar en términos de la adecuación del desempeño de rol (Waller y Hill, 1951; en los siguientes' términos: «Lo más característico y singular del comporta-1
Stryker, 1964). La utilización que Hill hizo dela-teoría del rol y su énfasis en los miento humano es que interactúa mediante comunicaciones simbólicas. listo
métodos cuantitativos comenzarán a convertirse en características predomi- requiere definir la situación en que se actúa, así como actuar asumiendo y te-
nantes de Ja aplicación del interaccionismo simbólico, tanto teórica como me- niendo en cuenta los comportamientos que son esperados por los demás en
todológicamente, al estudio de la familia. Así, el acercamiento más estructura- aquella situación.: Los significados de las acciones pueden ser mantenidos, mo-
lista del interaccionismo simbólico (centrado fundamentalmente en el concepto dificados o dados por los actores, los cuales son así creadores activos de la vida
de rol) (Stryker, 1980), junto con el interés en la comprobación de hipótesis me- social. Todo ello estructura en la persdna un sell o mediador entre ésta y la or-
diante variables y definiciones operacionales que faciliten la recogida de datos, ganización social>) (pág. 280).
cuantitativos y el análisis empírico, comenzarán a caracterizar el estudio de la Dentro del acercamiento predominante del interaccionismo simbólico al
familia desde el interaccionismo simbólico a partir de la dépada de los sesenta estudio de la familia, aunque también destacan autores ¿orno Stryker (1968), 'o
hasta nuestros días. Una posición teórica y metodológictehe fe corresponde Nye (1976), desde el punto de vista de la elaboración teórica la contribución •
con la escuela del pensamiento dentro del interaccionismo simbólico represen- más relevante ha!sido, sin duda, la de Wesley Burr (1973; Burr y otros, 1979).
tada por Manfred Kuhn (1964), la Escuela de Iowa. Recordemos que!Wesley Burr, junto con Reuben Hill y otros investigadorCs,.
Y es que si situarnos el estudio de la familia en el contexto de la controver- editarían en 1975 uno de los bandbooks que más impacto ha tenido en el cam-
sia entre las dos escuelas de pensamiento dentro del interaccionismo simbólico, po de investigación sobre la familia. En este volumen, Burr y otros (1979) cons-
puede observarse una mayor influencia de la Escuela de Iowa que de la de Chi- truirían el trabajo! más elegante y sistemático sobre el interaccionismo ShnbólicO
cago. Aunque, por supuesto, existen excepciones (por ejemplo, LaRossa y La- aplicado a las familias. Burr y otros (1979) reunieron en su trabajo un conjunto
Rossa, 1981; Turner, 1970), como han señalado LaRossa y Reitzes (1993), si se de proposiciones ¡teóricas directamente relevantes para la comprensión de la fa-
examinan los artículos que se publican en tres de las más importantes revistas milia desde la pefspectiva del interaccionismo simbólico, las cuales son el ori-
sobre investigación en el área de la familia, el Journal of Marriage and the Fa- gen de gran parte• de la claridad y del poder de esta teoría para explicar los pro-
mily, el Jourmil of Family Issues y Family Relations, así como los bandbooks más i
cesos y la conducta familiar (Klein y White, 1996).
influyentes (Christensen, 1964; Burr y otros, 1979; Sussman y Steinmetz, 1987),
puede comprobarse la ausencia de la Escuela de Chicago, La Escuela de Chica-
Identidad y roles familiares
go, representada por Blumer, enfatizaba fundamentalmente los procesos inter-
pretativos de la construcción social de los significados, legitimando así la utili- De acuerdo cir David Cheal (1991), el interaccionismo simbólico incorpo-
zación de metodologías cualitativas. De esta forma, una de las implicaciones de ra el ideal moral de que todos los miembros de tina familia deberían adoptar
la ausencia de esta escuela es el mayor peso que ha adquirido la investigación. una visión identija de su situación colectiva. Este ideal implica, por una parte,
cuantitativa y el escaso uso de métodos cualitativos. Como ha señalado Munné la idea de la identidad familiar y, por otra, el concepto de unidad familiar (re-

27
102 1 Psicología social de la familia La familia como Intel-acción 1 103

Vejada en el concepto de ajuste marital), ideas que ya se encontraban presentes e hijos como actores que tienen una considerable capacidad para estructurar su
en el trabajo pionero de Erncst Burgess, que definía la familia como una unidad entorno social. Gran parte de la interacción paterno-filial implica, por lo tanto,
de personalidades en interacción. Para Burgess, la interacción, 'que mantiene las la creación de toles•(role-maling), es decir, el proceso de improvisar, explorar y
relaciones entre In pareja adulta y entre padres e hijos, es lo qué constituye la vi- juzgar lo que es apropiado sobre la base de la situación y de las respuestas de los
da familiar. Además, la familia desarrolla una concepción de sí misma que in- otros en un momento determinado (Turner, 1962). Para clarificar, pues, las si-
cluye el sentido de responsabilidad que cada miembro de la familia tiene con tuaciones, la primera fase de la interacción entre padres e hijos implica con fre-
los otros, responsabilidades.que se definen en los roles familiares, y la noción de cuencia establecer «definiciones de la situación» temporales. Una fase seguida
lo que la vida familiar es o debería ser. Las personas desarrollan un sentido de de acciones tentativas de padres e hijos que permite que sus definiciones se
identidad que se deriva de la interacción que tiene lugar con los demás en la vi- comparen en la realidad y se reformulen sobre la base de la experiencia (Peter-
da cotidiana, incluyendo la vida familiar, donde los individuos se comprometen son y Rollins,,1987).
a una «identidad familiar» (Stryker, 1968). Una identidad que existe en la me-
dida en qué las personas participan en una relación social estructurada.
• De acuerdo con Pcterson y Rollins (1987), en la interacción familiar se Conceptos básicos
aprenden un complejo conjunto de significados que permiten la comunicación kif. Un supuesto básico del interaccionismo simbólico es que las personas
entre los miembros de la familia, compartir experiencias e involucrar a dos o no nacen con, un sentido de sí mismas, sino que desarrollan sus autoconceptos
más personas en un proceso social especialmente intenío:De esta forma, padres a través de la interacción social. De, ahí la importancia de la familia en el desa-
e hijos tienen la capacidad de compartir significados, comunes y asumir el rol rrollo de la identidad y el autoconcepto. El concepto propuesto por Mead
del otro. Con hi adopción del rol del otro (role-taking), los miembros de la fa- (1934) de selfSeria la representación simbólica de nosotros mismos tanto como
milia pueden ver tanto el mundo social como a ellos mismos desde la perspec- sujetos (el yo) colmo objetos (el mí). Para Mead el «yo» es la respuesta del orga-
tiva del otro miembro de la familia. Esta capacidad de adoptar roles y de com- nismo a las condUctas de los otros, mientras que el «mí» sería el conjunto de ac-
partir significados permite anticipar la respuesta de los otros miembros de la titudes de los demás que uno mismo asume. La idea 'del self como objeto tiene
familia y desarrollar una relación de una intensidad especial. su origen en la propuesta de Cooley del «self espejo» (looking glass self) o self
De acuerdo con el análisis de Peterson y Rollins (1987), los padres e hijos especular. El s'ellcomo objeto contiene, pues, la perspectiva de los otros. Ello
con frecuencia se definen mutuamente como otros significativos, es decir, per- significa que podernos ver nuestra conducta como un objeto (mí), asumiendo
sonas con quien se mantiene un vínculo afectivo y a cuyas expectativas se les así el rol de otra persona (por ejemplo, un niño puede preguntarse si su con-
asigna una especial importancia. Para los hijos, los padres tienen un estatus es- ducta le parecerá apropiada a su padre). La identidad se referiría a los distintos
peciál debido a su control de los recursos (físicos, afectivos, información). Para significadOs que damos al set f en un rol determinado (por ejemplo, dentro de
los padres, los hijos se definen como «otros significativos» porque su presencia los roles de esposo o esposa pueden construirse diversas identidades).
altera numerosas experiencias vitales y añaden una nueva dimensión a sus auto- Roles. De acuerdo con el análisis de LaRossa y Reitzes (1993), roles son las
conceptos. Desde la perspectiva del interaccionismo simbólico; las interacciones normas'compartidas aplicadas a los ocupantes de posiciones sociales, Los roles
padres-hijos contribuyen a la emergencia de normas y expectativas mutuamen- constituyen sistemas de significado que capacitan a los ocupantes del rol y a
te compartidas. Padres e hijos desempeñan sus respectivos roles desarrollándo- otros con los que se interactúa para anticipar conductas futuras y mantener la
se así el conjunto de expectativas mutuas que comienzan a guiar o constreñir regularidad en las interacciones sociales (Turner,,1970). Por ejemplo, el rol de
.sus conductas en las relaciones paterno-filiales. Si la socializa'ción
, padres-hijos abuelos puede conllevar la expectativa de que cuiden en ocasiones de sus nie-
. es efectiva, la adopción y desempeño de los roles se convierte en un compo- tos. Los roles sociales no sólo especifican conocimientos, habilidades y motiva-
nente importante del self. Los adultos sé adscriben a sí mism!os nuevas defini- ción, también especifican la extensión, dirección y duración de sentimientos y
ciones sociales como «padre» o «madre», que conllevan las relponsabilidades y emociones. Así, como Señalan LaRossa y Reitzes, las normas asociadas con el rol
recompensas asociadas a esas posiciones, mientras que los hijos desarrollan de- parental incluyen también prescripciones sobre: a) lo que las personas deberían
finiciones de si mismos que reflejan en qué medida están sat sfaciendo las ex- conocer acerca de la conducta parental; b).las habilidades que se necesitan pa-
pectativas parentales. Finalmente, como subrayan Pcterson y Rollins, además ra desempeñar el rol paren tal; e) la motivación que se debería tener ante ese rol;
de estos aspectos de los roles paterno-filiales, es importante considerar a padres y d) la extensión, dirección y duración que se debería dar al rol parental. Los
104 1 Pslcologfa social de la familia La familia como interacción 1 105

roles son además flexibles, puesto que pueden construirse diversas identidades diversas formas, aunque lo importante es que, sea cual sea esa definición, in-
en un mismo rol. Por ejemplo, el rolde esposo puede contener las identidades de fluirá en le forma en que se actúe, Como señalan LaRossa y ReitZes (1993), el
cuidador, proveedor de ingresos, compañero o pareja sexual. Los aspectos es- proceso de creación de una definición de la situación más o menos compartida
táticos y dinámicos de la conducta de rol quedan reflejados en dos conceptos es particularmente importante en el éxito de cualquier grupo. No es de extra-
relacionados, la asunción de roles (role-taking) y la crdáción de roles (role-ma- ñar que ya desde los primeros estudios de los interaccionistas simbólicos como
king). La asunción de roles permite a una persona identificar las regularidades Burgess (1926) o Hess y Hunde! (1959) se prestara una especial atención al pro-
que unen a los ocupantes de un rol y alinear sus conductas de rol con los signi- ceso por el cual las familias construyen la vida familiar, buscando y negociando
ficados del rol mantenidos por los otros (Turner, 1962). De esta forma una per- un consenso satisfactorio.
sona puede ponerse en lugar del otro y actuar de acuerdo con las. expectativas
asociadas al desempeño de ese rol. La creación de roles se refiere a la práctica Áreas de investigación y aplicación
de crear y modificar roles para hacerlos más explícitos. Finalmente, el estrés y
el conflicto de rol son también dimensiones importantes de los roles.El estrés Gran parte de la investigación en el ámbito de la familia realizada desde la
de rol se produce cuando un actor no tiene suficientes recursos para desempe- perspectiva del interaccionismo simbólico puede situarse en el contexto de la teo-
ñar un rol o roles. También cuando los roles son múltiples se puede producir un ría del rol (Burr y otros, 1979). Desde esta perspectiva la investigación se ha
exceso de expectativas que puede dar lugar al estrés. El conflicto de rol se pro- centrado en la forma en que se adoptan los roles familiares, en los procesqs de
duciría cuando las expectativas de un rol contradicen las expectativas asociadas socialización familiar y en la formación de la identidad. También desde esta
a otro rol. Este conflicto también produce estrés, al no poder desempeñar roles perspectiva se ha estudiado el desempeño de los roles familiares, la creación y
contrarios simultáneamente (Klein y White, 1996),. ruptura de roles en el proceso de redefinir la vida familiar a medida que surgen
Socialización. Como subrayan LaRossa y Reíries (1993), la asunción y crea- nuevas identidades, o en los patrones cambiantes en la vida.familiar y las formas
ción de roles son componentes clave del proceso de socialización. Según estos en que se negocia y renegocia la conducta y los significados entre los miembros
autores, es precisamente la asociación de la asunción y creación de roles lo que . de la familia. Otra área de investigación en el ámbito de los roles ha sido el es-
hace del interaccionismo simbólico un acercamiento único al estudio de la so- tudio de la diversificación de roles y el estrés de rol en madres trabajadoras. Fi-
cialización. Desde este enfoque teórico, la socialización es el proceso de cambio nalmente, un ámbito de aplicación que ha utilizado como marco de referencia
que una persona experimenta como resultado de las influencias sociales. 'Al el interaccionismo simbólico, con el objetivo de establecer expectativas más
contrario que otros acercamientos teóricos desde los que se enfatiza la adapta- realistas asociadas a los Toles familiares, ha sido el de la educadón familiar.
ción o conformidad a un grupo o sociedad, desde el interaccionismo simbólico En definitiva, de acuerdo con LaRossa y Reitzes (1993), la contribución
decir que un niño está siendo socializado implica algo más que decir que está más importante:del interaccionismo simbólico al estudio de la familia ha sido,
siendo enseñado a conformarse con las expectativas de la sociedad. Más bien la en primer lugar,:su énfasis en la proposición de que las familias son grupos so-
socialización se considera como un proceso complejo por el cual los niños no ciales y, en segundo lugar, su afirmación de que los individuos dcsarrollun.su
sólo memorizan roles, sino que aprenden diversos roles y participan activamen- concepto del self y sus identidades a través de la interacción social, capacitán-
te en la formación de sus identidades. dolos para evaluar independientemente y asignar valores a sus actividades fa-
Definición de la situación. Durante la interacción social las personas crean miliares. La conceptualización de las familias como grupos sociales y como gru-
activamente significados no sólo del self y de los otros, sino también de las si- pos de selfs e identidades en interacción ha llevado, según estos autores, a los
tuaciones. El concepto de definición de la situación tiene su origen en la pro- investigadores don una orientación interaccionista simbólica a interesarse en
puesta de W. 1. Thomas (Thomas y Thomas, 1928) de <lúe «las situaciones defi- cuestiones como las siguientes:
nidas como reales son reales en sus consecuencias». De acuerdo con Stryker y
Statham (1985), una definición de la situación centra su foco de atención en lo —Cuál es el proceso por el que los miembros de la familia llegan a tina per-
más destacado de un escenario de interacción y permite la organización preli- cepción, más o menos compartida, del mundo (esto es, una realidad simbólica,
minar de las acciones apropiadas a ese escenario. Lo importante no es si una de- un conjunto compartido de metas, valores, creencias y normas).
finición es válida o moralmente apropiada, sino que las personas en ese escena- —Cómo se relacionan la geografía, la raztdemicidacl, la clase social, el gé-
rio crean sus definiciones. De esta manera, las situaciones pueden definirse de nero, la edad o el tiempo con los grupos familiares (cómo difieren las familias

.2_ e
106 1 Psicología social de la familia
La familia como interacción 1 107
interculturalmente, cómo difieren las familias de diferentes estratos socioeco-
bre de imponer a la mujer su definición de realidad (Glenn, 1987). También se
nómicos).
ha criticado a esta perspectiva teórica su visión no conflictiva de la familia, lo
—De qué forma comunican los miembros de la familia la intimidad, qué
que ha llevado a subrayar la necesidad de estudiar también los procesos ince-
significación le confieren a las interacciones íntimas.
ractivos que tienen lugar en situaciones de control y de violencia doméstica
• —Cuáles son los roles o expectativas sociales para maridos y esposas, pa-
(Stcts, 1988),
dres y madres, hijos e hijas.
—Cómo se construyen, aprenden y desempeñan esos roles
—Qué procesos explican tanto la forma en que los padres socializan a sus Teoría del conflicto
hijos como la forma en que los hijos socializan a sus padres.
— Cuál es la conexión entre la socialización y el autoconcepto.
En un orden natural donde las personas tratan de autopreservarse y autos',
—Qué estrategias y tácticas utilizan los miembros de la familia para cons-
firmarse, donde el principal interés es el interés propio, donde los intereses per-
truir las realidades familiares y negociar las identidades dé rol.
sonales colisionan con los intereses personales de los otros, y donde el estado
básico de la naturaleza parece ser la guerra de todos contra todos, ¿cómo es po-
Críticas y limitaciones sible el orden social?, se preguntaría Thomas Hobbes allá por el año 1651 en su
Leviathan. Una pregunta que podría resumir bien el interés básico de los teóri-
Para LaRossa y Reitzes (1993), el interaccionismo simbólico, aunque pro-
cos del conflicto. Para Hobbes esta tendencia básica humana podía controlarse
porciona a los investigadores de la familia un conjunto importante y rico de
y regularse•mediante el contrato social, el Estado y sus leyes. Como han señala-
conceptos para explorar la interacción familiar, todavía carece, de un conjunto
do Klein y White.(1996), la mayoría de los teóricos del conflicto aceptarían los
de proposiciones teóricas interrelacionadas que sea claro y no dé lugar a la am-
supuestos ctl:H011ies de que las personas actúan en su propio interés y que el
bigüedad. Otra crítica que destacan estos autores es la escasa atención que el in-
orden social nadita ser negociado y &utilizado. Un orden social que no impli-
teraccionismo simbólico ha prestado a la dimensión emocional de la conducta
ca la ausencia del conflicto, puesto que éste continúa estandó presente tanto en-
humana.
tre grupos como entre individuos, y que necesita negociarse y manejarse para
Por otra parte, Klein y White (1996) han señalado que una de las principa-
evitar consecuencias extremas como la ruptura o la violencia.
les críticas al enfoque estructural es que proporciona una visión determinista
En el proceso de configuración de las teorías del conflicto hay que mencio-
del ser humano, moldeado por el sistema social. Esta visión sobiesocializada del
nar también las ideas de Darwin sobre la lucha por In existencia y la supervi-
selltendría un escaso margen para adaptarse o cambiar el ambiente. Por el con-
vencia del más apto y la aplicación de las mismas por Spencer en su análisis de
trario; una crítica que se le ha realizado a la visión más interaccional es que se
la evolución social. Se introducía así la idea de que el conflicto y la lucha eran
sobrestima la influencia de los actores en la creación de roles y su capacidad pa-
fenómenos naturales y centrales en la vida social humana. Pero serían Karl
ra evitar influencias estructurales. No obstante, a ambos acercamientos se les ha
Marx y Fyiedrich Engels quienes elaborarían una teoría sistemática en la que el
criticarlo por su atención excesiva al individuo y su poca atención a la estructu-
conflictó desempeñaba un rol fundamental (la lucha de clases) y quienes apli-
ra social más amplia. Porque, como señalan Klein y White, incluso los acerca-
carían por primera vez esta perspectiva a la reflexión sobre la familia (Farring-
mientos más estlucturalistas (Stryker, 1980), para quienes la sociedad precede ton y Chertok, 1993). Así, en El origen de la familia, la propiedad privada y el Es-
al individuo y piensan que las normas emergen de la interacción, tienen proble- tado, publicado en 1884, Engels proponía que el conflicto en la familia era un
mas para explicar por qué existen instituciones sociales con relativa permanen- reflejo del conflicto de clases en la sociedad, en el que la división del trabajo ba-
cia. Así, Smith (1995) ha señalado que desde este enfoque teórico se soslayan sada en el género en los matrimonios monógamos constituía el primer conflicto
con frecuencia estructuras sociales jerárquicas tanto en la familia como en la so- de clases en la historia, donde la mujer era la clase oprimida y el hombre la cla-
ciedad y el impacto de esas estructuras en los significados que los miembros de se opresora. Como heir señalado Klein y White (1996), lal ideas de Hobbes,
la familia asignan a sus interacciones. En este sentido, una críticla realizarla al in- Marx y Engels compartían un supuesto común, la escasez de los recursos.
teraccionismo simbólico desde una perspectiva feminista ha sido la de que esta
Otro pensador que como Hobbes se preguntará cómo es posible la socie-
orientación oscurece las relaciones asimétricas entre hombres. y mujeres y que dad fue el sociólogo alemán Georg Simmel. También Simmel consideraría que
se presenta una visión «amablewde la familia que ignora la capacidad del hom-
el mundo puede entenderse mejor en términos de conflicto y de contrastes en-

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108 1 Psicología social de la familia


La familia como Interacción 1 109
tre categorías opuestas. Para Simmel (1959), el conflicto es una característica
aunque para otros el trabajo de Cap!~ (1968) sobre las coaliciones entre los
estructural de los grupos humanos que, además, desempeña un rol positivo en miembros de las familias será un heredero directo de la tradición estructural
el logro de una mayor unidad en el grupo. Simmel (1904) consideraba el con- iniciada por Simmel. En cualquier caso, el hecho es que a lo largo de los años
flicto como un proceso 'constante de fuerzas asociativas y disociativas que pro- setenta se producirá la públicación en revistas prestigiosas como el journal,of
porcionaban unidad y coherencia ala sociedad. Al contrario que Marx, Simmel Marriage and the. Family o Fantily Relations de numerosos artículos de investi-
no identificaba una causa subyacente del conflicto al control de los medios de gación sobre diversos aspectos conflictivos de las relaciones familiares (conflic-
producción, ni tampoco consideraba a la familia como un microcosmos de pro- tos padres-hijos,:maritales o entre hermanos, agresión en las relaciones familia-
cesos que tienen lugar a gran escala. Para Simmel, el matrimonio y la familia res, la distribución de poder en las familias, o el manejo del conflicto en la
eran estructuras sociales claramente diferentes con propiedades sociales distin- familia), así como la publicación de libros con un importante impacto en este
tas. Como han señalado Klein y White (1996), al contrario que los teóricos mar- campo de investigación sobre temas como el conflicto marital y familiar, o so-
xistas, Simmel se centraría en las propiedades formales de la estructura de los bre la violencia familiar. Otro indicador particularmente relevante del auge que
grupos pequeños y en la interacción.
experimentaría este enfoque teórico a lo largo de los años setenta sería su in-
Como subraya Jetse Sprey (1979), la teoría del conflicto no es necesaria- clusión como urio de los cinco marcos teóricos recogidos en el Coniemporary
mente marxista en sus proposiciones acerca de los procesos sociales y, por tan- theories ahora the family editado por NIT y otros, en un capítulo que precisa-
to, no considera necesariamente el matrimonio Como una sociedad de clases en mente se encararía de elaborar Jetse Sprey (1979). En este volumen 13urr y
miniatura, con una clase (los hombres) ostentando el poder y la otra clase (las otros (1979) consideran que esta perspectiva no ha sido tan predominante co-
mujeres) siendo oprimida. La posición marxista y la representada por Simmel mo el interacciOnismo simbólico o la teoría del intercambio, que su tratamien-
constituyen, por tanto, dos enfoques diferentes en el estudio del conflicto en la to se ha realiza4 implícitamente desde una perspectiva interaccionista y que su
familia que Klcin y White (1996) resumen en la siguiente pregunta: ¿el conflic- influencia se ha Incrementado desde los años sesenta con el declive del funcio-
to en el matrimonio y la familia es sencillamente un reflejo de procesos macro- nalisMo estructural (pág. 207). En este sentido, Alexander (1987) considera que
sociales o el conflicto en la familia es diferente y tiene características propias?, .
el ataque que relltó el funcionalismo estructural (por su consetvadtirismo polí-
De esta forma, algunos teóricos del conflicto han considerado el conflicto en la tico, sexismo y falta de verificación empírica) desde el espectro político de la iz-
familia corno parte de procesos sociales más amplios, mientras que otros consi- quierda tomaría 'forma en tina revitalización de la teoría del conflicto social. Y es
deran que el conflicto en la familia es único debido a la natufale4á:afectiva de que, como subrayan Farrington y Chertok (1993), ante la imagen idealizada de la,
los recursoj.
' familia mantenida por la interpretación del funcionalismo estructural que enfati-
Así, podemos identificar un enfoque más estructural y microsociológico zaba cualidades 'normales de la familiakorno el consenso, la armonía y la estabili-
(que analiza el conflicto en el contexto de la interacción familiar), de corte más dad, una interpretación dominante hasta los años sesenta, resultaba extremada-
positivista, y otro enfoque más macrosocial que recoge los aspectos críticos y mente difícil aceptar el conflicto como una parte integral de la vida familiar,
emancipadores de la teoría del conflicto, de corte pospositivista 'y que se ha in- No .obstant gi , en el handbook editado en 1987 por Sussman y Steinmetz,
tegrado en los planteamientos de la teoría crítica yen ciertos enroques feminis- Thomas y Wilccfr (1987) diagnosticarían que la teoría del conflicto no llegaría
tas. En este capítulo examinaremos el enfoque más estructural y'microsocioló- a ser un acercamiento predominante en el estudio de la familia. Thomas y Wil-
gico de la teoría del conflicto, mientras que el segundo de estos enfoques será cox (1987) ofrecían dos posibles razones para explicar la escasa influencia' de
examinado en el capítulo 6, en el contexto de las teorías críticas y los enfoques esta teoría en el estudio de la fiunilia: a) no se ajustaba a la «cultura» de este
feministas,
campo de investigación que históricamente enfatizaba cuestiones de ajuste en la
La entrada (o reentrada, dados los precedentes como Simmel) de la teoría familia; y b) sería subsumida por las teorías feministas y teorías críticas en los
del conflicto, en su versión más microsociológica y estructural, en la ciencia so- años setenta y ochenta (véase el capítulo 6). En el siguiente y último de los
cial de la familia no se producirá hasta finales de los años sesenta y, sobre todo, handbooks sobre la familia, el sourcebook editado por l3oss y otros, Pa rrington
a lo largo de los años setenta. De hecho, la teoría del conflicto no aparece toda- y Chertok (1993) comparten en parte el diagnóstico de Thomas y Wilcox, en el
vía en la revisión de Broclerick (1971) sobre los desarrollos teóricos mils impor- sentido de reconoccr'el declive gradual que la utilización de este enfoque teóri-
tantes en la década de los sesenta. El punto de partida para muchos es la publi- co, como vehículo para la teorización e investigación de la familia, ha sufrido en
cación en 1969 del artículo de Jetse Sprey «The family as a system in conflíct», años recientes. Pura estos autores ese declive es el resultado de: a) la inusual na-

2,3
110 1 Psicología social de la familia La familia como InieraCción 1 111

social más en general. Sc reconoce que el conflicto intrafamiliar, con cierta frecuen-
•turaleza ecléctica de la perspectiva del conflicto familiar que se desarrollaría
cia, se manifiesta en las unidades familiares individuales en una variedad de estados
durante el final de los años sesenta y los años setenta; combinado con b) la
emocionales intrapsiquicos y en conductas conflictivas específicas. Además del con-
emergencia gradual de otros perspectivas teóricas en el campo del estudio de la flicto per se, este enfoque también se centra en las formas en las que se crea y sc
familia que comparten y tienen elementos en común con el acercamiento del mantiene el orden en la familia bien a través de (1) la fuerza, la coerción y la obliga-
conflicto social, pero que resultan más atractivas ideológicamente. En cualquier ción o (2) la negociación, los pactos y el compromiso, Y, finaline'rtte, nos alerta a to-
caso, estos autores insisten en subrayar la importancia de este marco teórico pa- dos de las posibles discrepancias que pueden existir entre nuestras creencias y los
ra cl estudio de la familia y destacan especialmente las contribuciones significa- supuestos acerca de las familias, esto ca, entre nuestra ideologfa familiar y cómo son
tivas y duraderas de esta teoría it este campo de investigación. También para realmente las familias en la «vida real» (pág. 373).
Klein y White (1996) las •aportaciones de este acercamiento teórico, sus puntos
fuertes y su potencial son razones para mantener este enfoque teórico dentro Como podemos comprobar, estos autores también subrayan cl hecho de
del conjunto de teorías relevantes para la comprensión de la vida familiar. que la teoría del conflicto familiar no niega el orden, sino que trata tanto del
conflicto, de las razones del conflicto y sus manifestaciones, así como de los
La naturaleza conflictiva de la familia procesos mediante los que se mantiene el orden, aunque éste no se considere
como el estado natural o necesario de la familia. Para Klein y White (1996), de
• La teoría del conflicto va a contribuir significativamente a desmitificar la todos los grupos sociales que podemos estudiar, la familia proporciona un «la-
imagen de la familia como una unidad social bien integrada, armoniosa y mu- boratorio» único donde existen conflictos intensos, donde se manejan y resuel-
tuamente enriquecedora, una imagen estrechamente ligada a los supuestos del ven conflictos, y donde coexisten, con frecuencia el amor y el odio, la violencia
funcionalismo estructural. Si con la teoría del conflicto, el conflicto, la compe- y el apoyo. Lo que para algunos revela la naturaleza irónica y paradójica de la
tencia y la lucha son elementos básicos de la vida social humana, no aberracio- familia, pu'esto que los mismos mecanismos y características estructurales que
nes que debían ser evitadas, también, como han señalado Farrington y Chertok operan en la familia para suprimir o regular el conflicto son también los que pue-
(1993), los estudiosos de la familia comenzaban a aceptar la posibilidad de que den generar e intensificar esos mismos conflictos.
la familia, como grupo social y como institución social, tuviera características
estructurales únicas que sirvieran para incrementar la frecuencia, la «normali-
dad» y la intensidad del conflicto como una parte fundamental de la realidad fa- Conceptos básicos
miliar, De acuerdo con estos autores, desde la teoría del conflicto también los Conflicto. Jets Sprey (1979) definía el conflicto como una confrontación
miembros de las familias buscan su propio interés y no hay razón para asumir entre individuosi o srupos sobre recursos escasos, medios controvertidos, metas
que de forma «natural» compartan y trabajen hacia el logro de metas comunes. incompatibles o una combinación de éstos. Sprey entiende el conflicto como un
Aunque esto puede ser así en ciertos momentos en el tiempo, no es'éste su es- proceso, lo que, dé acuerdo con Klein y White (1996), subraya su naturaleza
•tado «normal», «necesario» o de «equilibrio». Además, siguiendo el análisis de dialéctica. El conflicto es, pues, un proceso dialéctico que debe estudiarse a lo
Farrington y Chertok, también existen en las familias importantes diferencias largo del tiempo. La forma en que se maneja un conflicto es parte del proceso
de poder, basadas, por ejemplo, en el género o la edad, que facilitan a algunos dialéctico de alcanzar una nueva síntesis. El conflicto en los grupos se basa en
miembros de la familia lograr sus propios intereses. Esta distribución desigual la distribución de los recursos yen la estructura del grupo y de la situación.
del poder puede ser una fuente de. conflictos y de ahí la import'ancia de la ne- Estructura. Se pueden diferenciar dos significados de estructura en la teoría
gociación y el compromiso en la redistribución del poder en la familia como del conflicto: la estructura de la situación y la estructura del grupo. La estruc-
mecanismo de manejo o regulación del conflicto. Para Farrington y Chertok
tura de la situación puede ser competitiva o cooperativa. La competición no se
(1993), la imagen de los procesos y estructura de la familia que surge al aplicar refiere a un proceso, sino a una organización o estructura observable de recur-
la teoría del conflicto social a su estudio es única y distintiva, una imagen que sos escasos. Una situación puede organizarse de forma competitiva o coopera-
estos autores resumen en los siguientes términos:
tiva. La competición y la cooperación son, por tanto, un conjunto de reglas o
normas sociales que organizan una actividad o un sistema social. Estas reglas
L•l conflicto familiar se considera como completamente consistente con la na-
turaleza del actor individual, de la naturaleza de la familia, y la naturaleza de la vida o normas estructuran la situación de forma que no todas las partes interesadas
112 I Psicología social de la familia

en una La ternilla como interacción 1 113


meta determinada puedan lograrla (competición), o de forma que po-
tencialmente todas las partes interesadas puedan alcanzar la meta. La estructu- den obtenerse sin la ayuda o cooperación de las otras partes (por ejemplo, man-
ra del grupo o estructura social hace referencia a dimensiones como el número tener relaciones sexuales o decidir entre diversas actividades de ocio). La nego-
de miembros en el grupo, el sexo o la edad. Así, por ejemplo, y como ya señala- ciación tiene lugar cuando las partes expresan sus metas y se utilizan los recur-
ba Simmel, el tamaño del grupo puede afectar a la forma en que se maneja el sos para inducir 1.t obligar a la otra parte a acercarse a los propios deseos. Como
conflicto, Por ejemplo, cuando los grupos están constituidos por señalan Klein y \Vhite, la argumentación, el chantaje o el engaño pueden ser in-
sonas se pueden formar coaliciones para alcanzar tres o más per-
sus objetivos. Por otra parte, gredientes de la negociación. La negociación, como forma de manejo del con-
la distribución de los recursos también puede estar vinculada a la edad o flicto, es más probable en estructuras igualitarias de autoridad. Cuanto más uni-
nero. al gé-
Desde la teoría del conflicto se considera que la familia está estructural- laterales sean los patrones de autoridad (matriarcado, patriarcado) menos
mente predispuesta al conflicto, tanto intra como entre grupos. De acuerdo con espacío queda pira la negociación, de forma que ésta es más probable en fami-
Klein y \Vhite (1996), ello implica que las variables de la estructura del grupo lias democráticas o igualitarias, aunque el resultado de la negociación favorece-
(pertenencia, edad, género) y la estructura de la situación (competición y coo- rá con mayor probabilidad a la persona con mayores recursos en la familia
peración) están relacionadas con el grado de conflicto. (Klein y \Vhite, 1996)..
Recursos. • Consenso. Finalmente, el resultado preferible de la negociación es el
El concepto de recursos es amplio y se encuentra estrechamente .con-
relacionado con las nociones de poder y autoridad. De acuerdo con Klein y senso que se logra cuando las partes en una negociación llegan u un acuerdo.
\Vhite (1996), ids recursos incluyen los conodimientos, habilidades, técnicas Por ejemplo, en la familia, para formar coaliciones con el fin de alcanzar algún
y materiales que se encuentran a disposición de objetivo, es necésario llegar primero a un acuerdo entre las parles de la coali-
la persona o grupo. Los recur-
sos proporcionan el potencial para el poder y el control, Los recursos que son ción. Estos autores subrayan la curiosa tendencia en las relaciones más próxi-
relevantes en una situación pueden utilizarse para ejercer mas a centrarse én las áreas de desacuerdo y prestar poca atención a las áreas de
La autoridad es el poder o el control.
un tipo de recurso que se construye por el sistema normativo de acuerdo.
una cultura específica. El conflicto en el grupo es debido a la desigualdad en la
distribución de los recursos. Los recursos se distribuyen diferencialmente por-
Áreas de investigación y aplicación
razón de pertenencia, sexo, edad, etc. Como resultado existen en Ja familia di-
ferencias entre los miembros con respecto a la posesión de recursos. Esta desi- De acuerdo con el análisis de Farrington y Chertok (19,93), la utilización de
gualdad lleva al conflicto en la medida en que las i esta perspectiva teórica en el estudio de la familia se ha restringido principal-
normas internas de la familia
son competitivas en lugar de cooperativas. Por ejemplo, si la mente al análisis del conflicto tal y como se manifiesta en unidades familiares
mujer en la fami-
lia obtiene menos ingresos que el hombre, dispone de menos recursos y, por Jo individuales examinando diversas combinaciones de miembros individuales de'
tanto, incluso dentro de una estructura de autoridad igualitaria, dispone de Me- la familia. Así, se ha investigado el conflicto entre diversos miembros de la uni-
nor poder que el hombre, dad familiar como, por ejemplo, entre'ónyuges, entre padres e hijos, o entre es-
Negociación.
De acuerdo con Farrington y Chertok (1993), no existen solu- posas y suegras (Marotz-Baden y Cowan, 1987). Además, gran parte de la in-
ciones definitivas a la mayoría de los conflictos intrafamiliares, en el sentido de vestigación desde la perspectiva del conflicto familiar se ha centrado en las
que las metas, intereses y valores que son su fuente pueden ser completamente distintas formas en las que el conflicto familiar se suprime, maneja o regula, así
eliminadas. Por esta razón, subrayan estos autores, es imperativo para las Fami• como los correlatos y consecuencias de cada una de esas estrategias de manejo
lias el desarrollo de formas de reconocer y manejar los conflictos que existen de del conflicto. Un área de investigación que ha recibido una especial atención
forma que, aunque no sean perfectas desde las perspectivas de todoslos'que es- desde la teoría del conflicto ha sido la violencia familiar. Finalmente, Farring-
tán involucrados, sean en general aceptables para, ton y Chertok (1993) consideran queja teoría del conflicto puede ser tina pers-
todos los Participantes. Así,
aunque el conflicto no pueda ser completamente eliminado, puede mantenerse pectiva particularmente útil para analizar tres áreas de la realidad familiar.que
dentro de unos límites manejables que permiten a la familia continuar existien- se corresponden con tres niveles de análisis: los conflictos entre unidades farni-
do. Para Klein y White (1996), la negociación es una de las principales técnicas liares, los conflictos entre unidades familiares y otras entidades organizaciona-
utilizadas en las familias para manejar el conflicto. La negociación se restringe les o institucionales, y los conflictos entre la institución familiar y otras estrue•
a aquellas situaciones en que las metas que una persona o grupo desean no pue- turas en macroníveles de la sociedad.

30
114 1 Psicología social de la familia La familia como interacción 1 115

Criticas y limitaciones en su Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones la


Las principales críticas que se han formulado a la teoría del conflicto, en su idea de la persona como un ser racional que trata de maximizar sus beneficios
versión más.microsociológica y estructural, han sido, por una parte, la utiliza- en los intercambios con los otros dentro de un mercado competitivo. Final-
ción de un esquema basado en una causa única y, por otra parte, su falta de cla- mente, Scott Gordon (1995) nos proporciona una cita de Jeremy Bentham
ridad conceptual. Para Klein y White (1996), un aspecto que se ha criticado de (1780), el fundador del utilitarismo, que probablemente suscribiría George Ho-
la teoría del conflicto es su tendencia a encontrar un tema subya'cente o relación mans, el primero en proponer una teoría del intercambio: «La naturaleza ha si-
causal y luego utilizarla como una causa que explica toda la conducta familiar y tuado a la humanidad bajo el dominio de dos dueños soberanos, dolor y placer.
humana. Como señalan estos autores, las teorías de causa únici: son sospecho- Sólo a ellos corresppnde.indicar lo que deberíamos hacer, así como determinar
sas en la era de lOs análisis multivariados y de concienciación ecológica. En es- lo que haremos. A su trono están ligados, de una parte, la norma de lo justo y lo
te sentido, también se ha criticado que su principal punto de atención, el con- injusto, de otra, I9 cadena de causas y efectos. Nos gobiernan en todo lo que ha-
flicto, ocupe ese lugar como una reacción a la concepción armoniosa y basada cemos, en todo Ip que decimos, en todo lo que pensamos». Homans también
on el equilibrio, una idea defendida desde el funcionalismo estrbctural, y que al compartirá con Bentham una visión reduccionista de la sociedad. Y es que, se-
gún Gordon, Bentham «nunca se cansó de afirmar que la sociedad es un agre-
criticar a una ideología conservadora (representada por el fu incionalismo es-
gado de individuos y qiie no tiene intereses independientes de los de sus miem-
tructural), constituya así una teoría que reacciona contra algo eti lugar de ser un
bros» (1995, pág. 295). Como señalan Glddens y Turner (1990), Homans
programa teórico independiente con sus propias basesintelecdiales.
defiende a ultranza el reduccionismo, puesto que considera que las institucio-
Con respecto, a la falta de claridad conceptual, Farrington kbertok (1993)
nes socialekpueden reducirse, sin residuo, a las conductas de los individuos.
consideran que, aunque todos los teóricos del conflicto se muestran de acuerdo
Para Homal —. (090) en último térMino, toda realidad es conducta y las insti-
en que el fenómeno del conflicto social es central en la comprásión de la vida tuciones no son más que la suma de estas conductas constitutivas.
social humana tanto dentro como fuera dela familia, deja de existir un acuerdo
Ya en territorio de la teoría social contemporánea, Prederic Munné (1996)
cuando se trata de definir el conflicto y sus causas, y de describir sus manifes-
atribuye a Georg Simmel una de las primeras formulaciones.del enfoque utili-
taciones y consecuencias en la familia.
tarista en ciencias sociales: «Simmel, partiendo de lit base de que las personas
nos asociamos movidas por el interés por satisfacer nuestras necesidades, pone
la génesis del intercambio en la gratitud que la persona interesada procura ge-
Teoría del intercambio nerar en el otro para que éste se sienta, por reciprocidad, en la necesidad de de-
volver el servicio, surgiendo en consecuencia un vínculo entre ambos sujetos sin
' La búsqueda del placer, la evitación del dolor, el cálculo raCional de costos coacción aparente o externa» (pág. 154).
y beneficios, son ideas que caracterizan las propuestas de la teoría del inter- La formulación definitiva del enfoque utilitarista, en lo que conocernos co-
cambio. Aunque, por supuesto, estas ideas no tienen nada de nuevas, la nove- mo teorías del intercambio, encuentra sus textos fundadores en los trabajos del
dad de este enfoque reside quizás en su combinación para explicar el compor- sociólogci George Homans (1950, 1958, 1961), y en la de los psicólogos sociales
tamiento humano en la interacción social. John Thibaut y Harold Kelley (1959). Otros desarrollos teóricos significativos
La idea de que las personas buscan el placer y tratan de evitar el dolor, es serán propuestos por John Stacey Adams (1963, 1965), Peter Blati (1964), y Ri- ls
decir el hedonismo, tiene un largo pasado y, como es habitual, en la antigua chard Emerson (1972a y b, 1976), De hecho, Munné considera que las princi-
Grecia encontramos en Aristipo de Cirene y Epicuro a sus primeros proponen- pales teorías del intercambio pueden clasificarse en dos grupos: uno represen-
tes conocidos. Un poco más adefante, John Locke ya nos da la pista de la futu- tado por Homans y vinculado a la tradición skinneriana, y otro representado
ra asociación entre la teoría del intercambio (sobre todo en la formulación de por Thibaut y Kelley con características cercanas al sociocognitivismo. Como
Homans) y el conductismo, cuando en su Ensayo sobre el entendimiento huma- veremos más adelante, será esta última perspectiva la que tendrá una mayor in-
no (1690) propone unas leyes de la asociación que afirmaban que las personas fluencia en la ciencia social de ht familia.
tienden a repetir las conductas que están asociadas con resultados placenteros Aunque las obras de estos autores mantienen importantes diferencias entre
y a abandonarlas cuando están asociadas con resultados dolorolos (algo que les sí, una característica común es que todas se centran en el utilitarismo racional
resultará familiar a Pavlov, Watson y Skinner). En 1776, Adam Smith proponía del individuo (Klein y White, 1996). Como señalan Sabatelli y Shehan (1993),
'116 1 Psicología social de la familia
La familia como interacción 1 117

lo que tienen en común estos trabajos es la utilización de una metáfora econó- catión del trabajo de Edwards (1989) sobre La conducta faMiliar como inter-
mica donde las relaciones sociales son como uná extensión de los «mercados»
cambio social y del la revisión de Broderick (1971) sobre el desarrollo teórico en
donde cada individuo actúa a partir de su propio interés con el objetivo de ma- los años sesenta, Fuando la teoría del intercambio comience a ocupar un lugar
ximizar sus beneficios. De acuerdo con Doherty y otros (1993), la meta de las central y a reconocerse su potencial en el desarrollo teórico de este campo de
teorías del intercambio era unir o vincular la psicología, conductual, con su én- investigación. A finales de los años setenta, la teoría del intercambio se había
fasis en las contingencias de refuerzo, y la teoría económica utilitarista, con su convertido en unp de los marcos teóricos más utilizados en el estudio de la fa-
énfasis en las relaciones costos-beneficios, en un conjunto de proposiciones te- milia y también ierá cuando comience a destacar el trabajo de quien será el
óricas que pudieran someterse a análisis cuantitativos, Para Morales (1981), la principal representante de este enfoque teórico en el estudio de la familia: Iván
idea central de este enfoque es que la conducta en interacción se rige por el va- Nye. Precisamente, será en 1979 cuando Nye, basándose principalmente en el
lor de las recompensas que son contingentes a tal conducta. trabajo psicosociológico de Thibaut y Kelley, realice la que hasta la fecha es una
Para autores como Alexander (1987), la teoría del intercambio supuso una de las formalizaciones más acabadas de la aplicación de la teoría del intercam-
reacción a los planteamientos del funcionalismo estructural desde el .espectro bio al estudio de la familia. Además, Nye (1980) identificaría diversas teorías de
político de la derecha. El ataque desde posiciones políticas de la izquierda es- rango medio que podían reformularse en términos de la teoría del intercambio.
taría representado, de acuerdo con este autor, por la revitalización de la teoría Aunque, como hemos visto, dentro de las llamadas «teorías del intercambio»
del conflicto, Para Alexander, la teoría del intercambio favorecería el análisis de pueden identificarse otros acercamientos o versiones (Homans, Blau, Emer-
los procesos de intercambio entre díadas y grupos pequeños, abandonando las son), será la versión o perspectiva más psicosociológica o microsociológien
discusiones teóricas generales acerca de grandes sistemas sociales, Según Ale- adoptada por Nye, cuyo punto de referencia es el trabajo de Thibaut y Kellcy,
=Jet., mientras que los teóricos del conflicto enfatizaban el enfrentamiento y la que tendrá una mayor penetración e influencia en el estudio de la familia. Co-
la lucha de clases sociales y de grupos políticos, la teoría del intercambio social rno ha señalado Monne (1996), pani Thibaut y Kelley la esencia de las relacio-
asumiría los supuestos políticamente conservadores acerca de las sociedades nes interpersonales, base de la vida social, es la interacción, la cual se da ya en
humanas. Así, la sociedad se compondría de individuos que participan en tér- ese microcosmos social que es la díada.
minos de igualdad en la negociación por obtener las recompensas de la vida. El Como señalan Doherty y otros (1993), la teoría del intercambio social pro-
cambio social, desde esta perspectiva, surgiría de las acciones áe individuos que porcionaría a los estudiosos de la familia nuevas herramientas conceptuales pa-
buscan su propio interés aunque sean interdependientes, 4111e'síte.;•sentido, re- ra examinar áreas tradicionales como la satisfacción y la estabilidad marital o las:
sulta ilustradora la cita del propio Homans que.escoge Ritze"t; (1993), para ex- relaciones intergeneracionales, así como para el estudio en áreas de investiga-
plicar su postura conservadora y antimarXista: «Alguien dijo que gran parte de ción como el divorcio ola violencia familiar, Para Sabatelli y Shehan (1993), la
la sociología moderna constituye un esfuerzo por rebatir los argumentos de los solidez y penetración de esta perspectiva teórica en este campo de investigación
revolucionarios. Como republicano de Boston, que no reniega de su relativa- reside en su capacidad para explicar un amplio rango de aspectos interperso-
mente rica familia,*me sentía personalmente atacado durante los años treinta, nales y sociales que son particularmente importantes para los estudiosos de la
sobre todo por los marxistas» (Homans, 1962, pág. 4). familia.
La entrada definitiva de esta perspectiva teórica en el campo de estudio de
la familia se producirá a finales de los años sesenta y, sobre todo, a lo largo de los
años setenta. Aunque tanto el trabajo de Willard Waller publicado en 1937, que Relaciones familiares: recompensas y costos
utilizaba ya una perspectiva del intercambio en su estudio del cortejo y selec- La teoría del intercambio, especialmente en sus versiones más microsocia-
ción de pareja, como el trabajo de Blood y Wolfe (1960) sobre el intercambio de les, asume que la motivación básica de los individuos es el propio beneficio. El
recursos en la vida conyugal, pueden considerarse como precursores de la utili- interés colectivo y el altruismo también se derivan y explican por los intereses.
zación de este marco teórico en el estudio de la familia, el reconocimiento de la individuales. La teoría del intercambio es una teoría racional,en la que las per-
perspectiva del intercambio como un enfoque teórico relevante en el estudio de cepciones de las personas de las recompensas, costos y el nivel de satisfacción
la familia se. producirá por primera vez en las revisiones sobre el estado de la
que son capaces de obtener de las situaciones determinan en última instancia
teoría en este área de investigación de Hill y Hansen (1960) y de Nye y Berardo las elecciones. Desde estos supuestos se asume que las familias como grupo so-
(1966). No obstante, como señalan Sabatelli y Shehan (1993), será con la publi- cial de, en general, larga duración, deben proporcionar recompensas a sus miem-

31'
La familia como interacción 1 119
118 I Psicología social de la familia

para dejar la relación, según Sabatellí y Shchan, se explicaría por las presiones
bros, tanto en las relaciones maritales o de pareja como en las relaciones padres-
sociales y barreras contra la disolución (por ejemplo, falta de recursos econó-
hijos (aquí hay que tener en cuenta que los padres pueden elegir racionalmente
micos, la presencia de niños y la incapacidad para satisfacer sus necesidades)
su pareja así corno si desean tener hijos, pero los hijos no pueden decidir quie-
y/o la ausencia de alternativas recompensantes.
nes son sus padres). Como señalan Klein y White (1996), el cálculo racional de
costos y recompensas rara vez ocurre en un entorno que carecd de constriecio» Desde la teoría del intercambio también surge otra pregunta «natural»:
¿por qué los padres dedican tanto esfuerzo a criar a sus hijos? De acuerdo con
ncs, puesto que vivimos en un entorno social caracterizado por la interdepen-
el análisis de Nye (1979), las responsabilidades de los padres en la crin oza de los
dencia. Así, para obtener algunas recompensas dependernos de la cooperación
hijos son numerosas —tienen que alimentarlos, vestirlos, darles cobijo, sociali-
de otros o necesitamos comerciar con otros para intercambiar algo de un valor
zados, educarlos y protegerlos—, pero las recompensas materiales que a cam-
menor, por algo de un valor mayor. En esta visión económica, para maximizar
lbs beneficios necesitamos realizar intercambios con los demás. Así, las relacio- bio pueden ofrecer los hijos son pocas. En épocas anteriores y actualmente en
otras culturas, los hijos podían considerarse como una inversión, puesto que
nes.isociales que duran un largo período de tiempo (como las relaciones fami-
contribuían a la economía familiar y se ocupaban de los padres cuando éstos en-
liat'es), lo hacen en parte porque ofrecen beneficios. Se entiende así que una
vejecían. Así a lo largo del ciclo vital existía un cierto equilibrio en las recom-
persona racional esté dispuesta o incurrir en algunas pérdidas para mantener los
pensas que se proporcionaban mutuamente padres e hijos. Pero este equilibrio
beneficios de esas relaciones. De esta forma, por ejemplo, en el matrimonio las
no existe en la actualidad. Nye propone que para explicar por qué los padres
desigualdades en un período temporal determinado pueden tolerarse debido a
soportan tan elevados costos a cambio de tan pocas recompensas hay que des-
las expectativas de recompensas futuras que ofrezca la rehldón.
plazarse desde la idea de intercambio a la de elección. De acuerdo con Nye, si
Ivan Nye editaría en 1982 un volumen, Family relaiionships: Rewards and
coses, cuyo título hemos tomado prestado para encabezar este epígrafe. En uno . los padres tienen hijos, las normas'sociales requieren que los cuiden adecuada-
mente. Silos padres no desempeñan adecuadamente estas tareas pueden ser cen-
de los capítulos de este libro, Lewis y Spanier (1982) proponían que la calidad
surados por los vecinos, familiares u otro grupo de referencia, además de ser sus-
y la estabilidad de la relación marital está asociada a la interacción entre las re-
ceptibles de incurrir en transgresiones legales, como en el caso de abandonos,
compensas y costos percibidos tanto internos (de la relación diádica) como ex-
abusos o negligencia. De esta forma, puede decirse que los costos para los padres
ternos. La satisfacción marital estaría positivamente relacionada con las recom-
son menores si aceptan los costos del cuidado y socialización de los hijos que si
pensas en la relación diádica (atracción, fortaleza del vínculo) y negativamente
deciden no hacerlo. Desde esta perspectiva, los padres no están intercambiando
relacionada con los costes de la relación (tensiones y conflictos). Por otra parte,
recompensas con sus hijos, sino que están escogiendo la mejor alternativa dispo-
la pareja permanecerá estable en función de la percepción de lbs costes exter-
nible para ellos (si se comportaran negligentemente con los hijos incurrirían en
nos percibidos asociados con la disolución del matrimonio (presiones sociales
costes mayores que proporcionando los cuidriclos adecuados). Al respetar las nor-
para permanecer casados o barreras para la disolución de la relación) o de las
mas también se produce un intercambio generalizado. No sólo hay una recipro-
recompensas externas percibidas asociadas ala disolución de la relación (atrac-
cidad con el cuidado recibido en la infancia, sino que si los padres no cuidan ade-
ción alternativa). A partir de la distinción interna y externa de costos y recom-
cuadamente'a los' hijos, la familia más amplia y la sociedad también experimentan
pensas, Lewis y Spanicr proponen que las díadas pueden clasificarse en uno de
un incremento en los costes al encargarse de su cuidado. Además, mediante esta
cuatro cuadrantes posibles: alta calidad y estabilidad, alta calidad y baja estabi-
reciprocidad generalizada uno puede esperar que la familia o la sociedad se ocu-
lidad, baja calidad y baja estabilidad, y baja calidad y alta estabilidad. Según es-
pe de satisfacer las propias necesidades en caso de necesidad. No obstante lo an-
tos autores, cualquier pareja puede cambiar de posición en los cuadrantes de-
terior, Nye también subraya que cuando un hijo es cuidado adecuadamente tam-
pendiendo del balance entre costos y recompensas en la dimensión diádica y del
bién proporciona recompensas a los padres como el afecto o el respeto,
balance entre costos y recompensas externos a la díada. Como han señalado Sa-
batelli y Shehan (1993), la tipología desarrollada por Lewis y Spanier permite
explicar por qué se sostienen o toleran situaciones en una relación que desde Conceptos básicos"
fuera podrían parecer desventajosas o incluso peligrosas, como, por ejemplo,
Recompensas, costos y beneficios. Thibaut y Kelley definen las recompensas
matrimonios aparentemente insatisfactorios o incluso la violencia marital. Así,
como los placeres, satisfacciones y gratificaciones que las personas disfrutan.
por ejemplo, una mujer víctima de la violencia de su esposo se situaría en el cua-
Nye (1979) amplía esta definición para incluir el estatus, relaciones, interaccio-
drante de baja satisfacción y alta estabilidad. La incapacidad o falta de voluntad

.11
‘1.

120 I Psicología social de la familia


La familia como Interacción 1 121
nes, experiencias distintas a las interacciones y sentimientos que proporcionan
gratificación a las personas. Incluye, por tanto, todas las cosas físicas, sociales y ciente para determinar la probabilidad de que una relación continúe. Por otra
psicológicas que una persona escogería en ausencia de costes añadidos. Si una parte, las personas también comparan otras alternativas disponibles con su re-
relación proporciona recompensas a una persona es más probable que ésta con- lación presente y esas comparaciones ayuddn a la persona a decidir si se man-
tinúe manteniendo esa relación. Siguiendo la misma .11nea de definición, Nye tiene o se abandona una relación. El nivel de comparación de alternativas se de-
(1979) define los costos como cualquier estatus, relación, interacción, expe- fine como el nivel de resultados más bajo que una persona está dispuesta a
riencia o sentimientos desagradables para una persona. Nye distingue, además, aceptar a la luz de las alternativas disponibles (Thibaut y Kelley, 1959). Para
dos clases de costos: la experiencia de castigo (algo que resulta desagradable a Thibaut y Kelley, cuando los resultados disponibles en una relación alternativa
la persona) como consecuencia de un intercambio determinado, y la desapari- exceden aquellos disponibles en una relación, la probabilidad de que una per-
ción de recompensas como resultado de seguir un curso de acción en lugar de sona abandone una relación se incrementa. Como subrayan Sabatelli y Shehan,
otro. Como señalan Klein y White, las nociones de costos y recompensas no son al ser una evaluación subjetiva no es necesario que exista realmente una alter-
suficientes para explicar la conducta. El concepto de beneficio (también deno- nativa mejor. Si una persona cree que existe una alternativa mejor es más pro-
minado provecho o utilidad) permite reflejar el proceso de cálculo racional y se bable que abandone una relación que otra persona que piensa que no encon-
define como la relación' costos-recompensas que la persona calcula racional- trará una relaciónImejor.
mente en cualquier decisión (se trataría de maximizar las recompensas y mini- Como señalan Klein y White (1996),. los niveles de evaluación son uno de
mizar los costos). Las personas tratan de conseguir una situación de beneficio, los componentes más atractivos para los investigadores de la familia porque fa-
esto es, una condición en la que se logra la mejor relación entre costos y recom- cilita la comprensión de cambios en el estatus marital o familiar. Así, los niveles
pensas. Para Thibaut y Kelley (1959), «cada persona entra voluntariamente y de comparación pueden utilizarse para comprender el grado de satisfacción o
permanece en una relación sólo en la medida en que sea adecuadamente satis- gratificación que se experimenta en les relaciones maritales y permite entender
factoria en términos de sus recompensas y costos» (pág. 37). ' decisiones como el divorcio. Por ejemplo, en la decisión del divorcio un mari-
Nivel de comparación y nivel de comparación de alternativas. Como señala do puede comparar (nivel de comparación) los beneficios que obtiene en su
Munné, en la formulación de Thibaut y Kelley el valor del resultado obtenido matrimonio con lo que percibe que otros maridos conocidos obtienen de sus
en una interacción no es una magnitud absoluta, sino que viene dado por dos matrimonios. El segundo nivel de comparación (de alternativas) consistiría en
patrones comparativos de carácter subjetivo: el nivel de comparación y el nivel comparar sus beneficios como marido con los beneficios que se obtendrían
de comparación de alternativas. El nivel d'e comparación se define como el es- en otras posiciones posibles, como, por ejemplo, como divorciados o segundos
tándar por el cual una persona evalúa las recompensas y los costos de una rela- matrimonios. De acuerdo con esta teoría, si cn estas comparaciones se calcula-
ción dada en términos de lo que la persona piensa que se merece o que puede ra un mayor eneficio pura las posiciones alternativas sería más probable que se
obtener de forma realista (Thibaut y Kelley, 1959). Este concepto lo desarrolla- optara por el divorcio (Klein y White, 1996). Además, estos conceptos permi-
ron Thibaut y Kelley para explicar el rol de las expectativas y experiencias pre- ten explicar situaciones aparentemente paradójicas, como que un gran número
vias en la evaluación de los resultados de los intercambios. Es decir, cuando se de divorcios ocurran en los primeros años de matrimonio, Con niveles altos de
valora una relación, las personas evalúan sus resultados en comparación con satisfacción marital, y que el riesgo de divorcio disminuya a medida que avanza
ciertos estándares, tales como normas sociales de atractivo físico o preferencias el ciclo vital, cuando también declina la satisfacción marital (White y Booth,
y aspiraciones personales con relación a ]a apariencia, inteligencia, personalidad 1991). Desde la perspectiva del intercambio, White y Booth proponen que esta
o redes de amistades. El nivel de comparación constituye así el estándar por en- situación se explica porque en los matrimonios de larga duración los costos de
cima del cual una relación se evalúa como satisfactoria y por debajo del cual se la separación son muy altos y por tanto se requeriría niveles muy altos cle.infeli:
evalúa como insatisfactoria. cidad marital para impulsar u la pareja al divorcio, mientras que'para matrimo-
Como señalan Sabatelli y Shehan (1993), la satisfacción con el resultado de nios de corta duración el divorcio supone escasos costos, pero se requieren ni-
una relación de intercambio es una evaluación subjetiva que depende de carac- veles mayores de 'satisfacción marital para mantener la relación.
terísticas individuales como las experiencias previas que configuran las ideas de Justicia distrilituiva y reciprocidad. La justicia distributiva hace referencia a que
lo que es alcanzable o disponible y las creencias acerca de los tipos de resulta- las recompensas deben ser proporcionales a los costos, y los beneficios deben ser
dos que uno merece. No obstante, un nivel elevado de recompensas no es sufi- proporcionales a las inversiones (Homans, 1961). De acuerdo con Sabatelli y She-
han, el grado de tolerancia a las desviaciones de un intercambio igualitario está in-

,2
La familia como interacción 1 123
122 1 Psicología social de la familia
Críticas y limitaciones
fluido por normas sociales, la socialización y la experiencia en relaciones. Así, por
ejemplo, una relación se percibirá en general como satisfactoria cuando ambas Klein y White (1996) destacan las críticas a la teoría del intercambio basa-
partes realizan Proporcionalmente contribuciones iguales y obtienen resultados das en su individualismo metodológico, es decir, el supuesto de que el indivi-
positiVos iguales. Si cl grado de proporcionalidad se desvía de un rango aceptable duo es la unidad de estudio apropiada para comprender la familia. Como seña-
las Personas pueden o bien reducir sus inversiones en la relación o bien intentar in- lan estos autores, desde esta perspectiva la familia es simplemente un agregado
crementar sus beneficios cambiando la conducta de la otra persPna. Estos aspec- de individuos, puesto que si se toman las recompensas y costos individuales co-
tos han centrado la atención de las denominadas teorías de In equidad (Adams, mo la base de una teoría sobre las familias, se está asumiendo que cl agregado
1965; Walster y otros, 1978). La reciprocidad hace referencia a las condiciones en de miembros individuales es la familia. Pero, de esta forma, la familia no diferi-
las que las personas negocian sus intercambios de forma que no sólo se beneficien ría de cualquier otro conjunto de actores. La familia, no obstante, posee carac-
individualmente, sino que sean mutuamente recompensantes y t¿men en conside- terísticas que la distinguen de otros grupos sociales, lo que según Klein y Whi-
ración las necesidades de cada uno (Smith, 1995). Dos conceptoskelacionados con te plantea problemas a esta teoría para estudiar la familia como grupo social a
cl de reciprocidad son el de endeudamiento, que se define como!cl sentimiento de partir de la motivación de los individuos. Problemas que comparte esta teoría
obligación de devolver o corresponder recursos o utilidades recibidas, y el de asi- con cualquier otra explicación utilitarista del orden social, y que se refieren a
metría, que se refiere a cuando una de las partes en una relación tiene menos re- cuatro aspectos principales, son: a) no se explica cómo se desarrollan las nor-
cursos, es más dependiente y se encuentra más atraída hacia la 'relación. La reci- mas sociales y las i+tituciones sociales; b) la conducta altruista; e) el supuesto
procidad y los sentimientos de endeudamiento y asimetría serían Importantes en el de los actores racionales resulta problemático en el contexto de la familia; y d) el
consenso, conflicto y estabilidad marital. Así, por ejemplo, si en luna relación ma- razonamiento rantológico. •
rital se respeta la norma de la reciprocidad se estabiliza la relación porque se re- Para Foa.(1971), aunque esta teoría proporciona una herramienta teórica
ducen así los sentimientos de endeudamiento y de obligación y, Consecuenremen- adecuada para comprender la forma en que las personas toman decisiones ra-
, te, la incertidumbre. Si esta norma no se respeta, puede surgir la Percepción de ser cionales, no resulta adecuada, ni permite responder acerca de los aspectos me-
explotado en la relación y dar lugar al conflicto. Una relación asimétrica, sin em- nos racionales del comportamiento ni, como Señala Burr (1995), acerca de los
bargo, no es ni mutuamente satisfactoria ni recompensante y puede dar lugar a de- aspectos no racionales de la vida familiar, como son el amor, la confianza, la
sequilibrios en la distribución de poder y en la toma de decisiones. compasión o el desarrollo del apego. Como ironizan Klein y White (1996), la fa-
milia se ha caracterizado freCuentemente por ser un grupo social donde existen
Áreas de investigación y aplicación intensas emociones y lealtades, y resulta difícil sustituir el «hasta que la muerte
nos separe» por un «hasta que los beneficios declinen». Además, los hijos no
La perspectiva del intercambio se ha utilizado en el estudio de las relacio- pueden escoger a sus padres (lo que deja en entredicho el supuesto del cálculo
nes familiares principalmente en el análisis del desarrollo y mantenimiento de racional), ni tener hijos parece ser siempre una decisión racional.
las relaciones y en qué medida lá satisfacción, calidad, mantenimiento o disolu- También Turner (1978) le cuestiona que los supuestos de una racionalidad
ción de las mismas dependen o están mediadas por la influencia de algunos de utilitarista sean adecuados para explicar la conducta social, además de conside-
los conceptos clave de esta teoría, como los costos y recompensas, la reciproci- rar que esta teoría utiliza razonamientos tautológicos. Para Turner, cuando se
dad o la equidad. Así, entre las principales áreas de investigaCión destacan las utiliza la conducta de los individuos corno unidad de análisis resulta imposible
siguientes: a) desarrollo, satisfacción y disolución de relaciones intiinas; b) sa- hacer una distinción operacional entre lo que las personas valoran, lo que per-
tisfacción, calidad y estabilidad de las relaciones maritales; e) equidad y reci- ciben como recompensante y cómo se comportan. Las recompensas, lo que se
procidad en las relaciones maritales; d) divorcio y separación conyugal; y e) vio-
valora y las acciones parecem definirse mutuamente y resulta difícil encontrar
lencia conyugal. Dentro del ámbito aplicado destaca la influencia de la teoría
un ejemplo en el que uña persona no actúe de forma que obtenga recompensas.
del intercambio en el desarrollo de métodos conductuales de terapia familiar
Si se define una recompensa como lo que una persona valora y el curso de ac-
basados en el intercambio de conductas que mejoren la relación costos-benefi-
ción por el que una persona opta es siempre maximizar los beneficios, todas las
cios en la relación marital. También se ha aplicado una perspectiva economicis-
acciones son recompensanres y la razón para llevar a cabo una acción es que
ta (invertir racionalmente en el capital humano de los hijos y los costos de no
proporcionará recompensas a la persona. Klein y White nos dan el siguiente
hacerlo) al thnbito de las políticas familiares.
124 Psicoiogia social de la familia

ejemplo de razonamiento tautológico: si nos preguntamos por qué una persona


se casa, una respuesta probable que obtendríamos de un teórico del intercam-
bio es que de esa forma la persona 'obtendrá más beneficios que permanecien-
do soltera. Pero si a la pregunta de cómo sabemos que casándose esa persona
obtendrá más beneficios que permaneciendo soltera se nos responde que las
personas siempre 'escogen aquellas conductas que maximizan sus
beneficios,
entonces se completa un círculo tautológico..
Por otra parte, desde una perspectiva crítica-radical, la teoría del intercam-
bio se considera incluso más ideológica que el funcionalismo estructural, en el
sentido de que, al igual que su predecesora en el tiempo, legitima unas condi-
ciones sociales existentes con justificaciones que se derivan del statu quo.
Es
más, desde esta perspectiva la teoría del intercambio se considera como una ra-
ma más del funcionalismo (Osmond, 1987). En este sentido, Mullins (1973)
considera que si se
aceptan los supuestos básicos del funcionalismo se aceptan
también los de la teoría del intercambio. Desde esta perspectiva se le critica ala
teoría del intercambio su naturaleza utilitarista, en virtud dé la cual las perso-
nas son actores racionales y calculadores que intercambian recursos para maxi-
mizar sus satisfacciones y, como señala Osmond (1987), nó cuestiona por qué
algunos tienen más recursos que otros. De acuerdo con esta autora, al asumir
que la vida es un mercado libre con individuos en competición, la .teoría del in-
•t'
tercambio refleja la ideología norteamericana del individualismo, la igualdad en
el intercambio y la meritocracia. Esta teoría, no obstante, representaría, de acuer-
do con Miley (1981), una falsa realidad, puesto que la realidad (al contrario que
la ideología que subyace a esta teoría) se caracterizaría porlina-«falsa recipro-
cidad», donde no existe freno al interés petional más absokító, V.g.-
puro legitimar la explotación nese utiliza
al crear una ilusión de que realmente existen pro-
cesos de intercambio en la sociedad. La
reducción de las relaciones sociales a
relaciones de intercambio se justifica desde esta teoría como una característica
«universal» de la naturaleza humana; sin embargo, para los teóricos crítico-ra-
dicales, el intercambio en busca del máximo beneficio no es una faceta de la na-
turaleza humana, sino un aspecto normativo del moderno capitalismo.

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