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TEMA 4: DESARROLLO DE HABILIDADES DE AUTOGESTIÓN

4.2. EL ESTUDIO DE LA AUTOGESTIÓN DESDE DIFERENTES PERSPECTIVAS


Al preguntar un profesional acerca del tipo de autogestión que le sería útil para mejorar su
práctica, las respuestas podrían ser: “tener más influencia en mis clientes/consultantes”, “no sentirme
desbordado”, “comunicarme de manera efectiva”, “gestionar mejor mis emociones”, etc.
Orígenes del concepto “autogestión”: literatura sobre autorregulación y motivación.
Tradicionalmente, la autogestión ha estado vinculada al conjunto de estrategias cognitivas y
volitivas que mantienen y estimulan el proceso de aprendizaje de los individuos. También a la
investigación sobre aprendizaje autodirigido entendido como aquel que empodera a los aprendices para
usar su propio aprender en la mejora de las condiciones en que viven y trabajan.
Como respuesta a las demandas socio-laborales, la autogestión se asocia al desarrollo de
habilidades interpersonales y a la efectividad del individuo para relacionarse consigo mismo y con el
entorno. Desde esta perspectiva, se entiende como: repertorio de conocimientos, actitudes,
comportamientos y destrezas que nos ayudan a potenciar al máximo los recursos personales,
permitiéndonos obtener los mejores resultados en condiciones cotidianas (todo lo que permite un
comportamiento adaptativo y positivo) .
Esto último, forma parte imprescindible en los programas educativos a cualquier edad.
La OMS ha elaborado una guía para el desarrollo de habilidades vitales en niños y adolescentes.
Indican que estas habilidades son innumerables y que pueden diferir entre culturas y contextos.
(La autogestión desde esta perspectiva sirve para relacionarme conmigo mismo y con mi entorno de manera
efectiva. Hay números cursos para ello ofrecidos desde la educación formal, no formal, sector empresarial, etc.)
La gestión efectiva se ha asociado a diferentes dimensiones o dominios: de uno mismo, de las
relaciones, de la gestión y del entorno.
Estas dimensiones incluyen competencias: el autoconocimiento, la comunicación, la empatía,
el liderazgo, la gestión del cambio, la planificación, etc., que pueden ser evaluadas y mejoradas.
¿Qué tipo de habilidades desarrollar para afrontar los retos y desafíos que plantea la vida adulta?
Desde el enfoque constructivista-desarrollativo que propone Kegan, se precisa algo más que el
entrenamiento de un repertorio de habilidades.
El autor sugiere que la complejidad laboral y personal de la vida actual, precisa sobre todo un
cambio epistemológico en los niveles de reflexividad y de conciencia del individuo. El cambio debe
apuntar hacia su manera de comprenderse a sí mismo, a su mundo y a las relaciones entre estos dos
fenómenos (de él y el contexto en el que se encuentra). Para ello hemos de pensar acerca de nuestras propias
acciones, sentimientos, valores, creencias o lealtades construidas a lo largo de la vida.
Aquí profundizaremos sobre el desarrollo de estrategias y recursos para observar y tomar
conciencia de esas interacciones con nosotros mismos y con nuestro entorno. Esto nos aportara
información acerca de nuestra particular manera de pensar, sentir o hacer.
Por tanto, y desde este enfoque, nos interesa incrementar y potenciar estrategias para:
• Investigar y explorar sobre la base de la propia experiencia la forma en que actuamos y nos
relacionamos con nosotros mismos y con otros en diferentes contextos.
• Tomar conciencia y conocer en detalle el qué, el cómo y el porqué de nuestras acciones e
intervenciones.
• Re-construir o re-elaborar nuestros modelos naturales y modos de pensar, sentir o hacer y, por
tanto, crear nuevos significados y comprensiones acerca de nosotros mismos y del mundo.
• Avanzar y aprender a partir de la propia práctica en intervención socioeducativa.
4.3. DESARROLLAR HABILIDADES A PARTIR DE LA PROPICA PRÁCTICA

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El aprendizaje de cualquier profesional de la intervención se fundamenta en los conocimientos
teórico-prácticos adquiridos durante su formación académica y el estado actual del conocimiento en su
campo. Durante el periodo formativo se habrá familiarizado con distintos enfoques y teorías; habrá
relacionado los conocimientos adquiridos con situaciones reales a través de sus prácticas profesionales;
y habrá desarrollado destrezas y habilidades para la observación, el diagnóstico, el diseño, la
intervención y la evaluación, con objeto de aplicarlas a diferentes contextos socioeducativos.
El aprendizaje derivado de la práctica profesional no concluye nunca. La intervención nos
mantiene en constante aprendizaje. Nuestro “saber” siempre podrá ser “observado”, mejorado y
revisado, pues no hay un conocimiento “objetivo” o “verdadero” al que podamos aspirar.
Para el profesional o futuro profesional esta aproximación al conocimiento es esencial porque:
• Construye su práctica a partir de elecciones y decisiones que realiza sobre la base de su
experiencia y aprendizaje anterior.
• Interviene en sistemas complejos y situaciones en constante cambio que le plantearán nuevos y
constantes desafíos.
• Actúa sobre la base de principios, metas, objetivos, acciones e intervenciones, pudiendo también
observar y supervisar lo que hace, cómo lo hace, y por qué.
Aprender a observar (se), gestionar (se), o dirigir (se) en la actividad profesional forma parte de
nuestro desarrollo como educadores y como personas en constante aprendizaje.
La autogestión, por tanto, se orientará a proporcionar esta progresiva toma de conciencia del
profesional acerca de su propia práctica.
4.4. PASOS HACIA UNA PROGRESIVA AUTOGESTIÓN: el Modelo de autogestión DBM
SELG-MANAGING MODEL
Una condición necesaria para que nos podamos autogestionar, es la de tener información
disponible de nuestras acciones o desempeño (no podemos mejorar aquello que no hemos observado).
La dificultad para la autogestión se identifica con la dificultad para observar y ser consciente de
nuestros propios comportamientos.
El despliegue de habilidades como la empatía, la influencia o la planificación, tienen lugar en
sistemas complejos. La mejora de nuestro desempeño se produce con relación al conjunto de
necesidades, deseos o expectativas del contexto del que formamos parte.
Para desarrollar una progresiva autogestión empezaremos por crear nuevas distinciones con las
que podamos acceder a más información disponible para el cambio o la mejora (se trata de dividir nuestra
práctica en dimensiones, para poder profundizar). El modelo que presentamos, forma parte del enfoque y la
metodología DBM y es utilizado parara explorar en detalle cualquier asunto o contenido.
Existen cuatro distinciones que conforman el modelo de Autogestión (según el DBM):
• Dirección (Por qué): Está relacionada con las razones, los propósitos que guían nuestra gestión
y desempeño (se refiere a que significados, valores o principios guían nuestro desempeño).
• Gestión (Cómo): Implica maneras de hacer, formas de desempeñar.
• Desempeño (Qué). Se refiere a lo que hacemos, pensamos (aspectos cognitivos) o sentimos (aspectos
afectivos), en una situación o en algún tipo de interacción con nosotros mismos o con el mundo.
• Supervisión (Qué-Cómo-Por qué). Podemos supervisar cualquiera de las 3 dimensiones. Incluso
supervisar la propia supervisión. a efectos de añadir más calidad o efectividad a nuestras
intervenciones.
El libro aplica las tres primeras a un fragmento de Tom Sawyer, y concluye que:
• Desempeño (QUÉ): (Se fija en la actividad realizada por Tom en el fragmento). Atendiendo a la
actividad más mecánica, su desempeño podría consistir en pintar la valla. También podemos
considerar como desempeño el conversar con su amigo Ben, sus aseveraciones, sus preguntas o
sus afirmaciones.

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• Gestión (CÓMO): La manera de pintar o de conversar de Tom. Si nos fijamos en la actividad
mecánica (pintar) diremos que maneja “elegantemente la brocha”. También podemos describir
como gestiona Tom la conversación, cómo argumenta, cómo pregunta o afirma, (despreocupado,
contemplativo, sarcástico).
• Dirección (POR QUÉ): Se trata de las razones y significados que parecen estar presentes en el
ánimo del protagonista: conseguir que los chicos le ayuden a pintar la valla; evitar la burla de su
amigo Ben; etc. Tales direcciones guían su manera de hacer y sus acciones.
Los tres niveles, son maneras de organizar la experiencia que en la práctica estarán
necesariamente integrados. Diferentes acciones y maneras de hacer son posibles cuando priorizamos o
seleccionamos distintos significados. A la vez, ello implicará una gestión y ejecución diferente.
En el modelo están implícitos diferentes tipos de aprendizaje. Podemos aprender a hacer, a
gestionar, a dirigir y a supervisar cualquiera de nuestras intervenciones. Explorando nuestra manera de
atender y organizar la experiencia en cada uno de los niveles, podemos realizar cambios, alterar, activar
o añadir nuevos recursos y posibilidades allí donde sea necesario.
El aprendizaje que adquirimos al practicar con el modelo, puede ser útiles a nuestros
consultantes/clientes. Podemos facilitar en nuestros clientes una mayor reflexividad, comprensión,
responsabilidad o creatividad para manejarse con sus propios desafíos.
Este modelo de proceso lo utilizamos para explorar y describir cómo organizamos la
experiencia. No es un modelo prescriptivo. El contenido (la experiencia) lo describe la persona, no lo
prescribe el modelo.
Practicar con ejemplos sencillos antes de pasar a ejemplos de mayor complejidad, es una buena
forma de ampliar el conocimiento de estas distinciones y niveles integrados de la experiencia.
Se trata de explorar desde la experiencia del sujeto, y no de “ajustar” la experiencia del sujeto
al modelo. En este sentido, requiere empezar por un no-saber, que lejos de incomodarnos nos puede
abrir las puertas hacia niveles de comprensión e intervención más y más efectivos.

Preguntas de teoría, de exámenes de otros años


• Posibles aplicaciones del modelo de autogestión en educación. (2018-J1)
• Explique las principales distinciones del modelo de autogestión. (2018-J2)
• Implicaciones de la autogestión para el desarrollo de las habilidades del educador social. (2016-
J1) (2013-S)
• Implicaciones de las habilidades de autogestión en educación social. (2016-R) (2015-S)
• Explique las principales distinciones del modelo de autogestión (DBM(Ñ) SelfManagement
Model). (2014-S)
• Implicaciones de las habilidades de autogestión para la intervención socioeducativa. (2014-R)

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