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Recibido: 23 de junio de 2015 Historia y Región, Año III, N° 3, Lima (Perú), Dic.

2015: 53-77

Aceptado: 23 de setiembre de 2015 ISSN (impreso): 2309-933X

PUKULLUPATA; UN ASENTAMIENTO DEL PERÍODO INTERMEDIO


TARDÍO (CA. 900 - 1450 D.C.) EN LA CUENCA BAJA DEL RÍO
NEGROMAYO, LUCANAS, AYACUCHO1
Pukullupata; a settlement of the Late Intermediate Period (ca. 900 - 1450 a.d.)
in the Lower Negromayo Basin, Lucanas, Ayacucho
Jorge Roberto Camara Guerrero
jrcg04@yahoo.es
RESUMEN:
Se presenta el estudio preliminar de un asentamiento perteneciente al período Intermedio
Tardío situado en la sección baja de la cuenca del río Negromayo. Por medio de un registro
detallado y un análisis sistemático desarrollado como parte de una prospección regional a
cobertura total se han podido establecer algunas hipótesis de trabajo en torno a la
organización arquitectónica-espacial, la posible funcionalidad y el rango cronológico
relativo de este asentamiento. Finalmente, se intenta con el análisis de estos datos, generar
algunos puntos de discusión en torno a la caracterización arqueológica de esta region para
el período Intermedio Tardío en relación con las generalidades de las ocupaciones tardías en
la región de Ayacucho, la cual por mucho tiempo ha sido circunscrita como parte de la
denominada “Confederación Chanka”.
PALABRAS CLAVES: Andes Centrales, Confederación Chanka, Cuenca del río Negromayo,
Período Intermedio Tardío, Rukanas.
ABSTRACT:
This is a preliminary study of a settlement pertaining to the Late Intermediate Period located
in the lower section of the Negromayo river basin. As a result of detailed recording and
systematic analysis forming part of a systematic and complete coverage of the region it
became possible to establish some working hypotheses regarding the architectural-spatial
organization, the possible role, and the chronological development of this settlement.
Finally, it has been attempted to analyze the data, and to formulate points of discussion
concerning the archaeological characteristics of the area during the Late Intermediate

1 El presente trabajo es parte del proyecto de tesis: “Sistemas y patrones de asentamiento


durante los períodos Intermedio Tardío (900 - 1450 d.c.) y Horizonte Tardío (1450 - 1533
d.c.) en la cuenca del río Negromayo, Lucanas, Ayacucho”, llevado a cabo por el estudiante
Jorge R. Camara Guerrero. Extendemos un agradecimiento especial a Sonia Berrocal, Luis
Escobedo, Robert Coletti, Luis Flores y Kevin Ricci por el excelente trabajo de campo
realizado. A Manuel Aguirre-Morales, por todo el apoyo y asesoramiento a nuestra
investigación. Al Dr. Frank Meddens por los interesantes comentarios al manuscrito inicial
y por el interés en nuestro trabajo de investigación. A Pilar Aguirre y Diana Mogrovejo, por
el apoyo en la edición de las imágenes presentadas en este artículo. A la familia Berrocal
Huamaní por todo el apoyo logístico brindado durante nuestra trabajo de campo. A todos
ellos muchas gracias.
 Estudiante de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).

Ha participado en diversos proyectos arqueológicos (investigación y contrato)


desempeñando trabajos tanto de campo como laboratorio. También se ha desempeñado
como ayudante de cátedra en los cursos de Ceramografía y Métodos en Arqueología en su
misma casa de estudios.

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Period in comparison to the general features of late occupations across the region of
Ayacucho, which have in earlier research been bundled under concept of the “Chanka
Confederation”.
KEYWORDS: Central Andes, Chanka Confederation, Negromayo Basin, Late Intermediate
Period, Rukanas.
1. INTRODUCCIÓN

L as investigaciones arqueológicas sobre los últimos períodos de ocupación


prehispánica en la cuenca del río Negromayo son escasas e inéditas hasta el
día hoy. Sin embargo, como parte de la realización del curso de Prácticas
Pre-profesionales en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, desarrollamos
durante los años 2009 y 2013 una prospección arqueológica sistemática a cobertura
total en la sección baja de esta cuenca con miras a realizar un estudio de patrones
y sistemas de asentamiento para establecer las características arqueológicas
pertenecientes al período Intermedio Tardío y así poder identificar al grupo
poblacional local de este período teniendo en cuenta su materialidad arqueológica,
sus actividades productivas y sus relaciones sociales intra e intervalle en la región
de Ayacucho pues esta área, a nuestro entender, presentaba características
diferentes a las generalidades establecidas para esta región que las vinculan con la
denominada etnia Chanka (vide Gonzáles Carré 1992; Lumbreras 1974; Meddens
y Vivanco 2005; Valdez et al. 1990; Vivanco 2005)2 y para el período Intermedio
Tardío en general (vide Bonavia 1991; Covey 2008; Parsons y Hastings 1988).
Como parte de este proyecto a largo plazo presentamos en este reporte las
evidencias de un asentamiento ubicado en la sección baja de la cuenca del río
Negromayo que habría sido ocupado desde el período Intermedio Tardío hasta el
período Horizonte Tardío. Posteriormente, con los datos del registro ya ordenados
y analizados, formularemos algunas hipótesis de trabajo abordando aspectos
relacionados a las características recurrentes de la ocupación local del Intermedio
Tardío en la cuenca baja del río Negromayo previas a la ocupación Inka realizando,
además, algunas comparaciones con otros sitios ubicados en esta sección de la
cuenca con la intención de poner a discusión las problemáticas establecidas a partir
de las generalidades para dicho período en cuestión, englobando aspectos
relacionados al rango cronológico relativo y su organización espacio-
arquitectónico.
Para finalizar, queda en claro que los resultados vertidos en este reporte serán
exclusivamente de forma preliminar, esperando realizar trabajos más detallados en
la región con la intención de corroborar o replantear estas primeras ideas.

2 Posteriormente a los planteamientos iniciales de Lumbreras y Gonzáles Carré se han


realizado una gran cantidad de investigaciones que han abordado la problemática del período
Intermedio Tardío en la región ayacuchana, centrándose principalmente en las cuencas de
los ríos Pampas y Qaracha y en donde se han realizado prospecciones de tipo regional. Sin
embargo, estas no han tenido como objetivo caracterizar arqueológicamente la organización
de los asentamientos pertenecientes a este grupo y analizar las diversas dinámicas sociales
que se produjeron durante dicho período, realizando en su lugar sólo descripciones muy
superficiales en base a las generalidades mencionadas anteriormente para finalizar
(pragmáticamente) en explicaciones muy someras acerca del desarrollo histórico del grupo
(o grupos) asentados en dichas regiones.

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2. ENTORNO GEOGRÁFICO, GEOMORFOLÓGICO, ECOLÓGICO Y CLIMÁTICO DE
LA CUENCA BAJA DEL RÍO NEGROMAYO
Nuestro reconocimiento arqueológico se realizó en la cuenca del río Negromayo,
área geográfica ubicada en el distrito de Carmen Salcedo-Andamarca, provincia de
Lucanas, región Ayacucho (ver Figura 01). Esta cuenca debe su nombre al
homónimo río que discurre a través de este distrito hasta su desembocadura en el
río Mayobamba y el cual tiene por naciente las lagunas de Lliullisqa y Chuspire,
ubicadas sobre los 4,000 metros de altitud.
La sección baja de esta cuenca se encuentra en un rango altitudinal que va desde
los 3,000 hasta los 3,500 metros de altitud y donde el río forma un valle interandino
en forma de “V” el cual presenta zonas estrechas, encañonadas y flanqueadas por
laderas muy empinadas que han sido reutilizadas con fines agrícolas para la
construcción de una innumerable cantidad de andenes, los cuales se observan a lo
largo de toda su extensión territorial. Se han diferenciado dos zonas de vida en esta
sección de la cuenca. La primera zona, denominada Montano Bajo (de los 3,000 a
3,250 metros de altitud,) donde se cultivan productos como la alfalfa (Medicago
sativa), el maíz (Zea mays L.), la cebada (Hordeum vulgare), el trigo (Triticum
spp.), la tuna (Opuntia ficus indica), entre otras frutas de ambientes más cálidos, y
la segunda zona, denominada Montano húmedo (de los 3,250 a 3,500 metros de
altitud), donde se cultivan productos como la papa (Solanum tuberosum), el olluco
(Ullucus tuberosus), la oca (Oxalis tuberosa), la maswa (Tropaeolum tuberosum),
la haba (Vicia faba), la quinua (Chenopodium quinoa), la maca (Lepidium meyenii)
entre otros productos de fácil adaptación a climas más fríos (Pulgar Vidal 1996;
Tosi 1960).
En aspectos hidrológicos, la sección baja de la cuenca se caracteriza por la
presencia de algunas fuentes de agua, ya sea en forma de lagunas o puquiales
además de la del propio río Negromayo, las cuales son de vital importancia para el
consumo de la población, la agricultura, la ganadería moderna y que, seguramente,
también fueron muy bien aprovechadas en épocas prehispánicas pues a lo largo del
despliegue territorial hemos podido observar un sinnúmero de canales y reservorios
construidos durante esas épocas y que hasta el día de hoy continúan transportando
y almacenando este recurso desde diferentes puntos de la sección alta de la cuenca.
En aspectos geológicos, la zona baja de la cuenca presenta dos tipos de depósitos.
El primero, el de tipo coluvial, el cual se encuentra cercano a las laderas menos
empinadas del valle y presenta una característica de suelo residual conformado por
masas de limo, arena, grava fina y arcillas, los cuales al combinarse van
conformando los terrenos de cultivo que se observan a la largo del valle. Mientras
que el segundo tipo de depósito es el fluvial, el cual se encuentra en las partes más
elevadas de esta sección de la cuenca y se caracteriza por la presencia de
sedimentos semiestratificados que han sido arrastrados por las corrientes de agua,
dejando una cobertura de materiales de arcilla, grava gruesa, cantos rodados y
rocas. Generalmente estos depósitos se presentan muy cercanos a las zonas
glaciares (en este caso el nevado de Ccarhuarazo sería el punto de origen de este
tipo de depósito en la zona) y se extienden hasta altitudes aproximadas de 3,600
metros de altitud (Asociación LAGESA-C.F.G.S. 1996: 16-18).
Las rocas en esta sección de la cuenca son principalmente de origen volcánico,
siendo el granito, la andesita, la dacita, la riolita y la obsidiana las de mayor
frecuencia (Asociación LAGESA-C.F.G.S. 1996: 76). Estas rocas se encuentran en
afloramientos largos, continuos y de formación en bloque, ubicadas en las zonas

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bajas de los cerros y que probablemente hayan sido utilizadas en épocas
prehispánicas como fuentes de materia prima para la elaboración de artefactos
como por ejemplo los hechos a partir de la obsidiana, la cual tiene su origen cercano
al nevado Ccarhuarazo en la denominada cantera de Jampatilla donde se ha
identificado la obsidiana de tipo Pampas (Burger et al. 1998) y la construcción de
los asentamientos prehispánicos y modernos que se encuentran a lo largo de toda
la cuenca, los canales de irrigación y los numerosos andenes construidos en las
laderas de todo el valle del Negromayo (Aguirre-Morales 2009: 225-226; Camara
2009: 185). Finalmente, a estos afloramientos rocosos se asocian también vetas de
oro, plata, cobre (en mayor cantidad) y otros minerales, las cuales se encuentran
cercanas al nevado Ccarhuarazo y que según los estudios geológicos de la zona
fueron áreas de extracción desde épocas muy remotas (Asociación LAGESA-
C.F.G.S. 1996: 83-84).
3. EL SITIO ARQUEOLÓGICO DE PUKULLUPATA
El sitio arqueológico de Pukullupata se encuentra ubicado en la margen derecha
del río Negromayo a escasos metros del caserío de Parccacha, uno de los anexos
poblacionales del distrito de Carmen Salcedo-Andamarca, provincia de Lucanas,
región Ayacucho (ver Figura 02). Este sitio se encuentra a 3,450 metros de altitud
y sus coordenadas UTM, tomadas de la parte central del sitio, son: 8413058N y
614144E, presentando además un área de extensión territorial aproximada de 6,776
m2 (0.6 ha.).
Este asentamiento se encuentra emplazado al extremo Oeste del caserío, colindante
a una pendiente que ha sido modificada con varios aterrazamientos para poder
soportar las estructuras arquitectónicas que dan conformación al sitio (ver Figura
03). No se ha podido identificar un camino directo para acceder al sitio pues la
mayor parte del terreno ha sido modificado por los propios comuneros haciendo
que la accesibilidad al sitio sea difícil de ubicar en comparación a otros sitios
registrados dentro de nuestra área de estudio. Sin embargo, para poder acceder a
este anexo poblacional se tiene que transitar por un sendero paralelo a la carretera
moderna que iniciaría desde el pueblo de Andamarca, y que podría haber sido parte
del sistema de caminos secundarios que se unía al ramal principal del valle de
Sondondo, el cual habría estado relacionado con las rutas de salida y llegada hacia
la Costa Sur (Nazca) y la zona Norte de Ayacucho durante el Horizonte Medio y
el Horizonte Tardío (Schreiber 1991, 1993). En relación a las características
morfológicas del espacio aldeano, la arquitectura y la distribución del material
cultural de superficie, el sitio se dividió en dos sectores (Sector 1 y Sector 2) con
el fin de realizar un registro detallado y sistemático (ver Figura 04).
3.1. Sector 1
El Sector 1 está ubicado en la parte más elevada de la ladera a 3,600 metros de
altitud pasando un pequeño promontorio entre el sendero natural que comunica al
sitio con la quebrada seca cercana al poblado de Parccacha. Este sector está
conformado por una serie de aterrazamientos continuos que bordean el
promontorio para darle una mayor estabilidad. Se ha observado una gran alteración
del terreno original del asentamiento por parte de los pobladores de este anexo en
una planicie al Norte de este sector, donde se han desmantelado las pocas
estructuras que se encontraban en esta área para la construcción de corrales para el
ganado vacuno.
Un rasgo arquitectónico se ha podido ubicar e identificar en este sector a pesar de
la alteración. Se trata de una estructura de planta circular ubicado en la parte alta

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de un pequeño promontorio a una altitud de 3,525 metros, siendo sus coordenadas
UTM: 8412978N y 614253E. La estructura ha sido construida a base de piedras
grandes dispuestas a un solo nivel, distribuidas a doble hilera y sin presencia de
mortero. La estructura presenta un diámetro de 4.60 m. y una orientación de Este a
Oeste. El ancho de los muros es de 0.40 m. y la altura promedio es de 0.70 m.
(aunque por la alteración podríamos pensar que este recinto haya tenido un mayor
tamaño). Se puede observar un posible acceso hacia el lado Norte de la estructura,
el cual no excede los 0.50 m. de ancho. Este posible acceso habría estado orientado
hacia el NW°. Cercano a esta estructura se pueden encontrar pequeños restos de
material cerámico y lítico, sin embargo estos no presentan rasgos que nos ayuden
a establecer alguna relación cronológica, cultural o funcional. Lo interesante de
esta estructura se relaciona con su ubicación de donde se obtiene una excelente
visibilidad de una gran sección de la cuenca baja. Debido a estas características
creemos que la función de esta estructura habría estado relacionada con la posible
intercomunicación con otros asentamientos pertenecientes a la cuenca baja.
3.2. Sector 2
El Sector 2 se encuentra ubicado en la zona más baja de la ladera a 3,440 metros
de altitud y es el que presenta la mayor cantidad de evidencia cultural. Nuestro
reconocimiento en este sector ha podido identificar, a pesar de la densa vegetación
que cubre el sitio, 56 unidades arquitectónicas en un buen estado de conservación
sin negar la posible existencia de una mayor cantidad de recintos. La conformación
estructural presenta un gran y extenso aterrazamiento construido a base de grandes
muros a doble hilera de 0.90 m. de ancho y 1.70 m. de alto en promedio que bordean
de forma continua e irregular la ladera, dándole así una estabilidad de control para
soportar el peso de las unidades arquitectónicas que conforman el asentamiento.
Las unidades arquitectónicas han sido clasificadas en dos tipos dependiendo sus
características arquitectónicas formales y posible función.
El primer tipo es el recinto de planta circular simple el cual se presenta como una
sola pieza arquitectónica cuyos diámetros varían de 4.50 m. a 6.50 m., teniendo
además una altura promedio de 1.80 m. sin la presencia de un techo formal, el cual
pudo haber sido elaborado con algún material perecedero como el junco (Scirpus
sp.) que abunda en las lagunas ubicadas a lo largo de toda la cuenca. La técnica
constructiva de este tipo recinto se caracterizó por la unión de piedras medianas
canteadas, distribuidas a doble hilera y unidas con una argamasa de barro mezclado
con cal, restos de ichu, fragmentos de cerámica, desechos de obsidiana y guijarros.
Esta mezcla también sirvió como relleno constructivo depositado entre los espacios
formados por las dos hileras de los paramentos, dándole así una mayor estabilidad
al muro. Este tipo de recinto presenta un solo vano de acceso, el cual tiene una
altura promedio de 1.50 m., un ancho de 0.60 m. y una amplia variabilidad en su
orientación. A su vez, estos recintos tienen como elemento arquitectónico
recurrente a los nichos tanto rectangulares como cuadrangulares cuyas dimensiones
promedio son de 0.20 m. de alto, 0.10 m. de ancho y 0.15 m. de profundidad.
Durante nuestro reconocimiento hemos identificado un total de 33 estructuras de
este tipo, las cuales habrían cumplido la función de vivienda (ver Figura 05).
El segundo tipo es el recinto de planta irregular con techo, el cual se presenta
también como una sola pieza arquitectónica con una variación de diámetros de 3.50
m. a 5.50 m. además de tener una altura promedio de 1.80 m. con un techo
formalizado construido con la técnica de la “falsa bóveda”, la cual consta de la
superposición de piedras trabajadas a manera de bloques alargados de 0.80 m. de
largo que van sobresaliendo progresivamente para luego colocar una serie de lajas

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de 0.90 m. de ancho de forma paralela entre los primeros bloques alargados, para
luego finalizar con la colocación de un relleno de argamasa de barro con la
finalidad de sellarlo y mantenerlo estable. Este tipo de recintos se distribuyen en
casi todo el asentamiento y tienen por lo general una planta de tipo irregular, siendo
en algunos casos de forma ovoide o en forma en “D”.
La técnica constructiva de este tipo recinto se caracterizó por la unión de piedras
medianas canteadas, distribuidas a doble hilera y unidas con una argamasa de barro
mezclado con cal, restos de ichu, fragmentos de cerámica, desechos de obsidiana
y guijarros. Esta mezcla también sirvió como relleno constructivo depositado entre
los espacios formados por las dos hileras de los paramentos, dándole así una mayor
estabilidad al muro. Este tipo de recinto presenta un solo vano de acceso, el cual
presenta una altura de 1.30 m., un ancho promedio de 0.50 m. y sin una uniformidad
en su orientación. En este tipo de estructura se han identificado además ductos de
ventilación ubicados, por lo general, en las esquinas superiores del paramento
externo. Otro elemento recurrente observado en este tipo de recinto es una especie
de cámara interna de forma irregular cuyas dimensiones promedio son de 0.60 m.
de alto, 0.40 m. de ancho y 0.40 m. de profundidad, la cual pudo haber servido
como depósito o almacén interno. Hemos identificado un total de 23 estructuras de
este tipo, sin embargo la función de este tipo de recinto no es muy clara aún para
nosotros pero, por sus características formales y la evidencia interna, puede que
estos recintos hayan sido utilizados como el lugar propicio para la realización de
las actividades de cocina; la presencia del ducto de ventilación como los restos de
hollín en las partes altas del recinto podrían advertirnos dicha acción (ver Figura
06). De todas maneras, excavaciones sistemáticas en este tipo de recintos podrían
darnos una mayor explicación y argumentación al respecto.
Finalmente, la conformación del espacio en este asentamiento se caracteriza por la
presencia de conjuntos habitacionales formados a partir de la agrupación de 2 hasta
5 recintos (incluyendo el recinto techado no mayor a dos estructuras por grupo)
asociados a un espacio abierto (ver Figura 07), originando lo que en la literatura
arqueológica para los períodos tardíos se conoce como el “complejo de patio”
(Lavallée y Julien 1985: 48-57), el cual se presenta como una característica
principal en la conformación del espacio aldeano para este período y que ha sido
reportado por otros investigadores en otras regiones con sus respectivas variantes
espacio-arquitectónicas (c.f. Bauer et al. 2013; Bauer y Kellett 2010: 94-101;
Bonnier 1997: 33-37; Buda 2005; Camara 2009: 191; DeMarrais 2001: 121-141;
Jennings y Yépez 2009: 422-424; Kellett 2010: 173-175; Meddens 1984: 137;
Meddens y Vivanco 2005: 76; Schreiber 1987: 274-277; Wernke 2003: 176-180,
entre otros).
4. MATERIALES CULTURALES ASOCIADOS
Como habíamos mencionado en la descripción del sitio, en el sector 1 no se ha
podido registrar material diagnóstico alguno mientras que en el sector 2, gracias a
la definición de algunos conjuntos habitacionales y en base a muestreos aleatorios
estratificados, se ha podido registrar material cerámico y lítico, siendo el segundo
el de mayor densidad.
El material cerámico recuperado comprendió un corpus de 60 fragmentos
diagnósticos (bordes y fragmentos decorados) registrados in situ tanto del interior
de los recintos como de las áreas externas y de los cuales hemos podido establecer
un ordenamiento preliminar en base a sus características morfofuncionales,
tecnológicas y estilísticas. Morfofuncionalmente, el material cerámico presenta

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características relacionadas con vasijas utilitarias, de servicio y de
almacenamiento3. De esta manera, tenemos una conformación preliminar de cuatro
categorías morfofuncionales presentes en el sitio (platos, cuencos, ollas y cántaros),
siendo el plato la forma con mayor presencia (ver Figura 08).
En el caso de la manufactura hemos identificado, de manera preliminar, dos grupos
tecnológicos diferenciados principalmente por la conformación de la pasta, el tipo
de cocción y el tipo de estilo decorativo. El primer grupo presenta una pasta marrón
de textura media con una técnica de manufactura elaborada a través del pulido
tosco lo que le da a estos fragmentos un acabado de tipo medio. El tipo de cocción
utilizada para la elaboración de estos artefactos es semioxidante, dejando algunas
marcas grisáceas en las paredes de los fragmentos. Las formas más comunes en
este primer grupo la conforman los platos y los cántaros. En aspectos estilísticos,
la cerámica de este grupo presenta elementos decorativos pictóricos de tipo pre-
cocción, específicamente en los platos, los cuales se presentan en forma de líneas
oblicuas creando una especie de cruz (en la parte interna) y bandas horizontales (en
la parte externa) en color rojo y negro, mientras que en las demás formas la
decoración es casi inexistente, siendo el uso de engobe rojo, anaranjado y marrón
lo más resaltante en dichos fragmentos.
El segundo grupo presenta una pasta anaranjada de textura media con una técnica
de manufactura elaborada a través del pulido tosco lo cual le da a estos fragmentos
un acabado de tipo medio. El tipo de cocción utilizada para la elaboración de estos
artefactos es oxidante, presentando además una mayor cantidad de inclusiones
aunque de baja esfericidad. Las formas más comunes en este segundo grupo la
conforman los cuencos, las ollas y los platos. En aspectos estilísticos, la cerámica
de este grupo presenta también una decoración pictórica de tipo pre-cocción,
aunque sólo en los cuencos. Esta decoración se caracteriza por la presencia de
pequeñas líneas en los labios de la vasija con una corta prolongación hacia su parte
interna. Estas líneas se presentan en negro y rojo, siendo el color negro el de mayor
recurrencia. En el caso de los platos y las ollas, la decoración es casi inexistente,
siendo el uso de engobe rojo, anaranjado y marrón lo más resaltante (ver Figura
09). Adicionalmente, dentro del corpus cerámico registrado y a lo largo de los
espacios abiertos en los diferentes conjuntos habitacionales definidos, encontramos
evidencia de residuos de arcilla recocinada y quemada además de algunos
fragmentos de vasijas que sufrieron fallas en la cocción, lo que evidencia
claramente una producción alfarera al interior del asentamiento.
El material lítico registrado durante nuestra prospección presenta una mayor
densidad que el material cerámico y cuya presencia nos ha proporcionado datos
para plantear algunas ideas sobre las actividades que se realizaron con este material
al interior del asentamiento. La menor proporción de artefactos están relacionados
con actividades de molienda como son batanes, morteros y manos de moler (ver
Figura 10). Estos artefactos han sido elaborados a partir del uso de materia prima
local, las cuales pudieron ser extraídas y llevadas desde la ribera del río Negromayo
(en el caso de los cantos rodados) y de las diferentes canteras de andesita y riolita
ubicadas a lo largo de la cuenca del río Negromayo.

3La búsqueda de conceptos nos han llevado a entender por “utilitarias” a aquellas vasijas
que se destinan para la preparación de alimentos, por “servicio” a aquellas vasijas que se
destinan para el consumo de éstos y por “almacenamiento” a aquellas vasijas que se destinan
para el guardado de productos, ya sean alimentos u objetos.

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Por otro lado contamos con una presencia muy densa de desechos de obsidiana, los
cuales han sido ubicados en algunos espacios reducidos que corresponderían a los
patios o áreas de actividad externa a los recintos circulares. La presencia de este
material no es de extrañar pues a lo largo de nuestra área de prospección, tanto en
asentamientos como en espacios al aire libre, hemos encontrado restos de este
material siendo su presencia no sólo en desechos sino también en artefactos (puntas
principalmente), preformas y lascas (ver Figura 11).
5. DISCUSIÓN Y PLANTEAMIENTOS
Si bien el principal objetivo de este reporte es la presentación del sitio de
Pukullupata, no podemos dejar de establecer algunos puntos de discusión sobre su
caracterización arqueológica en relación al período Intermedio Tardío que
resultarán provechosos, no sólo para nosotros como ejercicio mental sino también
para otros investigadores que aborden temas análogos en la misma región o áreas
cercanas. De esta manera, hemos planteado algunas hipótesis de trabajo que futuras
investigaciones sistemáticas en este asentamiento ayudarán a corroborar o
replantear.
El primer punto a tratar está relacionado con el aspecto cronológico y, como
habíamos mencionado en la descripción de los materiales culturales registrados, el
más perfilado a una caracterización preliminar sobre este aspecto ha sido la
cerámica, material con el cual hemos podido establecer relaciones comparativas de
acuerdo a la secuencia cultural elaborada por Katharina Schreiber para el área de
Sondondo (Schreiber 1982, 1992, 1993) con el objetivo de intentar explicar el
panorama temporal relativo de las ocupaciones prehispánicas en nuestra área de
investigación4.
La secuencia de Schreiber para los períodos Intermedio Tardío y Horizonte Tardío
se basó a partir del registro de un conjunto de fragmentos de cerámica recolectados
sistemáticamente durante su prospección regional realizada el año 1981, la cual
tuvo como objetivo establecer una secuencia cultural completa para la zona de
Sondondo pues ya un año antes había esbozado una secuencia (incompleta para la
autora en ese momento) a partir de los resultados de sus excavaciones en el sitio
administrativo Wari de Jincamocco y que iban desde el período Inicial hasta el
Horizonte Medio (ver Figura 12).
Para las fases tardías (incluyendo los tiempos finales del Horizonte Medio)
Schreiber las clasifica a partir de la identificación de trece estilos decorativos que,
según la autora, fueron manteniéndose o modificándose según el paso del tiempo.
Estas fases son: 1) Marke, asociada a las últimas etapas culturales del Horizonte

4 Nuestra investigación ha convenido utilizar de manera pertinente, y como base de apoyo


inicial, la secuencia establecida por Katharina Schreiber para la región de Sondondo
(Schreiber 1982, 1992, 1993). Se ha optado por esta decisión principalmente por dos puntos
claros dentro de la metodología de nuestra investigación. Primero, porque los resultados de
nuestro trabajo de campo arrojó evidencias culturales recurrentes a las variables utilizadas
por Schreiber para la elaboración de la secuencia cultural para la región del Sondondo y por
lo cual era conveniente utilizarla sabiendo de ante mano las carencias de dicha secuencia,
sobre todo para las épocas tardías, hasta que podamos establecer una secuencia más clara
con excavaciones sistemáticas y fechados C14. Y segundo, porque queríamos evitar la
creación de nuevas nomenclaturas que más que ayudar con la investigación establecería
confusiones, más aún, si esta primera aproximación a la caracterización cultural de nuestra
área de investigación se había establecido con material proveniente de un registro
superficial.

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Medio –épocas 3 y 4 específicamente–, la cual fue identificada y establecida a
partir de los niveles más tardíos de las excavaciones en Jincamocco y cuya
referencia utilizó para ver la variación estilística en los períodos siguientes; 2)
Toqsa, asociada a los inicios del período Intermedio Tardío; y 3) Jasapata, asociada
a los momentos intermedios y finales del período Intermedio Tardío incluyendo
además una clara contemporaneidad con el estilo Inka tanto local, provincial e
imperial que fueron adoptados por el contacto con mitimaes alfareros insertados en
la región por los Inkas durante el período Horizonte Tardío, no obstante
manteniendo la morfología local5.
Sobre las características del material registrado en el sitio de Pukullupata, éste
presenta una recurrencia en relación a los estilos decorativos presentes en el valle
de Sondondo para las épocas tardías. Sin embargo, se carece del estilo white-on-
red with simple geometric designs que es únicamente perteneciente a la fase Marke6
(Schreiber 1993: 80). Esta ausencia estilística nos estaría indicando, de manera
tentativa, que Pukullupata empezó a ser habitado a partir de la fase Toqsa durante
el período Intermedio Tardío debido a que en los fragmentos cerámicos registrados
estarían presentes, en un alto porcentaje, el estilo black-on-plain, red-on-plain y
black-and-white-on-red; estilos que definen principalmente la fase en cuestión
(op.cit.: 81). También se han podido diferenciar y registrar un porcentaje mínimo
de fragmentos que estarían relacionados con los estilos brown-slipped y el multiple
slip colors on orange slip; estilos que aparecen en la fase Jasapata (op.cit.: 83)
principalmente durante el Horizonte Tardío (ver Figura 13). Entonces, viendo este
panorama tentativo por intermedio del registro cerámico (y que debe ser afinado
con prontitud), podemos plantear que el rango cronológico relativo de este sitio
habría fluctuado del período Intermedio Tardío al período Horizonte Tardío 7. Sólo

5 Desde que iniciamos las investigaciones en la cuenca del Negromayo hemos observado
varios aspectos que difieren de la materialidad arqueológica relacionada con la etnia
Chanka. En este trabajo no hemos abordado el tema de su cerámica y sus posibles áreas de
distribución. Sin embargo, en un trabajo preliminar sobre la cerámica de esta región,
proveniente de una colección perteneciente al Museo local de Andamarca del sitio
arqueológico de Canichi, se ha observado una alta variabilidad con los estilos Tanta Orqo,
Qachisqo, Arqalla y Aya Orqo de la secuencia Chanka que realizara Gonzales Carré para el
Norte de Ayacucho (Berrocal 2009: 219). Últimamente, esta secuencia ha sido discutida y
criticada tanto por su metodología de elaboración como por su inconsistencia al momento
de establecer recurrencias en otras regiones cercanas a la definida área cultural Chanka
(Bauer et al. 2013; Berrocal 2009; Valdez y Valdez 2002; Valdez 2002). Debido a la no
recurrencia de estos estilos en las áreas circundantes se han elaborado secuencias
microregionales que, en relación con otros aspectos materiales, podrían aproximarnos mejor
a las características de etnicidad de los grupos poblacionales asentados en dichas zonas
culturales.
6 Durante la prospección se ha podido observar en algunos asentamientos la presencia de

este estilo en los rellenos constructivos de terrazas de contención, muros y estructuras lo


cual evidencia por el uso de artefactos elaborados en base a este estilo. En el caso de
Pukullupata y en los sitios de Laqa laqay (8413972N – 614483E) y Sacrahua (8416378N –
615043E) la presencia de este estilo es nula desde el punto de vista superficial por lo cual se
deben realizar excavaciones para despejar las dudas sobre este aspecto.
7 Si bien la presencia de material cultural nos proporciona un rango relativo de ocupación

hasta el período Horizonte Tardío no podemos dejar de tener en cuenta una posible
ocupación Colonial. Tomamos este dato en cuenta pues Schreiber y Kintigh, analizando
documentación colonial temprana, nos proporcionan evidencia de la ocupación de diversos
asentamientos en la zona que perteneció a la etnia de los Rucanas hasta el inicio de las

61
excavaciones sistemáticas con análisis de muestras radiocarbónicas corroborarán
esta primera sugerencia.
El segundo punto a analizar está relacionado con la morfología y la organización
del espacio arquitectónico del sitio arqueológico de Pukullupata. Acerca de estos
aspectos, Elizabeth Bonnier nos sugiere en su seminal ensayo que “el análisis
detallado permite mostrar que la estructura de la unidad mínima del hábitat y la
organización global de la aldea pueden variar de etnia a otra” (Bonnier 1997: 33)
y que en vista de la variabilidad regional en los Andes Centrales “sería un error
reducirlas a argumentos de homogeneidad, tanto en lo que se refiere a la vida
material como en cuanto a la organización social y el pensamiento simbólico”
(Ibídem: 40). Es sobre este punto que nos hemos interesado al analizar este
asentamiento con miras a replantear ciertos aspectos sobre la caracterización
arqueológica de los grupos poblacionales del período Intermedio Tardío en esta
región, principalmente porque al hacer un balance sobre la información relacionada
a este período en la región ayacuchana hemos observado que varios de los trabajos
han abordado este tema sin tomar en cuenta este planteamiento teórico;
homogenizando, generalizando y encasillando, de una u otra manera, la
materialidad arqueológica a un solo grupo social denominado por las fuentes
documentales como los Chankas (c.f. Ccencho 1991: 29-30; Gonzáles Carré 1992:
41-47; Lumbreras 1974: 200; Meddens y Vivanco 2005: 75; Valdez et al. 1990:
21-24; Valdez y Vivanco 1994: 148-152; Vivanco 2005: 18). En el caso de
Pukullupata hemos observado una serie de aspectos paisajísticos, arquitectónicos
y espaciales que, en recurrencia con otros sitios registrados en esta sección de la
cuenca, encierran la posible forma de organización poblacional de un grupo social
diferente al denominado y caracterizado como “Chanka” para esta región.
En primer lugar, hemos observado la fácil accesibilidad y visibilidad de este
asentamiento además de su ubicación altitudinal. Hacemos hincapié en este primer
punto pues se plantea que los sitios pertenecientes a este período se ubicaban en
zonas estratégicas, de difícil accesibilidad debido al tenso panorama conflictivo y
bélico que las fuentes documentales tempranas han referido para este período. A
estas características se adiciona la inexistencia de elementos arquitectónicos de
carácter defensivo (p.e. murallas, zanjas, parapetos, trincheras, etc.), los cuales son
elementos recurrentes en los asentamientos pertenecientes al período Intermedio
Tardío en otras regiones que corroboran el contexto del período (c.f. Arkush 2010,
Gonzáles Carré 1992; D´Altroy 1992, Lumbreras 1974; Meddens y Vivanco 2005;
Parsons et al. 1997, 2000; Valdez et al. 1990; Vivanco 2005) y que, sin embargo,
en éste y otros asentamientos ubicados en nuestra zona no se muestra con mucha
intensidad.
Para terminar con este punto tenemos en observación la asociación de este
asentamiento con andenes en un 90% del total del área circundante y diversas
fuentes de agua, las cuales estarían siendo parte de una posible relación directa con
actividades agrícolas de carácter domésticas. Creemos que la ubicación y
emplazamiento de este asentamiento obedecería principalmente a una respuesta
directa en torno al fuerte cambio climático que sobrevino en la zona central andina
durante los inicios de este período que mermó las fuentes de agua en las zonas bajas

Reducciones Toledanas cuando los asentamientos fueron abandonados en su totalidad para


establecer a la población en estos nuevos puntos de control por parte de la organización
Colonial (Schreiber y Kintigh 1995).

62
y creó un nivel de stress en la subsistencia poblacional (Branch et al. 2008; Kellett
2013; Seltzer y Hastorf 1990; Thompson et al. 1994). Esto devino, posiblemente,
en la verdadera razón del repliegue a zonas elevadas y escarpadas por la búsqueda
de las fuentes de agua que se necesitaban para la subsistencia de la población,
generando el contacto con el piso ecológico de puna y creando un sistema de
subsistencia de tipo agropastoril (Kellett 2013: 50, Parsons et al. 1997: 318). La
conformación de otros sitios cercanos como Canichi (Camara 2009: 186-191), la
reutilización de andenes y la creación de un gran sistema de captación del recurso
hídrico desde las zonas altas (Aguirre-Morales 2009: 254) además de la presencia
de corrales en las secciones altas de esta cuenca nos proporcionan datos para
plantear esta posible explicación.
En segundo lugar, hemos podido establecer una primera aproximación sobre la
caracterización espacio-arquitectónica del sitio arqueológico de Pukullupata y su
recurrencia en otros asentamientos pertenecientes a este período en la región del
Negromayo. La mayoría de investigaciones en la región ayacuchana que abordan
este tema definen la organización de los sitios de una forma muy somera, tomando
en cuenta sólo el tipo de planta, la formación del “grupo-patio” y la distribución
“aglomerada” de las estructuras al interior de cada sitio registrado en base a las
características recurrentes que Lavallée, Bonnier y DeMarrais han inferido para las
aldeas de los Tarama, Wanka y Asto, respectivamente (Bonnier 1997, DeMarrais
2001 y Lavallée y Julien 1985). En nuestro caso hemos establecido, a parte de las
generalidades ya mencionadas, que la organización interna de este asentamiento se
caracteriza, en primer lugar, por la falta de planificación siendo el crecimiento del
poblado de forma irregular en relación con la accidentada topografía del lugar. En
segundo lugar, el hábitat doméstico habría estado caracterizado por la formación
de un “conjunto habitacional” conformado por: 1) la unidad de vivienda (hasta 3
por conjunto), 2) la posible unidad de preparación de alimentos (hasta 2 por
conjunto) y, 3) el área de actividad o patio en cuyo interior se desarrollaron las
diferentes actividades productivas y de subsistencia. De esta manera, y por la
recurrencia de este patrón en todo el asentamiento, esta distribución caracterizaría
la forma en que los grupos domésticos o familiares habrían estado organizados.
Sobre este punto, y proyectándonos de forma regional, podríamos plantear que este
tipo de organización sería la de un grupo social diferente al denominado y
“caracterizado” como Chanka para la región ayacuchana, pues la misma
conformación de estos conjuntos habitacionales las hemos observado y registrado
en los asentamientos de Canichi, Laqa Laqay (en la cuenca del Negromayo),
Jasapata (en la cuenca del Sondondo) y Chipaomarca (en la cuenca del
Mayobamba) siendo estas áreas concernientes a los territorios que habrían
pertenecido a la etnia Rukanas y que las fuentes documentales coloniales nos
detallan (Monzón [1586] 1965).
Finalmente, y de forma adicional, acotamos la inexistencia de posibles
modificaciones internas que varíen el patrón arquitectónico local tal como han sido
reportados en otros asentamientos tardíos en diferentes regiones de los Andes
Centrales donde se han podido identificar, con claridad, el rompimiento del patrón
local al establecer unidades arquitectónicas de estilo inkaico y de posible función
administrativa (kallankas, Kanchas, entre otras) en las zonas más elevadas del
asentamiento como una clara manifestación de control simbólico (c.f. Buda 2005;
Camara 2009; DeMarrais 2001; Meddens y Schreiber 2010; Schreiber 1993;
Wernke 2003). La no presencia de este tipo de arquitectura, en concordancia con
la ausencia de material cerámico de filiación Inka denota, de manera tentativa, una

63
menor jerarquía en relación a otros asentamientos en la región donde sí se ha
observado este cambio bien marcado de la presencia estatal cuzqueña durante el
período Horizonte Tardío (Berrocal 2009: 218-219; Camara 2009: 192, 193 y 199).
6. CONCLUSIONES
Para finalizar este reporte nos queda volver a recalcar que las ideas vertidas hasta
el momento son enteramente de carácter preliminar, las cuales han sido planteadas
en base a los datos provenientes de un registro superficial de un asentamiento y
contrastadas con aspectos detallados y generales de la organización social de los
diferentes grupos poblacionales enmarcados en este período a lo largo de la sierra
centro-sur andina. Sin embargo, creemos que estas ideas preliminares pueden ser
de mucha importancia para poder aproximarnos, inicialmente, a la caracterización
arqueológica del grupo poblacional asentado en esta región teniendo así un
panorama más claro sobre su desarrollo previo y posterior a su anexión al aparato
estatal inkaico durante el Horizonte Tardío.
Las evidencias analizadas en este reporte nos muestran un panorama diferente a los
registrados en otras áreas cercanas pertenecientes al período Intermedio Tardío en
torno a la caracterización arqueológica de los asentamientos en la región del
Negromayo. Así, y de manera general, nos hemos aproximado a su ubicación
cronológica relativa, según la distribución del material cerámico por ahora,
enmarcándolo a partir de la secuencia cronológica-cultural de Schreiber entre el
período Intermedio Tardío y Horizonte Tardío. A su vez, también nos hemos
podido aproximar a la forma de organización doméstica y su posible recurrencia
en la sección baja del Negromayo además de áreas circundantes como parte de un
solo grupo poblacional en particular y que probablemente esté relacionado con los
Rukanas, grupo étnico que pobló la región Sur de Ayacucho durante estos períodos
(Santillana 2002: 565; Monzón [1586] 1965: 237-238). Finalmente, y de forma
implícita, hemos resaltado el posible rol funcional que habría cumplido
Pukullupata durante el período Intermedio Tardío principalmente, siendo éste
considerado un asentamiento secundario de tipo agropastoril dentro de la
organización territorial centralizada por el asentamiento arqueológico de Canichi,
sitio de primera jerarquía en la cuenca baja del Negromayo.
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67
8. ANEXOS

Anexo 1
Figura 01. Mapa de ubicación de la cuenca del río Negromayo, Lucanas,
Ayacucho. Tomado y modificado de Schreiber 1992.

68
Anexo 2
Figura 02. Ubicación del sitio arqueológico de Pukullupata, margen derecha del
río Negromayo. Imagen tomada de la versión gratuita Google Earth, 2013.

Anexo 3
Figura 03. Vista panorámica, de Este a Oeste, del sitio arqueológico de
Pukullupata. Fotografía tomada por Jorge Camara Guerrero.

69
Anexo 4
Figura 04. Plano del sitio arqueológico de Pukullupata. La vista pertenece al
Sector II y se encuentra a escala 1:500.

70
Anexo 5
Figuera 05. Vista general de las estructuras circulares sin techo. Fotografía tomada
por Jorge Camara Guerrero.

Anexo 6
Figura 06. Vista general de las estructuras techadas (arriba) y los elementos
arquitectónicos presentes al interior (abajo). Fotografías tomadas por Jorge Camara
Guerrero.

71
Anexo 7
Figura 07. Plano de distribución espacial interna del sitio arqueológico de
Pukullupata. Se puede observar la conformación de los denominados conjuntos
habitacionales que asocian las estructuras circulares abiertas, las estructuras
techadas y el patio (a, b, c y d).

Anexo 8
Figura 08. Cuadro de distribución de la cerámica encontrada en el sitio
arqueológico de Pukullupata.

72
Anexo 9
Figura 09. Detalle de la cerámica encontrada en la superficie del sitio arqueológico
de Pukullupata. Fotografía tomada por Jorge Camara Guerrero.

Anexo 10
Figura 10. Detalle de un posible artefacto de molienda encontrado en uno de los
conjuntos habitacionales definidos al interior del sitio arqueológico de Pukullupata.
Fotografía tomada por Jorge Camara Guerrero.

73
Anexo 11
Figura 11. Detalle de los restos del material lítico de obsidiana encontrado en sitio
arqueológico de Pukullupata. Se pueden observar puntas (arriba) y desechos de
talla (abajo). Fotografía tomada por Jorge Camara Guerrero.

74
Anexo 12
Figura 12. Secuencia cronológica-cultural del valle de Carhuarazo (Sondondo).
Tomado de Schreiber 1992.

75
Anexo 13
Figura 13. Secuencia estilística para las fases Tardías en el valle de Carhuarazo
(Sondondo). Tomado de Schreiber 1993.

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