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1ª Edición

Uberlândia
Janete Machado de Castro Silva
2013
Primera edición:
2013

Edición alternativa y derechos:


Janete Machado de Castro Silva

Autoras:
Janete Machado de Castro Silva
Samantha das Graças Pereira
Dalva Ramos Resende Matos

Revisión:
Dalva Ramos Resende Matos
Samantha das Graças Pereira

Adaptación de la tapa:
Janete Machado de Castro Silva

Adaptación gráfica y diseño de interior:


Janete Machado de Castro Silva

ISBN 978-85-916266-1-8

Fuentes, créditos y agradecimientos:


Ronaldo Silva
Páginas de Internet catalogadas en la bibliografía.

Notas:
Les damos las gracias a todos que directa o indirectamente
han contribuido con la composición y creación de esta
novela.

Las imágenes utilizadas han sido bajadas desde páginas web


que aludían al tema de la 2ª Guerra Mundial, con sus debidas
referencias.

Este libro puede ser reproducido cuantas veces sean


necesarias para obtención de conocimiento sin fines
lucrativos.
En honor a las mujeres sacrificadas en Ravensbrück…
…que sufrieron lo impensable sin tener ninguna culpa.
“La libertad, es uno de los más preciosos dones que a los hombres
dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que
encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra,
se puede y debe aventurar la vida.”

Miguel de Cervantes
SUMARIO

CAPÍTULO 01...................................................................................12

CAPÍTULO 02...................................................................................18

CAPÍTULO 03...................................................................................23

CAPÍTULO 04...................................................................................31

CAPÍTULO 05...................................................................................42

CAPÍTULO 06...................................................................................48

CAPÍTULO 07...................................................................................53

CAPÍTULO 08...................................................................................59

CAPÍTULO 09...................................................................................67

CAPÍTULO 10...................................................................................74

CAPÍTULO 11 ..................................................................................81

CAPÍTULO 12...................................................................................90

CAPÍTULO 13.................................................................................100

CAPÍTULO 14.................................................................................104

CAPÍTULO 15.................................................................................110

PREFACIO

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Entre lágrimas y sombras narra la historia de una chica que
después de haber perdido a toda su familia, ha quedado sola
en un mundo gobernado por hombres sin escrúpulos y
completamente despiadados… Se enfrentará huídas,
encuentros y desencuentros que la llevarán a través de los
senderos de la Segunda Guerra Mundial en el año de 1942, en
una búsqueda frenética para encontrar a sus padres y a su
hermano de 13 años. Es en ese exacto momento, que ella
conoce a alguien que inicialmente será su más cruel verdugo,
quien acaparará toda su atención y que la conducirá por
caminos llenos de sombras, de miedos y de incertidumbres; sin
embargo, le proporcionará todo lo que ella siempre había
imaginado que era posible, que dos almas gemelas pudieran
encontrarse aunque en el medio de una de las tragedias más
grandes de la historia de la humanidad. Ella verá caer por
tierra todas las barreras que se había impuesto para no amar a
nadie jamás, en un mundo destruido por la ambición y por los
deseos de poder.
Amor, miedo y sospechas, son los ingredientes de esa
historia que se juntaron en un trasfondo totalmente real, para
revelar que más allá de lo que se podría imaginar, estaría el
verdadero amor que siquiera uno de los más grandes
obstáculos lo podrían impedir…
Janete Machado de Castro Silva

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CAPÍTULO 01

La Segunda Guerra mundial había empezado en 1939


con la invasión de Polonia. Varios países se habían aliado a un
hombre despótico y sin escrúpulos, un ser que de la nada llegó
a ser canciller de Alemania y desgraciadamente la gobernó
con manos de hierro. Su desfachatez y descaro eran
inmensurables, quería ser el dueño de Europa y futuramente
quizá del mundo y para tal no le importaba matar, destruir,
reducir a polvo la democracia y el orgullo de las naciones
invadidas. Un tipejo tan despreciable del que nadie debería de
acordarse jamás, pero, no había formas de olvidarlo, su cara
estaba estampada en carteles por todos lados y al observar su
rostro lo que se veía era una mirada sombría, sin cualquier
tipo de sentimientos, un hombre de piedra. Tantas vidas
perdidas, tantos sueños deshechos y un porvenir lleno de
incertidumbres y es en ese trasfondo que encontramos a
nuestra heroína, Luz María…

Luz María había sido una luz al final del túnel para su
madre, esta había querido tener hijos pero no lo conseguía y
cuando supo que estaba embarazada fue como si el cielo le
abriera las puertas, y una gran alegría invadió la casa donde
nació Luz en Varsovia. Su padre era un cónsul español y estaba
viviendo en aquella ciudad hacía más de 10 años, su madre era

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muy culta, hablaba muchos idiomas y había estudiado en
varias escuelas famosas en España y al casarse se trasladó con
su marido a esa ciudad polonesa.

Su padre había conocido a su madre en una de esas


universidades, ambos habían pensado en una carrera que
pudiera unirlos, él quería ser cónsul o embajador y ella quería
enseñar literatura universal a donde fuera a vivir, aunque
financieramente no lo necesitara, porque había nacido en una
familia demasiado rica y para nada necesitaba trabajar… Pero
al hacer sus últimos estudios en La Universidad Real de
Varsovia fue enseguida invitada a dar clases y en esa misma
época se casaron. Tuvieron una vida feliz, pero algo les
faltaba, querían tener hijos, sin embargo, su primera hija
tardó años en nacer, pero cuando ya habían desistido Isabel le
dio la increíble noticia a su marido, estaba embarazada, iban
a tener un hijo.

Cuando por fin llegó el tan esperado día, Miguel tuvo la


noticia en el consulado, su mujer estaba en el hospital. Fue
corriendo a verla y una gran alegría le invadió el corazón,
Isabel había tenido una niña, y esa irradiaba una luz propia y
tan grande que resolvieron llamarla Luz y también María, no
porque eran “católicos”, sino, para ocultar su verdadera
creencia porque de hecho eran judíos convertidos.

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Así, vino a este mundo Luz María, una bebecita inquieta
con una mirada curiosa y que nunca lloraba, sino que siempre
se reía, esa mirada no perdía un detalle siquiera de lo que
estaba ocurriendo a su alrededor y le encantaba escuchar a su
padre cuando este empezaba a tocar su violín. Era una nena
que llamaba mucho la atención de todos por tener una belleza
distinta a las demás niñas, tenía el pelo negro como la noche y
los ojos grises claros como un diamante recién lapidado, algo
tan inusitado que no le pasaba desapercibido a nadie. Cuando
se hizo adulta, su belleza transcendía, llamaba demasiado la
atención de los hombres que la admiraban y de las mujeres
que la envidiaban, lo que en gran medida les preocupaba
mucho a sus padres.

Desde su tierna edad había aprendido a amar los libros


como si de un tesoro se tratara cada uno de ellos, no
desperdiciaba su tiempo en tonterías como sus amigas, que
siempre estaban en fiestas, en veladas, bebiendo,
emborrachándose y con el asunto de siempre: los hombres, y
de ellos Luz María quería mantener una larga y considerable
distancia, por lo menos por el momento. En realidad lo que
quería Luz María era dedicarse a leer y lo hacía a cada rato
disponible entre una tarea y otra de la universidad en la que
estaba estudiando, cosa que a muchos le parecía rara, que
una chica joven y guapa se interesara por tener una profesión,

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si podría casarse y tener hijos principalmente siendo de una
familia pudiente como la suya.

El permiso para que una joven pudiera ingresar en una


academia de estudios superiores, había ocurrido en 1910, las
que primero empezaron a ir a la Universidad lo hicieron a
finales del siglo XIX, aprovechando la vacante que en ese
entonces existía. En un principio no se les había prohibido
ingresar en una facultad, simplemente porque nadie había
pensado jamás que una mujer quisiera estudiar y, mucho
menos, que lo iba a necesitar para ser madre y esposa.

Sin embargo, Luz María era diferente, estaba


estudiando, era versada en literatura y tenía colecciones de
libros en casa, una biblioteca muy grande que había
compuesto su padre desde la juventud de este y ahora Luz
María la aprovechaba al máximo…

Ya había leído todos los libros de Miguel de Cervantes,


también de Quevedo, otros de Pedro Antonio de Alarcón,
Gabriela Mistral, además de autores famosos de la literatura
universal como Shakespeare, Ernest Hemingway, Charles
Dickens, Antón Chejov. Realmente cultura no le faltaba, pero
tampoco censo de justicia, sus padres le habían dado valores
humanos y sobretodo creencia y temor a Dios.

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Estudió en las mejores escuelas, aprendió muchos
idiomas y los hablaba perfectamente. Creció en un hogar lleno
de cariño, cuidados y cultura, una influencia que le habían
transmitido sus progenitores, a su madre le interesaban la
literatura y las artes en general y a su padre la música clásica,
y se dedicaba a ella con su querido violín Stradivarius. Se
acordaba ella ahora de los bailes y de las tertulias que hacían
ellos en su mansión para motivar a los jóvenes intelectuales a
seguir en el camino de las artes, promocionaban lecturas en
voz alta y declamaciones de poemas, exposiciones de cuadros
y esculturas y siempre estaban al tanto de las publicaciones
editoriales tanto en España como en otros países.

También habían hecho varios viajes a otras naciones,


conocían muchas culturas incomparables, lo que les
proporcionaba una visión de la vida y del mundo totalmente
diferente a la de las demás personas, no estaban encerrados
en su propio mundo y creían que una sociedad libre y
democrática podría darle a cualquier ciudadano en cualquier
parte del mundo mejores perspectivas y condiciones de
igualdad humana dentro de un gobierno justo e igualitario y
que quisiera proponerse a ello.

De pronto escuchó un estallido tan alto que la


estremeció por dentro, como si todo su cuerpo se hubiera
descompuesto, lo que de inmediato la sacó de sus recuerdos.

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Tenía que salir, huir inmediatamente de su escondite,
Varsovia ya no era la misma, ¿qué le había pasado a su querida
ciudad natal? Estaba prácticamente destruida, monumentos,
bibliotecas, lugares pintorescos que ella amaba ya no
existían... De repente, otro estallido, pero aún más fuerte que
el anterior... Ya no podía quedarse allí, la búsqueda que tenía
que emprender era lo más importante en aquel momento, y
quedarse viva a toda costa era la condición que se había
impuesto para encontrarles…

17 | Página
CAPÍTULO 02

Las ganas de encontrar a sus padres y a su hermano


eran mucho más fuertes que los estallidos de aquella maldita
guerra. A pesar de ya haber pasado un año, Luz María se
acordaba de todos los minutos de aquél día de terror y
lágrimas en los que su familia había sido llevada por los
impiedosos alemanes.

Todo había ocurrido en el primer día de septiembre de


1941, exactamente un año hacia atrás y dos tras la invasión de
Polonia por los alemanes en 1939. El Reino Unido y Francia
habían declarado la guerra al país agresor, dando inicio a la
Segunda Guerra Mundial. El 17 de septiembre de 1939,
comenzó la invasión soviética de la nación polonesa, el
ejército alemán y los soviéticos se atacaron entre sí y la
dividieron, como habían acordado en una cláusula secreta
del Pacto Ribbentrop-Mólotov1.

Los alemanes configuraron una guerra relámpago muy


efectiva, en la cual avanzaron rápidamente por todo el
territorio polaco por medio de bombardeos y devastadores

1
El Tratado de no agresión entre el Tercer Reich y la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas, conocido coloquialmente como Pacto Ribbentrop-Mólotov,
fue firmado entre la Alemania nazi y la Unión Soviética en Moscú por los ministros
de Asuntos Exteriores de Alemania y la Unión Soviética, Joachim von Ribbentrop y
Viacheslav Mólotov respectivamente. El pacto se firmó el 23 de agosto de 1939,
poco antes de iniciarse la Segunda Guerra Mundial.
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18 | Página
ataques. Pero los polacos resistieron y delante de esa
resistencia, los alemanes endurecieron sus ofensivas y
atacaron sus ciudades, destruyéndolas parcialmente y
matando a miles de personas. Al ver la superioridad del
enemigo, Polonia se rindió a comienzos de octubre de 1939,
dándose inicio a la sombría ocupación nazi del país.

Era un período de mucho dolor, sombra y lágrimas. De


todas las naciones involucradas en la Guerra, Polonia era la
que más perdía vidas, proporcionalmente a la población total:
millones de vidas polacas eran cosechadas a menudo, siendo
la mitad de judíos. Por ello, era de Polonia la cuarta mayor
contribución en tropas para el esfuerzo de guerra aliado, tras
la URSS, el Reino Unido y los Estados Unidos.

El padre de Luz María se había alistado y también ido


para el frente de batalla, mientras que ella, su madre y
hermano de 13 años vivían reclusos en su casa en Varsovia. Por
ser ellos judíos convertidos, sabían que eran el blanco del
ataque de la raza aria, por eso, como muchos otros judíos,
tenían que ocultar su fe. Eran los llamados “Criptojudíos”2,
una designación de quienes seguían secretamente las
costumbres del judaísmo, de forma consciente o inconsciente,
2
Cripto-judaísmo es la adhesión confidencial al judaísmo mientras se declara
públicamente ser de otra fe. A las personas que practican cripto-judaísmo se les
refiere como cripto-judíos o criptojudíos. El término criptojudío también se utiliza
para describir a descendientes de judíos que todavía –en general en secreto–
mantienen algunas costumbres judías, a menudo mientras se adhieren a las otras
religiones, más comúnmente el cristianismo.
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19 | Página
mientras afirmaban públicamente que iba a seguir otra
religión. En el caso de la familia de Luz María, eran ellos
supuestamente católicos.

Aunque delante de la amenaza latente de persecución


de los alemanes, Luz María no se entregaba al miedo o al
egoísmo. Siempre y cuando podía, salía por la noche, a
escondidas, para participar de reuniones secretas que visaban
una resistencia articulada en contra de los inhumanos
alemanes. Durante el día, ayudaba a cuidar de niños
huérfanos, cuyos padres habían sido muertos o encarcelados
en los campos de exterminio. Además de cuidar a críos
enfermos, ella también les llevaba cultura y fantasía a esos
chiquillos, leyéndoles increíbles cuentos de la literatura
universal, no lo hacía solo en polaco, idioma oficial de
Polonia, sino también en otras lenguas, ya que allí también
había niños refugiados de otras naciones.

Aquél era un momento realmente muy especial, nunca


jamás se olvidaría de las miradas sorprendidas que le daban
los niños a cada historia que ella les contaba, conseguía
transportarlos al mundo de la fantasía y de la magia donde
todo era posible, les hacía ver cada actitud que tenía el
personaje siendo príncipe o vasallo y a cada cambio que
sufrían se reían con cada uno de los protagonistas leídos por
Luz María.

20 | Página
A veces le decían que algunos de aquellos personajes
malos y crueles se parecían con algunos alemanes que ellos
habían visto y se ponían ansiosos cuando la historia no
proporcionaba rápidamente el perfecto encuentro del príncipe
con su amada princesa y eso les hacía cuestionar cuándo iban
a ver otra vez a sus queridos padres. Para esto Luz María no
tenía una respuesta, pero al enseñar literatura aunque en un
período de mucho dolor y tristeza, quería que por lo menos
esos momentos pudieran atenuar el sufrimiento de ambas
partes, el de los niños y también el suyo.

Además de bella y culta, Luz María era muy caritativa,


por eso, a los veinte años, ya había recibido inúmeras
propuestas de matrimonio. Sin embargo, antes de los ataques
de los alemanes, ella prefirió dedicarse a los libros y a la
cultura en general. Y ahora, en plena guerra, no había clima
para romances… Su objetivo era ayudar a su país y encontrar a
sus familiares.

La separación de Luz María de su madre y hermano


había ocurrido exactamente cuando ella volvía del trabajo
voluntario en el refugio de niños. Ya estaba anocheciendo,
cuando ella entró en la calle de su casa. Antes que
vislumbrara su hogar, su corazón empezó a latir descompasado
con la escena que ella veía. La calle estaba destruida, había
señales de la presencia de los nazistas por todos lados. Las

21 | Página
casas estaban todas con las luces apagadas, los cristales rotos
y las puertas destrozadas.

De los ojos de Luz María empezaron a correr lágrimas de


dolor y desesperación, y ella inició una corrida desenfrenada
para llegar a su hogar. Sentía en el corazón que su familia
podría haber sido llevada por aquellos nazis sin alma y sin
piedad. Al avistar su vivienda, Luz María se quedó todavía más
angustiada. Su casa había sido invadida y destrozada como las
demás y también había sido marcada con el símbolo de la
suástica3. Tuvo seguridad de que los alemanes habían entrado
en su domicilio…

Al entrar en la sala, vio que todo estaba de patas


arriba. Entonces empezó a gritar:

__ ¡Mamá! ¡Julián! ¿Adónde estáis vosotros?

A pesar de no oír respuestas, continuó gritando y


buscando por todas partes de la casa. Pero sus súplicas eran
en vano. Aun así, tenía una corazonada, una esperanza de que
ellos estuvieran escondidos en el sótano, un escondite que
ellos habían preparado para el caso de un ataque de los

3
La esvástica o suástica1 es una cruz cuyos brazos están doblados en ángulo recto.
Puede aparecer de dos maneras: en sentido dextrógiro cuando gira a la derecha (o
sea, cuyo brazo superior apunta hacia la derecha): en sentido levógiro cuando gira
a la izquierda (o sea, cuyo brazo superior apunta hacia la izquierda): 卍 .2
Geométricamente, sus 20 lados hacen de ella un icoságono irregular.
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22 | Página
nazistas. Levantó, con desesperación, la alfombra que
escondía la trampilla que daba acceso a la escalera que
conducía al sótano. Pero con los ojos llenos de lágrimas, pudo
ver que allí solamente había sombras, además de algunas
ropas y algo de alimento que su familia había dejado como
provisión.

Ella se sentó en el suelo y comenzó a llorar


copiosamente, pidiéndole a Dios que todo aquello fuera a
penas una pesadilla. Dios debe de haber oído sus plegarias,
pues entre las lágrimas y las sombras, ella consiguió ver una
luz…

CAPÍTULO 03

23 | Página
A su lado, en el suelo, había un haz de luz que
alumbraba un trocito de papel que parecía haber sido
escrito muy rápidamente, ella lo cogió, y sintió que aquella
era una pista, la letra era de su amado hermanito y decía:
“Alemania”.

___ ¡Dios mío! Se los han llevado a Alemania, y tengo


que buscarlos, aunque me cueste la vida __ dijo Luz María.

Y así ella empezó su larga jornada en contra del


tiempo, pues a cada minuto que pasaba la distancia entre
ellos aumentaba y la chance de encontrarlos con vida
disminuía. Ella sabía que ellos estaban en algún lugar de
Alemania, ¿pero dónde?, ¿en qué ciudad? Sólo Dios podría
guiarla para que los encontrara. Asimismo resolvió
abandonar la universidad y comprar un billete de tren con
destino hasta Alemania, partió llevando solamente algunas
pocas ropas y algún dinero que tenía.

Estando ella en la nación alemana, empezó a buscar


por varias ciudades, varios campos de concentración, pero
nada encontraba. El tiempo fue pasando y Luz María no
tenía ninguna noticia de su tan amada familia, había
perdido incluso el contacto con su padre, ella se sentía cada
vez más sola y lloraba lágrimas llenas de angustia.

24 | Página
Tras haber pasado un año, Luz María seguía
buscándolos desesperadamente, no descansaba, casi no
dormía, no comía, viajaba de ciudad en ciudad en la
búsqueda de alguna señal.

Mientras tanto, Gunter Cristhofen Kaufaman


Bornemistza, estaba trabajando en el más grande campo de
concentración de mujeres: Ravensbrück4, situado al noreste
de la ciudad de Fürstenberg, cerca de Berlín. Este lugar que
también llamado de “el puente de los cuervos”, era un campo
que algunos creían que había sido olvidado de las manos de
Dios, su construcción había empezado en 1938 por un líder de
la SS Heinrich Himmler y aquello no era nada normal ya que
había sido pensado especialmente para mujeres y niños y fue
inaugurado un año después. Un sitio que iba a ser la prisión de
más de ciento veinte mil mujeres que tenían las más diversas
nacionalidades y profesiones. Las primeras en llegar fueron
prisioneras transferidas de otros campos, cerca de 900
mujeres que vinieron de Lichtenburg5, también niños al inicio,
pero pocos y luego una cantidad bastante considerable. En
medio de los prisioneros había personas realmente ilustres,
4
Ravensbrück fue el mayor campo de concentración de mujeres en
territorio alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Estaba situado en la
zona denominada Ravensbrück, al noreste de la ciudad de Fürstenberg, 90
km al norte de Berlín.
5
Fue uno de los primeros Campos de concentración alemanes del Tercer
Reich. Comprendido entre los denominados "Campos salvajes", permaneció
activo a lo largo de toda la existencia de la Alemania Nazi.
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25 | Página
tales como: condesas, alcaldes, artistas, escritores, poetas,
intelectuales, mecenas, frailes, monjas, militantes de la
resistencia, periodistas, cantantes, músicos y mucho más…

El campo sirvió de entrenamiento para mujeres que


podrían ser transferidas para otros lugares para ejercer su
peor oficio, ser los verdugos de víctimas indefensas y sin
derecho a nada. El término técnico para una guardiana del
sexo femenino en un campo como aquél era Aufseherin6, en
ese entonces se destacaban Emma Zimmer, Johanna
Langefeld7, además de Eva Höss y, posteriormente en marzo
de 1942, entró a trabajar allí María Mandel, todas déspotas,
insensibles y que querían a cuesta do lo que fuera cumplir las
directrices dadas por su Führer. Los detenidos tenían que
hacer todo tipo de trabajos pesados, y los que más les
extenuaban eran hechos al aire libre para la construcción
de los cohetes V-2 para la Siemens. Además la SS resolvió
construir varias fábricas cerca de Ravensbrück para la
producción de textiles y componentes eléctricos.

Las mujeres fueron forzadas a trabajar allí en


industrias y para esto tendrían que usar sus habilidades con

6
El nombre en alemán de este puesto era, Aufseherin (en
plural Aufseherinnen) y significa supervisora o asistente.
7
Ema - (14 de agosto de 1888 – 20 de septiembre de 1948) fue una jefa de
prisioneros en el campo de concentracion de
Ravensbrück entre 1939 y 1941. Fue la primera mujer a cargo de las
prisioneras en Ravensbrück.
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26 | Página
costura lo que les daba la posibilidad de sabotear todo lo
que utilizarían los soldados alemanes en el frente de
batalla, y eso sin importarse en lo más mínimo si tal
comportamiento podría causarles la muerte o no.

Aquel era realmente un campo insólito, con personas


con demasiado nivel intelectual y cultural, y estas creyeron
que, para no perder la cordura y para seguir sintiendo que
eran seres humanos, crearon una manera de utilizar sus
conocimientos. Algunas personas se pusieron a hacer muñecas,
materiales de uso personal, libros y los que tenían más
conocimientos enseñaban distintas asignaturas tales como:
literatura, idiomas, geografía, historia, u otros oficios para
mantener sus mentes trabajando en algo que fuera realmente
productivo. Estos trabajos eran tan importantes para ellas que
algunas se arriesgaron a perder sus propias vidas por ello.

En ese entonces la jurisdicción del lugar, estaba a cargo


de Gunter que era un hombre realmente especial, además de
tener una apariencia que lo diferenciaba de los demás por
comportarse como un felino a espera de su presa. Era muy
guapo, alto, rubio, de intensos ojos azules, que enloquecían a
las mujeres, ejercía el cargo de comandante del campo de
concentración Ravensbrück, pero no era tan cruel como los
otros, había algo distinto en su mirada, algo que llamaba la

27 | Página
atención y lo distinguía de los demás soldados. Gunter era sin
duda un hombre lleno de misterios.

Cuando Luz supo de la existencia de un campo de


concentración de mujeres, pensó que su madre podría estar
allí y se puso a camino de Ravensbrück. Al llegar, no sabía
cómo conseguir alguna información sin que la descubrieran,
pero de repente vio en un periódico un anuncio que decía:
RECLUTAMIENTO DE MUJERES. Los nazistas estaban reclutando
mujeres debido a la escasez de guardianes varones, fue en
este momento que ella tuvo una grande y peligrosa idea: se
alistaría como guardiana para encontrar a su familia.

En el día siguiente Luz María se reclutó como guardiana


y muy fácilmente logró ser convocada, porque su nombre en
nada parecía a los nombres judíos. En la semana posterior,
empezaría el entrenamiento de las carceleras, las mujeres
tenían que asistir a clases que durarían aproximadamente de 4
semanas a 6 meses, generalmente estas clases eran impartidas
por guardianas veteranas, pero de esa vez sería distinto: el
propio comandante Gunter se encargaría de entrenar a las
chicas.

En su primer día de entrenamiento, Luz María estaba


muy aprehensiva y nerviosa, no quería ser mala, cruel o herir
a la gente, pero tampoco podía ser descubierta y por eso,
decidió hacer todo lo que le ordenasen. Cuando pisó por

28 | Página
primera vez en el campo, no pudo contener la sorpresa,
estaba frente a frente con el hombre más guapo que jamás
hubiera visto en toda su vida. ¡Cómo es lindo!, pensó Luz
María que se quedó mirándolo por aproximadamente un
minuto sin voltear la mirada.

Lo mismo le pasó a él, no podía creer que una mujer


tan bella y delicada pudiera estar allí, pero estaba, ella
parecía un sueño, tan linda, de ojos grises claros brillantes
como dos lindos diamantes y la boca roja como pétalas de
rosas. En aquél momento, él deseó besarla y tenerla entre sus
brazos, pero se controló, no sería conveniente actuar
precipitadamente, a final, ni siquiera sabía su nombre, no
obstante sabía que se había enamorado de ella a la primera
mirada.

Gunter resolvió acercarse a ella y preguntarle su


nombre, a medida que él se aproximaba, ella temblaba, nunca
antes había sentido algo parecido, ¿sería amor? Finalmente él
estaba delante de ella y le dijo:

__ Buenos días, ¿Cómo se llama usted?

Luz no podía creer que él estuviera hablando con ella y


respondió tímidamente:

Buenos días, señor comandante, me llamo Hernández,


Luz María Pérez Hernández a sus órdenes.

29 | Página
“¡Qué nombre lindo!”, pensó el comandante. De verdad
ella alumbraba todo con su mirada.

Aunque Luz María hubiera sentido algo inexplicable, ella


sabía que no podía y no debía enamorarse de él, puesto que
era el comandante del campo, es decir, era una persona mala
y egoísta, sin embargo, sus ojos decían lo contrario.
Definitivamente ella estaba muy confusa, tanto que por
algunos instantes se olvidó completamente de sus verdaderas
intenciones.

No puedo – pensó Luz - tengo que concentrarme, no


puedo perder la cabeza, ¿cómo este hombre pudo cambiar el
rumbo de mis pensamientos? ¿Qué me pasa a mí?

Luz María estaba tan perdida en sus devaneos que ni


siquiera percibió que el comandante estaba todavía parado
allí delante de ella, mirándola sin absolutamente decir nada.
Cuando ella se dio cuenta de la situación, sus miradas se
cruzaron, ella bajó los ojos y se enrojeció. El comandante
percibió y se fue.

Después de haber pasado dos semanas de


entrenamiento y ellos hubieran estado el uno tan cerca del
otro, y al mismo tiempo tan lejos, él no había tenido coraje
para dirigirle la palabra, pero ya no podía más controlar las
ganas de conocerla…

30 | Página
CAPÍTULO 04

Así que decidió llamarla para darle algunas


instrucciones que en realidad otra persona podría hacerlo,
pero esa era una oportunidad que él se estaba creando para
tenerla cerca de sí y era obvio que no iba a perder ni un
minuto siquiera sin verla. Al oír el toque en la puerta, su
corazón empezó a latir descompasadamente… era ella… y
entonces oyó su delicada voz:

___ Con permiso, ¿puedo pasar?

___ Sí, claro, siéntese por favor.

___ Gracias. Usted me ha mandado llamar, y de veras


que me ha preocupado un poco que me solicitara, pues ya
estaba empezando el trabajo con las mujeres. ¿En qué podría
serle útil?

Gunter pensó en mil maneras deliciosas en las que ella


podría serle útil, pero se contuvo y le dijo:

___ Bueno, supe a través de una fuente segura que


usted antes de venir aquí había estudiado mucho y al parecer
conoce de literatura universal y leyó una cantidad enorme de
libros clásicos y extranjeros, ¿verdad?

31 | Página
Luz María no estaba entendiendo nada. ¿Qué le pasaba
a ese hombre?, a su modo de ver él era un hombre malo,
despiadado como todos los alemanes en general, lo que quería
realmente era exterminar a los judíos de la faz de la tierra y
además aquel campo de concentración era realmente uno de
los más grandes y con menos posibilidades de que la gente
consiguiera sobrevivir allí.

___ ¡Señorita, señorita! ¿Qué le pasa?

___ Perdone… Estaba pensando en su pregunta y en el


campo… y bueno me he despistado un poco… lo siento…

___ Bueno, no pasa nada, le preguntaba si usted


conocía realmente sobre literatura y autores clásicos,
principalmente los españoles.

___ Sí, claro. Al estallar la guerra los estaba


estudiando, pero ya había leído una cantidad enorme de
libros. ¿Y por qué lo pregunta?

___ Vamos a ver… Sabrá usted señorita que este campo


es extremadamente grande y que hace tiempo se creó un
recinto industrial con diversos tipos de talleres de producción
para trabajos con confección, tejido y cestería, ¿verdad?

Mientras él le hablaba Luz María se quedaba como que


hipnotizada por aquellos ojos de color azul celeste… Eran tan

32 | Página
intensos que irradiaban cosas inexplicables… A veces ella tenía
la impresión de que estaba delante de alguien que no dejaba
trasparecer sus reales intenciones. Cómo si fuera dos hombres
dentro de uno… Y durante algunos segundos pareció ver en él
una mirada risueña y sin cualquier tipo de prejuicio… ¿Pero
cómo podría ser? ¿Si ella misma estaba delante de un hombre
que comandaba un campo de concentración? No, no, estaba
viendo cosas… o quería verlas…

___ ¿Señorita, le pasa algo?

___ No, solo estaba pensando que en la vida nada ni es


verdad ni es mentira, todo es según el cristal con que se mira.

___ ¿Cómo dice?

___ Sí, que pude ver los trabajos nada más llegar aquí…
y también la increíble cantidad de gente que hay.

___ Muy bien, entonces como le estaba diciendo… Con


esa cantidad enorme de trabajo, necesitamos algún tipo de
entretenimiento, algo que pudiera distraer un poco a las
cooperadoras. Y pensé en algo relacionado a la literatura…
¿Qué me podría sugerir usted?

___ Bueno, Herr Kommandt, realmente he trabajado


con literatura, pero no sé si hay libros aquí o si sería difícil
conseguirlos…

33 | Página
___ Bueno, con respecto a los libros, no se preocupe,
los mandaré buscar. Ahora necesito que usted inicie este
trabajo, que divida la enseñanza en turnos para que los
trabajos a los que se dedican estas personas no sean
perjudicados. Ya que me imagino que sabrá usted que hay una
empresa que depende de esta mano de obra, la Siemens8.

Le entregó una plantilla con nombres y apellidos de


todas las mujeres para que pudiera utilizarla para seleccionar
las internadas con suficiente capacidad para aprender a
recitar poemas e poesías.

___ Si eso es lo que quiere usted, lo haré, Herr


Kommandt.

___ Sí, es lo que quiero __ le respondió duramente.

Su tono de su voz había cambiado, pero Luz María no


podía entender el porqué de aquello. Lo que ella no sabía es
que para Gunter, mirarla así tan de cerca era algo que iba más
allá de sus fuerzas. En realidad, quería abrazarla allí mismo,
besarla con todo el deseo que sentía, era algo inexplicable. Él
mismo nunca había sentido nada parecido por ningún tipo de

8
Siemens AG es una empresa multinacional de origen alemán y dedicada a
las telecomunicaciones, y al transporte, la iluminación (a través
de Osram), a la medicina, al financiamiento, equipos eléctricos, motores,
automatización, instrumentación industrial y a la energía, entre otras
áreas de la ingeniería.
Wikipedia

34 | Página
mujer. Normalmente era acosado por ellas, las tenía solo con
la mirarlas, nunca había hecho ningún esfuerzo para
conseguirlas. Sin embargo, con esta la situación era otra,
totalmente novedosa, Luz María al parecer no sentía nada
hacia él, y eso le volvía loco y con más ganas de tenerla.

___ Además quiero que prepare algunos recitales


también con música clásica para que celebremos las fiestas
alemanas más populares, porque pretendo invitar los
generales y comandantes de otros campos…

___ Herr Kommandt, necesito además de los libros, que


me envíe también instrumentos musicales. Si no le importa
voy a hacerle una lista con todo lo necesario, incluyendo
también las partituras. Bueno, creo que además necesitaré
músicos que sepan tocarlos.

___ Usted, señorita, lo tendrá todo… siempre y cuando


haga lo que le mande hacer. ¿Estamos?

___ Sí, Herr Kommandt, usted dirá.

___ Hace un año, construimos un pequeño campo


adyacente para hombres. Le voy a pedir a mi teniente que la
lleve y que allí pueda encontrar las personas que usted
necesite. Acuérdese que tendrá que hacerles una entrevista
para poder solicitar los que sepan tocar algún instrumento o
que conozcan de música clásica.

35 | Página
En aquel momento, Luz María se acordó de su amado
padre, un hombre culto, inteligente, que conocía de música
clásica como nadie y que seguramente podría ayudarla mucho
si estuviera allí.

Lo que no sabía Luz María es que el destino estaba


confluyendo para que ella se uniera a su padre en el instante
en el que entrase en aquel adyacente, y una sorpresa todavía
más grande tendría al saber que su madre también estaba muy
cerca de allí…

Lo que ella no pudo suponer es que el comandante al


percibir que Luz María estaba como que en otra parte del
mundo, le había dado vuelta a la mesa y había cerrado la
puerta con llave y al ponerse delante de ella, la agarró de un
solo golpe sacándola de la silla. La gorra que siempre lleva
puesta la joven, se cayó y de su cabeza el pelo se desató en
una gran cascada negra, una melena espesa y llena de
ondulaciones como la mar.

Gunter aprovechó y le sujetó con una sola mano, por


debajo de la nuca, la niña estaba atada, no tenía como huir y
también lo hizo con la cintura de Luz María, y esta se quedó
en una posición que le daba la impresión de que iba a caerse a
cualquier instante si no se agarra a él por completo. Pensó en
gritar, pero sería peor y cuando iba a pronunciar alguna cosa,
cuando iba a protestar, él la besó apasionadamente, pero no

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un beso cualquiera, sino uno que la volvió loca, que la sacó
de la órbita completamente, el cielo y la tierra se abrieron al
mismo tiempo, no conseguía pensar en nada más que no fuera
en él.

Ella le respondió de igual manera, locamente, lo


amaba, tenía que admitirlo, lo quería, lo había amado desde
del primer día en el que se habían visto, aunque le parecía un
hombre de piedra y sin corazón por ser alemán y comandar un
lugar como aquél. Ambos no se dieron cuenta del tiempo y
continuaron besándose hasta saciar las ganas del uno por el
otro, sin embargo, de repente, llamarón a la puerta:

___ ¡Herr Kommandt!, necesito hablarle, es urgente,


por favor…

___ ¿Herr Kommandt, está usted ahí?

___ Sí, aquí estoy, deme un segundo por favor que


estoy resolviendo un problema.

En eso la magia se fue y los dos se separaron


disgustosamente, pero Luz María se había dado cuenta de lo
que había hecho, lo había besado con una fuerza que ni
siquiera sabía que tenía, algo que había sobrepasado sus más
intrínsecos miedos. Sin embargo, le había gustado y lo más
insoportable es que quería volver a hacerlo.

37 | Página
___ ¡Fräulein!, arréglese el pelo y también la blusa,
está usted un poco descompuesta __ y sonrió.

Ella le devolvió la sonrisa con una mirada cortante,


como si quisiera matarlo y él le dijo:

___ No se ponga así por favor, seguramente este no fue


su primer beso, ¿verdad?

___ No, no fue.

___ Hablaremos más sobre algunas cuestiones que a mi


modo de ver aun están pendientes.

Y en ese momento pensó que ella un día sería su mujer,


aunque tuviera que mover cielo y tierra.

___ Cuando quiera, Herr Kommandt.

Gunter fue hasta la puerta, esperando que ella


terminara de arreglarse el pelo y volver a ponerlo como
estaba antes. ¿Quién iba a imaginar que esa chica escondía
una melena como aquella?

___ Átelo bien, nadie puede saber que usted mantiene


ese pelo tan largo, ¿me ha entendido?

___ Sí, Herr Kommandt.

38 | Página
Gunter abrió la puerta y el guardia que lo llamaba entró
apresuradamente diciéndole sin pensar dos veces:

___ ¡Heil Hitler! __ le dijo su soldado.

___ ¡Heil Hitler! __ le respondió Gunter, muy molesto. A


él no le gustaba aquel saludo, le parecía demasiado pomposo y
fuera de propósito como si volviera en el tiempo y estuviera
en la época de César.

___ Dígame, ¿qué puede ser tan urgente?

___ Herr Kommandt, tenemos un grave problema: hay


una mujer aquí con un niño y no sabemos cómo habrá
mantenido a este chaval escondido durante tanto tiempo.
Creo que las demás mujeres la ayudaron, porque solo ahora es
que nos hemos dado cuenta y al parecer lo estaba escondiendo
en un hueco debajo de una de las literas, allí había un espacio
que cabía una persona pequeña y creo esa mujer lo utilizó
para mantenerlo a salvo.

___ ¿Qué hacemos, Herr Kommandt?

___ ¿Y cuántos años debe de tener el niño? __ le


preguntó Gunter.

___ No sé con exactitud, pero pienso que unos 12 o 13


años.

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___ Vamos a ver como resolveremos esto.

Luz María, al oír tales palabras se había quedado pálida


y blanca como si en ella no hubiera una gota de sangre, casi
podía sentir que se iba a caer, tenía la impresión que las
paredes de aquel despacho la estaban apretujando como si
quisieran aplastarla, le faltaba el aire y no conseguía
respirar… Quería salir corriendo para saber si eran su madre y
su hermano, pero, no podía. De repente, la pregunta que le
hizo Herr Kommandant la sacó de sus pensamientos:

___ ¿Le ocurre algo, Fräulein?

___ No, no, nada.

Pero, Gunter era un hombre experimentado, ya había


trabajado en otros campos de concentración antes de ser
enviado allí y nada, absolutamente nada le pasaba
desapercibido. Ya había visto aquella mirada, una sombra
bailaba en el aire el vals de la duda y de la incertidumbre,
aquél tipo de reacción no era normal y se quedó con la mosca
detrás de la oreja.

Algo en Luz María había cambiado tras oír las


informaciones que su guardia le había transmitido a él, sin
siquiera percatarse de que en la sala había alguien más.
Estaba claro que alguna cosa allí no cuadraba, él estaba
completamente seguro de que por detrás de aquella actitud

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había algo muy sospechoso y lo iba a saber costara lo que
costara…

41 | Página
CAPÍTULO 05

A pesar de la desconfianza que tenía el comandante


Gunter, él no imaginaba que Luz María, por quien estaba
perdidamente apasionado, era, en realidad, una polonesa
judía y que estaría allí buscando a su madre y a su hermano
desaparecidos hacía más de un año.

Para Luz María, ahora habría una real posibilidad de


encontrarlos, por eso, ella estaba a la vez alentada y con
rabia de sí misma. ¿Cómo podría haberse involucrado con el
enemigo? El amor por el comandante Gunter de cierta manera
había minado temporalmente sus planes de encontrar a su
familia. No solamente eso, sino por haberse entregado a
aquellos ojos azules que la habían cegado o mejor dicho, la
habían dejado pasiva delante de las atrocidades que veía en el
Campo de Concentración de Ravensbrück.

Ella sabía que en mayo de 1939, los nazis habían


abierto el campo en donde ella estaba, que era uno de los
más grandes creado para mujeres. Sabía también que, en
1942, otro campo había sido instituido en Auschwitz (donde
las primeras prisioneras eran las mujeres deportadas de
Ravensbrück).

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Allí en aquel lugar de sombra y dolor, Luz María veía
una gran dosis de solidaridad entre las mujeres para conseguir
comida, había una preocupación para que los hijos no
sufrieran, crearon estrategias para seguir educando a sus
hijos, aunque estuvieran en la condición de mujeres perdidas.
Ella percibía también que ni las mujeres y tampoco los niños
habían sido salvaguardados de las sistematizaciones nazis de
homicidio masivo. Las mujeres, especialmente las que tenían
niños pequeños, eran, a menudo, las primeras “seleccionadas”
para ejecución a través del gas en los campos de exterminio.
Por eso, ella imaginaba que su madre estaría escondiendo a su
querido hermano.

¿Cómo pudo ella dejarse enredar por un hombre que


como los demás nazis detenía a mujeres para realizar trabajos
forzados, experimentos de esterilización y otros tipos de
experiencias humanas inmorales? Y no era solo aquello, sino
mucho más, como castración con preparados químicos,
inseminación artificial de mujeres, ensayos con gemelos,
investigación racial en gitanos y enanos.

En los campos y los guetos9, las mujeres eran


particularmente frágiles y siempre eran acosadas y violadas.
Las mujeres judías embarazadas sufrían más porque casi
9
Un gueto era un área de confinamiento para obligar a los judíos a vivir en
los barrios de manera aislada en muchas ciudades invadidas por los
alemanes.
Wikipedia

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siempre trataban de ocultar sus embarazos o hacían abortos
forzados. Y el régimen era realmente terrible, en el año de
1942, decidió “recompensar” a los prisioneros de los campos
de concentración con sexo, razón por la que hicieron burdeles
y constriñeron a numerosas prisioneras a trabajar en ellos. Las
prostitutas, la mayoría de ellas con poco más de 20 años,
recibían más provisiones y también un trato distinto al resto
de las mujeres. Además, los encuentros eran en todo
inspeccionados, sólo se permitía un determinado tipo de
posición, la del misionero, y el sexo durante 15 minutos.

Al acordarse de todo eso, Luz María decidió entonces


sofocar el amor por el comandante y encontrar en aquella
misma noche a su madre y a su hermano que aparentemente
estaban allí. Así que trató rápidamente de buscar el nombre
de su madre en plantilla que Gunter le había dado, con la
relación de los nombres y los apellidos de todas las internadas
en el campo. Para su felicidad, el nombre de su madre estaba
allá: Isabel Hernández. Hasta ahora, todo estaba convergiendo
a su favor, solo faltaba descubrir dónde estaba la tal mujer
que había escondido a su hijo de 13 años. Por intermedio de
otra guardiana, supo que los dos habían sido encerrados en
una celda en el pabellón 10, al lado del despacho de Gunter,
hasta el día siguiente cuando serían exterminados para servir
de ejemplo a las demás prisioneras.

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___Tengo que actuar esta noche. ¡Antes que sea
demasiado tarde! __ dijo Luz María a sí misma.

Trazó entonces un plan: iría hasta la celda durante la


madrugada y cambiaría el turno de guardia con quien
estuviese de plantón. Cogería las llaves de la celda,
encontraría a su familia y vestiría sus ropas de nazista en su
madre y en otras en su hermano, para que disfrazados
pudiesen salir desapercibidos del campo. Tan rápido como
cruzaran los portones de aquel lugar de dolor y lágrimas, ellos
emprenderían una huída hasta Polonia.

Entonces, en aquella noche alrededor de las dos de la


madrugada, Luz María puso su plan en acción. Al llegar al
pabellón 10, ella encontró a la carcelera Eva Höss, una de las
mujeres nazistas más deshumanas e impiedosas de aquel
campo de concentración. Sin embargo, Luz Maria no se
acobardó, se aproximó y le dijo con una voz gélida en un
perfecto alemán, levantando el brazo derecho:

___ ¡Heil Hitler! __ en seguida, completó __ Fräulein


Höss, el Herr Kommandant Gunter ordenó que yo cambiara de
guardia con usted. Él va a necesitar sus servicios por la
mañana exactamente en el momento del exterminio de esos
gusanos que serán ejecutados, por ello, quiere que usted
descanse y que yo ocupe su lugar en esta madrugada.

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Delante de la orden del poderoso y bello comandante,
Eva Höss no esbozó ni una objeción siquiera. Al contrario,
estaba feliz por haber sido escogida para participar de la
ejecución de aquella madre judía y de su hijo. Höss le entregó
las llaves de la celda a Luz María y volvió apresuradamente
para su alojamiento.

Con el corazón saliendo por la boca, Luz María caminó


hasta la celda donde supuestamente estaría parte de su
familia. En aquel pequeño espacio cercado de gradas por
todos lados, ella encontró a una mujer e a un niño enjaulados
como dos animales. Los dos estaban durmiendo abrazados, en
una posición que denotaba que la madre intentaba proteger y
abrigar a su querido hijo.

A pesar de muy delgados y sucios, Luz María pudo


reconocerlos de inmediato, eran ellos, su madre y hermano,
sus entes más queridos. Su querida madre parecía haber
envejecido diez años en uno, lágrimas de emoción brotaron a
través de los ojos de la joven y ella, con mucho amor y en voz
baja, los llamó:

___ ¡Mamá, Julián, despertad!, soy yo, Luz María __ y


suavemente se despertaron su madre y su hermano.

Los dos abrieron los ojos y no creyeron lo que estaban


viendo:

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___ Luz María, ¿eres tú? ___ dijo su madre ___ ¿o es un
sueño?

___ Sí, soy yo, estoy aquí para libertarlos ___ dijo Luz
María, mientras los tres se abrazaban y lloraban bajito.

___ Hermana mía, ¿cómo no has encontrado? ¿Y esas


ropas de nazista?

___ En ese momento no hay tiempo para explicaciones,


lo mejor es huir rápidamente. Vestíos esos uniformes nazistas
inmediatamente. __ Y sacó los uniformes de un bolso.

___ Nuestra huída tiene que ocurrir en un abrir y cerrar


de ojos. Tenemos que huir ahora mismo, después os explicaré
todo a los dos.

Sin perder más tiempo, ellos se cambiaron de ropas y


escondieron el pelo y parte del rostro utilizando la gorra que
hacía juego con el uniforme nazi. Despacio y silenciosamente,
los tres caminaron rumbo al portón de salida… Sin embargo,
en ese momento oyeron las voces de los alemanes y una luz
fuerte viniendo de sus linternas iluminó rápidamente la cara
de cada uno de los tres fugitivos…

47 | Página
CAPÍTULO 06

Uno de los guardias se aproximó de ellos con la


intención de averiguar lo que estaba sucediendo y, en ese
exacto momento, Gunter salió de dentro de su despacho:

___ ¿Qué está pasando ahí?

___ ¡Heil Hitler, Herr kommandant! __ dijo el guardia


Steimberg __, yo estaba haciendo mi ronda y creí que algo
raro podía estar pasando.

En este instante, Luz María tembló por dentro, pero


sabía que tenía que mantener la calma y pensar en algo
rápidamente para que ella y su familia no fueran descubiertas:

___ Pues, no pasa nada señores, solo estaba mostrando


el campo para las nuevas guardianas.

Gunter percibió que Luz estaba un poco nerviosa y


desconfió que de veras algo raro estuviera ocurriendo, pero él
la quería mucho y aunque este fuera su trabajo no estaba
dispuesto a decepcionarla:

___ Puede ir, señor Steimberg.

___ Pero… ¿Herr Kommandant?

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___ No ha escuchado lo que le acabo de decir, puede
irse __ dijo Gunter rígidamente.

___ Sí, señor __ y se retiró.

___ En cuanto a usted, Fräulein, por favor la espero en


mi despacho para que hablemos y punto en boca.

___ Lo siento, señor, pero ahora no puedo.

___ ¿No me ha entendido usted? Ahora.

___ Sí, señor.

Luz María no sabía que haría con su madre y su


hermano, pero sabía que su comandante estaba desconfiado y
lo mejor sería ir a su encuentro, por eso, pidió que ellos la
esperaran y entró.

Al verla, Gunter pidió que se sentara y le dijo:

___ Bueno, Fräulein, ahora que estamos solos los dos.


Dígame, ¿qué pasa?

___ No pasa nada señor, ya le he dicho.

___ ¿Seguro que solo les estaba mostrando el campo a


las guardianas?

___ Sí, señor.

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Y él fue se acercando, mientras ella se iba desviando,
hasta que no pudo huir más, pues ya estaba apoyada en la
pared. Y él la besó, otra vez sus labios ardientes se
entrelazaron, los dos se quedaron extasiados, sedientos de
amor y de pasión, cuando de repente, ella se acordó de su
familia, le empujó y le dio una cachetada en la cara.

___ ¿Por qué hizo esto?

___ ¿Crees que soy una cualquiera, una de esas mujeres


fútiles y fáciles?, pues sepa que yo tengo valor.

___ Perdone, yo no nunca la he visto como una


cualquiera. La verdad es que siento algo muy profundo y
verdadero por usted, le confieso que nunca me había sentido
así antes, la quiero con todas mis fuerzas, basta verla para
quererla.

___ Pero esto no puede ser, los dos pertenecemos a


mundos distintos…

___ ¿Mundos distintos? pero, ¿por qué?

Luz percibió que sin querer había hablado demasiado y


lo arregló diciéndole:

___ Es que usted es el comandante y yo… apenas una


guardiana.

50 | Página
___ No veo ningún problema en eso, es una guardiana
tan linda y tan dulce, nunca he visto cosa igual en toda mi
vida.

___ Pero, creo que no puede ser y… ya es muy tarde


tengo que irme __ dijo antes que no pudiera más controlar las
ganas de abrazarlo y de decirle que sentía lo mismo.

___ Está bien. Adiós.

___ Adiós.

Luz salió rápidamente del despacho, pero estaba muy


desconcertada, no sabía qué hacer, estaba confundida, sabía
que lo amaba, pero él no era el hombre ideal para ella,
aunque le hubiera declarado su interés. En el fondo, ella
también lo quería y lo deseaba, ¿por qué tantos conflictos?,
pero la vida es así, ¿qué le vamos a hacer? Hasta porque la
integridad física de sus entes queridos estaba en juego.

___ Vámonos, mamá, tenemos que salir de aquí __ dijo


Luz.

___ Pero, ¿cómo, hija? Aunque huyamos, ellos nos


encontrarán, no tenemos adónde ir.

___ No, mamá, claro que lograremos huir. Dios está con
nosotros, debemos de tener fe, por eso estoy aquí. Dios me
guió hasta este momento y no nos abandonará justo ahora,
51 | Página
estoy segura de que Él iluminará nuestro camino y nos
conducirá a un lugar seguro, por favor, créeme.

___ Sí, yo creo, mi niña.

La fe de Luz María era tan grande que de pronto, como


magia, apareció una luz que alumbró el pasillo por el que ellos
tendrían que pasar, y siguieron por el camino. Pero de
repente, apareció una sombra al final del pasillo, alguien
venía a su encuentro y ellos no tendrían como escapar…

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CAPÍTULO 07

___ ¡Alto ahí! ¡Deténganse ahora mismo o le pego un


tiro a cada uno de ustedes!

Aquella voz parecía haber salido del más allá. Luz María
se detuvo juntamente con su familia y se quedaron como
estatuas de sal, sus corazones latían descontroladamente,
ambos tenían tanto miedo que no conseguían decir una
palabra siquiera. Era el fin para ellos, ya no iban a tener
ninguna oportunidad de huir del “puente de los cuervos” un
infierno que los enterraba a todos en vida.

___ Herr Kommandant, yo… quisiera explicarle qué…

___ ¿Explicarme? ¿Explicarme el qué? ¿Qué iba a usted a


huir con su familia? No hay explicaciones o peros que valgan.

En aquel mismo instante, llamó a su soldado Steimberg


para llevarlos al lugar que había sido escogido para casos
como aquel.

___ Sí, Herr Kommandant.

___ Vengan conmigo, zorras, perras callejeras __ les


dijo Steimberg a Luz y a su madre.

Y mirando al niño le dijo:

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___ Y tú, mocoso, síguenos, que hay un lugar que ya fue
preparado para ustedes.

Así ambos lo siguieron, entraron en el coche y


vislumbraban la figura alta e imponente de Gunter antes de
que este entrara en su propio automóvil. Caminaba como un
felino y parecía tan molesto y disgustado que sus facciones
daban la impresión de haber sido esculpidas en bronce. A Luz
María le dio un vuelco en el corazón. Sabía que lo había
perdido para siempre, porque nunca se atrevió a contarle la
verdad…

___Pero, ¿qué verdad podría contarle? __ se preguntó


Luz María __. ¿Qué tenía descendencia judía y que estaba allí
nada más para encontrar a su familia? Y lo peor es que
todavía no había recibido ninguna noticia de su padre.

Cuando se aproximaron del campamento, el coche de


Gunter fue el primero en parar y enseguida el de Steimberg,
todos se bajaron de sus automóviles con armas en las manos
amenazando a los fugitivos. Gunter se acercó a Steimberg y le
dio una orden que nadie más consiguió escuchar. Luego le dijo
a Luz:

___ Me imagino, Fräulein Luz María, que usted se


acordará del castigo infringido a los que intentan huir,
¿verdad?

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___ Sí, pero, mi madre y mi hermano no aguantarán el
"Rodillo del Suplicio10" se van a morir de agotamiento total.
Por favor, le suplico que no les haga eso.

___ Bueno, podemos hacer un acuerdo, lo llevará usted


si quiere realmente impedir que los dos no sufran dicho
castigo, o por otra parte usted me va a servir de ahora en
adelante en todo lo que le pida, sin rechistar, no podrá
excusarse, está en sus manos…

___ Lo acepto, haré lo que usted me diga si los deja


vivir sin que sufran por haber intentado salvar sus propias
vidas.

___ Entonces, Fräulein, condiciones propuestas y


aceptadas, lo supongo yo… es decir que estamos de acuerdo…
No le he oído Fräulein…

___ Sí __ le respondió Luz María __, como usted diga.

___ Steimberg, llévelos al pabellón 12 y tenga la


hombría de vigilarlos para que no les pase absolutamente
nada, ¿me ha entendido?, o sufrirá usted las consecuencias de
su desobediencia.

10
"Rodillo del Suplicio" (el cual consistía en una enorme piedra de varias
toneladas en forma de rueda con un eje del que sobresalían unas varas de
las que tirar) – llevaban al agotamiento total.
Wikipedia

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___ Sí, Herr kommandant, lo haré con gusto. Ya lo
verá…

Así, la madre y el hermano de Luz María fueron


conducidos para una parte del campo y ella y Gunter fueron
para el otro lado. Al llegar a su despacho, lo primero que hizo
fue sacudirla abruptamente y besarla de tal manera que ella
no conseguía ni siquiera moverse, tenía los brazos atados
detrás de la espalda y él la mantuvo así con toda la fuerza que
disponía. Hubo un momento en el que creía que su columna
vertebral se iba partir en dos a cualquier instante. Los dedos
de Gunter pasaron por su cabello ya completamente
despeinado, también por su rostro, un rostro tan amado, tan
deseado… Y fue, en este exacto momento, que Luz María
percibió que estaba completamente rendida a él, no tenía
salida, y no le opuso ninguna resistencia, sino más bien al
contrario, se unió a él en una lucha frenética para sacarse a
ambos las ropas y deshacerse de cualquier tipo de obstáculo
que les impidiera sentirse unidos por completo.

Él tiró al suelo todo lo que había en la mesa y la reposó


allí y estando ya completamente desnudos pudieron mirarse,
observarse, elogiarse, extasiarse, tocarse, el uno con la visión
física del otro, un deseo insoportable les invadía el alma…

Ella era perfecta en todo y en cualquier aspecto. Él era


un adonis, no había formas de ser más guapo, le sacaba el aire

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a Luz, casi no conseguía respirar de tanta emoción y de tanto
deseo físico que sentía por él.

Tenían unas ganas tan grandes de pertenecerse que no


se preocuparon por nada más, el mundo, los problemas, las
divergencias y contradicciones en aquel momento no existían,
solo los dos estaban allí.

Ella le frenó un poco para decirle al oído que nunca


había tenido una experiencia como aquella, pero aun así,
hicieron el amor por primera vez como amantes enloquecidos
por el fuego de la pasión. Él intentó no herirla para no
asustarla y ella quiso corresponderle entregándose de cuerpo y
alma al único amor que tendría en toda su vida y él se sintió el
hombre más feliz del mundo.

La joven a pesar de nunca haber tenido ningún tipo de


experiencia amorosa antes, no tuvo miedo, sino un cierto
incómodo al inicio, pero el deseo la hizo aprovechar al
máximo aquel momento de placer y los dos juntos llegaron al
clímax perfecto del amor, un gozo indescriptible para ambos…
Cuando pensaron que ya se habían saciado el uno con el otro,
empezaron otra vez, y otra, hasta que estuvieran plenamente
empapados del placer mutuo.

Solo se dieron cuenta de que ya amanecía, cuando el


sol empezó a aparecer, Gunter la despertó de su sueño. Ella le

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parecía casi irreal, piernas largas, cuerpo escultural, de
mirarla le brotaba otra vez un deseo casi insano de poseerla
una vez más, pero… no tendría que contenerse. Luz María se
despertó, pero no quería salir de allí, quería permanecer
desnuda en aquellos increíbles brazos y seguir sintiéndose
protegida y abrigada en aquel cuerpo escultural y maravilloso.

___ Luz amada mía, tienes que despertarte, ya ha


amanecido.

___ Por favor, me siento tan soñolienta aun…

___ ¿Seguro, Fräulein? Ese no había sido lo acordado, lo


acordado es que me obedecerías en todo incluso en momentos
como ese… Levántate y vístete que tenemos muchas cosas que
hacer.

___ Sí, es verdad le dijo ella, pero antes tengo que


explicarle algunas cosas, me urge contarle algo muy
importante…

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CAPÍTULO 08

Luz María tenía ganas de contarle a Gunter todo lo que


le había pasado antes de llegar al campo de concentración,
pero inicialmente él no quería oírla hasta porque ya había
investigado toda su vida:

___ Fräulein, seguramente eso es algo que yo ya sabía,


no hay nada que sea novedad para mí en este campo, nada.
Tenlo por seguro.

___ Pero es que no puedo vivir así, nunca he sido una


mala persona y tampoco quiero serlo ahora. Le suplico que me
escuche, Herr Kommandt.

___ Deja ya de llamarme así, llámame Gunter, hemos


acabado de hacer el amor ¿y quieres seguir llamándome Herr
kommandt?

___ Está bien, Gunter, necesito y quiero explicarte…

___ Muy bien __ le dijo él __, empecemos por el


principio. Pero antes vístete, o no conseguiré mantener una
distancia segura de ti. Porque mirando desde tan cerca a este
cuerpo que me invita a todo instante a hacerte el amor, no
conseguiré pensar en nada más…

___ Está bien, voy a vestirme __ le dijo ella.


59 | Página
Después de haber terminado de vestirse, Luz María
empezó a contarle toda su historia, la vida que habían tenido
antes de que toda aquella pesadilla empezara, el inicio de la
guerra, la ida de su padre para el frente de batalla y la
pérdida tan grande que había sufrido tras haber notado que su
madre y su hermano habían sido llevados por la SS.

Gunter la escuchaba sin creer lo que oía, era imposible


imaginar que ella misma se había ofrecido para entrar en
aquel campo de concentración arriesgándose a morir para
encontrar a su familia, eso había sido o lo más estúpido o
entonces la actitud más corajuda que jamás había visto nunca,
principalmente en una mujer.

Al terminar el relato completo de todo lo que le había


pasado, Luz María se acordó de su padre y le contó que era un
hombre justo, cultísimo, amante de las artes en general,
además le encantaba la música clásica y que sabía tocar el
violín como a nadie más.

Al oírla, Gunter tuvo una sorpresa, se estaba acordando


de que había visto a un hombre con unas facciones muy
serenas, y que en nada se parecía a los demás. Tenía modales
muy refinadas, como si hubiera sido alguien de alta alcurnia y
con una educación de altísimo nivel, incluso los guardias que
siempre habían sido terriblemente malos y desagradables con
todos los que llegaban, con aquel hombre se limitaban, no

60 | Página
hacían nada malo con él, tal vez porque este transmitiera una
autoridad serena que nadie se atrevía a quebrantar.

También se acordó de haber oído a ese mismo hombre


tocando un violín cuando él mismo llegó en aquel sitio, lo
mandó llamar y le pidió que le tocara la novena sinfonía de
Beethoven y él lo hizo (a pesar de que aquella sinfonía no
hubiese sido preparada para el violín sino para el piano) para
Gunter fue como estar otra vez con su familia. Al crear una
rutina para oír a aquel señor tocar su violín, también hizo con
aquel hombre una gran amistad, quedaba horas oyéndole
contar la historia de su vida y la de su familia, además de las
lisonjas que hacía a su querida hija. El cónsul quería mucho
que su tesoro un día pudiera conocer a Gunter, le contaba las
hazañas que había hecho Luz María cuando era niña y también
cuando se volvió adulta la preocupación que le traía, porque
por un lado era el objeto de deseo de muchos hombres y por
otro la envidia de las demás mujeres.

Inicialmente Gunter no se imaginaba y tampoco se dio


cuenta de que Luz María y la hija de Miguel Pérez Cortés eran
la misma persona, tampoco que ella era judía y que había ido
allí por un motivo tan noble: salvar a su familia de una muerte
prematura, pero lo que ella no sabía es que su padre también
estaba allí.

61 | Página
De lo que sí se había dado cuenta es que la pasión lo
había encarcelado, él era un prisionero del amor que sentía
por ella y eso había pasado antes que la conociera, a través de
la descripción y del fiel retrato que había hecho su padre de
su tan preciada hija. Pero ahora mirándola, percibió que había
sido un tonto, las facciones, las modales, los gestos, el
comportamiento eran idénticos a los de su progenitor.

De una cosa tenía total seguridad, iba a mover


montañas para hacerlos encontrarse otra vez, si un día llegara
a conocerla y la conoció, era lo que había pensado y eso
tendría que pasar antes que terminara aquella maldita guerra,
pero no esperaba que su madre y su hermano también fueran
a parar allí.

¿Casualidad, destino? ¿Quién lo iba a saber?

___ Gunter, Gunter… ¿Qué te pasa? Querías oírme ¿no?

___ Sí, perdóname, es que me he perdido en mis


pensamientos y también en unas casualidades de la vida que
nadie puede esperar que un día pasen…

___ ¿Pero qué me estás diciendo?

___ Pues eso… que hicimos un acuerdo y que tú todavía


me lo tienes que cumplir y por lo tanto quiero que cumplas las
órdenes que te di hace tiempo ya…

62 | Página
___ Pero, ¿de qué órdenes me estás hablando?

___ Fräulein, Fräulein, no me tientes… Porque esa boca


me vuelve loco…

No podría decirle toda la verdad, aun no… Que en


realidad era un espía infiltrado, entrenado por los aliados para
parecer un perfecto comandante nazista, y que nunca había
exterminado a nadie, sino más bien que había sacado a
muchas mujeres de aquel lugar desde que allí había llegado,
inventando historias, pretextos, transferencias, excusas para
sacarlas del campo con vida; iba a hacer lo mismo por la
familia de Luz porque estaba en sus manos ayudarla.

Él también era el responsable por escribir un informe de


todo lo que estaba ocurriendo en aquél “infierno”,
principalmente lo relacionado a los experimentos médicos con
mujeres. Gunter no soportaba tener que hacer aquel trabajo,
sin embargo, tenía que enterarse de todo para componer su
parte y así denunciar a las autoridades las atrocidades
cometidas en aquel campo que incluían los asesinatos masivos
por gas u otra forma de extermino, resumiendo él era un
informante precioso para los aliados.

Se acordó de que recibía ayuda de algunas mujeres


dentro del campamento, una de ellas la señora Wińska que
repartió una lista en Ravensbrück compuesta (de 70

63 | Página
cuadernos) entre las prisioneras, pero esta fue a parar en las
manos de Gunter y así pudo saber el número de mujeres que
habían estado juntas en aquel lugar y de esa señora no se
olvidaría jamás, esperaba incluso que la historia no la
olvidase.

Saliendo de sus devaneos, le dijo:

___ Bueno, para empezar vas a cumplir con unas


órdenes que yo ya te había dado y que por ciertas
circunstancias no cumpliste: vas a coger la plantilla con los
nombres de mujeres en condiciones suficientes para recitar
poemas y también vas a buscar entre los hombres del pabellón
adyacente a los que sepan tocar algún instrumento. La fecha
de la fiesta para los generales y comandantes de otros campos
ya ha sido escogida y tú no me vas a poner en una situación
difícil ni muchísimo menos, lo vas a organizar todo como un
gran evento social como yo te había ordenado. Está en tus
manos hacer un buen papel y espero que me demuestres tu
arrepentimiento por lo que hiciste.

___ Pero, yo no me arrepiento de nada… Solo estaba


intentando salvar a mi familia de una muerte prácticamente
segura.

___ Pues, Fräulein, me da igual… Lo harás o ellos


sufrirán las consecuencias de tu insubordinación...

64 | Página
___ Está bien, lo haré.

___ Bueno… Entonces quiero que te marches ahora, y


que empieces a arreglarlo todo.

___ Pero, nadie lo va a entender… ¿Cómo es que una


fugitiva recién capturada va a organizar un evento como este?

___ Esto es problema mío. Tú has tu parte, que yo haré


la mía.

___ Como usted diga.

___ Y no me vuelva a llamar de usted, o te pongo otra


vez en esa mesa y ya sabes lo que te puede pasar… Ya veo que
tienes el cuerpo bastante dolorido…

___ Me callo.

___ Pensaba que me ibas a desafiar __ le dijo Gunter


__ ahora vete.

Enseguida llamó a su inmediato para que le cumpliera


una orden:

___ Steimberg, lleve a la señorita adonde están


guardados los archivos del campamento que le había
entregado antes a ella, con los nombres y apellidos de todos

65 | Página
los del pabellón adyacente y también de aquél donde están las
mujeres trabajadoras.

___ Sí, Herr Kommandant, ahora mismo…

___ ¡Ah!, otra cosa importante, no le he pedido a usted


que les infrinja ningún tipo de castigo a los fugitivos, lo haré
yo mismo.

___ Así será, Herr Kommandant __ dijo Steimberg y


sonrió satisfecho.

Cuando Luz María iba a salir del despacho de Gunter,


sus miradas se cruzaron y había algo en sus ojos que ella no
había notado antes, una mirada distinta, como si sonriera todo
el tiempo de manera disimulada, algo que ella no conseguía
descifrar. Lo que no sabía Luz María es que al ir al pabellón
adyacente iba a tener una gran sorpresa: su padre estaría allí.

Pero lo que ni Luz María, ni Gunter sabían era que


alguien los había seguido al despacho de Gunter y había oído
por detrás de la puerta todo lo que había ocurrido allí dentro.
Ciega de celos, la nazista Eva empezó a engendrar un plan de
venganza en contra de los dos amantes…

66 | Página
CAPÍTULO 09

En abril de 1941, un campo adyacente para hombres


había sido incorporado a Ravensbrück, quedando los
prisioneros bajo el comando de las autoridades del campo
femenino. En la ocasión en la que el padre de Luz María había
llegado al “puente de los cuervos”, forma como también
llamaban a Ravensbrück, el invierno era el peor jamás visto
antes, 20 grados bajo cero, insoportable para cualquier ser
humano, tanta nieve hacía helar los cuerpos de cada una de
las personas que en tal época allí estaban y también el alma.
Sin embargo, no había peor frialdad que la que demostraban
tener los corazones de las guardianas y de todos los alemanes
que tenían la responsabilidad de mantener encarcelados y
vigilar a miles seres humanos. Los depósitos eran perfectas
tumbas con literas donde dormían amontonadas una suma
bestial de personas, si los enjaulados no morían en las
cámaras de gas, lo hacían conviviendo con la suciedad que
provocaba una cantidad enorme de enfermedades y también
de víctimas incontables.

La vida no tenía ningún valor en aquel lugar de


condenación, las atrocidades eran constantes y los niños que
habían sido arrestados con sus madres muchas veces eran
perseguidos sin ningún motivo y morían en la boca de los

67 | Página
perros o asesinados por las propias guardianas. Un día las
encarceladas presenciaron el asesinato de tres niños, "uno de
ellos, el más pequeño, tenía sólo tres o cuatro años y corría
por una de las calles de los barracones. Una de las
Aufseherinen le gritó, pero el niño no la escuchó y ella le
lanzó el perro, este lo mordió y lo destrozó. Después ella lo
remató a palos" y así transcurrían los días, muerte tras
muerte, brutalidades que no paraban de ocurrir y cada día
llegaban más y más víctimas.

Y era en ese escenario de lágrimas y sombras que Luz


María tendría que crear un evento especial para que Gunter
pudiera recibir a los generales y comandantes de otros campos
de concentración para lucirse y también para mostrar su
“increíble trabajo”. Una situación que ella no aceptaba en lo
más mínimo, pero que tenía que cumplir para que su familia
no sufriese las consecuencias de sus hechos, aun así todo lo
que tenía que hacer para cumplirle la promesa le parecía tan
contradictoria como espeluznante.

Pensando en Gunter, ella no sabía que este había


conocido a Miguel Pérez Cortés, prisionero de guerra en un
lugar que el propio comandante llamaba de terrorífico,
cuando enviaba los informes a sus “superiores”, y quién se iba
a imaginar que el amor por la música clásica iba a
aproximarlos de aquella forma, de las sesiones en las que el

68 | Página
señor Cortés le tocaba violín a Gunter, naciera una gran
amistad. El señor Cortés conseguía ver, con su mirada sensible
de artista, un hombre de honor, más allá del uniforme y del
puesto de comandante nazista. Lo que los dos nunca podrían
haber imaginado es que sus corazones estarían
irremediablemente ligados a la misma mujer, uno como padre
y el otro como amante. Sin embargo, Gunter no quería tener
solamente un caso romántico con Luz María, sino que quería
aquella mujer en su cama para toda la vida, además la quería
como esposa y madre de sus futuros hijos.

Podría parecer insano que alguien planeara algo como


eso en plena guerra, pero el corazón de Gunter ya no le
pertenecía, este era ahora de Luz María. Y fue pensando en
eso que él tramó todo un plan para aproximar padre e hija, lo
de la fiesta era solo una cortina de humo primero para
juntarlos, y después para huir de aquel lugar.

Conducida por Steimberg, Luz María fue llevada a la


presencia de Eva Höss y esta la odiaba inmensamente por
varias razones: primero porque la chica no era aria como la
guardiana, luego por ser judía, también por el intento de
huida y, no menos importante, por el amor secreto que le
tenía a Gunter.

___ Síguela y encárgate de lo que se te ha sido exigido,


perra… - le dijo Steimberg.

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___ ¿No le ha oído a Steimberg, zorra? Date prisa, no
tienes tiempo que perder __ le dijo Höss a Luz María __ el
comandante quiere que organices una fiesta solo porque él
cree que tú, blanquita de mierda, conoces y entiendes de
literatura, de música y todas esas porquerías que no sirven
para nada. Pero a mí, no me vas a engañar, te lo aseguro, te
estaré vigilando __. Y se acordó de lo que había escuchado
antes entre la joven y Gunter.

Luz María la observó de soslayo, no cabía la menor duda


de que esa mujer era la representación de la maldad, si había
formas de darle un rostro a la sombra del mal, Eva era la
personificación de lo que podría existir de peor, no se
importaba con el dolor, mataba sin piedad y se reía al ver el
sufrimiento de aquellos que ella consideraba inferiores. Así
que para no fastidiarla más de lo que ya estaba, no le ofreció
resistencia, sino que la acompaño a donde tenía que ir, al
barracón de los hombres, construido en 1941, pero antes de
llegar allí pasaron primero en uno de los edificios de
administración. Seguida todo el tiempo de cerca por Eva, ella
tuvo acceso a los archivos de datos de los prisioneros que ya
habían trabajado en aquel tipo de servicio en las cenas y
veladas en homenaje a los grandes comandantes nazistas.

Al leer las fichas de los cautivos, el corazón de la


chiquilla se enternecía al darse cuenta de los grandes talentos

70 | Página
artísticos que estaban encerrados allí, realizando trabajos
esclavos y siendo víctimas de malos tratos y todo tipo de
experiencias médicas deshumanas.

Luz María ya había seleccionado algunos nombres, pero


al leer determinada ficha, su corazón latió tan fuertemente
que creyó que le iba a reventar el pecho y su rostro se quedó
más pálido que el propio papel de la ficha que tenía en las
manos. Era muy difícil creer en lo que sus ojos estaban
leyendo:

Nombre: Miguel Pérez Cortés

Edad: 55 anos

Nacionalidad: Polonés

Religión: Judío

Profesión: cónsul

Conocimientos culturales: literatura e música


(violinista)

__ ¡Dios mío! ¡Es mi querido padre! Él está vivo y es un


prisionero de guerra aquí Ravensbrück! __ dijo Luz María en
polaco.

Eva Höss, que no era nada tonta, notó un cambio


significativo en el comportamiento de Luz María, incluso sus

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facciones cambiaron. Inicialmente pensó que era el frío, pero
no… era algo que había visto en aquella ficha, y le preguntó:

__ ¿Pasa algo maldita, zorra?

Y Luz María le respondió:

__ No, no pasa nada, solo que me he sorprendido al ver


que en esa lista hubiera tantas personas con tantas
calificaciones que se podrían aprovechar aquí o en cualquier
parte del mundo. Hay gente que tiene variadas profesiones e
incluso músicos.

Además dijo:

__ Necesito a alguien que reúna a todos los músicos que


he seleccionado para una entrevista hoy por la tarde en el
barracón nueve.

Eva Höss llamó a Steimberg y le dio la orden para que


este reuniera a todos que Luz Maria había seleccionado en el
barracón sugerido por la prisionera.

__ Sí, Fraulein Höss, ellos estarán esperando a esa de


ahí hoy por la tarde en ese barracón __ y salió en seguida.

Con los ojos llenos de lágrimas y una felicidad inmensa


en su corazón delante de la esperanza de reencontrar a su

72 | Página
padre, Luz María salió de la sala de archivos y comenzó a dar
continuidad a los demás preparativos para el gran baile.

Además de la orquesta para interpretar a los grandes


clásicos como: Beethoven, Tchaikovski, Mozart y Sebastian
Bach, Luz María seleccionó a veinte trabajadoras prisioneras
para declamar poesías de los grandes autores europeos.
También providenció las cartas de invitaciones a los demás
generales o encargados de los campos de concentración
alrededor de Ravensbrück y definió el menú: comidas y
bebidas típicas alemanas en abundancia, siendo que todo sería
servido en una extensa mesa con mantel de lino blanco fino,
candelabros, servilletas con el color de la suástica, cubertería
de plata, loza china, cristales finísimos para que se sirvieran
las mejores bebidas: champán, vinos, coñacs, zumos y mucho
más.

Y así lo hizo Luz María, tras haber hecho la elección


mujeres y también de algunos hombres y fue a encontrarlos en
el barracón donde ya la estaban esperando, entre ellos estaba
su padre.

73 | Página
CAPÍTULO 10

Eva Höss y Luz María tuvieron que caminar algunos


metros antes de llegar al barracón donde estaban los hombres
y también su padre. Durante el trayecto, la joven empezó a
pensar que el mundo efectivamente daba muchas vueltas y
que nadie realmente tenía el control de su propio destino en
las manos, sino que, solo Dios podría establecer el rumbo que
cada uno podría elegir y con ella y su familia no sería
diferente.

Cuando estaban delante de la puerta, Eva Höss le pidió


al soldado que la abriera porque necesitaban entrevistar a los
perros inmundos para cumplir algunas órdenes de Herr
Kommandant. El guardia le sonrió y le dijo:

__ Fraülein Höss, por favor usted no ofenda a los


perros, que son animales preciosos, esos de ahí ni siquiera eso
lo son, son escoria, nadie los va a necesitar para nada.

Eva le devolvió la sonrisa de una manera muy


sospechosa…

__ Franker __, le dijo Höss __ no entiendo esa idea de


nuestro comandante, no sé porque quiere hacer una fiesta,
eso no me cuadra, no lo alcanzo a comprender ¿entiendes? ¿No

74 | Página
tendrá él otro motivo para esto? __ le dijo pensando en lo que
había escuchado unos días antes.

__ Yo sí le entiendo a nuestro comandante Höss, es que


han habido fiestas en otras partes, creo que es una manera de
mostrar “el gran trabajo” que están haciendo en los demás
campos y nuestro comandante no quiere quedar mal ante sus
superiores y posiblemente ese hecho podrá proporcionarle
algunas insignias más. A mi modo de ver, creo que tiene que
demostrar que es bueno en lo que hace y nada mejor que
darles a los mejores colaboradores del Führer11 buen
entretenimiento, buena música, buena comida y mujeres __ y
se echó a reír.

__ Bueno, pensando por este prisma, me imagino que


tienes razón, si es bueno para mí comandante lo es para mí.

Mientras tanto, Luz María temblaba esperando que le


abriesen la puerta, pero aunque hiciera un frío que le entraba
hasta los huesos el problema no era este, sino estar cara a
cara con su padre. Además pensaba que al verla podría
tomarse un susto de muerte o incluso demostrar algo hacia
ella, o peor podría correr en su dirección para abrazarla lo
11
Führer es una palabra alemana que significa "líder" (Der Führer, el líder,
guía o conductor). En contraposición a la creencia popular, no es sinónimo
de "dictador" y se usa comúnmente en Alemania para referirse a líderes de
cualquier tipo en cualquier área. Su significado en el caso de Adolf Hitler
es el de Guía del Pueblo Alemán espiritual, política y militarmente.
Wikipedia

75 | Página
que le delataría y le daría motivos a Höss para usarlo en
contra de los dos.

Para realizar la tarea que le había exigido Gunter con


respecto a la música tenía que componer una orquestra entera
y para eso tuvo que solicitar a varios tipos de músicos,
principalmente aquellos que supieran interpretar a los grandes
clásicos musicales para entretener a personas de refinados y
variados gustos. Así que encontró personas que tocaban arpa,
bandoneón, acordeón, chelo, cítara, guitarra, lira, violín,
viola, violón chelo con trabajo y todo lo necesario para montar
buen un grupo musical. Nada más empezar a dictar los
nombres se deparó con la letra M y no le costó mucho llegar al
nombre de su padre y al decirlo: Miguel Pérez Cortés, se le
temblaron las piernas y hubo un pequeño tremor en su voz.

Los hombres escogidos se pusieron delante de ella.


Todos la miraban muy sorprendidos, a pesar de la forma como
estaban, no creían estar observando tanta belleza en una sola
mujer, parecía un ángel caído del cielo, y su mirada era la
más tierna que jamás habían visto nunca.

Al mirar a todos en los ojos, su corazón se desvaneció,


seguramente no eran ni sombra de lo que habían sido un día,
hombres esqueléticos por falta de comida, sucios y que solo
demostraban una cosa: miedo. De repente, sus ojos se
encontraran a los de su padre y una gran alegría le invadió el

76 | Página
corazón. Percibió que él la había reconocido, pero
seguramente por saber que la podría poner en peligro, no dio
una pista siquiera de lo que a él, le pasaba por dentro.

Después de aquella entrevista preliminar, todos salieron


de aquel barracón y fueron conducidos a otro completamente
limpio, organizado, con baños y todo lo necesario para que se
arreglaran por completo volviendo a tener una apariencia más
o menos aceptable y apropiada para los días que se
aproximarían. Además de eso, había también ropas limpias,
comida y bebidas de todo tipo y muchas otras cosas que hacía
tiempo que ninguno de ellos veía.

Los hombres bastante desconfiados no se movieron, fue


necesario que Luz María les explicara todo antes para que
empezaran a arreglarse porque ellos serían los responsables
por ayudar en la fiesta. Así siendo, la joven les dijo que
aquello no era una trampa y que tampoco serían ejecutados,
sino que deberían de ducharse y vestirse con ropas adecuadas
a las funciones que ejercerían en el baile.

Todo allí expuesto era para que ellos tuvieran


oportunidad de recomponerse, aprender y entrenar todo
cuanto fuera posible sobre los temas exigidos,
proporcionándoles las aptitudes necesarias para que tuvieran
condiciones de hacer las presentaciones musicales y literarias
en la festividad creada por el Herr Kommandant. Lo

77 | Página
interesante es que todo podría ser providenciado con una gran
rapidez, pues en el campo había lo que se necesitaba para un
evento como aquél, ya que a través de la reclusión de tantas
personas, sus pertenencias también eran confiscadas. Había
una cantidad enorme de todo lo que se hacía necesario para
cualquier tipo de celebración, además ese tipo de solemnidad
no era algo así tan novedoso, pues era común que se
realizaran allí y en otros campos nazistas.

Mientras tanto Gunter había ido al centro de la ciudad


de Berlín porque quería comprarle a su amada algo realmente
especial para aquél día, le escogió en una de las tiendas más
caras de ropas femeninas además de un completo ajuar,
también un vestido Coco Chanel rojo, un collar de diamantes y
rubíes que hacían juego con unos pendientes preciosos de la
marca Cartier, zapatos, un sobretodo de piel de visón,
sombrero y todo lo que pudiera ella necesitar para hacer un
largo viaje… Además también se compró una buena cantidad
de ropas para su futura suegra y otras para su futuro suegro,
también para Julián, puesto que la huida estaría en la
eminencia de ocurrir.

Buscó el falsificador que siempre le hacía trabajos para


facilitar los viajes de los que el comandante conseguía sacar
de Ravensbrück, todos querían tener por lo menos una
oportunidad de sobrevivir fuera de aquella tumba que los

78 | Página
enterraban en vida. El falsificador le entregó a Gunter los
documentos falsos necesarios para pasar por las fronteras sin
problema. Teniéndolo todo listo, Gunter volvió al campo de
concentración dos días después del viaje y dejó en la
habitación de Luz todo lo que utilizaría en el baile.

Mientras tanto y tras tomar las providencias necesarias,


Luz María fue llevada a su catre por Eva Höss y ésta allí la
dejó, al entrar tuvo una gran sorpresa, sobre su cama, había
una caja enorme con un billete en español que decía lo
siguiente: “En la noche del baile, vístete para mí, amor mío.”
Con toda prisa del mundo, Luz María abrió la caja y encontró
un lindo vestido rojo de baile, joyas, zapatos de tacones y un
sobretodo de piel de visión. Solo podría ser un regalo de su
gran amor…

Su corazón latió fuerte y la noche de amor de los dos


volvió a su mente, haciendo que sus mejillas se ruborizaran y
su sangre hirviera en las venas… Sin embargo, Luz María movió
la cabeza como si quisiera sacarse los momentos llenos de
amor y pasión de sus pensamientos. Debería concentrarse en
lo que ocurriría de dentro de poco.

La joven guardó la caja debajo de la cama y con pasos


firmes, pero con el corazón apretujado, fue sola y sin que
nadie la acompañara al barracón nueve para hablarle en
secreto a su padre. Quería contarle lo que le había pasado

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desde el día en el que supo que habían sido arrestados por la
Gestapo, su madre y hermano. Asimismo quería darle una
explicación del motivo por el que había ido a parar en aquel
lugar, y también que había encontrado a los dos allí.

Pero había algo que quería verdaderamente decirle,


pero, no sabía si se atrevería o no, por la reacción que podría
tener su padre al saber sobre el amor que sentía por Gunter,
un comandante alemán. También y tan importante como
contarle todo aquello, eran las ganas enormes que tenía de
abrazarlo y se arriesgaría a morir si fuera el caso solo para
estar con él aunque fuera por última vez…

80 | Página
CAPÍTULO 11

Al llegar al barracón donde estaba su progenitor, sintió


que el suelo le faltaba, su corazón latía descompasadamente y
sus piernas temblaban debido a la fuerte emoción de volver a
ver a su amado padre. Luz María puso la mano dentro de su
bolsillo, cogió las llaves del pabellón y abrió la puerta. Había
cerca de veinte hombres durmiendo en aquel lugar, con literas
apropiadas y muy bien arregladas. En el medio de los
hombres, ella avistó a Miguel durmiendo muy cómodamente y
bien abrigado, buscó fuerzas sin saber de dónde y dijo:

___ Miguel Pérez Cortés, levántese, necesito hablarle.

Miguel se despertó medio dormido, creyó que estaba


soñando, parecía haber oído la voz de su hijita, pero no podía
ser, ¿podía? Abrió los ojos y vio delante de él, a su hijita linda,
y quiso abrazarla, pero se contuvo, era muy peligroso y
arriesgado.

Entonces, ella le dijo fríamente:

___Venga, usted, conmigo.

___Sí, señora.

81 | Página
Y lo llevó a una sala donde los dos pudieran charlar sin
ser vistos. Al entrar en la sala, Luz María no pudo controlarse y
empezó a llorar de felicidad por haber podido reencontrar a su
padre. Ella lo amaba tanto, que con solo pensar que podría
haberle perdido le dolía el corazón, pero él estaba allí,
delante de ella… Por algunos instantes, Luz se quedó
paralizada, sin moverse, estática, hasta que su padre,
también llorando de emoción, se le acercó a ella y la abrazó
diciéndole en su oído, con la voz embargada por la emoción,
la misma frase que solía decirle siempre que se lastimaba
cuando era solo una niñita:

___ No llores, hijita de mi corazón, papá está aquí para


protegerte, nada podrá hacerte mal, tranquilízate, yo estoy
aquí y siempre estaré… ¡Te amo!

Luz María no pudo contener su llanto… lloraba y


sollozaba, y las únicas palabras que lograba pronunciar eran:
“¡Te amo, papacito querido, te amo tanto!”

Después de algún tiempo, los dos lograron componerse y


Luz María finalmente empezó a preguntarle:

___ Papá, ¿cómo viniste a parar aquí?

___ Hija, eso ahora no es importante, lo que importa es


que en fin nos reencontramos y debemos aprovechar el poco

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tiempo que me queda de vida, estoy seguro de que mi
sacrificio se aproxima.

___ No, no digas esto, papá no seas pesimista. Yo estoy


aquí para salvarlos.

___ Hija, esto es imposible, no quiero que te arriesgues


para salvar… ¿Salvarnos? Pero, ¿a quiénes?

___ Es verdad, papá, tú todavía no lo sabes. Es que


mamá y Julián fueron arrestados hace un año por la Gestapo,
creo que descubrieron que éramos judíos.

___ Eso no puede ser y ¿a dónde están? ¿Cómo están?


¿Sabes decirme? Yo soy el culpable…

___ No papá, no te culpes, el verdadero culpable es


Hitler, un hombre perverso y desalmado. Pero, no te
preocupes… Yo he encontrado a mamá y a Julián, ellos están
más cerca de lo que imaginas.

__ ¿Cómo puede ser eso? Dime.

__ Es que ellos están en Ravensbrück. Mamá consiguió


esconder a Julián no sé cómo, pero de cierto modo, ellos
están bien, por lo menos, por el momento están seguros,
créeme, por favor. Voy a hacer todo lo posible para ponerlos
en libertad.

83 | Página
___ ¿Tú no conoces a los nazis? ¿Cómo crees que
lograrás esta hazaña sin ser descubierta y sin que te maten?

___ Papá, solo créeme, es lo único que te pido, ahora


ya se hace tarde, quiero que sepas que irás a participar como
músico en la fiesta que estoy organizando para el comandante
del campo.

___ ¿El comandante Gunter?

___ Sí, ¿Por qué?

___ Yo lo conozco, es un hombre bueno, tal vez el único


de aquí, un hombre con sentimientos nobles. Incluso en
nuestras charlas, siempre le hablaba de ti y él me decía que
tenía muchas ganas de conocerte.

___ ¿Ya lo conocías? ¿Él sabía que estabas aquí? ¿Cómo?

Luz María se quedó paralizada al pensar que su


comandante había planeado todo el reencuentro con su padre:

___ ¿Será que de verdad tenía un buen corazón? Ay… lo


quiero tanto… tanto__. Ella pensó hasta que sus pensamientos
fueron interrumpidos por su padre:

___ ¿Luz, en qué estás pensando? ¿Te callaste de


repente?...

84 | Página
___ Nada, padrecito, no es nada. Ahora tienes que
volver al barracón para que nadie desconfíe de nosotros, en
breve volveremos a hablarnos.

___ Sí, mi hijita.

Tras haber pasado un mes, finalmente había llegado la


noche del baile. Luz María estaba muy aprensiva y nerviosa,
tenía que vestir el vestido que le había sido regalado por su
amor. ¿Qué pensaría él de ella? Había algo en sus ojos que era
indescifrable… ¿Y si ella fuera solo un juguete en sus manos?
¿Qué podría hacer? En el fondo sabía que lo amaba, creía que
él la había ayudado a reencontrar a su padre, pero… ¿Será que
era amor o una trampa?

Sin duda, Luz estaba confundida en el medio de tantos


pensamientos contradictorios, no sabía si debía confiar en su
amor o si él la usaría y después la tiraría a la basura como a
un verme sin ningún valor, eso la hundiría completamente y
sería su fin. Pero en aquél momento no había otra salida, la
fiesta hacía parte de su acuerdo con él, por eso se encerró en
su catre para prepararse para la fiesta, quería estar guapísima
para la ocasión.

A las nueve de la noche, todos ya estaban en el salón


donde ocurriría el baile, todos menos Luz María. Los
encarcelados estaban muy ansiosos, pues hacía mucho tiempo

85 | Página
que no participaban de una fiesta como aquella, muchos
nunca siquiera habían participado de una. La mesa estaba
increíble, llena de comidas y bebidas de la mejor calidad,
todo elegido a dedo por Luz María. El salón de fiestas estaba
lindo, con una lámpara de cristal muy bonita en el techo, la
decoración impecable, había ornamentos con rosas blancas y
rojas por todo el recinto, las cortinas en las ventanas eran de
la más fina y cara seda, todo estaba perfecto. Sin embargo,
alrededor de todo el salón y también a las afueras del campo
estaba lleno de soldados, guardianas y guardianes listos para
actuar mediante cualquier intento de huída de los
encarcelados.

Su madre estaba en la fiesta, incluso ella participaría


del evento recitando un poema de amor. Los músicos ya
estaban tocando y su padre era uno de ellos, él hacía parte de
la orquesta tocando el violín, Gunter esperaba a Luz
aprensivo, a todo momento miraba los peldaños de la escalera
a ver si Luz aparecía:

___ ¡No es posible que no venga!

Después de una hora es que Luz empezó a bajar cada


uno de los peldaños de la escalera con su maravilloso vestido
rojo. Ella estaba magnífica, parecía una princesa de los
cuentos de hadas, su pelo largo estaba increíble, su rostro
sensacional y los labios rubros como la sangre.

86 | Página
Todos se voltearon para verla y, fue en ese momento,
que él notó que ella entraba al salón y fue a su encuentro, la
joven parecía una mirada, un sueño, ¡cómo estaba linda! Él se
le acercó a ella y le dijo:

___ ¿Concédeme este baile?

Ella lo miró en lo más profundo de sus ojos azules como


el océano, pensó y le dijo sonriendo:

___ Claro que sí, es todo lo que más quiero.

Y los dos empezaron a bailar, mejor a fluctuar en las


nubes, fue como si todos en el baile hubieran desparecido y
solo los dos hicieran parte de este inmenso universo mágico…
Y los dos bailaron una gran parte de la noche, juntos, con sus
cuerpos pegados como si fueran ambos un único ser. Ellos no
decían nada, no con la boca, solo con las miradas apasionadas
que cambiaban a todo instante, y en ellas se notaba una gran
complicidad entre ellos, y fue en ese entonces que ella tuvo la
seguridad de que él era honesto y que la quería, tanto como
ella lo quería a él.

Finalmente los dos pararon de bailar y él la llevó para la


parte externa del salón, de acceso limitado a otras personas,
dónde había una fuente de agua de piedra muy bonita y un
banco de madera bajo un lindo árbol, en donde ellos se
sentaron para hablar:

87 | Página
___ Pensaba que no venías.

___ No haría esto.

___ ¡Estás linda! Eres la mujer más perfecta del mundo,


¡te amo!, ¡te quiero!

___ Yo también te amo, pero sabes que no puede ser,


no es posible.

___ ¿Por qué no?

___ Ya lo sabes, ya te lo he dicho, pertenecemos a


mundo distintos, a universos paralelos.

___ ¿Cómo puedes decir eso, si juntos somos uno? ¿Si


nos completamos?

Y él la besó con locura, apasionadamente y sin control,


ella le retribuyó al beso con más ganas, no pudo y no quería
controlarse, tenía miedo de perderlo para siempre, lo empujó
hacia un rincón oscuro y le dijo:

___ Nadie sabe que podrá pasar mañana, ámame como


si fuera la última vez, no pienses en nada más…

Los dos se amaron perdidamente sin importarse con el


resto del mundo, solo con su pasión. Después de hacer el
amor, ella le preguntó:

88 | Página
___ ¿A quién queremos engañar? Nuestro amor es
imposible, sabes que soy judía y tú un comandante alemán,
trabajas para Hitler y él quiere a mi familia y a mí muertos.

___ Luz, ni todo es lo que parece.

___ ¿De qué me estás hablando?

___ De mí.

___ No entiendo…

___ Pues, voy a contarte toda la verdad…

89 | Página
CAPÍTULO 12

Al decirle aquello, Gunter no sabía exactamente qué


tipo de reacción iba a tener Luz María, sin embargo, tenía que
contarle quién realmente era…

___ Bueno, amada mía, siempre me han dicho que decir


la verdad es el mejor camino y también el más apropiado para
tener una relación de amor basada en la verdad, en la
confianza y en el respeto. Es obvio que no podría haberte
contado nada antes porque tanto tú, como tu familia y yo
corremos peligro.

___ Me estás asustando más que confortando, por Dios,


dilo de una vez… __ le expresó Luz María.

___ Cuando estalló la Guerra, creíamos que el Führer


nos decía la verdad y que el camino a seguir era realmente el
de dominar a los más débiles por la fuerza, lo que no
imaginábamos es que él se volvería loco y que llevaría a la
muerte miles de vidas, tanto de nuestro lado como de los
países que se opusieron terminante a esta guerra.

___ Perdimos y estamos perdiendo a cada día a civiles y


militares, y en eso sufrimos todos, hombres, mujeres, niños,
patrimonios enteros son destruidos, se roba de un lado, se
confisca de otro y nada es realmente nuestro o nos pertenece

90 | Página
y todo eso porque este hombre se ha enseñado en contra de
los judíos, y al parecer toda esta atrocidad se dirige a este
pueblo y a aquellos que no se encajan en la perfección aria
como siempre dictamina él en sus discursos.

Nuestros aliados inicialmente también tuvieron una idea


distinta de lo que iba a pasar, pero al fin y al cabo ellos
también se dieron cuenta de esta locura y ya no se sentían tan
cómodos siendo nuestros amigos en las buenas y en las malas,
como antes, poco a poco se están retirando y dejando a
nuestro líder solo en todo este lío que él mismo se ha
engendrado.

Por eso, empezamos dentro del propio régimen militar


una resistencia al nazismo que inicialmente era pequeño, pero
que fue creciendo en diversos ámbitos, tanto civiles como
militares dentro de nuestra sociedad, grupos pequeños y
aislados casi no eran observados y tampoco los llevaban en
consideración, operaban de manera independiente y querían
mantener algún tipo de conexión entre sí, pero la Gestapo
siempre los intentaban desbaratar.

___ ¿Y cómo entras tú en eso?

___ Espera, dame tiempo que te voy contando…

___ ¿Y tenemos tiempo realmente?

91 | Página
___ Sí, claro que sí, la cena aun no está puesta, siguen
bailando y bebiendo los cocteles y creo que vamos a tener una
noche larguísima por lo que veo… ¿Puedo seguir?

___ Claro, estoy ansiosa por ello…

___ Como te estaba diciendo, el problema de nuestra


resistencia, si es que podríamos llamarla así, es que consiste
en varias líneas diferentes, tanto políticas como ideológicas
representando las diferentes clases de nuestra sociedad
alemana, pero lo malo de todo eso es que nunca hemos sido
capaces de trabajar juntos, de hecho casi no ha sido posible
un contacto efectivo entre las diversas partes de nuestra
resistencia. Y puedes imaginar lo difícil que fue convencer a
los aliados de que queríamos ayudarlos y principalmente
siendo yo un puro alemán, ario, de una familia
extremadamente rica y con conexiones con el Führer.

___ Sí, me lo puedo imaginar… Yo tampoco te creería si


te escuchara.

___ Pues así sucedió, no querían escucharme, tuve


reuniones secretas con algunos espías de países aliados.
Siempre me llevaban a encontrarlos con los ojos vendados,
nunca sabía a dónde estaba realmente, a veces en barracones,
otras veces en algún tipo de casa, otras en azoteas, sótanos…
Bueno, ya te puedes ir haciendo una idea ¿no?

92 | Página
___ Bueno, sí y no… Si fuera yo no sé lo que haría
efectivamente.

___ Yo tampoco sabía qué hacer, quería realmente


ayudar, había sido preparado primero por mi familia para ser
un hombre honesto, íntegro, justo, además, para mis padres,
lo más importante era que tuviéramos mis hermanos y yo una
buena formación, pero ni siquiera habían pensado que íbamos
a ser convocados para esta maldita guerra. Cuando
efectivamente sucedió nuestro alistamiento, fuimos
entrenados en las artes de la muerte, para derrumbar a
nuestros enemigos dentro y fuera del campo de batalla. Pero,
nunca en la vida, siquiera en mis peores pesadillas, podría
haberme planteado la posibilidad de que íbamos en realidad a
ejecutar a civiles: hombres, mujeres y niños indefensos, sin la
menor posibilidad de supervivencia.

___ ¿Y cómo creíste que podría ayudarlos?

___ Al inicio como te comenté, fue difícil que me


creyeran y ya sabes el porqué de eso, pero después que
hubieran intentado disuadirme de mis intenciones de todas las
formas posibles, percibieron que les estaba diciendo la verdad
me introdujeron en la “Orquesta Roja12” y fue así que la

12
Die Rote Kapelle (La Orquesta Roja o La Capilla Roja, como también es
conocida) fue una red de espionaje comunista formada durante la II Guerra
Mundial integrada por ciudadanos alemanes en contra de los nazis.
Wikipedia

93 | Página
conocí. Era un movimiento de espionaje comunista formado
durante este infierno y estaba integrada por ciudadanos
alemanes en contra de los nazis. Supe por ellos mismos que
habían empezado a formarse en 1939 cuando Leopold Trepper,
un agente del Servicio de Inteligencia Militar de la URSS,
estableció una red de inteligencia occidental. Como en la
época yo ya había viajado mucho, me era fácil ir de un lado al
otro sin levantar sospechas y así me propuse a llevarles
mensajes a todos los que estuvieran involucrados en este
asunto y fui a Francia, Suiza y aquí mismo en Alemania.

___ ¡Dios mío! Te arriesgaste mucho, amor mío.

___ Eso es, pero no me arrepiento de nada, si pudiera


lo haría todo otra vez.

___ ¿Y qué paso entonces?

___ Bueno, en ese ir y venir, conseguimos desmantelar


la estrategia alemana en la batalla de Stalingrado e
intervenimos suministrando informaciones sobre la fabricación
de armas y de los cohetes V1 y V2 que tú conoces tan bien,
porque algunos se construyeron aquí mismo con la exigencia
de mano de obra esclava por la empresa Siemens.

___ Señor… mientras más te escucho más miedo me da.

___ No tengas miedo, estamos juntos ahora.

94 | Página
___ Pero, no estamos seguros, aun estamos aquí dentro
y pueden matarnos a todos.

___ Tranquila, hay alguien más que nos está ayudando…

Al oír aquella afirmación, Luz María se quedó tan


sorprendida que no podría creer que alguien más allí dentro lo
estuviera ayudando, y principalmente siendo un alemán.

___ ¿Quién? – le preguntó Luz María.

___ Steimberg.

___ ¿Cómo has dicho?

___ Eso es, Steimberg era un artista de teatro antes de


ser seleccionado para venir aquí, él y otros como él se
propusieron a actuar como si estuvieran realmente a favor del
Führer, tanto aquí como en otras partes, y fue él quien me
dijo que tu madre y tu hermano estaban aquí ¿te acuerdas?

___ Sí, pero parecía tan molesto y siempre maltrataba a


todo el mundo, daba la impresión de ser un hombre sin piedad
y sin escrúpulos.

___ Sí, Luz María, pero como te había dicho, Steimberg


era un actor de teatro y sabía hacer el mejor papel cuando se
hacía necesario… ¿O crees que estaríais vivos tu familia y tú si
no fuera por él?

95 | Página
___ ¿Y por qué nos protegió?

___ ¿Y tú me lo preguntas? Porque para mí la poesía


eres tú.

___ Por favor, no es momento para que me recites


Bécquer...

___ ¿Y por qué no? Si quiero recitarte todo lo que


encuentre sobre el amor…

___ Gunter, no tenemos tiempo, sigue contándome...

___ Bueno, y fue así que supe que esa resistencia


estaba abarcando a muchos estratos de la sociedad. Artistas
como Steimberg, escritores, estudiantes, comerciantes y
militares como yo, además de una lista enorme de personas
ilustres que no puedo mencionarte ahora, pero que un día lo
haré para que sepas que cuando las personas adecuadas se
juntan para practicar el bien común logran realmente hacer
algo bueno para el prójimo, no importando en lo más mínimo
su descendencia, nacionalidad, color, o religión. Y quise
participar y creo que era lo mínimo que podría hacer, dada la
pérdida de tantas vidas….

___ ¿Y cómo es que supiste de mi padre?

___ Bueno, lo de tu padre es otro costado…

96 | Página
___ ¿Qué quieres decirme?

___ Que tendrá él mismo contarte cómo y porque se


involucró en esta guerra y no insistas más que no te diré
nada…

___ Está bien…

Y empezó a mirarlo con una profundidad tan grande y


con un amor tan intenso que le dolía por dentro, porque ahora
veía lo que no había conseguido descifrar antes. Este era
secreto que él estaba guardando a siete llaves que le hacía
parecer tan misterioso, profundo y hasta cierto punto
disimulado… Dios mío, había pensado cosas tan malas de él y
ahora se arrepentía.

___ Gunter, amor mío, perdóname. Nunca, siquiera


habría podido imaginar que hubieras pasado por tantas cosas y
que te estabas arriesgando por nosotros, y no solamente eso,
sino también por todas las personas que has ayudado a escapar
de una muerte inevitable.

___ No hay nada que perdonar, no podrías saberlo y por


el momento no puedes dar muestras de ello, te lo ruego…
Tenemos que mantener las apariencias hasta el fin de este
baile. ¿Me entiendes?

97 | Página
___ Sí, claro… Y quisiera preguntarte ¿estás preparando
algo que yo no sé?

___ No te puedo contar, Fräulein, porque no te quiero


poner en peligro, pero ya lo verás… Pero, por favor, actúa
como mi prisionera porque en esto está la seguridad de tu
familia y también la nuestra.

___ Vale… Cuenta con ello.

___ Bueno, volvamos a la fiesta que seguramente ya van


a servir la cena.

___ Mírame, por favor. ¿Cómo estoy? Desarreglada lo


supongo, después de lo que hicimos aquí… A veces actuamos
como unos locos.

___ Estás maravillosa, y más bella que antes. Siempre


te quedas más bonita después que te hago el amor ¿no lo
crees?

___ No seas engreído…

___ No lo soy, es que es verdad. ¿Y cómo estoy yo?

___ ¿Y cómo podrías estar? Si les sacas el aire a todas


las mujeres. ¿O no te das cuenta de que he percibido todo
eso?

98 | Página
___ No te pongas celosa… que te quiero a ti y no a las
demás.

___ Ay… ya ya…vámonos…

___ Sí, vámonos o te agarro otra vez…

Luz María le hizo una carita mala y volvieron al salón de


baile…

99 | Página
CAPÍTULO 13
La cena ya iba a ser servida y en seguida las
presentaciones culturales empezarían: primero la declamación
de poesías y su madre declamaría una en uno de los grupos de
mujeres y luego las músicas clásicas, con una presentación
especial en violín hecha por su padre. Gunter al hablarle a
Steimberg también le ordenó que el soldado escondiera al
hermano de Luz mientras la fiesta ocurría y así sucedió.

Cuando los dos entraron, todos los miraron, y eran una


visión increíble, parecían dos actores de cine… Ella una
verdadera reina, pero muy seria y con una mirada que le
penetraba el alma a cualquiera, y él un hombre inigualable
con una sonrisa que podría derretir el corazón más helado del
mundo. Y allí mirándolos de reojo había un corazón no solo
helado, sino también de piedra: el de Eva Höss, pero al
mirarlo como a las demás mujeres también le pasaba lo
mismo, su resistencia se deshacía y no conseguía entender el
poder que este hombre ejercía sobre ella.

Luz María, como responsable por conducir toda la


celebración, hizo una señal para que la orquesta parara de
tocar y le concedió la palabra al Herr Kommandant Gunnter y
así se refirió a él en público:

100 | Página
___ Por favor… Denme un instante… Les va a hablar
nuestro Herr Kommandant.

___ Muchas gracias, Fräulein Luz María.

___ Bueno, lo que quería decir es que este es un


momento muy especial para mí. Recibirlos a todos es un honor
y espero que puedan aprovechar al máximo la velada. Está
servida la cena…

Todos le aplaudieron exhaustivamente y fueron a


sentarse cada uno en su propio lugar escogido con antelación
como manda la etiqueta.

Estando todos en la mesa, uno de los comandantes


invitados le pidió permiso a Gunter para hacer un discurso en
su homenaje por “el gran trabajo” que estaba haciendo allí en
el campo y en eso empezó a discurrir sobre las bendiciones de
ser un verdadero alemán y toda la responsabilidad que esta
primicia conllevaba, situación que le causaba a Gunter un
verdadero incomodo y molestia a tal punto que le revolvía el
estómago, pero tenía que fingir que todo estaba perfecto y
sonrió.

Al final del discurso, el comandante invitado dijo con


una copa de champán en la mano a la manera alemana:

101 | Página
___ ¡Heil Hitler!__ y todos le acompañaron diciendo
juntos lo mismo.

___ ¡Heil Hitler!

Nada más terminar la aclamación al Führer, Gunter dio


la orden para que empezaran a servir la cena. Un banquete
que podría causar la envidia a cualquier rey o reina de
cualquier parte del mundo, todo había sido escogido a dedo y
dispuesto para agradar a los jefes de estado más exigentes y
allí no había ninguno, solo los comandante y encargados de los
demás campos.

La comida estaba exquisita, comentó uno de ellos, las


bebidas eran las mejores y los que estaban trabajando
sirviendo la mesa eran pomposos y demasiado educados con
todos los comensales.

Las conversaciones iban de un ámbito a otro, hasta que


llegaron a comentar sobre la resistencia alemana, en eso la
sangre de Herr Kommandant Gunter empezó a helarle el
cuerpo, el corazón empezó a latir más fuerte que lo normal.
Pero, ya había pasado por situaciones como aquellas y no se
dejaba abatir, tampoco descontrolarse. Le echó una mirada a
Luz María que no se había sentado con ellos, porque a todo
instante estaba dando órdenes y más órdenes para que nada
saliera mal.

102 | Página
Cuando terminaron de comer, fueron invitados a tomar
un coñac y a fumar unos puros cubanos. Todos se rieron mucho
de poder hacer algo como ello, porque los puros cubanos no
eran comunes por aquellos lados, seguramente era algún
cargamento clandestino o alguna importación que habían
confiscado como todo lo que había allí…

103 | Página
CAPÍTULO 14

En seguida, Luz María los invitó a ver las presentaciones


culturales que iban a comenzar, había un palco donde
ocurriría cada una de ellas, además había también una
cantidad enorme de sillas dispuestas como si la sala fuera un
teatro y así se dio inicio al primer grupo de mujeres que iban a
declamar unas poesías alemanas, escogieron algunas muy
especiales:

El 1º grupo de 5 mujeres:

MI ALMA SE PARECE AL MAR...


De HEINRICH HEINE

“Mi alma se parece al mar:


tiene olas y tempestades;
pero en sus profundidades
muchas perlas se han de hallar.”

(Aplausos de todos los presentes.)

___ ¡Bravo!... ¡Bravísimo!!! __ decían todos


prácticamente juntos.

___ ¡Heil Hitler! Larga vida a nuestro Führer.

104 | Página
Gunter solamente levantaba su copa y nada decía… solo
miraba a todos sin creer lo que pasaba… Estaban o medio
borrachos o no conocían nada de poesías… porque aquellas
eran de un escritor alemán con descendencia judía.

El 2º grupo de 5 mujeres:

QUIERO IR CON AQUÉL A QUIEN AMO


De BERTTOLT BRECHT

“Quiero ir con aquel a quien amo.


No quiero calcular lo que cuesta.
No quiero averiguar si es bueno.
No quiero saber si me ama.
Quiero ir con aquél a quien amo.”

___ ¡Bravo!
___ ¡Bravísimo!!!
___ ¡Heil Hitler! Que viva nuestro Führer.

De esta vez además de Gunter, era Luz María quien los


observaba y no podía creer la manera como se comportaban,
como si no les importaba en lo más mínimo quiénes les
estaban recitando, si eran judías, gitanas, testigos de Jehová
o lo que fuera…

El 3º grupo de 5 mujeres:

105 | Página
VIENE LA NOCHE
De ElSE LASKER-SCHÜLER

“Viene la noche y me sumerjo en las estrellas,


Para no olvidar en el alma el camino a casa
Pues se enlutó hace mucho tiempo mi pobre país.

Descansan nuestros corazones emparentados de amor,


Emparejados en una cáscara:
Blancas almendras-

Sé que tienes, como antes, mi mano


Encantada en la eternidad de la lejanía...
Ah, mi alma crujió cuando me lo confesó tu boca.”

El 4º grupo de 5 mujeres: (con la participación de la madre


de Luz María)

VOLVERÁN LAS OSCURAS GOLONDRINAS


De GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER (1836-1870)

“Volverán las oscuras golondrinas


en tu balcón sus nidos a colgar,

y, otra vez, con el ala a sus cristales


jugando llamarán;
pero aquéllas que el vuelo refrenaban

106 | Página
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas


de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aun más hermosas,
sus flores se abrirán;
pero aquéllas, cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos


las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
tal vez despertará;
pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate:
¡así no te querrán!”

(Aplausos aun más fuertes de todos los que allí se


encontraban.)

___ ¡Bravo!... ¡Bravísimo!!! __ decían otra vez.

107 | Página
___ ¡Heil Hitler!

En ese momento las miradas de Gunter y Luz María se


encontraron, el fuego de la pasión empezó a quemarles por
dentro, les salían chispas a través de los ojos pero, no podrían
siquiera sonreírse sin delatar el amor que sentían el uno por el
otro.

Había otra persona que la chica también quería mirar, y


esa era su madre, que también la estaba mirando en medio de
los gritos dados por los invitados, sus ojos se encontraron y
ambas conseguían transmitir todo lo que sentían sin decir una
palabra siquiera.

Después de esas declamaciones, el último grupo de


mujeres salió y entró la orquesta para empezar las
presentaciones de músicas clásicas y los músicos tocaron de
todo, principalmente los autores más conocidos. Pero cuando
el padre de Luz María se puso de pie para empezar a tocar la
5ª sinfonía de Beethoven, fue como si el cielo se abriera y los
ángeles empezaran a tocar.

Al iniciar sus primeros acordes todos se quedaron con la


boca abierta, aquél hombre que nadie sabía de dónde había
salido era el intérprete más perfecto y el violinista más
increíble que jamás se había visto nunca en un lugar como
aquél. Y cuando la orquesta lo siguió ocurrió, como que por

108 | Página
magia, una transposición de lugar, parecía que todos los que
estaban allí habían sido llevados a un gran teatro en otra
parte del mundo y hasta los soldados que vigilaban el barracón
y las guardianas se dejaron llevar por la música.

Pero los ojos fugaces de una persona no se dejaban


engañar. Algo iba a pasar en aquella noche y Eva Höss lo iba a
saber, empezó a andar de un lado a otro para descubrir alguna
cosa que estuviera equivocada o enmascarada…

En la sala, parecía que no había nadie más, todos se


quedaron tan callados que ni siquiera se oía un suspiro. El
lugar parecía haber volado a otras esferas y no conseguían
volver del transe en el que se encontraban, en eso y sin que
nadie se diera cuenta el maestro que dirigía la orquesta se
había puesto delante del violinista que ya no era el padre de
Luz sino otro que también tocaba igual que él…

109 | Página
CAPÍTULO 15

Gunter ya había salido del salón y también Luz y su


madre, y había un coche detrás del barracón que les estaba
esperando. Corrieron más deprisa que pudieron ambos…

Gunter le gritó a Luz que tenía que irse más deprisa:

___ ¡Tenemos que irnos rápido o nos sorprenderán,


vámonos!

___ Vamos, entremos, rápido __ les dijo a Miguel, a


Isabel y a Julián.

Todos ya se habían preparado con la ayuda de


Steimberg antes que nadie se diera cuenta, los documentos
necesarios los llevaba Gunter en su maletín, y pegados de la
mano él y ella entraron en el coche lo más rápido que podían.
Steimberg le había buscado a Gunter un chofer de su extrema
confianza y sin demorarse más salieron de Ravensbrück para
siempre.

Ya dentro del coche, se besaron apasionadamente


entre lágrimas, risas, alivio y las sombras que la noche había
producido para esconderles completamente y se miraron
fijamente entre ellos, iban en fin a tener una vida en común,
fuera del “puente de los cuervos”.

110 | Página
Gunter le dijo al conductor que cogiera otro camino y
no el que acostumbraba a hacer los alemanes para llegar en
Ravensbrück.

___ Sí, Herr Kommandant Gunter __ le respondió Ralph.

___ Ralph, de ahora en adelante, solamente Gunter,


por favor.

___ Sí, señor __ y le sonrió aliviado de salir con ellos de


aquel lugar. Pero, pensó en los demás que allá estaban y en la
confusión que había preparado Steimberg para confundir a los
que allí se encontraban.

En ese mismo instante en el barracón donde estaba


ocurriendo la fiesta, todos aun se divertían mucho sin darse
cuenta absolutamente de nada. Pero de repente, hubo una
gran explosión en otra parte y todos salieron corriendo para
apagar el incendio que al parecer iba a pasar a todos los
barracones si no hacían nada inmediatamente…

Eva Höss se dio cuenta de que había pasado algo


terrible, pero es que ella misma no se sentía nada bien, como
se si cuerpo no le respondiera al comando de su cerebro.
Empezó a buscar a Steimberg y este se aproximó de ella y
percibiendo un cambio considerable en su comportamiento le
ofreció su brazo y la condujo a su catre personal. Y allí mismo
le dio un poco más de lo que le había ofrecido en la bebida

111 | Página
que le había entregado en las manos unas horas antes y ella se
desmayó por completo.

Steimberg salió de la habitación de la mujer y fue


corriendo ayudar a los componentes de la orquesta y las
mujeres con niños como había quedado acordado con Gunter.
Todos estaban vestidos para aguantar el frío en un tren o
incluso para hacer un viaje a pie, tenían todos los documentos
necesarios, un poco de provisión para algunos días y salieron
por un pasaje que Steimberg y otros habían hecho para darles
la libertad en ese día y así ocurrió.

Algunos llorando copiosamente ni siquiera conseguían


agradecerle a él o a Gunter la gran oportunidad que estaban
obteniendo de salir del infierno que se les habían sido
impuesto en vida. Una libertad, tan deseada y anhelada que
no encontraban las palabras adecuadas en aquel momento, así
que, lo que conseguían decir eran algunas pocas palabras
entre sollozos y lágrimas mezclados en las sombras de la
noche.

___ Muchas gracias… gracias… Que Dios los bendiga a los


dos y a todos los que nos ayudaron.

___ Vamos, rápido, rápido. Dense prisa, no se


detengan.

___ Gracias… gracias… Muchacho, nos has engañado.

112 | Página
___ Adiós, váyanse rápido. Vamos.

___ Gracias… gracias, joven, no lo sabíamos.

___ Adiós, tengan cuidado.

___ Gracias… gracias, mozo.

___ ¡Adiós, dense prisa!

___ Gracias… gracias, chaval, no lo imaginábamos.

___ ¡Adiós, anden rápido!

___ Gracias… gracias, teniente.

Después que salió el último de los prisioneros que


pertenecían al grupo que Gunter había querido ayudar hacía
tanto tiempo, Steimberg también se fue sin siquiera mirar
hacia atrás.

Mientras tanto todo el campamento estaba de patas


arriba, las personas corrían por todos lados buscando ayuda,
pero nadie sabía nada y tampoco se encontraba al Herr
Kommandant para darles alguna explicación. Sin embargo, los
comentarios eran confusos y algunos decían que Gunter había
ido a buscar la Gestapo para hacer las averiguaciones
necesarias y algo más como eso, pero nadie estaba seguro.

113 | Página
En el automóvil, Gunter y la familia de Luz fueron
directamente al aeropuerto donde les esperaba una avioneta
para llevarlos con seguridad al país que él siempre había
querido conocer: España.

Se bajaron del coche y rápidamente entraron en el


avión y se fueron de Alemania. Ya bien acomodados en la
aeronave, Luz María pudo demostrar toda la emoción que
sentía al volver a abrazar a su familia entre lágrimas, dolor y
sombras de unos momentos de mucha angustia vividos por
todos ellos.

Cuando volvió a sentarse en su lugar, pudo mirar a


Gunter y al hacerlo no sabía si lloraba o si lo besaba, como no
pudo aguantar la emoción hizo las dos cosas al mismo tiempo
y se besaron apasionadamente durante varios minutos. Allí en
el cielo, se concretaba la esperanza de que un amor pudiera
sobrevivir aunque bajo las peores circunstancias y ya no había
sombras, todo era luz…

___ ¿Señor Gunter? __le llamó el comandante del avión.


__ ¿Nuestro plan de vuelo es?

___ España __ y así se fueron para vivir su gran amor


juntos por toda la vida…

Luz María se dio vuelta y le dijo a su padre:

114 | Página
___ Papá, no te olvides que tienes que contarme
muchas cosas.

Se miraron y lloraron…

Pero esa ya es otra historia…

FIN

115 | Página
A – FOTO DE LA INVASIÓN DE VARSOVIA

B – FOTO DE LA INVASIÓN DE VARSOVIA

116 | Página
C – FOTO DE LA INVASIÓN DE VARSOVIA

D – FOTO DE LA INVASIÓN DE VARSOVIA

117 | Página
E – FOTOS DE ALGUNAS VICTIMAS DE RAVENSBRÜCK

Stanisława Czajkowska Alfreda Prus

Helena HegieR Anna Sienkiewicz

118 | Página
F – FOTOS DE ALGUNAS VICTIMAS DE RAVENSBRÜCK

Zofia Kormańska Zofia Modrowska

Jadwiga Dzido Jadwiga DzidoC

119 | Página
G – FOTO DE ALGUNAS VICTIMAS DE RAVENSBRÜCK

Janina Marczewska Zofia Modrowska

Wacława Andrzejak Wojciecha Buraczyńska

120 | Página
H – FOTO DE LOCALIZACIÓN DE RAVENSBRÜCK

I – FOTO DE LOCALIZACIÓN DE RAVENSBRÜCK

121 | Página
J – FOTO DE ALGUNAS GUARDIANAS REALES DE RAVENSBRÜCK

122 | Página
K - FOTO DE ENCARCELADAS EJERCIENDO TRABAJO ESCLAVO

L - FOTO DE ENCARCELADAS EJERCIENDO TRABAJO ESCLAVO

123 | Página
M - FOTO DE ENCARCELADAS EN EL CAMPO

BIBLIOGRAFÍA

124 | Página
Foto de portada
http://confesionesempaticas.blogspot.com.br/

Sobre la Segunda Guerra Mundial


http://es.wikipedia.org/wiki/Segunda_Guerra_Mundial

Invasión de Polonia – Varsovia


http://www.ushmm.org/wlc/es/media_ph.php?
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http://www.ushmm.org/wlc/es/media_ph.php?
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Heil Hitler
http://es.wikipedia.org/wiki/Sa

Apellidos judíos
http://www.enplenitud.com/apellidos-judios-origen-y-
cambios-a-traves-de-los-siglos.html

Apellidos alemanes
http://es.wikipedia.org/wiki/Kaufman
Inspiración para el apellido de Gunther
http://es.wikipedia.org/wiki/Familia_Thyssen-Bornemisza
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La destrucción de Varsovia
http://ejercitopolacosegundaguerramundial.blogspot.com.br/
2013/05/la-destruccion-de-varsovia-durante-la.html

Nombre del personaje principal - Gunter


http://es.wikipedia.org/wiki/Gunter

Invasión de Polonia en 1939


http://es.wikipedia.org/wiki/Invasi
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Franquistas
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Campos de concentración
http://www.elreferente.es/cultura/campos-de-
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Mujeres en los campos nazis
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Mujeres judías durante el holocausto

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Guardianas
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Ravensbrück
http://es.wikipedia.org/wiki/Campo_de_concentraci
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Heer Kommandant
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Fräulein
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Historia de Polonia
http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Polonia

Judeu oculto
http://revistaplaneta.terra.com.br/secao/cultura/judeu-
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Mujeres en los campos nazis

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Orquesta Roja
http://es.wikipedia.org/wiki/Orquesta_Roja

Poesías alemanas
http://wwwpoetasalemanes.blogspot.com.br/

Fotos de prisioneras ejerciendo trabajo esclavo


http://history1900s.about.com/library/holocaust/blravensbr
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Victimas de Ravensbrück
http://individual.utoronto.ca/jarekg/Ravensbruck/Photogra
phsofvictims.html

Reportajes importantes sobre Ravensbrück


http://elpais.com/diario/2005/04/17/internacional/1113688
817_850215.html
http://www.memoriales.net/topographie/Alemania/ravens.h
tm

Se permite a las mujeres estudiar


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http://blogdecorina.blogspot.com.br/2010/03/que-pasaba-
hace-100-anos.html

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