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DIÓCESIS DE SANTO DOMINGO

EN ECUADOR
SANTAS MISIONES POPULARES

Effetá es una herramienta para el Estudio del Evangelio en pequeños grupos de vecinos en los
sectores misioneros. Su publicación es semanal y no impresa.
Año 2021 - Mes mayo - Semana del 23 al 29 - No. 65

¡Effetá!
TEXTO BÍBLICO:
MARCOS 3, 28-30

“Dios está mirando siempre al hombre, aunque


el hombre, para pecar, cierre los ojos para no ver a Dios”.

Cayetano Fernández, Pbro.

I. TRABAJO PREVIO EN CASA

1. Transcribir en un cuaderno los textos bíblicos según la cartilla.


2. Para la reunión semanal se ha escogido el texto de Marcos 3, 28-30
3. Antes de la reunión semanal (presencial o virtual) de estudio del Evangelio:
a. Resalta los detalles del texto que te llamen la atención.
b. Investiga, para comprender mejor el texto.
c. Escribe lo que quieres compartir en la reunión.

II. REUNIÓN SEMANAL: AMBIENTACIÓN

El Misionero debe velar por:


1. El lugar de reunión presencial o virtual.
2. La acogida, el saludo fraterno, la bienvenida a antiguos y nuevos.
3. El canto y la oración inicial al Espíritu Santo.
III. SINTONICEMOS CON LA PALABRA DE DIOS

Lector/a: Marcos 3, 28-30

"Yo les aseguro que se perdonará todo a los hijos de los hombres,
los pecados y las blasfemias, por muchas que éstas sean. Pero el
que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca,
antes bien, será reo de pecado eterno.» Es que decían: «Está
poseído por un espíritu inmundo.»" Palabra de Dios.

Misionero/a: RESALTEMOS lo que más nos ha llamado la atención del texto. Se


puede compartir lo que se ha escrito previamente en casa. Ahora les invito a fijarse
atentamente en estos elementos:

Al comienzo del capítulo 3, Marcos nos cuenta la narración de un milagro de Jesús:


la curación del hombre con la mano paralizada en día sábado, esto fue un hecho
escandaloso para los judíos y sobre todo para los fariseos que aparecen en escena
desde el inicio. El sábado es un día sagrado y no se puede romper, según la Ley de
Moisés. Desde allí buscan terminar con Jesús.

¿Cómo lo harán? Marcos nos cuenta dos maneras de ponerse contra Jesús.
Nuestros versículos a reflexionar nos narran una de ellas: la no creencia.

Por eso, negar las obras de Jesús y atribuirlo a poderes malignos es atentar contra
el Espíritu Santo, contra Dios mismo. Porque no solamente refleja una oposición,
una incomprensión o envidia a la obra de Jesús, va más allá. Es dudar que Jesús es
el enviado del Padre. Los fariseos y los escribas se desvinculan del proyecto de Dios
porque simplemente han decidido no creerle a su mensajero.

En la vida cotidiana pueden suceder cosas similares, ¿creen en el mensajero? ¿el


mensajero se identifica con Dios? Jesús nos advierte que, a lo largo del camino de
la vida del creyente, encontraremos fariseos y escribas que estarán atentos a las
obras que hacemos para inmediatamente en duda el mensaje.

Sobre el pecado contra el Espíritu Santo, el catecismo de la Iglesia Católica en el


número 2864, señala: “«Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres,
pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada» (Mc 3, 29; cf Mt 12,
32; Lc 12, 10). No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega
deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento
rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo
(cf. Dominun et vivificantem 46). Semejante endurecimiento puede conducir a la
condenación final y a la perdición eterna”.

“Santo Tomás, señaló que el “pecado contra el Espíritu Santo” es todo pecado que
pone un obstáculo particularmente grave a la obra de la redención en el alma, es
decir, que hace sumamente difícil la conversión al bien o la salida del pecado; así:
1. Lo que nos hace desconfiar de la misericordia de Dios o nos alienta a
pecar.
2. Lo que nos hace enemigos de los dones divinos que nos llevan a la
conversión: el rechazo de la verdad y la envidia u odio de la gracia.
3. Y finalmente, lo que nos impide salir del pecado: la impenitencia, es
decir, la negativa a arrepentirnos y dejar nuestros pecados y, la obstinación
en el mal, es decir, la reiteración del propósito de seguir pecando.

(https://www.es.catholic.net/op/articulos/63628/cat/13/cual-es-el-pecado-
contra-el-espiritu-santo.html#modal)

IV. ESCUCHEMOS

Misionero/a: Veamos ahora lo que nos quiere decir Dios a nosotros en esta
Palabra, COMPARTAMOS:

1. ¿Cuál es una forma clara de oponerse a Jesús?


2. ¿En qué consiste el pecado contra el Espíritu Santo?

V. DESDE NUESTRA REALIDAD ILUMINEMOS

Misionero/a: Leamos el siguiente relato:


Cuentan que un alpinista se preparó durante varios años para conquistar el
Aconcagua. Su desesperación por proeza era tal que, conociendo todos los riesgos,
inició su travesía sin compañeros, en busca de la gloria sólo para él. Empezó a subir
y el día fue avanzando, pero decidió seguir subiendo para llegar a la cima ese
mismo día. Pronto oscureció. La noche cayó Todo estaba oscuro, no se podía ver
nada, sin embargo, siguió subiendo y estando a unos cien metros de la cima, se
resbaló y se desplomó por los aires. Cayó vertiginosamente, tenía la terrible
sensación de ser succionado por la gravedad, pensaba que iba a morir, pero de
repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos. Como buen alpinista,
había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo
amarraba de la cintura. En esos momentos de quietud, suspendido por los aires
sin ver absolutamente nada en medio de la terrible oscuridad, no le quedo más
que gritar: "¡Ayúdame Dios mío, ayúdame Dios mío!". De repente una voz grave y
profunda de los cielos le contestó: "¿Qué quieres que haga?" Él respondió:
"Sálvame, Dios mío". Dios le preguntó: "¿Realmente crees que yo te puedo
salvar?" "Por supuesto, Dios mío", respondió. "Entonces, corta la cuerda que te
sostiene", dijo Dios. Siguió un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró
más a la cuerda y se puso a pensar sobre la propuesta de Dios. Al día siguiente, el
equipo de rescate que llegó en su búsqueda, lo encontró muerto, congelado,
agarrado con fuerza, con las dos manos a la cuerda, colgado a sólo dos metros del
suelo.

Misionero/a: Ahora COMENTEMOS:

1. ¿Qué te pareció la historia?


2. ¿Piensas que muchas veces nos falta confiar más en Dios?
3. ¿Qué formas de “no creencia” podríamos vivir hoy?

VI. ACTUEMOS

Misionero/a: Ante esta reflexión, establezcamos COMPROMISOS:


1. Frente a las diversas circunstancias pondré todo en las manos de Dios.
2. Me acercaré con arrepentimiento al sacramento de la confesión.

VII. MOMENTOS FINALES

Misionero/a: Hagamos espontáneamente oraciones que salgan de nuestro


corazón. Al finalizar éstas, haremos la oración por las SMP. Por
último, compartiremos un sincero de manera espiritual abrazo de
paz como despedida.

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