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ETAPA ORAL:
ETAPA FALICA:
Se extiende desde los tres hasta los cinco años y la zona erógena asociada
a ella es el área de los genitales. Es en esta tercera etapa de desarrollo
infantil que los niños se vuelven conscientes de su propio cuerpo, los
cuerpos de los otros niños, y los cuerpos de sus padres, y satisfacen la
curiosidad física por desnudarse y explorarse entre sí y los genitales, y así
aprender la física (sexual), las diferencias entre lo "masculino" y lo
"femenino" y las diferencias de género entre el "niño" y la "niña"
ETAPA LATENTE:
La teoría del desarrollo psicosocial fue creada por el psicólogo alemán Erik
Erikson a partir de la reinterpretación de las fases psicosexuales
desarrolladas por Sigmund Freud. Según la teoría de Erikson el niño en sus
primeras etapas de desarrollo es una especie de egocentrista todo gira en
torno a él y poco a poco va asumiendo que vive en un contexto social. Esto
quiere decir que se irá descentrando de esa postura para sentirse parte de
un todo.
Se entiende por desarrollo psicosocial el proceso de transformaciones que
se dan en una interacción permanente del niño o niña con su ambiente
físico y social. Este proceso empieza en el vientre materno, es integral,
gradual, continuo y acumulativo.
Todo ser humano se adapta desde la infancia a una serie de normas que la sociedad ha
establecido. A este proceso se le denomina socialización, y es a través de éste que la cultura y
las normas se van inculcando a los niños desde pequeños. El primer contacto que tiene un niño
con miembros de la sociedad es con sus padres. El proceso de socialización se da a través de
las instituciones que conforman dicha sociedad, es por eso que la familia es la primer
institución en la cual una persona va desarrollando su parte social, lo que sucede desde el
momento de su nacimiento.
La conducta del niño se va moldeando según sea su contacto con el resto de las instituciones
sociales. Si bien, los padres son los primeros agentes de educación, también el resto de la
familia ejerce gran influencia en el comportamiento
del niño. Todo lo que éste se va apropiando, se genera a partir de lo que observa. Lo que sus
padres o miembros de la familia desempeñen día con día, será aprendido por el niño y a través
del ejemplo, éste irá desarrollando una personalidad propia. Otra de las instituciones que
influyen en un infante es la escuela. Es ahí donde se van creando los primeros lazos
interpersonales, ya que las amistades se van formando debido a que se comparten varios
elementos, como la edad, los intereses, el nivel sociocultural, etc. Las relaciones sociales del
niño forman parte de una de las dimensiones más importantes del desarrollo infantil.
Existen otras instancias sociales como la iglesia y los medios de comunicación que influyen en
el desarrollo de los niños. Actualmente, se presenta mucha facilidad en la accesibilidad a los
medios de comunicación, que muchas veces contienen mensajes que no son los adecuados
para el desarrollo de la niñez. La familia, la escuela y las demás instituciones sociales pueden
presentar diversos elementos que resulten negativos en el entorno social del niño haciendo
difícil y negativa la expresión individual del mismo. No todo lo que rodea al infante tiene
repercusiones positivas y hay que buscar evitar que el desarrollo sea negativo, ya que puede
tener consecuencias que afecten en distintos ámbitos sociales de desarrollo individual del
niño.
Es muy importante identificar qué institución o qué miembro social está ejerciendo influencia
negativa en los niños, para así evitar que ésta crezca en ellos. También puede ocurrir que los
niños que ya están influidos de manera negativa por su entorno, puedan ser miembros sociales
que generen ambientes negativos en los demás niños. Después de identificar qué ejerce una
influencia negativa en ellos, hay que capacitarlos para que se promueva la salud desde las
distintas instituciones sociales en las que ellos se encuentran. Es decir, los padres y maestros,
La personalidad es una entidad única y específica de cada persona que nos define y nos
caracteriza. La personalidad de los niños tiene unas bases genéticas, una predisposición
temperamental, pero éstas se van moldeando a medida que las diferentes experiencias,
interpretaciones y emociones asociadas permiten la construcción de la propia identidad y el
desarrollo de la personalidad
Por estos motivos, es fundamental prestar atención al proceso que propicia el desarrollo de la
personalidad de los niños y fomentar la construcción de una personalidad madura.