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El hogar fue destinado a ser una bendición para toda la humanidad. La sociedad
que tenemos hoy en día es producto de la crianza de los padres hacía los hijos. Debido a
esta razón, el carácter que haya sido amoldado en la infancia es y será el resultado y la
influencia que ejerza sobre la sociedad. Es esta la razón del hogar cristiano, es aquí donde
los padres muestran a sus hijos los frutos del espíritu, es donde se preparan a los próximos
ciudadanos de la patria celestial. Los hijos temerosos, que glorifican a Cristo aquí en la
tierra, serán los mismos que entrarán por las puertas de la nueva Jerusalén.
Los que habiten en el hogar cristiano, deben sentir que ese lugar es el más
atractivo del mundo, debe ser un lugar cómodo, lleno de alegría y paz. El orden debe estar
presente, tanto el orden físico como así también el orden moral. Los ángeles del cielo
esperan que los hijos de Dios, sean limpios, en su corazón, en su manera de vestir y de
hablar. Deben ser transparentes e irreprochables, estos deben reflejar el carácter de
Cristo.
Ningún hombre o mujer debiera casarse sin saber lo que implican los deberes de
la vida domestica práctica, ni aun sea bajo el mas elaborado pretexto. ¿Cómo podrían una
pareja de novios casarse sin tener la seguridad de poder y saber cuidar de hijos que la
familia pudiera tener? . La pareja debiera conocer del trabajo doméstico, de la educación
y la cortesía, debieran estos ser atentos a los principios de la higiene, conocedores del
trabajo y consientes del valor de la educación.
Debemos orar a Dios para que él santifique nuestras vidas, ya sea nuestra lengua,
nuestros oídos, nuestros ojos y todos nuestros miembros sean santificados por Dios. Sea
Dios quien nos brinde el amor, la unidad y la paz que solo él puede otorgar al ser humano.
Al acercarnos a Cristo, logramos acercarnos más los unos a los otros, los novios a sus
novias, los esposos a sus esposas y los padres a los hijos.
Los niños son partes del plan de Dios y es por eso que los padres deben ser la
conducción que los niños reciban para entrar por las puertas de la eternidad. Sean ellos
una bendición en sus vidas, y en la vida de otras tantas personas que podrían ser
alcanzadas por su testimonio.
Dios brinda a cada hijo suyo la posibilidad de discernir entre lo bueno y lo malo,
nos brinda la capacidad de tener dominio propio. Incluso podría decir que nos deja un
manual hacia una vida feliz acá en la tierra y la posibilidad de disfrutar de un pedacito de
cielo. Dios nos brinda su instrucción, y su acompañamiento en los momentos buenos y
aun en los malos. En su infinito amor y en su infinita misericordia nos brinda la posibilidad
de ser felices y de poder ser instrumentos en sus manos. Por medio de la crianza de los
hijos podemos tener la posibilidad de que ellos puedan formar otras familias y así poder
preparar a los próximos ciudadanos del cielo.