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Neurofibromatosis
Los neuro fibromas solitarios son lesiones de crecimiento lento que pueden desarrollarse por
proliferaciones de las células de Schwann, células peri neurales y fibroblastos, por lo que pueden
presentarse en cualquier lugar donde existan terminaciones nerviosas.
Nevos
Son lesiones pigmentadas de la piel, formadas por un grupo de células nevo-melanocíticas benignas
en dermis y epidermis.
1. Nevo de la unión dermo-epidérmica: aparece como una mácula plana, color marrón oscura.
Se da en pacientes jóvenes.
2. Nevo compuesto: lesión papular, con bordes de un color marrón uniforme más tenue.
3. Nevo intradérmico: se da por el desplazamiento de células névicas hacia la dermis. Es una
lesión de mayor relieve, con mayor pérdida de pigmentación
Queratosis seborreica
Tumor benigno muy frecuente, que afecta especialmente cabeza, cuello, tronco y también genitales
externos. Se producen por el crecimiento de queratinocitos y melanocitos, que da la apariencia de
una verruga oscura sobre la piel. Clínicamente se observa una placa con relieve y con superficie
irregular, de color marrón oscuro o negruzco.
Condilomas
El condiloma acuminado, aunque no es una patología muy frecuente, se suele asociar con la
infección por el virus del papiloma humano en todo el tracto ano genital. Estas lesiones están
relacionadas con virus del papiloma humano 6 y 11. Su tratamiento reduce el riesgo de transmisión
del virus del papiloma humano y por ende de la posibilidad de infección y/o desarrollo de neoplasia
secundaria. Clínicamente se observa pápulas hiperqueratosis y exofíticas (condiloma exofítico o
papilomatoso), las lesiones casi siempre son múltiples, con excesiva humedad, pueden presentarse
asintomáticas o con prurito
TRATAMIENTO
Las alternativas terapéuticas dependen del estadio; la cirugía o la radioterapia son altamente
eficaces en los estadios iniciales, mientras que la radioterapia es el tratamiento primario para
estadios más avanzados.6,7 No se ha mostrado que la quimioterapia sea curativa en el caso del
cáncer vaginal avanzado y no hay regímenes farmacológicos estándares.
TUMORES BENIGNOS
Los tumores benignos de tejido conectivo de origen epitelial son poco usuales en su localización
vulvar; de estos el más frecuente es el pólipo fibroepitelial, también conocido como acrocordón o
apéndice cutáneo El pólipo fibroepitelial fue descrito inicialmente por Norris y Taylor en 1996,
llamado inicialmente pólipo pseudosarcomatoso por su imagen atípica factible de confundirse con
el sarcoma botroides. El pólipo fibroepitelial de vagina es extremadamente raro antes de la
menarquía y después de la menopausi, predominando en mujeres obesas y diabéticas El descontrol
hormonal puede facilitar el desarrollo de pólipo fibroepitelial, como los niveles elevados de
estrógeno y progestágeno durante el embarazo. No hay reportes en cuanto a su relación con
infecciones como el virus de papiloma humano. Esta tumoración se presenta principalmente en
sitios como axila y cuello, pero también en otros sitios como abdomen, espalda, pliegues cutáneos y
sitios inusuales como región perineal, anal, vulvar, vaginal, pene y mucosa oral
Macroscópicamente la apariencia clínica varía básicamente en tres presentaciones: de una lesión
pequeña de color grisáceo, un crecimiento papilomatoso pigmentado semejante a un condiloma, y
un tumor pediculado e hipopigmentado. Generalmente son asintomáticos y son diagnosticados por
la misma paciente, aunque pueden presentar manifestaciones clínicas como la irritación, sobretodo
en mujeres obesas. Cuando son de mayor tamaño, pueden presentar ulceraciones.
Histológicamente están compuestos por un estroma fibrovascular rico en colágeno y tejido fibroso,
que en ocasiones presenta una leve reacción inflamatoria crónica en el estroma. Está cubierto de
epitelio queratinizante que puede ser grueso con acantosis, papilomatosis e hiperqueratosis
TRATAMIENTO:
Se hace la resección del mismo. Para la realización del procedimiento se aplicó anestesia local, con
técnica de asepsia y antisepsia. Luego se realizó exéresis del tumor con bisturí eléctrico y electro
coagulador, corroborando hemostasia y dando por terminado el procedimiento. La paciente tuvo
seguimiento médico por un año sin presentar recurrencia de la tumoración.
DIAGNOSTICO:
Laboratorio:
- BH
- VSG
Gabinete
- Ecografía
- Historiografías
- Hieroscopia
TRATAMIENTO:
- Miomectomía abdominal
- Histerectomía vaginal
- Vía vaginal
- Miomectomía por laparoscopia
- Embolización de las arterias uterinas
ANATOMIA PATOLOGICA
- Redondas
- Ovoideos
- Fusiformes
- Cilíndricos
- Único o múltiple
- Tamaño 0,5 -2,5
DIAGNOSTICO:
- Ecografía
- Historiografía
- Histeroscopia
- Legrado uterino
TRATAMIENTO
- Legrado
- Histerectomía
- Extirpación por histeroscopia
Pólipos endocervicales
Son masas de tamaño variable que asoman por el orificio externo del cuello uterino. Muchas veces
no dan síntomas, aunque es frecuente que ocasionen pérdidas hemáticas vaginales irregulares, en
cuyo caso se suele proceder a su extirpación de manera ambulatoria. A veces se asocian a procesos
inflamatorios del cuello uterino.
Quistes
Los quistes de Naboth son el producto de la obstrucción del tejido glandular del cuello uterino, de
modo que se produce un acumulo de secreción mucosa que se enquista. Su volumen puede ser
variable, como también su localización en el cuello. Otros quistes del cuello uterino pueden ser
consecuencia de la endometriosis o de inclusiones parasitarias.
Eversiones del epitelio cilíndrico
La eversión del epitelio cilíndrico, conocida también como ectopia, es un hallazgo frecuente en la
infancia, durante el embarazo o cuando se está bajo tratamiento con anticonceptivos hormonales.
Suele desaparecer en la menopausia. Tan solo requiere tratamiento si se asocia a sintomatología
(pérdidas hemáticas).
Cáncer del cuello uterino
Es uno de los más frecuentes entre los que afectan al aparato reproductor femenino. En la mayoría
de los casos el responsable de este cáncer es el virus del papiloma humano (VPH).
Factores de riesgo
Los factores de riesgo para el cáncer de cuello uterino incluyen los siguientes:
•Muchas parejas sexuales.
•Actividad sexual a edad temprana.
•Otras infecciones de transmisión sexual (ITS).
•Sistema inmunitario debilitado.
•Tabaquismo.
•Exposición a medicamentos para la prevención de abortos espontáneos.
DIAGNOSTICO:
el diagnóstico de la presencia de este virus es mediante la citología cervical (test de Papanicolaou),
la colposcopia, la biopsia cervical, las técnicas de hibridización, etc., despierta gran alarma entre la
población femenina, hay que recordar que desde el momento de la llegada del virus al cuello uterino
hasta la aparición del cáncer (si esto ocurre) pasarán muchos años, durante los cuales podremos
efectuar un correcto diagnóstico y un tratamiento que nos evite llegar a la situación de cáncer
cervical
Las trompas de Falopio forman parte del sistema reproductor de la mujer. Son pequeños
conductos que conectan los ovarios con el útero. Habitualmente, todas las mujeres cuentan
con 2 trompas de Falopio, ubicadas una a cada lado del útero. Durante la ovulación
mensual de la mujer, usualmente se libera un óvulo desde un ovario y viaja a lo largo de
una trompa de Falopio hacia el útero.
El cáncer de la trompa de Falopio se desarrolla en los conductos que van desde
el ovario hasta el útero.
La mayoría de los tumores malignos que afectan a la trompa de Falopio proceden de
otras partes del cuerpo.
Al principio, la mujer puede presentar síntomas leves, como dolor abdominal o
hinchazón, o ningún síntoma.
La tomografía computarizada se indica para detectar anomalías y la cirugía se lleva
a cabo para confirmar el diagnóstico.
Por lo general se extirpan el útero, los ovarios, las trompas de Falopio, los ganglios
linfáticos adyacentes y los tejidos circundantes y se aplica después quimioterapia.
Localización de los órganos reproductores femeninos internos
Síntomas
Los síntomas del cáncer de trompa de Falopio consisten en cierto malestar abdominal,
distensión y dolor en la región pélvica o en el abdomen. Algunas mujeres presentan una
secreción vaginal acuosa. Cuando el cáncer está avanzado, la cavidad abdominal puede
llenarse de líquido (lo que se denomina ascitis), y se puede notar la presencia de un gran
bulto (masa) en la pelvis.
Diagnóstico
Tomografía computarizada
Cirugía para confirmar el diagnóstico
El cáncer de la trompa de Falopio rara vez se diagnostica de forma precoz. En algunos
casos, se diagnostica precozmente porque la masa u otra alteración se detecta durante una
exploración ginecológica de rutina o en una prueba de diagnóstico por la imagen realizada
por otro motivo. Por lo general, el cáncer no se diagnostica hasta que está avanzado, cuando
es obvio, ya que se observa una gran masa o una ascitis grave.
Si se sospecha la presencia de cáncer en la trompa de Falopio, se solicita habitualmente una
tomografía computarizada (TC). Si los resultados sugieren la presencia de un cáncer, se
practica una intervención quirúrgica para confirmar el diagnóstico, determinar el grado de
la extensión (Estadificación), y eliminar la mayor cantidad posible de tumor.
Los médicos consideran la posibilidad de recomendar pruebas genéticas para cualquier
mujer que reciba un diagnóstico de cáncer de las trompas de Falopio (u ovario). Los
médicos también preguntan sobre cualquier tipo de cáncer que hayan tenido los familiares.
Esta información ayuda a los médicos a identificar a las mujeres que tienen más
probabilidades de sufrir una forma hereditaria de cáncer, como la causada por mutaciones
en los genes BRCA.
Estadificación
Se determina el estadio del cáncer (estadificación) en función de hasta dónde se ha
diseminado:
Estadio I: el cáncer afecta solo a una o ambas trompas de Falopio.
Estadio II: el tumor se ha diseminado a los tejidos cercanos, pero sigue estando
dentro de la pelvis (que contiene los órganos reproductores internos, la vejiga y el
recto).
Estadio III: el cáncer se ha diseminado fuera de la pelvis a los ganglios linfáticos
y/o a los órganos abdominales (como la superficie del hígado).
Estadio IV: el cáncer se ha diseminado a órganos distantes.
La estadificación del cáncer de trompa de Falopio requiere cirugía para realizar una biopsia
de las áreas anormales y extirpación y control de los ganglios linfáticos cercanos.
Pronóstico
El pronóstico para las mujeres que sufren cáncer de las trompas de Falopio es similar al de
las mujeres con cáncer de ovario. El pronóstico depende del estadio en el que se encuentre
el cáncer y de la edad de la mujer.
Los porcentajes de mujeres que sobreviven 5 años después del diagnóstico y el tratamiento
(la tasa de supervivencia a 5 años) son los siguientes
Estadio I: alrededor del 90-95%
Estadio II: cerca de un 70-80%
Estadio III: cerca del 50-60%
Estadio IV: cerca del 20%
Tratamiento
Por regla general, extirpación del útero, los ovarios, las trompas de Falopio, los
ganglios linfáticos adyacentes y los tejidos circundantes
A veces, extirpación de todo el tejido que parece afectado (cirugía citorreductora)
Quimioterapia
El tratamiento del cáncer de trompa de Falopio casi siempre consiste en la extirpación
quirúrgica del útero (histerectomía), de los ovarios y de las trompas de Falopio
(salpingooforectomía), de los ganglios linfáticos adyacentes y de los tejidos circundantes.
Estos procedimientos se suelen practicar cuando se realiza la cirugía para determinar el
estadio del cáncer. Algunas veces, la cirugía para determinar el estadio del cáncer de
trompas de Falopio y realizar su tratamiento se puede realizar mediante laparoscopia.
En caso de tumore más avanzado que se han extendido a otras partes del cuerpo,
generalmente se extirpa la mayor cantidad posible de tejido tumoral para prolongar la
supervivencia. Este tipo de cirugía se denomina cirugía citorreductora. Dependiendo de las
zonas a las que el cáncer se haya diseminado, la persona afectada puede recibir tratamiento
con quimioterapia en lugar de cirugía o bien recibirlo antes o después de la misma.
Al igual que sucede en el cáncer de ovario, después de la cirugía suele ser necesaria la
quimioterapia. Puede utilizarse quimioterapia a fin de eliminar cualquier pequeña zona cancerosa
que haya quedado tras la cirugía. Los fármacos antineoplásicos más utilizados son carboplatino
mas paclitaxel. La radioterapia rara vez es útil.
En el cáncer que se ha extendido ya a otras partes del cuerpo, la extirpación, en lo posible, de la
mayor parte del tumor mejora el pronóstico.
En la imagen izquierda se observa una mamografía con nódulo con características radiológicas de benignidad,
luego de realizar un estudio ecográfico (Imagen derecha) se comprobó que este era un quiste simple.
Hamartomas
Son tumores poco frecuentes que a veces adquieren tamaños importantes sin poder ser
reconocidos a la exploración debido a su semejanza con el tejido mamario circundante y su
blandura. Su característica principal es la de poseer todos los tejidos normales de la mama.
Aparecen alrededor de los 40 años y su extirpación tan sólo es necesaria en caso de duda
diagnóstica o deseo expreso de extirpación por parte de la paciente.
Lipomas
Son tumoraciones blandas, bien delimitadas, benignas, constituidas por tejido graso y
muchas veces distribuidas en otras partes del organismo. No requieren extirpación salvo
deseo expreso de la paciente.
Papilomas
Son tumoraciones proliferativas exofíticas situadas en el interior de los conductos
galactóforos. Suelen descubrirse al detectar la paciente o el médico una secreción clara o
sanguinolenta que aparece por un solo orificio del pezón. A veces esta secreción es mínima,
aunque lo habitual es que sea tan evidente que la mujer se encuentra gotitas de sangre en su
sujetador.
El papiloma se puede presentar aislado o en escaso número, en un conducto principal, es el
llamado papiloma canalicular solitario, o bien en varios conductos de mucho menos calibre,
alejados del pezón y agrupado en número más o menos importante siendo la denominada
papilomatosis canalicular múltiple.
Con el diagnóstico de papiloma se debe proceder al tratamiento quirúrgico. El motivo de la
intervención es el confirmar la benignidad del proceso. Además, se ha podido demostrar
que son lesiones potencialmente malignas, es decir, con riesgo de cancerificación, aunque
esta eventualidad es más frecuente en el caso de la papilomatosis múltiple que en el
papiloma solitario.
Adenoma de pezón
Es una tumoración no frecuente, de características semejantes al papiloma y localizada en
el pezón o en la zona inmediata retro areolar. Aparece como una tumoración blanda en esta
zona con fácil sangrado por el pezón o incluso a veces erosionándolo. El adenoma de pezón
es una lesión benigna, aunque, dadas sus características clínicas, debe ser extirpado para
evitar el sangrado y para realizar un correcto diagnóstico diferencial con el cáncer.
Mastopatía fibroquística
El concepto de mastopatía fibroquística es sinónimo de la displasia mamaria o de la
enfermedad fibroquística. Consiste en un exceso más o menos fisiológico de los
componentes normales de la mama, es decir, del tejido glandular epitelial y del estroma que
lo rodea.
Se acepta que trastornos hormonales locales o generales son los causantes de este proceso,
aunque muchas veces es imposible encontrar la anomalía mediante pruebas de laboratorio.
En el seno de una mama fibroquística pueden aparecer varias formaciones quísticas de
tamaño más o menos importante. La paciente puede notar la aparición de un nódulo que ha
adquirido un tamaño considerable en poco tiempo. Algunas veces aparece un dolor referido
en la zona tumoral. Otras veces el diagnóstico del quiste es precedido por una mamografía
de control sin que su portadora lo haya notado. En cualquier caso, la mamografía detectará
un nódulo de contornos bien definidos y será la ecografía mamaria la que permitirá
distinguir su contenido, sólido o líquido.
CISTOADENOMA
Estas frecuentes neoplasias quísticas uniloculares están tapizadas por células epiteliales
altas, cilíndricas y ciliadas, llenas de un líquido seroso claro y de superficie lisa con
abundantes vasos.
El riesgo de presentar tumores epiteliales se incrementa con el paso de la edad, ya que, pese
a que la declinación de la función ovárica marca el envejecimiento gonadal progresivo, el
ovario humano nunca pierde su capacidad para generar tumores. Por lo general, cuando es
detectado, su tamaño es grande, por lo que la imagenología puede ayudar en su diagnóstico.
Para llegar al diagnóstico se deben realizar las siguientes pruebas: historia clínica y
exploración física, hemograma, estudio de la coagulación, ecografía abdominal; la
tomografía axial computarizada abdominopélvica ayuda a confirmar el diagnóstico y
completar el estudio de la extensión.
CISTOADENOFIBROMA
CISTOADENOCARCINOMA
Tumor maligno derivado del epitelio glandular, que forma cavidades quísticas con
secreciones líquidas junto con áreas sólidas y que suele aparecer en el ovario.
El ovario está formado por 3 tipos de células: germinales, que producen los ovocitos,
estromales, que se encuentran entre las anteriores y epiteliales, que recubren la superficie
del ovario. El 85-90% de los cánceres de ovario son epiteliales y pueden clasificarse en
serosos ( los más frecuentes ), mucinosos, endometrioides, de células claras o
indiferenciados.
Tumor de células transicionales que invade el estroma fibroso adyacente. Con frecuencia
coexiste con áreas de tumor de Brenner benigno. Aparece en mujeres entre 50 a 70 años de
edad y en 12% de los casos son bilaterales. La presentación clínica y las características
macroscópicas son similares a las descritas en los tumores de Brenner de tipo fronterizo.
CORIOAMNIONITIS
Existen unos criterios clásicos (de Gibbs) para hacer el diagnóstico adecuado:
Fiebre materna > 37.8°C y dos o más de los siguientes criterios clínicos menores:
- Taquicardia materna (>100 latidos/minuto).
- Taquicardia fetal (>160 latidos/minuto), que la valoramos al hacer una monitorización
fetal.
- Leucocitosis materna (>15000 leucocitos/mm3).
- Irritabilidad uterina (definida como dolor a la palpación abdominal y/o dinámica uterina).
Normalmente estas contracciones no ceden con los uteroparalizantes.
O Leucorrea o secreción vaginal maloliente.
• Lo más frecuente es que esté provocada por las bacterias que normalmente habitan en la
vagina: Escherichia coli (E. coli) y estreptococos del Grupo B.
• La corioamnionitis se presenta cuando el saco amniótico lleva roto mucho tiempo, lo que
permite que las bacterias de la vaginasuban y entren en el útero.
• Dentro de las membranas del saco o bolsa amniótica se encuentra el líquido que rodea el
bebé dentro del útero durante el embarazo y es vital para su desarrollo.
• Si se rompen estas membranas se pierde el líquido amniótico que rodea al feto, que queda
desprotegido. Al mismo tiempo, las bacterias de la vagina pueden llegar al útero.
• La conocida como 'rotura de aguas' puede darse en cualquier momento del embarazo,
aunque lo más habitual es que se produzca de manera espontánea a partir de la semana 37
de gestación. De hecho, es una de las señales más claras de que el parto está a la vuelta de
la esquina.
• Sin embargo, en un 10% de las ocasiones se produce de manera prematura. Si es el caso,
hay que acudir inmediatamente a urgencias para que los médicos evalúen si provocar el
parto o dejar a la mamá ingresada en observación. Así se puede evitar o tratar cuanto antes
una posible corioamnionitis.
SÍNTOMAS
Pueden ser distintos según cada persona. Algunos son:
• Fiebre.
• Aumento de la frecuencia cardíaca tanto en la madre como en el feto. La gestante la
tendrá por encima de 100 latidos por minuto y el bebé de más de 160 latidos por minuto.
• Dolor o sensibilidad en la zona del útero.
• Aumento de las contracciones uterinas.
• Olor desagradable, que viene del líquido amniótico.
DIAGNOSTICO
INFECCIONES DE PLACENTA
La infección intraamniótica
es una infección de los tejidos alrededor del feto, como el líquido que lo rodea (líquido
amniótico), la placenta, las membranas alrededor del feto o una combinación de varios de
ellos
• La infección intraamniótica aumenta el riesgo de problemas para la madre y el feto.
• Las mujeres suelen tener fiebre y, a menudo, dolor pélvico y secreción vaginal.
• Por lo general, los médicos pueden diagnosticar la infección con una exploración física,
pero a veces el líquido amniótico debe ser analizado.
• Se administran antibióticos y medicamentos para reducir la temperatura corporal y se
programa el parto para tan pronto como sea posible.
Las complicaciones del embarazo, como la infección intraamniótica, son problemas que
aparecen solo durante el embarazo. Pueden afectar a la mujer, al feto o a ambos y
presentarse en diferentes momentos del embarazo. Sin embargo, la mayor parte de las
complicaciones del embarazo se pueden tratar con buenos resultados.
Tener bacterias que pueden causar infecciones en el tracto genital también hace que las
infecciones intraamnióticas sean más probables. Las mujeres pueden no saber que estas
bacterias están presentes, sobre todo si no han tenido ninguna atención prenatal de rutina,
que es cuando se realizan las pruebas para detectarlas.
SINTOMAS
La infección intraamniótica suele causar fiebre y con frecuencia produce dolor abdominal y
una secreción que puede ser maloliente. La frecuencia cardíaca del feto y de la mujer
pueden ser rápidas; sin embargo, algunas mujeres no presentan síntomas característicos.
DIAGNÓSTICO
•Evaluación médica
•Hemograma completo
•Algunas veces, amniocentesis
Los médicos hacen una exploración física y un recuento sanguíneo completo (que incluye
un recuento de glóbulos blancos).
Se sospecha una infección intraamniótica cuando la madre tiene fiebre y hay otro síntoma
característico, como una frecuencia cardíaca rápida en el feto, un flujo maloliente o un
recuento anormalmente elevado de glóbulos blancos maternos. Si el diagnóstico sigue
siendo incierto, los médicos pueden tomar una muestra del líquido amniótico y analizarla
(amniocentesis).
Si se produce un parto o la rotura de la bolsa de las aguas prematuramente, los médicos
consideran la posibilidad de infección aún en el caso de que las mujeres no presenten los
síntomas típicos.
PREVENCIÓN
Ante la rotura prematura de la bolsa de las aguas, los médicos solo efectúan una
exploración pélvica si es necesario.
A estas mujeres se les suelen administrar antibióticos por vía intravenosa o por vía oral para
ayudar a prolongar el embarazo y reducir el riesgo de problemas en el feto.
TRATAMIENTO
•Antibióticos
•Fármacos para bajar la temperatura corporal
•Parto
A las mujeres con una infección intraamniótica se les administran antibióticos por vía
intravenosa. También se les administran medicamentos como acetaminofeno (paracetamol)
para reducir la temperatura corporal.
Una vez establecido el diagnóstico, el parto no debe retrasarse.
Si el parto no se ha iniciado, puede provocarse de forma artificial (inducción al parto).
EMBARAZO ECTÓPICO
Es la implantación del embrión fuera de la localización intrauterina normal, la cual
cerca del 90% se da en la porción extrauterina de la trompa de Falopio. Los
embarazos ectópicos constituyen el 2% de las gestaciones confirmadas. El riesgo de
este embarazo aumenta con cicatrices y adherencias peritoneales, las cuales pueden
ser causadas por endometriosis, apendicitis y otras cirugías previas. También se
puede asociar a esta patología el uso de dispositivos anticonceptivos intrauterinos.
El embarazo ectópico se debe a la fecundación del óvulo dentro del folículo justo en
el momento en que se rompe. Este embarazo se produce cuando este óvulo
fecundado no logra entrar en el extremo de las fimbrias de la trompa o sale de este.
Aquí el óvulo se desarrolla de manera normal, es decir, se forma el tejido
placentario, el saco amniótico y el embrión.
Características clínicas:
La evolución de este embarazo se caracteriza por la aparición de dolor abdominal,
ya sea moderado o intenso, hemorragia vaginal de 6-8 semanas posteriores al último
periodo menstrual, lo cual se da por la distensión y la rotura de la trompa de Falopio.
En estos casos la paciente puede presentar shock hemorrágico, por lo que es
importante el diagnóstico precoz. El cual se realiza mediante la determinación de las
concentraciones de gonadotropina coriónica, biopsia endometrial, laparoscopia y la
ecografía pélvica.
El embarazo ectópico, a pesar de todos los avances en su diagnóstico es responsable
del 4-10% de los fallecimientos que se asocian a la gestación.
mola invasiva
coriocarcinoma
Cuya agresividad varía desde las molas hidatídicas benignas hasta las coriocarcinomas altamente
malignas. Todos ellos elaboran gonadotropina coriónica humana (hCG), que se puede detectar en
sangre y orina en concentraciones considerablemente mayores que las que se encuentran durante un
embarazo normal Además de facilitar el diagnóstico, se puede usar el aumento o la disminución de
las concentraciones hormonales en sangre u orina para el seguimiento de la eficacia del tratamiento.
Los médicos prefieren el término global enfermedad trofoblástica gestacional, ya que la respuesta al
tratamiento, valorada por las concentraciones hormonales, es mucho más importante que la su
tipificación anatomopatológica de las lesiones. No obstante, la genética, la anatomía patológica y la
evolución natural de esos trastornos son suficientemente distintas como para merecer un comentario
independiente de cada uno de ellos.
Las molas completas no son compatibles con la embriogenia y nunca contienen partes
fetales. Todas las vellosidades coriónicas son anómalas, y las células epiteliales coriónicas,
diploides (46,XX o, con menor frecuencia, 46,XY).
La mola parcial es compatible con una formación embrionaria inicial y, por tanto, puede
contener partes fetales y algunas vellosidades coriónicas normales, y casi siempre muestra
triploidía (p. ej., 69,XXY). Ambos tipos son consecuencia de la fecundación anómala.
En una mola completa, todo el contenido genético es aportado por dos espermatozoides (o uno
diploide), con lo que se obtienen células diploides que solo contienen cromosomas paternos,
mientras que en la mola parcial el huevo normal es fecundado por dos espermatozoides (o uno
diploide) y da lugar a un cariotipo triploide con preponderancia de los genes paternos.
El tratamiento depende del estado general, edad gestacional, edad materna y deseo
reproductivo. En nuestro medio, tras un diagnóstico precoz, el método de elección es el
legrado por aspiración, contemplando la histerectomía abdominal cuando los deseos
genésicos estén cumplidos o en aquellos supuestos en los que se sospeche de perforación
uterina, hemorragia incontrolable y/o alto riesgo de desarrollar enfermedad trofoblástica
persistente, previniendo así mismo la invasión miometrial. En caso de existir quistes
tecaluteínicos, los anejos se pueden conservar debido a que tras la evacuación molar, éstos
vuelven a su estado basal tras 8-16 semanas. Tras una evacuación molar se establecen una
serie de cuidados, como el control de constantes y la vigilancia de la pérdida hemática,
administración de gammaglobulina anti-D en mujeres Rh negativas, determinación seriada
de la fracción β-hCG unida a una contracepción efectiva mientras dure el estudio, control
ginecológico y ecográfico seriado. Estos cuidados se amplían con un estudio radiológico
torácico para detectar posibles infiltraciones pulmonares. Respecto a la quimioterapia
profiláctica existe controversia en su uso.
MOLA INVASIVA
Las molas invasivas son molas completas que tienen un comportamiento local más
invasivo, pero sin el potencial metastásico agresivo del coriocarcinoma. Una mola invasiva
conserva las vellosidades hidrópicas, que penetran hasta la zona profunda de la pared
uterina y pueden provocar su rotura e incluso una hemorragia que podría resultar mortal.
En el examen microscópico, el epitelio de las vellosidades muestra cambios atípicos con
proliferación de los componentes trofoblásticos y sincitiales. Aunque la intensa invasividad
de esta lesión hace que su extracción sea técnicamente difícil, no se producen metástasis.
Es posible que se produzca la embolización de las vellosidades hidrópicas hacia órganos
distantes, como los pulmones o el cerebro, pero esos émbolos no constituyen metástasis
verdaderas y, de hecho, pueden involucionar espontáneamente. Debido a una invasión más
profunda en el miometrio, la mola invasiva es difícil de extraer por completo mediante
legrado, por lo que es necesario ampliar el tratamiento si las concentraciones de b-hCG
séricas se mantienen elevadas. Afortunadamente, en la mayoría de los casos la curación es
posible con quimioterapia.
Las molas premalignas suelen tratarse con legrado uterino, las malignas requieren
tratamiento sistémico con mono o poliquimioterapia
las intervenciones quirúrgicas como consecuencia del tratamiento con quimioterapia. Ésta
depende del tipo y estadio de la enfermedad y de la edad y deseos de embarazo de la
paciente. Se fundamenta en tres pilares: quimioterapia, legrado uterino evacuador e
histerectomía, o por su combinación. La quimioterapia sigue siendo motivo de controversia
porque la idea es minimizar la necesidad de aplicar este tratamiento a los grupos que
reciben una pauta profiláctica (alto riesgo para enfermedad persistente).
La mayoría de las pacientes con neoplasia trofoblástica gestacional pueden ser curadas con
un tratamiento oportuno y apropiado de quimioterapia y complementadas con la cirugía
según la evaluación personalizada de cada paciente.
Los cambios en los niveles séricos de ß-hGC y la ultrasonografía se realizan semanalmente
hasta obtener tres resultados negativos. La histerectomía total abdominal conservando los
ovarios puede ser el complemento del tratamiento medicamentoso.
CORIOCARCINOMA GESTACIONAL
La coriocarcinoma, un tumor maligno muy agresivo, se origina en el epitelio coriónico
gestacional o, con menor frecuencia, a partir de las células totipotenciales dentro de las
gónadas (como un tumor de células germinales).
Esos tumores son poco frecuentes en el hemisferio occidental; por ejemplo, en EE. UU. la
incidencia es de 1 caso de cada 30.000 gestaciones, pero es mucho más frecuente en países
asiáticos y africanos, donde alcanza una frecuencia de 1 caso por cada 2.000 gestaciones.
Aproximadamente el 50% de las coriocarcinomas se originan a partir de una mola
hidatídica completa, el 25% aparecen después de un aborto y el resto se manifiestan
después de un embarazo normal.
Dicho de otro modo, cuanto más anómala sea la concepción, mayor será el riesgo de
desarrollar una coriocarcinoma gestacional. En la mayoría de los casos, la coriocarcinoma
se manifiesta por una secreción de tono marrón sanguinolenta acompañada por la elevación
de las concentraciones de b-hCG en sangre y orina en ausencia de un aumento de tamaño
importante del útero, como cabría esperar si se tratase de una mola. En general, las
concentraciones de b-hCG están mucho más elevadas que las asociadas a una mola
Teniendo como base del tratamiento médico, el metotrexato más ácido folínico y la
actinomicina D, etopósido o vincristina. Desde el punto de vista quirúrgico, la
histerectomía se realiza cuando hay resistencia a la quimioterapia y alguna cirugía
complementaria, como la resección intestinal en caso de metástasis a éste nivel.
El tratamiento precoz con poli quimioterápicos permite una evolución favorable de la
paciente.
El tratamiento quirúrgico mediante histerectomía, si consideraba cumplido su deseo
genésico, o el tratamiento médico mediante quimioterapia.
tratamiento poli quimioterápico con esquema EMACO (Etopósido 100 mg/m2 días 1-2,
Actinomicina D 0,5 mg días 1-2, Metotrexato 300 mg/m2 día 1, Vincristina 1 mg/m2 día 8
y Ciclofosfamida 600 mg/ m2 día 8, ciclos repetidos cada 14 días). Los valores de β-hCG
en los pacientes suelen descender desde el inicio del tratamiento, a los tres días y a los siete
días. Tras el inicio de la quimioterapia el sangrado genital tiende a disminuir, puede darse
de alta pero continuado con manejo ambulatorio.
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