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EN SU NOMBRE
197º y 148º
PARTE NARRATIVA
Mediante auto que riela al folio 10 se le dio entrada a la presente demanda que por cobro
de bolívares por intimación fue interpuesta por la abogado en ejercicio CARMEN
MILAGROS SILVA LEÓN, titular de la cédula de identidad número 7.091.054, e inscrita
en el Inpreabogado bajo el número 71.900, domiciliada en Valencia, Estado Carabobo y
jurídicamente hábil, en su condición de legítima tenedora de FINCOOP, en contra del
ciudadano ELISEO RONDÓN, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de
identidad número 9.034.293, domiciliado en la Carretera Nacional La Azulita, Aldea
Quebrada Azul-La Azulita del Estado Mérida y civilmente hábil.
En su escrito libelar la parte actora narró entre otros hechos los siguientes:
Que es legítima tenedora de los siguientes instrumentos cambiarios:
1. Letra de cambio distinguida con el número 1/6, la cual acompañó marcada con la letra
“A”, la que describió de la siguiente manera: Lugar y fecha de emisión: Caracas
03/08/2000; Beneficiario o primer tomador: FINCOOP; suma de dinero mandada a pagar:
DOS MILLONES DOSCIENTOS OCHENTA Y UNO MIL BOLÍVARES CON CERO
TRES CÉNTIMOS (sic) (Bs. 2.327.281,03) (sic), lugar de pago: Carretera Nacional La
Azulita, Aldea Quebrada Azul, La Azulita, Mérida Estado Mérida, República Bolivariana
de Venezuela; Librado aceptante: ELISEO RONDÓN, titular de la cédula de identidad
número 9.034.293; fecha de vencimiento: 25-07-2.001.
2. Letra de cambio distinguida con el número 2/6, la cual acompañó marcada con la letra
“B”, la que describió de la siguiente manera: Lugar y fecha de emisión: Caracas
03/08/2000; Beneficiario o primer tomador: FINCOOP; suma de dinero mandada a pagar:
DOS MILLONES DOSCIENTOS OCHENTA Y UNO MIL BOLÍVARES CON CERO
TRES CÉNTIMOS (sic) (Bs. 2.327.281,03) (sic), lugar de pago: Carretera Nacional La
Azulita, Aldea Quebrada Azul, La Azulita, Mérida Estado Mérida, República Bolivariana
de Venezuela; Librado aceptante: ELISEO RONDÓN, titular de la cédula de identidad
número 9.034.293; fecha de vencimiento: 25-07-2.002.
3. Letra de cambio distinguida con el número 3/6, la cual acompañó marcada con la letra
“C”, la que describió de la siguiente manera: Lugar y fecha de emisión: Caracas
03/08/2000; Beneficiario o primer tomador: FINCOOP; suma de dinero mandada a pagar:
DOS MILLONES DOSCIENTOS OCHENTA Y UNO MIL BOLÍVARES CON CERO
TRES CÉNTIMOS (sic) (Bs. 2.327.281,03) (sic), lugar de pago: Carretera Nacional La
Azulita, Aldea Quebrada Azul, La Azulita, Mérida Estado Mérida, República Bolivariana
de Venezuela; Librado aceptante: ELISEO RONDÓN, titular de la cédula de identidad
número 9.034.293; fecha de vencimiento: 25-07-2.003.
4. Letra de cambio distinguida con el número 4/6, la cual acompañó marcada con la letra
“D”, la que describió de la siguiente manera: Lugar y fecha de emisión: Caracas
03/08/2000; Beneficiario o primer tomador: FINCOOP; suma de dinero mandada a pagar:
DOS MILLONES DOSCIENTOS OCHENTA Y UNO MIL BOLÍVARES CON CERO
TRES CÉNTIMOS (sic) (Bs. 2.327.281,03) (sic), lugar de pago: Carretera Nacional La
Azulita, Aldea Quebrada Azul, La Azulita, Mérida Estado Mérida, República Bolivariana
de Venezuela; Librado aceptante: ELISEO RONDÓN, titular de la cédula de identidad
número 9.034.293; fecha de vencimiento: 24-07-2.004.
5. Letra de cambio distinguida con el número 5/6, la cual acompañó marcada con la letra
“E”, la que describió de la siguiente manera: Lugar y fecha de emisión: Caracas
03/08/2000; Beneficiario o primer tomador: FINCOOP; suma de dinero mandada a pagar:
DOS MILLONES DOSCIENTOS OCHENTA Y UNO MIL BOLÍVARES CON CERO
TRES CÉNTIMOS (sic) (Bs. 2.327.281,03) (sic), lugar de pago: Carretera Nacional La
Azulita, Aldea Quebrada Azul, La Azulita, Mérida Estado Mérida, República Bolivariana
de Venezuela; Librado aceptante: ELISEO RONDÓN, titular de la cédula de identidad
número 9.034.293; fecha de vencimiento: 25-07-2.005.
6. Letra de cambio distinguida con el número 6/6, la cual acompañó marcada con la letra
“F”, la que describió de la siguiente manera: Lugar y fecha de emisión: Caracas
03/08/2000; Beneficiario o primer tomador: FINCOOP; suma de dinero mandada a pagar:
DOS MILLONES DOSCIENTOS OCHENTA Y UNO MIL BOLÍVARES CON CERO
TRES CÉNTIMOS (sic) (Bs. 2.327.281,03) (sic), lugar de pago: Carretera Nacional La
Azulita, Aldea Quebrada Azul, La Azulita, Mérida Estado Mérida, República Bolivariana
de Venezuela; Librado aceptante: ELISEO RONDÓN, titular de la cédula de identidad
número 9.034.293; fecha de vencimiento: 25-07-2.006.
Que las preindicadas cambiales le fueron endosadas en forma pura y simple por su
beneficiario, tal como se observa al reverso de los instrumentos cambiarios, convirtiéndose
en endosataria con derecho a reclamar al librado aceptante ELISEO RONDÓN.
Que vencidos los títulos valores ya referidos, el librado aceptante ELISEO RONDÓN, se
ha negado al pago de los mismos, a pesar de tratarse de obligaciones vencidas y de las
múltiples gestiones de cobranzas realizadas extrajudicialmente, por lo que de conformidad
con lo previsto en los artículos 451 y 436 del Código de Comercio, en concordancia con el
artículo 640 del Código de Procedimiento Civil, demandó al ciudadano ELISEO
RONDÓN, en su condición de librado aceptante para que pague los siguientes conceptos o
en su defecto sea intimado a pagar:
PARTE MOTIVA
Ahora bien, la omisión en la firma del librador no es subsanable, toda vez que es de gran
relevancia que la letra esté firmada por el librador, ya que es quien le da vida al título, lo
crea, y el incumplimiento de este requisito vicia de nulidad radical, absoluta, la cambial en
referencia. El artículo 411 del Código de Comercio, establece expresamente, que el título al
cual falte uno de los requisitos enunciados en el artículo precedente “…no vale como tal
letra de cambio…”, salvo los casos determinados en el mismo artículo, entre los cuales no
figura el ordinal 8º del artículo 410 eiusdem, ya que la participación del librador es más
que esencial, es la existencia misma de la letra de cambio, y su firma jamás puede omitirse,
ni siquiera en las letras libradas en blanco porque su falta le quita todo valor a la letra e
invalida las demás obligaciones que se hubieren contraído.
La letra de cambio tiene eficacia jurídica cuando reúne los extremos esenciales para su
validez, cuando uno de ellos falta, como es la firma del librador, no basta que haya sido
aceptada, redactada y firmada por el demandado, ni que se haya conservado en poder del
beneficiario de ella o de los herederos de ese beneficiario, no pudiendo subsanarse en ella
la falta de la firma del librador, pues dicho requisito no es susceptible de suplirse con otros
medios de prueba, con la confesión ficta y las posiciones estampadas al demandado, ya que
el mismo no es facultativo. En el caso en comento, la firma del librador no fue llenada en
los instrumentos acompañados como fundamento de la acción, vicio este que no es
susceptible de ser subsanado, pues siendo la letra de cambio esencialmente formalista, en
donde deben observarse requisitos que la hagan tipificar como tal, la ausencia de uno
cualquiera de los que estipula el legislador mercantil en la referida disposición, inválida la
letra de cambio, por lo que no tiene efectos cambiarios, y como consecuencia de ello, no
pueden invocarse otras defensas, cuando desde que fue emitida la letra no llevaba vida
mercantil, puesto que se omitió en ella un requisito que la destruye, no pudiendo adquirir
posteriormente la forma cartular o cambiaria, ya que al no estar firmada por el librador, la
misma es nula desde su nacimiento y carece de validez como letra de cambio; es así como
este Tribunal considera declarar invalidas las letras de cambio presentada por el actor como
instrumentos fundamentales de su libelo, y los mismos deben considerarse igualmente
como no acompañados a la demanda, y de conformidad con lo establecido en el ordinal 2º
del artículo 643 del Código de Procedimiento Civil se debe declarar inadmisible la presente
demanda de cobro de bolívares, por la vía del juicio de intimación, toda vez que no se
acompañó al libelo la prueba escrita del derecho que se alega.
“La firma del librador es la firma imprescindible para que el título nazca y comience a
circular. Sin esa firma, la letra de cambio carece de validez. La doctrina es predominante al
sostener que: a) no se aceptan sustitutos de la firma manuscrita; b) no se admiten huellas
digitales o firmas a ruego en caso de analfabetas. La firma en el derecho moderno, tal como
lo recuerda Mármol, trata de crear dos presunciones: la de que, realmente, se ha autorizado
personalmente el documento respectivo y la de que el firmante conoce su texto. ...Omissis..
El código exige sólo la firma del librador y no la indicación del nombre de éste. Aunque,
de otras disposiciones del mismo texto legal se deduce la necesidad de conocer su
identidad (los avisos a que se refiere el artículo 453, la expedición de otro ejemplar a que
se contrae el último aparte del artículo 472,) sobre todo cuando la firma es ilegible, la
existencia legal debe considerarse cumplida con la sola firma del librador.”
Sin la firma del librador, el título valor no nace a la vida mercantil y por lo tanto resulta
indemandable.
Por su parte el ilustre tratadista Dr. JOSÉ LORETO ARISMENDI, en su valiosa obra “La
Letra de Cambio en Venezuela”, páginas 63 y 64, enseña:
“Ya hemos visto que la letra de cambio contiene la orden pura y simple de pagar una suma
determinada, por lo que se hace indispensable determinar la persona que da esa orden, o
sea el librador.
Pero no basta con señalar el nombre del librador, es necesario que éste garantice la
autenticidad de esa orden estampando su firma al pie de la letra de cambio. En la
Conferencia de Ginebra, se manifestó “que la palabra firma está empleada aquí en un
sentido muy lato, para designar cualquier signo material que sirva, según la costumbre del
país, a identificar sobre papeles o efectos la personalidad de quien la pone”. Entre nosotros,
como ya hemos dicho, para que la firma sea válida es necesario que sea puesta de puño y
letra del librador; el nombre puede ser abreviado o limitarse a las simples iniciales, si esa es
la forma acostumbrada por el firmante para estampar su firma, toda vez que muchas firmas
auténticas son ilegibles. No sería válida una cruz puesta al pie de la letra por aquellas
personas que no sepan firmar, aunque vaya acompañada de las huellas digitales, pues tal
proceder no sólo quitaría agilidad a la circulación de la letra, sino que no estaría de acuerdo
con las exigencias de la Ley, que exige “la firma” del librador, y ya hemos visto
gramaticalmente lo que por firma se entiende.”
Si el librador es el que da la orden de que la cambial sea pagada en forma pura y simple se
requiere, por una parte, saber quien es el librador y por la otra que firme el título valor en
referencia.
El destacado autor venezolano Dr. OSCAR PIERRE TAPIA, en su conocida obra “La
Letra de Cambio en el Derecho Venezolano”, páginas 79 al 81, indica:
“Lo que si es de gran relevancia es que la letra esté firmada por el librador, ya que el
incumplimiento de este requisito vicia de nulidad radical, absoluta, la cambial.
El artículo 411 dice expresamente que el título al cual falte uno de los requisitos
enunciados en el artículo precedente “no vale como tal letra de cambio”, salvo los casos
determinados en el mismo artículo 411, entre los cuales no figura el ordinal 8º del art. 410.
El hecho de no haber sido tachado ni combatido, ni de haberse hecho una prueba contraria,
no eleva a la categoría de letra de cambio el documento acompañado a la demanda. Se trata
de un elemento esencial, sin el cual la letra de cambio no existe, siendo de advertir, que la
inexistencia o nulidad radical de un acto, se puede alegar en cualquier grado o estado de la
causa… La letra de cambio tiene eficacia jurídica cuando reúne los extremos esenciales
para su validez. Cuando uno de ellos falta, como es la firma del librador, no basta que haya
sido aceptada, redactada y firmada por el demandado, ni que se haya conservado en poder
del beneficiario de ella o de los herederos de ese beneficiario. El hecho de no haber sido
tachado, ni combatido en primera instancia el referido documento, tampoco podrían
subsanar en él la falta de la firma del librador. Dicho requisito no es facultativo, susceptible
de suplirse con otros medios de prueba, con la confesión ficta y las posiciones estampadas
al demandado.
La firma del librador no aparece asentada en la letra, motivo éste que destruye todos los
efectos que puedan derivarse de ella, pues siendo la letra de cambio esencialmente
formalista, en donde deben observarse requisitos que la hagan tipificar como tal, la
ausencia de uno cualquiera de los que estipula el legislador mercantil en la referida
disposición, inválida la letra de cambio, tal como lo expresa el artículo 411 del Código de
Comercio, no estando comprendida aquélla dentro de las excepciones que dicha
disposición legal establece. En principio, la letra de cambio se ha invalidado, no tiene
efectos cambiarios, y como consecuencia de ello, no pueden invocarse otras defensas,
cuando desde que fue emitida la letra no llevaba vida mercantil, puesto que se omitió en
ella un requisito que la destruye”.
De tal manera que indefectiblemente, la letra de cambio debe estar firmada por el librador,
toda vez que incurrir en tal incumplimiento trae como consecuencia su nulidad absoluta en
orden a lo consagrado en el artículo 411 del Código de Comercio, al no llenar tal requisito
establecido en el artículo 410 eiusdem.
“… Ahora bien, si cabe como posible que durante la circulación del título, librado y
portador queden momentáneamente identificados, nada impide entonces que lo puedan
estar desde el primer momento. Si entendemos la posibilidad en conjunción con la segunda
de las anteriores, concluiremos en que resulta posible ocupar simultáneamente los tres
“papeles” de una vez, en nuestro concepto, cuando la letra se crea o después de creada,
cuando originalmente se ha identificado librador y librado y luego el beneficiario endosa a
favor del librado, en la interpretación que al conjugar el artículo 412 primer aparte y
artículo 419 segundo aparte resulta forzada…”
En la letra de cambio según el destacado autor Dr. NESTOR LUIS PÉREZ, en su obra “LA
LETRA DE CAMBIO Y EL CHEQUE”, Págs. 51,52 y 53, al referirse a los intevinientes
que por regla general, tres personas: El librador, el librado y el tomador, y con relación a
los mismos expresa lo siguiente:
2. El librado, es la persona a cargo de quien se gira la letra. Esta es otra de las menciones
esenciales en el texto del título.
CUARTA: DE LA FIRMA DEL LIBRADOR: El Código exige sólo la firma del librador y
no la indicación del nombre de éste. Aunque, de otras disposiciones del mismo texto legal
se deduce la necesidad de conocer su identidad (los avisos a que se refiere el artículo 453,
la expedición de otro ejemplar a que se contrae el último aparte del artículo 472,) sobre
todo cuando la firma es ilegible, la existencia legal debe considerarse cumplida con la sola
firma del librador.
Bajo tales premisas es relevante resaltar que el Código de Comercio en su artículo 410
establece los requisitos formales de la letra de Cambio, siendo impretermitible establecer
que además de los elementos de fondo, que lo son la capacidad, consentimiento, causa y
objeto, la letra de cambio debe cumplir con otros requisitos formales o esenciales que son
los que le dan el carácter de título solemne stricto sensu, porque el cumplimiento de esos
requisitos de forma depende de su existencia. Es decir, que la letra de cambio adquiere la
forma cartular o cambiaria creando la obligación del librador se incorpora al documento y
además, se cumplen todos y cada uno de los requisitos formales.
El sistema venezolano de excepciones en materia cambiaria está basado en la diferencia
entre vicios intrínsecos y vicios extrínsecos, los primeros tienen que ver con los requisitos
de fondo del título como lo son, la capacidad, consentimiento, objeto y causa, los cuales no
da lugar a la nulidad del título sino que tiene los mismos efectos que tendría cualquier
obligación. Los vicios extrínsecos, configuran aquellos quebrantos de los requisitos
formales identificados en el artículo 411 del Código de Comercio que traen consigo por vía
de consecuencia, la nulidad de la letra la cual dada su relevancia resultan oponibles a
cualquier deudor o acreedor.
En Virtud de lo anterior, en el caso de marras se observa que la parte actora acompañó a su
demanda diversos instrumentos denominados como letras de cambio, siendo el caso que
este Juzgador puede evidenciar que los mismos carecen del requisito establecido en el
ordinal 8° del artículo 410 del Código de Comercio, como lo es la firma del que gira la
letra (librador), y como lo ha establecido nuestro Legislador patrio, la ausencia de tal
requisito determina que el título no valga como letra de cambio, (artículo 411 eiusdem), ya
que la firma del librador es la firma imprescindible para que el título nazca y comience a
circular. Un sello húmedo en parte donde corresponde la firma del librador, sin estar
firmada, carece de eficacia jurídica, ya que lo que exige el Código de Comercio es la firma
y no un simple sello húmedo. Sin esas firmas las letras de cambio carecen de validez. Es
por lo que este Juzgador considera que tales instrumentos no califican como letras de
cambio, lo que hace inadmisible la demanda. Y así debe decidirse.
PARTE DISPOSITIVA
En mérito a las consideraciones que anteceden, este Juzgado Segundo de Primera Instancia
en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Mérida,
procediendo en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la
Ley, DECLARA:
PRIMERO: Inadmisible la demanda, por ser nulos de toda nulidad los títulos valores o
letras de cambio que se anexaron al escrito libelar y en tal sentido contrario a lo dispuesto
en el artículo 411 del Código de Comercio en concordancia con el artículo 410 eiusdem y
artículo 341 del Código de Procedimiento Civil.
SEGUNDO: Por la naturaleza del fallo no existe especial pronunciamiento sobre costas.
EL JUEZ TITULAR,
LA SECRETARIA TITULAR,
En la misma fecha se publicó la anterior sentencia, siendo las nueve de la mañana. Conste.
LA SECRETARIA TITULAR,
ACZ/SQQ/ymr.