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Caminando nuevamente en el privilegio de la palabra del Padre Eterno, retornando al buen olivo,

reconociendo nuestras raíces en la verdad del amor en la obediencia, hoy un alimento de reconocimiento
en la misión. 

Bendito eres Tú Padre Eterno, que nos amas y nos bendices con tu palabra y nos guías con tu Espíritu
Santo por el camino de obediencia, por el maravilloso regalo de gracia. Bendita sea tu palabra en nuestro
Salvador. Amén

En este camino que el Padre Eterno tiene la hermosa gracia de permitirnos caminar, en este privilegio,
pasa de todo, porque le cuento, desde la cristiandad ya hacía mis pinitos de intentar convencer a otros de
lo correcto, según yo en ese momento, pero precisamente de lo que el Padre estaba permitiendo que
viera y conociera, soportado por Su palabra, por su Davar, pero con un conocimiento limitado, no
porque no lo tuviera necesariamente, sino porque no se me había revelado. Entonces hacía y hablaba y
decía y persuadía según era mi conocimiento y algunos creyeron y se rindieron a los pies de Jesús. A él
era a quien conocía y lo decía con pasión, Cristo Jesús, se me calentaba el corazón muchas veces cuando
lo pronunciaba.

Pero un día, dice la palabra en el libro de Hechos de los Apóstoles capítulo 26 a partir del versículo 12
RV60 hablando el apóstol Pablo, ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los
principales sacerdotes, 13 cuando a mediodía, oh rey (hablándole al rey Agripa), yendo por el camino,
vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban
conmigo. 14 Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en
lengua hebrea, (no español ni griego sino en propio hebreo): Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
Dura cosa te es dar coces contra el aguijón. ¿Ah? Tremendo.

Claro, un día, ese día, esa providencia llega. Ese momento en el que el Padre Eterno, el Santo de los
santos, el Alfa y la Omega, pero mejor aún y ahora sí, el Alef y la Tav ahora decidía en su infinita
misericordia y por la absoluta gracia y sin merecimiento alguno, permitirnos entender que estábamos
dando patadas contra el aguijón, cabezazos contra la pared, luchando contra Su voluntad que es lo que
significa esa expresión entre muchos significados por lo que estábamos haciendo y entonces decide
rescatarnos con ese amor eterno e inagotable que lo caracteriza para completar en él, ese amor
incompleto que le profesábamos, al que perseguíamos ciegamente y del cual hablábamos sin saber y
sobre todo creíamos pero sin obedecer.

Pero esto continuó y en el versículo 15 Pablo hablándole a la Luz: ¿Quién eres, Maestro? Y el Maestro
dijo: Yo soy Yeshúa, a quien tú persigues.

Hace poco escuchaba a un hermano Yahudita hablar de Jesús y de por qué él no podía ser el Mesías. Lo
escuché completo y hasta vi los comentarios que le dejaron muchos de mis hermanos cristianos, desde
luego no muy positivos. Me emocioné y le escribí agradeciéndole al Padre Eterno por ese pasaje que la
gracia nos permite hoy entender, pero ahora en esa misma obediencia que él, pero con la emunah en
nuestro Adón Yeshúa. Romanos capítulo 11 versículos del 25 al 29 RV60 25 Porque no quiero,
hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que
ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; 26 y
luego todo Israel será salvo, como está escrito:  Is 59:20-21; Vendrá de Sion el Libertador, Que
apartará de Jacob la impiedad. 27 Is 27:9 Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados.
28 Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección,
son amados por causa de los padres. 29 Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

Y habiéndole dado gracias al Padre Eterno porque en algún momento sin entendimiento tampoco
comprendí como era que nuestros hermanos Yahuditas no podían ver al Mesías en nuestro Adón
Yeshúa, porque ese comportamiento de este hermano me hacía agradecer antes que aborrecer, me hacía
entender la gracia y e privilegio porque es que estos son temas de un calado Eterno los que nos permite
nuestro Padre de conocer ese misterio.

Pero no para quedarse callado, por favor, ahora lo que tenemos es ministerio.

Hace poco tuve la oportunidad de hablarle a un hermano, Amado, esa persona con la que compartirá en
el camino, coloquialmente le dije que por favor le hiciera la vuelta o el mandao, es decir, compartiéndole
de esta belleza que estábamos experimento del evangelio, de nuestras raíces hebreas, de este misterio
maravilloso que el Eterno nos estaba permitiendo, justamente como le dijo Pablo a Tito capítulo 2
versículo 1, hablando lo que está de acuerdo con la sana doctrina, con la sana enseñanza. Recordando
amados, que en el momento que se hablaron esas palabras se refería a lo que Rav Shaul el apóstol Pablo
era experto, la Toráh, la instrucción perfecta.

Pero este privilegio que nos da ahora nuestro Padre Eterno viene con un importantísimo y definitivo y
necesario “para” de por medio y es justamente lo que le indicó nuestro amado Yeshúa y en explícito
hebreo a Rav Shaul en ese momento: Hechos capítulo 26 versículos 16 al 18 VIN Pero levántate, y
ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las
cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, 17 librándote de tu pueblo, y de los gentiles,
a quienes ahora te envío, 18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y
de la potestad de Satanás a YHVH; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y
herencia entre los santificados.

Ese es el inmenso “para” del privilegio de este ministerio, enseñar, proclamar, evangelizar, no es para
callar, es para compartir y dar porque de gracia hemos recibido, tremendo regalo de gracia
recibimos, demos de gracia como no los indicó nuestro Redentor. Mateo 10 versículo 8 RV 60. Y esa
instrucción si la lee bien, se las dio él a sus discípulos diciendo versículos 5 y 6 RV60. Por camino de
gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa
de Israel. ¿Se acuerda de Mateo 15:24?

Entonces ya finalizando, si ya tuvimos el privilegio del Mesías habiéndonos tumbado del orgullo en el
que cabalgábamos, del parcial conocimiento que poseíamos y profesábamos que nos hacía exaltar pero
que nos mantenía atado, enceguecidos y nublados a la verdad y al amor del Elohim Eterno, guardado en
la obediencia a Su instrucción maravillosa, si ahora caminamos en este maravilloso privilegio, por
favor, no se quede callado, porque como dijo el Profeta (Isaías 52:7) hermosos son los pies de los que
anuncian la paz, el Shalom, Romanos 10:15, de los que anuncian buenas nuevas de Salvación en el
nombre de Yeshúa HaMashíaj. Amén y Amén. Que el Padre Eterno los llene con Su gracia y les de
Shalom.

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