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CAPÍTULO I PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1 Descripción de la realidad problemática

La informalidad surge cuando los costos de reinsertarse, al marco legal y


normativo de un país son superiores a los beneficios que ello conlleva. La
formalidad involucra costos tanto en términos de ingresar a este sector, largos,
complejos y costosos procesos de inscripción y registro, como en términos de
permanecer dentro del mismo, pago de impuestos, cumplir las normas referidas a
aspectos laborales, manejo ambiental, salud, etc.

En principio, los beneficios de la formalidad son, el respaldo del sistema judicial


para la resolución de conflictos y el cumplimiento de contratos, la protección
policial frente al crimen y el abuso, el acceso a instituciones financieras formales
para obtener crédito y diversificar riesgos y, más ampliamente, la posibilidad de
expandirse a mercados tanto locales como internacionales. Cuando menos en
principio, la pertenencia al sector formal también elimina la posibilidad de tener
que pagar sobornos y evita el pago de las multas y tarifas por sanciones de
autoridades administrativas o judiciales, a las que suelen estar expuestas las
empresas que operan en la informalidad. Por ello, este sector predomina cuando
el marco legal y normativo es confuso, carece de orientación, cuando los servicios
ofrecidos por el gobierno no son de gran calidad, y cuando la presencia y control
de los órganos administradores de tributos son débiles.

Actualmente en los espectáculos públicos no deportivos se puede observar que


existe una alta concentración de público asistente; sin embargo se evidencia el
crecimiento de la informalidad y modalidades de evasión tributaria para no cumplir
con el pago de sus impuestos. Los tipos de espectáculos donde se ha
demostrado tener mayor capacidad contributiva, son las discotecas, eventos
bailables, peñas y similares.
En este contexto se percibe el incumplimiento tributario, produciéndose
modalidades de evasión como declarar menos ingresos de los que han percibido,
la existencia de empresas inscritas con Registro único de contribuyentes (RUC)
que finalizado el evento desaparecen o que sus representantes legales se
convierten en personas no habidos; llevándose los fondos recaudados, o
empresas que funcionan sin la debida autorización por lo que no se tiene control
sobre ellas, en el pago de impuestos y cumplimiento de las obligaciones
tributarias señaladas por ley.

Un impuesto particular es el IEPND, para el cual la recaudación y administración


del impuesto es facultad de la Municipalidad distrital en cuya jurisdicción se
realiza el espectáculo público no deportivo; los involucrados en el impuesto, lo
constituyen el público asistente, que es el sujeto pasivo o contribuyente; entonces
los organizadores de espectáculos públicos no deportivos, son agentes
perceptores del impuesto y representan el intermediario entre el sujeto pasivo y el
sujeto activo que es la Municipalidad distrital, como el conductor del local donde
se realiza el espectáculo, que es un responsable solidario, y también aquellos que
prestan sus servicios para realizar el evento, como los artistas, grupos musicales,
etc.

En el IEPND también se incrementa la evasión, por la confusión normativa para


precisar el ámbito de aplicación actual de los espectáculos públicos no deportivos
y para informar el destino de lo recaudado. A pesar que para efectos del IEPND
se ampara en la Ley de Tributación Municipal, y además en base a la ley
n°29168, desde el 2008 se comenzó a aplicar el IEPND a una serie de casos que
antes se encontraban libres de este impuesto, como podría suceder con las
discotecas que funcionan con equipos de música, bailes sociales, karaoke, etc. Y
de acuerdo al Art. 54 se considera afecta la asistencia del público ya sea para
presenciar o participar en espectáculos públicos no deportivos que se realicen en
locales y parques cerrados.
Falta regular las normas existentes para que no limiten el
cumplimiento de la ley referida a los espectáculos públicos no
deportivos en el distrito, ya que en particular en el distrito, existe
una Ordenanza Municipal N° 187-MD SJM. Publicada el 2011,
mediante la cual se suspendió la autorización y licencias de
funcionamiento de los espectáculos públicos no deportivos, dentro
del giro de discotecas, bares, entre otros, por ende se ha dejado de
recaudar el IEPND, sin embargo a pesar de las normas existentes
no se ha logrado evitar la celebración de espectáculos públicos no
deportivos, ya que realizan sus actividades en la informalidad y sin
hacer efectivo el impuesto que la ley designa.

Ante las evasiones existentes no se dirigen suficientes


procedimientos de orientación, control y fiscalización oportuna por
parte de los órganos administradores de tributos, disminuyendo la
formalización de contribuyentes, reduciendo la recaudación del
IEPND, IGV y otras obligaciones que deberían cumplirse por ley,
ocasionando incluso que se genere una cadena de evasiones, que
se inicia con los organizadores de espectáculos públicos no
deportivos y continua con el conjunto de personas que participan
con ellas, ya que también en el comercio de bienes de consumo
como bebidas, durante la realización de los espectáculos, se omite
la declaración del IGV correspondiente, además los artistas o
grupos musicales al vincularse con los organizadores de
espectáculos públicos no deportivos, se desarrollan bajo la
informalidad con facilidad, considerando que algunos tributan
importes menores por ingresos, ya que no entregan comprobantes
de pago y para ser contratados solo presentan un contrato sin valor
legal, al no estar inscritos debidamente en la Superintendencia
Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT), ya
sea por desconocimiento de sus obligaciones y derechos como
contribuyente o intencionalmente, generando más cadenas de
evasiones.
En consecuencia, la informalidad de los organizadores de
espectáculos públicos no deportivos, existente sumada a la cadena
de evasiones del conjunto de personas que participan con ellas, ya
que la formalización de las mismas, se ve obstaculizada por falta
de información y orientación a cargo de los órganos
administradores de tributos, desconocimiento de la población sobre
las normas tributarias, las deficiencias en la regulación de la
norma, trámites y procedimientos costosos de los lineamientos a
seguir para la formalización de empresas. Por ende, al permanecer
en la informalidad los organizadores de espectáculos públicos no
deportivos, no son controladas y fiscalizadas para el cumplimiento
de sus obligaciones tributarias, reduciendo la recaudación de
impuestos.

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