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Recuperación económica de

Panamá depende del ritmo


de vacunación: BID
 En el 2020, el PIB de la región cayó 7% y un 18% para Panamá. Además, se
perdieron 30 millones de empleos

Como sabemos, actualmente nuestro país se encuentra en un proceso de


inmunización por medio de las diferentes vacunas contra el covid-19 y según el
Banco Internacional de Desarrollo (BID) aumentar el ritmo de vacunación
permitiría una recuperación económica mas rápida.

En el 2020 Panamá presentó una caída del PIB de 18% además de que los
mercados laborales se vieron afectados por el confinamiento en donde según el
BID el desempleo aumentó de un 7.1% a un 18.5%. Lo que trajo como
consecuencia problemas sociales y económicos tanto ya existentes como nuevos
entre estos la creciente desigualdad y el descontento social, importantes
restricciones fiscales, problemas de deudas y un sector financiero debilitado, entre
otros riesgos. El BID también nos proyectó que el aumento de extrema pobreza en
Panamá vaya del 15,7% al 19%.

La deuda bruta que ya había aumentado bruscamente desde la crisis financiera


global podría incrementarse hasta el 76% del PIB hacia el 2023, en el escenario
base. “Si la recuperación económica tarda más en materializarse, la deuda podría
aumentar hasta el 8% del PIB en la región, sin embargo, si el crecimiento y el
ajuste son más rápidos, la deuda podría estabilizarse en torno al 72% del PIB”.

Panamá está en la medianía de la tabla en términos de deuda sobre el PIB con


63,5%, “así que también tendrá un desafío para que este logro sea sostenible en el
tiempo”,
Ganar la carrera entre los procesos de vacunación y las nuevas olas de
contagio y sus variantes será fundamental para que la recuperación
económica se afiance este año. Por eso es importante aumentar el ritmo
de vacunación en casi todos los países de la región, incluyendo a
Panamá, señaló Eric Parrado, economista jefe y gerente general del
departamento de investigación del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID).

Parrado mencionó que las esperanzas de las vacunas aumentan después


de que, en el 2020, América Latina y el Caribe (ALC) sufriera la mayor
caída del producto interno bruto (PIB) en un solo año de la que se tiene
registro, al presentar un -7% y un -18% para Panamá.
El producto interior bruto (PIB) es un indicador económico que refleja el valor monetario de todos los
bienes y servicios finales producidos por un país o región en un determinado periodo de tiempo,
normalmente un año. Se utiliza para medir la riqueza que genera un país. También se conoce como
producto bruto interno (PBI).

El PIB mide la producción total de bienes y servicios de un país, por lo que su cálculo es bastante
complejo. Tenemos que conocer todos los bienes y servicios finales que ha producido el país y sumarlos.
Es decir, la producción de manzanas, leche, libros, barcos, máquinas y todos los bienes que se hayan
producido en el país hasta los servicios de un taxi, un dentista, un abogado o un profesor, entre otros.
Hay algunos datos que no se incluyen simplemente porque no se pueden contabilizar ni conocer. Por
ejemplo, los bienes de autoconsumo o la llamada economía sumergida por ejemplo.

Se dice que un país crece económicamente cuando la tasa de variación del PIB aumenta, es decir, el PIB
del año calculado es mayor que el del año anterior. La fórmula utilizada para ver el porcentaje de
variación es:
“Por su parte, los mercados laborales se vieron gravemente afectados
tanto por los choques externos como los confinamientos, ya que se
perdieron más de 30 millones de empleos, aunque los últimos meses se
ha producido una recuperación en toda la región”, indicó el economista
durante su participación en CADE 2021.

En el caso de Panamá, Laura Ripani, especialista principal en mercados


laborales del BID, expresó que antes de la pandemia el desempleo no era
un problema tan fuerte hasta la llegada del primer caso cuando se dio una fuerte
subida de 7,1% a 18,5%. “Este es un cambio sumamente fuerte que se
suma a los desafíos estructurales del mercado laboral que ya existían
previos a la pandemia, como: baja productividad, bajo niveles de empleo
formal y brechas de género”, acotó la especialista laboral del BID.

Parrado comentó que, como consecuencia, la región de ALC se enfrenta


a una amplia gama de problemas económicos y sociales, tanto existentes
como nuevos, que incluye la creciente desigualdad y el descontento social,
importantes restricciones fiscales, problemas de deudas y un sector
financiero debilitado, entre otros riesgos.
El BID prevé que las personas en situaciones de pobreza extrema
aumenten a más de 16 millones y en pobreza moderada a 19 millones,
esto significa 35 millones de nuevos pobres. En el caso de Panamá la
proyección es que el aumento de pobreza vaya del 15,7% al 19%.
“Solo una fuerte recuperación permitiría que estas tasas disminuyan
significativamente. Para revertir esto y los problemas sociales más
profundos tenemos que encontrar maneras de impulsar una
recuperación ágil, inclusiva y sostenible”, expuso Parrado.
Según el economista del BID, para el 2021 se prevé que el crecimiento
económico de ALC llegue al 4,1% y luego vuelve a un crecimiento
tendencial más modesto cercano a 2,5% al año. En un escenario más
optimista el crecimiento podría llegar a un 5,2% y luego volvería a un
crecimiento tendencial.

“Aquí el proceso de vacunación es fluido, la inmunidad del covid-19


aumenta y los países estarían abriendo sus economías al comercio y flujo
de capitales”, aseveró Parro, quien advirtió que, en un escenario
negativo, esto podría retrasarse, incluso podría permitir una doble caída
del crecimiento o una doble recuperación en forma de letra de BB.

Deuda bruta
El investigador del BID contó que la nota de cautela en este escenario es
que dado los fuertes estímulos fiscales de los países desarrollados se
podrían generar correcciones en los mercados financieros.

La deuda bruta que ya había aumentado bruscamente desde la crisis


financiera global podría incrementarse hasta el 76% del PIB hacia el
2023, en el escenario base. “Si la recuperación económica tarda más en
materializarse, la deuda podría aumentar hasta el 8% del PIB en la
región, sin embargo, si el crecimiento y el ajuste son más rápidos, la
deuda podría estabilizarse en torno al 72% del PIB”, declaró el ejecutivo. 

Panamá está en la medianía de la tabla en términos de deuda sobre el


PIB con 63,5%, “así que también tendrá un desafío para que este logro
sea sostenible en el tiempo”, dijo el investigador.

El BID enunció una serie de recomendaciones relacionadas a la


problemática fiscal mientras AML atraviesa el túnel pandémico, donde se
encuentran protegiendo la salud de la población y al mismo tiempo
implementando reformas para la recuperación.
 En primer lugar: Aumentar la eficiencia del gasto público que podría arrojar
ahorros de hasta el 4,4% del PIB al año en promedio. En Panamá la estimación
del BID respecto a ser más eficiente el gasto público, llega a 3,8% del PIB.
 Segundo: Aumentar la base tributaria en los países de la región, ya que el
22% del PIB los ingresos tributarios de ALC son considerablemente
inferiores al 34% del ahorro. En Panamá los ingresos tributarios son
relativamente bajos para los desafíos que vienen y se debe enfocar en
mejores diseños tributarios tanto en tasas como en la base, manifestó el
economista del BID.
De acuerdo con Parrado, los países de ALC podrían utilizar estos recursos
para aumentar el gasto en proyectos de salud y educación de alta calidad
en beneficio de las familias más pobres. Reducir los aranceles de
importación de bienes de capital. Aumentar la transferencia de ingresos
bien enfocadas a los pobres. Invertir en infraestructura eficiente.

 Tercero: Reformas estructurales con beneficios sustanciales para la


recuperación: Reducir la informalidad y fortalecer las instituciones fiscales. 
 Cuarto: Aprovechar la realineación de las cadenas globales. 
 Quinto: Invertir más en infraestructura y digitalización para aumentar el
crecimiento. 

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