Está en la página 1de 3

Los hombres guiados por el Espíritu Santo marcan la diferencia

Ezequiel 14:14 y 20
Siempre he escuchado que cuando algo se repite en la Biblia hay que prestarle atención, y cuando
vi este pasaje que tengo que haberlo leído en reiteradas ocasiones me llamó la atención cómo
Dios resalta la vida de estos tres personajes Noé, Daniel y Job, los tres con un valor común, fueron
considerados justos por el Señor.
Cada uno en su época se distinguió por su temor de Dios, lo cual sin lugar a dudas el Señor tomó
en cuenta a la hora de escogerlos para obras específicas.
Si vemos a Noé, un hombre que tuvo que vivir una época difícil, del período de los antidiluvianos,
su padre Lamec le puso ese nombre confiando en que él los aliviaría de sus obras y del trabajo de
sus manos, es decir que representa Consuelo, Reposo, según Génesis 5:29.
En la Galería de los hombres de Fe de Hebreos 11 uno de los primeros que se menciona es Noé, de
quien el verso 7 dice: “Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se
veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue
hecho heredero de la justicia que viene por la fe”.
De aquí se desprenden algunos aspectos por los cuales Noé marcó la diferencia en su generación.
Número 1.- era un hombre temeroso de Dios, y es que cuando hay temor de Dios se obedece a su
Palabra y se cumple con lo que Él nos manda.
En ese tiempo no había llovido, la tierra era regada por un rocío del Señor, un vapor que subía de
la tierra. Sin embargo, Noé fue advertido del diluvio que caería, algo nunca visto, es como que
usted les diga a los dominicanos que en pocos días el territorio será cubierto de nieve y será
congelado, lo menos que le dirán es que usted está loco, y así era considerado Noé por sus
contemporáneos.
Pero el que teme a Dios le cree aunque lo que Él le diga no tenga lógica y le obedece, por lo cual
dice el verso que leímos que con temor Noé preparó el arca de la salvación que fue aprovechada
solo por ocho personas (Noé y su familia) y hasta los animales fueron más dispuestos para Dios
que la gente que se perdió.
Y si nos vamos al libro de Génesis, en su capítulo 6:9 nos dice por qué Noé halló gracia ante los
ojos del Señor.
Destaca que Noé era un varón justo, pero quienes son los justos en la Biblia, los que se acercan a
Dios, quienes le buscan en espíritu y en verdad. Los justos son aquellos que tienen una posición
correcta delante de Dios. Los justos son valientes como el león. Pueden tener muchas aflicciones,
pero Dios les libra de todas ellas.
Los justos tienen la mente de Cristo. Sus pensamientos son rectos y puros. Tienen una mente
sobria. No afirman o confían en su propia justicia, sino que viven bajo la justicia de Cristo. Están
abiertos a la corrección del Señor y de sus ministros. Reciben sabio consejo y lo aplican a sus vidas.
Los justos son inamovibles e incapaces de ser desarraigados de su posición en Dios. Los justos
están seguros de que Dios vendrá y le salvará.
Los justos son generosos y compasivos. Se preocupan por los pobres. Son personas activas en las
áreas de la justicia; buscan la justicia. Caminan con integridad. Dan fruto y su trabajo conduce a la
vida.
Pero también dice que Noé era perfecto en sus generaciones. Perfecto en la Biblia se refiere a un
hombre o mujer Maduros, Completo, Integro, Correcto, Sano, y esta perfección es relativa, nunca
el hombre puede alcanzar perfección absoluta este atributo solo pertenece a Dios, pero la palabra
de Dios sí nos exhorta a que busquemos la perfección, y ésta se haya cuando miramos y buscamos
a Jesús, a nuestro Dios, que es perfecto en todo, es el modelo a seguir para todo ser humano,
según la voluntad del Padre.
Por último dice que Noé caminó con Dios, y obviamente, si un hombre es guiado por el Espíritu
Santo tiene que caminar con Dios. Romanos 8 nos habla ampliamente de la vida en el Espíritu, y
que los guiados por el Espíritu somos los hijos de Dios y que es el Espíritu mismo el que nos da
testimonio de que somos hijos de Dios, y es necesario que cada día le pidamos a Dios que nos
llene más y más de su presencia, porque en su presencia está el poder.
Y qué hablar de Daniel, un profeta con la sabiduría de Dios, que pudo descifrar los sueños de los
reyes de turno, con quien el Señor trataba de manera directa y le mostró lo que habría de
acontecer en el mundo hasta el fin de los tiempos
Daniel, cuyo nombre significa Dios es juez o Dios es mi juez, es un ejemplo de Integridad y
fidelidad al Señor, dice en el capítulo 1:8 de su libro que propuso en su corazón no contaminarse
con la comida ni la bebida del rey.
Los hombres guiados por el Espíritu Santo no permiten que la vanidad de esta vida le llene los
ojos, sino que se manejan por principios, principios contenidos en la Palabra de Dios.
La integridad abarca todo aspecto de la vida: amor para Dios, aborrecer al mal, manifestar
fidelidad, honestidad, valentía, obediencia a todo costo hasta el mero fin.
Daniel, aunque apenas era un joven acabando de salir de la adolescencia, a quien hasta el nombre
le cambiaron por Beltsasar, protegido por Bel (el dios Saturno de los babilonios), decidió serle fiel a
Dios hasta la muerte y por eso el Señor lo premió de tal modo que pasó el imperio babilónico,
llegaron los medo-persas y el siguió siendo un alto ejecutivo en el Palacio.
La Palabra dice que Dios honra a los que le honran, eso pasó con Daniel, y eso pasa con los
hombres guiados por el Espíritu Santo, que marcan la diferencia, como el profeta lo hizo con los
demás de su época, sobresaliendo sobre todos, por su integridad.
Pero nuestro pasaje base nos habla de otro hombre que marcó la diferencia en el período
patriarcal, Job, que comienza su libro diciendo que era perfecto y recto, temeroso de Dios y algo
importante, apartado del mal.
Esto nos dice que los hombres guiados por el Espíritu Santo marcan la diferencia porque no se
andan metiendo en todo lugar, sino que reconocen que son cartas leídas, por lo cual hay que
guardar el testimonio para evitar los escándalos en la obra de Dios.
Hermanos Job era tan temeroso de Dios, que hasta cuando sus hijos hacían banquete los llamaba
a purificarse y ofrecía holocaustos por ellos, por si acaso habían pecado.
Pero cuando decidimos seguir a Cristo el diablo siempre está al acecho para aprovechar la más
mínima brecha y tratar de hacernos caer.
Job sin embargo superó la prueba con paciencia y por eso fue premiado por Dios con más de lo
que tenía antes de ser abatido.
La paciencia es un rasgo de carácter que nos permite pasar por situaciones caóticas sin
derrumbarnos, nos permite educar a nuestros hijos sin gritos y nos permite aceptar a los
compañeros de trabajo sin deprimirnos, entre muchas otras cosas.
Es muy interesante conocer que el origen de la palabra paciencia es la raíz latina pati que significa
sufrir. Así la palabra misma nos recuerda que la paciencia implica sufrimiento, si bien ese
sufrimiento se acepta con dignidad esperando una recompensa mayor que vendrá, ya sea con el
simple paso del tiempo, con la perseverancia, o con la actividad correcta en los momentos
correctos.
Paciencia es la cualidad de tolerar o soportar dolor o dificultades sin quejas.
En resumen, los hombres guiados por el Espíritu Santo:
Primero.- Son temerosos de Dios y por tanto obedecen a su Palabra y a su llamado.
Segundo.- Son justos y por tanto se acercan a Dios y le buscan en espíritu y en verdad.
Tercero.- son perfectos en sus generaciones, es decir, son creyentes maduros, que se saben
conducir conforme a la Palabra de Dios en las distintas circunstancias de la vida.
Cuarto.- Caminan con Dios, o sea, se dejan guiar del Espíritu Santo.
Quinto.- Son íntegros, aman a Dios y aborrecen el mal.
Sexto.- Son pacientes, experimentados en quebranto, dando Gloria a Dios en todo momento, a
sabiendas de que vale el esfuerzo esperar en el Señor.
Y por último, el pasaje que leímos nos confirma que la salvación es individual, porque vemos que
en medio de la ira de Dios, del justo juicio del Señor, el profeta señala que si estuvieran estos
héroes de la fe, ni aun a sus hijos salvarían, solo ellos, por su justicia.
Hombre y mujeres de Dios, marquemos la diferencia en medio de esta generación maligna y
perversa, vamos a resplandecer como luminares en este mundo en tinieblas.
Dios les bendiga.
Amigo que no has hecho tu decisión por Cristo, tú puedes marcar la diferencia, dándole entrada a
Jesús en tu corazón. Él cambiará tu vida, te transformará, te llenará de su amor, de su gozo, de su
paz, como lo ha hecho con nosotros.

También podría gustarte