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Las transformaciones que está viviendo el mundo en materia

económica, educativa, social, política y cultural, aunado a los


grandes avances de la ciencia, la tecnología y la información en
estos tiempos ha producido un nuevo contexto socio histórico donde
la sociedad humana cada día debe asumir los cambios y retos que
le impone la sociedad de la información y el conocimiento.

Todos estos cambios han impactado al sistema educativo


universitario en el mundo estableciendo una nueva concepción
filosófica en los docentes y en las instituciones de educación
superior. Esta realidad conlleva al surgimiento de nuevos
requerimientos y prácticas de gestión para el docente, para
responder de forma eficiente y efectiva a los cambios que
experimentamos hoy en día en este sector.

Se desarrolla la concepción del docente como un Gestor Axiológico


Cultural de las transformaciones sociales, tiene la misión de busca
que la educación del estudiante esté centrada en los valores
humanos y sociales y no sólo en el conocimiento, ya que la
formación del individuo debe ser profunda y sensible en cuanto al
compromiso social, la conservación y respeto de la diversidad
cultural y del ambiente, la superación personal mediante el
autoaprendizaje, el fortalecimiento de la autoestima y el desarrollo
de la apreciación por el arte en todas sus manifestaciones.

INTRODUCCIÓN

El mejor maestro es aquel que trata de realizar en sí mismo lo que


trata de realizar en los demás. (Demóstenes)

Las transformaciones que esta viviendo el mundo contemporáneo


en materia económica, social, política y cultural, aunado a los
grandes avances de la ciencia y la tecnología en estos tiempos ha
producido un nuevo contexto socio histórico, donde la sociedad
humana cada día debe asumir los nuevos retos que le impone la
sociedad de la información y el conocimiento.

Estas exigencias provocadas por esta nueva sociedad del


conocimiento ha tocado a las universidades y a todos sus miembros
en el mundo, y particularmente en Latinoamérica y Venezuela,
todos estos procesos continuos de cambios ha producido la
necesidad de formularse una nueva visión, sobré el papel del
docentes y los retos que estos deben asumir al igual que las
universidades en el siglo XXI.

Esta situación merece una especial atención puesto que el papel


del docente en el siglo 21, será cada vez más complejos; es
importante resaltar que este debe responder a su propia
especificidad histórica cultural y los espacios geográficos que la
rodean en las dimensiones ética, política, culturales, económica,
jurídico, que le sean de su competencia; en este sentido podemos
señalar que la universidad y los docente tienen la misión de estar al
servicio de los intereses del país, esto con el fin de promover
cambios y desarrollo para la búsqueda del bienestar colectivo de la
sociedad.

Los continuos desafíos ante un contexto social dominado por el


discurso de la globalización; por tal razón, es necesario que el
docente asuma una actitud crítica desde su propia formación
epistemológica y su cultura investigativa.

La universidad tiene retos futuros, pero lo primero por atender es y


será su presente; la universidad ha cambiado a través de la historia,
motivado a que no puede permanecer inmutable, ya que esta es
signo de muerte; lo inerte permanece y permanecerá siempre
indiferente. Lo que tiene vida necesariamente necesita alinearse a
los constantes movimientos que se van generando por la dinámica
social y educativa de cada país, y en particular el caso venezolano,
donde vivimos una etapa de transición paradigmática en la
concepción teórica – práctica en el modo de vida.

Esta nueva realidad Venezolana tiene la intencionalidad de


revolucionar una nueva cultura universitaria basada en nuevas
prácticas docentes, gerenciales y tecnológicas, que busca estimular
al talento humano, sus capacidades cognitivas, fortalecimiento de
las habilidades y la parte creativa, teniendo siempre presente el
humanismo y la democracia como motor de cambio y
transformación social.
En este mismo orden de idea, la formación de los futuros
profesionales hoy en dia, constituye uno de los aspectos más
importante y de mayor interés que debe tener presente el docente y
las universidades, para así lograr la excelencia educativa; porque el
profesional del mañana no debe ser igual al de hoy en dia, todo este
proceso no recae solamente en la universidad, sino que el docente
también tiene responsabilidad en el desarrollo integral de los
profesionales universitarios.

En otras palabras la sociedad posmodernista requiere de docentes


cada día con mayor presupuesto epistemológico, dispuesto a
asumir la diversidad del conocimiento, liderazgo, ser más creativos
e innovadores para facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje,
de esta forma adaptarse a la nueva visión de la universidad del siglo
XXI.

Veamos al docente como un hombre no como un objeto, ese sujeto,


un paradigma expuesto a su continuo desarrollo humano que se
ubique en un nivel de esencialidad más profundo, dicho nivel
garantice la búsqueda de las principales causas y necesidades para
la transformación y cambio en la sociedad. Este proceso complejo
por su propia naturaleza humana se enriquecerá sistemáticamente
si se ajusta a un proceso en espiral donde el pensamiento
divergente y creativo pase de la abstracción a la acción consciente
y a la actividad práctica ante nuevas situaciones de búsqueda de
soluciones en el proceso de enseñanza -aprendizaje desde la visión
filosófica la comprensión, explicación y interpretación en su nuevo
rol como docente en el socialismo del siglo XXI.

Visión del rol del docente del siglo XXI

El cambio en el concepto del rol de docente en el siglo XXI, tiene


enormes implicaciones en el mundo moderno tanto a nivel global,
regional y local la competitividad por el conocimiento ha producido
la necesidad de introducir un hombre nuevo con más competencia
cognitivas, humanas con el objetivo de articularse de forma efectiva
a los fenómenos que se producen en la sociedad del conocimiento,
revisemos ese nuevo rol del docente en el socialismo del siglo XXI
bajo una mirada Hermenéutica:
La Hermenéutica “Clásica”

Como disciplina filosófica fue elaborada especialmente por F.


Schieirmacher y W. Dilthey. Según W. Dilthey la Hermenéutica no
es sólo una técnica auxiliar para el estudio de la historia de la
literatura y de las “ciencias del espíritu”, sino que es un método que
permite fundamentar la validez universal de la interpretación
histórica.

Desde el punto de vista filosófico, la línea de investigación iniciada


por Dilthey en el siglo XIX y que se proyectó a través del
neokantismo (Windelband, Richert) y Weber, ha sido continuada por
Gadamer, Ricoeur y Habermas.

La Hermenéutica “Moderna”

Gadamer se ha preocupado por superar tanto la hermenéutica


clásica de la interpretación de los textos, como la hermenéutica
romántica de Schleiermacher y Dilthey, mediante la investigación
fenomenológica.

La Hermenéutica “Postmoderna”

Como ciencia es la que deseamos construir, donde el hombre es la


esencia de la discusión para la comprensión, explicación e
interpretación de los nuevos momentos históricos.

La interpretación hermenéutica no debemos verla únicamente como


una disección conceptual del objeto de investigación, sino también
como una ciencia aplicada por el docente para la comprensión,
explicación e interpretación de sus dimensiones humanas y la
evolución dialéctica en los modos de producción según Marx, Esa
comprensión, explicación e interpretación científica surge del
estudio histórico tendencial de lo que se desea investigar, en un
contexto y con una intencionalidad objetiva, no desvinculada de ese
complejo mundo de relaciones que desde todo texto y contexto se
revela, se necesita, ante todo, una interpretación humanista ante
toda posición científica, el hombre es el protagonista de todos los
cambio en la humanidad.

La hermenéutica como una ciencia de la comprensión, explicación e


interpretación propone nuevos fundamentos teóricos para analizar
las relaciones humanas que necesita el ser, para ampliar su
cosmovisión en el contexto educativo y de esta manera abrir la
necesidad dialógica de nuevas formas de entendimiento sobre el
significado de la realidad como diversa y compleja.

La hermenéutica en principio significaría el arte de interpretar libros


sagrados pero este no es su sentido exclusivo- recordemos que
esta ciencia sigue considerándose virgen - su continuidad en la
historicidad (como un tiempo infinito), da cuenta de la hermenéutica
y como ésta nos sirve para aceptar a la interpretación como un
proceso de ruptura en los efectos no intencionales de un orden
interpretativo de univocidad.

La exposición de este criterio nos parece una de las nuevas


condiciones que debe tener el docente en el ejercicio de sus labores
académicas para lograr la construcción crítica del conocimiento en
la dimensión de lo educativo.

Desde la perspectiva filosófica de la hermenéutica se desprende un


cambio paradigmático importante del rol del docente, porque este
pasara a ser un gestor de conocimiento crítico ante los hechos
sociales que se experimenta en la sociedad venezolana.

Según, Herder el modelo hermenéutico, deberá establecer las


conexiones entre lenguaje, razón y humanidad. En el modo de ser
de la humanidad, encuentra un horizonte privilegiado en las
intenciones del ser humano, este modo de ser de la humanidad
tiene su forma de expresión más desarrollada en la práctica
cotidiana.

Compartimos la posición de Herde cuando plantea, que el ser


humano necesita de la interconexión de estos tres componentes
para buscar entender el desarrollo de las prácticas humanas
cotidianas porque de esta manera el ser humano tendrá una
capacidad mas critica ante los retos que le propone la sociedad.

COMPETENCIAS DEL DOCENTE DEL SIGLO XXI.

El mundo está experimentando cambios constantes, cambios que


estamos presenciando día a día, estos diversos procesos sociales,
políticos, tecnológicos y económicos, están produciendo en el
mercado laboral internacional, nacional y local con nuevas
competencia profesionales, donde los nuevos docentes
universitarios del siglo XXI, deben reunir una serie de
características, habilidades y experiencias para lograr un espacio
oportuno en esta sociedad de la información, el conocimiento y del
talento humano.

En medio de estos grandes avances, el mundo laboral educativo ha


cambiado su esquema, cada día se hace más complejo y explosivo,
porque las demandas y los Standadares en la calidad educativa
universitaria necesitan contar con equipo de gestión en lo interno de
su estructura de organización, ha profesionales proactivos,
eficientes, creativos que acepten los cambios y los retos de las
nuevas prácticas y las exigencias del mercado laboral global.

A nuestra manera de ver el docente del siglo XXI, debe poseer un


conjunto de competencias tales como:

• Ética y Valores
• Hermeneuta
• Autodidacta
• Autocritico
• Comunicación
• Liderazgo
• Visión sistémica
• Trabajo en equipo
• Conocimiento de las Tic
• Empatía- Sinergia.
• Aprendizaje.
• Motivación
• Aprendizaje Continuo y Situacional.
• Humanista
• Facilitador y no un dificultador de conocimiento
• Orientador hacia las transformaciones.
• Acompañante del estudiante a través de todo el proceso de
enseñanza – aprendizaje.

Además de esta competencias son necesarias la denominadas


competencias especializadas propuesta por De los Rios, D.;
Herrera, J.; M.Letelier y otros (2000) Paradigmas y competencias
profesionales pag.113.

Competencias Especializadas

a. Revisar, criticar, formular o modificar objetivos del aprendizaje.


b. Explorar las necesidades e intereses de sus estudiantes.
c. Definir y describir los contenidos de una actividad docente para
su especialidad y fijar prerrequisitos para asignaturas.
d. Seleccionar y preparar material didáctico para la actividad
docente y diseñar un sistema de evaluación del aprendizaje.
e. Adecuar la relación entre actividades prácticas y teóricas.
f. Involucrar a los estudiantes en la configuración de las unidades de
aprendizaje y analizar los resultados de las evaluaciones en el
aprendizaje de sus estudiantes.
g. Evaluar el proceso docente en su globalidad.
h. Promover hábitos de estudio adecuados a la profesión de sus
estudiantes.

Estas competencias generales y especializadas deben estar


presentes en el docente del futuro que aspiran incorporarse de
forma efectiva al proceso de cambio y transformación al nuevo
mercado laboral en la sociedad de la información y el conocimiento.

Es importante resaltar que a esto, se le debe agregar otros factores


que van a dinamizar la conjugación del éxito entre las partes que
involucran el proceso de enseñanza y aprendizaje esto como
estrategia de compromiso, equidad, pertinencia social y
corresponsabilidad social.

La nueva sociedad de la información, conocimiento y del talento


humano, resalta la importancia del valor del conocimiento, tanto
tácito como explícito, esto ha conllevado a las universidades y a su
gente a repensar y a construir estrategias efectiva para captar a los
mejores con el objetivo de fortalecerse y hacerse más competitivas
para posicionarse de forma efectiva en el mundo académico.

Las universidades hoy en día están experimentando cambios y


particularmente en el caso venezolano producto de una nueva
concepción filosófica que comienza a gestarse por el nuevo proceso
revolucionario y la nueva visión del modelo educativo nacional.

Por tal razón, la nueva realidad venezolana exige a las


universidades nacionales y privadas a todos sus docente desmontar
la vieja visión tradicionalista para darle paso a la nueva propuesta
revolucionaria que se sustenta en el tercer motor que es moral y
luces educación con valores socialista. Su implementación viene a
detener de manera firme el proceso de descomposición social que
ha padecido Venezuela, a raíz de la falta de un sistema de
educación cívico y humanista que nos hubiese llevado a tener un
modelo de sociedad en el cual tuviese prioridad la calidad de vida
de los ciudadanos por encima de criterios mercantilistas.

Para, Luis Acuña, ministro de Educación Superior de la República


Bolivariana de Venezuela, el tercer motor “busca que la gente
desaprenda los antivalores del sistema capitalista como el
individualismo, y cultive la solidaridad y el respeto a la vida humana.
Eso es Moral y Luces: una nueva concepción de vida fundamentada
en valores”. Estas percepciones son las que nos han llevado a
comenzar a desarrollar nuevas ideas y estamos seguros que para
poder desmontar los antivalores tenemos que utilizar la
comprensión de lo real, para así poder interpretar los cambios que
pregona la filosofía del Socialismo del siglo XXI.

En este nuevo contexto, los docentes de educación superior en


Venezuela debemos tener como premisa filosófica el valor moral
como fuente para perfeccionar al hombre en cuanto a ser hombre,
en su voluntad, en su libertad, en su razón, el valor moral nos
llevara a construir a un hombre más crítico y humano.

Conclusiones

1. La hermenéutica permite penetrar en la esencia de los procesos


y fenómenos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento al
ofrecer un instrumento metodológico para su interpretación desde
niveles de comprensión, explicación e interpretación que desarrolle
la reconstrucción del conocimiento para su aplicación en la praxis
social.

2. Este nuevo rol el docente debe tomar en cuenta la hermenéutica


en sus dos perspectivas de desarrollo:

• La interpretación totalizadora en nuestro caso del sujeto que


abarque desde el conocimiento preliminar de éste hasta su
observación, comprensión, explicación e interpretación en enfoques
y teorías.
• La visión detallada de sus componentes o configuraciones que
revelen sus principales rasgos, cualidades y relaciones esenciales,
pero siempre desde esa perspectiva globalizadora de ese sujeto.
• Docente del siglo XXI debe ser un gestor de conocimiento,
compartido donde las partes involucradas en el proceso de
enseñanza y aprendizaje se geste atreves de la empatía y la
sinergia.
• Este docente debe poseer competencias generales y
especializada con el objetivo de dinamizar de forma efectiva el
proceso compartido de enseñanza y aprendizaje.

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