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Señor

JUEZ PROMISCUO MUNICIPAL DE SANTA BARBARA-ANTIOQUIA


E.S.D

Referencia: Verbal de Pertenencia.


Demandante: José Patrocinio García Rincón.
Demandado: Carmen Eliza García Rincón y Ana Julia García Rincón.
Radicado: 2016-041

CLAUDIA INES BETANCUR CASTRO, mayor de edad, en mi condición de


apoderada judicial del señor JOSE PATROCINIO GARCIA RINCON, en el
proceso de la referencia, y estando en la oportunidad legal, me permito presentar
los alegatos de conclusión de la siguiente manera:

Conforme a lo dispuesto por el artículo 2512 del Código Civil, la prescripción es un


modo de adquirir las cosas, o de extinguir las acciones o derechos ajenos, por
haberse poseído las primeras, o no ejercitarse los segundos durante cierto tiempo,
concurriendo además los restantes requisitos legales.

Dispone el artículo 2518 de la citada codificación, que se gana por prescripción el


dominio de los bienes corporales, raíces o muebles, que están en el comercio
humano y que se hayan poseído cumpliendo las condiciones legales, por tanto,
para que opere dicho fenómeno deviene necesario que el accionante demuestre
haber poseído el bien durante el lapso que establece la ley en cada caso.

La posesión que tiene el señor JOSE PATROCINIO GARCIA RINCON sobre el


bien objeto de prescripción se apoya en dos presupuestos bien definidos, en
primer lugar el corpus, elemento material y objetivo constituido por la detentación
material de la cosa, es decir, su mantenimiento dentro de la órbita de manejo y
disposición suya y en el animus, elemento intencional y subjetivo que hace
referencia al aspecto psicológico de reputarse a sí mismo dueño, sin reconocer
dominio ajeno, de tal suerte que lo ha exteriorizado a los demás teniendo la
creencia que es la dueña del bien inmueble objeto del proceso.

El ordenamiento legal reconoce dos clases de prescripción adquisitiva, la ordinaria


y la extraordinaria, siendo la primera aquella que nace a la vida jurídica por el sólo
hecho de tener el usucapiente un justo título y cinco de posesión continua e
ininterrumpida, sin reconocer dominio ajeno; al paso que se reputará
extraordinaria cuando a pesar de encontrarse en ausencia de justo título se haya
poseído el bien por espacio de veinte años ininterrumpidos, como lo consagran los
artículos 2527, 2529 y 2532 del Código Civil.

Es importante anotar, que la Jurisprudencia y la Doctrina han determinado que la


prueba por excelencia a fin de probar los elementos que integran la posesión es la
TESTIMONIAL; obra en el expediente las declaraciones de los Señores: LIBARDO
De JESUS GUTIERRREZ YEPES, DAVID CASTRILLON DUQUE y EVER DE
JESUS GONZALES , quienes al unísono han declarado que el demandante ha
poseído el bien objeto de prescripción por más de 20 años, con ánimo de señor y
dueño, y sin reconocer dominio ajeno, de manera pública, pacifica e
ininterrumpida, sin violencia, declaraciones que se plasman en actos de posesión
del señor JOSE PATROCINIO GARCIA RINCON como el dueño del inmueble, y
que no conocen otro dueño, es decir, que ha ejercido la posesión del bien como
señor y dueño sin reconocer dominio ajeno.
En relación a la prescripción ordinaria adquisitiva de dominio la jurisprudencia ha
sostenido: ‘…La prescripción con que se adquiere el dominio de las cosas se
divide en ordinaria y extraordinaria. El C.C. sienta reglas o principios generales
aplicables a las dos clases de prescripción y especiales para cada una de ellas.
Entre las primeras pueden citarse las siguientes:

Tanto la ordinaria como la extraordinaria constituyen un modo originario de


adquirir, por medio de ambas se puede ganar el dominio de las cosas corporales
raíces o muebles y los otros derechos que no están especialmente exceptuados;
en ambas se requiere, además que se trate de cosas prescriptibles; que se
hubiere ejercido la posesión de estas y que esa posesión no haya sido
interrumpida durante cierto tiempo. (..). En cambio para ganar el dominio de las
cosas por medio de la prescripción extraordinaria, se requiere simplemente la
posesión material ininterrumpida por espacio de treinta años, los que, a partir de la
vigencia de la ley 50 de 1936, han quedado reducidos a veinte. En ese modo de
adquirir no es necesario título alguno y se presume de derecho la buena fe.

Por mandato de La ley,Por consiguiente, en este proceso se dan los presupuestos


para la prosperidad de ésta clase de acción pues se han acreditado íntegramente
lo siguiente:

- La posesión material del demandante sobre el inmueble a usucapir,


prolongada en el tiempo que exige la ley de manera pública, pacífica e
ininterrumpida.
- Que la cosa o derecho sobre el cual se ejerce la posesión es susceptible de
adquirirse por prescripción.
- Que el demandante tiene legitimación en la causa para solicitar la
declaración de pertenencia, por ser poseedor del bien.
- Que el demandante ha ejercido la posesión con ánimo de señor y dueño,
desconociendo dominio ajeno, poseyendo el bien con los elementos
constitutivos de la posesión como lo son el corpus y animus.
-
Por último, el fundamento de la usucapión se basa en la necesidad de proteger al
poseedor de un bien consolidando titularidades aparentes en perjuicio de quienes
lo han abandonado o se han desinteresado, por cuanto la propiedad no se concibe
como un derecho absoluto.

Con fundamento en lo expuesto, se concluye que la inspección judicial solicitada


por la parte demandante cumple con los requisitos de ley, es decir, es conducente,
pertinente Y útil , dentro de la presente litis

Es necesario anotar con relación a la prueba pericial, queda plenamente


demostrado con la la ubicación, los linderos y las características, así como la
antigüedad de más de 20 años del inmueble, al igual se acredita la existencia de
sembrados agrícolas de larga duración y Que se “plantaron” hasta la fecha , “es decir
ante y durante la posesión que se alega respecto de el señor JOSE
PATROCINIO GARCIA RINCON”.

A las anteriores consideraciones de índole técnica, debe agregarse que, de


acuerdo con el Código Civil colombiano, la posesión, como tenencia de una cosa
determinada con ánimo de señor o dueño, se traduce en una situación de hecho
constituida por dos elementos esenciales, uno de los cuales, el corpus o
tenencia material (detentación de la cosa), está presente en la mera tenencia, al
punto de ser su esencia, de modo que la diferencia específica que distancia a
aquel fenómeno de esta, y lo define en nuestro derecho, es el elemento interno
(animus) consistente en la intención o deseo de poseer la cosa como dueño. Pero
precisamente por ser una situación de hecho calificada por un estado interno que
no es fácil sondear de modo directo, su demostración debe venir acompañada de
actos inequívocos y contundentes que reflejen de manera cabal una conducta
frente al bien de quien se dice su poseedor, con manifestaciones idóneas
perceptibles por terceros, esto es

“…una serie de actos de inconfundible carácter y naturaleza, que demuestren su


realización y vínculo directo que ata a la cosa poseída con el sujeto poseedor.
Tales actos deben guardar íntima relación con la naturaleza intrínseca y normal
destinación de la cosa que se pretende poseer, y así vemos que el artículo 981
del Código Civil estatuye, por vía de ejemplo, que la posesión del suelo deberá
probarse por hechos positivos de aquéllos a que sólo da derecho de dominio,
como el corte de maderas, la construcción de edificios y cerramientos, el cultivo
de plantaciones y sementeras y otros de igual significación”. ( G. J. XLVI, pág.
712).

Por lo anteriormente expuesto, solicito al despacho declarar la pertenencia sobre


el bien objeto del proceso a favor del señor JOSE PATROCINIO GARCIA
RINCON

Del señor Juez,

Atentamente,

CLAUDIA INES BETANCUR CASTRO


T.P. 265-260 del C.S. de la J.

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