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Constancia
Constancia
Ser constante implica luchar permanentemente por una meta. Implica hacer las cosas
como se deben hacer. Ser constante es mantener el ritmo de vida. Hacer siempre lo que
corresponde y como corresponde.
Cuando se dice que la constancia es un valor, significa que ella permite a las personas
llevar a cabo los proyectos en su vida. En realidad es poco lo que se alcanza si la persona
no es persistente y constante.
La pereza y la falta de disciplina impiden que algunas personas logren sus objetivos, pues
piensan que todo lo que quieren conseguir es fácil. Pero en la vida no todo es así.
Algunas veces el camino será relativamente fácil o se encontrara con situaciones que le
ayudaran a llegar a la meta sin mucha dificultad, pero la mayoría de las veces, todo triunfo
exige sacrificios y trabajo duro.
Sin esfuerzo y dedicación es difícil llegar a las metas, pues en la vida hay muchas
distracciones que son más llevaderas y placenteras, pero que no conducen al destino o
a la meta propuesta.
Cuando pasan los años, hay personas que se dan cuenta que no han logrado hacer lo
que se propusieron. Pero lo peor es que ya no tienen tiempo: el tiempo pasa y no se
devuelve y no hay otra oportunidad para recuperar lo que se quiere.
La constancia nos enseña que con el esfuerzo se logra lo que se quiere. Muchas veces
debemos dejar cosas que quizá en ese momento eran buenas, pero que no ofrecían las
condiciones para llegar a la meta que se quiere.
Analicemos
¿Es posible alcanzar metas sin ser constante? Pensemos en un deportista que
nunca entrena, ¿Llegará a ser uno de los mejores?