Señor Dios, te agradecemos la sabiduría que nos trasmite tu ejemplo de amor
universal. Danos el coraje de abrir el corazón y el espíritu a nuestro prójimo sin mirar su raza, su color o su religión, pues sabemos que toda la humanidad es hija tuya. Que tengamos respeto ante todo aquello que nos rodea, todo aquello que tenga el don de la Vida, esa vida que sólo tu mi Dios nos has concedido con tanto amor. Concédenos la gracia de superar las barreras de la indiferencia, de los prejuicios y del odio, que siempre en cada palabra, en cada acción de cada uno de nosotros salga de nuestro corazón el respeto que se merecen, pues es a través del respeto que podemos empezar a construir la civilización de tu amor. Que sea el respeto el que reine en cada uno de nosotros, en cada casa, en cada trabajo, en cada escuela Señor, se tú la guía de nosotros, que por el respeto que tu nos das, aceptando a cada ser humano que pisa este mundo, aceptándonos tal cual somos, con nuestras virtudes y defectos, así de esa manera veamos a tu imagen y semejanza a nuestros hermanos. Amén.