Antes que nada, quisiera decirles, que es un placer pronunciar
estas palabras en nombre de los compañeros y amigos graduados, hoy aquí. Este acto marca el fin de un camino, y en este final nos une una alegría, la de haber conseguido la meta personal que nos propusimos desde el primer día de cursada. Hace un tiempo entrábamos a la carrera, algunos sin saber realmente si esta era la carrera apropiada, más cuando mucha gente se iba quedando en el camino, o cuando las dificultades parecían insorteables, y en el fondo pensabas: ¿Qué estoy haciendo acá?... Pero seguimos adelante y durante todo este tiempo hemos acumulado experiencias, momentos, recuerdos, y obviamente algunos conocimientos… Cada uno de nosotros ha dejado su propia marca, ya sea por una presentación en una clase, por una respuesta que dio a una pregunta de un profesor, por esa nota que saco en una asignatura, o lo más importante, la huella que nos hemos dejado los unos a los otros, así es que simplemente por el hecho de habernos conocido en estos pocos meses, quedaron grabados algunos recuerdos que nunca borraremos y siempre llevaremos con nosotros. Y por supuesto no me quiero olvidar en este acto, de aquellas personas que nos han ayudado tanto en este difícil camino, personas que han contribuido a que esta etapa haya sido mucho más fácil, que nos han apoyado en aquel momento difícil cuando lo veías todo negro, que nos dieron un empujón cuando lo necesitabas, y yo sé que en cada caso será particular… con estas personas, me refiero a nuestras familias, simplemente gracias por el apoyo y la confianza. Tampoco olvidar a nuestros amigos, tanto a los que teníamos antes de llegar, como los que acabábamos de conocer en la carrera, que te ayudaban y apoyaban cuando tenías prácticas, que no sabías ni por dónde empezar, los que te ponían al corriente cuando faltabas en alguna clase, los que te aconsejaban y pedían consejo en aquel momento de crisis, y como no decirlo, con los que te tomabas ese mate amargo a las 8:00 de la mañana. Y no olvidarnos también de nuestros profesores, aquellos que te exigían tanto, (y no nos vamos a engañar en el momento los odiábamos), pero luego reflexionando aprendías que esas exigencias, nos hacían obtener lo mejor de nosotros y darnos cuenta realmente de lo que somos capaces de hacer, también recordar aquellos profesores, que aunque tuvimos únicamente una asignatura cuatrimestral con ellos, te saludaban por el pasillo y se paraban a preguntarte que tal ibas con las materias y como estabas ,algo que no en todos lados pasa, haciéndote sentir parte de una gran familia, con un trato de profesor / alumno mucho más cercano, haciendo que el hecho de haber venido al instituto no haya sido el hecho de venir a las clases e irte a casa, sino venir aquí, aprender y pasar un buen rato. Bueno llega el momento de despedirse, de decir adiós, llega el momento de empezar una nueva etapa, mirar e ir hacia delante, pero eso sí, sin olvidar lo pasado; ¡tal vez algunos nos encontremos nuevamente, quizás otros no nos volvamos a ver, por eso démonos un abrazo muy fuerte, de esos que se guardan en el alma, para volverlo eterno. ¡Un abrazo a todos, Gracias y buenas noches!!