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El funcionamiento de los sensores de eje se

basa en el principio del efecto Hall.


En los sensores inductivos de nivel del vehículo
se encuentran alojadas, en un circuito impreso,
varias bobinas conductoras de corriente que
crean un campo electromagnético. A través de
este circuito impreso se mueve un rotor
metálico, unido a la palanca de funcionamiento
del sensor, que afecta al campo
electromagnético homogéneo.
En las bobinas, se registra un cambio en el
campo, independientemente de la posición de la
palanca del sensor, y un ASIC, especialmente
desarrollado para esta función, lo evalúa.

La medición de la inclinación del


vehículo se efectúa por medio de
sensores de eje (sensores de ángulo
de giro), montados en las partes
delantera y trasera de la carrocería.
En vehículos con una distancia
corta entre ejes suele montarse
únicamente un sensor en el eje
posterior, al no registrar
variaciones significativas en el eje
delantero.

1. Fijación en la carrocería
2. Sensor de eje
3. Palanca giratoria
4. Biela
5. Eje del vehículo

La inclinación del vehículo se calcula Mediante una palanca giratoria unida a través de
partiendo de la diferencia de tensión una biela con el respectivo eje del vehículo o
entre los sensores de los ejes delantero y suspensión de rueda, se mide la compresión de
trasero. los elementos de suspensión que se produce.

Las distintas posiciones y


tolerancias de montaje se
equilibran mediante un ajuste
electrónico en la unidad de
control, que evalúa la situación.

Además de las señales de los


sensores de los ejes, la unidad
de control recibe una señal de
velocidad del tacómetro
electrónico de la unidad de
control del ABS. Con ayuda de
esta señal, el sistema determina
si el vehículo está parado, se
mueve o se encuentra en
marcha constante.

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