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blaciones a quienes van dirigidas.

“Por lo tanto establece que la


educación relativa al ambiente deberá:  considerar el medio como un
todo, bajo sus aspectos naturales y los creados por la sociedad,
tecnológicos y sociales (económico, políticos, científicos, históricos,
culturales, morales, estéticos).  Adoptar un punto de vista
interdisciplinario y utilizar los recursos de cada disciplina, de manera que
sitúe los problemas del ambiente en una perspectiva global y equilibrada.
 Examinar las cuestiones principales del medio desde una óptica local,
estatal, regional e internacional, a fin de que los alumnos se hagan una
idea de las condiciones ambientales que se dan en las otras regiones
geográficas.  Centrarse en las situaciones actuales y futuras del medio,
teniendo en cuenta su perspectiva histórica.  Insistir sobre el valor y la
necesidad de una colaboración local, estatal e internacional en la
prevención y resolución de los problemas del ambiente.  Estudiar
sistemáticamente, desde el punto de vista del medio, los planes de
desarrollo y crecimiento.
65  Hacer participar a los alumnos en la organización de sus
experiencias de aprendizaje, y darles la oportunidad de tomar las
decisiones referentes a éstas y de aceptar sus consecuencias.  Elaborar
un informe para los estudiantes de todas las edades, a fin de
sensibilizarlos en el tema del ambiente, a dotarlos de los conocimiento y
de la aptitud necesarios para solucionar los problemas y determinar los
valores, que atraiga especialmente la atención de los más jóvenes hacia
las cuestiones del medio que se producen en su propia comunidad. 
Ayudar a los alumnos a revelar los síntomas y las causas reales de los
problemas ambientales.  Recalcar la complejidad de las cuestiones del
medio y, así, la necesidad de desarrollar el sentido crítico y las aptitudes
precisas para resolver los problemas.  Utilizar medios educativos
variados y una gama amplia de métodos de comunicación y de
adquisición de los conocimientos sobre el ambiente, y atender
adecuadamente las actividades prácticas y las experiencias.”793.2.4
Congreso Internacional sobre Educación y Formación relativas al
Medio Ambiente, Moscú, 1987. A diez años de la Conferencia de
Tbilisi, la UNESCO y el PNUMA, organizaron el Congreso
Internacional sobre Educación y Formación relativas al Medio
Ambiente, realizado en el año de 1987 en Moscú, Ciudad de la
entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Aquí se delinearon las bases para una educación dirigida a los
Jefes de Estado, a los encargados en la toma de decisiones de
las políticas internas de cada país, a los especialistas, y a la
población en general, con la finalidad de contribuir: “a mejorar la
legislación en materia de educación ambiental, a definir los
grandes campos de acción y a incorporarla en los programas de
formación de los educadores en todos los sectores y niveles.” 80El
Congreso de Moscú no tuvo la trascendencia que diez años atrás
se observó en Tbilisi; debido en parte, a que, en la década de los
ochentas, mejor conocida como “la década perdida”, se vivía a
nivel mundial una situación compleja, experimentándose, por una
parte, la crisis política desatada por la guerra fría y por la otra, una
creciente debilidad de la economía, generada por una política
económica globalizada, que profundizó la desigualdad y la
polarización entre los países ya de por si pobres, como lo son los
de América Latina y las grandes potencias económicas, liderados
por Estados 79 BOADA, Martí y Toledo, Víctor M., op. cit., pp. 19-20 80 FEBRES-
Cordero B, María Elena y Floriani, Dimas (2002). “Políticas de educación ambiental y
formación de capacidades para el desarrollo sustentable.” En: LEFF, Enrique, Ezequiel
Ezcurra, et al. (comp.). La transición hacia el desarrollo sustentable. Perspectivas de
América Latina y el Caribe, p. 142
66 Unidos e Inglaterra. Fenómeno social que marcó de un modo
importante, el estancamiento intelectual, para la generación de
nuevas alternativas, en materia ambiental. “La década de los años
ochenta puede caracterizarse mutatis mutandis como de avances lentos
y cerrados al interior de los propios países en materia de educación
ambiental. Se desconocía la existencia de otros grupos o lo que hacían.
Las recomendaciones internacionales eran simples referencias
documentales que se citaban sólo para enmarcar los proyectos en un
conjunto de propósitos supuestamente valiosos pero distantes y un tanto
ajenos. La llamada década perdida en lo económico para la región
tampoco constituyó un entorno favorable, pese a los esfuerzos de
algunas agencias por dar mayores impulsos y a la aparición de las
primeras oficinas de educación ambiental en las instituciones
gubernamentales.”81Aunque el Congreso de Moscú de 1987, obtuvo
poca relevancia en comparación con el de Tbilisi, se obtuvieron
algunos avances en materia ambiental, y gracias al trabajo
generado por los asistentes al mismo, se aprobó la Estrategia
Internacional de Acción en materia de Educación y Formación
Ambiental para el decenio de 1990. El documento que se generó
y el cual fue elaborado por los expertos asistentes, se divide en
tres capítulos; el primero es un resumen de los principales
problemas que se presentan actualmente en el medio ambiente y
señala también los objetivos para una estrategia de educación
ambiental. El segundo gira en torno a los principios y las
características de la educación y la formación ambiental y el
tercero especifica las acciones y los mecanismos que deberán
seguirse internacionalmente relacionados con este rubro, y el cual
se concreta en nueve secciones. “La Estrategia se concreta en nueve
secciones, cada una de ellas referida a un determinado ámbito de acción.
Estas secciones se inician siempre con una referencia a las
recomendaciones de la Conferencia de Tbilisi y un examen o diagnóstico
de la situación en el momento. Seguidamente, se plantea un objetivo
central para la acción así como posibles actividades que ayudarían a dar
cumplimiento al mismo. A continuación referenciamos estas nueve
secciones con sus objetivos respectivos: 1. El acceso a la información:
Objetivo: Fortalecimiento del sistema internacional de información y de
intercambio de datos y experiencias del Programa Internacional de
Educación Ambiental (PIEA). 2. Investigación y Experimentación: 81
GONZÁLEZ Gaudiano, Edgar, op. cit., pp. 41-42
67 Objetivo: Fortalecimiento de la investigación y experimentación
relativas al contenido, los métodos educacionales y las estrategias de
organización y transmisión de mensajes para la educación y formación
ambientales. 3. Programas educacionales y materiales didácticos:
Objetivo: Fomento de la educación ambiental mediante la elaboración de
programas de estudio y materiales didácticos para la enseñanza general
4.- Formación del personal: Objetivo: Promoción de la formación inicial y
de la capacitación del personal encargado de la educación ambiental
escolar y extraescolar. 5.- Enseñanza técnica y profesional: Objetivos:
Integración de la dimensión relativa al medio ambiente en la enseñanza
técnica y profesional. 6.- Educación e información del público: Objetivo:
Intensificación de la educación y la información del público en cuestiones
ambientales, mediante la utilización de los medios de comunicación y de
las nuevas tecnologías de comunicación e información. 7.- Enseñanza
Universitaria General: Objetivos: Fortalecimiento de la integración de la
dimensión ambiental en la enseñanza general universitaria, mediante el
desarrollo de los recursos educativos y de la formación, así como con la
creación de mecanismos institucionales apropiados. 8.- Formación de
especialistas: Objetivo: Fomento de una formación científica y técnica
especializada en materia del medio ambiente. 9.- Cooperación
internacional y regional: Objetivo: Desarrollo de la educación ambiental
mediante una cooperación coherente a nivel internacional y
regional.”82En este contexto, también hubo importantes avances en
cuanto a la delimitación del concepto de la educación ambiental y
el que se traduce, como un proceso en el cual los individuos y las
colectividades se hacen concientes de su entorno, a partir de los
conocimientos y los valores, así como las capacidades, las
experiencias individuales y colectivas, de tal modo, que puedan
trabajar de manera conjunta para poder resolver los problemas
medioambientales. “La educación ambiental se concibe como un
proceso permanente en el que los individuos y la colectividad cobran
conciencia de su medio y adquieren los conocimientos, los valores, las
competencias, la experiencia y la voluntad capaces de hacerlos actuar,
individual y colectivamente, para resolver los problemas actuales y
futuros del medio ambiente.’ Corresponde también a la educación
ambiental definir valores. No podrán introducirse realmente los cambios
necesarios en los comportamientos mientras la mayoría de los miembros
de cada sociedad no hayan interiorizado, libre y conscientemente, unos
valores más positivos con respecto al medio y que sean fundamento de
una autodisciplina.”8382 NOVO, María, op. cit., pp. 54-55 83 PARDO Díaz, Alberto
(1995). La educación ambiental como proyecto, p. 62
68 3.2.5 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo, Río de Janeiro 1992. Llega la década
de los noventa, arrastrando una crisis económica, política y sobre
todo ambiental en el mundo, acentuada en gran medida en los
años ochenta, debido a múltiples factores, que van desde la
inequidad de la distribución de la riqueza entre los habitantes del
planeta, la creación de políticas económicas que favorecen en
gran medida a países con grandes economías, etcétera. Lo que
conlleva a un pronunciamiento de la pobreza, el hambre y la
desigualdad entre los países y las personas, el crecimiento
poblacional, las pugnas políticas y militares entre potencias, y
junto con ello un acelerado deterioro del mundo natural, que se ve
reflejado en la pérdida de la biodiversidad, y en la de millones de
hectáreas de bosques en todos los rincones del mundo cada día
(por no decir cada minuto), la contaminación de mares y ríos, el
cambio climático, entre otros, como resultado de la actividad
humana, y el desarrollo de una industria irresponsable, derivadas
de políticas ambientales vacilantes a nivel mundial. “Entramos así
en la década de los noventa con una crisis ambiental profundísima. Una
etapa histórica en la que, a los problemas de deforestación generalizada,
cambio climático, etc. se unen grandes hambrunas, guerras de enorme
contenido ambiental, migraciones que están cambiando la faz del
planeta, y unos desequilibrios demográficos que tendrán su
manifestación con el nacimiento del ciudadano 6.000 millones en el 1999,
adelantándose a las previsiones establecidas.”84Ante la inevitable
realidad y sus consecuencias adversas para la humanidad, la
comunidad mundial se plantea la necesidad de un modelo de
desarrollo que no atente contra el medio ambiente, o por lo menos
puedan ser coexistentes. Por lo que, y retomando la experiencia
de Estocolmo del año de 1972, los gobiernos de diferentes
naciones, celebraron en el año de 1992, la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río
de Janeiro, Brasil; mejor conocida como la “Cumbre para la
Tierra” y establecieron una alianza

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