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El camino a la Unidad
Aquel que ve que todo es solamente el Atman, «Yo soy el que está en
todo», ese nunca llega a una situación por la que deba preocuparse, ni
odiar a nadie o causar dolor a nadie, porque ve que todos son «yo».
¿Cómo podría herir? Si mis dientes muerden mi lengua, no me
arranco los dientes y los tiro,
«¡cómo se atreven a morder mi lengua!». Los dientes son parte de
ustedes, la
lengua es también parte de ustedes y, por lo tanto, si eso ha pasado,
ha pasado accidentalmente, sin saberlo, en ignorancia, sin intención,
o por arrogancia, cualquiera sea la razón. Esta persona nunca llega a
ninguno de estos pensamientos negativos, ni a odiar a nadie. Quien
sabe que todo es solamente Atman, sabe que el Uno se ha convertido
en muchos. ¿Dónde están moha, la obsesión, y soka, el pesar, para
aquella persona que solo ve al Uno?
Cuando vemos solo Uno donde hay tantos, vemos la Unidad del Todo.
Con Unidad, me refiero a la que no podemos ver con los ojos físicos. El
que ve la Unidad espiritual de todo, nunca encuentra sufrimiento, nunca
desarrolla apego, nunca tiene odio o maldad hacia nadie. ¿Por qué?
Porque es un yogui. Partiendo de ser tyaga se ha convertido en yogui;
a través de seguir estos principios morales, su mente se ha purificado,
se ha convertido en alguien
de mente pura, y por lo tanto, en su mente brilla el conocimiento del
Uno en todos; este conocimiento le ha sido revelado.
—¿Es una
víbora?
Más adelante habla del alma que está por partir y que ha hecho todo
bien, y le reza a Dios: «¡Oh, Cáliz Dorado!». El cáliz dorado significa
el Atman, es comparado metafóricamente con un cáliz dorado en el cual
se conserva algo que está oculto, su boca está cubierta. ¿Qué está
cubierto? La verdad, sathya está cubierta. Entonces el alma reza: «¡Oh,
Señor! Quita esta tapa del cáliz
en que la verdad se esconde, porque aún no he encontrado la verdad.
¿Por qué deberías hacerme este favor? Porque he hecho el bien, porque
he llevado una vida basada en la verdad y en la acción correcta, por
esto deberías hacerme este favor. Te suplico que Te reveles ante mí,
porque he vivido una vida de verdad y acción correcta. Tú sabes lo que
hice en mi vida, seguí vidya y avidya, te adoré por medio de rituales,
también medité y tratando de comprenderte, hice lo mejor que pude
con esta vida humana de cien años. Por favor, revélate ante mí, no
permitas que parta decepcionado».
A un muchacho de Bangalore le
pregunté:
—No lo tengo, lo
perdí.
—¡Encuéntrame!
—¿Dónde
estás?
—¡Estoy aquí
escondido!
podamos verlo. El
hecho de que ellos no puedan ver la verdad no significa que la verdad
no pueda verlos a ellos, y verlos muy bien. ¿Entonces, por qué y por
cuánto tiempo quieren ustedes jugar a estas escondidas? ¿Por cuánto
tiempo quieren engañarse pensando qué no están siendo observados,
que no están siendo atrapados? En casa, los padres puede que sigan el
juego: «¿Dónde estás?, ¿dónde estás?, ¿dónde estás?». Pero ¿creen
que Yama va a querer
jugar a las escondidas con ustedes? Él va a ir derecho a buscarlos,
dondequiera que estén. Si realmente se estuvieran ocultando, los buscará
por los catorce mundos. Él tiene acceso a todos los mundos; donde sea
que se oculten, los hallará.
Vivan como si tuviesen que vivir llevando a cabo sus tareas, pero en
su mente estén totalmente desapegados: «Sí, Dios me ha dado esta
tarea y la estoy llevando a cabo, estoy jugando este juego con Dios».
Solo ahí está el Brahma Loka final. Lo alcanzan más allá de todo,
después de haberse librado de todos los apegos. Los demás están
condenados a volver a estos mundos oscuros, así ha sido dicho.
Podríamos pensar: «No he visto el mundo oscuro, no sé si realmente
existe; por lo tanto, no tengo que preocuparme por eso». Es como el
avestruz, que esconde la cabeza pensando: «El cazador no está por acá,
no me va a ver». O como el niño que cubre sus ojos con las manos, y
piensa que está jugando a las escondidas. Es así de ingenuo decir que
eso no existe para nada. Están condenados los que se engañan a sí
mismos a pesar de los Upanishads, que están gritando a toda voz:
«Este es el único camino, no hay otro camino, este es el único camino,
no hay otro camino…» Aun así, esas personas cierran los oídos y dicen:
«No escucho ningún aviso, no escucho ninguna precaución», y
continúan haciendo lo que quieren hacer. Solo hallarán la ruina, no hay
Domina la mente - Episodio 10/2
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otro camino. Se destruyen a sí mismos.
—Tú sabes todo el bien y el mal que hice. Todo el bien que hice, todos
los méritos que acumulé. Tú sabes acerca de esto. Aun en el supuesto de
algunas cosas que no haya hecho, algunos errores de juventud que haya
cometido, por favor, destruye cualquier pecado, cualquier aberración,
cualquier desvío que haya tomado, con conocimiento o no. Cualquier
cosa que yo haya hecho, por favor destrúyela. Me inclino ante Ti, te
ofrezco mis salutaciones, te alabo, te imploro, te ruego…
Luego de vivir una vida de verdad y acción correcta, está diciendo todo
esto. Si ustedes ni siquiera han llevado una vida de este tipo ¿creen que
Hay un paso más, este no es el final. Vayan más allá, un paso más.
Luego de haber alcanzado samadhi, y luego de haber sumergido su
buddhi en la experiencia del Uno Mismo, hay un paso más:
shantamma atmani; ese es el paso supremo. Hay puertas, hay que ir
atravesando puertas hasta finalmente alcanzar lo buscado. Se dice que
para llegar a Vaikunta hay siete puertas. Han estado avanzando paso a
paso, pero Eso reside después de la séptima puerta. Siete chakras o siete
puertas. Recién allí obtienen el darshan de Aquel que Es.
Cuando han llegado hasta ahí, tienen que mantenerse. Se dice que llegar
es fácil, lo difícil es permanecer. Permanecer en ese estado
indefinidamente requiere mantenerse todo el tiempo en él. De lo
contrario, volverán, volverán una vez más. Yo he contado a estos
jóvenes que yoga puede crecer y puede disminuir. Ese también es el
peligro; puede que lleguen hasta ahí, pero si no cruzan al otro lado
con velocidad de escape, y se instalan permanentemente en su
órbita, es muy probable que, como en un mal lanzamiento, se
estrellen. La idea es permanecer ahí. Para saber cuán hermoso será
permanecer ahí, un atisbo de samadhi se lo dirá. Si un momento, diez
minutos o media hora les han dejado en ese estado, entonces si se
quedaran ahí por siempre, continuamente, ¡oh qué gozo! Esto ocurrirá.
Pero este placer del Atma es infinito, y aun así, nunca se aburren de él,
se sienten siempre felices en este estado. Todo esfuerzo, durante toda la
vida humana, debe dedicarse a alcanzar ese estado. ¿Para qué comer?
¿Para qué dormir? ¿Para qué caminar? ¿Para qué tener esto o aquello?
Todo es para poder alcanzar Eso. Si algo se interpone, debe ser
eliminado sin piedad: quien sea, lo que sea, como sea. No hay
componendas sobre esto; esta claridad debe estar presente. Córtenlo,
córtenlo con el desapego.
Los Upanishads son tan importantes, que todos deben hacer algún
esfuerzo por aprenderlos. Si no lo pueden hacer en sánscrito,
apréndanlos en su idioma, con tal de aprender; al menos tendrán una
idea básica de qué tratan. Luego pueden esforzarse para aprender más
profundamente; pero deben hacer el esfuerzo. Es una obligación, nadie
debe tomar esto a la ligera.