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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
VICERRECTORADO DE DESARROLLO TERRITORIAL
EJE GEOPOLÍTICO REGIONAL HEROÍNA JUANA LA AVANZADORA
EJE MUNICIPAL “INDIO WARAO”
ALDEA: ESCUELA BOLIVARIANA CARABOBO
TUCUPITA ESTADO DELTA AMACURO

LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EN LOS SISTEMAS DE GOBIERNO


CAPITALISTA Y SOCIALISTA

Facilitador: Participantes:
PFG-EJ Semestre III 2021-I Andrews Neil C.I. 11.205.899
Ambiente: Simón Bolívar Bermúdez José Carlos C.I. 26042159
Castillo Jesús C.I. 5.336.657
Contreras José C.I. 11.839.840
Salazar Joelys C.I. 11.210.419
Salazar Yanireth C.I. 11.213.886

Tucupita, Abril de 2021


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Este informe más allá de definir y/o conceptualizar el tema de la administración pública y
otros elementos que se desprenden de este, va principalmente enfocado y desarrollado en la
caracterización del citado tema en el sistema de gobierno capitalista por un lado y sistema de
gobierno socialista por otro lado, y por ende se encauza el contraste entre ambos sistemas de
gobierno.

Todo el texto aquí desarrollado entre otros fines, va en búsqueda de uno de los objetivos de
esta unidad curricular; “Identificar el papel del Estado como administrador colectivo al servicio
de la sociedad y su rol en la construcción de una nueva institucionalidad participativa,
democrática y popular.”.

En primer lugar la administración pública sigue siendo hoy día la institución sobre la que
descansa el poder del Estado, a través de la cual se hacen realidad los proyectos o el programa
político del Gobierno, se implantan las distintas políticas y se prestan servicios a los ciudadanos.
Este eminente y complejo papel se traduce en una organización múltiple y diversa que persigue
una gran variedad de objetivos, utiliza instrumentos y recursos variados. La Administración
General del Estado debe su perfil singular a la combinación de poder público y estructura técnica
y profesional que la historia y las demandas del sistema político y social han ido moldeando.

Los procesos de reforma del Estado son programas intensos que requieren administraciones
públicas que se ajusten a las expectativas de una variedad de grupos sociales que no se
administran por sí mismos. Los gobiernos, a través de los ordenamientos constitucionales,
procuran determinar funciones y fuentes de legitimidad para la administración pública, a pesar de
las concepciones legales o constitucionales o la forma que adoptan; las funciones de ésta
dependen tanto de la práctica política de esos valores como del modelo de Estado en el que tiene
su origen: administrar los asuntos públicos.

Las transformaciones en los Estados desarrollados son bastante similares desde la


perspectiva de su administración pública, representando un conjunto de fenómenos como la
preocupación por la eficiencia jurídica, la prestación de servicios, la eficiencia y eficacia pública,
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con la consiguiente orientación al ciudadano, supuestos de descentralización territorial y


funcional, mayor participación de las organizaciones no gubernamentales en la gestión de
servicios, entre otros.

La Administración Pública en los Sistemas de Gobierno Capitalista

El capitalismo es un sistema que se basa en la propiedad privada de los medios de


producción y la acumulación del capital como una vía hacia la riqueza de las naciones. En este
sistema, la oferta y la demanda, elementos que componen la lógica del mercado, son quienes
regulan la distribución del capital y, por lo tanto, la asignación de los recursos.

Surgió como consecuencia del ascenso de la burguesía como la clase dominante en la Edad
Moderna y sobre todo luego de la Revolución Industrial, que permitió el surgimiento de la
sociedad industrial de consumo.

El capitalismo y sus modos de producción, se han impuesto en gran parte del mundo, sobre
todo en el occidente y aparentemente esto no cambiará, por lo menos en mucho tiempo. Estos
modos de producción, si bien es cierto que generan grandes movimientos económicos, también es
cierto que generan mucha injusticia ya que los beneficios alcanzan a un grupo reducido de
personas dando como resultado que los ricos se enriquezcan más y los pobres se empobrezcan
más, pero a mi modo de ver, el problema no está en los modos de producción en sí mismo, es
más, creo que el sistema, si hablamos de justicia e injusticia, es tan injusto como el sistema
socialista, que además, conlleva implícitamente el problema de la poca productividad, pienso más
bien que el problema está en la gente, en la naturaleza humana misma que tiene ese afán de
enriquecimiento insaciable, creo que si la gente pensara más en los demás, no existiría la
injusticia en los niveles tan elevados en los que vivimos hoy en día, la justicia, es un valor que
cada individuo debe desarrollar, ya que los valores no pueden ser impuestos por ningún sistema,
los desarrolla el que quiere y porque quiere.

Es verdad que el dinero es un elemento importante de nuestra economía actual, ya que nos
facilita las transacciones e intercambios necesarios para satisfacer nuestras necesidades, vemos
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que el dinero ha sufrido numerosos cambios a través del tiempo lo cual permite que tener un
comercio eficiente, imaginemos por un momento que nunca se inventó en dinero, "una locura"
verdad, no se podrían hacer la cantidad de transacciones que se hacen hoy, bien entonces queda
concluido que el dinero es una parte esencial en nuestras vidas, es por ese motivo que debemos
conocer a fondo los términos utilizados y cuál es la historia del dinero.

La administración pública en los sistemas de gobierno capitalista es una institución del


Estado, se ejerce como centro del poder y participa en la organización de las clases dominantes.
Y una institución de clase: crea y reproduce las condiciones de la producción capitalista, como
institución estatal, contribuye a la unidad de la sociedad, la tutela y le sirve a las clases
dominadas, garantías que en el capitalismo sirven para reproducir las relaciones de producción.

El capitalismo reproduce capital y la administración pública debe producir bienes y


servicios que lleguen a todas las clases sociales, en especial a las más desprotegidas para así
mantener su relación con el Estado, su fundamento social y político en el gobierno capitalista es
la separación del Estado y la sociedad, de la cual brota una necesaria intermediación de las clases
y ella. En el modo de producción capitalista por cuanto existe como condición histórica
específica del divorcio entre el estado y la sociedad, también en cuanto tiene la función de mediar
entre ambos (Przeworski, 1990).

La administración pública del Estado capitalista moderno consiste en una relación


institucional, es decir, en una relación establecida por medio de instituciones que pone al Estado
en contacto con la sociedad civil, y le permite estar presente en la vida social realizando en ella su
función de dirección y dominio. Es decir, identificada como la acción del Estado en la sociedad,
acción que lo hace presente por medio de múltiples y variadas actividades que pueden entrar en
contradicción con la vida civil, que están sujetas a la lucha de clases y al movimiento constante
del capitalismo universal, esto es, actividades políticas y administrativas que están de sí
implicadas en el cambio social.

La administración pública capitalista es una forma de relacionar al Estado con la sociedad,


es decir, una forma de vincular lo general con lo particular dentro de un terreno donde las clases
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están presentes. Como, administración del Estado, parte de la universalidad de su propio carácter
político para concentrarse en las particularidades de la sociedad civil, de allí que la acción
gubernamental, como administración del Estado, se caracteriza por individualizar su acción
cuando entra en contacto con la sociedad (Marshall y Bottomore, 2005).

Se pueden resaltar cuatro condiciones de la administración pública en el Estado capitalista:

a) Es un ente real, ya que sus condiciones fundamentales se concretan a la división del


Estado y la sociedad; de este modo la existencia real de la administración pública capitalista
supone el divorcio de la sociedad y el Estado.

b) La escisión de la sociedad y el Estado crea la división entre vida pública y vida privada.
Mientras la sociedad contiene al individuo egoísta, al individuo privado, el Estado supone al ser
colectivo, al ciudadano, pero como ser abstracto formal. A su vez, el divorcio entre vida privada
y vida pública produce la distinción entre actividades privadas asumidas por individuos, por
particulares, en su beneficio, lo mismo que las funciones públicas atribuidas al Estado.

c) Las formas de mediación entre la sociedad y el Estado, el hecho primario es la existencia


objetiva de la mediación y el segundo las formas que adopta, la administración pública tiene una
característica peculiar en cada modo de producción, ya sea antiguo, asiático, feudal o capitalista,
según las bases de sus relaciones de producción y la situación que guardan la sociedad y el
estado, es decir, conforme se confundan o distingan ambos.

En el capitalismo, el Estado y la sociedad son diferentes; por lo tanto, la administración


pública aparece como una relación entre los dos debido a la necesidad objetiva de la mediación.
De ahí que la dualidad de la relación, clases sociales y administración pública, sociedad y Estado,
sea una característica típica del modo de producción capitalista.

d) Las formas de relación están organizadas en delegaciones, hacia el siglo XIX las clases
organizaban su delegación en el poder legislativo, actualmente incluyen también a las
corporaciones y a los gremios clasistas. En cambio, la administración pública, desde el siglo XIX,
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está organizada como delegación dentro del poder ejecutivo, mientras que las clases plasman su
voluntad de integración en el poder legislativo. Por la naturaleza del Estado, opuesta a la de la
sociedad, está organizada en el poder ejecutivo, que no es otra cosa que el propio gobierno: no es
una voluntad contra el Estado sino de su voluntad misma (Wolfe, 1990).

Uno de los puntos de mayor debate a raíz del denominado declive del estatismo
omnipresente es sin duda la relación entre el Estado y el mercado. En otros tiempos se
consideraba que esta relación era difusa, errática y accidentada, casi de mal necesario. Las
discusiones más ortodoxas trataban con pinzas los límites que les corresponden. Ahora, y después
de la crisis más aguda de la sociedad moderna manifiesta desde los años setenta y que se
intensifica en los ochenta y noventa, la cosmovisión de los mercados y del Estado es otra.

La Administración Pública en los Sistemas de Gobierno Socialista

El Socialismo, es un sistema social y económico caracterizado por el control por parte de la


sociedad, organizada con todos sus integrantes, tanto de los medios de producción y
comunicación como de las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en las mismas, implicando, por
tanto, una planificación y una organización colectiva consciente de la vida social y económica.

El socialismo es una doctrina política y económica que promueve la propiedad social y


comunitaria de los medios de producción, así como su administración por la clase obrera, el
proletariado, con el fin de construir una sociedad desprovista de clases sociales, en la que impere
la igualdad en la repartición de recursos y oportunidades.

El socialismo también proviene de las Revoluciones Burguesas y del Liberalismo nacido de


la Ilustración Francesa, pero no sería hasta el siglo XX, con los aportes de Karl Marx y Federico
Engels, que el socialismo abrazaría una lógica “científica”, es decir, un modelo y un
procedimiento, y dejaría así de ser simplemente un modo de criticar al sistema imperante.
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La administración pública socialista, propugna (o ejercita) la posesión publica de los


medios de producción y su administración también publica en pro del interés de la sociedad en
general, y no a favor de clases o grupos particulares.

El Socialismo es el único sistema social y económico mediante el cual es posible lograr la


igualdad, la cooperación y el despliegue total de una verdadera Democracia, mientras que el
Capitalismo es la negación de estos ideales aunque, por ahora, vaya ganando la partida en el
mundo actual.

La Sociedad y el Estado Venezolano, se fundamentan en el modelo de Estado socialista del


socialismo del siglo XXI, un paradigma liberal, en el cual el mundo está en curso una extensa
realineación ideológica, consecuencia del cambio de paradigma en curso en la economía: el viejo
modelo ha muerto, pero todavía no han aparecido los nuevos criterios que permitirán la
realineación conceptual.

Este concepto formulado en 1996 por el sociólogo alemán Heinz Dieterich Steffan, surgió
como producto de la reflexión sobre el socialismo soviético - oriental del siglo XX, es un
socialismo revolucionario que debe directamente de la filosofía y la economía marxista, y que se
sustenta en cuatro ejes: el desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la
democracia participativa y protagónica y las organizaciones de base.

Cada uno de estos cuatro ejes desarrolla en su seno valores esenciales como; la solidaridad,
fraternidad, amor, igualdad, libertad y respeto entre los ciudadanos que constituyen la sociedad.
Estos valores deberán promover una sociedad democrática donde el pueblo tenga una
participación activa y protagónica en todas las decisiones que tome el Estado. Además, se
pretende crear una sociedad donde no existan las clases sociales otorgándole un grado de
igualdad a cada uno de los ciudadanos.

Sin embargo, este término adquirió difusión mundial desde que fue mencionado en un
discurso por el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez el 30 de enero de 2005 desde el
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V Foro Social Mundial, en el marco de la Revolución bolivariana, Chávez señaló que para llegar
a este socialismo habrá una etapa de transición que denomina como “democracia revolucionaria”.

Durante su gobierno desde 1999 hasta el 2013, planteaba que su proyecto político la
Revolución bolivariana estaba basado en el bolivarianismo, pero tenia que avanzar el socialismo
del siglo XXI, este tipo de socialismo que se desarrolla en Venezuela también debe nutrirse de las
corrientes más auténticas del cristianismo, dentro de una democracia participativa y protagónica
que debe conjugar igualdad con libertad, el nuevo modelo productivo endógeno, los ideales del
Libertador Simón Bolívar, las ideas trotskistas e ideas gramscianas.

El nuevo modelo de Estado del actual proceso revolucionario se orienta hacia una
democracia participativa y protagónica en la lucha por un mundo multipolar, esta reorientación
de la política está dirigida a la integración de la comunidad internacional, con el fin de fortalecer
sus economías para hacer frente a los imperios económicos y fortalecer su soberanía e integridad.

El proceso de cambio que actualmente se produce en el país, se debe a la implantación del


socialismo del siglo XXI, siendo uno de los cambios más profundos dentro de los países de
América Latina en nuestra historia; internamente se fundamente en la fusión de los valores y
principios de las corrientes humanistas del Socialismo Venezolano.

De esta forma se construye una estructura social incluyente, un nuevo modelo, productivo,
humanista y endógeno, con el fin de que todos tengan igualdad de condiciones, de acuerdo al
ideal del Libertador.

Se consolida la organización social con la finalidad de transformar su debilidad individual


en fuerza colectiva, reforzando la independencia, la libertad y el poder originario del individuo.

Se le da un significado al empleo productivo del individuo, para eliminar su división social,


de su estructura jerárquica, así como lograr la satisfacción de las necesidades humanas en
concordancia con la producción de riqueza, estableciendo las bases de un modelo económico
capaz de generar un crecimiento autosustentable, se diversificó la productividad, orientándose
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también nuestra economía hacia la competitividad internacional en un plano de estabilidad


macroeconómica, para lograr la reinserción en el comercio internacional globalizado.

Todo esto logró una mayor eficiencia en el gasto público, vinculado al logro de una mayor
calidad de gasto, en el sentido de mejores servicios públicos, especialmente en salud, educación,
energía, agua, transporte, seguridad jurídica y personal, haciendo surgir un ambiente de confianza
propicio para la inversión privada y mejores Índices de Desarrollo Humano.

Ya a modo de conclusión, recordando los enfoques enfrentados a los que nos referimos en
el primer párrafo de este informe, la administración pública del Estado capitalista moderno
consiste en una relación institucional, es decir, en una relación establecida por medio de
instituciones que pone al Estado en contacto con la sociedad civil, y le permite estar presente en
la vida social realizando en ella su función de dirección y dominio. Mientras la administración
pública socialista, propugna (o ejercita) la posesión publica de los medios de producción y su
administración también publica en pro del interés de la sociedad en general, y no a favor de
clases o grupos particulares.

Por último, para un buen gobierno o correcto desempeño de una administración pública, es
de vital importancia que los actos públicos se orienten hacia la interpretación y actualización de
las actividades administrativas según sus propias necesidades; a través de los actos humanos
debidamente encausados, se aficionará el ejercicio administrativo, otorgando más y mejores
servicios a las comunidades, logrando cambios auténticos en pro de un desarrollo económico
sustentable.
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BIBLIOGRAFÍA

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En Gaceta Oficial Nº 5.453


Extraordinario de fecha 24 de Marzo de 2000 de la República Bolivariana de Venezuela,
Caracas; Poder Legislativo de Venezuela.

Marshall, T. H. y Bottomore, T. (2005). Ciudadanía y clase social. Buenos Aires: Losada.

Przeworski, A. (1990). Capitalismo y socialdemocracia. México: Alianza.

Torres, S. y Mejía, A. (2006). Una visión contemporánea del concepto de administración:


revisión del contexto colombiano. En Cuadernos de Administración. Volumen 19, Número
32. Bogotá. Recuperado de: http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S0120-
35922006000200005&script=sci_arttext.

Wolfe, A. (1990). Los límites de la legitimidad. Contradicciones políticas del capitalismo


contemporáneo. México: Siglo XXI.

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