Conforme avanza la ciencia y la tecnología, la expectativa de vida para el ser humano
cada vez es mayor; en México de acuerdo al Consejo Nacional de Población (CONAPO) al cierre de este año 2019, la esperanza de vida promedio fue de 75.1 años y para el año 2030 se estima que sea promedio de 76.7 año, las mujeres 79.6 años mientras que para los hombres sea de 73.8 años, por lo que en nuestro país, las mujeres tienen una esperanza de vida mayor que los hombres de casi 6 años más. En México se considera como adulto mayor a una persona que tiene más de 60 años de vida, por consiguiente conforme pasa el tiempo más viejos nos hacemos, nuestras capacidades disminuyen y nuestras necesidades aumentan, al grado de que en muchos casos nos volvemos dependientes de medicamentos, asistencia médica y la ayuda de terceras personas. A nivel mundial los sistemas de pensiones atraviesan por situaciones difíciles, las que para algunas voces resultan ser graves casi a punto del colapso, donde por más esfuerzos que los gobiernos de los países hagan en sus políticas internas, aún así se vislumbran tiempos críticos y muy complicados para las pensiones de los adultos mayores, las cuales en muchas ocasiones ya hoy en día, resultan insuficientes para cubrir los gastos necesarios para una vejez digna. (Alimento, vestido, casa-habitación, asistencia médica) En nuestro país algunos Estados: (Sonora, Jalisco, Estado de México, Ciudad de México, Guanajuato) han reformado sus respectivos Códigos Civiles adicionado la figura jurídico financiera llamada Hipoteca Inversa, la cual se constituye sobre un inmueble propiedad del adulto mayor que sirve de su vivienda habitual, a fin de garantizar un crédito para cubrir sus necesidades económicas de vida, otorgado ya sea en una sola exhibición, en forma de pensión vitalicia, o temporal hasta agotarse el monto del mismo. Mediante esta Hipoteca Inversa, la entidad financiera se obliga a entregar el importe del crédito a la persona adulta mayor o a su beneficiario que deberá ser su cónyuge, concubina o concubinario de edad igual o superior a los 60 años; en los términos y condiciones acordados. Para constituir dicha Hipoteca Inversa, se requiere un avalúo comercial que deberá actualizarse periódicamente, y con ello estar acorde con la plusvalía y valor real del inmueble hipotecado, a fin de que el monto del crédito otorgado no sea inferior al porcentaje del valor del inmueble que el Código Civil local señale ( 70% a 60%). El banco solo podrá exigir la deuda y en su caso, hacer efectiva la garantía, hasta que fallezca el adulto mayor y su beneficiario, pudiéndose realizar el pago total o parcial anticipado de la deuda, sin penalización alguna. El adulto mayor en forma vitalicia habitará el inmueble hipotecado, incluso podrá arrendarlo total o parcialmente, previa autorización de la entidad financiera. A la muerte del adulto mayor y su beneficiario, los herederos podrán pagar la totalidad del adeudo existente y conservar la propiedad del inmueble, podrán reestructurar la deuda, y a su vez, tendrán el derecho de preferencia sobre cualquier cesión del crédito adeudado, o en su caso, si lo hubiere podrán recibir el remanente en caso de venta de la propiedad hipotecada. Esta Hipoteca Inversa, puede representar una opción de un ingreso adicional para los adultos mayores, mejorando sus condiciones económicas y calidad de vida, que también dependerá de la implementación en nuestro sistema mexicano financiero, acorde a las correctas directrices de un adecuado marco legal y atinadas políticas regulatorias que nuestro gobierno federal establezca al respecto, prevaleciendo el sentido social y apoyo a los adultos mayores.
Gamill Arreola Leal.
NOTARIA PUBLICA 32
CORREDURIA PÚBLICA 4
Mariano Abasolo 650 entre 20 de Noviembre y Revolución