Está en la página 1de 60
Planetas Sot Lona Mercurio Venus Marte Spiter ‘Satuno Domicitio | Exaltacion Le Asics Clncer ‘Tauro Géminis Virgo Virgo Taro Piseis itea Aries | Capricornio, Excorpién Piscs Céncer Sagitario Acunt ul Capricornio aqui también un cundro que signee sobiaeaenegdn eh Elemento Virgo ‘Céncer Ccapricornio Aries resume as cuatro clases de ‘que pertenecen y sus cua Escorpida ‘Aries Libra Tauro Tia Temperance Signor zodiestes| Hlemento | Caldas | tor huevos : 0 | Bion vie, To, | Fuego maseatino | Cai ASiglao y diurno) y seco ‘taro, Vigo, | Tera (emenine | Feo y sco] Nervio apricots’ | 'y nocturne) f ido | Sanguoco minis, Libre, | Aire (nasetno | Cali ° ‘Acuario y diurno) y hiimedo co cer, Ecorié | Agua Gemenino | Frio | Lint Canes ami ASM gure) |_y Wimedo 242 El calendario de los signos zodiacales se forma como sigue (in- ddicamos también el nombre del dios griego correspondiente al signo zodiacal): ‘Atenea - Aries : del 21 de marzo al 20 de abril, Afrodita - Tauro. = del 21 de abril al 21 de may Apolo - Géminis : del 22 de mayo al 21 de junio. Hermes - Cincer : del 22 de junio al 23 juli Zeus - Leo: del 24 de julio al 23 de agosto. Demeter ~ Virgo: del 24 de agosto al 23 de septiembre, Hefestos - Libra : del 24 de septiembre al 23 de octubre, ‘Ares - Escorpién : del 24 de octubre al 22 de noviembre. ‘Artemis ~ Sagitario : del 23 de noviembre al 21 de diciembre. Hestia - Capricornio : del 22 de diciembre al 20 de enero. Hera ~ Acuario : del 21 de enero al 19 de febrero. Poseidén = Piscis : del 20 de febrero al 20 de marzo. Se atribuye también a tos signos del Zodiaco una influencia especial sobre las diferentes partes del cuerpo humano: ‘Aries: In cabeza y el rostro, Tauro: el cuello y la garganta, Géminis:" tos hombros, los brazos y las manos. Ciincer: pulmones, pecho y estémago. 10. Hay que telicionar et ropo de Génie Cot Gemelo) on la saga {extotemico (Rar Sham, Wadscido por CH. Viren flees 7 ballon doses: Sheba Ia ator ¥ Tat acre text del emperador lino (Ore WN, 154) que nos dice que "Arenlsmado. Anos por los Shoe que habitan en Eder, ‘recede al caro del et “Un poco mts alate, el mismo oot ania t Assos Yn ios Monimos camo paredos del So. El eidcter anal de Arison se habia {Extendigo" pues ambia a segundo ‘érmino del vnomons Ea coniger cae ‘otid Get nombre Monmos recerda a de Shale, puesto qe se trate Je tan ‘iene de am et dA “EN Rees Aal uc pare Ano ‘tas pace de’ doves eure ae tncventan tambien co los Géiinis rdle- es: adverse qu poblernan los hombres, ot bananas ‘manos, Greaves sme: fetoe de eco. 243 Leo: espalda, corazin, nervios higado. tre ¢ intestinos. ‘rganos genitales y ano. ralgas y muslos. Capricornio: rods. ‘Acuario: piernas y tobillos. Piscis: pies y dedos de los pies. Los signos del Zodiaco tienen sus correspondencias; en el cua dro de Ia pagina 245 hemos reunido tos datos de las diferentes rales (Kircher, Cornelio Agrippa, R. Fludd). No hhay que asombrarse por Ia rareza y la diversidad de las_materias lasificadas; estamos ante un trabajo —el de los autores medie- vales— de simbolismo muy clevado, el cual ha suftido transfor- ‘maciones inevitables lo largo de los siglos. No citaremos a nin- ‘gin autor moderno porque sus trabajos se inspiran por lo general y de manera casi exclusiva en textos medievales, a los que se han infringido verdaderas deformaciones, por mor de Ia originalidad, y sin raz6n valida alguna. ‘Los siete planetas tienen también sus correspondencias, mucho més complicadas ain, ya que el tema se ha ido enriqueciendo a través de los siglos, Existe mucha contradiccién entre las diversas tradiciones: lo mismo se atribuye tal piedra, 0 tal metal a Venus que a Mercurio, ele. Lo cual es debido a las diferencias de prin- cipios que separaban a Ios diversos autores. Unos buscaban “signa- turas visibles” y querfan a toda costa reunir bajo el mismo planeta ssustancias con el mismo color planetario; otros estudiaron con més atencién Ia forma, la orientacién, las propiedades terapéuti- ‘cas... Asi nacieron innumerables formulsrios para todos los gustos. Nuestra misién no es determinar quién tiene raz6n, sino tiica- ‘mente indicar las sustancias més habitualmente situadas bajo un signo planetario, Estas sustancias se hain clegido como soportes talisménicos del planeta determinado, y es en este sentido que nos interesan (ver cuadro de Ia pigina 246). Hay que hacer especial _mencién de las horas planetarias. Las tradiciones egipcia y griega consagraron cada hora del dia y de Ia noche a un planeta segin el orden siguiente: Sol, Venus, Mercurio, Luna, Saturno, Jipiter y Marte. Este orden esté fjado de tal modo que el planeta que gobiema un dia (Luna el lunes, Marte el martes, ete.) gobierna la primera hora de ese dia. Segin esto se obtiene el cuadro de la pégina 247, i i i : 8 & i ol dele HE lleclaclelé ld [2 lel& si | Gigla |E |2}d8)ae/#/¢: a | Fels HY ae | UU | ld rel FEU IPE Uf aati ed) qidide < a | se] a [SEIS ile Pelee ewer ig 2 Bld |e 1) a Wee We BVA ae Pye EVE EIE IEE Hla keer eheeee HE Ele lela lela lee lelels ele Gul ieb Cuadro de las correspondencias planetarias Estas horas mdgicar no corresponden en absoluto a las horas solares, Las llamadas horas de dia comienzan al salir el sol y aca- ‘ban cuando se pone; las horas de noche comienzan cuando se pone yy acaban al amanecer. El valor de cada una de estas horas resulta asi desigual y cartbia cada dia; s6lo en los equinoccios las horas det dia son iguales a las de la noche. Peces Coairipeds | ‘sig 3 ql 3 Pertmes_conmuesos “on propor LH . of ny ‘a ge a aa in fe EE = dg [gs f iss Sinier i |e ae co | eed AL | is (48 is Plantas talisménicas Las plantas siempre han tenido primordial importancia en la ciencia talisménica: Ia corteza y las hojas sirven de soporte a los talismanes; el jugo de ciertas plantas, solo 0 mezclado con otros 247 ingredientes, entra en Ia composicién de tintas pantaculares; el perfume de las flores o las secreciones de los Arboles purifican al talisman mediante su combustién, Algunas plantas tienen un valor migico © talisménico por si ismas. He aqui una lista con indicacién de sus propiedades ocul- tas, segiin Jas tradiciones populares: Amaranto (Clor de); en saquito; procura el {avor de los poderosos. Angélica (flor de); en saquito; protege del hechizo. Artemisa (flor de); en saquito; protege contra encantamientos y ‘malas influencias, Berénica (flor de): en saquito: protege contra los embrujos. Abedul (corteza de); en saquito; protege contra los hechizos. Haya blanca (madera de); en forma de horquilla; protege contra ‘el mal de ojo. Crisantemo (flor 0); en saquito; protege contra maleficios. Nemifar (flor de); en saquito; conserva y aumenta la potencia sexual, Ortiga; en saquito, deseeada; da fuerzas, Peonia (flor de); en saquito; preserva de maleficios Rosa roja (flor); en saquito; favorece In concepcién, Sauce (corteza); en saquito; aleja los terrores nocturnos. Tabaco (hojas); en saquito; favorece la concentracién, «En Alemania, tn madera de un drbol hendido por un rayo es tun poderoso preservativo. En Francia se toca madera para prote- sgerse de los efectos de Ia fascinacién, En In noche de tos Walpur- los Wendes rodean sus puertas con ramas de rbol. En la provincia de Smocland (Suecia), no hace mucho, un Srbol protec- tor como ef tilo, el fresno 0 el olmo, situado cerca de Ia casa, velaba por sus habitent Contra Ia fascinacién os antiguos empleaban las plantas del Puente. Los escoceses rodeaban sus habitaciones y adornaban sus jardines con Arbotes y plantas hostiles a los demonios. En Saint- Kida, en ta isla de Vaila, una de las Shetland, algunas mujeres ponen dentro de la lechera una florecilla destinada a preservar del ‘mal de ojo la leche. Entre los eslavos meridionales, el dia de San Jorge los pastores, adornan con coronas de flores los cuerros de las vacas, para alejar de estos animales toda clase de sortilegios; a las vacas no coronadas las consideran como abandonadas a las Drujas; por la noche se cuelgan esas flores en las puertas de los establos, donde permanecen hasta el afo siguiente. _sContra el mal de ojo, en Asia Menor se ata sobre el fez de los nifios un talismén conteniendo “comino negro, un diente de ajo, alumbre y clavel"; el talisman debe terminar en un trozo bifurcado de madera de un Arbol lamado en turco dardagann, En el nor- 248. ‘este de Ia India y en el Oude, para preservar del mal de ojo los ‘granos aventados se coloca sobre el montén wna brizna de hietba © uuna flor artificial. En el México septentrional se cuelgan al cucllo de los plantas venenosas como preservative contra las enfermedad. Las tradiciones medievales utilizaron mucho los filtros com base vegetal. Los médicos judios y frabes y los doctores de la escuela de Salerno no curaban a Ios pobres, sino que éstos recu- rrfan a la sagax (asi Hamaban a la hechicera en el Imperio romano), también lamada bella donna, de donde procede el nombre de Ia planta usada por estas hechiceras para calmar los dolores, para consolar (de aqui el nombre de solandceas con que se concce a sta familia boténica). Las. solaniceas, muy uiizadas entonees, comprenden entre ‘tras plantas el belefio, el estramonio, In hierbamora, la belladona y la. mandragora: plantas “consoladoras” que entraban como in- ‘gredientes principales en los filtros medievales. Los hechiceros osefan una extraordinaria capacidad de dosificacién, tanto para uso interno como para uso externo: ungiiento magico para el sab- bat © pomada calmante © mortal. Cuando convenia, sabfan mez- clar a estos fitror venenos minerales: arsénico, sublimado corro- sivo, cobalto © antimonio; la famosa aqua Tofana era una dsolu- cin arsenical blanca y limpida como el agua." Las solandceas se recogian y conservaban segén ritos mégicos muy extrictos: Ia mandrigora se arrancaba con Ia ayuda de un perro, que luego se sacrificaba con ella; en el momento de su recoleccién se rodsaba la planta con eirculos magicos, y encontra- remos con bastante frecuencia a estas plantas (mandrégora, estra- monio y belefio) levadas como talisman en el interior de un saquito consagrado, colgado al cuello. En pfiginas anteriores ya hemos dado una lista de estas plantas y de sus usos. El origen de esta tradicién parece haber sido exclusivamente médico; una plants que citra de una enfermedad debe de contener una energia misteriosa que se desprende continuamente, asi que si se lleva encima seré capaz. de prevenir todo mal futuro. ‘Alberto Magno clasificé las partes de las plantas como sigue (extraido del cuadro de Oger Ferrier, del siglo xvi) Venus ... Flores Mercurio « Corteza y semillas Luna... « cs Hojas 1h Metuine, vt 12, ota seeldo» Inrogmovio, slo at rewire etal Pann ‘proceso este cfebve envenenador. El empersdor 19" compartié cons medic, Gari, quien to Comunics's Fredeie Hoffman. Ese ima Saturno ... Races Tépiter Frutos Marte si Tallo Cada planeta tuo sus plantas y, al igual que ocurre con las demés correspondencias, las tradiciones son miiltiples y contradic~ torias, Ofrecemos un intento de sintesis de los diversos elementos reeogidos en las obras. medievales: Sot: palmera, cedro, limonero, Aloe, helianto, heliotropo, cen- tauro, maravilla, muérdago, azafrén, camomila, naranjo, trigo, col, ccrisantemo, ciclamen, genciana, laurel, cebada, sindalo rojo, rasol. LUNA: nogal, malva, nenGfar, adormidera, amapola, pamplina, trébol, saxifraga, dondiego de noche, avena, cohombro, itis, le- cchuga, melén, nabo, sindalo blanco, tamarisc, til. Mercurio: olive, casfa, acacia, anis, achicoria, granza, encbro, margarita, acedera, cinco en rama, saico, té, valeriana, lavanda, ‘menta, verbena, melisana, corregiiela, carrasquilla, abedul. VENUS: mirto, bisagra, coliflor, fuschia, jacinto, lis, pensamicn- to, manzano, rosa, sindalo, verbena, pamplina. Marre: ‘acebo, cornejo, Arboles espinosos, ajenjo, tojo, es ‘20, ajo, artemisa, aleachofa, espérrago, nueza, brezo, retama, hele cho, gladiolo, mostsza, ortiga, vid, Aloe anémona, peonia, dalia, rantnculo, agracejo, Kipulo, fuschia, ruibarbo, tabsco, JGrrrER: abedul, élamo, roble, avellano, peral, ciruelo, remo- Tacha, cedro, cerezo, haya’ blanca, col lombarda, higuera, fresa, fresno, belefio negro, lino, menta, ‘moral, olmo, violeta, clavo de ‘especia, mejorana, hisopo, jazmin, clavel. ‘SatuRNo: pino, ciprés, higuera negra, acénito, cactus, cicut ‘coca, estramonio, eléboro, helecho macho, mandrégora, adormi dera, perejl, ruda, sauce, escrofularia, tabsco, amaranto, hiedra, acebo, musgo, chopo, artemisa."? Merece mencién especial el muérdago, extraordinariamente estimado por Jos druidas, al que consideraban como enviado del cielo. Lo recogian el sexto dia de Ia luna (en que comenzaba el ‘mes druidico); para ello Hevaban consigo & dos tores blancos, y un ssacerdote, también vestido de blanco, subia al arbol y cortaba el ‘miuérdago con una podadera de oro. El muérdago se recogia en un ‘patio de seda blanca y luego, recitando oraciones, se sacrificaba a 13. En los Admiral sereon de Alberto ol Grande (ec. de 175), puede Aegean “lat: same eye, veneers fore bevave "ea ‘puede: dafare, “Ader, st guarda cep cain, nt el tre oot aaa ge a ponea et 250 los toros, Los druidas erefan que el muérdago bebido en infusién, concedia 1a fecundidad a los animales estériles y era un antidoto poderoso. Plinio cita en su obra varias recetas mégicas tomadas de los ‘ruidas, La planta llamada selago debe recogerse con Ia interven ‘ein de algiin instrumento de hierro, con la mano derecha pasada fa través de Ia abertura izquierda de la tinica; ademés, hay que ‘vestido de blanco, con los pies descalzos y bien lavados, y celebrar previamente un sacrificio con pan y vino, La Salvia, recogida en estas condiciones, protege contra todas Jas malas influencias —segin los druidas—, cuando se quems, su ‘humo cura las enfermedades de los ojos! tra receta y otto rito: el Samolus (pamplina de agua), planta que crece en los lugares himedos, debe ser recogida en ayunas y ccon la mano izquierda; quien la recoge debe llevarla sin demora, yy sin mirarta, at pesebre, de sus bueyes o de sus cerdos, que a pare tir de entonces quedarin protegidos contra las enfermedades. No olvidemos ineluir entre las plantas talisménicas las famosas hhierbas de San Juen, Estas plantas son la versién cristiana de las hiierbas solsticiales que conocié toda Ia Antigiedad, Son las plantas ‘que en ef solsticio de verano se hallan en su mayor fase de des arrollo. Plinio y Dioscérides hacen mencién de ellas, y los druidas ya las conocian, Estas tradiciones se conservaron al parecer hasta 1700, ya que J-B. Thiers, en su Tratado de las supersticiones habla de aquellos que “para ponerse a cubierto de maleficios o encanta- ‘mientos, salen de buena mafiana a recoger ciertas plantas, en ‘ayunas, sin haberse lavado las manos, sin haber recado a Dios, sin hablar a nadie... Llevan sobre si una raiz de achicoria, que, de rodillas, han tocado con oro y plata, el dia de la natividad de san Juan Bautista, poco antes de que el sol salga, y que arran- cearon de la tierra con muchas ceremoniss... Segin A. Bertrand,”” esta recolecciin de las hierbas de Sain Juan agin se llevaba a cabo en Perche en 1897. Estas hierbas ‘son muy arométicas y dan flores de un azul violeta; con ellas se hhacen cruces y coronas que se cuelgan sobre las puertas de las ‘casas, Las fiestas terminan con grandes fogatas, bailes y cénticos.' Pino, Mit Net, VE, 98. Pini. opt. XXIV, 16 Pint, op. oe. XXIV! 1 La renga de fos ei 1h Et cardeter mipico ‘de estas feta et dene. Lo que leh se conoce imenot’ er la costume de resbrar sation de animales en eon Pusan Ale- ‘indre errand ita ie comtombre, en varlos depiaments franesey "de cen Se easton npn in in pr ge Sinem 3 Sruvat” down, Frevoste"de Pars repre, Pommerewe cent sou Yaris pour avoir foun! tur let chats ui fall at fo a ta" Satu Seon dora trl annts given 1573.. {A. oc Pomme. cen 251 {Cusles eran estas hierbas solsticiales? Es posible que varien segin el pats y el clima, Plinio enumera diez de ellas, a saber: Artemisa Licopodio Bardana Hipéri Camomita Orquidea Grama Jaramago Hiedra terrestre Verbena Es f4cil advertir Ia extrema diversidad de tos soportes talisma- rnicos; en realidad, casi todos se han utilizado unas veces como amuletos en si mismos, y otras como soporte de panticulos. Las medallas de metal, los talismanes en petgamino, sobre cortera 0 cuero son innumersbles. Evidentemente, se ha tratado de obtener el ‘miximo efecto mezclando juiciosamente materias “simpéticas”: me- tales y plantas, por ejemplo (se colocaban plantas en el interior de estatuas de metal, huecas). He aqui, extrafda de un grimorio mé- sgico medieval, una férmula de soporte talisménico “que puede sus- ituir a In vez al metal y al pergamino consagrado”, dice el texto: “Carbén de mandrigora, 8; hierro en polvo, 2; bronce en polvo, 2; anticar de leche, 4; oro en polvo, algunos granos; carbén de chopo, 2; cera de abeja, Ia necesaria para aglomerar los diversos ingre- dientes y hacer con ellos una placa s6lida, redonda o hexagonal. Esta cera de abeja se fundiré tres veces en agua bendita hirviendo, se fundiré en tin molde de arcilla, © mejor atin, en una eubels de metal, Luego se calentaré ligeramente ef molde para separar la cera.” Esta fSrmula utiliza el valor mégico de la mandrégora,!* del chopo, del bronce y del oro. El uso de agua bendita proporciona a la {6rmula el elemento sagrado indispensable. En otros formu ios més ‘“mégicos” se indica casi siempre el uso de sangre (extra dda del dedo del operador 0 de un animal sacrificado...); todo pan- tGculo medieval debia eseribirse con sangre, tinta magica todopo- derosa. La tradicién de los “pactos diabslicos” firmados con algu- rnas gotas de sangre esti dircctamente relacionada con estas tée- fo San an diese wer sfoy, hasta 1373) "Ademss, en Cresie ¥ en Corrae, los mo eran expuetos por sus pales y Ieemingontayores sis Hhsmas de fos hopes ce San Juan ha reervti de Ie febres ge 6 muy diflet'de encanta, Incas” en as arbors, Crore wont 11. Los lapidarios magicos aa Es necesario dedicar todo un capitulo a las gemas mégicas, a las piedras preciotas que han servido de amuletos y como soportes talisménicos, a las cuales el talisman esté indisolublemente ligado. La piedra, esa concrecién natural que se distingue del suelo, siem- pre ha sido sagrada, Desde las piedras de rayo, las hachas-amuletos, Tos betilos hasta las combinaciones hebraicas del Pectoral, las pie- ddras siempre fueron veneradas por sus propiedades misteriosas. En primer lugar nos referiremos a las piedras primitivas, los botitos y las antiguas hachas neoliticas, cuyas formas perfectamente talladas han excitado Ja curiosidad y el respeto del pucblo, que las hha convertido en amuletos. Se han recogido las piedras de rayo, las concreciones naturales que se encuentran en el cuerpo é¢ los ‘animales, las piedras semipreciosas y preciosas, y se les han atri- Buide propiedades extraordinarias. Incluso en miestros dias no ha ‘desaparecido del todo Ia creencia en la influencia de las piedras. La astrologia moderna ha clasificado las piedras segiin el septenario planetario, y en as civilizaciones modernas atin hay creencias “acerca del 6palo, el zafiro, In esmeralda, piedras de felicidad 0 de desgracia, benéficas © maléficas— que resulta curioso analizar, 253 Los betilos, piedras de rayo y hachas-amuletos Aunque el instrumento neolitico haya desaparecido desde hace mucho tiempo de la mayor parte de los lugares habitados, es curio so hacer notar que los antiguos se sirvieron de piedras cortantes para sus operaciones mAgicas. Aunque se conocia perfectamente el bronce y el hierro, los embaisamadores del antiguo Egipto abrian los cadveres con una piedra etiope, especie de silex tallado,' y los hhebreos se servian de cuchillos de piedra (sur 0 sor) para Ia circun- cisién; los pufales de piedra formaban parte de los omamentos sagrados del temple. Hay que distinguir varias clases de piedras:? en primer lugar tenemos el siti prehistérico, ef silex tallado neolitico, el hacha de piedra encontrada en tierra. Estas hachas, piedras talladas 0 puli mentadas, son a veces de materia preciesa: Agata, esmeralda, cal- ccedonia, jade En segundo lugat estin los erizos de mar f6siles, los meteoritos, los corales y ciertas concreciones caleéreas que se encuentran en el cuerpo de algunos animales (cabeza, etc) y cuyo valor migico se conocié desde siempre. Los antiguos Hamaron a los siiles prehist6ricos piedras de rayo. Didgenes Laercio nos ha dejado Ia siguiente explicaci6n: “El trveno puede ser producido por... Ia detonacién del fuego, cuando hay tun aumento de temperatura en el interior de las nubes, cuando étas se desearran, o cuando rozan entre si y chocan, después que han adquirido 1a'consistencia del cristal.”? ‘De esto se deducia que el relimpage podia romper las mubes ¥ que algunos troz9s de ellas, vitrificados por el relimpago, caen ‘con el rayo. Plinio lo declara’expresamente: “La piedra se parece ‘a una cabeza de tortuga, y al parecer cae con el trueno} y si hay ‘que ereer lo que de ella se dice, apaga los objetos golpeados por ef rayo."* Se solia denominar Ceraunies a estas piedras de rayo que ‘no eran sino titles prchistéricos encontrados en los campos. ‘A cellas se sumaban los meteorites, esas piedras negras conser- vvadas en los templos (por ejemplo, el de Emesa, dedicado al Sol) ¥ que se sabian caidas del cielo.’ Crefan que estas piedras estaban faete ampli he sau foudre (Paris, 1740); Clément ist des Religions” Peres de jouires P"Gnaimente'P. Suverees, Piers mani Vie: des Paloopher Hi. 28. Tradudt. Zero. 7. ie enor OO & Indlguemos geet Behel'o Beto, ademds desu orien celeste, ha teido aturaess En Cylene, montata deArcaia, Hermes dorado bajo In form de Ihabitadas por un dios y dotadas de cierto poder de proteccién y ‘curacién, A veces estas piedras y los titles prehistéricos se trba- jaban, como puede verse en los celt de jade 0 de piedra nefritica, descubiertos en Egipto a principios del siglo x1x, los cuales Hevan caracteres gnésticos y proceden de los grandes talleres de fabri- ‘cacin de talismanes de Alejandria (siglos mv). Poco. a poco los conocimientos cieatifies permitieron a los inyestigadores conocer su verdadero origen, que eran los talleres neoliticos, y pronto se admitié que estas piedras eran producto de Ja industria humana. La memoria de Mahudel, ya citada, reproduce ‘unas planchas que titula: “Instrumentos de piedra empleados por Jos primeros hombres para las artes, y llamadas piedras del rayo por los autores.” Asi comenzaron las clisficaciones arqueolégicas, aunque todavia fueran necesarios dos siglos para rectificar estas ianos recuperaron y cor Marignan cuenta, en 1931, que cuando en la época de las guerras de religién se destray6 el Convento de San Julisn de Corneillan, en Marsillargues, se encontré en un muro un hacha de gneiss que fen una de sus caras llevaba una cruz de San Andrés: antes de colo- cearla en aquel lugar se tuvo buen cuidado de cristianizarla.. Pero no basta con esta breve incursién en la antropologia; es cierto que los antiguos ereyeron, y que algunos pueblos primitivos. fereen todavia, que algunas piedras caen con cl trueno, pero a estas fereencias iba asociado el valor magico tanto de los meteorites como, ta plea foe reeetentado por wy falo recto eabcado tre tn pedestal. Ba fos itll de aco yen los ton de Onin et ion fecvndador (terodto, 1,48), Fgura ct falas at como etre Ton sion tos fens y Ton romanos (os ees {ios ee far mattonay tn falor alos de Pompeys” que ‘pueden vere cel Museo Secreto de Napsien Entre los hidGes, en Ala se. Encuentra exe caNo (det ingar) desde Mempos inmemociales Lat fais. senales humanas exaban Sallondar por los sirens monument "D Forma del ter: is wrt, Tos pox, os paseor csblerot, Jos labesta 2) Ei"faos las clone cxectat (pon, os meres, Tos bios, Jos poste ries (Gletras vers) Tos sbelacon, Iv tore Tas manos fins, Tes tomas Ae‘mmaern de cvimica 9 'de pledea que en simero te ta encontrado en its "Cieotanesaurahsaneas en Lagan, Nagpur, Gudea ye ete De Stasey ror lovesipaoresposcton al desc (Morts’Jasrnow, The. Rel Fon of' Babylonia and” Assyria. Deston, 169. Su seta Mlco 7 vivo ek Semte."y “cl an nimess, de conor de alla encontraos en is excaracione de Messpotamia derwents 10 popular de 30 to. e'Menionemor ny et Collection amaultierUallennes del docoe Bellet ‘SHouto. talmanico de euro. que conten: 1) hohe de habia impresas oraones ttinas 9 In ce! olvo probasemsate We un lends ton estos signs’ [| ave eae pot Amén y tes Credo: a ore ‘tm es poco lepine. 3)'Un hatch Pulimentoda de sepentina con va 84s): fo de los silex tallados, que desde el neolitico tuvieron un desti proteccién oculta. “El util” fue sagrado ya desde su origen. Hay que sefialer, en efecto, que algunas bachas de piedra, algu- nos sflex, los Men Gurun de Morbiban, tuvieron desde su origen tun fin muy distinlo al det instrumento neolitico habitual.” Foeron instrumentos mégicos, representaciones esculpidas ‘para determi- rnadas ceremonias, y su Uso se conserv6 en ciertos. centros fijos. Cuando en Bretafa, en la isla de Ouesant (Finistere), los labra- dores conservan con celo las hachas-amuletos de silex_tallado, ‘saben 0 sienten oscuramente que en ellos se halla encerrada una fuerza migica, No hay duda de que se realizaron sacrificios sobre cllas y quiz4 con ellas, y por ello hay que incluir a estas hachas en la lista de los talismanes primitivos. La tradicién magica es esen- las profundidades astrales ha sido siempre un maravilloso soporte talisménico, Se la empleaba sola o en collares medievales hechos de piedras neolitcas, collares-alismén, que se encuentran también por todas partes, desde Ia Bretajia, ‘donde se les llama gougad-patereu en Tengua céltica y que significa “collar’de cuentas sagradas", hasta el Asia en el collar de_piedras pulimentadas annamitas que reco- mienda el Trung viet duoc, el tratado de los médicos de Anmam. Estas piedras meteéricas sirvieron por lo regular de soporte pan- tacular y Ias inseripeiones de que estén cubiertas lo demuestran.? Piedras animales o bezoars Intermediarias entre los silex y piedras talladas y las gemas pro- piamente dichas, existen ciertas concreciones f6siles y los bezours. Con las hachas-amuleto hemos visto el empleo de ciertos erizos de mar fésiles que “sudan” cuando va a lover. En ciencia talisménica se utilizan, en efecto, algunas concreciones —el coral y_ciertas ‘madréporas— con un fin profiléctico y médico. ‘Asi, en Anam se utilizaban concreciones perliferas comunes ppara atraer Ia prosperidad y Ia salud, Se las pulverizaba y luego se tragaba el preparado, Estas perlas, de un color blanco lechoso, son ‘macizas, y su tamafo varia del de un grano de arroz al de un gui- sante, En Polinesia el coral es objeto de todo un culto, Eugene Caillot o ha descrito ampliamente: el dios Veruga, poderoso dios que tiene 1a voluntad del bien y del mat al mismo tiempo, habita en cl coral y se le dedica un altar de esta materia. Pero no cualquier coral sirve para fetiche; es necesario que tenga una configuricién especial. Nunca se talla. El hechicero lo ‘veseraba a imagen de Noctra Sefora, exstente on a Ineia de ta replés, te ‘Stra pled para sradecetle su fotecion inet. Stari et ae acta ea "ato taal at ata consagraba encantindolo mediante una infusién de mana, y Ia pi dra asi consagrada se convertia en algo vivo, se movia por si mis ‘ma, buscaba los objetos perdidos 0 robados, se escapaba... 'En Talia, el coral rojo servia para hacer amuletos contra el mal de ojo. Aseguraba también la regularidad de Jas menstruaciones, Debia ser de graro gructo, sin pulir ni tallar. Talia, tierra de amuletos talismanes, ha conocido también las ras hed especie de madzéporas 0 pélipos fésiles ccuya superficie muestra curiosas manchas de color oscuro cubiertas de trazos més claros. En ellas se han podido distinguir estrellas radiantes, por lo que han recibido también el nombre de “piedras tstelares", Se emplean sobre todo contra los maleficios y protegen rincipalmente a los nifios, En la provincia de Aquila estas piedras son atin muy buscadas, y suelen encontrarse en un yacimiento ere- thcico del eoceno bastante rico en madréporas fGsiles. Muchas de estas piedras se “cristianizan” luego, tomando forma de cruz 0 ima- fgines piadosas, 10 cual constituye el ferdmeno clésico de la adap- tacién de las antiguas tradiciones migicas de las piedras alas ‘ereencias cristianes. Mas importantes atin son los bezoars, nombre que se ha dado fen Europa a las concreciones Iiticas engendradas en el cuerpo de Jos animales, cuyo valor mégico es de tradicién universal. El be- ‘oar se forma en el estémago, en los intestinos, en Ia vegign (cl os) y a veces en la cabeza de algunos animales, dice P. Saint-Yves cn la obra citada, A esta clase de picdras se lee da nombres que reeverdan a los snimales de los que proceden:" aetita (de Aguila); piedra alectoriana (del gallo); trachyta (de la rana); quelidoira (de Ta golondrina); quelonita (de la tortuga); cloritis (del aguzanieves); draconita (de Ia cabeza del dragén); esponjita (de Ia esponja)... Se distingue también entre el bezoar oriental y el bezoar occi- dental, El primero procede de la India, del cuerpo del antilope de Bengala; et segundo procede de las gamuzas de los Alpes, de los ciervos de Nueva Espafia y de las cigicfias de las cordilleras ‘Los indios jaros y carrelos ullizan las concreciones ‘estoma- ceales de tucén, el powis y el pavo salvajes para dibujarse signos en cl rostro antes de salir de caza. Se las llama jukka 0 misha, y los indios les atribuyen el poder de atraer a los péjaros por la ley magica de Ia. simpatia. ‘Los anamitas utilizan cai hot ngoc o bezoars de serpiente y de miriépodos. La tradicién dice que son muy raros: su color es azul, eon una mancha roja en el centro;!* su forma y sus dimensiones 1 Baoan gor euch, 1 flame monte inte ra, (yon 186). A Prt Du Bézoer. Gaspar’ Bruhn, Delis beanar ass, {ee ch Sami, Mahan der‘bemmatane Swen, 1. 258 son poco més 0 menos las de la pieza de diez eéntimos anamitas. ‘Se suclen encontrar en la garganta 0 en el cuerpo del animal. Estos fetiches son preciosos y protegen en Ios combates, pero pierden su poder al contacto de una mujer casada o de una muchacha que no Ios bezoars procedentes de serpientes son muy (dotos contra las mordeduras de la cobra capello. La piedra se deja “atada sobre la herida y cae por Si misma cuando ha absorbido todo el veneno”; tiene tambiéa el poder de fascinar a las serpientes... Los viajeros han traido test de encantadores de serpientes que confirman esta creencis En los tratados medievales de ocultismo se encuentran descrip- cones de bezoars. Levin Lemne' los describe ampliamente y cita Ja quelidoina “que es una piedrecilla del vientre de Ia golondina” ‘excelente contra el “mal eaduco”: los médicos ds ta Zpoca hiacian con ella entaplasmas. Cita también las piedras encon- tradas “en Ia cabeza de las babosas y los caracoles”, empleadas como diuréticos; la piedra que se encuentra en Ia cabeza del sapo ¥ que calma los dolores de las picaduras de los insectos; las piedras fncontradas en los peces, que habitualmente eran reducidas a polvo para beberlas con vino, remedio contra la arenilla que se acumula fen las vias urinaris. Finalmente hay que citar al Gran Alberto, que también se ‘ocupa de los bezcars. Nos limitamos a citarlo indicando simple- mente que tras el galimatias y ef infantilismo de que hace gala este fibro de magia, se ocultan tradiciones muy antiguas que copistas ignorantes ¢ intentos de adaptacién han deformado 0 desfigurado, He aqui los textos que hablan de los bezoars: a) La piedra alectoriana: “Si quiere sacarse algo a alguien, hhay que servirse de Ia piedra que sucle Iiamarse alectorius, de color blanco, y que se extrae de un gallo capén de cuatro afios © mis. ‘Segin otros, habria de ser de un gallo capén viejo. Esta piedra es ‘del tamafio de tna haba; hace al hombre constante y agradable, y puesta bajo In Teng 'b) La quelonita: “El que quiera sater quién ha sido el ladrén de algo, que coja Ia piedra Hamada quelonita: tiene el color de Ia pUrpura y varios otros; se encuentra en el cuerpo de las tortugas. EL que lleve esta piedra bajo Ia lengua descubriré las cosas del futuro. ‘e). La pledra quelidoina: “Si alguien quiere agradar y averse ‘rato a los demés, que tome la piedra tamada quelidoina: es negra ‘marilla, se encuentra en el vientre de las golondrinas. La ama- ai se envuelve en tin pafio de lino o en la piel de una temnera, 15, itd, 6 5 be 1S, Les occler mervellr et serie de nate, 16 Tomadon de eden ‘Ge Lyon, 1705 9p. 8597. 259 y se leva atada bajo la axila izquierda, cura el frenest y todas las Enfermedades antiguas © inveteradas. Es buena también para Ia Tetargia y Ia epidemia, vax asegura que esta piedra hace al hom bre sabio, de buen humor y agradable. La negra preserva de los ‘animales malignos, calma las disputas y ayuda a llevar a buen fin todo aquello que no emprenda. Si se envuelve en hojas de celi- ddonia enturbia la visa. Ambas deben extroerse en el mes de agosto. Por lo regular se encuentran dos en cada golondrina.” ‘d) La Rajana: “Cuando se quiera obtener algo de alguno, debe Nevarse encima Ia piedra Hamada Rajana: es negra y brillante; se la encuentra en la cabeza del gallo, poco tiempo después de que festa cabeza haya sido comida por las hormigas.’ ‘e)_ La Draconita: “Para dar de lado a los enemigos y salir con bien de sus asechanzas, hay que levar siempre consigo In piedra Draconita, que se encuentra en Ia cabeza del dragén: es buen y milagrosa’ contra el tésigo y el veneno, y Mevéndola en el bizo derecho se sale siempre victorioso de sus adversarios.” La tradicin china también conoce los bezoars. El flujo y refiujo de las fuerzas del yang y del yinn transforman todas as cosas; lo fque escapa a ellas se endurece. Tchu-hi cita a los bonzos que se transformaron en piedra de tanto meditar. Un texto més reciente declara que las conereciones que se encuentran en los hombres son a fuerza Ki cristalizada. Como sabemos, en los textos antiguos cesta fucrza eran genior naturales: la evolucién del pensamiento chino Ios ha transformado en virtudes metafisicas. “Todas las piedras son Ki cristalizado: hay hombres que se han petrificado debido a la intensidad de su concentracién mental.” El maestro Teheng cuenta que en Persia, al abrir una vieja sepul- tura, entre las conizas del caddver hallé un corazén_petrificado. Cuando se le partié por Ia mitad se encontré un paisaje pintado: la tumba pertenecit a una cautiva, quien, a fuerza de pensar en cl paisaje con amor, consiguié fijarlo en su corazin.. ‘Se cuenta igualmente la historia de un bonzo tan perfecto que tras su incineracién hallaron intacto, entre las cenizas, su corazdn. Cuando lo abrieron se encontré en su interior una estatuilla de Buda, hecha de una materia desconocida (meditacién eristalizadh)... En el corazén de otro, que se habfa entregado a la contemplacién, se encontré una estatuilla de ta diosa Koan-yinn. Esta tradicidn es universal. La piedra, materia fija y sélida por excelencia, es el témino normal de Ia cristalizaci6n de las fuerzas 17, Bt rclato de ty mujer de Lat (Génet, XIX, 26) comvetoa en exain de sat tne‘ ann tad piicaclon Sen por debedieni tel Ia Concentecin es = pW, on lls pe 21S: Hechos temehtes te encoen eatin cians 260 migicas. La meditasién actéa y “concretiza” el ser imaginado: en cl corazén del adorador se le debe encontrar grabado y solidificado en piedra, Del mismo orden son los Gamahez, célebres en otro tiempo. Esta palabra viene del arabe Kamao (relieve). Eran figuras huma- nas, animales y vegetales que se enconiraban dibujadas natural- mente en las piedrss. Plinio™ habla de un mérmol serrado, en el interior del cual se encontr6 Ia imagen de un Silenio. Alberto Magno cita una piedra con la marca natural de una serpiente, la cual atraia a todas las serpientes hacia el lugar donde se encon- traba. Gaffarel enumera toda una serie de gamahez: en Pisa, en la iglesia de San Juan, puede verse en una piedra Ia imagen de un je jada por la naturaleza. En Ravena, en la iglesia J, hay un franciscano naturalmente figurado en piedra ‘color ceniza, sin duda un bloque de lava solidifieada. ‘Gaffarel cita también, en el bosque Hercina, una piedra con tuna imagen de un viejo de largas barbas y coronado de una triple TEL abate Bordelon da descripciones de gamahez de un ‘curioso interés. Cits, entre otros, al rey Pirro, quien tenia un gata {que representaba las nueve musas y Apclo en medio de ellas. ‘Alberto el Grande vio en Colonia, en la tumba llamada de los tres reyes, dos j6venes muy blancos, grabados por Ia naturaleza fen una comnalina, Y afiade este autor que en Sneiberg (Alemania) se encontré en Ia tierra una estatuilla, naturalmente formada, que representaba un hombre con un nifio a la espalda. ‘Ovidio habla de flores dibujadas por Ia naturateza en las pic- 4dras.2! El marqués de Bade tenia una piedra preciosa que, st la rmirase por Ta cara que se la mirase, mostraba siempre un erucifjo natural. Esta antigua tradicién de los grabados naturales en piedra o en metal reaparece en os métodos de adivinacién por el plomo fun- dido arrojado sobre agua frfa. Las formas y figuras que el plomo solidificado componia servian al adivino para predecir el futuro. Hay que afiadit a todo esto los métodos universales de adivinacién mediante las extrafias formas que produce el resquebrajamiento dde una materia dura: cuerno, caparazén de tortuga, esquisto.” ‘ero se cobre as anes con cniza’ Blancas, las acre, Int foun en lor dibujosroducidos por lat rxquebraadiran, (Po ole, por Th. Deuacrase:y Ch. Thuaste, Parieteocate 1930) s. ‘crevatantes tmaxinacontt del sear Ovfle, Amsteam, ‘Anwol, donde el tech yee tae Las gemas migicas En las sociedades primitivas Ia joya ha sido siempre un talis- mn. Los collares de dientes de animales, 0 humanos, de_silex perforado 0 de conchas, tenfan un valor de proteccién migica Los anillos, fbulas, brazaletes, pendientes y brazaletes de tobillo posefan un sentido profiléctico absolutamente seguro. "Ya hemos visto que las primeras piedras talisménicas fueron betilos, hachas-amuleto en miniatura, meteoritos, lavas de formas cextrafias, cantos rodados de colores vivos; pero entre estas piedras, fl instinto mégico humano, ese sexto sentido de percepeién, dist ‘gui6 pronto las gemas propiamente dichas, estas piedras de bri extraordinario incrustadas en Ia roca, en la cual aparecian ruti- lantes y magnifica. Quien haya visto en la oscuridad de una gruta brillar los cris- tales de roca a la luz de las antorchas, comprenders que bajo ta foscura béveda, hiimeda y fria como la noche, el brillo de los eris- tales recordase el cielo extrellado a los maravillados ojos de los primitives. ‘Altededor de estas gemas se establecieron tradiciones masicas que se han conservado a través de los siglos. La joya-amuleto, Ievada por el jefe tribal, reaparece en las coronas nobiliarios y reales y en los objetos de culto de Asia y de Europa, en los anillos de los caballeros y los obispos, en las bolas de oro de los hijos hnobles de Roma, El yendaje de tela de los ancianos de Grecia se cubria de piedras preciosas y poco a pcco evolucioné hasta con- vertirse en el circulo de metal (Stephanos, Stemma) que constituys Ja antigua corona real. “Hacia el siglo v de nuestra era veremos realizarse en 1a forma del stephanos de oro los cambios més tipicos. En los mi- se0s poseemos un cierto nimero de cjemplares de stemma perte- recientes a los emperadores bizantinos y otros soberanos que ‘eguian la moda de Bizancio. Las coronas votivas lamadas de Guarrazar (museo de Cluny) dan una idea bastante exacta de eémo ‘debja ser la que el emperador Mauricio consagré en Santa Sofia ¥y que desapareci. ‘Sin embargo, el stemma imperial bizantino presentaba la par- ticulatidad de hallarse guarnecido de colgantes, cadenillas de oro y pedreria a cada lado de las mejllas, como puede verse en los mosai- 0s de San Apolinar, en Ravena, Hasta el siglo xi no cambié de forma, y dejé de imitar una venda para convertirse en una especie de bonete 0 casco; fue ef origen de ta corona cerrada.* 4 un Evangctiro del Vatiano representa 2 Jot enpera ores‘Iuan'yAlenit Comneno tocades com esa eee, 262 Ctra joya importante fue la bola de oro, que se ha encontrado cen el cuello de los esqueletos de nifios, en las tumbas antiguas de familias nobles, Estas bolas estaban hechas de una hoja de oro batida, en forma de concha redonda y replegada en su centro de ‘modo que las dos valvas se cerrasen Ia una sobre Ia otra para for- mar una bola hueca, El pliegue central que simulaba el gozne de fa concha estaba adornado con dibujos grabados. A veces 96 ins- cribia el nombre del nifio en el relieve. En el interior se introducfan filacterias, como en el saquito de ccuero de los indios, los arabes y los negros africanos de nuestros dias. ‘Las mujeres solfan Hevar joyas semejantes, pero entonces las bolas se adornaban con pedrerfa. Por 10 general se levaban tres bolas en forma de collar, y a ellas se afadia la figura de un falo de oro, como hemes visto anteriormente (nota 5). Tas gemaa quedaban asi asociadas a Ia joya talisménica. Debido fa esta influencia y a Ia creencia en genios subterréneos, en los Kobolds, djunns, farfadets y demonios, se desarroll6 toda una mis- tica de las gemas. En un autor de la Epoca leemos que la influen- ‘cia planetaria se asociaba a las gemas, y que “el ardiente rubi epresentaba el elemento fuego; el azul ecleste del zafiro el det fire; el vivo color de Ia esmeralda, ta tierra y su verdor, y Snal- mente et diamante, la pureza del agua.” “También hemos podido comprobar esta creencia en las palabras de Orfeo que cita Plinio (KXXVII): “La tierra negra produce el ‘mal..., pero. al propio tiempo produce el remedio para cada imal, De In tierra proceden pues toda clase de piedras en tas que podemos encontrar un poder prodigioso y vario. Todas las ven- {ajas que representan las raices, también las ofrecen las piedras. Las raices tienen una fuerza inmensa, pero Ias piedras 1a poseen ‘agin en mayores proporciones. La tierra las crea incorruptibles y jamés envejecen...” Los antiguos Hevaban ‘piedras preciosas sobre todo a causa de su valor talisménico, Nerén, en su. suntuoso palacio de Ia Casa Ue Oro, habia hecho incrustar piedras preciosas en su cama y en Tas paredes de Ia alcoba, pues crefa enormemente en las virtudes ide aquéllas: el cuerno de Ammon, piedra de color de oro que procuraba suefios proféticos, el gata, el jaspe, la amatist ‘Las sortijas que los antiguos amsban anillos de Samorracia eran de oro engasiado en hierro: es posible que fuera uno de estos fanillos el que Hevaba Dicaio en el Plutus de Arist6fanes. El esco- Tiasta de este siltimo dice que se llevaban anillos de esa clase dota- ddos de virtudes especiales para arrojar el mal_o para procurarse flguna ventaja, como ocurria con el anillo de Gyges. Estos anillos ‘eran huecos y calidos, y segin Artemidoro parecian ser més pest~ ‘dos de lo que realmente eran, Antifanes, citado por Atenea, hace 263 decir a uno de sus personajes que Pertatus le ha vendido uno, de ellos por una dracma. »Se conoce un anillo antiguo que lleva esta inscripeién: “Que fel mal de ojo se alcje de ti", y otro en el que hay engastada una ira mBvil en forma de ojo; otros evan la imagen de un basi- »Entre los cristianos, contra Ia ligadura se hacian bendecit va- tis anillos y se ponian todos en el dedo anular de Ia mano derecha iwierda de la esposa; el anillo s6lo se hacia entrar hasta 1a primera articulacién de su dedo. En otras ocasiones Ia mujer dejaba caer al suelo el anillo en el momento en que el marido se Io entregaba, »En Estonia, cuando et sembrador tleva un anillo de 010 0 plata y zapatos, los brujos no tienen poder alguno sobre los pro- duetos del campo. En Escocia, cuando se ordefia por primera vez fa una vaca, después de haber paride, se vierten tres chorros de Teche de cada pez6n a través de un anillo: en los alrededores de Tomintoul se utiliza un anillo de plats, En Espafa, un anillo de ccornalina preserva de los malos aires, malos vientos ¢ influencias funestas, El anillo desvia estas influencias de su destino, las absorbe ¥y al instante se rompe en mil pedazos» (Melusine). Las tradiciones frabes reconocian también el valor curativo y talisménico de las piedras. Solimén el Magnifico vestia como un pordiosero, como un faquir y comia en una escudilla de barro. Sus iras preciosas permanecian en sus cofres y “actuaban” por su con ellas, Su papel consistia en prevenir y geran~ tizar, asi como en curar. Entre los érabes, Ia piedra tiene un valor curativo seguro: el diamante preserva del veneno y quita preocupaciones; el rub triza las heridas; el zafiro permite las evasiones sin problemas; la ‘esmeralda inmuniza contra los venenos; la calcedonia previene los robos; Ia crisolita arroja los malos espiritus; la perla prolongs la juventud; Ia sardérice aleja los sortlegics; 1a galactita da la leche A las nodrizas y fortinea los drboles frutales... la pledra, siempre y en todas partes ¢¢ unas veces vativa y otras mistica, hasta llegar a Ia Piedra Negra de Ia Meca, a la que ya nos hemos referido en Ja primera parte de esta obra. El antiguo uso de los collares profilictices esti comprobado por los numerosos ejemplares descubiertos en Ias excavaciones prac ticadas en los monumentos y en las tumbas. ‘En el territorio constituido por el antiguo decanato de Porhoet, Morbihan, se conjuran toda clase de maleficios mediante collares compuestos por cuentas de diferentes materias, formas y dimen- siones. Las cuentas de Ambar, a veces del tamafio de una castaia son las que mayores virtudes poseen. 264 »En Monferrat, los nifios llevan collares en los que se observan diversos objetos que recuerdan a los crepundia romans: una media luna, una mano haciendo Ia higa, una defensa de jabali, un mechén de pelos de zorro, un ramito de orégano, eteétera. ‘>Los portugueses se cuelgan al cuello un corazén de metal o de ‘a veces adornado de perlas y junto a una cruz, una mano hhaciendo'Ia higa, y verOnica. También preservan a sus hijos det mal de ojo colgéndoles un collar que contiene, enhebrados en un ‘cordén de seda negra, un pantéculo, tres monedas de plata hora- dadas, un grueso anillo de hierro, un diente de lobo, media luna yuna mano haciendo ta higi. En China, para preservar de los malos espiritus aun hijo finico, el padre hace una colecta entre cien familias diferentes, y raramente se le niega un regalo en especies; con la suma asi reco- sida compra plata, con Ia cual se hace confeccionar un brazalete, que ef nifio levaré al evello hasta Ia edad de die~ ciskisafios. En Ceilén, para alejar ef mal de ojo, las mujeres ricas van ccubiertas de joyas: cadenas, collares, brazaletes, anillos y sorijas {que Hevaban en los tobillos y dedos de tos pies. Las mujeres pobres sustituyen los metales preciosos por conchas, dientes de tiburén, ‘madera de sindalo, perlas de vidrio, semillas rojas de Abrus y de ‘Adenanthera Pavonina, semillas negras ée Cannia indica y bayas fovales de Canna urens, Las mujeres de los hindies, de los mala bares, de los drabes y de los turcos adorman a sus hijos y se ador- nian ellas con una profusién de joyas a fin de que el mal de ojo ccaiga sobre estas titimas.» 8 La tradicién egipcia asociaba una piedra a cada dia del mes, fa cada decano y a cada planeta. Esta ereencia en la virtud de ciertos minerales se remonta pues fa la més remota antighedad. Su tradicién se ha conservado en las férmulas itmicas que un sabio, como Teofrasto tomé en. sero. Estas f6rmulas correspondian a Ia época de expansién de Ia magia, ‘cuando Asia todavia estaba dominada por acadios y caldeos. En el forigen Jebi6 de claborarse un eSdigo mécico y talisménico en algu- tno de aquellos colegios de sacerdotes-magos de reconocida auto- ridad y_cuya existencia esté, hoy dia, ciemtificamente demostrada. Grecia lo recogi6, Pero, estas tradiciones procedian a la ver de Asia y Egipto? Sigue siendo un misterio, EI primer tratado sistemético que poseemos acerca de las pie- ddras talisménicas es el Peri Ethon, atribuido a Teofrasto y que fue teserito en Ia época del arconte Praxibulus (315 a. C.). Dioseérides, cn el libro 5 de su Materia Medica, estusia més de 200 gemas, as ‘como su valor terapéutico: el zafiro contra las mordeduras de ser= 2S, Metuine, DE, 265 pientes, 1a selenita contra la epilepsia, el coral contra los trastoros de la piel... Por otto lado, la Escuela de Alejandria nos proporciona tos primeros Lapidaries de piedras grabados que han legado hasta nosotros. Los Cyranidas de Hermes Trismegisto nos permiten Conover cierto ntimero de piedras talisménicas cuyas virtudes repo- ‘san en la liferomancia y se refieren a las veinticuatro letras del alfa- elo griego y a sv concordancia con los cuatro elementos. ‘Los griegos también tuvieron una ciencia pantacular. El més importante de los tratados de gemas misticas es el Kyranides, tra- ducido al latin por Gerardo. de Cremona (muerto en 1175). Este tratado estudia las correspondencias entre 1a planta, el pajaro, Ia ‘gema y el pez bajo el mismo influjo planetario. Por ejemple, se ‘corresponden: el ciprés Brathous, el cuervo, el cangrejo y el berilo. La leyenda afiade: “Témese un berilo y dibijese en él un ci ‘una parte del péjaro, un cangrejo y lévese.” ‘Segiin Mély,% este tratado habria ejercido una gran influencia fen Ia ciencia méigica medieval. Los gnésticos estudiaron a fondo las gemas para su utiizacién pantacular. El manuscrito gnéstico de Paris proporciona la siguien- te atribucién de las piedras a los signos zodiacales: Crisolita: Leo Astroselinus: Cincer Libra Sagitario ‘Tauro Lapis arabicus: Virgo Ostracitis: Capricornio. EI manuserito gnéstico de Oxford concreta las figuras que hhay que grabar en las piedras. ‘Las tradiciones cristianas rechazaron en principio esta ciencia de las piedras mégicas, pero se reconocié el valor médico de tas fmismas. El tratado més antiguo parece que fue el de San Isidoro, ‘arzobispo de Sevilla, en el siglo vi, que en sus Etimologias ofrece todo un capitulo acerca de lapidus insignioribus, donde cita a diversos autores de la Antigiedad, como Diose6rides, Plinio, ‘Agustin... La llegada de los Srabes a Europa aporté importantes tratados 26 Lot lpideros rigors en m0 actos de ta °Revwe e Ant ceten” ‘893 ite ator eer! Scars gatndas son tlsmanes: rutituyen tan Men 4x tfin jodi que, cae Ryden toc itor mrneciy tender ae ‘iSen Tevarse’Inotemiiemente! son por” otto Dense at pena os medion tos ap se enaecie ‘Santen miter Stiga basionte ela entre fot 266 sobre las piedras; ‘itemos i obra de énu'l Baitar (1219), y el tratado de Tifashi (siglo xm). El reinado de Alfonso X el Sabio sefiala, como se sabe, el punto més elevado del Renacimiento arabe. En esta época colaboraron con absoluta igualdad judios, frabes y cristianos, de donde result6 una obra extraordinaria, actualmente ‘conocida bajo el nombre de Codex del Escorial” En él se estudian ‘con una’ precisiGn impresionante las piedras y sus correspondencias ‘Zodiacales y planetarias. Al propio tiempo, en este tratado cada planeta recibe una identificaci6n pantacular completa y detalada. Puede decirse que con este cédice se reintrodujo en Europa Ia ciencia pantacular de altos vuelos. "A. partir de entonces se multiplicaron los tratados. No. nos detendremos en elles puesto que nuestro trabajo no es una bibliow igrafia, pero citaremos los més importantes: el fundamental Lepi daria de Marbodio (siglo xm), sobre las piedras, sus poderes y ‘Sus virtudes; el de Naturis rerum de Alejandro Neckan, que en la sexta parte trata de las piedras y de sus virtudes, cuyo texto ¢s una copia del de Marbodio. Esta influencia se encuentra también en el Provencal Breviari Amor de Matfre Ermengaud (1288), que est- dia “la nature de las peyras precissas, ¢ de lors vertutz’. Walia tuvo sus. “lapidarias” atribuidos a Bencivenni Zucchero, Franco Sachetti, textos escritos en latin, Todos ellos contienen la manera ide consagrar las piedras preciosas. En Espafa, ademas de Marbo- dio, se conocié Ia obra de Damigeron, de carécter astrolégico. Tnglaterra reeibié esta ciencia 0 bien de Marbodio, en latin, o det Lapidario de Bartolomeo Anglicus (siglo xv). A partir de ellos se ccompusieron diversos manuscritos que describen las virtudes, pode- Fes y consagracién de las gemas, Acababa de nacer en Occidente Ja ciencia de las piedras pantaculares. ‘Los siglos que siguieron la ampliaron y con frecuencia defor- maron los datos tradicionales antiguos. Citemos Ia obra de Alberto Magno (1206-1280), de Mineralibus, el Fasciculus aureus de Ramén Lull, el Liber subtilicatum de Hildegarde de Bingen, cel Liber aggregatus de Toannes Serapion (1473). Todos estos tra- tados estudian las piedras y 1a manera de grabailas para que sirvan ide talismanes. Las figuras tienen por lo comin un origen astrolé- fico, y estas obras esquematizan los dstintos elementos en una ‘cosmologia a veces fantéstica y siempre extrafia e ingenua. "A medida que el Renacimiento avanzaba, Ia ciencia de tas pie- ddras preciosas y las joyas se fue afinando a costa del conocimiento foculto de las gemas. Atin puede observarse cémo apunta una in- fluencia estelar misteriosa en el De Vita Coelitus Comparanda, de Marsilio Ficino (1433-1499), y en el Speculum Lapidum det doctor Camilli Leonardi (1502), pero pronto desapareceria de los tratados 21. Exe toro foe regalado por Felipe IL a tn miblotce det sora, tr Ibero bende de tw Bbotea Je don ‘Diego ee Mendon. 267 jos. La tradicién se conservé en las obras alquimicas y astrolégicas y en las de ocultismo y ciencia mégica, pero a costa de su deformacién y atin de su transformaci6n en otra cosa. Uni mente los tratados médicos conservaron a nocién del valor tera péutico de las picdras* tltimos restos de los grandes cédices de Ja antigtiedad. Notemos ia aparicién, en 1636, del Gemmarum et Lapidum Historia, de Anselmo Boecio de Boot, publicado en Lyon y tradu- ido a diversos idiomas. Es la titima obra de cardcter cientfico (Clasificacién de tas piedras, etc.) que contiene un amplio estudio sobre las virtudes de las piedras, idea que en el tratado se somete a dura eritica. A partir de In obra de De Boot y de su editor De Laet —quien la completé con De Gemmis, en 1647— la tradicién migica de las piedras queda confinada (y alli se corrompe) en los Grimorios. Entre estas obras de magia podemos citar como mas serios el Aditus Nouus ad Occultas Sympathiac, de Sylveste Rat- tray (1658), y el Trinum Magicum, de Christian Gerlach (1663). Aveste mismo nivel hay que citar también la obra de Jacob Wolff, Curiosus Amutetoram Serutatur (Frankfurt, 1693) y las obras de Jacques Gaffard, Los autores ocultistas modernos —Pupus, Sedir, Bose, Piobb— hhan dado cada uno una lista diferente, unas veces basada en un documento antigua y otras en investigaciones-metagnémicas. iras con todo ‘encontrar en relacién a lar diversas tra rales. Con ello el lector dispondra de un resumen de todo aquello que se ha escrito sobre las principales piedras, y de paso podrin observarse algunos caracteres tradicio- rales. Agata Segiin los dibujos que forman sus vetas de colores, son eficaces contra algunos animales (Plinio). Si se queman, calman las tempes- tades. Deben Ilevarse atadas al cuerpo mediante pelos de leén. El Agata monocolor hace invencibles a los atletas (Persia). Es exce- Tente contra las mordeduras y picaduras venenosas (Manuscrito gndstico de Oxford). Un Agata que Meve Ia imagen de un érbol ‘grabada naturalmente, si se ata al brazo del agricultor le asezura tuna buena cosecha (Lithica, aulor griego). Excelente contra las mordeduras de serpientes (Epiphanius, arzobispo de Salamis, en el De duodecim lapidibus). Puede curar lt hidropesia, debido a su poder absorbente (medicina griega). La variedad do dgata de Creta 2% La obra ms importante parece haber si el Panminraonicdn de Robert ove (Oxford 66 268 ces un antidoto contra el veneno, y la de las Indias refuerza ta visi6n, En general es profiléctica y da a su poseedor, gracia, per~ suasién y buena salud (Marbodio). Posee ocho virtudes: protege ‘contra el rayo, aleja el demonio de las cass, aleja el peligro de los venenos, en trozos en el agua permite vencer los ataques del demo- no si se la bebe, restablece la salud mediante el agua en la que ha estado sumergida, defiende de los hechiceros, y da fuerza mediante ‘el agua con Ia que esté en contacto y que se bebe; también cura las picaduras de las serpientes (Manuscrito del siglo x1 del British Museum). Aleja la muerte, el veneno y da la fuerza en la adver~ ‘sidad (Alejandro Neckam), El amuleto triangular de fgata, llevado Al cucllo, elimina los trastornos intestinales (Siria). El agata oscura Ievada alrededor del cuello previene la diarrea (Egipto moderro). Elimina el mal de ojo (Italia). El agua donde ha estado sumergida tun Agata destruye Ia esterilidad de Jas mujeres (tradicién campe- sina). Preserva contra todo aceidente y posee un gran poder con- tra el mal de ojo (Persia). Alumbre (Alunita) En placa, protege contra el mal de ojo (Esipto, Palestina, Persia, Sia). Utiizado con sal por los magos drabes y judios de Marruecos; los primeros recitan el sura 102, y los segun- dos invocan a Abrsbam, Isaac, Jacob y Eliseo. En los muros de las casas y en las ropas de los nifios, protege contra tos demonios (Asia Menor). Amatisia Del griego amethustos, que no esté borracho. Protege contra la embriaguez (griegos). Pero Plinio no lo cree (Historia Naturalis, XXXVII, 40), EL nombre del sol y de la luna grabados en esta pie ‘dra, y Gta atada al cuello con una pluma de pavo real, protege ‘contra el mal de ojo (Plinio). Se utiliza contra la gota, proporciona Suciios agtadables ¢ inmuniza contra lot yenenos (iradiciones popu fares). Ambar Bueno contra el bocio (Plinio). Posee propiedades secantes y absorbente (medicine griega). Preserva de las pérdidas por el fuego ‘© por el agua (Richardson, 1727). En un collar puede curar la dif- teria, el asma y Ia tos ferina (diversas tradiciones populares). El Ambar quemado ayuda con su olor en los partos dificiles; un troz0 ide mbar puesto ea la nariz detiene los derrames de sangre d> la hnariz; también se utiliza contra el mal de ojo (popular). En polvo 269 1 los abortos y cura los fordinculos (drabes). Recortado en {or- © lad y In ‘ma de animales: le6n, pez, perro, ete., favorece Ia vi fecundidad (China). Berilo El texto del Kyranides, citado anteriormente, da a esta piedra ‘un empleo talisménico, Si se graba un Poseidén sobre ella, protege de las tempestades a los marinos que Ia evan (segén un Lapida- rio griego). Cura las enfermedades de los ojos (Neckam). El berilo ira de Ia jerarquia angélica de las Potestades (Gregorio el Grande). Protege ée los peligros y de las derrotas, atmenta Ia inte- ligencia (Ramén Llull Corresponde a la undécima hora del dia (iradicién de Levante, Manuscrito del siglo xin cat Aunque no es una piedra preciosa, hay que indicar la utilza- ccién de placas de cal contra los hechiceros. Se las recortaba en forma de cruz y se grababan las iniciales de los Reyes Magos (G, M, B: Gaspar, Melchor y Baltasar) Carbunclo (Variedad de granate, rojo oscuro.) Protege a los nifios de los naufragios y de abogarse (Lapidario ndutico griego). Se atribuye a Ia jerarquia de los Arcingeles (Gregorio Magno). Detiene Ia neu- rastenia, el insomnio, fortifica el corazén y el cerebro (J. Cardan). Celidonia (Wariedad de gata.) Da una volunted constante (Neckam). Coral (Polipero del que se emplean sus secreciones calcéreas de colo- res.) Cura los trastornos de Ia piel (Lapidario griego antiguo). EL nombre de Hécate, diosa de la noche, grabado sobre coral, preserva del veneno y de la derrota (Manuscrito gnéstico de Oxford). Pro- toge Ia nave si se ata con Ia piel de una foca al méstil de un navio (Lapidario néutico griego). Fortifica el coraz6n (Avicena). Cura las hemorragias (Dimashgi, antiguo drabe). Previene la disenteria (Pablo de Egina). Es bueno para los ojos (Ibn Masah). Contra ta ‘gota y Ia epilepsia (Muhammad ar Razi). Contra Ia gota y las enfer- medades de los ojos (Marbodio). Con una serpiente grabada, pro- tege de los enemigos y de las heridas (Manuscritos antiguas ingle- 210 ses). Para que adquiera un valor talisménico hay que grabar en la piedra el nombre de “Ia diosa’de Ia-noche”, 0 sea, de Hécate (Cyranides). En. collar, protege a los nifios (Rosa Angelica). Es caz contra Ia neurastenia y como afrodisiaco (Marsilio Ficito). En forma de polyo, entraba en la composicién del famoso elixir de Gascion. Preserva de hechizos y sortilesios, y protege a los nifios (Seon). Cornalina Calma la e6lera de quien la posee (Marbodio). Da valor en las batallas (tradicién érabe). Cuando se utiliza como sello atrae la bendicién (Hadith de Muhammed). Alegra el espiritu, evita las pesadillas, calma el miedo, preserva de los maleficios (Renodaeus). Contra los hechizos (tradicién turca). Crisolita (Olivino,) Es Ia piedra del signo de Leo (Manuscrito gndstico de Paris), Proporciona los honores y las dignidades (Lithica). Atribuido fa Ia jerarquia angélica de las Dominaciones (Gregorio el Grande). Si la piedra lleva una imagen del sol naturalmente dibujada, da a su poseedor Ia riqueea (Manuscrito inglés del siglo xin). Al ser una piedra solar, fortifica los espiritus (Cornelius Agrippa). Cristal de roca Proporciona a si poseedor altas dignidades (Lithica). Presecva de los terrores de la noche (tradiciones drabes). Cura las enter- medades de los rebafios (iradicién inglesa alrededor del “Clack Dearg”" en Escocia). Cura los dolores de rifén (Plinio). Es una pie~ trae Ia luvin (Australia) Diamante Calma las tercianas (tradiciones griega:). En un anillo de plata, protege de los enemigos, del insomnio y de los fantasmas (Marbo- dio), Es resistente a las’ artes maléficas, sleja el temor, da In vie~ toria, espanta a las bestias salvajes, y subyuga a los fantasmas y apariciones (Camillus Leonardus). Protege de los venenos, las pon- zofias, los brujos, los terrores, los suefios y los malos espiritus (de Boor). Impide 1a Ivjuria y favorece la castidad (tradicién rua). ‘Aleja los terrores de Ia noche (Jean de la Taille) m Esmeralda Cuando esté consagrada, da Ia libertad al prisionero (Meanus- crito gnéstico de Oxford). Permite adivinar el futuro (Epiphenus, ‘bispo de Salamis), Favorece 1a adivinacién, y permite recuperar {os objetos perdides (Marbodio). Los jos de tos reyes Ia Hevan ‘contra 1a epilepsia (iradicién drabe). Es buena contra ta debilidad J las enfermedades (Hildegardo de Bingen). Gobierna Ia tercera hhora del dia (tradicidn egipcia). Refuerza la memoria y aporta la alegria (Jean de la Taille). Se recomienéa como talisman sobre t das las demés piedras; llevada alrededor det cuello o en el dedo previene de a epilepsia, detiene Ia sangre, calma la disenteria, aleja os terrores pénicos, arroja a los demonios y cura las tercianas (de Boot). Es enemiga de Ia suciedad (tradicién rusa). Atada al brazo inquierdo, protege de los hechizos y los deshace (Cardan). Heliotropo (aspe sanguineo.) Excelente contra las hemorragias y para pre servar de los venenos (Manuscrito inglés del British Museum). Hace constante, glorioso y da buena reputacién a quien lo lleva (C. Agrippa). Jacinto Cura la neurastenia yes profildctico contra las enfermedades; segura una respuesta favorable a las demandas de quien 10 leva (Marbodio). Excelente talismén contra la peste (de Boot). Cuando se lleva en Ia boca fortifica el coraz6n (C. Agrippa). Jade ‘Talismén contra los dolores de los riflones (Manuscrito inglés del siglo xv). Jaspe Excelente contra las mordeduras de serpiente y los dolores de ‘eabeza (Diosc6ride). Atrae Ia Muvia (Lithica). Da ayuda y protec- tin a quienes fo llevan (Plinio). Talismén contra la ficbre ¢ hidro- pesia (Marbodio). Cura los desérdenes internos, reconforta el espf- itu, aleja el riesgo de epilepsia, da rapidez en el pensamiento y en fa accién, calma los dolores de dientes (Iradicién griega). Se atri- Duye a Ia jerarquia angélica de los tronos (Gregorio Magno). Go- bierna Ia sexta hora del dia (tradicién egipcia). Detiene 1a hemo- rragia, rofuerza el pulso (J. Cardan). La imagen del Dragén del 2m cielo en jaspe montzdo en un anillo es soberano contra los dolores de estémago (Aldrovandus). Ayuda a la digestion (Renodaeus). Ene- igo de los brujos (Irlanda). Mognetita reserva Ia castidad (Damigeron y Lithica). Da fuerza y valor (tradicién griega). Da la fuerza (Neckam). Atrae la benevolencia (Arnoldus Saxo), Si se frota un cuchillo contra Ia piedra, el arma se vuelve venenosa (tradicién popular). El aceite en el que se ha sumergido Ia piedra y con el cual se unta uno luego, favorece Ia virilidad (asirios). Malaquita ‘Atada al vientee de una mujer, faverece el parto (iradicién popular). Se llama pietra del pavone y es soberana contra el mal de ojo (Italia). nice Produce complicaciones, malos. suefios y disputas (tradicién 4rabe). Suspenderlo al cuello y al dedo para alejar la tristeza, los sustos y los fantasmas terrorificos (Manuscrito inglés del siglo x0). Se atribuye a Ia jerarquia angélica de 10s Principados (Gregorio Magno). Posee grandes virtudes contra todos los males que pro- cceden de Ia atmésfera (Hildegardo de Bingen). Gobierna la décima hora del dia (tradicin egipcia). Se dice de ella que provoca sueios temibles, y por eso mismo provoca visiones pero sin cardcter tert ble (2) (Jerdnimo Cerdan). Opato ‘Tiene las virtudes de todas las demés gemas porque tiene todos sus colores (de Boor). El Spalo negro proporciona la buena suerte (tradicién moderna). Perla Refuerza el corazén (tradicién griega). En polvo y bebida es ‘un maravilloso antidoto (de Boot). Haci en Ja farma- ‘copea inglesa un compuesto a base de polvo de perla y jugo de fimén. El polvo de perla entraba en la composicién del famoso polvo de Gascoign. 273 18, suteTos, rswmes ¥ rarhcotos Gobierna Ia cuarta hora del dia (tradicién egipcia). Un rubi en ‘el que se halle dibujada Ja imagen natural de una serpiente 0 de tuna arafia, aleja a estos animales (Lapidario inglés del British ‘Museum, siglo xu). Mejora la memoria y trae la alegria (ear de la Taille, 1574). Mediante un cambio en su color anuncia ta muer- te de una mujer (J. Cardan), Excelente para el corazén, el cerebro, cl vigor y Ia memoria; clarifica Ia sangre (tradicién rusa). Protege ‘al corazén contra venenos ¢ incluso contra la peste (André Mal- thiolus, 1605). Sal Aunque no es una piedra preciosa, I rada como una materia sagrada, Se ofrecia a los dioses Tos demonios y atin se utiliza como tal en las Titurgias religioss y cen las ceremonias mégicas. La cabal venera particularmente Ia sal; su nombre, M LH, vale cabalisticamente 40 + 30 + 8 = 78, Gque ee idéntico al valor del tetragramma 26 multiplicado, por 3. Los frabes citan la recomendacién de Mahoma a Ali, de “comen- zar por Ia sal y terminar por la sal, porque la sal cura numerosos males’ Sardénica ‘Atribuida a la jerarquia angética de los Serafines (Gregorio Magno). Gobierna la primera hora del dia (tradicién egipcia). Pre- ‘viene los maleficies (Boecio y Fontecha). Topacio Pose poderes curativos (Marbodio), Corresponde al é scorpién (Lapiderio de Alfonso X el Sabio). Se atribuye a la je- arguia angélica de los Querubines (Gregorio Magno). Gobierna Ja segunda hora del dia (tradicién egipcia), Atribuido a Mercurio (Manuscrito inglés de Bodleian, siglo Xv). Turquesa ‘Talismén para los marinos (Lopidario de Alejandria). Gobierna Ja hora 24 del dia (tradicién egipcia). Preserva del veneno, de los faccidentes de caballo y del ahogamiento (Lapidario del rey Felipe). Preserva del mal de ojo (Persia). 274 Zafiro se lo sostiene contra Ia frente quita los dotores de ojos (tra- dicién griega). Protege a los miembros contra los accidentes y es excelente contra los engafos, Ia envidia, los terrores pénicos; libera de la prisién, purifica los ojos, refresca al cuerpo febril y hace a ‘quien lo lleva estinado por los hombres (Marbodio). Preserva de a pobreza (Manuscrito del Vaticano, Mise. Arm. XV, J. 145, fol, 44-45), Protege de la célera de los grandes, de la traicién y de los juicios desfavorables (Manuscrito inglés del siglo xn de Cam- bridge). La meditacién sobre la piedra conduce al alma a la con- templacin de los cielos (Lapidario de Luis 1X). Atribuido a Ia jerarquia angélica e las Virtudes (Gregorio Magno). Refuerza la ‘memoria y aporta la alegria (Jean de la Taille, Reducido a polvo es bueno contra los dolores de ojos, la ditenteria, las enfermedades el corazén; si-se pone sobre una inflamacién, Ia ealma (de Boot). ‘Aumenta el valor, Ia alegria, 1a vitalidad general; aclara la visin, disipa los humores, refuerza los mésculos (tradicién rusa). Acabemos este capitulo sefialando Ja importancia que las dis- intas tradiciones han atribuido a las disposiciones migicas de las piedras. Ya nos hemos referido al Pectoral hebreo. El soberano de ‘Siam Hleva una cadena con nueve piedras, Nopha Kao, que pose ‘un gran poder migico. El orden de tas piedras es el siguiente: liamante, rubj, esmeralda, topacio, Gnice, zafiro, selenita, j y ojo de gato. Por lo demés, las tradiciones siamesas atribuyen las piedras si- auientes a los dias de la semana: jacinto ‘Lunes: piedra de Tuna (selenita) Martes: jacinto Miércoles: esmeralda Tueves: ojo de gato Viernes: Sébado: zafiro Domingo: rubt Los lapidatios ctistianos se inspiran mucho en el texto del Apo- calipsis (XXI, 18 y ss) que describe Ia “Nueva Jerusalén”; el pa- saje dice asi: “La muralla de In ciudad celeste esté construida en jaspe y In ciudad es de oro puro, parecida al puro cristal. Las pie- ras fundamentales del muro de la ciudad estén adornadas con toda clase de piedras preciosas. La primera base es de jaspe, In segunda de zafiro, la tercera de calcedonia, la cuarta de esmeralda, Ja quinta de sardénica, la sexta de cornalina, la séptima de crso- Jita, la octava de berilo, In novena de topacio, 1a décima de erso- 25

También podría gustarte