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Reinicio serie perspectivas

¿Te ha sucedido que la computadora en que trabajabas se apagó inesperadamente, y tuviste que
empezar de nuevo la tarea que estabas haciendo?

2ª Corintios 5.17, NVI: “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha
pasado, ha llegado ya lo nuevo!

”INTRODUCCIÓN“¡

Una vida nueva comenzó el día que llegamos a Él!” Qué frase poderosa. La hemos cantado tantas
veces; la hemos repetido una y otra vez, en enseñanzas y predicaciones, con fervor y entusiasmo
y, sin embargo, todos alguna vez hemos dudado de su autenticidad. ¿Será verdad lo que el apóstol
Pablo dice? ¿Somos en verdad nuevas criaturas? Debe serlo, pues la Biblia no miente

QUÉ DIFÍCIL ES Cambiar

Las palabras de Pablo son realmente impactantes, además de ciertas; él las escribe a los creyentes
de Corinto en el primer siglo de nuestra era, para establecer que, si un creyente se ha unido a
Cristo, si está convertido realmente a Él, ya ha sido transformado en una nueva criatura; se ha
vuelto una persona totalmente diferente. Más que una promesa, las palabras de Pablo son una
afirmación; expresan una certeza de que nuestras viejas costumbres, hábitos, tendencias,
etcétera; pueden ser cambiadas por completo desde el día en que nos entregamos a Jesús. Y sin
embargo con frecuencia lo contrario parece ser lo cierto. Bajo cierta presión circunstancial, o peor
aún, sin una aparente presión, de pronto regresamos a la persona que éramos antes, con las
mismas debilidades, errores y caída

Y a veces nos da la impresión de que estamos peor que antes. ¡Ouch! ¿Por qué nos cuesta tanto
cambiar?Es muy probable que al venir a Cristo tú pensaras que todo esto sería diferente; que te
sería relativamente fácil modificar aquello que no te gustaba de ti, o lo que tú sabías que no
agradaba a Dios. Pero la Biblia continúa insistiendo…EMPEZAR DE Nuevo

El apóstol Pablo, en otra de sus cartas, nos invita al cambio total; nos pide que dejemos de
conformarnos (adaptarnos) a este mundo (a las ideas de la gente que no conoce a Dios), y que
seamos transformados “mediante la renovación de nuestra mente.” Romanos 12.2a. Aquí
podemos apreciar que ser cristianos es vivir de manera diferente a la que nos propone la sociedad;
pero es mucho más que eso: nuestra persona necesita tener una transformación, un cambio total,
radical. Ser cristianos no sólo es hacer cambios superficiales, a medias; o disimular un poco dos o
tres veces a la semana ante un grupo de personas.

¡No! Ser cristiano es experimentar una renovación completa del ser.

Observa con cuidado el siguiente diálogo entre Jesús y un maestro religioso de Israel: “Rabí —dijo
Nicodemo—, todos sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos. Las señales milagrosas que
haces son la prueba de que Dios está contigo. Jesús le respondió: —Te digo la verdad, a menos que
nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios. —¿Qué quieres decir? —exclamó Nicodemo—.
¿Cómo puede un hombre mayor volver al vientre de su madre y nacer de nuevo?” Juan 3.2-4, NTV
El Señor nos pide empezar de nuevo para poder salvarnos, pero, ¿cómo? ¿De qué manera
podemos “resetear” nuestra manera de pensar y de vivir? (resetear, del inglés “reset”, o sea
“reiniciar”).

Nicodemo no era capaz de comprenderlo; pero antes de regresar al diálogo entre él y Jesús, vamos
a recordar otra frase célebre que Jesús dijo a sus discípulos: “Separados de mí, nada pueden
hacer.” Juan 15.5, NBLH. Así que, sólo estando unidos a Jesús podemos experimentar la
renovación de nuestra mente, la transformación de nuestra vida; sólo si recibimos Su Espíritu y
permanecemos llenos de Él, la experiencia de ser “nuevas criaturas” se vuelve una realidad. Pero si
nos alejamos de Jesús, nuestra vida cristiana se convierte en una mera ilusión, o lo que Pablo
llama “apariencia de piedad”. Veamos lo que Jesús respondió a Nicodemo: “—Te digo la verdad,
nadie puede entrar en el reino de Dios si no nace de agua y del Espíritu. El ser humano solo puede
reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espíritu Santo. Así que no te sorprendas
cuando digo: ‘Tienen que nacer de nuevo’.” Juan 3.5-7, NTV.

SÓLO ÉL PUEDE HACERLO

Cuando un elemento se ha vuelto viejo, obsoleto, o está estropeado; necesita ser renovado. Pero
tal elemento no puede renovarse por sí mismo, sino que debe ser puesto en las manos del
experto. ¿Quién mejor que el fabricante de algo, para poner su producto a nuevo, para
restaurarlo a su estado original?

Jesús es quien te hizo y te formó; y por eso no hay otro mejor que Él para transformar tu vida.
Realmente Él es el único capaz de hacerte una nueva criatura de la cabeza a los pies; pero para
que eso llegue a suceder, tú tienes que ponerte en Sus manos y confiar 100% en Él.

Esto es lo que Jesús te pide: “No recuerdes ni pienses más en las cosas del pasado. Yo voy a hacer
algo nuevo, y ya he empezado a hacerlo. Estoy abriendo un camino en el desierto y haré brotar
ríos en la tierra seca.” Isaías 43.18-19, NVI.

CONCLUSIÓN

Jesús te asegura un futuro, una esperanza, una vida mejor aquí y otra vida inimaginablemente
mejor en la eternidad. Sólo tienes que dejar que Él te santifique, te limpie y te renueve
completamente: “El mismo Dios de paz los santifique por completo; y que todo su ser, espíritu,
alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” 1ª
Tesalonicenses 5.23, NBLH.

¿Cuán dispuesto(a) estás hoy a hacer un “reset” en tu vida? Oremos que Dios te conceda
comenzar de nuevo ahora mismo.

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