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Aspectos de la calidad de vida de la

Población adulta de Medellín 2005.


Comparativo por sexo

Aspects of the quality of life


of the adult population of Medellín 2005.
Comparative by sex

Doris Cardona Arango

Universidad de Antioquia
Facultad Nacional de Salud Pública
Nacional de Salud Pública
“Héctor Abad Gómez”
Medellín
2006
Aspectos de la calidad de vida de la
Población adulta de Medellín 2005.
Comparativo por sexo

Aspects of the quality of life


of the adult population of Medellín 2005.
Comparative by sex

Doris Cardona Arango

Trabajo de investigación para optar al título de


Magíster en Epidemiología

Asesor
Héctor Byron Agudelo García
Profesor titular Universidad de Antioquia

Universidad de Antioquia
Facultad Nacional de Salud Pública
“Héctor Abad Gómez”
Medellín
2006

2
Nota de aceptación

_____________________________________________

____________________________________________

____________________________________________

____________________________________________

_______Héctor Byron Agudelo García


Presidente

________María Patricia Arbeláez Montoya


Jurado

________Emmanuel Nieto López


Jurado

Medellín, Marzo de 2006

3
A mis amados hijos Juan Guillermo,
Angela María y Doris Alejandra,
y a quienes me hacen ser mejor
cada día

4
Tabla de contenido

Pág

Lista de tablas 9
Lista de figuras 11
Lista de anexos 15
Resumen 16

1. Introducción 18

2. Planteamiento del problema 20

3. Marco teórico 24
3.1 Conceptualización de calidad de vida 24
3.2 Conceptualización de edad adulta 32
3.3 Conceptualización de sexo 34
3.4. Condiciones de vida 36
3.4.1 Aspectos demográficos 36
3.4.2 Aspectos económicos 40
3.4.3 Condiciones de salud 42
3.4.4 Aspectos de seguridad social 47
3.5 Satisfacción con la vida 49
3.5.1 Aspectos sociales 49
3.5.2 Aspectos personales 50

4. Objetivos 55
4.1 Objetivo general 55
4.2 Objetivos específicos 55

5. Metodología 56
5.1 Tipo de estudio 56
5.2 Población de referencia 56
5.3 Población de estudio 56
5.4 Fuentes de información 57
5.5 Muestra 57
5.6 Tamaño de la muestra 58
5.7 Selección de la muestra 58
5.8 Procedimiento de recolección de información 60
5.9 Criterios de inclusión 61

5
5.10 Criterios de exclusión 62
5.11 Control de sesgos 62
5.12 Prueba piloto 63
5.13 Operacionalización de variables 63
5.14 Procedimiento de estimación 66
5.15 Cálculo de la precisión observada: errores de muestreo 68
5.16 Plan de análisis 70
5.17 Procesamiento de la información 71
5.18 Consideraciones éticas 71

6. Resultados 73
6.1 Condiciones de vida 73
6.1.1 Aspectos demográficos 73
6.1.2 Aspectos económicos 83
6.1.3 Condiciones de salud 89
6.1.4 Aspectos de seguridad social 120
6.1.5 Aspectos del entorno físico 124
6.2 Satisfacción con la vida 131
6.2.1 Aspectos sociales 131
6.2.2 Aspectos personales 135
6.2.3 Satisfacción personal 139
6.2.4 Satisfacción económica 142
6.2.5 Satisfacción social 144
6.2.6 Satisfacción con la salud y la seguridad social 145
6.2.7 Satisfacción con el entorno físico 147
6.3 Calidad de vida 148

7. Discusión 159
7.1 Condiciones de vida 160
7.2 Satisfacción con la vida 168
7.3 Calidad de vida 170

8. Conclusiones 173
8.1 Condiciones de vida 173
8.1.1 Aspectos económicos 173
8.1.2 Condiciones de salud 175
8.1.3 Aspectos de seguridad social 177
8.1.4 Aspectos del entorno físico 178
8.2 Satisfacción con la vida 179
8.2.1 Aspectos sociales 179
8.2.2 Aspectos personales 181
8.3 Calidad de vida 182

6
9. Recomendaciones 185
9.1 Organismos gubernamentales 185
9.2 Sectores académicos 186
9.3 Sector productivo 187
9.4 Sociedad en general 187

10. Agradecimientos 189

11. Bibliografía referenciada 190

12. Bibliografía consultada 198

13. Anexos 200

7
Lista de tablas

Pág.

Tabla 1. Causas principales de la carga de morbilidad (AVAD) para 45


hombres y mujeres de 15 años y más, todo el mundo, 2002
Tabla 2. Distribución de la muestra de personas entre 20 y 64 años de 59
edad según estrato socioeconómico y número de viviendas por
estrato. Medellín, 2002
Tabla 3. Distribución de las manzanas por comuna según estrato 60
socioeconómico, para hombres y mujeres. Medellín, 2005
Tabla 4. Distribución de hombres y las mujeres encuestados, según 61
estrato socioeconómico. Medellín, 2005
Tabla 5. Factores de expansión de la población de Medellín por sexo 68
según estrato socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005
Tabla 6. Población adulta encuestada y proyectada de Medellín por 75
grupo de edad. Medellín, 2005
Tabla 7. Medidas de tendencia central, de posición y de dispersión de la 75
edad de la población adulta, según sexo. Medellín, 2005
Tabla 8. Distribución porcentual de la actividad habitual de la población 85
adulta según sexo, por estrato socioeconómico de la vivienda.
Medellín, 2005
Tabla 9. Fuente de ingresos de la población adulta, según sexo. 86
Medellín, 2005
Tabla 10. Medidas de tendencia central, de posición y de dispersión de los 87
ingresos totales en el último mes de la población adulta, según
sexo. Medellín, 2005
Tabla 11. Patrimonio de la población adulta, según sexo. Medellín, 2005 88
Tabla 12. Sistema comprometido en la morbilidad sentida de la población 91
adulta, según sexo. Medellín, 2005
Tabla 13. Defunciones y tasa de mortalidad de la población adulta, según 105
año de ocurrencia. Medellín, 1994-2003.
Tabla 14. Anos potenciales de vida perdidos (APVP) de la población 119
adulta según sexo por año de ocurrencia. Medellín, 1994-2003.
Tabla 15. Riesgos laborales para la salud a los que esta expuesta la 124
población adulta según sexo. Medellín, 2005
Tabla 16. Servicios públicos instalados y habilitados de la vivienda de la 130
población adulta según sexo por estratos agrupados. Medellín,
2005
Tabla 17. Medidas de tendencia central, de posición y de dispersión de los 133
ingresos totales en el último mes de la población adulta jefe de
hogar, según sexo. Medellín, 2005
Tabla 18. Consumo de sustancias psicoactivas de la población adulta. 137
Medellín, 2005

8
Tabla 19. Satisfacción con los aspectos personales de los jefes de hogar 142
por sexo según estado civil. Medellín, 2005
Tabla 20. Satisfacción con el entorno físico de la vivienda de la población 148
adulta por sexo según estrato socioeconómico. Medellín, 2005
Tabla 21. Valoración favorable de los aspectos de la calidad de vida de la 154
población adulta por sexo según estrato socioeconómico.
Medellín, 2005
Tabla 22 Componentes principales de la calidad de vida de la población 157
adulta. Medellín, 2005

9
Lista de figuras

Pág.

Figura 1. Análisis del problema 22


Figura 2. Conceptualizaciones de Calidad de Vida 24
Figura 3. Estratificación socioeconómica de los barrios. Medellín, 2005 39
Figura 4. Estructura poblacional según edad y sexo. Medellín, 2005 39
Figura 5. Calidad de vida desde la subjetividad 52
Figura 6. Población adulta según sexo, por estrato socioeconómico. 74
Medellín, 2005
Figura 7. Población adulta según sexo por grupo de edad. Medellín, 75
2005
Figura 8. Población adulta según sexo por estado civil. Medellín, 2005 77
Figura 9. Máximo nivel educativo alcanzado por la población adulta, 77
según sexo. Medellín, 2005
Figura 10. Población adulta residente, según lugar y año de nacimiento. 79
Medellín, 2005
Figura 11. Tasas específicas de fecundidad de las mujeres de 20 a 64 80
años por grupo de edad. Medellín, 2005
Figura 12. Hijos nacidos vivos de las mujeres de 20 a 64 años por 81
estado civil. Medellín, 2005
Figura 13. Hijos nacidos vivos de las mujeres de 20 a 64 años por grado 81
de escolaridad. Medellín, 2005
Figura 14. Promedio de hijos nacidos vivos, que sobreviven y conviven 82
actualmente con las mujeres de 20 a 64 años, según grupo
de edad. Medellín, 2005
Figura 15. Promedio de hijos que conviven con la población adulta de 20 83
a 64 años, según estrato socioeconómico. Medellín, 2005
Figura 16. Actividad habitual en el último mes de la población adulta 84
según sexo. Medellín, 2005
Figura 17. Ingresos totales en el último mes de los adultos de la ciudad 88
según sexo por grupo de edad. Medellín, 2005
Figura 18. Proporción de incidencia de morbilidad sentida en el último 90
mes según sexo, por grupo de edad. Medellín, 2005
Figura 19. Población adulta según morbilidad sentida y atendida por 90
sexo. Medellín, 2005
Figura 20. Proporción de incidencia de la morbilidad sentida en el último 92
mes según sexo, por sistema comprometido. Medellín, 2005
Figura 21. Consultas preventivas una vez al año, según sexo por estrato 93
socioeconómico de la vivienda Medellín, 2005
Figura 22. Pago de medicamentos de la población adulta según sexo, 93
por estrato socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005

10
Figura 23. Cinco afecciones principales del hombre adulto joven en el 97
servicio de consulta externa. Medellín, 1999-2001
Figura 24. Cinco afecciones principales de la mujer adulta joven en el 97
servicio de consulta externa. Medellín, 1999-2001
Figura 25. Cinco afecciones principales del hombre adulto medio en el 97
servicio de consulta externa. Medellín, 1999-2001
Figura 26. Cinco afecciones principales de la mujer adulta medio en el 97
servicio de consulta externa. Medellín, 1999-2001
Figura 27. Cinco afecciones principales del hombre adulto joven en el 100
servicio de urgencias. Medellín, 1999-2001
Figura 28. Cinco afecciones principales de la mujer adulta joven en el 100
servicio de urgencias. Medellín, 1999-2001
Figura 29. Cinco afecciones principales del hombre adulto medio en el 100
servicio de urgencias. Medellín, 1999-2001
Figura 30. Cinco afecciones principales de la mujer adulta medio en el 100
servicio de urgencias. Medellín, 1999-2001
Figura 31. Cinco principales causas del egreso hospitalario del hombre 104
adulto joven. Medellín, 1999-2001
Figura 32. Cinco principales causas del egreso hospitalario de la mujer 104
adulta joven. Medellín, 1999-2001
Figura 33. Cinco principales causas del egreso hospitalario del hombre 104
adulto medio. Medellín, 1999-2001
Figura 34. Cinco principales causas del egreso hospitalario de la mujer 104
adulta medio. Medellín, 1999-2001
Figura 35. Tasas de mortalidad de la población adulta según sexo por 106
año de ocurrencia. Medellín, 1994-2003
Figura 36. Tasas de mortalidad de la población adulta según sexo por 107
grupo de edad. Medellín, 1994-2003
Figura 37. Tasas de mortalidad de la población adulta según sexo por 109
grupo de clasificación OPS 6/67. Medellín, 1994-2003
Figura 38. Diez primeras causas de muerte de la población adulta según 111
sexo. Medellín, 1994-2001
Figura 39. Tendencia de las cinco primeras causas de mortalidad en la 112
población masculina de 20 a 44 años de edad. Medellín,
1994-2003
Figura 40. Tendencia de las cinco primeras causas de mortalidad en la 114
población masculina de 45 a 64 años de edad. Medellín,
1994-2003
Figura 41. Tendencia de las cinco primeras causas de mortalidad en la 115
población femenina de 20 a 44 años de edad. Medellín, 1994-
2003
Figura 42. Tendencia de las cinco primeras causas de mortalidad en la 117
población femenina de 45 a 64 años de edad. Medellín, 1994-
2003
Figura 43. Esperanza de vida de la población adulta por sexo según 118
grupo de edad. Medellín, 1994-2003
Figura 44. Tasa ajustada de los años potenciales de vida perdidos 120
(APVP) de la población adulta por sexo según año de
ocurrencia. Medellín, 1994-2003.

11
Figura 45. Régimen de afiliación al Sistema General de Seguridad Social 121
en Salud de la población adulta según sexo. Medellín, 2005
Figura 46. Régimen de afiliación al Sistema General de Seguridad Social 122
en Salud de la población adulta por sexo según estrato
socioeconómico. Medellín, 2005
Figura 47. Afiliación al Sistema General de Seguridad Social de la 123
población adulta, según sexo. Medellín, 2005
Figura 48. Tipo de vivienda que ocupa la población adulta por sexo 125
según estrato socioeconómico. Medellín, 2005
Figura 49. Tenencia de la vivienda que ocupa la población adulta por 126
sexo según estrato socioeconómico. Medellín, 2005
Figura 50. Tenencia de vivienda propia de los hombres y mujeres 127
adultas, según ingreso total en el último mes. Medellín, 2005
Figura 51. Material predominante de la vivienda de la población adulta 127
según sexo. Medellín, 2005
Figura 52. Servicios públicos instalados y habilitados de la vivienda de la 129
población adulta según sexo. Medellín, 2005
Figura 53. Posición que ocupa en el hogar la población adulta según 131
sexo. Medellín, 2005
Figura 54. Posición que ocupa en el hogar la población adulta por sexo 132
según estrato socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005
Figura 55. Deciles del ingreso total en el último mes del jefe del hogar 133
según sexo. Medellín, 2005
Figura 56. Promedio de horas dedicadas al ejercicio físico según sexo 136
por grupo de edad. Medellín, 2005
Figura 57. Frecuencia de consumo de sustancias psicoactivas de la 137
población, según sexo. Medellín, 2005
Figura 58. Fuente de preocupación de la población adulta por sexo 138
según estrato socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005
Figura 59. Disfrute de la vida de la población adulta por sexo según 140
estrato socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005
Figura 60. Satisfacción con la vida de la población adulta por sexo según 141
aspectos personales. Medellín, 2005
Figura 61. Satisfacción con la situación económica de la población 143
adulta por sexo según estrato socioeconómico de la vivienda.
Figura 62. Satisfacción con la situación económica de la población 144
adulta por sexo según actividad habitual. Medellín, 2005
Figura 63. Satisfacción con los aspectos sociales de la población adulta 145
por sexo según estrato socioeconómico de la vivienda.
Medellín, 2005
Figura 64. Satisfacción con la vida de la población adulta por sexo según 146
la salud y los servicios de salud. Medellín, 2005
Figura 65. Satisfacción con la vida de la población con actividad laboral 147
por sexo según los aspectos de seguridad social. Medellín,
2005
Figura 66. Percepción sobre la calidad de vida respecto a 10 años antes 149
de la población adulta por sexo según estrato socioeconómico
de la vivienda. Medellín, 2005

12
Figura 67. Percepción sobre la calidad de vida respecto a 10 años antes 150
de la población adulta por sexo según grupo de edad.
Medellín, 2005
Figura 68. Percepción sobre expectativas de calidad de vida en 10 años 151
de la población adulta por sexo según estrato socioeconómico
de la vivienda. Medellín, 2005
Figura 69. Percepción sobre expectativas de calidad de vida en 10 años 151
de la población adulta por sexo según grupo de edad.
Medellín, 2005
Figura 70. Valoración de los aspectos de la calidad de vida de la 153
población adulta por sexo. Medellín, 2005
Figura 71. Valoración favorable de los aspectos de la calidad de vida de 155
la población adulta por sexo según grupo de edad. Medellín,
2005
Figura 72. Componentes principales de la calidad de vida de la 156
población adulta por sexo. Medellín, 2005

13
Lista de anexos

Pág.

Anexo 1. Encuesta poblacional 200


Anexo 2. Manual de trabajo de campo 204
Anexo 3. Carta de presentación 210
Anexo 4. Consentimiento informado 211
Anexo 5. Errores de muestreo para las estimaciones 212

14
Resumen

OBJETIVO. Comparar los aspectos de la calidad de vida: económicos, condiciones de


salud, de seguridad social, entorno físico, sociales y personales de los hombres y las
mujeres de 20 a 64 años de la ciudad de Medellín, en el año 2005; con el fin de generar
conocimiento para que diferentes actores sociales, mejoren la calidad de vida del adulto
del mañana.

MATERIALES Y MÉTODOS. Se realizó un estudio poblacional descriptivo, con


componente transversal y longitudinal; el transversal para la fuente de información
primaria, constituida por dos muestras: 659 hombres y 683 mujeres, que representaron a
523.705 y 651.704, respectivamente, según factores de expansión poblacional;
seleccionados con muestreo complejo probabilístico; estratificado por estrato
socioeconómico; por conglomerados de manzanas; y polietápico seleccionando
manzanas, viviendas y personas; el longitudinal restropectivo se utilizó en el análisis de
las condiciones de salud: mortalidad en los años 1994 a 2003 y morbilidad por consulta
externa, urgencias y hospitalización entre 1999 y 2001.

RESULTADOS. Los hombres adultos representan el 45% de la población, con 37 años de


edad promedio, el 70% corresponde a adulto joven (de 20 a 44 años) y el 30% a adulto
medio (de 45 a 64 años), un 56% nació en Medellín, el 41% son solteros y el 35%
casados, un 63% tiene estudios secundarios y un 23% profesionales. La población
femenina es el 55%, con 40 años en promedio, el 63% es adulta joven y el 37% adulta
medio, el 51% nació en la ciudad, su estado civil principal es el de casada para un 40% y
soltera el 32%, el 69% alcanzó a ingresar a la secundaria y a la universidad el 16% y
presentan una tasa global de fecundidad de 1,9 hijos por mujer.

En cuanto a las condiciones de vida de la población adulta: el ingreso promedio es de un


salario mínimo legal vigente y el 53,5% son trabajadores; el 14% de las mujeres y el 7%
de los hombres no tienen ninguna fuente de ingresos y el 41% no posee patrimonio. El
10% de los adultos que presentaron dolencias no acudió a los servicios de salud y el 16%
se automedicó; la tasa promedio de mortalidad entre 1994 a 2003 fue de 497 por cien mil
habitantes y el 47% por causas externas con un riesgo de 3,5 para los hombres. El 84%
de la población está afiliada al Sistema General de Seguridad Social en Salud; el 46% de
los hombres y el 27% de las mujeres están afiliados a un fondo de pensiones y a una
administradora de riesgos profesionales el 41% de los hombres y el 20% de las mujeres;
se han accidentando el 5% de los que laboran. Las coberturas de servicios públicos
habilitados son inferiores a las instaladas, siendo las viviendas de las mujeres adultas las
que registran menor funcionamiento.

En la satisfacción con la vida de los adultos de la ciudad se encontró: el 57% de los


hombres y el 34% de las mujeres son jefes de hogar, el 25% de ellos participa en grupos
comunitarios y el 12% ha sido objeto de delito. La actividad física, el consumo de
medicamentos y de sustancias psicoactivas son mayores en la población masculina, los
sentimientos de tristeza y las consultas preventivas son superiores en la población
femenina. La valoración de los aspectos de calidad de vida es similar en ambos sexos, los

15
personales son los mejor valorados y las condiciones económicas las de menor grado de
satisfacción

CONCLUSIONES. La calidad de vida actual de la población adulta de la ciudad de


Medellín está dada principalmente por los aspectos personales, económicos, entorno
físico de la vivienda y seguridad social. Los aspectos analizados fueron valorados por
encima de 75%, el mejor calificado fue el personal y el menor la situación económica, no
se presentaron diferencias significativas según sexo y para el 57% las condiciones
actuales han mejorado respecto a hace 10 años y mejorarán en el futuro para el 72%. Se
evidenciaron diferencias en las condiciones de vida pero no en la satisfacción con la vida,
según sexo.

PALABRAS CLAVES. Calidad de vida, Condiciones de vida, Satisfacción con la vida.

16
Summary

OBJECTIVE. To compare the aspects of the quality of life: economic, conditions of health, of
social security, physical surroundings, social and personal of the men and the women of 20 to 64
years of Medellín, in 2005; with the purpose of generating knowledge so that different social actors,
improve the quality of life of the adult the morning.

MATERIALS AND METHODS. To descriptive population study was made, with cross-sectional and
longitudinal component; the cross-sectional one for the primary source of information, constituted
by two samples: 659 men and 683 women, who represented 523.705 and 651.704, respectively,
according to factors of population expansion, selected with probabilistic complex sampling,
stratified by conditions socioeconomic, by conglomerates; and multi-stage selecting clusters,
houses and people; the longitudinal retrospective was used in the analysis of the conditions of
health: mortality in years 1994 to 2003 and morbidity by consultation, urgencies and hospitalization
between 1999 and 2001.

RESULTS. The adult men represent 45% of the population, with 37 years of age average, 70%
corresponds to young adult (of 20 to 44 years) and 30% to adult means (of 45 to 64 years), a 56%
was born in Medellín, 41% are unmarried and married 35%, a 63% have secondary studies and a
23% professionals. The feminine population is 55%, with 40 years in average, 63% is adult young
person and 37% adult means, 51% were born in the city, their main civil state is as a married
person for a 40% and unmarried 32%, 69% reached to enter to secondary and the university 16%
and present/display a global rate of fecundity of 1.9 children by woman.

As far as the conditions of life: the entrance average is of an effective legal minimum wage and
53.5% are workers; 14% of the women and 7% of the men do not have any source of income and
41% do not have patrimony. 10% of the adults who presented/displayed ailments did not go to the
services of health and self medicine 16%; the rate average of mortality between 1994 to 2003 was
of 497 percents thousand inhabitants and 47% by external causes with a risk of 3.5 for the men.
84% of the population are affiliated with the General System of Social Security in Health; 46% of
the men and 27% of the women are affiliated with a bottom of pensions and an administrator of
professional risks 41% of the men and 20% of the women; 5% are being accident of trafic. The
covers of services qualified public are inferior to the installed ones, being the houses of the adult
women those that register minor operation.

In the satisfaction of life: 57% of the men and 34% of the women are home heads, 25% of them
participate in communitarian groups and 12% have been crime object. The physical activity, the
consumption of medicines and psychoactive substances is greater in the masculine population, the
sadness feelings and the preventive consultations are superior in the feminine population.

CONCLUSIONS. The quality of present life of the adult population of the city of Medellín is given
mainly by the personal, economic aspects, physical surroundings of the house and social security.
The analyzed aspects were valued over 75%, the best one described was the personnel and the
minor the economic situation, did not appear significant differences according to sex and for 57%
the present conditions have been improving with respect to for 10 years and will improve in the
future for 72%. Differences in the conditions of life but not in the satisfaction with the life were
demonstrated, according to sex.

KEY WORDS. Quality of life, Conditions of life, Satisfaction of life.

17
1. Introducción

La existencia de la especie humana tiene un recorrido que ha sido estudiado desde


múltiples puntos de vista en un intento por establecer las particularidades de las diversas
etapas por las cuales atraviesa un sujeto desde su concepción hasta su muerte. Se trata
de un ciclo vital influenciado por múltiples factores y determinantes, tanto culturales como
económicos, sociales, personales y de seguridad, que le permiten experimentar la
realización profesional, la autoevaluación, la adaptación y la maduración moral que
implica alejarse de los convencionalismos a partir de los propios principios.(1)

Los seres humanos viven un continuo proceso de aprendizaje, de dominio del desarrollo
vital y de las tareas a realizar a lo largo del ciclo vital humano o curso de vida, producto de
una construcción cultural, social e institucional.(2) Comprender este ciclo de vida
constituye una tarea compleja, que se inicia con el reconocimiento de cada etapa: recién
nacido, lactante, pre escolar, escolar, adolescente, adulto joven, adulto medio y adulto
mayor.(3) Cada una de ellas requiere de la satisfacción de una serie de necesidades en
diferentes aspectos, decisivos para su bienestar y calidad de vida, como subsistencia y
protección, trabajo, educación, salud, vivienda, vestido, transporte, información, servicios
generales, calidad ambiental, relaciones familiares, interpersonales, ocio, tiempo libre,
seguridad, participación, autonomía, bienestar consigo mismo y el desarrollo de
potencialidades.(4)

El ciclo vital está compuesto de una compleja matriz de influencias que lo llevan por fases
donde asume múltiples roles sociales como hijo y estudiante en la adolescencia hasta
compañero y trabajador en la adultez; en cada etapa, los individuos son participantes
activos de su propio desarrollo, conservan la huella de ser integrantes de una cohorte
específica y aceptan las normas de comportamiento, actividades y relaciones esperadas
en cada una de ellas, a los 6 años se espera que sean escolares, de los 18 a los 22
deben emanciparse económicamente de sus padres y a los 65 deben retirarse de su
actividad laboral.(2) Un cambio abrupto entre los roles asumidos, como el de adolescente a
madre o de niño a trabajador, generan comportamientos insospechados, tanto en el
individuo como en su entorno familiar y social.

Del curso de vida, se tomó para esta investigación la población adulta entre 20 y 64 años
de edad, discriminada por sexo tanto la etapa adulta joven (de 20 a 44 años) como la
adulta media (de 45 a 64 años); por considerar que este grupo poblacional tiene una
mayor exposición a factores de riesgo por los hábitos conductuales dañinos como el
consumo de bebidas alcohólicas y de cigarrillo; por el cúmulo de riesgos en el transcurso
de la vida que lo hacen proclive a desarrollar más tempranamente enfermedades
crónicas, no transmisibles y mentales, aumento de la mortalidad por accidentes
cerebrovasculares, de trabajo, de tránsito y por causas externas; por las exigencias
económicas al constituirse en económicamente activos y depender de ellos el resto de la
sociedad, a sabiendas que sus condiciones laborales y de seguridad social son las más
afectadas por las políticas macroeconómicas y sociales que vive la ciudad y el país. Así,
la población adulta carga con la mayor cantidad de obligaciones, deberes y
responsabilidades sociales y es objeto de menores controles médicos.(5)

18
La población adulta fue analizada y comparada por sexo y grupo de edad, según
diferentes aspectos de su calidad de vida: personales, económicos, sociales, de salud, de
entorno físico, y de seguridad social que la colocan en una situación de exigencia máxima
y de protección mínima que a futuro tendrá repercusiones grandes en el desarrollo de la
sociedad, porque los niños de ayer son los adultos de hoy y serán los viejos del mañana.
Por ello, es necesario conocer como está la población ahora para proyectar una
esperanza de vida saludable, no como un cúmulo de años y de experiencias sino como la
construcción positiva de una vida digna y saludable, tanto física como mental, aceptando
que existen diferencias entre hombres y mujeres.

Para ello, se diseñó un estudio poblacional de tipo descriptivo transversal de los aspectos
personales, económicos, sociales, del entorno físico, de morbilidad sentida y de seguridad
social, utilizando como fuente de información primaria al adulto encuestado en la ciudad
de Medellín. Para el análisis de la condiciones de salud se diseñó un estudio descriptivo
longitudinal retrospectivo: para la mortalidad, se analizaron los certificados de defunción
de los años 1994 a 2003 registrados ante el Departamento Administrativo Nacional de
Estadísticas (DANE);(6) para la morbilidad por consulta externa, urgencias y
hospitalización se analizaron los registros individuales de prestación de servicios (RIPS)
de los años 1999 a 2001 consignados en la Secretaría de Salud Municipal.(7)

La radiografía de los diferentes aspectos de la calidad de vida aportó en la generación de


conocimiento sobre las condiciones en que vive tanto el hombre adulto como la mujer
adulta de la ciudad, su vivienda, sus padecimientos y satisfacciones; sobre equidad de
género y feminización de los estados, se detectaron las posibles iniquidades en los
diferentes aspectos analizados; ofreció luces sobre las medidas en salud pública que se
deben implantar hoy para garantizar una mejor calidad de vida al viejo del mañana;
además, mostró una nueva visión y aplicación de la epidemiología, en la búsqueda del
bienestar colectivo y dio elementos para la focalización de las desigualdades más
sentidas de la población adulta.

Para la Universidad de Antioquia, específicamente para la Facultad Nacional de Salud


Pública, el proyecto realizado ayudó al cumplimiento de la responsabilidad social con las
comunidades, con el conocimiento sobre la calidad de vida percibida por los diferentes
grupos poblacionales y con la aplicación de directrices internacionales, como es el logro
de un envejecimiento activo de sus habitantes. Para el grupo de investigación Demografía
y Salud fue un aporte al fortalecimiento de sus líneas de investigación calidad de vida y
envejecimiento poblacional.

19
2. Planteamiento del problema

Antes de analizar la calidad de vida de un grupo poblacional, como la población adulta de


Medellín, debe reconocerse que éste es un concepto multidimensional que incluye
situación económica, estilos de vida, condiciones de salud, vivienda, satisfacciones
personales, entorno social, entre otras. Es por ello que la calidad de vida se conceptúa de
acuerdo con un sistema de valores, estándares o perspectivas que varían de persona a
persona, de grupo a grupo y de lugar a lugar; así, la calidad de vida consiste en la
sensación de bienestar que puede ser experimentada por las personas y que representa
la suma de sensaciones personales objetivas y subjetivas.(8-11)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la calidad de vida como: “la


percepción individual de la propia posición en la vida dentro del contexto del sistema
cultural y de valores en que se vive y en relación con sus objetivos, esperanzas, normas y
preocupaciones”(5). Es un concepto coherente con la definición de salud de la misma
organización, que incorpora las áreas física, psicológica, nivel de independencia,
relaciones sociales, creencias personales y relaciones con el ambiente.(12) A medida que
se aumentan los años, la calidad de vida está determinada por la capacidad para
mantener la autonomía (capacidad percibida de controlar, afrontar y tomar decisiones
personales acerca de cómo vivir al día de acuerdo con las normas y preferencias propias)
y la independencia (capacidad de desempeñar las funciones relacionadas con la vida
diaria, es decir, capacidad de vivir recibiendo poca ayuda o ninguna, de los demás).(5;8)

Partiendo de esta definición, para este proyecto se entendió la calidad de vida como un
fenómeno social complejo y un proceso de percepción personal del nivel de bienestar
alcanzado a través de la combinación de las condiciones de vida (variables objetivas que
se pueden medir independientemente de los sentimientos) y el grado de satisfacción con
la vida (variables subjetivas que dependen de los sentimientos y solo se pueden mirar a
través de los interesados).(8)

Con esta base conceptual, este proyecto de investigación buscó realizar un análisis de
diferentes aspectos de la calidad de vida del 59,7% (1.245.718) de personas adultas de la
ciudad de Medellín, con el fin de identificar las diferencias entre hombres y mujeres de
dos grupos poblacionales definidos así: adulto joven de 20 a 44 años (835.352 personas)
equivalente al 40%, del total de la población proyectada a junio 30 de 2005, de los cuales
el 18% (374.877) son hombres y el 22% (460.565) son mujeres; y adulto medio de 45 a 64
años (410.366 personas) equivalentes al 19,7% del total, distribuida entre el 8,4%
(174.427) hombres y 11,3% (235.939) mujeres del total de la población,(13) por cuanto es
población vulnerable(14) en los aspectos económicos, sociales, de salud, del entorno físico,
de seguridad social y personales.

Entre los aspectos económicos que afectan a la población adulta se encuentran la


exigencia y la dependencia económica que otros grupos poblaciones realizan (niños y
adultos mayores), aunado a los altos índices de desempleo registrados en la ciudad en
los últimos años y ha llevado a esta población a recibir bajos salarios, a laborar en la
economía informal que no le garantiza ingresos regulares para el sostenimiento familiar ni

20
el cubrimiento de las necesidades básicas; además de ello, se ha prolongado el tiempo en
la educación superior y el mercado de trabajo es incapaz de absorber el nutrido grupo de
personas cualificadas, muchos han desistido de formar parte de la población activa al
perder la esperanza de encontrar trabajo o han emigrado en busca de mejores
oportunidades.(15)

En los aspectos sociales por el apoyo que la población adulta debe ofrecer a su familia y a
la sociedad, su compromiso con el aprendizaje intergeneracional (dar y recibir entre
generaciones); la doble carga afectiva con sus hijos, padres y abuelos; con mayores
exigencias educativas para ser competitivo en un sistema cultural donde se privilegia la
juventud y la tecnología en detrimento de la experticia y los derechos de la población
adulta. La cultura es un determinante transversal porque influye sobre la forma en que
nace, crece, vive y se desarrolla un individuo y una población, pero también le impone una
forma de comportarse en cada una de las fases del ciclo vital humano.(2;5)

La edad adulta es la etapa del ciclo de vida con mayor exposición a factores de riesgo,
con hábitos conductuales dañinos como el consumo de bebidas alcohólicas y de cigarrillo;
es decir, acumula un sinnúmero de riesgos en el transcurso de la vida que lo hacen
proclive a desarrollar más tempranamente enfermedades crónicas, no transmisibles y
mentales; sumado a factores sociales adversos como la violencia, que aumenta la
mortalidad por accidentes de tránsito y por lesiones en estos grupos poblacionales.
Además, los pocos controles médicos que se realizan, propicia una tendencia a la
automedicación, subvaloración del riesgo, letalidad o consecuencias funestas tanto para
el adulto como para su familia, su entorno social y laboral.(5;15)

La muerte de un adulto afecta a su familia, su entorno laboral y social; los esfuerzos


internacionales encaminados a comprender la magnitud de los retos sanitarios que
encaran los adultos de los países en desarrollo todavía son incipientes, incluso impera la
idea de que la salud de los adultos sólo constituye una preocupación importante en los
países ricos, donde se ha logrado reducir notablemente la mortalidad prematura entre los
niños. Sin embargo, la carga de enfermedades y traumatismos sufridos por los adultos en
los países en desarrollo, es una carga que va en aumento y que exige la intervención
inmediata de las autoridades de salud pública de todo el mundo.(16)

Los aspectos del entorno físico analizados en este proyecto, hacen referencia a las
condiciones de vida en que vive la población, principalmente las relacionadas con los
recursos materiales de la vivienda:(17) tenencia, adecuación, comodidades y servicios
públicos con que cuenta; es el ambiente micro en que vive, zona donde se ubica, la
inseguridad de las calles que circundan la vivienda; los medios de transporte que utiliza y
la mayor exposición a la polución, al ruido, y a los accidentes de transporte y laborales
que a diario enfrenta toda la población de la ciudad, pero concentrada en mayor
proporción en los grupos estudiados por ser gran parte de la fuerza laboral.

Entre los aspectos de seguridad social que afectan a la población adulta de la ciudad de
Medellín, se encuentra que estos grupos poblacionales se constituyen en los mayores
aportantes al Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS), por su condición
de ser económicamente activos los afectan directamente las reformas laborales y
pensionales, y por ser un segmento de la población relativamente sano, no se les presta
mayor atención o son pocos los programas de promoción de la salud y prevención de la

21
enfermedad dirigidos a ellos, estando más expuestos a riesgos industriales y ambientales,
accidentes laborales y de tránsito, conflictos armados y actos de violencia, con la
subsecuente pérdida de autonomía o discapacidad. (15)

Los aspectos personales estudiados están relacionados a factores biológicos por el


proceso de deterioro funcional progresivo con el paso de los años, que aumenta el riesgo
de sufrir enfermedades asociadas a la edad; y los psicológicos por la disminución en las
capacidades cognitivas de adaptación, de resolución de problemas, de la autoestima y por
el surgimiento de sentimientos positivos y negativos sobre la vida. Entre estos aspectos
están: conductas, hábitos, costumbres, creencias y sentimientos que dejan a los adultos
en mayor riesgo de un deterioro en su calidad de vida, al estar más tiempo expuestos a
situaciones estresantes en el campo social, familiar y laboral; por los estilos de vida
inadecuados como descuidos en la alimentación, adquisición de hábitos perjudiciales para
la salud, conductas sexuales inseguras y consumo de sustancias legales e ilegales, entre
otros.(15;18)

Así, realizar un análisis comparativo por sexo de los diferentes aspectos de la calidad de
vida, entre los grupos adulto joven y adulto medio de la ciudad de Medellín, permitió
responder a interrogantes motivadores a saber: ¿cuáles son los aspectos, económicos,
condiciones de salud, de seguridad social, del entorno físico, sociales y personales de la
población adulta de Medellín en el 2005, según sexo? ¿existirán diferencias en la calidad
de vida de los hombres y de las mujeres adultas de la ciudad? ¿qué aspectos de la
calidad de vida son más relevantes para los adultos de hoy? ¿se podrá propiciar una
mejor calidad de vida para el adulto mayor del mañana? Figura 1

Figura 1. Análisis del problema

. Apoyo familiar y social . Población económicamente activa . Pocos programas de promoción y


. Exposición a violencia . Altos índices de desempleo prevención
. Aprendizaje intergeneracional . Bajos salarios . Mayores aportantes al SGSSS
. Doble carga: hijos, padres y abuelos . Necesidades básicas insatisfechas . Exposición a riesgos profesionales
. Mayores exigencias educativas . Ingresos no garantizados . Reformas laborales y pensionales
. Menos tiempo para actividades de . Dependencia familiar
recreo / ocio / mantenimiento físico

Aspectos Aspectos de
económicos seguridad social

VULNERABILIDAD
Aspectos Condiciones
DE LA
sociales de salud
POBLACIÓN ADULTA

Entorno Aspectos
físico personales

. Viviendas inadecuadas
. Viviendas en zonas de riesgo . Mayor exposición al estrés . Riesgo acumulado a través de los años
. Mayores accidentes de tránsito . Presiones de los pares . Propenso a enfermedades mentales
y laborales . Estilos de vida inadecuados . Aumento de la mortalidad por lesiones
. Mayor exposición a la polución . Alcoholismo y tabaquismo . Aumento de enfermedades crónicas
y al ruido . Descuido en la alimentación . Menores controles médicos
. Inseguridad en las calles . Sentimientos frente al futuro . Secuelas por violencia

22
El estudio aportó en la generación de conocimiento de la calidad de vida de los adultos de
la ciudad a través de la caracterización de los aspectos que conforman las condiciones de
vida y satisfacción con la vida de este grupo poblacional, que permitirá diseñar e impulsar
planes y programas que den respuestas oportunas, adecuadas y económicamente
factibles a los efectos del envejecimiento; además, posibilitará realizar proyecciones
económicas, sociales e institucionales de las necesidades y exigencias del niño de ayer,
adulto de hoy y abuelo del mañana.(19)

Esta población se encamina a un envejecimiento biológico, psicológico y social, producto


de transformaciones demográficas como reducción en las tasas de fecundidad y
mortalidad; avances tecnológicos y científicos que prometen agregar años a la vida; éxito
en políticas sanitarias y de salud pública como las campañas de vacunación y los
programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, que se dirigen a
reducir incidencias, prevalencias y letalidad de enfermedades infecciosas y agudas,
seguido de un incremento en las incidencias, prevalencias y letalidad de las
enfermedades no transmisibles, crónicas, degenerativas e incapacitantes y más
recientemente, la reducción del estrés ocupacional, los cambios en el ingreso, en los
niveles educativos, en el estado nutricional y en los estilos de vida.(20)

A nivel social, esta investigación aportó una visión de conjunto de las condiciones
actuales de los adultos de Medellín, que puedan ser soporte para políticas y programas
que a futuro, disminuyan las tasas de discapacidad por enfermedades crónicas, las
muertes prematuras en la etapa productiva de la vida y los gastos en los tratamientos
médicos por enfermedades no transmisibles y, aumentar el número de personas con
mejor calidad de vida a lo largo de su ciclo de vida. Además, como producto de una
investigación anterior, se recomendó diseñar proyectos de investigación con perspectiva
de género donde se indagara por las condiciones sociales, económicas y de salud
desfavorables que presenta el sexo femenino de la ciudad y su análisis a la luz de los
derechos fundamentales, que sustente una futura hipótesis de iniquidad de género en la
ciudad de Medellín.(8)

A nivel profesional el proyecto permitió dar cumplimiento a un objetivo académico con la


aplicación práctica de los conocimientos adquiridos en el programa de posgrado Maestría
en Epidemiología; en el campo personal, ayudó a fortalecer el conocimiento sobre la
calidad de vida como futuro campo de acción epidemiológica en la búsqueda del bienestar
de las personas y su comunidad, en el diagnóstico de la situación de salud de los grupos
poblacionales más vulnerables, en la vigilancia de problemáticas detectadas y en las
intervenciones que transformen la realidad observada.(21)

Para la Universidad de Antioquia, específicamente para la Facultad Nacional de Salud


Pública, el proyecto de investigación aportó al cumplimiento de la responsabilidad social
con las comunidades y al fortalecimiento de la línea de investigación de calidad de vida,
del grupo de investigación de Demografía y Salud.

23
3. Marco teórico

3.1 Conceptualización de calidad de vida

El término “calidad de vida” se remonta al siglo pasado, cuando la idea del Estado de
Bienestar, derivado de los desajustes socio-económicos procedentes de la Gran
Depresión de los años 30, evoluciona y se difunde sólidamente en la posguerra (1945-
1960), en parte como producto de las teorías del desarrollismo económico y social
(Keynesianas) que reclamaban el reordenamiento geopolítico y la reinstauración del orden
internacional, una vez consumada la segunda guerra mundial. Aunque en su momento se
admitió como ideal social y económico que la calidad en el vivir era el resultado de la
posibilidad de consumir y acumular (crecimiento), esto ha sido objeto de concienzudos
cuestionamientos de otras escuelas y disciplinas.(22;23)

En 1995, Felce y Perry encontraron diversos modelos conceptuales de calidad de vida. A


las tres conceptualizaciones que ya había propuesto Borthwick-Duffy en 1992, añadieron
una cuarta. Según éstas, la calidad de vida ha sido definida como: a) la calidad de las
condiciones de vida de una persona, b) satisfacción experimentada con las condiciones
de vida, c) la combinación de componentes objetivos y subjetivos, es decir, condiciones
de vida de una persona y satisfacción que ésta experimenta, d) la combinación de las
condiciones de vida y la satisfacción personal ponderadas por la escala de valores,
aspiraciones y expectativas personales.(24) Figura 2

Figura 2. Conceptualizaciones de Calidad de Vida

Condiciones Satisfacción a) Calidad de vida en términos


de vida (CV) personal de condiciones de vida

Condiciones Satisfacción b) Calidad de vida como


de vida Personal (CV) satisfacción con la vida

Condiciones
de vida c) Calidad de vida definida
Calidad como una combinación de las
de vida condiciones de vida y la
satisfacción con la vida
Satisfacción
personal

Condiciones d) Calidad de vida definida


de vida (CV) como una combinación de las
Valores Calidad condiciones de vida y la
personales de vida satisfacción con la vida, en
Satisfacción función de una escala de
personal importancia

Fuente: Gómez-Vela M, Sabeh E. Traducida y adaptada de Felce y Perry,1995

24
La evolución del vocablo en épocas recientes, ha pasado de medir el bienestar a
interesarse por el nivel de vida, las condiciones de vida, y mas recientemente la calidad
de vida. La calidad de vida es un concepto vago, etéreo, polivalente y multifactorial, cuyas
acepciones principales se han dado desde saberes médicos, filosóficos, económicos,
éticos, sociológicos, políticos y ambientales. La medicina la asocia con la salud
psicosomática del organismo, funcionalidad, sintomatología o libre de enfermedad; los
filósofos con la felicidad o una buena vida; los economistas con la utilidad del ingreso o de
los bienes y servicios; los sociólogos con la inserción del individuo en la arena social, los
políticos como una meta a alcanzar para sus ciudadanos en el mediano o corto plazo y los
ambientalistas con las condiciones ambientales en que vive, crece, se reproduce y muere
un individuo.(25)

En el campo ético, desde la década de los sesenta el término calidad de vida adquirió una
connotación semántica definida y en los noventa, la expresión se identificó en tres
contextos y significados: descriptivo, evaluativo y prescriptivo. En el contexto descriptivo
cuando designa una determinada clase de objetos, lo individualiza y lo diferencia de los
demás; en este sentido la cualidad del ser humano es la razón, de modo que la calidad de
vida se identifica con la racionalidad y es sinónimo de vida humana. La calidad de vida en
el contexto evaluativo o normativo se refiere a los valores no morales donde se utiliza el
verbo “deber”; puede evaluarse si existe un mayor o menor grado de calidad, pero el
problema es definir el criterio para su evaluación. Y en el contexto prescriptivo o moral, la
calidad de vida posee una ética rigurosa que permite diferenciar lo bueno de lo malo, lo
que se debe hacer de lo que no.(26;27) También se le puede dar un sinnúmero de
interpretaciones que abarcan factores evaluativos con respecto a la vida de una persona o
de un colectivo, pero en su concepción más amplia se podría decir, en palabras de
Dereck Parfit, “lo que hace que una vida sea mejor”.(28)

En el campo filosófico, el bienestar se puede considerar desde dos enfoques que dieron
lugar al pensamiento moral en la Grecia Antigua con Epicuro§ y Aristipo£ y hoy se
manifiestan para explicar hechos y acciones de los seres humanos; en la primera, el valor
de los actos se halla determinado solamente por las consecuencias que genera en las
personas afectadas (consecuencialismo); en la segunda, se considera como buena o
mala según se ajusta o no a un principio universal establecido como criterio
(principismo).(30) Sobre las teorías del bien para las personas, existen tres amplias
concepciones a saber: la hedonista, la de satisfacción de preferencias y la de los ideales
de una buena vida. La teoría hedonista considera que el bien ultimo para las personas
consiste en sostener ciertas clases de experiencia consciente, como placer, felicidad,
disfrute que permiten una buena vida en la medida que producen una valiosa experiencia.
La teoría de satisfacción de preferencias o teoría del deseo, consiste en la satisfacción de
los deseos o preferencias entendidos como estados de situaciones tomados como
objetos, por ejemplo si el deseo de una persona es estar en un lugar determinado, éste se
satisface cuando esté en ese lugar, diferente a la satisfacción como experiencia

§
Epicuro de Samos (341-270 a.C). Fundador de la corriente filosófica hedonismo. Consideraba que el fin de
la vida es lograr el placer y evitar el dolor; “el placer es el principio y el fin de la vida feliz.” Lo moralmente
(29)
bueno es buscar el placer o la ataraxia (ausencia de dolor y paz del alma).
£
Aristipo de Cirene (435-350 a.C). Fundador de la escuela cirenaica que centra su atención en la felicidad y
en la vida moral. La sensación sería la base de los estados emotivos del ser humano, al tiempo que la
considera una forma de conocimiento y fuente de la verdad. Vivir y disfrutar del instante sería camino para
(29)
alcanzar la virtud y la felicidad.

25
consciente de estar en ese lugar. La diferencia entre estas dos teorías se da cuando el
deseo se satisface.(28)

La teoría de satisfacción de preferencias permite algunas correcciones o ajustes en las


preferencias reales de una persona como, por ejemplo, permite corregir preferencias
basadas en mala información, pero su idea básica es que obtenga lo que más desea o
prefiere. La teoría sobre ideales de una buena vida o del bien sustantivo consiste en la
realización de ideales específicos explícitamente normativos; por ejemplo, se afirma que
un componente de una buena vida es tener autodeterminación o autonomía, aunque
como resultado ella no sea mas feliz ni tenga ningún deseo de ser autónoma. Esta teoría
contempla una pluralidad de ideales componentes que establecen limitaciones y/o
complementan la medida en que la felicidad y/o la satisfacción de preferencias sirven al
bien de una persona.(28)

Las tres teorías expuestas por Dan Brock tienen como finalidad el desarrollo del concepto
de “utilidad”, pero las dos primeras son teorías subjetivas (auto-apreciaciones basadas en
criterios implícitos)(31) porque sostienen que lo que es bueno para una persona en
particular depende de lo que la hace feliz o de lo que desea, en cambio la teoría sobre
ideales es objetiva (grado de vida que alcanza estándares explícitos de la buena vida,
evaluados por una persona externa imparcial)(31), entendiendo que una buena vida para
una persona es la determinada por ideales correctos o justificados acerca de ella y no
depende ni de lo que hace a la persona feliz ni de lo que son sus preferencias.

Dicha utilidad podría definirse como la cualidad, que poseen algunos objetos, de aquietar
los deseos, las preferencias y las satisfacciones de las personas, aunque sólo sea de
manera momentánea.(25) Es decir, la utilidad hace parte del sentir de las personas, de su
concepto subjetivo sobre la satisfacción que recibe de uno u otro bien, de su satisfacción
personal y no del ideal de vida que la construcción social definió como buena vida, hace
parte de su yo interno; entonces, hablar de calidad de vida es adentrarnos en un mundo
ideológico, en una escala de valores, en una experiencia consciente y racional que de su
propia vida tienen las personas.

El primer enfoque ético (descriptivo) guarda similitud con las teorías subjetivas del
enfoque filosófico (hedonista y satisfacción de preferencias) por cuanto parten del deseo,
la felicidad, las preferencias y la racionalidad del ser humano para decidir sobre lo que
considera le puede proporcionar calidad de vida. Los últimos dos enfoques éticos
conservan la línea de pensamiento de la teoría sobre ideales de una buena vida del
campo filosófico, por cuanto su satisfacción es a nivel colectivo, y se impone más como
un deber y un compromiso social.

Desde el campo económico no se ha construido un concepto universal sobre calidad de


vida, pero sí sobre el bienestar, cuyo soporte teórico y filosófico se encuentra en los
“utilitaristas” como Bentham§ y J.S. Mill£ y establece comparaciones entre las diversas

§
Jeremy Bentham (1748-1832). Filósofo fundador del utilitarismo, influyó de forma extraordinaria en la teoría
económica del siglo XIX y en los primeros marginalistas. Es considerado el padre de la función de utilidad y
(32)
conoce la tendencia decreciente de la utilidad marginal.
£
John Stuart Mill (1806-1873). Educado directamente por su padre, se convirtió en una especie de niño
superdotado intelectualmente aunque con dificultades para sus relaciones sociales y con el sexo opuesto.
Liberal, pero profundamente preocupado por las cuestiones sociales, defendió la libertad sindical y el

26
naciones; para ello ha aportado tres patrones diferentes, los cuales han ido sucediéndose
en el tiempo: renta per cápita, nivel de vida y calidad de vida. El más antiguo de todos es
la medición a través de la renta per capita (cociente entre el Producto Interno Bruto o PIB.
-conjunto de bienes y servicios producidos por un determinado país durante un año- y el
número de habitantes del país durante ese mismo año). Esta es una función aritmética
que se utiliza para la paridad del poder adquisitivo (PPA) con el fin de ajustar los aspectos
distributivos (las rentas distintas que necesitan los ciudadanos según sus necesidades),
las diferencias de precios en los diferentes países, el poder adquisitivo real, la
disponibilidad (carencia o abundancia) de los distintos tipos de bienes, entre otras cosas,
que influyen directamente en el bienestar personal.(30)

Después de la segunda guerra mundial, surge un movimiento mundial sobre el papel del
Estado en la determinación del bienestar de sus comunidades; la naturaleza del Estado
de bienestar consiste en ofrecer algún tipo de protección a las personas que sin la ayuda
del Estado puede que no sean capaces de tener una vida mínimamente aceptable según
los criterios de la sociedad moderna: (33;34) asistencia sanitaria, seguridad social,
programas de alivio de la pobreza, seguro de desempleo, planes de pensiones de algún
tipo, quizás no excesivo, pero si el derecho que tienen los ciudadanos de gozar de una
existencia decente también durante su jubilación. El Estado de bienestar es necesario por
la responsabilidad social hacia los enfermos y los pobres, pero hay que racionalizarlo. (34)

Pero estas consideraciones no aplicaron para todos los países y habiéndose demostrado
que el ingreso per cápita es una medida insuficiente para determinar el bienestar de las
personas, las Naciones Unidas sugieren la incorporación de otros componentes que
juntos conforman el nivel de vida. Éste equivale a la renta per cápita nacional real más
otros indicadores cuantitativos en los campos de la salud, de la educación, del empleo y
de la vivienda y que además podía incluir todo lo relacionado con la esperanza de vida al
nacer, la supervivencia infantil, el grado de alfabetización de la población adulta y la
nutrición. Suecia aplicó, en 1965, encuestas sobre el nivel de vida que incluían: salud y
acceso a la misma, empleo y condiciones de trabajo, recursos económicos, educación,
familia e integración social, vivienda, seguridad de la vida y de la propiedad, recreación,
cultura y recursos políticos.(35)

El concepto utilizado sobre nivel de vida fue “el dominio del individuo sobre los recursos
en forma de dinero, posesiones, conocimiento, energía mental y física, relaciones
sociales, seguridad y otros medios con los cuales el individuo puede controlar y dirigir
conscientemente sus condiciones de vida”.(35) Sin embargo, este concepto fue objetado
por limitarse solo a los recursos y dejar de lado oportunidades, libertades, participación y
demás aspectos importantes para el bienestar individual y colectivo. Amartya Sen¶ ha
señalado que los principios éticos bien fundados suponen la igualdad entre los individuos,
pero como la habilidad para aprovechar la igualdad de oportunidades varía con cada
persona, el problema de la distribución de bienestar nunca podrá resolverse del todo.(34)

cooperativismo. Discípulo de Jeremy Bentham y seguidor de David Ricardo, prestó especial atención a
(32)
temas metodológicos y avanzó muchas ideas recogidas posteriormente por la Economía del Bienestar.

Amartya Sen (1933- en la India); en 1959 realizó su doctorado en la Universidad de Cambridge en el Reino
Unido y luego fue profesor en la India, el Reino Unido y Estados Unidos, actualmente enseña en el Trinity
College, de la Universidad de Cambridge. La Real Academia Sueca de Ciencias en 1998 le entregó el
Premio Nobel de Ciencias Económicas por sus contribuciones a la investigación del bienestar económico.

27
Más recientemente, para determinar el grado de bienestar de una población se adoptó el
concepto de calidad de vida, originario de la salud pública y de la ética médica, que hacía
alusión a los criterios para decidir sobre la conveniencia de tratamientos especialmente
dolorosos, agresivos, radicales, de alto costo o todavía en fase de experimentación para
los enfermos, ante todo, para los casos terminales; ahora ha evolucionado para significar,
en la jerga de los economistas del desarrollo, además del nivel de vida también el grado
de libertades políticas y civiles, dominio sobre sí mismo y la libre participación en
relaciones sociales.(25)

El concepto ha seguido evolucionando y ahora diferencia los medios de los fines, los
bienes materiales de los no materiales, las necesidades básicas satisfechas y las no
satisfechas, las condiciones de vida del nivel de vida, y otras clasificaciones como las
planteadas por Eric Allardt:§ tener, amar y ser. El tener hace referencia a las condiciones
materiales necesarias para sobrevivir y evitar la miseria como son los recursos
económicos, vivienda, empleo, condiciones de trabajo, salud y educación; el amar se
refiere a la necesidad de relacionarse con otras personas y de formar identidades sociales
como son el contacto con la comunidad, familia y parientes, patrones activos de amistad,
compañeros de trabajo y compañeros de organizaciones; y el ser hace alusión a la
necesidad del ser humano de integrarse a la sociedad y vivir en armonía con la naturaleza
como en las actividades políticas, participación en decisiones, actividades recreativas,
vida significativa en el trabajo y oportunidad de disfrutar de la naturaleza.(36)

Para Sen, la posibilidad de vivir mucho tiempo y de disfrutar de una buena vida a lo largo
de la existencia son cosas que los seres humanos valoran y desean intensamente,(37) es
quien brinda otra posibilidad para la determinación del bienestar: la obtención de la
libertad medida a través de la obtención y desarrollo de las capacidades. En primer lugar,
la gente necesita cantidades diferentes de los bienes básicos; en segundo lugar, más
importante que la posesión o el acceso a los bienes es lo que dichos bienes realmente
hacen a los individuos; el tercer indicador es equiparable con las actividades o las
funciones valiosas que un sujeto efectivamente es capaz de realizar en cuanto integrantes
de una vida social.(38)

Critica Sen, la medición del desarrollo de las naciones con simples medidas económicas
de crecimiento; especifica que el desarrollo se debe medir en términos de la libertad que
poseen sus ciudadanos, entendida como la capacidad de funcionamiento de las personas
para llevar el tipo de vida que valoran y que tienen razón en valorar. Dicha libertad es el
fin último del desarrollo humano, y el medio para acceder a él a través de las
oportunidades sociales (salud y educación como fundamento para el desarrollo),
económicas, de mercado y la libertad política en la toma de decisiones y participación
ciudadana.(37;39;40)

En salud, el término es mirado desde varias perspectivas que han influenciado las
políticas y prácticas en las últimas décadas, por los factores determinantes y
condicionantes del proceso salud-enfermedad como son los aspectos económicos,
socioculturales, estilos de vida y experiencia personal que influencian la forma de
enfermar y morir de un individuo; por eso evalúa el impacto físico y psicosocial de las

§
Erik Allardt: sociólogo finlandés, profesor de sociología en la Universidad de Helsinski y presidente de la
Academia Finlandesa.

28
enfermedades, disfunciones e incapacidades para un mejor conocimiento del paciente y
su adaptación a los tratamientos y nuevas terapias; en la salud pública, la calidad de vida
ha sido objeto de atención como una forma de evaluar la eficiencia, la eficacia y el
impacto de determinados programas con las comunidades.(41)

Más que construir un concepto, la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) se ha
centrado en la elaboración de indicadores que midan y evalúen las diferentes formas de
enfermar y morir de la población; para ello convoca otras disciplinas que le permitan una
mejor comprensión del fenómeno. Hasta 1998 se identificaban 446 instrumentos de
medición de la calidad de vida para diferentes dolencias donde solo el 15% presenta una
definición del término, desde cuatro enfoques: definición global, según sus componentes,
focalizada o combinada. La definición global es una medida genérica que no aborda las
posibles dimensiones del constructo ni la operacionalización del concepto, su atención se
centra en la satisfacción con la vida; la definición con base en componentes, es un
fraccionamiento del concepto global en dimensiones o componentes que busca la
operacionalización del concepto; la definición focalizada, también llamada específica
porque valora componentes específicos relacionados con habilidades y funcionalidades
muy relacionadas a la salud y a la enfermedad; y por último, la definición combinada
donde se conjugan componentes y especificidades.(41)

Como se ve, la calidad de vida es una definición imprecisa y la mayoría de


investigaciones que han trabajado en la construcción del concepto están de acuerdo en
que no existe una teoría única que defina y explique el fenómeno. La calidad de vida
pertenece a un universo ideológico, no tiene sentido si no es en relación con un sistema
de valores, y los términos que le han precedido en su genealogía ideológica remiten a una
evaluación de la experiencia que de su propia vida tienen los sujetos. Tal evaluación no
es un acto de razón, sino más bien un sentimiento. Lo que mejor designa la calidad de
vida es la calidad de la vivencia que de la vida tienen los sujetos.(23)

Las tendencias metodológicas para valorar la calidad de vida se han dado desde los
enfoques cuantitativos y cualitativos, ambos enfoques hacen esfuerzos por construir
instrumentos, indicadores y escalas con el fin de abarcar la mayor cantidad de
dimensiones por su mismo carácter multidimensional. En Colombia, para establecer
mediciones directas sobre carencias específicas que orienten el diseño de acciones y
programas de mejoramiento, y detección de los denominados “grupos vulnerables” debido
a causas de fondo (económicas, demográficas y políticas) que reflejan la distribución del
poder en la sociedad, y por presiones dinámicas que traducen los efectos de las causas
en condiciones inseguras de la población,(14) se han implementado una serie de
indicadores que dan cuenta de las condiciones de vida, entendidas como el conjunto de
bienes que conforman la parte social de la existencia humana, están conformadas por:
salud, educación, alimentación, sanidad ambiental y vivienda, y en algunos casos incluye
el medio cultural y político, por ser el entorno social que influye en la formación de las
capacidades humanas (v.gr. estado de salud, nivel de conocimientos) y el logro de
objetivos (seguridad, integridad personal, respeto a la dignidad humana, ejercicio de la
libertad y derechos políticos);(30) entre estos índices se tienen:

Método directo o necesidades Básicas Insatisfechas (NBI): indicador que establece


una relación directa entre pobreza y necesidad manifiesta en carencia material de bienes,
situación de marginamiento cultural y étnico, el cuestionamiento geográfico, institucional y

29
político de pobreza. Es construido a través del porcentaje de hogares con: viviendas
inadecuadas, sin servicios básicos, en hacinamiento crítico, con alta dependencia
económica, con ausentismo escolar. Los hogares con al menos uno de los indicadores
anteriores, se consideran pobres por NBI, los que presentan dos o más de los indicadores
se consideran en miseria,(42) para el año 2003 los hogares pobres eran el 19,1% y
miserables el 7%.(43)

Método indirecto o línea de pobreza (LP): mide los niveles de vida con referencia a una
línea de pobreza. El método de línea de pobreza mide la capacidad de los ingresos
corrientes de los hogares para adquirir una canasta normativa de consumo básico que se
calcula a partir de determinar una dieta mínima y la proporción que el consumo de
alimentos representa dentro los gastos de los hogares, provee una aproximación indirecta
de la magnitud de la pobreza.(42)

Método Integrado de Pobreza (MIP): aplicación cruzada de los métodos NBI y LP que
permite captar algunos rasgos descriptivos de la heterogeneidad de la pobreza en cuatro
grupos: no pobres (hogares que no experimentan problemas de pobreza), pobreza
estructural (hogares con ingresos por encima de la LP pero presentan NBI), pobreza
coyuntural (hogares con satisfacción en todas sus necesidades definidas como básicas,
pero reciben ingresos por debajo de la LP), y pobreza crónica (hogares que tienen al
menos una NBI y reciben ingresos cuyo nivel está por debajo de la LP).(43)

Índice de calidad de vida (ICV): el Departamento Nacional de Planeación toma la


definición calidad de vida de Amartya Sen como “la capacidad de lograr el conjunto de
quehaceres y estados socialmente valiosos y alcanzables en un tiempo y en un espacio
concreto” y construye este indicador, el cual agrupa cuatro factores: acceso y calidad de
los servicios públicos domiciliarios; educación y capital humano; tamaño y composición
del hogar; calidad de la vivienda. El resultado final es un indicador del estándar de vida
que clasifica los hogares, según el valor o categoría que posean en cada una de las
variables que entran en el índice,(44) para el año 2003 el índice fue del 77%.(45)

Índice de Calidad de Vida de Medellín (ICV): el Departamento Administrativo de


Planeación Municipal define la calidad de vida como “el nivel o grado adquirido por la
población sobre un conjunto integrado de características consideradas deseables para
satisfacer necesidades fundamentales para su existencia de la vivienda y de las personas
que componen el hogar”, tales como: servicios de la vivienda, capital humano y seguridad
social. Se han realizado tres Encuestas de Calidad de Vida (ECV), en el año 1997 y en el
2001 representativo para el área urbana y rural; en el año 2004 se vuelve a aplicar, pero
con representatividad por barrio, con el fin de focalizar poblaciones vulnerables y priorizar
los recursos en intervenciones colectivas de gran impacto social. Así se calculó un ICV
promedio para la ciudad de 80,44, donde un hogar de la ciudad posee las condiciones de
vida promedio de un hogar de la comuna Buenos Aires.(46)

Encuestas de Pobreza y Calidad de Vida: en los estudios que sobre pobreza elaboró el
Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), se logró avanzar en forma
importante en la comprensión del fenómeno de la pobreza, en la elaboración de
indicadores que sirvieran para conocer el número de pobres y en el estudio de algunas de
sus características. Se concibe la calidad de vida del hogar como las condiciones en las
que habitan, conviven y se desarrollan los miembros del hogar; se consideran cuatro

30
aspectos fundamentales que no son exhaustivos ni independientes entre sí: hogar y
medio económico, hogar y medio social, hogar y medio cultural y político, y relaciones de
las personas dentro del hogar. El DANE ha realizado tres encuestas nacionales de
pobreza y calidad de vida en 1991, 1997 y 2003.(47;48)

Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS): Profamilia realiza estudios de


cobertura nacional con representatividad urbana y rural, por regiones y subregiones del
país, donde se recopila información sobre: características de los hogares y sus miembros,
mujeres en edad fértil y los menores de cinco años; fecundidad, nupcialidad y
planificación familiar; salud materno infantil, lactancia materna y alimentación
complementaria; mortalidad infantil, SIDA y otras infecciones de transmisión sexual;
violencia intrafamiliar y el Sistema General de Seguridad Social en Salud. (49-51)

Índice de Desarrollo Humano (IDH): indicador comparativo con parámetros


internacionales, que gravita básicamente sobre tres logros esenciales que en forma
homogénea persigue la humanidad: longevidad, logro educacional, y acceso a los
recursos; para el cálculo de estos aspectos se toma la esperanza de vida al nacer, el
grado de alfabetización y el ingreso per cápita de cada país, región, etc.(42;52) A pesar de
los ajustes que se le han hecho todavía subsisten críticas a su cálculo por cuanto cada
uno de estos indicadores se toma bajo el supuesto de homogeneidad entre las
comunidades.(30) Para Medellín se calculó, tomando como base la información de la ECV
del 2004 y se determinó en 0,79,(46) para Colombia en el año 2003 fue de 0,773.(45)

El concepto multidimensional incluye la situación económica, los estilos de vida, la salud,


la vivienda, las satisfacciones personales y el entorno social, entre otras. Es por ello que
la calidad de vida se conceptúa de acuerdo con un sistema de valores, estándares o
perspectivas que varían de persona a persona, de grupo a grupo y de lugar a lugar; así, la
calidad de vida consiste en la sensación de bienestar que puede ser experimentada por
las personas y que representa la suma de sensaciones objetivas y subjetivas
personales.(8)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) consciente de que cada dimensión o


componente tiene un peso diferente en la calidad de vida, según estándares culturales
validados por las comunidades, desarrolló un proyecto multicéntrico en 15 ciudades de 14
países, con pacientes de diversas patologías y población general, utilizó la investigación
cualitativa y la técnica de grupos focales para clarificar los significados y representaciones
sociales del concepto según diferentes culturas; y la investigación cuantitativa para el
análisis factorial, la confiabilidad, validación de constructo y discriminante. Así emergieron
cuatro grandes dimensiones: física (percepción sobre las condiciones físicas); psicológica
(percepción sobre las condiciones afectivas y cognitivas); social (percepción sobre las
relaciones sociales); y ambiental (percepción sobre el ambiente en el que vive).(41)

Tomando como base estas reflexiones, para este proyecto de investigación se entendió la
calidad de vida como un fenómeno social complejo y un proceso de percepción personal
del nivel de bienestar alcanzado a través de la combinación de las condiciones de vida
(variables objetivas que se pueden medir independientemente de los sentimientos) y el
grado de satisfacción con la vida (variables subjetivas que dependen de los sentimientos y
solo de pueden mirar a través de los interesados).(8)

31
3.2 Conceptualización de edad adulta

La existencia de la especie humana tiene idealmente un recorrido que ha sido estudiado


desde múltiples puntos de vista en un intento por establecer las particularidades de las
diversas etapas por las cuales atraviesa un sujeto desde la concepción hasta la muerte.
Se trata de un ciclo que se repite y que está influido por aspectos biológicos, sociales,
culturales, económicos, históricos e institucionales.(2) La formulación de modelos y teorías
para tratar de establecer las metas y objetivos de cada fase, debe dejar siempre espacio
para la particularidad que cada individuo le imprime a su experiencia vital, debido a la
multiplicidad de factores que influyen en el crecimiento y evolución, así como las
diferentes alteraciones, fijaciones y/o repliegues en el proceso.(1)

El ciclo vital humano o curso de vida guarda un orden característico de secuencias,


calendarios de eventos, actividades y relaciones que ha dado lugar a tipologías referidas
a las “edades del hombre” y a un número de teorías acerca de cada una de sus fases;
entre ellas está la teoría del desarrollo psicosocial de Eric H. Erikson§ quien reconoce
ocho etapas: la infancia, la niñez, la edad del juego, la edad de la escuela, la
adolescencia, la edad adulta temprana, la edad adulta y la vejez;(53) también está la teoría
del desarrollo cognitivo de Piaget£ donde explica el desarrollo de la inteligencia como la
capacidad de organizar e integrar las experiencias; la teoría del desarrollo moral de
Kohlberg¶ donde identifica seis estadios según el sistema de pensamiento que utilizan los
sujetos cuando debe responder a un dilema moral.(3)

El término adultez debe considerarse como integración de una serie de aspectos


psicológicos, sociales, legales, sin descartar el biológico. El adulto tiene unas funciones
básicas como son: reproducir para continuar la especie, trabajar para producir social y
económicamente, y finalmente ejercer el poder para dirigir la sociedad. “La etapa adulta
es un gran período de oportunidad para lograr las expectativas que se tienen de uno
mismo. En esta etapa de madurez, se necesita la guía y el aliento de aquello que ha
producido y que debe cuidar".(54)

Culturalmente se llega a la edad adulta o adultez cuando se experimenta la realización


profesional, se mira hacia atrás constantemente, autoevaluándose con relación a sus
aspiraciones anteriores y a lo que han logrado; finalmente se llega a un nivel de
maduración moral que implica alejarse de los convencionalismos para dirigirse a partir de
los propios principios. Esto significa para algunos la posibilidad de vivir su vida de manera
más libre y despreocupada. (1)

§
Eric Erikson (1902-1989). Psicólogo alemán, profesor de Desarrollo Humano de la Universidad de Harvard,
fue reconocido mundialmente como una de las figuras más importantes de la psicología contemporánea y
de las ciencias humanas del siglo XX. Sus ideas son ampliamente difundidas hoy y versan sobre las crisis
de identidad, sobre el ciclo vital, sobre la interdependencia entre historia y biografía, y sobre la negación de
la madurez entendida como el fin del desarrollo psicológico. El test de la identidad fue creado en base a la
Teoría de la Identidad del yo.
£
Jean Piaget (1896-1980). Psicólogo suizo experto y famoso en desarrollo cognitivo, creía que el desarrollo
intelectual era una continuación directa del desarrollo biológico genéticamente programado.

Lawrence Kohlberg (1927-1987). Consideró los estadios del desarrollo moral similares a los del desarrollo
cognitivo de Piaget y los del desarrollo de la personalidad de Erikson.

32
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la vida humana es un continuo en evolución y,
por tanto, es equivocado pensar que el desarrollo de las personas comienza al nacer y
termina en la adolescencia. La verdad es que empieza en el momento de la concepción y
finaliza con la muerte, se evoluciona a lo largo de la vida, como niños, como adultos,
como ancianos. De ahí la necesidad de entender el concepto de calidad de vida en un
contexto evolutivo, lo cual hace que sea un continuum, un fin en permanente
construcción, tanto a nivel individual como colectivo, y sin relegar, como especie, el papel
transformador y desequilibrador del medio. Se expone un sujeto extremadamente sensible
e interactuante con el entorno social, el natural y el construido.(2;55)

Adulto joven: etapa del ciclo vital que abarca desde los 20 hasta los 40 años, en la que
se adquiere mayor estabilidad emocional, mayor autonomía, mayor proyección en cuanto
metas y se debería adquirir una estabilidad a nivel de pareja. El logro de las tareas de
esta edad determina el resto de la vida como adulto, se espera que se cumplan ciertas
etapas, como abandonar el hogar paterno, trabajar y mantenerse, casarse y ser padre. El
adulto joven está en un período de aprendizaje, de ajuste y de toma de decisiones que lo
llevan a comprometerse y a definir un estilo de vida; son biológicamente adultos pero esto
no significa que hayan asumido compromisos de carrera, familia y trabajo;
psicológicamente se espera que ya hayan cumplido con las tareas de la adolescencia
como la emancipación, la tranquilidad sexual, la identidad integrada y la capacidad de
compromiso.(3;56)

Todas las culturas reconocen y marcan la transición de la niñez a la vida adulta. Sin
embargo, el concepto de esta transición como una etapa de la vida no existía en los
países desarrollados hasta fines de los años 1800 y principios de 1900. En muchos
países en desarrollo el concepto surgió apenas 20 años atrás, y en algunas regiones la
idea aún ahora es nueva. La adolescencia ha sido definida por la OMS como el período
durante el cual:(57)

- El individuo progresa desde el punto de la aparición inicial de los caracteres sexuales


secundarios (pubertad) hasta el de la madurez sexual y reproductora.
- Los procesos psicológicos del individuo y las formas de identificación evolucionan
desde los de un niño a los de un adulto.
- Se hace la transición desde un estado de dependencia socioeconómica total a otro de
relativa independencia.

Numerosas estadísticas suministran información sobre el grupo de edades de 10 a 19


años, mientras otras informan sobre el grupo de 15 a 24 años, pero no hay ninguna
escala destinada a señalar el inicio y terminación universal de la adolescencia desde el
punto de vista social o biológico. La pubertad marca el inicio biológico de la adolescencia,
pero los marcadores de su terminación son diversos y no están bien definidos. La única
definición universal de la adolescencia parece ser que, aunque al joven ya no se lo
considera un niño, tampoco se lo considera un adulto.(57)

Adulto medio: se inicia en los años 40-45 y va hasta los 60-65 años. La tarea principal es
la autocomprensión, la autonomía personal, la búsqueda del equilibrio en el desarrollo de
las emociones y pensamientos, coherencia entre lo que se siente, piensa y hace, y los
confronta con los aspectos importantes de su vida. La personalidad tanto de hombres
como mujeres se ve afectada; la mujer se vuelve más introvertida, con menos inclinación

33
a correr riesgos, lo que la lleva a enfrentar la vida de una manera distinta a como lo hacía
en la adultez joven. Los hombres se ubican en función de su trabajo y a la vez se sienten
presionados por él, se cuestionan sobre si esta vida que llevan debe o no ser su destino.
Las posibles crisis que se pueden enfrentar en esta edad tienen relación con el tomar
conciencia que la primera parte de la adultez ha concluido, que los hijos crecen y que la
muerte es cada vez más cercana.(3;58)

Tal como el adulto joven, el medio, posee un pensamiento formal. Sin embargo, éste tiene
una particularidad que determinaría cierto grado de rigidez haciéndole difícil enfrentar el
cambio y la novedad de las diversas situaciones que vive. Las personas hasta los 40 años
tienden a pensar que el futuro es infinito mientras que en los 50 empiezan a pensar, más
bien, en el tiempo que les queda por vivir y en lo inevitable de su propia muerte, lo que a
muchos los lleva a empezar a estructurar sus vidas en términos de prioridades.(59)

Entre los 40 y 60, se encuentra una de las etapas más extensas de la vida humana que
incluye al grupo etáreo más productivo de la sociedad y es el que ocupa los más altos
cargos y las posiciones de poder. Debido al impacto de los cambios socioculturales, las
personas que han llegado a la adultez media han sufrido grandes cambios en su vida con
relación a las décadas pasadas; las dificultades para superar las distintas crisis de tipo
normativo como idiosincráticas podrían llevar a desajustes en las áreas personal, laboral y
social, de considerable importancia.

En Colombia, según la Ley de la Juventud, para fines de participación y derechos sociales


se entiende por joven la persona entre 14 y 26 años de edad (Ley 375 de 1997, art.3).(60)
Para este proyecto de investigación la población adulta de Medellín se clasificó en los
grupos adulto joven con edades comprendidas entre 20 y 44 años, y adulto medio entre
45 y 64 años, por considerar que la ciudad al igual que el país, viene presentando un
envejecimiento poblacional constante y progresivo con aumento de la población adulta
(joven, media y mayor) y disminución de los grupos menores de 15 años y como lo
plantea Alexandre Kalache, coordinador del programa de Envejecimiento y Ciclo Vital de
la OMS “El mundo desarrollado se vuelve rico antes de volverse viejo, el mundo en
desarrollo se vuelve viejo antes de volverse rico”.(18)

3.3 Conceptualización de sexo

Según la Real Academia, por género se entiende clase o tipo al que pertenecen personas
o cosas, y distingue tres tipos: masculino, femenino y neutro, pero en muchas ocasiones
género se analiza como sinónimo de mujer;(61;62) es una categoría de análisis que hace
referencia a significados sociales, a campos simbólicos, a imaginarios colectivos, a modos
de ser, estar, tener y hacer en el mundo de lo social, a las formas y contenidos que en la
sociedad asumen lo femenino y lo masculino; abarca el conjunto de características, de
oportunidades y de expectativas que un grupo social asigna a las personas y que éstas
asumen como propio, basándose en sus características biológicas.(4)

La categoría sexo no es sinónimo de género, cuando se habla de sexo se alude a las


diferencias biológicas entre el hombre y la mujer; por género se refiere al significado
social construido alrededor de esa diferencia basado fundamentalmente en la división,
según el sexo, el rol y el poder, pero tampoco equivale a mujer sino a las relaciones de
igualdad entre mujeres y hombres.(63) Cuando se habla de igualdad se debe partir de las

34
diferencias biológicas; es ante todo, igualdad de derechos y oportunidades que es
necesario establecer por medio de normas, justamente porque los seres humanos son
diferentes entre sí en cuanto a pertenencia cultural, etnia, edad, genero, cualidades e
intereses.(64;65)

Las concepciones culturales acerca de la masculinidad y la feminidad, se constituyen en


medios de identificación cuando permiten a hombres y mujeres, reconocerse y ser
reconocidos como pertenecientes a un género determinado y asumirse como parte del
mismo (...), en ocasiones se convierte en medios de exclusión al imponer de modo sutil
restricciones al comportamiento, al predeterminar, por razones de sexo, la participación
en una actividad.(4;66)

El enfoque de género es interpretado como una mirada que cruza transversalmente todas
las relaciones sociales: de clase, edad, etnia, religión, así como las esferas de actividad y
los sectores de las estructuras institucionales: salud, trabajo, educación, transporte, medio
ambiente, vivienda, etc.; esta perspectiva resulta relevante ya que las percepciones varían
dependiendo de las relaciones de género, las necesidades, los roles, el acceso y control
sobre los recursos. Igualmente, la capacidad de toma de decisiones y los derechos sobre
los servicios, que tienen los hombres y las mujeres en un contexto específico.(67)

Estas interpretaciones simbolizan lo femenino y lo masculino de la sociedad,


significaciones dominantes o hegemónicas con las cuales resulta cómodo habitar;
verdades no acabadas con umbrales sinuosos y equívocos por donde transitan los
hombres y las mujeres con una herencia identitaria signada por las escalas de clase,
etnia, orientación sexual, historicidad, entre otras. Lo masculino y lo femenino no son
lineales, se tejen y se destejen en el juego de las autonomías y en desarrollo de la libertad
de cada uno, pero el género no se adhiere al cuerpo como una unidad indisoluble, no se
inscribe corporalmente sino que también se parte del interrogante sobre si mismo, dado
por la cultura, que no es el afuera sino que se es uno con la cultura.(68)

Cada cultura ha institucionalizado los papeles de los hombres y mujeres, no lo hace en


términos de contraste entre las personalidades prescritas de los dos sexos, ni en términos
de dominio o sumisión; es solo una forma de ver la relación masculino/femenino,
hombre/mujer, dominante/dominado, aunque en la vida social lo femenino sea diferente a
lo masculino, estas diferencias no entrañan desventajas o desigualdades sociales, sino
que dan cuenta de la variabilidad y de la riqueza social. Las dificultades no emanan de la
diferencia sino de la valoración desigual de la diferencia, cuando ésta se transforma en
inferioridad, vulnerabilidad o desventaja, producto de las relaciones de poder. (58;68-72)

La categoría género, como categoría relacional, permite establecer diferencias al interior


del sistema sexo/género: orgánico-funcionales, psíquicas y de las redes de valoraciones
sociales; es decir, el género opera como un ordenador o distribuidor social de posiciones,
espacios y tiempos, en este sentido permite establecer comparaciones, proporciones o
redes de relaciones como: semejanzas, igualdades, diferencias, identidades,
complementariedades, interdependencia, afinidades, conflictos, oposiciones, polaridades,
desencuentros, contradicciones, brechas, vulnerabilidades, iniquidades, exclusiones,
marginalidades, desplazamientos, reacomodos, entre otros.(70;73)

35
En este complejo de relaciones puede extractarse que culturalmente se asignan roles a
hombres y mujeres como una representación social de lo masculino y femenino en la
sociedad, no por su condición biológica ni por un pensamiento de superioridad o
inferioridad, sino por la distribución y variabilidad funcional, y necesidades políticas,
económicas, familiares, etc, de las formaciones sociales.(58) Entonces, el género como
categoría relacional será entendida como la representación y aporte social que los
hombres y las mujeres hacen en los diferentes ámbitos en que interactúan en la sociedad
y de significación cultural, pero la comparación en este proyecto de investigación se hará
por sexo, hombre y mujer; cuando se habla de diferencias no se está hablando de
desigualdades, y por equidad de genero se entenderá a la ausencia de diferencias
sistemáticas, es la necesidad de equiparar las condiciones de hombres y de mujeres al
interior de cada sociedad.

3.4 Condiciones de vida

3.4.1 Aspectos demográficos

Las transformaciones sociales y económicas que han tenido lugar en América Latina
durante los años 60 y 70 han dejado la huella en el perfil demográfico de los países. La
expansión de la economía ha permitido el aumento en los ingresos, los avances médicos,
el mejoramiento en el estado nutricional y un mayor acceso a la atención en salud y a la
educación, han influenciado el comportamiento demográfico y acelerado el proceso de
urbanización, contribuyendo a mejorar la salud, prolongar la vida, modificar valores,
creencias y comportamientos referidos a la vida familiar y al número deseado de hijos. (74)

La fecundidad, la mortalidad y las migraciones afectan el crecimiento y la distribución por


edades de la población, dando lugar a la disminución, estancamiento o expansión de
diferentes grupos, que a su vez, generan demandas diferentes. De estos tres factores, la
fecundidad es la que mayor influencia ha tenido en el proceso de cambio, por su fuerte
impacto en el tamaño de las nuevas generaciones, las causas de su descenso son
atribuida a factores directos como la difusión sobre métodos anticonceptivos y cambio de
mentalidad en el comportamiento reproductivo acorde con el deseo de tener un menor
número de hijos, y factores indirectos como los socioeconómicos que afectan el
comportamiento reproductivo como nupcialidad, edad de casarse, frecuencia de las
relaciones sexuales, entre otros.(74) Las consecuencias de la disminución en el número
promedio de hijos por mujer en la etapa reproductiva de su existencia, afecta el
crecimiento de las poblaciones y la estructura de edades, debido a que van llegando a la
edad de procreación cohortes de mujeres que son producto de menores tasas de
fecundidad que en el pasado.(74) Luego, el control de la fecundidad a través de métodos
anticonceptivos, la capacidad de decidir el número y espaciamiento de los hijos, es una de
los logros más importantes a partir de la década de 1960.(75)

Si la fecundidad no hubiese experimentado el importante descenso que se inicia en los


países más desarrollados en el siglo XVIII, las pirámides poblacionales serían sumamente
jóvenes, y seguramente nadie estaría hablando del envejecimiento poblacional, aunque la
esperanza de vida hubiese mejorado como lo ha hecho durante todo este tiempo.(41) La
transición demográfica –tendencias de la mortalidad y de la fecundidad en el transcurso
del tiempo- que se vive en los países de América, ha generado demandas específicas y
complejas de servicios y bienes sociales y de salud, llevando a la población a la

36
polarización epidemiológica, entendida como el proceso de repercusiones simultáneas y
sustanciales sobre el perfil de mortalidad de la población, tanto por las enfermedades
transmisibles como las no transmisibles y las causas externas, especialmente en grupos
vulnerables como los pobres y los ancianos.(76;77)

El perfil epidemiológico de un país depende de muchos factores, entre los cuales cabe
mencionar la estructura por edades, pues procesos patológicos diferentes están
asociados a edades diferentes, y la composición por estratos o clases sociales; también,
los avances en la prolongación de la vida y en la calidad de la misma se han logrado, pero
cada día la ganancia en la esperanza de vida es menor.(74)

El tercer elemento que aporta a la distribución por edades de una población tiene que ver
con las migraciones y la movilidad interna de sus habitantes. La migración está referida al
universo de desplazamientos constantes que se realizan hacia y desde distintas áreas
geográficas, con la finalidad de desarrollar actividades tanto económicas como
educativas, culturales, sociales, etc.(78) Cuando estos desplazamientos o movimientos
territoriales implican un cambio de localidad y de residencia habitual, se habla de
migración en un intervalo de tiempo, pero estas transiciones espaciales, temporales y
sociales, en muchas ocasiones, no son susceptibles de medición directa y deben ser
inferidos a partir de otra fuente de información.(79)

Cuando las migraciones traspasan los límites de un país, se habla de migración


internacional, que puede ser permanente para los que trasladan definitivamente su lugar
de residencia, temporal para aquellos migrantes por un tiempo definido y estacional para
los que se desplazan por temporadas; según la distancia recorrida, la migración puede ser
corta, mediana o larga; según la toma de la decisión, puede ser voluntaria o pasiva; de
acuerdo con los límites que cruce, puede ser interna, intermunicipal, interregional,
internacional; y según el tipo y cantidad de personas que involucra la migración puede ser
individual, familiar o colectiva.(78)

Otras formas de migración pueden ser: asilados (amparo que los países o estados
ofrecen a los perseguidos políticos para que la autoridad no los pueda procesar o someter
a prisión y queda protegido por el país extranjero que concede el amparo), refugiados
(personas que se ven obligadas a abandonar su país "debido a una agresión externa,
ocupación, dominación extranjera o sucesos que alteran gravemente el orden público en
una parte o en todo el país de origen o nacionalidad" o, en otras palabras, "porque sus
vidas, su seguridad o su libertad están amenazados por una violencia generalizada, la
agresión externa, los conflictos internos, la masiva violación de los derechos humanos u
otras circunstancias que alteran gravemente el orden público”), y desplazados (persona
que se ha visto obligada a emigrar, dentro del territorio nacional, abandonando su
localidad de residencia o sus actividades económicas habituales, porque su vida,
integridad física o libertad han sido vulneradas o se encuentran amenazadas, debido a la
existencia de cualquiera de los siguientes situaciones, causadas por el hombre: conflicto
armado interno, disturbios o tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones
masivas de Derechos Humanos u otras circunstancias emanadas de las situaciones
anteriores que puedan alterar o alteren drásticamente el orden público).(80-82)

Los desastres naturales también son causa directa de las migraciones y desplazamientos
de poblaciones, teniendo presente la duración del evento desencadenante y del

37
desplazamiento; dichos movimientos suelen ser violentos, repentinos y caóticos y son
consideradas migraciones excepcionales que se ubican fuera del modelo de movimientos
de población considerados dentro del ciclo o estilo de vida normal.(83) Los desastres han
sido agrupados en varias tipologías: los naturales, los eventos geofísicos como
terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones, deslizamientos de tierra, sequías, etc.;
los desastres inducidos por el hombre, como hambrunas, epidemias, accidentes
nucleares y tecnológicos, guerras, etc.(84)

La migración es indudablemente una búsqueda de equidad social y un huir de la pobreza,


la miseria extrema las situaciones de violencia civil, las confrontaciones políticas y una
búsqueda de mejores condiciones de vida son los causantes de millones de personas de
sus lugares de origen con las repercusiones sociales que conlleva.(85) El 60% de las
migraciones mundiales reside en las regiones más desarrolladas, Europa es el continente
que mayor cantidad de migrantes tiene (56 millones), Asia (50 millones) y América del
Norte (41 millones); de cada 10 personas que viven en las regiones más desarrolladas
una es un migrante, mientras que de cada 60 personas que viven en los países en
desarrollo una lo es. En América Latina, hace 40 años los migrantes representaban el
0,7% de la población total de la región, en la última década la proporción ascendió a
2,5%, lo que supone un crecimiento medio anual superior al de la población.(86)

La tendencia a la urbanización de las grandes ciudades, con desplazamientos internos


desde las zonas rurales a las urbanas, ha hecho que ciudades como Medellín sean
receptoras de gran cantidad de migrantes y sea considerada el destino final de muchas
familias, producto de diversas fuentes como: la modernización agrícola, búsqueda de
nuevas formas de trabajo, la crisis económica de muchos países, diversificación de las
exportaciones, conflictos armados, entre otros. La población flotante que se evidencia en
la ciudad ha generado presiones en diferentes sectores, por la provisión de servicios
básicos como salud, educación, empleo, vivienda y la formación de barrios subnormales
en las laderas de la montaña, propensas a amenazas naturales, insalubres y con escasos
servicios públicos. Figura 3.

La población de Medellín proyectada a junio 30 de 2005 es de 2.088.245 habitantes,(13) de


los cuales el 59,7% (1.245.718) corresponde al grupo de 20 a 64 años, distribuidos entre
un 40% (835.352) adulto joven de 20 a 44 años y un 19,7% (410.366) de adulto medio de
45 a 64 años. Del total de la población, el 17,9% (374.787) son hombres adultos jóvenes
y el 22,1% (460.565) son mujeres adultas jóvenes; también existe un 8,4% (174.427) de
hombres clasificados como adulto medio y un 11,3% (235.939) de mujeres adulta medio.
En general, la población adulta masculina corresponde al 26,3% (549.214) y la adulta
femenina al 33,4% (696.504); es decir, por cada 100 mujeres en edad adulta existen 79
hombres adultos en la ciudad. Figura 4.

La población de Medellín presenta los indicadores demográficos(87) que dan cuenta del
proceso de transición plena que vive la ciudad, que a futuro incrementará las demandas
sociales y de salud, pero que actualmente muestra la proporción de población de 20 a 64
años, llamada adulta en este proyecto de investigación, frente a otros grupos
poblacionales:

38
Figura 3. Estratificación socioeconómica de los barrios. Medellín, 2005

Fuente: Anuario Estadístico de Medellín 2005.


Disponible en: http://www.medellin.gov.co. [consultado el 15 de enero de 2006]

Figura 4. Estructura poblacional según edad y sexo. Medellín, 2005

80 y + Hombres Mujeres
75 a 79

70 a 74

65 a 69

60 a 64

Adulto medio 55 a 59
Adulta media
174.427 235.939
50 a 54
8,4% 11,3%
Grupo de Edad

45 a 49

40 a 44

Adulto joven 35 a 39 Adulta joven


374.787 30 a 34
460.565
17,9% 22,1%
25 a 29

20 a 24

15 a 19

10 a 14

5a9

0a4

5,00 4,00 3,00 2,00 1,00 0,00 1,00 2,00 3,00 4,00 5,00
Porcentaje

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de la estimación de la población, Medellín 2005. Departamento Administrativo
de Planeación de Medellín. Unidad de Clasificación Socioeconómica y Estratificación.

39
Índice de masculinidad (IM): Medellín presenta en el año 2005, 105 nacimientos
masculinos por cada 100 nacimientos femeninos.

Índice de Friz (IF): el indicador de 115% representa la proporción de población de 0 a 19


años en relación a la de 30 a 49 años y es la muestra de cómo la población de la ciudad
de Medellín es madura al estar ubicada en el rango, según Friz, entre 60 y 160.

Índice de envejecimiento (IV): en la ciudad se tienen 22 adultos mayores de 65 años por


cada 100 menores de 15 años; discriminado por sexo se tiene que por cada 100 hombres
menores hay 16 hombres adultos mayores y por cada 100 mujeres menores de 15 años
existen 29 mujeres adultas mayores.

Índice demográfico de dependencia (ID): en el año 2005 Medellín tiene 100 personas
económicamente activas (PEA) por cada 50 personas que “supuestamente” no son
autónomas por razones demográficas (edad); es decir, los adultos mayores y los niños
dependen económica y socialmente de personas que supuestamente deben sostenerlas
con su actividad laboral. Analizado por sexo este indicador, la ciudad presenta 53
hombres y 47 mujeres dependientes de 100 hombres y 100 mujeres económicamente
activos, respectivamente. El total de población dependiente de la ciudad es del 32%
(671.317) y la PEA es el 68% (1.416.928) restante.

Índice de estructura de la población activa (IS): este indicador muestra como las 25
generaciones que se encaminan al envejecimiento (de 40 a 64 años) de la población
económicamente activa (PEA) frente a las 25 generaciones que están por entrar a la PEA
(de 15 a 39 años) representan el 68% de la población; es decir, por cada 100 personas
que entran a la fuerza laboral de la ciudad salen 68.

Índice de reemplazamiento de la población en edad activa (IR): por cada 100


personas con edad entre 15 a 19 años que acaban de ingresar a la PEA, existen 37
adultos en la ciudad entre 60 y 64 años que están culminando su tiempo laboral, por eso a
aquellos se considera el relevo generacional de la ciudad, equivalente a un tercio para el
reemplazamiento de la PEA.

Índice Generacional de Ancianos (IGA): la ciudad presenta 6 personas de 35 a 64 años


que estarían en capacidad de hacerse cargo de un adulto mayor.

3.4.2 Aspectos económicos

Las condiciones de vida hacen parte de la calidad de vida del ser humano, por ser
fundamentales en su desarrollo y en la satisfacción de necesidades materiales. Aunque la
calidad de vida no se puede reducir a las condiciones socioeconómicas, éstas son
fundamentales para el bienestar del ser humano(88); las condiciones de vida son el
conjunto de bienes que conforman la parte social de la existencia humana, están
conformadas por: salud, educación, alimentación, sanidad ambiental y vivienda, y en
algunos casos incluye el medio cultural y político, por ser el entorno social que influye en
la formación de las capacidades humanas (v.gr. estado de salud, nivel de conocimientos)
y el logro de objetivos (seguridad, integridad personal, respeto a la dignidad humana,
ejercicio de la libertad y derechos políticos). (30)

40
De las condiciones de vida, la vivienda, el empleo y la educación adecuada son
prerrequisitos básicos para la salud de las poblaciones. (89) Los factores determinantes de
la salud (cualquier factor definible que efectúa un cambio en una condición de salud u otra
característica) pueden dividirse en: estilos de vida, influencias sociales, trabajo, acceso a
los servicios sanitarios, genética y medio ambiente;(90) además, se clasifican en
determinantes proximales o microdeterminantes, asociados a variables del nivel
individual, y determinantes distales o macrodeterminantes, asociados a variables de
los niveles de grupo y sociedad, es decir, poblacionales. (89)

Las condiciones de vida las provee el hombre a través de la prestación de su fuerza de


trabajo; fuerza de trabajo o mano de obra activa o población económicamente activa
(PEA), considerada base de la actividad económica de las comunidades. Su función es
producir bienes y servicios necesarios para satisfacer las necesidades de toda la
población.(86) El valor de la fuerza de trabajo se operacionaliza mediante el salario que le
permite sufragar los bienes y servicios que necesita para sobrevivir, pero el ingreso no es
lo único que se busca, como dijo Aristóteles§, “es simplemente útil como un medio para
obtener otras cosas”. (37)

El salario o ingreso, considerada la principal característica socioeconómica por la


oportunidad que ofrece de satisfacer las necesidades básicas, no es suficiente para
englobar las condiciones de vida de la población, pues también requiere:
aprovechamiento de las oportunidades; participación social, cultural y política; ejercicio de
potencialidades en diferentes esferas de la vida; contención de la pobreza, maltrato y
precariedad en el goce de los derechos humanos fundamentales. El aspecto económico
de una vida con calidad trasciende el ingreso y se expresa también, en el acceso a los
procesos productivos; distribución y consumo de bienes y servicios, acceso a trabajo
productivo y creativo necesario para obtener una vida con calidad (73) y son fundamentales
para el bienestar del ser humano. (88)

El empleo es la forma principal de utilización productiva y remunerada de la fuerza de


trabajo, es la fuente de satisfacción de las necesidades básicas de la población y quienes
no satisfacen sus necesidades básicas coinciden con aquellos que tienen problemas de
empleo.(86) El desempleo es la carencia completa de empleo para parte de la población y
el subempleo es el empleo deficiente en cantidad y calidad, de forma que no ocupa
suficientemente el tiempo y la capacidad productiva de los trabajadores (subempleo
visible), o que rinda ingresos insuficientes (subempleo disfrazado).(86)

La vivienda también hace parte de la condiciones de vida de una población, puesto que
dentro del patrimonio de las personas lo mínimo que requiere para su protección y la de
su familia es un lugar donde refugiarse; igualmente, un hogar es la unidad social
conformada por una persona o un grupo de personas que se asocian para compartir el
alojamiento y la comida. Es decir, hogar es el conjunto de personas que residen
habitualmente en la misma vivienda o en parte de ella (viven bajo el mismo techo), que
están unidas o no por lazos de parentesco, y que cocinan en común para todos sus
miembros (comen de la misma olla). (47)

§
Aristóteles (384-322 a.C): con un enfoque ético fue el primero en distinguir las técnicas económicas usadas
en la empresa y la familia, a la administración del hogar la llamó “economía”; diferenció el valor de uso y
(29)
valor de cambio, y entre dinero y riqueza.

41
3.4.3 Condiciones de salud

La salud no puede ser entendida como la ausencia de enfermedades. No existe persona y


menos aún población que, salvo en circunstancias excepcionales y transitorias
difícilmente imaginables, pueda ser considerada como absolutamente libre de todo
proceso patológico. Cada individuo, familia, y comunidad en general, en cada momento
de su existencia tiene necesidades y riesgos que le son característicos, sea por su edad,
sexo u otros atributos individuales, por su ubicación geográfica y ecológica, por su cultura
y nivel educativo, o por su ubicación económica social, que se traducen en un perfil de
problemas de salud que en mayor o menor grado afectan sus posibilidades de realización
personal y colectiva. Desde un punto de vista práctico no es posible vivir sin tener
"enfermedades" (en el sentido más general del concepto), solo la muerte significa la
negación absoluta de la salud y la enfermedad.(91)

El análisis de la situación de salud abarca diversos procesos que permiten explicar el


perfil salud-enfermedad de una población, incluyendo los daños, problemas de salud, y
determinantes ambientales, sociales, de comportamiento y de relaciones intersectoriales,
de competencia del sector salud o de otros sectores.(92;93) El campo de la situación de
salud incluye tanto los perfiles de necesidades y problemas, como las respuestas sociales
organizadas frente a los mismos; de la interacción entre ambos resulta un conjunto de
fenómenos (aparentes) que generalmente es conocido como perfil de morbimortalidad,
discapacidad e insatisfacciones, el cual constituye la parte emergente y visible a nivel
fenomenológico de esa estructura latente que es el complejo de necesidades, problemas
y respuestas sociales.(91)

Las estadísticas de morbilidad permiten conocer de qué se enferman o qué padecen los
habitantes de determinada región; calcular la población a atender con determinados
programas y la demanda de servicios que esa atención exigirá.(94) A pesar de los notables
avances registrados por los sistemas de información en salud del país, aún existen
grandes deficiencias en la información, en especial sobre morbilidad, sea por la carencia
de datos, por el subregistro de los mismos, o por la falta de compromiso real de los
actores involucrados en el desarrollo e implementación de los sistemas de información en
forma efectiva y eficaz.(95;96)

Para la epidemiología y la investigación de los fenómenos colectivos de la salud, la


incorporación de la categoría no se reduce al uso de una variable más ni al conocimiento
de indicadores de enfermedades que afectan a un sexo, deben explicar más bien como
intervienen las condiciones y relaciones de estos en el proceso salud-enfermedad;
relaciones que se modifican históricamente y que tienen expresiones distintas en los
diversos grupos humanos de la sociedad. Hay una variación sustancial de las condiciones
epidemiológicas de género en las distintas clases sociales y aquellas intervienen como
determinaciones fundamentales de la calidad de vida y salud de cada género.(72;97-99)

Si bien es cierto que las hombres gozan de una aparente superioridad sobre las mujeres
por el nivel educativo alcanzado, mejores empleos, mayores remuneraciones, estructuras
de poder y mayor reconocimiento social; no es menos cierto que este triunfo es a la vez
derrota, por el alto costo que se paga por ello: mueren más jóvenes (principalmente por la
violencia), padecen más enfermedades evitables como consecuencia de las infecciones
de transmisión sexual, consumo de alcohol y otras drogas psicoactivas, más inclinación a

42
la agresión y a producir sufrimiento, y como si fuera poco, se enfrentan a la competencia y
a la sensación de pasividad.(100)

Pero esto no quiere decir que las mujeres viven bien, ni siquiera que viven mejor que los
hombres, porque el hecho de que mueran con menor frecuencia no significa que no
tengan un cúmulo de sufrimientos no letales, agravado con un incremento en la
proporción de hogares con jefatura femenina sin soporte salarial, expansión del trabajo
femenino de baja calificación, agudización de la triple carga de actividad femenina para la
supervivencia: el trabajo laboral, la práctica doméstica, las funciones y tareas de
reproducción, feminización de profesiones de alta peligrosidad.(72)

Los aumentos de la esperanza de vida registrados en la primera mitad del siglo XX


fueron el resultado de un rápido descenso de las tasas de mortalidad, en particular de la
maternoinfantil y de la atribuible a enfermedades infecciosas en la infancia y en la primera
etapa de la edad adulta.(101) El acceso a una vivienda, unos servicios de saneamiento, una
educación de mejor calidad, la tendencia a formar familias más reducidas, el incremento
de los ingresos y la adopción de medidas de salud pública, como la inmunización contra
diversas enfermedades infecciosas, contribuyen enormemente a esa transición
epidemiológica.(16)

- Morbilidad

La probabilidad de morir de un individuo es muy diferente al tipo de enfermedad padecido,


por esta razón hay patologías de alta incidencia pero raramente son causas de muerte,(96)
en este trabajo de investigación se analizó la morbilidad atendida y sentida. La morbilidad
atendida se basó en la información obtenida de los registros individuales de prestación de
servicios de salud (RIPS)(102) consignados en la Secretaría de Salud Municipal de los
servicios de consulta externa, urgencias y hospitalización,(7) esta información ofrece
limitaciones en cuanto a representatividad, la cual puede estar afectada por el
desconocimiento de la cobertura real de los servicios, el grado de utilización de los
mismos, su percepción de gravedad o necesidad de consultar. La morbilidad sentida se
obtuvo de los directamente implicados, los cuales referenciaron signos, síntomas y
dolencias en general, categorizados según la familia de clasificaciones consignadas en
los 22 capítulos de la CIE-10.(103)

Es ampliamente conocida la asociación entre edad y estado de salud de las personas, lo


que hace posible predecir el desarrollo de ciertas enfermedades si se conoce la
proporción que representan los diferentes grupos de edad en la población. Generalmente
los grupos de edad más estudiados en cuanto a morbilidad -desviación objetiva o
subjetiva de un estado de bienestar fisiológico- son los menores de un año y los mayores
de 65, quienes más acceden a los servicios de salud debido a sus condiciones físicas; no
obstante, la población adulta joven y medio presenta un perfil epidemiológico interesante
e importante; esta población, a pesar de presentar problemas de salud muy relacionados
con la actividad laboral, es la que menos accede o utiliza los servicios de salud, muy
probablemente por sus ocupaciones laborales y sociales que sólo les permite consultar en
casos extremos.

Los trastornos cardiovasculares representan el 13% de la carga de morbilidad en adultos


de 15 años o más. La cardiopatía isquémica y las enfermedades cerebrovasculares son

43
las causas que más aportan a la morbilidad y mortalidad de los adultos, principalmente en
los países en vía de desarrollo. De los 7,1 millones de muertes causadas por cáncer en el
mundo, se considera que el 17% fueron de pulmón, y tres cuartas partes de ese
porcentaje correspondió a hombres, y en el caso de las mujeres, el cáncer de mama es el
más mortífero, pero la sobrevivencia a esta enfermedad varía en función de factores como
cobertura, acceso y prevención.(16)

Los traumatismos, tanto accidentales como intencionales, afectan principalmente a los


adultos jóvenes y tienen a menudo graves consecuencias discapacitantes. En términos
globales los traumatismos contribuyeron en el 2002 en un 14% a la carga mundial de
morbilidad adulta. En algunas partes de las Regiones de las Américas, Europa oriental y
el Mediterráneo Oriental, más del 30% de la carga total de morbilidad correspondiente a
los adultos entre los 15 y los 44 años, es atribuible a los traumatismos por accidentes de
tráfico, los actos de violencia y las autolesiones, figuran entre las 10 causas principales.(16)

En términos mundiales, los traumatismos por accidentes de tráfico constituyen para ese
grupo de edad y sexo la tercera causa de morbilidad, precedida solamente por el
VIH/SIDA y la depresión unipolar. La carga atribuible a los traumatismos por accidentes
de tráfico va en aumento, especialmente en los países en desarrollo del África
subsahariana y de Asia sudoriental, y afecta sobre todo a los hombres. Los traumatismos
intencionales, que incluyen también las autolesiones, el suicidio y los actos de violencia y
de guerra, representan una parte cada vez mayor de la carga, sobre todo entre los adultos
jóvenes económicamente productivos. En los países desarrollados, los suicidios
acaparan la proporción más importante de la carga atribuible a los traumatismos
intencionales, mientras que en las regiones en desarrollo es la violencia y la guerra las
que ocupan el primer lugar. (16)

El mayor porcentaje de años vida ajustados por discapacidad (AVAD) perdidos en los
países con alta mortalidad está asociado con el consumo de alcohol, hasta un 13% en los
traumatismos no intencionales y casi un 15% de los años AVAD perdidos por
traumatismos deliberados, como suicidios y homicidios, y es uno de los cinco grandes
factores de riesgo de traumatismos causados por el tránsito. Además, datos residentes
llevan a pensar que existe una asociación entre los trastornos provocados por el alcohol y
el VIH/SIDA.(104)

Las diez principales causas de morbilidad en la población de 15 a 59 años del mundo en


el año 2002, fueron: VIH/SIDA (68.661 AVAD en miles), trastornos depresivos unipolares
(57.843), tuberculosis (28.380), traumatismos por accidentes de tráfico (27.264),
cardiopatía isquémica (26.155), trastornos por consumo de alcohol (19.567), pérdida de
oído (19.486), violencia (18.962), enfermedades cerebrovasculares (18.749), autolesiones
(18.522). En la tabla 1 se observan la distribución por causa de morbilidad según sexo.(16)

Otros estudios evidencian las diferencias en la morbilidad y la mortalidad general por


sexo, se ha estimado un mayor riesgo en la mortalidad para los hombres que para las
mujeres, incrementándose la diferencia en los últimos años. Esta diferencia se hace a
expensas de la mortalidad por homicidio y lesiones inflingidas por otros, pues en 1993 los
hombres tenían 14 veces más riesgo de morir por esta causa que las mujeres. En ellas se
registra una tasa levemente mayor que en los hombres para las enfermedades crónicas y
degenerativas como las afecciones cerebro vasculares, tumores malignos, enfermedades

44
del aparato respiratorio, cardiovasculares, de la circulación, pulmonar y la diabetes
mellitus.(105)

Tabla 1. Causas principales de la carga de morbilidad (AVAD) para hombres y mujeres de


15 años y más, todo el mundo, 2002

Hombres Mujeres
Causa % Causa %
AVAD AVAD
1 VIH/SIDA 7,4 1 Trastornos depresivos unipolares 8,4
2 Cardiopatía isquémica 6,8 2 VIH/SIDA 7,2
3 Enfermedades cerebrovasculares 5,0 3 Cardiopatía isquémica 5,3
4 Trastornos depresivos unipolares 4,8 4 Enfermedades cerebrovasculares 5,2
5 Traumatismos por accidente de tráfico 4,3 5 Catarata 3,1
6 Tuberculosis 4,2 6 Pérdida del oído 2,8
7 Trastornos por consumo de alcohol 3,4 7 Enferm.pulmonar obstructiva crónica 2,7
8 Violencia 3,3 8 Tuberculosis 2,6
9 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 3,1 9 Osteoartritis 2,0
10 Pérdida del oído 2,7 10 Diabetes mellitus 1,9
Fuente: OMS, Informe sobre la salud en el mundo 2003

En cuanto a la diferenciación de la morbilidad por sexo, se puede identificar que los


cambios observados en el comportamiento de las enfermedades para el grupo de edad
entre 15 y 44 años, se deben en alguna medida a los periodos de violencia que ha vivido
la ciudad de Medellín. Se encontró que “las laceraciones, heridas y traumatismos de
vasos sanguíneos representaron aproximadamente la tercera parte de las consultas de
los hombres con una proporción máxima de 43,7% en 1984, y mínima de 28,3% en 1993;
en las mujeres, el comportamiento de esta causa es similar a la proporción de las
complicaciones relacionadas principalmente con el embarazo, lo cual puede estar
indicando la alta exposición de las mujeres a situaciones violentas”.(105;106)

Al hacer la búsqueda de la información existente sobre morbilidad y mortalidad para los


adultos jóvenes y medios de la ciudad de Medellín, se observó una carencia de
información con respecto a la morbilidad de la población adulta joven (de 20 a 44 años de
edad), ya que actualmente para el perfil de morbilidad se hace una agrupación de la
población de 15 a 44 años de edad, sin considerar que las personas menores de edad,
debido a sus condiciones sociales y económicas pueden presentar características en su
situación de salud diferentes a la población mayor de edad.(105;107)

Respecto a la morbilidad general habitualmente se hace una discriminación por tipo de


servicio y por causas, sin profundizar en la diferenciación por grupos de edad y sexo. En
el perfil de mortalidad de la población de Medellín generalmente se tiende a analizar la
información según las principales causas para los seis grandes grupos de edad (menores
de 1 año, entre 1 y 4 años, de 5 a 14, de 15 a 44, de 45 a 59 y, 60 y más); sin embargo,
no se hace mayor profundización en cuanto a la población adulta joven y media, pues el
análisis se centra en los menores de un año, mayores de 65 y en las muertes maternas,
posiblemente por su alta frecuencia y aporte a la mortalidad general, restándole
protagonismo a la población adulta entre los 20 y 64 años de edad.

45
- Mortalidad

La importancia del análisis de la mortalidad fue reconocida mucho antes de que se


conceptualizara sobre la salud pública de las poblaciones, desde el recuento sistemático
de muertes, sus causas y la construcción de tablas de vida realizado por John Graunt a
mediados del siglo XVII, hasta la construcción de indicadores que evalúan el riesgo de
morir, la gravedad, letalidad, repercusiones de las enfermedades y sobrevivencia de los
individuos.(96)

La mortalidad, acción de la muerte sobre una población, es un indicador indirecto de las


condiciones de salud de una población; sus niveles, tendencias diferencias y causas
constituyen elementos básicos que deben considerarse en la planificación de los servicios
de salud.(105) La mortalidad no solo es un indicador de la magnitud sino también del riesgo
absoluto de morir que refleja las condiciones de vida de la población, la utilización de los
servicios de salud, los avances tecnológicos, los niveles de educación, el urbanismo
planificado, la prestación de los servicios de salud, el desarrollo de la región, el qué hacer
de los diferentes sectores y las enfermedades que padece la población y por las cuales
está muriendo.(108)

Según el Informe sobre la Salud en el Mundo del 2003 de la OMS, Colombia se encuentra
catalogada en los países en desarrollo con baja mortalidad con una mayor proporción de
la población de 60 y más años, seguido de los adultos entre 15 y 59 años, y por último la
población menor de 5 años. Llama la atención el número relativamente elevado de
muertes registradas en adultos con edades entre los 15 y los 59 años, donde en los
países en desarrollo, más del 30% del total de fallecimientos se produce en esas edades,
mientras que en las regiones más ricas ese porcentaje se sitúa en un 20%. Esta
elevadísima tasa de mortalidad prematura entre los adultos, observada en los países en
desarrollo, es un importante problema de salud pública.(16)

En los últimos cinco decenios se ha logrado en todo el mundo extraordinarias mejoras en


lo referente al estado de salud de los adultos.(109) El riesgo de morir entre los 15 y los 60
años ha disminuido sustancialmente, de una media mundial de 354 muertes por 1000
habitantes en 1955 a 207 en 2002, pero se evidencia una desaceleración en los últimos
tiempos como una clara advertencia de que no va a ser fácil lograr una reducción
continuada de la mortalidad adulta, particularmente en los países en desarrollo.(16) Las
diez principales causas de mortalidad en la población de 15 a 59 años del mundo en el
año 2002, fueron (en miles): VIH/SIDA (2279 defunciones), cardiopatía isquémica (1332),
tuberculosis (1036), traumatismos por accidentes de tráfico (814), enfermedades
cerebrovasculares (783), autolesiones (672), violencia (473), cirrosis hepática (382),
infecciones de las vías respiratorias inferiores (352), enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (343).(11)

Dicho informe llama la atención respecto al consumo de tabaco pues considera que este
aspecto sumado a una alimentación inadecuada y la falta de actividad física son los
principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, que va en aumento en el
mundo y ya es considera como una epidemia no solo en los países desarrollados sino en
los que están en esa vía. El consumo de cigarrillo, otros productos de tabaco y la
exposición al humo ajeno constituyen la principal causa mundial de defunción prevenible y

46
son responsables de cinco millones de muertes al año en el mundo, que se concentran
principalmente en países pobres y en poblaciones más desfavorecidas.(16)

En el año 2003 la OMS adoptó el Convenio Marco para el control del Tabaco (CMCT),
instrumento jurídico de índole internacional y que espera limitar los daños de los
productos de tabaco en la salud, pues se estima que al 2025 uno de cada dos fumadores
morirá a consecuencia de una enfermedad relacionada con el tabaco, esto hace del
tabaquismo un problema de salud pública.(16)

En Colombia, en términos generales, la mortalidad se ha mantenido constante durante los


últimos 13 años con valores relativamente bajos. La disminución en la incidencia de las
enfermedades transmisibles está asociada con el mejoramiento de los niveles de
educación, la ampliación de la cobertura de servicios públicos y el fortalecimiento de
programas preventivos, en particular el de vacunación. Por otro lado, el deterioro del
ambiente y los estilos de vida eminentemente urbanos explican los aumentos de las
enfermedades crónicas como son los tumores y las cardiovasculares.(107;108;110)

Los eventos conocidos como de causalidad externa relacionados con la violencia y los
accidentes de tránsito han registrado un incremento notable, constituyéndose en uno de
los principales problemas de salud pública de la actualidad.(108) Entre todos los países de
América, Colombia tiene uno de los más altos índices de violencia, estimándose que el
15% se debe a causas políticas y el 85% a conflictos cotidianos.(108)

En Antioquia, similar a la situación de Colombia, la mortalidad general presenta


tendencias al descenso desde principios del siglo XX, siendo tres veces menor el riesgo
de morir en 1998 que en 1912, pasando de 145 muertes a 55 por cien mil habitantes. La
estructura de la mortalidad general muestra una reducción en todos los grupos de edad
excepto en el grupo de 15 a 44 años; para este último grupo, en 1982 el 52% de las
muertes registradas se debió a causas violentas, proporción que se elevó al 79% en
1998.(54)

En Medellín, la evolución de la estructura de la mortalidad evidencia tanto los problemas


característicos de las deficientes condiciones de vida como de los conflictos propios de los
países subdesarrollados. Hasta el periodo de 1947-1951 predominaron las enfermedades
infecciosas y respiratorias como las primeras causas de mortalidad; posteriormente, de
1962-1985 se incrementaron las afecciones cardiovasculares y aunque los accidentes de
tránsito, envenenamientos y violencia ocuparon el tercer lugar en la mortalidad desde
1972, a partir de 1986 se ubican en el primer lugar.(105)

3.4.4 Aspectos de seguridad social

Con la implementación del Sistema General de Seguridad Social en Colombia en 1993, se


buscó regular el servicio público esencial de salud y crear condiciones de acceso en toda
la población al servicio en todos los niveles de atención. Esta ley promulga que todos los
habitantes en Colombia deberán estar afiliados al Sistema General de Seguridad Social
en Salud SGSSS, previo al pago de la cotización reglamentaria, o a través del subsidio
que se financiará con recursos fiscales, de solidaridad y los ingresos propios de los entes
territoriales.(111)

47
La Ley 100 de 1993 unificó el sistema público, privado y de seguridad social e impuso un
modelo de competencia regulada para mejorar la eficiencia y la equidad de los servicios
de salud, fomentó la operación de prestadores y aseguradores y estableció las tarifas y
los servicios mínimos que debe incluir cada uno; todo ello, con el objeto de amparar a la
población y la calidad de vida, bajo los principios fundamentales:(111)

- Eficiencia: mejor utilización social y económica de los recursos administrativos,


técnicos y financieros disponibles para que los beneficios a que da derecho la
seguridad social sean prestados en forma adecuada, oportuna y suficiente.
-
Universalidad: garantía de la protección para todas las personas, sin ninguna
discriminación, en todas las etapas de la vida.
-
Solidaridad: práctica de la mutua ayuda entre las personas, las generaciones, los
sectores económicos, las regiones y las comunidades bajo el principio del más fuerte
hacia el más débil. Es deber del Estado garantizar la solidaridad en el régimen de
Seguridad Social mediante su participación, control y dirección del mismo. Los
recursos provenientes del erario público en el Sistema de Seguridad se aplicarán
siempre a los grupos de población más vulnerables.
-
Integralidad: cobertura de todas las contingencias que afectan la salud, la capacidad
económica y en general las condiciones de vida de toda la población. Para este efecto
cada quien contribuirá según su capacidad y recibirá lo necesario para atender sus
contingencias amparadas por esta Ley.
-
Unidad: articulación de políticas, instituciones, regímenes, procedimientos y
prestaciones para alcanzar los fines de la seguridad social.
- Participación: intervención de la comunidad a través de los beneficiarios de la
seguridad social en la organización, control, gestión y fiscalización de las instituciones
y del sistema en su conjunto.

La afiliación puede hacerse a través del régimen contributivo con plan obligatorio de salud
(POS), financiado con aportes obligatorios de trabajadores y patronos, el régimen
subsidiado con plan obligatorio de salud subsidiado (POS-S), financiado por el Estado y
los subsidios provenientes del régimen contributivo; y los planes de atención
complementaria (PAC) regidos por reglas del mercado.(50)

Los sistemas de salud se basan en la atención de las personas, pero tropiezan con
enormes obstáculos además de los ya existentes, como la racionalidad económica del
SGSS, la violencia interna y las emergencias emergentes han socavado seriamente los
sistemas. El gasto sanitario a nivel mundial es inferior a 15 dólares por habitante en casi
el 20% de los Estados Miembros de la OMS; en muchos países, especialmente en los
más pobres, las personas que necesitan tratamientos para sí mismas o para sus familias
pagan de su bolsillo el grueso de los servicios de salud que necesitan.(16)

Todos los esfuerzos a mejorar los sistemas de atención sanitaria en los países en
desarrollo se enfrentan a numerosos retos: la formación y retención del personal sanitario;
la gestión de la información sanitaria; el financiamiento, y la rectoría pública en un
contexto sanitario pluralista. Muchos otros problemas afronta cada país, pero estos son
los de más urgente atención, de no superarse, poco se logrará hacer para mejorar el
acceso a la atención de las personas más pobres y vulnerables.(16)

48
Con el aumento de la población adulta, el envejecimiento de la población y el
desplazamiento mundial de la carga global de la enfermedad hacia las enfermedades
crónicas, el modelo de seguridad social de los países debe garantizar una asistencia
coordinada y eficiente. Esto requerirá una nueva orientación de los sistemas de salud que
actualmente se organizan alrededor de experiencias de enfermedades graves y
episódicas, no adecuados para afrontar las necesidades sanitarias de las poblaciones.(112)

El sistema promueve la promoción de la salud, -proceso que permite a las personas


controlar y mejorar su salud- y la prevención de las enfermedades -prevención y
tratamiento de las patologías que son especialmente frecuentes-. La prevención se refiere
tanto a la prevención primaria (v.gr. evitar el tabaquismo) como a la prevención
secundaria (detección selectiva precoz de las enfermedades crónicas) y a la prevención
terciaria (tratamiento clínico apropiado de las enfermedades), todo esto contribuye a
reducir el riesgo de discapacidades. Aunque se realicen los mejores esfuerzos en
promover la salud y prevenir las enfermedades, las personas se ven expuestas a un
riesgo creciente de desarrollar enfermedades a medida que llegan a la edad adulta.(5)

3.5 Satisfacción con la vida

3.5.1 Aspectos sociales

La cultura es un determinante transversal de la calidad de vida de la población adulta,


porque influye sobre todos los demás determinantes.(113) Las tradiciones culturales
determinan el proceso salud-enfermedad de las poblaciones, por ejemplo, las diferentes
identidades étnicas aportan una diversidad de valores, actitudes y tradiciones a la cultura
dominante dentro de un país. Las políticas y los programas que se instauren necesitan
respetar las culturas y tradiciones actuales a la vez que desenmascaran estereotipos e
informaciones erróneas. Por otra parte, existen valores universales críticos que
trascienden la cultura, como los valores éticos y los derechos humanos.(5;114)

Actualmente se cuenta con el concepto de cultura de Clifford Geertz§, entendida como un


proceso (o red, malla o entramado) de significados en un acto de comunicación, objetivos
y subjetivos, entre los procesos mentales que crean los significados (la cultura en el
interior de la mente) y un medio ambiente o contexto significativo (el ambiente cultural
exterior de la mente, que se convierte en significativo para la cultura interior). Parte del
concepto semiótico de Max Weber£ que considera al hombre como un animal inserto en
una tramas de significación que él mismo ha tejido, considera que la cultura es esa
urdimbre y que el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una ciencia experimental
en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones. En otras

§
Clifford Geertz (1923-en Estados Unidos): antropólogo, creador de la “antropología simbólica” que se centra
en las diferentes maneras en que la gente entiende su alrededor y las acciones que realiza; interpretaciones
que le permiten establecer significados a sus acciones.
£
Max Weber (1864-1920). Sociólogo alemán, se interesó por el derecho, la historia y muy especialmente por
la economía; fue un renovador de las ciencias sociales incluyendo su metodología al entender que el
método de estas disciplinas no podía ser una mera imitación de los empleados por las ciencias físicas y
naturales, dado que en los asuntos sociales intervienen individuos con conciencia, voluntad e intenciones
que es preciso comprender. Propuso el método de los tipos ideales, categorías subjetivas que describen la
intencionalidad de los agentes sociales mediante casos extremos, puros y exentos de ambigüedad.

49
palabras la cultura es la red o trama de sentidos con que se le da significado a los
fenómenos o eventos de la vida cotidiana.(115)

De hecho, el modo de comprender la vida humana difiere de una cultura a otra, y de esa
misma manera, ocurre con la noción de calidad de vida. El ser humano interpreta desde
un determinado universo de símbolos, representaciones y creencias que hay que
enmarcarlos en contextos y tiempos determinados, por lo que desde esta perspectiva no
se puede generalizar el concepto de calidad de vida, ya que este va a responder al
significado cultural de cada individuo. A esto se le añade el sentido que tiene la vida para
cada persona, donde se cae en el plano filosófico, pues desde esta perspectiva, la calidad
de vida debe verse cuando tiene algún sentido, además de la valoración teológica que
cada persona tenga de ella.(88)

Las redes de apoyo social se dividen de acuerdo con su naturaleza: las redes formales
corresponden a entidades privadas o gubernamentales, instituidas dentro de las
estructuras sociopolíticas del estado; las redes informales corresponden a grupos y
asociaciones que funcionan con normas y reglamentos propios establecidos según el
propósito y objetivo de su constitución. Las redes de apoyo informal pueden ser primarias
conformada por familiares y convivientes, y las secundarias, conformadas por vecinos,
amigos y parientes, que le permiten la incorporación en la gestión colectiva, el
protagonismo, la construcción de la sociedad civil, la realización individual y mecanismos
para el desarrollo humano.(8)

La familia, como sistema social cumple con dos funciones básicas a saber: la primera es
asegurar la supervivencia, el bienestar físico, la suficiencia de alimento y vestido, y la
seguridad a los miembros de ella; y la segunda, proporcionar los vínculos afectivos entre
los mismos miembros; por lo tanto, la familia juega un papel importante no solo en el
proceso generador de la enfermedades sino en el de su rehabilitación, en la medida en
que cumpla con sus funciones básicas. El apoyo familiar y social, las oportunidades para
la educación y el aprendizaje durante toda la vida, las políticas de protección frente a la
violencia y el abuso son factores fundamentales del entorno social que mejoran la salud,
la independencia y la productividad.(8)

3.5.2 Aspectos personales

La satisfacción con la vida está relacionada con la valoración individual de la calidad de


vida, regida por apreciaciones subjetivas y objetivas donde se trasciende lo económico y
se mira la percepción, opinión, satisfacción y expectativas de las personas.(116) Así, pues,
para medir un determinado tipo de calidad de vida es necesario contar con otros
referentes que sirvan de contraste. Es preciso diferenciar los diversos modos de vida,
aspiraciones e ideales, éticas e idiosincrasias de los conjuntos sociales, para distinguir los
diferentes eslabones y magnitudes, pudiendo así dimensionar mejor las respectivas
variaciones entre unos y otros sectores de la población. Explicado de otra manera, es
presuntuoso aspirar a unificar un criterio de calidad de vida, por cuanto los valores,
apetencias e idearios varían notoriamente en el tiempo en el interior de las esferas y
estratos que conforman las estructuras sociales. La calidad de vida es una construcción
histórica y cultural de valores, sujeta a las variables de tiempo, espacio e imaginarios, con
los singulares grados y alcances de desarrollo de cada época y sociedad. (22)

50
Según Max Neef§, en las definiciones aceptadas de calidad de vida se observa un
relativismo socioeconómico y cultural que puede llevar a inequidades en su medición o
evaluación; reconoce los aspectos positivos de adecuar la evaluación de calidad de vida
al contexto cultural de individuos y comunidades, y su medición consiste en la percepción
entre situación versus expectativas o estándares; sin embargo, existe el riesgo de obtener
mediciones diferentes para situaciones objetivas similares, debido a expectativas
reducidas por desconocimiento o falta de acceso a otros referentes.(117)

La calidad de vida se debe mirar desde dos puntos: la parte individual (privada) y la parte
colectiva (pública).(30) Desde la parte individual o privada es importante mirar: percepción,
sentido de vida, utilidad, valoración, felicidad, satisfacción de necesidades y demás
aspectos subjetivos que son difícilmente cuantificables, pero que hacen que una vida
tenga calidad con responsabilidad moral. Desde la parte colectiva o pública es
fundamental determinar el contexto cultural en el que vive, crece y se desarrolla un
individuo pues en él se concentra un capital humano, que con responsabilidad ética
responde a significados que él mismo ha tejido con el apoyo de los demás y que
corresponden a la trama de sentido de los eventos de la vida cotidiana, y le permiten
valorarla, al contrastarla con criterios colectivamente válidos en la sociedad en que vive.

Si se considera a priori que ya existe cobertura de ciertas necesidades básicas para la


sobrevivencia, se considera al ser humano inmerso dentro de una sociedad, enmarcado
en un lugar determinado (físico e histórico) y una cultura que ha adquirido mediante la
socialización; ambos elementos regulan e incluso limitan las concepciones del mundo del
sujeto. En este contexto el sujeto evalúa su vida, más o menos consciente de lo que
acontece puesto que aquel proceso se encuentra mediado por una cantidad de factores
anexos a los globales: nivel evolutivo, comparación con otros, historia personal, momento
actual, expectativas futuras, etc; todo esto se conjuga y le permite la evaluación acorde
con dicha vivencia. Pero no se puede olvidar las características personales, factor que se
adiciona a los ya mencionados, complejizando aún más el proceso, desde donde se
rescata la subjetividad –forma de concebir el mundo, tan particular como humanos hay en
la tierra-.(114) Figura 5.

Desde lo individual influyen los aspectos personales que incorporan componentes


biológicos, psicológicos y conductuales. En los biológicos se hace referencia a la
genética, por cuanto la edad adulta es un proceso biológico que se inicia en la etapa de
formación hasta su muerte; etapas sucesivas en el cual el organismo se deteriora y se
generaliza una pérdida de respuesta de adaptación a la agresión del medio y un aumento
del riesgo de enfermedades asociadas a la edad. Esta es la razón principal para que los
adultos enfermen mas que los jóvenes, debido a que su vida es más prolongada y se
exponen a mayores factores externos, conductuales y medioambientales que le provocan
enfermedad,(5) discapacidad y muerte.

§
Manfred MaxNeef (1932-en Chile). Ingeniero comercial, licenciado en ciencias económicas, docente
Instituto de Economía, Universidad Austral de Chile, ganador del premio alternativo Nobel en Economía y
(32)
creador de los principios de Economía Descalza y de la Teoría del Desarrollo a Escala Humana.

51
Figura 5. Calidad de vida desde la subjetividad

Cultura y Sociedad
Condiciones Contexto
De Vida ambiental

Relación y
evaluación
constante Valores y
creencias Calidad
personales de vida

Historia personal

Satisfacción Contexto
Temporalidad Etapa evolutiva
Personal social

Expectativas

Fuente: Calidad de vida: una perspectiva individual.


Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos15/calidad-de-vida/calidad-de-vida.shtml.
[consultado el 15 de enero de 2006]

Los aspectos psicológicos hacen referencia a la inteligencia, rendimiento y capacidad


cognoscitiva (velocidad de aprendizaje y memoria), factores conductuales (consumo de
alcohol y medicamentos), satisfacción consigo mismo (falta de motivación, bajas
expectativas, falta de confianza, sentimiento positivo, soledad y aislamiento), la
autoeficacia (la fe que tienen las personas en su capacidad para ejercer el control de sus
vidas) está vinculada a las decisiones de conducta personal. La manera de enfrentarse
con las circunstancias adversas, determina lo bien que las personas se adaptan a las
transiciones (como la jubilación, el envejecimiento, la pérdida de un ser querido y la
aparición de enfermedades).(5)

En los aspectos conductuales se encuentran la adopción de estilos de vida saludables y la


participación activa en el autocuidado, como: actividad física adecuada, alimentación
sana, no consumo de alcohol, tabaco y controlar la automedicación, pueden evitar la
discapacidad, el declive funcional, prolongar la vida y mejorar la propia calidad de vida. La
participación periódica en actividades físicas moderadas puede retrasar el declive
funcional, reducir el riesgo de enfermedades crónicas, mejorar la salud mental, suele
favorecer los contactos sociales, mantener la mayor independencia posible durante un
tiempo más prolongado, además de reducir el riesgo de caídas.(18)

Por alimentación sana se entiende lo relacionado con alimentación y seguridad


alimentaria en todas las edades incluyendo tanto la desnutrición asociada a problemas
económicos, falta de conocimientos e información, como el consumo excesivo de calorías
que aumenta considerablemente el riesgo de sufrir obesidad, enfermedades crónicas y
discapacidades a medida que las personas se hacen mayores.(16)

52
Los cambios metabólicos generados con el incremento de la edad, producen
predisposición a las enfermedades relacionadas con el alcohol, entre las que se incluyen
la desnutrición y las enfermedades hepáticas, gástricas y del páncreas. Aunque está
demostrado que un consumo bajo o moderado de alcohol (hasta un vaso al día) resulta
beneficioso a partir de los 40 años para proporcionar cierto grado de protección contra la
cardiopatía coronaria,(118) desde el punto de vista de la mortalidad global, los efectos
adversos de la bebida superan cualquier protección contra la cardiopatía coronaria,
incluso en las poblaciones de alto riesgo.(5) El consumo de tabaco es un factor de riesgo
modificable, una importante causa de muerte prematura que se puede evitar y está
relacionado negativamente con factores que pueden llevar a importantes pérdidas de la
capacidad funcional.(15;16)

El consumo habitual de sustancias psicoactivas en muchas culturas y en muchas


sociedades es usualmente natural, como sucede con la masticación de hojas de coca por
los indios quechuas y aimarás del altiplano andino, o fumar opio por los miembros de la
tribu kareen, o el uso de bebidas alcohólicas en ciertos lugares socialmente aceptables,
como en ocasiones de interacción social o como medio de participación en actividades
religiosas y culturales. Pero no siempre su uso es voluntario, como la tradición de facilitar
sustancias a trabajadores que laboran bajo condiciones difíciles o estresantes puesto que
les ayuda a soportar el trabajo prolongado y agotador; así ocurre con la introducción de
sustancias como la heroína o cocaína en poblaciones jóvenes empleados en trabajos
marginales.(119)

Aunque el consumo de sustancias psicoactivas varía de un lugar a otro, las bebidas


alcohólicas y el cigarrillo son las sustancias más consumidas en el mundo y las que
mayores consecuencias traen para la salud pública, puesto que el consumo de alcohol
está asociado a accidentes de transito, traumatismos, suicidios, homicidios, violencia
intrafamiliar, etc., y es el principal factor de riesgo en los países en desarrollo y el tercero
en los países desarrollados (para problemas de salud pública);(104) el consumo de tabaco
está asociado al incremento del riesgo de las enfermedades cardiovasculares y otros
estados mórbidos no trasmisibles y es considerado como uno de los tres grandes
problemas de este nuevo milenio.(16)

En algunos países industrializados se ha estabilizado o reducido el consumo de alcohol


por habitante, pero en muchos países del mundo aumentan las tasas y progresa el hábito
de beber en exceso en la población en general debido a la disponibilidad de las bebidas
alcohólicas, las campañas de comercialización y promoción, y debilitamiento de las
relaciones de autoridad y los tabúes relacionados con la edad. También consumen más
alcohol los hombres que las mujeres, pero se ha incrementado el beber ocasionalmente
en grandes cantidades en ambos sexos y aunque los hombres tienen más problemas
relacionados con el consumo, las mujeres suelen sufrir directamente las consecuencias;
es decir, las mujeres que conviven con bebedores están más expuestas a tratos violentos
que las demás. Las mujeres en edad fértil que consumen alcohol elevan los riesgos de
embarazos no deseados y exponen al feto a defectos congénitos, anomalías del
desarrollo o al síndrome de alcoholismo fetal.(118)

El abuso de sustancias se presenta cuando está comprometida la función económica y


social de quien consume, el uso determina consecuencias médicas graves y
potencialmente irreversibles, existe coacción a usar sustancias con el fin de explotación,

53
la magnitud del uso amenaza con desintegrar instituciones sociales, la interrupción del
uso provoca agudos síntomas físicos y psicológicos de abstinencia y, es causa de otros
problemas de salud, quienes la consumen conocen los efectos dañinos; en otras
palabras, el abuso es una deficiencia funcional. El abuso de sustancias psicoactivas es
con frecuencia una consecuencia del rápido cambio social y en ocasiones de confusión
social, ocasionado por la modernización, urbanización, conflictos civiles, epidemias y
dificultades económicas extremas, cambios culturales abruptos, pérdida de valores,
sentimientos de marginalidad, crisis de identidad por cambios de residencia, presión de
los pares, mecanismos de escape a la frustración, la angustia y aburrición, entre otros.

La prevención de la drogodependencia o farmacodependencia parte desde su detección


precoz hasta la intervención para combatirlo. Intervenciones psicológicas preventivas de
los efectos nocivos de su uso, abuso, dependencia y abstinencia, sumada a la educación
familiar son las estrategias más efectivas para controlar el consumo de sustancias
psicoactivas y así evitar los trastornos o estados patológicos que se originan como:
intoxicación aguda (condición temporal después de la ingesta acompañada de síntomas
de perturbación de los procesos cognitivos, el afecto y el comportamiento), uso nocivo o
consumo perjudicial (daño físico o mental asociado al consumo de una sustancia),(120)
síndrome de dependencia (intenso e irresistible deseo de tomar una sustancia
acompañado por la incapacidad de controlar la ingesta) y trastornos psicóticos causados
por el consumo de alcohol y opioides como opio o heroína, cannabinoides como
marihuana, sedantes e hipnóticos, cocaína, y otros estimulantes como alucinógenos,
tabaco y disolventes volátiles.(119)

Lo anteriormente expuesto sugiere que sobre el concepto de calidad de vida hace


referencia al mundo ideológico de pensamientos, sensaciones, satisfacciones y
subjetividades del ser humano; tiene sentido para cada persona según la escala valorativa
de cada necesidad satisfecha. Por esta razón, el concepto de calidad de vida que se
utilizó en esta investigación, se construyó teniendo en cuenta la recomendación de la
OMS en el sentido de incluir aspectos físicos (vivienda), psicológicos (percepciones),
sociales (relaciones interpersonales) y ambientales (entorno), que se incluyen en las
condiciones de vida (variables objetivas que se pueden medir independientemente de los
sentimientos) y la satisfacción con la vida (variables subjetivas que dependen de los
sentimientos y solo se pueden mirar a través de los interesados).(8;41)

54
4. Objetivos

4.1 Objetivo general

Comparar los aspectos de la calidad de vida: económicos, condiciones de salud, de


seguridad social, entorno físico, sociales y personales de los hombres y las mujeres de 20
a 64 años de la ciudad de Medellín, en el año 2005; con el fin de generar conocimiento
para que diferentes actores sociales, mejoren la calidad de vida del adulto del mañana.

4.2 Objetivos específicos

- Caracterizar los aspectos económicos de la población de 20 a 64 años de la ciudad de


Medellín en el año 2005, según sexo.

- Determinar las condiciones de salud de los adultos de 20 a 64 años de Medellín:


morbilidad sentida en el año 2005, morbilidad atendida por consulta externa, urgencia
y hospitalización de los años 1999-2001, y mortalidad en la década 1994-2003, según
sexo, causa y grupo de edad.

- Caracterizar la afiliación al Sistema General de Seguridad Social de hombres y


mujeres de 20 a 64 años de la ciudad en el 2005.

- Identificar las condiciones del entorno físico en que viven los hombres y las mujeres
de 20 a 64 años, de la ciudad de Medellín en el año 2005.

- Describir los aspectos sociales de la población de 20 a 64 años de la ciudad en el


2005, según sexo.

- Describir los aspectos personales según sexo, relacionados con conductas, hábitos y
satisfacciones de los adultos de 20 a 64 años de Medellín, en el año 2005.

- Determinar cuales características explican la calidad de vida de los hombres y las


mujeres, de 20 a 64 años de la ciudad de Medellín en el año 2005.

55
5. Metodología

5.1 Tipo de estudio

Se realizó un estudio de tipo descriptivo con dos componentes: transversal y longitudinal


retrospectivo. Transversal en la descripción de los aspectos personales, económicos,
sociales, morbilidad sentida, de seguridad social, y entorno físico de la población adulta
de la ciudad de Medellín en el año 2005; longitudinal retrospectivo en el análisis de las
condiciones de salud, en cuanto a mortalidad y morbilidad atendida. Para la mortalidad, se
utilizaron los certificados de defunción de los años 1994 a 2003 registrados por el
Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE);(6) en la morbilidad se
utilizaron los registros individuales de prestación de servicios (RIPS) de lo años 1999 a
2001 por consulta externa, urgencias y hospitalización de 151 centros de atención en
salud (40% públicos y 60% privados) que enviaron información a la Secretaría de Salud
Municipal. (7)

El estudio de cada aspecto tuvo en cuenta variables de naturaleza cualitativa y


cuantitativa que permitieron un análisis estadístico univariado, bivariado y multivariado de
forma general y luego por sexo (hombre y mujer).

5.2 Población de referencia

La población de referencia para el estudio sobre la calidad de vida, esta conformada por
2.088.245 personas que viven en la ciudad de Medellín en el año 2005, distribuidas entre
957.575 (46%) hombres y 1.130.670 (54%) mujeres, según las proyecciones
poblacionales de la Unidad de Clasificación Socioeconómica y Estratificación,
Departamento Administrativo de Planeación Municipal.(13)

5.3 Población de estudio

Para el análisis de las condiciones de vida según los aspectos económicos, de seguridad
social y del entorno físico, la población de estudio fueron las personas entre 20 y 64 años
de edad residente en la zona urbana de la ciudad de Medellín en el año 2005, equivalente
a 1.245.718 (59,7%) personas distribuidas entre 549.214 (44,1%) hombres y 696.504
(55,9%) mujeres.(13) Para las condiciones de salud de la población adulta de Medellín, las
poblaciones de estudio fueron:

Morbilidad por consulta externa: se analizaron 2.517.166 registros individuales de


prestación de servicios (RIPS), correspondiente a registros de personas adultas que
acudieron al servicio de consulta externa de las instituciones de salud que enviaron
información a la Secretaría de Salud Municipal entre 1999 y 2001, distribuidas en 31,6%
(795.424) hombres y 68,4% (1.721.742) mujeres.(7)

Morbilidad por urgencias: se analizaron 833.414 RIPS, correspondiente a registros de


personas adultas que acudieron al servicio de urgencias de las instituciones de salud que
enviaron información a la Secretaría de Salud Municipal entre 1999 y 2001, distribuidas en
20,6% (319.112) hombres y 79,4% (1.233.573) mujeres.(7)

56
Morbilidad por hospitalización: se analizaron 274.432 RIPS, correspondiente a
registros de personas adultas que fueron hospitalizadas en las instituciones de salud que
enviaron información a la Secretaría de Salud Municipal entre 1999 y 2001, distribuidas en
18,4% (87.763) hombres y 81,6% (387.951) mujeres.(7)

Mortalidad: se analizaron 56.541 certificados de defunción reportados al DANE,


correspondiente a registros de personas de 20 a 64 años, fallecidas en la década 1994 a
2003 con residencia en la ciudad de Medellín, distribuidas en 73,3% (41.456) hombres y
26,7% (15.085) mujeres.(6)

Para el análisis de la satisfacción con la vida según los aspectos personales y sociales, la
población de estudio fueron las personas entre 20 y 64 años de edad residente en la zona
urbana de la ciudad de Medellín en el año 2005, equivalente a 1.245.718 (59,7%)
personas distribuidas entre 549.214 (44,1%) hombres y 696.504 (55,9%) mujeres.(13)

5.4 Fuentes de información

La presente investigación utilizó la fuente primaria como medio para la obtención de la


información sobre condiciones de vida y satisfacción con la vida de la población adulta –
hombres y mujeres- de la ciudad de Medellín, en la recolección de los aspectos de la
calidad de vida: personales, económicos, sociales, de seguridad social y del entorno
físico. Dicha información consistió en un cuestionario (encuesta), con 82 preguntas
dicótomas, policótomas, algunas abiertas y otras en escala Likert de cinco niveles(121) para
mirar la percepción y satisfacción con diferentes aspectos de su vida, diseñado por los
investigadores tomando como referencia otros instrumentos genéricos utilizados en la
valoración de la calidad de vida de población general (Anexo 1) y aplicado por
encuestadores contratados por la Universidad de Antioquia.

Como fuente secundaria utilizó los certificados de defunción consignados en la base de


datos del DANE de los años 1994 a 2003(6) y los RIPS consignados en la base de datos
de la Secretaría de Salud Municipal de los años 1999-2001, correspondiente a personas
entre 20 y 64 años de edad residentes en la ciudad de Medellín.(7)

5.5 Muestra

La muestra de hombres y la muestra de mujeres fue obtenida mediante un muestreo


probabilístico con diseño estratificado, por conglomerados y polietápico, o diseño
complejo:(122-125)

- Fue probabilístico porque todas los adultos de 20 a 64 años de la ciudad tuvieron una
probabilidad de selección, conocida y mayor que cero.
- Fue estratificado según estrato socioeconómico de la vivienda de los hombres de 20 a
64 años y de las mujeres de 20 a 64 años de edad.
- Fue por conglomerados construidos por las manzanas, según la distribución urbana
de la ciudad.(126)
- Fue polietápico puesto que en la primera etapa se seleccionaron las manzanas según
estrato socioeconómico predominante del barrio, en la segunda etapa se
seleccionaron las viviendas de cada manzana y en la tercera etapa se seleccionó a la
persona, hombre o mujer, mayor de 19 y menor de 65 años.

57
5.6 Tamaño de la muestra

Para el cálculo del tamaño muestral de cada grupo (hombres y mujeres), se utilizó la
fórmula para una proporción en población finita,(122;125) con un nivel de confianza 1-α=95%,
una población masculina de 549.214 (N1) y una población femenina de 696.504 (N2), un
error del 4% y con proporción de 0,5 ya que no se conoce la p real:

Z12−α / 2 p q (1.96) 2 (0.5)(0.5)


n1 = 2
= = 600 hombres
Z1−α / 2 p q (1.96) 2 (0.5)(0.5)
e +
2
(0.04) +
2

N1 549.214

Z12−α / 2 p q (1.96) 2 (0.5)(0.5)


n2 = = = 600 mujeres
Z12−α / 2 p q (1.96) 2 (0.5)(0.5)
e +
2
(0.04) +
2

N2 696.504
Donde:

Z1-α/2: Coeficiente de la normal tipificada para un nivel de confianza del 95% (Z1-α/2=1,96)
p: Proporción de calidad de vida de la población (p=0,5)
q: Complemento de p, así, q=1–p (q=0,5)
e: Margen de error, precisión o tolerancia para las estimaciones de las mediciones
(e=4%)
N1 : Población de hombres (N1=549.214)
N2 : Población de mujeres (N2=696.504)

Para efectos de controlar las pérdidas en la recolección de la información por no


respuesta, viviendas deshabitadas, rechazo a responder la encuesta, conflicto urbano,
entre otros, cada muestra se incrementó en un 12,5% el cual le confiere más validez a la
prueba, quedando cada muestra ampliada de 675 personas.

5.7 Selección de la muestra

- Para el diseño muestral, se utilizó la información del Departamento Administrativo de


Planeación Municipal(127;128) y Secretaría de Hacienda Municipal:(126) Medellín tenía en
el año 2002 en su zona urbana, 16 comunas, 11.510 manzanas, seis estratos
socioeconómicos, 592.641 viviendas, un promedio de 51 viviendas por manzana y tres
personas por vivienda.

- Se seleccionaron dos muestras, una para hombres de 20 a 64 años y otra para


mujeres de 20 a 64 años.

- La distribución de las personas a encuestar se realizó con afijación proporcional(124) al


número de viviendas por estrato socioeconómico predominante en el barrio,
calculando que en cada vivienda, por lo menos un habitante de cada cuatro es un
hombre adulto y una de cada tres en una mujer adulta; así se seleccionaron 135
manzanas para cada sexo, tomando cinco personas en cada una de ellas y utilizando
el listado de manzanas de la Oficina de Catastro Municipal(126) como marco
muestral.(129) Tabla 2

58
Tabla 2. Distribución de la muestra de personas entre 20 y 64 años de edad según estrato
socioeconómico y número de viviendas por estrato. Medellín, 2002

Estrato Viviendas por Distribución Muestra de Manzanas por


1 2 3
socioeconómico estrato proporcional personas estrato
1 – Bajo bajo 56.579 9,5 65 13
2 – Bajo 194.597 32,8 220 44
3 – Medio bajo 187.984 31,7 215 43
4 – Medio 77.723 13,1 90 18
5 – Medio alto 53.610 9,0 60 12
6 – Alto 22.148 3,7 25 5
Total 592.641 100,0 675 135
1
Distribución proporcional de viviendas por estrato socioeconómico
2
Muestra igual para hombres y mujeres debido a la composición del hogar de la ciudad de Medellín, donde
como mínimo se encuentra un hombre y una mujer entre 20 y 64 años de edad.
3
Distribución de la muestra por estrato socioeconómico y se construye dividiendo la muestra de personas
por 5 que es el número de personas a encuestar en cada manzana

- Para seleccionar las manzanas o conglomerados, éstas se distribuyeron


proporcionalmente por comunas y se les asignó el estrato socioeconómico
predominante en el barrio, fijado por el Departamento Administrativo de Planeación
Municipal, Subdirección de Metroinformación, según la estratificación de Empresas
Públicas de Medellín.(127)

- Las etapas de selección fueron las siguientes:

Primera etapa: para la selección de las unidades secundarias de muestreo (USM)(124) o


manzanas dentro de cada estrato, se utilizó un muestreo sistemático aleatorio(122;125)
ordenando las manzanas por la comuna a la que pertenecían y utilizando una fracción de
muestreo(123) o salto sistemático que se obtuvo de dividir el número de manzanas
existentes entre el número de manzanas a seleccionar en ese estrato socioeconómico. Se
inició la selección con un número aleatorio y la siguiente se le adicionó la fracción de
muestreo y así sucesivamente hasta completar las manzanas para hombres y para
mujeres, independientemente una de otra. Tabla 3

Segunda etapa: para la selección de las unidades primarias de muestreo (UPM)(124) o


viviendas, la selección se hizo en cada manzana con muestreo sistemático
aleatorio,(122;125) con un arranque aleatorio para la primera vivienda y para la segunda
según la fracción de muestreo(123) que se obtuvo en cada manzana, dividiendo el número
de viviendas existentes por cinco.

Tercera etapa: en la selección de las unidades finales de muestreo (UFM)(124) y unidades


primarias de análisis (UPA); es decir, se encuestó el hombre o la mujer de 20 a 64 años
que habitaba la UPM seleccionada. Tabla 4.

59
Tabla 3. Distribución de las manzanas por comuna según estrato socioeconómico, para
hombres y mujeres. Medellín, 2005

S Manzanas
Manzanas según estrato socioeconómico
Número de E seleccionadas
Comuna manzanas Bajo Medio Medi Medio X
Bajo Alto o 1 2 3 4 5 6
bajo bajo o alto
H 2 6
1 - Popular 642 163 478 1 0 0 0
M 2 6
H 4
2 - Santa Cruz 411 15 396 0 0 0 0
M 4
H 1 6 1
3 - Manrique 698 91 500 107 0 0 0
M 1 6 1
H 1 2 4
4 - Aranjuez 589 54 170 365 0 0 0
M 1 2 4
H 1 6
5 - Castilla 563 23 60 474 5 0 0
M 1 6
H 2 5 2
6 - Doce de Octubre 832 112 479 241 0 0 0
M 2 6 3
H 1 8 3 1 1
7 - Robledo 1.053 73 627 232 104 9 8
M 7 2 1
H 2 3 3 1
8 - Villa Hermosa 747 227 288 226 7 0 0
M 3 3 3
H 1 2 5
9 - Buenos Aires 800 74 193 477 42 4 9
M 1 3 5 1
H 1 3 3 1
10 – La Candelaria 469 2 35 212 213 8 0
M 3 2
H 1 5
11 - Laureles Estadio 619 0 2 10 160 446 1
M 2 6
H 1 1 3 1
12 – La América 521 0 81 90 229 120 0
M 1 1 3 1
H 4 3 3 1
13 - San Javier 879 311 252 265 51 0 0
M 4 3 3
H 4 8
14 - El Poblado 1.142 0 8 18 56 332 729
M 1 4 9
H 4 1
15 – Guayabal 432 0 50 305 78 0 0
M 1 4 1
H 3 5 4 1
16 – Belén 1.113 6 225 418 315 142 6
M 2 5 4 1
Muestra de Hombres 11.510 1.151 3.844 3.441 1.260 1.061 753 H 14 45 40 15 12 9
N por estrato 14 45 40 15 12 9 135
Arranque aleatorio 523,705 49,972 677,877 618 723,602 506,769
Fracción de muestreo 82,2143 85,4223 86,025 84 88,417 83,667
Muestra de Mujeres 11.510 1.151 3.844 3.441 1.260 1.061 753 M 14 45 40 15 12 9
N por estrato 14 45 40 15 12 9 135
Arranque aleatorio 46,04 3440,38 839.604 326 731,029 237,948
Fracción de muestreo 82,2143 85,4223 86,025 84 88,417 83,667

5.8 Procedimiento de recolección de información

Después de seleccionadas las manzanas (USM), estas se ubicaron espacialmente en el


mapa cartográfico de Medellín y físicamente en el sector de la ciudad. Una vez
identificada la manzana se procedía a contar las viviendas y se dividía por cinco, para el
cálculo de la fracción de muestreo y para tomar aleatoriamente una vivienda como
primera a encuestar. El recorrido se iniciaba en la esquina noroccidental de la manzana y
se seguía en el sentido de las manecillas del reloj, hasta completar las viviendas
seleccionadas. En las viviendas donde habitaban dos o más personas con los criterios de

60
inclusión, se seleccionó el que hubiese cumplido años en la fecha más reciente a la
encuesta.

El promedio real de personas encuestadas por manzana fue de 3,8 hombres y 4,4
mujeres, debido a la ausencia de las personas adultas, viviendas desocupadas o negativa
de los administradores de urbanizaciones, para el ingreso de los encuestadores;
finalmente se visitaron 173 manzanas para captar 659 hombres y 155 manzanas para
captar 683 mujeres. Después de tres intentos por localizar al adulto seleccionado y no
obtener respuesta afirmativa, éste es descartado y se selecciona aleatoriamente otra
vivienda en otra manzana con las mismas características socioeconómicas de la primera
y allí se encuesta al adulto residente.

Tabla 4. Distribución de hombres y las mujeres encuestados, según estrato


socioeconómico. Medellín, 2005

Estrato socioeconómico
Total
Medio Medio
Comuna Bajo bajo Bajo
bajo
Medio
alto
Alto encuestados
H M H M H M H M H M H M H M
1 - Popular 8 8 42 30 2 0 0 0 0 0 0 0 52 38
2 - Santa Cruz 5 5 18 10 3 4 0 0 0 0 0 0 26 19
3 - Manrique 7 4 9 31 5 4 0 0 0 0 0 0 21 39
4 - Aranjuez 7 3 12 14 25 16 0 0 0 0 0 0 44 33
5 - Castilla 0 0 4 4 32 38 1 1 0 0 0 0 37 43
6 - Doce de Octubre 10 10 26 38 4 6 0 0 0 0 0 1 40 55
7 - Robledo 6 0 38 36 22 9 5 5 0 0 0 0 71 50
8 - Villa Hermosa 11 17 24 28 5 6 4 4 0 0 0 0 44 55
9 - Buenos Aires 4 5 12 6 31 33 1 0 0 0 0 0 48 44
10 – La Candelaria 0 0 0 0 2 17 14 7 0 0 0 0 16 24
11 - Laureles Estadio 0 0 0 0 0 0 7 27 30 33 0 0 37 60
12 – La América 0 0 2 0 7 12 15 23 12 16 0 0 36 51
13 – San Javier 12 19 17 19 14 10 5 0 4 3 0 0 52 51
14 - El Poblado 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 44 44 44 44
15 – Guayabal 0 0 0 1 26 18 4 5 0 0 0 0 30 24
16 – Belén 0 0 13 5 20 33 14 7 14 8 0 0 61 53
Total encuestados 70 71 217 222 198 206 70 79 60 60 44 45 659 683
Esperados 70 70 225 225 200 200 75 75 60 60 45 45 675 675
% Cobertura 100 101 96 99 99 103 93 105 100 100 98 100 98 101

5.9 Criterios de inclusión

En la recolección de información de fuente primaria:

- Se tomó al total de población adulta de 20 a 64 años de Medellín, de hombres o


mujeres
- Residentes en la zona urbana de la ciudad.
- En las viviendas con varios hogares se tomó el que ocupaba la primera puerta,
iniciando por el lado derecho.

61
- En los edificios y urbanizaciones seleccionados se enviaron cartas de solicitud a los
administradores de las mismas y se indagó por su respuesta, telefónicamente o con
visitas de los encuestadores.

En la recolección de información de fuente secundaria, se incluyeron todos los registros


sobre defunciones y atenciones de hombres y mujeres de 20 a 64 años de edad, cuyo
lugar de residencia fuera la ciudad de Medellín, que reposan en las entidades oficiales:
DANE y Secretaría de Salud, correspondiente a los años seleccionados.

5.10 Criterios de exclusión

En la fuente primaria se excluyeron:

- Personas que se negaron a participar en el estudio.


- Viviendas ubicadas en los corregimientos, veredas, población rural dispersa o
desplazados sin lugar de residencia.
- Viviendas desocupadas o menos de cinco viviendas por manzana.
- En aquellas zonas de la ciudad que por motivos de orden público se dificultó el acceso
a una manzana seleccionada, se hizo un primer intento de llegar a ella si persistía la
dificultad se reemplazó por otra del mismo estrato socioeconómico.
- Manzanas conformadas en su totalidad por instituciones educativas, administrativas,
gubernamentales, militares, de bomberos y de salud, centros comerciales, industrias,
placas polideportivas, cementerios, lotes vacíos o semiconstruidos, parques
recreativos, cárceles, establecimientos comerciales o menos de cinco viviendas.

En las fuentes secundarias se excluyeron los registros que no tenían definido el sexo y la
edad de la persona consignado en la base de datos sobre defunciones y atenciones, y
aquellos cuyo lugar de residencia fuera diferente a Medellín.

5.11 Control de sesgos

De información: En el encuestador: a través de una invitación pública se seleccionaron


10 estudiantes que hubiesen aprobado el 40% o más de un programa académico en la
Universidad de Antioquia, para ser encuestadores del proyecto; se capacitaron y
estandarizaron con el objetivo, propósito y diseño muestral del estudio, se les distribuyó
un manual de trabajo de campo (Anexo 2) con protocolo de llegada a la vivienda,
presentación, ejecución y despedida; en todo momento se resaltó la importancia de su
desempeño y compromiso con la calidad de la información, además de la invitación a
asumir un actitud respetuosa y objetiva frente al encuestado, en representación de los
investigadores y de la Universidad de Antioquia.

En el encuestado: se motivó su participación a través de la información del proyecto dada


por los encuestadores, con una carta de presentación institucional con los números de
teléfono y ubicación de los investigadores (Anexo 3), y de garantizarle la confidencialidad
de la información recolectada con una cláusula de confidencialidad en el formulario,
ajustada a la normatividad vigente. Seguidamente se invitó a participar en la investigación
y se consignó su afirmación en el consentimiento informado (Anexo 4), aclarándole la
necesidad de registrar la dirección y teléfono de la vivienda, para el control de calidad de
la información recolectada y digitada en la base de datos.

62
En el instrumento: se diseñó el formulario procurando una redacción lógica, clara,
coherente, sin direccionamiento de las preguntas, con categorías exhaustivas y
mutuamente excluyentes, tomando las observaciones de la prueba piloto.

De selección: previo a la recolección de la información se hizo ubicación geográfica y


registro de la manzana a encuestar en el mapa de la ciudad, seguidamente se asignaron
las manzanas a los encuestadores y se les distribuyó un directorio con las direcciones de
la ubicación exacta en cuanto a zona, comuna y barrio, para ello se utilizó la información
oficial de la Secretaría de Hacienda Municipal, Oficina de Catastro, sección cartografía.(126)

Confusión: para evitar los posibles sesgos de confusión se utilizaron estrategias


metodológicas para su control,(21) a saber: en el diseño metodológico se estratificaron las
viviendas según estrato socioeconómico predominante en el barrio, y en el análisis de la
morbilidad atendida y la mortalidad se controló por edad.

5.12 Prueba piloto

Se realizó la prueba piloto en cinco viviendas de cada estrato socioeconómico no


seleccionadas en la muestra, donde se probó el diseño metodológico planteado, el
proceso de selección de las manzanas, viviendas y personas, se calibró el diseño de la
encuesta, se verificó que las preguntas estuviera correctamente formuladas, se
incorporaron nuevas categorías en las variables, se calculó el tiempo de diligenciamiento,
se ajustó el cronograma del proyecto, se observó la reacción de la población encuestada
sobre el proyecto, se evaluó el desempeño de los encuestadores desde el protocolo de
llegada y se determinaron los criterios para el control de calidad de la información, del
encuestador y de la base de datos.

5.13 Operacionalización de variables

Nivel de
Nombre de la variable Naturaleza Códigos
medición
Aspectos demográficos
Comuna Cuantitativa Razón Número de 1 a 16
Barrio de residencia Cuantitativa Razón Número de 2 cifras
Manzana Cualitativa Nominal 3 números + 1 letra
Estrato socioeconómico de la vivienda Cualitativa Ordinal Número de 1 a 6
Teléfono residencia Cualitativa Nominal Hasta 10 cifras
Sexo del encuestado Cualitativa Nominal Hombre, Mujer
Edad del encuestado Cuantitativa Razón Número de 2 cifras
Medellín, Resto de Antioquia, Resto de Colombia,
Lugar de nacimiento Cualitativa Nominal
Otro país
Residenciado en Medellín Cualitativa Nominal Si, No
Años de residencia en Medellín Cuantitativa Razón Número de 2 cifras
Soltero, Casado, Viudo, Separado / divorciado, Unión
Estado civil Cualitativa Nominal
libre
Ninguno, Preescolar, Primaria, Secundaria, Técnica,
Nivel educativo más alto matriculado Cualitativa Ordinal
Tecnológica, Universitario, Posgrado
Años aprobados en ese nivel Cuantitativa Razón Número de 2 cifras
Número de hombres y de mujeres
Cuantitativa Razón Número de 2 cifras
nacidos vivos (sólo para mujeres)
Número de hijos hombres y de
Cuantitativa Razón Número de 2 cifras
mujeres vivos (sólo para mujeres)
Número de hijos hombres y de
Cuantitativa Razón Número de 2 cifras
mujeres que viven con el adulto

63
Nivel de
Nombre de la variable Naturaleza Códigos
medición
Aspectos económicos
Sin actividad, Trabajando, Buscando trabajo,
Actividad habitual del último mes Cualitativa Nominal Estudiando, Oficio del hogar, Jubilado,
Discapacitado, Otra
Empleada doméstica, Obrero, Agricultor, Trabajador
Ocupación u oficio actual Cualitativa Nominal familiar no remunerado, Empleado, Patrón /
Empleador, Trabajador Independiente, Otra
Actividad económica de la empresa Salud. Educación, Transporte, Finanzas, Industria,
Cualitativa Nominal
(solo trabajadores) Seguridad, Comercio, Agricultura, Otras
Contratación laboral (solo Sin Contrato, Indefinido, A término fijo, Prestación de
Cualitativa Nominal
trabajadores) servicios
Ninguna, Aportes familiares, Contrato por servicios,
Principal fuente de ingresos Cualitativa Nominal
Sueldo / Salario, Pensión / jubilación, Renta, Otra
Valor de los ingresos totales en el
Cuantitativa Razón Número hasta de 8 cifras
último mes
Patrimonio Cualitativa Nominal Vehículos, Semovientes, Propiedad raíz, Ninguna
Satisfacción con su capacidad de Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Cualitativa Ordinal
trabajo Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Satisfacción con su situación Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Cualitativa Ordinal
económica Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Condiciones de salud
Enfermedad, accidente u otro
Cualitativa Nominal Si, No
problema de salud
Consulta médica para esta
Cualitativa Nominal Si, No
enfermedad
Enfermedad sufrida según sistema Cualitativa Nominal Clasificación según CIE-10
Tiempo de sufrir la enfermedad Cuantitativa Razón Días, Meses, Años
Consulta médica periódica por la
Cualitativa Nominal Si, No
enfermedad
Tratamiento para la enfermedad Cualitativa Nominal Farmacológico, Psicológico, Otro, Ninguno
Hospitalizaciones en el último año Cualitativa Nominal Si, No
Embarazo/parto/complicaciones, Cirugía (lesión y
Causa de la hospitalización(si la
Cualitativa Nominal accidente), Enfermedad, Accidente de trabajo,
hubo)
Accidente de tránsito, Lesiones por armas, Otra
Consultas médicas y odontológicas
Cualitativa Nominal Si, No
preventivas
Uso de medicamentos en el último
Cualitativa Nominal Si, No
mes
Medicamentos recetados por
Cualitativa Nominal Si, No
profesionales de la salud
Pago de los medicamentos Cualitativa Nominal Usted, Entidad aseguradora, Usted y asegurad, Otro
Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Satisfacción con su salud Cualitativa Ordinal
Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Morbilidad atendida
Fecha del servicio Cuantitativa Intervalo Número de 4 cifras
Edad del paciente Cuantitativa Razón Número de 2 cifras
Sexo del paciente Cualitativa Nominal Hombre, Mujer
Servicio de atención Cualitativa Nominal Consulta externa, Urgencias, Hospitalización
Código del diagnóstico Cualitativa Nominal Clasificación CIE-10
Mortalidad
Año de la defunción Cuantitativa Intervalo Número de 4 cifras
Sexo del difunto Cualitativa Nominal Hombre, Mujer
Edad del difunto Cuantitativa Razón Número de 2 cifras
Zona de residencia Cualitativa Nominal Urbana, Rural
Lugar de la defunción Cualitativa Nominal Institución de salud, Casa, Vía pública, Otro
Estado civil Cualitativa Nominal Soltero, Casado, Viudo, Otro
Afiliación al SGSSS Cualitativa Nominal Vinculado, Subsidiado, Contributivo
Nivel educativo Cualitativa Ordinal Sin educación, Primaria, Secundaria, Superior
Causa básica de la defunción Cualitativa Nominal Clasificación CIE-10

64
Nivel de
Nombre de la variable Naturaleza Códigos
medición
Aspectos de seguridad social
Afiliación al SGSSS Cualitativa Nominal Si, No
Régimen de afiliación Cualitativa Nominal Vinculado, Subsidiado, Contributivo
Falta de dinero, Mucho trámite, No le interesa/
Causa de no afiliación (para los no
Cualitativa Nominal descuido, No sabe, No trabaja en empresa, Espera el
afiliados)
carné, Otra razón
Afiliación a un fondo de pensiones Cualitativa Nominal Si, No
Afiliación a la administradora de
Cualitativa Nominal Si, No
riesgos profesionales
Accidente de trabajo o enfermedad
Cualitativa Nominal No, Accidente, Enfermedad
profesional en el último año
Riesgos para la salud en el ambiente Ninguno, Físicos, Químicos, Psicosociales,
Cualitativa Nominal
laboral (para trabajadores) Seguridad, Biológicos, Ergonómicos, Otro
Satisfacción con la atención que Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Cualitativa Ordinal
recibe en los servicios de salud Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Satisfacción con el acceso que tiene a Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Cualitativa Ordinal
los servicios de salud Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Satisfacción con la calidad de los Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Cualitativa Ordinal
servicios de salud Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Aspectos del entorno físico
Tipo de vivienda Cualitativa Nominal Rancho, Cuarto, Apartamento, Casa, Otra
Pertenencia de la vivienda Cualitativa Nominal Prestada, Arrendada, Propia, Otra
Materiales de desecho, Bahareque / caña, Tapia
Material predominante en las paredes Cualitativa Nominal
pisada, Madera, Bloque / ladrillo, Otro
Tierra / arena, Cemento, Madera, Baldosa, Mármol,
Material predominante en los pisos Cualitativa Nominal
Otro
Material predominante del techo Cualitativa Nominal Desechos, Teja, Cemento, Otro
Energía, Teléfono, Celular, Gas, Internet, Tv cable,
Servicios públicos de la vivienda Cualitativa Nominal Acueducto, Alcantarillado, Recolección basuras, Sin
servicios
Físicos, Químicos, Ambientales, De seguridad,
Riesgos ambientales de la vivienda Cualitativa Nominal
Biológicos, Ninguno
A pie, Bicicleta / moto, Bus / colectivo, Metro, Taxi,
Medio de transporte más utilizado Cualitativa Nominal
Particular, Otro
Satisfacción con las condiciones del Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Cualitativa Ordinal
lugar donde vive Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Satisfacción con su vecindario Cualitativa Ordinal
Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Satisfacción con el medio de Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Cualitativa Ordinal
transporte utilizado Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Aspectos sociales
Jefe(a), Cónyuge/ compañero(a), Hijo(a),
Posición en el hogar Cualitativa Nominal Hermano(a), Otro pariente, Otro no pariente,
Empleado(a), Otra
Personas económicamente
Cuantitativa Razón Número de 2 cifras
dependientes
Delito del cual fue víctima en el último No, Atraco / robo / hurto, Lesiones, Violación,
Cualitativa Nominal
año Secuestro/ desaparición, Extorsión / chantaje, Otro
Tipo de relaciones familiares Cualitativa Ordinal Malas, Deficientes, Buenas, Excelentes
No participa, Grupo religioso, Programa de salud,
Participación en organizaciones
Cualitativa Nominal Organización Comunitaria, Grupo político, Grupo
comunitarias
deportivo, Grupo recreativo, Grupo artístico, Otro
Satisfacción con el apoyo recibido de Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Cualitativa Ordinal
la familia Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Satisfacción con el apoyo de recibido Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Cualitativa Ordinal
por los amigos Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Aspectos personales
Práctica regular de ejercicio físico Cualitativa Nominal Si, No
Frecuencia del ejercicio físico Cualitativa Ordinal Diaria, Semanal, Quincenal, Mensual, Ocasional
Tiempo de práctica del ejercicio físico Cuantitativa Razón Número de 2 cifras

65
Nivel de
Nombre de la variable Naturaleza Códigos
medición
Satisfacción con el tiempo dedicado al Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Cualitativa Ordinal
descanso Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Satisfacción con la calidad y el tiempo Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Cualitativa Ordinal
dedicado al sueño reparador Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Depresión o tristeza en los últimos 15
Cualitativa Nominal Si, No
días
Familiares, Afectivos, Legales, Sociales, Económicos,
Aspecto que genera preocupación Cualitativa Nominal
Otro
Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Satisfacción consigo mismo Cualitativa Ordinal
Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Satisfacción con las relaciones Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Cualitativa Ordinal
personales Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Satisfacción con las relaciones Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Cualitativa Ordinal
afectivas Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
Satisfacción con la vida sexual Cualitativa Ordinal
Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
Satisfacción con la habilidad para
Altamente insatisfecho, Insatisfecho(a), Satisfecho(a),
realizar las actividades de la vida Cualitativa Ordinal
Muy satisfecho(a), Altamente satisfecho(a)
diaria
Nada, Un poco, Lo suficiente, Bastante,
Disfrute de la vida Cualitativa Ordinal
Extremadamente
Frecuencia de consumo de alcohol,
tabaco, bazuco, cocaína, éxtasis, Cualitativa Ordinal Nunca, Ocasional, A menudo, Siempre
benzodiacepinas, otras
Calidad de vida
Valoración de los aspectos de calidad
de vida: económicos, condiciones de
Cuantitativa Razón Número de 1 a 5
salud, seguridad social, del entorno
físico, sociales, personales
Ha empeorado mucho, Ha empeorado ligeramente,
Calidad de vida actual respecto a la
Cualitativa Ordinal Está igual, Ha mejorado ligeramente, Ha mejorado
de hace 10 años
mucho
Calidad de vida dentro de dentro de Empeorará mucho, Empeorará ligeramente, Será
Cualitativa Ordinal
10 años respecto a su vida actual igual, Mejorará ligeramente, Mejorará mucho

5.14 Procedimiento de estimación

Se denomina así a la metodología de tratamiento de los datos de una encuesta por


muestreo para garantizar estimaciones insesgadas del universo investigado, por fuentes
de sesgo que afectan la probabilidad de selección de una persona adulta de la ciudad
como por ejemplo la composición familiar, de distribución de la población por sexo, la no
respuesta en las viviendas, entre otros. Estos sesgos se controlaron ponderando los
valores muestrales por el recíproco de la probabilidad final de cada persona encuestada
por un valor equivalente; dicho recíproco es la Factor Básico de Expansión el cual
restituye aproximadamente los valores absolutos del universo estudiado, corrigiendo el
efecto de las diferentes probabilidades. (49;125)

En este estudio el adulto de Medellín tiene, por diseño, similar probabilidad final de
selección e igual factor básico de expansión por compartir el número de manzanas por
estrato socioeconómico, por comuna, por barrio, por número promedio de viviendas por
manzana y por haber tomado cinco viviendas de cada manzana. Sin embargo, la
cobertura de cada muestra (hombres y mujeres independientes) por estrato
socioeconómico de las viviendas de la ciudad originó probabilidades finales desiguales de
las muestras que fueron corregidas por dos factores: composición familiar diferente por

66
barrio y comuna de la ciudad, entre tres y cuatro personas conforman un hogar; aporte
porcentual diferente de los hombres (44%) y mujeres (56%) de 20 a 64 años a la
estructura poblacional de Medellín, que corrigen el eventual sesgo y permite mantener el
objetivo de inferir los resultados a la población de estudio.

Probabilidad final de la muestra, para hombres y para mujeres:

f = f M × fV × f P

Factor básico de expansión (recíproco de la probabilidad final):

1
F=
f
fM : probabilidad de selección de una manzana en las comunas de la ciudad, según el
estrato socioeconómico predominante en el barrio a la cual pertenece la manzana.

fV : probabilidad de selección de una vivienda entre el número promedio de viviendas


de esa manzana.

fP : probabilidad de selección de un hombre o una mujer entre los adultos residentes


con edades entre 20 y 64 años.

Factor de corrección por composición familiar de la ciudad según comuna de residencia:


las comunas de menor estrato socioeconómico tienen 4 habitantes en sus hogares, las de
mayor estrato tienen 3 personas residentes en la familia.(128)

f cc : probabilidad que tiene un adulto de vivir en familias de 4 personas, entonces


f P = 1,000 ; probabilidad que tiene un adulto de vivir en familias de 3 personas,
f P = 1,333

f cs : probabilidad que tiene un adulto de la ciudad de ser hombre entre 20 y 64 años de


edad, entonces f P = 0,79 ; probabilidad que tiene un adulto de ser mujer entre 20
y 64 años de edad, f P = 1,000

Factor de expansión final ajustado por composición familiar y por sexo:

F f = F × f cc × f cs

Con estas estimaciones se realizó el análisis de la investigación sobre la calidad de vida,


derivados de la fuente de información primaria, el adulto encuestado en la ciudad de
Medellín; la presentación de resultados se hizo tomando el total de la población expandida
por los factores de expansión aplicados a la muestra probabilística extraída de la
población de estudio, utilizando como factor de corrección la composición familiar
diferente por comunas de la ciudad y la distribución población por sexo; por tal razón, las

67
comparaciones, asociaciones y relaciones de las dos poblaciones totales estudiadas, con
un nivel de confianza del 95% y de significación del 5%, pudieron afectar las pruebas
estadísticas que se realizaron.(130) La distribución de las dos poblaciones expandidas
según el estrato socioeconómico de la vivienda, quedó constituida de la siguiente manera:
Tabla 5

Tabla 5. Factores de expansión de la población de Medellín por sexo según estrato


socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005

Estrato Población Población


Sexo Total población
socioeconómico encuestada expandida
Bajo bajo Hombre 70 51.805 102.124
Mujer 71 50.319
Bajo Hombre 217 167.859 351.860
Mujer 222 184.001
Medio bajo Hombre 198 160.280 379.248
Mujer 206 218.968
Medio Hombre 70 67.136 186.310
Mujer 79 119.174
Medio alto Hombre 60 45.265 99.649
Mujer 60 54.384
Alto Hombre 44 31.360 56.218
Mujer 45 24.858
Total Hombre 659 523.705 1.175.409
Mujer 683 651.704

5.15 Cálculo de la precisión observada: errores de muestreo

El error estándar (EE) efectivamente observado se calculó para todas las variables del
estudio, por medio de fórmulas establecidas para el muestreo con diseño complejo
utilizado. Al valor estimado (V) se le calculó su respectivo intervalo de confianza del 95%
(LI-LS), además del efecto del diseño (DEFF), el cual compara la variación de cada valor
estimado obtenido en el diseño por conglomerados utilizado, con respecto a la variación
del mismo valor que se habría obtenido si el diseño hubiese sido aleatorio simple.(125)
Dichos cálculos fueron realizados para hombres, mujeres y total (Anexo 5).

Las fórmulas utilizadas fueron:


H ah bhα

y
∑∑∑
α β
h =1
y αβ
=1 =1
h

V = = ah bhα
x H

∑∑∑
α β
x αβ
H =1 =1 =1
h

Valor de la var iable o No. personas que tienen una caracteristica


V =
Tamaño de la muestra

Estimador de razón: promedio o proporción = V

68
Varianza del estimador V:

Var (V ) =
1
x2
[∑Var ( y h ) + V 2 ∑ Var (xh ) − 2V ∑ Cov( y h , xh )]
   
2

  ∑ yhα  
ah 
Var ( yh ) = (1 − f h ) ∑ ∑ yh αβ −  α a  
ah − 1  α β
2

 h

 
   
2

  ∑ xhα  
ah 
Var ( xh ) = (1 − f h ) ∑ ∑ xh αβ −  α a  
ah − 1  α β
2

 h

 
   
  ∑ yhα  ∑ xhα  
a
Cov( yh , xh ) = (1 − f h ) h ∑ ∑ yhαβ xhαβ −  α  α 

ah − 1 α β ah 
 
 

Error Estándar Absoluto (EE):

EE = Error Estándar de V = Var (V )

Error Estándar Relativo (EE%):

EE % = [EE / V ] * 100

Donde:

y - es la variable de estudio o casos observados sin ponderar (SP)


x - es el tamaño de la muestra (total obs)
h - estrato o subestrato
α - manzanas seleccionadas en el estrato
ß - personas seleccionadas en el estrato
fh - probabilidad de selección del adulto en cada estrato

69
5.16 Plan de análisis

Para el análisis comparativo de la calidad de vida de la población adulta de la ciudad, de


fuente primaria, se aplicaron las pruebas y cálculos correspondientes a los estudios con
diseño complejo, así:

Análisis univariado: se utilizó para describir los aspectos económicos, sociales,


personales de seguridad social, de condiciones de salud y del entorno físico de los
hombres y mujeres de la ciudad. El análisis de las variables de persona, tiempo y
lugar(131) de carácter descriptivo, se hizo a través del cálculo de frecuencias, porcentajes,
tasas globales y específicas e intervalos de confianza del 95%,(132) para algunos
indicadores; también se utilizó la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov y las
medidas de tendencia central, de posición y de dispersión(123). Según la naturaleza de la
variable se escogió el tipo de gráfico o tabla acorde a los resultados,(129) así como también
las curvas de edad(131) y los diagramas esquemáticos.(133)

Análisis bivariado: se utilizó para identificar la asociación no causal y comparar las


características intra e inter aspectos de calidad de vida: económicos, sociales, personales,
de seguridad social, y del entorno físico; pero no se discriminaron en variables
independientes ni dependientes, por cuanto los aspectos determinados pueden ser ambas
situaciones a la vez, razón por la cual su ubicación en la tabla no obedece a este criterio.
Para este análisis las medidas utilizadas fueron: de asociación con la prueba estadística
chi cuadrado de independencia de Mantel y Haenzel,(21) coeficiente de correlación de
Pearson o Spearman según los supuestos de normalidad de las variables, diferencia de
medias con la prueba Z o la prueba U de Mann-Whitney para muestras independientes
según la distribución de la variable, diferencia de proporciones para determinar si el
cambio en ellas era estadísticamente significativo(134) e intervalos de confianza del 95%
para la diferencia y razón de medias y proporciones.(124;132) La presentación de resultados
se hizo en forma gráfica, tabular y textual teniendo presente la naturaleza de la variable y
se cruzaron aquellas que el análisis requería.(129)

Análisis multivariado: para hacer el análisis más detallado de las características de los
diferentes aspectos analizados, se hizo un análisis factorial con el método de
componentes principales y con rotación Varimax que minimiza el numero de variables que
tienen saturaciones altas en cada factor extraído,(135;136) con el fin de determinar aquellos
aspectos que aportan en mayor medida a la calidad de vida de las personas. Para el
análisis de componentes principales con datos categóricos, se utilizó la cuantificación
óptima (Optimal Scaling) y el procedimiento PRINQUAL que permite la cuantificación de
las categorías de las variables cualitativas.(137;138) También se corrió un modelo de
regresión logística, con el fin de mirar cuales de los aspectos analizados contribuyen en
mayor medida a la calidad de vida actual.(139)

Para las condiciones de salud de fuente secundaria se utilizó el análisis univariado y


bivariado para hacer comparación de tasas; para ello se utilizó el método epidemiológico
de estandarización o ajuste de tasas, con el fin de remover el efecto confusor de variables
que se sabe -o supone- difieren entre hombres y mujeres.(140) También se calcularon las
tablas de vida, la esperanza de vida(141) y los años potenciales de vida perdidos
(APVP)(87;142) así como el análisis de tendencias de mortalidad(77) según sexo y grupos de
edad en los diez años de estudio 1994 a 2003, por medio de la prueba chi cuadrado de

70
tendencia y se comparó su valor p.(134) Para el análisis de la morbilidad se calcularon
frecuencias, porcentajes, diferencia de proporciones y valor p, de las cinco principales
causas, con el fin de determinar los cambios registrados en ellas a lo largo de los tres
años de estudio 1999, 2000 y 2001.

Tanto para la afección principal –considerada como la afección diagnosticada al final del
procedimiento de atención de la salud como la causa primaria de la necesidad de
tratamiento o investigación, considerada la más importante en términos de significación
clínica, procedimientos y recursos utilizados-(96) del estado mórbido en los servicios de
consulta externa y servicio de urgencias, y causa básica de la hospitalización -causa
básica de la afección que determinó la hospitalización del paciente-(96) como para la causa
básica de muerte –enfermedad o lesión que inició la cadena de acontecimientos, o las
circunstancias del accidente o violencia que produjo la lesión fatal-(96), se tomó la
Clasificación Internacional de las Enfermedades, décima revisión (CIE-10).(77;103;143-146)

En morbilidad sentida, los signos y síntomas se agruparon según los XXI capítulos
aprobados por la Conferencia Internacional de la CIE de 1989; en morbilidad atendida se
agruparon según las cinco afecciones principales y para mortalidad la tabulación de datos
se hizo según la agrupación OPS 6/67.(96)

5.17 Procesamiento de la información

El procesamiento fue automatizado en cada una de las etapas del proyecto: para el
manejo de las fuentes de información, análisis estadístico, procedimiento de estimación,
cálculo de errores muestrales y de errores de diseño(125) se utilizaron los programas
computacionales Epi-Info versión 6.04d, Epidat versión 3.1(87) y SPSS versión 11.5; para
la generación de cuadros de salida y gráficos correspondientes se utilizaron los
programas Microsoft Excel y SPSS. De igual forma, para la presentación de los informes
se utilizó el procesador de texto Microsoft Word.

5.18 Consideraciones éticas

En el desarrollo de este proceso investigativo se tuvo en cuenta los siguientes aspectos


éticos:

- En la recolección de la información, se aplicó el art.15 de la Constitución Nacional que


expresa: “Todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su
buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar. De igual modo, tienen
derecho a conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se hayan recogido en
bancos de datos y en archivos de entidades públicas y privadas. En la recolección,
tratamiento y circulación de datos se respetarán la libertad y demás garantías
consagradas en la Constitución”.(64)

- En el formulario diseñado para recolectar la información se fijó una cláusula de


confidencialidad “Los datos solicitados en este formulario son estrictamente
confidenciales y en ningún caso será revelada la identidad de las personas a terceros.
La publicación de resultados numéricos se realizará mediante agregados estadísticos,
acatando la Constitución Nacional, las leyes de la República y los principios éticos”.

71
- Las bases de datos fueron utilizadas y manipuladas únicamente con fines
investigativos y sociales, controlada su difusión y conservando la autoría de las
mismas; por dicha razón, se solicitó autorización de las entidades encargadas para
suministrarlas.

- Los resultados obtenidos en la investigación fueron utilizados únicamente con fines


académicos, y solo lo referente al análisis comparativo de la calidad de vida de la
población adulta de la ciudad de Medellín, con el fin de determinar si existen
diferencias entre los hombres y las mujeres, adultos jóvenes y adultos medio.

- Se solicitó el consentimiento informado a los encuestados, atendiendo las


disposiciones de los Comités de Ética de la Facultad Nacional de Salud Pública y de la
Universidad de Antioquia,(147) (Anexo 4).

- La investigación sobre calidad de vida de la población adulta no generó ningún


impacto en el ambiente ni en la salud humana; durante la recolección de la
información, el análisis y difusión de resultados, se tuvo especial cuidado de no
generar falsas expectativas en la población encuestada.

72
6. Resultados

La presentación de los resultados sobre la calidad de vida de los adultos de Medellín,


tiene en cuenta el concepto de calidad de vida utilizado en esta investigación, el cual
abarca tres grandes tópicos: 1) condiciones de vida en los aspectos: demográficos,
económicos, condiciones de salud, de seguridad social y entorno físico; 2) satisfacción
con la vida en los aspectos: sociales y personales; y 3) calidad de vida de los hombres y
las mujeres de 20 a 64 años de edad, partiendo de una muestra probabilística extraída de
la población de estudio de 659 hombres y 683 mujeres, quienes representaron a 523.705
y 651.704, respectivamente, como población expandida por factores de expansión y con
la cual se realiza el análisis de manera general y luego de forma específica según sexo.

Las estimaciones puntuales, intervalos de confianza del 95% y cálculo de los errores
muestrales para hombres, mujeres y total se exponen en el Anexo 5, pero algunos se
incorporan al texto para una mejor ilustración; las razones y diferencias de proporciones
que resultaron significativas se detallan directamente en los resultados de la investigación.

6.1 Condiciones de vida

6.1.1 Aspectos demográficos

La calidad de vida según los aspectos personales, económicos, sociales, del entorno
físico, y de seguridad social de los hombres adultos y mujeres adultas de Medellín de 20 a
64 años de edad, fueron analizados para una población expandida de 1.175.409
personas, 523.705 hombres (44,6%) y 651.704 mujeres (55,4%), que representan a
1.245.718 personas, 549.214 hombres (44,1%) y 696.504 mujeres (59,9%). Los aspectos
demográficos que se analizaron fueron las variables de la dinámica poblacional, como
fecundidad, mortalidad y migración; además, las características demográficas: edad,
estado civil, estrato socioeconómico de la residencia, nivel de escolaridad y último grado
alcanzado, que se trabajaron como características independientes en todos los aspectos.

La población adulta de la ciudad se distribuyó proporcionalmente según la clasificación


socioeconómica de las viviendas residenciadas, tomada en esta investigación como
variable proxy o subrogada(148) del nivel económico alcanzado por las personas de 20 a 64
años; además fue la estratificación utilizada en la etapa de muestreo para llegar a las
unidades primarias de análisis (UPA). En este sentido, el 32,3% (379.248) de los adultos
de la ciudad, hombres y mujeres, pertenecen al estrato medio bajo, el 29,9% (351.860) al
nivel bajo, el 15,9% (186,310) al medio, el 8,7% (102.124) al bajo bajo y, solo el 13,3%
(155.866) viven en estratos medio alto y alto; es decir, el 71% de la población adulta de
Medellín reside como máximo en el estrato 3. Figura 6.

El 32,1% (167.859) de la población adulta masculina se ubicó principalmente en el estrato


2 ó clasificado como bajo según Empresas Públicas de Medellín, seguido del 30,6%
(160.280) que vive en el estrato medio bajo; la población adulta femenina vive en el
estrato 3 ó medio bajo el 33,6% (218.968), seguidas por el 28,2% (184.001) de las
residenciadas en el estrato bajo.

73
Figura 6. Población adulta según sexo, por estrato socioeconómico. Medellín, 2005

Estrato
socioeconómico Población proyectada* Población expandida**

6 - Alto 3,7 4,8

5 - Medio alto 9,0 8,5

4 - Medio 13,1 15,9

3 - Medio bajo 31,7 32,3

2 - Bajo 32,8 29,9

1 - Bajo bajo 9,5 8,7

40 35 30 25 20 15 10 5 0 5 10 15 20 25 30 35 40
Proporción de personas

* Proyecciones poblacionales de la Unidad de Clasificación Socioeconómica y Estratificación, Departamento Administrativo


de Planeación Municipal. Medellín, 2005.
** Población expandida a partir de los hallazgos del presente estudio.

- Estructura de la población adulta

Al contrastar la distribución de la población encuestada frente a la distribución de la


población proyectada por el Departamento Administrativo de Planeación Municipal para el
año 2005, se observa una similitud en su comportamiento con diferencias entre 1 y 2
puntos porcentuales, encontrándose que en la población de 30 a 34 años la diferencia es
de 5 puntos, en ambos grupos, posiblemente como efecto de la violencia vivida en la
ciudad en los años noventa que afectó con mayor dureza la población adulta joven y
disminuyó los grupos poblaciones que hoy estarían entre 30 y 40 años de edad. Tabla 6.

La población de 20 a 64 años de la ciudad presentó una edad media global de 38,9 años
y una desviación de 12,7 años; la edad más frecuente fue de 21 años. Además, el 25% de
ellos tienen 28 años o menos, el 50% registra 38 años o menos y el 75% de la población
adulta presenta 49 años o menos; esto es un indicativo de lo heterogéneo de la edad de
la población, al presentar un coeficiente de variación del 32,6%. La variable edad presentó
una distribución no normal de forma asimétrica a la derecha y platicúrtica; por esta razón
se analizó la mediana.(129) Los hombres adultos presentaron una edad mediana de 38
años y la más común fue de 21 años; las mujeres adultas presentaron una edad mediana
de 40 años y la más frecuente fue de 40 años. Ambos sexos evidencian una edad
heterogénea, con coeficientes de variación que superan el 30%. Tabla 7.

74
Tabla 6. Población adulta encuestada y proyectada de Medellín por grupo de edad.
Medellín, 2005

Población encuestada Población proyectada*


Grupo de edad Sexo
n % N %
20 a 24 Hombre 110 16,7 79.648 14,7
Mujer 93 13,6 97.803 14,2
25 a 29 Hombre 105 15,9 79.887 14,7
Mujer 88 12,9 100.488 14,6
30 a 34 Hombre 71 10,8 84.464 15,5
Mujer 66 9,7 101.282 14,7
35 a 39 Hombre 83 12,6 81.807 15,1
Mujer 89 13,0 97.948 14,3
40 a 44 Hombre 84 12,7 67.546 12,4
Mujer 99 14,5 85.026 12,4
45 a 49 Hombre 64 9,7 54.549 10,0
Mujer 78 11,4 72.828 10,6
50 a 54 Hombre 65 9,9 42.168 7,8
Mujer 71 10,4 57.476 8,4
55 a 59 Hombre 37 5,6 30.905 5,7
Mujer 46 6,7 42.180 6,1
60 a 64 Hombre 40 6,1 22.333 4,1
Mujer 53 7,8 32.001 4,7
Total Hombre 659 100,0 543.307 100,0
Mujer 683 100,0 687.032 100,0
* Proyecciones poblacionales de la Unidad de Clasificación Socioeconómica y Estratificación, Departamento Administrativo
de Planeación Municipal. Medellín, 2005.

Al comparar el promedio de la edad de la población según sexo se encontró que existe


diferencia estadísticamente significativa, según la prueba no paramétrica U de Mann-
Whitney para comparación de medias (U= 207.208; p=0,012); es decir, las mujeres
adultas de la ciudad de Medellín presentan mayor edad que los hombres, situación
comprensible si se conoce que en la ciudad se presentaron mayor número de defunciones
de hombres jóvenes y adultos jóvenes en la década de los noventa, hecho que introdujo
una muesca en la pirámide poblacional de la ciudad, afectando principalmente a los
grupos de edad que hoy tienen 30 y más años, cambiando la estructura poblacional por
edad y sexo, y las demás variables de la dinámica poblacional, como nacimientos,
matrimonios, defunciones, migraciones, entre otras.

Tabla 7. Medidas de tendencia central, de posición y de dispersión de la edad de la


población adulta, según sexo. Medellín, 2005

De tendencia central De posición De dispersión


Sexo
Me Md Mo Q1 Q3 DE CV
Hombre 37,6 37 21 26 47 12,6 33,5
Mujer 39,9 40 40 29 50 12,7 31,8
Total 38,9 38 21 28 49 12,7 32,6
Me=media; Md=mediana; Mo=moda; Q1=cuartil 1; Q3=cuartil 3; DE=desviación estándar; CV=coeficiente de
variación

75
Al categorizar la edad por grupos quinquenales, se halló que el 45% de la población
masculina se agrupa en edades menores a 34 años, siendo más evidente en el grupo de
20 a 24 años con el 19,6% (102.386) y de 25 a 29 años con el 15,1% (78.821); las
mujeres aventajan a los hombres en los demás grupo de edad, principalmente las mujeres
con edades entre 45 a 49 años con el 11,2% (73.063), de 50 a 54 años representan el
7,1% (45.984) y de 60 a 64 años con el 8,3% (54.055). Figura 7.

Figura 7. Población adulta según sexo por grupo de edad. Medellín, 2005

Grupo de edad
Hombre Mujer

60 a 64 2,8 4,6

55 a 59 2,3 3,9

50 a 54 4,2 5,9

45 a 49 4,3 6,2

40 a 44 5,6 7,5

35 a 39 5,5 7,4

30 a 34 4,6 5,2

25 a 29 6,7 7,1

20 a 24 8,7 7,6

10 8 6 4 2 0 2 4 6 8 10
Proporción de personas

Estado civil. Los adultos de la ciudad presentaron una distribución por estado civil del
38% (446.956) de personas casadas, el 36,2% (425.591) de solteros, el 15,9% (187.062)
viven en unión libre, el 6,4% (75.579) separados o divorciados y el 3,4% (40.218) restante
eran viudos. Al discriminar por sexo se encontró que los hombres solteros representaban
el 41% (214.497), seguidos de los casados con el 35,3% (184.751) y en unión libre el 17%
(88.789); las mujeres casadas representaron el 40,2% (262.205), las solteras el 32,4%
(211.094) y en unión libre esta el 15,1% (98.273). Figura 8.

Los separados, divorciados y viudos de la ciudad son en mayor medida de sexo femenino,
frente a los hombres en estas mismas condiciones, al hallar que las mujeres separadas o
divorciadas equivalen al 7,1% (46.024) y viudas al 5,2% (34.107); mientras los hombres
separados o divorciados fueron el 5,6% (29.557) y viudos el 1,2% (6111). Esta
información está mostrando que los hombres adultos de la ciudad son principalmente
solteros y las mujeres casadas, pero hay una proporción mayor de hombres viviendo en
uniones consensuadas y más mujeres viudas que hombres viudos, esta relación es de
4:1, es decir, por cada hombre adulto viudo en la ciudad hay cuatro mujeres adultas
viudas.

76
Figura 8. Población adulta según sexo por estado civil. Medellín, 2005

50

Hombre
41,0 40,2 Mujer
40
35,3
Proporción de personas

32,4

30

20 17,0
15,1

10 7,1
5,2 5,0
1,2
0
Soltero Casado Viudo Sep/Divorc Union libre
Estado civil

Escolaridad. El máximo grado educativo alcanzado por los adultos de la ciudad es el de


secundaria con un 42,7% (502.077), seguido por el 21,6% (253.967) de los que han
cursado primaria y se destaca el 17,5% (205.627) de población con educación
universitaria. Los hombres presentaron principalmente un nivel de instrucción de
secundaria para el 39,1% (204.664) y en segundo lugar de primaria con el 21,9%
(114.859); igual clasificación presentaron las mujeres, al registrar un 45,6% (297.413) con
bachillerato y un 21,3% (139.108) con nivel de primaria. Los hombres adultos
presentaron mayor educación universitaria con el 20,8% (108.801) y mayor nivel de
posgrado con el 2,4% (12.473), con respecto al 14,9% (96.826) de mujeres universitarias
y al 1,5% (9981) con posgrado. Figura 9.

Figura 9. Máximo nivel educativo alcanzado por la población adulta, según sexo. Medellín,
2005

Posgrado; 2,4 Posgrado; 1,5


100

90 Universitaria; 14,9
Universitaria; 20,8

80 Tecnológica; 5,3

Tecnológica; 7,8 Técnica; 9,1


70
Técnica; 5,8
Proporción de personas

60

50
Secundaria; 45,6
Secundaria; 39,1
40

30

20

Primaria; 21,9 Primaria; 21,3


10

Ninguno; 2,3 Ninguno; 2,2


0
Hombre Mujer
Sexo

77
Del total de personas que tienen primaria como máximo nivel educativo, el 56,2%
(142.726) alcanzaron a terminarla, los que estuvieron en algún grado de secundaria la
llevaron a feliz término el 53,4% (267.900), el 42,1% (37.777) culminó sus estudios
técnicos, el 41,7% (31.461) terminó una carrera tecnológica y los que ingresaron a la
educación profesional la terminaron el 44,6% (91.768). La prueba estadística muestra
asociación entre el nivel educativo y pertenecer a uno u otro sexo ( χ =17.585; p=0,0000).
2

Por cada dos adultos de la ciudad con educación secundaria existe uno con nivel de
primaria, por cada universitario existen 2,4 con secundaria, por cada adulto con educación
técnica, tecnológica, universitaria o posgrado existe 1,3 con estudios de secundaria y por
cada un adulto con posgrado existen 9,2 universitarios.

Los hombres que tienen un nivel de escolaridad de primaria, la culminaron el 59,4%


(68.243), los de secundaria la culminaron el 54,3% (111.170), el 40,5% (12.290) terminó
la técnica, el 48,5% (19.727) las tecnologías, el 39,8% (43.314) la universitaria, y los que
iniciaron estudios de posgrado los terminaron en un 93,5%. Las mujeres terminaron su
primaria en un 53,5% (74.484), el 52,7% (156.731) el nivel de formación de bachiller, el
47% (27.886) sus estudios técnicos, el 33,8% (11.733) las tecnologías, el 50% (48.454) la
formación profesional y el 86,7% (8658) llevaron a feliz término la formación de posgrado.

- Migración de la población adulta

Las personas adultas residentes en la ciudad de Medellín en el año 2005, son cohortes de
generaciones nacidas entre los años 1941 y 1985; corresponde a personas que
actualmente tienen entre 20 y 64 años de edad. La generación de personas de mayor
proporción entre los residentes nacidos, fue en el quinquenio de 1981 a 1985 o población
de 20 a 24 años actualmente, con el 16,3% (191.346) y le siguen los nacidos en los años
1976 a 1980 con el 13,8% (161.812), entre 1961 a 1965 con el 13,2% (154.712) y 1966 a
1970 el 12,9% (151.127). La inmigración fue diferente entre hombres y mujeres, según el
quinquenio de nacimiento, mientras las mujeres llegaron y se residenciaron en la ciudad
en forma constante, los hombres lo hicieron en mayor medida después del año 1976. Se
dio un cambio positivo en la tendencia de inmigración en los nacidos entre 1971 y 1975,
similar en hombres y mujeres.

Medellín es considerada una ciudad receptora de población inmigrante, pero también


desplaza personas hacia otros lugares que emigran en busca de un futuro mejor; en este
sentido, el porcentaje que emigró fue del 46,7% y la que inmigró fue del 52%, lo que
significa que el número de habitantes de la ciudad se vio incrementando en un 5,3% por
concepto de la variable demográfica migración; si se proyecta en el tiempo se estará
hablando de mayores demandas institucionales en materia de salud, servicios públicos,
seguridad social, entre otras.

La migración de la población se constituye en una fuente de información sobre los


movimientos internos, desplazamientos y urbanizaciones de las ciudades que a lo largo
del tiempo van reorganizando las dinámicas sociales, institucionales y territoriales, por el
flujo e incremento de sus habitantes. El 55,8% (292.262) de los hombres y el 51,3%
(334.434) de las mujeres nacieron en Medellín, equivalente al 53,3% (IC95%:46,9-59,8)
del total de personas entre 20 y 64 años de edad de la ciudad y de éstos, el 89,1%
(558.304) ha vivido todo el tiempo en la ciudad y el 10,9% (68.392) se ha desplazado por
otras ciudades pero ha regresado a su ciudad natal.

78
El 46,7% (548.713) restante nació en lugares como: en municipios de Antioquia el 30,7%
(160.678) de los hombres y el 34,8% (226.486) de las mujeres; en otros municipios del
país nació el 12,6% (65.820) de hombres y el 13,7% (88.959) de mujeres y fuera del país
nació el 0,8% (4.197) de la población de sexo masculino y el 0,1% (970) del sexo
femenino. Figura 10.

Figura 10. Población adulta residente, según lugar y año de nacimiento. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
20 20

Otro país Otro país


Resto Colombia Resto Colombia
16 16
Resto Antioquia Resto Antioquia
Medellín Medellín
Porcentaje de residentes

Porcentaje de residentes
12 12

8 8

4 4

0 0
1941 a 1946 a 1951 a 1956 a 1961 a 1966 a 1971 a 1976 a 1981 a 1941 a 1946 a 1951 a 1956 a 1961 a 1966 a 1971 a 1976 a 1981 a
1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985
Año de nacimiento Año de nacimiento

Los adultos inmigrantes se residenciaron en la ciudad hace en promedio 20 años, con una
desviación de 15 años, siendo la residencia mínima en el último año y la máxima hasta 63
años. Los hombres se residenciaron hace aproximadamente 18 años y las mujeres 20
años en promedio. En general las mujeres superan en años de permanencia a los
hombres, lo que indica una mayor movilidad de los hombres adultos, y son también el
reflejo del desplazamiento de la población del país, que por diversas razones han dejado
sus ciudades de origen y se han residenciado en otro lugar. Así se observó que el 67,3%
(369.296) de la población llegó por la década de los años 50 y 60 del siglo XX en busca
de oportunidades laborales, para si mismo y con la esperanza de brindar un mejor futuro a
sus hijos, en iguales proporciones lo hicieron tanto hombres como mujeres, el 14,1%
(77.190) llegó hace 6 a 10 años, el 8% (44.073) llegó desde hace 3 a 5 años en la época
de finales del siglo pasado y principio de éste, siendo mayor la movilidad mayor en las
mujeres; hace 1 ó 2 años llegó el 3,2% (17.693) en iguales proporciones por sexo, y hace
menos de un año que reside en la ciudad el 6,6% (36.100) en una relación de 2:1, es
decir, por cada mujer adulta que se residenció en la ciudad en el último año lo hicieron
dos hombres adultos.

Según el estado civil de los inmigrantes adultos de la ciudad, el 46,2% (106.985) de los
hombres y el 39% (123.784) de las mujeres estaban casados en el año 2005 y la
proporción de solteros es del 28,8% para ambos sexos, se diferencian los viudos en una
relación de 9:1 y los separados o divorciados en una relación 2:1 a favor de las mujeres.
Las diferencias más significativas de la población inmigrante según su estado civil se
presentó entre los viudos, donde por cada hombre inmigrante adulto viudo existen nueve
adultas inmigrantes viudas.

79
- Fecundidad

De las 651.704 mujeres de 20 a 64 años que viven en la ciudad de Medellín, el 71,5%%


(465.968) han tenido hijos vivos, la tasa global de fecundidad de la ciudad se ubica en 1,9
hijos nacidos vivos por mujer y el promedio de hijos nacidos vivos por mujer es de 2,8. El
66,4% (432.657) de las mujeres han tenido en promedio 3,1 nacidos vivos de sexo
masculino y el 63,9% (416.565) de ellas han tenido en promedio 2,9 nacidos vivos de
sexo femenino; el máximo número de nacidos vivos masculinos es de 11 y el de sexo
femenino de 10.

Nacidos vivos. Las tasas específicas de fecundidad reflejan el comportamiento


esperado; las mujeres de menor edad tienen menos hijos que las de mayor edad, en este
caso se observó que el 25,6% (22.797) de las mujeres de 20 a 24 años han tenido en
promedio 1,8 hijos vivos en su vida, como mínimo uno y máximo seis; el 53,7% (44.558)
de 25 a 29 años han tenido en promedio 1,9 hijos vivos y como máximo cinco; el 55,6%
(34.115) de las mujeres de 30 a 34 años han tenido 2,5 hijos en promedio, el mínimo fue
uno y el máximo siete; el 67,7% (58.873) de las mujeres entre 35 a 39 años, han tenido en
su vida 2,6 hijos en promedio y como máximo seis; de 40 a 44 años son madres el 68,5%
(60.632) y tiene 2,6 hijos y como máximo siete; de 45 a 49 años, el 67,6% (49.384) han
tenido 2,8 hijos promedio en toda su vida y hasta nueve hijos nacidos vivos; el porcentaje
promedio más alto de mujeres que han tenido hijos se dio entre las de 50 a 54 años con el
69,5% (48.601), con 3,0 hijos y un máximo de siete; el 67,6% (31.074) de las mujeres de
55 a 59 años tuvieron como máximo 10 hijos vivos y 3,7 hijos promedio; por último, el
60,9% (32.943) de las de 60 a 64 años tuvieron como máximo 11 hijos y 5,3 hijos en
promedio. Figura 11.

Figura 11. Tasas específicas de fecundidad de las mujeres de 20 a 64 años por grupo de
edad. Medellín, 2005

5,5
5,3
5,0

4,5
Tasa específica de fecundidad

3,7
4,0

3,5 3,0
2,8
2,6 2,7
3,0 2,5

2,5 2,0
1,8
2,0

1,5

1,0

0,5

0,0
20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 60 a 64
Grupo de edad

80
Por estado civil, el 96,1% (32.794) de las mujeres viudas han tenido en promedio 4,6 hijos
vivos; de las separadas o divorciadas el 75,6% (34.788) han tenido en promedio 3,5 hijos
vivos; el 70,2% (68.977) de las que viven en unión libre han tenido 2,7 hijos vivos en
promedio; el 68,8% (180.492) de las mujeres casadas de la ciudad de Medellín han tenido
en promedio 2,6 hijos vivos, y el 31,2% (65.927) de las solteras han tenido 2,5 hijos vivos
en promedio. Figura 12.

Al analizar la formación educativa de las mujeres que tuvieron hijos nacidos vivos, se
encontró que a medida que se aumenta el nivel de formación se disminuyó el número de
hijos vivos; han tenido hijos vivos el 84,5% (9398) de las mujeres adultas que no tienen
ningún grado de escolaridad, el 100% (3216) con preescolar, el 78% (108.559) con
primaria, el 59,8% (177.814) con formación de secundaria, el 52,4% (31.066) de nivel
técnico, el 49,4% (17.173) tecnólogas, y el 31,5% (30.463) con grado universitario. Figura
13.

Figura 12. Hijos nacidos vivos de las Figura 13. Hijos nacidos vivos de las
mujeres de 20 a 64 años por estado civil. mujeres de 20 a 64 años por grado de
Medellín, 2005 escolaridad. Medellín, 2005

Estado civil Escolaridad

Unión L 29,8 39,8 21,2 9,2 Universitaria 68,5 22,5 6,62,4

Tecnológica 50,6 47,2 2,2


Sep/Div 24,4 27,8 28,3 19,5

Técnica 47,6 35,3 12,3 4,8

3,9
Viuda 26,9 32,7 36,6
Secundaria 40,2 34,8 20,1 4,8

22,0
Casada 31,2 39,9 23,8 5,1 Primaria 28,9 30,5 18,6

Preescolar 46,8 23,5 29,8


Soltera 68,8 20,1 6,9 4,3

Ninguno 15,5 11,0 17,2 56,3


0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
Sin hijos 1 ó 2 hijos 3 ó 4 hijos 5 y + hijos Sin hijos 1 ó 2 hijos 3 ó 4 hijos 5 y + hijos

Según estrato socioeconómico de la vivienda, el número de hijos vivos disminuye a


medida que se aumenta la categoría de la vivienda. De las mujeres que tuvieron 1 ó 2
hijos, el 36,9% (67.946) viven principalmente en el estrato medio bajo, el 23,5% (43.194)
en el estrato bajo, el 21,6% (39.861) en el estrato medio y el 7,1% (13.156) en el medio
alto; las que tuvieron 3 ó 4 hijos, el 45,1% (49.495) vive en el estrato medio bajo, el 34,1%
(37.392) en el bajo y solo un 3% (3248) viven en estrato alto; de las que tuvieron 5 ó más
hijos, viven principalmente en el estrato bajo el 39,1% (16.788), medio bajo el 28,6%
(12.277) y en el bajo bajo el 21,5% (9239).

Sobrevivencia. De los hijos nacidos vivos de las mujeres de 20 a 64 años de la ciudad,


sobreviven en promedio de 2,7 hijos para el 58% (377.805) y dos hijos al 56% (211.638)
de ellas; es decir, de cada tres mujeres, a dos de ellas le sobreviven dos hijos como
mínimo. Existe correlación positiva estadísticamente significativa entre el número de hijos
vivos y la edad de la madre, según el coeficiente de correlación de Pearson ( ρ =0,373;

81
p=0,000); es decir, a medida que aumenta la edad de la mujer aumenta el número de
hijos vivos. Figura 14.

Convivencia. El 54,7% (356.164) de las madres conviven actualmente con sus hijos, en
promedio viven con 2,1 hijos; las madres de 20 a 24 años son las que menos hijos tienen
viviendo con ellas, situación comprensible puesto que a menor edad menor número de
hijos, se registró un 24,7% (21.949) en este grupo de edad, en el grupo de 25 a 29 años
convive con sus hijos el 52,8% (43.855), y así asciende la proporción de mujeres que
conviven con sus hijos hasta el 68,1% (60.214) de mujeres de 40 a 44 años; a partir de
esta edad, la proporción baja al 60,4% (44.123) y nuevamente crece hasta el 65,6%
(30.167) de las mujeres de 55 a 59 años; es llamativo el grupo de madres de 60 a 64 años
solo convive con sus hijos el 34,5% (18.653), cambiando la tendencia al crecimiento que
se traía desde los 45 años de edad. Figura 14.

La convivencia con los padres es menor que la registrada con las madres; el 37,6%
(196.762) de los hombres de la ciudad, de 20 a 64 años viven actualmente con sus hijos y
presentó un comportamiento creciente similar al de las madres. El 11,3% (11.570) de los
padres de 20 a 24 años conviven con sus hijos, proporción que asciende hasta el 66,1%
(17.496) en el grupo de edad de 55 a 59 años y luego, en la edad de 60 a 64 años baja al
40,1% (12.955). En general, la población femenina convive más tiempo con sus hijos que
la población masculina.

Figura 14. Promedio de hijos nacidos vivos, que sobreviven y conviven actualmente con
las mujeres de 20 a 64 años, según grupo de edad. Medellín, 2005

Promedio de hijos

5,5
5,3
Nacidos vivos 5,0
Sobrevivencia
Convivencia 4,5
3,8
4,0
4,3

3,5
3,0
2,8 3,7
2,6 2,6 3,0
2,5
2,7
1,9
2,5 2,8 2,5
1,8 2,5 2,5

2,4 2,3
2,0
1,9 2,4 2,2 2,2
2,1 1,9
1,8
1,9 1,5
1,6
1,0

0,5

0,0
20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 60 a 64

Grupo de edad

También se observó que en los estratos socioeconómicos de las viviendas de los adultos
de la ciudad, se disminuye el número promedio de hijos que viven con sus padres a
medida que se aumenta la categoría de la vivienda, según la estratificación
socioeconómica de la ciudad, esto muestra como las condiciones de la vivienda del
adulto, condicionan el número de hijos que se desean tener y además el número de hijos
con los que se convive. Figura 15.

82
Figura 15. Promedio de hijos que conviven con la población adulta de 20 a 64 años,
según estrato socioeconómico. Medellín, 2005

7 708
922
1221

Promedio de hijos que conviven con adulto


6 505
759
1195
1322 632
798
1034
1071
1261 3
1148
1265

5 1235

4 1108
1170
1234
1299 1001

0
-1
N= 62809 159945 189668 83909 36948 19647
Bajo bajo Bajo Medio bajo Medio Medio alto Alto

Estrato socioeconomico

6.1.2 Aspectos económicos

Los aspectos económicos indagados en la población adulta de la ciudad de Medellín,


hombres y mujeres de 20 a 64 años fueron aquellos relacionados con su actividad
habitual, ocupación u oficio, tipo de contratación laboral, actividad económica de la
empresa, ingresos personales y fuente de ellos, patrimonio personal y dependencia
económica.

Actividad habitual en el último mes. El 53,5% (628.290) de los adultos tuvieron


actividad laboral (IC95%:50,5-56,5), dedicados a los oficios del hogar se halló el 22%
(19,4-24,7), desempleados el 9,7% (8,1-11,3), estudiando el 6,2% (4,4-8,0), inactivos
estaban el 4,8% (3,5-6,0), jubilados el 2,6% (1,4-3,7) y discapacitados el 0,6% (0,2-1,0).
Los hombres se encontraron laborando en un 69,5% (363.914) seguidos del 11,1%
(57.977) que estaban buscando empleo, los inactivos representaron el 6,3% (33.184),
estudiantes el 6,5% (34.038), jubilados el 2,9%, dedicados al hogar el 2,5% y
discapacitados el 1%; las mujeres adultas estaban laborando el 40,6% (264.376),
dedicadas al oficio del hogar el 37,7% (245.744), también se presentaron personas del
sexo femenino que estaban en busca de trabajo el 8,5% (55.578), estudiantes el 6%
(39.052), inactivas el 3,5% (22.711), jubiladas el 2,3% y discapacitadas el 0,3%. Figura
16.

Es significativamente mayor la proporción de hombres que laboran frente a la proporción


de mujeres que laboran (RP: 1,7; IC95%: 1,52-1,92); a su vez, la proporción de mujeres
que se dedican a las labores en el hogar, como actividad habitual, es superior que la
proporción de hombres que se dedican a esta actividad (RP: 0,07; IC95%: 0,03-0,13).

83
Figura 16. Actividad habitual en el último mes de la población adulta según sexo.
Medellín, 2005

70 69,5

60
Hombre
Mujer
50
Proporción de personas

40,6
40 37,7

30

20

11,1
8,5
10 6,5 6,0 6,3
2,5 3,5 2,9
2,3 1,0 0,3
0
Act. Laboral Oficios hogar Desempleado Estudiante Inactivo Jubilado Discapacitado
Actividad habitual

Se observó que el estrato socioeconómico de la vivienda estaba relacionado, de alguna


manera, con la actividad habitual; la población masculina con actividad laboral van del
62,1% (32.182) en el estrato bajo bajo al 75,1% (120.353) en el medio bajo; la proporción
de estudiantes tiende a crecer a partir del estrato medio bajo con el 3,7% (5872) hasta el
18,2% (5702) en el alto; los inactivos fluctuaron entre 4,2% (2152) en el estrato bajo bajo
hasta 6,8% del alto. La población jubilada es residente en estratos bajo (3,4%), medio
bajo (2,6%), medio alto (5,2%) y alto (9,1%); la población discapacitada se presentó en los
cuatro primeros estratos en una proporción de 1,5%; los que estuvieron buscando trabajo
disminuyeron del 15,1% (7799) en el bajo bajo al 2,3% (713) en el estrato alto. Tabla 8.

La población femenina también presentó cambios en su actividad habitual a través de los


estratos, pues pasó de estar principalmente dedicada a los oficios del hogar en un 52,3%
(26.296) en el bajo bajo a 17,5% (9530) del medio alto y se duplicó esta proporción en el
estrato alto (32,9%); ingresó a la actividad laboral en un comportamiento creciente de
27,9% (14.057) en el bajo bajo a 61% (33.162) en el medio alto y bajó a 43% en el alto;
las mujeres estudiantes tuvieron su proporción más alta en el estrato medio con 10,5%
(12.496) y la menor en el estrato bajo con 2,1% (3846); las que buscaron trabajo
decrecieron de 14,3% (7214) en el estrato bajo bajo hasta el alto donde no hubo ninguna
mujer en esta condición; las jubiladas no se presentaron en el bajo bajo, pero desde el
estrato bajo fue incrementándose del 2% (3630) al 6,5% (1624) en el alto; las
discapacitadas se dieron en dos estratos únicamente, medio bajo (0,7%) y alto (2,2%). La
actividad habitual en el último mes, refleja el cambio de rol que ha asumido la mujer
adulta, al incursionar en el ámbito laboral y combinarlo con sus responsabilidades en el
hogar. Tabla 8.

84
Tabla 8. Distribución porcentual de la actividad habitual de la población adulta según
sexo, por estrato socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005

Estrato socioeconómico
Actividad Total
Sexo Bajo Medio Medio
habitual Bajo Medio Alto
bajo bajo alto No. %
H 62,1 65,7 75,1 70,9 74,2 63,6 363.913 69,5
Act. Laboral
M 27,9 31,6 38,0 54,7 61,0 43,1 264.375 40,6
H 11,9 1,7 1,6 0,0 3,7 0,0 13.278 2,5
Oficios hogar
M 52,3 47,1 42,3 18,8 17,5 32,9 245.743 37,7
H 15,1 15,4 9,6 10,2 3,0 2,3 57.977 11,1
Desempleado
M 14,3 12,3 8,1 5,2 3,4 0,0 55.579 8,5
H 5,2 5,2 3,7 11,9 6,7 18,2 34.038 6,5
Estudiante
M 2,4 2,1 7,2 10,5 6,6 8,7 39.052 6,0
H 4,2 7,9 5,5 5,5 7,1 6,8 33.184 6,3
Inactivo
M 1,5 4,0 2,7 4,6 4,7 2,2 22.711 3,5
H 0,0 3,4 2,6 0,0 5,2 9,1 15.135 2,9
Jubilado
M 0,0 2,0 0,4 5,1 4,9 6,5 14.913 2,3
H 1,6 0,5 1,5 1,5 0,0 0,0 5.092 1,0
Discapacitado
M 0,0 0,0 0,7 0,0 0,0 2,2 2.122 0,3
H 51.805 167.859 160.280 67.136 45.265 31.360 523.705
Total
M 50.318 184.001 218.968 119.174 54.383 24.857 651.701

Ocupación y contratación. Los 628.290 adultos que laboraron son parte de la población
económicamente activa de la ciudad, cuya principal ocupación u oficio fue de empleados
para el 50,3% (46,2-54,7), trabajadores independientes el 36,4% (32,2-40,4), obreros el
5,2% (3,7-6,6), empleados domésticos el 3,4%, patrones o empleadores el 2,3%,
trabajadores familiares sin remuneración el 1,2% y en otras ocupaciones el 1,2%. Los
hombres tuvieron como actividad u oficio el ser empleados, en un 51,5% (187.532),
trabajadores independientes el 36,9% (134.353), obreros el 6,3% (23.007), patrones el 3%
(10.999) y empleados domésticos el 1,3% (4791); las mujeres estuvieron como
empleadas el 48,7% (128.697), trabajadoras independientes el 35,7% (94.341),
empleadas domésticas el 6,2% (16.317), obreros el 3,6% (9547), trabajadoras sin
remuneración familiar el 2,9%, empleadoras el 1,3% y en otros oficios el 1,7%.

Los adultos laboraron principalmente en actividades económicas relacionadas con el


comercio en un 25,6% (160.930), industria el 23,8% (149.735), transporte el 6% (37.551),
salud el 5,6% (35.261), educación el 5,6% (34.998) y en otras actividades el 33,4%
(209.816) como finanzas, seguridad, agricultura, juegos de azar, servicios públicos,
abogacía, alimentos, comunicaciones, deportes, entretenimiento, estética, iglesia,
ganadería, justicia, periodismo, minería, propiedad raíz, artes, televisión, sistemas, trabajo
comunitario y turismo. Las mujeres laboraron en actividades relacionadas con el comercio
el 24,7% (65.330), industria el 22% (58.043), salud el 10,8% (28.619), educación el 6.9%
(18.216) y otras actividades el 35,6% (94.178); los hombres se desempeñaron en
actividades económicas como comercio el 26,3% (95.600), industria el 25,2% (91.692),
transporte el 8,9% (32.232), seguridad el 6,1% (22.294) y en otras actividades el 33.5%
(122.097).

85
De los hombres adultos con actividad laboral definida, el 56,8% (206.544) lo hizo con
contrato de trabajo en las modalidades de: indefinido (32,5%), a término fijo (16,4%), por
prestación de servicios (7,1%); y de las mujeres adultas que incursionan en el campo
laboral, el 48,9% (129.371) laboró con contrato de trabajo: indefinido (28,5%), a término
fijo (12,1%) y prestación de servicios (7,1%). Es decir, el 43,2% (157.370) de los hombres
que laboran y el 51,1% (135.005) de las mujeres, lo hacen sin mediar contratación escrita
alguna. El sector industrial es la actividad económica que oficializa la contratación en
mayor medida para el 30,1% (62.261) de los hombres y 22,3% (28.905) de las mujeres.

Ingresos personales. El 89,2% (1.048.531) de los adultos de Medellín reportó alguna


fuente de ingreso; el 43,6% (40,8-46,8) percibe sueldo o salarios mensuales, en segundo
lugar los derivaron del apoyo de padres, esposos e hijos o aportes familiares para este
proyecto en un 26,9% (24,3-29,9), por prestación de servicios el 6,7% (5,4-7,9), el 5%
(3,5-6,5) recibe pensión o jubilación y el 3,3% (2,4-4,2) percibe renta por propiedad de
títulos valor y en igual proporción tienen otras fuente como: comisiones, honorarios,
exposiciones de arte, época de cosechas, reciclaje de productos, subsidio de desempleo,
trabajos ocasionales, ventas ambulantes y ventas al detalle o al menudeo.

Entre hombres y mujeres se evidencian diferencias en el ingreso, el 56,4% (295.163) de


los hombres deriva su ingreso de un sueldo o salario, en comparación con el 33,4%
(217.805) de las mujeres, es decir, una de cada tres mujeres tiene ingresos provenientes
de sueldo o salario y por cada 10 mujeres que reciben sueldo o salario lo hacen 14
hombres, lo que muestra una mayor proporción de ingreso salarial en los hombres
(RP:1,7 ; IC95%: 1,5-1,9). Los aportes familiares, fueron más frecuentes en las mujeres
que en los hombres; por cada diez personas de sexo masculino con este tipo de ingresos
existen 29 personas de sexo femenino (RP:0,4 ; IC95%: 0,34-0,55). Tabla 9.

En Medellín, la población de 20 a 64 años que no tiene ninguna fuente de ingresos es el


10,8% (126.879), que oscilan entre el 8,7% y 12,9%, pero diferente para hombres y
mujeres; ellas registraron el 14,3% frente a ellos que presentaron el 6,5%; es decir, por
cada diez hombres de la ciudad que no tiene ingresos mensuales existen 27 mujeres en
iguales condiciones, evidenciándose una proporción mayor de adultas sin ingresos frente
a los adultos masculino (RP:0,4 ; IC95%:0,31-0,66). Tabla 9.

Tabla 9. Fuente de ingresos de la población adulta, según sexo. Medellín, 2005

Hombre Mujer
Fuente de ingresos
No. % No. %
Sueldo / salario 295.163 56,4 217.805 33,4
Contrato de servicios 48.431 9,2 29.808 4,6
Otra fuente 25.962 5,0 12.328 1,9
Aportes familiares 82.083 15,7 234.220 35,9
Pensión / jubilación 22.013 4,2 36.776 5,6
Renta 14.036 2,7 24.749 3,8
Ninguna 33.920 6,5 92.959 14,3

86
Si a la población que no recibe ningún ingreso se le adiciona la población adulta que solo
percibe aportes familiares, entonces se tiene que el 37,7% (443.182) del total de
población no tiene ingresos regulares, ni fijos ni programados que garanticen un nivel de
vida aceptable y la satisfacción de necesidades básicas que posibiliten tener una mejor
calidad de vida. Esta situación es más dramática para las mujeres, pues se encontró que
el 50,2% (327.180) de ellas y el 22,2% (116.000) de ellos no reciben ingresos en forma
periódica.

Los ingresos totales en el último mes presentaron un comportamiento no normal (K-


S=0,29; p=0,0000), por tal razón los cálculos con esta variable se hicieron tomando la
mediana, que para el caso del ingreso se ubicó en $385.000 similar a un salario mínimo
legal vigente (SMLV) en Colombia, que para el año 2005 fue de 381.500 pesos.

Los ingresos del 89,2% los adultos de la ciudad, presentaron una variabilidad que va
desde 2000 pesos hasta $30´000.000, lo que demuestra lo heterogéneo de su
comportamiento. Los hombres adultos tuvieron un ingreso promedio de $420.000 y
$400.000 fue el valor más frecuente; las mujeres de la ciudad recibieron en promedio
$350.000 y $200.000 fue el ingreso más común. Al comparar el ingreso de la población
adulta según sexo se encontró que existe diferencia estadísticamente significativa
(t=30,013; p=0,0000); es decir, los hombres adultos de la ciudad de Medellín presentan
mayor ingreso mensual que las mujeres, con una diferencia de $70.000 que varía entre
$65.428 y $74.571 situación que es apenas lógica si se conoce que el 14% de las mujeres
no registran ingresos periódicos y el 35% los deriva de los aportes familiares. Tabla 10.

Tabla 10. Medidas de tendencia central, de posición y de dispersión de los ingresos


totales en el último mes de la población adulta, según sexo. Medellín, 2005

De tendencia central De posición De dispersión


Sexo
Md Mo Q1 Q3 Min Max
Hombre 420.000 400.000 300.000 800.000 5.000 30.000.000
Mujer 350.000 200.000 150.000 600.000 2.000 8.000.000
Total 385.000 200.000 200.000 700.000 2.000 30.000.000
Md=mediana; Mo=moda; Q1=cuartil 1; Q3=cuartil 3; DE=desviación estándar; CV=coeficiente de variación

El ingreso promedio de los hombres de la ciudad entre 20 y 64 años en el último mes, fue
superior al de las mujeres en todos los grupos de edad. La diferencia más notoria se
presentó en el grupo de edad de 60 a 64 años, donde la razón de masculinidad es 2:1;
luego, por cada mujer que recibe un salario mínimo legal vigente un hombre de esta edad
recibe dos SMLV y a medida que se baja la edad dicha razón se disminuye hasta el grupo
de 20 a 24 años, donde por cada mujer que recibe un salario mínimo un hombre de la
misma edad recibe 1,4 SMLV. En general, la razón de masculinidad en los adultos de la
ciudad, según su ingreso mensual fue de 1,5 SMLV. Figura 17.

Según le estrato socioeconómico, el ingreso mensual en salarios mínimos es diferente


entre hombres y mujeres. En el estrato bajo bajo, un hombre recibe 0,9 SMLV ($325.504)
y una mujer 0,3 SMLV ($100.722), es 3,2 veces la misma cantidad. La diferencia menor
se presentó en el estrato medio, con una razón de masculinidad de 1,2 y la mayor en el
estrato uno, con una razón de 3,2.

87
Figura 17. Ingresos totales en el último mes de los adultos de la ciudad según sexo por
grupo de edad. Medellín, 2005

5,0
Hombre
4,5 Mujer 4,0
4,0

3,5
Ingreso mensual en SMLV

2,9

3,0
2,4
2,3
2,5 2,0 2,2
1,9

2,0 1,5
2,0 2,0

1,5 1,0

1,0 1,4 1,2


1,3 1,3
1,1 1,1
0,5
0,7
0,0
20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 60 a 64
Grupo de edad

Patrimonio. El patrimonio económico de los adultos de 20 a 64 años de la ciudad en el


año 2005, estaba representado en propiedad raíz para un 31,5% (370.439), un 13,9%
(163.448) son dueños de vehículos y los semovientes son el de menos tenencia con el
1% (11.738). No se presentaron diferencias entre hombres y mujeres en lo que a la
posesión de patrimonio se refiere; respecto a propiedad raíz la proporción de hombres fue
similar a la de las mujeres; existe una mayor proporción de hombres adultos propietarios
de vehículo que la de mujeres adultas, mientras las mujeres presentaron posesión mayor
de semovientes. Tabla 11.

Tabla 11. Patrimonio de la población adulta, según sexo. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Patrimonio
% IC95% % IC95%
Propiedad raíz 31,7 27,4-35,9 31,4 27,2-35,5
Vehículo 15,9 12,9-18,8 12,3 9,6-15,0
Semovientes 0,8 0,2-1,5 1,1 0,2-2,0
Ninguno 40,6 36,4-44,8 41,9 37,3-46,5

El 41,4% (486.113) de los adultos de la ciudad no poseen ningún patrimonio, el 40,6%


(213.103) de los hombres y el 41,9% (273.010) de las mujeres; información que sugiere
que dos de cada cinco personas de 20 a 64 años no tiene propiedades, ni posesiones
materiales que le permitan mejores condiciones de vida, a sabiendas que tienen 1,8
personas en promedio que dependen económicamente de él, 2,2 en el caso de los
hombres y 1,5 personas para las mujeres adultas, y a medida que se aumenta el estrato
socioeconómico de la vivienda se disminuye el número de dependiente; del 30,9%
(349.641) no depende ninguna persona.

88
6.1.3 Condiciones de salud

6.1.3.1 Morbilidad sentida

Las condiciones de salud de la población adulta de la ciudad de Medellín, mirada desde la


morbilidad sentida o percibida en el último mes, fue indagada al propio adulto y desde allí
se construyó este perfil; por tal razón, no se hablará de afección principal como lo plantea
la OMS sino que se tomó la clasificación internacional de enfermedades de la décima
revisión, en su distribución por sistema afectado, registrado en los 22 capítulos de la CIE-
10, según signos, síntomas, dolencias, sensaciones, percepciones, incapacidades e
incomodidades que afectan al adulto, y que en muchos casos no son clasificadas como
un estado mórbido propiamente dicho, como es la situación relacionada con el embarazo,
parto y puerperio. También se consultó sobre tratamiento farmacológico o psicológico
para enfermedades crónicas, tumorales y degenerativas; causas de hospitalización en el
último año, periodicidad de las visitas preventivas al médico y al odontólogo, consumo de
medicamentos y pago de los mismos.

Durante el último mes, el 28,8% (338.443) de los adultos de 20 a 64 años de Medellín


sintieron alguna enfermedad, accidente u otro problema que comprometía su salud,
variando entre 26,2% y 31,6% de la demanda sentida, el 24,5% (129.035) de los
hombres y el 32,1% (209.408) las mujeres; es decir, uno de cada cuatro hombres y una
de cada tres mujeres en este grupo de edad presentaron alteraciones en su salud. La
asociación estadística que se registró entre el hecho de enfermar y el sexo al cual
pertenece el adulto, indican que las mujeres presentaron un riesgo mayor de sentirse
enfermas que los hombres (RR=0,769; IC95%:0,64-0,93;).

La morbilidad sentida para la población presentó una proporción de incidencia de 235 por
mil habitantes adultos masculinos y 301 por mil habitantes adultas femeninas. Su
comportamiento fue fluctuante según el grupo de edad, los adultos masculinos que
sintieron una mayor presencia de enfermedad, accidente o problema de salud fueron los
grupos de 20 a 24 años con una proporción de 339,7 por mil habitantes de ese grupo de
edad y le siguen los adultos medio de 50 a 54 años con 312,3 por mil habitantes de ese
grupo; las mujeres de 60 a 64 años presentaron una proporción de 772,3 por mil mujeres
de este mismo rango de edad y le siguen las de 50 a 54 años con 430,9 por mil mujeres.
Figura 18.

Al relacionar la edad con los problemas de salud percibidos por los adultos masculinos de
la ciudad, se encontró tendencia estadísticamente significativa que disminuyó a medida
que aumentó la edad ( χ =651; p=0,0000). En el caso de las adultas femeninas, la prueba
2

estadística mostró que el riesgo de sentirse aumentó a medida que se aumentó en años,
especialmente en los grupos de 40 a 44 años (OR=1,21), de 50 a 54 (OR=1,58) y de 60 a
64 años donde casi se triplicó el riesgo que se tiene de 20 a 24 años (OR=2,83;
χ =11931; p=0,0000).
2

89
Figura 18. Proporción de incidencia de morbilidad sentida en el último mes según sexo,
por grupo de edad. Medellín, 2005

800
772,3
Hombre
700
Mujer

600

Tasa por mil habitantes 500


430,9

400 339,7
281,0
234,6 286,7
272,7
300
197,4 312,3 293,3
179,9
273,4 329,6
200 244,7
295,2
194,9
100 140,1
108,9
0
20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 60 a 64
Grupo de edad

Del total de adultos de la ciudad, el 18,9% (222.016) consultó a profesionales de la salud


por la morbilidad sentida en el último mes (demanda atendida); esto quiere decir, que el
10% (116.427) de personas de 20 a 64 años que estuvieron aquejados por enfermedad,
accidente u otro problema de salud no acudieron al médico o especialista para su
atención; de ellas 53.036 son hombres y 63.391 son mujeres que se quedaron sin recibir
atención por sus problemas de salud. Por cada 10 hombres que se sintieron enfermos
fueron atendidos seis y por cada diez mujeres fueron atendidas siete. Las personas que
no acudieron pertenecen al sector de población considerado como vinculado al Sistema
General de Seguridad Social en Salud en una proporción del 46,6% (48.714) y al régimen
subsidiado el 33,5% (34.940), los demás hacen parte del régimen contributivo. Figura 19.

Figura 19. Población adulta según morbilidad sentida y atendida por sexo. Medellín, 2005

Hombres Mujeres

Sentida 32,1%
Sentida 24,6%

Atendida Atendida
14,5% 22,4%

1:4 6:10 1:3 7:10

90
Los signos, síntomas, enfermedades y dolencias de los adultos de la ciudad fueron
clasificados según el sistema orgánico comprometido y detallados en los 22 capítulos de
la CIE-10; los diez principales sistemas comprometidos representaron el 85,2% (284.140)
La principal dolencia percibida por los adultos de 20 a 64 años está relacionada con las
enfermedades infecciosas y parasitarias que afectaron al 19,2%, entre ellas se cuentan
las de origen viral como el resfrío común, gripe y gripe fuerte que afectaron, epidémicas
como el dengue y la varicela, y bacterianas como la amebiasis; la segunda enfermedad o
síntoma que aquejó al 15,1% está relacionada con el sistema osteomuscular y del tejido
como artritis, dolor de cintura, de espalda, en los huesos, de rodillas, de piernas, de
manos, lumbagos, espasmos musculares, túnel metacarpiano, esguince, fracturas, hernia
discal, osteoporosis y agotamiento; la tercera enfermedad o problema de salud que afectó
al 12,6% de los adultos está relacionado con el sistema circulatorio y principalmente con
la hipertensión arterial, preinfarto, infarto colesterolemia y triglicéridos. Tabla 12.

Tabla 12. Sistema comprometido en la morbilidad sentida de la población adulta, según


sexo. Medellín, 2005

Hombre Mujer Total


Sistema comprometido
No. % No. % No. %
Infecciosas y parasitarias 33.776 26,9 30.214 14,5 63.990 19,2
Sistema osteomuscular 14.965 11,9 35.549 17,1 50.514 15,1
Sistema circulatorio 12.647 10,1 29.454 14,2 42.101 12,6
Sistema digestivo 13.832 11,0 18.618 9,0 32.450 9,7
Sistema respiratorio 15.734 12,5 8.330 4,0 24.064 7,2
Sistema genitourinario 3.847 3,1 12.444 6,0 16.291 4,9
Endocrinas, nutricionales y metabólicas 4.103 3,3 11.941 5,7 16.044 4,8
Mentales y del comportamiento 4.220 3,4 10.957 5,3 15.177 4,6
Sistema nervioso 4.045 3,2 10.687 5,1 14.732 4,4
Traumatismos y otras causas externas 859 0,7 7.918 3,8 8.777 2,6
Síntomas y signos no clasificados 647 0,5 7.975 3,8 8.622 2,6
Sangre y órganos hematopoyéticos 1.987 1,6 4.573 2,2 6.560 2,0
Accidentes de transporte 4.847 3,9 1.675 0,8 6.522 2,0
Piel y tejido subcutáneo 4.602 3,7 1.620 0,8 6.222 1,9
Tumores 1.179 0,9 4.958 2,4 6.137 1,8
Oído y apófisis mastoides 1.853 1,5 3.758 1,8 5.611 1,7
Ojo y anexos 2.430 1,9 3.066 1,5 5.496 1,6
Embarazo, parto y puerperio 0 0,0 4.202 2,0 4.202 1,3
Total 125.573 37,7 207.939 62,3 333.512 100,0

Entre las afecciones relacionadas con el sistema digestivo destacan: gastritis, problemas
de colon, úlcera péptica y duodenal, apendicitis, hernia y reflujo; el quinto sistema
orgánico afectado fue el respiratorio que originó problemas de salud como: rinitis,
bronquitis, dificultad respiratoria, tos fuerte, bronconeumonía, laringitis, asma, entre otras;
los problemas del sistema genitourinario fueron: infección urinaria, infección renal,
cálculos renales, infección en la matriz, ovarios y útero, hiperplasia prostática, entre otras;
las enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas que se destacan son: tiroidismo
y diabetes; las enfermedades mentales y del comportamiento fueron principalmente:
depresión y estrés, entre otras; las del sistema nervioso fueron problemas de salud como
migrañas, dolor de cabeza, neuralgias y epilepsia; y los traumatismos, envenenamientos y
algunas otras consecuencias de causas externas afectaron al 2,6% en el último mes,

91
entre ellas están: intoxicación, caídas, accidentes de trabajo y heridas por arma de fuego.
Tabla 12.

Al analizar la morbilidad sentida por sexo, se halló que de las 333.512 personas que se
sintieron enfermas en el último mes, el 62,3% (207.939) son mujeres y el 37,7% (125.573)
son hombres. La mayor proporción de incidencia de los cinco sistemas orgánicos más
afectados por mil habitantes en la población masculina fue por: enfermedades infecciosas
y parasitarias, del sistema respiratorio, del sistema osteomuscular y del tejido, del sistema
digestivo y del sistema circulatorio; para las mujeres que se sintieron enfermas, la
proporción de incidencia por mil habitantes femeninas en los cinco primeros sistemas fue:
del sistema osteomuscular y del tejido, enfermedades infecciosas y parasitarias, del
sistema circulatorio y del digestivo. Figura 20.

Figura 20. Proporción de incidencia de la morbilidad sentida en el último mes según sexo,
por sistema comprometido. Medellín, 2005

Sistema comprometido

Emb, parto y puerp


Hombre 0,0 6,0
Mujer

Ojo y anexos 4,4 4,4

Oído y apóf mast 3,4 5,4

Tumores 2,1 7,1

Piel y tejido subcut 8,4 2,3

Accid de transp 8,8 2,4

Sangre y órg hemat 3,6 6,6

Sínt y sig no clasif 1,2 11,5

Causas externas 1,6 11,4

Sistema nervioso 7,4 15,3

Mentales y del comp 7,7 15,7

Endoc, nutric y metab 7,5 17,1

Sistema genitourinario 7,0 17,9

Sistema respiratorio 28,6 12,0

Sistema digestivo 25,2 26,7

Sistema circulatorio 23,0 42,3

Sistema osteomuscular 27,2 51,0

Infecciosas y parasitarias 61,5 43,4

70 60 50 40 30 20 10 0 10 20 30 40 50 60 70
PI x 1000 hab

El 8% (94.374) de los adultos de Medellín estuvieron hospitalizados en el último año por


problemas relacionados con su salud, en mayor proporción mujeres, quienes se
hospitalizaron el 8,9% (58.212) y hombres el 6,9% (36.163); no se evidencia diferencia en
la proporción de hombres hospitalizados frente a la proporción de mujeres que también se
hospitalizaron en el período de tiempo (IC95%: 0,54-1,12). Las principales causas de
hospitalización fueron: por cirugía relacionada con lesión o accidente el 2,7% (31.161), el

92
2,4% (28.486) por enfermedad, el 1,4% (16.823) por embarazo, parto y complicaciones
relacionados con el estado, el 0,9% (10.829) por otras causas o afecciones, el 0,4%
(4486) por accidente de tránsito, el 0,2% (2263) por accidente de trabajo, y el 0,1% (1344)
por lesiones ocasionadas con armas.

Consultas preventivas. Las consultas preventivas a médicos y odontólogos, el 67,1%


(788.186) de los adultos las realizan por lo menos una vez al año, oscilando entre 64,7% y
70,0%; esto es, de cada tres adultos de 20 a 64 años, dos visitan anualmente a su médico
u odontólogo. Al hacer el comparativo por sexo, las mujeres visitan con más frecuencia a
los galenos, por prevención, control y mantenimiento de la salud, entre otras; en una
proporción del 72% (469.061) y los hombres en una proporción del 60,9% (319.125);
existe una mayor proporción de consultas preventivas a favor del sexo femenino frente a
la proporción de hombres adultos que consultan preventivamente (IC95%: 0,78-0,93).

Los que consultan con mayor frecuencia al médico y al odontólogo, en consultas


preventivas, pertenecen al estrato medio bajo en un 33,7% (265.663), le siguen los del
estrato bajo en un 27,2% (214.523) y del medio en un 16,5% (130.122); los que menos
visitas preventivas realizan son los adultos que residen en el estrato alto en un 5,9%
(46.726). En el comparativo por sexo, son las mujeres independientemente del estrato de
su residencia, las que más visitas preventivas se realizan en el año, con excepción del
estrato bajo bajo donde los hombres superan a las mujeres en una relación 2:1. Figura 21.

Figura 21. Consultas preventivas una vez Figura 22. Pago de medicamentos de la
al año, según sexo por estrato población adulta según sexo, por estrato
socioeconómico de la vivienda Medellín, socioeconómico de la vivienda. Medellín,
2005 2005
Estrato Mujer Estrato Mujer
socioeconómico 10,3 socioeconómico 5,8 Hombre
Alto
Hombre Alto
9,7 7,5

6,8
18,1 Medio alto
Medio alto 12,9
14,1
25,3
Medio
34,2 18,3
Medio bajo
33,2 33,4
Medio bajo
24,1
28,1
Bajo
23
25,9 Bajo
27,9
4,9
Bajo bajo 5,7
Bajo bajo
9,1 9,3

0 5 10 15 20 25 30 35 0 5 10 15 20 25 30 35 40
Proporciòn de personas
Proporción de personas

Consumo de medicamentos. El 50,3% (591.769) de los adultos consumieron


medicamentos farmacológicos en el último mes, de ellos el 53,5% (49,1-57,8) son mujeres
y el 46,5% (42,3-51,2) son hombres, proporción significativamente mayor de mujeres
frente a la proporción de hombres que también usaron medicamentos (IC95%: 0,77-0,99).
Estos medicamentos fueron formulados por médico u odontólogo en el 67,5% (399.430)
de las veces, con una proporción mayor de población adulta femenina del 72,5%
(252.954) frente al consumo formulado de 60,1% (146.476) de los hombres (IC95%: 0,73-
0,95); pero, el 32,5% (192.340) del los fármacos usados NO fueron recetados por galeno
alguno; esto quiere decir que la prevalencia de automedicación en los adultos de Medellín

93
en el último mes fue del 16,4%, siendo más alta en los hombres (18,5%) que en las
mujeres (14,9%).

Los medicamentos consumidos por los adultos fueron cancelados en un 55,7% (329.395)
por la misma persona, el 29,5% (174.279) por la entidad aseguradora de salud, el 12,5%
(74.019) la cancelación fue conjunta, y el 2,4% (14.075) de estos medicamentos debieron
ser pagados por familiares, amigos, donaciones, Sisben, seguro obligatorio de accidentes
de transporte (SOAT) y Banco de la República. Los hombres adultos pagaron sus
medicamentos en un 58,8% (143.214) y las mujeres en un 53,5% (186.181); esta
información es coherente con la automedicación en el último mes que fue más alta en los
hombres que en las mujeres. Por estrato socioeconómico, los hombres residentes en el
medio bajo, cancelaron sus propios medicamentos en una mayor proporción. Figura 22.

6.1.3.2 Morbilidad atendida

- Consulta externa

De los 4.927.940 registros individuales de prestación de servicios de salud (RIPS) por


consulta externa, enviados por 151 centro de atención en salud (Instituciones Prestadoras
de Servicios IPS), 40% de naturaleza pública y 60% privada, consignados en la Secretaría
de Salud Municipal, se analizó el 51,1% (2.517.166) correspondiente a las personas de 20
a 64 años de edad que utilizaron este servicio entre 1999 y 2001, distribuidas entre el
31,6% (795.424) de hombres y el 68,4% (1.721.742) mujeres.

El análisis de los registros individuales de prestación de servicios por consulta externa, de


las instituciones que fueron reportados a la Secretaría de Salud Municipal correspondiente
a los años 1999, 2000 y 2001, fue realizado según las cinco afecciones principales de la
población masculina y femenina de Medellín, agrupada en dos grandes grupos de edad:
de 20 a 44 años (adulto joven) y de 45 a 64 años (adulto medio). Analizando las cinco
afecciones principales registradas en el servicio de consulta externa para la población de
hombres adulto joven entre los 20 y 44 años de la ciudad de Medellín, representaron el
30%, 24,5% y 27% del total de causas registradas en los años 1992, 2000 y 2001
respectivamente. Se encontró gran similitud en este grupo poblacional, al registrar las
enfermedades de los dientes y cavidad bucal como la principal causa de reportada con
proporciones de 12.5%, 11.5% y 13.1% para cada año. Figura 23.

La vigilancia consecutiva a tratamiento se presenta en la tercera posición en 1999, con el


3,5% asciende a un segundo lugar con un incremento en su porcentaje de participación al
6,9% en el segundo año y finalizando el estudio pasa al quinto lugar con un 3,2%. La
gastritis aguda aunque muestra una tendencia al incremento de participación a lo largo del
estudio, permanece como cuarta causa para los años 1999 y 2001, y sólo escala una
posición en el año 2000 donde se presentó como la tercera causa de consulta.

La hipertensión esencial permanece constante en la quinta posición durante los dos


primeros años analizados con 1,9% y 1,7%, pero al incrementar su porcentaje a un 3,6%
llega al tercer lugar en el último año estudiado. Finalmente se observó que el lumbago
sólo esta dentro de las cinco afecciones en los dos últimos años, situándose en el cuarto
lugar para el año 2000 con el 2% de consultas pasando al segundo puesto en el 2001 con
un 3,7%.

94
Como se mencionó anteriormente, las enfermedades de los dientes y cavidad bucal, la
vigilancia consecutiva a tratamiento, la gastritis aguda y la hipertensión esencial fueron
causas reportadas por los hombres entre 20 y 44 años en el servicio de consulta externa
durante los tres años analizados, encontrándose que los porcentajes reportados por cada
una de ellas aumentan o disminuyen de un año a otro.

Para la población masculina adulto medio, conformada por hombres de 45 a 64 años, las
cinco afecciones principales reportadas por en los registros de consulta externa de las
instituciones prestadoras de servicios de salud, en el periodo 1999-2001 representaron el
27,1%, 26,4% y el 24,1% del total de causas de cada año, respectivamente.

La hipertensión esencial se mantiene en el primer lugar para todos los años de estudio ha
aumentado su porcentaje de participación de 13,1% registrado en el año 1999, hasta
llegar al 14,2% en el año 2001. En la segunda posición se encontró la diabetes mellitus
para los años analizados, excepto en el año 1999 donde esta patología se presentó como
la cuarta causa de consulta con el 3,5% y la segunda posición la ocupó la infección
intestinal mal definida (4,4%) que no vuelve a reportarse en los demás años. Figura 24.

La tercera enfermedad reportada por el adulto medio de la ciudad en dicho servicio fueron
las enfermedades de los dientes y cavidad bucal, patología que se ubicó en esta posición
para los años 1999 con 3,9% de participación y 2001 con 2,3%, pero que en el año 2000
desciende al cuarto lugar con un 2%. La vigilancia consecutiva a tratamiento muestra un
comportamiento irregular en cuanto a las posiciones que ocupó a lo largo del estudio,
pues pasa de ser la quinta causa de consulta en el año 1999 con 2,2% a ser la tercera en
el año 2000 con 3% y finaliza con un 1,9% en el año 2001 en el cuarto lugar. Por último se
observó como la gastritis aguda sólo se hizo presente en dos de los tres años analizados,
pasando de una cuarta posición en el 2000 con 2,2% a la quinta en el año 2001 con 1,6%.

El análisis de los registros individuales de prestación de servicios por consulta externa, de


las instituciones que reportaron a la Secretaría de Salud Municipal correspondiente a los
años 1999, 2000 y 2001 de la población femenina de Medellín, según dos grandes grupos
de edad: de 20 a 44 años (adulta joven) y de 45 a 64 años (adulta medio), encontró que
del total de causas de morbilidad atendida, las cinco afecciones de la población femenina
de 20 a 44 años representaron el 28,9%, 30,2% y el 22,0% de cada año respectivamente;
presentándose una disminución en la participación del servicio entre el segundo y el tercer
año; y las cinco afecciones principales de las mujeres entre 45 y 64 años representaron el
27,5%, 28,1% y 23,6% respectivamente.

Para las mujeres del grupo adulta joven, las afecciones principales fueron en su orden:
complicaciones del embarazo, parto y puerperio, con 7,6% ocupó el primer lugar en el año
1999, desciende al segundo lugar en los dos siguientes años pues pasa de un 8,1% en el
2000 a un 4,8% en el 2001. Así mismo la vigilancia consecutiva a tratamiento estuvo
dentro las cinco primeras afecciones a lo largo del estudio, pero presenta un
comportamiento irregular, ocupando el tercer lugar para el año 1999 con un 7,2%,
asciende a la primera posición en el segundo año estudiado con 8,1% y disminuye su
porcentaje de participación casi a la mitad (4,1%), donde pasa a la cuarta posición para el
2001. Figura 25.

95
Igualmente la vaginitis y vulvovaginitis aparece en los tres años analizados, siendo la
quinta afección más reportada en el año 1999con un 2,9% y ascendiendo para los años
2000 y 2001 a la tercera posición, con 5,8% y 4,6%, respectivamente. En cuanto a las
enfermedades de los dientes y cavidad bucal también se registran durante todo el estudio
dentro de las cinco primeras causas pasando de la cuarta posición en los dos primeros
años, con 4% y 5,8% a ser la principal causa en el año 2001 con una participación del
6,3%.

A lo largo de los tres años de estudio se presentaron afecciones en un solo año, pero que
se registran por estar ubicadas entre las cinco primeras causas de consulta externa, en la
población femenina adulta joven, como: gastritis aguda con un 2,4% se presentó en el año
2000 como la quinta causa de afección en la población femenina adulta joven y que
motivó su visita al servicio; la amenorrea se ubicó como quinta causa en el año 2001 con
un 2,2%; y la infección intestinal mal definida en las mujeres de 20 a 44 años que hicieron
uso del servicio en el año 1999, ubicándose en la segunda posición con un 7,2%.

En las mujeres del grupo adulta medio, se presentaron tres afecciones principales en los
años de estudio: hipertensión esencial, diabetes mellitus y gastritis aguda, con otra
diversidad de causas de consulta en dicho servicio; los porcentajes indicados por cada
una de las afecciones difieren significativamente de una año a otro.

La hipertensión esencial se presenta en primera posición para los tres años analizados,
aunque se nota una disminución en su porcentaje de participación a lo largo del estudio
de 15,1% en 1999, a 16,6% en el año 2000 y baja a 12% en el 2001. La diabetes mellitus
permanece en el cuarto lugar en el año 1999 con una proporción de 2,7% y pasa al
segundo y tercer lugar en los años de estudio siguientes con el 3,8% y 2,6%,
respectivamente. Así mismo la gastritis aguda se sitúa en el quinto lugar tanto para el año
1999 con el 2,4%, y asciende al cuarto lugar en el 2000 con 2,5% y 2001 con 2,3%. El
estado climatérico femenino o menopausia es una afección que sólo se presenta en dos
de los tres años analizados, siendo la tercera causa para el año 2000 con 3,3% y
desciende una posición en el año 2001, con el 3,4%. Figura 26.

Entre las enfermedades que están dentro de las cinco principales pero sólo en un año de
los tres estudiados, se encuentran las enfermedades de los dientes y cavidad bucal
(3,7%), la infección intestinal mal definida (3,6%), la vigilancia consecutiva a tratamiento
(1,9%) y el lumbago (1,7%); las dos primeras aparecen en el año 1999 en la segunda y
tercera posición; la tercera patología mencionada se encuentra como la quinta causa de
consulta externa y la ultima enfermedad listada aparece en el tercer puesto para las
mujeres entre los 45 y 64 años reportadas en dicho servicio durante el año 2001.

- Servicio de urgencias

Del 1.552.685 registros individuales de prestación de servicios de salud (RIPS)


consignados en la Secretaría de Salud Municipal, distribuidas entre el 20,6% (319.112) de
hombres y el 79,4% (1.233.573), se analizó el 53,7% (833.414) correspondiente a
personas de 20 a 64 años de edad que utilizaron este servicio entre 1999 y 2001, según
dos grandes grupos: de 20 a 44 años (adulto joven) y de 45 a 64 (adulto medio); en ellos
se describieron las cinco principales afecciones que los aquejaba y por las que fueron

96
atendidos en los servicios de urgencias de de las Instituciones Prestadoras de Servicios
(IPS).

Hombres Mujeres
Figura 23. Cinco afecciones principales del Figura 24. Cinco afecciones principales de
hombre adulto joven en el servicio de la mujer adulta joven en el servicio de
consulta externa. Medellín, 1999-2001 consulta externa. Medellín, 1999-2001

1,9 2,4
2,5 2,9
3,7 5,8
3,5 2,0 4,0

Porcentaje
1,7 3,6 2,2
Porcentaje

2,4 5,8
3,4 7,2 4,6
9,6
6,9 3,2
7,2 8,1 6,3

12,5 11,5 13,1 4,1


7,6 8,1
4,8
Año Año
1999 2000 2001 1999 2000 2001
Lumbago Amenorrea
Hipertensión esencial Gastritis aguda
Gastritis aguda Vaginitis y vulvovaginitis
Vigilancia consecutiva a tratamiento Enfer. de los dientes y cavidad bucal
Infección intestinal mal definida Vigilancia consecutiva a tratamiento
Infección intestinal mal definida
Enfer. de los dientes y cavidad bucal
Complicaciones del embarazo, parto y puerperio

Figura 25. Cinco afecciones principales del Figura 26. Cinco afecciones principales de
hombre adulto medio en el servicio de la mujer adulta medio en el servicio de
consulta externa. Medellín, 1999-2001 consulta externa. Medellín, 1999-2001

2,4 1,9
2,2 2,2
2,7 3,3
3,5 3,0 1,6
1,9 2,5 1,7
3,6
3,9
Porcentaje

4,9 4,1 3,8 3,4


Porcentaje

3,7
4,4 2,0 2,3 2,3
2,6

14,3 14,2 15,1 16,6


13,1
12,0

Año Año
1999 2000 2001 1999 2000 2001
Gastritis aguda Lumbago
Vigilancia consecutiva a tratamiento Vigilancia consecutiva a tratamiento
Diabetes mellitus Estado climaterico femenino o menopausia
Enfer. de los dientes y cavidad bucal Gastritis aguda
Infección intestinal mal definida Diabetes mellitus
Hipertensión esencial Infección intestinal mal definida
Enfer. de los dientes y cavidad bucal
Hipertensión esencial

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de los Registros RIPS, Medellín 1999-2000. Secretaría de Salud de Medellín.

97
Para la población masculina de 20 a 44 años o adulto joven, entre las cinco afecciones
principales que fueron reportadas en el servicio de urgencias durantes los años 1999,
2000 y 2001, no se encuentran causas comunes en el periodo estudiado, esto muestra la
diversidad de razones por las que dicha población hizo uso del servicio durante estos
años y la baja participación de ellas en el total de causas, responsables del 20,1%, 11,7%,
y 16,4%, respectivamente.

El 8,8% de las consultas en el servicio correspondieron de hombres jóvenes fueron por


amigdalitis, faringitis y rinofaringitis aguda en 1999 y en el 2001 fue el 8,1%, igualmente la
gastritis aguda sólo esta dentro de las cinco principales patologías consultadas en el año
1999 con una proporción de 2,2% ubicada en el cuarta posición y en el año 2001 donde
asciende una posición ubicándose en el tercer lugar, con el 2,2%. Figura 27.

Las demás causas observadas son independientes para cada año, es importante resaltar
que en el segundo año de estudio, las cinco primeras causas de atención prioritaria en los
servicios de urgencias son: traumatismo intracraneal sin herida intracraneal, apendicitis
aguda sin mención de peritonitis, otras causas no especificadas y desconocidas, fractura
de tibia y peroné, y las complicaciones de la atención médica no se presentaron entre las
afecciones principales de los hombres entre 20 y 44 años de la ciudad de Medellín, en los
1999 y 2001, según los informes reportados a la Secretaría de Salud de Medellín, lo
hicieron pero en una proporción mucho menor y no ingresaron entre las cinco primeras.

Además, en el primer y tercer año de estudio se presentaron afecciones comunes para


hombres y mujeres en estos grupos de edad, como la enfermedad de los dientes y la
cavidad bucal, colitis, enteritis y gastroenteritis de origen infeccioso, lumbago y diarrea de
origen infeccioso.

En los hombres de 45 a 64 años o adulto medio en esta investigación, las principales


afecciones registradas en los servicios de urgencias de varias IPS de la ciudad de
Medellín, representaron el 17,1%, 12,4% y el 10,1% del total de registros, de los años
1999, 2000 y 2001, respectivamente.

Se observaron dos causas comunes en los tres años de estudio, la hipertensión esencial
como la principal patología en todos los años analizados, con el 8%, 2,7% y 2,3% de
participación en la morbilidad atendida en los servicios de urgencias de la ciudad. La
gastritis aguda también estuvo dentro de las cinco primeras posiciones a lo largo del
estudio, la cual mostró tendencia al aumento al pasar de la quinta posición con 1,8% en el
primer año al tercer lugar en el año 2000 con 2,5% y finalmente llega a ser la segunda
causa de consulta en el 2001 con 2,2% de participación. Figura 28.

Otras causas afectaron a los hombres jóvenes de la ciudad en los años estudiados, pero
no fueron constantes en ellos, como es el caso del lumbago que se presentó en el año
2000 en el cuarto lugar con 2,4% y asciende al tercero en el 2001 con una proporción de
2,1% se entiende la presencia de esta dolencia en la población estudiada, por ser
hombres jóvenes económicamente activos y que incursionan en el campo laboral, desde
diferentes actividades. La amigdalitis, faringitis y rinofaringitis aguda, al igual que el caso
anterior, es una afección común para dos años, la cual en el año 1999 se encontraba en
el cuarto lugar con un 2%, desapareciendo de las cinco primeras causas para el año 2000
y reaparece en el quinto lugar para el último año de estudio, con 1,7% de participación.

98
Las demás causas de atención prioritaria sólo se registran dentro de las principales
patologías para uno de los tres años analizados; como es el caso de la diarrea de
presunto origen infeccioso que en el 2001 fue la cuarta causa de morbilidad, las
complicaciones de la atención médica y las causas no especificadas y desconocidas, para
el año 2000 se situaron en el primero y quinto lugar respectivamente, y por último las
enfermedades de los dientes y la cavidad bucal, y la infección intestinal mal definida se
encontraron en el primer año de estudio en el segundo y tercer lugar.

Las cinco primeras afecciones en la población de mujeres adulta joven representaron el


23,3%, 23% y 15.2% del total de casos presentados en los años 1999, 2000 y 2001
respectivamente; proporciones que muestran tendencia al descenso en los tres años de
estudio. Las complicaciones del embarazo, parto y puerperio aparecen como la principal
causa de morbilidad en dicho servicio para el año 1999 con el 8,5%; sin embargo, es
desplazada en los dos siguientes años al segundo lugar con el 4,7% y 3,1%,
respectivamente; años donde la principal causa es la amigdalitis, faringitis y rinofaringitis
aguda, con una participación del 8% y 5,1% respectivamente, y para el año 1999 ésta
causa originó el 5,4% de las atenciones prioritarias, posicionada en el segundo lugar.
Figura 29.

La gastritis aguda también es afección común en los tres años de estudio, se presentó en
la quinta posición en 1999 con 2,4% ascendió al cuarto lugar en el año 2000 con un 3,4%
y aunque disminuyó su porcentaje al 2,5% en el año 2001, nuevamente asciende una
posición hasta llegar a ser la tercera causa de consulta en urgencias. Una causa que sólo
se evidencia en los dos últimos años estudiados es la jaqueca clásica que presentó un
porcentaje de participación en la atención prioritaria de urgencias en los servicios de salud
de 3,2% en el 2000 y 2,4% en el 2001, en este último asciende una posición ubicándose
en el cuarto lugar. Así mismo la infección intestinal mal definida se reportó sólo en dos
años, ubicándose en el tercer lugar en el año 1999 con 3,9% de porcentaje de registros,
desapareciendo de las cinco primeras causas en el año 2000 y volviendo a encontrarse
dentro de las cinco primeras enfermedades en el año 2001 donde se situó en el quinto
lugar con 2,1%.

Una sola afección se presentó en las cinco primeras causas del año 2000, la cistitis aguda
e infección urinaria con un 3,7% ocupó el tercer lugar de dicho año y se también se
presentó en los otros dos años de estudio, pero no se ubicó entre las primeras posiciones.

En la población femenina adulta medio, las cinco primeras causas de morbilidad


reportadas por los servicios de urgencias, durante los años 1999, 2000 y 2001,
representaron el 15,2%, 13% y 11,9% del total de afecciones atendidas para cada año
respectivamente. Se puede observar que solo existen dos enfermedades comunes en los
tres años de estudio, se rescata la presencia de la gastritis aguda que mostró una
tendencia al aumento al pasar de la cuarta posición en el año 1999 con 2,8%, a ser la
principal afección de morbilidad en el servicio en los dos siguientes años con 3,2% y 2,8%
respectivamente, estas diferencias son estadísticamente significativas.

También se encontró como afección común durante todo el periodo de estudio la


hipertensión esencial, que se presentó en el primer año como la patología más atendida
en el servicio de urgencia con el 3,7% de participación y pasa a ser la segunda causa en
los años 2000 y 2001 donde se disminuye su porcentaje de 3,2% a 2,6% en estos dos

99
últimos años. El asma no especificada a pesar de no encontrarse dentro de las principales
enfermedades para el año 1999, en los dos siguientes años representa la cuarta y tercera
posición, con 2,2% respectivamente. Figura 30.

Hombres Mujeres
Figura 27. Cinco afecciones principales del Figura 28. Cinco afecciones principales de la
hombre adulto joven en el servicio de mujer adulta joven en el servicio de
urgencias. Medellín, 1999-2001 urgencias. Medellín, 1999-2001

2,4
1,7 3,2
2,2 3,1
Porcentaje

1,9 3,7
3,6 2,0

Porcentaje
3,9
3,8 1,7 2,2 3,4 2,4
1,8 2,2
1,8 5,4 2,5
8,8 2,4
8,1 8,0 2,1
4,0
5,1
1999 2000 2001 Año 8,5
4,7
Diarrea de presunto origen infecciosos 3,1
Infecciones víricas
Lumbago Año
Complicaciones de la at médica 1999 2000 2001
Fractura de tibia y peroné
Jaqueca clasica
Otra causa N.E y desconocida
Apendicitis aguda sin mención de peritonitis Cistitis aguda e infección urinaria
Traumatismo intracran sin her intracran Gastritis aguda
Colitis, enteritis y gastroent. Infecc. Enfer de los dientes y cavidad bucal
Gastritis aguda Infección intestinal mal definida
Enfer de los dientes y cavidad bucal
Infección intestinal mal definida
Amigdalitis, faringitis y rinofaringitis aguda
Amigdalitis, faringitis y rinofaringitis aguda Complicaciones del embarazo, parto y puerperio

Figura 29. Cinco afecciones principales del Figura 30. Cinco afecciones principales de la
hombre adulto medio en el servicio de mujer adulta medio en el servicio de
urgencias. Medellín, 1999-2001 urgencias. Medellín, 1999-2001

2,5
2,6
2,1
3,1 2,1
2,7
2,3
Porcentaje
Porcentaje

2,0 2,1 2,2


3,1
1,7 2,2
1,8 2,7
2,2
1,8
2,4 3,7 3,2
2,1 2,6
8,0 2,5
2,2
2,8 3,2 2,8
2,7 2,3
Año
Año 1999 2000 2001
1999 2000 2001
Infección intestinal mal definida Rinofaringitis aguda
Enfer de los dientes y cavidad bucal Enfer de los dientes y cavidad bucal
Otra causas N.E y desconocida Infección intestinal mal definida
Complicaciones de la at médica Complicaciones de la at médica
Rinofaringitis aguda o resfrio común Jaqueca clasica
Diarrea de presunto origen infecciosos Dolor abdominal
Lumbago Asma no especificada
Gastritis aguda Hipertensión esencial
Hipertensión esencial Gastritis aguda

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de los Registros RIPS, Medellín 1999-2000. Secretaría de Salud de Medellín.

100
Así mismo la jaqueca clásica que sólo se presentó en los años 2000 y 2001 pasa de la
tercera posición con 2,3% a un quinto lugar con 2,1%. Finalmente se encontraron causas
que sólo se presentaban en uno de los tres años, como el dolor abdominal que ocupó la
cuarta posición en el año 2001 con 2,2%; la infección intestinal mal definida, las
enfermedades de los dientes y cavidad bucal, y la rinofaringitis aguda solo aparecen
dentro de las cinco primeras posiciones en el año 1999 donde se sitúan en el segundo,
tercer y quinto lugar respectivamente.

- Servicio de hospitalización

De los 475.714 registros individuales de prestación de servicios (RIPS) consignados en la


Secretaría de Salud Municipal, distribuidos entre el 18,4% (87.763) de hombres y el
81,6% (387.951) mujeres; de ellos se analizó el 57,7% (274.432) correspondiente a las
personas de 20 a 64 años de edad que utilizaron el servicio de hospitalización de las
Instituciones Prestadoras de Servicios (IPS) entre 1999 al 2001 de hombres y mujeres
agrupados en población adulta joven de 20 a 44 años de edad y población adulta medio
de 45 a 64 años, en ellos se describieron las cinco primeras causas básicas de
hospitalización por las que fueron internados.

La atención en el servicio de hospitalización de la población masculina considerada


adulto joven, tuvo una participación de 14,2%, 11,7% y 11% en los tres años de estudio.
El traumatismo intracraneal se encuentra como la primera causa básica de hospitalización
para los hombres que hicieron uso de dicho servicio durante el periodo, con una
proporción de 6,5%, disminuyendo su participación a 4% en el 2000 y 4,3% en el 2001.
Igualmente la fractura de tibia y peroné estuvo presente durante todo el estudio como una
de las cinco primeras causas básicas de hospitalización, permaneciendo en el tercer lugar
en los tres años de estudio con 1,9%, 1,8% y 1,6% respectivamente. La apendicitis aguda
situada en el cuarto lugar durante el año 1999 con el 1,6% asciende al segundo lugar
donde permanece constante para los dos siguientes años, con 2,4% y 2,6%. Figura 31.

Otras causas básicas de hospitalización se reportan en dos años, como el cálculo uretral
que al inicio del estudio se posicionaba como la quinta causa de utilización del servicio
con 1,3% de participación, al año siguiente no se presentó en una posición importante,
pero en el último año analizado reaparece en el mismo lugar que se presentó en el año
1999, con el 1,2%.

Las demás causas de morbilidad no fueron comunes durante todo el estudio, sólo se
presentaron en uno de los tres años como la infección intestinal mal definida que al iniciar
el estudio se encontró en el segundo lugar, sin embargo no vuelve a presentarse en los
demás años. Igualmente ocurre con las causas no especificadas y desconocidas, y las
complicaciones de la atención médica que en el año 2000 se encontraron como la tercera
y quinta causa de hospitalización; y finalmente el dolor abdominal sólo se reportó como
una patología en una posición importante al finalizar el estudio donde se situó en el cuarto
lugar.

En la población masculina del adulto medio, el servicio de hospitalización se presentó


reportado en una proporción de 14,2%, 13,3% y 12% sobre el total de causas registradas
en los RIPS de los años 1999, 2000 y 2001 que reposan en la Secretaría de Salud de

101
Medellín; se observó gran semejanza entre las cinco primeras causas básicas de
hospitalización en este grupo poblacional.

Se encontró que la infección intestinal mal definida que es la principal causa en el año
1999 con el 3,3%, no vuelve a presentarse en los demás años analizados; por el contrario
la hiperplasia prostática es común en los tres años, ocupando la segunda posición al inicio
del estudio con el 2,9% de participación y siendo constante en un tercer lugar tanto para
el año 2000 con 2,5% como para el 2001 con 2,4%. Figura 32.

El infarto agudo de miocardio presentó un comportamiento irregular pasando de ser la


tercera causa de hospitalización en el año 1999, con 2,8%, a la primera en el año 2000
donde incrementó su porcentaje a 3,2% y descendió al segundo lugar con 2,5% en el
último año. La aterosclerosis coronaria presentó un comportamiento ascendente, pasando
del cuarto lugar en 1999 con 2,8%, al tercero en el año 2000 con 2,5% y se ubicó en el
primero en el año 2001 con 2,8%. Entre las causas que se encontraron en dos de los
años de estudio se tienen el traumatismo intracraneal sin herida intracraneal que con un
2,4% se ubica como quinta causa para el año 1999, no se vuelve a registrar dentro de las
cinco principales patologías del servicio de hospitalización y reaparece en el cuarto lugar
para el último año con un 2,2% de participación. La angina de pecho también presenta la
misma situación de la causa anterior, sólo se encontró en el año 2000 en el segundo lugar
con 2,9% y descendió al quinto para el año 2001 con 2,1%.

Solo una causa básica de hospitalización se presentó en uno de los años de estudio,
como causa principal, las complicaciones en la atención médica que se dio en el año 2000
como quinta causa, con el 2,2% de participación.

Aproximadamente la mitad de los registros hospitalarios reportados en los tres años de


estudio correspondió a atenciones de la población femenina de 20 a 44 años o adulta
joven, según las cinco causas básicas de hospitalización, al estar este grupo poblacional
conformado por mujeres en edad fértil que demandaron el servicio de hospitalización de
las IPS reportadas.

Las complicaciones del embarazo, parto y puerperio son la primera causa básica de
hospitalización reportada por las mujeres entre los 20 y 44 años durante los años 1999,
2000 y 2001, causa que disminuye su porcentaje de participación de un 54,3%
presentado en el primer año a un 38% en el segundo y a un 42% en el último año. La
proporción de incidencia de esta atención médica aparece en los primeros lugares en los
registros hospitalarios, pero no es una patología y raramente es la causa básica de
muerte; por tal razón, no se habla de ella como un enfermedad sino que hace parte del
capítulo XV de la CIE-10, como embarazo, parto y puerperio. Figura 33.

No se presentaron otras causas básicas de hospitalización comunes en los tres años de


estudio, solo aparecen en dos o uno de ellos. El leiomioma uterino se presentó en el
cuarto lugar para el inicio del estudio con 0,9%, para el año 2000 no se encontró dentro
de las cinco principales patologías y reaparece para el 2001 en la segunda posición
aumentando su porcentaje a 1,4%.

Otras patologías que sólo son comunes para dos de los tres años de estudio son el
seguimiento de cirugía plástica que en el segundo año se situaba en el tercer lugar y con

102
una disminución en su porcentaje de participación llegó a la quinta posición para el año
2001; y la apendicitis aguda que permanece constante en el cuarto lugar tanto para el año
2000 como para el 2001; sin embargo su porcentaje igualmente disminuye pasando de un
1,3% al 0,9% para cada año respectivamente.

También se observaron patologías que sólo ocuparon una de las cinco causas básicas de
hospitalización en un año determinado, como es el caso de la infección intestinal mal
definida y la cicatriz uterina debida a cirugía previa que son la segunda y tercera causa de
consulta pero sólo para el primer año analizado; el tumor benigno de útero y las causas
no especificadas y desconocidas representa la segunda y quinta posición para el año
2000 y finalmente el dolor abdominal se presenta en el año 2001 como la tercera causa
de consulta al servicio de hospitalización.

La proporción de incidencia de las cinco primeras causas básicas de hospitalización en la


población femenina de 45 a 64 años de edad o adulta medio, en los años de estudio fue
de 14%, 13,8% y 11,9% respectivamente. Dentro de las cinco principales causas de
morbilidad de la población femenina de la ciudad de Medellín que fueron reportadas en el
servicio de hospitalización durante el periodo, se encontró que la infección intestinal mal
definida es la causa básica más reportada en dicho servicio en el año 1999 con un 4% de
participación; pero no vuelve a presentarse en los dos siguientes años.

El leiomioma uterino aparece en segundo lugar en el año 1999 con un 3,3% y asciende a
la primera posición en el 2000 y 2001 con un porcentaje de 4,3% y 4%, respectivamente.
El tumor maligno de mama que en 1999 se situó en el tercer lugar con 2,5%, desciende
para el año 2000 con 2,4% a la cuarta causa de hospitalización y para el año 2001 vuelve
a ubicarse en el segundo lugar con 2,8%; a pesar de su comportamiento irregular a lo
largo del estudio, esta causa no presenta diferencias en su porcentaje de incidencia en los
tres años analizados. Figura 34.

Así mismo el cálculo de la vesícula sin mención de colecistitis es una enfermedad


registrada como una de las cinco causas básicas de hospitalización, en este grupo de
mujeres adultas, se ubicó en el cuarto lugar en el inicio del estudio con 2,4% y permanece
constante en la tercera posición tanto para el año 2000 como para el 2001 y a diferencia
del tumor maligno de mama, los porcentajes de incidencia presentados por ésta causa en
los años estudiados.

También es importante mencionar que se encontró como causa básica de hospitalización


en solo dos años de estudio, el trastorno de la menstruación que se sitúa como quinta
causa con 1,8% en el año 2000 y 1,4% en el 2001. Otras causas de hospitalización se
presentaron en un sólo año, como la obstrucción crónica de las vías respiratorias, otras
complicaciones en la atención médica, el asma no especificada y el prolapso de la cúpula
vaginal consecutivo a histerectomía.

103
Hombres Mujeres
Figura 31. Cinco principales causas del Figura 32. Cinco principales causas del
egreso hospitalario del hombre adulto joven. egreso hospitalario de la mujer adulta joven.
Medellín, 1999-2001 Medellín, 1999-2001

1,3
1,6
1,7
1,9 1,3

Porcentaje
Porcentaje

1,8 1,2
2,9
2,4 2,6
54,3
1,8 1,6 42
38
6,5
4,0 4,3

Año Año
1999 2000 2001 1999 2000 2001
Dolor abdominal
Otras complicaciones de la at médica Complic. embar., parto y puer. Infec. intest. mal definida
Otras causas no especific y deconocidas Cicat. uter. por cirugía previa Leiomioma uterino
Calculo ureteral
Apendicitis aguda Calc. vesícula sin colesistitis Tumor benigno de útero
Fractura de tibia y peroné Seguim. cirugía plastica Apendicitis aguda
Infección intestinal mal definida
Traumt intracraneal sin her intracraneal Otras causas N.E. y desc. Dolor abdominal

Figura 33. Cinco principales causas del Figura 34. Cinco principales causas del
egreso hospitalario del hombre adulto egreso hospitalario de la mujer adulta medio.
medio. Medellín, 1999-2001 Medellín, 1999-2001

2,4 1,8
2,2 2,9
2,1 2,4 1,4
2,8 1,8
Porcentaje

2,9 1,6
Porcentaje

2,2
3,3 2,5 2
2,8
2,5
2,8
2,5
2,9 4,3 4
3,2
2,5

3,3 4,0
2,5 2,4 2,4 2,8

Año
1999 2000 2001 Año 1999 2000 2001
Otras complicaciones de la at médica Trast menstruación
Angina de pecho Prolapso de la cupula vaginal
Traumt intracraneal sin her intracraneal Otras complic. at. medica especif y no espe
Aterosclerosis coronaria Obstruccion cronica de las vias respiratorias
Infarto agudo de miocardio Calculo de la vesicula sin mencion de colecistitis
Hiperplasia prostática Leiomioma uterino
Infección intestinal mal definida TM mama
Infección intestinal mal definida

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de los Registros RIPS, Medellín 1999-2000. Secretaría de Salud de Medellín.

104
6.1.3.3 Mortalidad

La mortalidad de la población adulta de la ciudad se analizó tomando a Medellín como


municipio de residencia de la persona fallecida, según la información del Departamento
Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), 1994-2002 y de la Secretaría de Salud
Municipal de Medellín 2003, los cuales tomaron los certificados de defunción de 159.082
fallecidos en la ciudad durante los años 1994 al 2003; de ellos el 35,5% (56.541)
correspondió a población adulta entre 20 y 64 años, equivalente al 73,3% (41.456)
hombres y el 26,7% (15.085) mujeres, la razón de mortalidad de la década fue de 275
hombres fallecidos por cada 100 mujeres fallecidas; de cuatro fallecidos adultos tres eran
hombres y una mujer. Tabla 13.

La tasa de mortalidad total de la población adulta en los diez años estudiados fue de 5,0
fallecidos por cada mil habitantes adultos de la ciudad, presentándose la tasa más alta en
el año 1994 con 6,4 y disminuyó a lo largo de los años hasta ubicarse en 3,6 muertes por
mil habitantes adultos residentes en el ciudad, en el año 2003. Para la población
masculina, la tasa de mortalidad en los años de estudio fue de 8,2 por mil habitantes
hombres de la ciudad; la más alta se registró en el año 1994 con 11,1 defunciones por
cada mil habitantes masculinos y las más baja en el año 2003, cuando baja al 50% y se
ubica en 5,5 muertes de hombres adultos; las mujeres adultas registraron una tasa de 2,4
por mil mujeres de la ciudad, la más alta se dio en los años 1996 y 1997 con 2,7
fallecidas adultas femeninas por mil mujeres adultas y la más baja en los años 2000,2001
y 2003, con 3,6 muertes con una baja del 57% Tabla 13.

Se evidencia tendencia estadísticamente significativa en la disminución del riesgo de


morir de la población masculina, según la prueba chi cuadrado de tendencia ( χ =1186;
2

p=0,0000) y la tendencia del riesgo de morir de la población femenina es positiva en los


primero cuatros años de estudio y se disminuye en los demás ( χ =108; p=0,0000).
2

Tabla 13. Defunciones y tasa de mortalidad de la población adulta, según año de


ocurrencia. Medellín, 1994-2003.

Defunciones Tasa x 1.000 hab


Año
Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total
1994 5.228 1.520 6.748 11,1 2,6 6,4
1995 4.875 1.571 6.446 10,2 2,6 6,0
1996 4.657 1.666 6.323 9,6 2,7 5,8
1997 4.232 1.648 5.880 8,6 2,7 5,3
1998 3.729 1.471 5.200 7,5 2,3 4,6
1999 3.960 1.478 5.438 7,8 2,3 4,7
2000 3.871 1.366 5.237 7,5 2,1 4,5
2001 3.941 1.415 5.356 7,6 2,1 4,5
2002 4.008 1.505 5.513 7,6 2,2 4,6
2003 2.955 1.445 4.400 5,5 2,1 3,6
Total 41.456 15.085 56.541 8,2 2,4 5,0
Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de Registros de Defunción. DANE, Medellín 1994-2002 y Secretaría de
Salud Municipal de Medellín, 2003

105
El riesgo de morir de los hombres adultos fue 3,5 veces el riesgo de las mujeres en la
década estudiada; por año de ocurrencia de la muerte, el riesgo de morir fue superior para
la población adulta masculina en todos los años, ubicándose en 4,3 en el año 1994 y fue
descendiendo a 3,9 - 3,5 - 3,2 - 3,2 en 1998, para 1999 vuelve a incrementarse el riesgo a
3,4 - 3,6 - 3,5 - 3,4 hasta finalmente fijarse 2,6 en el año 2003. Figura 35.

Figura 35. Tasas de mortalidad de la población adulta según sexo por año de ocurrencia.
Medellín, 1994-2003

12 11,1
Hombre
Mujer
10,2 9,6 Total
10
8,6

7,8
7,5 7,6
7,5 7,6
8
Tasa por 1.000 hab.

6,4
6 5,8
6 5,3
4,7 5,5
4,6 4,5 4,5 4,6

4
3,6

2 2,6 2,6 2,7 2,7 2,1


2,3 2,3 2,1 2,2
2,1

0
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
Año de ocurrencia

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de Registros de Defunción. DANE, Medellín 1994-2002 y Secretaría de
Salud Municipal de Medellín, 2003

Por grupo de edad, la tasa de mortalidad de la población adulta de la ciudad de Medellín


fue mayor en las personas de 60 a 64 años, donde se presentó una tasa de 1549,7
fallecidos por cien mil habitantes adultos de la ciudad y la más baja en el grupo de 35 a 39
años de edad, con 329,5 fallecidos por cien mil habitantes adultos de la ciudad. La
población adulta masculina presentó la tasa más alta en el grupo de 60 a 64 con 2031,7
por cien mil y la más baja en hombres de 40 a 44 años con 560,9 fallecidos por cien mil
hombres adultos; en la población adulta femenina la tasa de mortalidad más alta fue en el
grupo de edad de 60 a 64 años con 1219 fallecidas por cien mil mujeres adultas de la
ciudad y la más baja en mujeres de 20 a 24 años con 89,5 fallecidas por cien mil
habitantes. Figura 36.

Según la prueba estadística chi cuadrado de tendencia, no se presentó diferencia


significativa en la tendencia de mortalidad en los hombres adultos de la ciudad según el
grupo de edad ( χ =0,40; p=0,527); pero si se presentó tendencia positiva en la tasa de
2

mortalidad de las mujeres adultas de la ciudad según el grupo de edad ( χ =9.586;


2

p=0,0019).

106
Figura 36. Tasas de mortalidad de la población adulta según sexo por grupo de edad.
Medellín, 1994-2003

2031,7
2.000 Hombre
Mujer
1.800 Total
1.549,70
1.600

1.400
Tasa por 100.000 ha.

1201,9
1147,7
1.200
1219,0
854,8 909,7
1.000
819,1
800 617,9 643,6
566,6
567,7 560,9 583,2
600 696,4
417,7 429,1
336,3 329,5 344,6
400
382,9
200
267,8
89,5 174,6
0 91,0 99,7 132,4
20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 60 a 64
Grupo de edad

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de Registros de Defunción. DANE, Medellín 1994-2002 y Secretaría de
Salud Municipal de Medellín, 2003

La población adulta masculina presentó un riesgo más alto de morir que la población
femenina de la ciudad, en todos los grupos de edad. En la población de 20 a 24 años, el
riesgo de los hombres fue de 11,8 más que las mujeres, a medida que se asciende en
edad se disminuye el riesgo a 9,0 - 6,2 - 4,3 - 3,2 - 2,4 - 2,2 y para los grupos de 55 a 59 y
60 a 64 se conserva el mismo riesgo superior en los hombres de 1,7 frente al riesgo de
las mujeres.

El estado civil de los adultos fallecidos en la ciudad de Medellín, en el período 1994-2002,


fue principalmente de población soltera, con una proporción del 47% (21.982), los
casados fallecidos representaron el 37,8% (17.655), los adultos que estaban al momento
del fallecimiento en unión marital consensuada eran el 7,4% (3446), los viudos el 4,8%
(2242) y los separados o viudos el 3% (6256); por cada mujer entre 20 y 64 años que
falleció en la ciudad entre los años 1994 y 2002, fallecieron tres hombres adultos en este
mismo rango de edad. Los hombres adultos fallecidos en este período eran
principalmente solteros en un 52% (17.570), luego los casados con un 36% (12.157) y los
que vivían en unión libre representaron el 7,8% (2629); las mujeres adultas fallecidas en
la ciudad tenían principalmente estado civil de casadas en un 42,6% (5498), solteras el
34,2% (4412) y viudas el 13,7% (1769).

El sitio de la defunción de la población adulta de Medellín entre los años 1994 y 2002 fue
principalmente el hospital, clínica centro de salud o puesto de salud para el 49,5%
(22.748), seguido del 27,2% (12.515) que falleció en otros sitios como lugar de trabajo, vía
pública u otros no especificados y el 23,3% (10.714) falleció en la casa, vivienda o
domicilio. Los hombres adultos de 20 a 64 años de la ciudad fallecieron en una institución
de salud en un 47,4% (15.717), en otro lugar falleció el 34,5% (11.433) y en la casa el

107
18,2% (6021); el 54,9% (70.310) de los fallecimientos de las mujeres adultas ocurrió en
una institución de salud, el 36,6% (4693) en la casa y solo el 8,4% (1082) falleció en otro
lugar. Se observó asociación estadísticamente significativa entre el lugar de la defunción y
el sexo de la persona fallecida, según la prueba chi cuadrado ( χ =3359; p=0,0000).
2

El nivel educativo se analizó para las defunciones registradas en la ciudad de Medellín,


entre 1998 y 2002, a partir de la cuando se adoptó la Clasificación Internacional de
Enfermedades, décima revisión, y se indagó por el grado de escolaridad alcanzado por el
difunto. Para estos cinco años, el subregistro alcanzó el 58,5% en esta característica del
fallecido, por tal razón se analizaron 11.449 certificados de defunción que contenían dicha
información; de ellos, el 28,8% (3298) tenían primaria completa, el 21,6% (2473) primaria
incompleta, el 15,9% (1824) la secundaria completa y el 15% (1715) este mismo grado
pero incompleta. Es decir, el 81,5%% de los fallecidos adultos de la ciudad tenían como
máximo grado de escolaridad el de bachiller, el 11,7% (1338) tenían estudios
universitarios terminados o no y el 6,8% (780) no tenían ningún estudio.

- Causas de defunción según grupos OPS 6/67

Para disponer de una visión panorámica de la estructura de causas de muerte de las


56.541 defunciones registradas en población adulta de la ciudad de Medellín, se utilizó la
lista de mortalidad 6/67 de la OPS para la tabulación de datos de mortalidad(96) según la
Clasificación Internacional de Enfermedades décima revisión (CIE-10). De los seis
grandes grupos, los hombres y las mujeres adultas aportan a cinco de ellos, pues el grupo
4 sobre “Ciertas afecciones originadas en el período perinatal”, por razones obvias, en
este grupo poblacional no se presentan estas causas de defunción.

En general se observó que el grupo 5 que clasifica las “Causas externas” aportó el 47,2%
(26.695) del total de defunciones registradas en población adulta residente en la ciudad
de Medellín, durante los años de 1994 al 2003, puesto que allí se agrupan los
fallecimientos por homicidios, accidentes de transporte, envenenamientos, agresiones,
lesiones autoinflingidas que originaron la muerte y demás eventos de intención no
determinada; le sigue el grupo 2 con el 13,6% (7689) defunciones por “Neoplasias
(Tumores)” y allí se ubican los tumores malignos de estómago, colon, pulmones, de
mama, de cuello uterino, de próstata, leucemia, entre otros; luego se ubica el grupo 3 con
el 13,3% (7533) correspondiente a la agrupación de las “Enfermedades del sistema
circulatorio” como paro cardíaco, insuficiencia cardiaca, fiebre reumática, enfermedades
cerebrovasculares y otras del sistema; las del grupo 6 representan el 11,3% (6382) de
muertes que engloba “Todas las demás enfermedades”, correspondiente a diabetes
mellitus, trastornos mentales y del comportamiento, enfermedades de las vías
respiratorias, apendicitis, cirrosis, hiperplasia protática, embarazo, parto y puerperio,
malformaciones congénitas y demás enfermedades; y luego el grupo 1 correspondiente a
“Enfermedades transmisibles” aportó el 4,3% (2411) con enfermedades como
tuberculosis, las transmitidas por vectores y rabia, meningitis, infecciones respiratorias
agudas, VIH-SIDA y ciertas enfermedades inmunoprevenibles.

Las defunciones del grupo 7, correspondiente a “Signos y síntomas mal definidos”


corresponden al 0,5% (309) y los registros incompletos en la fuente de información,
equivalen al 9,8% (5522) lo que hace que la información sobre mortalidad de los adultos
de la ciudad sobrepase los estándares internacionales definidos por la OPS, puesto que

108
se estipula que las categorías residuales y las mal definidas no deben sobrepasar el 10%,
en este caso ascendieron al 10,3%.

Los hombres adultos aportaron proporcionalmente más a las defunciones con las causas
externas del grupo 5, el 58,7% (24.349) de las defunciones en este sexo y en segunda
instancia se presentaron defunciones por enfermedades del sistema circulatorio, con un
10,6% (4378); las mujeres adultas aportaron en mayor proporción a las defunciones
originadas en neoplasias o tumores con el 28,9% (4360) y le siguieron las muertes por
enfermedades del sistema circulatorio con un 20,9% (3155) y por todas las demás
enfermedades con el 20% (3015). Es decir, por cada tres hombres adultos fallecidos en la
ciudad en estos 10 años de estudio, por lo menos dos murieron por causas externas; así
mismo, de cada tres mujeres adultas fallecidas, por lo menos una murió a causa de
tumores malignos y de cada cinco mujeres, una murió por enfermedades del sistema
circulatorio y una por otras enfermedades como diabetes, de las vías respiratorias u otras.

La tasa promedio de mortalidad de la ciudad, por los seis grandes grupos de la OPS, fue
de 2348 por cada cien mil habitantes fallecidos por causas externas, 676 por neoplasias,
663 por enfermedades del sistema circulatorio, 561 por las demás causas y 212
defunciones por cada cien mil habitantes ocasionadas por enfermedades transmisibles.
Los hombres fallecidos por causas externas presentaron una tasa de 4836 por cien mil
habitantes adultos masculinos de la ciudad de Medellín y por enfermedades del sistema
circulatorio la tasa fue de 870 por cien mil habitantes. Las mujeres fallecidas por tumores
y neoplasias registraron una tasa de 689 por cien mil habitantes femeninas de la ciudad y
de 498 por enfermedades del sistema circulatorio. Figura 37.

Figura 37. Tasas de mortalidad de la población adulta según sexo por grupo de
clasificación OPS 6/67. Medellín, 1994-2003

5000 4.836
Hombre
4500 Mujer
Total
4000

3500
Tasa po 100.000 hab

3000

2500 2.348

2000

1500

1000 870
661 689 676 663 669
498 561
476
373 370
500
212
84
0
Enfermedades Neoplasias Sistema Causas externas Demás
transmisibles circatorio enfermedades

Grupos OPS 6/67

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de Registros de Defunción. DANE, Medellín 1994-2002 y Secretaría de
Salud Municipal de Medellín, 2003

109
Se registró asociación estadística entre fallecer por causa externa y pertenecer al sexo
masculino, los que muestra el riesgo al que están expuestos los hombres de morir por
alguna causa violenta inflingida o autoinflingida de 7 veces más que las mujeres
(OR=7,73; IC95%:7,36-8,11; χ =8275; p=0,0000) con una relación de 13:1; esto significa
2

que por cada mujer adulta que falleció en la ciudad se presentaron 13 hombres adultos
fallecidos por alguna causa externa. También existe asociación estadística entre morir a
causa de un tumor y ser de sexo femenino, pues presentan un riesgo 4 veces mayor que
los hombres (OR=4,66; IC95%:4,43-4,96; χ =4101; p=0,0000); por enfermedades
2

transmisibles el riesgo de morir de los hombres es del 30% frente al riesgo de las mujeres
(OR=1,30; IC95%:1,18-1,43; χ =27; p=0,0000), la relación fue 4,4:1 en contra de los
2

hombres.

- Diez primeras causas de defunción según la lista OPS 6/67

Las diez primeras causas de defunción se analizaron según las 67 causas de la lista OPS
6/67,(96) según la Clasificación Internacional de Enfermedades décima revisión (CIE-10).
El 91,7% (21.528) de las causas de muerte de la población masculina del adulto joven lo
constituyen las diez primeras; según esta clasificación, el 84,3% (19.813) de las
defunciones corresponde a muertes originadas en hechos externos como homicidios,
suicidios, accidentes de transporte y caídas; las demás causas son de origen natural,
como VIH, enfermedad isquémica del corazón, enfermedad cerebrovascular, tumores
malignos y neumonía. Es llamativo la presencia de la enfermedad infecciosa del virus por
inmunodeficiencia humana (VIH) en la tercera posición, con 832 casos rebatiendo otras
causas como las del sistema circulatorio, ampliamente conocidas por su alta letalidad;
también se observa el paso de la violencia por estos grupos, donde se trunca el sueño de
de muchos jóvenes y adultos jóvenes que eran la esperanza de la sociedad. Figura 40.

El 62,9% (2683) de las causas de muerte de la población femenina adulta joven presentó
lo constituyen diez causas, de las cuales tres hacen parte de las causas externas como
homicidios, accidentes de transporte y todas las demás causas externas; las siete causas
restantes tienen un origen natural, donde tres hacen parte del sistema circulatorio como
enfermedad cerebrovascular, isquémica del corazón y otras enfermedades del corazón,
en este grupo población ya se presentan los tumores o neoplasias en el cuello del útero,
la mama y localizados en otras partes del cuerpo y, aparece como décima causa de
muerte la enfermedad infecciosa VIH. En este grupo de jóvenes, llama la atención las 159
muertes por cáncer de cérvix y las 146 con cáncer de mama, quinta y sexta causa
respectivamente, a sabiendas que pudieron haber sido muertes evitables desde la salud
publica, con programas de tamización eficaces que detectaran con la debida anticipación,
la presencia de estas patologías. Figura 40.

Para la población masculina de 45 a 64 años considerada como adulto medio, las diez
primeras causas constituyen el 65,9% (7254) y están representadas en dos causas de
origen externo como los homicidios producto de agresiones y los accidentes de
transporte, segunda y cuarta causa respectivamente. Las ocho restantes causas están
referenciadas al sistema circulatorio como enfermedad isquémica del corazón, primera
causa, enfermedad cerebrovascular y otras enfermedades del corazón; del sistema
respiratorio aparecen las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores; y los
tumores o neoplasias que llevan a cáncer de traquea, bronquios y pulmones, cáncer de
estomago y otros tumores de origen maligno. Se observo que un 20% de las defunciones

110
de la población adulta tuvo su origen en causa externas, fueron muertes que pudieron
haber sido evitadas y de las de origen natural, algunas pudieron haber sido evitadas con
la adopción de estilos de vida saludables. Figura 38.

Para las mujeres adulta medio, las diez primeras causas de muerte constituyeron el 63%
(4958) del total de muertes en el periodo, de ellas se resalta la distribución entre
problemas del sistema circulatorio y los tumores malignos. Entre las neoplasias se
destacan las originarias del cáncer de mama, de traquea, bronquio y pulmón, de cérvix y
de estomago, y otros tumores malignos diseminados en otras partes del organismo; los
problemas del sistema circulatorio presentan la primera y segunda causa, en este grupo
poblacional, con la enfermedad isquémica del corazón y la cerebrovascular además de
otras el corazón; las causas que hacen parte de otros sistemas son la enfermedad crónica
de las vías respiratorias inferiores y la diabetes mellitas. Figura 38.

Figura 38. Diez primeras causas de muerte de la población adulta, según sexo. Medellín,
1994-2001

Adulto joven Adulto medio


Porcentaje Porcentaje
Causa OPS 6/67 80 70 60 50 40 30 20 10 0 10 20 30 40 50 60 70 80 Causa OPS 6/67 20 18 16 14 12 10 8 6 4 2 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20

Agresiones72,0 27,2 Enf isq. Corazon18,1 15,2

Acc transp. 7,2 7,7


Agresiones 15,4

VIH 3,5 2,2


Enf cerebrovas 5,9 8,1

Demas exter 2,6 2,3


Acc transp. 5,0

Enf isq. Corazon 1,7 4,8


Enf vias resp. 4,0 7,5

Les autoinfling. Int 1,5


Ca pulmon 4,0 4,9

Caídas 1,1
Diabetes 3,7 5,3

Enf cerebrovas 0,9 6,1


Resto T malig 3,6 6
Resto T malig 0,6 3,1

Otras enf corazon 3,2 4,4


Neumonía 0,6

Ca estomago 3,0 2,6


Ca cervix 3,7

Ca mama 5,6
Ca mama 3,4

Hombres Mujeres Ca cervix Hombres


3,3
Mujeres
Otras enf corazon 2,4

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de Registros de Defunción. DANE, Medellín 1994-2002 y Secretaría de
Salud Municipal de Medellín, 2003

- Cinco primeras causas de defunción según CIE-10

Las cinco primeras causas de defunción de tomaron según la clasificación CIE-10 a


cuatro caracteres; la población de estudio se distribuyó en dos grandes grupos: adulto
joven de 20 a 24 años y adulto medio de 45 a 64 años, por considerar que las causas de
muerte varían con la edad así pertenezcan al mismo sexo; es decir, se controló la
mortalidad de la población adulta de la ciudad por la característica edad como posible
variable de confusión, además estas cinco causas ocasionaron más del 70% de
fallecimientos en los años de estudio.

111
Durante los años 1994 a 2003, la población masculina del adulto joven falleció
principalmente por causas externas como agresión con arma de fuego de todo tipo, según
una tasa promedio de mortalidad por cien mil habitantes hombres de 20 a 44 años
residentes en la ciudad de Medellín de 463,6, la agresión con objeto cortante o punzante
registró una tasa de 43,8, los accidentes de transporte de vehículo automotor, tanto como
pasajero como peatón, presentó una tasa de mortalidad en la década de 34; debido a
causas infecciosas como virus de inmunodeficiencia humana (VIH) fallecieron 15 por cada
cien mil habitantes jóvenes de sexo masculino y por infarto agudo del miocardio el 12.
Figura 39.

Figura 39. Tendencia de las cinco primeras causas de mortalidad en la población


masculina de 20 a 44 años de edad. Medellín, 1994-2003

Agresión con arma de Agresión con objeto


Accidente de tránsito
fuego cortante
200 200

710 706
660

610 611
560 563 150 150

510
Tasa por 100.000 hab

Tasa por 100.000 hab

Tasa por 100.000 hab


420 423 432 111
460 466

410
429 100 100
360
391
310

56
260 56

210 209 44
50 50
33 36
160 29 29 31 30 27 32 29 26 24 27
20 21
110

60

10 0 0
Año Año Año
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

Infarto agudo del


VIH
miocardio
50 50

45 45

40 40
Tasa por 100.000 hab

Tasa por 100.000 hab

35 35
34

30 30 30

25 26 25

20 20
15
17 14 13
13 12
15 15 12 11 12
11 10
9
8
10
6 10 7
6 5
5 5

0 0
Año Año
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de Registros de Defunción. DANE, Medellín 1994-2002 y Secretaría de
Salud Municipal de Medellín, 2003

Las causas de muerte debida a situaciones externas, se presentaron en todos los años,
pero con tasas tan altas que no permiten la comparabilidad visual en las gráficas de
tendencia, por tal razón se ajustaron a escalas menores las demás causas; la primera
causa fue la agresión con arma de fuego, con tasas desde 706 defunciones por cien mil

112
habitantes adulto joven de la ciudad en el año 1994 hasta 208 en el año 2003, se
evidencia la mortalidad más alta en la década de violencia de la ciudad; no se observó
tendencia estadísticamente significativa en el fallecimiento por esta causa, según la
prueba chi cuadrado de tendencia ( χ =0,552; p=0,4575). En segundo lugar se
2

presentaron las agresiones con objetos cortantes y punzantes, con disminuciones


constantes en el tiempo, para 1990 la tasa fue de 111 por cien mil habitantes, disminuye
entre los años 1997 y 1998 y vuelve a subir en 1999, pero inicia nuevamente descenso
hasta tener una tasa de 20 defunciones por cien mil habitantes adultos jóvenes de la
ciudad en el año 2003; la prueba estadística para mirar si existe tendencia positiva o
negativa en el comportamiento de esta causa, no mostró asociación estadísticamente
significativa, según la prueba chi cuadrado de tendencia ( χ =2,237; p=0,1347). La tercera
2

causa externa fueron los accidentes de vehículo de motor de naturaleza no especificada


donde muere conductor, pasajeros o peatones, esta causa presentó comportamiento
irregular a lo largo de los diez años de estudio, según la tasa de mortalidad de 56,3 por
cien mil habitantes en el año 1994 y desciende hasta 21 en el 2003; la prueba estadística
no mostró tendencia significativa ( χ =0,652; p=0,4194).
2

La dos causas de las primeras cinco que no fueron originadas en causa externas fueron la
enfermedad infecciosa del virus por inmunodeficiencia humana mostró un comportamiento
que pasó de una tasa de mortalidad de 25,7 en 1994 asciende con tendencia positiva
hasta 1996 con el valor mas alto en 1996 con 33,6, pero a partir de allí desciende hasta
5,1 en el año 2002; la prueba estadística muestra permite aceptar la hipótesis de que
existe tendencia positiva en esta causa de muerte ( χ =3,707; p=0,0541). La otra causa de
2

muerte fue el infarto agudo del miocardio que registró una tasa de 13 fallecidos en este
grupo de edad y sexo en el año 1994 pero se mantiene constante a lo largo de los años
de estudio; la prueba chi cuadrado de tendencia mostró que no existe tendencia
estadísticamente significativa ( χ =0,072; p=0,7888).
2

Del total de causas de defunción en la población masculina adulto medio de 45 a 64


años de edad de la ciudad de Medellín, ocurridas entre 1994 y 2003, las cinco primeras
representan más del 35% del total de causas. Entre ellas les se encontró que la primera
causa, infarto agudo del miocardio ocasionó una tasa promedio de mortalidad de 207,6
por cada cien mil habitantes adultos de residentes en la ciudad; la agresión con arma de
fuego ocasionó una tasa de 149 defunciones por cien mil habitantes; el tumor maligno de
los bronquios o del pulmón fueron la tercera causa que más muertes ocasionó en la
población masculina con una tasa promedio de 55, la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica ocasionó 43 defunciones por cien mil hombres adulto medio y el tumor maligno
del estómago presentó una tasa de 41. Figura 40.

El infarto agudo del miocardio presentó un comportamiento irregular a lo largo de la


década estudiada, al tener una tasa de mortalidad de 205,8 en el año 1994 y disminuirla
hasta 71,8 en año 2001, pero ascendió en los dos últimos años; la prueba estadística de
chi cuadrado de tendencia no mostró comportamiento creciente o decreciente ( χ =0,519;
2

p=0,4711). La tercera causa se debió a causa naturales como el tumor maligno de los
bronquios o del pulmón que registró un comportamiento estable desde una tasa de 57,4
en 1995 hasta 31,1 en el año 2000; la prueba estadística no mostró evidencias
estadísticas de tendencia ( χ =0,001; p=0,9724). La cuarta causa de fallecimiento de las
2

muertes masculinas de la población adulta medio se debió a la enfermedad pulmonar

113
obstructiva crónica propia de esta edad, por ello su comportamiento es estable en todos
los diez años estudiados; tampoco se presenta evidencia estadística de la existencia de
tendencia positiva o negativa, según la prueba cri cuadrado de tendencia ( χ =0,007;
2

p=0,93271). La quinta causa fue el tumor maligno del estómago que inicia el período con
la tasa de mortalidad de 38 desciende a 26,9 en 1998 y se mantiene estable hasta
terminar la década estudiada; la prueba chi cuadrado no mostró tendencia
estadísticamente significativa ( χ =0,007; p=0,9336).
2

Figura 40. Tendencia de las cinco primeras causas de mortalidad en la población


masculina de 45 a 64 años de edad. Medellín, 1994-2003

Infarto agudo del Agresión con arma de Tumor maligno de los


miocardio fuego bronquios o pulmón
250 250 250

233

206
200 200 200
196
171
161
170 159
Tasa por 100.000 hab

Tasa por 100.000 hab

Tasa por 100.000 hab


150 165 150 135 150
122 126
135

136
95 98
100 100
89 100
82
72

45 46 46
38 39 42
50 50 50 38 40
31 31

0 0 0
Año Año Año
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

Enfermedad pulmonar Tumor maligno del


obstructiva estómago
250 250

200 200
Tasa por 100.000 hab

Tasa por 100.000 hab

150 150

100 100

43
35 34 38 38 35
50
29 50
28 33
44 28 27 28 26 27 27
38 20
32
24

0 0
Año Año
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de Registros de Defunción. DANE, Medellín 1994-2002 y Secretaría de
Salud Municipal de Medellín, 2003

Las cinco primeras causas de muerte de la población femenina adulta joven de 20 a 44


años de edad de la ciudad de Medellín durante los años 1994 y 2003, representan entre el
50% y 30% del total de las causas, A lo largo de los años se pudo observar que la
principal causa de muerte fue la agresión con arma de fuego con una tasa promedio de
mortalidad de 21,8 por cien mil habitantes femeninas en este mismo grupo de edad,
seguida del fallecimiento por infarto agudo del miocardio con 4,7, luego se encontró el

114
tumor maligno del cuello del útero con 4,3 defunciones por cien mil habitantes, el tumor
maligno de la mama con 4,3 y los accidentes de transporte con una tasa de mortalidad de
4,0 por cien mil habitantes. Figura 41.

Se presentaron dos causas de defunción debida a causas externas y las otras tres tienen
origen natural; la primera causa fueron las agresiones con arma de fuego que presentaron
un comportamiento de 32 fallecimientos por cien mil mujeres adultas jóvenes, en el año
1994 y baja hasta 5 en el 2003; la prueba chi cuadrado de tendencia no mostró
información estadística ( χ =1,634; p=0,2011). La quinta causa fue debida a los accidentes
2

de tránsito con una tasa de 5,3 defunciones en 1994 y presenta un comportamiento


estable en la década de estudio que no evidencia tendencia de ninguna índole ( χ =0,000;
2

p=0,9842).

Figura 41. Tendencia de las cinco primeras causas de mortalidad en la población


femenina de 20 a 44 años de edad. Medellín, 1994-2003

Agresión con arma de Infarto agudo del Tumor maligno del cuello
fuego miocardio del útero
40 15 15

35 36

32 32 12 12
30

10
Tasa por 100.000 hab

Tasa por 100.000 hab

Tasa por 100.000 hab


25 26 21
9 9

18 7
20
6
21 16
6 6
5
6 6
15 5 5 5
4 4
4 4
14
10 3 3 3
3
3 3
2
5 5

0 0 0
Año Año Año
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

Tumor maligno de la
Accidente de tránsito
mama
15 15

12 12
Tasa por 100.000 hab

Tasa por 100.000 hab

9 9

6
5 5 5
6
5
6 5
5 4 4
5 4 4 4
4
3 3 3 3
3 3
3

0 0
Año Año
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de Registros de Defunción. DANE, Medellín 1994-2002 y Secretaría de
Salud Municipal de Medellín, 2003

115
Las causas naturales fueron debido a infarto agudo del miocardio tuvo un comportamiento
irregular a lo largo de los diez años de estudio, siendo el causante de 7 muertes de
mujeres adulta joven por cada cien mil mujeres en este mismo rango de edad en el año
1994 y disminuye a 2 en el 2003; no se evidenció tendencia en el comportamiento de esta
causa a lo largo de los años de estudio, según la prueba estadística de chi cuadrado de
tendencia ( χ =0,800; p=0,3712). Las muertes por causas propias de la condición
2

femenina como tumor maligno del cuello del útero que se incrementó a lo largo de los
años, pasando de 3 fallecimientos por cien mil mujeres de 20 a 44 años en el año 1994 a
6 en 1997 y desciende a 4 en el 2003; no se presentó tendencia estadísticamente
significativa ( χ =0,002; p=0,9636); y la cuarta causa de muerte se debió al tumor maligno
2

de la mama que presenta un comportamiento creciente en el período estudiado y se


mantiene hasta el año 2003, pero no es tendencia estadísticamente significativa
( χ =0,477; p=0,4899).
2

Para la población femenina de 45 a 64 años de edad o adulta medio de la ciudad de


Medellín durante los años 1994 hasta 2003, las cinco primeras causas de defunción
representaron más del 25% del total de causas para ese año. La tasa de mortalidad
promedio del infarto agudo del miocardio fue de 71,4 muertes en población adulta
femenina por cada cien mil habitantes de este sexo y en ese mismo rango de edad; el
tumor maligno de mama aportó una tasa de 32,8; la enfermedad pulmonar obstructiva fue
la tercera causa con una tasa de 32; el tumor maligno de los bronquios o del pulmón
ocasionó 27 fallecimientos y el tumor maligno del cuello del útero 27 por cien mil
habitantes. Figura 42.

Se destaca el hecho que es en el único grupo poblacional donde las cinco primeras
causas de muerte de deben a causa naturales; la primera es el infarto agudo del
miocardio con una tasa de mortalidad que oscila entre 105 en el año 1996 y desciende
hasta 48 en el 2000; la prueba estadística chi cuadrado no mostró tendencia ( χ =0,244;
2

p=0,6217). El tumor maligno de la mama presentó comportamiento estable en los diez


años de estudio con una tasa de mortalidad de 25,8 en 1997 hasta 41,3 en el 2003; no se
evidenció tendencia estadísticamente significativa a los largo de los años de estudio
( χ =0,360; p=0,5484). La tercera causa es la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
2

con una tasa de mortalidad de 42 defunciones por cien mil habitantes femeninas de 45 a
64 años; la prueba estadística chi cuadrado de tendencia no mostró evidencias
estadísticas que indiquen crecimiento o decrecimiento ( χ =0,134; p=0,7142).
2

La cuarta causa de muerte en la población adulta medio de la ciudad fue el tumor maligno
de los bronquios o del pulmón con una tasa de 36 fallecimientos por cien mil habitantes en
el año 1994 hasta 17,9 en el 2001; la prueba estadística no mostró tendencia
estadísticamente significativo ( χ =0,117; p=0,7328). La quinta causa de muerte fue el
2

tumor maligno del cuello del útero presentó un comportamiento estable en los diez años
de estudio, pero no se evidenció tendencia estadística, según la prueba chi cuadrado
( χ =0,017; p=0,8953).
2

116
Figura 42. Tendencia de las cinco primeras causas de mortalidad en la población
femenina de 45 a 64 años de edad. Medellín, 1994-2003

Infarto agudo del Tumor maligno de la Enfermedad pulmonar


miocardio mama obstructiva
120 120 120

109
105
100 100 100
95 96
Tasa por 100.000 hab

80

Tasa por 100.000 hab

Tasa por 100.000 hab


80 80

63

56
60 60 60
50
62 55
41 42
40 40
34 37
36 34
40 48 40
32 40 32
30 30 29
27 28
26 24
23

20 20 20

0 0 0
Año Año Año
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

Tumor maligno de los Tumor maligno del cuello


bronquios o pulmón del útero
120 120

100 100
Tasa por 100.000 hab

Tasa por 100.000 hab

80 80

60 60

40 40
31
36 34 28 27
24 24 23 25 25
29 19
25 18 18 20 16 17
16
20 20 11

0 0
Año Año
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de Registros de Defunción. DANE, Medellín 1994-2002 y Secretaría de
Salud Municipal de Medellín, 2003

- Esperanza de vida (EV).

La esperanza de vida de la población adulta de la ciudad se derivó del cálculo de las


tablas de vida para cada año de estudio según la OPS(141) y se utilizó el programa Epidat
versión 3,1.(87) La información suministrada mostró como se ha ganado años en
esperanza de vida a lo largo del período de estudio, pero con mayor ganancia en unos
grupos de edad y en un sexo específico, como fue el caso de la población de 20 a 24
años que ganó 4 años de 1994 a 2003, al pasar de 51 a 55 años., para los hombres la
ganancia fue de 7 años al pasar de 43 a 50 años, mientras las mujeres solo ganaron 1
año pasando de 58 a 59 años en estos mismos años. Los de 25 a 29 años ganaron 2
años al pasar de 48 a 50, los hombres lograron cuatro años mientras la mujer se mantuvo
en los 54 años de esperanza de vida; así se va teniendo ganancias cada vez menores en
la esperanza de vida general, para las mujeres de 25 años en adelante no han muchos
años ganados, porque los cambios que se dieron favorecieron a aumentar la
supervivencia de los hombres, que en el grupo etáreo de 20 a 24 años la probabilidad de
morir era del 8% mientras la mujer presentó un riesgo de 0,4%. Figura 43.

117
Figura 43. Esperanza de vida de la población adulta por sexo según grupo de edad.
Medellín, 1994-2003

Grupo de 20 a 24 años Grupo de 25 a 29 años Grupo de 30 a 34 años


70 Hombre 70 Hombre 70 Hombre
Mujer Mujer Mujer
65 65 65
Total Total Total
60 60 60

55 55 55

50 50
50
Esperanza de vida

Esperanza de vida
45 45

Esperanza de vida
45

40 40
40

35 35
35

30 30
30
25 25
25
20 20
20
15 15
15
10 10
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 10
Año Año
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
Año

Grupo de 35 a 39 años Grupo de 40 a 44 años Grupo de 45 a 49 años


70
Hombre 70 Hombre 70 Hombr e
Mujer Mujer M uj er
65 65
Total Total 65 T ot al
60 60
60

55 55
55

50 50
50
Esperanza de vida

45 45
Esperanza de vida

45

40 40
40

35 35
35

30 30
30
25 25
25
20 20
20
15 15
15
10 10
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 10
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
Año
Año 19 9 4 19 9 5 19 9 6 19 9 7 19 9 8 19 9 9 2 0 0 0 2001 2002 2003

A ño

Grupo de 50 a 54 años Grupo de 55 a 59 años Grupo de 60 a 64 años


70 Hombre 70 Hombre 70 Hombre
Mujer Mujer Mujer
65 65 65
Total Total Total
60 60 60

55 55 55

50 50
50
Esperanza de vida

Esperanza de vida

45 45
Esperanza de vida

45

40 40
40
35 35
35
30 30
30
25 25
25
20 20
20
15
15
15
10
10
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 10
Año
Año 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
Año

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de Registros de Defunción. DANE, Medellín 1994-2002 y Secretaría de
Salud Municipal de Medellín, 2003

118
A partir del grupo de edad de 45 años en adelante, no se registra ganancia en la
esperanza de vida de la población adulta de la ciudad; mientras para los hombres se
mantiene estable la esperanza de vida, la de la mujer decrece a partir de los 50 años de
edad y pierde un año cuando llega al grupo de de 60 a 64 años, así mismo en la
esperanza de vida general también pierde 1 año de 1994 al 2003.

- Años potenciales de vida perdidos (APVP)

Los años potenciales de vida perdidos(142) ajustados por edad para cada sexo, a partir de
los 15 años de edad hasta 65 y más años, se calcularon con el programa Epidat(87)
utilizando como población estándar la estructura por edad de la población de la ciudad de
Medellín en el año 2005, con las cifras oficiales otorgadas por el Departamento de
Planeación Municipal.(13)

Durante los diez años de estudio los hombres adultos entre 15 y 65 años aportaron más
años potenciales de vida que las mujeres en esta misma edad; mientras la población
femenina aportó 34.193 años en el año 1994, la población masculina aportó 3,6 veces esa
cantidad en ese mismo año y así sucesivamente, los hombres hacen un aporte mayor a
los años perdidos en su etapa evolutiva productiva considerada entre 15 y 65 años. En la
década de estudio, el aporte mayor en años perdidos de los hombres económicamente
activos fue en 1996 en una relación 3,7:1; es decir, por cada año aportado por una mujer
fallecida en la etapa productiva se aportaron 3,7 años de un hombre fallecido en esta
misma etapa; el año de menor aporte masculino fue el 2003 con una relación de 2,6:1.
Tabla 14.

Tabla 14. Anos potenciales de vida perdidos (APVP) de la población adulta por sexo
según año de ocurrencia. Medellín, 1994-2003.

Hombres Mujeres Total


Año Tasa por Tasa por Tasa por
APVP* APVP* APVP*
1000 hab** 1000 hab** 1000 hab**
1994 122.920 158,1 34.193 43,7 157.113 97,3
1995 106.630 138,2 30.520 38,9 137.150 85,2
1996 100.898 129,9 27.205 33,5 128.103 78,6
1997 91.633 117,2 27.683 33,5 119.315 72,5
1998 81.220 104,4 23.823 28,9 105.043 64,1
1999 83.520 107,1 24.320 29,5 107.840 65,6
2000 80.943 103,6 24.498 29,6 105.440 63,9
2001 76.943 98,4 23.695 28,3 100.638 60,8
2002 74.415 95,2 23.213 27,6 97.628 58,8
2003 50.143 63,2 19.555 23,2 69.698 41,8
* Población de 15 a 65 años
** Tasa ajustada por edad

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de Registros de Defunción. DANE, Medellín 1994-2002 y Secretaría de
Salud Municipal de Medellín, 2003

La tasa ajustada por edad mostró que por cada mil habitantes de la ciudad en el año 1994
se perdieron 97 años por mil personas adultas en la etapa económicamente activa, en el
año 1995 se perdieron 85 y así se va disminuyendo la pérdida hasta el año 2003 donde

119
solo se pierden 42 años por cada mil personas en edad productiva o potencialmente
productiva. En la pérdida de años de 1994 los hombres aportaron 158 años por cada mil
habitantes masculinos, mientras las mujeres perdieron 44 años por cada mil mujeres
potencialmente activas de la ciudad; en el año 2003, la tasa de los hombres fue de 63
años y de las mujeres 23 años, por cada mil habitantes del sexo respectivo. Figura 44.

No se observó tendencia estadísticamente significativa en el comportamiento de los años


de vida potenciales de vida perdido por la población masculina, según la prueba chi
cuadrado de tendencia ( χ =0,454; p=0,501), pero tampoco se observó tendencia en los
2

años perdidos por la población femenina ( χ =0,269; p=0,6038), ni en la población total


2

económicamente activa entre 15 y 65 años de edad de la ciudad de Medellín ( χ =0,401;


2

p=0,5263).

Figura 44. Tasa ajustada de los años potenciales de vida perdidos (APVP) de la población
adulta* por sexo según año de ocurrencia. Medellín, 1994-2003.

160
158,1 Hombre
Mujer
138,2
140 Total
129,9

117,2
120
107,1
104,4 103,6
Tasa ajustada por 1000 hab

97,3 98,4 95,2


100
85,2
78,6
80 72,5

64,1 65,6 63,9 63,2


60,8 58,8
60
43,7 41,8
38,9
40 33,5 33,5
28,9 29,5 29,6 28,3 27,6
23,2

20

0
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
Año

* Población de 15 a 65 años
** Tasa ajustada por edad

Fuente: Cálculo de los investigadores a partir de Registros de Defunción. DANE, Medellín 1994-2002 y Secretaría de
Salud Municipal de Medellín, 2003

6.1.4 Aspectos de seguridad social

Los aspectos relacionados con la seguridad social fueron estudiados mediante la


encuesta aplicada a hombres y mujeres de 20 a 64 años de la ciudad de Medellín y tienen
que ver con la afiliación de los adultos al Sistema General de Seguridad Social en Salud
(SGSSS), al fondo de pensiones individual o colectivos, a la administradora de riesgos
profesionales, a la exposición a factores de riesgo para salud en el ambiente laboral y a la
satisfacción con la atención, acceso y calidad de los servicios de salud.

120
Salud. El 84,1% (988.764) de la población adulta de la ciudad está afiliada al SGSSS
oscilando esta proporción entre 81,7% y 87,1%; tanto los hombres como las mujeres
están afiliados en similares proporciones, del 83,6% (437.619) y del 84,6% (551.145),
respectivamente, y no se presentan diferencias estadísticamente significativas en la
afiliación según el sexo del adulto (IC95%: 0,94-1,05). Los NO afiliados al sistema son el
15,9%, oscilando entre 12,9% y 18,3% con una mayor proporción de población masculina
(16,5%) frente a la no afiliación femenina (15,4%).

El 58,4% (686.270) del total de la población adulta está afiliado al régimen contributivo, el
21,9% (257.847) al régimen subsidiado y el 3,9% (45.938) se encuentra vinculado al
sistema como población en situación vulnerable. En la distribución por sexo se encontró
que los hombres están principalmente afiliados en el régimen contributivo en un 59,1%
(309.364), al régimen subsidiado un 20,1% (105.066), vinculados están el 4,4% (23.189) y
no afiliados el 16,5%; las mujeres están afiliadas al régimen contributivo en un 57,8%
(376.906), aventajan a los hombres en la afiliación al régimen subsidiado, con el 23,4%
(152.781), en situación vulnerable está el 3,5% (22.749) y no afiliadas el 15,2%. No se
evidencian diferencias significativas entre el sexo y el régimen de afiliación. Figura 45.

Figura 45. Régimen de afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud de la


población adulta según sexo. Medellín, 2005

80

Hombre
59,1
60
57,8 Mujer

40
%

23,4
20,1
20 16,5 15,4

4,4 3,5

0
Contributivo Subsidiado Vinculado Sin afiliación
Afiliación SGSSS

Por estrato socioeconómico de la vivienda, los adultos masculinos de la ciudad residentes


en el estrato bajo bajo están afiliados al sistema de seguridad social en primera medida al
régimen contributivo en un 45,8% (23.738) y al subsidiado un 29,8% (15.437), no afiliado
se encuentran el 21,5% (11.130) de los hombres adultos de este estrato; en el estrato
bajo están afiliados al régimen contributivo el 42,1% (70.631), se aumenta la afiliación al
subsidiado al 35,5% (59.573) y se disminuyen los no afiliados a un 17,6% (29.483); los
residentes en el estrato medio bajo afiliados al régimen contributivo aumentan al 61%
(97.714), disminuyen los del subsidiado al 16,3% (26.107) y se conservan los vinculados y
los que no están afiliados; en el estrato medio se aumentan los del régimen contributivo al
80,7% (54.175) y se disminuyen las demás afiliaciones al SGSSS, situación similar al

121
estrato medio alto, donde los del contributivo representan el 78% (35.309), disminuyen los
del subsidiado, pero es el estrato donde más población pobre y vulnerable se encuentra
afiliada como vinculada, éstos representan el 7,5% (3394), y en el estrato alto,
predominan los del contributivo con un 88,6% (27.796) y no figura ninguna persona
afiliada al régimen subsidiado, pero si se encuentran no afiliados y vinculados al sistema.
Figura 46.

Figura 46. Régimen de afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud de la


población adulta por sexo según estrato socioeconómico. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Estrato Estrato

9,1 4,4
Alto 2,3
88,6 Alto 2,2
93,5

7,5 4,9
Medio alto 13,0 78,0 Medio alto 8,8 83,0
1,5 3,3

10,5 4,9 1,8


Medio 3,9
80,7 Medio 17,2 3,3
77,7

Medio bajo 18,5 4,2 16,3 61,0 Medio bajo 16,3 2,2 20,1 61,3

Bajo 17,6 4,9 35,5 42,1 Bajo 17,5 5,0 37,8 39,7

Bajo bajo 21,5 2,9 29,8 45,8 Bajo bajo 9,8 3,1 70,0 17,1

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Sin afiliación Vinculado Subsidiado Contributivo Sin afiliación Vinculado Subsidiado Contributivo

Por su parte, las mujeres adultas residentes en el estrato bajo bajo están
predominantemente afiliadas al SGSSS en el régimen subsidiado en un 70% (35.206)
seguidas del contributivo en un 17,1% (8597), el 9,8% (4949) no están afiliadas al
sistema; en el estrato socioeconómico bajo, aumentan las afiliadas al contributivo a un
39,7% (73.020) muy a la par de las del régimen subsidiado con un 37,8% (69.625),
también se aumentan las no afiliadas a un 17,5% (32.148); en el medio bajo sigue en
aumento las del contributivo hasta un 61,3% (134.305) y se disminuyen las del subsidiado
a un 20,1% (43.983); en el estrato medio las del régimen contributivo representan el
77,7% (92.591), bajan ostensiblemente las del subsidiado al 1,8% (2154) y se aumentan
las no afiliadas a un 17,2% (20.524); en el medio alto se aumenta al 83% (45.159) las
afiliadas al contributivo y se disminuyen las demás afiliaciones al igual que en el estrato
alto, donde las adultas afiliadas al régimen contributivo ascienden al 93,5% (23.235), no
hay personas en el subsidiado y las no afiliadas son el 4,4% (1083). Figura 47.

La no afiliación al SGSSS está explicada porque no trabajan en empresas que les cancele
su afiliación para un 34,9% (63.904), falta de dinero para el 31,5% (57.644), no le interesa
o por descuido el 11,7% (21.354) y en esta misma proporción no están por razones
diversas como: afiliación en otro lugar, cambio de barrio, desplazamiento, desempleo de
si mismo y de su cónyuge, está en espera de la tarjeta del Sisben para afiliarse o fue mal
estratificada su vivienda, falta de tiempo para hacer las gestiones de afiliación, no le gusta
por que lo consideran un robo, por problemas personales, entre otras.

122
Pensiones y riesgos profesionales. Respecto a la afiliación al sistema de pensiones, el
35,2% (413.503) de la población está afiliado a un fondo de pensiones, oscilando entre
32,6% y 38,2%, y el 64,8% (761.904) NO lo está. Los hombres adultos de la ciudad están
afiliados en mayor proporción que las mujeres adultas, 46% (240.995) y 26,5% (172.508),
respectivamente; es mayor la proporción de hombres afiliados al sistema pensional que la
proporción de mujeres afiliadas y en ocasiones se duplica la diferencia (RP:1,7 ; IC95%:
1,5-2,1). Figura 47.

La afiliación a una administradora de riesgos profesionales (ARP) es del 28,7% (337.672)


quedando por fuera el 71,3% (837.737) de la población adulta de la ciudad; es decir, de la
población trabajadora un 25% no tiene garantizado la protección a enfermedades y
accidentes laborales. Por sexo se encontró que el 40,5% (212.214) de los hombres y el
19,3% (125.458) de las mujeres tienen ARP; siendo significativamente mayor la
proporción de hombres afiliados a una administradora de riesgos profesionales frente a la
proporción de mujeres afiliadas, en una relación 2:1 (RP:2,1 ; IC95%: 1,7-2,6). Figura 47.

Figura 47. Afiliación al Sistema General de Seguridad Social de la población adulta, según
sexo. Medellín, 2005

100

90
Hombre
83,6 84,6
Mujer
80

70
Proporción de personas

60

50 46,0
40,5
40

30 26,5
19,3
20

10

0
Salud Pensiones Riesgos Profesionales
Sistema General de Seguridad Social

En el último año, el 5,1% (32.038) de la población vinculada a la actividad laboral de 20 a


64 años de Medellín, sufrió algún accidente de trabajo y el 2,1% (13.084) tuvo una
enfermedad relacionada con la actividad laboral que desarrolla. El accidente de trabajo lo
sufrió la población masculina en un 6,6% (24.159) frente al 3,0% (7879) sufrido por las
mujeres; la enfermedad profesional la sufrió en una mayor proporción la población
femenina en un 2,3% (5960) respecto al 2% (7124) padecido por los hombres. Es decir,
los hombres dos veces el riesgo de una mujer trabajadora (RR=1,95; IC95%: 1,08-3,51) y
las mujeres tienen un riesgo del 24% más de sufrir enfermedades de origen profesional
que los hombres (RR=1,24).

Los riesgos para la salud en su ambiente laboral que más afectaron a los trabajadores
adultos de la ciudad fueron los físicos en un 30,8% (193.343), los ergonómicos en un
13,8% (86.572), los de seguridad en un 12,5% (78.547), los riesgos psicosociales en un

123
9,4% (58.841), los químicos en un 6,9% (43.302), y los biológicos en un 3,9% (24.433).
Los hombres adultos trabajadores de la ciudad estuvieron expuestos 3 veces más que las
mujeres a riesgos relacionados con la seguridad, un 80% más a riesgos físicos, un 20%
más a riesgos ergonómicos y un 11% más a riesgos químicos Las mujeres trabajadoras
estuvieron expuestas en mayor medida que los hombres trabajadores, a los riegos
biológicos y psicosociales Tabla 15.

Tabla 15. Riesgos laborales para la salud a los que esta expuesta la población adulta
según sexo. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Riesgo
No. % No. %
Seguridad 65.013 17,9 13.534 5,1
Físicos 130.655 35,9 62,688 23,7
Ergonómicos 53.432 14,7 33.140 12,5
Químicos 26.061 7,2 17.241 6,5
Psicosociales 31.091 8,5 27.750 10,5
Biológicos 7.940 2,2 16.493 6,2
Otro 14.602 4,0 6,178 2,3
Ninguno 124.526 34,2 131.480 49,7

Importante en el análisis de los riesgos a los que están expuestos los trabajadores adultos
de la ciudad, es el conocimiento que el 40,7% (256.006) no lo están o no detectan
ninguna fuente de riesgo, pero el 59,3% (372.284) de la población trabajadora está
expuesta a diferentes riesgos, en mayor medida los hombres en una proporción del 65,8%
(239.388) mientras las mujeres están expuestas en una proporción del 50,3% (132.896).

6.1.5 Aspectos del entorno físico

Los aspectos del entorno físico están relacionados con el tipo de vivienda de los adultos
de la ciudad de Medellín, los materiales del piso, paredes y techo, los servicios públicos
instalados y habilitados que permiten mirar la cobertura real, la tenencia de la vivienda
como propia arrendada o prestada y los riesgos de diferente índole a los que está
expuesta en su barrio o sector de ubicación.

Tipo de vivienda. El 73,2% (860.306) reside vivienda tipo casa, el 23,5% (276.298) tipo
apartamento, el 2,1% (24.212) vivían en un cuarto y el 1,2% (14.593) en rancho o vivienda
con paredes de cartón o bahareque. La población adulta masculina de la ciudad vivía
principalmente en tipo casa el 69,3% (363.168) y en apartamentos el 26,1% (136.882); la
población adulta femenina vivía principalmente en viviendas tipo casa el 76,3% (497.138)
y en apartamento el 21,4% (139.416). Figura 48.

Según el ingreso total en el último mes de las personas de 20 a 64 años, medido en


salarios mínimos legales vigentes, se observó que tres de cada cuatro hombres adultos
viven en casas principalmente, pero a medida que aumenta su ingreso pasa a ocupar
viviendas tipo apartamento; esto es, las residencias en apartamentos aumentan
paralelamente a medida que aumenta el ingreso mensual, así también, la utilización de
cuartos disminuye a medida que aumentan los ingresos al no encontrarse adultos con

124
ingresos superiores a 5 salarios mínimos en estas condiciones, mientras las viviendas tipo
rancho fueron utilizadas por hombres que recibían menos de un salario mínimo. Las
mujeres adultas de la ciudad, según su ingreso mensual, también residen tres de cada
cuatro en viviendas tipo casas de habitación principalmente pero no se disminuye su
utilización con ingresos superiores; las residencias tipo apartamento aumenta su
utilización paralelo al crecimiento en los salarios; los cuartos y los ranchos fueron
utilizados como residencia en el caso de mujeres con ingresos menores a un SMLV y en
quienes no tenían ingresos mensuales.

Figura 48. Tipo de vivienda que ocupa la población adulta por sexo según estrato
socioeconómico. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Estrato Estrato

Alto 4,5
81,8 13,6 Alto 93,9 6,1

Medio alto 79,8 Medio alto 86,9


20,2 13,1

24,4 19,7
Medio 1,3 74,4 Medio 80,3

Medio bajo 2,0 20,2 77,8 Medio bajo 1,4 17,0 81,6

Bajo 1,3
1,5 26,5 70,7 Bajo 3,2 20,7 76,2

Bajo bajo 8,4 10,9 17,0 63,7 Bajo bajo 9,0 3,5 20,4 67,1

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Rancho Cuarto Apartamento Casa Rancho Cuarto Apartamento Casa

Tenencia. La pertenencia de la vivienda en que habitan los adultos de la ciudad está


dada principalmente como propia para un 56,1%, variando entre 52,9% y 59,5%,
arrendada para el 33,5% (30,3-36,8), prestada para el 8,2% (6,8-9,9), y para el 2,2%
restante la tienen en comodato, es una vivienda familiar, la tiene por herencia, por
sucesión, por el pago de una hipoteca, de una asociación, de una sociedad o están
simplemente “arrimados”. Tanto para el 56,3% (294.888) de los hombres como para el
55,9% (364.069) de las mujeres la vivienda en que habitan es propia; para el 35,5%
(185.679) de los hombres y el 31,9% (208.061) de las mujeres es arrendada y existe una
diferencia más marcada en la proporción de vivienda prestada en el caso de las mujeres
que en los hombres, con el 9,7% (63.468) y 6,4% (33.308), respectivamente.

En general los adultos viven principalmente en viviendas propias, según el estrato


socioeconómico de la misma; los residentes en el bajo bajo las habitan un 53,3%
(54.398), los del bajo en un 52,9% (186.146), el 49,1% (186.399) del medio bajo, el 60,7%
(113.102) los residentes en el estrato medio, el 72,4% (72.185) los del medio alto y el
83,1% (46.726) del estrato alto. El 56,3% (294.889) de los hombres de 20 a 64 años
poseen vivienda propia en proporciones que van desde el 54,2% del estrato bajo bajo al
81,8% del estrato alto; el 55,9% (364.068) de las mujeres de 20 a 64 años poseen
vivienda propia en porcentajes que oscilan entre el 52,3% del estrato bajo bajo y el 84,8%
del alto. Las viviendas arrendadas son utilizadas más por los hombres en un 35,5%
(185.679) dándose el porcentaje mayor en el medio bajo, frente a un 31,9% (208.061) de

125
las mujeres con la mayor proporción en el medio bajo. Las viviendas prestadas se dan en
mayor medida en las mujeres adultas con el 9,7% (63.467) frente a un 6,4% (33.307) de
la tenencia de la vivienda por los hombres adultos. Figura 49.

Figura 49. Tenencia de la vivienda que ocupa la población adulta por sexo según estrato
socioeconómico. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Estrato Estrato

2,3 2,2
Alto 15,9
81,8 Alto 13,1
84,8

35,0 17,0
Medio alto 3,0 Medio alto 1,9
62,0 81,1

4,9 61,8 7,1 60,1


Medio 30,7
2,5 Medio 28,6
4,2

Medio bajo 4,2 43,2 50,2 2,3 Medio bajo 10,0 39,1 48,4 2,5

Bajo 9,1 34,0 54,3 2,6 Bajo 12,9 33,3 51,7 2,1

Bajo bajo 11,3 34,4 54,2 Bajo bajo 15,6 28,8 52,3 3,4

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Prestada Arrendada Propia Otra Prestada Arrendada Propia Otra

La tenencia de la vivienda está mediada por el ingreso de la persona, en este sentido los
adultos que no poseen ingresos residen principalmente en vivienda propia el 45,7%
(37.050), en arrendada el 32,9% (26.673) y en prestada el 19,1% (15.534); en los que
perciben menos de un salario mínimo viven en vivienda propia el 53,7% (261.736),
aumenta también la vivienda arrendada al 33,1% (161.530) y disminuye la prestada al
9,4% (45.954); así va aumentándose la tenencia de vivienda propia a medida que se
aumentan los ingresos totales en el ultimo mes y disminuyendo la vivienda prestada y la
arrendada. Mientras los hombres adultos poseen vivienda propia entre un 60% de quienes
no registraron ingresos en el ultimo mes hasta un 75% en los que devengaron mas de 5
SMLV pasando por el 52% de los que recibieron entre uno y dos salarios mínimos, las
mujeres adultas conservaron una tendencia positiva con la tenencia de residencia propia,
entre el 41% de quienes no recibieron ingresos hasta un 92% de las que percibieron mas
de cinco salarios mínimos en el ultimo mes, según la prueba chi cuadrado de tendencia
( χ =6521; p=0,0000). Figura 50.
2

Materiales y servicios públicos. Los materiales predominantes en la vivienda donde


residen los adultos de la ciudad está construida por bloque o ladrillo en sus paredes, en
un 95,6% (1’127.458) y por otros materiales como: bahareque, caña, tapia pisada,
madera, láminas de zinc y prefabricadas están el 4,4% de las viviendas. El piso es de
baldosa en un 70% (822.993), en cemento está el 22,7% (266.716) y en otros materiales
como madera, mármol y tierra está el piso del 7,3% de las viviendas. El techo está
construido en cemento en el 66,5% (781.518), de teja de barro el 29,2% (343.212) y en
otros materiales como desechos, esterillas, eternit, láminas de zinc, lata, madera y tabilla
el 4,3% (50.679) del techo de las viviendas de los adultos residentes en Medellín. Figura
51.

126
Figura 50. Tenencia de vivienda propia de los hombres y mujeres adultas, según ingreso
total en el último mes. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
100 100 92,0
Prestada Prestada
90 Arrendada 90 Arrendada
Propia Propia
74,5
80 80
68,1
70 70

Proporción de personas
60,1 59,7
Proporción de personas

55,4 54,7
60 51,8 60 52,7

50 50 41,2
39,9 32,4
34,4 35,2 36,5
40 40 33,7
30,2
26,9
30 30
23,7 22,7

20 20
11,3
7,5 6,0 8,3 7,9 8,0
4,4 10
10 1,9 1,8
0,0
0 0
0 < 1 SMLV 1 a 2 SMLV 2 a 5 SMLV > 5 SMLV 0 < 1 SMLV 1 a 2 SMLV 2 a 5 SMLV > 5 SMLV

Ingreso total en el último mes Ingreso total en el último mes

Para mirar la cobertura de los servicios públicos según el estrato socioeconómico de la


vivienda, éstos se agruparon en tres grupos: bajo (1 y 2), medio (3 y 4) y alto (5 y 6); así
se encontró que para el bajo, los servicios públicos de más baja cobertura son: internet
con el 4,5% instalado y el 3,7% habilitado, telefonía móvil o celular con el 18,3% de
cobertura, pero habilitado solo para el 16,6% de la población y, el gas domiciliario con el
25% instalado y 23,4% habilitado; en el estrato medio los servicios públicos con menor
cobertura son: Internet con el 30,6% instalado pero 28,2% habilitado, gas domiciliario
49,3% instalado y 47% habilitado, y el teléfono móvil lo posee el 53,6% pero habilitado el
52,4%; en el estrato alto las menores coberturas se registran en el servicio de internet con
el 63,8% instalado y habilitado el 62,8% y, gas domiciliario instalado en el 70,8% de las
viviendas y habilitado en el 69,8%.

Figura 51. Material predominante de la vivienda de la población adulta según sexo.


Medellín, 2005

100 95,1 96,6


Ho mbre
90
M ujer
80
71,0
68,7 67,8
70 64,9

60

50

40

30

20

10

0
Pared / Ladrillo Piso / Baldosa Techo / Cemento
Material predominante en vivienda

127
En cuanto a los servicios públicos que posee la vivienda que habita la población adulta de
la ciudad, el 0,5% (6009) de las viviendas no tiene ningún servicio público instalado
distribuidas entre 3822 viviendas de mujeres y 2187 de hombres. La instalación de
energía eléctrica se dio en el 98,7% (1.159.952) de las viviendas de los adultos de la
ciudad y se encuentra habilitado para su funcionamiento en el 93,7% (1.100.861), no
existe diferencia en la proporción de instalaciones de este servicio según el sexo del
adulto residente pero si existe diferencia en la habilitación del mismo, puesto que el 95,8%
(501.951) de las viviendas de los hombres lo poseen frente a un 91,9% (598.910) de las
viviendas de las mujeres (IC95%=1,01-1,07). Figura 52.

El segundo servicio público instalado es el agua o acueducto el cual se encuentra en el


98,3% (1.155.069) de las viviendas y habilitado en el 93,1% (1.094.854); en el caso de las
viviendas de los hombres adultos este servicio está instalado en un 98,3% (515.020) y
habilitado en el 95,2% (498.681); en las viviendas de las mujeres está instalado en el
98,2% (640.049) y habilitado en el 91,5% (596.173) de las viviendas, con diferencias
según sexo (IC95%: 1,01-1,07). El tercer servicio público corresponde a las redes de
servicio interdomiciliario para aguas servidas está instalado en el 98,8% (1.161.558) de
las viviendas de los adultos de la ciudad, pero habilitado en el 93,9% (1.103.214); en el
caso de las viviendas de ellos está instalado en el 99,3% (520.130) y habilitado en el
96,4% (504.779), en las viviendas de ellas está instalado en el 98,4% (641.428) y
habilitado en el 91,8% (598.435), con diferencias significativas a favor del sexo masculino
(IC95%: 1,02-1,08). La recolección de basuras se dio en el 98% (1.152.256) de las
viviendas, tanto de hombres como de mujeres. Figura 52.

El servicio de telecomunicaciones presentó una cobertura del 94,7% (1.113.501) pero


habilitado se encuentra el 88,6% (1.041.550); por sexo, se halló que el 94,7% (495.931)
de las viviendas de los hombres tienen teléfono instalado y el 94,8% (617.570) de las
viviendas de las mujeres, pero está habilitado el 90,9% (476.236) de las viviendas de la
población de sexo masculino frente al 86,7% (565.314) de las viviendas de la población
de sexo femenino, con diferencias significativas (IC95%:1,02-1,09). El servicio telefónico
ofrecido por los celulares presentó una cobertura de instalación del 42,8% (503.204) y de
habilitación del 40,7% (478.941), siendo superior la proporción de cobertura en las
viviendas de los hombres tanto para instalación como para habilitación (IC95%:1,07-1,37).
Figura 52.

La televisión por cable está instalada en el 58,2% (683.893) de las viviendas y funciona
normalmente en el 56,3% (661.863); no existen diferencias por sexo en cuanto a
instalación, pero si en habilitación del servicio, pues tiene una cobertura de
funcionamiento en el 57,7% (302.267) de las viviendas de los hombres adultos frente al
55,2% (359.596) de las viviendas de las mujeres adultas de la ciudad. El servicio de gas
domiciliario presentó una cobertura de instalación del 42,4% (498.800), siendo mayor en
las viviendas de hombres adultos residentes con el 44,2% (231.431) frente al 41%
(267.369) de las residencias de las mujeres adultas. La habilitación del servicio es del
40,5% (476.340) también superando las viviendas de los hombres a las de las mujeres en
este servicio público, con el 42,8% (224.214) y el 38,7% (252.126), respectivamente
(IC95%:1,03-1,34). Figura 52.

El servicio con menos cobertura es el Internet, con el 23,3% (273.522) de instalación


frente a un 21,2% (249.146) de habilitación. Para las viviendas de hombres la cobertura

128
es del 23,8% (124.742) de instalación y un 22% (114.977) de habilitación, y en las
viviendas de mujeres la instalación fue del 22,8% (148.780) y del 20,6% (134.169) de
habilitación. Figura 52.

Las diferencias entre las coberturas en los servicios públicos instalados y habilitados,
fueron: teléfono (6,1%), alcantarillado (5,2%), energía (5%), alcantarillado (4,9%), Internet
(2,1%), celular (2,1%), gas domiciliario (1,9%) y televisión con cable (1,9%).

Figura 52. Servicios públicos instalados y habilitados de la vivienda de la población adulta


según sexo. Medellín, 2005

Servicio público
Hombre Mujer
INTERNET

Habilitado 22,0 20,6

Instalado 23,8 22,8

GAS

Habilitado 42,8 38,7

Instalado 44,2 41,0

CELULAR

Habilitado 44,2 37,9

Instalado 45,3 40,8

TV CABLE

Habilitado 57,7 55,2

Instalado 58,4 58,0

BASURAS

Recoleccion 97,3 98,7

ALCANTARILLADO

Habilitado 96,4 91,8

Instalado 99,3 98,4

ACUEDUCTO

Habilitado 95,2 91,5

Instalado 98,3 98,2

TELÉFONO

Habilitado 90,9 86,7

Instalado 94,7 94,8

ENERGÍA

Habilitado 95,8 91,9

Instalado 98,6 98,8

120 100 80 60 40 20 0 20 40 60 80 100 120


Proporción de viviendas

Riesgos. Los riesgos a los que está expuesta la vivienda de los adultos de la ciudad
fueron: ambientales como polución, polvo, ruido el 13,1% (154.311), físicos debido a
causas naturales el 10,7% (126.261), debidos a la inseguridad en el sector donde está
ubicada la vivienda el 10,5% (123.829), químicos el 2,3% (27.310), biológicos el 1,8%
(20.935) y a otros riesgos como caída del techo, humedades, carros que se estrellan
contra la vivienda, vías públicas estrechas o en mal estado y riesgos eléctricos el 1,7%
(19.582), y en ningún riesgo en la vivienda lo considero el 22,9% (269.614) de los
hombres y las mujeres de 20 a 64 años. Las viviendas de los hombres están más
expuestas a riesgos químicos, biológicos, de seguridad y a otro tipo de riesgos; las
viviendas de las mujeres adultas tienen más riesgo que las residencias de los hombres,

129
en cuento a problemas de contaminación ambiental y a desastres naturales o riesgos
físicos. Tabla 16.

Tabla 16. Riesgos a los que esta expuesta la vivienda de la población adulta según sexo.
Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Riesgo OR IC95%
No. % No. %
Químicos 15.026 2,9 12.284 1,9 1,54 1,50-1,58
Biológicos 11.426 2,2 9.509 1,5 1,51 1,47-1,55
Seguridad 62.030 11,8 61.799 9,5 1,28 1,27-1,30
Otro 10.452 2,0 9.129 1,4 1,43 1,39-1,47
Ambientales 62.790 12,0 91.521 14,0 0,83 0,82-0,84
Físicos 50.679 9,7 75.582 11,6 0,82 0,81-0,83
Ninguno 110.202 21,0 159.412 24,5

Medio de transporte. El medio de transporte más utilizado por la población de 20 a 64


años de la ciudad fue el bus, buseta o colectivo por un 54,6% (641.834), en vehiculo
particular se transportó el 12,4% (146.207), en taxi viajaron el 9,4% (110.853), en el
transporte masivo o Metro el 9,1% (107.138), en bicicleta o moto el 7,3% (86.095) y a pié
el 6,8% (79.9412). Según el sexo, los hombres utilizaron principalmente el transporte
colectivo de bus y buseta en un 48,1% (251.746), seguidos del 17,1% (89.427) de los que
viajaron en vehículo particular, en moto o bicicleta el 12,2% (64.089) y el 10,9% (57.080)
viajaron en metro; las mujeres utilizaron en mayor proporción el transporte de bus, buseta
y colectivo en un 59,9% (390.088), el taxi en un 12,7% (82.996), vehículo particular el
8,7% (56.780) y en el metro se transportó el 7,7% (50.058).

Se observan diferencias significativas en la utilización del medio de transporte para


desplazarse por la ciudad. Los hombres superaron a las mujeres en la utilización de
motos y bicicletas en una relación 4:1 y la diferencia en la proporción fue de 8,8%
variando entre 5,3% y 12,5% y en los vehículos particulares en una relación 2:1, con una
diferencia de 8,4% en la proporción de utilización, oscilando entre 5,3% y 11,5% esta
diferencia. Las mujeres superaron a los hombres en la utilización de bus, buseta o
colectivo en un 11,8% variando entre 6,2% y 12% y en los taxis en una relación 2:1
superando la proporción de utilización femenina en un 7,4% cambiando entre 7,3% y
7,5%; en la utilización del metro como medio de transporte fue mayor la proporción de
hombres pero no se evidenció diferencias significativas.

Según el ingreso de los adultos de la ciudad, las personas que no recibieron ingresos en
el último mes utilizaron en un 64% (52.111) el bus, buseta o colectivo y le siguen los que
viajaron en metro en un 11,1% (9014). Los que recibieron menos de un salario mínimo
utilizaron el transporte público del bus en un 65% (317.009) y el 10% (48.615) utilizó el
metro; el 58,8% (172.541) de los que recibieron entre 1 y 2 SMLV utilizaron bus o
colectivo y el 12,9% (37.731) la moto o la bicicleta; los de ingresos entre 2 y 5 salarios
mínimos utilizaron bus un 36,3% (60.265) y vehículo particular el 27,2% (45.104) y los que
recibieron más de 5 SMLV se transportaron en sus vehículos particulares en una
proporción del 61% (43.301).

130
6.2 Satisfacción con la vida

6.2.1 Aspectos sociales

Los aspectos sociales que hacen parte de la calidad de vida de la población adulta entre
20 y 64 años, fueron caracterizados según el rol social que ocupa en su hogar, las
relaciones con su familia que son su soporte primario, y los grupos sociales a los que
pertenece como apoyo secundario, además de mirar los delitos de que ha sido objeto en
el último año, que hacen que sea satisfactorio vivir con las condiciones demográficas,
económicas, sociales, de salud y de seguridad social de la ciudad de Medellín.

La posición que el adulto ocupa en su hogar es principalmente como jefe en un 44,2%


(519.020), como cónyuge o compañero del jefe del hogar es el 23,4% (275.549), como
hijo(a) el 23,3% (274.055), otros parientes como abuelos y nietos son el 3,8% (45.243),
los hermanos(as) representaron el 2,7% (31.554), no parientes fueron el 1,4% (16.949) y
empleados domésticos u otros el 1,1% (13.038). Al mirar el papel del adulto de la ciudad,
según su condición biológica de hombre o mujer, el 57,4% (300.351) de los hombres son
principalmente jefes del hogar y el 27,7% (145.315) son hijos del o la jefe del hogar; el
37,8% (246.253) de las mujeres son principalmente cónyuges o compañeras del jefe del
hogar y el 33,6% (218.669) son cabeza de familia. Figura 53.

Figura 53. Posición que ocupa en el hogar la población adulta según sexo. Medellín, 2005

60 57,4

Hombre
50
Mujer

40 37,8
Proporción de personas

33,6

30 27,7

19,8
20

10
5,6
3,2 2,3 4,1 3,7
1,5 1,4 1,0 0,6 0,5
0
Jefe Conyuge Hijo Hermano Otro Otro no Empleado Otro
pariente pariente

Posicion en el hogar

Existe diferencia significativa entre el rol que el adulto asume en la familia, principalmente
en la posición de jefe de hogar, a favor del sexo masculino donde la proporción de
jefaturas masculina es 23,8% mayor que la proporción de jefes femeninas, oscilando esta
diferencia entre 17,2% y 30,4%, y por cada diez mujeres cabeza de familia hay 14
hombres en la misma posición. En la posición de cónyuge, la proporción de mujeres es
superior a la proporción de hombres que desempeñan este rol en el hogar, en un 32,2%
variando entre 32,1% y 32,3%; en el papel de hijos se encontró una diferencia en la
proporción a favor del sexo masculino de 7,9%.

131
En los hogares de Medellín, los adultos masculinos ocupan la posición de jefe en mayor
proporción en los estratos bajos y a medida que aumenta la jerarquía económica de la
vivienda, el adulto cambia su rol a ser hijo o hija; también se encontraron empleados,
otros parientes como hermanos tíos, abuelas, nietos y otros no parientes como amigos,
vecinos. En los hombres la posición máxima alcanzada por el cónyuge o compañero es
del 11% en el estrato alto, pero se disputan los roles de jefe e hijo; mientras la mujer
permanece en el hogar como cónyuge, esposa o compañera del jefe y como cabeza de
familia la proporción más alta de mujeres, según el estrato socioeconómico de su
vivienda, se dio en el estrato bajo bajo, con el 43,5%. En los hogares de las mujeres
permanece un mayor número de personas, que no ocupan una posición de jefe, esposa,
hijo o hermano, como por ejemplo: abuelas, suegras, nietos, yernos, nueras y otros no
parientes. Figura 54.

Figura 54. Posición que ocupa en el hogar la población adulta por sexo según estrato
socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Estrato Estrato

52,3 11,4 32,7 52,5


Alto 31,8 4,6 Alto 12,6 2,2

3,0 3,0
Medio alto 44,4 Medio alto 30,2 27,8 13,9
45,8 3,8 28,0

53,0 35,7 4,2 33,8 28,1 2,5


Medio 2,6 Medio 28,2
4,5 7,3

1,6 1,9
Medio bajo 59,2 4,8 24,2 Medio bajo 30,6 41,2 21,4
10,5 5

6,0 4,2
Bajo 58,4 6,1 25,3 Bajo 35,3 40,1 13,6
4 6,7

Bajo bajo 68,2 9,3 18,1 4,5 Bajo bajo 43,5 40,6 10,2 4,5

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
Jefe Cónyuge Hijo Hermano Otro Jefe Cónyuge Hijo Hermano Otro

Jefe de hogar. Es la persona que siendo residente habitual es reconocido como jefe por
los demás miembros del hogar; ya sea por una mayor responsabilidad en las decisiones,
por prestigio, relación familiar o de parentesco, o por razones económicas o tradiciones
culturales.(46) En Medellín, la proporción de personas adultas que desempeñas el rol de
jefe de hogar es el 44,2%, que oscila entre 40% y 48,5%.

La mediana del ingreso en el último mes del jefe del hogar fue de $400.000, el 5,5%
(28.458) no recibieron ingresos y de los que percibieron algo, estos ingreso van desde
cinco mil hasta treinta millones y el 25% recibió $240.000 o menos en el mes; en el caso
de la población adulta masculina, no percibieron ingresos el 2,5% (7530) de quienes
ocupan este rol en la familia y lo que lo tuvieron, recibieron desde veinte mil pesos hasta
treinta millones y una cuarta parte percibió aproximadamente un salario mínimo legal
vigente, en tanto de la población adulta femenina cuya posición en el hogar es de jefe, se
encontró que el 9,6% (20.928) no tuvieron ingresos totales en el mes y de quien si
percibieron, estos van desde cinco mil hasta ocho millones y es llamativo como una cuarta
parte de estas mujeres perciban $100.000 o menos para destinarlo al sostenimiento del
hogar. Tabla 17.

132
Tabla 17. Medidas de tendencia central, de posición y de dispersión de los ingresos
totales en el último mes de la población adulta jefe de hogar, según sexo. Medellín, 2005

De tendencia central De posición De dispersión


Sexo
Md Mo Q1 Q3 Min Max
Hombre 500.000 600.000 350.000 900.000 0 30.000.000
Mujer 360.000 0 100.000 800.000 0 8.000.000
Total 400.000 400.000 240.000 800.000 0 30.000.000
Md=mediana; Mo=moda; Q1=cuartil 1; Q3=cuartil 3; DE=desviación estándar; CV=coeficiente de variación

Al analizar el ingreso total del jefe de hogar se encontró que el 30% de los hogares con
jefatura masculina, perciben un salario mínimo o menos en el mes aportado por el adulto,
en cambio esa misma proporción de hogares con jefatura femenina percibe la mitad de un
salario mínimo o menos y solo alcanzan un ingreso de $360.000 o menos el 50% de las
mujeres adultas jefes de hogares. Las diferencias por sexo en el ingreso total de los jefes
de hogar es evidente, mientras el 10% de los hombres adultos reciben cien mil pesos o
menos, esta misma proporción de mujeres percibe cinco mil pesos; esta diferencia
persiste hasta el 80% donde se igualan los ingresos de los jefes de hogar en un millón de
pesos o menos y se separan nuevamente en el 90%. Figura 55.

Figura 55. Deciles del ingreso total en el último mes del jefe del hogar según sexo.
Medellín, 2005
Ingreso total

2.000.000
Hombre
1.800.000
Mujer
1.600.000

1.400.000

1.200.000
3 SMLV
1.000.000

800.000 2 SMLV

600.000

400.000
1 SMLV

200.000

0
1 2 3 4 5 6 7 8 9

Hombre 100000 300000 381500 400000 500000 600000 750000 1000000 2000000

Mujer 5000 80000 180000 250000 360000 400000 600000 1000000 1500000

Deciles del ingreso total

Según el estado civil de los hombres jefes de hogar, se encontró que el 49,7% (149.223)
estaban casados, el 24% (72.229) vivían en unión libre y el 17,4% (52.316) estaban
solteros, principalmente, es decir, cerca de la mitad de los hombres que ocupan esta
posición en el hogar están casados y uno de cada cuatro viven en unión libre. Las
mujeres jefe de hogar estaban casadas el 30,1% (65.922), solteras el 23,6% (51.650) y
separadas y/o divorciadas eran el 17,9% (39.083); esto significa que la tercera parte de
las mujeres adultas cabeza de familia están casadas y una de cada cuatro es soltera,
primordialmente. La relación más evidente según sexo se da en el estado civil de los
viudos, donde por cada hombre viudo existen cinco mujeres viudas, puesto que las
jefaturas femeninas de mujeres viudas es del 13,8% (30.190).

133
El 69,2% (207.706) de los adultos masculinos jefes de hogar alcanzaron como máximo
nivel de escolaridad el de secundaria o menos y el 2,4% (7307) no tienen ningún nivel
logrado, las adultas femeninas que ocupan este rol familiar alcanzaron el grado de
bachiller o menos, una proporción del 76,3% (166.889) y el 3,9% (8443) no registraron
ninguna escolaridad. En cuanto a la formación universitaria el 15,8% (47.319) de los
hombres y el 12,2% (26.615) de las mujeres jefes de hogar lo presentaron.

Redes de apoyo. Las relaciones de los adultos de Medellín con sus familiares que son su
red primaria de apoyo social son buenas según el 58,8% (690.806) y excelentes para el
31,7% (372.685). Para los hombres adultos las relaciones familiares son buenas en el
57,2% (299.797) y excelentes para el 33,9% (177.393); para las mujeres son buenas en el
60% (391.009) y excelentes en el 30% (195.292). Así, el 91,1% de los hombres adultos
mantienen relaciones familiares excelentes o buenas, al igual que el 90% de las mujeres
adultas, solo el 9% y 10% las consideran deficientes o malas, respectivamente.

Se destaca el hecho de que el 24,3% (286.065) de los adultos de la ciudad entre 20 y 64


años, participan en algún grupo u organización comunitaria, que se constituyen en su
círculo de apoyo secundario y se comporta como una red de soporte afectivo. Los grupos
comunitarios que frecuentan en mayor proporción son los religiosos el 11,7% (137,654),
deportivos el 4,9% (57.154), el 2,3% (26.563) en programas de salud y el 2,1% (25.050)
en organizaciones comunitarias; la restante población hace parte de grupos como
empresas comunitarias, grupos políticos, recreativos, artísticos, juntas de acción comunal,
alcohólicos anónimos, caminantes, corporaciones juveniles, gremios y sindicatos, grupos
de estudio, ONG, asociaciones de padres de familia, entre otros.

El 24,9% (162.320) de las mujeres adultas participan primordialmente en organizaciones


religiosas el 15% (97.517), deportivos el 3,4% (22.447) y en programas de salud el 2,1%
(13.469); en tanto, el 23,6% (123.745) de los hombres adultos participan principalmente
en grupos religiosos el 7,7% (40.137), deportivos el 6,6% (34.707) y, en programas de
salud y organizaciones comunitarias el 2,5% (13.196), respectivamente. Esta información
mostró que la proporción de mujeres que participa en grupos religiosos duplica la de los
hombres, mientras la proporción de hombres que participa en grupo deportivos duplica la
de las mujeres.

Violencia social. El 88,2% (1´036.270) de los adultos de la ciudad de Medellín NO han


sido víctima de delito grave en el último año, esto indica que 139.137 personas entre 20 y
64 años, equivalente al 11,8%, fueron víctimas de algún tipo de delito, el 13,9% (72.777)
hombres de 20 a 64 años y el 10,2% (66.360) de mujeres en este mismo rango de edad;
la proporción de población masculina objeto de delito grave fue superior en un 3,7% frente
a la proporción de población femenina objeto de delito, diferencia que varía entre 3,6% y
3,8%.

El principal delito grave sufrido por los adultos fue hurto o robo para el 8,1% (95.250), le
siguen las lesiones personales con el 2,2% (25.305) y la extorsión el chantaje en el 0,8%
(8827). Para el 9,2% (47.790) los hombres y el 7,3% (47.460) de las mujeres fueron
objeto de hurto o robo, el 2,6% (13.657) de ellos y el 1,8% (11.648) de ellas sufrieron
lesiones; llama la atención que las mujeres no hayan sido objeto de secuestro o
desapariciones frente al 0,4% (1986) de los hombres que si lo padecieron pero ellas son

134
más objeto de violaciones, como le sucedió al 0,2% (1019) de la población femenina con
relación al 0,1% (713) de la población masculina.

6.2.2 Aspectos personales

Las características personales que se analizaron en este aspecto están relacionados con
hábitos, costumbres y estilos de vida que hacen parte de la dimensión subjetiva del ser
humano y solo se puede saber de ellas preguntándole directamente a la persona, por el
sentido que dan a su existencia, como la percepción de si mismo, de su vida, su disfrute,
sus gustos y la capacidad de satisfacerlos; así como también su comportamiento sexual y
reproductivo, sus preocupaciones o situaciones estresantes, y hábitos nocivos para su
salud, condicionadas en muchas ocasiones, por las situaciones demográficas,
económicas, políticas y sociales en que vive el adulto de la ciudad.

Actividad física. Respecto a los hábitos conductuales de la vida diaria que generan
estilos de vida saludables, se encontró que 49,7% (583.619) de los adultos de la ciudad
realizan alguna actividad física de manera regular o constante; es decir, una de cada dos
personas adultas de Medellín practica actividades físicas de forma regular. Según sexo el
58,1% (304.386) de los hombres y el 42,8%% (279.233) de las mujeres realizan ejercicios
físicos para mantenimiento del cuerpo y la mente, ocupar su tiempo libre o como terapia
desestresante. Se observó una mayor proporción de adultos masculinos que practican
actividad física de forma controlada frente a la proporción de adultos femeninos que
también lo realizan, de 15,3% variando entre 9,6% y 20,9%.

La frecuencia de la realización de la actividad física es principalmente semanal en un


53,6% (312.847) y diario para un 34,9% (203.433); en ambos sexos la periodicidad es
similar, el 54% (164.447) de los hombres adultos que realizan ejercicios físicos lo hacen
de forma semanal y diario lo realiza un 34,7% (105.704); las mujeres que practican alguna
actividad física consistente en ejercicios físicos también lo hacen semanalmente en un
53,1% (148.400) seguido de las que lo realizan diariamente con un 35% (97.729).
Ocasionalmente lo realizan el 5,5% de los hombres y el 7,6% de las mujeres, cada quince
días lo practican el 4,6% de los hombres y el 3,1% de las mujeres; mensualmente lo
hacen el 1,2% y 1,2% respectivamente.

En promedio se dedican 3,1 horas al ejercicio físico que se realiza semanalmente, siendo
superior el tiempo invertido por los hombres adultos de 3,3 horas a las 2,9 horas
dedicadas por las mujeres. Los que practican la actividad física diariamente, dedican en
promedio 1,8 horas, siendo superior el tiempo invertido por las mujeres adultas de 1,9
horas frente a 1,7 dedicadas por los hombres.

Por grupo de edad se observó que los hombres adultos que practican ejercicios físicos
que más tiempo promedio invierten diariamente a esta actividad son los de 20 a 24 años
con 2,1 horas, seguidos de los adultos de 25 a 29 años con 2,0 horas promedio; de las
mujeres que realizan actividad física diariamente, las que más horas invierten son las de
35 a 39 años con 3,0 horas seguidas de las de 40 a 44 años con 2,8 horas. Los hombres
de 45 a 49 años que practican semanalmente invierten en promedio 4,6 horas seguidos
de los de 30 a 34 con 3,9; las mujeres de 50 a 54 años invierten un promedio de 3,8 horas
en la semana, seguidas de las jóvenes de 20 a 24 años con 3,2 horas. Figura 56.

135
Figura 56. Promedio de horas dedicadas al ejercicio físico según sexo por grupo de edad.
Medellín, 2005

Diario Semanal
5,0 5,0 4,6

4,5 4,5
Hombre 3,9
3,8 3,8
4,0 Mujer 4,0

3,5 3,5 3,0 3,8


2,9
2,8 3,0 2,7
3,0
Promedio horas

Promedio horas
3,2 2,5 2,4
2,9 2,5 2,8 2,9
2,5 2,1 2,0 2,7 2,7
1,9 2,6 2,6
1,7
2,0 1,6 2,0 2,4
1,6 1,6
1,2 2,0
1,5 1,5
1,9 1,7
1,5 1,4
1,0 1,3 1,0 Hombre

1,0 1,0 Mujer


0,5 0,5

0,0 0,0
20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 60 a 64 20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 60 a 64

Grupo de edad Grupo de edad

Consumo de sustancias psicoactivas. La utilización de sustancias psicoactivas es un


problema de salud pública que afecta a toda la población; es mucho más fácil describir los
parámetros y la magnitud del uso de sustancias como alcohol, cigarrillo y otras, que definir
la naturaleza, extensión y consecuencias del abuso de las mismas. Según la OMS(16) la
disposición de una persona para usar sustancias y el carácter de su respuesta al uso
están influidos por factores sociales, tales como: disponibilidad, normas culturales,
respuesta de la sociedad, aspectos financieros, falta de satisfacciones, frustraciones y
necesidad de escapar de situaciones intolerables de desigualdad social.

El consumo en la vida de al menos una sustancias psicoactivas de los adultos de la


ciudad de Medellín es del 60%. Por tipo de sustancia se halló que el alcohol, tiene una
prevalencia de consumo del 60,5% (710.867), con un consumo ocasional más frecuente
con el 47,6% (559.793). Los hombres presentan un consumo en la vida más frecuente
que las mujeres y tienen un riesgo tres veces el de ellas de consumirlo, siendo superior la
proporción de consumidores masculinos en un 27,2%. El cigarrillo es la segunda
sustancia consumida en la vida de los adultos con una prevalencia de 32,5% (793.838) y
el 14,2% (167.079) lo consume siempre; el 37,7% de los hombres adultos y el 28,4% de
las mujeres adultas de la ciudad presentan hábito al tabaco con una periodicidad
ocasional, a menudo o siempre, y la proporción de consumidores es superior para los
hombres en un 9,3%. Figura 57 y Tabla 18.

Las demás sustancias psicoactivas del estudio, presentaron prevalencias menores como
el consumo de marihuana que registró 9,8% (114.908) y una proporción de consumo
superior en los hombres frente a la proporción de consumo de las mujeres de 3,6% Las
otras sustancias presentaron un riesgo mayor para las mujeres, como las
benzodiacepinas conocidas también como “ruedas”, “roches” rohypnol, ativan, xanax,
somese, lexotan, rivotril, valium, dormicum entre otras son consumidas por el 7,4% de la
población adulta, el éxtasis con una prevalencia de 7,1%, la cocaína con el 7% y el
bazuco con el 6,9% de consumo en la población de 20 a 64 años residentes en la ciudad
de Medellín. Figura 57 y Tabla 18.

136
Figura 57. Frecuencia de consumo de sustancias psicoactivas de la población, según
sexo. Medellín, 2005
Sustancia Hombre Mujer
BENZODIAC
Siempre 0,1 0,1

Ocasional 93,4 0,1 0,1 91,9

Nunca
EXTASIS
Siempre 0,2 0,0

Ocasional 93,4 0,4 0,3 92,5

Nunca
COCAINA
Ocasional 93,3 0,7 0,1 92,7

Nunca
BAZUCO
Siempre 0,2 0,0
Ocasional 93,6 0,2 0,1 92,7

Nunca
MARIHUANA
Siempre 1,2 0,4
A menudo 0,6 0,1

Ocasional 88,2 5,2 0,5 91,8

Nunca
TABACO
Siempre 17,2 11,8

A menudo 4,5 4,7


Ocasional 11,8 6,0

Nunca 62,3 71,6


ALCOHOL
Siempre 1,6 0,8
A menudo 14,8 3,6

Ocasional 57,1 40,0


Nunca 24,4 51,5

100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
%

Tabla 18. Consumo de sustancias psicoactivas de la población adulta. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Sustancia
No. % No. %
Alcohol 395.695 75,6 315.173 48,4
Tabaco 197.421 37,7 185.148 28,4
Marihuana 61.612 11,8 53.295 8,2
Benzodiacepinas 34.379 6,6 52.584 8,1
Éxtasis 34.303 6,6 49.166 7,5
Cocaína 34.932 6,7 47.507 7,3
Bazuco 33.407 6,4 47.507 7,3

Tristeza y preocupación. Para indagar sobre la calidad de vida de los adultos de la


ciudad, es importante conocer la percepción, opinión, preocupación y satisfacción de las
personas, desde su subjetividad e interioridad que le proporciona sentido a la vida más
allá de las condiciones de vida. Pero tal percepción está influenciada por el estado
anímico del hombre y la mujer, en un momento dado y por situaciones diversas, que lo
hacen estar insatisfecho consigo mismo y así valora todas las cosas que en otras
ocasiones son fuente satisfactora de necesidades, deseos, gustos, preferencias que le
originan felicidad y le dan vida con calidad.

137
Por esta razón, los adultos de la ciudad fueron indagados por el padecimiento en los
últimos quince días, de estados depresivos o rasgos depresivos como episodios de
tristeza profundos, estados de enfermedad mental tratados o no tratados con terapia
familiar, farmacológica, psicológica o psiquiátrica. El 44,9% (527.621) de los adultos de la
ciudad sintieron síntomas depresivos o de tristeza, variando entre el 41,8% y 48%; más
frecuente en las mujeres con el 50,2% que el 38,2% de los hombres que también los
presentaron; la proporción de mujeres adultas que se sintieron tristes el del 12%.

El aspecto que más preocupación le genera al 55,2% (648.888) de la población de 20 a


64 años de la ciudad es el económico por el impacto que tiene en la estabilidad laboral,
reformas pensionales y laborales, modalidades de contratación, estímulos e incentivos
económicos que le permiten satisfacer las necesidades básicas además de complementar
con elementos suntuarios que le generan gratificación y comodidad personal y familiar, y
mejoran su calidad de vida por estar a nivel de los estándares culturales de una buena
vida. La siguen los aspectos familiares que generan tensión al 25,4% (298.538) de los
adultos por estar allí incluidos la felicidad, salud y educación de sus seres más queridos;
en tercer lugar se ubican las preocupaciones afectivas, que afectan al 7% (82.276) de la
población, incluidos aquí las percepciones sobre las relaciones del adulto con sus pares
afectivos, amigos, compañeros y conocidos; le siguen las preocupaciones sociales con el
5,2% (61.390), de salud el 1,9% (21.925), morales el 1,5% (17.622), legales el 1,3%
(15.379), académicos el 1% (11.219), todos los anteriores el 0,7% (7829).

Por nivel socioeconómico de la vivienda donde residente el adulto mayor, las fuentes de
preocupación más frecuentes se distribuyen de forma diferente según el estrato donde
vivan; es así como las preocupaciones por la parte económica disminuye a medida que se
aumenta el estrato y en forma contraria se aumentan las tensiones por problemas
familiares y afectivos a medida que se aumenta en la jerarquía económica, medida a
través de la variable estrato socioeconómico de la vivienda. En todos los estratos las
preocupaciones giran en torno a los aspectos económicos, tanto para hombres como para
mujeres, pero es menor esta preocupación en el sexo femenino aumentándose las
tensiones generadas por la familia, siendo mayor en el estrato alto. Figura 58.

Figura 60. Fuente de preocupación de la población adulta por sexo según estrato
socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Estrato Estrato

40,9 27,3 24,0 45,6


Alto 15,9 9,1 6,8 Alto 6,5 8,7 15,2

6,8
Medio alto 51,9 15,0 8,2 11,8 13,1 Medio alto 44,4 35,6
8,3 4,9

55,6 22,9 12,8 5,8 45,7 20,5 12,1


Medio Medio 12,5 9,2
2,9

4,1 3,1
Medio bajo 67,4 15,2 6,0 Medio bajo 55,6 28,3 7,2
7,3 5,8

4,5 2,7
Bajo 64,0 21,0 Bajo 51,4 32,8
3,7 6,8 5,0 8,1

3,2 3,6 6,3


Bajo bajo 53,3 34,2 3,8 Bajo bajo 62,3 26,0
5,5 1,8

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
Económicos Familiares Afectivos Sociales Otros Económicos Familiares Afectivos Sociales Otros

138
Por sexo, los hombres y las mujeres adultas de la ciudad comparten el mismo orden de
preocupación; por los aspectos económicos los hombres aventajan a las mujeres con el
60,5% (108.112) y el 51% (332.189), respectivamente; las mujeres superan a los hombres
en preocupaciones familiares con el 29,2% (190.426) para ellas y el 20,6% (108.112) para
ellos; en los afectivos con el 7,2% y 6,7%, respectivamente y en los de salud con 2,2%
frente al 1,4%; iguales preocupaciones generan en ambos sexos, aspectos sociales
relacionados con conflictos internos, inseguridad, subversión, etc., aspectos físicos
relacionados con su imagen corporal, legales, morales y académicos.

6.2.3 Satisfacción personal

La satisfacción personal de los adultos de la ciudad de Medellín, fue mirada desde la


percepción que estos tienen de su propia vida, del disfrute de la misma, del tiempo
dedicado al descanso, al sueño reparador, a la habilidad para realizar las actividades
cotidianas, a sus relaciones personales, afectivas y sexuales, y todos los aspectos
conductuales, comportamentales, habituales y de estilos de vida que le agregan calidad a
su vida. Las características de satisfacción fueron categorizadas en insatisfechos aquellos
que consideraron estar altamente insatisfechos e insatisfechos, y como satisfechos
aquellos que valoraron la condición como satisfechos, muy satisfechos y altamente
satisfechos.

Disfrute de la vida. El disfrute de la vida de los adultos de la ciudad fue considerado


suficiente para el 78,8% oscilando entre 76,3% y 81,2% del total de personas de 20 a 64
años, y poco disfrute o nada fue considerado por el 21,2% (249.336) de los adultos de la
ciudad. Los hombres disfrutan la vida lo suficiente el 81,9% (428.549) y poco o nada el
18,1% (94.484); por otro lado, las mujeres disfrutan lo suficiente, bastante o mucho un
76,2% (495.767) y poco o nada el 23,8% (154.852). Es decir, uno de cada cinco hombres
adultos y una de cada cuatro mujeres adultas de la ciudad, tienen poco disfrute de la vida
y en algunos casos no disfrutan nada. La proporción de adultos masculinos que disfrutan
suficientemente la vida es superior a la proporción de mujeres en un 5,7%. Por estrato
socioeconómico, los residentes en el estrato alto tienen mayor disfrute y los de estrato
bajo bajo son los que tienen menor disfrute de la vida, situación que se conserva en
ambos sexos, siendo mayor la proporción de mujeres que tienen menor disfrute a lo largo
de los cinco primeros niveles. Figura 59.

Relaciones personales. La satisfacción del ser humano con todo lo que lo rodea, está
determinado por la forma en que se perciba a sí mismo; en este sentido, el 92,8%
(1.085.312) de los adultos de la ciudad está satisfecho con su vida frente a un 7,2%
(84.037) que se encuentra insatisfecho; los hombres adultos se encuentran más
satisfechos consigo mismos con un 93,8% (486.881) que las mujeres adultas con 92,1%
(598.432); no se evidenció ninguna diferencia en la percepción de las relaciones
personales según sexo. Figura 60.

139
Figura 59. Disfrute de la vida de la población adulta por sexo según estrato
socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Estrato Estrato

93,2 6,8 95,6 4,4


Alto Alto

Medio alto 82,1 17,9 Medio alto 78,1 21,9

89,6 10,4 83,9 16,1


Medio Medio

Medio bajo 85,3 14,7 Medio bajo 76,9 23,1

Bajo 76,2 23,8 Bajo 71,4 28,6

Bajo bajo 73,3 26,7 Bajo bajo 61,1 38,9

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Suficiente Poco Suficiente Poco

Con sus relaciones personales está satisfecho el 91,4% (89,7-93,1) de la población de 20


a 64 años frente a un 8,6% (6,9-10,3) de insatisfechos; la proporción de población
masculina que está satisfecha supera la proporción de población femenina satisfecha,
según el 92,8% de hombres y el 90,2% de mujeres. La satisfacción con las relaciones
afectivas es del 86,2% (84,3-88,2) y un 13,8% de insatisfechos, siendo superior la
satisfacción del sexo masculino con 87,3% que las de sexo femenino con 85,4%.
Respecto a las relaciones sexuales, el 88,1% (86,1-90,2) de los adultos estás satisfechos
y un 11,9% están insatisfechos; el 89,6% de hombres satisfechos aventajan el 87%
(556.250) de mujeres satisfechas en una proporción de 2,6%.

De los aspectos personales que más proporcionan satisfacción a la vida son las
habilidades que se tienen para realizar las actividades de la vida, tanto para los hombres
como para las mujeres, en una proporción de 95,7% y 95,8% respectivamente. Y las que
menor satisfacción generan son el tiempo dedicado al descanso y, el tiempo y la calidad
de del sueño reparador; la dedicación al descanso es satisfactoria para el 76,8% (74,1-
79,6) de los adultos, siendo 76,6% de los hombres y el 77,1% de las mujeres, y la
dedicación al sueño reparador es satisfactorio para el 79,5% de los adultos, superior en la
población masculina con 80,4% que la satisfacción de la femenina con 78,8%. Es decir,
ambos sexos consideraron que el tiempo dedicado a ellos mismos es insuficiente para el
compromiso laboral y social que tienen. Figura 60.

Según el estado civil de la población adulta, los hombres solteros están satisfechos
principalmente con sus habilidades para realizar las actividades cotidianas, es decir,
capacidad y funcionalidad para el desempeño diario, le sigue la satisfacción consigo
mismo, las relaciones sociales con familiares y amigos, luego las relaciones sexuales son
la fuente de satisfacción y, en menor proporción está el tiempo de descanso las relaciones
afectivas con parejas y la calidad del sueño reparador; las mujeres solteras están
satisfechas con sus habilidades para el desempeño diario, consigo mismas, con las
relaciones sociales y sexuales, y en menor medida las relaciones afectivas y el tiempo al
descanso y al sueño reparador. Al discriminar por sexo en la población adulta soltera, las

140
diferencias más grandes se encuentran en la percepción de si mismos y respecto a la
satisfacción con las relaciones sexuales. Tabla 19.

Figura 60. Satisfacción con la vida de la población adulta por sexo según aspectos
personales. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Satisfactor Satisfactor

Descanso 76,6 23,4 Descanso 77,1 22,9

80,4 19,6 21,2


Sueño Sueño 78,8

Afectivas 87,3 12,7 Afectivas 85,4 14,6

89,6 10,4 87,0 13,0


Sexuales Sexuales

Personales 92,8 7,2 Personales 90,2 9,8

Consigo 93,8 6,2 Consigo 92,1 7,9

Habilidades 95,7 4,3 Habilidades 95,8 4,2

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Satisfecho Insatisfecho Satisfecha Insatisfecha

En la población masculina adulta en estado civil casada, las principales fuentes de


satisfacción de la vida son las capacidades para la actividad diaria, las relaciones
personales, las afectivas y la satisfacción que siente consigo mismo, los aspectos de
menor satisfacción son las relaciones sexuales, el sueño reparador y el tiempo de
descanso; las mujeres casadas perciben los mismos satisfactores que los hombres, pero
las diferencias más evidentes se presentan en la opinión sobre sus habilidades y la
imagen de sí misma que es más alta en las mujeres; en los demás aspectos, la
satisfacción de los hombres casados es mayor que la de las mujeres casadas. Tabla 19.

En los adultos de la ciudad que se encuentran en unión consensuada, la satisfacción con


los aspectos personales difiere de los casados en cuanto a que las relaciones sexuales,
pues mientras en los casados está entre los tres aspectos de menor satisfacción, en los
de unión libre son las relaciones afectivas las que están en menor valoración; las mujeres
en este estado civil difieren ampliamente de las mujeres casadas y además presentan
grandes diferencias con los hombres que viven en las mismas condiciones; por ejemplo,
solo la habilidad para el desempeño diario presentó satisfacción superior al 90% y las
diferencias fueron más del 10% en aspectos como tiempo para el descanso, relaciones
afectivas y en todas las percepciones, los hombres están en mejores condiciones de
satisfacción que las mujeres adultas que viven en unión libre. Tabla 19.

Es llamativo que los hombres adultos en condición de separados o divorciados presenten


un 100% en la satisfacción consigo mismo y le siga la satisfacción con las relaciones
personales, las habilidades y destrezas, y el tiempo y calidad dedicado al sueño
reparador, los demás aspectos están por debajo del 80% de la satisfacción que brindan al
adulto como son las relaciones afectivas, el tiempo de descanso y la menor fuente de
satisfacción son las relaciones sexuales. Las mujeres en esta misma condición civil
presentan satisfacción con el desempeño cotidiano, consigo misma, las relaciones

141
personales y las relaciones afectivas; las menos valoradas como fuente de satisfacción,
fueron: las relaciones sexuales, el sueño y el tiempo dedicado al descanso. Las
diferencias entre ambos sexos son de 4% a 8% en todos los aspectos analizados. Tabla
19.

La población adulta en condición de viudos y viudas es la que más difiere, según la


condición civil analizada; diferencia que va en deterioro de la calidad de vida de esta
población. Para los hombres, las relaciones sociales con familiares y allegados le dan una
satisfacción del 100%, los aspectos que le proporcionan una satisfacción del 80% son las
relaciones afectivas y el tiempo dedicado al sueño reparador, los que proporcionan entre
60% y 80% son las relaciones sexuales, la satisfacción consigo mismo y las habilidades
físicas, pero el menor valorado fue el tiempo de descanso que solo alcanzó el 40% de
satisfacción. Para las mujeres viudas, la mayor satisfacción alcanzada que con las
relaciones personales y le siguen la satisfacción consigo misma, las habilidades con que
cuenta y las relaciones afectivas; los menos valorados fueron las relaciones sexuales, el
sueño reparador y el tiempo para el descanso. Tabla 19.

Tabla 19. Satisfacción con los aspectos personales de los jefes de hogar por sexo según
estado civil. Medellín, 2005

Estado civil
Satisfactor Soltero Casado Unión libre Sep/Div Viudo
(N=425.590) (N=446.956) (N=187.062) (N=72.272) (40.219)
H 98,1 94,5 95,8 91,9 62,4
Habilidades
M 96,1 97,0 95,5 96,1 85,9
H 95,0 91,9 93,8 100,0 74,8
Consigo mismo
M 91,2 94,1 88,4 96,1 87,4
Relaciones H 90,3 94,4 95,2 92,1 100,0
personales M 88,3 93,9 86,6 87,1 87,8
Relaciones H 83,0 92,0 90,4 77,3 88,2
afectivas M 83,0 90,0 80,0 82,3 83,9
Relaciones H 90,0 90,3 92,1 74,8 76,0
sexuales M 86,8 89,1 85,9 82,4 80,0
Sueño H 81,0 79,6 79,5 84,3 88,2
reparador M 81,8 78,8 76,6 76,5 68,5
Tiempo de H 84,8 66,6 80,0 76,0 40,8
descanso M 84,1 75,5 69,8 69,6 76,4

6.2.4 Satisfacción económica

Capacidad de trabajo. La satisfacción de los adultos de la ciudad con su capacidad de


trabajo fue categorizada entre satisfechos e insatisfechos, con lo que se encontró que el
90,6% (1.054.219) de la población está satisfecha con su habilidad, destreza y pericia
para desempeñarse en el campo laboral, oscilando entre 88,9% y 92,3%, y el 9,4%
(109.039) está insatisfecho con su capacidad de trabajo. Por sexo, el 90,5% de los
hombres y el 90,8% de las mujeres están satisfechos con su capacidad; es decir, la
población de 20 a 64 años que hace parte de la fuerza laboral de la ciudad, consideran
que están capacitados para desempeñarse en el sector productivo del país. No se

142
evidenciaron diferencias significativas en percepción que tienen los adultos sobre su
capacidad de trabajo según sexo.

Por estrato socioeconómico de la vivienda donde reside el adulto de la ciudad se encontró


que los hombres habitantes en el estrato bajo bajo son los más satisfechos con su
capacidad de trabajo, con el 95,4% (49.399), seguidos de los del estrato medio con el
92,6% (62.143) y los del alto con el 90,5% (27.084); los menos satisfechos son los
residentes en el estrato medio alto con el 11,4% (5088) de insatisfechos. Las mujeres más
satisfechas son las residentes en el estrato medio con el 95,2% (113.508), luego las del
alto con el 92,6% (20.457) y las del medio bajo con el 91,5% (197.505); las menos
satisfechas son las habitantes en el medio alto con el 14,8% (8066) de insatisfechas y las
del estrato bajo con el 11,6% (21.103) de insatisfacción.

Situación económica. Con la situación económica actual están satisfechos el 54,6%


(51,7-57,5) e insatisfechos está el 45,4% (42,5-48,3) de la población adulta de la ciudad;
los hombres están satisfechos en un 54,7% y las mujeres en un 54,5%; esta información
está reflejando un nivel de insatisfacción generalizado con su situación económica, no se
sienten contentos con sus ingresos, patrimonio, actividad habitual, contratación y sus
obligaciones familiares, y tampoco existen diferencia en su percepción según sexo.

Según el lugar de ubicación de la residencia, los hombres adultos residentes en el estrato


alto son los más satisfechos con su situación económica, contrario a los más insatisfechos
que se ubican en el estrato bajo bajo, se evidencia una relación directamente proporcional
entre la satisfacción y el estrato socioeconómico de la vivienda, a mayor nivel más
satisfacción; situación similar presentan las mujeres adultas, donde a mayor estrato
socioeconómico mayor nivel de satisfacción con la situación económica actual de esta
población. Figura 61.

Figura 61. Satisfacción con la situación económica de la población adulta por sexo según
estrato socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Estrato Estrato

79,5 20,5 82,6 17,4


Alto Alto

Medio alto 60,5 39,5 Medio alto 55,5 44,5

64,1 35,9 69,5 30,5


Medio Medio

Medio bajo 51,4 48,6 Medio bajo 53,7 46,5

Bajo 49,8 50,2 Bajo 45,7 54,3

Bajo bajo 48,8 51,2 Bajo bajo 39,3 60,7

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Satisfecho Insatisfecho Satisfecha Insatisfecha

143
La satisfacción con la situación económica afecta directamente a la población
económicamente activa, de quien depende, además de su propio bienestar, la familia y la
sociedad, por esta razón se indagó sobre la percepción que tienen los adultos de este
aspecto, según su actividad habitual. En este sentido, los más satisfechos con su
situación económica actual son los jubilados, tanto hombres como mujeres, pero en las
demás categorías no son coincidentes, con excepción de las dos últimas de los más
insatisfechos donde tanto las persona que están desempleadas como los inactivos; se
observa que los niveles de satisfacción guardan una lógica razonable, al encontrarse que
los jubilados tienen garantizado su ingreso mensual, los trabajadores también lo derivan
con regularidad, las personas dedicadas a las labores del hogar y los estudiantes
perciben sus ingresos de los jefes del hogar, por tal razón tienen satisfechas muchas de
sus necesidades básicas de subsistencia. Figura 62.

Figura 62. Satisfacción con la situación económica de la población adulta por sexo según
actividad habitual. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Proporción Proporción
80 80
73,1

70 66,3 70 65,3
63,5
58,2 57,5
60 55,1 60 53,7
51,4
50 50 46,4
43,9

40 36,2 40
31,3

30 30

20 20

9,8
10 10

0 0
Jubilado Estud. Act. Lab. Discap. Lab. Hogar Inactivo Desempl.
Jubilado Act. Lab. Lab. Hogar Estud. Discapac. Inactivos Desempl.
Actividad habitual
Actividad habitual

La satisfacción con la situación económica pudiera estar influenciada por el nivel de


escolaridad alcanzado por la población adulta de la ciudad; al indagar por esta relación,
se halló que las personas con un mayor grado alcanzado están más satisfechos con su
situación. Los adultos con posgrado presentaron una satisfacción del 87,4%, los
universitarios 66,7% y los bachilleres 59,3%, en caso contrario, los más insatisfechos son
los que no registran ningún grado de escolaridad (29%) y los de educación primaria
(43,3%). Por sexo, los más satisfechos son los posgraduados, 92,8% de los hombres y
80,6% de las mujeres con este grado educativo.

6.2.5 Satisfacción social

La satisfacción con los aspectos sociales está mirada desde las percepciones,
preocupaciones y apoyo recibido por la familia como red de apoyo social primario que le
brinda el soporte moral al adulto para enfrentar las diferentes situaciones de la vida diaria,
y con el soporte moral que brinda la red de apoyo secundario constituida por amigos y por
último el soporte social que brindan los grupos de organización social, comunitario, de
salud o político que brindan acompañamiento al adulto de la ciudad.

144
La satisfacción de los adultos de la ciudad con el apoyo recibido de su familia, quienes se
constituyen en la red de apoyo primario cuando se está en dificultades, fue catalogado por
ellos mismos como satisfactorio para el 88,9% (87,2-90,7) y no tan favorable para el
11,1% (9,3-12,8), en mayor medida los hombres están satisfechos con este apoyo en un
91,5% que el 86,9% de las mujeres. Significativa la proporción de hombres adultos
satisfechos con el apoyo recibido respecto a la proporción de mujeres adultas satisfechas
en un 4,6%, variando esta diferencia entre 4,5% y 4,8%.

Con relación al apoyo recibido por los amigos, los adultos están satisfechos en un 80,6%
(entre 78% y 83%) e insatisfechos el 19,4% (entre 17% y 22%), también la proporción de
hombres satisfechos supera la proporción de mujeres satisfechas con el apoyo recibido
de los amigos, con el 82,2% y 79,3% respectivamente, pero no es significativa esta
diferencia.

La satisfacción con el apoyo recibido de la familia y de los amigos fue valorada como
satisfactoria en todos los estratos socioeconómicos, pero se evidencia un soporte moral
más efectivo de la familia tanto para hombres como para mujeres, y además es mayor la
satisfacción del sexo masculino que del femenino con el apoyo recibido. En el caso de las
mujeres adultas, es llamativo que dicha satisfacción no supere el 80% en el estrato bajo
bajo y en los demás, solo se traspasa la barrera del 90% en el estrato alto con ambos
soportes afectivos, y en el familiar en el estrato medio. Los hombres adultos, por su parte,
manifestaron una satisfacción superior al 90% con el apoyo recibido de la familia en todos
los estratos con excepción de los residentes en el estrato seis de la ciudad. Figura 63.

Figura 63. Satisfacción con los aspectos sociales de la población adulta por sexo según
estrato socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
100 93,5 95,5 100 94,0 93,5 95,6
90,6 91,4
89,4 88,6 88,6 87,8 88,3
90 86,5 90 85,4
82,4 82,7 82,9 81,4
80,7 80
78,1
80 80 75,4 75,5
72,5
70 70

60 60

50 50

40 40

30 30

20 20

10 10

0 0
Bajo bajo Bajo Medio bajo Medio Medio alto Alto Bajo bajo Bajo Medio bajo Medio Medio alto Alto
Escala de satisfacción Escala de satisfacción

Familia Amigos Familia Amigos

La satisfacción con el apoyo percibido por familiares y amigos fue analizado según el
estado de tristeza o depresión manifiesta en el adulto de la ciudad; se encontró que los
hombres que percibieron algún estado de tristeza en los últimos quince días están
satisfechos con el soporte moral recibido de la familia como red de apoyo social primaria
en un 87,4% (174.998) y con el acompañamiento de los amigos como red de apoyo social

145
secundaria la satisfacción es del 77,2% (154.306). En tanto, las mujeres con sentimientos
de tristeza consideraron como satisfactorio el apoyo recibido de la familia en un 80,7%
(264.121) y de los amigos en un 72,4% (234.467).

6.2.6 Satisfacción con la salud y la seguridad social

En el análisis de la satisfacción con la seguridad social se incluye la percepción del adulto


sobre su salud y la atención, acceso y calidad recibida en el cuidado de la misma en los
servicios de salud. Respecto a la satisfacción con la salud, el 86% de los adultos de la
ciudad están satisfechos con su estado, variando esta proporción entre 84% y 88%, pero
un 14% no lo está; los hombres se encuentran más satisfechos que las mujeres, según
proporciones de 86,8% y 85,3% respectivamente, pero no es significativa las diferencias
en las proporciones según sexo. Figura 64.

La satisfacción con la atención recibida en los servicios de salud es del 77,4% (IC95%:
74,9-79,8), con el acceso la satisfacción es del 77,6% (IC95%: 75,1-80,1) y con la calidad
del mismo es del 77,3% (IC95%:74,7-79,9). Por sexo, se encontró que los hombres están
menos satisfechos con la atención recibida que las mujeres, en una proporción del 76,5%
(380.453) frente a un 78% (494.220) y con el acceso a los servicios de salud en un 77,2%
(383.894) respecto al 78% (490.210) referenciado por las mujeres. Respecto a la calidad
de los servicio de salud, las mujeres tienen una percepción menos satisfactoria que los
hombres, según el 77,8% (386.306) de ellas frente al 77% (485.842) de ellas. Figura 64.

Figura 64. Satisfacción con la vida de la población adulta por sexo según la salud y los
servicios de salud. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Satisfactor Satisfactor

77,8 22,2 77,0 23,0


Calidad Calidad

Acceso 77,2 22,8 Acceso 78,0 22,0

Atención 76,5 23,5 Atención 78,0 22,0

Salud 86,8 13,2 Salud 85,3 14,7

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Satisfecho Insatisfecho Satisfecha Insatisfecha

La población trabajadora es de las principales usuarias del Sistema General de Seguridad


Social, por tal razón se exploró la satisfacción por la oportunidad, accesibilidad y calidad
del servicio recibido en las instituciones de salud; a este respecto se encontró que los
hombres adultos trabajadores están más satisfechos con su estado de salud que las
mujeres en esa misma condición laboral con niveles de satisfacción que superan el 85%,
mientras los demás aspectos no alcanzan el 80%, en ninguno de los dos sexos; es decir,
una de cada cuatro personas de la fuerza laboral activa del país, están insantisfechos con

146
la atención recibida, las barreras de accesibilidad puestas por los servicios y la calidad en
la atención que le prestan, en estas instituciones de salud. Figura 65.

Figura 65. Satisfacción con la vida de la población con actividad laboral por sexo según
los aspectos de seguridad social. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
100% 100%
10,6 11,2
90% 23,2 23,9 90% 21,9 20,0 24,0
25,5
80% 80%

70% 70%

60% 60%

50% 50%
89,4 88,8
40% 76,8 76,1
40% 78,1 80,0
74,5 76,0
30% 30%

20% 20%

10% 10%

0% Satisfactor 0% Satisfactor
Salud Atención Acceso Calidad Salud Atención Acceso Calidad

Satisfecho Insatisfecho Satisfecha Insatisfecha

6.2.7 Satisfacción en el entorno físico

Los aspectos de satisfacción personal en el entorno físico de la vivienda tienen que ver
con las condiciones del barrio, el vecindario y el medio de transporte. Los adultos de la
ciudad de Medellín se encuentran satisfechos en un 88,7% (IC95%: 86,8-90,7) con las
condiciones del lugar donde vive, no se evidencia mucha diferencia en la proporción de
satisfacción entre hombres y mujeres, según el 88,9% de ellos frente al 88,6%. Con el
vecindario donde se encuentra ubicada la vivienda de los adultos están satisfechos el
87,3%, con iguales proporciones de satisfacción entre hombres y mujeres, según el
87,4% y el 87,3% respectivamente, diferencias que no son estadísticamente significativas.
Con el medio de transporte están satisfechos el 91,3% (IC95%: 89,5-93) los adultos de la
ciudad, las mujeres están satisfechas en un 92,3% en mayor medida que el 90% de
satisfacción registrado por los hombres, pero no es significativa dicha diferencia.

Los adultos residentes en el estrato bajo valoraron con mayor grado de satisfacción el
transporte utilizado para su desplazamiento y con menor valor el entorno que rodea su
vivienda, en mejor medida la valoración femenina frente a la masculina; esta situación se
repite en los estratos bajo y medio bajo, pero a medida que se aumenta en la jerarquía
socioeconómica de la vivienda, dichas fuentes de satisfacción cambian, como se observó
en el estrato medio donde las condiciones con que cuenta la vivienda estuvieron mejor
valoradas como satisfactorias, tanto por hombres como por mujeres, y en menor
consideración el transporte utilizado por el sexo masculino y el entorno de la vivienda en
el sexo femenino; igual sucede con los residentes en el estrato medio alto con
satisfacciones superiores al 90%, y en el estrato alto las percepciones satisfactorias
sobrepasan el 95% en todos los aspectos. Tabla 20.

147
Tabla 20. Satisfacción con el entorno físico de la vivienda de la población adulta por sexo
según estrato socioeconómico. Medellín, 2005

Estrato socioeconómico
Satisfactor Medio Medio
Bajo bajo Bajo Medio Alto
bajo alto
Transporte que H 83,1 89,9 89,5 91,4 92,2 97,7
utiliza M 86,6 94,0 92,1 90,2 94,8 97,8
Condiciones de H 81,8 85,6 87,5 97,8 96,7 95,5
la vivienda M 78,9 85,0 88,1 95,7 93,1 95,6
Entorno de la H 80,5 84,3 85,8 93,3 96,6 97,7
vivienda M 83,7 81,3 87,8 89,9 98,4 95,6

6.3 Calidad de vida

Expectativas pasadas. La población adulta de la ciudad considera que su calidad actual


con respecto a la de hace 10 años ha mejorado ligeramente, según el 28,9% (337.389) y
ha mejorado mucho para el 27,6% (321.643), está igual para el 17,1% (198.871), ha
empeorado ligeramente para el 13,9% (162.450) y ha empeorado mucho para el 12,5%
(145.317); es decir, para dos de cada cuatro adultos de la ciudad las expectativas que se
formaron hace 10 años han sido superadas con el transcurso del tiempo, pero para uno
de esos cuatro, la calidad de vida se ha deteriorado en mayor o en menor proporción y es
peor que la de hace 10 años. Los hombres adultos de la ciudad consideran que ha
mejorado ligeramente para el 29,9% (155.381) y ha mejorado mucho para el 27%
(140.410); para las mujeres adultas de Medellín, su calidad de vida comparada con la de
hace 10 años ha mejorado ligeramente para el 28,2% (182.008) y ha mejorado mucho
para el 28% (181.233).

Es decir, para el 56,5% (entre 53% y 60%) de la población adulta masculina la calidad de
vida actual respecto a la de hace de 10 años presentó mejorías, para el 43,5% (506.639)
restante su vida quedó igual o desmejoró, pero no tuvo valor agregado en cuanto a su
calidad; el 56,2% (363.240) de las mujeres adultas registraron mejorías en su calidad de
vida, al igual que el 57% (295.791) de los hombres.

Según el estrato socioeconómico de la vivienda, la población adulta residente en el


estrato bajo bajo consideró que había mejorado ligeramente para el 28,2% (28.044) de las
personas, pero había empeorado muchísimo para el 21,7% (21.599); los habitantes del
estrato bajo consideraron que había mejorado mucho para el 28,9% (100.793) y mejorado
ligeramente su calidad de vida para el 26,8% (93.427); los adultos del estrato medio bajo
consideraron que su calidad de vida había mejorado ligeramente para el 29,2% (109.449)
y mejorado mucho para el 25,3% (94.923); para los del estrato medio la calidad de vida
mejoró ligeramente para el 35,2% (65.671) y mejoró mucho para el 28% (52.241); en el
estrato medio alto la percepción sobre la calidad de vida con relación a la de hace 10
años es que mejoró mucho para el 28,5% (28.423) y mejoró ligeramente para el 27,5%
(27.373); y los del estrato alto la calidad de vida respecto a hace 10 años mejoró
muchísimo para el 45,5% (25.579) y ligeramente para el 23,9% (13.424).

148
Estos resultados muestran que el estrato socioeconómico de la vivienda está relacionado
con el cumplimiento de las expectativas que se tenían hace 10 años, puesto que a medida
que se aumentó la jerarquía económica se cambió la percepción hacia la mejoría en la
calidad de vida, o mejoras en sus condiciones de vida o una mayor satisfacción con esas
condiciones de vida que le agregar valor a la vida, según el 48% de satisfacción en el
estrato bajo bajo al 69,4% del estrato alto.

Para los hombres adultos de la ciudad según el estrato socioeconómico de la vivienda, su


calidad de vida mejoró ligeramente en los estratos bajo bajo, medio bajo, medio y medio
alto donde las percepciones de mejoría fueron superiores al 30%, mejoró mucho en los
estratos medio y alto; a su vez, empeoró mucho para los residentes en el estrato bajo
bajo. Para las mujeres la calidad de vida mejoró ligeramente en el estrato medio con más
del 35%, mejoró mucho en el estrato bajo y en el alto; empeoró ligeramente en los
estratos medio y medio alto, y empeoró mucho en el estrato bajo. Figura 66.

Figura 66. Percepción sobre la calidad de vida respecto a 10 años antes de la población
adulta por sexo según estrato socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Estrato Estrato

27,3 72,7 34,8 65,2


Alto Alto

Medio alto 40,8 59,2 Medio alto 46,7 53,3

31,1 68,9 39,9 60,1


Medio Medio

Medio bajo 45,6 54,4 Medio bajo 45,5 54,5

Bajo 47,2 52,8 Bajo 41,7 58,3

Bajo bajo 48,9 51,1 Bajo bajo 55,4 44,6

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Igual o peor Mejoró Igual o peor Mejoró

La percepción sobre la calidad de vida actual con respecto a la de hace 10 años, según el
grupo de edad de los adultos, se observó favorable y va disminuyendo a medida que se
aumenta en edad; es decir, los hombres que consideraron que su calidad de vida había
mejorado mucho o poco era superior al 60% en los adultos jóvenes de 20 a 24 años y
bajó a menos del 30% en la población adulta medio de 60 a 64 años, y los que
consideraron que continuaba igual o que había empeorado mucho o poco pasaron del
30% al más del 70% en los mayores de 60 años. En las mujeres la percepción sobre la
calidad de vida también disminuyó a medida que se aumentó en años, pero de forma
paulatina; más del 60% de las jóvenes de 20 a 24 años consideraron que habían tenido
mejoras hasta el 40% de las adulta medio de 60 a 64 años y percibieron deterioro o
continuaron igual el 38% en las mujeres de 35 a 39 años a 57% en adultas de 60 a 64
años. Figura 67

149
Figura 67. Percepción sobre la calidad de vida respecto a 10 años antes de la población
adulta por sexo según grupo de edad. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Proporción Proporción
80 80
68,9
67,0
70 64,1 70 62,7 62,2 63,1
61,5 60,9
72,5
56,0 57,7
60 60
50,7 51,1
60,6 49,5 60,6 47,9
50 50 57,4
42,6
39,4 39,4 52,1
50,5 49,3 48,9
40 44,0 40
42,3
38,5 27,5 39,1 37,3 37,8
30 35,9 30 36,9
33,0
31,1
20 20
Igual o peor Igual o peor
Mejor Mejor
10 10

0 0
20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 60 a 64 20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 60 a 64
Grupo de edad Grupo de edad

Expectativas futuras. Respecto a como ven los adultos de la ciudad su calidad de vida
proyectada a 10 años después comparada con la vida actual, las opiniones son
optimistas, pues el 46,4% (513.212) consideró que mejorará mucho, el 25,9% (286.484)
cree que mejorará ligeramente, el 12,2% (135.514) consideró que será igual a hoy, el
8,4% (92.567) consideró que empeorará ligeramente y el 7,1% (78.947) que empeorará
mucho. Las mujeres adultas son más optimistas que los hombres respecto a su calidad de
vida en 10 años, con un 47,1% (286.398) frente a un 45,4% (226.814) de los hombres,
ellos más cuidadosos en su apreciación son optimistas que mejorará pero ligeramente
según el 26,5% (132.144) con respecto al 25,4% (154.349) de ellas que lo consideraron
así.

Existe consenso del 72,3% (entre 69,3% y 75,2%) de los adultos de la ciudad con
respecto a que la situación actual mejorará, tanto en su vida personal, como afectiva,
económica, política, de salud, etc., puesto que se tiene cifrada la esperanza en que todo
mejorar con relación a la vida actual, y un 27,7% (entre 24,8% y 30,7%) consideró que su
calidad de vida empeorará o será igual en los próximos 10 años. Por sexo se encontró
que las expectativas para una vida mejor acompañan al 71,9% de los hombres y al 72,6%
de las mujeres.

Según el estrato socioeconómico de la vivienda del adulto de la ciudad, se observó un


ambiente de optimismo y tranquilidad esperanzadora que a 10 años la situación actual se
transformará en beneficio para si mismo, para sus familiares, amigos, y sociedad en
general, a medida que se asciende en la jerarquía socioeconómica de la ciudad. Es decir,
quienes consideraron que la calidad de vida empeorará representaron el 15,5% que varía
entre el 13,9% de los residentes en el estrato bajo bajo hasta el 12,9% del estrato alto; por
otro lado, quienes opinaron que la calidad de vida mejorará fue el 72,3% variando entre el
78,6% de los adultos del bajo bajo al 67,6% del medio alto. Figura 68.

150
Figura 68. Percepción sobre expectativas de calidad de vida en 10 años de la población
adulta por sexo según estrato socioeconómico de la vivienda. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Estrato Estrato

25,0 75,0
Alto Alto 25,1 74,9

Medio alto 34,5 65,5 Medio alto 30,5 69,5

27,5 72,5 25,0 75,0


Medio Medio

Medio bajo 31,3 68,7 Medio bajo 29,6 70,4

Bajo 25,3 74,7 Bajo 28,2 71,8

Bajo bajo 24,2 75,8 Bajo bajo 18,1 81,9

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
Igual o empeorará Mejorará Igual o empeorará Mejorará

Las expectativas de una calidad de vida mejor disminuyen a medida que se aumenta en
años e inversamente aumenta la percepción de empeorará mucho, ligeramente o que
seguirá igual, viviendo años pero sin agregarles calidad; el 27,7% (307.028) de los adultos
de la ciudad no tienen buen pronóstico de mejorar, desde un 10% en los de 20 a 24 años
hasta un 54% en los adultos de 60 a 64 años, y más del 70% opinó que en diez años se
tendrá una calidad de vida mejor que la actual, desde un 90% en los jóvenes de 20 a 24
años hasta el 46% en los mayores de 64 años, asociación estadísticamente significativa.
El 71,9% (358.959) de los hombres y el 72,6% (440.738) de las mujeres tienen la
expectativa de que su calidad de vida mejorará, mucho o poco, disminuyéndose a medida
que se aumenta la edad, desde un 90% a un 30% en la población masculina, y de 88% a
un 58% en la población femenina. Figura 69.

Figura 69. Percepción sobre expectativas de calidad de vida en 10 años de la población


adulta por sexo según grupo de edad. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Proporción Proporción
100 91,4 Igual o peor 100 Igual o peor
Mejor 88,4 Mejor
90 82,7 90 82,2
81,0 81,0
74,8 74,4 75,2
80 80
67,8
65,0 62,7
70 70
58,6
57,4 55,7
53,2 70,8
60 60
60,3
50 50
38,7

40 46,8 40
29,2 44,3
42,6 41,4
30 30 37,3
32,2 35,0
20 20 25,6 24,8
25,2

17,3 19,0 17,8 19,0


10 10
11,6
0 8,6 0
20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 60 a 64 20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 60 a 64
Grupo de edad Grupo de edad

151
Los aspectos que consideraron los adultos de la ciudad que podrían mejorar su calidad de
vida actual están relacionados con lo económico, la salud, lo familiar y lo social, además
de algunos deseos personales. En lo económico, consideraron que sería muy útil
conseguir empleo o mejorar el que ya se tiene, estabilidad laboral, mejorar sus ingresos,
pagar menos impuestos al estado, tener casa propia es el anhelo o cambiar la que se
tiene, tener con que cancelar las deudas, comprar vehículo para el transporte familiar o
para trabajar, tener subsidios, comprar televisor, arreglar la vivienda, tener más capacidad
de trabajo; en cuanto a la salud su percepción para mejorar es el tener salud, un buen
estado que mejoren las capacidades personales y estar apto para el desempeño de la
vida diaria; en lo familiar, opinaron que tener con que dar educación a sus hijos, vivir con
ellos, tener unión familiar, comprensión familiar, salud familiar, mejorar las relaciones
familiares, además de la seguridad familiar; respecto a lo social abogaron por la
seguridad, la tolerancia, la amistad, la hermandad, la convivencia, que el país mejore,
menos contaminación, mejor vecindario, y con respecto a la vida personal los aspectos
que mejorarían la calidad de vida están relacionados con dejar los vicios, hacer más
deporte, ser profesional, terminar los estudios, tener amor, tolerancia, prosperidad, entre
otros.

Valoración de la calidad de vida. Los seis aspectos de calidad de vida analizados en


esta investigación: económicos, sociales, personales, de seguridad social, de condiciones
de salud y del entorno físico, además de la calidad de vida actual fueron calificados por
los hombres y mujeres de 20 a 64 años de la ciudad de Medellín, en una escala de cinco
niveles, donde uno correspondía al peor estado y cinco al mejor; luego, estas categorías
fueron agrupadas en solo dos: mal o regular a quienes calificaron de 1 a 3 y bien a los
que calificaron con 4 ó 5.

En la valoración de los aspectos analizados, no se presentó ninguna diferencia


significativa según la condición biológica del adulto de la ciudad. En general todos los
aspectos fueron bien valorados con excepción de la situación económica actual que
alcanzó un grado de desfavorabilidad del 61,3% (720.918); le antecede en valoración
desfavorable la atención en salud habitualmente recibida con un 36,4% (428.076) siendo
más alta en los hombres, según el 39,2% de los hombres y el 34,2% de las mujeres
adultas. Figura 70.

El aspecto mejor calificado, por ambos sexos, fue la vida personal con un 79,8%, variando
entre el 77,4% y el 82,1%, superior valoración de los hombres (81,2%) que las mujeres
(78,6%) de las mujeres consideraron que actualmente se sentían bien consigo mismo y
con los demás. Le sigue la valoración favorable del estado de salud con un 77,8% de
buena valoración, superior en los hombres (79,1%) que en las mujeres (76,7%). Figura
70.

La calidad de vida actual fue calificada con un 77,3%, oscilando entre 74,7% y 79,7%
superior valoración en los hombres, con un 78% frente a un 76,6% de las mujeres pero no
es significativa esta diferencia; la valoración de las relaciones sociales fue del 75,7%
(73,2-78,1) siendo superior en la valoración masculina de 76,4% respecto a la femenina
con el 75,2%. El entorno físico de la vivienda fue calificado con 75% (72,6-77,4) de
favorabilidad, similar entre hombres y mujeres, con 75,6% y 74,6% con diferencia de 1%.
Figura 70.

152
Figura 70. Valoración de los aspectos de la calidad de vida de la población adulta por
sexo. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Aspectos Aspectos

CV actual 22,0 78,0 CV actual 23,4 76,6

24,4 75,6 25,4 74,6


Entorno físico Entorno físico

Atención en Salud 39,2 60,8 Atención en Salud 34,2 65,8

20,9 79,1 23,3 76,7


Estado de salud Estado de salud

Rel. Sociales 23,6 76,4 Rel. Sociales 24,8 75,2

Sit. Económ. 63,1 36,9 Sit. Económ. 59,9 40,1

Vida personal 18,6 81,4 Vida personal 21,4 78,6

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
Regular o mal Bien
Regular o mal Bien

Dependiendo del estrato socioeconómico de la vivienda, la población adulta valoró


favorable o desfavorablemente los diferentes aspectos de la calidad de vida, de la
siguiente manera: en el estrato bajo bajo, la población masculina calificó como regular o
mala la situación económica actual, según el 26,2% y le siguen en orden de favorabilidad
los aspectos relacionados con el entorno físico de la vivienda, la atención recibida en los
servicios de salud, el estado de salud actual, la vida personal y con un 81,6% las
relaciones sociales, calificadas como el mejor aspecto de la calidad de vida actual. Las
mujeres, por su parte, calificaron regular o mal la situación económica actual con un
13,5%, seguido del entono físico de la vivienda, las relaciones sociales, la vida personal
actual y los mejores calificados fueron el estado de salud y la atención recibida con u
74,6%. Tabla 21.

En el estrato bajo, también fue menor valorada la situación económica con un 29,7% los
hombres y un 34,9% las mujeres y los mejor calificados fueron el estado de salud actual
por los hombres con el 78,5% y las relaciones sociales por las mujeres con el 73,8%. En
el medio bajo, el grado desfavorable fue para la situación económica con el 37,2% de los
hombres y 38,9% de las mujeres y coinciden en el aspecto de la vida personal, como el
mejor calificado de este estrato, con el 84,6% y 83%, respectivamente. En el estrato
medio, la situación económica fue valorada con un 47,5% los hombres y un 49,8% las
mujeres, y como mejor aspecto la vida personal de los hombres con el 90% y, las
relaciones sociales y el entorno físico de la vivienda, en el 81,6% de las mujeres. Tabla
21.

En los estratos medio alto y alto, el entono físico de la vivienda fue el aspecto valorado
con la mejor calificación, tanto por hombres como por mujeres, y la situación económica
actual el aspecto con menor valoración, pero con calificaciones que fueron idénticas a las
halladas en los aspectos mejor calificados por los residentes en los estratos 1 y 2. Los
puntajes asignados muestran como los habitantes de los primeros estratos, califican los
diferentes aspectos con valores menores al 80% y a medida que se aumenta en la
jerarquía socioeconómica de la vivienda las valoraciones son mayores del 90%; la calidad

153
de vida actual mostró tendencia positiva en ambos sexos, los hombres del estrato bajo la
valoraron con 66,3% y los del estrato alto con 90,9%, según la prueba chi cuadrado de
tendencia ( χ =1449; p=0,0000), las mujeres del primer estrato la calificaron con 62,6% de
2

favorabilidad y las del último con 96,6%. Tabla 21.

Tabla 21. Valoración favorable de los aspectos de la calidad de vida de la población


adulta por sexo según estrato socioeconómico. Medellín, 2005

Estrato socioeconómico
Aspecto Medio Medio
Bajo bajo Bajo Medio Alto
bajo alto
Vida personal H 76,2 77,1 84,6 90,0 74,4 88,6
actual M 70,7 72,1 83,0 75,5 88,9 95,6
Situación H 26,2 29,7 37,2 47,5 43,7 59,1
económica actual M 13,5 34,9 38,9 49,8 50,3 73,9
Relaciones H 81,6 73,9 74,6 87,7 62,4 86,4
sociales actuales M 63,2 73,8 73,8 81,6 77,0 86,9
Estado de salud H 72,3 78,5 74,9 91,9 78,9 88,6
actual M 74,2 69,4 75,9 83,8 90,1 80,1
Atención en salud H 61,3 54,4 57,7 66,1 76,7 75,0
recibida M 74,6 62,0 66,1 61,0 75,7 75,8
Entorno físico de H 50,0 72,8 75,3 87,1 85,2 95,5
la vivienda M 51,9 68,2 75,3 81,6 88,5 97,8
Calidad de vida H 66,3 74,1 77,4 89,3 82,9 90,9
actual M 62,6 74,0 77,3 75,3 90,4 95,6

Según la edad, la valoración sobre los diferentes aspectos se comporta de manera


irregular, a medida que se aumenta en años se disminuye la percepción. La buena calidad
de vida actual de los hombres estuvo estable de 20 a 34 años, pero a partir de esa edad
presentó tendencia negativa y solo aumentó en los adultos medio de 60 a 64 años; en el
caso de las mujeres, la valoración de la calidad de vida buena permaneció estable a lo
largo de los años con una pequeña disminución en los grupos de 30 a 34 y de 60 a 64
años. Al hacer la comparación de la calidad de vida actual con los aspectos mejor y peor
calificados, vida personal y situación económica, en la población adulta se observó un
comportamiento similar entre los tres aspectos, más no así en el caso de la población
femenina, donde la valoración de la situación económica presentó un comportamiento
irregular, mientras la calidad de vida y la vida personal permanecieron estables. Figura 71.

Calidad de vida según sexo. El análisis multivariado de los diferentes aspectos de


calidad de vida de los hombres entre 20 y 64 años de la ciudad de Medellín, encontró un
determinante de 0,0000 valor próximo a cero que indica que las variables utilizadas están
linealmente relacionadas y se puede hacer el análisis factorial a través del método de
extracción de componentes principales. La calidad de vida de la población adulta
masculina está determinada principalmente por dos (2) aspectos que explican su
variabilidad en un 28,2% son ellos: la combinación de aspectos personales, físicos y de
seguridad social como primer componente y un segundo componente relacionado con las
condiciones laborales y los servicios públicos complementarios.

154
Figura 71. Valoración favorable de los aspectos de la calidad de vida de la población
adulta por sexo según grupo de edad. Medellín, 2005

Hombres Mujeres
Proporción Proporción
88,6 82,5
90
88,5 90 84,3
82,8 82,3 76,0 82,0 81,1
79,6 80,8 80,5 78,4
77,7 73,3
80 86,3 75,4 80 66,8
84,9
84,9 65,0
79,3 82,6 78,3 81,4
70 75,0 75,4 80,9 74,7
70
78,0 72,7
70,1 68,3
67,9 73,8 57
60 69,2 60

49,1
50 45,2 50 45,5
42,4 42,6 42
39 38,5
35,9 40
37,5 32,1
40
33,3 34,3 32,6
27,8 31,2

30 26,2 30

20 20
20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 60 a 64 20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 55 a 59 60 a 64
CV actual Vida personal Sit. Económica CV actual Vida personal Sit. Económica

Los aspectos personales que más variabilidad aportan al primer componente de calidad
de vida están relacionados con la satisfacción con la vida, a saber: relaciones familiares y
afectivas, apoyo familiar y de los amigos, habilidad para realizar las actividades de la vida
diaria y el disfrute de la vida; y las características de seguridad social de esta componente
son: consultas anuales preventivas con médico y odontólogo, consumo de medicamentos
en los últimos 30 días, haber estado hospitalizado en el último año, afiliación al SGSS, a
pensiones y a riesgos profesionales; además de los aspectos del entorno físico de la
vivienda como: materiales de techo, piso y pared, tipo de vivienda, tenencia de la misma,
los servicios públicos esenciales de energía, acueducto y alcantarillado y, transporte
utilizado. El segundo componente está explicado los riesgos a los que esta expuesta la
población económicamente activa en su ambiente laboral, como: biológicos, psicológicos,
químicos y ergonómicos, además de la instalación y habilitación de los servicios públicos
complementarios, tales como: Internet, celular, gas domiciliario y televisión por cable.
Figura 72.

La calidad de vida de las mujeres entre 20 y 64 años de la ciudad de Medellín, según el


análisis factorial mostró una matriz de correlaciones con niveles de significación
estadística menores de 0,05 y un determinante de 4,332-42 cercano a cero que indica la
relación lineal de las variables analizadas, además del KMO de 0,744 y la prueba de
esfericidad de Bartlett con valor p=0,0000 muestran que el modelo utilizado es el
adecuado con la información disponible. Los tres componentes extraídos explican la
variabilidad en un 22%% y son ellos: aspectos económicos y laborales, condiciones de la
vivienda y riesgos a los se encuentra expuesta la vivienda.

El primer componente de los aspectos económicos y laborales está representado por: tipo
de contratación, ocupación u oficio desempeñado, actividad económica de la empresa y
actividad habitual desempeñada en el último mes, que influye de forma negativa; el
segundo componente está relacionado con las condiciones con que cuenta la vivienda de
las mujeres adultas, como es la habilitación de los servicios públicos: celular, Internet,
televisión por cable, gas domiciliario, energía y teléfono; y como tercer componente está

155
también la vivienda y los riesgos a los que se encuentra expuesta, como: riesgos
químicos, biológicos, de seguridad, ambientales y físicos. Figura 72.

En general se destaca que la calidad de vida de los adultos de la ciudad de Medellín es


explicada en un 18,5% por cuatro componentes: dos relacionados con los aspectos
personales y de seguridad social o aspectos subjetivos de la calidad de vida, y dos
relacionados con las condiciones de vida del entorno físico y económicos o aspectos
objetivos de la calidad de vida, según el análisis factorial de componentes principales con
niveles de significación estadística menores de 0,05; determinante cercano a cero de
2,98-19 que indica que es factible la aplicación de este análisis, y adecuación muestral
KMO de 0,856 y prueba de esfericidad de Bartlett con valor p=0,0000 que da viabilidad al
análisis multivariado.

El primer componente, aspectos personales, está compuesto por características


subjetivas de la satisfacción con la vida, como: satisfacción consigo mismo, con las
relaciones personales, afectivas y sexuales, habilidad para realizar las actividades
cotidianas; satisfacción con su capacidad de trabajo y el apoyo recibido de la familia; el
segundo componente esta relacionado con el entorno físico de la vivienda donde habita el
adulto de la ciudad, está conformado por características objetivas de las condiciones de
vida, como tener habilitado en su vivienda los servicios públicos de energía, teléfono,
acueducto y alcantarillado; el tercer componente, seguridad social, está conformado por
características subjetivas sobre el nivel de satisfacción con la atención, acceso y calidad
de los servicios de salud; el cuarto componente está explicado por características
objetivas de los aspectos económicos, como: estrato socioeconómico de la vivienda, nivel
de escolaridad alcanzado, ingresos total recibidos en el mes, medio de transporte más
utilizado para su desplazamiento habitual, materiales del piso de la vivienda y régimen de
seguridad social al que está afiliado. Tabla 22.

Figura 72. Componentes principales de la calidad de vida de la población adulta por sexo.
Medellín, 2005

Hombres Mujeres
1,0

Físicos
-,8 -,6 -,4 -,2 ,0 ,2 ,4 ,6
,8 -,8 ,8 1,0
Físicos -,6
internet
rlrl biológicos celular h
psicosoc.
quimicos
rl ergonóm. gas i ih
internet
celular -,4 ,8
gas
tv
rl benzodiacepinas
seguridad hi h
tvcable
cable i
cocaína
extasis
bazuco -,2
,6 rv
rvbiológicos
químicos ,6
sinmarihuana
riesgo
tabaco
,0
rvrlfisicos
fisicos
rv ninguno ,2
rvrv
ambientales
seguridad ,4
estrato ,4
ingresosalcohol sin riesgo
,4 ocupación u oficio ,6 rlrlrlrlbiológicos
ergonóm.
seguridad
psicosoc.
rl fisicos
quimicos ,2
activtipo
idadcontrato
empresateléfono h actividad
tipo contrato empresa
fuente ingresos ,8 ocupación u oficio
régimenacc trabajo acuedih Económicos
teléfono
energía h 1,0 fuente ingresos ,0
Condiciones laborales

rec
alcant
basuras
h
,2 nivel educativoacued i ingresos
frecuencia
s vida del ejerc
sexual energía i -,2
tto psicol.
deprimido sssatención
s capacidadcalidad
acceso
s sueño ss
ss
ss alcant i régimen
sin
pago
med.
prop. ttomedic.
raiz
preocupación
ningún
vehículos s
patrimonio consigo
formul. mismo
s rel. ss
relpensiones
personales afectivas
ssvencindario
habilidad
arp s nivel
capacidad -,4
numero consultó
semovientes
de horas
org.dedi
comunitaria s sit.
s
econ
apoyo
descanso
amigos
s
transporte
s disfrute tenencia
tipo
sentorno
cons.
medicamentos
afiliación
salud
de
usss
vida
m
hospitaliz m
rel. viv
prev entiva
transporte
pared
piso
apoyo
ación flia
techo
familiares stransporte
sestrato educativo
atención
vida
acceso
calidad
deprimido sexual
frecuencia
uss
ss
ss del ejerc
causa hospital.
delito
estado civil ss
s srel. s
tenencia vfamiliares
relencindario
tipo afectivas
personales
renta
m
apoyo
hospitalización viv
piso
amigos
,0 dependencia rol ssacc
consigo
numero m
s
sit.
rel.
dependencia
medicamentos
ningún
scons. entorno
enfermó econ
trabajo
tto
ssssemovientes
apoyo
transporte
estado
sueño
de
farmac.
delito
flia
patrimonio
preventiva
arp
vehículos
techo
rol
salud mismo
disfrute
causa
horas civ
de ilvida
rv
hospital.
dedi ninguno
edad
pensiones
s habilidad
ejercicio
morg. med.
pared
prop.
nopago formul.
raiz
medic.
comunitaria
consultó
preocupaciónafiliación
regulado
rv
rv seguridad
ambientales
rv
rvrv fisicos
biológicos
químicos -,6
no afiliación
cons. periodica alcant
energía
acued iii cons.
recs basuras
descansottosin periodica
tto
psicol.
edad
renta teléfonoalcohol
i
tto farmac. tabaco -,8
alcant
acued
teléfono
energía h h i ii
-,2 actividad habitual tvtv cable
gas
celular
cable
gas
celular hhhh
internet
internet i

actividad habitual

-,4

-,6

-,8

-1,0
-1,0 -,8 -,6 -,4 -,2 ,0 ,2 ,4 ,6 ,8 1,0

Aspectos personales, f ísicos y de seguridad social

156
Con el fin de contrastar los resultados obtenidos en el modelo de análisis factorial a través
del método de componentes principales, se halló un modelo de regresión logística,
utilizando el método paso a paso hacia adelante (Forward Stepwise LR (Likelihood
Ratio)), teniendo como variable dependiente la calidad de vida actual dicotomizada entre
regular o mal y bien, e independientes los seis aspectos de calidad de vida analizados en
esta investigación.

La correlación de las variables presentó significación estadística con p<0,05; el modelo


inicial asumió valores positivos por encima de 0,50 con un porcentaje de predicción del
77,3% de las frecuencias tanto observadas como esperadas de la calidad de vida actual;
es decir, capacidad inicial de predicción sin ningún modelo. En el cuarto paso se mejora el
nivel de predicción a 82,2% con un incremento del 5% y un coeficiente de determinación
del 36,5% según la prueba chi cuadrado de Nagelkerke, donde se muestra que la
variabilidad de la calidad de vida actual es explicada por los aspectos personales,
económicos, condiciones de salud y del entorno físico.

Tabla 22. Componentes principales de la calidad de vida de la población adulta. Medellín,


2005

Componentes principales
Características Satisfacción Entorno Seguridad Aspectos
personal físico Social económicos
Satisfacción con las relaciones personales 0,7588
Satisfacción con las relaciones afectivas 0,7103
Satisfacción con la vida sexual 0,6762
Satisfacción con sí mismo 0,6504
Satisfacción con la habilidad para realizar
las actividades
0,6160
Satisfacción con el apoyo familiar 0,5238
Satisfacción con la caapacidad de trabajo 0,5093
Disfrute de la vida 0,4282
Enería eléctrica habilitada 0,9374
Alcantarillado habilitado 0,9317
Acueducto habilitado 0,9089
Teléfono habilitado 0,6795
Satisfacción con la atención en los
servicios de salud
0,9025
Satisfacción con el acceso a los servicios
de salud
0,8983
Satisfacción con la calidad de los servicios
de salud
0,8968
Calificación a la atención en salud 0,7160
Estrato socioeconómico de la vivienda 0,6750
Tipo de transporte utilizado 0,6323
Nivel educativo alcanzado 0,5527
Ingresos totales en el último mes 0,5242
Material del piso de la vivienda 0,4725
Régimen de seguridad social 0,4612

157
El modelo de regresión logística para la calidad de vida actual quedó conformado de la
siguiente manera:
1
P ( y = 1) = ( 6 ,863− 0.782 AP − 0.692 AE − 0 , 204 CS − 0 , 567 AF )
1+ e

Por ejemplo, si se toma un hombre adulto de 41 años de edad, residente en el estrato


bajo bajo de la ciudad de Medellín, quien califica sus aspectos personales (AP) con 2, sus
aspectos económicos (AE) con 1, sus condiciones de salud (CS) con 1 y aspectos físicos
(AF) con 4, entonces la probabilidad de tenga una baja calidad de vida actual es del
10,6%; según la capacidad predictiva del modelo, esta probabilidad es del 13,6%.

1
P( y = 1) = ( 6 ,863− 0.782 ( 2 ) − 0.692 (1) − 0 , 204 (1) − 0 , 567 ( 4 )
= 0,1057
1+ e

Si se toma una mujer de 20 años residente del estrato socioeconómico medio bajo o
estrato 3, que califica sus aspectos personales (AP) con 4, sus aspectos económicos (AE)
con 3, sus condiciones de salud (CS) con 5 y aspectos físicos (AF) con 4, entonces la
probabilidad de tenga una buena calidad de vida actual es de 83,6%; según la capacidad
predictiva del modelo, esta probabilidad es del 82,2%. Es decir, el modelo de regresión
logística utilizado con la calificación dada a cada uno de los aspectos, tiene buena
capacidad predictiva, pero no se ajusta a los supuestos teóricos.

El análisis multivariado mostró que la calidad de vida actual de la población adulta de la


ciudad de Medellín está dada principalmente por los aspectos personales, económicos,
entorno físico de la vivienda y condiciones de salud; no aportan en su explicación las
características que tienen que ver con su vida social ni las de atención en salud. Para los
hombres adultos, la calidad de vida actual está explicada en un 82,1% por los aspectos
económicos, del entorno físico de la vivienda, aspectos personales, sociales y por último
las condiciones de salud; las mujeres adultas, por su parte, tienen una calidad de vida
actual explicada en un 82,8% por los aspectos personales, económicos y del entono físico
de la vivienda.

158
7. Discusión

En esta investigación se abordó la calidad de vida de hombres y mujeres de 20 a 64 años


de la ciudad, con el fin de hacer un comparativo entre ellos. Esto tiene implícito el deseo
de ahondar en las condiciones y satisfacciones que cada persona, según su
determinación biológica, valore de la vida; situaciones entre el hombre y la mujer basadas
en la división, el rol y el poder que ejercen en la sociedad cada uno de ellos; cuando se
habla de igualdad se debe partir de las diferencias biológicas, es ante todo, igualdad de
derechos y oportunidades que es necesario establecer por medio de normas, justamente
porque los seres humanos son diferentes entre sí en cuanto a pertenencia cultural, etnia,
edad, género, cualidades e intereses.(65) A este respecto la Constitución Nacional ha
dicho: “Todas las personas nacen libres e iguales ante a ley, recibirán la misma protección
y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades
sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua,
religión, opinión política o filosófica” (art.13);(64) de aquí se desprende una clara y
contundente afirmación sobre el carácter fundamental del derecho a la igualdad, como
valor fundante del Estado social de derecho y de la concepción dignificante del ser
humano que caracteriza la Constitución de 1991 (...).(149)

De esta manera, el derecho a la igualdad, que a la vez se constituye en un principio


fundamental, se traduce en la garantía para que no se instauren excepciones o privilegios
que exceptúen a unos individuos de lo que se concede a otros en idénticas
circunstancias, de donde se sigue necesariamente, que la real y efectiva igualdad
consiste en aplicar la ley en cada uno de los acaecimientos según las diferencias
constitutivas de ellos. El principio de la justa igualdad exige precisamente el
reconocimiento de la variada serie de desigualdades entre los hombres en lo biológico,
económico, social, cultural, etc., dimensiones todas que en justicia, deben ser relevantes
para el derecho.(150)

Entonces, hablar de igualdad entre hombres y mujeres es aludir al compromiso de


remover los obstáculos que en el plano económico y social configuran efectivas
desigualdades de hecho, desde la discriminación hasta el desconocimiento, que hace
necesaria la instauración de medidas compensatorias, con respecto a personas y grupos
ubicados en condiciones de inferioridad. Se alude necesariamente, a otro propósito
implícito en este trabajo investigativo, la igualdad en deberes, derechos, satisfacciones y
oportunidades; la discriminación se presenta cuando la diferencia se hace sin fundamento
constitucional que tenga un carácter objetivo y razonable;(151;152) implica, entonces, la
violación del derecho a la igualdad, por lo que su prohibición constitucional se encamina a
impedir que se restrinja o excluya el ejercicio de los derechos y libertades de una o varias
personas, se les niegue el acceso a un beneficio o se otorgue un privilegio sólo a algunas
de ellas, sin que exista justificación objetiva y razonable.(153;154)

Estos principios constitucionales no hablan directamente del derecho del ser humano a
tener una vida con calidad acorde con sus aspiraciones, deseos y necesidades; pero la
calidad de las condiciones y satisfacciones están íntimamente ligados a la vida mediados
por un acto de razón, no solo según la escala de valores, aspiraciones y expectativas

159
personales propuesta por Borthwick-Duffy,(24) ni de su estado anímico que le determina el
universo de símbolos, representaciones y creencias, enmarcarlos en contextos y tiempos
determinados,(88) sino que cada persona evalúa su vida según su propia subjetividad.(114)
Por eso, la calidad de vida debe ser evaluada desde los individual por el sentido que da a
su vida, la valoración de los diferentes aspectos, objetivos y subjetivos, la felicidad
consigo y con los demás, y la posibilidad de satisfacer las necesidades, sin desconocer el
contexto cultural, económico, político y religioso en el que vive, su responsabilidad social,
sentido y significado de cada uno de los componentes de su vida.

Este estudio sobre calidad de vida, desde las condiciones de vida y la satisfacción con la
vida de los diferentes aspectos: demográficos, económicos, de salud, de seguridad social,
del entorno físico de la vivienda, personales y sociales, consideró en igualdad de
condiciones la población de adultos de la ciudad, hombres y mujeres entre 20 y 64 años
de edad, como una categoría socioeconómica, puesto que es a su vez fuente de trabajo
en la producción de bienes y servicios, consumidora de los mismos; y es objeto del
desarrollo, en tanto debe contribuir a satisfacer sus necesidades, tanto materiales como
espirituales.(86) Como sujeto y objeto del desarrollo, una población refleja el grado, nivel o
estadio de desarrollo de la sociedad, por esto es lícito identificar el desarrollo en aquellos
cambios y transformaciones que se dan en las personas.(155)

Antes de contrastar los resultados con los hallazgos de otras investigaciones, se debe
hace notar la dificultad de encontrar estudios que aborden las diferentes problemáticas del
grupo poblacional de 20 a 64 años de edad y discriminados por sexo, por tal razón se
optó por compararlos con resultados de investigaciones en población general o en
población económicamente activa.

7.1 Condiciones de vida

La relación población y desarrollo parte de una reconsideración de los términos en que


ésta ha sido planteada; por lo tanto, debe analizarse en torno al concepto de nivel de vida
que se manifiesta en el mercado de trabajo, ya que es allí donde las familias contribuyen
con su trabajo y se benefician del desarrollo económico por los ingresos y los salarios
percibidos.(156) El ingreso, considerado el valor de la fuerza de trabajo, permite la
adquisición de bienes y servicios necesarios para sobrevivir, pero no es el fin último del
desarrollo económico,(38) es un medio para lograr una vida mejor o una vida con calidad.

El sobrevivir está mediado por las condiciones de vida que le proporcionan un relativo
bienestar y por la satisfacción de necesidades básicas, también está mediado por el
mundo ideológico de pensamientos, sensaciones, satisfacciones y subjetividades del ser
humano, su yo interno o privado que a su vez está determinado por la parte colectiva
como ser sociable que es, donde confluye el contexto cultural, ético y filosófico que
condiciona su parte privada. Así produce y reproduce un modelo de vida socialmente
aceptado, con significados que él mismo ha tejido en unión a los demás y la valora frente
a estos estándares culturales para considerar si su vida tiene calidad;(22) modelo que
guarda sus inequidades por sexo, edad, raza y condición física, pues existe el riesgo de
obtener mediciones diferentes para situaciones objetivas similares, debido a expectativas
reducidas por desconocimiento o por falta de otros referentes.(117)

160
Aspectos demográficos. Las transformaciones sociales y económicas suscitadas en el
país han dejado huella en el perfil demográfico de la ciudad: la globalización de la
economía con las inequidades en la distribución de los ingresos, modificaron la calidad de
vida de amplios sectores de la población; la difusión y aplicación de los últimos avances
en medicina incorporaron nuevas terapias preventivas y se instauraron campañas de
promoción de la salud en la adopción de estilos de vida saludable y mejoramiento del
estado nutricional; las reformas y contrarreformas del sector salud en la cobertura
mediada por una racionalidad económica e incentivos a la demanda en salud permitieron
una selección adversa de la población más desprotegida; la acelerada urbanización que
aumentó la población en la ciudad, pero en un mayor riesgo por su ubicación en las
laderas, a lo largo de las quebradas o viviendo en barrios insalubres; todo esto incrementó
la “deuda social”(74) pero las tendencias demográficas, como la fecundidad y la mortalidad,
han seguido un curso descendente sin que hayan sido, al parecer, alteradas por los
efectos antes señalados.

Por ejemplo, el descenso de la fecundidad es la variable demográfica que más contribuyó


al cambio demográfico observado, con la incorporación de los métodos anticonceptivos,
cambio de mentalidad en el número de hijos a tener, el deseo de una familia reducida y
cambios en el comportamiento reproductivo,(75) como la concepción de nupcialidad, la
edad de casarse, la frecuencia de las relaciones sexuales, aumento del número de
abortos, entre otros. Colombia está considerado en el grupo de países que pasó de tener
tasas de fecundidad de 6 y 7 hijos por mujer en la década de los años 60, a tener
actualmente alrededor de 3 hijos y un uso de anticonceptivos superior al 55%.(74) Medellín
presentó una tasa global de fecundidad de 1,9 hijos por mujer, difiere a la tasa promedio
de los tres años anteriores hallado por la ENDS 2005 la cual la ubicó en 2,2 para
Antioquia (50) pero coincidente en 2,8 como promedio de hijos nacidos vivos.(50)

Una elevada fecundidad se asocia con residencias en la zona rural, baja educación y vivir
en estratos socioeconómicos bajos;(74) corroborando lo anterior, en Medellín el 48% de las
mujeres que tuvieron hijos vivos en algún momento de la vida presentaron un grado de
escolaridad de secundaria y el 26% de primaria, pero a medida que se aumentó en la
formación educativa se disminuyó el número de hijos, pasando de un 48% con cinco o
más hijos con primaria y un 12% sin formación, a un 49% con instrucción secundaria con
cuatro hijos como máximo. Acorde a las tendencias de América Latina, también
predominó el modelo de a mayor estrato socioeconómico menor número de hijos; el 61%
de las mujeres que tuvieron en su vida cinco o más hijos, el 39% de las que tuvieron tres
o cuatro hijos y el 30% de las que tuvieron uno o dos hijos vivos viven en estratos
socioeconómicos bajo y bajo bajo. Es llamativo el hecho de que las mujeres que tuvieron
cinco ó más hijos, el 65% sean jefes de hogar, el 43% estén casadas o vivan en unión
consensuada, el 20% tiene estado civil de separada o divorciada y el 21% estén viudas.

Las condiciones de vida y la búsqueda de mejores proyectos educativos y productivos,


propicia la movilización interna de las poblaciones y a su vez afecta el comportamiento
demográfico de un lugar, por cuanto las personas que se desplazan llevan con ellas un
comportamiento cultural, familiar, de reproducción y de enfermar que introducen un
cambio al sector donde se ubican y a su vez son afectados por los valores y costumbres
de la comunidad que los acoge.(78) En este sentido, la ciudad se vio convertida en más
receptora de inmigrantes que expulsora de emigrantes, con una migración del 6% siendo
principalmente jóvenes de 20 a 24 años.

161
La diferencia más significativas de la población inmigrante se dio en el estado civil, donde
por cada hombre adulto viudo que llegó a la ciudad lo hicieron 9 mujeres adultas viudas;
los estudios de la CEPAL en América Latina,(74) muestran que a nivel general las tasas de
migración han descendido, pero los saldos migratorios hacia las grandes ciudades siguen
siendo positivos, especialmente hacia las áreas metropolitanas como Medellín, donde la
migración urbana-rural antes de los años 70 representó el 67% del total de las
migraciones de los adultos residenciados.

Aspectos económicos. Para la satisfacción de las necesidades básicas, la población de


20 a 64 años está dentro del rango de la población económicamente activa y sus ingresos
totales recibidos en el mes, fueron en promedio $385.000 equivalente a un salario mínimo
legal vigente en Colombia del año 2005, pero debido a la desigualdad en el ingreso, se
encontró un 10% que recibe $30.000 pesos o menos para sobrevivir, es decir menos de
un dólar al día, situación inferior al 23% que se registró en el mundo en el año 1999,(52) y
superior al 8% registrado en Colombia entre 98/2001. (157)

El ingreso es diferente entre hombres y mujeres, y no es gratuita la consideración de que


la pobreza tiene rostro de mujer.(78) Mientras los hombres recibieron $420.000 en
promedio en el mes y el 7% no recibió ningún ingreso, las mujeres recibieron $350.000 en
promedio y el 14% de ellas no registró ningún ingreso en el mes. Es decir, por cada
hombre de la ciudad que no tiene ingresos mensuales existen dos mujeres que no los
tienen, confirmando así las estadísticas internacionales que muestran como las mujeres
ganan en promedio un poco más del 50% de lo que ganan los hombres;(78) pero además,
en Medellín se evidenció que el 50% de las mujeres de 20 a 64 años no reciben ingresos
o los derivan de aportes familiares, afectando su calidad de vida y la de todo el grupo
familiar, siendo superior al 45,3% registrado en Colombia entre 2000/02.(157)

El ingreso total recibido de sueldos o salarios se derivó de actividades laborales, para el


54% de la población adulta de la ciudad que tuvo esta actividad habitual en el último mes,
donde también se presentó un 22% dedicados a los oficios en el hogar. Esta información
está acorde al Panorama Laboral de América Latina y el Caribe del año 2002, donde la
tasa de ocupación fue del 52,5%,(158) e inferior al 57% registrado en Colombia entre
2000/03.(157)

La participación masculina en la actividad económica de la ciudad fue del 70% de los


hombres y la femenina fue del 41% de las mujeres de 20 a 64 años de edad; las
responsabilidades con las labores en el hogar fueron asumidas por el 38% de las mujeres,
mostrando el doble rol que asume la población femenina, como trabajadora y como ama
de casa; desde su inserción en el campo productivo de la sociedad en la década de los 70
hoy la mujer es considerada como sujeto de cambio y de lucha, es decir, agente activo del
desarrollo.(159)

La participación masculina en la actividad económica de Medellín está por debajo de las


registradas en algunos países de América Latina cercana al 70% y 80% y la participación
femenina se ajusta a la tendencia de los países de la región, la cual se ubica entre el 30%
y 45%, aunque el CELADE reconoce la subestimación femenina sobre todo en las áreas
rurales y las múltiples actividades independientes que realiza fuera y dentro de su
hogar.(74)

162
El desempleo registrado en la ciudad de Medellín en población de 20 a 64 años ascendió
al 10% adicionado a un 5% de inactivos son el fiel reflejo de la situación nacional, puesto
que un 15% de la población económicamente activa se encuentra cesante, porcentaje
superior al registrado en América Latina y el Caribe en el año 2002 que se situó en
9,4%,(160) en el caso de las mujeres éste superó el 45%, si se adicionan las dedicadas a
las actividades del hogar, se tiene un 50% de mujeres adultas que no perciben ningún
ingreso mensual.

Por el hecho de no encontrar fuentes de trabajo de alta productividad y remuneraciones


no acorde con la actividad realiza, que en muchos casos solo permite sobrevivir, se
recurre a los trabajos por cuenta propia y al servicio doméstico.(160) En la ciudad de
Medellín se encontró que sus trabajadores informales independientes y patrones
constituyen el 39% del total de la población trabajadora de 20 a 64 años y, un 4% se
dedican al servicio doméstico.

Los aspectos económicos, aunque están directamente relacionados con el ingreso no lo


son todo; se destaca el hecho que siendo los adultos población económicamente activa,
solo el 59% posea algún tipo de patrimonio representado en bienes materiales, estando
en igual proporción del 31% los hombres y las mujeres con propiedad raíz, un 3,5% más
de los hombres posee vehículo, pero las mujeres presentan una pequeña ventaja frente a
los hombres en cuanto a los semovientes, a sabiendas que son quienes menos ingresos
periódicos registran (14%) y el 35% los deriva de aportes familiares; hecho que permite
plantear posibles hipótesis: la mujer ingresa al campo laboral pero no aporta todos sus
ingresos al sostenimiento de su familia y ahorra una parte como garantía de un mejor
futuro a sus hijos? o hace un mejor manejo de sus ingresos? o tienen menos fuentes de
egreso? o por recibir solo ingresos familiares no tienen a su cargo el mantenimiento del
hogar y puede destinar algún porcentaje a la inversión?

Condiciones de salud. La estructura por edad, la condición biológica, los roles


desempeñados y la capacidad de ingreso de la población, están asociados a procesos
patológicos claramente diferenciados. En el último mes el 29% de los adultos de 20 a 64
años de Medellín presentaron alguna enfermedad, accidente u otro problema que
comprometía su salud, siendo las mujeres quien presentaron con mayor frecuencia algún
tipo de dolencia, un 32% frente a un 25% de los hombres que también enfermaron; similar
a lo hallado en la Encuesta Nacional de Calidad de Vida de 1997(161) pero diferente a la
Encuesta Nacional de Calidad de Vida 2003 donde enfermó el 12,1% de las personas
residentes en las cabeceras municipales(48). Solo el 19% de la población acudió a los
profesionales de la salud; es decir, un 10% de la población adulta de la ciudad no recibió
atención médica o se automedicó; es decir, el 66% de los que enfermaron acudieron al
médico y un 34% se automedicó, en la encuesta realizada por el DANE, el 70% de los
colombianos que enfermaron acudieron al médico y el 25% se autorecetó o se aplicó
remedios caseros.(48)

El 25% de los hombres registraron morbilidad sentida principalmente con: enfermedades


infecciosas y parasitarias (27%), del sistema respiratorio (13%), del sistema
osteomuscular y del tejido (12%), del sistema digestivo (11%) y del sistema circulatorio
(10%). El 32% de las mujeres hacen parte de la demanda percibida, con problemas en:
sistema osteomuscular y del tejido (17%), enfermedades infecciosas y parasitarias (15%),
en el sistema circulatorio (14%), en el digestivo (9%) y en el sistema genitourinario (6%).

163
Los síntomas depresivos o estados de tristeza fueron percibidos por el 45% de los
hombres y el 50% de las mujeres adultas de la ciudad; esta causa que en la información
de morbilidad atendida no figura entre las primeras causas de atención, en el análisis de
morbilidad sentida cobra fuerza, al ser considerada la cuarta causa de morbilidad en
hombres y la primera en mujeres en población mayor de 15 años en todo el mundo.(16)

Antes de analizar la mortalidad de la población adulta en la década 1994-2003 registrada


en el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas DANE(6) y la ciudad de
Medellín, se deben recordar las limitaciones existentes por el subregistro que presentan
las bases de datos, que aunque fueron suministradas por entidades oficiales, éstas
pueden estar afectadas en cualquier etapa de su producción como: en recolección de
datos, codificación, procesamiento del dato; y originadas en las limitaciones de
conocimientos médicos como: errores de diagnóstico, deficiencias en la certificación y una
comprensión insuficiente de los usos que se hacen de la información proporcionada en
ellos.(96;141)

Para Colombia el subregistro estimado en los certificados de defunción en el año 2002 fue
del 25%,(95;141) y entre 2000-05 de 17,5%(162) lo que afecta la comparabilidad de los datos
con otros países y otras regiones del país. La fuente de información secundaria que
recopiló los datos primarios de personas adultas fallecidas en la década estudiada cuyo
lugar de residencia era la ciudad de Medellín, ascendió al 13% del total de registros
analizados para la característica lugar de defunción, el 59% para el nivel educativo del
fallecido, las causas de defunción del grupo 7, correspondiente a “Signos y síntomas mal
definidos” de la lista OPS 6/67 corresponden al 1% y los registros incompletos equivalen
al 10% lo que hace que la información sobre mortalidad de los adultos de la ciudad
sobrepase los estándares internacionales definidos por la OPS, puesto que se estipula
que las categorías residuales y las mal definidas no deben sobrepasar el 10% y en este
caso fue del 11%.(96;141)

El sitio de fallecimiento es diferente para hombres y mujeres; mientras uno de cada dos
hombres adultos fallece en una institución de salud, el 35% fallece en otro lugar, como vía
pública y lugar de trabajo; así mismo, las mujeres adultas fallecen principalmente en una
institución de salud y el 37% lo hace en su casa de habitación. Las causas de defunción
también difieren por sexo, pues los hombres de 20 a 44 años aportaron más a las causas
externas durante la década estudiada, debidas a agresiones con arma de fuego (tasa 464
por cien mil habitantes), agresiones con arma cortopunzante (tasa 44 por cien mil
habitantes), y traumatismos en accidentes de transporte (tasa 34). Para las mujeres del
grupo adulta joven, las causas de fallecimiento estuvieron relacionadas con las causas
externas, como: agresión con arma de fuego (tasa 22 por cien mil habitantes), seguida de
fallecimiento por infarto agudo del miocardio (tasa 5), tumor maligno del cuello del útero
(tasa 4 por cien mil habitantes), tumor maligno de la mama (tasa 4,3 por cien mil
habitantes) y accidentes de transporte con una tasa de mortalidad de 4 por cien mil
mujeres adultas jóvenes.

Este comportamiento está acorde a los hallazgos de la Secretaría de Salud de la


ciudad,(163) donde la mortalidad por agresión es la principal causa de muerte con tasas de
incidencia que fluctúan entre 264 y 253 por diez mil habitantes entre 1992 y 2001, pero
muy superiores a las registradas en Colombia entre 2000-2005, con una tasa ajustada de
183,4 por cien mil habitantes masculinos y 38,4 en población femenina,(162) acorde al

164
Informe de la Salud en el Mundo 2003,(16) donde los traumatismos por accidente de tráfico
fueron la tercera causa de mortalidad en el mundo en población de 15 a 59 años, y las
autolesiones y violencia, la sexta y la séptima causa, respectivamente.

La asociación estadística es una evidencia de la relación existente entre fallecer por


causa externa y pertenecer al sexo masculino, lo que muestra el riesgo de morir al que
están expuestos los hombres adultos de morir por alguna causa violenta inflingida o
autoinflingida de siete veces más que las mujeres. La mortalidad por causas externas
hace de Medellín uno de los municipios con mayores tasas de muerte en el país hasta el
año 2003,(163) comparándola con otras ciudades como Bogotá y Cali que presentaban
tasas de 70 y 80 por cien mil habitantes, para Colombia de 69 y en América Latina la tasa
es de 19 por cien mil. Sólo el caso de Medellín es comparable a países como el Salvador,
que ha visto aumentar sus niveles de violencia después de las negociaciones de paz en
los años 90.(164)

El fallecimiento por el virus de inmunodeficiencia humana presentó una tasa de mortalidad


de 15 por cien mil habitantes adultod jóvenes (de 20 a 44 años) de sexo masculino de la
ciudad, pero es a partir del año 1997 cuando se posicionó entre las primeras causas
según Situación de Salud de Medellín,(163) con tasas que oscilan entre 13,7-11,8 y,
corrobora lo hallado en la población de 15 a 59 del mundo donde la primera causa de
muerte en el año 2002 fue el VIH/SIDA con 2279 defunciones (en miles).(16) Esta causa
también cobró vidas en el sexo femenino, pero no se ubicó entre las primeras cinco.

Para la población adulta media (de 45 a 64 años), durante los años 1994-2003, una de las
principales causa de muerte fue el infarto agudo del miocardio, que afecta tanto a
hombres como mujeres, confirmando así lo expuesto por otros estudios que plantea como
las enfermedades crónicas debidas a problemas respiratorios y tumores malignos han
aportado un importante número de muertes.(106) El infarto agudo del miocardio es la
segunda causa en el mundo después del VIH y es la que con el paso del tiempo generará
mayor número de muertes.(16)

Las enfermedades cardiovasculares como problemas hipertensivos, cardiopatía coronaria,


enfermedad isquémica del corazón, enfermedades cerebro vasculares y otras que afectan
el corazón, son una importante causa de mortalidad en la ciudad, por el alto costo
humano y económico que generan, y por el aumento gradual que se observa, representa
un problema de salud pública; son, además, la causa principal de muerte en la población
mayor de 45 años,(108) causa común con los países industrializados,(164) y en Colombia la
enfermedad isquémica del corazón se ha presentado como la principal causa de
mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio.(163)

Desde hace años se conocen ciertos factores predisponentes para el desarrollo del
cáncer, pero solo recientemente se ha aceptado que la ocurrencia del cáncer depende de
factores ambientales y de los estilos de vida y el riesgo de morir aumenta con la edad. El
tumor maligno de la traquea, bronquios y pulmón ha prevalecido como la principal causa
de muerte por cáncer en ambos sexos, como consecuencia de la creciente exposición a
factores como contaminación ambiental y tabaquismo, con una tasa promedio de 55 por
cien mil habitantes hombres y 27 por cien mil habitantes mujeres entre 45 a 64 años de
edad.(163) Vale resaltar que la mortalidad por tumor maligno de mama y tumor maligno del

165
cuello del útero han ascendido a las primeras causas de muerte en población femenina,
tanto adulta joven como adulta medio.

Durante los diez años de estudio los hombres mayores de 15 años aportaron más años
potenciales de vida perdido (APVP) que las mujeres, en una relación de 3,6:1 en 1994 a
2,6:1 en el año 2003; es decir, por cada año aportado por una mujer fallecida en esta
etapa productiva se aportaron 3,6 años de un hombre fallecido en esta misma etapa de la
vida, perdiéndose así 97 años por mil personas adultas en la etapa económicamente
activa en 1994, en el año 1995 se perdieron 85 y así va disminuyéndose la pérdida hasta
el año 2003 donde solo se pierden 42 años por cada mil personas en edad productiva o
potencialmente productiva. Si el objetivo principal del trabajo de salud pública es
aumentar la esperanza de vida de las poblaciones en las mejores condiciones de salud
posibles,(165) partiendo del conocimiento de la mortalidad en los diferentes grupos de
edad, se conoce los APVP los cuales ilustran la pérdida que sufre la sociedad como
consecuencia de la muerte de personas jóvenes.(142)

Además de aprovechar su fuerza de trabajo, también se aprovecharía el interés individual


por su estado de salud; este estudio encontró que el 67% de los adultos de la ciudad
realizan visitas preventivas y regulares a médicos y odontólogos, al menos una vez al
año, siendo la población femenina quien más acude en un 72% principalmente de estado
civil casada, los hombres acuden en un 60%, principalmente solteros y son los viudos
quienes menos acuden. Se evidencia diferencias en las consultas que hacen considerar
una asociación entre la visita a los profesionales de la salud y el sexo de la persona que
acude regularmente, pues son las mujeres quienes acuden con más frecuencia; además
lo hacen en mayor proporción las personas residentes en estrato socioeconómico bajos y
con ingresos de un salario mínimo o menos (49%), similar a lo hallado por la OPS/OMS
con la información de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida de 1997 realizada por el
DANE, donde las consultas preventivas son mayores en las mujeres adultas asociado,
posiblemente, a la función reproductiva.(161)

La OMS consideró que en muchos países, especialmente en los más pobres, las
personas que necesitan tratamientos para sí mismas o para sus familias pagan de su
bolsillo los servicios de salud que necesitan;(16) en la ciudad de Medellín, la prevalencia de
automedicación o consumo de medicamentos sin ser formuladas por algún profesional de
la salud fue del 16%, principalmente de personas que devengan menos de un salario
mínimo, situación que pudiera estar reflejando las barreras en el acceso a los servicios
como: geográficas, económicas, culturales, entre otras.(161)

Seguridad Social. Las barreras en el acceso a los servicios de salud están asociadas a
la no afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS), el 16% de la
población adulta de la ciudad no está en el sistema, cifra inferior al 28,3% encontrado por
la ENDS 2005 en Antioquia,(50) y al 35% hallado en la encuesta de calidad de vida 2003
en personas residentes en las cabeceras municipal;(48) situación que podría estar
evidenciando inequidad en la afiliación, puesto que están cubiertos las personas adultas
con capacidad de trabajar y aquellas que son inactivas están desprotegidas. Entre las
razones para no estar afiliado, se aduce la falta de vinculación a un empleo estable (35%),
falta de dinero para su afiliación (32%) o por descuido; se presenta principalmente en
edades menores porque a medida que se aumenta la edad, se aumenta la afiliación al
sistema, similar a lo hallado por el DANE en la encuesta de calidad de vida de 1997.(161)

166
El SGSS no solo cubre salud, este estudio encontró que un 65% de la población adulta no
está afiliada a un fondo de pensiones, afectando en mayor medida al 73% de las mujeres
y al 54% de los hombres; es decir, una de cada cuatro mujeres y dos de cada cuatro
hombres no tienen asegurada una vejez tranquila con la garantía mínima para el
cubrimiento de sus necesidad de subsistencia. A este panorama ya desolador se le suma
el hecho que solo el 29% tiene afiliación a una administradora de riesgos profesionales
(ARP), reflejo de la situación laboral de muchos de los adultos, donde el 54% estuvo
trabajando en el último mes y la mitad de ellos tienen afiliación al sistema; pero Medellín
se encuentra en mejores condiciones que el 12% de afiliación del resto del departamento,
según la ENDS 2005.(50)

Aspectos físicos. Al igual que la salud, la vivienda también hace parte de la condiciones
de vida de una población, supuesto mínimo que requiere para su protección y la de su
familia, un hogar donde refugiarse. El hogar es la unidad social conformada por una
persona o un grupo de personas que se asocian para compartir el alojamiento y la
comida. Es decir, que hogar es el conjunto de personas que residen habitualmente en la
misma vivienda o en parte de ella (viven bajo el mismo techo), que están unidas o no por
lazos de parentesco, y que cocinan en común para todos sus miembros (comen de la
misma olla).(47) La tenencia de la vivienda donde residen los hogares adultos de la ciudad
es en su mayoría propia para un 56% de los adultos de la ciudad y arrendada para un
34%; porcentajes que difieren de los nacionales, al encontrar que la tenencia de vivienda
en el 2003 fue del 52% y arrendada del 39%.(48)

Otro aspecto de vital importancia en la calidad de vida de las personas relacionado con su
vivienda, son los servicios públicos que posea; se evidenció las altas coberturas de
servicios públicos con que goza la ciudad, ofrecidos por Empresas Públicas de Medellín,
pero los hallazgos de este proyecto permite interrogantes a saber: ¿la cobertura de un
servicio público corresponde al número de instalaciones o al número de viviendas con el
servicio habilitado? El fundamento de la inquietud es clara, la instalación del servicio de
energía es del 99%, superior al 97% hallado a nivel nacional,(50) pero la habilitación del
mismo es del 94%; es decir, existe un 5% de viviendas de la ciudad contabilizadas dentro
de la cobertura del servicio que realmente no cuentan con él, siendo esta diferencia
mucho más evidente en las viviendas de las mujeres adultas donde la habilitación alcanza
el 92%.

Lo mismo sucede con los otros servicios públicos, el acueducto presenta una cobertura
del 98% igual a la cobertura nacional,(48;157) mientras la cobertura del servicio habilitado es
del 93% presentándose una diferencia porcentual en las viviendas de los hombres y las
mujeres, teniendo menor habilitación la de las mujeres (92%); la telefonía presentó una
cobertura de instalación del 95% y de habilitación del 89%, mientras a nivel nacional dicha
cobertura alcanza el 69%.(48)

Es superior la cobertura de servicios públicos habilitados en las viviendas de los adultos


de sexo masculino frente a las viviendas de la población femenina, situación que podría
estar mediada por múltiples factores, pero lo que si es claro es que muchas viviendas de
la ciudad tienen instalados los servicios pero esta información no es suficiente para
proporcionar datos e indicadores de cobertura de utilización de servicios domiciliarios; se
debe indagar por aquellos que estando instalados no son habilitados voluntariamente,
pues en este proyecto se encontró que las habilitaciones son menores que las

167
instalaciones y las diferencias en las proporciones de cobertura son mayores en las
viviendas de los adultos masculinos.

El medio de transporte más utilizado es el bus o colectivo en un 55%, el taxi y el metro


son utilizados por el 9% de la población, respectivamente y en su vehículo particular se
moviliza el 13% de los adultos de la ciudad, corroborando lo encontrado por el DANE,
donde el 14% de la población general de las cabeceras posee vehículo particular,(48)
consecuente con esto, a medida que se aumenta en los ingresos personales se hace una
mayor utilización de vehículos particulares principalmente cuando se mejora el ingreso de
los hombres, aunque las mujeres también lo hacen, pero se transportan principalmente en
bus, colectivo o taxi.

7.2 Satisfacción con la vida

Posición familiar. No basta conocer las condiciones de vida de los hombres y las
mujeres de Medellín, también se debe saber la satisfacción con la vida frente a aspectos
subjetivos o privados, dados desde su percepción y solo se llega a ella a través de la
opinión de los interesados.(8;9) Dentro de estos aspectos se halló que el 57% de los
hombres y el 34% de las mujeres de 20 a 64 años ocupan la posición de jefes de hogar,
proporción similar a las jefaturas femeninas a nivel nacional halladas por el DANE(48) y
Profamilia(50) Es llamativo como el rol del adulto cambia según la condición
socioeconómica de la vivienda, pues mientras los hombres son reconocidos como jefes
de hogar en los estratos bajos, a medida que cambian a los estratos altos adquieren la
posición de hijos; las mujeres, por su parte, son jefes de hogar en el nivel bajo bajo y
cambia su lugar a cónyuge o compañera a medida que aumenta la jerarquización de su
vivienda.

Ya es preocupante que la población económicamente activa no tenga un trabajo estable o


una afiliación al sistema de seguridad social o unos ingresos fijos, pero más preocupante
es saber que un 3% de los hombres y un 10% de las mujeres que ocupan la posición de
jefes de hogar, no hubiesen recibido ingresos en el último mes a sabiendas que el 69% de
los adultos de la ciudad tienen como mínimo dos personas dependientes
económicamente de su actividad laboral. También preocupa saber que el ingreso
promedio de un hogar con jefatura masculina es de $500.000 y de $385.000 en los
hogares con jefaturas femeninas y ambos tienen, como máximo, un nivel de escolaridad
de secundaria.

Redes de apoyo. Las familias se constituyen en una red sólida de apoyo para sus
miembros que le aportan, seguridad, tranquilidad, amor y compañía. El 59% de los
adultos consideran que las familias le brindan el soporte moral necesario, cuando se
sienten tristes o deprimidos y el 24% lo recibe a través de los grupos u organizaciones
comunitarias, principalmente artísticos, deportivos y comunitarios para los hombres, y los
religiosos, políticos, recreativos y programas de salud para las mujeres; también la familia
está presente brindando comprensión y cariño, cuando alguno de sus miembros es
víctima de delitos como hurto o robo, lesiones personales, extorsión y chantaje, como le
sucedió al 12% de los hogares de los adultos, información similar a la hallada por el
DANE respecto al 13% de los hogares que fueron víctima de violencia en el 2003.(48)

168
Estilos de vida. Así como la satisfacción con la vida incluye las relaciones familiares y
sociales, ésta también incluye, y en muy alto porcentaje, la valoración, cuidado y
mantenimiento que cada persona haga de su propio cuerpo, salud y vida, con el fin de
tener la calidad de vida que cada persona desea y busca afanosamente, a través de las
condiciones de vida que está en capacidad de obtener. Por ejemplo, tener hábitos y
conductas sanas generan estilos de vida saludables, y posibilitan una salud física y
mental satisfactoria; por ello, el 58% de los hombres y el 43% de las mujeres, de la
población entre 20 y 64 años de edad residentes en el estrato medio bajo o bajo, adopta
prácticas cotidianas como el ejercicio periódico semanal (53%) y diaria (35%); se
considera que una actividad física moderada puede retrasar el declive funcional, reducir el
riesgo de enfermedades crónicas, mejorar la salud mental, suele favorecer los contactos
sociales, mantener la mayor independencia posible, entre otros beneficios.(18)

No siempre los hábitos y comportamientos son beneficiosos para la salud, también se


adoptan hábitos perjudiciales como el consumo de sustancias psicoactivas que
enmascara problemas personales o de otra índole como frustraciones, falta de
satisfacciones, escape de situaciones intolerables, desigualdad social, problemas sociales
como: disponibilidad, normas culturales, respuesta de la sociedad, aspectos financieros,
presión de los pares y amigos, entre otros.(16) Entre las sustancias más consumidas por
los adultos de la ciudad se encuentra el alcohol, con un uso ocasional del 48% donde los
hombres tienen un riesgo tres veces mayor que las mujeres de consumirlo, afirmando lo
manifestado por la OMS en el sentido de que en el mundo entero, los hombres consumen
más alcohol y se exceden más en la bebida que las mujeres;(118) el cigarrillo es usado
diariamente por el 14% y los hombres presentan un riesgo 0,5 veces más de consumirlo,
se debe recordar que el consumo de tabaco está asociado al incremento del riesgo de las
enfermedades cardiovasculares y está considerado como uno de los tres grandes
problemas de este milenio.(16)

Estos comportamientos beneficiosos o nocivos para la salud aportan al disfrute de la vida


o “lo que hace que una vida sea mejor”;(28) el 79% de los adultos de la ciudad consideran
que es suficiente con lo que hacen y la disfrutan bastante, consideran que poco o nada de
disfrute el 21%, siendo diferente el disfrute según la estratificación socioeconómica de su
vivienda; esto es, el hecho de vivir en estratos bajos limita las opciones de disfrutar de la
vida y en los estratos altos se amplían las posibilidades para un disfrute máximo, estando
condicionada por la situación económica que preocupa al 55% de ellos y les coarta la
satisfacción de necesidades básicas o suntuarias a los adultos de la ciudad, información
muy similar al 61% de la población de Colombia que se considera pobre y al 52% de los
hogares donde el ingreso solo les permite cubrir los gastos mínimos.(48)

Más allá de la satisfacción con las condiciones de vida y con el disfrute de la misma, el
sentirse bien consigo mismo que son “los lentes con los que nos paramos y vemos el
mundo”,(114) es relevante conocer que el 93% los adultos de la ciudad están satisfechos
consigo mismos; las mujeres presentan un nivel de insatisfacción del 8% y los hombres
del 6%. Las diferencias encontradas en la satisfacción con las relaciones familiares,
sociales, personales, sexuales, en su capacidad para realizar las actividades de la vida
diaria y en el tiempo dedicado al descanso son, máximo del 5%, según sexo. Por esta
razón, la calidad de vida también puede ser definida como el grado por el cual las
personas se perciben capaces de funcionar físicamente, emocionalmente, y socialmente,

169
en contraste con el estado de salud que es una medida objetiva. Es en sentido general, lo
que hace que una vida sea digna de se vivida.(166)

7.3 Calidad de vida

Igualmente, la calidad de vida de la población adulta es explicada en un 18,5% por cuatro


componentes principales: dos relacionados con los aspectos personales y de seguridad
social o aspectos subjetivos de la calidad de vida, y dos relacionados con las condiciones
de vida del entorno físico y económicos o aspectos objetivos de la calidad de vida; se
encontró que la percepción sobre la calidad de vida no difiere sustancialmente en los
adultos según su condición biológica, solo se encontró diferencias en un componente
principal. Para los hombres su calidad de vida esta explicada por los aspectos personales,
económicos, entorno físico y condiciones de salud, para las mujeres está dada por los
aspectos personales, económicos y del entorno físico.

Al contrastar esta información con algunas de las características de las condiciones de


vida aquí analizadas, se evidenció el significado que tiene la vivienda en las mujeres
adultas de 20 a 64 años de la ciudad, al igual que el hallazgo de ser esta población quien
posee mayor patrimonio, ¿estarán buscando mecanismos de protección futura para sus
hijos? Según la Presidencia de la República, tener casa propia es más revelador de lo que
parece, da sentido de pertenencia a la tierra, el "echar raíces" empieza a volverse realidad
cuando se tiene un techo propio bajo el cual recostar la cabeza, es ganarse la lotería para
muchos colombianos, es una forma de medir el logro personal, es la certeza de que valió
la pena la lucha por la sobrevivencia, permite una visión esperanzadora y proporciona un
cierto grado de confianza sobre lo que depara el futuro, tanto a él como a su núcleo
familiar más íntimo; de ahí que la vivienda sea un criterio utilizado para medir la calidad de
vida urbana y el estado de felicidad de un pueblo puesto que le da dignidad.(167)

Pero… ¿qué es una vida digna? ¿qué le permite al ser humano disfrutar las condiciones
de vida y sentir satisfacciones? No se pretende dar respuesta a estos interrogantes, solo
se darán elementos necesarios para su comprensión, partiendo necesariamente de los
principios constitucionales que orientan la vida y los derechos de los ciudadanos. La
Constitución Nacional de Colombia reza: “El derecho a la vida es inviolable” (art.11), “El
Estado reconoce sin discriminación alguna, la primacía de los derechos inalienables y
ampara a la familia como institución básica de la sociedad” (art.5) y “El derecho al libre
desarrollo de la personalidad” (art.16). En este articulado, se habla de los derechos
inalienables que nacen con la persona, son inherentes al ser humano y no están a
disposición de ningún poder público, o sea que no se pueden suprimir ni desconocer,(64) y
por ende toda actividad estatal o privada, tiene la obligación de respetar y asegurar el
máximo respeto posible por la dignidad del ser humano;(168)por tal razón, escoger lo
necesario para que la vida tenga calidad, como bienestar, satisfacción, felicidad y placer,
desde su propia perspectiva, hace parte del derecho a la dignidad humana, como
principio inspirador de la Carta Magna de 1991 (art.1).(64)

Cualquier ser humano por el hecho de existir tiene la posibilidad de desenvolverse en su


medio social como mejor le parezca. Las personas tienen la facultad constitucional de
tomar las decisiones requeridas para el desenvolvimiento de su vida, sin que otras
puedan interferir en ello (art.16),(64) aquí el concepto de autonomía comprende las
decisiones tomadas en las distintas etapas de su vida, en las cuales existan suficientes

170
elementos de juicio para tomarlas, válidas aún cuando éstas no satisfagan sus intereses.
La escogencia de estudios, la integración de una familia, las inclinaciones religiosas,
políticas, culturales, sexuales, familiares y profesionales, hacen parte del desarrollo de la
personalidad y es la persona humana quien tiene la autoridad para tomar dichas
decisiones.(154)

Por lo tanto, la mera existencia del hombre le atribuye a éste el derecho a exigir y a
obtener la vigencia de todas las garantías necesarias para asegurar una vida digna: una
existencia adecuada, proporcional y racional al reconocimiento de su esencia como ser
pensante; al mismo tiempo, le impone al Estado el deber de adoptar las medidas de
protección indispensables para salvaguardar los bienes jurídicos que definen al hombre
como persona, es decir, la vida, la dignidad, la integridad, la libertad, la autonomía, etc.(154)
Aquí se explicita la calidad de vida desde el contexto descriptivo del enfoque ético,(27)
puesto que es el ser humano el que designa una determinada clase de objetos necesarios
para su vida, lo individualiza y lo diferencia de los demás, como un acto humano racional
y por ende, la calidad de vida es individual y se evalúa desde la subjetividad,(114) acorde al
concepto formulado por la OMS.(41)

También, estos resultados validan el concepto de calidad de vida utilizado en esta


investigación, el cual incluyó las condiciones de vida (económicos, condiciones de salud,
seguridad social y entorno físico) y la satisfacción con la vida (personales y sociales),
construido teniendo en cuenta la recomendación de la OMS en el sentido de incluir
aspectos físicos (vivienda), psicológicos (percepciones), sociales (relaciones
interpersonales) y ambientales (entorno),(41) pues se encontró que para la población
adulta, los aspectos que más le aportan son las características personales, económicos y
del entono físico. Además de ser una invitación a mirar la calidad de vida a través de
perspectivas diferentes a las económicas, que sin desconocer el aporte de ellas, aboga
por las relaciones interpersonales, la responsabilidad moral con el ambiente y con los
demás al ser uno con la naturaleza; es un llamado al rescate de la dignidad humana, a la
libertad, a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, a la información para
una toma efectiva de decisiones, al disfrute de las pequeñas cosas y de las condiciones
necesarias para llevar una vida digna.

Es significativo que al valorar las condiciones de vida de los adultos de la ciudad, éstas
presenten diferencias entre las variables objetivas de los hombres y las mujeres, como en
el ingreso, en actividades laborales fuera del hogar, en la manera de enfermar y de morir,
en el nivel de escolaridad y en el estado civil; pero al valorar la satisfacción con la vida a
través de variables subjetivas, éstas no presenten diferencias significativas en su
comportamiento; es decir, las diferencias se dan en el ámbito social y cultural en el que
están inmersos ambos sexos, el cual condiciona el rol masculino y femenino,(68) configura
relaciones asimétricas y plantea las diferencias entre uno y otro, pero no porque su
condición biológica lo amerite, puesto que en esta investigación se observó que aunque
las condiciones de vida (de afuera hacia adentro) sean diferentes por sexo, la posición
frente a la vida (de adentro hacia afuera) es igual en hombres y mujeres adultos, resultado
acorde a lo hallado en el estudio sobre calidad de vida en 23 países de Europa.(116)

Uno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) es la igualdad de género,
definido requisito fundamental para alcanzar los demás objetivos,(157) en cuanto al disfrute
de las mismas oportunidades entre hombres y mujeres para mantener la salud, contribuir

171
al desarrollo y beneficiarse del mismo, es la búsqueda del mejoramiento de la calidad de
vida en igualdad de condiciones, pero en mayor medida, las condiciones de vida dadas
por el ingreso como factor de equidad social “a igual trabajo igual salario” indistintamente
del sexo.

La igualdad es importante para el desarrollo humano, por cuanto las oportunidades


inciden de manera directa en las condiciones de ser y de hacer del hombre y la mujer;
pero el hecho de ser mujer, en muchas ocasiones, restringe las oportunidades y viola los
preceptos básicos de justicia social.(169) Las ideas sobre la desigualdad, al igual que
aquellas sobre la imparcialidad y la justicia social se fundan en valores; tal como sostiene
Amartya Sen, casi todo el mundo hoy cree en la igualdad de algo: la igualdad de derechos
ante la ley, de libertades civiles, de oportunidad y así sucesivamente. De manera similar,
la mayor parte de la gente aceptaría que no todas las desigualdades son injustas. La
desigualdad de ingreso es un producto inevitable de cualquier economía de mercado que
funcione, aunque sigan existiendo interrogantes respecto del punto hasta el cual es
posible justificar la desigualdad del ingreso, sobre todo en las mujeres, pero esta
desigualdad se refleja en peores resultados en salud, poder y participación social.(169;170)

Este panorama sobre la calidad de vida de los adultos permite visualizar los retos a los
que se enfrentará la ciudad en los próximos años, originado en el crecimiento de la
población adulta, envejecimiento poblacional y disminución de los jóvenes, que propiciará
mayores exigencias institucionales, laborales, de seguridad social, vivienda, servicios
públicos y transporte; pero también, permitirá diseñar políticas públicas,(170) impulsar
planes y programas que den respuestas oportunas, adecuadas y económicamente
factibles a los efectos del envejecimiento; además, posibilitará realizar proyecciones
económicas, sociales e institucionales de las necesidades y exigencias del niño de ayer,
adulto de hoy y abuelo del mañana.

172
8. Conclusiones

8.1 Condiciones de vida

8.1.1 Características económicas de la población de 20 a 64 años de la ciudad de


Medellín, en el año 2005, según sexo.

- Las condiciones socioeconómicas de hombres y mujeres de 20 a 64 años de Medellín


se caracterizaron partiendo de una muestra probabilística extraída de la población de
estudio de 659 hombres y 683 mujeres, quienes representaron a 523.705 y 651.704,
respectivamente, residentes en el estrato medio bajo (32,3%), en el bajo (29,9%), en
el medio (15,9%), en el bajo bajo (8,7%) y en el medio alto y alto (13,3%); es decir, el
71% de la población adulta de Medellín reside como máximo en el estrato 3.

- Los 523.705 hombres de la ciudad entre 20 y 64 años, equivalentes al 44,6% de la


población adulta de la ciudad de Medellín, presentan una edad promedio de 37 años;
el 70% corresponde a adulto joven (de 20 a 44 años) y el 30% a adulto medio (de 45 a
64 años). El 56% nació en la ciudad y regresó a su tierra natal el 6%; el 41% son
personas solteras, el 35% están casados y el 17% tienen relaciones maritales en
unión libre; el 63% tiene como máximo grado educativo alcanzado el de bachiller y un
23% es universitario.

- Las 651.703 mujeres de la ciudad entre 20 y 64 años, equivalen al 55,6% de la


población adulta de la ciudad de Medellín, con una edad mediana de 40 años; el 63%
es adulta joven y el 37% adulta medio; el 51% nació en la ciudad y el 48% ha vivido
todo el tiempo en Medellín y retornó del 3%; su estado civil principal es el de casada
para un 40%, soltera un 32% y vive en unión consensuada un 15%; el 69% alcanzó a
ingresar a la secundaria y a la universidad el 16% y presentan una tasa global de
fecundidad de 1,9 hijos por mujer.

- La diferencia más grande encontrada en el estado civil de hombres y mujeres es en la


condición de viudo, donde existe una relación de cuatro mujeres viudas por un hombre
viudo, pues que el estado de viudez trae aparejado la orfandad de los hijos o su
entrega en adopción, situaciones que incrementan las responsabilidades de uno de
los padres, además de los traumas psicológicos y restricciones sociales y económicas
de las familias. En el caso de las mujeres viudas, éstas deben distribuir su tiempo
entre el cuidado de los hijos, los esfuerzos para sobrevivir, la búsqueda de mejores
oportunidades para sus hijos y en esta lucha incesante olvida el cuidado personal y se
encamina lentamente a un deterioro físico, psicológico y social.

- Entre las características económicas de estas dos poblaciones, asociadas a sus


condiciones de vida, está la actividad habitual; en el último mes, la proporción de
ocupación fue del 53,5%, el 70% de los hombres y el 41% de las mujeres estuvieron
laborando, siendo mayor la proporción de hombres que laboran frente a la proporción
de mujeres que laboran, en un 28,9% oscilando entre 28,7% y 29,1%.

173
- En el último mes, la proporción de ocupación fue del 53,5%, dedicados al hogar el
22%, desempleados el 9,7%, estudiando el 6,2%, inactivos el 4,8%, jubilados 2,6% y
discapacitados del 0,6%. La proporción de ocupación masculina fue del 69,5%,
desempleados el 11,1% y el 6,3% inactivos; la ocupación femenina representó el
40,6%, dedicada al hogar el 37,7% y de desempleadas del 8,5%.

- A medida que aumentó la posición económica del hogar se aumentó la proporción de


personas que laboran, así como la proporción estudiantil y disminuyeron los
desempleados en busca de trabajo y las personas dedicadas a los oficios del hogar;
esto puede estar mostrando la inserción de la población femenina en la fuerza laboral
para el sostenimiento del hogar y, la disminución en la composición familiar, puesto
que disminuyó el número de hijos a medida que se aumentó el estrato
socioeconómico de la vivienda.

- El 52% de los adultos masculinos son empleados dependientes y el 37% empleados


independientes, posiblemente esta última condición hace que un 43% labore sin
contrato de trabajo. Para el 56% de los hombres, sus ingresos los derivó del sueldo o
salario que recibe por la prestación de su fuerza de trabajo en la actividad económica
del país y el 15,7% lo hace a través de los aportes de sus familiares; el ingreso total
en el último mes presentó una mediana de $420.000, el 59% presentó algún
patrimonio representado principalmente en propiedad raíz o vehículo y
aproximadamente dos personas dependen económicamente de él.

- El 49% de la ocupación laboral femenina es de empleadas dependientes y el 36%


empleadas independientes y lo hacen sin contrato de trabajo el 51% de ellas. El 36%
de las mujeres adultas perciben ingresos a través de fuentes informales como lo son
los aportes familiares y el 33% a través del sueldo o salario; para el 50% de la
población femenina el salario ascendió a $350.000 o menos; el 58% registró algún
patrimonio representado principalmente en propiedad raíz y vehículo, pero presenta
una superioridad proporcional en lo relacionado a las rentas a sabiendas que solo una
de cada tres mujeres percibe ingresos salariales.

- Un 11% de la población adulta de la ciudad no tiene ninguna fuente de ingresos, las


mujeres sin ingresos totales en el último mes fueron el 14% y los hombres el 7%; esto
equivale a decir, que por cada hombre sin ingresos mensuales existen dos mujeres en
la misma condición, que les garanticen un nivel de vida aceptable y una calidad de
vida digna. Si se adicionan las personas que derivan sus ingresos de fuentes
familiares, entonces se tiene un 38% de personas entre 20 y 64 años que no tienen
ingresos regulares ni programados, en las mujeres esta proporción asciende al 50% y
en los hombres al 22%.

- Se observó desigualdad en las características socioeconómicas según sexo, estando


las mujeres en condiciones más desventajosas que los hombres, respecto a ingresos,
contratación y formación educativa; situación que les resta posibilidades de tener
mejores condiciones de vida al hallarse 100 mujeres adultas sin ingresos por 44
hombres adultos sin ingresos y solo dos de cada cinco mujeres adultas están en el
mercado laboral productivo.

174
8.1.2 Condiciones de salud de los adultos de 20 a 64 años de Medellín: morbilidad sentida
en el año 2005, morbilidad atendida por consulta externa, urgencia y hospitalización
de los años 1999-2001, y mortalidad en la década 1994-2003, según sexo, causa y
grupo de edad.

- Según la morbilidad sentida, el 25% de los hombres adultos de la ciudad presentó


alguna enfermedad, accidente o algún otro problema de salud en el último mes, pero
sólo el 15% consulto a un profesional de la salud; es decir, el 10% de la población
masculina que percibió alguna molestia en su salud no consultó; más aún, el 19% del
total de adultos masculinos usó medicamentos sin que fuesen recetados por médico u
odontólogo. El 32% de la población adulta femenina de la ciudad presentó enfermedad
o accidente en el último mes y el 22% acudió a consulta con algún profesional;
igualmente, el 10% de las mujeres que percibieron problemas de salud no consultaron
a galeno alguno y el 15% consumió medicamentos sin que mediara previamente una
consulta médica u odontológica

- El 72,4% de la morbilidad sentida por los hombres de 20 a 64 años en el último mes,


se distribuyó entre signos, síntomas, dolencias y sensaciones dolorosas que afectan
cinco (5) sistemas del cuerpo humano, así: enfermedades infecciosas y parasitarias,
del sistema respiratorio, del sistema osteomuscular y del tejido, del sistema digestivo y
del sistema circulatorio. Las mujeres que presentaron alguna enfermedad en el último
mes distribuyeron el 60,7% de enfermedades en cinco (5) principales sistemas
orgánicos, así: sistema respiratorio, infecciosas y parasitarias, del sistema
osteomuscular y del tejido, del digestivo y causas externas relacionadas con
accidentes de transporte.

- El 61% de los hombres adultos de la ciudad se practican consultas preventivas


médicas y odontológicas, sin estar enfermos, por lo menos una vez al año; y en el
caso de las mujeres adultas, el 72% de éstas acuden regularmente a las consultas
preventivas.

- Según la morbilidad atendida, en el servicio de consulta externa, se evidenció diversas


patologías año tras año en la población adulta de Medellín entre 20 y 64 años cuya
proporción de incidencia de estas varía de un año a otro, excepto en el caso de el
tumor maligno de mama, padecido por las mujeres de 45 a 64 años durante los año
1999 al 2001 y la hiperplasia de la próstata, enfermedad propia de los hombres
adultos medios y que igualmente se presentó durante todo el periodo anteriormente
mencionado.

- También se encontró la alta participación de las enfermedades crónicas dentro de las


cinco primeras afecciones de la población de 45 a 64 años de edad, ya que la
hipertensión esencial se hace presente como la principal causa de consulta externa
tanto para hombres como para las mujeres de éste grupo de edad que hicieron uso
del servicio durante los años 1999, 2000 y 2001. Así mismo la diabetes mellitus se
encuentra entre las cinco primeras posiciones en los años analizados.

- Las causas que presentaron el mayor porcentaje de representatividad dentro del perfil
de morbilidad de la población adulta femenina, fueron las complicaciones del

175
embarazo, parto y puerperio, que en el servicio de hospitalización fue la principal
atención en mujeres entre 20 y 44 años.

- En el servicio de urgencias se encontró que los hombres entre 20 y 44 años, hicieron


uso por diversas razones, ya que en el período estudiado se presentaron trece causas
diferentes entres las cinco primeras; es decir, solo fueron comunes la gastritis aguda,
y la amigdalitis, faringitis y rinofaringitis aguda.

- En la década de 1994 a 2003 la tasa promedio de mortalidad para la población adulta


fue de 497 fallecimientos por cien mil habitantes en edades de 20 a 64 años; la más
alta se presentó en el año 1994 con 638 fallecimientos por cien mil habitantes y la más
baja en el 2003 con 362 muertes por cien mil. Los hombres presentaron un riesgo de
morir 3,5 veces el riesgo de las mujeres, siendo el más alto en el año 1994 con 4,3 y
el grupo de edad de mayor riesgo fue el de 60 a 64 años.

- Los hombres fallecidos eran principalmente solteros con un riesgo mayor que las
mujeres solteras fallecidas (OR=2,08); por su parte, el estado civil de las mujeres fue
principalmente de casadas con un riesgo mayor que el presentado por los hombres
casados fallecidos (OR=1,32).

- El grado de escolaridad alcanzado por ambos sexos es a nivel de secundaria para un


82% de las personas de 20 a 64 años fallecidas en Medellín en la década estudiada.

- Según la lista OPS 6/67, el 58,7% de los hombres adultos fallecidos tuvieron su origen
en una causa externa en su deceso y el 10,6% derivadas de enfermedades del
sistema circulatorio; las defunciones de las mujeres adultas tuvieron como su origen
en los tumores o neoplasias en un 28,9% seguidas por el 20,9% de enfermedades del
sistema circulatorio. Esta información muestra el mayor riesgo al que están expuestos
los hombres de morir por causa violenta inflingida o autoinflingida que las mujeres
(OR=7,73) y las mujeres presentan un riesgo mayor que los hombres de morir a causa
de tumor o neoplasia (OR=4,66); también el riesgo de morir por enfermedades
transmisibles es del 30% más alto en los hombres (OR=1,30).

- No se evidenció tendencia en la tasa de mortalidad en los hombres adultos de la


ciudad según el grupo de edad; pero si se presentó tendencia positiva en la tasa de
mortalidad de las mujeres adultas de la ciudad según el grupo de edad. O mejor, a
medida que se aumenta la edad se aumenta el riesgo de morir, conclusión lógica
derivada del ciclo de vida natural, pero esta lógica no se aplica en el sexo masculino,
donde el riesgo de morir es alto en la etapa del adulto joven, se disminuye hasta los
35 años y a partir de los 45 inicia nuevamente el ascenso hasta los 64 años
analizados.

- La ganancia en años de esperanza de vida es mayor en los hombres que en las


mujeres, sobre todo en los años del adulto joven; a partir de la etapa del adulto medio
no se registra ganancia alguna y se conserva estable hasta terminar el período;
mientras la esperanza de vida de las mujeres decrece a partir de los 50 años de edad
y pierde un año cuando llega al grupo de 60 a 64 años.

176
- Durante los diez años de estudio los hombres adultos entre 15 y 65 años aportaron
más años potenciales de vida que las mujeres en esta misma edad; en el año 1994 se
perdieron 97 años por cada mil personas, mientras los hombres aportaron 158 años
por mil habitantes masculinos, las mujeres aportaron 44 años, es decir, 3,6 veces los
años aportados por los hombres y así sucede en el período de estudio. El año que
menor relación presentó fue el 2003, con 2,6 veces los años por cada mil habitantes
aportados por la población de sexo masculino.

- Respecto a las condiciones de salud se observan diferencias en hombres y mujeres,


estando en condiciones más desventajosas la población masculina, pues la tasa de
mortalidad es mayor que la de las mujeres, principalmente por causas externas en
edades más tempranas de la vida; en morbilidad sentida, es mayor el porcentaje de
mujeres adultas que perciben estados mórbidos, son atendidas en porcentajes
superiores y son a su vez las que realizan visitas preventivas a médicos y
odontólogos, por lo menos una vez al año, mientras los hombres utilizan en mayor
medida la automedicación.

8.1.3 Afiliación al Sistema General de Seguridad Social de hombres y mujeres de 20 a 64


años de la ciudad en el año 2005.

- El 84% de los hombres se encuentran afiliados al Sistema General de Seguridad


Social en Salud, el 59% hace parte del régimen contributivo y el 20% al régimen
subsidiado, como vinculado permanece el 4% y las razones que se esgrimen para no
hacerlo es la falta de un empleo estable o por falta de dinero. Es decir, el 16,5% de los
adultos de 20 a 64 años de edad no está afiliado al SGSSS.

- El 85% de las mujeres adultas de Medellín están afiliadas al SGSSS de las cuales el
58% pertenece al régimen contributivo y el 23% al régimen subsidiado, el 3,5% es
población vulnerable y no afiliadas está el 15%, entre las razones atribuibles a la no
afiliación están relacionadas con la falta de trabajo en una empresa y falta de dinero.

- A fondos de pensiones se encuentra afiliado el 46% de los hombres adultos y un 41%


está en una administradora de riesgos profesionales; es llamativo que el 26,5% de las
mujeres adultas esté afiliadas a un fondo de pensiones y el 19% tienen administradora
de riesgos profesionales. La diferencia de proporciones en la afiliación de hombres y
mujeres es de 19,5% respecto a las pensiones y el 21% a una administradora de
riesgos profesionales.

- Por accidente de trabajo se afectó el 5% de la población entre 20 y 64 años de edad y


el 2% por enfermedad profesional; el accidente se presentó en mayor proporción de la
población masculina, en una relación 2:1, donde por cada mujer adulta accidentada en
su lugar de trabajo se dieron dos accidentes en hombres adultos que laboran; las
enfermedades de origen profesional se dieron principalmente en población femenina.

- La valoración de los servicios de salud, según calidad, accesibilidad y atención


tuvieron una calificación satisfactoria de 77% cada una de las características. La
población masculina está satisfecha en un 76,5% con la atención que recibe en los
servicios de salud, el 77,2% con el acceso y el 77,8% con la calidad; es decir, la
satisfacción con las instituciones prestadoras de servicios de salud es altamente

177
satisfactoria. La población femenina valoró con un 76,5% la atención recibida en los
servicios de salud al que están afiliadas, con 78% el acceso y con 77% la calidad; es
decir, tres de cuatro usuarias está contenta con lo recibido en las instituciones de
salud a las que está afiliada.

- Al Sistema General de Seguridad Social SGSS la población adulta de la ciudad, en


cuanto a salud el 16% no se encuentra afiliado, a pensiones el 65% no está en ningún
fondo, pero es mayor la diferencia en el sexo femenino con el 73%, y en las
administradoras de riesgos profesionales no están afiliados el 79% de los adultos,
pero las mujeres el 81%.

- Según el estrato socioeconómico, la afiliación al SGSSS en el régimen contributivo


aumenta a medida que se asciende en la jerarquización de la vivienda, en los
diferentes niveles; los hombres adultos aumentan su afiliación como contributivos de
46% en el estrato bajo bajo a 89% en el alto y como subsidiados pasan de 30% en el
primer estrato a 2% en el quinto estrato. Las mujeres adultas también aumentan su
afiliación al régimen contributivo con el crecimiento de los estratos, pasando de 17% a
94% y disminuyen en el régimen subsidiado del 70% en el estrato bajo bajo al 3% en
el medio alto.

- En los aspectos relacionados con la seguridad social, no existe diferencia por sexo en
la afiliación al SGSSS pero si es evidente el 20% de diferencia en la afiliación de la
población adulta masculina de 20 a 64 años, a los fondos de pensiones y a las
administradoras de riesgos profesionales, respecto a la afiliación de población
femenina.

8.1.4 Condiciones del entorno físico en que viven los hombres y las mujeres de 20 a 64
años, de la ciudad de Medellín en el año 2005.

- La tenencia de la vivienda donde habita la población adulta masculina de la ciudad es


del 56,3% en calidad de propietario y una de cada tres es arrendada; las paredes son
predominantemente en ladrillo o bloque (95%), el piso en baldosa y cemento (69%), el
techo está construido en cemento (65%) y una de cada tres tiene teja de barro; posee
los servicio público de recolección de basuras (97%) además de tener habilitado:
energía (96%), acueducto (95%), alcantarillado (96%), teléfono (91%), televisión por
cable (58%), celular (44%), gasoducto (43%) e Internet (22%).

- Las residencias de la población adulta femenina hace parte de su patrimonio al ser


propietarias en un 56% y al igual que sucede en la población masculina, la tenencia
como arrendadores se da en una de cada tres viviendas. Los materiales con que está
construida, es en mayor proporción las paredes de ladrillo o bloque (97%), el piso en
baldosa o cemento (71%), el techo en cemento (68%); la recolección de las basuras
tiene una cobertura del 99%, y tener habilitado los servicios públicos de: energía
(92%), acueducto (92%), red de alcantarillado (92%), telefonía (87%), televisión por
cable (55%), redes de gas (39%), celular (38%) e internet (21%).

- Se encontró un 21% de las viviendas de los hombres y un 25% de las viviendas de las
mujeres ubicadas en zonas de riesgo o expuesta a problemas principalmente de tipo
ambiental como polución, ruido y polvo, además de las ubicadas en zonas vulnerables

178
para desastres naturales y para el 11% los riesgos se deben a problemas de
inseguridad del sector donde está ubicada la vivienda. Existe una proporción mayor de
residencias de mujeres ubicadas en zonas de riesgo.

- Se presentan diferencias en la utilización de los medios de transporte, entre hombres


y mujeres, para desplazarse por la ciudad; el 54,6% de los adultos utiliza el bus o
colectivo pero las mujeres lo utilizan un 12% más que los hombres, el vehículo
particular es usado por un 12% de las personas de 20 a 64 años pero los hombres lo
utilizan un 8% más que las mujeres, los vehículos públicos tipo taxi es utilizado por el
9,4% del total de adultos pero las mujeres tienen un 7% más uso, y las motos son
utilizadas por el 7,3% pero la diferencia entre la proporción de hombres que utilizan
este medio frente a la proporción de mujeres es de 9%.

- La satisfacción con el entorno físico de la vivienda es superior al 87%, sin que se


presenten diferencias en la percepción de hombres y mujeres; respecto al lugar donde
vive la valoración es del 88% en ambos sexos, con relación al vecindario la
satisfacción es del 87% y con el medio de transporte utilizado es del 91%.

- En el aspecto del entorno físico donde vive la población de 20 a 64 años de edad, se


presentan diferencias por sexo en la habilitación de los servicios públicos, siendo
menores las coberturas en las residencias de la población femenina y, según el sector
donde están ubicadas las viviendas, las pertenecientes a las mujeres se encuentran
ubicadas en zonas de mayor riesgo que pone en peligro su integridad y la de sus
familias.

- Esta investigación aporta elementos relevantes que podrían indicar desigualdades por
sexo, a saber: dos de cada cinco mujeres están en el mercado laboral productivo y
otras dos están dedicadas al hogar, el 14% no percibe ningún ingreso y adicionando
las que los derivan de familiares se estaría hablando de un 50% de mujeres adultas
que no tienen ingresos que les permita acceder a unas mejores condiciones de vida,
como es el caso de una vivienda en sitios más seguros de la ciudad y con servicios
públicos instalados y funcionando.

8.2 Satisfacción con la vida

8.2.1 Características sociales de la población de 20 a 64 años de la ciudad en el 2005,


según sexo.

- El 57,4% de los hombres adultos de 20 a 64 años de Medellín ocupan la posición


familiar de jefe de hogar, mantiene relaciones cordiales con los demás miembros del
hogar en un 91% y en igual proporción se siente respaldad por ellos cuando requiere
de su apoyo. De las redes de apoyo social secundarias, el 82% está satisfecho con el
acompañamiento de sus amigos y el llamativo que solo el 24% participe en
organizaciones comunitarias principalmente en actividades deportivas o religiosas.

- Las mujeres cabeza de familia equivalen a una proporción del 34%, pero su
desempeño protagónico en el hogar es principalmente en el rol de cónyuge o
compañera del jefe de hogar para un 38% de las mujeres adultas de la ciudad; el 90%
de ellas sostiene relaciones buenas y excelentes con los demás miembros de su

179
hogar y se sienten satisfechas con el apoyo recibido por ellos en un 87%. Respecto a
la satisfacción con el apoyo recibido de los amigos, el 78% de las mujeres están
satisfechas con ellas y el 25% participa en organizaciones comunitarias como grupos
religiosos, principalmente.

- Respecto a los ingresos totales de un jefe de hogar, se encontró que el 30% de los
hogares con jefatura masculina perciben un salario mínimo o menos en el mes en
cambio esa misma proporción de hogares con jefatura femenina percibe la mitad de
un salario mínimo o menos y solo alcanzan un ingreso de $360.000 o menos el 50%
de las mujeres adultas jefes de hogares. En promedio perciben $400.000 pero un
5,5% ni recibe ingreso alguno, los hombres reciben $500.000 en promedio y solo un
2,5% de esta población no los tiene, mientras la jefa femenina recibe en promedio
$360.000 y el 9,6% no percibe ingresos.

- El apoyo recibido de la familia y de los amigos fue valorada como satisfactoria en


todos los estratos socioeconómicos, pero se evidencia un soporte moral más efectivo
de la familia tanto para hombres como para mujeres, y además es mayor la
satisfacción del sexo masculino que del femenino, con el apoyo recibido. En el caso
de las mujeres adultas, es llamativo que dicha satisfacción no supere el 80% en el
estrato bajo bajo y en los demás, solo se traspasa la barrera del 90% en el estrato alto
con ambos soportes afectivos, y en el familiar en el estrato medio. Los hombres
adultos, por su parte, manifestaron una satisfacción superior al 90% con el apoyo
recibido de la familia en todos los estratos con excepción de los residentes en el
estrato seis de la ciudad.

- En cuando a las relaciones social según sexo, los hombres y mujeres presentan
diferencias en el rol que ocupan en la familia y por ende en la sociedad; los hombres
jóvenes pasan de ser hijos a jefe de hogar, las mujeres de hijas pasan a ocupar el
puesto de cónyuges; es significativo como una de cada tres mujeres adultas de la
ciudad alcanzó este reconocimiento familiar, pero tienen bajo su haber la
responsabilidad de sacar adelante una familia y ser un agente productivo del mercado
laboral, desempeñando dos o tres roles simultáneamente.

- El 11,8% de la población de 20 a 64 años fue víctimas de algún tipo de delito, en


último año, siendo los hombres mayormente afectados (14%) que las mujeres (10%).
El principal delito grave sufrido fue por hurto o robo (8%), lesiones personales (2%) y
extorsión o chantaje (1%).

- En este aspecto, la calidad de vida de las mujeres adultas que ocupan la posición de
jefes de hogar es la más deteriorada que sus homólogos masculinos, pues se
observan diferencias en el ingreso total del último mes, mientras el 10% de los
hombres adultos reciben cien mil pesos o menos, esta misma proporción de mujeres
percibe cinco mil pesos y así se conserva esta diferencia persiste hasta el 80% donde
se igualan los ingresos de los jefes de hogar en un millón de pesos o menos.

180
8.2.2 Aspectos personales según sexo, relacionados con conductas, hábitos y
satisfacciones de los adultos de 20 a 64 años de Medellín, en el año 2005.

- El 58% de los hombres adultos de la ciudad practican actividad física, el 54% con una
periodicidad semanal y el 35% lo hacen diariamente; el 43% de las mujeres adultas
realizan actividad física y de ellas el 53% lo hace semanalmente y el 35% diariamente.
En promedio practican tres horas cuando la regularidad es semanal y dos horas
cuando lo hacen todos los días.

- El consumo de sustancias psicoactivas es principalmente de alcohol, cigarrillo y


marihuana, también consumen otras sustancias pero de forma esporádica. El alcohol
es consumido por el 60% de las personas de 20 a 64 años, siendo mayor la
proporción de hombres consumidores que la proporción de mujeres consumidoras en
un 27%, pero el 48% lo usa de forma ocasional. El cigarrillo es utilizado por el 38% de
los adultos y la diferencia entre el consumo de hombres frente al de mujeres es del
9%, el 14% lo consumen de forma habitual y la marihuana es usada por el 10% de los
adultos, con una diferencia de 4% entre el consumo masculino del femenino y su uso
es de forma ocasional.

- La sensación de tristeza o síntomas de trastorno depresivo en los últimos quince días


fue percibido por el 45% de los adultos de la ciudad, una de cada dos mujeres adultas
se ha sentido deprimida, con una diferencia de 12% frente a los adultos masculinos
que se sintieron deprimidos (38%); es decir, por cada cien hombres que sintieron
estos síntomas se encontraron 163 mujeres con los mismos.

- Los aspectos que mayor preocupación generaron en los adultos fueron los
económicos (55%) por el impacto que tiene en la estabilidad laboral, reformas
pensionales y laborales, modalidades de contratación, estímulos e incentivos
económicos que le permiten satisfacer las necesidades básicas además de
complementar con elementos suntuarios que le generan gratificación y comodidad
personal y familiar, y mejoran su calidad de vida por estar a nivel de los estándares
culturales de una buena vida, le siguen los aspectos familiares (25%) y están allí
incluidos la felicidad, salud y educación de sus seres más queridos; en tercer lugar de
preocupación están los afectivos (7%) relacionados con las relaciones del adulto con
sus pares afectivos, amigos, compañeros y conocidos; luego están las sociales (5%),
de salud (2%), morales (2%), entre otras preocupaciones.

- Según el nivel socioeconómico de la vivienda varían las fuentes de preocupación de


los adultos, las de tipo económico disminuyen a medida que se aumenta el estrato y
en forma contraria se aumentan las tensiones por problemas familiares y afectivos. En
todos los estratos las preocupaciones giran en torno a los aspectos económicos, tanto
para hombres como para mujeres, pero es menor esta preocupación en el sexo
femenino aumentándose las familiares.

- La satisfacción del ser humano con las diferentes fuentes analizadas en este estudio,
mostraron variaciones positivas a medida que se ascendía en el estrato de la ciudad;
es decir, la percepción sobre uno u otro aspecto estaba mediado por la condición
socioeconómica de la vivienda, más no estaba muy influido por condiciones biológicas

181
(sexo, edad), psicológicas (tristeza), de salud (enfermedad, discapacidad), sociales
(estado civil, rol, violencia).

- En los aspectos personales no se presentaron grandes diferencias entre hombres y


mujeres, pero si se evidenciaron mayores proporciones de población masculina que
practican alguna actividad física de forma periódica, mayor consumo de sustancias
psicoactivas principalmente de manera ocasional y mayores satisfactores personales,
sociales y afectivos, que le aportan mayor satisfacción a la vida y pueden ser
indicativos de una condición vulnerable de la población femenina, con mayores
sentimientos de tristeza.

- En cuanto a la satisfacción con la vida no se presentaron diferencias significativas


según sexo, por cuanto las proporciones de satisfacción fueron similares para
hombres y mujeres, siendo mejor valorados los aspectos personales y en menor
medida los aspectos económicos.

8.3 Calidad de vida

8.3.1 Determinar cuales características explican la calidad de vida de los hombres y las
mujeres, de 20 a 64 años de la ciudad de Medellín en el año 2005.

- Los adultos de 20 a 64 años fueron analizados desde diferentes aspectos presentes


para determinar su calidad de vida actual, dados desde las condiciones de vida y la
satisfacción con la vida, pero no se puede olvidar el aporte de las expectativas
pasadas y futuras puesto que ello indica la satisfacción con algunos aspectos de su
vida hoy en día. Según los adultos de Medellín, su situación actual respecto a las
expectativas de hace 10 años ha mejorado para un 56,5%, siendo similar para
hombres (57%) y mujeres (56%), y sus expectativas futuras serán mejores a las
actuales para el 72% de ambos sexos.

- El estrato socioeconómico de la vivienda está relacionado con el cumplimiento de las


expectativas, respecto a las de hace 10 años se aumentaron a medida que se
ascendió en jerarquía económica, cambió la percepción hacia la mejoría en la calidad
de vida, mejoras en sus condiciones de vida o una mayor satisfacción con esas
condiciones de vida que le agregar valor a la vida. En las expectativas futuras, con el
cambio de estrato se observó un ambiente de optimismo y tranquilidad esperanzadora
que a 10 años la situación actual se transformará en beneficio para si mismo, para sus
familiares, amigos y para la sociedad en general.

- La percepción sobre la calidad de vida actual con respecto a las expectativas pasadas
y futuras, varía a medida que se aumenta en los años de vida disminuyendo la
esperanza y el optimismo; por ejemplo, para los hombres de 20 a 24 años la calidad
de vida había mejorado en un 60% y bajó a menos del 30% en la población adulta
medio de 60 a 64 años, y aquellos que consideraron que había empeorado pasaron
del 30% al más del 70% en los mayores de 60 años. En las mujeres la percepción
sobre la calidad de vida también disminuyó a medida que se aumentó en años, pero
en menor medida, el 60% de las jóvenes de 20 a 24 años consideraron que habían
tenido mejoras hasta un 40% a la edad de 60 a 64 años y se deterioró según el 38%
en las mujeres de 35 a 39 años a 57% en adultas de 60 a 64 años.

182
- En general, la población adulta valoró por encima de 75% los diferentes de la calidad
de vida, con excepción de la situación económica actual que alcanzó un 39% y la
seguridad social con el 64%. Por sexo las diferencias en la favorabilidad de los
diferentes aspectos fue superior en la población masculina, solo se observó
proporciones superiores en población femenina en los dos aspectos que obtuvieron
mayores grados de desfavorabilidad: situación económica y seguridad social.

- La calidad de vida actual fue calificada con un 77,3% superior la valoración en los
hombres (78%) frente a un (77%) (499.487) de las mujeres; el aspecto mejor
calificado, por ambos sexos, fue la vida personal con un 80% obteniendo 81% los
adultos masculinos y 79% las adultas femeninas.

- Según el análisis multivariado de componentes principales, la calidad de vida de los


hombres de 20 y 64 años de la ciudad de Medellín en el año 2005, está explicada en
un 28,2% principalmente por dos componentes principales: 1) la combinación de
aspectos personales, físicos y de seguridad social, y 2) condiciones laborales y los
servicios públicos complementarios. La calidad de vida de las mujeres entre 20 y 64
años de la ciudad de Medellín en el año 2005, según el análisis factorial, está
explicada en un 22% por tres componentes principales: 1) aspectos económicos y
laborales, 2) condiciones de la vivienda, y 3) riesgos a los se encuentra expuesta la
vivienda.

- Este mismo modelo mostró que en general, la calidad de vida de los adultos de la
ciudad de Medellín es explicada en un 18,5% por cuatro componentes: dos
relacionados con los aspectos personales y de seguridad social o aspectos subjetivos
de la calidad de vida, y dos relacionados con las condiciones de vida del entorno físico
y económicos o aspectos objetivos de la calidad de vida.

- La exploración realizada para mirar las variaciones de la calidad de vida actual, según
los diferentes aspectos mediante un modelo de regresión logística (no ajustado)
mostró que ésta está dada principalmente por la percepción y satisfacción de los
aspectos personales, económicos, entorno físico de la vivienda y condición de salud;
no aportan en su explicación las características que tienen que ver con su vida social
ni las de atención en salud. Para los hombres adultos, la calidad de vida actual está
explicada en un 82,1% por los aspectos económicos, del entorno físico de la vivienda,
aspectos personales, sociales y por último las condiciones de salud; las mujeres
adultas, por su parte, tienen una calidad de vida actual explicada en un 82,8% por los
aspectos personales, económicos y del entono físico de la vivienda.

- Estos hallazgos apoyan la definición de calidad de vida de la Organización Mundial de


la Salud que la considera como una percepción individual según las oportunidades,
deseos o preferencias; donde las satisfacciones dadas por los bienes materiales son
medios -no fines- del bienestar de las personas y también validan la definición de
calidad de vida del proyecto, entendiéndola como un fenómeno social complejo y un
proceso de percepción personal del nivel de bienestar alcanzado a través de la
combinación de las condiciones de vida (variables objetivas que se pueden medir
independientemente de los sentimientos) y el grado de satisfacción con la vida

183
(variables subjetivas que dependen de los sentimientos y solo se pueden mirar a
través de los interesados.

- La calidad de vida se debe mirar desde dos puntos: la parte individual (privada) y la
parte colectiva (pública); desde lo individual o privada es importante mirar: percepción,
sentido de vida, utilidad, valoración, felicidad, satisfacción de necesidades y demás
aspectos subjetivos que son difícilmente cuantificables, pero que hacen que una vida
tenga calidad con responsabilidad moral. Desde lo colectivo o público es fundamental
determinar el contexto cultural en el que vive, crece y se desarrolla un individuo pues
en él se concentra un capital humano, que responde a significados que él mismo ha
tejido con el apoyo de los demás y que corresponden a la trama de sentido de los
eventos de la vida cotidiana, y le permiten valorarla al poder contrastarla con criterios
colectivamente válidos en la sociedad en que vive.

- El aporte al conocimiento de esta investigación sobre calidad de vida, además de


información puntual sobre condiciones de vida, es la desmitificación del paradigma
económico, culturalmente validado como el estándar de vida óptimo que reproducidos
una y otra vez, han dejado de lado aspectos tan importantes para la vida humana
como las relaciones interpersonales que lo hacen ser social; el comportamiento
individual que afecta a una población por su responsabilidad moral; la satisfacción de
las diversas necesidades humanas, valoración de cada necesidad y su
correspondiente satisfactor; los derechos fundamentales de libertad, igualdad y
disfrute de las condiciones de vida que le permitan llevar una vida digna; dignidad que
se busca a través del bienestar.

- También se concluye que las encuestas que tengan como objetivo medir la calidad de
vida de una población, deberán incluir la percepción individual y valoración que de su
propia vida tenga cada persona, además de definir claramente el sustento teórico de
la definición seleccionada, pues la calidad de vida está conformada por múltiples
aspectos que influyen en mayor o menor medida en dicha percepción, dados desde la
definición de bienestar de los grupos sociales, la cultura en la que se enmarque, las
capacidades para la realización del ser humano, las aspiraciones, sueños e ideales y
la oportunidad para alcanzarlos, la satisfacción de las necesidades básicas en las
comunidades y el acceso a un trabajo bien remunerado; todo en un marco de respeto,
libertad, oportunidad e igualdad para el disfrute de una vida con calidad o una vida
digna de ser vivida.

184
9. Recomendaciones

Las recomendaciones derivadas del estudio sobre la calidad de vida de la población


adulta de Medellín, teniendo en cuenta las diferencias existentes entre hombres y mujeres
de 20 a 64 años, se plantean para los diferentes actores involucrados en su
mejoramiento, como son: entes gubernamentales, académicos, sociales, productivos y
ciudadanía en general.

9.1 Organismos gubernamentales

Para los organismos gubernamentales, el conocimiento de los cambios en las variables


demográficas: fecundidad, mortalidad y migraciones, y sus consecuencias en la estructura
por edades de la población, son insumos de vital interés para la planificación de los
recursos del sector salud, del sector educativo y de planeación municipal, puesto que la
información permite identificar la magnitud de la población vulnerable expuesta a riesgos y
las demandas institucionales potenciales.

- La migración de la población de 20 a 64 años del 5,3% es un indicativo de la movilidad


interna de las poblaciones que demandan salud, empleo, seguridad social, seguridad
civil y defensa de los derechos humanos; en este sentido, la Secretaría de Gobierno
deberá constituir una dependencia que se encargue de monitorear las condiciones de
vida de la población que se desplaza a la ciudad, los sitios seleccionados para su
ubicación, las viviendas que construye, la capacidad de los establecimientos
educativos para recibir los recién llegados, los sistemas de salud que acudirán, la
fuerza de trabajo con que se disponga y la asistencia social que se les pueda brindar.

- La población adulta femenina presenta menores ingresos en el desempeño de un


mismo oficio o actividad desarrollado por los hombres; por ello, la Oficina de la Mujer
deberá trascender la salud sexual y reproductiva como única problemática de la mujer
y articular esfuerzos con otras dependencias municipales y departamentales, con el fin
de atender las necesidades de las mujeres adultas, viudas y mujeres cabeza de
familia, puesto que el 34% son jefes de hogar y el 50% no perciben ingresos o los
reciben de sus familias.

- La población masculina también presenta situaciones económicas y de salud que


deben ser atendidas; el 22% no recibe ingresos o son aportes familiares, tienen un
mayor número de personas dependientes, presentan mayores consumos de
sustancias psicoactivas y es la población adulta joven (de 20 a 44 años) es quien más
aporta a las tasas de mortalidad; como alternativa de solución, las Secretaría de Salud
y de Educación deberán diseñar programas de promoción de la salud donde se de a
conocer a los adultos joven y medio, los factores de riesgo asociados al consumo de
sustancias y sus consecuencias como enfermedad y violencia; la mortalidad materna y
los factores desencadenantes; los factores protectores para prevenir las
enfermedades cardiovasculares, primeras a nivel nacional.

185
- Además, como el consumo de alcohol está asociado a una mayor accidentalidad en
vehículos de motor, a las agresiones personales, al suicidio y a la violencia
intrafamiliar, entonces de puede controlar su consumo con medidas tomadas desde la
Secretaría de Gobierno y el Concejo Municipal: fijación de una edad mínima legal para
comprar bebidas alcohólicas, restricciones en el horario y los días de venta, limitar la
constitución de estanquillos, sectores de la ciudad para estos establecimientos
públicos; mayores impuestos al alcohol pues un valor bajo incentiva su compra,
controles más efectivos de alcoholemia; disminución de los límites de alcoholemia
permitidos; suspensión del permiso de conducir para los conductores, y demás
campañas de salud pública que eduquen la comunidad en los riesgos a los que se
exponen ellos y los peatones.

9.2 Sectores académicos

Los medios académicos requieren del conocimiento sobre la calidad de vida de las
diferentes poblaciones, puesto que es una forma de dotar de información a los demás
entes sociales, de las problemáticas vividas y sus posibles soluciones.

- Las investigaciones realizadas en población vulnerable excluye el tema de los adultos


(20 a 64 años), por considerar que son grupos homogéneos, sin mayores
complicaciones y con los medios suficientes para solucionar sus problemas. A través
de esta investigación se encontró que existen diferencias entre los grupos
poblacionales independiente de la edad, como: hombres/mujeres, jóvenes/adultos,
solteros/casados, trabajadores/desempleados, inmigrantes/emigrantes, entre otros
que determinan la manera en que vive, enferma y muere cada persona; por tal razón,
se deben fomentar investigaciones encaminadas a analizar la situación económica,
social, de salud y de seguridad social de cada grupo, según sus propias
características, tanto individuales como colectivas y culturales.

- Ahondar en las implicaciones futuras por el incremento en la población adulta de la


ciudad que mañana será adulta mayor, debido a cambios derivados de la transición
demográfica, la polarización epidemiológica, la globalización y las telecomunicaciones,
para así ser más proactivos y menos reactivos a las problemáticas sociales, cuando
en 50 años la ciudad se enfrente a un hecho sin precedentes en la historia de la
humanidad: la población adulta mayor será más que la población joven, con los
cambios inherentes de toda índole.

- Formar recurso humano para la atención en salud, de personas con enfermedades


crónico-degenerativas, como las del sistema circulatorio que son la principal causa de
la población mayor de 45 años, pero se evidencia la afectación a personas cada vez
más jóvenes, y algunas enfermedades infecciosas como el VIH, ubicada entre las
primeros cinco causas de muerte en la población adulta joven.

- Validar el instrumento de calidad de vida relacionado con la salud, diseñado por la


Organización Mundial de la Salud, tomando como referente los resultados de esta
investigación que incorporó el cuestionario en un componente de satisfacción con la
vida, por considerar que los aspectos personales son elementos importantes en la
calidad de vida de los adultos de 20 a 64 años de edad y permiten comparar la
situación local con estándares internacionales.

186
- Diseñar propuestas de investigación que den respuesta a interrogantes, tales como:
¿que significado tienen los servicios públicos en la calidad de vida de las
personas?¿como aportan en la satisfacción con la vida? ¿cómo es la calidad de vida
de grupos poblacionales específicos como jefes de hogar, migrantes? y otros que
surjan en la lectura de este informe.

9.3. Sector productivo

- Los hombres y las mujeres de 20 a 64 años son el 54% de la población


económicamente activa y se constituyen en la fuerza de trabajo de la ciudad, por lo
tanto, el conocimiento sobre el estado de salud, las condiciones en que laboran, los
riesgos a los que están expuestos en su ambiente laboral, las percepciones sobre la
protección brindada por el sistema de seguridad social y la atención que les brindan
las instituciones de salud, les permitirá disminuir el riesgo laboral, además de mejorar
su calidad de vida, a través de la valoración de su propia vida, la habilidad para
desempeñarse en el campo laboral, la capacidad de trabajo y la satisfacción con el
mismo.

- Por ello, las centrales obreras que agrupan población trabajadora, los empresarios, las
cajas de compensación y las Administradoras de Riesgos Profesionales podrán velar
por las condiciones laborales, personales y de salud de sus afiliados, a través de
programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, tanto física como
mental, y de investigaciones que indaguen por los riesgos laborales incluyendo los
psicológicos.

- La afiliación al Sistema General de Seguridad Social es mayor del 70% en salud, pero
en pensiones y en riesgos profesionales, la participación es menor en las mujeres; con
el ánimo de propiciar una igualdad de derechos, los entes rectores del sistema
deberán imponer medidas de estricto cumplimiento para empleadores y empleados,
donde se garantice la prevención de accidentes laborales y de enfermedades
profesionales y, el bienestar futuro de la población económicamente activa a través del
ahorro de sus pensiones.

9.4. Sociedad en general

Las organizaciones sociales, incluida la comunidad en general, podrán disfrutar del


conocimiento sobre la calidad de vida actual de la población adulta, tanto de sus
condiciones de vida como de la satisfacción con la vida, puesto que podrán introducir
modificaciones en comportamientos actuales que les permitan vivir una vida digna de ser
vivida.

- Los derechos y deberes que se derivan del ejercicio de ciudadanía, permite que se
adopten cambios en los estilos de vida saludable, disminución en los accidentes de
tránsito, de las agresiones de que son objeto y del consumo de sustancias; del
aumento de consultas preventivas que anticipen problemas en la salud, de la
búsqueda de la satisfacción con la vida utilizando los bienes materiales como medios
para alcanzarlos y de valorar las cosas sencillas como componentes de la calidad de
vida.

187
- Fomentar la participación de la población adulta joven y medio en las organizaciones
comunitarias como grupos políticos, deportivos, religiosos como un medio para ejercer
el derecho a la participación, a la libre afiliación y a poder disfrutar de las
oportunidades; así se aumentaría el 25% de participación de los adultos de la ciudad
en expresiones de democracia y libertad, que redundarán en su beneficio porque el
ser humano es sociable por naturaleza.

- Rescatar el principio fundador de todo contrato social la dignidad humana, como una
expresión de la vida del hombre, su racionalidad, la responsabilidad que tiene con la
sociedad y como un factor de equidad social, al reconocer las diferencias existentes
entre hombres y mujeres, sus capacidades, habilidades y aportes, sin discriminación
alguna, por sexo, edad o posición social.
(1;3-5;7;8;11-13;16;18;19;22-27;30;46;55;63;67-69;71-73;76;82;88;98-101;109;110;120;121;171-181) (2;6;6;9;9;10;15;17;21;28;35-
-
41;41;42;44;44;47-49;52;54;56-58;58-60;64;65;65;66;70;71;74;77-79;81;83-87;91-94;94-96;102-106;108;111;111-113;113-
115;115;117;117-119;122-129;131;131;134-137;137;138;138-143;143;144;144;145;145;146;146-156;158-161;163-166;168;177-
193;193;194;194;195;195;196;196-201)

188
10. Agradecimientos

A la Facultad Nacional de Salud Pública, Universidad de Antioquia, por apoyar la


realización del proyecto a través de su financiación, por el Fondo de Apoyo a la
Investigación y por el Comité para el Desarrollo de la Investigación.

A las entidades oficiales como Alcaldía de Medellín a través del Departamento


Administrativo de Planeación, Secretaría de Salud y Secretaría de Hacienda, y al
Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas DANE, por proporcionar la
información secundaria utilizada en este proyecto.

Al Grupo de Investigación Demografía y Salud por permitir que el proyecto estuviera


anidado en una de sus líneas de investigación, y a los profesores integrantes por darme
su acompañamiento constante.

Al profesor Héctor Byron Agudelo García por acompañarme como tutor cuando solo tenía
una idea vaga y motivarme a que continuara profundizando en la temática; y luego, como
asesor del trabajo de investigación, me dio la orientación adecuada y el apoyo requerido
para sacar adelante el proceso investigativo.

A mis profesores de la Maestría en Epidemiología por brindarme su sapiencia y


experiencia y a mis compañeros de programa por la oportunidad de conocerlos y
aprender de ellos.

A las jóvenes investigadoras Maylén Liseth Rojas Botero Y Johana Andrea Zapata Hoyos
y a los encuestadores que recolectaron la información primaria en todos los sectores de la
ciudad, soportando las inclemencias del tiempo y la intolerancia social.

189
11. Bibliografía referenciada

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Medellín, Secretaría de Salud Municipal. Perfil de morbilidad de la ciudad de Medellín 2001-2003.


Medellín: Alcaldía; 2003.

199
Anexo 1
Confidencial
Aspectos de la calidad de vida de la Los datos solicitados en este formulario
son estrictamente confidenciales y en

población adulta de Medellín, 2005 ningún caso será revelada la identidad de


las personas a terceros. La publicación de
resultados numéricos se realizará median-
Comparativo por sexo te agregados estadísticos, acatando la
Constitución Nacional, las leyes de la
FACULTAD NACIONAL
DE SALUD PÚBLICA
ENCUESTA POBLACIONAL república y los principios éticos.

Estrato
Comuna Barrio No. Manzana Dirección No. Formulario
socioeconómico

Edad (años
Nombre del adulto (opcional) Teléfono Sexo
cumplidos)
H M

A continuación se presentan una serie de


preguntas sobre diferentes aspectos de su 13. ¿Qué tan satisfecho(a) está con el
vida, le pedimos el favor de responderlas en 6. ¿Cuantos años aprobó en ese nivel? tiempo y la calidad del sueño reparador?
forma sincera. La respuesta es anónima, por
lo tanto, su nombre y su número telefónico 1 Altamente insatisfecho(a)
solo se tomarán con fines de control de las 2 Insatisfecho(a)
encuestas. 3 Satisfecho(a)
7. ¿Cuántos hijos(as) nacidos vivos, ha 4 Muy satisfecho(a)
En cada pregunta marque con una X sobre tenido? (sólo para mujeres) 5 Altamente satisfecho(a)
el número que corresponde a la respuesta
dada por el encuestado(a). En las casillas 1 Ninguno Pase a 10 14. ¿Se ha sentido deprimido(a) o triste en
donde se pide números, como la edad, 2 Hombres los últimos 15 días?
escriba el número correspondiente dentro de 3 Mujeres
la casilla. 1 Si
8. ¿Cuántos hijos(as) están vivos 2 No
actualmente? (sólo para mujeres)
15. ¿Cuál es el aspecto que le genera más
Aspectos Personales 1 Ninguno Pase a 10 preocupación?
2 Hombres
1. ¿Dónde nació?
3 Mujeres 1 Familiares
2 Afectivos
1 Medellín
9. ¿Cuántos hijos(as) viven con usted 3 Legales
2 Resto de Antioquia Pase a 3 actualmente? 4 Sociales
3 Resto de Colombia Pase a 3
6 Económicos
4 Otro país Pase a 3 1 Ninguno 7 Otro. Cuál?
2 Hombres
2. ¿Ha vivido todo el tiempo en Medellín? 3 Mujeres
16. ¿Qué tan satisfecho(a) está de sí
1 Si Pase a 4 10. ¿Realiza ejercicio físico regularmente? mismo?
2 No
1 Si 1 Altamente insatisfecho(a)
3. ¿Cuántos años hace que vive en 2 No Pase a 12 2 Insatisfecho(a)
Medellín, desde cuando fijó su residencia
aquí? 3 Satisfecho(a)
11. ¿Con que frecuencia y cuanto tiempo lo 4 Muy satisfecho(a)
hace habitualmente? 5 Altamente satisfecho(a)

Frecuencia No. Horas 17. ¿Qué tan satisfecho(a) está con sus
1 Diaria relaciones personales?
4. ¿Cuál es su estado civil?
2 Semanal
3 Quincenal 1 Altamente insatisfecho(a)
1 Soltero
4 Mensual 2 Insatisfecho(a)
2 Casado
5 Ocasional 3 Satisfecho(a)
3 Viudo
4 Separado / divorciado 4 Muy satisfecho(a)
12. ¿Qué tan satisfecho(a) está con el 5 Altamente satisfecho(a)
5 Unión libre tiempo que dedica al descanso?
5. ¿Cuál es el nivel educativo más alto en el 18. ¿Qué tan satisfecho(a) está con sus
1 Altamente insatisfecho(a) relaciones afectivas?
que ha estado matriculado?
2 Insatisfecho(a)
3 Satisfecho(a) 1 Altamente insatisfecho(a)
1 Ninguno Pase a 7
4 Muy satisfecho(a) 2 Insatisfecho(a)
2 Preescolar
5 Altamente satisfecho(a) 3 Satisfecho(a)
3 Primaria
4 Secundaria 4 Muy satisfecho(a)
5 Técnica 5 Altamente satisfecho(a)
6 Tecnológica
7 Universitario
8 Posgrado
25. ¿Cuál es la actividad económica de su Aspectos Sociales
19. ¿Qué tan satisfecho(a) está con su vida empresa? (solo para trabajadores)
sexual? 33. ¿Qué posición ocupa frente a la
1 Salud persona que la familia considera jefe del
1 Altamente insatisfecho(a) 2 Educación hogar?
2 Insatisfecho(a) 3 Transporte
3 Satisfecho(a) 4 Finanzas 1 Jefe(a)
4 Muy satisfecho(a) 5 Industria 2 Cónyuge / compañero(a)
5 Altamente satisfecho(a) 6 Seguridad 3 Hijo(a)
7 Comercio 4 Hermano(a)
20. ¿Qué tan satisfecho(a) está con su 8 Agricultura 5 Otro pariente
habilidad para realizar las actividades 9 Otra. Cuál? 6 Otro no pariente
de la vida diaria? 7 Empleado(a)
8 Otra. Cuál?
1 Altamente insatisfecho(a) 26. ¿Qué tipo de contrato tiene?
2 Insatisfecho(a)
3 Satisfecho(a) 1 Sin Contrato 34. ¿Si usted ha sido víctima de algún delito
4 Muy satisfecho(a) 2 Indefinido en el último año, cuál ha sido el más
5 Altamente satisfecho(a) 3 A término fijo grave?
4 Prestación de servicios
21. ¿Cuánto disfruta de la vida? 1 No
27. ¿Cuál es su principal fuente de 2 Atraco / robo / hurto
1 Nada ingresos? 3 Lesiones
2 Un poco 4 Violación
3 Lo suficiente 1 Ninguna 5 Secuestro / desaparición
4 Bastante 2 Aportes familiares 6 Extorsión / chantaje
5 Extremadamente 3 Contrato por servicios 7 Otro. Cuál?
4 Sueldo / Salario
22. Con qué frecuencia consume sustancias 5 Pensión / jubilación
psicoactivas (varias alternativas) 6 Renta 35. ¿Cómo son sus relaciones con los
7 Otra. Cuál? miembros de la familia?
Nunca

Siemp
Ocasi

menu

Sustancia 1 Malas
onal

do

re
A

28. ¿Cuál fue el valor de sus ingresos 2 Deficientes


1 Alcohol totales en el último mes? 3 Buenas
2 Tabaco 4 Excelentes
3 Marihuana
$
4 Bazuco 36. ¿Cuál es la principal organización
5 Cocaína comunitaria en la que participa?
6 Éxtasis 29. ¿Con que patrimonio cuenta? (varias
7 Benzodiacep. alternativas) 1 No participa
8 Otra. Cuál? 2 Grupo religioso
1 Ninguno 3 Programa de salud
2 Renta 4 Org. Comunitaria
3 Vehículos 5 Grupo político
Aspectos Económicos 4 Semovientes 6 Grupo deportivo
5 Propiedad Raíz 7 Grupo recreativo
23. ¿Cuál fue su actividad habitual durante 6 Otro. Cuál? 8 Grupo artístico
el último mes? 9 Otro. Cual?

1 Sin actividad Pase a 27 30. ¿Cuántas personas dependen de usted


2 Trabajando económicamente? 37. ¿Qué tan satisfecho(a) está con el apoyo
3 Buscando trabajo Pase a 27 que recibe de su familia?
4 Estudiando Pase a 27
5 Oficio del hogar Pase a 27 1 Altamente insatisfecho(a)
6 Jubilado Pase a 27 2 Insatisfecho(a)
7 Discapacitado Pase a 27 31. ¿Qué tan satisfecho(a) está con su 3 Satisfecho(a)
8 Otra. Cuál? Pase a 27 capacidad de trabajo? 4 Muy satisfecho(a)
5 Altamente satisfecho(a)
1 Altamente insatisfecho(a)
24. ¿Cuál es su ocupación u oficio actual? 2 Insatisfecho(a) 38. ¿Qué tan satisfecho(a) está con el apoyo
(solo para trabajadores) 3 Satisfecho(a) que recibe de sus amigos?
4 Muy satisfecho(a)
1 Empleada Doméstica 5 Altamente satisfecho(a) 1 Altamente insatisfecho(a)
2 Obrero 2 Insatisfecho(a)
3 Agricultor 32. ¿Qué tan satisfecho(a) está con su 3 Satisfecho(a)
4 Trab. Familiar sin remuner situación económica? 4 Muy satisfecho(a)
5 Empleado 5 Altamente satisfecho(a)
1 Altamente insatisfecho(a)
6 Patrón / Empleador
2 Insatisfecho(a)
7 Trabajador Independiente
3 Satisfecho(a)
8 Otra. Cuál?
4 Muy satisfecho(a)
5 Altamente satisfecho(a)

201
Condiciones de Salud 48. ¿Estos medicamentos fueron
formulados por médico u odontólogo? 57. ¿Qué tipo de riesgos para su salud le
39. ¿Durante los últimos 30 días presentó genera el ambiente laboral? (para
alguna enfermedad, accidente o algún 1 Si trabajadores) (varias alternativas)
otro problema de salud? 2 No
1 Ninguno
1 Si 49. ¿Quién pagó dichos medicamentos? 2 Físicos
2 No Pase a 44 3 Químicos
1 Usted 4 Psicosociales
40. ¿Qué enfermedades es? 2 Entidad aseguradora 5 Seguridad
3 Usted y la aseguradora 6 Biológicos
4 Otro. Cuál? 7 Ergonómicos
8 Otro. Cuál?

50. ¿Qué tan satisfecho(a) está con su


salud? 58. ¿Qué tan satisfecho(a) está con la
atención que recibe en los servicios de
1 Altamente insatisfecho(a) salud?
41. ¿Cuánto tiempo hace que sufre esta 2 Insatisfecho(a)
enfermedad? (días, meses o años). 3 Satisfecho(a) 1 Altamente insatisfecho(a)
(Sólo aplica a crónicas, tumorales y 4 Muy satisfecho(a) 2 Insatisfecho(a)
circulatorias) 5 Altamente satisfecho(a) 3 Satisfecho(a)
4 Muy satisfecho(a)
días meses años 5 Altamente satisfecho(a)
Aspectos de Seguridad Social
59. ¿Que tan satisfecho(a) está con el
51. ¿Está afiliado al SGSS en Salud? acceso que tiene a los servicios de
42. ¿Consulta periódicamente por esta salud?
enfermedad?
1 Si
2 No Pase a 53 1 Altamente insatisfecho(a)
1 Si
2 Insatisfecho(a)
2 No Pase a 44
52. ¿A qué régimen se encuentra 3 Satisfecho(a)
afiliado? 4 Muy satisfecho(a)
43. ¿Qué tratamiento sigue?
5 Altamente satisfecho(a)
1 Ninguno 1 Vinculado Pase a 54
2 Subsidiado Pase a 54 60. ¿Qué tan satisfecho(a) está con la
2 Farmacológico
3 Contributivo Pase a 54 calidad de los servicios de salud?
3 Psicológico
4 Otro. Cuál? 1 Altamente insatisfecho(a)
53. ¿Cuál es la razón principal por la
cual no se encuentra afiliado? 2 Insatisfecho(a)
3 Satisfecho(a)
44. ¿Durante el último año tuvo que
1 Falta de dinero 4 Muy satisfecho(a)
hospitalizarse por algún problema de
2 Mucho trámite 5 Altamente satisfecho(a)
salud?
3 No le interesa o descuido
1 Si 4 No sabe que debe afiliarse
2 No Pase a 46 5 No trabaja en empresa Aspectos del Entorno Físico
6 Espera el carné
45. ¿Cuál fue la causa más grave por la 7 Otra razón. Cuál? 61. ¿Qué tipo de vivienda ocupa?
cual estuvo hospitalizado?
1 Rancho
1 Embarazo /parto /complicac. 54. ¿Está actualmente afiliado a un fondo 2 Cuarto
2 Cirugía (lesión y accidente) de pensiones? 3 Apartamento
3 Enfermedad 4 Casa
4 Accidente de trabajo 1 Si 5 Otra. Cuál?
5 Accidente de tránsito 2 No
6 Lesiones por armas 3 NS / NR
7 Otra. Cuál? 62. ¿A quien pertenece?
55. ¿Está actualmente afiliado a una
administradora de riesgos 1 Prestada
profesionales? 2 Arrendada
46. ¿Sin estar enfermo y por prevención,
consulta al médico o al odontólogo 3 Propia
por lo menos una vez al año? 1 Si 3 Otra. Cuál?
2 No
1 Si 3 NS / NR
2 No 63. ¿Cuál es el material predominante en
56. ¿Ha sufrido algún accidente de trabajo las paredes?
47. ¿Durante los últimos 30 días usó algún o enfermedad profesional en el último
tipo de medicamento? año? 1 Materiales de desecho
2 Bahareque / caña
1 Si 1 No 3 Tapia pisada
2 No Pase a 50 2 Accidente 4 Madera
3 Enfermedad 5 Bloque / ladrillo
6 Otro. Cuál?

202
70. ¿Cuál es el tipo de transporte más 79. ¿Cómo considera que es su calidad de
64. ¿Cuál es el material predominante del utilizado por usted? vida actual respecto a la de hace 10
piso? años?
1 A pie
1 Tierra / arena 2 Bicicleta / moto 1 Ha empeorado mucho
2 Cemento 3 Bus / colectivo 2 Ha empeorado ligeramente
3 Madera 4 Metro 3 Está igual
4 Baldosa 5 Taxi 4 Ha mejorado ligeramente
5 Mármol 6 Particular 5 Ha mejorado mucho
6 Otro. Cuál? 7 Otro. Cuál?
80. ¿Cómo considera que será su calidad
de vida dentro de 10 años respecto a su
65. ¿Cuál es el material predominante del 71. ¿Qué tan satisfecho(a) está con el vida actual?
techo? transporte que utiliza?
1 Empeorará mucho
1 Desechos 1 Altamente insatisfecho(a) 2 Empeorará ligeramente
2 Teja 2 Insatisfecho(a) 3 Será igual
3 Cemento 3 Satisfecho(a) 4 Mejorará ligeramente
4 Otro. Cuál? 4 Muy satisfecho(a) 5 Mejorará mucho
5 Altamente satisfecho(a)

66. ¿Que servicios públicos tiene la 81. ¿Qué entiende usted por calidad de
vivienda? (varias alternativas) Calidad de Vida vida?

Servicio Instalado Habilitado Para las siguientes preguntas, califique de 1


1 Ninguno a 5 cada uno de los siguientes aspectos,
2 Energía siendo 1 el peor estado, situación o
3 Teléfono condición y 5 el mejor
4 Celular
5 Gas 72. ¿Cómo califica su vida personal actual?
6 Internet
7 TV cable 1 2 3 4 5
8 Acueducto
9 Alcantarillado 73. ¿Cómo califica su situación económica
10 Recolec basura actual?
82. ¿Díganos los tres aspectos principales
67. ¿A que riesgos se encuentra expuesta su
vivienda? (varias alternativas) 1 2 3 4 5 que usted considera, que pueden
contribuir a mejorar su calidad de vida
actual?
1 Ninguno 74. ¿Cómo califica sus relaciones sociales
2 Físicos actuales?
3 Químicos 1
4 Ambientales 1 2 3 4 5
5 Seguridad 2
6 Biológicos
7 Otro. Cuál? 75. ¿Cómo califica su estado de salud
actual? 3

68. ¿Qué tan satisfecho(a) está con las 1 2 3 4 5


condiciones del lugar donde vive?
76. ¿Cómo califica la atención en salud Gracias
1 Altamente insatisfecho(a) habitualmente recibida?
2 Insatisfecho(a)
3 Satisfecho(a)
4 Muy satisfecho(a) 1 2 3 4 5
5 Altamente satisfecho(a)
77. ¿Cómo califica el entorno físico de
69. ¿Qué tan satisfecho(a) está con su su vivienda actual?
vecindario?
1 2 3 4 5
1 Altamente insatisfecho(a)
2 Insatisfecho(a)
3 Satisfecho(a)
4 Muy satisfecho(a) 78. ¿Cómo califica su calidad de vida
actual?
5 Altamente satisfecho(a)
Encuestó
1 2 3 4 5
Verificó
Revisó
Digitó

203
Anexo 2

Manual trabajo de
campo
FACULTAD NACIONAL DE SALUD
PÚBLICA

PRESENTACIÓN

En cumplimiento de su responsabilidad social, la Universidad de Antioquia y la Facultad Nacional


de Salud Pública adelantan el proyecto de investigación Aspectos de la calidad de vida de la
población adulta de Medellín, 2004. Comparativo por género, el cual es una radiografía a los
aspectos económicos, sociales, de condiciones de salud, del entorno físico, de seguridad social, y
aspectos personales de los hombres y las mujeres de 20 a 64 años de la ciudad; utilizando como
fuente de información primaria al adulto y como instrumento de recolección de información una
encuesta diseñada por los investigadores. Se espera que los resultados, conclusiones y
recomendaciones que arroje esta investigación sirvan como soporte en la formulación de políticas
públicas de equidad de género, de salud y de seguridad social de la población adulta; motiven la
creación y fortalecimiento de líneas de investigación sobre envejecimiento poblacional y calidad de
vida, y ayuden en la educación y el fortalecimiento de un cambio en los estilos de vida, hábitos,
conductas y consecuencias que permitan al adulto de hoy alcanzar un envejecimiento activo
mañana.

Objetivo general

Comparar los aspectos de la calidad de vida: económicos, sociales, personales, de seguridad


social, de condiciones de salud y del entorno físico, de hombres y mujeres de 20 a 64 años de la
ciudad de Medellín, en el año 2004; con el fin de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida
del adulto mayor del mañana.

Objetivos específicos

- Caracterizar los aspectos económicos de la población adulta de 20 a 44 años y de 45 a 64


años de la ciudad de Medellín, en el año 2004, comparando género.
- Describir por género y por grupo poblacional las redes de apoyo social que rodean a la
población adulta de la ciudad en el 2004, y establecer las diferencias.
- Determinar las condiciones de salud de los adultos de Medellín: mortalidad en la década 1993-
2002 y morbilidad por consulta, urgencia y egreso hospitalario de los años 1999-200, según
género, causa y grupo de edad.
- Identificar las condiciones diferenciales del entorno físico en que viven los dos grupos
poblacionales en estudio, de la ciudad de Medellín en el año 2004.
- Identificar el tipo de afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud de los hombres
y las mujeres adultas de la ciudad, en el 2004.
- Describir las diferencias por género según género aspectos personales relacionados con
conductas, hábitos y sentimientos de la población de Medellín de 20 a 44 y de 45 a 64 años, en
el 2004.
- Determinar cuales características de los diferentes aspectos explican la calidad de vida de los
hombres y las mujeres, de 20 a 64 años de la ciudad de Medellín, en el año 2004.
1. TRABAJO DE CAMPO

1.1. Fase de preparación

1. Esta fase se inicia con la convocatoria a los estudiantes pregrado del programa de Gerencia de
Sistemas de Información que se encuentren en trabajo de grado con el fin de presentarles el
proyecto de investigación y determinar quienes cumplen con los requisitos exigidos por la
Vicerrectoría de Investigaciones.

2. Paralelamente se inicia con el diseño del formulario que se aplicará, su correspondiente


instructivo, el manual de trabajo de campo y demás instrumentos anexos y con las gestiones
pertinentes para la consecución del marco muestral de manzanas y la cartografía de la ciudad,
según la Oficina de Catastro, Secretaría de Hacienda Municipal.

3. Se abre convocatoria para encuestadores fijada en la Facultad Nacional de Salud Pública,


según los parámetros del Centro de Investigaciones. El proceso de selección velará por el
cumplimiento de los requisitos por parte de los interesados.

4. Los seleccionados entrarán al proceso de contratación por parte del Centro de Investigaciones y
una vez se de cuenta de los procesos legales, se constituirá el equipo de trabajo con
contratistas (encuestadores), estudiantes (coordinadores de campo) e investigadores
(coordinadores generales).

205
5. Los investigadores diseñarán el directorio con las direcciones de ubicación por zona, comuna y
barrio de las manzanas seleccionadas (Anexo 1), plantilla maestra del consentimiento
informado (Anexo 2) y planilla colectiva donde firmarán los encuestados que accedan a hacerlo
(Anexo 3); además se diseñarán las planillas de control para: rutas, cobertura, entrega y
recepción de formularios (Anexo 4), cartas de presentación de los encuestadores (Anexo 5) y
protocolos de llegada a las viviendas, durante las encuesta y de despedida (Anexo 6).

6. Una vez se tenga aprobado: formulario, manual de trabajo de campo y seleccionadas las
manzanas, se procederá a la realizaron de la prueba piloto por parte de los estudiantes, con el
fin de probar el diseño metodológico, el proceso de selección, calibrar de la encuesta, verificar
que las preguntas estén correctamente formuladas, calcular el tiempo de diligenciamiento,
ajustar el cronograma del proyecto, observar la reacción de la población encuestada sobre el
proyecto, actitud requerida en los encuestadores y las técnicas más adecuadas para el control
de calidad de la información recolectada; se llevará a cabo en cinco viviendas de cada estrato
socioeconómico de manzanas no seleccionadas en la muestra.

7. El equipo de trabajo dispondrá de los siguientes elementos para la realización del trabajo de
campo: escarapela de identificación; información institucional con nombre, dirección, teléfono
donde los encuestados puedan recibir información, confirmar el trabajo de los encuestadores y
hacer sugerencias y reclamos; tabla de apoyo, bolsas plásticas con los formularios tanto nuevos
como diligenciados; y lapiceros.

1.2. Fase de ejecución

Una
Encuestar adulto

Dos puertas
Nomenclatura menor
Habitada

Edificio
De abajo hacia arriba

Urbanización
Seleccionar un bloque

No participan
Continuar siguiente vivienda
Viviendas
5

Residente ausentes
Continuar siguiente vivienda

Desocupada
Continuar siguiente vivienda

Población a 135
encuestar (667 manzanas
personas

Institucionales o con
5 ó menos viviendas
Reemplazar

Orden público
Reemplazar

206
1. Se capacitará al equipo en el manejo y diligenciamiento del formulario; ubicación de
manzanas y viviendas; y procedimientos a seguir en la selección de las viviendas, utilizando
muestreo sistemático aleatorio, con un arranque aleatorio para la primera vivienda y para la
segunda con salto sistemático que se obtendrá para cada manzana, dividiendo el número de
viviendas por cinco. El recorrido se hará iniciando en la esquina noroccidental de la manzana
y se continuará en el sentido de las manecillas del reloj, hasta completar las viviendas
seleccionadas. En cada una ellas se encuestarán a las personas de 20 a 64, hombres o
mujeres, según el caso. Si en algún momento se encuentran en la vivienda más de una
persona que cumpla con los requisitos para ser encuestada, entonces se escogerá aquella
quien hubiera cumplido años en la fecha más reciente. Figura 1

Figura 1. Arranque y recorrido de las manzanas Figura 2. Recorrido en viviendas ubicadas por
bloques de apartamentos
Norte
Recorrido
Inicio

Oeste Manzana Este

Sur
Inicio

2. En aquellas zonas que por motivos de orden público se dificulte el acceso a una manzana
seleccionada, se hará un primer intento de llegar a ella, pero si persiste la dificultad se
reemplazarán las manzanas.

3. Las manzanas que estén conformadas en su totalidad por instituciones educativas,


administrativas, gubernamentales, militares, de bomberos y de salud, centros comerciales,
cementerios, parques recreativos, cárceles, establecimientos comerciales, lotes vacíos o
semiconstruidos con cinco o menos viviendas serán reemplazadas por los investigadores.
Figura 1.

4. En los casos en que la vivienda este desocupada, ocupada con residentes ausentes, no
hayan adultos o que estando se nieguen a participar en el estudio, entonces se continuará con
la siguiente vivienda hasta agotar la manzana. En cada manzana se encuestarán cinco
adultos del sexo asignado, cuando se encuesten se dará por terminada.

5. En una vivienda pueden habitar varios hogares o compartir una misma puerta de ingreso o
viviendas de dos plantas, en estos se encuestará inicialmente al adulto residente según la
nomenclatura más pequeña de la vivienda. Podrán responder la encuesta las personas
discapacitadas en condiciones de hacerlo, no se utilizarán personas o familiares para que lo
hagan por él.

6. En las viviendas ubicadas en urbanizaciones se solicitará la cooperación de los


administradores y se procederá a seleccionar un bloque de apartamentos y allí se buscarán
los cinco adultos a encuestar.

207
7. Cuando las viviendas estén ubicadas en bloques de apartamentos y existan otras viviendas en
la manzana, se hará la selección siguiendo las manecillas del reloj y se contarán los
apartamentos según su nomenclatura en el orden de la Figura 2.

8. El encuestador entregará diariamente los formularios diligenciados al coordinador de campo.

9. El coordinador de campo hará el control de calidad así: 1) revisar la coherencia y claridad de


las respuestas consignadas en el instrumento y su total diligenciamiento. En caso de alguna
anormalidad en el instrumento, deberá devolverlo al encuestador quien tendrá que
completarlo; 2) seleccionar de las encuestas diligenciadas un porcentaje entre el 5 ó 10%, por
medio de un muestreo sistemático aleatorio hasta completar la muestra de formularios y
verificar la veracidad de la información.

10. Cuando un encuestador termine la recolección de formularios asignados, el coordinador


informará a los investigadores para el pago correspondiente.

11. Los formularios diligenciados y revisados serán entregados al digitador, por parte de los
coordinadores.

Protocolo del encuestador

Antes de la recolección:

- En la capacitación, usted tendrá oportunidad de revisar los procedimientos, preguntas de la


encuesta, desarrollar encuestas frente al grupo para identificar técnicas correctas e incorrectas
para la recolección de la información, tendrá la oportunidad de practicar lo aprendido. Debe
aprovechar la capacitación pata hacer preguntas acerca de cualquier procedimiento o
contenido para evitar errores durante las entrevistas reales. Se le pide que diligencie y revise
los cuestionarios tal como debe hacerlo en una situación de trabajo real.
- Durante toda la fase de ejecución, tendrá reuniones periódicas con el coordinador de campo y
con el equipo de investigación, para aclarar preguntas y procedimientos, especialmente
importante en los primeros días de la recolección. Se solicita informar cualquier situación
frente a la cual tenga dudas, no esté en el Manual ni informada en la capacitación.
- El estudio cuenta con diferentes mecanismos de control de calidad de la información en cada
una de las etapas del proceso, con el fin de garantizar la veracidad en la información. Se le
solicita evitar la imprecisión en la información por datos falsos, la negativa de informar, así
como la aplicación de conceptos equivocados, las omisiones o la falsedad de los datos, puede
ser un motivo de suspensión o cancelación de contrato.

Al llegar a la vivienda:

- Ubique con anterioridad la manzana que le corresponde encuestar, con el apoyo del
coordinador de campo; para ello anote claramente las direcciones y las demás observaciones
que se requieran para ubicar fácilmente el área.
- El éxito de la recolección de información está en el manejo personal que el encuestar haga de
la situación; cada encuesta es una nueva fuente de información, de manera que debe hacerse
interesante y placentera.
- Tenga en cuenta: la primera impresión que usted cause influirá en el deseo de cooperar por
eso es importante que su apariencia sea apropiada, sus modales amistosos, su ropa acorde
con el lugar pero siempre debe inspirar confianza.

208
- Empiece la encuesta con una sonrisa, un saludo cordial y luego informe sobre los objetivos de
la investigación y la confidencialidad de la información; si la persona accede a participar hágale
firmar el consentimiento informado y luego proceda a diligenciar el formulario.

Durante la encuesta:

- Cuando el encuestado formule preguntas sea directo y simpático cuando conteste. Debe tener
un conocimiento absoluto del tema y esto depende de la asimilación del curso de capacitación
y del estudio de este manual. Si el entrevistador demuestra inseguridad, nerviosismo, duda,
etc., es posible que el entrevistado se niegue a dar la información.
- Si le interrogan por el tiempo de duración indíquele claramente cuanto tardará; si el
encuestado no está disponible a atenderlo indáguele cuando podría regresar.
- Procure encuestar en privado, si no puede lograrlo, trate de separase de los otros miembros de
la familia.
- Interrogue tal cual está formulada la pregunta del formulario; en caso de solicitar aclaración,
entonces hágalo de forma sencilla pero sea neutral y no muestre actitudes de aprobación,
sorpresa, disgusto o burla. Si solicita su opinión, contéstale que el objetivo de la encuesta es
conocer sus percepciones y sentimientos respecto a esa temática.
- Haga las preguntas despacio para asegurarse de que la persona las entienda.
- Antes de retirarse de la vivienda, verifique que las encuestas y el consentimiento informado
estén completamente diligenciados.

Al terminar la encuesta:

- Debe agradecer la colaboración que prestaron en el hogar, dejando abierta la posibilidad de


regreso en caso de que haya respuestas faltantes o incompletas o porque se tengan que
realizar algunos controles o correcciones a la información suministrada.
- Controle el número de viviendas visitas con las encuestas asignadas.
- Firme las encuestas
- Entréguelas al coordinador de campo.
- Infórmele sobre las dificultades encontradas, si las hubo.

209
Anexo 3

Carta de presentación

Medellín, 14 de marzo de 2005

Señor(a)
RESIDENTE VIVIENDA SELECCIONADA
Medellín

Respetado señor(a):

En cumplimiento de su responsabilidad social, la Universidad de Antioquia y la Facultad


Nacional de Salud Pública adelantan el proyecto de investigación Aspectos de la calidad
de vida de la población adulta de Medellín, 2005. Comparativo por sexo, el cual es
una radiografía a los aspectos económicos, sociales, de condiciones de salud, del entorno
físico, de seguridad social, y aspectos personales de los hombres y las mujeres de 20 a
64 años de la ciudad; utilizando como fuente de información primaria al adulto y como
instrumento de recolección de información una encuesta diseñada por los investigadores.

La joven Dilia María Mosquera Moreno, identificado con cédula 39.178.855, actualmente
es una estudiante del programa Gerencia de Sistemas de Información en Salud de la
Facultad Nacional de Salud Pública, Universidad de Antioquia, quien se encuentra
contratada para realizar la encuesta sobre calidad de vida de la población adulta de
Medellín.

Muy respetuosamente solicitamos le conteste sinceramente las siguientes preguntas que


ella le hará y consignará en el formulario; en caso de alguna incomodidad o anomalía, le
rogamos nos la haga saber en los teléfonos 2106822 – 2106820 – 2106830 y preguntar
por Doris Cardona A., y/o Héctor Byron Agudelo G.

Mil gracias por permitirnos generar conocimiento desde la fuente primaria (usted) y por
apoyar el trabajo desinteresado y oportuno de los estudiantes.

Atento saludo,

OSCAR SIERRA RODRÍGUEZ


Decano
Facultad Nacional de Salud Pública
Universidad de Antioquia

210
Anexo 4

Consentimiento informado

Con el presente documento se pretende solicitar a usted su participación en un estudio


que desea conocer algunos aspectos de su vida que permitan comparar la calidad de vida
de hombres y mujeres de 20 a 64 años de la ciudad de Medellín, con el fin de contribuir al
mejoramiento de la calidad de vida del adulto mayor del mañana. Sólo se le solicita que
responda un cuestionario de 82 preguntas relacionadas con la forma como usted vive y se
siente en el momento actual; ellas hacen referencia a los aspectos económicos (10),
sociales (6), personales (22), de seguridad social (10), de condiciones de salud (12) y del
entorno físico (11).

Usted puede decidir no participar o si en algún momento no desea continuar


respondiendo la encuesta, puede retirarse.

Con esta investigación no buscamos ningún beneficio económico para los investigadores,
ni para la Universidad de Antioquia, ni para la Facultad Nacional de Salud Pública, las
bases de datos solo serán utilizadas con fines investigativos y serán manipuladas
únicamente por los investigadores. Se espera que los resultados sirvan como soporte en
la formulación de políticas públicas de equidad de género, de salud y de seguridad social
de la población adulta; motiven la creación y fortalecimiento de líneas de investigación
sobre envejecimiento poblacional, calidad de vida, y ayuden en la educación y el
fortalecimiento de un cambio en los estilos de vida, hábitos, conductas y consecuencias
que permitan al adulto de hoy alcanzar un envejecimiento activo mañana.

Agradecemos su colaboración.

Formulario Comuna Barrio Manzana Firma encuestado Teléfono

211
Anexo 5 - Aspectos de la calidad de vida de la población adulta de Medellín, 2005. Comparativo por sexo
Errores de muestreo para las estimaciones
Valor estimado, intervalo de confianza, error estándar y efecto del diseño
Hombres Mujeres Total

Códigos
Estima-
ción

estimado

estimado

estimado
ponderar

ponderar

ponderar
estándar

estándar

estándar
Variable Categorías

diseño

diseño

diseño
Efecto

Efecto

Efecto
Casos

Casos

Casos
Valor

Valor

Valor
Error

Error

Error
Intervalo de Intervalo de Intervalo de

sin

sin

sin
del

del

del
confianza 95% confianza 95% confianza 95%

(SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF
Edad del encuestado EDAD Promedio 660 37.590 0.835 35.953 39.228 1.189 683 39.901 0.784 38.365 41.437 1.547 1343 38.870 0.677 37.544 40.197 1.609
Lugar de nacimiento Proporción Medellín 1 357 55.783 3.949 48.043 63.523 4.166 343 51.393 4.240 43.084 59.703 4.907 700 53.351 3.299 46.886 59.817 5.863
P1NACIO Resto de Antioquia 2 211 30.854 3.570 23.856 37.852 4.166 244 34.805 3.825 27.308 42.302 4.907 455 33.042 2.983 27.196 38.889 5.863
Resto de Colombia 3 87 12.563 2.305 8.046 17.080 4.166 94 13.671 2.740 8.300 19.041 4.907 181 13.176 1.961 9.333 17.020 5.863
Otro país 4 4 0.801 0.455 -0.091 1.693 4.166 1 0.131 0.131 -0.126 0.388 4.907 5 0.430 0.214 0.010 0.850 5.863
Residenciado en Medellín Proporción Si 1 320 87.883 1.792 84.371 91.395 1.091 309 89.833 1.537 86.820 92.846 0.898 629 88.920 1.060 86.842 90.998 0.809
P2VIVI No 2 42 12.117 1.792 8.605 15.629 1.091 38 10.167 1.537 7.154 13.180 0.898 80 11.080 1.060 9.002 13.158 0.809
Años de resid. en Med. P3AÑOS Promedio 343 19.728 0.876 18.011 21.445 0.787 376 21.630 1.057 19.558 23.702 0.952 719 20.806 0.714 19.407 22.206 0.897
Estado civil Proporción Soltero 1 256 41.218 4.388 32.617 49.819 5.206 216 32.391 4.307 23.949 40.833 5.785 472 36.310 4.113 28.249 44.371 9.787
P4ESTCV Casado 2 238 35.502 4.158 27.352 43.652 5.206 267 40.234 4.485 31.444 49.024 5.785 505 38.133 3.976 30.341 45.925 9.787
Viudo 3 7 1.174 0.638 -0.075 2.424 5.206 38 5.234 1.736 1.831 8.636 5.785 45 3.431 1.047 1.380 5.483 9.787
Separado/divorc. 4 36 5.044 1.618 1.872 8.215 5.206 52 7.062 2.109 2.929 11.195 5.785 88 6.166 1.571 3.087 9.245 9.787
Unión libre 5 118 17.062 3.167 10.854 23.270 5.206 110 15.079 2.953 9.292 20.867 5.785 228 15.960 2.942 10.193 21.727 9.787
Nivel educativo más alto Proporción Ninguno 1 13 1.583 0.481 0.640 2.525 0.978 13 1.706 0.542 0.644 2.767 1.195 26 1.651 0.376 0.914 2.388 1.169
matriculado Preescolar 2 2 0.565 0.421 -0.261 1.390 0.978 4 0.494 0.325 -0.143 1.130 1.195 6 0.525 0.259 0.017 1.033 1.169
P5EDUC Primaria 3 155 22.105 2.769 16.679 27.531 0.978 159 21.345 2.362 16.715 25.976 1.195 314 21.684 1.975 17.812 25.556 1.169
Secundaria 4 249 39.058 3.365 32.463 45.652 0.978 305 45.636 3.498 38.780 52.493 1.195 554 42.704 2.787 37.241 48.167 1.169
Técnica 5 38 5.792 1.208 3.424 8.159 0.978 56 9.097 1.656 5.852 12.342 1.195 94 7.624 1.125 5.419 9.828 1.169
Tecnológica 6 49 7.755 1.549 4.719 10.791 0.978 38 5.333 1.259 2.866 7.801 1.195 87 6.413 0.980 4.493 8.333 1.169
Universitario 7 137 20.763 2.330 16.197 25.329 0.978 94 14.857 2.221 10.504 19.210 1.195 231 17.490 1.862 13.840 21.140 1.169
Posgrado 8 16 2.380 0.574 1.255 3.506 0.978 14 1.532 0.404 0.739 2.324 1.195 30 1.910 0.339 1.245 2.575 1.169
Actividad habitual del último Proporción Sin actividad 1 42 6.333 1.102 4.173 8.492 1.348 24 3.491 0.794 1.935 5.047 1.274 66 4.759 0.626 3.531 5.986 1.160
Mes Trabajando 2 460 69.448 2.096 65.341 73.556 1.348 265 40.635 2.109 36.501 44.768 1.274 725 53.489 1.541 50.468 56.509 1.160
P23ACTUM Buscando trabajo 3 78 11.250 1.252 8.795 13.704 1.348 63 8.542 1.136 6.316 10.768 1.274 141 9.750 0.819 8.146 11.355 1.160
Estudiando 4 40 6.496 1.123 4.295 8.696 1.348 39 6.002 1.146 3.757 8.248 1.274 79 6.222 0.908 4.443 8.002 1.160
Oficio del hogar 5 12 2.534 0.908 0.754 4.313 1.348 266 37.771 2.168 33.521 42.021 1.274 278 22.051 1.368 19.370 24.732 1.160
Jubilado 6 19 2.888 0.795 1.330 4.446 1.348 15 2.292 0.704 0.913 3.672 1.274 34 2.558 0.605 1.372 3.744 1.160
Discapacitado 7 7 0.972 0.379 0.229 1.714 1.348 3 0.326 0.191 -0.048 0.700 1.274 10 0.614 0.196 0.230 0.998 1.160
Otra 8 1 0.079 0.080 -0.077 0.235 1.348 6 0.941 0.394 0.168 1.714 1.274 7 0.557 0.231 0.105 1.009 1.160
Ocupación u oficio actual Proporción Empleada doméstica 1 5 1.311 0.673 -0.008 2.630 1.617 18 6.145 1.387 3.427 8.864 0.887 23 3.346 0.672 2.029 4.662 1.016
P24OCACT Obrero 2 33 6.297 1.034 4.270 8.323 1.617 10 3.596 1.207 1.230 5.961 0.887 43 5.160 0.734 3.722 6.598 1.016
Trab. Fliar sin remuner 4 0 ---- 0.000 ---- ---- 1.617 7 2.852 1.182 0.535 5.169 0.887 7 1.200 0.504 0.211 2.189 1.016
Empleado 5 232 51.614 2.605 46.509 56.720 1.617 129 48.900 3.571 41.902 55.899 0.887 361 50.472 2.179 46.201 54.743 1.016
Patrón / Empleador 6 15 3.010 0.867 1.311 4.709 1.617 4 1.270 0.645 0.006 2.534 0.887 19 2.278 0.554 1.192 3.364 1.016
Trab. Independiente 7 173 36.884 2.460 32.061 41.706 1.617 93 35.531 3.345 28.975 42.087 0.887 266 36.314 2.077 32.244 40.385 1.016
Otra 8 4 0.884 0.440 0.022 1.746 1.617 5 1.706 0.764 0.208 3.204 0.887 9 1.230 0.406 0.435 2.025 1.016
Actividad económica de la Nomial Salud 1 8 1.864 0.655 0.581 3.148 1.052 27 11.299 2.458 6.482 16.116 1.507 35 5.785 1.123 3.584 7.986 1.618
Empresa Educación 2 22 4.711 1.018 2.715 6.706 1.052 18 7.192 2.301 2.683 11.701 1.507 40 5.742 1.073 3.639 7.844 1.618
P25ACEMP Transporte 3 43 9.345 1.478 6.447 12.243 1.052 6 2.100 0.867 0.401 3.799 1.507 49 6.335 0.925 4.522 8.147 1.618
Finanzas 4 13 2.986 0.787 1.445 4.528 1.052 7 3.009 1.203 0.651 5.366 1.507 20 2.996 0.659 1.704 4.287 1.618
Industria 5 115 25.738 2.248 21.331 30.145 1.052 56 23.366 2.816 17.848 28.885 1.507 171 24.752 1.695 21.430 28.074 1.618
Seguridad 6 29 6.258 1.294 3.723 8.794 1.052 0 ---- 0.000 ---- ---- 1.507 29 3.658 0.767 2.154 5.161 1.618
Comercio 7 126 26.835 2.250 22.425 31.245 1.052 69 25.793 3.197 19.527 32.058 1.507 195 26.402 2.089 22.307 30.496 1.618
Agricultura 8 4 0.745 0.385 -0.009 1.500 1.052 1 0.200 0.199 -0.191 0.591 1.507 5 0.519 0.232 0.063 0.974 1.618
Otra 9 89 21.518 2.141 17.321 25.714 1.052 66 27.041 2.862 21.431 32.652 1.507 155 23.813 1.841 20.204 27.422 1.618
Contratación laboral Proporción Sin Contrato 1 197 43.394 2.585 38.327 48.461 1.246 135 51.518 3.326 45.000 58.036 1.160 332 46.802 2.131 42.625 50.979 1.313
P26TCONT Indefinido 2 154 32.681 2.500 27.782 37.580 1.246 75 29.149 3.153 22.969 35.328 1.160 229 31.199 2.098 27.087 35.312 1.313
A término fijo 3 70 16.765 1.965 12.913 20.618 1.246 29 12.192 2.501 7.289 17.094 1.160 99 14.847 1.606 11.700 17.994 1.313
Prestación servicios 4 37 7.159 1.189 4.829 9.490 1.246 23 7.142 1.396 4.406 9.878 1.160 60 7.152 0.935 5.320 8.984 1.313
Principal fuente de ingresos Proporción Ninguna 1 45 6.491 0.986 4.559 8.423 1.052 108 14.331 1.699 11.000 17.662 1.597 153 10.833 1.063 8.749 12.917 1.564
P27FINGR Aportes familiares 2 92 15.893 1.777 12.410 19.376 1.052 250 36.109 2.038 32.114 40.104 1.597 342 27.089 1.435 24.277 29.902 1.564
Contrato servicios 3 66 9.268 1.126 7.060 11.475 1.052 35 4.595 0.770 3.087 6.104 1.597 101 6.680 0.644 5.419 7.941 1.564
Sueldo / Salario 4 374 56.482 2.151 52.265 60.698 1.052 210 33.579 1.997 29.665 37.492 1.597 584 43.798 1.509 40.840 46.755 1.564
Pensión / jubilación 5 27 4.212 0.888 2.472 5.953 1.052 35 5.670 1.098 3.518 7.821 1.597 62 5.019 0.772 3.505 6.533 1.564
Renta 6 20 2.686 0.625 1.461 3.911 1.052 28 3.815 0.756 2.334 5.297 1.597 48 3.312 0.474 2.382 4.241 1.564
Otra 7 33 4.968 0.940 3.125 6.811 1.052 13 1.901 0.631 0.664 3.137 1.597 46 3.269 0.535 2.222 4.317 1.564
Vlr. ingresos totales último mes Promedio P28INGTO 617 748.874 53.130 644.740 853.008 1.059 627 497.270 31.958 434.632 559.908 1.462 1244 610.287 31.074 549.383 671.191 1.402
Patrimonio que posee Proporción Renta 1 42 6.084 0.943 4.236 7.932 1.027 39 6.461 1.450 3.619 9.304 2.377 81 6.293 0.892 4.544 8.042 1.814
P29RENTA 2 618 93.916 0.943 92.068 95.764 1.027 644 93.539 1.450 90.696 96.381 2.377 1262 93.707 0.892 91.958 95.456 1.814
Anexo 5 - Aspectos de la calidad de vida de la población adulta de Medellín, 2005. Comparativo por sexo
Errores de muestreo para las estimaciones
Valor estimado, intervalo de confianza, error estándar y efecto del diseño
Hombres Mujeres Total

Códigos
Estima-
ción

estimado

estimado

estimado
ponderar

ponderar

ponderar
estándar

estándar

estándar
Variable Categorías

diseño

diseño

diseño
Efecto

Efecto

Efecto
Casos

Casos

Casos
Valor

Valor

Valor
Error

Error

Error
Intervalo de Intervalo de Intervalo de

sin

sin

sin
del

del

del
confianza 95% confianza 95% confianza 95%

(SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF
Patrimonio que posee Proporción Vehículos 1 111 15.859 1.505 12.910 18.809 1.120 86 12.312 1.378 9.612 15.012 1.200 197 13.894 0.987 11.960 15.828 1.093
P29VEHIC 2 549 84.141 1.505 81.191 87.090 1.120 597 87.688 1.378 84.988 90.388 1.200 1146 86.106 0.987 84.172 88.040 1.093
Patrimonio que posee Proporción Semovientes 1 6 0.836 0.342 0.165 1.507 0.932 9 1.128 0.462 0.223 2.033 1.307 15 0.998 0.290 0.430 1.566 1.142
P29SEMOV 2 654 99.164 0.342 98.493 99.835 0.932 674 98.872 0.462 97.967 99.777 1.307 1328 99.002 0.290 98.434 99.570 1.142
Patrimonio que posee Proporción Propiedad raíz 1 207 31.620 2.166 27.375 35.864 1.432 206 31.385 2.125 27.221 35.549 1.432 413 31.490 1.540 28.471 34.508 1.477
P29PRAIZ 2 453 68.380 2.166 64.136 72.625 1.432 477 68.615 2.125 64.451 72.779 1.432 930 68.510 1.540 65.492 71.529 1.477
Patrimonio que posee Proporción Ninguna 1 391 59.384 2.154 55.163 63.605 1.269 412 58.108 2.354 53.495 62.721 1.554 803 58.677 1.711 55.324 62.031 1.621
P29NINGU 2 269 40.616 2.154 36.395 44.837 1.269 271 41.892 2.354 37.279 46.505 1.554 540 41.323 1.711 37.969 44.676 1.621
Nro. personas depend. economic. Promedio P30PDEPE 641 2.228 0.104 2.024 2.431 2.311 657 1.531 0.079 1.376 1.686 1.991 1298 1.843 0.074 1.698 1.988 2.676
Satisfacción con su Proporción Altamente insatisf. 1 5 0.666 0.294 0.090 1.242 0.853 7 1.051 0.403 0.261 1.841 1.052 12 0.879 0.255 0.379 1.379 0.990
capacidad de trabajo Insatisfecho(a) 2 56 8.851 1.249 6.403 11.300 0.853 61 8.192 1.020 6.194 10.191 1.052 117 8.487 0.829 6.863 10.111 0.990
P31CAPTR Satisfecho(a) 3 344 49.935 2.243 45.539 54.331 0.853 395 58.374 1.882 54.685 62.063 1.052 739 54.603 1.440 51.781 57.425 0.990
Muy satisfecho(a) 4 170 27.280 1.941 23.475 31.085 0.853 135 20.455 1.804 16.919 23.991 1.052 305 23.505 1.307 20.944 26.066 0.990
Altamente satisf. 5 79 13.268 1.746 9.845 16.691 0.853 76 11.928 1.269 9.440 14.415 1.052 155 12.527 1.076 10.417 14.636 0.990
Satisfacción con su situación Proporción Altamente insatisf. 1 49 7.199 1.041 5.158 9.240 1.068 47 6.362 1.020 4.363 8.360 1.190 96 6.735 0.713 5.337 8.133 1.086
Económica Insatisfecho(a) 2 245 37.998 2.259 33.571 42.425 1.068 277 39.172 2.040 35.174 43.170 1.190 522 38.649 1.543 35.624 41.673 1.086
P32SITEC Satisfecho(a) 3 315 46.829 2.249 42.421 51.237 1.068 303 46.871 1.945 43.059 50.683 1.190 618 46.852 1.455 44.000 49.704 1.086
Muy satisfecho(a) 4 35 5.269 0.913 3.479 7.059 1.068 39 5.214 0.865 3.518 6.909 1.190 74 5.238 0.650 3.964 6.513 1.086
Altamente satisf. 5 14 2.706 0.799 1.139 4.272 1.068 16 2.382 0.689 1.032 3.732 1.190 30 2.526 0.515 1.516 3.536 1.086
Enferm., accid. otro probl. salud Proporción Si 1 158 24.763 1.838 21.160 28.365 1.189 225 32.186 2.007 28.253 36.119 1.256 383 28.885 1.394 26.153 31.617 1.265
últimos 30 días P39ENFSE No 2 498 75.237 1.838 71.635 78.840 1.189 456 67.814 2.007 63.881 71.747 1.256 954 71.115 1.394 68.383 73.847 1.265
Consulta médica para esta Proporción Si 1 99 60.530 3.965 52.758 68.301 1.026 155 72.687 3.097 66.617 78.757 1.053 254 68.011 2.409 63.290 72.732 0.997
enfermedad P39CONSU No 2 57 39.470 3.965 31.699 47.242 1.026 63 27.313 3.097 21.243 33.383 1.053 120 31.989 2.409 27.268 36.710 0.997
Tratamiento seguido para la Proporción Farmacológico 1 44 79.157 6.290 66.828 91.486 1.271 70 76.264 5.087 66.294 86.234 1.286 114 77.268 3.552 70.306 84.231 1.027
enfermedad P43TTFAR 2 9 20.843 6.290 8.514 33.172 1.271 20 23.736 5.087 13.766 33.706 1.286 29 22.732 3.552 15.769 29.694 1.027
Tratamiento seguido para la Proporción Psicológico 1 1 4.133 4.093 -3.889 12.155 1.184 3 6.440 3.740 -0.890 13.769 1.021 4 5.586 2.752 0.193 10.979 1.034
enfermedad P43TTPSI 2 27 95.867 4.093 87.845 103.889 1.184 41 93.560 3.740 86.231 100.890 1.021 68 94.414 2.752 89.021 99.807 1.034
Tratamiento seguido para la Proporción Ninguno 1 4 10.536 5.283 0.182 20.891 1.007 11 15.957 5.036 6.086 25.829 1.248 15 14.200 3.694 6.960 21.441 1.120
enfermedad P43TTNIN 2 30 89.464 5.283 79.109 99.818 1.007 55 84.043 5.036 74.171 93.914 1.248 85 85.800 3.694 78.559 93.040 1.120
Hospitalizaciones durante el Proporción Si 1 46 6.949 0.996 4.997 8.901 1.005 67 8.953 1.189 6.622 11.284 1.181 113 8.062 0.829 6.438 9.687 1.238
último año P44HOSPI No 2 609 93.051 0.996 91.099 95.003 1.005 614 91.047 1.189 88.716 93.378 1.181 1223 91.938 0.829 90.313 93.562 1.238
Causa de la hospitalización Proporción Emb./parto/complic. 1 0 ---- 0.000 ---- ---- ---- 20 28.065 6.126 16.059 40.072 1.283 20 17.636 3.995 9.805 25.466 1.253
(si la hubo) Cirug. (lesión, accid) 2 18 39.313 8.008 23.617 55.008 ---- 20 28.736 5.449 18.055 39.416 1.283 38 32.666 4.283 24.272 41.060 1.253
P45GRAVE Enfermedad 3 16 34.438 7.932 18.891 49.985 ---- 18 27.156 5.623 16.135 38.177 1.283 34 29.862 4.114 21.798 37.927 1.253
Accidente de trabajo 4 3 6.384 3.814 -1.092 13.860 ---- 0 ---- 0.000 ---- ---- 1.283 3 2.372 1.449 -0.468 5.213 1.253
Accidente tránsito 5 4 10.107 4.708 0.879 19.335 ---- 1 1.506 1.512 -1.458 4.469 1.283 5 4.702 1.969 0.843 8.561 1.253
Lesiones por armas 6 2 3.792 2.684 -1.470 9.053 ---- 0 ---- 0.000 ---- ---- 1.283 2 1.409 0.993 -0.537 3.355 1.253
Otra 7 2 5.967 4.243 -2.349 14.283 ---- 10 14.537 4.649 5.425 23.649 1.283 12 11.352 3.241 4.999 17.706 1.253
Consultas médicas y Proporción Si 1 401 61.429 2.153 57.208 65.649 1.284 490 72.095 1.839 68.491 75.699 1.146 891 67.351 1.374 64.657 70.045 1.149
odontológ. Prevent. P46COPRE No 2 255 38.571 2.153 34.351 42.792 1.284 192 27.905 1.839 24.301 31.509 1.146 447 32.649 1.374 29.955 35.343 1.149
Uso de medicamentos en el Proporción Si 1 306 46.733 2.275 42.275 51.192 1.363 365 53.481 2.214 49.141 57.820 1.344 671 50.482 1.593 47.359 53.604 1.359
último mes P47UMEDI No 2 350 53.267 2.275 48.808 57.725 1.363 317 46.519 2.214 42.180 50.859 1.344 667 49.518 1.593 46.396 52.641 1.359
Medicamentos recetados por Proporción Si 1 192 60.149 3.229 53.819 66.479 1.331 270 72.334 2.909 66.632 78.035 1.556 462 67.337 2.182 63.060 71.615 1.460
Profesionales salud P48FORMU No 2 114 39.851 3.229 33.521 46.181 1.331 98 27.666 2.909 21.965 33.368 1.556 212 32.663 2.182 28.385 36.940 1.460
Pago de los medicamentos Proporción Usted 1 174 58.810 3.154 52.628 64.991 1.257 192 53.548 2.838 47.985 59.111 1.192 366 55.706 2.246 51.303 60.109 1.378
P49QPAGO Entidad aseguradora 2 87 27.847 2.656 22.640 33.054 1.257 115 30.582 2.749 25.194 35.970 1.192 202 29.460 1.947 25.644 33.277 1.378
Usted y aseguradora 3 38 11.523 1.797 8.001 15.045 1.257 48 13.118 1.855 9.482 16.753 1.192 86 12.464 1.330 9.858 15.070 1.378
Otro 4 7 1.820 0.716 0.417 3.224 1.257 13 2.752 0.789 1.207 4.298 1.192 20 2.370 0.578 1.237 3.503 1.378
Satisfacción con su salud Proporción Altamente insatisf. 1 14 1.851 0.492 0.886 2.816 0.873 18 2.717 0.625 1.492 3.943 1.010 32 2.333 0.402 1.544 3.122 0.950
P50SALUD Insatisfecho(a) 2 80 11.315 1.362 8.645 13.986 0.873 93 11.951 1.269 9.463 14.439 1.010 173 11.669 0.840 10.023 13.315 0.950
Satisfecho(a) 3 311 47.473 2.243 43.077 51.868 0.873 387 57.447 2.073 53.384 61.510 1.010 698 53.021 1.561 49.962 56.080 0.950
Muy satisfecho(a) 4 165 25.645 1.974 21.777 29.513 0.873 135 21.321 1.967 17.466 25.176 1.010 300 23.239 1.401 20.494 25.985 0.950
Altamente satisfecho 5 84 13.716 1.873 10.045 17.387 0.873 50 6.564 0.984 4.635 8.493 1.010 134 9.737 0.976 7.824 11.651 0.950
Afiliación al SGSS en Salud Proporción Si 1 555 84.168 1.678 80.880 87.457 1.386 584 84.570 1.912 80.821 88.318 1.914 1139 84.391 1.398 81.652 87.131 1.986
P51SGSSS No 2 101 15.832 1.678 12.543 19.120 1.386 99 15.430 1.912 11.682 19.179 1.914 200 15.609 1.398 12.869 18.348 1.986
Régimen de afiliación Proporción Vinculado 1 27 5.287 1.137 3.058 7.516 1.433 29 4.118 0.740 2.668 5.568 0.811 56 4.635 0.683 3.296 5.975 1.204
P52REGIM Subsidiado 2 134 24.177 2.262 19.743 28.611 1.433 189 27.656 2.065 23.609 31.703 0.811 323 26.116 1.572 23.036 29.197 1.204
Contributivo 3 394 70.536 2.312 66.005 75.067 1.433 367 68.226 2.190 63.935 72.518 0.811 761 69.248 1.623 66.067 72.430 1.204
Causa para no estar afiliado Proporción Falta de dinero 1 35 30.804 4.730 21.532 40.075 1.060 35 32.992 4.886 23.416 42.569 1.069 70 32.008 3.565 25.021 38.996 1.168

213
Anexo 5 - Aspectos de la calidad de vida de la población adulta de Medellín, 2005. Comparativo por sexo
Errores de muestreo para las estimaciones
Valor estimado, intervalo de confianza, error estándar y efecto del diseño
Hombres Mujeres Total

Códigos
Estima-
ción

estimado

estimado

estimado
ponderar

ponderar

ponderar
estándar

estándar

estándar
Variable Categorías

diseño

diseño

diseño
Efecto

Efecto

Efecto
Casos

Casos

Casos
Valor

Valor

Valor
Error

Error

Error
Intervalo de Intervalo de Intervalo de

sin

sin

sin
del

del

del
confianza 95% confianza 95% confianza 95%

(SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF
(para los ni afiliados) Mucho trámite 2 6 5.626 2.348 1.023 10.228 1.060 5 4.071 1.831 0.483 7.659 1.069 11 4.770 1.487 1.855 7.685 1.168
P53NOAFI No interesa/descuid. 3 17 15.599 3.772 8.205 22.993 1.060 8 8.482 2.916 2.766 14.198 1.069 25 11.682 2.271 7.231 16.133 1.168
No sabe 4 1 0.910 0.906 -0.867 2.686 1.060 2 1.664 1.241 -0.768 4.097 1.069 3 1.325 0.788 -0.220 2.870 1.168
No trabaja empresa 5 32 35.570 5.281 25.220 45.920 1.060 30 34.882 5.661 23.786 45.977 1.069 62 35.191 4.045 27.263 43.119 1.168
Espera el carné 6 3 2.782 1.577 -0.308 5.872 1.060 4 3.819 1.972 -0.046 7.683 1.069 7 3.352 1.304 0.797 5.908 1.168
Otra razón 7 7 8.710 3.418 2.011 15.409 1.060 15 14.090 4.139 5.978 22.202 1.069 22 11.671 2.617 6.542 16.799 1.168
Afiliación a un fondo de Proporción Si 1 302 46.408 2.244 42.010 50.806 1.322 164 26.573 1.786 23.073 30.073 1.115 466 35.388 1.420 32.605 38.171 1.178
pensiones No 2 342 51.977 2.313 47.445 56.510 1.322 510 72.289 1.824 68.714 75.864 1.115 852 63.262 1.465 60.391 66.133 1.178
P54FPENS No sabe/ no responde 3 9 1.615 0.524 0.587 2.642 1.322 8 1.138 0.408 0.338 1.939 1.115 17 1.350 0.332 0.700 2.000 1.178
Afiliación a la administradora Proporción Si 1 269 40.887 2.219 36.537 45.238 1.331 122 19.370 1.651 16.135 22.605 1.186 391 28.942 1.408 26.183 31.702 1.285
de riesgos profesionales No 2 382 58.794 2.243 54.397 63.190 1.331 550 79.350 1.641 76.134 82.565 1.186 932 70.205 1.416 67.431 72.980 1.285
P55RPROF No sabe/ no responde 3 2 0.319 0.229 -0.130 0.767 1.331 8 1.280 0.458 0.382 2.179 1.186 10 0.852 0.271 0.322 1.383 1.285
Accidente de trabajo o Proporción No 1 577 92.513 1.105 90.347 94.678 1.103 626 95.717 0.916 93.921 97.512 1.345 1203 94.306 0.749 92.838 95.775 1.342
enfermedad profesional en el Accidente 2 37 5.698 0.926 3.882 7.514 1.103 21 2.866 0.758 1.381 4.351 1.345 58 4.113 0.607 2.923 5.302 1.342
último año P56ENFPR Enfermedad 3 12 1.789 0.539 0.734 2.845 1.103 10 1.417 0.493 0.451 2.383 1.345 22 1.581 0.350 0.895 2.267 1.342
Riesgos para la salud en ambiente Proporción Ninguno 1 230 53.113 2.800 47.625 58.601 1.338 265 69.443 3.334 62.909 75.978 1.922 495 61.371 2.182 57.094 65.647 1.590
laboral P57RNING 2 195 46.887 2.800 41.399 52.375 1.338 102 30.557 3.334 24.022 37.091 1.922 297 38.629 2.182 34.353 42.906 1.590
Riesgos para la salud en el Proporción Físicos 1 168 74.684 3.084 68.640 80.728 1.122 67 60.227 5.624 49.203 71.250 1.387 235 69.183 2.927 63.445 74.921 1.318
ambiente laboral P57RNING 2 55 25.316 3.084 19.272 31.360 1.122 38 39.773 5.624 28.750 50.797 1.387 93 30.817 2.927 25.079 36.555 1.318
Riesgos para la salud en el Proporción Químicos 1 32 23.873 4.120 15.798 31.948 1.326 17 19.994 4.481 11.212 28.776 1.042 49 22.201 2.798 16.716 27.686 1.020
ambiente laboral P57RNING 2 110 76.127 4.120 68.052 84.202 1.326 66 80.006 4.481 71.224 88.788 1.042 176 77.799 2.798 72.314 83.284 1.020
Riesgos para la salud en el Proporción Psicosociales 1 37 29.066 4.205 20.824 37.308 1.115 25 31.326 5.195 21.143 41.508 1.016 62 30.089 3.356 23.511 36.668 1.130
ambiente laboral P57RNING 2 93 70.934 4.205 62.692 79.176 1.115 56 68.674 5.195 58.492 78.857 1.016 149 69.911 3.356 63.332 76.489 1.130
Riesgos para la salud en el Proporción Seguridad 1 79 49.171 4.480 40.389 57.952 1.301 13 17.141 5.360 6.637 27.646 1.598 92 36.503 3.830 28.996 44.009 1.525
ambiente laboral P57RSEGU 2 83 50.829 4.480 42.048 59.611 1.301 66 82.859 5.360 72.354 93.363 1.598 149 63.497 3.830 55.991 71.004 1.525
Riesgos para la salud en el Proporción Biológicos 1 11 8.597 2.465 3.766 13.429 0.974 16 18.140 4.641 9.043 27.236 1.204 27 13.056 2.498 8.161 17.951 1.148
ambiente laboral P57RBIOL 2 115 91.403 2.465 86.571 96.234 0.974 67 81.860 4.641 72.764 90.957 1.204 182 86.944 2.498 82.049 91.839 1.148
Riesgos para la salud en el Proporción Ergonómicos 1 64 42.197 4.086 34.189 50.206 1.054 37 38.727 5.518 27.912 49.543 1.142 101 40.707 3.211 34.414 47.000 1.038
ambiente laboral P57RERGO 2 90 57.803 4.086 49.794 65.811 1.054 52 61.273 5.518 50.457 72.088 1.142 142 59.293 3.211 53.000 65.586 1.038
Riesgos para la salud en el Proporción Otro 1 17 16.108 4.094 8.084 24.131 1.439 6 8.853 4.100 0.818 16.889 1.375 23 13.002 2.986 7.149 18.856 1.435
ambiente laboral P57ROTRO 2 99 83.892 4.094 75.869 91.916 1.439 60 91.147 4.100 83.111 99.182 1.375 159 86.998 2.986 81.144 92.851 1.435
Satisfacción con la atención Proporción Altamente insatisf. 1 26 3.739 0.739 2.292 5.187 0.946 36 5.103 0.891 3.357 6.849 1.081 62 4.503 0.564 3.398 5.608 0.948
que recibe en los servicios Insatisfecho(a) 2 125 19.674 1.726 16.291 23.057 0.946 111 16.887 1.603 13.746 20.028 1.081 236 18.114 1.205 15.752 20.475 0.948
de salud Satisfecho(a) 3 372 60.821 2.029 56.844 64.797 0.946 375 57.489 2.002 53.566 61.412 1.081 747 58.955 1.382 56.246 61.664 0.948
P58ATENC Muy satisfecho(a) 4 68 10.513 1.285 7.993 13.032 0.946 105 15.488 1.443 12.660 18.316 1.081 173 13.298 1.009 11.322 15.275 0.948
Altamente satisfecho 5 33 5.254 0.876 3.536 6.971 0.946 33 5.033 0.921 3.228 6.837 1.081 66 5.130 0.674 3.808 6.451 0.948
Satisfacción con el acceso Proporción Altamente insatisf. 1 19 2.827 0.662 1.530 4.125 0.995 27 4.213 0.917 2.415 6.010 1.371 46 3.601 0.574 2.476 4.725 1.216
que tiene a los servicios de Insatisfecho(a) 2 132 20.015 1.759 16.568 23.462 0.995 119 17.810 1.849 14.186 21.435 1.371 251 18.784 1.198 16.436 21.133 1.216
salud Satisfecho(a) 3 374 61.555 1.967 57.699 65.410 0.995 388 59.736 2.255 55.316 64.156 1.371 762 60.539 1.410 57.776 63.303 1.216
P59ACCES Muy satisfecho(a) 4 68 10.193 1.184 7.873 12.513 0.995 89 12.973 1.392 10.246 15.701 1.371 157 11.745 0.954 9.875 13.616 1.216
Altamente satisfecho 5 31 5.409 1.118 3.218 7.601 0.995 35 5.268 0.956 3.395 7.141 1.371 66 5.330 0.769 3.822 6.838 1.216
Satisfacción con la calidad Proporción Altamente insatisf. 1 24 3.609 0.709 2.220 4.998 0.899 24 3.346 0.675 2.022 4.669 0.929 48 3.461 0.478 2.525 4.398 0.877
de los servicios de salud Insatisfecho(a) 2 119 18.638 1.684 15.336 21.939 0.899 127 19.662 1.925 15.888 23.436 0.929 246 19.211 1.368 16.529 21.893 0.877
P60CALID Satisfecho(a) 3 381 62.272 1.877 58.594 65.950 0.899 381 58.198 2.054 54.172 62.224 0.929 762 59.993 1.365 57.318 62.667 0.877
Muy satisfecho(a) 4 69 10.363 1.276 7.862 12.864 0.899 88 13.101 1.483 10.195 16.007 0.929 157 11.895 0.994 9.946 13.844 0.877
Altamente satisfecho 5 30 5.119 1.067 3.028 7.209 0.899 39 5.693 0.993 3.747 7.638 0.929 69 5.440 0.740 3.990 6.890 0.877
Tipo de vivienda Proporción Rancho 1 8 1.247 0.394 0.474 2.020 0.829 5 0.691 0.335 0.036 1.347 1.114 13 0.938 0.246 0.456 1.421 0.872
P61TVIVI Cuarto 2 18 2.604 0.657 1.317 3.891 0.829 13 1.633 0.452 0.748 2.518 1.114 31 2.064 0.383 1.315 2.814 0.872
Apartamento 3 173 26.268 1.888 22.568 29.969 0.829 172 21.393 1.601 18.255 24.530 1.114 345 23.559 1.262 21.085 26.033 0.872
Casa 4 457 69.881 1.900 66.156 73.605 0.829 493 76.283 1.708 72.935 79.631 1.114 950 73.438 1.302 70.887 75.989 0.872
Pertenencia de la vivienda Proporción Prestada 1 43 6.579 1.118 4.387 8.770 1.335 67 9.739 1.203 7.381 12.096 1.124 110 8.335 0.798 6.770 9.900 1.117
P62PERTE Arrendada 2 231 35.633 2.241 31.241 40.025 1.335 222 31.926 2.042 27.923 35.928 1.124 453 33.573 1.664 30.311 36.835 1.117
Propia 3 374 56.591 2.519 51.654 61.527 1.335 381 55.864 2.112 51.724 60.004 1.124 755 56.187 1.685 52.884 59.490 1.117
Otra 4 8 1.198 0.483 0.252 2.144 1.335 13 2.471 0.732 1.036 3.906 1.124 21 1.905 0.440 1.043 2.768 1.117
Material predominante en las Proporción Materiales desecho 1 0 ---- 0.000 ---- ---- ---- 1 0.091 0.091 -0.087 0.268 0.620 1 0.050 0.050 -0.048 0.149 0.675
paredes Bahareque / caña 2 7 0.903 0.330 0.256 1.549 ---- 2 0.313 0.219 -0.116 0.741 0.620 9 0.575 0.183 0.216 0.935 0.675
P63MARED Tapia pisada 3 6 0.840 0.351 0.153 1.527 ---- 9 1.729 0.614 0.525 2.932 0.620 15 1.333 0.379 0.591 2.076 0.675
Madera 4 6 1.002 0.400 0.219 1.786 ---- 6 0.746 0.298 0.162 1.330 0.620 12 0.860 0.261 0.349 1.371 0.675
Bloque / ladrillo 5 629 95.562 0.859 93.878 97.246 ---- 661 96.599 0.749 95.130 98.068 0.620 1290 96.138 0.575 95.010 97.266 0.675

214
Anexo 5 - Aspectos de la calidad de vida de la población adulta de Medellín, 2005. Comparativo por sexo
Errores de muestreo para las estimaciones
Valor estimado, intervalo de confianza, error estándar y efecto del diseño
Hombres Mujeres Total

Códigos
Estima-
ción

estimado

estimado

estimado
ponderar

ponderar

ponderar
estándar

estándar

estándar
Variable Categorías

diseño

diseño

diseño
Efecto

Efecto

Efecto
Casos

Casos

Casos
Valor

Valor

Valor
Error

Error

Error
Intervalo de Intervalo de Intervalo de

sin

sin

sin
del

del

del
confianza 95% confianza 95% confianza 95%

(SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF
Otro 6 9 1.693 0.501 0.710 2.676 ---- 4 0.523 0.261 0.011 1.035 0.620 13 1.043 0.263 0.528 1.558 0.675
Material predominante en los Proporción Tierra / arena 1 2 0.361 0.257 -0.143 0.865 1.208 3 0.412 0.227 -0.033 0.857 0.859 5 0.389 0.185 0.027 0.752 1.182
Pisos Cemento 2 163 23.920 1.593 20.799 27.042 1.208 171 21.728 1.319 19.143 24.313 0.859 334 22.704 1.093 20.562 24.847 1.182
P64MPISO Madera 3 18 2.529 0.709 1.139 3.919 1.208 13 1.292 0.357 0.592 1.992 0.859 31 1.843 0.396 1.067 2.619 1.182
Baldosa 4 448 69.016 1.754 65.579 72.454 1.208 459 71.043 1.617 67.873 74.212 0.859 907 70.140 1.262 67.668 72.613 1.182
Mármol 5 21 3.366 0.791 1.816 4.916 1.208 30 4.842 0.874 3.129 6.555 0.859 51 4.185 0.595 3.020 5.350 1.182
Otro 6 6 0.807 0.338 0.144 1.470 1.208 7 0.682 0.239 0.213 1.152 0.859 13 0.738 0.198 0.351 1.125 1.182
Material predominante del Proporción Desechos 1 5 0.742 0.336 0.084 1.401 1.008 3 0.709 0.448 -0.169 1.586 1.946 8 0.724 0.288 0.159 1.288 1.548
techo Teja 2 197 29.539 1.821 25.970 33.107 1.008 200 28.957 1.733 25.561 32.354 1.946 397 29.216 1.336 26.598 31.835 1.548
P65MTECH Cemento 3 427 65.145 1.997 61.231 69.059 1.008 459 67.785 1.754 64.347 71.224 1.946 886 66.610 1.350 63.963 69.257 1.548
Otro 4 29 4.574 0.859 2.891 6.257 1.008 21 2.549 0.639 1.297 3.800 1.946 50 3.450 0.496 2.478 4.423 1.548
Servicios públicos de la Proporción Sin servicios 1 3 0.483 0.283 -0.072 1.038 0.980 3 0.677 0.418 -0.141 1.496 1.552 6 0.591 0.259 0.083 1.099 1.357
vivienda P66SPNIN 2 585 99.517 0.283 98.962 100.072 0.980 596 99.323 0.418 98.504 100.141 1.552 1181 99.409 0.259 98.901 99.917 1.357
Servicios públicos de la Proporción Energía instalada 1 651 99.360 0.324 98.724 99.995 1.083 673 98.921 0.373 98.190 99.653 0.890 1324 99.116 0.246 98.635 99.598 0.921
vivienda P66ENERI 2 4 0.640 0.324 0.005 1.276 1.083 9 1.079 0.373 0.347 1.810 0.890 13 0.884 0.246 0.402 1.365 0.921
Servicios públicos de la Proporción Energía habilitada 1 639 97.685 0.766 96.184 99.186 1.694 638 93.837 0.994 91.889 95.785 1.144 1277 95.555 0.632 94.316 96.795 1.246
vivienda P66ENERH 2 14 2.315 0.766 0.814 3.816 1.694 32 6.163 0.994 4.215 8.111 1.144 46 4.445 0.632 3.205 5.684 1.246
Servicios públicos de la Proporción Teléfono instalado 1 624 97.074 0.641 95.818 98.330 0.934 640 96.285 0.626 95.057 97.513 0.738 1264 96.635 0.426 95.800 97.471 0.737
vivienda P66TELEI 2 22 2.926 0.641 1.670 4.182 0.934 33 3.715 0.626 2.487 4.943 0.738 55 3.365 0.426 2.529 4.200 0.737
Servicios públicos de la Proporción Teléfono habilitado 1 605 94.679 0.975 92.769 96.590 1.210 595 89.629 1.291 87.099 92.159 1.187 1200 91.872 0.819 90.267 93.478 1.171
vivienda P66TELEH 2 37 5.321 0.975 3.410 7.231 1.210 67 10.371 1.291 7.841 12.901 1.187 104 8.128 0.819 6.522 9.733 1.171
Servicios públicos de la Proporción Celular instalado 1 290 58.273 2.642 53.094 63.453 1.513 266 51.343 2.254 46.926 55.760 1.098 556 54.392 1.827 50.811 57.973 1.436
vivienda P66CELUI 2 237 41.727 2.642 36.547 46.906 1.513 274 48.657 2.254 44.240 53.074 1.098 511 45.608 1.827 42.027 49.189 1.436
Servicios públicos de la Proporción Celular habilitado 1 288 57.741 2.645 52.557 62.924 1.505 252 47.814 2.302 43.301 52.326 1.145 540 52.152 1.820 48.585 55.718 1.412
vivienda P66CELUH 2 237 42.259 2.645 37.076 47.443 1.505 287 52.186 2.302 47.674 56.699 1.145 524 47.848 1.820 44.282 51.415 1.412
Servicios públicos de la Proporción Gas instalado 1 284 57.927 2.402 53.219 62.634 1.229 274 50.717 2.189 46.425 55.008 1.053 558 53.825 1.543 50.802 56.849 1.023
vivienda P66GASIN 2 235 42.073 2.402 37.366 46.781 1.229 275 49.283 2.189 44.992 53.575 1.053 510 46.175 1.543 43.151 49.198 1.023
Servicios públicos de la Proporción Gas habilitado 1 275 55.864 2.430 51.102 60.627 1.245 258 47.516 2.191 43.222 51.809 1.054 533 51.111 1.559 48.056 54.166 1.038
vivienda P66GASHA 2 245 44.136 2.430 39.373 48.898 1.245 290 52.484 2.191 48.191 56.778 1.054 535 48.889 1.559 45.834 51.944 1.038
Servicios públicos de la Proporción Internet instalado 1 148 33.542 2.431 28.777 38.307 1.283 154 29.883 2.219 25.534 34.232 1.222 302 31.448 1.764 27.991 34.904 1.449
vivienda P66INTEI 2 336 66.458 2.431 61.693 71.223 1.283 366 70.117 2.219 65.768 74.466 1.222 702 68.552 1.764 65.096 72.009 1.449
Servicios públicos de la Proporción Internet habilitado 1 139 31.299 2.416 26.564 36.034 1.306 143 26.903 2.176 22.638 31.167 1.254 282 28.767 1.741 25.354 32.180 1.482
vivienda P66INTEH 2 342 68.701 2.416 63.966 73.436 1.306 378 73.097 2.176 68.833 77.362 1.254 720 71.233 1.741 67.820 74.646 1.482
Servicios públicos de la Proporción Tv cable instalado 1 381 69.519 2.157 65.290 73.747 1.250 377 65.526 2.403 60.816 70.235 1.547 758 67.252 1.583 64.148 70.355 1.336
vivienda P66TVCAI 2 188 30.481 2.157 26.253 34.710 1.250 228 34.474 2.403 29.765 39.184 1.547 416 32.748 1.583 29.645 35.852 1.336
Servicios públicos de la Proporción Tv cable habilitado 1 379 69.307 2.143 65.107 73.506 1.224 365 62.415 2.457 57.598 67.231 1.555 744 65.384 1.570 62.307 68.461 1.275
vivienda P66TVCAH 2 188 30.693 2.143 26.494 34.893 1.224 239 37.585 2.457 32.769 42.402 1.555 427 34.616 1.570 31.539 37.693 1.275
Servicios públicos de la Proporción Acueducto instalado 1 651 99.311 0.488 98.355 100.267 2.274 671 98.358 0.596 97.190 99.526 1.500 1322 98.781 0.382 98.032 99.530 1.620
vivienda P66ACUEI 2 3 0.689 0.488 -0.267 1.645 2.274 11 1.642 0.596 0.474 2.810 1.500 14 1.219 0.382 0.470 1.968 1.620
Servicios públicos de la Proporción Acueducto habilitad. 1 637 97.312 0.888 95.571 99.054 1.964 635 93.303 1.033 91.278 95.328 1.145 1272 95.089 0.715 93.688 96.491 1.446
vivienda P66ACUEH 2 14 2.688 0.888 0.946 4.429 1.964 35 6.697 1.033 4.672 8.722 1.145 49 4.911 0.715 3.509 6.312 1.446
Servicios públicos de la Proporción Alcantarillado instal. 1 655 99.920 0.080 99.764 100.076 0.523 671 98.881 0.346 98.203 99.560 0.737 1326 99.344 0.193 98.966 99.723 0.764
vivienda P66ALCAI 2 1 0.080 0.080 -0.076 0.236 0.523 9 1.119 0.346 0.440 1.797 0.737 10 0.656 0.193 0.277 1.034 0.764
Servicios públicos de la Proporción Alcantarill. Habilit. 1 643 98.177 0.735 96.737 99.617 1.969 637 93.515 0.986 91.582 95.448 1.076 1280 95.594 0.644 94.333 96.856 1.303
viviendaP66ALCAH 2 10 1.823 0.735 0.383 3.263 1.969 34 6.485 0.986 4.552 8.418 1.076 44 4.406 0.644 3.144 5.667 1.303
Servicios públicos de la Proporción Recolección basuras 1 643 98.969 0.375 98.234 99.703 0.893 673 99.301 0.248 98.814 99.788 0.604 1316 99.154 0.241 98.681 99.626 0.921
vivienda P66RECBA 2 6 1.031 0.375 0.297 1.766 0.893 7 0.699 0.248 0.212 1.186 0.604 13 0.846 0.241 0.374 1.319 0.921
Riesgos en la vivienda Proporción Ninguno 1 457 76.404 2.320 71.856 80.952 1.747 466 73.334 1.890 69.629 77.038 1.140 923 74.680 1.433 71.871 77.489 1.313
P67RNING 2 128 23.596 2.320 19.048 28.144 1.747 158 26.666 1.890 22.962 30.371 1.140 286 25.320 1.433 22.511 28.129 1.313
Riesgos en la vivienda Proporción Físicos 1 66 44.951 4.691 35.757 54.145 1.236 78 47.687 5.274 37.349 58.025 1.740 144 46.537 3.446 39.783 53.291 1.408
P67RFISI 2 73 55.049 4.691 45.855 64.243 1.236 78 52.313 5.274 41.975 62.651 1.740 151 53.463 3.446 46.709 60.217 1.408
Riesgos en la vivienda Proporción Químicos 1 20 17.014 4.357 8.475 25.553 1.519 14 9.143 2.416 4.408 13.877 0.878 34 12.383 2.269 7.936 16.830 1.129
P67RQUIM 2 93 82.986 4.357 74.447 91.525 1.519 111 90.857 2.416 86.123 95.592 0.878 204 87.617 2.269 83.170 92.064 1.129
Riesgos en la vivienda Proporción Ambientales 1 73 56.315 4.420 47.651 64.979 1.048 91 55.548 4.289 47.141 63.954 1.199 164 55.860 2.803 50.367 61.354 0.933
P67RAMBI 2 59 43.685 4.420 35.021 52.349 1.048 70 44.452 4.289 36.046 52.859 1.199 129 44.140 2.803 38.646 49.633 0.933
Riesgos en la vivienda Proporción De seguridad 1 77 55.959 5.385 45.404 66.515 1.589 64 40.090 4.310 31.643 48.537 1.137 141 46.788 3.234 40.450 53.126 1.184
P67RSEGU 2 58 44.041 5.385 33.485 54.596 1.589 83 59.910 4.310 51.463 68.357 1.137 141 53.212 3.234 46.874 59.550 1.184
Riesgos en la vivienda Proporción Biológicos 1 12 13.457 3.996 5.625 21.289 1.494 11 6.982 2.022 3.020 10.945 0.799 23 9.595 2.020 5.635 13.555 1.111
P67RBIOL 2 97 86.543 3.996 78.711 94.375 1.494 116 93.018 2.022 89.055 96.980 0.799 213 90.405 2.020 86.445 94.365 1.111

215
Anexo 5 - Aspectos de la calidad de vida de la población adulta de Medellín, 2005. Comparativo por sexo
Errores de muestreo para las estimaciones
Valor estimado, intervalo de confianza, error estándar y efecto del diseño
Hombres Mujeres Total

Códigos
Estima-
ción

estimado

estimado

estimado
ponderar

ponderar

ponderar
estándar

estándar

estándar
Variable Categorías

diseño

diseño

diseño
Efecto

Efecto

Efecto
Casos

Casos

Casos
Valor

Valor

Valor
Error

Error

Error
Intervalo de Intervalo de Intervalo de

sin

sin

sin
del

del

del
confianza 95% confianza 95% confianza 95%

(SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF
Satisfacción con las Proporción Altamente insatisf. 1 10 1.486 0.505 0.495 2.476 1.145 15 1.876 0.496 0.903 2.849 0.914 25 1.702 0.365 0.988 2.417 1.063
condiciones del lugar donde Insatisfecho(a) 2 66 9.566 1.218 7.179 11.953 1.145 68 9.523 1.229 7.114 11.931 0.914 134 9.542 0.895 7.788 11.296 1.063
vive Satisfecho(a) 3 399 60.658 2.016 56.707 64.609 1.145 405 58.195 1.913 54.444 61.945 0.914 804 59.290 1.336 56.671 61.909 1.063
P68LUGVI Muy satisfecho(a) 4 132 19.912 1.685 16.609 23.214 1.145 134 21.282 1.692 17.967 24.598 0.914 266 20.673 1.193 18.334 23.012 1.063
Altamente satisfecho 5 49 8.378 1.586 5.270 11.487 1.145 61 9.124 1.251 6.672 11.577 0.914 110 8.793 0.945 6.940 10.645 1.063
Satisfacción con su Proporción Altamente insatisf. 1 10 1.357 0.440 0.495 2.220 0.945 14 2.088 0.592 0.927 3.249 1.158 24 1.762 0.376 1.025 2.498 1.083
vecindario Insatisfecho(a) 2 76 11.388 1.292 8.856 13.920 0.945 75 10.662 1.323 8.069 13.255 1.158 151 10.986 0.902 9.219 12.754 1.083
P69VECIN Satisfecho(a) 3 408 62.598 2.006 58.666 66.531 0.945 413 60.825 2.321 56.275 65.374 1.158 821 61.617 1.412 58.849 64.384 1.083
Muy satisfecho(a) 4 117 17.622 1.647 14.393 20.851 0.945 127 19.564 1.700 16.231 22.897 1.158 244 18.697 1.065 16.610 20.784 1.083
Altamente satisfecho 5 42 7.034 1.237 4.610 9.458 0.945 46 6.861 1.167 4.573 9.150 1.158 88 6.939 0.861 5.252 8.625 1.083
Medio de transporte más Proporción A pie 1 37 5.968 1.049 3.912 8.024 1.290 58 7.477 0.991 5.535 9.419 0.969 95 6.805 0.708 5.417 8.193 1.061
utilizado Bicicleta / moto 2 72 12.253 1.667 8.986 15.520 1.290 23 3.377 0.665 2.073 4.680 0.969 95 7.329 0.819 5.724 8.934 1.061
P70TRANS Bus / colectivo 3 320 48.318 1.988 44.421 52.215 1.290 402 59.857 1.916 56.101 63.613 0.969 722 54.719 1.320 52.132 57.307 1.061
Metro 4 77 10.913 1.273 8.419 13.408 1.290 56 7.681 1.143 5.442 9.921 0.969 133 9.120 0.794 7.564 10.676 1.061
Taxi 5 36 5.326 0.920 3.523 7.129 1.290 72 12.735 1.481 9.832 15.639 0.969 108 9.436 0.905 7.663 11.209 1.061
Particular 6 115 17.098 1.541 14.077 20.118 1.290 71 8.712 0.955 6.840 10.585 0.969 186 12.446 0.977 10.531 14.360 1.061
Otrol 7 1 0.124 0.124 -0.119 0.367 1.290 1 0.161 0.161 -0.155 0.476 0.969 2 0.144 0.105 -0.061 0.350 1.061
Satisfacción con el medio de Proporción Altamente insatisf. 1 10 1.295 0.444 0.426 2.165 1.013 8 1.073 0.505 0.084 2.062 1.634 18 1.172 0.337 0.511 1.834 1.317
transporte utilizado Insatisfecho(a) 2 57 8.736 1.166 6.450 11.022 1.013 44 6.607 1.048 4.552 8.661 1.634 101 7.557 0.798 5.992 9.121 1.317
P71SUTIL Satisfecho(a) 3 370 55.469 2.165 51.226 59.712 1.013 427 61.753 1.963 57.905 65.601 1.634 797 58.950 1.430 56.147 61.753 1.317
Muy satisfecho(a) 4 160 24.610 1.744 21.193 28.028 1.013 155 23.631 1.877 19.952 27.311 1.634 315 24.068 1.216 21.685 26.451 1.317
Altamente satisfecho 5 61 9.890 1.279 7.383 12.396 1.013 47 6.936 1.017 4.943 8.929 1.634 108 8.254 0.767 6.750 9.757 1.317
Práctica regular de ejercicio Proporción Si 1 382 58.453 2.068 54.400 62.506 1.157 291 42.882 2.020 38.923 46.841 1.136 673 49.801 1.452 46.956 52.647 1.129
Físico P10EJER No 2 275 41.547 2.068 37.494 45.600 1.157 391 57.118 2.020 53.159 61.077 1.136 666 50.199 1.452 47.353 53.044 1.129
Frecuencia del ejercicio Proporción Diaria 1 129 34.727 2.695 29.445 40.010 1.224 105 35.136 3.011 29.234 41.039 1.162 234 34.923 1.936 31.130 38.717 1.111
Físico Semanal 2 207 54.026 2.758 48.620 59.433 1.224 152 53.033 3.242 46.679 59.388 1.162 359 53.551 2.071 49.492 57.609 1.111
P11EFRE Quincenal 3 19 4.573 1.127 2.365 6.782 1.224 10 3.064 0.988 1.127 5.001 1.162 29 3.851 0.747 2.387 5.314 1.111
Mensual 4 5 1.178 0.522 0.154 2.201 1.224 3 1.214 0.708 -0.174 2.602 1.162 8 1.195 0.424 0.365 2.026 1.111
Ocasional 5 22 5.496 1.129 3.282 7.709 1.224 22 7.552 1.755 4.113 10.991 1.162 44 6.481 0.970 4.579 8.383 1.111
Satisfacción con la calidad y Proporción Altamente insatisf. 1 10 1.328 0.402 0.539 2.116 0.812 13 1.700 0.470 0.779 2.621 0.900 23 1.534 0.299 0.948 2.120 0.792
el tiempo dedicado al sueño Insatisfecho(a) 2 116 18.212 1.587 15.102 21.323 0.812 130 19.536 1.812 15.983 23.088 0.900 246 18.946 1.271 16.456 21.436 0.792
reparador Satisfecho(a) 3 450 67.712 1.788 64.208 71.215 0.812 411 60.033 2.101 55.915 64.151 0.900 861 63.453 1.411 60.687 66.219 0.792
P13SUEN Muy satisfecho(a) 4 55 7.920 0.971 6.018 9.822 0.812 87 12.930 1.368 10.249 15.612 0.900 142 10.698 0.881 8.971 12.425 0.792
Altamente satisfecho 5 26 4.828 1.103 2.666 6.991 0.812 40 5.801 1.008 3.826 7.777 0.900 66 5.368 0.771 3.857 6.879 0.792
Depresión o tristeza en los Proporción Si (hay restricción) 1 252 38.355 2.244 33.956 42.753 1.406 350 50.231 2.208 45.904 54.558 1.332 602 44.934 1.604 41.791 48.077 1.396
últimos 15 días P14DEPR No 2 408 61.645 2.244 57.247 66.044 1.406 333 49.769 2.208 45.442 54.096 1.332 741 55.066 1.604 51.923 58.209 1.396
Satisfacción consigo mismo Proporción Altamente insatisf. 1 4 0.584 0.269 0.056 1.113 0.818 6 0.740 0.312 0.128 1.353 0.904 10 0.671 0.211 0.257 1.084 0.891
P16SMIS Insatisfecho(a) 2 41 5.652 0.847 3.991 7.313 0.818 53 7.196 0.985 5.265 9.127 0.904 94 6.510 0.667 5.203 7.817 0.891
Satisfecho(a) 3 341 50.521 2.457 45.705 55.336 0.818 390 56.933 1.879 53.250 60.616 0.904 731 54.082 1.491 51.159 57.006 0.891
Muy satisfecho(a) 4 161 24.533 1.761 21.082 27.985 0.818 140 20.750 1.860 17.104 24.397 0.904 301 22.432 1.350 19.785 25.079 0.891
Altamente satisfecho 5 107 18.709 2.014 14.761 22.657 0.818 92 14.380 1.303 11.827 16.934 0.904 199 16.305 1.202 13.949 18.660 0.891
Satisfacción con las Proporción Altamente insatisf. 1 6 0.777 0.319 0.151 1.402 0.870 9 1.075 0.359 0.372 1.778 0.826 15 0.942 0.250 0.451 1.433 0.901
relaciones personales Insatisfecho(a) 2 38 6.378 1.275 3.879 8.878 0.870 62 8.728 1.201 6.374 11.083 0.826 100 7.682 0.850 6.017 9.347 0.901
P17RPERS Satisfecho(a) 3 408 60.122 2.144 55.921 64.324 0.870 411 61.034 2.084 56.949 65.119 0.826 819 60.628 1.405 57.874 63.383 0.901
Muy satisfecho(a) 4 150 22.963 1.819 19.398 26.528 0.870 149 21.299 1.563 18.234 24.363 0.826 299 22.040 1.113 19.858 24.222 0.901
Altamente satisfecho 5 56 9.759 1.237 7.335 12.184 0.870 52 7.864 1.068 5.771 9.957 0.826 108 8.708 0.712 7.312 10.104 0.901
Satisfacción con las Proporción Altamente insatisf. 1 12 2.168 0.706 0.783 3.552 1.551 11 1.349 0.414 0.538 2.160 0.876 23 1.714 0.413 0.905 2.523 1.355
relaciones afectivas Insatisfecho(a) 2 67 10.508 1.273 8.014 13.003 1.551 94 13.275 1.305 10.717 15.833 0.876 161 12.040 0.935 10.209 13.872 1.355
P18RAFE Satisfecho(a) 3 375 54.997 2.193 50.698 59.296 1.551 387 58.020 1.855 54.384 61.656 0.876 762 56.671 1.374 53.979 59.363 1.355
Muy satisfecho(a) 4 140 21.809 1.882 18.120 25.499 1.551 130 18.359 1.537 15.346 21.372 0.876 270 19.899 1.208 17.531 22.267 1.355
Altamente satisfecho 5 65 10.518 1.383 7.808 13.227 1.551 59 8.997 1.170 6.704 11.289 0.876 124 9.675 0.876 7.958 11.393 1.355
Satisfacción con la vida Proporción Altamente insatisf. 1 2 0.229 0.164 -0.093 0.551 0.773 11 1.685 0.537 0.633 2.738 1.164 13 1.032 0.302 0.439 1.625 1.185
sexual Insatisfecho(a) 2 71 10.180 1.300 7.633 12.727 0.773 77 11.338 1.329 8.732 13.943 1.164 148 10.818 0.990 8.879 12.758 1.185
P19VSEX Satisfecho(a) 3 370 55.581 1.923 51.812 59.351 0.773 433 64.612 1.925 60.839 68.385 1.164 803 60.562 1.326 57.963 63.160 1.185
Muy satisfecho(a) 4 141 21.593 1.635 18.389 24.797 0.773 102 15.700 1.518 12.724 18.676 1.164 243 18.344 1.126 16.137 20.550 1.185
Altamente satisfecho 5 71 12.417 1.658 9.167 15.666 0.773 46 6.665 1.022 4.662 8.668 1.164 117 9.245 0.927 7.428 11.061 1.185
Satisfacción con la habilidad Proporción Altamente insatisf. 1 0 ---- 0.000 ---- ---- ---- 2 0.167 0.110 -0.050 0.383 0.499 2 0.092 0.061 -0.027 0.212 0.542
para realizar las actividades Insatisfecho(a) 2 32 4.247 0.819 2.642 5.852 ---- 31 4.005 0.770 2.495 5.514 0.499 63 4.113 0.579 2.977 5.248 0.542
de la vida diaria Satisfecho(a) 3 396 59.525 2.113 55.384 63.666 ---- 419 61.402 1.874 57.728 65.075 0.499 815 60.564 1.529 57.567 63.561 0.542

216
Anexo 5 - Aspectos de la calidad de vida de la población adulta de Medellín, 2005. Comparativo por sexo
Errores de muestreo para las estimaciones
Valor estimado, intervalo de confianza, error estándar y efecto del diseño
Hombres Mujeres Total

Códigos
Estima-
ción

estimado

estimado

estimado
ponderar

ponderar

ponderar
estándar

estándar

estándar
Variable Categorías

diseño

diseño

diseño
Efecto

Efecto

Efecto
Casos

Casos

Casos
Valor

Valor

Valor
Error

Error

Error
Intervalo de Intervalo de Intervalo de

sin

sin

sin
del

del

del
confianza 95% confianza 95% confianza 95%

(SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF
P20HABI Muy satisfecho(a) 4 166 24.728 1.702 21.392 28.064 ---- 163 24.574 1.959 20.734 28.413 0.499 329 24.643 1.508 21.688 27.597 0.542
Altamente satisfecho 5 65 11.500 1.740 8.089 14.911 ---- 67 9.853 1.237 7.430 12.277 0.499 132 10.589 1.029 8.572 12.605 0.542
Disfrute de la vida Proporción Nada 1 20 2.823 0.618 1.611 4.035 0.919 38 5.363 0.874 3.649 7.077 1.028 58 4.230 0.566 3.120 5.340 1.062
P21DISFR Un poco 2 102 15.208 1.706 11.864 18.552 0.919 133 18.438 1.773 14.963 21.913 1.028 235 16.997 1.217 14.613 19.382 1.062
Lo suficiente 3 234 34.795 2.074 30.731 38.859 0.919 248 37.603 2.130 33.428 41.779 1.028 482 36.350 1.505 33.400 39.301 1.062
Bastante 4 209 31.990 2.010 28.050 35.930 0.919 186 27.396 1.945 23.584 31.208 1.028 395 29.445 1.243 27.009 31.881 1.062
Extremadamente 5 94 15.184 1.611 12.026 18.342 0.919 77 11.200 1.316 8.620 13.780 1.028 171 12.978 0.976 11.064 14.891 1.062
Frecuencia de consumo de Proporción Nunca 1 172 24.898 1.837 21.298 28.497 1.173 358 53.760 2.168 49.511 58.008 1.240 530 40.744 1.503 37.798 43.691 1.223
alcohol Ocasional 2 366 58.344 2.139 54.152 62.537 1.173 267 41.661 2.165 37.417 45.904 1.240 633 49.184 1.626 45.998 52.371 1.223
P22ALCOH A menudo 3 103 15.101 1.498 12.165 18.037 1.173 25 3.738 0.773 2.222 5.254 1.240 128 8.862 0.810 7.275 10.449 1.223
Siempre 4 9 1.657 0.631 0.421 2.893 1.173 6 0.842 0.344 0.168 1.515 1.240 15 1.209 0.370 0.483 1.935 1.223
Frecuencia de consumo de Proporción Nunca 1 419 65.088 2.200 60.776 69.400 1.363 486 76.010 1.843 72.397 79.623 1.196 905 71.092 1.424 68.300 73.883 1.265
tabaco Ocasional 2 75 12.309 1.505 9.359 15.258 1.363 42 6.393 1.081 4.275 8.511 1.196 117 9.057 0.946 7.203 10.911 1.265
P22TABAC A menudo 3 29 4.726 0.866 3.029 6.423 1.363 37 5.021 0.858 3.340 6.702 1.196 66 4.888 0.595 3.722 6.054 1.265
Siempre 4 117 17.877 1.702 14.540 21.214 1.363 77 12.576 1.467 9.701 15.452 1.196 194 14.963 1.145 12.720 17.207 1.265
Frecuencia de consumo de Proporción Nunca 1 589 92.783 1.284 90.267 95.299 1.560 625 98.953 0.384 98.201 99.705 0.899 1214 96.163 0.657 94.877 97.450 1.480
marihuana Ocasional 2 32 5.423 1.209 3.053 7.792 1.560 4 0.573 0.299 -0.014 1.160 0.899 36 2.766 0.571 1.647 3.884 1.480
P22MARIH A menudo 3 6 0.585 0.242 0.110 1.059 1.560 1 0.089 0.089 -0.085 0.262 0.899 7 0.313 0.118 0.082 0.544 1.480
Siempre 4 7 1.210 0.444 0.339 2.081 1.560 3 0.385 0.229 -0.064 0.835 0.899 10 0.758 0.251 0.267 1.249 1.480
Frecuencia de consumo de Proporción Nunca 1 629 99.572 0.255 99.073 100.072 0.963 632 99.910 0.089 99.735 100.086 0.566 1261 99.759 0.125 99.514 100.003 0.816
bazuco Ocasional 2 2 0.231 0.168 -0.098 0.559 0.963 1 0.090 0.089 -0.086 0.265 0.566 3 0.153 0.090 -0.023 0.329 0.816
P22BAZUC Siempre 4 1 0.197 0.197 -0.189 0.583 0.963 0 ---- 0.000 ---- ---- 0.566 1 0.089 0.089 -0.085 0.262 0.816
Frecuencia de consumo de Proporción Nunca 1 462 90.546 1.553 87.501 93.590 1.423 491 88.275 2.544 83.288 93.261 3.396 953 89.236 1.635 86.031 92.442 2.918
otras sustancias psicoactivas Ocasional 2 41 8.828 1.507 5.875 11.782 1.423 47 11.032 2.523 6.087 15.976 3.396 88 10.099 1.613 6.937 13.260 2.918
P22OTROS A menudo 3 0 ---- 0.000 ---- ---- 1.423 1 0.185 0.185 -0.177 0.547 3.396 1 0.106 0.107 -0.102 0.315 2.918
Siempre 4 2 0.626 0.444 -0.245 1.497 1.423 4 0.509 0.257 0.005 1.013 3.396 6 0.559 0.234 0.100 1.017 2.918
Posición en el hogar Proporción Jefe(a) 1 387 57.550 3.007 51.655 63.444 2.436 228 33.584 2.474 28.734 38.434 1.872 615 44.266 2.164 40.025 48.507 2.543
P33POJEF Cónyuge/compañer. 2 36 5.595 1.099 3.442 7.749 2.436 267 37.820 3.049 31.843 43.797 1.872 303 23.457 1.946 19.642 27.272 2.543
Hijo(a) 3 182 27.754 3.033 21.808 33.699 2.436 130 19.772 2.770 14.343 25.202 1.872 312 23.330 2.609 18.217 28.443 2.543
Hermano(a) 4 18 3.194 0.923 1.385 5.003 2.436 15 2.278 0.728 0.850 3.705 1.872 33 2.686 0.605 1.501 3.872 2.543
Otro pariente 5 23 4.075 0.894 2.323 5.828 2.436 23 3.671 0.810 2.085 5.258 1.872 46 3.851 0.599 2.677 5.026 2.543
Otro no pariente 6 10 1.468 0.462 0.563 2.374 2.436 8 1.422 0.542 0.361 2.484 1.872 18 1.443 0.350 0.757 2.129 2.543
Empleado(a) 7 0 ---- 0.000 ---- ---- 2.436 8 1.007 0.400 0.223 1.791 1.872 8 0.558 0.221 0.124 0.992 2.543
Otra 8 2 0.364 0.254 -0.134 0.861 2.436 3 0.445 0.254 -0.054 0.944 1.872 5 0.409 0.177 0.061 0.756 2.543
Delito del cual fue víctima de Proporción No 1 567 86.054 1.622 82.875 89.234 1.438 614 89.809 1.201 87.456 92.162 1.074 1181 88.139 1.009 86.160 90.117 1.304
algún delito en el último año Atraco/robo/hurto 2 60 9.158 1.251 6.706 11.609 1.438 49 7.289 1.133 5.067 9.510 1.074 109 8.120 0.858 6.439 9.801 1.304
P34VDELI Lesiones 3 16 2.617 0.744 1.158 4.076 1.438 11 1.789 0.606 0.601 2.976 1.074 27 2.157 0.492 1.193 3.121 1.304
Violación 4 1 0.137 0.137 -0.131 0.404 1.438 1 0.156 0.157 -0.150 0.463 1.074 2 0.148 0.106 -0.060 0.355 1.304
Secuestr./desaparic. 5 1 0.381 0.379 -0.363 1.124 1.438 0 ---- 0.000 ---- ---- 1.074 1 0.169 0.169 -0.161 0.500 1.304
Extorsión / chantaje 6 6 0.864 0.364 0.151 1.577 1.438 5 0.663 0.302 0.071 1.255 1.074 11 0.752 0.229 0.303 1.202 1.304
Otro 7 5 0.790 0.359 0.086 1.495 1.438 2 0.294 0.212 -0.121 0.709 1.074 7 0.515 0.195 0.133 0.896 1.304
Tipo de relaciones familiares Proporción Malas 1 12 2.296 0.733 0.859 3.732 1.576 17 2.270 0.584 1.126 3.414 1.050 29 2.281 0.450 1.400 3.163 1.218
P35RFAMI Deficientes 2 42 6.469 1.067 4.378 8.561 1.576 52 7.766 1.108 5.593 9.938 1.050 94 7.188 0.757 5.705 8.671 1.218
Buenas 3 389 57.319 2.153 53.100 61.538 1.576 414 59.998 2.135 55.813 64.183 1.050 803 58.805 1.623 55.625 61.985 1.218
Excelentes 4 215 33.916 2.215 29.575 38.257 1.576 200 29.966 1.975 26.096 33.837 1.050 415 31.725 1.437 28.909 34.541 1.218
Participación en Proporción No participa 1 504 76.469 1.771 72.999 79.940 1.146 509 75.218 1.860 71.572 78.864 1.264 1013 75.776 1.311 73.206 78.345 1.254
organizaciones comunitarias Grupo religioso 2 49 7.674 1.177 5.367 9.980 1.146 103 14.988 1.406 12.232 17.744 1.264 152 11.729 0.988 9.793 13.665 1.254
P36ORGCO Programa de salud 3 16 2.689 0.694 1.329 4.050 1.146 14 2.070 0.566 0.960 3.180 1.264 30 2.346 0.442 1.479 3.213 1.254
Org. Comunitaria 4 17 2.523 0.663 1.223 3.823 1.146 13 1.822 0.641 0.566 3.078 1.264 30 2.134 0.430 1.291 2.978 1.254
Grupo político 5 8 0.949 0.335 0.293 1.605 1.146 1 0.111 0.111 -0.107 0.328 1.264 9 0.485 0.183 0.126 0.843 1.254
Grupo deportivo 6 44 6.636 1.147 4.388 8.883 1.146 25 3.450 0.684 2.110 4.791 1.264 69 4.870 0.577 3.738 6.002 1.254
Grupo recreativo 7 5 0.733 0.328 0.090 1.377 1.146 5 0.501 0.225 0.061 0.941 1.264 10 0.604 0.187 0.238 0.971 1.254
Grupo artístico 8 9 1.496 0.548 0.421 2.571 1.146 3 0.366 0.218 -0.061 0.793 1.264 12 0.869 0.266 0.348 1.391 1.254
Otro 9 6 0.831 0.336 0.171 1.490 1.146 8 1.474 0.648 0.204 2.743 1.264 14 1.187 0.394 0.415 1.960 1.254
Satisfacción con el apoyo Proporción Altamente insatisf. 1 14 2.141 0.651 0.864 3.418 1.333 12 1.779 0.570 0.661 2.896 1.270 26 1.940 0.420 1.117 2.763 1.242
recibido de la familia Insatisfecho(a) 2 46 6.321 0.919 4.520 8.122 1.333 82 11.348 1.301 8.797 13.898 1.270 128 9.108 0.805 7.530 10.686 1.242
P37APFAM Satisfecho(a) 3 366 54.831 2.283 50.356 59.305 1.333 363 52.005 2.207 47.680 56.330 1.270 729 53.264 1.688 49.955 56.573 1.242
Muy satisfecho(a) 4 156 24.045 1.854 20.410 27.679 1.333 138 21.722 2.019 17.765 25.679 1.270 294 22.757 1.418 19.978 25.536 1.242
Altamente satisfecho. 5 76 12.663 1.641 9.447 15.879 1.333 87 13.146 1.214 10.767 15.525 1.270 163 12.931 0.992 10.987 14.874 1.242

217
Anexo 5 - Aspectos de la calidad de vida de la población adulta de Medellín, 2005. Comparativo por sexo
Errores de muestreo para las estimaciones
Valor estimado, intervalo de confianza, error estándar y efecto del diseño
Hombres Mujeres Total

Códigos
Estima-
ción

estimado

estimado

estimado
ponderar

ponderar

ponderar
estándar

estándar

estándar
Variable Categorías

diseño

diseño

diseño
Efecto

Efecto

Efecto
Casos

Casos

Casos
Valor

Valor

Valor
Error

Error

Error
Intervalo de Intervalo de Intervalo de

sin

sin

sin
del

del

del
confianza 95% confianza 95% confianza 95%

(SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF (SP) (V) (EE) LI% LS% DEFF
Satisfacción con el apoyo de Proporción Altamente insatisf. 1 13 1.929 0.567 0.818 3.041 1.113 11 1.764 0.627 0.536 2.993 1.530 24 1.838 0.417 1.020 2.656 1.285
recibido por los amigos Insatisfecho(a) 2 106 16.039 1.723 12.661 19.417 1.113 131 18.967 1.621 15.790 22.145 1.530 237 17.658 1.201 15.303 20.013 1.285
P38APAMI Satisfecho(a) 3 400 59.952 1.831 56.364 63.540 1.113 391 58.427 2.168 54.178 62.676 1.530 791 59.109 1.502 56.166 62.052 1.285
Muy satisfecho(a) 4 100 15.205 1.545 12.177 18.232 1.113 100 14.984 1.429 12.182 17.786 1.530 200 15.083 0.987 13.148 17.017 1.285
Altamente satisfecho 5 36 6.875 1.166 4.590 9.159 1.113 42 5.857 1.016 3.865 7.849 1.530 78 6.312 0.771 4.802 7.822 1.285
Calificación de los diferentes Proporción Calificaciòn 1 a 5 1 5 0.616 0.289 0.051 1.182 0.897 9 1.092 0.349 0.409 1.776 0.770 14 0.880 0.239 0.411 1.349 0.880
aspectos de calidad de 2 16 2.396 0.666 1.091 3.702 0.897 17 1.990 0.455 1.098 2.883 0.770 33 2.171 0.381 1.425 2.918 0.880
vida: Personales 3 113 15.742 1.622 12.563 18.920 0.897 121 18.318 1.640 15.103 21.533 0.770 234 17.169 1.149 14.917 19.421 0.880
P72VIPER 4 300 46.020 2.285 41.541 50.498 0.897 262 41.050 2.211 36.717 45.383 0.770 562 43.267 1.636 40.061 46.472 0.880
5 226 35.226 2.169 30.974 39.478 0.897 274 37.549 1.914 33.798 41.301 0.770 500 36.513 1.446 33.678 39.348 0.880
Calificación de los diferentes Proporción Calificaciòn 1 a 5 1 61 8.926 1.077 6.814 11.038 0.942 64 8.597 1.053 6.533 10.661 0.964 125 8.744 0.741 7.291 10.197 0.925
aspectos de calidad de 2 107 15.769 1.568 12.695 18.842 0.942 97 12.960 1.417 10.183 15.737 0.964 204 14.213 1.090 12.076 16.350 0.925
vida: Económicos 3 252 38.486 2.119 34.333 42.640 0.942 253 38.347 2.011 34.405 42.288 0.964 505 38.409 1.563 35.345 41.473 0.925
P73CIECO 4 186 28.423 1.874 24.750 32.097 0.942 196 29.909 2.074 25.844 33.974 0.964 382 29.247 1.549 26.211 32.282 0.925
5 54 8.396 1.172 6.099 10.693 0.942 73 10.187 1.280 7.677 12.696 0.964 127 9.388 0.884 7.655 11.121 0.925
Calificación de los diferentes Proporción Calificaciòn 1 a 5 1 8 0.934 0.411 0.129 1.739 1.204 20 2.395 0.537 1.342 3.448 0.844 28 1.743 0.370 1.018 2.469 1.075
aspectos de calidad de 2 26 3.590 0.758 2.104 5.076 1.204 38 5.434 1.032 3.411 7.458 0.844 64 4.612 0.672 3.295 5.929 1.075
vida: Sociales 3 127 19.213 1.730 15.823 22.604 1.204 112 16.978 1.729 13.589 20.367 0.844 239 17.975 1.131 15.757 20.193 1.075
P74RSOCI 4 271 42.766 2.208 38.439 47.093 1.204 266 40.589 2.400 35.886 45.292 0.844 537 41.560 1.735 38.160 44.961 1.075
5 228 33.497 1.895 29.782 37.211 1.204 247 34.603 2.135 30.419 38.788 0.844 475 34.110 1.501 31.169 37.051 1.075
Calificación de los diferentes Proporción Calificaciòn 1 a 5 1 8 1.211 0.433 0.363 2.059 1.032 16 2.169 0.548 1.095 3.242 0.966 24 1.742 0.367 1.022 2.461 1.058
aspectos de calidad de 2 23 3.288 0.761 1.797 4.779 1.032 30 3.852 0.708 2.463 5.240 0.966 53 3.600 0.487 2.646 4.554 1.058
vida: Salud 3 115 16.510 1.562 13.448 19.572 1.032 119 17.250 1.824 13.675 20.825 0.966 234 16.920 1.291 14.390 19.449 1.058
P75ESALU 4 208 32.547 1.984 28.658 36.435 1.032 225 34.034 1.930 30.251 37.817 0.966 433 33.371 1.453 30.524 36.218 1.058
5 306 46.444 2.180 42.172 50.716 1.032 293 42.696 1.902 38.967 46.424 0.966 599 44.368 1.551 41.327 47.408 1.058
Calificación de los diferentes Proporción Calificaciòn 1 a 5 1 27 3.945 0.709 2.555 5.334 0.875 30 4.230 0.813 2.637 5.824 1.115 57 4.103 0.586 2.954 5.252 1.173
aspectos de calidad de 2 57 7.848 1.009 5.871 9.825 0.875 60 8.362 1.144 6.120 10.605 1.115 117 8.133 0.732 6.698 9.568 1.173
vida: Seguridad Social 3 169 27.355 1.836 23.757 30.953 0.875 135 21.576 1.725 18.195 24.957 1.115 304 24.154 1.293 21.620 26.687 1.173
P76ATENS 4 240 35.621 2.034 31.635 39.608 0.875 233 34.478 2.186 30.194 38.762 1.115 473 34.988 1.442 32.163 37.813 1.173
5 167 25.231 1.761 21.779 28.683 0.875 225 31.354 1.918 27.594 35.113 1.115 392 28.623 1.248 26.176 31.069 1.173
Calificación de los diferentes Proporción Calificaciòn 1 a 5 1 9 1.425 0.475 0.495 2.356 1.058 18 2.105 0.453 1.216 2.994 0.681 27 1.802 0.335 1.146 2.458 0.851
aspectos de calidad de 2 21 2.742 0.642 1.483 4.000 1.058 35 4.912 0.843 3.261 6.564 0.681 56 3.944 0.554 2.859 5.029 0.851
vida: Entorno Físico 3 140 20.380 1.639 17.167 23.593 1.058 123 18.407 1.693 15.089 21.725 0.681 263 19.287 1.138 17.057 21.517 0.851
P77ENTVI 4 298 47.092 2.146 42.886 51.297 1.058 264 42.153 1.962 38.307 45.999 0.681 562 44.356 1.323 41.762 46.950 0.851
5 192 28.361 2.005 24.432 32.291 1.058 243 32.423 1.753 28.987 35.858 0.681 435 30.611 1.302 28.059 33.164 0.851
Calificación de los diferentes Proporción Calificaciòn 1 a 5 1 10 1.501 0.468 0.584 2.419 0.978 8 1.003 0.341 0.335 1.670 0.798 18 1.225 0.295 0.647 1.803 0.965
aspectos de calidad de 2 17 2.324 0.572 1.204 3.445 0.978 25 2.922 0.598 1.750 4.094 0.798 42 2.656 0.405 1.861 3.450 0.965
vida: Vida Actual 3 128 18.273 1.589 15.159 21.387 0.978 126 19.432 1.717 16.066 22.798 0.798 254 18.915 1.187 16.589 21.241 0.965
P78CVACT 4 291 45.393 2.366 40.755 50.031 0.978 275 42.194 1.969 38.334 46.053 0.798 566 43.621 1.368 40.940 46.301 0.965
5 214 32.508 2.251 28.096 36.920 0.978 249 34.450 1.841 30.842 38.058 0.798 463 33.584 1.409 30.822 36.345 0.965
Calidad de vida actual Proporción Empeorado mucho 1 83 12.679 1.465 9.808 15.549 1.269 84 12.427 1.410 9.663 15.192 1.239 167 12.539 1.022 10.536 14.543 1.270
respecto a la de hace 10 Empeorado ligeram. 2 83 12.762 1.369 10.078 15.446 1.269 103 14.860 1.533 11.856 17.865 1.239 186 13.925 1.045 11.876 15.973 1.270
años Está igual 3 104 17.704 1.841 14.095 21.313 1.269 105 16.517 1.671 13.243 19.792 1.239 209 17.046 1.281 14.537 19.556 1.270
P79ANT10 Mejorado ligeramen. 4 202 29.867 2.094 25.763 33.970 1.269 188 28.157 1.867 24.497 31.817 1.239 390 28.920 1.407 26.161 31.678 1.270
Ha mejorado mucho 5 183 26.989 1.782 23.497 30.481 1.269 198 28.038 2.139 23.846 32.230 1.239 381 27.570 1.485 24.659 30.480 1.270
Calidad de vida dentro de Proporción Empeorará mucho 1 43 6.372 0.985 4.442 8.302 1.016 50 7.759 1.134 5.537 9.981 1.142 93 7.133 0.775 5.614 8.652 1.143
dentro de 10 años respecto a Empeorará ligeram. 2 60 8.935 1.126 6.729 11.141 1.016 50 7.895 1.171 5.600 10.190 1.142 110 8.364 0.822 6.754 9.974 1.143
su vida actual Será igual 3 78 12.793 1.527 9.801 15.785 1.016 76 11.794 1.358 9.133 14.455 1.142 154 12.245 1.085 10.119 14.371 1.143
P80DES10 Mejorará ligeram. 4 162 26.469 2.209 22.140 30.798 1.016 166 25.406 2.057 21.375 29.438 1.142 328 25.886 1.501 22.943 28.829 1.143
Mejorará mucho 5 282 45.432 2.344 40.838 50.025 1.016 294 47.145 2.582 42.084 52.206 1.142 576 46.372 1.741 42.959 49.785 1.143

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