Está en la página 1de 2

¿DIOS ME AMA?

«Yo siempre los he amado», dice el Señor. Sin embargo, ustedes replican:
«¿De veras? ¿Cómo nos has amado?». Entonces el Señor contesta:
«Yo les he demostrado mi amor de la siguiente manera:
amé a su antepasado Jacob.
Malaquías 1:2

Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo:


Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
Jeremías 31:3

Muchas veces por todo lo que estamos viviendo se anida en nuestro corazón la mentira de
que el amor de Dios no está con nosotros, esta mentira está ligada a la anterior. Como
hemos visto, pocos de nosotros admitiríamos creer en tales mentiras puesto que nuestra
mente ya sabe que debemos creer en el amor de Dios. Sin embargo, para muchos existe
una ruptura entre lo que conocen en realidad y lo que sienten como verdadero. Y allí radica
uno de nuestros problemas: Creemos que nuestros sentimientos son verdaderos, en vez de
hacerlo respecto a la verdad que conocemos.

Hasta aquí deseo hacerte algunas preguntas

¿Qué piensas del amor de Dios?


¿Cómo vivir el amor de Dios en medio de este tiempo?
¿hace alguna diferencia creer en que Dios nos ama?
¿Qué dicen estos pasajes a nuestras vidas?

Conclusiones practicas

Caer en la mentira de que "Dios no me ama" no es un asunto trivial. Las consecuencias son
muy serias y afectan todas las áreas de nuestra vida y nuestras relaciones. Las pequeñas
semillas que han echado raíz en nuestra mente crecen y producen una gran cosecha,
cosecha que a veces deja dolor y tristeza.

La verdad es que Dios sí nos ama. No importa si nos sentimos amados o no, no importa lo
que hayamos hecho o de dónde vengamos, Él nos ama con un amor infinito e inexplicable.

Dios me ama, no porque yo le haya amado a él, ni porque quiera agradarle, ni porque sirva,
o desarrolle un ministerio. Él me ama porque Él es amor. Su amor por mí no se basa en lo
que he hecho o puedo hacer por Él. No se basa en mis logros. Yo no merezco su amor y
jamás podría ganármelo, pero aun así Dios nos ama.

Por todo abraza esto y comienza a vivir el amor de Dios:

Nada podemos hacer para que Él nos ame menos,


y tampoco para que nos ame más.

También podría gustarte