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INMUNIDAD PARLAMENTARIA EN REPUBLICA DOMINCICANA

MARIA EUGENIA ROSARIO MENA

2019-0062

RESUMEN:

La inmunidad de proceso es la que se crea una garantía que es la que protege al


legislador de que sea sometido a un proceso judicial sin la autorización antes del
órgano al cual esta persona pertenece. El régimen de inmunidad parlamentaria surgió
en Latinoamérica cuando se vio la necesidad de garantizar la independencia de los
legisladores ante los otros poderes de Estado. Este régimen también se le puede decir
“garantías funcionales”. Se ha hecho una observación con el tiempo sobre el motivo
principal del surgimiento de este régimen se llegó a la conclusión de que fue por la
lucha de poderes entre los órganos del Estado. Con la nueva aparición de diferentes
estructuras del gobierno, estas confrontaciones no eran sustento suficiente para
justificar la permanencia de la inmunidad en un Estado representativo y garantista
como lo son los social y democrático de derecho. Se puede justificar la utilidad de la
inmunidad parlamentaria como una herramienta al servicio de la independencia
funcional de los órganos legisladores, en los cuales se depende la permanencia de la
democracia y del derecho constitucional. Esta prerrogativa es vista como una
condición de procedibilidad en las ocasiones donde se puede existir un proceso que fue
iniciado contra un legislador. La inmunidad en República Dominicana se estableció en
1819 con la ley de Organización de Tribunales que era la que disponía que los jueces
del Tribunal de Casación no podían ser sustituidos ni sometidos de no ser por
disposición del Alto Tribunal de Justica hecha por el Senado. Desde ese entonces
todas las constituciones dominicanas han contenido esta prerrogativa. En los últimos
14 años en Republica Dominicana se han conocido alrededor de 25 casos en los
cuales los legisladores se han visto relacionados en escándalos. De los 25, solo a dos
se les retiro la prerrogativa que fueron Radhamés Ramos García “el diputado de los
chinos” y Ramón Fernández Martínez.

PALABRAS CLAVE:
Inmunidad parlamentaria, Republica Dominicana, casos, inmunidad, legisladores,
Estado, constitución, Senado, jueves, derecho, régimen, ley, imputados, cárcel,
ocasiones, disposición.
DESARROLLO:

La imposibilidad de la autoridad competente para someter o detener a un


parlamentario, es decir, senador o diputado, durante el ejercicio de sus funciones en un
proceso penal por la posible comisión de algún delito se refiere a la figura jurídica. Esto
tiene origen en la búsqueda de la independencia del Poder Legislativo con relación al
Ejecutivo y en la separación de poderes. Esta figura tiene como objetivo dotar de
libertad e independencia a los legisladores en sus encargos por sus votos emitidos
fuera y dentro de los recintos legislativos y de sus encargos por sus opiniones. Lo
anterior mencionado garantiza la independencia del Congreso ya que este podría verse
afectado por arrestos, detenciones de los miembros y persecuciones judiciales.

La Constitución establece que los senadores y diputados son inviolables por las
opiniones que manifiesten en el transcurso de su desempeño de sus cargos y que
nunca podrán ser reconvenida por ellas. Esta determina que el presidente de cada
cámara velara por la inviolabilidad del recinto donde se reúnan a sesionar y por el
respeto del fuero constitucional de los miembros de esta. En los casos de
responsabilidad civil, cabe destacar que los legisladores pueden ocurrir que no se
requiera el procedimiento de declaración de procedencia para que se les pueda
demandar por el incumplimiento o realización de actos u obligaciones señaladas en el
Código Civil.

En el artículo 85 de la Constitución Política de la Republica Dominicana, dicta la


ordenanza de la Inmunidad por opinión la cual es la que dice que “los integrantes de
ambas cámaras gozan de inmunidad por las opiniones que expresen en las sesiones”.
En este el constituyente con el objeto de garantizar que las opiniones emitidas durante
las sesiones en cada cámara estén protegidas de una inmunidad parlamentaria se
consagro un mecanismo de protección. Además, este articulo consagra también la
Inmunidad Penal Oral que es la que gozan los legisladores en sus intervenciones en
las sesiones de la cámara a la que pertenecen.
El legislador goza de plena libertad para realizar las criticas y emitir opiniones y
realizar por igual denuncias que consideren necesarias al cabal ejercicio de sus
funciones. Como resultado de esto lo que se busca es impedir que cualquier autoridad
impida la participación de un legislador en una sesión de gran importancia política o
que no se aprueba un proyecto de ley para el desarrollo del país o de la nación.

Las prerrogativas parlamentarias se le puede decir que son las garantías que se les
brinda a los miembros de las Cámaras Legislativas para asegurar el buen
funcionamiento de estas. Esto comprende a la inviolabilidad parlamentaria que es la
que consiste en la perseguibilidad penal de las opiniones manifestadas por los
parlamentos en el ejercicio de sus funciones, la cual perdurara desde que termine su
mandato cuando se refieran a manifestaciones durante el mismo, y también comprende
la inmunidad parlamentaria, que como se ha definido anteriormente es la que dicta que
los legisladores no pueden ser detenidos salvo en casos de que sea de verdad
necesario durante su mandato.

El carácter objetivo de las prerrogativas parlamentarias a juicio del Tribunal


Constitucional se refuerza en el caso de la inmunidad que adquiere el sentido de
prerrogativa constitucional. La inmunidad no esta concedida como en cuanto a la
expresión de las cortes generales como una protección de los diputados y senadores
frente a la improcedencia o falta de fundamentos de las acciones penales, sino frente a
la amenaza de tipo político consistente en la eventualidad de que la vía penal sea
injustificada, utilizada y torticeramente, con la intención de alterar la composición y el
funcionamiento de la Cámara que a las mismas ha dado por voluntad personal. O sea,
que la inmunidad es una prerrogativa de naturaleza formal que protege la libertad del
personal legislativo de los representantes populares contra detenciones y procesos
judiciales que puede provocar la privación de libertad.

Se interpreta que el articulo 85 de la Constitución no protege al legislador en las


expresiones vertidas fuera de las sesiones legislativas. Un ejemplo de lo anterior seria
que, en el desarrollo de trabajo de las comisiones parlamentarias, en las oficinas
congresuales, los medios de comunicaciones o cualquier otro recinto que no sean en el
salón donde se este celebrando las sesiones parlamentarias, ya que emitir opiniones
ofensivas o perjuiciosas fuera del salón de sesiones, el legislador seria posible objeto
de persecución penal por los perjudicados. El legislador dominicano debe tener como
principio ajustarse a la dignidad y al valor de las personas y a no omitir la verdad.

Es cuestionable que en el articula 86 de la Carta Sustantiva proteja la función


legislativa y que esto se comprueba cuando verificamos que en el mismo expresa
“Ningún senador p diputado podrá ser privado de su libertad durante la legislatura, sin
la autorización de la cámara a que pertenezca, salvo en el caso de que sea
aprehendido en el momento de la comisión de un crimen”. Si un legislador o
legisladora es arrestado/a, detenido/a o privado/a de cualquier forma de su libertad, la
cámara a la cual esta persona pertenece, este en sesión o no, podrá exigir la puesta en
libertad por el tiempo que dura la legislatura. Para esto el presidente del Senado o el
presidente de Diputados, o un diputado o senador, según se amerite o sea el caso,
dará la orden al Procurador General de la Republica Dominicana, y si es necesario este
dará la orden directamente, por lo que es requerido y deberá serle prestado todo el
apoyo de la fuerza pública.

Esto no quiere decir que esta inmunidad o facultad impida que el legislador de la
Republica Dominicana que se vea implicado en un acto delictivo pueda burlar la
justicia, ya que en esta en lo absoluto se traduce en un privilegio personal del
legislador, pero para ello previamente le autoridad judicial debe elevar una solicitud a la
cámara que le corresponde para que este legislador se le se levantada la inmunidad
parlamentaria.

En el artículo 87 de la ley sustantiva queda establecido el alcance y los limistes de esta


inmunidad como “Cuando la cámara recibiera una solicitud de autoridad judicial
competente, con el fin de que se le fuere retirada la protección a uno de los miembros
se procederá de conformidad con lo establecido en su reglamento interno y se decidirá
al efecto en un plazo máximo de dos meses desde la remisión del requerimiento”. Por
esta razón es por la cual los tres congresistas, es decir, los senadores Julio Cesar
Valentín y Tommy Galán y el diputado Alfredo Pacheco, imputados en el expediente del
caso Odebrecht, no fueron apresados como ocurrió con los demás implicados.
Se explico por una fuente judicial que aun pasando sobre una persona una orden de
arresto y esta se niega a salir de su hogar, el Ministerio Publico debe acudir ante un
juez y solicitarle una orden de allanamiento ya que esta persona esta protegida por el
fuero domiciliario, lo mismo que aplica para el caso de solicitarle al Congreso Nacional
que levante la inmunidad parlamentaria a un legislador aun este estando sobre una
orden de apresamiento ya que ese legislador esta amparado en el fuero legislativo.
Esto obedece a que la Carta Magna no es específica en cuál sería la “autoridad judicial
competente” a la hora de tramitar la solicitud para que las cámaras legislativas levanten
la inmunidad a un legislador, lo que se puede prestar a interpretaciones distintas.

La necesidad de que el régimen de inmunidad permanezca para lograr el


funcionamiento normal del órgano legislativo en países en donde a diario se viven
conflictos entre los partidos políticos. Aquí es donde se justifica la utilidad de esta
figura. Es importante especificar los limites contra esta prerrogativa y que se cree una
comisión especial para hacer frente a los casos cuando esto sea necesario ya que la
degeneración institucional puede entenderse como una oportunidad de encubrimiento
de crímenes y cosas ilícitas y de esta forma se aumentaría la crisis de la
representatividad por la que atraviesas varios países de Latinoamérica.
Los casos marcados con asterisco (*) son los que fueron sometidos a una jurisdicción
privilegiada porque no se les retiró la inmunidad.
CONCLUSION:

Inmunidad parlamentaria o privilegio del parlamento es el que dicta que no se puede


ser detenido ni procesado sin autorización de la Cámara a los legisladores. El
fundamento de este privilegio es el de evitar que se persiga al parlamento, impidiéndole
el ejercicio de su función por motivos políticos. Los miembros de las Cámaras gozaran
de la mas completa inmunidad por las opiniones que expresen en las sesiones. Ningún
Senador o Diputado podrá ser privado de su libertad durante la legislatura, sin la
autorización de la Cámara a la cual este pertenezca. Es muy evidente que en los
últimos años los ciudadanos se han dedicado a observar con gran deteniendo la forma
de proceder de las instituciones gubernamentales y que con el tiempo han aumentado
la participación y transparencia en los órganos legislativos. La figura se ha mantenido
en Latinoamérica y en Republica Dominicana.

Las garantías parlamentarias en la actualidad se conocen como el principio de


inviolabilidad y de inmunidad parlamentaria. Estas han sido creadas como garantías o
privilegios que tienen los parlamentarios, senadores, congresistas y asambleístas por la
función que ejercen que ejercen en el órgano legislativo, pero enfocándose en su
sentido jurídico y en su naturaleza y con la finalidad de asegurar el eficaz
funcionamiento y la libertad de la Asamblea Nacional o el Congreso para que sus
representantes no tengan presiones de otros poderes de Estado y puedan desarrollar
sus funciones.
BIBLIOGRAFIA:

 García, E. (1989). Inmunidad parlamentaria y constitución democrática. En


Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad de Complutense, 15, 441-
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 [CITATION Alf05 \l 1033 ] Inmunidad parlamentaria. Derecho Ecuador.

 Miranda, A. (1986). Origen histórico de la inviolabilidad e inmunidad


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 Martin de Llano, M. (2008). La inmunidad parlamentaria; origen histórico y


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